DOSSIER

EL DESCUBRIMIENTO DE TUTANKHAMÓN Fotografías únicas

Devueltas a la vida en color

Vista del interior de la antecámara. En el medio aparece un lecho ritual con forma de vaca celestial. Los contenedores blancos de la zona inferior contienen comida desecada para la vida de ultratumba.

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Documentos arqueológicos únicos Devueltos a la vida en color Los arqueólogos observaron el interior de la antecámara de la tumba de Tutankhamón por primera vez a finales de noviembre de 1922 y solo en esta sala había más de 600 objetos. Howard Carter, en su condición de experto arqueólogo, percibió instantáneamente la enorme tarea que tenía ante sí para recuperar los objetos, y fue consciente de que necesitaba urgentemente asistencia técnica.

Howard Carter y el fotógrafo del yacimiento, Harry Burton Como expertos en antigüedades egipcias, Howard Carter y Lord Carnarvon habían disfrutado de una buena relación con el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York desde hacía tiempo, y el museo se prestó inmediatamente a facilitar toda la ayuda que pudiese ofrecer. El museo facilitó a la pareja un excelente curador, en la figura de Arthur Mace, y el mejor fotógrafo museístico, en la figura de Harry Burton.

Burton llevó la fotografía arqueológica a niveles radicalmente nuevos. Había recibido formación como fotógrafo de arte en Florencia y con su capacitación técnica combinaba la mirada perspicaz de un arqueólogo científico con la de un fotógrafo de arte. Era un auténtico maestro a la hora de preparar y montar sus fotografías

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para que tuviesen la máxima efectividad, tanto con iluminación natural como con iluminación eléctrica, que era un nuevo avance en aquella época. Burton había trabajado en representación del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, fotografiando los murales de Tebas en Egipto desde 1914.

Tutankhamón - Burton documenta un descubrimiento único En colaboración con Howard Carter, Harry Burton logró un gran éxito con algo único en la historia: con el descubrimiento de la tumba de Tutankhamón, se documentó fotográficamente, de manera exhaustiva, un importante descubrimiento arqueológico en Egipto por primera vez. Sin las excelentes imágenes de Burton, el contexto del descubrimiento de los objetos se habría perdido en la actualidad. A lo largo de años de trabajo, muchos de los objetos de la tumba fueron fotografiados en un brillante blanco y negro en cientos de negativos de vidrio en la cercana tumba de Seti II, que sirvió de laboratorio. Burton también fotografió el trabajo que realizaron los arqueólogos en la tumba y la retirada de los objetos ante un público cada vez más numeroso.

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Cofres del tesoro, que todavía ocultan sus preciosos contenidos.

Howard Carter y su descubrimiento por Walter M. Weiss y Wolfgang H. Wettengel

Cuando el Times de Londres informaba sobre el "sensacional descubrimiento del siglo en la egiptología" desde Luxor, el 30 de noviembre de 1922, nadie podía imaginar los inmensos tesoros que se ocultaban en el interior de la tumba real del Faraón Tutankhamón, que había muerto muy joven. Era la opinión de numerosos investigadores que el Valle de los Reyes ya estaba completamente explorado para principios del siglo XX. Nadie, salvo Howard Carter, creía en la posibilidad de volver a hacer descubrimientos sensacionales. El descubrimiento de la tumba de Tutankhamón se debió por completo a los instintos y la perseverancia de Carter.

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Howard Carter y su gran ambición La historia de estos cazadores de tesoros es muy emocionante, y todos sus personajes son intrépidos por igual. Sin formación especializada, Howard Carter fue a Egipto como dibujante arqueológico a los diecisiete años de edad, y allí se labró una apasionante carrera. A los veintitantos años era Inspector Jefe de Antigüedades del Alto Egipto, pero un enfrentamiento con unos turistas borrachos detuvo en seco su exitosa carrera profesional... por el momento. Carter se vio temporalmente obligado a ganarse la vida como dibujante y anticuario. Tras unos trabajos de excavación de escasa entidad, tuvo lo que podría razonablemente denominarse un encuentro trascendental con Lord Carnarvon. El acaudalado noble, un verdadero trotamundos y aficionado a los coches rápidos, estaba convaleciente en Egipto tras un grave accidente. Utilizando su gran capacidad persuasiva, Howard

Carter consiguió el apoyo de Lord Carnarvon como patrocinador de un proyecto muy especial. Porque Carter estaba convencido de que la tumba del Faraón Tutankhamón tenía que estar en algún lugar del Valle de los Reyes, a pesar de las numerosas declaraciones que afirmaban lo contrario. Lord Carnarvon financió la ambiciosa búsqueda de la tumba por parte de Carter durante cinco largos años, pero todo fue en vano. Después de que Carnarvon se negase a facilitar más apoyo financiero, Carter logró convencerle para que financiase una última temporada de excavaciones... y materializó su descubrimiento el 7 de noviembre de 1922.

