Edgardo Rivera Martínez - País de Jauja o una utopía posible

8/15/2019 Edgardo Rivera Martínez - País de Jauja o una utopía posible

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César FerriraEdtor

Edgardo Rivera Martínez:Nuevas lecturas

Universidad NacionalMayor d Sa Marco



ISBN: 9972631Hecho el Depósito Lega en a

iboeca Naona d Perú N.0: 20062325

m m, mzo 2006

© C a© Eo iv Ma

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Fotogafas de caráula e interoes:Ahv pnal de EM

La universidad es lo qu publica

CRO Ó E!UEDAD NAOAL MAYR DE SAN MARCO

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Contenido

Prólogo:

Csar RRR, Apunes sobre la ida y obra deEdgardo Rivera Marnez

-!

TEX DEL AOR

El encueno culral en s noels entura y rigor en la cción noelescaLos des na agen personalPaís de Jauja o na utopía posiblel are de la noela (Inédito)o fntásco y maraloso en ms

pmeros relatos (Inédito)Noela, psicoanás e hstoria.

Un esmono y algas reflexones

I

VIoN DE COUO

Ismal MQZ, El armonoso magnaro deEdgardo Riera Marnez

Hildbando PÉZ a escrua ncluyene e

Edgado Rera Mez

11

21

3343961

69

73

89

01



País de Jaua o una utopía posible·RIVEAMATNZ,dgardo

2006[199]

«PaísdeJaujaounatopíaposible»

.CésaFereraeddgardo

RveraMart

Nuevaslec

turas.Lma:UnversdadaconaM� y eSaMacospp49-5

Siempre he·pesado que la hstoria de la lteratua no debe estr

hecha tnto de autores omo de obras, y que, lo que por es

detenerse en eas, ya sea en pos del plaer de su lectra, ya sea en vas de su estdio En concordancia con ese modo de pear es

mejor dejar que las obras hablen pos sí mmas, pero en iertas

ocasiones puede resultar que los autoes se mesten, y ésta

es, sn duda, a de es, ya que se ata de u n ncuento que,apelando a n conocido tlo de un bro de Jorge Basadre, invita

a reflexionar sobre el Perú como problema y posiidad a parde dos novelas de los años 90, una de Miguel Guérez La violen-

cia del tiempo, y oa mía, País de Jauja. En referencia todo ello, no

hay que olvidarlo, a la temáca de la prea parte de este certa-

men, esto es el de la globalzaión en la hora presente.

Ahora bien, Pasd aa es una novela damentaente a, cuyos temas prncipales son la iación y el descubrento,

la celebraión del amor, la fcidad y la vida, y además, la con

vergenia ultra Este carácter o hace más dícl aprehenderla, sn duda, pero an así, y como toda obra novelesca, da cen-

ta, de na u otra maera, de su época, de su sociedad, de su cultura Más a, puede ser tamién un strumento de eluidaión y

ipaón En tal sendo, y en referencia siempre tema gene

ral del Enuento, puede ser útl detenernos en ese úlo tema

Publicao en Bulletin de l 'Istit fanra d Étde andne, 1999, 28 (2)

pp. 287-293

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esto es el enetejiiento ntegrador que, en el ámbito de ua falia y de una sociedad proviciana, se da en País de Jauja, asignando a aquel térno el significado de corrientes que, a manera deios, y sn que su idendad se pierda, copoen una idendadnueva, coo un tejido de color y textra diferentes. Un caso dedsfrute eriquecedor de las adiciones culraes que nos nuen,una que nos viene de nuesras raíces andinas, y ora de la cultraoccidena y de la modedad, y que muesa que e enetejien

to es posile, y con l reaable la utopía de una armónca relación nterculural Pas de Jauja se inscribe as en la nea de unapreocupacón que se aniesta ya en uno de ms prmeros relatos, «El uicoro», que data de 1957, y en «Amaru» (975), «Ágel de Ocongate (982), «Ega del árbol (1986) y oos

Pas de Jauja tiene como espacio aquel, tan singuar, que era_y aún es, en enor medida, mi ciudad natal Por ello, y poroas razones, es una obra en gran parte autobiográfica, perosólo en parte En relación con esto debo mencionar que algnoslectores, tomando sin dud coo elemento de compación la no velítca de Arguedas, me han dicho que una Jauja así no existe,no exsó i pudo exis Desde luego que yo, como autor, teatoda la libertad para nventar una Jauja a la medida de ms deseos, pero da la casualidad que la ciudad evocada corresponde�en gran medida, y en varios y diversos aspectos, a la que era haceya atos aos

Pero mi retorno a lo vivido, en pos de inspración o materia,no ha impicado, i lo hace ahora, n olvido de cuán ágica hasido en general nuesa hstoria, y cuá nquietate es la hora actal. Tengo muy presente la recurrente violencia que se ha abatido obre nosotrs Ahí están, para recordarlo, las matanzasde la conquista, la crueldad de la ita y las reducciones, larepresión feroz que sgió a la derrota de úpac Amaru. Y en

tiempos mucho más recientes, las masacres de los penales, Cayara, La Cantuta, Barrios Altos, si olvidar los terribles asesinatos selecivos realizados por la subversión armada A lo cualse agrega, como sabemos, la gran violencia esucral que nos aige, uya expresión más reciente son los milones de ñs condenados al reardo por falta de proteínas, los ones de jvenes strabajo ni ftro, y los cientos de mies de ancianos condenados

so

práccamente a a miseria y el habre, todo por causa y obra deun modelo económico que impone a los países subdesarroadosel nuevo orden capitasta udial, con la compcidad de los gobiernos nacionales

Así ha sido nuesa hstoria, y tal es coo se ofrece el presente, y es út engañaos. Pero no debeos per que la iignación nos ahoge No debeos quedarnos en la luha -justa ycivilizada lucha- por una sociedad ás justa No renuncieos

al presente y menos al fro. engamos en mente la ase que escribió el pesador materiata ruo, Cheevski, en el siglo pasado: «La búsqueda de la ecidad es lo que hace en primer lugarmás humano al hombre. ambin debe haber lugar, pus, y eneso nos situamos en una vieja adición anda, para la celebración de la sodaridad, la esperana y la alega. Y descubriento y alegía son nos que marcan, al menos a m modo de ver, minovela

Me perito ahora, ya que me he referido al componene autobiográfico de Paí de Jaua, hablar un poo de mi ciudad andna,donde pas la mayor parte de mi iancia y adolescencia, ya quesus caracteríscas, a singlares, expcan muchos rasgos de minovela. Y hablar un poco de m faa y mi ayectoia, no porinmodesa, i por aá publicitario, sio con el objevo ntersque puede orecer na ayecoria personal que raica no sólo laposibdad, sio la facbdad -dscúlpeme por es palabra -de na convivencia como la que se muesa en mi obra Y tambin, y eo es impornte para , dejar cocia de ciera deudas, y de una deuda mayor, en este sendo, con la vida

Jauja fue, desde los tempos de úpac Yupanqui, n cenoprovcial de importancia en el imperio incaico, por el lugar

que ¡upaba en el señoro de los huancas, en el extreo nortede un vae muy ampio y hermoso Y nto, que en la poca de la

legada de los españoles era ya, además de ceno urbano, un lugar de acopio de basients y tejidos Ciea de eón habla del«grande y hermoso vale de Jauja, que fue una de las principaescosas que hubo en ePerú», y el Inca Garclaso la caifca de «herosíia provincia... Por todo elo, y sin otro arficio quemudar dos de las leas de su nombre quechua que era Ssa, psó aser la míca erra de Jauja de las leyendas medievales, emparen

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tada con la «terre de Cocane» de los ranceses, y la Cucagna delos talanos. Terra maraviosa, donde nada altba y se dfrut-ba de una luz y un rscor sn térmno A ella alude, ciertamente,el ulo de m novla

