El choque de mentalidades. El anhelo de absolutos frente al f alibilismo pragmático
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7/25/2019 El choque de mentalidades. El anhelo de absolutos frente al f alibilismo pragmtico
1/17
Richard J Bernstein, l
abuso del mal
La
conupcin de
la
poltica
y la
religin desde el 11/9,
Buenos
Aires:
Katz, 2006.
El choque de mentalidades.
El anhelo de absolutos frente
al falibilismo pragmtico
En
la Introduccin,, habl sobre el choque de
men-
talidades. En este captulo, quisiera explicar qu quiero
decir con esto y
por
qu creo que este choque es
tan
trascendental. Por mentalidad, me refiero a
una
orien
tacin genera
l una
concepcin o
una
forma de pen
sar
que condiciona la manera
en
la que encaramos,
comprendemos y actuamos en el mundo. sta deter
mina, y a su vez est determinada,
por
nuestra vida
j
n tclectual, prctica y emocional. Las mentalidades
pueden asumir distintas formas histricas concretas,
y que jams nos
topamos
con una
mentalidad
en
forma abstracta, si
no
slo con
su
manifestacin hist
rica particular. Para comprender en forma cabal una
manifestacin histrica especfica de una mentalidad
determinada, es preciso ubicar su contexto, aquello que
l
caracteriza
y
le da origen. Hay que prestar mucha
atencin a su particularidad histrica,aunque es posi
ble reconocer sus similitudes
y
diferencias) con otros
ejemplos histricos de mental idades iguales o simila-
-
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4 1 El
BUSO
DEL M L
res. Las mentalidades tambin surgen en distintas eta
pas histricas, y sus manifestaciones concretas pueden
desaparecer. Por lo tanto, tambin hay que analizar
por
qu surgen en un momento determinado, y por qu se
diluyen. Quisiera comenzar con
un
ejemplo histrico
especfico,
que ha
tenido
una
enorme influencia en la
idiosincrasia de los Estados Unidos a fines del siglo x1x
y principios del siglo xx. Luego de analizar este ejem
plo de lo que llamo el falibilismo pragmtico, en el
siguiente captulo reflexionar sobre su significado ms
general y su relevancia para la situacin actual.
Hace algunos aos, Louis Menand public un libro
fascinante:
El
lub
de
los
Metafisicqs Historia
de las
ideas en los Estados Unidos All analiza la historia inte
lectual del pragmatismo norteamericano y busca situar
este movimiento
en
el contexto de
la
historia de los
Estados Unidos. (El Club de los Metafsicos fue
un
grupo informal de discusin formado
por
intelectua
les
que
se reunan
en
Cambridge, Massachusetts,
en
la dcada de 1870 para discutir cuestiones filosficas.)
El pragmatismo como movimiento filosfico surgi
en los Estados Unidos justo despus de la Guerra Civil.
En aquella poca, comenzaba a tener cada vez mayor
aceptacin
en todo
el pas la idea de
una
universidad
dedicada a la investigacin, basada
en
el modelo de
la universidad alemana. Antes de la Gue.rra Civil, la
mayora de los establecimientos privados de educa-
EL
CHOQUE OE
MENT LID DES 1 4
cin superior eran las universidades o
colleges
funda
dos
por
diversos grupos religiosos. El principal obje
tivo de estas instituciones era educar a los ciudada
nos y al dero;ms que dedicarse a la investigacin. Sin
embargo, duran te
la
ltima parte del siglo x1x
hubo
un
florecimiento
de
estudios independientes
en
el
mbito de las ciencias naturales, las disciplinas socia
les
y
las humanidades. Durante este perodo, los
pen-
sadores norteamericanos buscaron desarrollar na
orientacin filosfica distintiva.
William James fue el primero
en
popularizar
la
ex
presin ((pragmatismo,, en
uh
famoso discurso titu-
lado
((Concepciones filosficas
y
resultados
prcti-
cos,, que pronunci en la Universidad de California,
en
Berkeley, en 1898. All, James reconoci con genero
sidad
su deuda con Charles
S.
Peirce, ((uno de los pen
sadores actuales ms
originales,:
y se
refiri
al
prin-
cipio del practicalismo o pragmatismo, como lo llam
cuando
se lo escuch decir por
primera
vez en Cam
bridge a comienzos de la dcadade 1870 (James, 1977:
348 ).
La primera vez que James haba escuchado a Peirce
discutir su principio pragmtico fue en las re~~.iones
del Club de los Metafsicos. As, James introdute el
principio de Peirce con una descripcin metafrica:
''el alma
y
el sentido del pensamiento, dice, jams
pue-
den ser forzados a dirigirse hacia otra cosa que no sea
la produccin de la creencia, siendo sta la semicaden-
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42
1
L BUSO
D
L
M L
da que cierra uria frase musical en la sinfona de nues-
tra vida intelectual . James afirma que las creencias,
en suma, son de hecho reglas para la accin; y que toda
la funcin del pensamiento
no es
sino un paso
en
la
creacin
de
hbitos de accin
ibid.).
En
1898,
Peirce
era apenas conocido como filsofo, excepto para
un
pequeo grupo de admiradores como James. Hijo de
un
famoso matemtico de Harvard, Peirce era cient-
fico y experto en lgica, pero
su
curiosidad intelectual
abarcaba todo el abanico de las disciplinas humanas.
