El Color en La Arquitectura Contemporanea

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    EL COLOR EN LA ARQUITECTURA CONTEMPORNEA.de pantones, colorantes alimentarios, pxeles y dems asunciones plausibles de la realidad.Publicado en la revista PH n67. 2008

    Carlos Tapia

    Los atomistas antiguos Demcrito, Epicuro, Lucrecio- pensaban que unos entes pequesimos, los corpsculos,penetraban de verdad en nuestro ojo. [] Es como si un objeto natural penetrase de verdad en nuestro ojo! En el actomismo de nuestro conocimiento, sea como sea, hay siempre algo fundamentalmente irreversible. Ren Thom.Parbolas y Catstrofes.

    Todo relato se basa en una cierta problemtica desatada. Los hechos sitos en ese relato sonrespuestas a un cierto tipo de preguntas, dejando otras sin enunciar y, por tanto, sin contestar.

    Las preguntas que yo me formular a la cuestin del argumento color en la arquitectura actual,se ceirn a un extremo para recorrer el campo por esa banda, sin tratar de colocarnos entodas las posiciones a un tiempo. Si se tratara de generar un estado de la cuestin, se incurriraen la imprecisin de dotar de sentido nico a un mundo que se define por su multiplicidad dediagnsticos, y no digamos de formas de aparicin. La pregunta, pues, podra definirse como,dnde el color es un argumento para una accin arquitectnica que pudiera explicitar

    anticipadamente su tiempo? A tenor del trabajo que hemos realizado sobre las basesconstituyentes de la proyectacin contempornea, pocos resultados hemos obtenido por la vadel color como argumento proyectual primordial. Pero, podemos decir ya, que las aperturas porlo que el color proporciona junto a otras variables, asumiendo una posicin extraada ypatolgica, antes que complaciente con un marco conceptual, psicolgico o significante, son deuna productividad extraordinaria as como coadyuvante para administrar lo que nos deja vernuestro presente mientras se mira a s mismo.

    Conviene sealar que no por hablar de nuestra poca, que muchos se empean en nombrar ytantos otros en zafarse del nombre, es concebible la injerencia en el problema sin recibir lacarga de temporalidades en las que el problema del color se ha entretejido quiasmticamente.Ser modernos hoy, o postmodernos, que sigue siendo una persecucin embutida en unkinetoscopio, con inicios y finales enlazados de una nica escena que se repite, suscita

    excitaciones nerviosas respecto a los trminos que emplea para ordenar su interior. As, hablarde color hoy, no puede desprenderse del todo de antiguas controversias, por ejemplo, entrelnea y color. En el Renacimiento, la lnea, dicha y hecha para la pintura, la escultura y laarquitectura, contorneando forma, representaba abstraccin, clculo y espiritualidad, mientrasque el color, aplicado sin delimitacin rectora previa, promova a la pintura sensualidad, yresponsabilidad a la materia. Naturalmente, no acontecen las polaridades sin su genealgica.Es importante resear en qu consiste el mundo desplegado en formas y colores que comoexterioridad signa nuestra insercin en l, nuestro estar en el mundo, como dira Kant, oarrojados a l, como dira Heidegger. Debe nombrarse a San Agustn, el lector de labiosinmviles, para poder ver que a travs de su obra, segn leemos de Auerbach, la palabra figuraesconde toda la tradicin antigua, donde formahereda los sentidos de lo esttico y lo dinmico,el contorno y la formacin corprea, aplicado al mundo y a la naturaleza en general y a cadauno de sus objetos. Figuratambin sirve al entendimiento de lo externo y sensible, junto conformay colory otros trminos semejantes.

    La dualidad ciencia/espiritualidad se establece como dicotoma y no como relacin siglos mstarde cuando Newton trataba de explicar como ciencia emprica el fenmeno del color porngulos mesurables de refrangibilidad de los rayos de luz acromticos, mientras que Goethe,en su proyecto igualmente cientfico, con pretensiones de equiparacin al del fsico ymatemtico ingls, quiso entender el color en sus propios trminos. Con su Farbenlehre de1810, el enfrentamiento entre ambos se hizo patente y slo la recuperacin del trabajo delautor de Fausto, su teora del color, en la actualidad y en diversos marcos y para diversosfines, ha logrado poner en justo valor la dimensin y alcances que, en otras circunstancias,habran determinado otro discurrir de los tiempos. Esa Farbenlehre, dicho por el historiador delarte y la arquitectura G.C. Argan en su libro sobre Goethe La teoria dei colori, es un primeresbozo de una psicologa de la percepcin. Se tratara de una ciencia del color desde lo

    sensorial, donde el fenmeno es dependiente del observador que se entrelaza en laindividualidad del mismo. El atrevimiento de Goethe consisti, y fracas por ello, en transducir

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    un argumento de un microcosmos, como la percepcin individual, a un macrocosmos comodescripcin del fenmeno. El color, contra la nocin de Aristteles, que lo consideraba uncarcter superficial o accidental, alcanza durante el siglo XX una dimensin profunda, o denoesis, que significa visin intelectual, pensamiento o, desde la fenomenologa de Husserl yMerleau-Ponti, Sartre o Dufrenne, acto intencional de comprensin o intuicin entre el objeto yel sujeto.