Fue además, y es mportante subrayarlo, una erra en la cual,salvo pocas y muy relavas excepcones, no hubo más tarde el feu-dasmo que en Ayacucho, Cajamarca o Huancaveica No es queno hubera hacendados, pero éstos ern muy pocos, y sus prope-

dades se haaban más ben en las zonas alas Su poder enca eran, por eo, comparavamente mucho menores que en oosdepaamentos, e cluso había algos, en la época de mi adolescenca, an vedos a menos, que dab pena Y es que Jaujae más ben, a lo largo de la coloa y la repúblca, cudad depequeños agrcultores, de rtesanos, de proesonales, y por eommo, de vel educavo y cltal compravamente mayorque el de oas regoes de la serra, y de mucho más coras y ate-nuadas dierencas de cle

Por todo elo, y por razones económc de po, Jauja no cuenta con a qitectra monumentl como Huamanga o Cajamar-ca, o, en menor medida, Hucavelica Su glesa ma es her

mosa, pero ha sudo y sre las cosecencas de intentos modeadores absolutmente condenables No hay casas señorales, n campea la pedra en sus ediicos s ntes ben una cudadde adobe y de tejas, con paredes oora encaladas, y cales rectasPevalecen más ben, en su onoa, e ae claro y austero, laanqulidad bucóca, la vsta de los cerros ljos. Pero en elloresde, preciamente, su poesía.

Por oo lado, a es del sglo pasado Jauja era ya n cenode salud al cual acudín eermo de tberculoss de todo el Peú, y de no pocos pases del eanero. En Jauja curó su mal MnuelPardo, quen ue después presdente de la Repúbca. Hzo lo smo un embro de la arstocráca amla de los Prado a comenzos de este sglo. Igualmente u erudto español, el padre Blanco,envado por su orden, y que llecó en ea en 1903 y de cuyaestanca da cuenta un curoso lbro escrto por su compañante,un aguso apeldado Monjas l vajero rncé Wener hablaba a ines de la cenuria anteror de la pequeña socedad de gen-tes culvadas que enconó en la ciudad. Ms tade, al término de

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la prmera gerra mundal, hubo en auja sendas corrdas de toros orgaadas por las colonas ancesa, taliana e nglesa Co-loas de gente que e alá por razones de salud, y que se esblecó a, ncursonando sobre todo en el comerco A ese hecho sesumó la presenca en Santa osa de Ocopa, muy cerca, de regiosos españoles, y después, en Jaja, a de curas ranceses que, mo-vdos por razones semejantes, tomaron a su cargo la adminisacón de la parroqua jajna Todo lo cual le coó a m cudad,

en el corazón de los Ades cenales, un toque de cosmopolsmoque no ahogó jamás su vvo susato andino Por todo ello Jaujacostuyó en nuesa para algo así como lo que en ísca se a-ma na «slardad Pero a sngulardad que a su modo era,por paradójca que parezca, represenva, mas no con espectoal pasado so al tro. Y ue así hasta avnzados los años 50,cando la llegada de la eseptomca, bóco ecaz pa lacura de la tuberculoss, acarreó na pront y cas completa ite- rupcón de aquel lujo oráneo.

Pues ben, ese e el medo en que vveron mi antepasadosateos M abuelo, dó con oos jovenctos u club, en losaños de la ocpacón chlena y del cerre de escuelas y colegios,

para dar clases a los ños, cosa que fue posble precsamente porel el educavo promedo, supeior ya entonces, al de os pro-vncas Vno después a estdar en San Mcos, y ue n sobresaliente su desempeño que recbó a dsncón que se llamabacontena, cosa rara en verdad aándose de n serrno pobre y dea época de grndes prejcos Un medo hermano suyo, abogado galmente, y que llegó a conr con mayores recusos, reuióa bbloteca que ncluía numerosas obras literaras, muchas dees en ncés, lengua que ambos hermos conoceron Y no sóloeso, sno que adquró, ene oos, cadros de Igaco Merno, quese coservaron por largo empo en poder de amla y qu estaban a m vsta, en las tardes de m fanca, pero que posterormente uvimos que vender a los Wese, pues no podíamos daosseejantes lujos

Por oo lado, en mi amila matea había una certa adcón de clto a la msca, de lo cual ue evdenca el vejo anoque aú coero, y en el que dsaigo m melancoías Aicónalentada por dos ailes de copa, uno de los cuales ue maeso

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de música de madre, y, de modo decto, por el r coro delconvento que cantaba en las msas solemnes de mi ciudad natalNo es de exañar, por todo eo, que mí progetora egase a tocar el piano, en versiones aproxaas y modestas, pero plenasde disfute, piezas accesibles de Mozart, de Beehoven y de Chop, ene sus autores favoritos Afición que me transmitió. Peroese cultivo de a msica occidenta se acompañó siempre deun profundo amor por la nuestra Mi madre, coo a de protagonista de País de Juja, se complaca en transcribir en notación musical a meoda de huaynos, uizas, relojeras y yara ves y yo a acompañé muchas veces en esa tarea, por lo demás, dada la simplicidad de los aires andinos

Por oa parte haba en casa, por temporadas, muchachas deprocedencia campesina que nos ayudaban en a vida domésca,y con as cuales pasaba yo parte de las veldas junto al ogón, Yque me contaban, eices de que as escuchase, cuentos y eyendas, en las que se aternaban amarus y pájaros maravosos, ias y condenados, zorros fatos, gatos aleves y ese Jua Oso de pácos rgenes Relatos a os cuaes se suaban, ene oos,

os de mis prmeras ecuras, que en su mayora proced del repertorio europeo, y, ás tarde, de oriental, con Las ml y un no-

ch. No es de sorprender, pues, que con e correr de os años, ycon esa dobe enetejida y fel experiencia, escribiese un cuentocomo «E Ucoo», en que este anma legendario aparece unbuen da en una adea ada

Mí faiia, por ota parte, como uchas oas de aua en lasdécadas de los 40 y 50, y aún después, era propietaria de unapocas parcela, unas e onas arboladas, y oa, a preferida porm, en Ataura, a la vera de los ros Mantaro y acus. Se culvaban bajo a modaidad de aparcera, sstema en que una partepone la tierra y a otra a vigancia y das de trabajo Muchas ve

ces colaboré e n as labores campeses ¿Cómo ovidar los das deabr'y de mayo, en que ayudaba a desprender os chocos de lascañas, en Ninacanya, en las márgenes de la lagna de Paca? Derao en rato me acuerdo, iba a mrar el agua en _ n sitio que sellamaba Puerto Plancha. Un agua acerada por tanta tasparencia, quieta y coo dormida en e mierio del medio da, al pie delas cumbres del Pusajhuajla cómo no recordar, más aú, las tar-

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des en la era de trigo en Ataura Abajo corra el Mantaro, y ooado se aabn cerros de una roca de color ene rosa y violadoaban vueltas y vueltas los caballos de a la y nosoos, chicosy cicas, juntábamos la mies para que no esparciera Ronda inal que me haca pear, cuando le a Ilí, en os corceles deHéctor y de Aquiles después, a caer la noche, me juntaba conos operarios en la era para escuchar su parla, las coejas quenarraban, y jugaa y charaba con sus hios o fatba aguien

que tocase huaynos en la itarra, e cluso, como en a casa denuesos aparceros haba muchachas, vean unos jóvenes y sebaaba sobre as paas Esos das me parecen hoy ene los máseices de mi extencia

Fue uy porte, desde uego, e gusto por la ectua, queme ncucó hemano Miel, aecdo hace es años, y a uienle debo uchsimo Por é le a teprana edad no sólo a Ilíada,

sno también a Poe, Vee Valdeomar, Co Alera y el Argedas de os cuentos A é e debo ambién una temprana iciaciónen e ancés, en un aprendaje que conué con un curita bodadoso, creo que naura del vae de Loe, que no se caba delanar espesas bocanadas de su pipa mienas e haca repe

unos versos de a Fonae, e versión acuaada. Más tade, yaen la secdaria, sinicó mucho para m e ato con Pedro S.Monge, un profesor que, cosa excepciona, era n maco conocedor de Siglo de ro casteano la amstad con joven costeño, Eberto ávia, mayor que yo y marno de proesión, que porexigencias de saud se haaba en auja, y que más tarde, repuestoya, vovió a navegar por todos os mares, acopado de su n atabe ejempla de Mob Dik.