A medida que se difunda la versin popular del prag-
matismo de James, Peirce se horroriz y se enfureci
tanto que rebautiz su propia doctrina del significado
como 'p~agmaticismo: trmino lo suficientemente gro-
tesco como para estar a salvo de secuestradores (Peirce,
1931 1935: 5. 414). El chiste famoso sobre este episodio
afirma que
el
pragmatismo es el movimiento que fue
fundado sobre el error de interpr~tacin de James de la
teora de Peirce. James y Peirce fueron amigos de toda
la vida,
aunque por
momentos
esa amistad fue
tor-
mentosa. Otro joven miembro del crculo de Cam-
bridge que se
uni
a las discusio.nes del Club de los
Metafsicos fue Oliver Wendell Holmes, Jr., que ms
tarde se convirti en
uno
de los jueces ms famosos de
la Corte Suprema de los Estados Unidos. John Dewey,
nacido
en
1859 {ao
en
que se public
El origen
de las
especies de Darwin), era veinte aos ms joven que
L C
HO
QU DE M
NT LID
DES 1 43
James y provena de un entorno muy diferente del de
los intelectuales
de
Cambridge. Hijo
de
un tendero,
naci en Burlington, Vermont, y asisti a la Universi-
dad
de Vermont. Dewey fue uno de los primeros fil-
sofos norteamericanos en obtener un ttulo de doctor
en la nueva facultad de estudios de grado, Universidad
John Hopkins. A
su
vez, Peirce ense por
un
corto
tiempo all cuando Dewey era estudiante de doctorado.
Cuando Dewey se uni al cuerpo de profesores de la
Universidad de Chicago en
1890,
ya era
un
gran admi-
rador de James. Dewey aseveraba que la obra maestra
de James,
Los
principios
de la
psi
cologa
tuvo
gran
influencia en su propio desarrollo intelectual. Y
el
pro-
pio James se mostraba
mu
y entusiasmado por el giro
filosfico de la ''Escuela de Chicago que se estaba lle-
vando a cabo en torno a Dewey. En uno de los libros
ms importantes de Dewey, Experiencia
y
naturaleza
ste alab a Holmes como 'uno de nuestros ms gran-
des filsofos y cit
un
largo pasaje de su ensayo sobre
La ley natural''. Holmes era
un
admirador de
Expe-
riencia y naturaleza libro
que
comparta su propia
concepcin de la x p r i ~ y la existencia. Con su
tpico ingenio, Holmes escribi: Aunque es increble
lo mal escrito que est el libro de Dewey, me pareci
[. .] que tena una sensacin de intimidad con el uni-
verso que me result incomparable. As, segn mi
humilde entender, habra hablado el Altsimo de
no
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44
I
l BUSO EL M L
saber expresarse con claridad, mas desear con fervor
contaros cmo era,, (citado en Menand, 2001: 437).
Una de las mayores contribuciones de Menand fue
demostrar cmo los orgenes del movimiento prag
mtico podran considerarse
una
respuest critic
a los
horrores y los excesos de la Guerra Civil, guerra
que
dividi a la nacin;
Menand
se concentr en cuatro
individuos: Oliver Wendell Holmes, Jr., William James,
Charles S Peircey John Dewey, aunque tambin estu
di a muchos de sus contemporneos. En este estudio,
Menand propuso una tesis audaz sobre la influencia
que
tuvieron estos cuatro hombres:
Sus ideas cambiaron la forma en que los nortea-
mericanos pensaban
y
todava
piensan
sobre la
educacin, la democracia, la libertad, la justicia y la
tolerancia. Y como consecuencia; cambiaron la forma
de vivir de los norteamericanos: la forma de apren
der, la forma de expresar sus puntos de vista, la forma
de comprenderse a s mismos y la forma de tratar a
quienes
son
diferentes. Todava vivimos, en
gran
medida, en un pas que estos pensadores ayudaron
a forjar (Menarrd, 2001: xi).
Qu laws unen a estos distintos pensadores? Menand
asegura que compar tan una actitud comn en torno
a las ideas.
l CHOQUE
E
MEtH LID DES 1
45
Cul era esa actitud? Si eliminamos las diferencias
personales
y filosficas
que
haba entre ellos, podra
mos decir que lo que estos cuatro filsofos tenan en
comn no era
un
grupo de ideas, sino una nica
idea:
una
idea acerca de las ideas. Todos crean
que
las ideas no estaban all esperando ser descubier
tas, sino que eran herramientas [ .. ] que la gente
concibe
para lidiar
con el
mundo en
el
que
vive.
Ellos crean que
no eran los individuos los que pro-
ducan las ideas,sino grupos de individuos; es decir,
que
las ideas son sociales. Estaban convencidos
de
que
las ideas
no
se desarrollan de acuerdo con
una
lgia inte rna propia, sino que al igual
que
los
grmenes- dependen por completo de sus trayecto
rias y sus entornos humanos. Y crean que, como las
ideas son respuestas provisorias a situaciones par
ticulares, su supervivencia
no
depende de su inmu
tabilidad sino de
su
adaptabilidad ibid.).
Esta nica idea
no
se desarroll
en
un
vaco intelec
tual. Surgi como respuesta al extremismo violento de
la Guer~ivil norteamericana. Estos pensadores reac
cionaban contra la oposicin arraigada, la certeza abso
luta de los adversarios de la justeza de
su
causa,la abso
luta intolerancia hacia quienes tuvieran convicciones
antagnicas: una intolerancia que, con frecuencia,
pona
a los miembros
de una
misma familia
uno en
-
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46 1 EL BUSO DEL M L
contra del otro. Esta mentalidad rgida llev a una vio
lencia sangrienta. Era una mentalidad de contrastes
absolutos, de un mundo
de
blanco o negro en el que
no
exista la posibilidad de negociacin o de acuerdo
mutuo. Holmes pele en la Guerra Civil y recibi varias
heridas graves. James tena un hermano que casi muri
en la guerra. Dewey era
un
muchacho durante lague
rra, pero su padre pele en ella. Peirce, sin embargo,
tema ser reclutado. Utiliz la influencia de su padre
para asegurarse
una
posicin en la Guardia Costera de
los Estados Unidos y consigui as evitar la conscrip
ci6n.) Sin embargo, la conciencia de la Guerra Civil
influy a
toda
una
generacin.
