El envío a Bruselas el miércoles 29 de marzode la carta que invoque el Artículo 50 es el pro-cedimiento legalmente establecido para aban-donar la Unión Europea. Quizás el mayoracontecimiento político en el Reino Unido trasla II Guerra Mundial. Pero esto es sólo el “finaldel principio” ya que con esta medida se abreun periodo negociador de como mínimo dosaños. La señora May ha señalado como priori-tarias dos cuestiones en esta negociación: el finde la libertad de movimientos de personas entreReino Unido y la UE y dejarde estar sometidos al Tribunalde Justicia Europeo. Ello im-plicará, según ella misma hareconocido, la pérdida del ac-ceso al mercado único que eslo que se ha venido en denominar “hard Brexit”[Brexit en su versión dura]. Para tratar de mi-nimizar los daños que esta circunstancia con-llevará, la idea del ejecutivo británico es tratarde conseguir la mayor libertad posible de adua-nas en los intercambios comerciales.

La Premier británica ha reiterado que es mejorun mal acuerdo que la inexistencia de acuerdo:si en 2019 no hubiera acuerdo entre las partes,

se impondría la versión más dura: aranceles ycontroles en las fronteras, lo que conllevaríadaños económicos difíciles de cuantificar aún.Y es que el Artículo 50 establece que en casode que no exista un acuerdo unánime, el paísque haya activado el procedimiento abando-nará la UE dos años posteriores a la invocaciónde dicho artículo… sin acuerdo. Un acuerdo decomercio al margen del Artículo 50 requeriríala unanimidad de todos los estados miembros.Este es un requisito aún superior que los reque-

rimientos para el acuerdo paradejar la UE. Este acuerdo almargen del Artículo 50 im-plicaría el respaldo del reinoUnido y una “mayoríasuper-cualificada” (por lo

menos el 72% de los estados que representenal menos un 65% de la población y del pro-pio Parlamento Europeo). Puesto que laselecciones al Parlamento Europeo tendránlugar en mayo de 2019 parece muy pocoprobable que un acuerdo de extensión o re-vocación del Artículo 50 sea alcanzado porlo que en abril de 2019, con gran probabili-dad el Reino Unido habrá abandonado laUE, con o sin acuerdo.

El artículo 50El próximo miércoles la primera ministra del Reino Unido Theresa Mayinvocará el Artículo 50 del Tratado de Lisboa para poner fin a lapertenencia de su país a la Unión Europea. Mientras tanto, este pasadofin de semana se celebraba el 60 aniversario del Tratado de Roma en elque se sentaron las bases de la futura UE. Parece que Europa se juega sufuturo en unas pocas semanas coincidiendo la respuesta al Reino Unidocon las elecciones francesas donde se determinará si los vientos antieu-ropeos se circunscriben a las islas británicas o el pronóstico es aún másgrave.

Marzo 2017

“En abril de 2019, congran probabilidad elReino Unido habrá

abandonado la UE, cono sin acuerdo”

COLAPSOS Y FALTA DE SUMINISTROS

Michel Barnier, el negociador propuesto porla UE para llevar a cabo las conversacionescon el Reino Unido ante el Brexit, alertósólo hace unos días que en caso de descarri-lar las negociaciones, el Reino Unido podríasufrir desabastecimiento de combustibles ocolapsos del sistema de transporte terrestreen el paso de Dover o en el sistema de trans-porte aéreo.

Sin descartar categóricamente la posibilidadde un acuerdo de comercio, Barnier declaróque este aspecto llevará su tiempo y que sóloes posible si se produce un acuerdo en las lí-neas clave de la separación: circulación depersonas y acuerdo económico.

La UE no ha fijado aún cuál es la cantidadque supuestamente el Reino Unido deberíaasumir para “poner las cuentas al día” perosí ha explicado que no se trata de una pena-lización por el abandono sino de la compen-sación por inversiones y otras partidas de lasque el Reino Unido sería supuestamenteacreedor frente al resto de sus hoy todavíasocios europeos.

Aunque Donald Tusk, Presidente del Con-sejo Europeo ha anunciado que la respuestaa la invocación del Artículo 50 se produciráen 48 horas, el 29 de abril habrá una cumbreque contará con lospresidentes de losotros 27 estadosmiembros donde seacordará formal-mente una declara-ción de respuestaal gobierno britá-nico. Barnier, quees partidario deabordar inicialmente las dos cuestiones quedesde la UE se consideran básicas (obliga-ciones financieras y derechos de expatria-dos), antes de iniciar las rondas sobre otras

cuestiones, se enfrenta a la posición delReino Unido que se opone a este esquemanegociador y propone centrarse inicialmenteen un acuerdo comercial y no sólo en losacuerdos de “divorcio”. Probablemente lasnegociaciones formales no comiencen hastamayo o junio… tras las elecciones francesas.

LA UE SE LA JUEGA

El pasado sábado los líderes de todos los esta-dos miembros de la UE, excepto la británicaTheresa May, se comprometieron a seguir co-laborando en el proceso de construcción euro-pea mediante la firma de una simbólicadeclaración para re-afirmarse en el pro-yecto europeo.

Dicha firma tuvolugar en la colinaCapitolina en Romadonde hace sesentaaños se firmó el tra-tado que lleva elnombre de la capitalitaliana y que supuso la fundación del proyectoeuropeo.

Un proyecto que ha supuesto el periodo máslargo de paz en el continente y donde, al mar-gen de elementos no tan positivos, se ha lo-grado una razonable prosperidad gracias a la

libertad de circula-ción de personas,bienes y capitales quela UE posibilita.

El compromiso delos 27 líderes de“unidad como víapara influir en lasdinámicas globales

y defender los valores e intereses comunes”es una declaración de intenciones a la que sifinalmente se hace honor, podría suponer unimpulso del proyecto europeo tan amena-

zado en diferentes frentes.

El que Grecia y Polonia no firmasen es másuna anécdota que una muestra de desunión.La demanda del gobierno griego de la inclu-sión en el texto del apoyo a los derechos delos trabajadores que final terminó firmandoel domingo gracias a las labores mediadorasdel Presidente de la Comisión Jean-ClaudeJuncker es más una pose hacia su electoradoante las negociaciones con los acreedoresque probablemente le impongan nuevas me-didas de ajuste laboral.

En cuanto a Polonia, con un gobierno popu-lista de extremaderecha, no resultaextraño que se es-cudaran en la refe-rencia a las dosvelocidades y porlo tanto a los dife-rentes ritmos deavance en el pro-yecto europeo paraterminar no ratifi-

cando el documento.

Quizás esas dos velocidades sean la únicaposibilidad para una UE en donde las expe-riencias de incorporación acelerada nos trai-gan recuerdos tan poco gratos como el casogriego.

Con una política monetaria única, sólo laspolíticas fiscales, dentro de una razonableortodoxia presupuestaria suplirán las defi-ciencias de un sistema asimétrico, gracias alos mecanismos de solidaridad interterrito-rial.

Pero para ello, es necesario que los procesoselectorales que se avecinan no encumbren almayor enemigo de esta Europa en fase de re-definición el populismo.

Mientras tanto, el Brexit puede esperar.

“Donald Tusk, Presidente delConsejo Europeo ha anunciadoque la respuesta a la invocacióndel Artículo 50 se producirá en

48 horas”

“Se ha logrado una razonableprosperidad gracias a la libertadde circulación de personas, bienesy capitales que la UE posibilita”