El Ágora - ¡Tan cerca, tan lejos!
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Transcript of El Ágora - ¡Tan cerca, tan lejos!
Nº 5 Julio 2014
¡TAN CERCA, TAN LEJOS!
Daniel PérezPeriodista
Luis Urrutia O´Nell(Chomsky)Periodista,
académico y escritorde nueve libros sobre
el fútbol chileno
Julio SalviatPeriodista, escritor
y académico de la UNAB
Matías AlcántaraPeriodista,
especializado endeportes y en
comunicacionescorporativas
Marco SotomayorPeriodista
Gestor del proyecto El Ágora
Diseño y Producción Gráfica, VeoMarket
Francisco ColoaneSociólogo
y comentarista internacional
Hablemos en serio, después de
enjugar algunas lágrimas y
aplaudir hasta rabiar los 120
minutos de Chile ante el
Scratch: ¿y a partir de ahora, qué?
Surge la Copa América en 2015 (se-
remos anfitriones) y, rápidamente, las
nuevas Clasificatorias para acceder a un
cupo para el Mundial de Rusia. Los des-
afíos se acercan, en inversa proporción
al crepitar de los festejos y de las sonri-
sas por lo realizado en Brasil.
Esta generación comenzará a desgra-
narse. Ya no será el mismo grupo. In-
cluso, hasta el estratego podría partir si
recibe una oferta demasiado seductora
para proseguir su carrera en otras latitu-
des. Asomarán cambios, de eso no cabe
ninguna duda.
¿Perderemos todo lo avanzado? Por-
que es evidente que, a nivel de Selec-
ción, el fútbol chileno muestra una grata
evolución. Lo primero es prever los
nuevos escenarios; lo segundo, fortale-
cer los cimientos construidos y mante-
ner una hoja de ruta inalterable.
Esta planificación deberá hacerse con
visión de mediano y de largo plazo; es
decir, con una consistencia a prueba de
las deserciones colectivas o individuales.
Lo que suele llamarse política deportiva.
Pienso en Holanda. Antes de la irrup-
ción de esa generación excepcional, que
encabezaron Rinus Michels y Johan
Cruyff, ese país figuraba en los puestos
secundarios o terciarios de las compe-
tencias europeas y mundiales. Todo
cambió con el Ajax de fines de los '60 y
con la Naranja Mecánica en Alemania
'74, donde alcanzó el subcampeonato.
Luego, cuatro años más tarde, en Argen-
tina '78, sin Michels y sin Cruyff... tam-
bién llegó a la final. No estaban los
artífices del "fútbol total", pero su tra-
bajo resultó tan sólido, que la selección,
con Ernst Happel en la banca, también
rozó el título y la gloria. Hoy, los "tuli-
panes" siguen siendo respetados en el
mundo entero, y ya están instalados en
cuartos de final en Brasil 2014.
La extrapolación es muy básica: hay
que seguir ejemplos como ese. Nuestro
estilo, matices más, matices menos, pa-
rece estar definido (futbolistas técnica-
mente bien dotados, jugando con
intensidad). Hay que reforzar el tema
disciplinario dentro y fuera de la cancha
(ahí, escuchemos a Gary Medel), y re-
plicar, en las selecciones menores un
modelo parecido.
Esbozo en pocas líneas un plan que
debe tener muchas más resonancias, por
supuesto. Pero apunto -creo- en la direc-
ción correcta: no podemos perder lo
que se ha conseguido en los últimos
años, desde que José Sulantay tomó a
gran parte de este plantel y la llevó al
podio en el Mundial de Canadá Sub
'20. Una línea de tiempo marcada por
hitos como los de Colo Colo 2006 y de
la Universidad de Chile 2011, y por los
nombres de Marcelo Bielsa y Jorge Luis
Sampaoli.
Esto es lo mismo que le decía el fiel
Sancho Panza a Don Quijote: "Porque
la mayor locura que puede hacer un
hombre en esta vida es dejarse morir,
sin más ni más...". Deshacer el camino
recorrido, entonces, sería más que una
locura: una estupidez.
Una hoja de ruta
M A R C O S O T O M AYO R , D I R E C T O R
E D I T O R I A L
4
Por tercera vez consecutiva, en la misma ins-
tancia y frente al mismo rival. Parece un
chiste tonto, una mala película o una triste
tradición. Lo concreto fue que los brasileños
nuevamente nos mandaron para la casa en una Copa
del Mundo. Como en el ’98 y en 2010.
Sin embargo, en esta oportunidad, hubo matices:
forzamos un alargue, luego de un 1-1 a lo largo de los
90 minutos; tuvimos un remate en el horizontal (Mau-
ricio Pinilla, 119’) y, aunque en la definición por pena-
les nos faltó jerarquía, terminamos la serie con otro
palo -vertical izquierdo de Julio César- esta vez de
Gonzalo Jara.
Es decir, estuvimos más cerca que nunca de eliminar
a los brasileños, aun concediendo de que se trata de
uno de los peores Scratch de la historia.
Hasta aquí, todo haría pensar que el “infortunio”
jugó del lado enemigo y que, a pesar del resultado
final, el coraje mostrado por los jugadores chilenos
bien vale la pena una copa simbólica. Algo así como
los campeones mundiales del temperamento y de la
actitud.
En parte, esa lectura es correcta, pues vimos una en-
trega realmente conmovedora: Gary Medel, con un
muslo desgarrado; Arturo Vidal, jugando en un 50 o
60 por ciento de su plenitud física; Alexis Sánchez y
Charles Aránguiz, acalambrados… Por eso, en Chile,
se generó una suerte de histeria colectiva a la llegada
de la Roja a Pudahuel. Desde el aeropuerto hasta La
Moneda, primero, y a Juan Pinto Durán, después,
miles de personas, comenzando por la presidenta Mi-
chelle Bachelet, dieron al plantel un recibimiento de
ganadores.
¿Imaginan lo que pasará en este país cuando real-
mente conquistemos el título del mundo?
Pero el resultado no pasa, en sentido estricto, ni por
la valentía ni por la mala suerte. Es una sumatoria de
muchos factores, incluyendo, obviamente, los errores
y los aciertos de cada lado. Veamos algunos:
1.- Esquema y elección de jugadores: Fundamentales
en éste y en cualquier partido. Sampaoli apeló al
mismo diagrama propuesto frente a España: 3-4-1-2,
y con idénticos jugadores. En rigor, el retroceso de
nuestros externos nos hacía defender con una línea de
cinco. Dado que no teníamos un enganche clásico, la
generación de fútbol intentó hacerse desde la bandas
(escaso aporte de Mauricio Isla, algo más activo Euge-
nio Mena) y gracias a la movilidad de Sánchez (en la
elaboración y en el finiquito) y el aporte intermitente
de Vidal. La ausencia de un “10” (es decir, de Jorge
Valdivia) restaba precisión en la entrega, disminuía las
variantes ofensivas y propició una evidente orfandad
para Eduardo Vargas, pese a que “Edu” interceptó una
mala entrega de Hulk y habilitó a Sánchez en el gol
(31’).
