El cuidado de sí

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Juan Esteban López Agudelo EL CUIDADO DE SÍ Juan Esteban López Agudelo 1 Resumen: En la siguiente conferencia se pretende enseñarle a los lectores que en su mayoría son maestros en ejercicio y en formación, la importancia de la mirada filosófica del cuidado de si, para un mejor desempeño en su práctica pedagógica e investigativa, para generar no sólo una capacidad de crítica y reflexión por lo realizado con sus estudiantes desde el proceso de enseñanza y aprendizaje. Sino confrontarse de manera abierta y plural, las distintas formas de pensar y reconocer al otro desde el rostro. Palabras Claves: pedagogía, práctica pedagógica, autocuidado, conocimiento, didáctica de la ética, filosofía e interpretación del cuidado. “Lo fascinante y terrible de la filosofía es que nos pone cara a cara con las situaciones límite de la vida” Gonzalo Soto Posada Medievalista y Filósofo Antioqueño Universidad Pontificia Bolivariana INTRODUCCIÓN: Dictar una conferencia de cuidado de sí, conlleva una responsabilidad muy grande, porque es encontrarse con algunos amigos filósofos que se han leído a lo largo de 5 semestres de formación en la Facultad de Filosofía, y recordar la enseñanza de excelentes maestros como Raúl López, Iván Darío Carmona, Gonzalo Soto Posada, Inés Posada entre otros, me han ayudado a formarme un concepto del cuidado de sí como un encuentro de uno mismo con la reflexión para ser mejor persona y en especial tener en cuenta que la vida no es simplemente vivir un conjunto de acto, en ella se encuentra la confrontación personal que cada acto de la existencia hace conmigo como sujeto habitante de una sociedad, el cual 1 Egresado de la Escuela Normal Superior de Medellín, 2007, Estudiante de Licenciatura en Filosofía & Letras Universidad Pontificia Bolivariana, V Semestre, Correo electrónico: [email protected] integrante del Semillero de Investigación Filosófico- Pedagógico: HERMES, Twitter: @juanesfilosofic.

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Juan Esteban López Agudelo

EL CUIDADO DE SÍ

Juan Esteban López Agudelo 1

Resumen:

En la siguiente conferencia se pretende enseñarle a los lectores que en su mayoría son

maestros en ejercicio y en formación, la importancia de la mirada filosófica del cuidado de

si, para un mejor desempeño en su práctica pedagógica e investigativa, para generar no sólo

una capacidad de crítica y reflexión por lo realizado con sus estudiantes desde el proceso de

enseñanza y aprendizaje. Sino confrontarse de manera abierta y plural, las distintas formas

de pensar y reconocer al otro desde el rostro.

Palabras Claves: pedagogía, práctica pedagógica, autocuidado, conocimiento, didáctica de

la ética, filosofía e interpretación del cuidado.

“Lo fascinante y terrible de la filosofía es que nos pone cara a cara con las situaciones

límite de la vida”

Gonzalo Soto Posada

Medievalista y Filósofo Antioqueño

Universidad Pontificia Bolivariana

INTRODUCCIÓN:

Dictar una conferencia de cuidado de sí, conlleva una responsabilidad muy grande, porque

es encontrarse con algunos amigos filósofos que se han leído a lo largo de 5 semestres de

formación en la Facultad de Filosofía, y recordar la enseñanza de excelentes maestros como

Raúl López, Iván Darío Carmona, Gonzalo Soto Posada, Inés Posada entre otros, me han

ayudado a formarme un concepto del cuidado de sí como un encuentro de uno mismo con

la reflexión para ser mejor persona y en especial tener en cuenta que la vida no es

simplemente vivir un conjunto de acto, en ella se encuentra la confrontación personal que

cada acto de la existencia hace conmigo como sujeto habitante de una sociedad, el cual

1 Egresado de la Escuela Normal Superior de Medellín, 2007, Estudiante de Licenciatura en Filosofía & Letras

Universidad Pontificia Bolivariana, V Semestre, Correo electrónico: [email protected] integrante del Semillero de Investigación Filosófico- Pedagógico: HERMES, Twitter: @juanesfilosofic.