Viv as, en la mayor parte de mi nfacia y en mi adolescencia, ! cabao ene dos mundos, en una experiencia siguarsima, smejante a a de Claudi Tuve además el privegio de vivren e seno de una familia que, a pesar de sus modestos esos,poda dstar y dutaba, en cma de armona y en a medida de sus posibdades, de a cutra Pero esos undos no estaban para nosoos separados de manera ifranqueable, y menosa en coicto, sno que de aga mera haba ene eos diálogo, puentes, vasos comucantes Estaban, aunque uera desiguamente, enetejidos.



Hasa los catorce o qunce años esve convencido de qu miro saba n la músca, lo cul le sucede ambié a Claudi, lproagoia de la novela. Idea qu se vio reorzada porque l párroco me permió, después de nas poc lecciones del sacrsány orgasa del templo, tocar n el armoo, y luego en el grande ymaviloso órgano del coro de la iglsia ma, e ocasios queno podré olvidar nuca, y que he evocado en mi irio A la hora

de la tarde y de los juegos. Pero ese no era, videtemene, m camino, so el de la tratra, d lo cual esve ya muy cosiene alacaar la secndaria

Vne, pues, a Lima e ingesé a la Uiversidad de San Marcospara sgu esudios n la Faclad de Leas. En ela e la nmesa foa de topme co un homr en qn se jaa uaaguda intgcia y a culura pasmosa: Fendo Tola Mendo. Hoy octogenao, es n hndus de presgio mund, proen aquelos tiempos se dedicaba a los stdios clásicos Fui sualumno de grigo y de lteraura griega, y después su assteteGracias a su gerosidad pude leer l original agmetos dla Ilada en experiecia memorabl, que reovó ensismos e

riors, y qu al protagonia de i novela, Claudi Ylmos ambié unos ttos de óocles y de los íicos Traducon su ayda fagmentos d Jenófanes de Colofón, y oos, eigmácos y poécos, de Hráclo Gracias a él se cofró m nició de la mpoancia d frecuear no sólo a los scriors modeos, sino bié a los cláscos de las dierets terauras nacionals, y hacrlo, d ser posible, n sus tos orgnals Proeando Tola apoyaba ambién el esdio de la lengua y la teratra oral quechua. on evidencia de eo los tetos de clásicosquechuas que el Isuto d Fiología, que él diigía, pubcó porentonces Con odo lo cual me racó n covción d la ece

sidad de ser leales a nuesas raíces y de abros, l mmo empo, a oos horiontesQuisiera hora referrme específcamen a m novela He ha

blado de su carácter ico, en vud del ual quda ecluda, pordenición, oda ntnción documental, o la de pltear una tesisNo s, assmo, una novela eológica No h preedido, tampoco, ofecer, una agen ficcionazada pero ehausva de mi ciudad aal. País de Jaua no es tampoco, i en sus propósios n en

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s espíi, una novela regioaa, meos an digea, e elsdo origal del érmino, i ondigsta, si es que co stadsignación se ee en mene ua suere de versión modadadel digeismo clásico no se vea, por favor, n stas peisioes el rsultado de ua musvaloriación de sas cories, sosplemee costatacioes d hecho

Por eo, al cou su espacio, efcé con lberad un aa

jo selecvo, en el sedo de djar al lado cieros pos, ms binsecdaios, d la ciudad donde scurre el aconecer, en bficios de la máca, de la esucra y de la funcionaldad de lospars y del odo Por ejemplo, no me he rferido a las aenuadastsioes de clas, ya de pr sí mucho menores ue en oas ciudads peas, por la compsició social de la població Hanquedado al margen, ambién, por las mmas raoes, notas queson pate de la realdad d toda ciudad d provcia, como la moooía, los recelos, las nqias, y, en na provncia peuna, losausos d las autoridades Tampoco ofrezco na imag de lascomidads crcaas, que e esa época, y an hoy, coyntodo un eemplo, de los campsos, porqu todo el aconecer

ascurre e el ito urbano, y porque la mayoría de los personaes pertencn a él o cua no me impidió nunca, me pidehora, profesar na gr admación a la ancsal, reovada yeemplar saidua que se ec e aqué

Por oa parte o esaá dms rordr que la acción acure 1947, a s de la secular ayectoria d auja como ciudadd salud, y antes dl cuartelo de Odría No haba, hulga declo, televsió, y l radio, aaco que ahora e barato, era poretocs casi n luo El léfono era en mi puelo prvo, y lacomunicación mediaa co Lima s fectuaa por eo en conciones precaras Había, e cambio, mucho más vida local, como

·atsgua la exsncia de un diario Y si bie saba muy crca elrurdo de la seuda guea mndial, co la gloa ación béca que impcó, era agiale na mdiazació como la presete, tan marcada por la informáca. Se vivía por todo eo, deoo modo, n oo empo, co oo ro, y por eo msmo, en msde un sendo, de una manera más huma

¿Hay n la presentació de la auja de mi ovela a cieraidazación? Es posible, pro en fció siempre de humans-

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mo que asigna a arte, además de sus fnciones de expresión, dereto y de denuncia, la de dsute y reveación que si caer en amera evión compene de modo aiones de a rea-idad, a a vez qe muese y señe oas vís de reaización. Fción tan eíma y necesaria como as oas, y a a cua he presta-do, en País de Jauja, especia atención

Debo tocar aquí a usión a una utopía en e tuo de mi no-vea No hay en ésta, por cierto nuna propuesta de u orden

socia y poíco determinado, na cosucción absacta a amnera de as utopías europes de os sigos X y I. No es tm-poco mía a topa de a erra de Jaa tan ceebrada en os ro-mnces con su fan y paradsíaca dimensión de paí de aabndcia y de a hogaa. Se ade a ea, caro está pero oque tvmos en mente y atamos de smi a tor fe topía andina en cuanto modo de vsumbrar y pens e ftro enfunción de una diáfana reación con uno msmo con os demáscon a nauraeza, con a existencia Una armoía qe aspuestaa pano simbóico, y en referencia a Peú en su conjunto mues-a no sóo o que pudo ser, como seaa Mko Lauer sno también o que aún puede ser. ¿Hubo en eo utopsmo sobre e cuahababa hace aos José Ignacio ópez Soria en ibro medar?n mi opnión no.

Pa temn, y aparndome de m novea, de exponer brevísmamene a propósito de a temáca genera de este Encuen-o convccones qe segamente mchos de ustedes comprtenTengo a cerdmbre por o pronto, de qe e modeo act de agobaización, en a forma dennciada por Vivine orester, en a-g momento se ha de despomr, por su óica umna generadora de una uscia socia y una excsión cada vez mayores,·sscepbes de hacer expotar as esucturas de os msmos pí-ses centaes n modeo qe debe ser sstuido, porque es a ne-

gación de todos os vaores que hacen de hombre un ser hno y de erecho a a vedadera fecidad, que por supuesto no puedereducse jamás a n desatado y egoísta consummo. Y porqeen e fondo es además contario a as exigencias msmas de asuervivencia de nesa especie.