Sampaoli nunca repitió el mediocampo “ideal” del
equipo, ese que arrancó ante los australianos: Díaz,
Vidal, Aránguiz y Valdivia. Desconocemos la razón,
pero dejar en la banca al volante del Palmeiras en par-
tidos tan importantes como frente a Holanda (ingresó
Por Marco Sotomayor
Ofrecemos cinco
claves en la
eliminación de la
Roja. Nos sobró la
actitud y el coraje,
pero faltó trabajar
una serie de detalles
futbolísticos. Nos
queda el consuelo de
que, como nunca,
tuvimos a Brasil al
alcance de un remate.
…DE NUEVO Y CON
LA MISMA PIEDRA
…DE NUEVO Y CON
LA MISMA PIEDRA
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Por tercera vez consecutiva, en la misma ins-
tancia y frente al mismo rival. Parece un
chiste tonto, una mala película o una triste
tradición. Lo concreto fue que los brasileños
nuevamente nos mandaron para la casa en una Copa
del Mundo. Como en el ’98 y en 2010.
Sin embargo, en esta oportunidad, hubo matices:
forzamos un alargue, luego de un 1-1 a lo largo de los
90 minutos; tuvimos un remate en el horizontal (Mau-
ricio Pinilla, 119’) y, aunque en la definición por pena-
les nos faltó jerarquía, terminamos la serie con otro
palo -vertical izquierdo de Julio César- esta vez de
Gonzalo Jara.
Es decir, estuvimos más cerca que nunca de eliminar
a los brasileños, aun concediendo de que se trata de
uno de los peores Scratch de la historia.
Hasta aquí, todo haría pensar que el “infortunio”
jugó del lado enemigo y que, a pesar del resultado
final, el coraje mostrado por los jugadores chilenos
bien vale la pena una copa simbólica. Algo así como
los campeones mundiales del temperamento y de la
actitud.
En parte, esa lectura es correcta, pues vimos una en-
trega realmente conmovedora: Gary Medel, con un
muslo desgarrado; Arturo Vidal, jugando en un 50 o
60 por ciento de su plenitud física; Alexis Sánchez y
Charles Aránguiz, acalambrados… Por eso, en Chile,
se generó una suerte de histeria colectiva a la llegada
de la Roja a Pudahuel. Desde el aeropuerto hasta La
Moneda, primero, y a Juan Pinto Durán, después,
miles de personas, comenzando por la presidenta Mi-
chelle Bachelet, dieron al plantel un recibimiento de
ganadores.
¿Imaginan lo que pasará en este país cuando real-
mente conquistemos el título del mundo?
Pero el resultado no pasa, en sentido estricto, ni por
la valentía ni por la mala suerte. Es una sumatoria de
muchos factores, incluyendo, obviamente, los errores
y los aciertos de cada lado. Veamos algunos:
1.- Esquema y elección de jugadores: Fundamentales
en éste y en cualquier partido. Sampaoli apeló al
mismo diagrama propuesto frente a España: 3-4-1-2,
y con idénticos jugadores. En rigor, el retroceso de
nuestros externos nos hacía defender con una línea de
cinco. Dado que no teníamos un enganche clásico, la
generación de fútbol intentó hacerse desde la bandas
(escaso aporte de Mauricio Isla, algo más activo Euge-
nio Mena) y gracias a la movilidad de Sánchez (en la
elaboración y en el finiquito) y el aporte intermitente
de Vidal. La ausencia de un “10” (es decir, de Jorge
Valdivia) restaba precisión en la entrega, disminuía las
variantes ofensivas y propició una evidente orfandad
para Eduardo Vargas, pese a que “Edu” interceptó una
mala entrega de Hulk y habilitó a Sánchez en el gol
(31’).
Sampaoli nunca repitió el mediocampo “ideal” del
equipo, ese que arrancó ante los australianos: Díaz,
Vidal, Aránguiz y Valdivia. Desconocemos la razón,
pero dejar en la banca al volante del Palmeiras en par-
tidos tan importantes como frente a Holanda (ingresó
Sigue
…DE NUEVO Y CON
LA MISMA PIEDRA
…DE NUEVO Y CON
LA MISMA PIEDRA
6
que Neymar estuvo divorciado de la red…
2.- Juego aéreo defensivo: Antes de salir de San-
tiago, a Sampaoli se le advirtió en todos los tonos
acerca de la estatura de nuestra defensa, la más baja
del torneo. Resultado: nos marcaron cuatro goles, tres
de ellos producto de nuestro mal juego aéreo defen-
sivo. Brasil, por ejemplo, aprovechó la pasividad de
nuestra defensa en esa materia para abrir la cuenta
(17’). Thiago pivoteó por arriba un córner de Neymar
y, en el segundo palo, Jara batió a Bravo, con un re-
chazo imperfecto. Ojo, que si no conectaba el zaguero,
el gol era de David Luiz. Triple falta, entonces.
3.- Falta de jerarquía en los penales: Los lanzamien-
tos penales están lejos de ser una lotería. Son una cues-
tión de categoría, de frialdad y de técnica. Chile pateó
cinco y erró tres. Poco que decir. Extraño en jugadores
como Pinilla (especialista en el Cagliari) y Sánchez,
quien tal vez tiene la excusa de los calambres. Pero si
no estaba en condiciones, no debió asumir la respon-
sabilidad. Díaz y Aránguiz, en su nivel ¿Y Jara? Nos pa-
rece que su opción fue por descarte, pues jamás ha
sido un especialista (ni en la Selección ni en sus equi-
pos). Dos centímetros menos y la pelota entra. Dos
centímetros que separan a un jugador preparado para
esa esa instancia y otro que fue improvisado.
4.- Bravo y Medel: Son los nombres que resaltan en
el balance. El primero, jugó uno de los mejores parti-
dos de su carrera. Proyectó solvencia a sus compañe-
ros; mezcló tapadas con rechazos a los costados y
atrapando el balón; salidas con un timming perfecto;
reflejos y sobriedad... Un repertorio que hace pensar
recién en el minuto 70) y contra Brasil, nos parece un
grueso error.
