Dos Cuentos La extravía

7/25/2019 Dos Cuentos La extrava

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Lluvias y santuarios

Y sucede as, que finalmente llueve y no estamos juntas. Yo campo adentro, rodeada de

verdes y tierra hmeda. T cerca del mar y la niebla. Te imagino en esa pieza pequea e

irregular, con la televisin encendida en el mismo canal de siempre, con el computador

encendido y la luz. !a manta de tu hermana mayor sobre tus hombros y los cigarros, el t", los

libros, mis cosas. #st$s completamente doblada, los hombros cados escondiendo el vientre,

los brazos queriendo sostenerlo, asirlo, que no se e%panda, que no vaya a comenzar a

e%pandirse. !a cabeza abajo, me imagino, como un muro met$lico haciendo rebotar los

pensamientos. &na madeja de miedo negra y un fro, fro temblor de tenazas. 'e imagino, y

es que yo imagino muy bien.

!os fantasmas no levitan, caminan, como cualquier otro, como t en este caso. (e sientan en

la cama, miran la televisin, revisan sus correos y cuentas personales esperando que una

noticia lo cambie todo, lo de siempre, pero hacer clic) en *+ecibidos m$s de cien veces no

trae m$s que cierta descomposicin bajo la ampolleta.

!as pastillas llegaron a la casa de tu hermana porque a tu casa difcilmente llega alguien,

pero en menos de una hora t ya las tenas encima. !os fantasmas toman pastillas abortivas,

tienen hemorragias en donde se distingue algo que iba a ser una cabeza. -abecita, no

piensa nada, no sabe. o sabe que es una pena, que acaso el fantasma mide su dolor en el

pedacito de carne que se despeg de la suya.

!os fantasmas salen a la calle, entran en floreras siempre a ver, en tiendas chinas de

colores, van en busca de /hilip 'orris negocio por negocio. /ronto se acuerdan de que no

tienen dinero porque lo que quedaba se fue por el alcantarillado. 0 esta altura el feto debe

estar llegando al mar porque cuando llueve la alcantarilla se vuelve r$pida. 'uchas cosas sin

forma deben estar siendo arrastradas hacia el mar en este momento. !a gente piensa que la

lluvia va purificando las cosas, y las casas con sus techos brillantes, su lata o%idada mira

limpia ya sin desperdicio, la gente piensa que la lluvia va purificando todo, pero la gente


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piensa mal.

Un departamento seminuevo

#lla haca que secara el lavaplatos despu"s de lavar la loza, primero con el trapo amarillo,

luego con toallas de papel para absorber hasta la ltima gota de agua. 1aca que secara el

lavamanos para que no se fuera a manchar, que bajara la tapa del 2.-. sin emitir el m$s

mnimo sonido, as como cada puerta de la casa. 1aba que medir la fuerza y la velocidad en

todas las acciones. (i iba a entrar al cuarto de los clsets, haba que cerrar inmediatamente

para que no entrara ni una pestaa de gato en ese espacio. #ra una compuerta temible, yo

prefera no entrar all por miedo a ensuciar algo conmigo misma, con mis zapatos, mi propio

cabello, mis manos. /or otro lado, no poda cambiar nada de lugar, ni una cuchara3 todo

estaba ubicado con premeditacin, hasta lo que pareca abandonado. +ecuerdo una maana

en que me qued" sola en el departamento y su gata se me perdi. Tena que darle la comida

y no vena cuando la llamaba. 45risa6 45risa6!e gritaba, pero no apareca. 7espu"s debuscarla por todos lados, se me ocurri que podra estar en la compuerta temible, y s, all

estaba. 0br la puerta y sali corriendo, como si supiera que estar ah significaba el caos para

su duea. 0 m me dio pavor en primera instancia, pens" que podra haber dejado sus

pelusas blancas por todos lados, que seran insacables, como chicles por toda la ropa. /ero

no, al parecer se haba quedado quietita tras la puerta. 7espu"s de asegurarme de que todo

estuviera en orden, me sent" a su lado. #lla se coma el alimento y yo me apretaba la guata

ri"ndome de la situacin. #ra una risa nerviosa, seguramente.

0 -amila yo le deca que cuando el dueo del departamento quisiera venderlo, iba a poder

poner que estaba seminuevo, o derechamente que no tena uso, aunque ella llevase tres

aos viviendo en "l.

0l principio discutamos, por supuesto. Yo pensaba que ella e%ageraba y que la soledad la


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haba puesto neurtica. #lla pensaba que yo no la consideraba, que no pona de mi parte,

que no prestaba atencin a las instrucciones. !legamos a un acuerdo cuando ambas

concordamos en que est$bamos en su casa y que por lo tanto haba que seguir las reglas de

quien pagaba por ella. #ntonces yo ced. /ero era torpe, y olvidaba cmo se hacan las

cosas, o me pona nerviosa y derramaba el agua de los vasos y manchaba la alfombra. #llagritaba y yo gritaba m$s fuerte. 8 me marchaba. -uando me marchaba entonces ella me

segua y yo terminaba por devolverme.

-uando me iba a mi casa tiraba el bolso por el silln, las llaves volaban a la mesa, los

zapatos donde cayeran y as, la libertad del desorden volva a m. /ero pronto comenc" a

sentirme incmoda en ese desorden, o m$s que incmoda, vaca. #lla no estaba en el

desorden3 ella estaba en la pulcritud, as que de a poco fui incorporando algunas de sus

costumbres en mi bao y en mi dormitorio. /or ejemplo, abra la llave del agua fra y con la

ducha esparca el agua por las paredes para que r$pidamente se fuera el vapor.