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tiene como tarea, cumplir unos deberes para luego conocerme a mí mismo como diría

Michel de Montaigne en una máxima capital en uno de sus ensayos completos.

El cuidado de si tiene muchas acepciones significativas, acá vamos a tratar de tocar algunas

de las más significativas para el desempeño del maestro en su quehacer pedagógico en la

práctica pedagógica e investigativa. Y en especial enseñarle al maestro, la importancia del

concepto de si para una optimización de la relación entre maestro y alumno desde una ética

del encuentro.

Ahora bien, el cuidado de sí:

“Es el conocimiento de sí -es el lado socrático-platónico-, pero es también el

conocimiento de un cierto número de reglas de conducta o de principios que son a la vez

verdades y prescripciones. Ocuparse de sí es equiparse de estas verdades: es ahí donde

la ética está ligada al juego de la verdad”. (Foucault citado por Britos, 2005).

En otras palabras, cuidamos de nosotros mismos, es cumplir las normas establecidas en las

distintas democracias existentes en la sociedad como son la casa, el gobierno, la escuela, la

amistad y en especial, siempre pensando en lo mejor para nosotros sin atentar contra

nuestros principios y también, buscando cultivarnos desde distintos conocimientos, para

ser no solamente más plural en el pensamiento sino de mayor apertura para comprender no

necesariamente nuestra esencia en el ser de la persona , como único centro del mundo, más

bien, dentro de la medida de lo posible ayudar al otro que es un amigo acompañante en

esta búsqueda. De lo anterior, se deduce que el cuidado de si es una amistad, porque busca

ayudar al otro, mirarse como sujeto de cualidades, fortalezas y debilidades para que busque

el sentido de su existencia, así suscitarle una confrontación que está ligada a los juegos de

verdad brindados según nuestra sociedad.

En cuanto a los juegos de la verdad, expresión usada en la última parte del párrafo de

arriba, dichos juegos de esta sociedad, son no dejarnos llevar por las apariencias, por lo

primero y lo segundo es ver más que todo la esencia y finalidad de encuentro de sí mismo o

con el otro como una posibilidad para examinar las fallas de manera constructiva y no de

manera crítica y somera como lo hacen muchas personas en estos tiempos.

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Los juegos de verdad de nuestro tiempo, nos lleva a pensar a no ver todo desde la panóptica

de lo superficial e individualista, por el contrario generarse una ética del encuentro como lo

plantea el profesor Raúl López Upegui, que habla de lo siguiente:

La palabra “encuentro” arrastra diversas significaciones subsumidas en el concepto-

termino, algunas de ellas contrarias. Por un lado, en una primera acepción, podemos

entenderlo como el acto que propicia a dos personas hallarse mutuamente siendo ello

reciproco (…). Este es el sentido que llamo positivo “encuentro”: la convergencia, la

asociación, la compañía, el develamiento del uno y del otro y viceversa; el manifestarse

a sus presencias y apariciones; por ello contribuye al acercamiento y eventualmente al

conocimiento, designa una nueva relación y el primer contacto entre los protagonistas.

Es el inicial paso para construir una realidad común ulterior. (2)

Además de lo dicho por el profesor López, no siempre los encuentros consigo mismo y el

otro son afortunados, también los hay desafortunados, los cuales traen como consecuencia

la riña, el debate y la desazón, pero a veces en el cuidado de si desde la perspectiva del

encuentro, esto es necesario, para dejar entrever nuestras debilidades y fortalecerlas cada

día para ser mejores personas o simple y llanamente, reflexionar en lo que fallamos para

cimentar una personalidad más sencilla y en especial, verlos como seres humanos en

constante transformación. Tal y como es una obra de arte que es la vida.

Una mirada del cuidado de sí, es como una experiencia de vida, y eso lo devela nuestras

escrituras cuando escribimos lo que sentimos, pensamos, leemos e igualmente dialogamos

con el otro. Para eso me voy apoyar en una frase de la profesora Inés Posada de su texto:

Libreta de Quejas (Escrituras del silencio 1983-2006) donde cita a Jorge Larrosa:

La experiencia, es lo que nos pasa, o los que nos acontece, o los que nos llega. No lo

que pasa, o lo que acontece, o lo que llega, sino lo que nos pasa, o nos acontece, o

nos llega. Cada día pasan muchas cosas, pero al mismo tiempo, casi nada nos pasa.