    Sin embargo, si algo define nuestro ahora con algo ms de intensidad, es la disolucindefinitiva del par sujeto/objeto y la entrada en prdida de lo fenomenolgico, de la secundidad.No su completa desaparicin, sino la transmutacin en deriva o reconstitucin por insuflo dealientos desde otros rdenes, como las nuevas ciencias. En trminos peirceanos, se mantieneen lo cualitativo del color una primeridad, cuando el mundo se entiende mejor desde laterceridad, es decir, la generalidad de la primeridad tiene la posibilidad de encarnarsetotalmente, disolverse indefinidamente en hbitos no cuestionados. La terceridad lleva lainformacin a la mente o determina la idea y la corporiza. Como en la cita de nuestro inicio,algo cambia cuando el color no es slo percepcin que se aproxima como onda, sino comocorpsculo, cuya materialidad y manejo equivale a otras claves proyectuales como el tiempo, elespacio, el lugar o la forma.

    A partir del entramado dibujado hasta aqu, rpido e intencional, nos situaremos en algunasplataformas de accin arquitectnica que recorren los distintos flujos turbulentos de presentescoetneos pero distinguibles por el entendimiento del color, sea psicolgico, fenomenolgico, osignificante.

    1. Desde la significacin. Alameda de Hrcules, Sevilla. Empleo delcolor como condicin patrimonial, donde el albero es el aglutinante delvnculo social. Al proceso participativo desarrollado para este proyectoque demanda la continuidad de los atributos propios de ese materialhistrico, se le devuelve en clave significante un nico color queinundar pavimento, luminarias, mobiliario urbano, revestir edificiosexistentes, como una ptina de sentido. Sumado a ello, losdesplegados envolventes de cdigos lingsticos clsicos sin

    espacialidad, ironiza en formas y se suma a las lgicas del post que eltndem Lapea/Torres maneja con soltura, como grandesconocedores que son de la obra de Charles Moore. Sobrevolando, lasprgolas del mismo color albero, con inserciones de otro color, sinnombre ni atribucin, como negativos o sombras de lo nico. Comodira Peter Handke, cuando uno observa, y no contempla, se apaganlos colores del mundo.

    2. Desde lo fenomenolgico (y hacia la sinestesia). Edificio HetOosten, msterdam. Steven Holl. Para la neurociencia, un cerebrohumano al nacer lleva una carga bsica de formas para poderreconocer por comparacin, pero fundamentalmente registra por elcolor. El mundo al nacer es propiamente color. A partir de ello,

    mediante la heurstica y las aperturas de la nueva ciencia, lo queemerge como forma es la modulacin de los sentidos, que se vuelvenhpticos para corporeizar pensamiento.

    3. Visibilidad sobre y trans-epidrmicas. Biblioteca Uithof. Utrecht W.Arets. Del arte como mimesis pasamos al arte como creacin y,finalmente, mimesis de mimesis. Juego de tatuajes tautolgico yensimismado que embelesa, en los transvases de los modos de hacerdel arte hacia al arquitectura.

    4. Gestltico-tecnolgico. Comercio en Almere, Holanda.Alsop&Strmer. Recorridos por la gama bsica del espectro de loevidentemente visible impelidos por la gracia novedosa del desarrollo

    tecnolgico. Percepcin al modo de un calibrado de impresin de unaimagen.

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    5. Contra lo gestltico y hacia lo informacional. Mercado de Santa

    Caterina. Barcelona. EMBT arquitectos. De los procesos estticos ogestlticos a los morfolgicos dinmicos en el sentido de Goethe,bildung, formacin, es decir, ver desde lo ya formado y, desde ello,ms all de s mismo.

    6. Arte contra el fenmeno. Museo Guggenheim. Bilbao. F.Gehry. Parasalir del error de la confusin del arte con el fenmeno fsico, BenedettoCroce, retira de la nocin de arte aquella parte que confunde el tocar lapompa de jabn, cuando tratamos de tocar los colores del arco irisinserto en ella. No se trata de admirar el reflejo bauhausiano comomateria, sea hormign o titanio, sino aquello que el arte provee, laimposibilidad de su constructividad, convencionalidad esttica y utilidad.

    7. Textualidad como superposiciones cromticas- infinitas. CentroAronoff. Cincinatti. P.Eisenman. Ms fuera que dentro del espectrovisible, la materia cintica del Aronoff no rezuma sentido, ni sensibilidad,ni significancia. Pura terceridad, mina cada certidumbre, atiende a lo

    inestable de la perdurabilidad, recorriendo complexamente el tiempoaqu contra las nociones del color: leyendo ms lento que la memoria,ms rpido que lo tectnico.

    crditos fotogrficos:

    todas las imgenes son del archivo fotogrfico de Carlos Tapia, salvo el Mercado deSanta Caterina (imag 5.jpg) que ha cedido amablemente Jos Amo Moreno.