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El carrero

Cuando yo era un nio, Don Domingo vena del mercado con sucarreta llena de sandas. Nosotros nos bamos a los almacenes a comprarle algunos

objetos que no se hallaban en las pulperas de su pago. A veces lelea algunos diarios. l no saba leer y me escuchaba asombrado. !or aquellas lecturas se daba cuenta que el mundo era muygrande. "o iba tambi#n a casa del $apatero, a pedirle revistas. Eran#stas de pocas hojas y muy grandes. %raan algunas &guras decolores vivos, con ej#rcitos y generales, pues aquellos eran tiemposde guerra. Cuando empedraron las calles, ya no dejaron llegar m'scarretas hasta el mercado. Entonces Don Domingo se quedaba en los suburbios y solovenda sus sandas a los revendedores, que despu#s las pregonaban

por el pueblo. Don Domingo me contaba cosas del campo. Era un hombre que senta mucho cario por los nios. %ena un hijo, pero se (ue a la guerra y lo mataron. Entonces le cambi) el nombre a la carreta, que se llamaba*+a Compaera*, y le puso *!ronto oy*. Como el viaje era muy largo y #l estaba muy viejo y su mujertambi#n, comen$) a viajar con ella. Entonces la carreta era un hogar. -n da no vino m's, ni la carreta ni Don Domingo.

" yo ya dej# de ver carretas y carreros.uan os# /orosoli. De 0!erico1.