La
tesis de Menand es
que los pensadores pragmticos se dedicaron a desarro
llar una forma de pensamiento ms flexible, abierta,
empricay falible que evitara todo tipo de absolutismo,
oposiciones binarias rotundas y extremismo violento.
Asimismo, al hacerlo en forma individual y colectiva
ayudaron a reconfigurar las maneras en que los nor-
teamericanos pensaban
y
actuaban.
.Creo que Menand est bsicamente en lo correcto
en la forma en que enfoca la contextualizacin hist
rica del movimiento pragmtico. Solemos pensar
que
los filsofos estn de cierta forma divorciados de la
historia,
como
si de hecho entablaran una conversa
cin eterna entre ellos a travs de los siglos; Hubo fil
sofos que caracterizaron la filosofa
de
esta manera,
El
H
O
QUE
DE MENT LID DES
1 47
pero los pragmticos rechazaron esta concepcin ahis
trica de la filosofa. Dewey,
por
ejemplo, siempre sos
tuvo que la filosofa responde y debera .responder)
a los conflictos ms profundos de su tiempo. Menand
escribi
el
tipo
de historia intelectual
que
refleja la
visin de Dewey sobre el arraigo cultural de la espe
culacin filosfica
y
muestra
una
comprensin mucho
ms elocuente y vvida del papel que desempe este
movimiento
en reformular la mentalidad de la vida
norteamericana. l enfoque de Menand tiene otro
mrito. Nos ayuda a ver que cuando los pragmticos
atacaban crticamente el absolutismo, cuando busca
ban
desacreditar la bsqueda de
la
certeza,
cuando
defendan un universo abierto en el que tanto el azar
como la contingencia son irreductibles, no les intere
saban exclusivamente las cuestiones epistemolgicas
y
metafsicas abstractas. Por el contrario, estaban tra
tando de resolver temas prcticos, polticosy ticos con
los que la gente comn debe enfrentarse a diario. Los
persegua el recuerdo de
la
forma en que
el
conflicto
entre los absolutos haba conducido a
una
violencia
tan-sangrienta.Queran dekrrollar una forma de pen
samiento una nuevamental idad-que fuera una alter
nativa a todas las formas de extremismo ideolgico
arraigado y que tambin fuera capaz de superarlas.
. En todos los filsofos pragmticos, encontramos un
ataque multifactico constante contra lo que Dewey
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48 1 EL BUSO DEL M L
llam la bsqueda de la certeza': No son slo los ide
logos y los fanticos los que afirman vivir de acuerdo
con una certeza absoluta. Deweypensaba que esta bs
queda de la certeza haba sido uno de los objetivos ms
bsicos de la tradicin filosfica occidental
y
la rela
cionaba con
una
bsqueda de la
seguridad
un ntento
de escaparle a la contingencia, la incerteza y la ambi
valencia de la vida cotidiana. Muchos filsofos tradi
cionales tendan a valorar lo que es eterno, fijo, estable
y necesario, y a denigrar lo que
est
en
transicin, lo
cambiante, lo contingente y lo peligroso. Sin embargo,
no
se
puede
escapar del peligro , de las vicisitudes
de la existencia. Adems, no estamos ni a merced de
las fuerzas
que
siempre operan a nuestras espaldas,
ni
tampoco
podemos controlar por completo nues
tros destinos. Dewey, al igual que los otros pragmti
cos, busc desenmascarar la arrogancia de aquellos
que
pensaban que podan anticipar, manipular y con
trolar todas la contingencias inesperadas. Todos los
pragmticos
rechazaron las
doctrinas
del determi
nismo
mecnico que n dejan espacio
para
la liber
tad
y la
agencia humana genuinas. Pero tambin fue
ron igualmente crticos del voluntarismo gratuito: la
creencia de que podemos provocar cambios importan
tes en el mundo slo con desearlos. La tarea pragm
tica principal es desarrollar aquellas ideas, y lo que es
ms, aquellos hbitos y prcticas crticos y flexibles que
:
.
.~
El CHOQUE DEMENT LID DES I 49
nos permitirn lidiar con lo inesperad y lo imprede
cible de manera inteligente y reflexiva.
Deweyacu la frase la teora del espectadorcomo
teora del conocimiento . Sostena que muchos fil
sofos tradicionales y modernos estaban dominados
por metforas visualesy que tendan a abordar el cono
cimiento como una forma de visin pasiva o de con
templacin. El experimento intelectual de situar a los
seres humanos como
agentes y n
como espectadores
pasivos~s decir, agentes que
ya
estn viviendo su expe
riencia y conformndola en sus transacciones con su
mundo
es
parte integral del cambio de mentalidad
que l y los otros pragmticos buscaron desarrollar.
Dewey, como los otros pragmticos, se mostraba escp
tico respecto de las soluciones utpicas radicales
y
dudaba de la idea de la revolucin total. Pero estaba
comprometido con una
permanente
reforma social
radical. Durante toda
su
larga vida, su inters funda
mental se centr
en la
na
turaleza y en el destino
de
la
democracia. Senta que las ms grandes amenazas a
la democrad.la
norteamericana eran internas
:
ame-
nazas en las qile el pbl ico era manipulado
por
pode
rosos
grupos
de intereses creados. Le preocupaba el
eclipse de lo pblico'', el eclipse de
un
pblico infor
mado en el
que
existe la
comunicacin
abierta, el
debate
y
la deliberacin. Dewey advirti sobre la ame
naza
a la democracia como consecuencia del creci-
-
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5
EL
BUSO
DEL
M L
miento
y la
difusin de la ''mentalidad corporativa :
mentalidad que ha cobrado dimensiones mundiales
en nuestra poca:
a
mente empresarial, con su propia conversacin
y
su propio lenguaje, sus propios intereses, sus propios
grupos ntimos en los que los hombres que compar
ten esta forma de pensar determinan colectivamente
el tono de la sociedad en general,
as
como el gobierno
de la sociedad industrial. [... ] En la actualidad, esta
mos ante un estado de corporativismo mental y moral
que, aun sin estatus moral o jurdico, no tiene para
lelo en la historia (Dewey,
1930: 41).
