El chat

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1 20. El chat No importa el sexo, ni la sexualidad de los implicados. Ni siquiera sus nombres son relevantes. Lo que importa es conocer la historia. No. Los nombres, no. Han sido protegidos para preservar a cada una de las conversaciones que pusieron fin a dos relaciones y dejaron en duda a otras dos. ¿Culpables? No los hay. ¿Inocentes? Menos. De lo que se trata es de conocer las historias y no enloquecerse por revisar la PC. 1- Marcos y Bianca Exequiel y Marcos se sentaron a tomar mate como cada sábado en la plaza Del Ángel Gris. Pequeñas charlas, sin mucha consistencia, hasta que el rubio se animó y le contó que la noche anterior se había quedado un buen rato a navegar por Internet. Esa noche, Bianca había ido a cuidar a sus sobrinos a una quinta en La Reja. Marcos se sumaría al día siguiente para preparar el asado. Bianca había insistido que lo acompañara, pero su novio había elegido quedarse. Hacía tiempo que no tenía un momento para estar solo. Además, había tenido una semana muy atareada en el trabajo, necesitaba despejarse y, justamente, no pasándola con niños. Aunque Bianca y Marcos estaban de novios hacía cinco años, atravesaban por uno de esos remolinos típicos de relación. De hecho ya había sucedido antes, cuando estuvieron en pareja nueve años atrás, durante casi tres años. Segundas partes nunca fueron buenas, a excepción de El Padrino. -suele repetirle incontables veces Exequiel. O El Señor de los anillos. -agrega, risueñamente, Marcos. Marcos y Bianca decidieron volver a probar suerte juntos y la nueva oportunidad que se dieron fue más completa. Decidieron compartir un departamento, una mascota y proyectar una vida con hijos. Marcos fue elegido padrino de dos de los cuatro sobrinos de su novia. Como en toda relación de

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Sumamente auténtico, fresco, ultra divertido y altamente confuso. La locura de unos es la diversión de otros. Acertadísima la manera de presentar la historia, de redactarla. Lo leí varias veces porque los personajes se me mezclaron, pero lo encuentro como parte de la temática del cuento. Ese recurso de hacer ficción dentro de la ficción me resulta muy interesante, un doble juego de la realidad porque presentás historias que pueden realmente suceder, pero de manera increíble. Cosa de locos, que nos llega a pasar. /Neyda Pitt -Editora-.

Transcript of El chat

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20.

El chat

No importa el sexo, ni la sexualidad de los implicados. Ni siquiera sus nombres

son relevantes. Lo que importa es conocer la historia. No. Los nombres, no. Han sido protegidos para preservar a cada una de las conversaciones que pusieron fin a dos relaciones y dejaron en duda a otras dos. ¿Culpables? No los hay. ¿Inocentes? Menos. De lo que se trata es de conocer las historias y no enloquecerse por revisar la PC.

1- Marcos y Bianca

Exequiel y Marcos se sentaron a tomar mate como cada sábado en la plaza Del Ángel Gris. Pequeñas charlas, sin mucha consistencia, hasta que el rubio se animó y le contó que la noche anterior se había quedado un buen rato a navegar por Internet. Esa noche, Bianca había ido a cuidar a sus sobrinos a una quinta en La Reja. Marcos se sumaría al día siguiente para preparar el asado. Bianca había insistido que lo acompañara, pero su novio había elegido quedarse. Hacía tiempo que no tenía un momento para estar solo. Además, había tenido una semana muy atareada en el trabajo, necesitaba despejarse y, justamente, no pasándola con niños. Aunque Bianca y Marcos estaban de novios hacía cinco años, atravesaban por uno de esos remolinos típicos de relación. De hecho ya había sucedido antes, cuando estuvieron en pareja nueve años atrás, durante casi tres años.

–Segundas partes nunca fueron buenas, a excepción de El Padrino. -suele repetirle incontables veces Exequiel.

–O El Señor de los anillos. -agrega, risueñamente, Marcos.

Marcos y Bianca decidieron volver a probar suerte juntos y la nueva oportunidad que se dieron fue más completa. Decidieron compartir un departamento, una mascota y proyectar una vida con hijos. Marcos fue elegido padrino de dos de los cuatro sobrinos de su novia. Como en toda relación de

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pareja que convive, los roces se acentuaban, pero dialogaban con frecuencia, lo que posibilitaba destrabar lo que pudiera atentar con una ruptura inminente.