El ingreso de Felipe Gutiérrez por Vargas (55’) des-
concertó a moros y a cristianos, excepto porque el vo-
lante del Twente se convirtió en uno de los caprichos
del estratego. Si bien Chile controló más el trámite en
el segundo tiempo, prácticamente no llegamos al arco
de Julio César, de no mediar por esa pared entre Vidal
e Isla, que conectó Aránguiz y que el portero brasileño
envió al córner (64’). Nos quedamos con mayor po-
sesión, pero sin profundidad. Una situación que cam-
biaría con el ingreso de Pinilla.
Atrás, abrazado a la idea de convertir a Francisco
Silva en un zaguero central, ubicó al “Gato”, acompa-
ñando a Medel y a Gonzalo Jara, desechando la línea
de cuatro. Pues bien, en el primer tiempo, un alto por-
centaje de la penetración brasileña se dio por el sector
derecho, mal cubierto por Isla y por Silva. Menos mal
7
hasta en la titularidad de Bravo en el Barcelona. Sobre
Medel, quizás el mejor elogio para un jugador: recur-
sos futbolísticos notables, en equilibrio con un tempe-
ramento y una entrega fuera de todo lo normal. Un
gigante.
5.- Sánchez y Pinilla: Alexis tuva una oportunidad
clara y la mandó adentro. Ratificó, así, que su mayor
área de influencia en cerca del pórtico enemigo. De-
bido a ese par de duelos jugado antes del viaje al Mun-
dial (frente a Egipto y a Irlanda), la gente -y, al parecer,
el cuerpo técnico- se entusiasmó con un Sánchez habi-
litador. Pero, una cosa son los amistosos y otra, los par-
tidos “de verdad”, por puntos. Al no estar Valdivia, el
hombre del Barca quiso asumir esa función, sólo con
éxitos esporádicos (pase al propio Valdivia en el se-
gundo tanto frente a Australia, por ejemplo). Respecto
de Pinilla, también estuvo a dos centímetros de la glo-
ria. El horizontal negó un gol trascendente. Tal vez el
delantero debió optar por meterle más borde interno
al derechazo (más ubicación y menos potencia). Como
sea, esa jugada quedará en la historia del fútbol chi-
leno. En los penales, fracasó con estruendo.
He aquí algunas claves de esta nueva eliminación.
Con un gusto diferente, es cierto. Sin embargo, nos
queda claro que profundizando esta propuesta, soste-
niéndola en el tiempo por sobre determinados nom-
bres propios, nuestro equipo consolidará un nuevo
estatus a nivel internacional: y de mendigo oscuro lo
haremos rey... (acomodo, para cerrar, este verso de Vi-
cente Huidobro, muy en consonancia con el ambiente
épico que nos rodea).
8
BRAVO, MEDEL Y ALEXISCON LA BANDERA A TOPE
Por Daniel Pérez Pavez
Chile se fue del Mundial con la frente en alto y varios nombres de “gran” nivel futbolístico.
A continuación el balance individual del partido con Brasil.
Bravo:
Jugó su mejor partido de esta Copa del
Mundo y del último tiempo. Le tapó
un penal a Hulk, fue líder del equipo
desde su tremendo aporte futbolístico y
frisó una actuación superlativa.
Medel:
Estaba desgarrado y jugó contra
la opinión médica, que otra vez
tuvo escaso poder de decisión.
Guapo y eficiente, quedó entre
las figuras relevantes del balance
y terminó como estandarte.
Sánchez:
Un crack, imparable para los brasileños. Hizo un
gol, se enganchó con claridad en el manejo del
balón y siempre empuñó la bandera del “asalto”
chileno. Fue más que el Alexis del Barcelona.
Silva:
Aplicado, pero con difi-
cultades en la marca,
sobre todo en el primer
tiempo. Al cabo, res-
pondió a la confianza
de Sampoli y terminó
jugando un Mundial
que ni él esperaba.
9
SIN MAGIA NI “JOGO BONITO"
El diario argentino Olé, sin soslayar la rivalidad
endógena con los brasileños, tituló que Chile le
propinó “una paliza táctica” a los pentacampeo-
nes del mundo, en una síntesis del empate que, al
fin, devino en los penales que frustraron a todo un
país.
El deslucido Brasil de Belo Horizonte fue producto
de sus limitaciones y de las exigencias que im-
puso un rival sin complejos. Salvo algunos faros
de notable rendimiento, el gran equipo que re-
clama la “torcida” no apareció en el Mineirao y
hasta genera cierto pudor la comparación con el
“Scrtach” de las épocas más dulces.
En rigor, el portero Julio César, el central David
Luiz, el lateral Marcelo e inevitablemente el sobre-
valorado Neymar, son claves en una fuerza colec-
tiva de circuitos alternos, sin espacio para
fulgores ni desbordes individuales. En contraposi-
ción a un Chile que siempre traduce una fuerza co-
lectiva, este Brasil va en busca del título con
chispazos y destellos que -definitivamente- no al-
canzan para un juego de magia…
Sánchez:
Un crack, imparable para los brasileños. Hizo un
gol, se enganchó con claridad en el manejo del
balón y siempre empuñó la bandera del “asalto”
chileno. Fue más que el Alexis del Barcelona.
Silva:
Aplicado, pero con difi-
cultades en la marca,
sobre todo en el primer
tiempo. Al cabo, res-
pondió a la confianza
de Sampoli y terminó
jugando un Mundial
que ni él esperaba.
Jara:
El día y la noche, con
dos errores que le impi-
dieron consagrar un
desempeño notable. In-
tervino en el gol de
David Luiz que incluso
se le atribuye como au-
togol y en el último
penal el poste impidió
que salvara la opción de
Chile.
Isla:
Irregular, alejado del
nivel óptimo y con alti-
bajos en la banda dere-
cha.
Aránguiz:
Trajinador incansable,
estuvo a punto de ano-
tar un golazo de zurda
en una jugada perfecta
que desvió Julio César.
Se ganó el puesto con
despliegue y jerarquía.
Díaz:
El temporizador del me-
diocampo mantuvo el
orden y luchó sin clau-
dicar pero no gravitó
demasiado.
Mena:
Solvente en la marca y
continuo agente ofen-
sivo por la izquierda,
tuvo más trabajo defen-
sivo que opciones de
proyectarse.
Vidal:
El temperamento de
siempre, sin el posicio-
namiento ideal en un
esquema que le exigió
sacrificio y le restó brillo
y trascendencia.
Vargas:
Valioso para producir
desgaste de la zaga
rival, aunque carente de
penetración y de pre-
sencia en el área.
