EL CORO DE LA CATEDRAL DE VALENCIA (1384 … 347-374... · El coro es uno de los espacios más...

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347 Resumen Este texto ofrece una aproximación al proceso de elaboración de la desaparecida sillería de coro de la catedral de Valencia contratada a los maestros Francesc y Bernat Tosquella en 1384. Se estudia su estructura, decoración y emplazamiento, a partir de la documentación inédita de archivo. Además, se descubre la trayectoria de dichos maestros en el reino de Valencia; su origen foráneo, las obras contratadas, y la in- troducción, a partir de su obra en talla, del repertorio decorativo del gótico interna- cional en Valencia. Por último, se presenta la obra de la sillería del coro de como una de las grandes empresas de la catedral de Valencia de finales del siglo XIV, tanto por los maestros que participaron en su confección y decoración pictórica, la apertura al nuevo vocabulario estilístico, como por la presencia de unos escultores entalladores trabajando de forma estable, y con encargos significativos, en una ciudad que se caracteriza por la práctica ausencia de escultores. Abstract This essay offers an approach to the process for the production of the missing choir stalls in the Valencia cathedral, contracted to the artists Francesc and Bernat Tos- quella in 1384. This article deals their structure, decoration and placement, based upon unpublished documentary soucces. In addition, it discusses the career of the above-mentioned sculptors in the kingdom of Valencia: their foreign origin, their contracted works, and their introduction through their work in wood to the decora- tive vocabulary of the International Gothic in Valencia. Finally, it presents the choir stalls as one of the most significant commissions for Valencia cathedral at the end of the 14th century, due as much to the artists who took part in its confection, pictorial decoration and its opening to a new stylistic vocabulary, as for the presence of the few regularly employed sculptors-carvers with significant responsibilities, in a city here these artistic craft was almost absent. EL CORO DE LA CATEDRAL DE VALENCIA (1384 -1395). LA INTRODUCCIÓN DE NUEVOS ELEMENTOS DECORATIVOS DEL GÓTICO INTERNACIONAL EN VALENCIA Matilde Miquel Juan Museo de Arte de Filadelfia

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ResumenEste texto ofrece una aproximación al proceso de elaboración de la desaparecida sillería de coro de la catedral de Valencia contratada a los maestros Francesc y Bernat Tosquella en 1384. Se estudia su estructura, decoración y emplazamiento, a partir de la documentación inédita de archivo. Además, se descubre la trayectoria de dichos maestros en el reino de Valencia; su origen foráneo, las obras contratadas, y la in-troducción, a partir de su obra en talla, del repertorio decorativo del gótico interna-cional en Valencia. Por último, se presenta la obra de la sillería del coro de como una de las grandes empresas de la catedral de Valencia de finales del siglo xiv, tanto por los maestros que participaron en su confección y decoración pictórica, la apertura al nuevo vocabulario estilístico, como por la presencia de unos escultores entalladores trabajando de forma estable, y con encargos significativos, en una ciudad que se caracteriza por la práctica ausencia de escultores.

AbstractThis essay offers an approach to the process for the production of the missing choir stalls in the Valencia cathedral, contracted to the artists Francesc and Bernat Tos-quella in 1384. This article deals their structure, decoration and placement, based upon unpublished documentary soucces. In addition, it discusses the career of the above-mentioned sculptors in the kingdom of Valencia: their foreign origin, their contracted works, and their introduction through their work in wood to the decora-tive vocabulary of the International Gothic in Valencia. Finally, it presents the choir stalls as one of the most significant commissions for Valencia cathedral at the end of the 14th century, due as much to the artists who took part in its confection, pictorial decoration and its opening to a new stylistic vocabulary, as for the presence of the few regularly employed sculptors-carvers with significant responsibilities, in a city here these artistic craft was almost absent.

EL CORO DE LA CATEDRAL DE VALENCIA (1384 -1395). LA INTRODUCCIÓN DE NUEVOS ELEMENTOS DECORATIVOS DEL GÓTICO INTERNACIONAL EN VALENCIA

Matilde Miquel JuanMuseo de Arte de Filadelfia

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Fig. 1. Silleria Sainte-Capelle Bourges. Actualmente en la iglesia parroquial de Mo-rogues, 1400. Fig. 2. Montbrai, Aloi. Silla episcopal de la catedral de Girona. Museo diocesano. 1351.

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Las grandes obras de la arquitectura medieval han dejado en un segundo lugar significativas empresas realizadas en materiales que no se han conservado,

como la madera o el yeso. En época medieval, y dentro de un contexto religioso, todos los proyectos artísticos estaban supeditados a la liturgia y a la transmi-sión de la fe cristiana y, por lo tanto, se emprendieron solicitando los servicios de los mejores maestros o exigiendo una gran calidad, lo que supuso que obras de arte, hoy en día consideradas de segundo orden, se configuraran como so-bresalientes objetos que desde un primer momento asimilaron nuevos modelos e innovadores estilos. Una de estas actividades es la iniciada en gran parte de las iglesias, catedrales o parroquias del territorio español: la sillería de coro. En España, los primeros coros, situados en la mayoría de los casos en la zona absi-dial del templo, bien bajo el crucero o en el propio presbiterio, datan del siglo xii, pero es realmente durante el siglo xv cuando se asiste a su verdadero momento de esplendor, tanto por el gran número de coros construidos como por la alta maestría y complejidad decorativa e iconográfica que alcanzaron.1 Muchas de estas obras han desaparecido, y se debe recurrir tanto a la labor de archivo para conocer un poco más su historia y los avatares de su realización, como también a la pintura de la época que nos muestra unos ejemplos verdaderamente revela-dores de la evolución de las sillerías de coro en Europa.

El coro es uno de los espacios más importantes de la liturgia cristiana se situaba originariamente en el presbiterio. En época medieval pasó a ubicarse

1. Estudio realizado bajo el marco de las ayudas posdoctorales de la Fundación Española de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Ciencia e Innovación. Sobre las sillerías de coro en España: Kraus 1984; Navascués Palacio 1998; Teijeira Pablos 1999; sáNchez bordóN; Teijeira Pablos; GoNzález-varas ibáñez 2000; Navascués Palacio 2001: 25-41. Al que se suman los estudios sobre el coro y su disposición en relación con la liturgía del periodo bajomedieval, con un amplio repertorio bibliográfico: Carrero Santamaría 1999: 158-161; carrero saNTamaría 2008; carrero saNTamaría: 2009.

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bajo el crucero o el tramo inmediatamente siguiente hacia occidente, con la consiguiente ampliación del área coral como resultado del creciente aumento de canónigos y clérigos de la jerarquía eclesiástica.2 El principal elemento del coro es la sillería, el conjunto de estalos o asientos en los que se sentaba la clerecía de la iglesia o catedral en los oficios y grandes celebraciones o reuniones. Las primi-tivas sillerías eran filas de bancos corridos a lo largo de la pared del ábside, o bien tres grandes sitiales, destinados al obispo y dos dignidades de la jerarquía ecle-siástica. Con el aumento de las ceremonias y el número de canónigos la sillería fue ampliándose y requiriendo de un espacio más amplio, que en el caso español pasó a situarse en el centro del templo. Igualmente se diferenció un asiento más suntuoso y diferente para el obispo colocado en el centro de la sillería.3

El coro de la catedral de Valencia (1384-1395)

Como en la mayoría de los casos hispanos, en la catedral de Valencia existió una primera sillería de coro de época incierta y estructura muy básica que fue susti-tuida por otra a finales del siglo xiv. Esta es la obra que nos proponemos analizar y descubrir. Las noticias indican que desde 1380 el primitivo coro se encontraba en un lamentable estado de conservación,4 y tenemos constancia a través de la documentación de archivo de unos trabajos que se realizaron entre los meses de junio y septiembre de 1382 en el pavimento y portal del coro. Lo más signifi-cativo de estas reformas fue posiblemente la sustitución del antiguo portal por uno nuevo en piedra bajo la dirección del maestro de obras de la catedral, Joan Franch. El nuevo pórtico en piedra requirió de la compra de moldes y cimbras de madera para la bóveda, y en su construcción participaron un nutrido grupo de picapedreros: Martí Jordi, Gabriel Gissona, Pere Romeu, Bartomeu Camenla, Guillem Moll, Jordi Esteve, Mateu Teixidor, y el aprendiz del maestro, llamado

2. Sobre la evolución del espacio ocupado por el coro, y su denominación según los países, veánse los excelentes estudios sobre el coro, y la aportación bibliográfica de Eduardo carrero saNTamaría. Recientemente es posible añadir: sTabeNow 2006. Aunque aborda las relaciones entre el espacio interno del edificio religioso y el culto es interesante la visión sobre el caso italiano y el interés de algunos artículos por el coro.