Segn Dewey, la democracia
no
es slo
un
conjunto
de instituciones, procedimientos electorales formales,
o incluso garanta legal de derechos. Estos aspectos son
importantes, pero requieren una cultura de prctic s
cooperativas democrticas cotidianas para insuflarles
vida y significado. De otra forma, las instituciones y
los procedimientos estn en peligro
detornarse
hue
cos y perder sentido. a democracia es una forma de
vida': un ideal tico que exigeun cuidado ctivo y
cons-
tante Y si no trabajamos
para
crear
y
recrear la demo
cracia,
no
hay garanta de que .sobreviva. a demo
cracia implica
una fe
reflexiva en la capacidad
de
todos
los seres humanos de emitir juicios, deliberar y actuar
EL
HOQUE
DE MENT LID DES 5
en forma inteligente si
se
dan las condiciones socia
les, educativas
y
econmicas apropiadas. Cuando
Dewey celebr su octogsimo aniversario, dio una
charla titulada Democracia creativa: la tarea por
delante , en la que trazaba su visin de
una
verdadera
sociedad democrtica:
Comparada con otras formas de vida, la democra
cia es la nica forma de vivir que cree profunda
mente en el proceso de la experiencia como fin y
como medio [ ... ]y que libera emociones, necesida
des y deseos para dar origen a cosas que no existan
. en el pasado. Pues cada forma de vida que fracasa
en su democracia limita los contactos, los intercam
bios, las comunicaciones
y
las interacciones a
tra-
vs de las cuales la experiencia se estabiliza y a la
vez se ampla
y
se enriquece. a tarea de esta libera
cin y enriquecimiento debe llevarse a cabo da a
da. Como
no
puede terminar hasta que la experien
cia misma llegue a su fin, la tarea de la democracia
es siempre la de la creacin de una experiencia ms
libre y humana, que
todos\ompartimos
y a la que
todos contribuimos (Dewey, 1988: 229-230).
Dewey entenda que en los perodos de gran incerti
dumbre, ansiedad
y
miedo hay una necesidad impe
riosa de certeza
y absolutos morales. En esos
mamen
-
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8/17
5 EL ABUSO DH MAL
tos,
puede
haber una bsqueda desesperada de con
suelo metafsico y religioso. Pero a esto precisamente
debemos
resistirnos
ya que dicho consuelo se basa en
ilusiones. Ms aun, tal como
ya
haba subrayado Peirce,
esta apelacin a los absolutos obstaculiza el camino
hacia la indagacin abierta
y el
pensamiento original.
Los pragmticos desenmascararon y atacaron
con
dureza la apelacin seductora pero equivocada a
los
absolutos, la certeza, las bases engaosas y los opues
tos simplistas. No obstante, su mayor logro fue desa
rrollar una alternativa crtica viable y falible.
Hilary Putnam, una de las ms importantes filso
fa~
~ctuales,
muy
identificada con la tradicin prag
matica, asegura que el pragmatismo es una forma de
pe.nsamiento que implica un conjunto de tesis esgri
midas de modo muy diferente por distintos filsofos
con preocupaciones dismiles':
Putnam
resume as las
tesis principales:
1)
antiescepticismo:
los
pragmticos sostienen
que
la
duda
requiere
tanto
de justificacin como
de
creencia[
..
];
(2)
falibilismo: los pragmticos ase
guran que
nun
a
podr
tenerse la garanta metaf
sica de que tal y cual creencia jams precisar ser
r~visada (el que se pueda ser falibilista
y
antiescp
t1co .es
tal vez a contribucin ms original del prag
matismo
norteamericano);
(3) que
no existe una
EL CHOQUE DE
MENTALIDADES 1
5
dicotoma fundamental entre hechos y valores'';
y
por
ltimo,
que en
cierto sentido, la prctica
es
esencial en la filosofa (Putnam,
1994: 152).
Peirce cuestion sistemticamente
la
idea del funda
cionalismo metafsico
y
epistemolgico tan esencial,
segn l, para muchos filsofos: el sueo o la pesadi
lla de descubrir de
una
vez y para siempre un funda
mento incorregible
que
podra servir de base para cons
truir
el edificio del conocimiento. Existen profundas
razones filosficas, religiosas, sociales
y
psicolgicas
para
esta bsqueda de fundamentos slidos
y
verda
des incorregibles. Ms que ningn otro pensador, Des
cartes retrat en forma vvida lo que consideraba omo
el
clebre dilema
o
esto o aquello : O slidos funda
mentos y conocimiento indudable, o un pantano de
opiniones sin fundamento ni razn. En
una
ocasin,
califiqu este
dilema
como (
-
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9/17
5
1 f l
ABUSO
EL MAL
donde nada es fijo
y
determinado; donde,
para
utili
zar su escalofriante metfora, estamos
en un
mar en que
no
podemos tocarel fondo
ni
mantenernos en
la
super
ficie. Esta ansiedad
ha
perseguido el pensamiento aca
dmico y
popular
hasta el da de hoy
y
puede asumir
muchas formas diferentes.De hecho, creo que los que
en
la
actualidad aseveran certezas morales o religio
sas
para
dividir al
mundo
entre las fuerzas del bien
y
las fuerzas del mal estn,
en
verdad, determinados
por
esta ansiedad cartesiana. Ello se debe a que,
para
sos
tener sus convicciones morales y polticas,
reivindi-
c n el tipo de certeza que Descartes reivindicaba para
su fundamento indudable. Tambin utilizan el clebre
((o
esto o aquello
cuando
atacan a sus oponentes, ya
que sostienen que la nica alternativa a los fundamen
tos slidos
y
a las certezas morales
es
perderse
en un
lodazal de op iniones relativistas.