10
Sobre héroeS y tumbaSPor Luis Urrutia O’Nell
11
Por Luis Urrutia O’Nell
El primer peldaño de la actual generación de fut-
bolistas lo construyó el coquimbano José Sulan-
tay al seleccionarlos para el Mundial sub 20 de
Canadá 2007. El segundo, fue los títulos obte-
nidos en el Colo Colo de Claudio Borghi. El tercero, la
llegada de Marcelo Bielsa que significó un salto de ca-
lidad. Le siguió un retroceso cuando el Bichi Borghi asu-
mió el mando de la Roja y un nuevo impulso con la
ascensión de Jorge Luis Sampaoli. El estilo trabajólico
del rosarino, el énfasis en las tareas tácticas, el vértigo
para presionar e instalarse en el campo del enemigo y
la experiencia de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010
fue terreno fértil para el casildense, que retomó la posta
de su compatriota y sumó el capital de todo el plantel
compitiendo en Europa.
Más allá de la campaña en Brasil, la selección de
Sampaoli no repitió el juego exhibido en las eliminato-
rias ni en los amistosos frente a Inglaterra en Londres
(2-0) y Alemania en Stuttgart (0-1). Se mantuvo la pre-
sión en el campo contrario, pero sin el vértigo de antes.
Sus ocasiones de gol se redujeron, y sufrió goles en pe-
lotas detenidas y de contragolpe. La lesión de Arturo
Vidal conspiró contra el rendimiento del equipo, a lo
que en octavos de final se sumó el desgarro de Gary
Medel y al final el agotamiento de Charles Aránguiz y
Alexis Sánchez.
En el estreno, Chile pasó 2-0 arriba de Australia casi
sin saber leer ni escribir. Después cayó en un pozo y los
oceánicos estuvieron a un paso del empate. Frente a
España ofreció lo mejor de su repertorio, partiendo por
la actitud reflejada en la concentración y aplicación, y
en la solidaridad para imponer superioridad numérica
en todos los sectores de la cancha, tal como hizo Uni-
versidad de Chile cuando conquistó la Copa Sudame-
ricana 2011. Así y todo, con el campeón del mundo
cayéndose a pedazos y abusando del toque, llamó la
atención la cantidad de oportunidades de gol que se
crearon los hispanos. Contra Holanda, Chile se vio im-
potente y dio la impresión de que aunque jugara dos
días no iba a convertir un gol. Con el resultado en la
mano, el técnico holandés Louis van Gaal se jactó de
que había ganado el equipo más astuto. Otro gallo ha-
bría cantado si el empate hubiese clasificado primero
en el grupo a Chile, idéntico objetivo al de Holanda
para evitar el choque con Brasil, lo que obligó a Sam-
paoli a correr riegos y exponerse al contragolpe. Esa
tarde lo que sorprendió fue la escasa profundidad en
el ataque de Chile, que llevó a sus jugadores a preten-
der la sanción de un penal a favor una media docena
de veces. Las declaraciones de futbolistas como Claudio
Bravo, generalmente mesurado, criticando al árbitro
fueron ejemplos de la impotencia.
Uno no presencia los entrenamientos y entonces mal
puede saber el motivo de la desafección de algunos ju-
gadores, del real estado del zaguero Marco González,
cuya presencia en el plantel se consideraba segura por
su estatura y juego aéreo. Tampoco conoce los detalles
del estado atlético de Jorge Valdivia, pero sí sabe que
sin él en la cancha Eduardo Vargas se muere de frío. Los
entrenadores gustan de darse algunos lujos, Sampaoli
no fue la excepción y apostó a Francisco Silva y Felipe
Gutiérrez. Otro asunto en el que no existe información
es saber a cuánta exigencia fueron sometidos en los en-
trenamientos jugadores que venían de temporadas du-
rísimas. ¿Cómo se produjo el desgarro de Medel?, por
ejemplo.
Hay quien dice que, visto fríamente, los números de
Jorge Luis Sampaoli en Brasil 2014 resisten compara-
ción con los de Marcelo Bielsa en Sudáfrica 2010 y con
los del uruguayo nacionalizado Nelson Acosta en Fran-
cia 1998. Los tres clasificaron a la segunda fase de un
Mundial y allí quedaron eliminados en el primer par-
tido, ante el mismo rival: Brasil.
Es cierto que este Brasil debe ser el peor de la histo-
ria, que se puede discutir acerca de la justicia de lo su-
cedido en el minuto 120, pero ya en la instancia de la
definición por penales, el porcentaje de acierto fue de
40 contra 60 y ahí no se puede decir nada.
En esta sociedad llena de vorágine que privilegia el
presente, los medios nacionales decretaron que el de
Belo Horizonte fue “el partido de mayor tensión fut-
bolística de su historia”. Esto no puede ser compartido
por quienes vimos Chile-Yugoslavia en 1962. Esa tarde,
la selección de Fernando Riera quedó con ocho juga-
dores contra 11, había tres en una pierna (Jorge Toro,
Carlos Campos y Manuel Rodríguez), no estaban per-
mitidos los cambios y de prolongarse el 0-0 en los 90
minutos, correspondía disputar otros 30 en inferioridad
numérica. En esas condiciones, Chile siguió jugando al
ataque y en el minuto 81 hubo un penal a Eladio Rojas
que no fue sancionado. Después, casi en los descuentos,
el propio Eladio (autogol mediante) desató la locura,
con 80 mil almas arrojando sus cojines al aire y salu-
dando con pañuelos blancos…
La agresión canina del uruguayo LuisSuárez sobre el italiano Giorgio Chieliniderivó en la más drástica sanción aplicadapor la FIFA a un jugador en la fase final dela Copa del mundo. ¿Estuvo bien o fueexagerado? Aquí, algunas respuestas.
El mordisco dE la discordia
Por Julio Salviat
13
En la puja por ganar la posición, se dieron todoslos manotazos acostumbrados hasta que el za-guero Giorgio Chieleni se puso de frente a suarco defendiendo la pelota y Luis Suárez quedó
a sus espaldas. Impotente, el uruguayo bajó la cabezahasta el hombro del italiano, abrió la boca y le clavólos dientes. De inmediato, el “charrúa” cayó sentado yse llevó la mano a la cara como si él hubiese sido elagredido, mientras el italiano mostraba el hombro conlas huellas del mordisco.
Los 39.706 espectadores que contemplaban el dueloen el estadio Arena das Dunas, en Natal, quedaronasombrados, pero no veían el detalle. El árbitro, el me-xicano Marco Rodríguez, tampoco lo advirtió e hizoseguir el juego. Pero había unas veinte cámaras gra-bando desde distintos ángulos lo que sucedía en la can-cha.