3. En occidente no se conservan restos de sillería anteriores al siglo xii, y la mayoría son de piedra, como la del maestro Mateo en la catedral de Santiago de Compostela de esta misma época; una de las primeras en superar el antiguo tipo de cátedra aislada o bancos corridos del cristianismo primitivo. A partir del siglo xiv en territorios hispánicos se documenta un estalo para el monarca que también podía presidir las ceremonias religiosas desde un emplazamiento privilegiado del coro (Navascués Palacio 1998: 26-43).

4. Desconocemos la fecha de realización de primer coro de la catedral de Valencia, pero se sabe que en 1380 se pagaron 12 sueldos y 6 dineros al pintor Francesc Serra por la pintura y barnizado de la pila bautismal de la puerta del coro de la catedral (comPaNy; aliaGa 2005: 237-238).

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Guilllamó.5 La importancia de este portal queda, además, corroborada por la muestra en pergamino que dibujó en 1381 el maestro Franch para mos-trárselo al cardenal, posible-mente Pedro de Luna, futuro papa Benedicto xIII.6

Existió un primer acuerdo de confección de un coro en-tre el sotsobrero y cabildo de la catedral con el carpintero de Gandia, Joan Vives, por el precio de mil sueldos, pero que debido a la intervención de Pere Dorriols y su donación se canceló.7 Ese mismo día, el 24 de octubre de 1384 se produce un nuevo acuerdo entre Pere Dorriols, canónigo de la catedral de Valencia y de Cuenca, arcediano mayor de Moya y tesorero del marqués de Villena, y el cabildo para la confección de un nuevo coro y sitiales de madera de nogal y de naranjo, que seguiría el modelo de una “mostra” o traza que preservarán el cabildo y el propio Pere Dorriols por un valor de cinco mil florines de oro de Aragón, unas dimensiones de dos arcadas

5. Archivo de la Catedral de Valencia (en adelante: ACV), Llibre d´obres de la catedral, sign. 1473, año 1381-1382, fol. 36- 40v y 55-60. Obras que se sucedieron entre la semana del 22 de junio y la del 21 de septiembre. El salario de estos piquers es de 3 sueldos y 6 dineros, el del aprendiz de 2 sueldos, mientras que el maestro percibía por día de trabajo 1 sueldo y 9 dineros (como maestro de obras de la catedral tenía un salario fijo, más la cantidad antes citada por día trabajado). Sobre las condiciones laborales de los maestros de la seo: saNchis sivera 1925, pp. 23-52. Además participaron otros artesanos como el carpintero Vives que se encargó de tallar las plantillas de madera que servirían de modelo para las piedras (fol. 56, 29 de junio de 1382).

6. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign- 1473, año 1381-1382, fol. 56v. 6 de julio de 1381. Se le abonaron 10 sueldos por el pergamino y otros 10 sueldos a Joan Franch por la muestra confeccionada. La documentación no indica que se trata de un portal “nuevo”, pero tanto la compra de cimbras, moldes, y la muestra de pergamino parecen indicar que, al menos, la puerta de entrada es una obra nueva que supliría a la anterior, posiblemente en un estado de conservación deficiente.

7. ACV, sign. 3.509, Notal de Bononat Monar, fol. 97-99. El contrato especifica que se trata de la confección del coro y sitiales y, en ningún caso, del portal del coro. Sabemos que Joan Vives era un carpintero de Gandia, que en 1386 contrató el coro de Santa María de Gandia por 114 florines y en 1387 la madera de un retablo para el monasterio de san Bernardo de Rascanya, y el pintor Llorens Saragossà.

Fig. 3. Crespí, Leonardo. Libro de Horas de Alfonso el Magnánimo, fol. 263v. British Library, Londres.

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Fig. 4. Plano de la catedral de Valencia de 1925, con el espacio destinado al coro.

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del templo catedralicio, y un periodo de confección de cinco años. En el caso que sobrara dinero se le devolvería al donante. Para ello, previamente Dorriols depositó 2.000 florines en la caja de la catedral y presentó varias fianzas para confirmar dicho acto, además de 400 florines de oro que se invertirían en el nuevo campanario a lo largo de los próximos cuatro años. En contraprestación, el cabildo se comprometió a que tras la muerte del donante se celebrarían misas y aniversarios por su alma, se le concedería el derecho de construir su sepultura frente al facistol, y la colocación de los escudos de Pere Dorriols en algunos espacios del coro acordados con el cabildo y obispo.8 La obra fue encargada a los maestros Francesc Tosquella y su padre Bernat Tosquella. Nada ha permane-cido de esta sillería de coro que fue sustituida por otra realizada entre 1594 y 1604 por el carpintero Domingo Fernández de Ayarza. Aunque el documento de contrato no se conserva sabemos que antes de la firma del acuerdo el cabildo solicitó a Pere Dorriols que los maestros elaboraran cuatro sillas, dos de la parte superior y otras dos de la inferior del coro, como modelos a seguir y prueba de la maestría de los contratados, las cuales formarían parte del conjunto si final-mente se les encargaba el proyecto, tal y como sucedió.9

Por documentación inédita del Archivo de Protocolos del Colegio del Patriar-ca de Valencia se sabe que se realizaron algunos pagos a los maestros Francesc y Bernat Tosquella en 1385 y 1386; el 3 de julio de 1385 Francesc Tosquella firma ápoca de pago de Bernat Doriola, en nombre de Pere Dorriols, de 50 florines;10 el 6 de febrero de 1386 rubrica ápoca de 30 florines de los 100 florines que le debe dar cada cuatro meses, según pacto confirmado por ambas partes;11 y el 12 de mayo del mismo año la ápoca es de 300 florines.12 Las obras se sucedieron

8. saNchis sivera 1909: 209-211 (ACV, sign. 3.509, Notal de Bononat Monar, fol. 100- 106). Se tienen, además, noticias secundarias sobre los trámites seguidos por Pere Dorriols para confirmar el pago y avanzar en la obra del coro como es el abono de la madera de naranjo y otras diligencias que se citan en este mismo registro: Archivo de Protocolos del Colegio del Patriarca, Valencia (en adelante: APCPV), sign. 975, Miquel Arbucies (1385-87). 27 de abril de 1385, 19 de enero de 1386, y siguientes.

9. saNchis sivera 1909: 209-211. El canónigo Tomás Gómez Miedes dejó todos sus bienes para la construcción de una nueva sillería de coro, cuyas obras se iniciaron tras su muerte en 1589, finalizando en 1604.

10. APCPV, sign. 975, Miquel Arbucies (1385-87). 3 de julio de 1385. Ápoca de pago de las obra del coro de la catedral de Valencia al carpintero Francesc Tosquella por 50 florines de manos de Bernat Doriola, en nombre de Pedro Dorriols.

11. APCPV, sign. 975, Miquel Arbucies (1385-87). 6 de febrero de 1386. Francesc Tosquella, carpintero, maestro de las obras del coro de la catedral de Valencia, vecino de dicha ciudad, reconoce que Bernat Doriola, en nombre de Pere Dorriols, le concede la cantidad de 30 florines de los 100 florines que cada cuatro meses abona, según solución firmada en la fiesta de Navidad del presente año.

12. APCPV, sign. 975, Miquel Arbucies (1385-87). Fol. 32 r-v.12 de mayo de 1386. Francesc Tosquella, carpintero, reconoce recibir de Bernat Doriola, en nombre de Pere Dorriols, la cantidad de 300 florines por el salario de las obras del coro.

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conforme avanzaban los pagos, pero en 1390 a requerimiento de Jaume Rossell, notario, y en nombre de Pere Dorriols, se solicita la presencia de Bernat y Fran-cesc Tosquella para responder al contrato de las obras del coro de la catedral de Valencia.13 En dicho requerimiento Rosell indica que los carpinteros no han finalizado las obras y han aceptado otros encargos que les mantienen lejos del coro de la catedral de Valencia. Precisamente indica que los dichos escultores se encuentran en Altura, concretamente en la cartuja de Valldecrist, confeccio-nando el coro de la iglesia de dicho convento. En dicho acto y en nombre de los maestros, aparece un tal Bernat Tosquella, sastre, hijo de Bernat Tosquella, y hermano de Francesc Tosquella, éste último maestro principal de las obras del coro de la catedral. En nombre de su padre y hermano, Bernat Tosquella, alude constantemente a que los maestros se encargaron de la confección del coro de la catedral de Valencia, pero que no recibieron suficiente dinero ni material para finalizarlo, lo que generó un gran prejuicio a los escultores que trabajaron sin percibir el salario establecido. Este documento resulta de gran interés, puesto que además se refiere que el propio Francesc Tosquella tuvo que viajar a Castilla para hablar con Pere Dorriols sobre su situación y falta de material y, a pesar del acuerdo al que seguramente pudo llegar con el arcediano, dichas carencias se mantuvieron.