Todos os puebos tenemos que coaborar en a cosucciónde ese nuevo mundo s muy importnte en o qe concierne a

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os peranos, vover os oos para eo a nuesa raíces andnasmas no en un afán arcazante sino en pos de a sabiduría qep ede resta parcuarmente spradora en a hora presene,en a medida en que se funda en una reación armoosa con anatraeza en una articuación socia basada en a sodaridad ye abao en aería y en a teposición de a feicidad a poder ye cro En esa empresa nos corresponde a todos y especiamentea os puebos de tercer mudo, una parcipación fundamen

59



MN, Lu

1994 «Vargas Llosa y la miada de Occidente andna». El Pe r uano.

Lma:·2 de eeo.PA L

994 «Vagas osa e los ndes Caretas, 27 de eeo.PRTGA, José lbero 2000 Migue uéez y Mao Vagas losa e amago sueño de

a uopía Quehace septiembe-octbe. Edgado 2000 «Vagas losa la festa de la novela» El mei Suplemento

Domica 9 de mayo

9 aís de auja o na uopa posble Boe de Iuo Facés de Esudios nos

993 �aís de aa Mágene. ima otube. David99 aí de Jauja ovela mulcultual oen del Ituo an

cés de Esudios dosVK Eml99 «El hablad de Vagas losa uade hipanameiano Ma

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mes

VAGA Maio199 «El misteio de la ceacón» Chala pounciada e el teao

Campoamo de Oedo acrta y pubcada po La nueva Epa-ña. Oiedo 5 de dicembe

AUBES, Fran,oise

La utopía del mestizaje en País de Jauja deEdgardo Rivera Martínez·

F; AuBtsUveridad de Pa , Sorboe Novee

La ceón e la enda naconal en mérca ana ence-

a en la novela no de opore prveado. E parclarmene el cao el Peú donde a novea dede ne del glo XIX

ha apnao empre a n «hozone cco» (c R 1989: 12)En el erú paí mao por la orea amazónca la cor

lera de lo nde y el océano Pacco a pobacón andna de

ogrcamene mayoraa e ha maneo n emaro y porlaro empo nvble coyeno ee pa prono DR2003 egn el horador Jorge aadre ane de qe la grancorrene nea e lo 20 pera na dena na cona la correne crola e hpanófla El proceo de modeacóndel paí la lexón poca el rémen reorma y popade la evolcón de la Fera rmaa ra por el cholode Pra el general an Velaco varao ene 968 y 975

aí como n conjno e crcanca económca1 elaboraránla enda de n Pe neral de n Perú e oa la a

gre nacón de nacone ocalzaa por la crpcón el ml

clramo en la Concón a erara e har eco el gran

2006

«La utopla de mesizaje en P aís d e J au ja de Edgardo Rivea Maíne». n CésaFee1ra, e Ed gar do Ri ve Maf nez: Nuevas lectus. ma: Unesda NaconaMayo de San arcos, pp.173-82.

Ponencia presentada a Coloquio de la Uversidad de Nancy 2. 10- dedcembre de 2004 Apoxmacón purdiscplna a a iden dad cuura en mundo usohspnoamerico (qupo de recepción Romaia Grupo denvesgacón Cura e Hsora en e mundo usospóno) T de JERMPor ejempo, e fnómeno de a uracón aceerada deda a miciones uaes ue empeza a pr de os aos ci ncuena

172[173]



debate identitario poendo en escena a uno de ss actores pricipales, el «cholo», nuevo ciudadano meszo, en toda la complejidad de su cultra medio-uba, medioandna.

n 1993, Edgado Rivea Matínez Oauja, 1933), escito dcreto, conocido hsa entonces como autor de nouvelles, publica Paíde Juj (1993) una novela de más de qunientas páas, hechoelevante en una época en la que la tendencia, po divesas azones tanto económicas como liteaias, se drige más bien a los elatos beves y a las novelas cortas l éxito es inmediato: la novelapaece esponde al hozonte de espera de na sociedad que vivela pecaiedad económca y la violencia poica de los años deSendeo Lumnoso» Pues P de Juj es una fcción opmsta,alboroada, que propone segn el auto una «utopía reaable», proyecto de sociedad, cuya fe icidad se debeía a la convivencia amoniosa y eiquecedoa de las cultas andna, peaa y occidenal siendo la novela de este modo na celebacióndel mestizaje cultual sta novela de ideas va a contracoiente en el contexto liteaio de fines del siglo en el Peú neecto, la liteatua de los 90, con excepc ión de la novela de Miguel Gutiérez L iolenci del tiempo (1991), que apaeció en

1991, no podujo ya esas gandes novelas ambiciosas que, vente as antes, abacaban la sociedad peuana en su conjunto,tatando de lee en ella su complejidad La época sea, segúnMiguel Guérre, de las icciones autoeexivas, la de las geras inteioes de la subjetividad» (GUTIÉZ 1996 41), caactesca liteaia de un mundo donde domina el individualismo y el desencanto

[ .. ] texos narra vos en los cuales lo personajes se muesraninderenes al pasado u hosiles a cualquier uro, vivendo(en escenarios generamene sn referentes concreos casi abs-actos) la únca emporada que ene algna sigcación paraellos: la del presene a cuya celebracin se enregan pero sin

éfass i esrdencias emovas como a na ceremoia secretaGUR 196 4

n ioleni del tiemo Miguel Gutiéez eligió planteaa angustiante pegunta de los orgenes a tra�s de la histoiade la famila de Martn Villa dgardo Rivea Marnez escoge, él también, platea el poblema del mesaje peo abodá

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dolo de mnera mucho menos damáca, aiando la subjevidad,la igeeza de la ficción novelesca, esto es las emciones y los senmientos, con las ideas y las mlples eeencias extraliteaiasque eten expcitamente a los dscusos sobe la idendad cul

t ral peuanasta novela muy pogamática, esta oda a la felicidad que,

o este hecho, no espondea en ealidad al esquema tradicional del elato novelesco donde el pesonaje pincipal, el hé

oe poblemático, debe eenta las dierentes puebas que leeseva la vida en la sociedad de los hombres, antes que todoencuene su desenlace, cuenta sin embargo una histoia nel micocosmos de Jauja, pequea ciudad de povcia de los Andes centales, Claudi, un adolescente de quce aos, escibe sudiaio duante el paéntes de las vacaciones gandes, ene el 19de diciembe de 1946 y el 1 de abl de 1947 a stancia naava homodiegéca se dobla as con oo naado, laudi adlto,que dialoga con el adolescente, comentando, elaando y estuyendo lo vivido as como las paabas de los múltples pesonajes,en n largo dscso nscito La novela poda empaense conla novela de apendaje, ya que audio, duante el veano de au

ja, maduaá, descubiendo el seceto de las viejas seoitas de laaa smena y stela, erqueciendo su esprt con numeosas lectas y encuenos namoado de la jovencita india eono, conoceá su pmea expeiencia sexual con la bea viuda oaida; en fin, apasionado de la msca anda peo también de laoccidental, clásica y modea, llevaá a témo un poyecto musical cuya ejecución acompañaá el final ce de la novela Perola novela, que es también muy autobioáfica dga"do RveaMarnez petenece a ua amia culvada y de aates de la msican auja está al sevicio de na tesis, como el auto subayadesde su apición

[ . ] qse más bien que era na obra qe eendo como reerencia el anguo mio de Jauja terra de felicidad convergencia de una eyenda medieval europea y del renombre de rqeza de la Xaua de los Incas panteara posible modelo de convivencia armnica y lograda de gentes y verentes clralesmuy dierentes. Pero convivenca en o que sa ene de tolerania de respeto de eneteento eniqeedo; y sobre todode aegría.