Y fueron ellas las que acusaron a Suárez para que laComisión Disciplinaria de la FIFA aplicara el castigo másdrástico que recuerda la historia contra un infractor enuna Copa del Mundo: suspendido por los próximosnueve partidos internacionales de la selección uru-
guaya, inhabilitado para ejercer cualquier actividaddeportiva relacionada con el fútbol (deportiva,
administrativa o cualquier otra) durantecuatro meses, impedido de ingresar acualquier estadio durante ese mismo pe-ríodo (incluyendo los partidos de su se-lección), condenado a una multa de82 mil euros (algo así como 60 millo-nes de pesos).
Y, además, puso en duda su ya in-minente traspaso al Barcelona de Es-paña por unos 100 millones dedólares.
“UN CHICO BUENO”
Para quienes reclamaron que “si el árbi-tro no lo vio, no debieron sancionarlo”, ya
había un buen argumento en contra: a comienzosde este año, Joseph Blatter se había referido al tema delas revisiones de imágenes. En una columna publicadaen el semanario de la FIFA, el mandamás del fútbol es-cribió: “Las evidencias en video pueden contribuir
enormemente al juego limpio, si losórganos disciplinarios están pre-parados para usarlas, y deberíanestarlo".
Para quienes lo trataron de“un chico bueno que a veces se
desmadra”, como dijeron muchos de
sus defensores, había otra posición contraria y categó-rica: la reincidencia. Ese chico bueno ya había sido san-cionado con diez partidos de suspensión por morderel brazo de Branislav Ivanovic, jugador del Chelsea,jugando por el Liverpool, en abril del año pasado. An-teriormente, en 2010, cuando jugaba por el Ajax ho-landés, lo castigaron con siete partidos de suspensiónpor morder a Otman Bakkal, del PSV.
El Comité Disciplinario está constituido por 18miembros. Por curiosa coincidencia, lo preside un suizo(en ese país está la sede de la FIFA) y lo secunda un pa-raguayo (en éste se encuentra la casa matriz de la Con-federación Sudamericana). El juicio, si se puede llamarasí cuando hay condena sin defensa del acusado, fuemuy breve: dos días después de la agresión se comuni-caba el fallo y se le quitaba a Suárez la credencial quelo acreditaba como jugador del Mundial.
“No se puede tolerar este tipo de comportamientoen un terreno de juego, especialmente cuando millonesde personas tienen la vista puesta en los jugadores”, ar-gumentó la Comisión, mientras el castigado tomaba elprimer avión con destino a Montevideo.
POSIBLE APELACIÓN
A dos días de su regreso al histórico Maracaná,donde el sábado Uruguay disputaría con Colombia supaso a los cuartos de final, la Celeste se quedó sin sugoleador y máxima figura. Suárez no estuvo en eldebut, frente a Costa Rica, y su equipo perdió por 3a 1. Reapareció ante Inglaterra, y anotó los dos golesde la victoria. Volvió a jugar contra Italia, y provocólas mejores atajadas del arquero Buffon. Estaba lla-mado a ser uno de los máximos protagonistas en lagran cita.
Eso, más la drasticidad de la sanción, produjo unapolémica que se extendió por todo el mundo. Apare-
Sigue
14
cieron los memes en las redes sociales, se tomó como“cuestión de Estado” en Uruguay, se analizó el casodesde todos los ángulos jurídico-deportivos.
Uruguay anunció de inmediato una apelación, parala que tenía 21 días de plazo, y no descartaba recurrira un tribunal superior: el Tribunal de Arbitraje del De-porte. Sin embargo, sus dirigentes aclararon de inme-diato que “no está contemplado el retiro nuestro delMundial”. Una medida de ese tipo podría significarpara el fútbol uruguayo una sanción tanto o más “pe-sada” que la aplicada a Chile por retirarse de la canchaen el partido con Brasil por las Clasificatorias del Mun-dial de Italia ‘90.
Tal como ocurriera inicialmente en nuestro “Mara-canazo”, con Roberto Rojas simulando haber recibidoun bengalazo, los uruguayos consideraron “absoluta-mente exagerado” el castigo de la FIFA porque “nohabía prueba contundente para una sanción tan dura”.Y agregaban otra justificación. “Hemos visto jugadasmás agresivas en las que el tribunal no ha actuado conesa severidad”.
Se recordaba que, en Estados Unidos ’94, al italianoMauro Tassotti se le aplicaron ocho partidos de sus-pensión por un codazo al español Luis Enrique (ver re-cuadro) y que el cabezazo del francés Zinedine Zedaneal italiano Marco Materazzi, en la final de Alemania’06, significó sólo tres encuentros.
DEBATE JURÍDICO
La FIFA tiene similitudes con el Vaticano: su palabraes ley. Y, a veces, dogma. Sus resoluciones son inape-lables, aunque se haga la apelación. De ahí el irónicodicho “anda a reclamarle a la Fifa”, cuando se ha co-metido una injusticia.
La mayoría de los juristas chilenos que tiene relacióncon el fútbol concordaron con el fallo de la ComisiónDisciplinaria.
Uno de los más prestigiosos y serios, Luis Bates, quealguna vez presidió una sala del Tribunal de Disciplinade la ANFP y que fue ministro de Justicia durante el
gobierno de Ricardo Lagos, lo encontró “un castigorazonable desde el punto de vista de la proporciona-lidad de la pena”, según publicó El Mercurio.
Consideró tres razones para justificar la pena: lareincidencia, la necesidad de dar un ejemplo educadory la intención de Suárez de provocar para luego victi-mizarse ante una posible reacción del rival.
Con él coincide absolutamente un novato en el tri-bunal futbolístico, el fiscal Ernesto Vásquez.
Un miembro del Tribunal de Honor del fútbol chi-leno, el abogado constitucionalista Eugenio Evans, sos-tuvo que si ese incidente se hubiera producido enChile, en el misma situación y con las mismas agravan-tes de reiteración, “merecería un castigo a perpetui-dad”. Pero no está de acuerdo en que se le prohíbaasistir a espectáculos deportivos porque “eso es casi unatentado a la libertad individual de la persona, a la li-bertad de desplazamiento”.
Punto de divergencia es también el hecho de que sesancione a un jugador sin que la falta esté tipificada enun código, como sostiene –también en El Mercurio- elpenalista Luis Hermosilla, otro miembro del Tribunalde Honor. “Al no estar escrita, la pena genera la sen-sación de que la justicia es opinable y que hay arbitra-riedad y discrecionalidad de parte de los que lojuzgaron”.