Entre las varias intervenciones de ambas partes sobre la terminación de las obras del coro de la catedral, se aprecia un cambio de actitud en el sastre Bernat Tosquella cuando parece que el Justicia y Jurats de la ciudad se hacen cargo de los gastos que restan para la finalización de la empresa. En palabras de Jaume Ros-sell, procurador de Pere Dorriols, se indica que otros maestros se pueden encargar perfectamente de la renovación del coro, a lo que contesta Tosquella que no hay escultores en la ciudad ni en el reino con tal maestría de talla, y que los dichos Francesc y Bernat, a pesar de los inconvenientes ocasionados por la falta de mate-rial y pagos, están dispuestos a finalizar los trabajos iniciados. Tanto de esta lectu-ra, como el hecho de que fueran estos artistas los que posteriormente terminaron el coro de la catedral, corrobora su importancia dentro del ámbito valenciano y la ausencia de maestros entalladores en estos años en el reino de Valencia.14

Hasta el momento parecía probable que el cliente fuera el propio marqués de Villena, Alfonso el Viejo de Aragón, puesto que era Pere Dorriols, su tesorero,

13. Archivo del Reino de Valencia (en adelante: ARV), sign. 2686, Jaume Rosinyol (1390). 2 de mayo de 1390. llaNes domiNGo 2008: 223- 246. Reproduce íntegro el documento.

14. La escasez de obras escultóricas en estos años apoya esta idea. Una situación que se mantiene en el reino de Valencia a lo largo de todo el siglo xv.

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el que realizaba el encargo. Pero a tenor de la nueva documentación exhumada parece que el cliente era el propio Pere Dorriols, con capacidad económica sufi-ciente para solicitar y abonar dicho encargo a los entalladores Bernat y Francesc Tosquella. Además, las primeras referencias que relacionan a Pere Dorriols con el coro de la catedral datan de 1381, en que posiblemente el lamentable estado del primitivo coro le hizo vincularse con este espacio catedralicio tan importante para la jerarquía eclesiástica, puesto que en calidad de arcediano mayor de la catedral abonó 292 sueldos por unas obras de reparación del coro en las que participó el carpintero Luis Amorós.15

Los primeros datos que se tienen del avance en las obras del nuevo coro son los salarios de los carpinteros Berenguer y Bernat Vives por deshacer el antiguo coro en julio de 1388. Entre los meses de noviembre y diciembre se documen-tan pagos por el movimiento de piedras y el derrumbe de la pared del coro, y el consecuente pago de salarios por estos trabajos, que indican la preparación del espacio eclesiástico que recibiría el nuevo coro confeccionado por los Tosquella. En 1390 el pintor Pere Nicolau recibió 20 florines como pago por una tareas, podemos indicar que seguramente pictóricas, en el coro de la catedral, lo que confirma el avance de las obras en estos años.16

De nuevo, e igualmente bajo la dirección de Joan Franch, se decide hacer un nuevo portal del coro acorde con la nueva sillería de coro realizada por los Tosquella. En junio de 1392 se derrumba el arco que estaba delante de la capilla de san Pedro y se comienza a meter piedra para el nuevo portal del coro. Parece que la obra tuvo dos fases, la primera que transcurre entre junio y septiembre de 1392 y la segunda, al año siguiente, entre junio y agosto de 1393. En ambas campañas, y bajo la atenta mirada de Joan Franch, trabajaron un nutrido grupo de canteros, en la primera: Tomás Martí, Joan de Jaen, Pere Dieç, Joan Delangua, Guillem Gil, Pere Garcia,17 mientras que en la segunda: Pere Deçlor, Guillem Moll, Jordi Esteve, Bertomeu Çamenla, el carpintero Joan, y los aprendices del maestro Franch, Guillamó y Pere Ferrando.18 La última parte de cada una de

15. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1473, año 1381-1382, fol. 29v. 3 de agosto de 1381.

16. saNchis sivera 1913: 73-74; saNchis sivera 1914: 146. 1 de junio de 1390. Pere Nicolau, pintor vecino de Valencia, reconoce deber al venerable Pedro Dorriols, arcediano de Moya, tesorero del marqués de Villena, 20 florines de oro de Aragón, de un adelanto que le había dado por los trabajos en el coro de la catedral de Valencia. Y también: cerveró Gomis 1963: 135. A la luz de la documentación del conjunto coral, y el gran número de retablos que realizó Nicolau para las capillas del coro no extraña que también se ocupara de algunas labores pictóricas de conjunto, encargadas por el mismo Dorriols, desempeñando un significativo papel como pintor en la ornamentación del coro.

17. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign.1473, año 1392-1393, fol. 33v- 36v.

18. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign.1473, año 1392-1393, fol. 50- 53. En la confección de este

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las dos etapas, que transcurrió entre septiembre y noviembre de 1392 y 1393, consistió en la renovación de la pavimentación del suelo, seguramente muy maltrechas por las obras del trascoro.19 Poco se sabe de la decoración de este portal del coro confeccionado por Joan Franch, las escasas noticias de archivo sobre su construcción apenas revelan datos y solamente se ha podido intuir una rica decoración vegetal, posiblemente acorde con los elementos del nuevo coro, unos ángeles y unas troneras que permitirían la entrada de luz al interior del coro.20 El hecho de que las obras se realizaran a lo largo de dos años y en unos periodos tan distantes se debe posiblemente a la necesidad del espacio coral libre para las ceremonias litúrgicas más importantes del año, puesto que se sabe que en las Navidades de 1393 se colocaron las rejas del portal, se limpió de pol-vo la sillería,21 se dispuso la puerta de madera del coro, que estaba en casa del sacerdote Nosinya,22 y se pintaron unas imágenes de la Anunciación,23 con la intención de acondicionar el espacio en obras para el culto tanto de Navidades como Semana Santa, el Corpus, o la Asunción de la Virgen que requerían de una forma especial del área del coro para la jerarquía eclesiástica.

Lo más probable es que los estalos se dispusieran en los lados norte y sur del espacio coral, y en el oeste se situaría el trascoro, con su puerta de entra-da, lo que facilitaría la circulación de los eclesiásticos en el interior, según las necesidades de las grandes ceremonias, aunque la orientación de la catedral de Valencia no es canónica. Lo habitual, y lo que parece acordarse en el coro de la

portal de coro la documentación alude constantemente a la obra como “las obras del portal nou del cor”, lo que confirma la confección de un nuevo portal y no una reforma como se podría pensar. Se hicieron trabajos en piedra, y se sabe que se confeccionaron unos ángeles (fol. 52). Los salarios fueron iguales que los del año anterior.

19. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign.1473, año 1392-1393, fol. 37v-45, y en 53-57. En 1392 entre septiembre y octubre, mientras que en 1393 entre septiembre y noviembre. Las obras en el pavimento del coro, tal y como se indica en la documentación, debió de llevar consigo también la confección o acondicionamiento de la cripta de los canónigos que se sabe existía debajo del coro. Una planta y sección de la cripta en: Gavara Prior 1996: 74-75.

20. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1473, año 1393, fol. 52. Pere Deçlor trabajó a lo largo de la semana del 12 de julio en unos ángeles de piedra, (fol. 52v) mientras que el sábado 2 de agosto, Joan Franch se encargó de la reparación de unas “hojas” de piedra que se rompieron, y se pagaron por los gastos de cuatro troneras.

21. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1473, año 1392-1393, fol. 38.

22. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1473, año 1392-1393, fol. 44v. Parece que estas puertas que pertenecían al portal anterior eran más estrechas que el vano del nuevo portal, por lo que fue necesario comprar nuevas maderas al carpintero Luís Amorós, que completasen el espacio y una nueva cerradura.

23. saNchis sivera 1912: 222; comPaNy; aliaGa 2005: 361. Valencia. Pago de 44 sueldos del sotsobrero de la catedral de Valencia al pintor Joan d´Eixarch por las pinturas de la Virgen y un ángel hechos sobre el portal del coro nuevo de la catedral (ACV, Llibre d´obres de la catedral, 1473 (1392), fol. 41v. 10 de octubre de 1392).