Sin embargo, los pensadores pragmticos se distin
guieron
por
rechazar el dilema o esto o aquello'~
La
disyuncin exclusiva: certeza absoluta relativismo
-
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10/17
1
56 1
El
ABUSO OEL MAL
incluso abandonadas. Y el proceso autocorrectivo
requiere una comunidadcrtic de investig dores.Peirce
ampli esta
nocin
de investigacin autocorrectiva a
la propia filosofa. Pero fueron James y en especial,
Dewey quienes se propusieron demostrar la importan
cia plena del falibilismo para la investigacin moral, .
social y poltica en una sociedad democrtica. A su vez,
el enfoque de Holmes del derecho est imbuido de una
tica falibilista
que
se abstiene de todo
tipo
de princi
pios absolutos. En l derecho consuetudinario Holmes
afirm: La vida del derecho no ha sido la lgica; ha
sido la experiencia,, (citado en Menand,
2001: 341).
El falibilismo,
en
su
sentido ms slido,
no
es
una
doctr ina epistemolgica elitista,
sino
un conjunto de
virtudes
-de
prcticas-'-que deben ser cuidadosamente
fomentadas en comunidades crticas. Una orientacin
falibilista requiere la disposicin genuina a probar nues
tras ideas en pblico
y
a escuchar
con
atencin a quie
nes las critican. Precisa la imaginacin para formular
nuevas hiptesis yconjeturas, ysometerlas a una rigu
rosa verificacin
y
critica pblicas
por
parte de la
comu
nidad de investigadores.
El
falibilismo necesita una alta
tolerancia a la ince~tidumbrey
el
valor de revisar, modi
ficar
y
abandonarnuestras creencias ms caras cuando
stas han sido refutadas.
El
falibilismo slido requiere
lo queKarlPopper (tambin influidopor Peitce) llam
la sociedad abierta': Por eso,
el
falibilismo implica ms
EL HOQUE DE MENTALIDA
DES
1 7
que una mnima tolerancia de aquellos
que
disienten
con
nosotros y cuestionan nuestras ideas. Debemos
enfrentarlos
y
buscar responder a sus crticas
y
obje
ciones, y esto requiere respeto mutuo.
La mentalidad falibilista nos permite apreciar a qu
se
refiere Putnani cuando atribuye a los pragmticos
la tesis deque no hayuna dicotoma fundamental entre
'hechos'
y
'valores';
y
la tesis de que, en cierto modo, la
prctica es esencial a la filosofia,,.
1
Refutar la
idea
de una
l
h h 1
dicotomi fundamenta entre ec os
y
va ores no
significa refutar la idea de que los hechos existen y de
que los hechos objetivos son muy importantes para
cualquier investigacin. Ms bien,
Putnam
busca
enfa
tizar las formas
eu
las que nuestros interesesy valores
determinan lo que .asumimos como hechos en un con
texto determinado. Asimismo,
una
mentalidad falibi
lista cobra signifkado y es efectiva slo cuando se
torna
concreta en nuestras prcticas cotidianas.
Los pragmticos saban lo difcil que es cultivar y
sostener una mental idad falibilista, ya que no
se
pro
du c~
con
hablar sobr~ ella o deseada; ~l fali~ilismo
se convierte
en
una realidad concreta solo si logra
mos desarrollar las prcticas y los hbitos crticos y
correctos en una sociedad democrtica. sta es
una
1
Vase la
cr
tica
de
.
Putnam 20 0 2)
a la
dic
otomia entre hechos
yv
.alores.
-
7/25/2019 El choque de mentalidades. El anhelo de absolutos frente al f alibilismo pragmtico
11/17
8 I El ABUSO EL MAl
tarea permanente que
no
tiene fin. El inters en la edu-
cacin.que Dewey cultiv
toda
su vida, en especial la
educacin de los jvenes, estaba motivado por su con-
viccin acerca
de
la importancia del papel de la escuela
en
la formacin de una mental idad falibilista.
Ahora estamos en mejores condiciones de compren-
der
a
qu
se refiere Putnam cuando pone de relieve la
contribucin pragmtica de que se puede ser falibilista
yantiescptico. Cuando Putnamhabla de escepticismo,
se
refiere a la doctrina filosficaque cuestiona la posi-
bilid d misma del conocimiento. Pero
el
falibilismo no
es
escepticismo en ese sentido, ya que
no
plantea dudas
escpticas sobre la posibilidad del conocimiento
en
s. Por el contrario, su intencin es revelar las caracte-
rsticas esenciales de lo que constituye el conocimiento
legtimo, incluidos tanto el sentido comn como el
conocimiento cientfico. Sin embargo,
el
falibilismo
de
hecho plantea dudas sobre la posibilidad en
s
del cono-
cimiento absoluto incorregible. Los pragmticosno afir-
man
que la idea
de
dicho conocimiento absoluto
es
un
objetivo deseable, sino que los seres
humanos
finitos
jams
podrn lograrlo. Ellos proponen una teora
mucho ms contundente que constituye
un
verdadero
reto:
la
idea
en
sde
un
conocimiento absoluto
incorre
-
gible
es
incoherente. Por lo tanto, el falibilismo
no
sig-
~ifica perder las esperanzas en cuanto a la posibilidad
de obtener conocimiento> sino que busca explicar cmo
EL CHOQUE DE MENTAll D
ADES
9
podemos asegurar
las
reivindicaciones de conocimiento
garantizadas y as, progresar en
nuestras
investiga-
c10nes.