A grandes rasgos, se puede sostener que el mundodeportivo está de acuerdo en que la sanción tenía queser ejemplificadora. Que un mordisco se sale del“juego”: el fútbol se juega con varias partes del cuerpo,pero no con los dientes. El cabezazo, el codazo, el pan-corazo, la zancadilla, el manotazo y hasta el escupitajoconstituyen faltas graves y gravísimas. Pero el mordiscono tiene perdón de Dios, por lo alevoso y animal.
Por eso no convence a los uruguayos, que ven enesto una maniobra de venganza por la eliminación deInglaterra e Italia.
Hasta el admirado y ejemplar Presidente Mujicatraspapeló la cordura al decir que “a Suárez no lo ele-gimos para filósofo, ni para mecánico ni para quetenga buenos modales”.
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Peras con manzanas
Resultó increíble que Óscar Tabárez hayamandado al tacho de la basura sus años depedagogo y las décadas de experiencia enel fútbol para reaccionar como un hincha.
Más lamentable aún que haya utilizado las palabras“moralidad barata”. Lo mismo reza para el presi-dente de Uruguay. Hay que ponerse la venda en losojos para pretender que el mordisco de Luis Suárezno existió. ¿Y el antecedente del castigo de siete par-tidos en Holanda y de 10 en Inglaterra?
Las redes sociales se hicieron un festín con las ocu-rrencias graciosas respecto de la mordida de Suárez.Y los medios escarbaron en los archivos buscandootro tipo de agresiones, aunque fuese mezclar perascon manzanas, en la historia de los Mundiales. En el
primero de ellos, en Montevideo 1930, el delanteroosornino Guillermo Subiabre, bautizado Chato porsu estatura pequeña, noqueó de un puñetazo al ar-gentino Luis Monti, apodado Doble Ancho por sumusculatura.
Así lo relató Subiabre años más tarde: “Todos recor-darán nuestro partido con Argentina, que no encontróel fácil triunfo que esperaba; jugábamos de igual aigual. Doble Ancho Monti actuaba de centre-half; cadaintervención conmigo resultaba un diálogo, y no delos más agradables, tanto en palabras como en mis ca-nillas. Llegó un momento en que Monti recordó atoda mi familia, desde la que me dio la vida, entoncesasomó el indio y reaccioné como tal: uno de mis com-bos, que guardo con más cariño, llegó hasta la mandí-bula del gigante Monti, y costó algunos minutosrecordarle que estaba en la cancha… Yo oía rugir lahinchada oriental, y al final del partido fui sacado en
PorChomsky
Los capitanes de Argentina y Chile en el Mundial de Uruguay 1930: Nolo Ferreira y Chato Subiabre.
Sigue
El equipo de Pekerman buscó el triunfo desde los primerosminutos, mientras que Uruguay se replegó como esperandouna oportunidad de contragolpe o un gol desde un balón de-tenido. La presión cafetera tuvo efecto con una insistencia rei-terada que encontró premio en una genialidad del goleadordel equipo y del Mundial, James Rodríguez. El 10 del Mónaco
amortiguó de pecho y con un zurdazo desde fuera del áreadejó sin chances a Muslera. Golazo a los ´28 que alimentabael sueño colombiano de llegar por primera vez a cuartos definal de un Mundial.
Uruguay tuvo un primer tiempo muy opaco. Casi no exigióa Ospina. Y en el segundo, los celestes entraron igual de dor-midos porque Colombia siguió presionando hasta ampliar ladiferencia en el minuto `50, luego de una extraordinaria ju-gada con toques de primera y con una habilitación perfectade Cuadrado a James, que puso el 2 a 0 y su quinta conquistapersonal, que lo ubica al tope en la tabla de artilleros.
El maestro Tabárez reemplazó a un casi inexistente Forlánpor Stuani, y a “Palito” Pereira por Gastón Ramírez, cambiosque le dieron algo de profundidad a los celestes, que llegaroncon remates de media distancia y con un mano a mano deMaxi Pereira, conjurado por el arquero colombiano a `12 delfinal.
La sanción de la FIFA a Suárez fue un golpe demasiado duropara el equipo, que se vio disminuido desde el primer minuto,al igual que su entrenador que no supo sobreponerse a la au-sencia de su goleador, ni mucho menos a la superioridad deColombia, que clasificó con merecimientos a los cuartos definal, y que tendrá a Brasil como próximo escollo, otro lindoduelo sudamericano en la copa del mundo.
colombia, por primera vez entre los 8 mejores
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hombros. Monti, en actuaciones posteriores, bajóenormemente su estándar de juego, y en el partidofinal, debiendo ser la base de los argentinos, estuvomuy lejos de su juego acostumbrado”.
Décadas después, con ocasión de un torneo sud-americano en Montevideo, un colega uruguayotomó del brazo a un chileno y lo llevó a un lado:
–Aquí –le dijo, mostrándole un sector de la can-cha– fue donde Subiabre sentó a Monti de una trom-pada en el Mundial 1930.
–Hombre –le respondió, bromeando–, es una lás-tima que no hayan colocado una placa conmemora-tiva…
Otro golpe de puño, tan famoso como el delChato Subiabre, fue el que le propinó Leonel Sánchezal italiano Mario David en la llamada Batalla de San-tiago en 1962. Con el pretexto de sacarle la pelotaque se hallaba entre las piernas de Sánchez sentadoen el pasto, David lo pasó a llevar con un puntapié,entonces Leonel se paró y le aplicó un gancho de iz-quierda en el mentón que dio con David en tierra. Es
un error común, replicado en internet, repetir que elárbitro expulsó a David solamente. Los amonestó alos dos, no expulsó a ninguno. En la jugada siguienteDavid fue a buscar a Sánchez con un salto de karatecay lo golpeó detrás del hombro izquierdo. Entoncesfue expulsado.
La Copa del Mundo España 1982 registró unaplancha del argentino Diego Maradona, ofuscadopor la goleada de 3-0, al brasileño Batista en el esta-dio Sarriá, de Barcelona. El juez mexicano Rubio Vás-quez le mostró la tarjeta roja (85’). La incidencia máspeligrosa ocurrió en el estadio Ramón Sánchez Piz-juan, de Sevilla: el francés Patrick Battiston fue a bus-car un pelotazo de Michel Platini y fue embestidoviolentamente por el arquero alemán Harald Schu-macher (70’). A raíz del impacto, Battiston resultócon una conmoción cerebral, la rotura de una vérte-bra y de la mandíbula y dos dientes menos. Tanfuerte fue el encontronazo que hubo que retirarlo encamilla del terreno de juego. El árbitro holandésCharles Cover ni siquiera amonestó a Schumacher. En
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ese instante, Francia ganaba 3-1 y correspondía san-cionar penal y expulsar a Schumacher. Luego, Alema-nia Federal empató 3-3 y se impuso en la definiciónpor penales, donde Schumacher detuvo dos lanza-mientos.