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catedral de Valencia, es la confección de dos niveles de estalos en cada uno de los lados, el superior y el inferior, los cuales serían ocupados por los eclesiásti-cos según su jerarquía,24 situándose la silla episcopal la primera en el lado de la epístola.25 En el requerimiento de Rosell se alude en varias ocasiones a la obligación de los escultores de confeccionar la silla episcopal, que parece no estar hecha. La silla es considerada parte fundamental del coro y, por tanto, un elemento esencial del conjunto que considera los maestros deben asumir. Algo que parece que no estaba tan claro para los escultores y la insistencia con la que se precisa en el careo por parte del cliente. Aunque no es posible aventurar el número de estalos que se confeccionaron, debieron de ser suficientes para el número de canónigos de la catedral, y en caso de grandes conmemoraciones se tiene constancia documental de que se añadían nuevos bancos que posterior-mente eran retirados.26

A pesar de las dos puertas del coro que se hicieron en 1382 y en 1392, ambas bajo la dirección de Joan Franch, el conjunto no parecía responder a las expec-tativas del cabildo puesto que en 1394 se solicitaron los servicios del maestro de la catedral de Lleida, Guillem Solivella, conminación que se vuelve a repetir en

24. Además de la silla alta y baja que deben hacer como muestra los talladores Francesc y Bernat Tosquella según el acuerdo contractual para la confección de la sillería del coro. La documentación también confirma esta idea; en 1431 se paga a Pere Bosch por la limpieza del polvo de las sillas del coro alto (ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1479, año 1431, fol. 23v). Y en el contrato para la confección de la sillería de coro de la catedral de Segorbe se alude a los dos niveles de sillas que se deben confeccionar, como se había hecho en la catedral de Valencia (Gómez-Ferrer Lozano, M. en: http://www.gothicmed.com/gothicmed/GothicMed/library/maestros.html. Consultado el 20-05-2008. “…E primerament com lo dit cor de cadires se ha de fer en aquell mateix lloch hon lo cor vell està de present empero com en lo nou ha de haver cadires principals ab ses cubertes o tabernacles sera davant cascuna cadira altres davant cadires e bancals així com està lo cor de la Seu de València…”.

25. Se sabe porque coincidía con la capilla de san Clemente y santa Marta situada la primera en la parte exterior del coro en el lado de la epístola. Dicha capilla tuvo un beneficio fundado por el obispo de Barcelona, y Patriarca de Jerusalén, Francesc Climent (saNchis sivera 1909: 361). Francesc Climent nació en tierras valencianas y es uno de los obispos más activos en el campo artístico, puesto que su actividad en la catedral de Barcelona supone la maduración general de las obras del edificio, además de la construcción de las capillas claustrales situadas al lado de la calle del Obispo. Es especialmente conocido por su implicación en el Cisma de Aviñón y fidelidad a Benedicto XIII. También fue obispo de Tortosa, Tarazona y arzobispo de Zaragoza. (PuiG 1929: 311-321).

26. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1478, año 1422-1423, fol. 16v. Luís Amorós cobró 38 sueldos por confeccionar dos bancos de madera para las ceremonias de Semana Santa. Los grandes coros de tres lados, es decir, ocupando el flanco interior del trascoro, se generalizaron durante el reinado de los Reyes Católicos (rivas carmoNa 2001: 197). A partir del reinado de los reyes Católicos las sillerías de coro ocuparon tres de los cuatros lados del coro (occidental, septentrional y meridional) con la intención de ampliar los estalos por el creciente número de canónigos, y por el deseo de ubicar la silla episcopal y las del deán y chantre en el centro del lado occidental, ocupando el espacio de la puerta del trascoro que a partir de este momento quedaba cerrada, lo que configuraba un trascoro como un muro cerrado y continuo.

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1397.27 Ante este fracaso de negociación con el reputado maestro, fue años más tarde, el 21 de junio de 1415, cuando se contrató a Jaume Esteve un trascoro con piedra de alabastro, según una muestra dibujada, por la cantidad de 17.000 sueldos, a realizar durante un periodo de tres años, a partir del momento en que toda la piedra ya se encontrase en la ciudad. La piedra debía ser proporcionada por el propio cabildo de la catedral, el cual se compromete a abonar al escultor primero 2.000 sueldos para la talla de piezas y la contratación de oficiales; 4.000 sueldos cuando se hallan tallado los pináculos, tablas y tres historias del centro del portal, lo que suponía la tercera parte de la obra; 4.000 sueldos más por confeccionar la segunda parte de la obra; 3.500 sueldos por la realización de 3 historias importantes y sus pináculos; y los restantes 3.500 sueldos por las otras 3 historias y sus pináculos correspondientes. Ya en el mismo contrato se especifica que la obra será supervisada por el orfebre Bartomeu Coscolla, quizás el autor del dibujo del pergamino, y el maestro de la obra de la catedral Pere Balaguer. Si la obra no se cumpliera en el tiempo estipulado tendría una pena de 5.000 sueldos. Algunos de los relieves del trascoro fueron confeccionados y abonados a Julià lo Florentí, posiblemente identificado con el florentino Julià Nofre (Giuliano d’Onofrio), escultor activo en la catedral de Barcelona entre 1434 y 1435. Parece igualmente interesante que parte de los gastos del trascoro fueran sufragados de los bienes de mosén Gil Sánchez de Montalbán, y el resto por la fábrica y obra de la catedral.28 También se sabe de la participación de otros maestros en la obra de la puerta del coro, puesto que en 1422 Juan Amorós cobra por la realización de las cimbras.29 Se desconoce la posible participación de los eclesiásticos de la catedral en la iconografía y elección de los temas de estos doce relieves, que divididos en seis y seis prefiguran la venida y salvación de Cristo, con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento.

El coste de las puertas del coro fue bastante elevado, puesto que además del salario abonado al maestro escultor Jaume Esteve durante aproximadamente 7 años (más tiempo del estipulado en el contrato, según el día a día de los pagos de la fábrica de obra de la catedral), el cabildo también corrió con los gastos del alabastro necesario para la obra, el cual parte procedía de la cantera de

27. saNchis sivera 1909: 214- 215; saNchis sivera 1924: 9. ACV, vol. 3543, fol. 29. En este caso fue el canónigo de la catedral Gil Sánchez de Montalbán el que se ofreció a abonar un trascoro nuevo por el precio de 1.500 florines de Aragón con el maestro Guillem Solivella, el cual nunca se llegó a trasladar a Valencia ni a contratar la obra. Sobre la importancia del trascoro dentro del panorama artístico español: rivas carmoNa 2001: 189-204.

28. saNchis sivera 1924: 5-11.

29. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1478, año 1421- 1422, fol. 14. 28 de julio de 1422.

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Fig. 6. Catedral de Valencia, vista del trascoro antes de su traslado al aula Capitular. Fig. 7. Vista actual del trascoro de la catedral de Valencia, actualmente en el Aula Capitular.

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Beuda (Girona) y del reino de Navarra,30 además de otros pagos menores como el alquiler de una casa donde se guardada el alabastro y por el que cada año se pagaban 65 sueldos.31

La documentación sobre las obras del portal del coro de la catedral conti-núan puesto que Pere Balaguer y Bartomeu Coscolla calificaron las esculturas

de la volta, volsors e angels fets al portal del dit chor, esser notablement defallent, segons forma del dits capítols… [y que dichos] volsors e Àngels són en tan defallents e difformes de la obra que devia, que de necesitat convenia e convé aquell portal tan quant és la volta ab los dits voloars e Àngels del tot remoure e levar de la dita obra, e aquell deure esser tornat en millor forma e manera…32

Ante el juicio negativo emitido por Coscolla y Balaguer se decidió el desmontaje de algunos elementos del portal de Jaume Esteve, y la finalización de portal se pospuso hasta 1441 con el nombramiento de Antoni Dalmau como maestro de obras de la catedral, un escultor experto en la talla en alabastro y, por tanto, especialmente indicado para la terminación del definitivo trascoro de la cate-dral.33 Los trabajos de Dalmau se desarrollarían entre 1442 y 1444 en elementos como el arco y bóveda de acceso al coro, principal elemento de discordia con el anterior maestro Jaume Esteve, además de otros elementos escultóricos del coro confeccionados por un selecto grupo de picapedrers. Lo que parece deducirse es que los relieves escultóricos de Jaume Esteve y Julià lo Florentí se reutilizaron dentro de un proyecto de retablo pétreo diseñado por Antoni Dalmau, de gran calidad y acorde con las últimas novedades en la talla de piedra.

Sobre la ubicación del coro se tienen pocas noticias; Sanchis Sivera indica que primero se situaba en el presbiterio y poco a poco se fue extendiendo hasta el emplazamiento en que se encontraba a principios del siglo xx, es decir, entre

30. saNchis sivera 1924: 8 (ACV, vol. 3677, B, 10 de diciembre de 1416).

31. Se sabe que en 1417 una parte importante del alabastro estaba en la ciudad y los pagos se han documentado hasta 1424, lo que permite comprender que los trabajos en el trascoro se alargaron más de lo previsto en el contrato, que marcaba en 3 años el tiempo de confección de la obra (saNchis sivera 1909: 216-217). Sobre el pago de la casa donde se preservaba el alabastro: ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1478, año 1420, fol. 15. El pago lo realiza Bernat Ripoll, clérigo procurador del arcediano mayor de la catedral, el 3 de octubre de 1420.