Marcos decidió pasar un rato a solas en su computadora. Se fue a comprar una grande de muzzarella a la pizzería Odeón, con dos porciones de faina fría y una Fanta naranja de dos litros y medio. Vive a cinco cuadras de la pizzería, así que con frecuencia prefiere caminar un rato para estirarse en vez de llamar al delivery. Esa noche, la noche anterior a la mateada con Exequiel, incursionó por Youtube, miró algunos videos que hacía tiempo quería disfrutar. Un poco de “Juana y sus hermanas”; el personaje de Gladys que tantas veces imita Exequiel. Videos de Soledad Solari y Yolanda, personajes antológicos de Gasalla. Aprovechó para mirar clips de música de los años ’70, que no suele ver o escuchar, como Abracadabra, Rasputin, Baker street o Heart of glass. Porción en mano, descuidando que sus dedos grasosos marcaran el teclado, como jamás podría hacerlo en presencia de su novia, viró hacia un chat y en entró Uol. Sucumbió.

–¡Decime, por favor, das muchas vueltas loco! -lo alertó Exequiel.

Entró con un nick ficticio en uno de amistades. Cargó la clave. Miró a los 44 que estaban chateando y decidió hablarle a uno de ellos. Le respondieron:

–Ey, como tas Puchi? Mira q lo q me pones lo estan viendo todos. Hablame en privado. -le dijo el nick de Cynthia.

–Pero claro boludo, lo que le pusiste lo vieron todos. -le comentó Exequiel, mientras cortaba un pedazo de bizcochuelo de naranja que había preparado esa mañana para el mate de la tarde.

Marcos no tenía idea clara de que tenía que hablar por un canal específico si no quería que el resto de los conectados viera lo que escribía, pero lo significativo de ello no fue que alguien pudiera leer “hola linda, qué hacés?” sino que cuando fue a ponerle la segunda frase, al apretar la letra g, le apareció una lista de las siguientes frases: “garchame toda”, “gediendo”, “Granaderos y Yerbal”, “Granaderos 184”, “grosa la tenes, eh?”. Marcos no pudo seguir escribiendo.

–Pero ¿de verdad no sabías que se quedan grabadas las palabras que hayas escrito para facilitarte rapidez y no tener que volver a escribirlas? -le dijo su amigo.

–Ni idea, te lo juro. Pero lo peor fue que puse una a y me tiró toda la lista desde la a hasta la z y me quise morir con todo lo que leí, que por razones de salud mental ni quiero repetir. -expresó con cierta pesadumbre.

–No puedo creer que Bianca te esté cagando. Y que se cite en tu casa, en tu casa. Un loco… -dijo Exequiel con la ternura que lo caracteriza, mientras se quedaba mirando a su amigo a los ojos y le cebaba un mate.

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–Yo sabía que existían los historiales de conversación en el msn y ambos decidimos no tenerlos para evitar filtros y arremetidas a investigar, pero jamás pensé que el chat tenía su propia fisura. -lo dijo remarcándolo, y comenzó a reírse.

–Ah sí, yo vi esa carpeta de historiales del msn, pero jamás le di mucha bola… ¿Y ahora qué pensás hacer?

2- Exequiel y Martín

A la noche, Marcos viajó a La Reja, Exequiel se juntó con su novio Martín y sus amigas Mariela y Giselle. Les contó sobre la charla que tuvo con Marcos. Al día siguiente, lo llamó Mariela. Lloraba desconsoladamente.

–Emanuel me caga. Emanuel me engaña, Exe.

El silencio del otro lado pudo ser señal de complicidad de Exequiel con Emanuel, aunque sin mucho afecto. El silencio tuvo que ver más con algo personal que con lo que Mariela le estaba contando.

–No sé que voy a hacer. Descubrí la carpeta de Mis historiales de conversación y había dos o tres mails que no conocía, así que los cliquié y me abrió un mundo nuevo para mí, que fue lo peor que pude haber visto. Me caga con tres minas, pero con una de ellas parece que la cosa va más en serio.