A diferencia de
la
doctrina filosfica del escepti-
cismo epistemolgico, existe
un
sentido ms
comn
del concepto escepticismo , de tal forma que incluso
puede hablarse del escepticismo falibilista. enand
describe en forma
sucinta
la virtud
liberadora del
escepticismo falibilista que defendieron los pensado-
res pragmticos:
Lo fundamental de su enseanza fue la creencia
de
que
las ideas jams deberan
con
vertirse
en
ideolo-
gas, ya sea para justificar el st tu quo o dictaminar
algn imperativo trascendente para renunciar a l.
Desde distintos puntos de vista, sta fue
una
acti-
tud liberadora y explica la popularidad de que goza-
ron
Holmes,James y Dewey (Peirce fue un caso espe-
cial) durante su vida) y tambin el efecto que tuvieron
sobrct~da una generacin dejueces) maestros,perio-
distas, filsofos, psiclogos, cientficos sociales,pro-
fesores de derecho e incluso poetas. Ensearon un
tipo de escepticismo que ayudaba a la gente a lidiar
con
la
vida
en una sociedad de masas, comercial,
industrializaday heterognea; una sociedaden la
que
los vnculos humanos ms antiguos de la costum-
bre
y la
comunidad
parecan tener cada vez
menos
-
7/25/2019 El choque de mentalidades. El anhelo de absolutos frente al f alibilismo pragmtico
12/17
6 1 EL ~USO EL
M L
peso, y eran reemplazados por redes ms imperso
nales de
compromiso
y autoridad. [ ] Holmes,
James, Peirce
y
Dewey contribuyeron a liberar el
p.ensamiento de la esclavitud de las ideologas ofi
ciales, de Ja iglesia o el Estado, e incluso de la aca
demia. Sin embargo, implcito en sus escritos, tam
bin haba un reconocimiento
de
los lmites del
pensamiento en la lucha
por aumentar
la felicidad
humana
(Menand, 2001: xu).
Hay otro
tema caracterstico de la mentalidad falibi
lista pragmtica. William James fue el primer filsofo
que
dignific el trmino pluralismo al titular
uno
de
sus ltimos libros n
universo
pluralista. No existe un
nico sistema, ninguna filosofa que lo abarque todo,
qu~ subsista para toda la eternidad.El universo es
plu-
rahsta, y como agentes finitos, tenemos perspectivas
mltiples y limitadas para lidiar con este universo.
James sostena que los filsofos con frecuencia tienden
a sustituir la densa red de pluralidad de la vidamisma
con sus prolijas.abstracciones elitistas. Pocos filsofos
han igualado la capacidad de James de describir, pro
vocar
y
celebrar la pluralidad
y
las variedades concre
tas de la vida humana.
. Los pragmticos tambin anticiparon la importan
cia de lo
que
luego se convertira en un hecho abru
mador de la vida actual: la pluralidad de diferencias
EL CHOQUE
E
MEN TALID D
ES
1 61
culturales, tnicas
y
religiosas. Cuando James dict sus
conferencias en Oxford en 1908, que luego se publica
ron con el ttulo n
universo pluralista
dos jvenes
norteamericanos
estaban entre el pblico:
Horace
Kallen,
un
judo-norteamericano,
y
Alain Locke, el pri
mer
afroamericano en convertirse en becario Rho
des, que haban trabado amistad durante sus das como
estudiantes en Harvard. La visin del pluralismo de
James los influy profundamente y buscaron aplicar
sus ideas para articular la nocin de pluralismo cul
tural , expresin acuada
por
el propio Horace Kallen.
A su vez, la defensa de Kallen del pluralismo cultural
condujo a una animada discusin entre muchos de los
que haban sido formados en
la
mentalidad pragm
tica, entre ellos Alain Locke, W E. B Du Bois (otro
alumno de James) y Randolph Bourne. Dado que el
antisemitismo y el racismo eran
tan
comunes en los
Estados Unidos en aquel tiempo, haba una imperiosa
motivacin
prctica en
el esfuerzo pragmtico por dsa
rrollar
una
concepcin viable de pluralismo cultural.
Los pensadores pragmticos defendieron el
(
plura-
lismo cultural como norma e ideal al producirse una
explosin de xenofobia en los Estados Unidos. En la
dcada de
1920,
el Congreso promulg leyes de inmi
gracin muy restrictivas para impedir la entrada de
extranjeros indeseables'~ Estas leyes estaban ('justifi
cadas por apelaciones seudocientficas a la eugenesia,
-
7/25/2019 El choque de mentalidades. El anhelo de absolutos frente al f alibilismo pragmtico
13/17
6
El BUSO DEL M L
con
el propsito
de mantener
al pas racialmente
puro':
2
Una
vez
ms, los pragmticos se encontraron
combatiendo una mentalidad absoluta perniciosa, que
divida al
mundo entre nosotros, los norteamerica-
l
. d b l
os
y
os extranJeros m esea
es
.
Dado
que no slo
hay
identidades individuales
y
colectivas distintas y cambiantes, sino tambin anta
gnicas y en pugna, el problema de la tolerancia a las
diferencias se ha tornado particularmente acuciante
en la vida actual. Vivimos en una era en la que existen
tendencias poderosas hacia la globalizacin. No obs
tante, esta globalizacin aumenta nuestra conciencia
de la heterogeneidad y las diferencias, mientras que en
todo
el mundo
explotan las tensiones y las hostilida
des entre distintos grupos culturales, religiosos y tni
cos. En los ltimos cincuenta aos, muchos pensado
res fueron muy conscientes de la importancia de la
diferencia, la otredad, la alteridad
y
la inconmensura
bilidad. Hay algo sumamente importante en esta nueva
conciencia, pero tambin algo excesivo
y perturba-
dor. Hay una reaccin legtima a lo que James llam
''intelectualismo
y
lo que a veces ha dado en llamarse
universalismo abstracto'~ un tipo de universalismo
que es insensible a la particularidad y
el
pluralismo.