En la Copa del Mundo Estados Unidos 1994, elbrasileño Leonardo golpeó con el codo izquierdo enla sien derecha del norteamericano Tab Ramos, loque provocó convulsiones y una fractura de cráneo.Leonardo fue suspendido solo por cuatro partidos.
También con un codazo, el italiano Mauro Tassottile fracturó la nariz al español Luis Enrique dentro delárea. El árbitro Sándor Puhl no señaló la infracción.La FIFA actuó de oficio y castigó a Tassotti con sietepartidos de suspensión.
En la Copa del Mundo Alemania 2006, el italianoDanielle de Rossi fue castigado con cuatro partidosde suspensión por el codazo que le dio en la cara alestadounidense Brian McBride. La noticia que aca-paró los titulares fue el cabezazo en el pecho que lepropinó el francés Zinedine Zidane al italiano Marco
Materazzi. El árbitro argentino Horacio Elizondo novio la acción que sucedió a sus espaldas. En 2011 nosdijo en una entrevista:
–Yo estaba siguiendo el juego y no podía perca-tarme de lo que sucedía detrás de mí.
–Zidane había aplicado otros cabezazos durante sucarrera y sufrido varias expulsiones. Incluso una vezpateó en la cabeza a un rival que se hallaba caído.Cuando él lo tomó desde atrás por el hombro iz-quierdo, ¿pensó que podía agredirlo?
–No. Después de mostrarle la tarjeta roja, él metomó el hombro, giré y me dijo: “No, no, quédesetranquilo, pero tendría que haber visto lo que pasóantes”. Y se marchó.
–En una cancha se dicen muchas barbaridades. Porgrave que haya sido el insulto de Materazzi (“prefieroa la puta de tu hermana”), la reacción de Zidane pa-rece desproporcionada…
–Me dijeron que la hermana de Zidane (Lila) sehabía metido con varios jugadores italianos y pareceque entre ellos con Materazzi…
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BIENVENIDA
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El mediocampista que hace soñar a Colombia
James Rodríguez sin duda está en el pódium del Mundial. Tomó sin problemas el liderazgo que había dejado vacante Radamel Falcao, y tam-
bién asumió la responsabilidad de anotar ante la ausencia de su compañero del Mónaco. Con cinco conquistas se ubica en el lugar más alto
de los artilleros y tiene a su equipo entre los ocho mejores del torneo. El zurdo, que debutó profesionalmente en el Envigado, ha convertido dos
de los goles más hermosos del campeonato: ante Japón, donde hizo gala de toda su habilidad; y ante Uruguay, con una amortiguación fenome-
nal de pecho y una definición soberbia desde fuera del área.
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El Mundial dE los golEsLa primera fase de Brasil 2014fue generosa en goles, y desdelos primeros partidos ya se hanido perfilando los posiblesartilleros del certamen. El Ágorate muestra un panorama de losjugadores más efectivos a la horade convertir.
En la ronda inicial del Mundial se anotaron 136 goles, 35 más que enSudáfrica, con un promedio de 2,83 por encuentro, el mejor desde1970. Los árbitros han tenido criterio a la hora de aplicar la ley de laventaja, y los técnicos –en general– han sido menos conservadores
que en ediciones pasadas. Y lo más importante, los jugadores ha sido muyefectivos, incluso ante grandes arqueros que salvo excepciones, han tenidoun buen desempeño. Este panorama permite vaticinar que la lucha por laBota de Oro será muy pareja hasta el final.
Thomas Müller es otro jugador que
actúa en una selección que pretende
llegar lejos en Brasil. El alemán, que al-
terna entre volante y delantero en el Ba-
yern Múnich, ha acertado con el arco en
cuatro oportunidades. Convirtió tres ante
un decepcionante Portugal y el solitario
gol a Estados Unidos. Con 24 años, es
una amenaza que no solo atemoriza a sus
rivales, sino que también es el gran candi-
dato para convertirse en el máximo golea-
dor de los Mundiales. Con nueve
conquistas en su historial, está a solo seis
de Ronaldo y Klose.
El alemán que huele sangre
Por Matías Alcántara
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Poder naranja
Holanda fue el mejor equipo de la fase inicial delMundial. Con un gran estratega como Louis van Gaal,los naranjas mostraron sus credenciales desde el debut,cuando aplastaron al campeón del mundo. Robin vanPersie y Arjen Robben encabezan el poder asesino delequipo, con tres tantos cada uno, son capaces de su-perar cualquier sistema defensivo.
También con tres goles
Karin Benzema es otro candidato que se perfila conbuenas posibilidades de ser goleador, porque ademásde sus cualidades dentro del área, lo acompaña unequipo con aspiraciones. Ha sido el jugador más des-tacado de Francia en los primeros partidos, dondeconvirtió tres goles y estuvo muy cerca del cuarto, queincluso celebró como propio, pero fue en definitiva elarquero Valladares de Honduras el último en impulsarel balón dentro de su propia portería.
Xherdan Shaquiri ha sido uno de los valores másdestacados de Suiza, pero su capacidad goleadora apa-
reció justo cuando su equipo más lo requería. Convir-tió tres ante Honduras y con ello pudo abrochar elpaso a la siguiente ronda.
Entre las sorpresas del grupo de artilleros figura elecuatoriano Enner Valencia. El delantero del Pachucaanotó tres veces. Se despidió de la competencia de-jando muy buenas sensaciones e incluso clubes comoel Arsenal ya lo tienen en carpeta.
Tabla de goleadores
5 James Rodríguez (Col)
4 Lionel Messi (Arg)
Thomas Müller (Ale)
Neymar (Bra)
3 Karin Benzema (Fra)
Arjen Robben (Hol)
Robin van Persie (Hol)
Xherdan Shaqiri (Sui)
Enner Valencia (Ecu)
Messi calienta motores
Poco a poco el capitán argentino se ha ido soltando.
Sin ser el jugador que nos tiene acostumbrados en
el Barcelona, es lejos el mejor del equipo. Logró sacarse
toda la presión ante Bosnia con un gol que lo gritó con el
alma, y le dio una dosis de confianza a sus compañeros
en la última jugada contra Irán. Ante Nigeria también apa-
reció para romper el arco y para acariciar la red con un
magnífico tiro libre. Con cuatro conquistas en la fase de
grupos, Lionel Messi quiere ser campeón y goleador.