Se diría que todo lo que pasa está organizado para que nada nos pase…. Nunca han

pasado tantas cosas, pero la experiencia es cada más rara (Posada ctdo a Larrosa, 9)

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De esto, he aprendido que todo en la vida es una serie de secuencias mediante la cual,

nuestros actos, busca generarnos una experiencia que puede rica en aprendizajes o dura si

se quiere ver. Pero igualmente, todos los que nos pasa es por algo, así que lo que debemos

hacer, es ver en esto, un cuidado de sí, que busca generarnos sensaciones de alegría, dolor,

placer y una reconstrucción a ese arquetipo que llamamos personalidad, para enriquecerlo

de experiencias positivas para darnos satisfacción desde el recojo y el confort de la

comodidad, pero si es una experiencia no grata, ver en ella, la oportunidad de aprendizaje

para vernos como realmente somos desde nuestras debilidades y tratar de eliminarlas y no

cimentarlas, como muchas veces pasa en nuestros tiempos actuales.

EL CUIDADO DE SÍ DESDE LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA Y DE

APRENDIZAJE

Desde que nació la educación como un proceso integral que busca formar en todas las

dimensiones al sujeto que se desea dicho proceso, el cuidado de sí ha jugado un papel muy

importante, puesto que toda práctica educativa, es también una práctica de cuidado, ya que

busca generar un crecimiento físico, psicológico, espiritual e intelectual, no solamente en el

alumno, sino también en el maestro, como sujeto enseñante de una ciencia o saber

especifico.

Para empezar, vamos hablar del cuidado de sí como enseñanza que en palabras del Doctor

Gonzalo Soto Posada es:

Es una paideia y humanitas porque permite todo lo relacionado con nuestro proceso

formativo desde su ministerio de instruir y educar, informar y formar, enseñar y

guiar. Hacer un elogio del officum magisterial siempre será fascinante y terrible.

Fascinante por sus acciones, terrible, porque sus alumnos lo pueden ver como tirano,

déspota y mero juego de poder desde su saber. Esta faceta múltiple del maestro es

su riqueza y su pobreza. Uno puede ser su alumno, su discípulo o su esclavo. Y él

puede ser maestro, profesor, instructor, preceptor y mentor. Su oficio es, por lo

mismo, conjugar verbos como enseñar, hablar, adiestrar, dirigir, ilustrar, preceptuar,

edificar, captar, atraer, incitar, provocar, entusiasmar, asombrar…. Y dentro de estos

juegos de verdad y de poder, caben muchas miradas conceptuales. (546)

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En otras palabras, lo que se ve de la escritura del Doctor Soto Posada, es que la figura del

maestro es generar en su alumno, una constante seducción por el conocimiento, para que

siente educado, instruido, jugador del juego de poder de ambos, también se asombre de lo

aprendido y genere una transformación en su vida, que se verá develada cuando sea todo un

profesional o medida que va acrecentando su proceso formativo.

Del mismo modo, el cuidado de sí desde la mirada aristotélica, constituye el aprendizaje

como un sistema taxonómico de saberes, que tiene la siguiente clasificación: 2

El cuidado de sí, es una phronesis que traducida a una nuestra lengua, tiene como

significado, prudencia y que en la antigua Grecia, se asocia a la poiesis, cuyo fin es

la de cultivar al hombre en todas las ciencias de la época. Para que su vida fuera una

obra de arte, en las que los actos del hombre fueran hechos con honestidad, amor,

adoración y estimación; esto se deja ver en la forma de ser dentro de las distintas

circunstancias de la vida cotidiana.3

El saber contemplativo (episteme theoretiké) no responde a ningún tipo de interés,

ni productivo ni práctico, y representa la forma de conocimiento más elevado, que

conduce a la sabiduría. El punto de partida del conocimiento lo constituyen, pues, la

sensación y la experiencia, que nos pone en contacto con la realidad de las

sustancias concretas. Pero el verdadero conocimiento es obra del entendimiento y

consiste en el conocimiento de las sustancias por sus causas y principios, entre las

que se encuentra la causa formal, la esencia4

2 Estos escritos fueron tomados de unos apuntes de una Conferencia dictada por el Doctor Soto Posada, en la Ciudad de

Medellín, el día 23 de Agosto de 2011 en la Estación Estadio sobre el Cuidado de Sí. 3 Quisiera añadir unas notas sobre otras finalidades de la prudencia en Aristóteles:

El aconsejar bien, y ninguno consulta, jamás de las cosas que no pueden acaecer de otra manera, ni menos de las cosas que no tienen algún fin, que sea bien que pueda ponerse por obra. Y el que de veras ha de ser buen consejero, en lo que al hombre le es mejor, ha de ser hombre que, con discurso de buena razón, pueda conjecturar las cosas que se puedan hacer y poner por obra. (171) 4 Se aclara que este fragmento es tomado de :

http://aulavirtual.catedra.com.co:8081/editordatadiplomado/0/ARIST211TELES/CONTENT_7.html cuya página lo tomó de un análisis aristotélico.

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El saber productivo (episteme poietiké) que es el que tiene por objeto la producción

o fabricación.5

Podemos ver en esta clasificación que el cuidado de si, forma en forma de proceso de

enseñanza, es generado por las etapas de la vida, que son la infancia, para formarse en la

prudencia a través de los actos. Del mismo modo, no solamente se forma en la infancia, es

un proceso constante a la medida que pasen los años, porque el concepto de Paideia que en

latín se traduce en Humanitas, significa “la preocupación de uno mismo” para leer y

comprender las necesidades humanas. La relación entre phronesis y los conceptos

anteriormente expuestos, se da, por ser la vida prudente, una escultura que se va

modelando.

Ya para concluir esta parte, hablaremos del cuidado de si como un aprendizaje que en

palabras del Doctor Gonzalo Soto:

Es una anamnesis porque si se mira desde el origen etimológico de la palabra

alumnus, viene del latín alumnos que deriva del verbo alere, que significa alimentar,

aunque también puede llamarse con la palabra “alumno” al que se alimenta como el

que se es alimentado, el que se nutre y que el que es nutrido. Así, el que enseña se

enseña y el que es enseñado enseña desde una dialógica que no es diabólica en el

sentido de diábolos. Porque el verbo alere es inmensamente rico y significativo;

además de alimentar y nutrir remite a criar, sostener, fomentar animar, educar,

fomentar, mantener, hacer crecer, incrementar, alentar, aumentar engrandecer y

fortificar (547-548)

Todo proceso de aprendizaje, es una anamnesis, no sólo por el estar constantemente

recordando lo enseñado por nuestros maestros en las aulas de clases, para generar un

cuidado de si como un cultivo de conocimientos, sino más bien un cuidado de si desde una

sana alimentación, donde todo lo adquirido en las clases, busca sostener unos cimientos ya

obtenidos por el alumno desde antes y después de iniciar su proceso formativo en las

distintas etapas escolares, para que dichos conocimientos no sean estrictamente una mayor

alimentación desde la cualificación de las técnicas de las ciencias y saberes, de la misma

forma, genere una reflexión dialogante del saber para conocerse a sí mismo y al otro a

través de ella.

5 http://www.webdianoia.com/aristoteles/aristoteles_conoc.htm

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Además de ser el cuidado de si un aprendizaje desde una constante rememoración de

nuestros maestros, compañeros, temáticas, calificaciones entre otras. El cuidado de si desde

el aprendizaje es una gracia, para generar en las personas, la dicha de haber cumplido un

deber y que ese deber conduzca no sólo al cumplimiento de una tarea, si no a la satisfacción

personal de conocer nuevas fortalezas de nosotros mismos como seres humanos, habitantes

de una sociedad dentro de una cultura, y en especial un mayor crecimiento en el amor

propio, sin caer en egocentrismos superficiales, más bien en una paz humana para

compartirla con el otro.