&n da, yo propuse que pas$ramos el fin de semana limpiando los libros de la biblioteca y

sacudiendo el polvo, porque perciba que eso no lo haca muy seguido. #lla estuvo

encantada con la idea y le llamamos La maratn de la limpieza -omenzamos el s$bado en la

maana y ya en la tarde est$bamos casi listas, y es que -amila no tena muchas piezas de

adorno. !ibros haban muchos, pero objetos decorativos no. #ra un espacio m$s bienmonacal3 un velador, una cama, una gran biblioteca y en lugar de cruz sobre su cabeza,

haba una foto con su gata 5risa. !as cortinas, el cubrecama, las alfombras y toallas eran

todas de colores crudos3 todos los colores llevados al e%tremo de la claridad. Temple. 1asta

5risa era blanca, pero no un blanco radiante, sino blanco invierno el lomo, y grises las patas

y las orejas.

&nos das antes de que yo empezara a trabajar en un nuevo colegio, -amila ech a la

basura todas las carpetas arrugadas que se me haban ido apilando en un estante de su

casa. #ran carpetas con material did$ctico y yo no las tena respaldadas en digital. #se da,

cuando llegu" a su departamento y pregunt" por mis cosas, ella dijo que yo no tena cosas

en su casa. 0l menos materiales de mi trabajo no. Yo le dije que s, que s haba un par de

carpetas por ah, que yo misma las haba sacudido la ltima vez. /ero ella neg nuevamente,

hasta que de pronto record que las haba botado. !as bot" porque estaban feas, me dijo,


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tenan las puntas dobladas y el pl$stico roto. o se podan tener. /ero adentro haban hojas

blancas, -amila, hojas estiradas y muy tiles. (, pero yo bot" las carpetas, no las hojas, las

hojas estaban adentro de casualidad. #staban tan desechas, amor, ni siquiera pude abrirlas.

9en para ac$ para que te lave el pelo, no brilla como ayer.

#stuve enojada durante lo que dur mi bao. -uando termin de secarme el pelo con el

secador, a m se me haba ocurrido desengrasar la cer$mica de la cocina. #lla por su parte

iba a limpiar las esquinas de las habitaciones con un trapo hmedo y repelente para insectos.

-uando terminamos aromatizamos todo. /lanchamos tambi"n las s$banas y los el$sticos de

la ropa interior. :ue una tarde muy feliz y pronto se me olvid que tendra que volver a

disear material did$ctico.

-amila trabajaba en su casa, a veces desde su computador, a veces desde el celular. 0 la

ma no iba casi nunca porque yo an no consegua retirar todo el polvo de los aos de uso.

#lla era una arrendataria ejemplar. #l departamento siempre limpio, siempre silencioso y

nada de visitas, e%cepto la joven profesora que vena da por medio a quien sabe qu". #l

conserje me saludaba muy a gusto y bromeaba con mi nombre porque una teleserie se

llamaba como yo.

!as cortinas, ltimamente, las mantenamos cerradas para que el sol no destiera las

portadas de los libros ni el color de las paredes. -omo no tena mi material de trabajo y como

haba pasado los ltimos fines de semana aseando la casa, no pude ir a trabajar la primera

semana de clases. 7ije que estaba an fuera del pas, que volvera en cinco das. 7urante

esos das se supona que -amila trabajara en lo suyo y yo en lo mo, pero no podamos

evitar continuar con nuestros ejercicios de limpieza. 0 veces nos qued$bamos hasta las seis

de la maana pasando la aspiradora en las alfombras porque 5risa no cooperaba con el

aseo y se revolcaba. 0l otro da dormamos hasta tarde y si nos levant$bamos era tan solo

para hacer la cama y limpiar los baos. o salamos porque en su departamento tenamos

todo lo necesario. Yo volv a mi casa tan solo el ltimo da que me quedaba de vacaciones

para traer unos guantes de goma que nos serviran para no daarnos las manos con el cloro.

-reo que no tard" m$s de media hora en ir y volver, y sin embargo, pareca como si alguien

hubiese cambiado todas las piezas de lugar.


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;!a seorita -amila no est$; me dijo ese da 'arcelo, que as se llamaba el conserje. (ali

hace un rato.

;Ya, y ue el nmero no e%ista o algo as.

'e puse los guantes de goma y empec" a leer. &na hora habr" ledo hasta que se acab el

gas de la estufa y fui a llamar al conserje, pero ya no estaba, en su lugar haba uno que

jam$s haba visto.

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seorita del departamento noventa y dos y tambi"n dijo que yo estaba equivocada, que all

no viva nadie desde hace dos meses porque el dueo lo tena en venta.

;'ire, asmese y mire el aviso en la ventana.

;ue de hecho, el

dueo, lo haba comprado y nunca haba vivido all. >ue era primera vez que lo ofreca en

arriendo. (i est$ nuevo, pues mijita, aqu= #st$ impecable.

Yo quise e%plicarle que "ramos sumamente ordenadas, pero ellos parecan tanto tener larazn, que solo pude bajar muy lentamente por las escaleras y sentarme a esperar a

'arcelo. Al iba a e%plicarme a m y e%plicarles a ellos. !lam" por tel"fono a mi colegio

diciendo que no podra llegar an y me acomod" en la recepcin. 0fuera la lluvia limpiaba los

techos y las calles. Yo pensaba que se pareca a -amila.

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