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rial, prendigenis; se cita el nombre de Pedo Zulen, uno de losfdadores de la Asociacón Proindígena (con Dora Mayer y Joa-qun Capelo (19091917) amgo del padre de Claud. Los siete en-

sayos de itepretaó de la ealidad peuana (1928) de osé CarlosMarátegu es libro de rerencia de Abelardo por su socialmo yla defesa del ndio pero se elia su parte de sombra, así comoaquea que se refere al aporte de esclavo negro, que bastardeó ala raza ndia3 Rua culural del Perú (1945), de us E. Valcárcel,esayo más mazado que la violenta reivndicación de un Perexclusivamente dio de Tempestad e los Aes (1926); El uevo in-dio (1930) de José Uriel García, foran parte de las lectrs de Midates. Abelardo acoea a su oven hermano la lectra de Los

peos hambietos de Ciro Alegría (1938), a fin de que tome con-cenca de la situacón priviegiada de Jauja en relacón con el resto de los Andes dónde dona el eudamo primivo de la hacenda «aqu en el vale, aun los campesos más pobres enensus parcelas, por chquitas que sean» (R 13: 75) Laurta,la hermana de Claud, que estudia Beas Artes en La admiaa pntores ndigenstas como Vnatea Renoso y Sabogal «se pue

de recoger nuestros pasaje, nuesa lu, con el óleo, la acuarela,con el resco y con téncs más moderns, y si embargo ser muyserranos, y para decrlo como Arto, ndnos» (RN 199 255)Puede notrse a muy claaente la evolucón del dgesmo yel prejucio en favor del «ndo nuevo», y no el secasmo de ciertos indgenistas de los aos vete Esta revón del dgesmoana su punto cte con la evocación al nal de la novela de aquel que simboa en el empo de la dégess una etapaalcanzada en el debate iden ttario José Mara Aredas Lauritha do a esucharlo en ima en a coferencia que ataba prec·samente del vae del Mtaro: «hubo en Lma na coerencia sobre el ndgensmo y la ntua[] y el seor que la daba mencio

nó el valle del Mnro, y espeialmente Jaa coo n ejemplo demes�aje logrado, ncluso felz» (I 13 504) La cita esá

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«Cuado se ha mezcado al indio a sdo pa bastdeaÓ comnicándoe sdomesicidad zaamera y su pscoogía exeioiane y móbida» (cf.MTEGUI 1979 [1928 305)

toada dectamente del estdio de Agedas (1957) sobre las coidades idígenas del valle del Mantaro José María Arguedasesa que la excepcional siuación de la regón del Mnaro pue-de constu un modelo de sión armonosa de culturas L a tesisque dona en País de Jauja se aenta del dcurso sore el msaje uya autordad y garana sería José Mara Arguedas. a fluenca de los análs aruedianos sobre el meszaje, patentecuando se anazan las ideas de la novela, se dobla también deuna evdente ntertextuadad icconal y en parcula con Los osofdos. Ene Claudio y Eesto exte una evdente «soldar-dad narraa»4, na msma seibdad ante el paisae, un smo comportaento percibido como sngular por los oos, unamma pasión por la msica andia la escena en la que Clau-di sgue, con ocasión del caaval de Jauja, al vieo tocador delarpa, es una réplca de la escena en que Eesto en la chcheraescucha ascnado al papacha Obtas Pero ienas que Eestovve de anera cofcual la pertenenca a la doble cultua, inday occdental, Caudo, en la pequeña soiedad de su cudad ndna,pero abierta mndo exterior, puede florecer plenmente. A la -

gusne bqueda de Eto, los personajes de País e Jauja responden con segdad aplomo a av de la reteada daraciónde su dendad «¡mos tn mesos!» (1993: 49), «Estamos abier-tos a todo» (1 503). En efeto, el mcrocosmos feiz de Jauja euna espie de laboratorio url a , Agaa e, lsnovel peuns, la música ndna, Moar, Bela Btok, etc., se en y rpond cosntemente en n uego de os que haceel do ms compresible «Jauja se estaba pobldo de gasoméric o cuando menos grieg, que sn ingú problma co-viv con las muchachas daztes de huayla, y donde con-cdíel eco lejano de los doses del Egeo con el de las sierpesaads de los mtos del vae del Mtaro (IR 1993 73)

El mto de los Amarus o serpentes cosmogócas estudadopor Arguedas cosye n verdadero leitmotiv o ancio prolp-sco del mensae fnal de la novela los marus se hacen la ge

f O'! 2000: 81 «[.. ] ado Aaya tiene una eaciónde sodadadnaativa o veba con e eso de Los río profundo.»



a buscando a sulawa yta, or de a luvia y de a escarcha etáfora. de a búsqueda de a fecidad: «Quien a encuente seráfeiz y haá fel a su puebo» (RI 1993 106)

Pero as buenas ideas» de la novea no podría por sí soascosu esa utopía de a feicidad cuyo gaante ·es el esajecutra si ellas no estviesen eneteidas en a cción en la tiga gacias a una arquitectra uy eaborada deida así poGonzález Vig [ ] un doo tegra pues de o épico-narravo o daáco y o líico» (1993) Preaente ha ue señaa cómo os deentes espacios de a novea a casa de Caudi e s<natoio, la sala de a peuueía de Paoeque los paa

es ndos y teriosos en too a la ciudad donde vive Leonodonde vivieron as señoritas De os Heros as calles de Jaua losdías de esta a estación y a igesia son seún a topología descipva de Philppe Haon lugares cieécos» apropiadospo su nauraeza o su ia cofguación a alacenar vehicula sfoar aportar venlar la foración» (1993 189)Peo estas foraciones y sus intercabios son de orden cultura A coidea a o leos el pae de las coas azuladas y de

as lagunas steriosas Caudi piena en Leonor a oven idiade a ue está enaoado pesaste en Leonor ¿Qué haría a esahora?» (R 1993 76); Leonor ao eo Oa vez a pregnta ué esá haciendo a esa hora?» (R 1993 267) Y sibien se reconoce aí la referencia pre verso de do uerto» de César Valleo Qué esará hacieno a esta hora andna

y dulce Rita/ de unco y capulí?» (16 [1919 7) la repeciónestá desprovsta de la eacoa del poeta Pues en esta noveapapsesto e papel conado a Claudi depositario de aqueundo es bién e de sncoiza en presente aronioso

todos os epos el de to y la epopeya el de su calendariopersonal el e a cuua cosopolta que penea en Jaua La co

iente �onua de os diálogos a ulpicidad de as voces dicen la soiab dad de Jaua aydada en eo por a esucra usia de a novea con excepción de aunas voces dcordantescoo la de fanáco cura Whaton y de agunos habitantes sectarios de Jaua os personaes de papees teáco potavoces deas ideas del auto foran n canon paa celebra u conuntode vaoes uy sncrécos de panteíso de Fox Cao adorador

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el aga de la uvia y del so y de sus adeptos a as conviccionesoícas de a faa de Caudi o de los eferos de sanatorioeas son ante todo laicas y uversales; de región catóca nose retendá sino a beeza de os hos re giosos y en parcua de os hnos uechuas La úsica es un tea rector de ano vea Pues así coo Caudi busa devear e iterio de susias ías Qién es Antenor? Po qué ha peecido en el nce

iode a hacienda con e exaño nobre de Aarucancha? re

cosuyendo una iniga en e espíit de a novea folen desigo XIX-, así del so odo se podía habar de una nigausica Caudi descubre en a vaa de su abuelo orgast apata de un hio relgioso uechua de Huánuco ue cantacoo hace Fox Cao la uz resplandeciente y la beleza de o Caudi apone para el pino esta coposición dina queeeutará después de Laudate ás convenconal con ocasión dea isa de dfntos por las dos as de a faia alborozada eleía ceebada a fina de la novela por todos los persnaes aíe dos El dscurso ideológco bricado en a fcción es portado po a esuctra usical el conapunto de los ovos ecu

ent es e to opsta de os aars ue teen lne que con vergen hacia a aegoía que aparece caraente a fina de anovela a de a nave ue avanza hacia un porveni adiosocoo horionte del país entero que se dibua Jaua es coo elSnatoro u buue donde covven gentes uy divesas y se le

vn bien a pesar e todo» Bota agen pero habría que pecisar hacia dónde nos drigios» Hacia una paia dferente ta vez (R 1993 434)