32. saNchis sivera 1924: 8-9. (saNchis sivera 1925: 36). ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1478, año 1422-1423, fol. 14. Jueves, 15 de junio de 1422. Durante 3 días el maestro Pere Balaguer, junto con Joan Amorós y 11 obreros se encargaron de derribar el portal de coro.

33. saNchis sivera 1924: 21. La principal monografía de Antoni Dalmau y las razones de su contratación para las obras del trascoro de la catedral: Gómez-Ferrer Lozano 1997-1998: 91-105, texto recientemente revisado y ampliado en: Gómez-Ferrer lozaNo, en: http://www.gothicmed.com/gothicmed/GothicMed/library/maestros.html

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la segunda y tercera crujía después del crucero.34 Pero hemos de tener en cuenta que cuando se hizo el coro faltaba por realizarse el último tramo del templo. Aquí es interesante recordar la polémica que se documenta en el Archivo His-tórico Municipal de Valencia en la que, ante el disensión existente entre los canónigos y jerarquía eclesiástica por las dimensiones del coro de la catedral, en mayo de 1390 se solicitó la opinión de los jurados de la ciudad y hombres “sabuts” sobre sus dimensiones, parece que por petición del propio Pere Do-rriols.35 La preocupación era si debía ocupar solamente un tramo y medio, o bien dos tramos. Todo lo cual indica que el primer coro se encontraba en la primera crujía después del crucero. El consejo de la urbe y hombres aptos y expertos fue extender el coro hasta la mitad de la crujía, puesto que era lo mejor para la belleza y orden del templo. La siguiente contrariedad, y quizás causa de que los trabajos se alargaran en el tiempo, fue que algunos clérigos en desacuerdo con esta opinión iniciaron por la noche las labores necesarias para que el coro ocupara dos crujías completas, tal y como se había estipulado en 1384 ante Pere Dorriols. Antes este hecho y las palabras de algunos ciudadanos que requerían la participación del gobierno municipal para confirmar su dictamen y regular el orden interno de la catedral, el Consejo de la ciudad se mantuvo al margen aludiendo a la libertad de la Iglesia para hacer y decidir con sus edificios lo que le pareciera más importante, indicando esto por escrito para que a ellos no se les pudiera reclamar nada.36

Queda patente a través de este suceso la importancia del espacio coral y su sillería en el interior de los templos religiosos, como el área especialmente des-tinada a los canónigos y clérigos, los cuales buscaban dignificar su cargo tanto a partir de la construcción del coro, como por las dimensiones y decoración de la sillería.37 La disposición del coro en las dos primeras crujías inmediatamente después del crucero concuerda con la ubicación de otros coros en territorios

34. saNchis sivera 1933: 16; saNchis sivera 1909, p. 24. Parece que su primer emplazamiento fue el altar mayor; posteriormente ocupó el primer tramo después de cimborrio, y con la ampliación de 1390 dos tramos; para finalmente situarse en la segunda y tercera arcada después del cimborrio.

35. El hecho de que posiblemente los jurados o miembros del gobierno urbano también ocuparan algunos asientos del coro en significativas fiestas religiosas hace posible que se solicitara su opinión sobre las dimensiones del coro. Sobre la presencia de los regidores en el coro de catedrales: Navascués Palacio 1998: 41-42.

36. Archivo Histórico Municipal, de Valencia (en adelante: AHMV), Manual de Consells, A-19 (1383-1392), fol. 134r-v y 135. Ya el 7 de noviembre de 1389 Pere Dorriols había hecho partícipe al Consejo de la Ciudad su proyecto de construir un nuevo coro en la catedral de Valencia (fol. 84r-v). En parte recogido por: vidal belTráN 1974: 27-28.

37. Sobre la importancia del coro para la jerarquía eclesiástica, y las vicisitudes de esta relación: Navascués Palacio 1998: 19-26, aunque se trasluce igualmente de la lectura de todo el discurso.

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hispanos, donde debido a las complicaciones de situar el coro en el presbiterio, por cuestiones de espacio y de visibilidad para los fieles, adoptan el sistema de altar-fieles-coro, común en esos años.38 La particularidad que presenta la secuencia de altar-crucero-coro de la catedral de Valencia se debe, sobre todo, a la extensión de la nave central (altar, crucero y tres tramos); si se dejaba un tramo entre el crucero y el coro, ocupando los dos tramos que exigían los ca-nónigos, el trascoro hubiera estado pegado a la puerta occidental del templo. Con la reforma del trascoro en el siglo xviii según las modas academicistas, y tras la ampliación de la catedral con un nuevo tramo a finales del siglo xv, se decidió trasladar un tramo más a occidente el coro, tal y como se aprecia en los planos antiguos39. La parte oriental se cerraba generalmente con una rejería, un elemento que permitía a los eclesiásticos desde el interior del coro observar la liturgia que se celebraba en el altar mayor, y sabemos que en 1422 el cerrajero Antonio Gay confeccionó unas rejas de hierro.40

El otro aspecto que se deduce del pleito en la documentación municipal es que si se podía ampliar el espacio del coro seguramente también sucedía lo mismo con la sillería. La coincidencia de fechas entre la documentación muni-cipal, fechada el 18 de mayo de 1390, y la continuación de los trabajos de los Tosquella, tras el careo producido entre el 2 y el 22 de mayo de ese mismo año, confirma igualmente los posibles cambios o ampliaciones de la sillería en esta fase de las obras.

Estructura y decoración del coro

Las noticias que se tienen sobre la forma y estructura del coro son escasas y se debe recurrir a otros ejemplos coetáneos para conocer un poco mejor no solamente su estructura, sino, y sobre todo, la decoración del coro. Teniendo presente que en la prueba para la contratación se alude a una silla alta y otra baja se confirma la idea de una sillería doble que ocupaba la zona norte y sur del espacio coral. Las dimensiones del coro debían de ser considerables puesto que invadía dos de los tres tramos de la nave central del templo, lo que supo-

38. Navascués Palacio 1998: 47-50 y 62. carrero saNTamaría 2009: 159-171. La influencia que ejerció el coro de la catedral de Toledo, junto con las ventajas que ofrecía este esquema, favoreció el desarrollo de este modelo frente a la secuencia de tradición altomedieval de altar-coro-fieles.

39. Vease: Gavara Prior 1996: 122-123.

40. saNchis sivera 1909: 210, ver pie de página. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1478, año 1422, fol. 14v. 11 de febrero de 1422, el herrero Antoni Guay cobra 30 florines por las rejas de hierro que hizo para el portal nuevo del coro (330 sueldos). ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1478, año 1422-1423, fol. 14v. 5 de noviembre de 1422. Se pagó a Antoni Guay por las rejas de hierro, a razón de 12 dineros la libra (y han pesado 14 quintas y 59 libras), que hace un total de 2.075 sueldos.

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ne alrededor de 26 metros de largo por 10 metros de ancho, y se confirma al considerar el precio de 5.000 florines que se acordó por el conjunto. Además, el careo producido entre ambas partes alude a la importancia de la silla episcopal, que aunque debía situarse en el centro del coro, más bien optó por ubicarse en el primer sitial en el lado de la epístola, y quizás con una forma no muy distinta del resto, aunque sí albergando una decoración más suntuosa o especial acorde con su importancia.41 Sobre la decoración del coro se deben primero pensar en una sillería de coro ornamentada con tracerías, arquillos, pináculos, gabletes, chambranas, calles, entrecalles, capiteles, óculos, “rampants”, florones, además de elementos vegetales como hojarascas, florones, hojas de cardinas, que se en-tremezclaran con las figuras sagradas, personajes simbólicos y animales fantás-ticos, todo dentro del más puro estilo del gótico internacional.42 Un vocabulario ornamental muy frecuente en la Europa del momento, que quizás pueda tener una comparación en el reino de Valencia con la decoración de la Cambra Daura-da (1410-1418) de la Casa de la Ciudad, actualmente en la Sala de Contratación del Consulado del Mar de Valencia, realizada años después bajo la dirección de Joan del Poyo. Y, sobre todo, en el coro de la catedral de Barcelona, confeccio-nado por Pere Sanglada entre 1394 y 1398. Aunque las fechas son ligeramente posteriores, la obra del coro de la catedral de Barcelona bien puede ser un ejem-plo de lo que se estaba realizando en otros coros de la Corona de Aragón.43

Los estalos superiores, destinados a las más elevadas jerarquías de la ca-tedral, teniendo como modelo los ejemplos conservados de esos años, debían tener unos altos respaldos decorados con motivos geométricos y coronados con

41. En 1439 Nicolás Conill, como jurista, curial y arcediano mayor, procedente de la curia pontificia pretendió la silla de mayor dignidad, es decir la del obispo en los casos en que se encontrase ausente, prerrogativa que le fue denegada por el papa Eugenio IV tras varios años de problemática situación. La silla episcopal era la primera por el lado de la epístola, mientras que la del arcediano mayor la segunda (miliáN boix 1970: 86-88, y sobre la decisión papal: maNsilla 1954: 443:444, doc. 111. Florencia, 6 de febrero de 1439).