Lo anterior nos hace comprender que la gracia es la necesidad de hacer bien, por eso la

labor del maestro, es una necesidad que el alumno, sea una persona correcta y siempre vea

en las clases en palabras del profesor Raúl López Upegui:

El encuentro, tiene el carácter de búsqueda, por ello no tiene una forma definida o

preestablecida; es el espacio interrelacional en el cual se construye el ambos o el

nosotros, no preexistente, creando el ámbito de las relaciones; la posibilidad es pues

su dimensión, pero entendiendo dicha posibilidad como aquella que se establece la

realidad y la funda: de ser y de “ser con”. Por estas condiciones, llamémoslas

esenciales, de esto el encuentro implica a su vez un compromiso en su relación

misma (…) (9)

Estas palabras del profesor López, es para decir que todo aprendizaje se constituye en un

encuentro donde se busca formar las relaciones entre alumno y maestros como dos amigos

que buscan construir una nación de la forma aristotélica. Del mismo modo, todo proceso de

enseñanza, es una oportunidad donde ambos protagonistas siempre en constante

enriquecimiento de lo que dice el uno y el otro para ser mejor persona cada día en su

existencia. Y en sí, sus encuentros implican una serie de diálogos suscitadores de preguntas

que mediante el transcurso del año escolar serán resueltos de manera colectiva y conjunta

para que haya una solución de conceptos nuevos y abiertos.

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Paralelo a esto, Gonzalo Soto, nos dice que el alumno debe ser grato con su maestro por lo

siguiente:

La gracia tanto del cuerpo como del alma, tiene relación con el sustantivo latino

gratia que tiene sus referencias conceptuales: favor, benevolencia, complacencia,

amistad, afecto, gracia, estima, estimación, indulgencia, perdón, agradecimiento,

gratitud, reconocimiento, beneficio, buenas relaciones, atractivo, encanto (….). Así,

dar gracias no es otra cosa que manifestar de palabra o por medio de ademanes el

agradecimiento por la gratitud del beneficio recibido. En este sentido, la traducción

latina del griego kharis como gratia es afortunada. Y remite a una situación

encantadora, agradable, cara al placer de existir en la belleza del mundo dando

gracias por estas gracias. (543)

Pues dichas gracias no se hace solamente por los favores de la enseñanza y del aprendizaje,

obtenidos en todo, sino por el cuidado de si realizado por el maestro desde la morada

habitada por el discípulo. Lo mismo que por aconsejarlo para ayudarle en el nacimiento de

una vida como obra de Arte: “cuya finalidad es darle una mayor apertura del mundo que en

latín se conoce como prepicius caleolus (cálculo del tiempo de trabajo) y un prepicius

mundis (precultivo al mundo)” (Soto, 2011). Lo del cálculo de tiempo de trabajo, es para

ayudarle a conocer las secuencias del tiempo para cada actividad y la importancia del

cronos en la vida cotidiana y el tiempo como medio de pensamientos y de encuentros

consigo mismo y con el otro. En la misma forma, el proceso de aprender, siempre buscaba

de manera directa cultivar al hombre para enfrentarse al mundo de la vida.

EL CUIDADO DE SÍ DESDE LAS TECNOLOGÍAS DEL YO

El cuidado de si se debate en un constante juego de lo apolíneo y lo dionisiaco. El primero

se conjuga en la realización de los sueños y en la búsqueda de la paz, lo cual tiene como

función hacer catarsis de purificación, para poseer la luz divina como algo estético, que se

ve en la forma griega de la gnosis (unión de lo divino: Dios en la vida cotidiana que no es

místico sino un purificador de todos los días).

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En cuanto a lo dionisiaco, es aprender a jugar con los placeres, que no solo es el conjunto

de las pasiones humanas propias de la sexualidad humana, sino en palabras de Epicuro de

Samos: “El placer, es el principio de una vida feliz, porque lo hemos reconocido como un

bien primero y congénito, a partir del cual iniciamos cualquier elección o aversión y a él

nos referimos al juzgar los bienes según la norma del placer y del dolor” (cfr.págs.61-62)

Cuando vivimos con intensidad como vivió el Dios Dionisos, según la mitología griega,

podemos comprender que la vida no es solamente la búsqueda de la serenidad o la calma

para alcanzar los sueños o las metas propuestas de este mundo. Es también desarrollar la

alegría para el disfrute y el goce de cosas elementales y cotidianas como conversar, leer,

escribir, cantar, soñar, reír, el estar enamoradas, entre muchas otras; para que nuestra vida,

salga del tedio o de la rutina a la cual nos somete muchas veces lo contemporáneo de

nuestro tiempo. Y en especial, veamos una vida donde podemos saltar y alabar entre nubes

como dice una pequeña parte de Zaratustra de Nietzsche.