La útia fase de a novea rila e sol y e aire es lípido claríso» es el caderón que cube e taqueteo de laseaeas deselace adicional de a cciones digetas peosobre todo coo e auto se expca a enudo a exposión de a

vioencia en a época de la esciua de la novea i esa noveaebe se pues tepretada en e contexto de os años noventacoo propuesta de una conasociedad aronosa y toerante oogra gracias al vtuosso de su autor el personae a escribirsu diario escribe na futra novea ue se tulaá Paí de Jauja-

popuesta ezcado tabién los estlos de ua vía nueva paraa novea

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P aí s d e Jau ja es u na no vel a a ndi na, modea y un versal · /· , ls nca n rra va emmen te en te in msta y rca, logra t ear y resol ver co n é xit o u na uesó n f udame t al para tod

ciedad: ¿cómo vvr jun t os?ª o

Bibiografa

R G U E D A S, J o sé M r i a

957 1 «'o

ució n d la s com idde s i n d íg n a s. E l v l le d M a o ·Y ª c�dd d H ua c yo u c o de fu ió d c u lt r o co p r om id s po r l a ·6 d I · .

R cc I Siuc0 d o rig e co lo 1evzsta d el M useo N aio nal, L im a.

BADRE, J2 00 3 «El P e · p bl · r o em a» E E o P D CO M

d esti no d el p , ¡ · em a y

1 o r ge Basad r e: txtos ese n als L im a: Fo do Edit _ de l C o n g so o

D F r a ;oi s 1980 «L a ég nd d a T" d

. e r r a J u a d s e co te xt e hi to i o l loq u lit é air », Txt t Co t et ( XV Co gr d ; océt é �e H p e F ra ;ai L im og e, 1979 ), i n T rames , úm e r o e speca l L m og s.

N Z VI GI , ica r do

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na e em po do vo lúm e . L im : M i l Ba 1�9 B · .

L .sito d e la ltatur a. Esc to r s y polí t os n el P er ú l sglo x x m : M o sc z u Edit o r e s

·M A GU , J o sé C a lo s 1979 [1928] s· t , E ze e nsay os d e etac zo n de la ralid ad peua na M é xi-co, ra,

H AM N , Ph ilippe �9 3 Du d esc r i pti f P a r í s: Hch O H R A Edg 2 0 P alabr a c uest ( , d J . , .

R M

s u 1 u na poet ic a ). L im a:L l uv a Edit

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' F U Ja» ar ge nes, im a , f o , ocbre e 1993 ) E n C é- s r R R R A s 1 " , _ .

·

. e, · v QU , De lo a nd ino a lo umper sal. La obr a d e

V Ed gar � o Rzve a M ar tme. L im : Fo do Edit o r i l UCP 1999 AL EO, C es r

1996 [1919] «o he r a dos ng r o ». E Obr p ca Co cció A r ch v o .

I 82

«Lo nuestro» y lo femenino:

a representción de l mujer en País de Jauja deEdgardo River Mrínez·

Mary Beth TIERNEY-TELO

Wheaton Colege, Massahusetts

a novea País de Jauja (1993) de dgardo ivera Martíne esun texto en todo setido expasivo, por la geerosidad de superspectva sobre u Perú posible y por su resimbolizaió su-gerete de lo loal frete a los mpuos arrasadores y homoge-

etes de la lamada «globaaión». n este eayo pretedoexaiar la propues teraoultural de País de Jauja omo una

expresió produa de lo que la geógraa feta oree Massey amaría un sendo global de lo loal, un sedo global delugar» (194: 156). ero a la vez ue propongo ue es texto ado-ta ua reformulaió diáa de lo loal que resite iertos as-pectos de la globazaión y que ata de redefi la relaió aleamudo, ambién examno ríamete la represenaión de laujer en el texto paa nenar deterar a fión de lo femen

no coo ee algo problemáo de esa reivdiaió y rear-aión de lo loal

Lo lo _ �l y lo lobal en P de Jauja

as de Jauja representa u espaio idealado donde las divio nes soiales se ma y el protagonsta, el o/ adolesentelaudi puede paripar iguamete en la uura oidetal y la

Artculo inédto La atoa tabaja en Wheaton Coege, NoronMassachsets EE.UUTodas as taduccones del glés castellano son mís

[183]



anda en un utópco meszaje armonoso. En a faa de Cau d este mesaje fez se vve daramente, como él mso expca: «Notros[ ] estamos abertos a todo, y nos gustan os huaynos y Mozart, y arcea [a anga empeada domésca de afamla que e contaba as eyendas andnas es para í tan mportate como Hoero» (p 535) Hay, s duda, jaujnos que enen oa perspecva en cuanto a mesaje cutura y raca La

proesora de músca de Caud, por ejempo, opna que no se deben mezcar a músca andna y a cása; según ella, :�s mejorno mezcar ambas cosas, es dec a músca cuta, sup�or por simsma, y a músca de a serra, que podrá ser todo o nuesa ysenda que queras pero es tan tada, tan onótona» (p 197).

Y e peuquero Paomno se jacta de ser jaujno «pero de osanguos, y sn meza de do, zambo tísco (p 274) enras e contexto soca descrto en a novea no está exento detodo cofcto como parecera a prmera vsta,2 de todas maneras se nos orece una vsón ena de o que ntoo Cornejo-Poar ama n «sóto optsmo (1999: 202), ormado pa esteríco «a admabe aegoría de a anscuuracón e» (1999

201) De hecho, en e hogar excepconamente progress de Caud, «o nueso» (témo usado repedas veces en e texto paradesgar o ando, o oca y o peruano) se vaora y se cuaanto como o nversa» (térmno con que se reere en e texto ao occdena)

En a novea, Jauja se representa como n ugar prvegado yexcepcona donde se puede vv «o nueso» de forma cas dea,costyendo í ua ateava ez a a socedad voenta y d

vdda de «resto» de Perú de os años 40, a como e expcan aCaud sus hermanos mayores en varas conversacones ddác

cas De a msma ora, este texto responde a contexto soca vo

ento de Perú de os años 80 y 90 con una vón aternava yarmóca, que agnos hasta podrían amar escapta.3 Con na

1

Bia Baldoceda-Puente analza este specto conflctvo de la novela.Ver el ensayo de Gonalo Espno Relucé (1999: 238,250) donde comena loque se ha pecbdo como una tendenca de la novela e eludr tensonescal Sgun uente-aldoceda sn embgo los pejucos de lospersonajes y el nrador está a la vsta y contradcen la propuesta de un

etodoogía parecda a a de a utopía andna ta como a expcaAberto Fores-Galdo País d Jauja oece una reconstruccón orenvencón de pasado coo ua ateava a presente aceptabe E msmo Edgardo Rvera arez, a comentar a nveaen a mesa redonda, expca que una ncn mportante de ateratra es «compesarnos de aguna manera por a readad quenos toca vv» (1999 1 Pero esta convadacón de o oca y onuesro» coo fuente de vtadad cutra, no sóo responde aa probemátca nacona o a os dscursos peruanos, como e ndemo y e naconao por ejepo Como señaa César erea, «Rvera arez ha ogrado entabar n dáogo ntensoene o andno y o uversa como pocos narradores de nuesateratra» (1999 21) n parcar, est texto se seta, a modode ver, en os debates de o oca versus o goba en nueso mdo posmodeo

Como propone rf D, o oca puede nconar como unso de restenca a captalmo gobazado y sus eectos de hoogeeacón y opresón (1996: 22) Pero sóo puede unonar

así, seg Dr, s e ocamo no se encerra sobre sí, y se manene atento a as reacones anocaes y gobaes (1996 35, 1