Exequiel no supo qué decirle, no pudo, no quiso, no se lo esperaba o quizá estaba pensando que esa carpeta que tanto él como Martín guardan, y que jamás incursionan, era una caja de Pandora que no podía soslayar ya más. La calmó invitándola a tomar un café al día siguiente. Luego de cortar, se animó a entrar en su propia carpeta de conversaciones. El listado era el conocido, tanto Martín como Exequiel tienen sus respectivas claves de sus mails y facebooks, pero lo que más le llamó la atención fue que aparecía el mail de su amigo Lito, en una conversación del mes en curso, hacía tres días, y él hacía más de un mes que no hablaba con Lito. Así que lo abrió y leyó…

- [email protected] dice:

no seas pesimista

nos traen el mar a los que no podemos viajar

- [email protected] dice:

menos ke vos soy

es una mirada que no había contemplado

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- [email protected] dice:

ves que sos pesimista?

- [email protected] dice:

jajajaja

- [email protected] dice:

como tas?

como te tratas en las vacas?

te mudaste ya?

[email protected] dice:

bien, en eso estoy

me falta traerme la cama

[email protected] dice:

mmmmmmmmmm

ya estas en la nueva casa?

- [email protected] dice:

y eso no me lo puedo traer yo

- [email protected] dice:

dejaste ese paisaje de vientos en el piso 14 para ir a...?

- [email protected] dice:

sep… piso 4

- [email protected] dice:

te doy una mano con la cama?

- [email protected] dice:

una mano, q interesante… jajajaja

- [email protected] dice:

no te rias. tenes una cama de dos plazas y media para las festicholas y claro pesa mucho

- [email protected] dice:

y si....ojala pudiera traerla a mano. Pero tu mano no me vendria nada mal

- [email protected] dice:

pero tenias poco

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[email protected] dice:

parecia poco, pero no pare un solo dia de traer cosas

muebles pocos, que se podian desarmar y asi los pude traer

los consoladores no eran muy pesados, jeje, tampoco, asi que me traje la colección completa en un solo bolso, jeje…

A partir de ese instante, todo lo que leyó Exequiel lo impresionó, lo malhumoró y lo desesperó. No supo bien qué hacer. No pudo, no quiso. La tarde siguiente, se encontró en el café con Mariela.

3- Marcos y Martín

Marcos se fue a llevar a su ahijado más grande y a su hermanita al Cyber, frente a la estación de Moreno. Aprovechó para conectarse un rato a su msn y lo encontró a Martín, el novio de Exequiel. Se pusieron a chatear un rato.

- [email protected] dice:

hola tintin.

- [email protected] dice:

hola nene, como va? che entendes algo de pcs?

- [email protected] dice:

si, entiendo algo

- [email protected] dice:

te paso primero la data y luego me desasnas si es que podes

- [email protected] dice:

a perrr

- [email protected] dice:

cuando inicias msn, te abre una carpeta en la pc

en casa deberia haber dos carpetas de msn, la mia y la de Exe

tambien hay otras de dos amigos de Exe, porque abrieron su msn en casa

pero aqi viene la cuestion

el dia 5 de febrero se creo una carpeta como si OTRO amigo de Exe hubiera abierto el msn desde nuestra pc... cosa que no porque…

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- [email protected] dice:

previamente habia abierto una sesion en esa pc, alguna vez?

- [email protected] dice:

no recuerdo

y lo peor es que me enloqueci de celos, pero se que no pasa nada entre ellos, pero lo que no entiendo es el porque ya que Exe no supo que explicarme

es decir, se abrio ese dia ese msn en casa, pero Exe me jura que el flaco no estuvo en casa y le creo

- [email protected] dice:

si tu clave y tu mail tienen tildada la opcion de RECORDAR pudo haber entrado alguien sin querer… o queriendo, jaaaa………

- [email protected] dice:

en la pc?

- [email protected] dice:

el tema es que hasta donde yo se esa opcion de carpeta es opcional en el Messenger. Cuando te conctas podes reescribir tu clave siempre o poner la opcion de RECORDAR CONTRASEÑA

- [email protected] dice:

vos decis que pudo haber qedado recordar contraseña, pero si el flaco hace casi dos años que no viene a casa

- [email protected] dice:

por eso te digo, si inicio alguna sesion con su contraseña actual y quedo la pudo usar cualquiera

- [email protected] dice:

noooooooo porque hace como dos años que no viene por casa

- [email protected] dice:

ahora, otra pregunta, esa carpeta que vos decis que se crea es la que tiene el historial de mensajes?