2 Vase la discusin
de
Menand (20n: cap. 14, Pluralisms ) sobre
los debates en torn o al pluralismo cultural.
EL
HOQUE DE MENT llD D
ES
63
Los grupos tnicos, culturales y religiosos que sienten
amenazada su propia identidad en nombre de algn
ideal presumiblemente universal, han opuesto una gran
resistencia a la asimilacin. Estos ideales llamados uni
versales en realidad enmascaran segn se afirma- los
prejuicios
de
un grupo dominante y poderoso. As,
en nombre de la apertura y la tolerancia,,, lo que hay
es una intolerancia disfrazada. Esperamos que los otros
sean
y
acten igual que nosotros,
y
que adopten
y
acep
ten nuestras
normas
y valores. Emmanuel Levinas
tiene razn cuando afirma que hay una arraigada ten
dencia en
el
pensamiento occidental a trata r de asi
m)lar al ((otro a lo mismo,,, a borrar la singularidad
ce la otredad del otro. Se refiere a esta tendencia como
imperialismo ontolgico , y cuando lo hace,
no
est
utilizando una metfora muerta, ya que la misma
lgica funciona en
el
imperialismo poltico, econ
mico y cultural.
Sin embargo, tambin debemos estar alertas a la cele
bracin excesiv de la diferencia, la otredad y la alteri
dad. No todas las formas de diferencia son deseables
o bienvenidas; debemos oponernos con firmeza a algu
nas, en especial a aquellas que buscan socavar o eli
minar la plura lidad genuina. Por lo tanto,
es
preciso
desarrollar
una
actitud falibilista
crtic
hacia las dife
rencias culturales, distinguiendo entre aquellas que
deben ser bienvenidas y adoptadas en
una
sociedad
-
7/25/2019 El choque de mentalidades. El anhelo de absolutos frente al f alibilismo pragmtico
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64 1
El
BU
SO
OH M L
pluralista
y
aquellas que amenazan la existencia misma
de dich~ sociedad. En este caso, tambin creo que una
mentalidad pragmtica ayuda a superar la dicotoma
engaosa entre
el
universalismo abstracto y una cele
bracin acrtica de la singularidady la diferencia. Aun
que los pragmticos hacen hincapi
en
la
pluralidad
la diferencia
y
la otredad, nunca fueron culpables
d~
lo que Karl Popper llam una vez
el
mito del marco
Este mito dice que somos prisioneros atrapados en el
marco .de nuestras propias teoras, culturas, valores
y
lengua
e
de tal forma que
no
podemos comunicarnos
con aquellos que estn dentro de marcos radical
mente,, diferentes e inconmensurables.
El
mito del
marco lleva directamente al tipo de relativismo ~
socava la evaluacin crtica de
las
prcticas culturales
plurales. Los pragmticos defendieron sistemtica
mente elpluralismo comprometido una orientacin en
la que reconocemos l que es diferente de nosotros,
pero buscamos comprenderlo y relacionarnos con ello
en forma crtica.3
En contraste con el mito del marco, que trata
las
dife
rentes culturas e idiomas como si fuesen sistemas
por
completo cerrados
y
contenidos en
s
mismos, los prag-
3
An.alizo el
mito
del marco en mi libro de
1983,
el pluralismo
comp:ometido
en
el apndice titulado
El
pragmatismo
y la
sanacin de las heridas': del libro publicado
en 1991.
. I
EL CHOQUE
DE
MENT LID DES l 65
mticos sostenan
que
siempre es posible
ir
ms all y
ampliar nuestro horizonte limitado. Lo hacemos a tra
vs
del encuentro dialgico en lo otro
y
lo diferente.
La
incapacidad
para
relacionarse con lo extrao
y
lo
ajeno es
un
fracaso
prctico
un fracaso de la imagina
cin
y
un
fracaso del esfuerzo por comprender aque
llo
que
es distinto de nosotros.
Pluralismo no es relati-
vismo.Como corolario de la afirmacin de Putnam de
que los pragmticos crearon un falibilismo antiescp
tico, yo agregara que tambin desarrollaron
un
plu-
ralismo antirrelativista.
El
pluralismo comprometido
es
el
opuesto
mismo
al relativismo. Nos exige
un
gran
esfuerzo para comprender
en
forma cabal lo
otro y
lo
diferente de nosotros. Requiere hacer la
crtica
de nues
tros propios puntos de vista, as como los
de
las per
sonas con quienes nos relacionamos.
Para completar este retrato
de la mentalidad del.fali
bilismo pragmtico, quisiera examinar un ltimo tema
necesario para comprender su naturaleza esencial.
Se
trata de la centralidad de las nociones de casualidad y
contingencia. Peirce introdujo una visin positiva del
azar. Durante su vida antes del descubrimiento de la
fsica cuntica- muchos filsofos y cientficos acepta
ron alguna versin de determinismo mecanicista, que
no dejaba lugar
para
el azar. Se presuma que las leyes
de la naturaleza eran tales que todo lo que sucede es
determinado absolutamente
por
estas leyes. Desde esta
-
7/25/2019 El choque de mentalidades. El anhelo de absolutos frente al f alibilismo pragmtico
15/17
66
EL
BUSO EL M L
perspectiva,
el
azar es slo un nombre para nuestra
ignorancia de estas leyes. Si las conociramos todas,
veramos que lo que parece serazar est, de hecho, ple
namente determinado. El cientfico francs Pierre
Simon Laplace, que declar que ('debemos [ ] ima
ginar el estado actual del universo como el efecto de
su estado anterior
y
la causa del estado que sobreven
dr': hizo una de las declaraciones ms famosas de esta
filosofa del determinismo.