En País d Jauja a amacón de o oca no representa a rerada a o caco o o provca como gto reaconaro o que Hugo

«mestae harmonoso» del auto mpícto (1999 233) Ha de tods ne un mpuso aratvo en la novea; en las palabs de AntonoCoejoPolr «En un momento en que la gomna y la volenca deadanla vda del país es estemecedoramente nsólto que se preserve e vgonecesro para cnar a la vda con un hmo soldao cap de mr elturo» (1999 201)La «utopa nda» la descbe Abero FloresGalndo de la sguente mnea

«En la memor prevamente se econstuyó el pasado andno y se lotansrmó pr converro en una ateatva al psente Este es un godstntvo de la utopía andna a cudad deal no queda era de la hstora oemoamente al nco de los tempos Po el cono es un acontecmentohtórco Ha exstdo Tene un nombe e l ahuntnsuyo Unos gobenteslos ncas Una captal e l Cusco» 987 49) Obvamente el contendo de lautopía de País de Jai es dstnto en ve de mar al ncnato como el deaeta utopa constuye una «utopía del mestae» usndo coo lugar la Jaujade os ños 0

18



Ach ugar llama «una cerrada defesa del psado» (1996: 849). Píde Jauj resimboza lo local como un l ugar biert o al mdo, oconexiones_culrales producvas con lo «unversal» Jau ja aqu·-y en parcular la casa de Oa udio cosye un lugr abietoy en proceso geográfica y temporalmente, como arma expci mente el hermno myor de adio: «en n uesa casa vivmos oamor lo nueso, lo andno, pero esmos abiert os mbién a lo qu

nos viene de oos pases, en ésa y de oas épocs» (p 269). Esrevalorción de la idendad c ulrl toma en c uena nas perspecivas ntes coiderada periéricas, a la vez q ue ncorpora fl uncias y crcuit os de conexión ene ls Andes y el m undo spsar por el «ceno» de Lima

Claro que esa aperra al exterior ocrre a avés de la hstoria de au ja y iene q ue ver con las crcunst cias m uy parcla res de Ja u ja como l ugr concreto e hstórico En la snops hstó rica en la solapa del ibro, se pone énas en este aspecto de Jau jcomo l uga abiero; adonde c gente de m uch par del erY del m undo para curarse de la berculoss «Esa preencia foránea no se confinó .. ] en n cculo cerrado, sino q ue hubo una

costante y posiva interacción con los jnos, en su gran mayora meszos, y muy parc ularmente con q uienes posean una

ciera ed ucacón» (.ª edición) L hit oria de aa ha sido examinada por muchos pensdores, ene ellos el mmo Rivera Marnez 6 José ara Arged, por su parte, vea el valle del Manro

como «excepción» en la sierra perna, señalando en n ensyoq ue: «Es inteción pacca de la cass y cltrs en el valedel Mantaro es . un hecho excepcional en l tori de las co

6

E su esayo «Repesdo la heterogeeida latiomeica», Hugo Achugares?o� la diretes respuestas «al modeló eoliberal globalizador y

pnvat1zd _ or de u deeiado sector de la cultua latioamericaa» (996:849). A m modo de ver País d Jauja poe e práctica vios de los tipos derespuesas que deliea Achugr (ver e particul pp 89-85) Por orapte e la reulaci proesis de cocepo de «luga como la explicaoe Mssey la idetidad de u luga se deriva o de ua historia ieamaee y reicada sio de la especicidad de l relacioes co lo deaera» de ese lugar (994 69.Ver su libro histico Imagen e aa, segeo de cua aprece e elvolume de Fereira y Máque

iddes ndgenas del erú» (1981 87.7 Es más, Arguedas ex'lcit ente not aba que la excepcionlidad de la regón en cuano relciones igalitaris se derivaba en prt de s u relación cons reiones y s u nteación social en vez del alaieno (198� Dadas sus crcst ancias muy paric ulres, se convró-�0 una de las ciudades andinas más cosmopolitas y «globazads, ucho ntes de que ese térno se pusier de moda

Ta

l presencia de lo glo

bal en la ci u

da

d andina

no implica, s ebargo, la eliminación o la aten uación de una identiddlocal partic ular y produciva Como h planteado Hugo Ach u

gr «ensr la globalización desde la periferia no sinifica ne cesriamente concl ur q ue se está produciendo la homogeneza• ción sbólc o poca del planeta (996 849) Como él exp c, el aldeano» no es smplemente n rept or pasivo de n uen cis y modaidades globaantes s o q ue geson na serie de

respuest as y modos de prod ucción que relejan na resstencia a homogenezación. e hecho, en l novela de Rivera rnezl perra a lo de aera fncion para resr una concepalzación de lo local como na sple s uc ursal de la merópols o

coo comidor de los producos crales del amado prmermdo Los jaujos en el text o reciben y aslan l uencias deaera para sormarlas en product os culrale n uevos Clado no sólo aprende la música clásca, sino que uza sus conociient os nto de la msca cláic como de la an par crer na pieza m usical n ueva y verdderamente mesza corporndo n hno ando (ropado principios de siglo por su ab uelo) en un Lt Dominum que ocará en una ms para sus s

er ambié otros cometarios al respeco ( 98 93 e su esayo<voluci de las comuidades idígeas» e Foración d una cultura

nacona ndorcana. De hecho Edgado ivera Mare icluye uepígra de Arguedas e as d aua que presa lo mismo: Jaujaiegraci ecepcioal de razas de culuas y de sisteas ecocos(993 9)Doree Massey tmbié critica la idea de que la globalizaci equivale ala homogeeizaci: globalizatio ca i o way be equaed whhoogeeizatio Te spaig ofthe globe by ecoomic relaios h led toew s ad pates of iequality ot sply o iresig siila>(99 60.

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dos uversos muscales, el ccidental y el ando (p. 58). Tal esesta acidad para él que cndo su a sugere que se olvide desu músca andna para conc�arse en la música clásca, él se neg: «"Bueno, sobrno, or ara olvida un poco mulas y huayutos, y concénate en los ejcicios que [la proesora de panoJ teha fijado, or aburridos que Sean A ver s te conviertes en un Paderewski No voy a olvd nada, por que no es necesaro, replcaste» (. 59). Claudo nste así en la mecla de fluencias

armando lo local pero de fa abierta y, podríamos dec, global. Pero, a la vez, la sstea en la armación de lo local 0 loque se denomna en el texto mo «lo nueso» le permte al sujeto expermenar cierto arrai e nteacón ente a tan dversasnfuencas De esa manera, ls reteradas reerencas a «lo nueso» se pueden leer tanto Io una resstencia a las presones dela globalación coo la exsión de cera sedad de desarrago, agmenación y expro<ón.

El toro loca[, y lo femeino en

Como hemos vsto, el conceo de «lo nuesto» en País de Jauja leofrece al sujeto un sentment de anclaje en un mundo cada vemás desorenador. Esta reación de lo local ene como subse la mujer; decr, lo emo prov el contexto de es arra-gaento en el texto. n la c de Claudo, aparte de un hermanomayor, redoman las mujes que cluyen a su madre, a su aMara Y a s u hermana mayo Laura stas fgras emeas sonsers ntelectualmente nterestes que no enen a fción u- facéca sno que esulan a laudo en su búsqueda d e dendd a e que ersguen s propias meas arscas, pedagó

gc e telectuaes Además Qe las mujeres de su entoo domés-co, las as ancianas de Claio tambén son una uente de ns-

pacón en su búsqueda senental y iteraria Él busca la clavde a msteriosa htoria de mor a avés del territorio algo nebuloso de la memoria de las .l entoo local más ato en este texto, es dec el hoga,

es lugar redomanteee femeno a teor emsta rma con ua perspectva crca que el hogar, el lugar y lo lo-cal frecuentemente se asoc on el cuerpo maternal, con la ma

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re y con lo femenno Esta asocación resula en una ezaión del lugar, de tal orma que tanto lo local y lo emenno fun-nan coo el Oro dealzado del hombre. Como airma la geó-a fmsta Gian Rose «l lugar se reresenta como Mujer,ara que los humanstas puedan defnr su propa racionadadascuta» (993 56). En un ivel muy bsco, lo local y «lonueso» en as d Ja se undamen en lo emenno.