42. A través de la documentación podemos descubrir algunos detalles de la decoración como cabezas de perro, flores, hojas y florones. La mayoría de ellas citadas en: saNchis sivera 1909: 209, ver nota a pie de página 2. Sobre la cabeza de perro (saNchis sivera 1909: 209; saNchis sivera 1924: 20-21). ACV, Llibre d´obra de la catedral, sign. 1479, año 1435-1436, fol. XXIIIr. Se citan los “rampants”, que podrían ser elementos heráldicos, aunque no se sabe con exactitud, florones, o chambranas, las cuales fueron reparados por el escultor Joan Çanou.

43. Aunque la obra del coro de la catedral de Barcelona debe situarse dentro de los conjuntos corales más significativos de la España del momento, tanto por el maestro que dirigió su confección como por los ricos materiales empleados, su conservación puede ayudar a comprender la estructura, estilo y vocabulario decorativo de otros coros confeccionados en esos mismos años. Por ejemplo, la sillería de obispo de la catedral de Gerona confeccionada por Aloi de Montbrai en 1351, aunque con una menor abundancia decorativa, mantiene los elementos ornamentales vegetales y geométricos que posteriormente se utilizaran en sillerías de coro (Freixas i camPs 1983, pp. 114-116). Sobre el coro de la catedral de Barcelona: Terés i Tomás 1986: 65-85; Terés i Tomás 1987; valero moliNa 2002-2003: 41-55. Y una revisión sobre el tema en: Pladevall i FoNT; maNoTe i clivilles; Terés i Tomás 2007, pp. 36-50, 84-88, 190-199.

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doseles en los que posiblemente aparecieran elementos figurativos. Los asientos inferiores debieron ser similares a los superiores a excepción del dosel que no se confeccionaba al limitar la visión de los clérigos situados en la sillería alta. El estado de la madera de naranjo, principalmente, obligó a que desde 1435 se realizasen obras de restauración por los maestros escultores Joan Çanou y Ma-teu Job con maderas de nogal y pino.44

La decoración del coro también se completó con una escultura del Niño Jesús en la cuna, que se colocaba en las fiestas de Navidad.45 Mientras que en agosto de 1438, con la festividad de la Asunción de la Virgen se encargó a Martí Lobet la confección de dos esculturas de madera de dos ángeles. El documento publi-cado por Sanchis Sivera informa sobre la realización de dos ángeles arrodillados de madera maciza con sus diademas, alas, candelabros en las manos, que se situaban sobre unas peanas que se apoyaban en el coro de la catedral.46 Ade-más, se ha de destacar que la confección de estas esculturas, realizadas según un modelo dibujado en papel por el mismo Andreu García, presbítero, estuvo supervisada por Pere Figuerola, doctor en leyes y preceptor de la catedral. La participación de estos personajes eclesiásticos en la realización de estos ángeles confirma sus vinculaciones con la actividad artística de la ciudad de Valencia.47 Estas esculturas no debieron ser los únicos objetos que se situarían en la parte superior del coro, puesto que, además, en 1457-58 Jacomart se encargó de la pintura de una tabla donde se citaban los nombres de los canónigos y pabordes

44. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1479, año 1435-1436, fol. XXIIIr; 1436-1437, fol. XXVIIv, XXXVr. En 1436 las tareas emprendidas por el imaginero Joan Çanou en seis sillas de madera de nogal fueron juzgadas por Martí Lobet, maestro de obras de la catedral, en 10 sueldos por cada sitial. Sobre la participación de Mateu Job: ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1479, año 1438-1439, fol. XVIIIr, XXXVr. Ambos fueron los autores de la clave del altar mayor de la catedral.

45. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1479, año 1436-1437, fol. XXXIIIr. Sábado, 22 de diciembre de 1436.

46. saNchis sivera 1924: 17- 19. Por dichos ángeles encargados por los canónigos de la catedral y los mayorales de la cofradía de la Virgen Maria se abonaron 24 florines, a pagar en tres plazos (en la firma del contrato, confección y colocación definitiva en el coro). Resulta muy interesante la lectura del siguiente documento contractual relacionado con Martí Lobet sobre la confección de tres ángeles para el palacio del Real de Valencia, la descripción de los ángeles es la siguiente: “…per obrar e acabar de mans tres angels de fusta de taronger, lo un del quals té en la ma una celada e en l´altra ma una spasa d´argent daurada; e l´altre té en una una ma un elm de bahanya ab la vibra o rat penat, e en l´altra un bordó d´argent de correr puntes, e ab lo mantí daurat; e l´altre té en una una ma un almet ab lo siti perillós, ab los folles d´argent esmaltats, e en l´altra ma una hacha d´argent ab lo manech de fust, com per III bestions obrats de la dita fusta, lo un bestió mig frare e mig drach, l´altre bestió un greu, e l´altre bestió una aguila ab un lang ardaix…”. El documento es un ápoca de pago de Martí Llobet devolviendo parte del dinero recibido ante la falta de pagos para concluir la obra completa. Lo importante es que estos ángeles del Palacio del Real de Valencia serían muy similares a los realizados para el coro de la catedral (saNchis sivera 1924: 19-20).

47. Sobre Andreu García ver: Ferré i PuerTo 1999: 419-426; García marsilla 2007: 394-396.

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de la catedral.48 Se trataba de un espacio especialmente significativo de la ca-tedral, visible desde la propia entrada al templo, que podía albergar esculturas o imágenes acordes con la devoción o piedad del periodo.

La otra parte del coro que recibía ornamentación fueron las dos paredes externas del norte y sur, en las cuales, a partir de 1310, encontramos documen-tadas capillas con beneficios fundadas por los principales y más distinguidos canónigos y miembros de la jerarquía eclesiástica de la catedral de Valencia,49 desde el obispo de Barcelona, Francesc Climent, al arcediano de Lerida, Ramón de Montañana. El momento más significativo de estas capillas durante la Edad Media fue, sin duda, a partir de 1395 cuando el maestro Miguel Peris se encargó de la reforma de la mayoría de ellas, coincidiendo evidentemente con el nuevo coro confeccionado por los Tosquella. Los clérigos encontraron en estas paredes el lugar idóneo para fundar sus capillas de devoción y posteriormente enterrar sus restos mortales. Su importancia, desde el punto de vista de la historia de la pintura, es que para ellas se confeccionaron unos retablos solicitados a los maestros más prestigiosos de la ciudad en Valencia en esos años; el flamenco Marçal de Sas, el catalán Pere Nicolau, Gonçal Peris, o Guerau Gener, suponiendo un punto crucial para el desarrollo del gótico internacional en Valencia. La do-cumentación indica que por cada lado existían ocho capillas que tras la reforma del coro del siglo xviii pasaron a ser seis, entre las que podemos citar: la capilla de san Gregorio y san Bernardo de Alzira, decorada con un retablo encargado por Bernat de Copons a Antoni Peris; la de santa Águeda, ornamentada con un con-junto pictórico de Marçal de Sas y Pere Nicolau, solicitada por su fundador Ber-nat de Remolins en 1399; la de san Bernabé, con unas pinturas de Pere Nicolau confeccionadas alrededor de 1405; la de santo Tomás Apóstol, con un conjunto de Marçal de Sas; o la de san Clemente y santa Marta, cuyo retablo fue realizado por Gonçal Peris en 1412 a petición del obispo de Barcelona, Francesc Climent, siendo estos dos últimos ejemplos los únicos de los que conservamos algunas piezas, actualmente expuestas en el Museo de la Catedral de Valencia.

Dentro del coro el elemento que más cambios sufrió desde finales del siglo xiv y hasta principios del siglo xv fue, sin duda, el portal, la puerta de acceso o, como actualmente se le denomina, el trascoro. Desde el primitivo trascoro del que no se tiene noticia, a los realizados consecutivamente por Joan Franch en 1382 y 1392, el confeccionado en alabastro por Jaume Esteve entre 1415-20,

48. saNchis sivera, 1914: 83. Por comparación con otros coros, lo habitual era que se situase una crucifixión, de la que no nos han aparecido datos (carrero saNTamaría 2008: 160).

49. saNchis sivera 1909: 355- 369. Posiblemente el beneficio más antiguo fundado en las capillas del coro sea el de la capilla de san Mateo datado en 1256.