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La copa con el nombre de Tutankhamón, desenterrada en el Valle de los Reyes en 1905-06. Para Carter, esta era una de las más importantes indicaciones de que la tumba del rey debía de seguir ubicada allí.

El buitre egipcio, un estudio de un carácter jeroglífico realizado por Howard Carter (en sus primeros años).

Una enorme contribución con muy escaso reconocimiento El descubrimiento de la tumba con todos sus magníficos tesoros generó un furor sin precedente en la prensa. El rescate de los hallazgos atrae a interminables grupos de turistas, en una suerte de peregrinación. Pero Lord Carnarvon no sería capaz de disfrutar de su fama de explorador mucho tiempo. Murió de una grave infección poco después. Tras su fallecimiento, algunos periódicos anunciaron una supuesta maldición relativa a la cámara funeraria. Las especulaciones en torno al fallecimiento del Conde se han mantenido hasta la fecha. La temprana muerte de Carnarvon Contribuyó significativamente a las leyendas sobre la maldición de la tumba y a la fama que logró su descubrimiento.

Lord Carnarvon en casa de Howard Carter durante un descanso del trabajo.

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Alfred Lucas y Arthur Mace restaurando la carroza dorada de Tutankhamón.

La marcada tendencia hacia el perfeccionismo de Carter le lleva a los límites de su capacidad física, e incluso le hace superarlos, puesto que recupera más de 5.000 objetos. En 1926 ha de volver a su hogar de Inglaterra, para descansar durante un periodo prolongado de tiempo. De vuelta en Egipto, su salud se deteriora notablemente, a causa de la deficiente calidad del aire y la iluminación artificial de la tumba. Para agravar la situación, tiene que librar una guerra diaria de desgaste con las autoridades locales. Cuando en la primavera de 1932 Carter por fin puede completar su trabajo arqueológico y volver a Inglaterra, sus doctores

le diagnostican cáncer. A pesar de la intervención quirúrgica, parece inevitable el sufrimiento de una larga y persistente enfermedad. El 2 de marzo de 1939 Howard Carter muere Londres. Estaba destinado a gozar de fortuna y fama. Pero el reconocimiento social y científico que se le deben por sus logros le fueron negados a Carter, el autodidacta y "advenedizo". Ni un solo representante de mundo científico acude a su modesto funeral. Hasta la fecha, una sencilla lápida de piedra en el cementerio de Putney Vale, en el Oeste de Londres, recuerda al mundialmente famoso descubridor de la tumba de Tutankhamón.

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6 Vista del tesoro. Lord Carnarvon y Howard Carter abriendo la cámara funeraria.

Howard Carter: Información biográfica: 9 de mayo de 1874: Howard Carter nace en Kensington, Londres.

Septiembre de 1891: A los diecisiete años de edad Carter empieza a trabajar en Egipto como dibujante arqueológico para el Fondo para la Exploración de Egipto. Trabaja en varios yacimientos arqueológicos en el Egipto Medio y hace excavaciones en Tell el Amarna, la residencia del rey herético Akenatón.

1893–1899: Carter trabaja como dibujante arqueológico en el Templo de la Reina Hatshepsut en Luxor.

1900–1904: Carter, un autodidacta, se lanza a una asombrosa carrera como Inspector Jefe de Antigüedades del Alto Egipto. En Luxor, trabaja para el millonario estadounidense Theodore M. Davis, en el Valle de los Reyes.

1904: Carter es trasladado al Bajo Egipto como Inspector Jefe. Un año después, un altercado con ciertos clientes europeos marca el final de su exitosa carrera en el Departamento de Antigüedades.

1905–1909: Carter se gana la vida en Egipto haciendo trabajos ocasionales como dibujante, anticuario y guía turístico, mientras que Theodore M. Davis descubre indicios del enterramiento del Rey Tutankhamón y de una tumba saqueada en el Valle de los Reyes, que contiene restos de pan de oro en el que está grabado el nombre de Tutankhamón. A partir de ahora, Carter trabajará con Lord Carnarvon, que había estado convaleciente en Egipto desde 1907, después de un grave accidente de automóvil y que había empezado a excavar en Luxor.

descubren los primeros escalones que llevan a la entrada de un emplazamiento funerario desconocido.

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Entrada a la tumba de Tutankhamón.

1909: Davies cree que ha descubierto la tumba de Tutankhamón en la tumba saqueada KV 58. Carter no está convencido.

1914/1915: Davis renuncia a su permiso de excavación en el Valle de los Reyes. Carter persuade a Lord Carnarvon para solicitar el permiso de excavación.

