El análisis del discurso desde el pensamiento sociológico
-
Upload
chio-medina -
Category
Documents
-
view
220 -
download
0
description
Transcript of El análisis del discurso desde el pensamiento sociológico
El análisis del discurso desde el pensamiento sociológico
“Te nombro en nombre de todos por tu nombre verdaderote nombro cuando obscurece, cuando nadie me ve,
escribo tu nombre en la paredes de mi ciudad,tu nombre verdadero, tu nombre y otros nombres
que no nombro por temor, yo te nombro Libertad.”-Gian Franco Pagliaro
Medina Ramírez Rocío
Discursos, identidades y Sociedad
08/Sept/2015
Decir que “la realidad” se construye desde las palabras que la nombran, es una de las
ideas que más me han hecho replantear mi propia concepción de la misma. Nunca como
antes algo tan primitivo como el lenguaje me habría llevado al mismo tiempo a reflexiones
tan profundas y tan actuales, colectivas o políticas.
La lectura de Bourdieu (2001), plantea como desde las Ciencias Sociales, se debe tomar
como objeto a las operaciones sociales de “denominación” y los ritos de institución a
través de los cuales se cumplen y más allá, debe ponerse principal atención a cómo las
palabras toman parte en la construcción de las cosas sociales y cómo a través de la lucha
que viven en tanto contribuyen a una clasificación, construyen también clasificaciones de
clases, edad, clanes, tribus, etnias, etc.
Luchas “micro” se viven cada día en tanto que los rituales de institución se ponen en
juego en los diálogos, sean estos formales o no, de albur, casuales, etc; estas luchas
simulan y recrean de manera simbólica (ero también ilustrativa), los grandes rituales
colectivos de dominación, léase ideologías políticas, religiosas, deportivas, que
acompañados de una “cierta pretensión de autoridad simbólica” pretenden imponer una
visión del mundo social y que lo logran (si quienes la nombran tienen el suficiente poder).
A las reflexiones suscitadas por la lectura, agregaría que la visión como proceso
psicológico fundamental (alojado en la percepción) genera también un enlace con la
palabra y es desde mi punto de vista un proceso olvidado por la ciencia social. Si bien, a
través del discurso (enmarcado en una posición de hablante específica) se trata de
imponer una visión de la realidad, es desde el proceso de “visión” misma que los procesos
de “poder-nombrar” se generan.
Es a partir de estos procesos de visión, enunciación, que toma relevancia el “poder
delegado”, es decir, el portavoz y sus palabras.
Identifico entonces tres elementos: el primero, que hace referencia a la “ciencia de la
lengua”, el segundo a “la ciencia de los usos sociales de la lengua” y finalmente a “la
delegación del poder de nombrar” en cuya “institución” el lenguaje representa la autoridad
enunciativa (y creadora).
La producción de la realidad a través del lenguaje es también un asunto relacional. Una
vez teniendo definido el mensaje, el poder de nombrar de quien lo pronuncia, la institución
que respalda el mismo, se genera una relación jerárquica que valida estos mensajes.
Para Bourdieu: “la especificidad del discurso de autoridad reside en el hecho de que no
basta que un discurso sea comprendido y que solo ejerce su propio efecto a condición de
ser reconocido como tal”, el principio de un poder reside en las condiciones institucionales
de su producción y reproducción”. Hay presente una legitimidad de pronunciación en uso,
persona e institución.
Los procesos de instituciones se dan a través de rito y consagran y legitiman un orden
social en tanto generan límites de grupos instituidos y diferencias entre grupos y sujetos.
El mayor efecto del rito, según Bourdieu (2001) es el de pasar desapercibido.
La institución que estos ritos generan es asignar propiedades de naturaleza social de
forma tal que aparezcan como propiedades de naturaleza natural. Instituir es consagrar
un estado de las cosas, un orden establecido y la investidura (otro rito) consiste en
sancionar haciendo conocer y reconocer una diferencia preexistente o no, haciéndola
existir en tanto que diferencia social conocida y reconocida por el agente investido y por
los demás.
Pienso en el ejemplo de las comunidades indígenas, en donde existe un discurso de
superioridad, instaurado desde el colonialismo y consagrado por la investidura que
“definía” a los conquistadores como Dioses. Este proceso de reconocer la diferencia entre
indígena y blanco, apostó por una clasificación que sigue siendo válida, reconocida y
reproducida, no solo a instancias individuales sino colectivas e institucionales. Este “deber
ser” instaurado por instituciones (en el neocolonialismo son las mismas que procuran el
cuidado de la diferencia, por ejemplo Comisión para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas), instaura al mismo tiempo una “identidad”, una esencia social, un derecho de
ser que es al mismo tiempo un deber ser.
Los actos de institución, producen lo que a mi punto de vista es la clave, “hacer creer” a
los individuos consagrados que su existencia está justificada y sirve para algo. Y es en la
relación con los otros, (la nada o el menor ser) lo que permitirá que esta instauración se
mantenga.
Pienso de nuevo y cierro con la idea de “lo relacional” como fundamento para el
establecimiento de las diferencias normativas. Ser en relación a los otros, ser nombrado
por alguien que reconoce diferencia en sí pero con relación a mí. Esto vuelve el proceso
comunicativo, identitario y el proceso normativo, asuntos de relación.
Bourdieu, Pierre. (2011). ¿Qué significa hablar?. Economía de los intercambios
lingüísticos. Madrid: Akal.