Por lado, esa conceptuaacón del lugar (entenddo como«home») como espaco emeno le roorciona al sujeto un terrtoio ideal para senrse anclado en su mdo, frente a la urlencia de las dversas nfluencas culturales que lo bombardean.ero, a la vez, podramos armr que es msma fluencia emna hace que lo relacional, lo abeto, lo muldesonal ormenarte del conceto del lugar en País de Jaua. Massey exlica quela ga dea de «lugar» como so cerrado, que se defne en ooscón al oo y a lo de afuera, vene a ser n producto del género,de la fora de socaizar al nño y a la ña (1994 70). n duda,la orma de concepu auja como lugar aberto a «lo de auera» vene en pare de su hstora parcular y concreta, como h

mos vsto. Pero en el texto este senmento de lugar como aberto,como relaconal, también viene de la són fema que prevae-ce en el hogar de Claudio y no corresponde a una deología dellugar mascusa.

As lo femeo se usa paa denr el hogar, dádole u terrtoro eto masculo aa snse anclado en e mdo, y tambén ejerce una nuenca para que el sujeto pueda ver la dendad cura del lugar como algo relaconal Pero lo emeo e-ne oa uncón mornte en el texto. a mujer se ofec en la novela coo «opción» sexual, como trrtoro aberto para las exploracnes psíqcas y sexuales del hombre Don Fox, vno de Claudo y peador esriual, parece rmar esta función de la mujeren el xto cuando descrbe el viaje perpeuo del ser humno como«el sempterno vaje a avés de la semla, y de la flor, el secto,la mujer, la luz, el ae» ( 17)

En País de aua, hay es mujeres que se converten en vías deeploracón para Claudo en térmnos sexuales y culurales. Unade esas mujeres es Elea Oyarren, la mujer euroea de bellezanalcanzable (p 223), a la que Claudio adra desde lejos y a qen

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La función de Leonor en e texto es precsamente degardiana de la autencidad y vno espitual con el undo co ado. Sn duda algna, Caudi quere a Leonor jusaent porsu asociacón con e lugar especcamente ando, con los mitosde os amarus y con las historias de Marcena (pp 49, 390) Hasta su nobre provoca asociaciones con la erra, con el ugar y elp�saje do: «A veces, en mis pesaientos [ . ] te digo apedo, Uscovilca, por sa magen que me ae de rocas y de nieve, y

que e hace pear en la erra que conocste de nña, con sus siete lagunas, donde esá a for de rocío y de la escarcha» (p 67)Leonor sirve de vehculo para Claud para enar en el msteriodel co uga de Janchscocha, para matener su acceso a la culta ndgena

Caudi no sólo asocia a Leonor con «lo nueso», ea literamente encaa «lo nueso» para laudi É dice expciamenteque ella es la for míca que buscan los seres fabuosos, la u-

llawayta, y que ea es para él «como roco, como uz, coo arcoirs» (p. 152) Para laudi, Leonor es eemento má; a ve coopura, cultra y sexuamente, como encaacón de la esenca anda Quizá precsaente porque ea encaa «o nueso» paralaudi, ea nca se refiere a a cutra andna con ese nombreudo Claud e preguta por ejeplo «¿Y tegsa esa música?», ea le pde na aclaracón «¿Queres decr los huaos?»(p 53) omo ea enca para Claudi a esenca msa delAnde, él se soprende cada vez que muesa señaes de no conforarse con sus preconceptos de ea, cada vez que muesa algnaseal de subjetvdad propia o de terés en a cura no ada.uando Leonor ce, por ejempo, que legsn os boeros, él n-

sste y se complace al descubr que egsan también los huaynos (p 53)

A Leonor a quiere por lo que é perce coo su carácter esen

ciamente ado, pero le incooda ciertos aspectos de su asociación con lo popuar Aque a ve coo sple y pura, s quiere que se vaya «desaoando, que conozca Lma, que siga esd ando, que se corpore a una clase educada laudi se alarmacuando eonor le comenta que no piea estdr la secundariaporque quiere ser tejedora (p 390) Pero después de pearlo poco, sí le gusa a idea de que se convierta en tejedora, as no en

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artesana sio en artita. A Caud e consuela la dea de que elre popar puede ser arte tabén «¿No eran os teidos, auen e ltado repertoro adiciona, una forma de arte[ ] Leonor oledad Uscovca, tejedora de antas tan herosas como asque vste una vez» (p 390) Eso es posibe, y aceptabe para Caud, sóo si Leonor es tejedora independente y superior al proeo, de nombre: «[P]or un momento cruó por tu mente a idea deque no fuese as, y de que a pesar de t amor y de sus cuadades,ea acabase casándose y se enara de hijos, coo una capesacuaquiera No, ú haras todo o que fese necesaro para que nosucediera ta cosa» (p 390) Claudi adopa una acud de torsuperior para con Leonor, sepre asumendo que é moldeará aesa joven según e crterio de él, según sus vaores en cuato a aeducación e ate y as expresiones cltraes

De esa forma, para poner en prácca una reivdicación delo loca, o «nueso» anto ente a lo imeo/metropolitanocomo ente a lo «universa» del mundo occidental e texto sevae de ujer y, más especcamente, de a percepción muy parcuar de na jer dgea/campesna por prte de un adolescente proviciao de case edia. Pero, a mi odo de ver, e pei

gro aqu es reterar estereopos de a mujer, en parcuar la mujerndgena, en e proceso Como advete Arf DrLa nsencia en una pureza loa ben puede ser de exusap _�ra ua resucac ón reacconara de fomas anguas de opreston, omo las muJeres de la Inda y de los movmenos dígenas de Noeamérica han señlado muy ben. Lo oa ene valor como so de ressenca a lo globa pero sólo s sre deugar de negoaón para abol la desguadad y la opresónheredadas de pasado que es una ondón de uaquier pomesa que pueda ener para el uro (6: 37-8)

r un ado, el amor de laudi a Leonor es ua respuescontestatara a racsmo un nento de uizar una relación es

a para superar esos viejos antagosos socaes que mencionaPortocarrero, vigentes aun en e Paí d Jauja1 Pero por oo lado,la utopa proyecda en e teto se ve de y repite stereopos so

1 S o o o Co « joo o cho/itas» 2

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bre la pureza de la mujer dígena, sobre la sence de la mujercampesa, sobre a mujer como matera pra paa ser moldeadapor el hmre. Es una utopa, a esta manera de ver, ca a medi-da para un omrecito de clase meda como Claud, para aarde resolver sus conadicciones y dilemas culrales muy particlares Pero al mirar el mundo por el prisa de esta uopía, al cosiderarla como dce uba, una alegoría nacioal, la represenció

de la mujer desiusioa más que usiona Si podemos pear coMko Lauer que el Perú ubiera sido un lugar muco ejor si se ubiera fmado en la Jauja de laud podemos también pretaos cmo sera esta auja, de eco este Pe, si los cicoscom ·laudi no se quedaran «como en sueños» con la fanl eideaada eonor, sino con los ojos bien abiertos para percbr o aar a una eonor con los deseos las complejidades, la eterogeneidad de ua mujer ndgena de este mndo

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Edgardo Rivera Martínez - País de Jauja o una utopía posible

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