Porq esa carpeta se crea una sola vez

- [email protected] dice:

el misterio es que el dia 5 supuestamente el flaco entro a su msn desde esa pc y no fue asi y ninguno de los dos tenemos su clave

- [email protected] dice:

la otra que queda es que exe confiese que se garcha al flaco, jajaja

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- [email protected] dice:

eso lo pense… pero mejor seria que lo diga el, jajaja……. mejor llorar que reir… mepa.

inclusssssso tiene grabado un emoticon en esa carpeta que es uno que usaba con frecuencia mi amigo

- [email protected] dice:

si yo guardo un historial de mis conversaciones, vos aparecerias en una carpeta correspondiente a tu mail, en un solo archivo de conversación, todas las conversaciones están por fecha, incluidos los emoticones pelotudos que usas

[email protected] dice:

pero no me dijo que eran los historiales de conversacion

sino una carpeta extra… i dont know

- [email protected] dice:

bueno... exe esta dejando muchas huellas entonces

yo opte por desactivar esa opcion desde q me puse con bianca, da para quilombo… y la verdad es q como sabras me cagó por el sion

- [email protected] dice:

lo peor es que lo encare a exe y sabes q me dijo???

“estoy tranqilo”

4- Mariela y Emanuel

Mariela y Exequiel se juntaron a la tarde en “Jobs”, por Barrio Norte. Estaba un poco nerviosa. Cuando se malhumora le da por comer. Pidió dos porciones de torta: una de chocolote y una isla flotante. Exequiel solo se tomó un capuchino y acompañó con algunos trozos que su amiga le convidó. La conversación giró en torno a las aflicciones que tenía Mariela por los reiterados y permanentes engaños de Emanuel. Su amigo intentó calmarla. Le tiró algunas puntas de donde arroparse, pero también fue sincero al contarle que él también estaba en una crisis con su pareja y que lamentándose no resolvería nada, que debería tomar una decisión.

–Lo amo.

Seco, directo, sin posibilidad alguna para que Exequiel, de aventurarse con una opinión o consejo, esbozara algo. Si Mariela amaba a Emanuel y sus nervios eran producto del amor y no de la bronca o el odio que tenía por sentirse engañada, para su amigo era mejor callar. “Cuando no tengo nada que decir, no lo digo”,

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suele repetirse, especialmente en las pequeñas peleas que suele mantener con Martín.

5- Marcos y Exequiel

Esa semana, Marcos y Exequiel dialogaron por chat. Lo primero que le dijo Marcos fue sobre la conversación que había tenido con Martín.

- [email protected] dice:

un loco boludo… no puedo creer q t conto eso??

- [email protected] dice:

Te quiere, que querés???

- [email protected] dice:

es un hdp… me esta cagando con mi amigo Lito y el se victimiza

- [email protected] dice:

Ta bien… pero sospecha de eso… lo cagaste vos?

- [email protected] dice:

tas loco??? me pregunto si estuvo maxi en casa. Mmm claro q le dije q no. estoy tranqilo pero no supe que decirle… o si él me habia pasado su contraseña para que yo abra su msn desde mi pc. no supe que responderle pero no, no me la pasó

- [email protected] dice:

Jajajaja… piraton…al menos no dejaste un forro usado

- [email protected] dice:

jajaja…es re insolito y lo massss chistoso es que no le encuentro una explicacion lógica. ademas aparecio un boleto de un colectivo que jamás tomamos, asi porque si, jaja, en la habitación un dia que yo no sali en todo el dia.

- [email protected] dice:

Me paree que Martin esta un poco nervioso

- [email protected] dice:

mepa que si

- [email protected] dice:

te pregunto: no pudo haberlo plantado martin xq tiene celos y necesitaba ver tu reaccion?

- [email protected] dice:

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aparecio esa carpeta y ese emoticon, que ninguno de nosotros usa pero el flaco si. umnnn locoooo…

- [email protected] dice:

te hablo del boleto… es misterioso mal… pero yo tengo una teoría al respecto!!! te cuento???