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Neymar y 10 más
El 10 de Brasil es el jugador que entrega
esperanza a los anfitriones, quizás el único. Pese a sus críticas por el bajo nivel exhibido en los últimos
meses en el Barcelona, Neymar es el llamado a dirigir al Scratch a su sexta corona, al menos eso piensa la
hinchada local. El futbolista demostró en la fase de grupos ser lejos el mejor del equipo, tanto en los momen-
tos favorables como en los adversos. Ante Chile no brilló porque Sampaoli supo neutralizarlo, pero ante Co-
lombia tendrá su revancha para seguir escalando en su cuenta de goles.
Goleador Mundial
Cuando Alemania finalizó su participación en Sud-áfrica parecía que el sueño de Miroslav Klose llegabaa su fin. Con 32 años cumplidos, el delantero teutónsolo pudo anotar cuatro goles en la justa de 2010, su-mando 14 en sus tres Mundiales disputados. Solo lefaltaba un tanto para igualar la marca del brasileñoRonaldo. Sin embargo, el actual delantero de la Laziovolvería a aparecer.
En el partido contra Portugal, pese a que el triunfoestaba prácticamente asegurado desde el primertiempo, el entrenador Joachim Loew no envió a Kloseal terreno de juego, pero sí lo hizo ante Ghana. Mi-roslav ingresó a los 69’, y solo le bastaron tres minutospara convertir el empate parcial y –de paso– quedaren la historia del fútbol.
De los 15 goles de Miroslav Klose, 13 fueron con de-finición a un solo toque, siete con la pierna derecha,uno de zurda y siete de cabeza. Todos sus tantos losconvirtió dentro del área. El goleador histórico de Ale-mania está a solo un gol de ser el exclusivo máximoartillero de los Mundiales. Pese a no ser titular, es muyprobable que pueda lograrlo en Brasil 2014.
Goles chilenos
A diferencia de otras selecciones, los tantos chilenosestán repartidos en cinco jugadores. El máximo arti-llero del equipo fue Alexis Sánchez, que anotó el pri-mer tanto de Chile en el Mundial, contra Australia; yel último, ante Brasil.
En el debut ante Australia, Sánchez, Jorge Valdiviay Jean Beausejour marcaron para nuestra selección. Eltanto del zurdo del Wigan no solo sirvió para ratificarla victoria ante los oceánicos, sino que también paraque un futbolista chileno anotara por primera vez endos Mundiales.
En la gran victoria ante España, marcaron EduardoVargas y Charles Aránguiz. Chile convirtió seis goles enel presente Mundial, tres más que en Sudáfrica y unomás que en Francia. Fue la segunda mejor cosecha ano-tadora en los Mundiales, siendo superada solo por elgran equipo de 1962, que convirtió en 10 oportunida-des. Con su participación en Brasil, la Roja llegó a 40goles en las Copas del Mundo.
MEDALLA ORIGINALPRIMER CAMPEONATO MUNDIAL DE FÚTBOL
URUGUAY 1930
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suscriptores hasta el 14 de julio de 2014, *recibirá
de regalo esta fantástica reliquia, que
conmemora el Campeonato Mundial de Fútbol
Uruguay 1930, donde los charrúas ganaron el
primer título de la historia.
REGALO HISTÓRICO
Exclusivo Suscriptores
*En caso de empates se realizará un sorteo para elegir al ganador.
Dentro de la mediocridad de este
mundial, con equipos descom-
pensados y jugadores llevando
el peso de una temporada larga,
algo notorio son las limitaciones de los la-
terales brasileños. Marcelo, por ejemplo,
tiene un juego opaco en comparación con
la tradición de laterales, uno de los tantos
sellos futbolísticos de la tierra que ha pro-
ducido el mejor fútbol y a los mejores ju-
gadores del mundo.
La vara de Djalma Santos, Carlos Al-
berto y Cafú, en la derecha, y de Nilton
Santos, Junior, Branco y Roberto Carlos,
en la izquierda, es demasiado alta y el ren-
dimiento del ya mencionado Marcelo tam-
poco se le acerca. El peso de esa historia
cae por toneladas y se refleja en el juego
mordido y poco fluido por la izquierda de
este Brasil, si no lo auxilia Neymar o algún
volante.
Recuerdo a otro Marcelo, brasileño y
crack también, que jugaba en la selección
de fútbol de la Universidad de Florida, en
Gainesville. Era el Tostao del equipo. Un
“9” mentiroso como se habla hoy.
Los “9” que se recuerdan son de ese
tipo. Van y vienen, entran y salen con vi-
sión periférica, gambetean y juegan de pri-
mera. El catálogo sudamericano es
impresionante, partiendo con Pedernera y
Di Stefano. A Leónidas Da Silva, el brasi-
leño, algunos lo consideran el mejor de la
historia. Europa es pródiga. Raymond
Kopa, antes de convertirse en alero del
Real Madrid, el húngaro Florian Albert y
el holandés Johan Cruyff, quien definitiva-
mente reinventó el puesto. En Chile hay
dos inolvidables e irrepetibles. Uno es Ho-
norino Landa, que partía del círculo central
gambeteando y repartiendo juego. El otro
fue René Meléndez, para muchos el más
talentoso jugador chileno de la historia.
Cercano al arquetipo, está otro gigante
como Marcelo Salas, aunque frecuentando
las puntas.
El equipo universitario de Florida en-
frentaba al equipo de una casa correccio-
nal en Tallahassee, capital del estado,
habitada por reclusos con problemas me-
nores, y Marcelo brilló haciendo dos goles.
Después del partido hubo una merienda
de camaradería. Al caer la tarde, se termi-
naba la fiesta y debíamos regresar. En la
despedida, antes de entrar al bus, un re-
cluso se acercó y nos dijo: “Se ven tristes.
Solo piensen que nosotros fuimos muy fe-
lices”.
Termino aquí con Luis Suárez, la FIFA y
sus medidas, como si fuera un estado con
jurisdicción propia dentro de otros estados.
Joseph Blatter y la cohorte que lo acom-
paña no estarán nunca en esa casa correc-
cional. Bien por sus reclusos.
Una lección fundamental, aprendida en
la primavera de 1975.
Por Francisco Coloane
Sociólogo y comentarista internacional
La casa correccional de Tallahassee
y la FIFA de Joseph Blatter
O P I N I Ó N