1917–1922: Durante años, Carter busca sistemática, a la vez que infructuosamente, la tumba de Tutankhamón, en el Valle de los Reyes. Lord Carnarvon es absolutamente partidario de renunciar a lo que, para él, ha resultado ser un carísimo negocio, pero Carter consigue persuadir a su patrocinador para que le financie una última temporada de excavación en el otoño de 1922.

4 de noviembre de 1922: Después de varios años de infructuosa búsqueda de la tumba de Tutankhamón en el Valle de los Reyes, Howard Carter y su equipo de excavación

5 de noviembre de 1922: Carter excava la zona de la entrada y descubre la primera puerta sellada.

4 de noviembre de 1922: El arqueólogo vuelve a sellar la zona de la entrada y envía a su patrocinador, Lord Carnarvon, que se encuentra en su residencia de Highclere Castle, en Inglaterra, un telegrama acerca de un "maravilloso descubrimiento" en el Valle de los Reyes.

23 de noviembre de 1922: Lord Carnarvon y su hija, Lady Evelyn Herbert llegan a Luxor.

24 de noviembre de 1922: Se desentierran dieciséis escalones, se despeja la primera puerta que estaba tapiada y también se despeja el pasillo cubierto de escombros. Carter encuentra el nombre del Rey Tutankhamón en la puerta

26 de noviembre de 1922: Los arqueólogos abren una segunda puerta tapiada y dan un vistazo a la antecámara. Howard Carter ve "cosas maravillosas”.

29 de noviembre de 1922: Apertura oficial de la antecámara en presencia de representantes de las autoridades egipcias,

30 de noviembre de 1922: Se publica el primer reportaje de prensa en The London Times. A continuación, se desata una oleada de entusiasmo por todo el mundo. Muchos turistas comienzan un peregrinaje a Luxor en los meses siguientes, para ver la tumba y observar los tesoros a medida que son extraídos del lugar.

16/17 de febrero de 1923: Apertura de la cámara funeraria.

5 de abril de 1923: Lord Carnarvon muere de una grave infección tras la picadura de un mosquito. La prensa difunde por todo el mundo el rumor de que una maldición rodea a la tumba.

Otoño de 1923: Carter publica el primero de los tres volúmenes sobre el descubrimiento de la tumba.

Febrero de 1924: Después de ser acosado por el nuevo gobierno egipcio, de orientación nacionalista, Carter y su equipo se declaran en huelga. Carter es apartado del trabajo en la tumba, ante la consternación de la comunidad científica internacional. Sin embargo, un año después, se le permite volver a su trabajo.

Octubre / noviembre 1925: Se rescatan los ataúdes internos y se lleva a cabo la primera autopsia sobre la momia.

Primavera de 1932: Después de diez años de trabajo en la tumba de Tutankhamón, Howard Carter concluye sus actividades en Egipto y parte de vuelta a Inglaterra. A pesar de una grave enfermedad, hace muchos viajes.

2 de marzo de 1939: Carter fallece en Londres. La mayoría de su patrimonio, incluidas las grabaciones y las fotografías de la tumba de Tutankhamón se transfieren al Instituto Griffith de Londres. En la actualidad un gran número de documentos están disponibles online.

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El punto en el que Carter descubrió la tumba se

encuentra exactamente en la parte inferior del valle, bajo

el sendero (centro); un lugar que hasta entonces nunca se había investigado. La tienda de excavación de Carter aparece en primer plano, a la izquierda.

A lo largo de las paredes sur y oeste de la

antecámara, Carter vio partes de las carrozas y los

lechos rituales con formas animales.

Los turistas se acercan en grupo para ver la

recuperación de los tesoros.

“El momento decisivo había llegado. Con manos temblorosas hice

un diminuto agujero en la parte superior izquierda, introduje un

candelero y di un vistazo.

Al principio no pude ver nada, pero a medida que mis ojos se

acostumbraron a la luz, los detalles de la habitación que había al otro

lado de la pared empezaron a emerger lentamente, extraños

animales, estatuas y oro - ¡el centelleo de oro por doquier!

Durante unos momentos, quedé anonadado ante el asombroso

descubrimiento. Cuando Lord Carnarvon me preguntó, nervioso,

"¿Puede ver algo?" lo único que fui capaz de musitar fue

"Sí, veo cosas maravillosas.”

Dossier de prensa para destacar la exposición Tutankhamón: La Tumba y sus Tesoros

en Madrid, desde el 23 de noviembre de 2019 al 19 de abril de 2020.

Contacto para medios de comunicación:

Laura Olaizola – Directora de comunicación 915 279 151

Yolanda Guirado. Prensa 669 007 780

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