- [email protected] dice:

rarísimo, encima no me creee ME JODE PORQUE ES LOGICO SU PENSAMIENTO Y ESE ARCHIVO SOLO SE GENERA SI ALGUIEN ABRE SU MSN Y BUENO NO TENGO COMO JUSTIFICAR pero estoy tranquilooo… se me fue la mayúscula… jeeee…

- [email protected] dice:

mepa que esta celoso, eso es un buen sintoma por que esta vivo y te quiere. Mirá, yo 5 años despues de cortar con Bianca, en la primera etapa del noviazgo, me dijo: “si me hubieras demostrado mas celos…”, jajajajajaja y la mande a la puta que los pario, jejeje y síiiiiiiii… 5 años después me lo dijo la turra… la gente te sorprende…

- [email protected] dice:

estas acentuando algo……. quedara en el misterio porque nunca voy a saber xq. y una cosa es real ya descartada el flaco no estuvo en casa pero tambien esta lo del boleto del colectivo tirado en la puerta de la habitación. decime tus teorias amigo.

- [email protected] dice:

todas voladas, obvio... una es que fue creado por martin para ver tu reaccion producto de celos en gral o hacia maxi.

la otra es que vos la creaste para ver su reaxion o pudrir las cosas por algo q desconozco, la tercera respecto del boleto es que lo trajo martin pegado en la zapatilla por un chicle o algo y el boleto llego de alguna manera... viento, zapa, bolsa, etc... la mas grosa es que mientras vos estabas en el laburo, se juntaron martin con maxi o alguien que sepa la contraseña de maxi y te hicieron una cama o martin estuvo con alguien q viaja en el colectivo en un horario en el que deberia estar trabajando. los celos hacen ver cosas dnd no hay y las explicaciones posibles y reales jamas seran escuchadas porque el afan solo es pescar al otro... entonces el boleto qiza fue una prueba plantada para confundir y la gente celosa hace cosas q NI TE IMAGINARIASSSS.

otra teoria posible es que como maxi escribio una vez alli y quedo su clave, martin la copio y usa ese msn vaya a saber para q. es descabellada pero un perito evaluaria esto tambien en un juicio, jajaja

qeres escuchar otra????? por ej, martin y maxi lo planificaron, no pasa nada entre ellos pero siembran cosas para dar la pauta que sucede asi. es decir ellos quieren cagarte y no se animan, nada sucede y vos no lo sospechas, pero algo deja al descubierto lo que nunca paso y ahora no podra pasar porque qedo en evidencia sin haber pasado nunca. esa pista la sembraste vos,

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porque sospechas algo y la plantas inconsciente o conscientemente. entonces ya no podrán hacer nada, si lo quisieran, porque saben que vos sabes que algo pasa aunque jamas haya pasado pero ellos se manejan como si hubieran hecho algo malo. Juazzzzzz jajajajajaja entendes? los dejaste en evidencia de algo que no sucede pero que se moririan porque pase. entendiste algo??? Jajajajajajaja.

6- Martín y Exequiel

Al compás de una de las canciones de McFly que pasaban por la radio, Exequiel se despertó sin muchas ganas de hacerlo. Martín estaba preparando el desayuno a base de cereales, jugo de naranja, tostadas y café, que ambos solían cortar con leche en polvo. Exequiel se fue a duchar. Aunque se había bañado cuando llegaron a la madrugada del cumpleaños Nº 40 de Loyda, necesitaba despabilarse porque la mezcla de cerveza, Fernet con cola y champagne lo aquejaba.

–Ni ganas de ir a ningún lado.

–Llamá y no vayás.

Hubo un silencio que solo se cortó con las miradas de ambos.

–¡No!, tenés que ir. Después, quién te banca a vos, empiezan a llamarte por cualquier cosa. Ya estás llegando tarde. Bah, como siempre, pero hoy sí que te quedaste un poco bastante… ¿eh? -le dijo en tono risueño Martín.

Exequiel no suele quedarse callado, es muy conversador, pero esa mañana estaba particularmente adormecido. Su jaqueca lo tenía a mal traer.

–Bueno, dale que se te hace tarde.

Exequiel se vistió, pero en vez de despedirse se tiró un rato sobre la cama. Martín lo miró un buen rato mientras se hacía una tostada con queso crema y mermelada de arándano. El sonido del teléfono resquebrajó el momento. Exequiel, que estaba más cerca, se apresuró a atender.

–Sí, diga…

–Hola…

Una voz sensual, masculina, lo confundió.

–¿Sí? ¿quién sos? Hola…

–¡Cómo! ¿Ya te olvidaste de esta colita?