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a la reforma de la estructura que talló del anterior trascoro el maestro Antoni Damau entre 1442-1444, la evolución ha sido larga y compleja. Posiblemente la falta de maestría de los artistas que se encargaron tanto del diseño como de la talla hizo que los exigentes canónigos de la catedral solicitaran un nuevo portal de coro que cumpliera con sus expectativas, y estuviera al nivel de las obras arquitectónicas que se acometían. Con las reformas neoclásicas del siglo xviii se sustituyó la estructura del trascoro por una nueva y más acorde con los gustos neoclásicos, aunque manteniendo, sin embargo, los relieves de alabastro confeccionados por Jaume Esteve y Julià lo Florentí, y la estructura de Antoni Dalmau. Con la eliminación del coro en 1940 se optó con conservar el trascoro que se trasladó al aula capitular, donde actualmente se conserva. Esta supresión tenía la intención de mejorar la visibilidad de la nave central, aunque traiciona-ba así la tradición litúrgica hispánica.

El apellido y formación de los Tosquella. El Gótico internacional en Valencia

Hasta la fecha ningún maestro con este apellido había aparecido en la docu-mentación valenciana, y el hecho de que algunos Tosquella, como se verá, se localicen en otros territorios de la Corona de Aragón relacionados con oficios artísticos, induce a pensar la procedencia foránea de dichos artistas del reino de Valencia. Además, esto se corrobora por la ausencia de grandes labores de escultura, bien en piedra bien en madera, durante estas fechas en Valencia. Cir-cunstancia que subrayó el sastre Bernat Tosquella en su defensa de su hermano y padre como artífices del coro de la catedral de Valencia, y en su propuesta para que finalicen los trabajos iniciados.

Otro aspecto interesante es la procedencia de los maestros. La primera y seguramente más importante referencia sobre el apellido Tosquella la realiza Joan Domenge en su estudio sobre la construcción de la catedral de Palma de Mallorca. En 1368-69 aparece un tal Llorenç Tosquella como imaginero, con un elevado salario, y relacionado con unas obras de talla de motivos decorativos y ornamentales muy significativos. Y en 1418 un personaje del mismo nombre aparece cobrando por unas trazas de la obra de la catedral y un viaje a Barce-lona para solicitar consejo a maestros de dicha ciudad.50 La vinculación de este

50. domeNGe i mesquida 1997: 199-200. En el libro de cuentas de 1368-69 aparece el imaginaire Llorenç Tosquella cobrando lo mismo que el maestro mayor, es decir, 6 sueldos por jornal. Posiblemente se trate de un escultor relevante de talla, aunque las noticias no proporcionan ningún calificativo que pueda indicar su rol directivo. Estando bien pagado, asistido por un cautivo, que cobra 2 sueldos por jornal, y actuando como proveedor de materiales no puede menos que prefigurar el papel que tendrá Pere Morey a finales del siglo xiv. Se sabe que Llorenç Tosquella, junto con el maestro Berenguer Ostales, desempeñó un papel importante dentro del equipo de trabajo de Jaume Mates. También consta que este Llorens Tosquella, imaginaire, realizó la mazonería de un retablo en 1379 (el pintor fue Pere Marçol), y la de otro retablo con el pintor Francesc Comes en 1415 (llomParT, 1980, vol. 4: 73-75 y 111-112, respectivamente).

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Fig. 8. Trascoro de la catedral de Valencia, detalle. Actualmente en el Aula Capitular.

maestro con la talla podría aludir a cierta vinculación tanto con Bernat como con Francesc Tosquella, sin que podamos, por el momento, precisar más datos. La aparición de estos artistas en Mallorca alrededor de 1369-1370, y el cobro de un alto salario, es significativo de la maestría de unos escultores y, sobre todo, de su capacidad de realizar obras de relevancia. Además, en estos años la ciudad de Mallorca contaba o había contado con artistas como Pere Morey, Jean de

Por otro lado las noticias sobre Llorenç Tosquella, arquitecto, se refieren al pago de dos jornales por la traza de la catedral sobre un pergamino en 1418, y ese mismo año se le abonó cierta cantidad de dinero por viajar a Barcelona para pedir consejo a uno de los maestros de la ciudad (domeNGe i mesquida 1997: 267). También se sabe de la existencia de un Narcís Tosquella en la ciudad de Barcelona entre 1409 y 1410 ejerciendo alguna actividad artística. Fichas manuales de Madurell y Marimón, conservadas en el Archivo de Protocolos de la ciudad de Barcelona

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Valenciennes y Henri l´Allemand, conocedores de las novedades borgoñonas y flamencas, los cuales trabajaron en las obras del portal del Mirador de la cate-dral Mallorca. El conocimiento de esta obra y las novedades que pudieron cono-cer los Tosquella en Mallorca permite vincularlos con la introducción de modelos escultóricos en talla del internacional en el reino de Valencia.51

Posiblemente la primera referencia de unos maestros con el mismo nombre en el reino de Valencia date de 1376; un tal Bernat Tosquella, junto con el recién nombrado maestro mayor de la obra de los muros y fosos de la ciudad, Bernat Boix, y otros maestros y expertos del reino, y extranjeros, aconsejaron sobre la posibilidad de hacer un trasvase de aguas desde el Júcar al Turia.52

Sanchis Sivera en su artículo sobre la escultura valenciana medieval alude a un tal Francesc Tosquella cobrando una cantidad de florines por su salario en unas obras de la cámara mayor del Real de Valencia, y se cita las figuras de cua-tro ángeles con un escudo y signos reales. Es un documento muy maltrecho por lo que Sanchis Sivera solo indica agosto de 139 , sin especificar el año exacto.53 La siguiente referencia alude a un Tosquella que en 1393 cobra por unos arreglos en la puerta del órgano de la catedral, por lo que percibió 2 sueldos y 6 dineros, posiblemente continuando la colaboración de los maestros carpinteros con las obras de la catedral.54 Por último, quizás la postrera noticia que consta, fechada en 1418, alude al cumplimiento de las últimas voluntades testamentarias de los albaceas de Bernat Tosquella, relativas al pago de unas señales pintadas con pan de oro, y otros objetos para su sepultura, en el convento de Santo Domingo de la ciudad de Valencia,55 sin más datos que permitan identificarlo con el carpintero entallador. Mientras que la última referencia conocida de Francesc Tosquella, lo cita en 1421, junto con su esposa Geralda, vendiendo una casa en la calle Manyans, parroquia de santa Catalina, por 115 libras.56

51. domeNGe i mesquida 2005: 10-26; maNoTe i clivilles; Terés i Tomás 2007: 30. El portal del Mirador fue una obra de confluencia, e intercambio artístico, puesto que bajo la dirección de Pere Morey trabajó Jean de Valenciennes, activo en Brujas donde participó en la decoración de la fachada del Ayuntamiento, Rich Alemant (Enric Alemany) y Pere de Santjoan.

52. El otoño de 1374 fue una estación especialmente seca que hizo que los jurados de la ciudad se plantearan la posibilidad de un trasvase. Como era habitual en la Edad Media se solicitó la ayuda y consejo de peritos expertos en ingeniería y arquitectura del reino de Valencia, y otras regiones de la Corona de Aragón, entre los que se cita sin un calificativo que pueda ayudar a identificarlo con el escultor a un tal Bernat Tosquella. GlicK 1988, pp. 151-152, documentación completada por: serra desFilis 2005: 711.

53 Además, sobre la procedencia de la noticia únicamente indica: Pergamino de las cuentas del Mestre Racional, Archivo General del Reino de Valencia.

54. ACV, Llibre d´obres de la catedral, sign. 1473, año 1392-1393, fol. 47v.

55. cerveró Gomis 1964: 126. 16 de septiembre de 1418.

56. ACV, Notario Jaume Pastor, sign. 3546 (1421-1426), fol. 14v-15. 15 de enero de 1421.

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Una noticia inédita que despierta nuestro interés se refiere a Bernat Tosque-lla; el 28 de febrero de 1399 recibe de Salvador Ferrando, notario, ciudadano de Valencia, síndico y procurador de la cofradía de san Jaime de Valencia, la can-tidad de 8.338 sueldos de una cantidad mayor de 9.415 sueldos, por sentencia arbitral firmada el 31 de octubre del año pasado, basada en un acuerdo firmado el 10 de marzo de 1391. El documento no indica el trabajo realizado por Bernat Tosquella para el pago de tal cantidad de dinero pero, sin duda, se debió de tra-tar de un trabajo importante y posiblemente de grandes medidas, quizás para la propia casa de la cofradía o la capilla que tenían en la catedral de Valencia.57

Es significativo igualmente indicar que en la documentación aparece como carpentator, es decir, como carpintero, y maestro de las obras del coro de la catedral de Valencia, indicando la importancia de las obras que emprendía. En la misma línea se debe aludir a los altos salarios que recibían los carpinteros de la catedral en esos años y sucesivos, superiores incluso a los de maestros mayores de las obras de la catedral,58 y, por supuesto, al de los “arquitectos”. Las amplias labores de estos artistas, pero sobre todo, la ausencia de buenos escultores en-talladores capaces de acometer este tipo de obras, se vieron correspondidos con el abono de unos altos estipendios.59 Su maestría se confirmó con los nuevos encargos y obras que confeccionaron posteriormente.