Una inteligencia tal que, por
un momento
deter
minado, pudiera conocer todas las fuerzas que ani
man
la naturaleza y la situacin respectiva de los
seres que la componen; si, ms aun, fuese
lo
sufi
cientemente vasta
para
presentar estos datos para
su
anlisis; y si pudiera abarcar
en
la misma fr
mula los movimientos de los cuerpos ms gran
des del universo y los del
tomo
ms liviano, nada
sera incierto para ella,
y tanto
el futuro como el
pasado se presentaran ante sus ojos ( citado en
Menand, 2001:
196).
Peirce sostena que esta nocin de determinismo no
era
ni
un presupuesto ni
una
conclusin justificada de
la investigacin cientfica
en
sL Era un prejuicio a priori
injustificado, por completo injustificado por la prc
tica real de la ciencia emprica. De hecho, Peirce afir-
EL
CHOQUE E MENT LID DES 67
maba que las leyes cientficas en s no son absoluta
mente precisas y determinadas. Al decir de Menand:
Si las leyes cientficas no son absolutamente preci
sas, entonces la terminologa cientfica debe com
prenderse de una nueva forma. Trminos como
''causa y efecto': certeza y ''azar': incluso dura
y ''blanda no pueq.en entenderse como nombres
para entidades o propiedades fijas y discretas. Deben
considerarse como puntos de partida en una curva
de posibilidades, como conjeturas o predicciones
ms que como conclusiones. De otra forma, los cien-
\ f icos corren
el
riesgo' de reificar sus conceptos, de
imputar una esencia invariable a los fenmenos que
estn en
un
continuo estado de fluidez. Peirce fue
el primer cientfico que percibi todas las implica
ciones de
este problema
y su
filosofa [ ] est obse
sionada con ello.
El
problema se reduce a esta pre
gunta: qu significa decir que una proposicin
verdadera en un mundo siempre
es
susceptible de
una cierta desviacin ? ibid.:
3 ).
Esta ('desviacin , esta
re lid d
positiva del azar es
un
elemento bsico del universo. Peirce lo llamaba
tiquismo , basndose en la acepcin griega de azar.
En uno de sus ensayos ms especulativos, Una con
jetura para
el
acertijo (indito en vida), afirma:
-
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16/17
68 EL BUSO
DEL M L
Llegamos, entonces, a esta conclusin: la confor
midad
ala
ley existe slo dentro de
un
margen limi
tado de acontecimientos,
y
aun all no es perfecta,
pues un elemento de espontaneidad pura u origina
lidad anrquica se mezcla, o
al
menos puede supo
nerse que se mezcla, con la ley en todas partes. Por
otra parte, la conformidad con la ley es un hecho
que requiere ser explicado,y dado que
la
ley en gene
ral no puede explicarse
por una
ley en particular,
la explicacin debe consistir en mostrar cmo la ley
se desarrolla a partir del puro azar, irregularidad e
indeterminacin. [
] De acuerdo con esto, hay t ~
elementos activos en el mundo: primero,
el
azar;)
segundo, la ley; tercero, la formacin de hbitos.
Tal es nuestra conjetura del secreto de la esfinge
(Peirce, 1992: 276-277).
Peirce siempre sostuvo que no podemos compren
der las leyes de la naturaleza a menos que considere
mos el papel positivo del azar: que es un elemento':
bsico e irreducible, activo en un mundo dinmico.
Como de costumbre, en sus especulaciones sobre este
papel del azar en
el
universo, a Peirce le interesaba acla
rar
la naturaleza de la ciencia emprica y el papel que
desempeaba la
probabilidad estadstica
en
la expli
cacin cientfica. James y Dewey buscaron humanizar
la contribucin de Peirce y remarcar sus ricas implica-
ECHOQUE DE ME NT LID ES 69
dones ticas y polticas. El mundo en que vivimos es
un universo
i3.bierto
en el
que
existen el verdadero
azar, la suert~ y la contingencia. Esta ltima es una
fuente tanto de dicha como de tragedia; nos enfrenta
con
una
oportunidady
un
desafo.
Los
agentes huma
nos pueden marcar
la diferencia al influir sobre el
mundo, aunque hacerlo en forma inteligente requiere
una investigacin sostenida y rigurosa. El que exis
tan
el azar y la contingencia tambin significa que nunca
podemos anticipar del todo lo
que
suceder. Esto
refuerza la necesidad de desarrollar prcticas y hbi
tos crticos y flexibles que puedan ayudarnos a lidiar
con contingencias inesperadas.
Los pragmticos, y en particular Dewey, son acusa
dos a veces de ser ingenuamente optimistas acerca de
lo que se puede hacer y lograr. Pero cuando el propio
Dewey se dedic a lo que l llam metafsica, como el
estudio del mundo existencial en el que vivimos': nos
dijo que hay
una buena
razn para apelar a las des
gracias y los errores como evidencia de la naturaleza
precaria del mundo:'
El hombre se da cuenta de que vive en un mundo
aleatorio; su existencia implica una apuesta, para
decirlo sin rodeos. El mundo es un escenario de
riesgo; es incierto, inestable, asombrosamente ines
table. Sus peligros son irregulares, inconstante
s, no
-
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7
1 EL
BUSO
EL M
l
confiables en cuanto a sus momentos y estaciones.
La plaga> el hambre, la prdida
e
las cosechas,
Ia
enfermedad, la muerte, la derrota
en
batalla estn
siempre a la vuelta de la esquina, as como lo estn
la abundancia, la fortaleza> la victoria, el festival
y
la
cancin. La suerte es proverbialmente buena
y
mala
en su distribucin Dewey, 98 :
278).
Nunca podemos controlar por completo nuestros des-
tinos o anticiparnos plenamente a contingencias ines-
peradas, pero podemos aprender a responder en forma
inteligente. Por eso, la mentalidad del falibilismo prag-
mtico no es ni optimista ni pesimista: es
prctica
y
realista