Exequiel sacó fuerzas de donde no tenía, mientras todo su ser se caía como hojas secas. Con la lucidez que lo caracteriza desvió la conversación para despistar a Martín y, mucho más, a quien llamaba. Buscó la información más básica mientras Martín lo miraba con cierta confusión.

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–Sí, claro, pero recordame dónde…

–Ahí, en tu casa… la colita blanca del chat… Tobi…

–Ah, sí, estoy ocupado ahora –lo paró en seco-. ¿Me llamás en un rato?

Colgó. Lo miró a Martín con un gesto seco, vago. Puso excusas del llamado, como si hubiera sido alguien de la oficina, lo que conspiró a su favor por la cara apesadumbrada que tenía. Lo miró fijo, como lacerando su cuerpo, agarró su saco, le dio un beso en la mejilla -algo que jamás hacía, porque sus despedidas eran más efusivas- y salió.

–Te veo a la noche.

–¿Pasó algo?

–Te veo a la noche…

Martín se quedó pensativo mientras tendía la cama. Planchó una camisa. Sonó el teléfono.

–Hola

–Hola, acá estoy…

Esa voz sensual, la misma que había hablado con Exequiel un rato antes, lo saludaba con insistencia y alegría. A Martín no le resultaba ni desconocida ni poco habitual.

–Hola Tobi.

–¡Ey! Por fin me atendés con mejor onda. Mi colita está lista. Estuviste re seco nene. Ni que te recordara mi colita te despertó. ¿Seguís malhumorado?

–Vos… llamaste antes…

En seco se escuchó el corte del teléfono. Incluso retiró la ficha de la conexión. Martín supo o supuso que algo se había terminado… y hasta lo deseaba. Para su sorpresa y desgracia, Exequiel no mencionó nada de ello hasta casi dieciocho meses después, cuando se plantearon seriamente la separación.

7- Marcos y Bianca

Marcos estaba cabizbajo por la aparente infidelidad de su pareja. Sin embargo, se lo guardaba para él. Vivía guardando lo que sentía y no quería estropear nunca los buenos momentos que estaban pasando.

A partir del día que siguió las huellas de las palabras y oraciones escritas por Bianca, en el chat de Uol, todo le resultaba sabroso e histéricamente sospechoso. Ya no solo miraba los historiales de conversación sino que cada señal que pudiera demandar su atención era tenida en cuenta por él.

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Una noche, Bianca le dijo que al día siguiente iría a visitar a una amiga que estaba internada en el hospital Tornú. Marcos no le hubiera dado mucha trascendencia al comentario; no le importaba mucho sobre las amistades de su novia. Pero desde el episodio del chat estaba alerta. De todas maneras, encontró un justificativo ideal en todo lo que Bianca le contaba. Le había dado datos precisos de la internación de su amiga Milli, le consultó sobre la mejor manera de llegar en colectivo y hasta lo invitó a acompañarla, a sabiendas de que Marcos no podría por razones laborales.

Una semana después de ese lunes, Marcos seleccionó la ropa para llevar al lavadero. Como solían hacer, revisaban los bolsillos para que nada se perdiera en los lavados. Marcos, aprovechando que debía ir a comprar cigarrillos, preparó la bolsa con la ropa sucia. Cuando metió la mano en un jean de Bianca encontró un boleto del colectivo 44. Amagó a tirarlo al tacho de basura, pero por curiosidad o por obsesión marcada, miró la fecha del mismo. Notó que era la del lunes pasado, cuando Bianca había ido a ver a su amiga al hospital. Lo que le llamó la atención, primero, fue que el boleto señalaba dos pasajes y, después, que indicaba un horario distinto del que pensaba su pareja había ido a ver a Milli. Antes de arremeter con todo contra su mujer, recapacitó pensando que el boleto pudo haber sido emitido para dos pasajeros que subieron antes que Bianca y que por error de salida, le había tocado a ella y, sin darse cuenta -especialmente por la cantidad de gente que viajaba a esa hora de la mañana- lo guardó en el bolsillo. Dudó, especialmente, por la hora, ya que Bianca iba a pasar por el hospital al salir de su trabajo, al mediodía, y el horario marcaba las 8:50. Como jamás le había preguntado por la salud de su amiga, no estaba seguro de que ella no hubiera asistido a visitarla a la mañana, así porque sí, si al salir de la casa había decidido, simplemente, hacerlo.