El coro no se ha conservado y resulta difícil saber con seguridad su decoración y estructura, pero hay varios elementos que ayudarían a confirmar la novedad de la obra y la maestría de los artistas que la confeccionaron. Primero, hay que atender a la formación de la familia Tosquella, posiblemente trabajadores en el portal del Mirador de la catedral de Palma de Mallorca y, por tanto, conocedores de las vanguardias europeas del momento; y, en segundo lugar, el hecho de que fueran contratados nuevamente para la realización del coro de la capilla de san

57. AHMV, notal de Jaume Dezplà (1399), sign. 2-15. 28 de febrero de 1399. Es importante recordar que en la Casa de la Cofradía se reunía el Consejo de la Ciudad durante algún tiempo.

58. Este es el caso del carpintero Luís Amorós y los otros miembros de su familia, igualmente carpinteros, y aptos maestros en las obras de la catedral de Valencia. Véase los libros de obras de fábrica entre los años 1422 y 1424. ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, años 1422-23, 1423-24, 1424-25.

59. En este punto hay que recordar el pago por parte de la ciudad de cierta cantidad a Llorens Saragossa, como experto pintor, para su traslado a la ciudad de Valencia, pero del mismo modo es posible hablar de otras profesiones igualmente importantes para el desarrollo de la vida ciudadana. Sirva como ejemplo la donación de 20 florines por parte de la ciudad para el traslado del experto herrero Arnau Ferrer de la ciudad de Barcelona a la de Valencia (AHMV, Manual de Consells, A-19, 1389, Fol. XLIIII. Viernes, 30 de abril de 1389. “Item que sien dats de la dita peccunia an Arnau Ferrer, fabre o ferrer, vint florins d´or en ajuda de les despeses per ell faedores en mudar sa casa de Barchinona açí, on ha indigencia de semblants de son offici en lo qual éll és molt apte senyaladament en fer mossos de frens e en diverses maneres segons les diferències de les barres e boques de cascuns cavalls e d´altres bèsties de fil”).

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Martín de la cartuja de Valldecrist, obra señera del infante Martín,60 y el coro del monasterio del Carmen de la ciudad de Valencia por el precio de 100 florines de oro en 1401.61 Por otra parte, también es posible valorar que dicha obra fuera citada como un ejemplo a imitar; como es el caso del contrato del antepecho del coro de la parroquial de Alzira, con una decoración de cabezas como la que está delante de la silla del obispo del coro de la sede valentina.62

La temprana realización de la sillería de coro de la catedral de Valencia entre 1385 y 1390 viene a confirmar tanto el poder económico en este caso de la cate-dral y el interés por confeccionar obras significativas, como el carácter innovador de la sociedad valenciana por confeccionar una sillería de coro por unos maestros llegados de fuera que importarían unos nuevos modelos estilísticos y un vocabu-lario decorativo innovador, que hoy en día podemos indicar que se encuentra den-tro de los parámetros del estilo internacional, configurándose como un elemento muy significativo de la introducción del estilo en el reino de Valencia.

Conclusiones

La ciudad de Valencia en las décadas de 1380-1390 fue una urbe en pleno cre-cimiento que requirió la presencia de artistas que pintaran retablos, iluminaran manuscritos, construyeran nuevas capillas o iglesias, y tallaran esculturas, con la intención de facilitar y estimular la devoción, o simplemente la de decorar los espacios de la vida cotidiana. En este fenómeno de verdadera eclosión de las ar-tes, que tuvo como consecuencia el asentamiento de maestros, el nacimiento de generaciones de artistas y la creación de verdaderos y amplios talleres urbanos, muestra en el campo de la escultura un punto de inflexión. Podemos constatar la llegada y establecimiento en la ciudad de reputados pintores y pedrapiquers que llegaron a situarse dentro de la vanguardia artística europea, mientras que en el caso de la escultura se conservan pocas obras de estas fechas, algunas fueron importadas y los pocos nombres que conocemos desaparecen con una o dos obras contratadas.63 Este es el caso de los Tosquella, o de los más conocidos

60. Sobre el coro de la cartuja de Valldecrist realizado por los Tosquella, recientemente: llaNes i domiNGo 2008: 223-246). Sobre la importancia de la capilla de san Martín en la cartuja de Valldecrist: miquel juaN 2003: 781-814; miquel juaN 2006: 179-191; serra desFilis; miquel juaN 2005: 90-111.

61. APCPV, sign. 26205, Guillen Cardona (1402). Mano 1. 21 de enero de 1401. Posiblemente, ante los problemas que se produjeron en la confección del coro de la catedral de Valencia, en este caso el contrato especifica que el abono de la obra se producirá en 4 ápocas: 20 florines en el momento de la firma del contrato, otros 20 florines a los dos meses, 20 florines más a los 4 meses, y los restantes 40 florines cuando esté concluido.

62. Agradezco a Federico Iborra la información inédita referente al coro de la iglesia parroquial de Alzira y su vinculación con el de la catedral de Valencia. APCPV, sign. 20430, Bartomeu Carries, año 1482. Sábado, 2 de noviembre de 1482.

63. La diversidad de situaciones parece que es la tónica al analizar la escultura en el reino de Valencia,

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Santalínea, pocos años más tarde. Una de las causas de esta situación, sin duda, debe encontrarse en la fuerza del oficio de los pedrapiquers y la maestría de-mostrada por los grandes arquitectos del momento. Artistas como Joan Franch, Pere Balaguer, Martí Lobet, o Antoni Dalmau, por citar maestros de obra de la catedral, o incluso el mismo Joan del Poyo, supieron mostrar una gran versa-tilidad y abordar trabajos de talla que dejaron en un segundo lugar, o en unas mermadas posibilidades de trabajo, a los escultores.

Tanto la labor de los Tosquella, el gran número de retablos que ornamentaron las paredes exteriores del coro, confeccionados por pintores como Pere Nicolau, Marçal de Sas, Gonçal Peris o Antoni Peris, así como el trascoro con los relieves decorativos de Jaume Esteve y el citado maestro italiano Julià lo Florentí, y su preciosista estructura en alabastro, confeccionada por Antoni Dalmau, remiten a un vocabulario que se encuentra dentro del periodo del gótico internacional. La importancia que tenía el coro dentro de la vida capitular de la catedral hizo que se reclamaran los servicios de importantes artistas del momento; como es el caso de Guillem Solivella, maestro de obras de la catedral de Lleida, pero también permitió el afianzamiento de nuevos talleres en la urbe como es el caso del obrador de pintura de Pere Nicolau, o el de arquitectura de Antoni Dalmau. Así, las obras en el coro de la catedral de Valencia consolidaron el nuevo estilo internacional que penetraba con fuerza en Valencia, pero también a largo plazo actuaron como trampolín para el desarrollo de la actividad artística.

El coro de la catedral de Valencia se configuró como una de las empresas artísticas más importantes de la catedral en la década de 1390, puesto que no solamente se trataba de presentar un espacio digno para la jerarquía eclesiásti-ca en las grandes ceremonias religiosas, sino también de dotar a los canónigos de la seu de un espacio de devoción privada y, quizás, también, de un lugar de enterramiento, puesto que la parte externa del coro se llenó con 16 capillas, ornamentadas con retablos confeccionados por los pintores del momento. La imagen interior de la catedral sufrió en ese momento un cambio radical que afectaría al área de la nave central, disminuida por la ampliación del coro y por la exuberante decoración, tanto interna como externa, del conjunto.

por ejemplo, si observamos una de las escasas piezas conservadas, la Virgen del Rosario del Museo de la Catedral de Valencia, o la del Hospital de Sacerdotes pobres, además de vinculadas a obras escultóricas de la comarca dels Ports, indudablemente se relacionan con un maestro orfebre. Es decir, un maestro formado en la orfebrería y que posteriormente se ha vinculado con la talla en piedra. No parece que sea un verdadero maestro formado en la talla en madera o en piedra, sino un artista reconvertido según las necesidades del mercado. La llegada de maestros foráneos para contratar una o dos obras es posible igualmente constatarlo años más tarde con la presencia de Pedro Staquar, o Scachar, vecino de Barcelona, aunque de origen alemán, que se encargó de un relieve de la pasión de Cristo para la capilla del rey en el palacio del Real.

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