Respiró hondo, tiró el boleto en el inodoro, apretó el botón y salió rumbo al kiosco y lavadero.

8- Giselle y Juan Cruz

Giselle estaba preocupada porque se había quedado sin crédito en su celular. Estaba acostumbrada a escribirle mensajes a Juan Cruz, su novio de año y medio. Aunque ella lo veía como una manera clásica de demostrarle su afecto constante, él sabía que era su modo de controlarlo. Era celosa, tanto que lo hacía todo el tiempo como para hacerlo reaccionar. Juan Cruz era un tipo tranquilo, los amigos lo describen como “un pancho total”. Nunca se daba por aludido. Más de una vez le había dicho que no le importaba que la miraran todos a ella si a la noche siempre terminaba entre sus brazos. Pero ella era distinta con él.

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–Escuchame, escribime a través de Gvip, es una página donde me podés mandar sms gratis.

–¿Y cómo conocés esa página?

–¡Ay nena! La conozco…

–¿Y yo podré recibir?

–Por qué no…Tarda un rato en llegar, pero llega.

–A ver, probemos…

Giselle se sentó, le escribió un sms a su novio y se mandó uno a su celular. Al minuto sonó el celular de Juan Cruz con el mensaje que había enviado. Dos minutos después sonó el de ella.

–Fijate, que tengo las manos enjabonadas. -gritó Giselle desde el toilette.

Con cara de sorpresa y repulsión, Juan Cruz la enfrentó.

–¿Qué es esto Giselle?

–¿Qué es qué? El mensaje…

–Sí, pero este mensaje…

Remarcó “este” con énfasis, su cara se desfiguró, la de ella se lleno de muecas incomprensibles.

–Leé…

“Hola mami, ayer me sentí muy conectado a vos, dentro tuyo fuimos uno. Estoy empezando a desengañarme. ¿Te veo hoy Solcito?”.

La reacción de Giselle fue determinante. Se enojó de tal modo que tomó su celular y lo tiró al piso. El aparato se hizo trisas. Con desfachatez lo acusó de mirar lo que no debía.

–Estás igual que Mariela y Marcos. Listo, ahora no hay más donde buscar. Basta de celular para mí.

Se sirvió un poco de café, se sentó frente a la computadora. Cerró la página que había inspirado la discordia y se puso a mirar sus mails. Juan Cruz la miró. Se mordió los labios. No pronunció una palabra, ni siquiera para recordarle lo que había costado conseguir ese modelo de celular que ella tanto deseaba. Se sentía mal, su cabeza estaba quemándole tanto como el ardor que corroía su corazón. Tomó su mochila. Al salir, Giselle le dijo que había cambiado las claves de sus mails para que no pudiera buscar más nada. Juan Cruz la miró impávido como los insectos que no saben que serán destrozados por un pisotón. No hizo nada. No supo qué decir.

A la noche se reconciliaron. Cenaron en un prestigioso restaurante cercano a Plaza Serrano, festejaron tres años más de relación hasta que una increíble tarde

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de nieve en Buenos Aires, de la nada, Juan Cruz le dijo que salía a mirar un rato el inusual fenómeno y nunca más regresó.

En la película Wonder boys, los protagonistas -un editor, un profesor novelista y un estudiante aspirante a escritor, un tanto peculiares- observan que cada personaje de la trama tiene una historia oculta que parir. Se divierten con ello. Arman sus propias películas.

En esta historia, las fantasías quedaron de lado. Pura verdad de todo, salvaguardando a los actores y a las actrices principales, dándoles un matiz especial, en el cálido resguardo que propone un seudónimo.

Sin culpables, ¿o sí?

Sin inocentes, ¿o no?

Importaron sus historias…

Y una prueba de resistencia para no enloquecerse y correr a revisar la PC.

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Tedeschi Loisa, Diego

Publicado en © Tres de un par imperfecto. Cuentos a la crema

1º edición – Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 360 p.; 17 x 24 cm.

© 2014 Bubok Publishing S.L.

ISBN 978-987-33-4944-7

1. Narrativa Argentina. 2. Cuentos. I. Título

CDD A863

Impreso en Argentina / Printed in Argentina

Impreso por Bubok

Fecha de catalogación: 06/05/2014

Hecho el depósito que impone la Ley 11.723

Prohibida la reproducción total o parcial de la obra sin citar al autor.

Todos los derechos reservados.