Ahora bien, el papel de las tecnologías del yo en el cuidado de sí, fue planteado por Michel

Foucault, de cuya autoría hay un sinfín de obras acerca del tema, que tiene por objetivo:

La ética como práctica reflexiva es de suma importancia en tanto nos ayuda a forjar nuestra

subjetividad, nuestras verdades e incluso posibilita un ejercicio de libertad. Ocuparse de sí

mismo, pasa necesariamente por conocerse a sí mismo, es pensarse, asistirse y regirse. El

arte de la existencia busca romper con las coacciones que nos afectan, es un esfuerzo por

apropiarnos y conducir nuestra propia vida (Sossa, 2009, pág.37)

Las tecnologías del yo, son un conjunto de técnicas que pretenden ayudar a los sujetos del

cuidado de si a formarse desde una libertad y autonomía, para mirarse frente a un espejo

sus elementos de conocimientos humanos e intelectuales, para ver cuáles son los que

destacan su personalidad frente al mundo y a la sociedad que le rodea; en la misma forma,

pensarse analíticamente y críticamente desde lo meditado en algunos espacios de soledad

de la vida como es cuando duerme, lee, escribe, se encuentra solo, dialoga con el otro, y en

la medida de sus posibilidades ha vivido en su existencia a través le han ayudado a ser

mejores personas.

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Las tecnologías del Yo planteada por Foucault son cuatro y se definen de la siguiente

manera:

Tecnología de producción: Es la que nos permite producir, transformar o producir

cosas. Esta la ejercemos a medida que vamos trabajando por un objetivo en nuestras

vidas y que se va moldeando dentro de nuestras posibilidades. Un ejemplo, es el

deseo, los sueños, los objetivos para un año nuevo o las metas académicas o

laborales de nuestras vidas. Las cuales a través del tiempo, producimos para que a

medida del paso de los años, estaremos constantemente transformando para

producir nuevos elementos que las enriquezcan o simple y llanamente, las

transforme según nuestros contextos sociales y culturales propios.

Tecnología de sistemas de signos: Su función es ayudarnos a la comunicación con

el mundo interior y exterior. Por eso, su ejercicio se da con ayuda del lenguaje oral

o escrito, utilizado en la vida social de los distintos sujetos del cuidado de sí y

también depende dentro del nivel cultural de los mismos sujetos. El ejemplo más

palpable, donde hay una tecnología de éste tipo, es en la música, donde la persona

que toca muestra su alegría en el instrumento, pero también habla a través de un

instrumento un lenguaje que no se atreve hablar por el mundo, no por ignorancia, ni

mucho menos por miedo, sino porque él tiene otra forma de comunicarse con el

mundo que es el sonido.

De esta tecnología, se podría añadir, que se forma la vocacionalidad, porque gracias

a la comunicación del mundo interior y exterior, conocemos lo que realmente

proyectamos para nuestra existencia. Para eso tomaré unas palabras del Doctor Luis

Fernando Fernández:

Las elecciones cotidianas, la prudencia, la realización efectiva del proyecto

fundamental y la entrega personal y comunitaria a un quehacer son las cuatro

características de la vocación en sentido ético, pero ésta también tiene una vertiente

religiosa. Obviamente la dimensión sobrenatural de la vocación no anula el orden

natural ni se superpone a él, sino que lo penetra. (Fernández, 2006, pág.448)

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En este sentido, a lo que me refiero es que todo proceso de comunicación se hace

desde la prudencia, para no generar alteraciones en la personalidad de uno mismo o

del otro, en lo posible. Así mismo, los sistemas de signos, se forman en una entrega

y esta se forman es dentro de un sistema ético por las normas y en uno religioso, por

lo espiritual de dicha entrega.

Tecnología del poder: es la determinada por nuestra conducta como

individuo y también a los sometimientos a ciertos fines o de dominación que

consiste la objetivación del sujeto. Lo que se mira allí, son los puntos de

vista del otro como sujeto de una sociedad y una cultura, lo mismo que su

precisión para expresar eso que piensa desde sus lecturas y escrituras al

mundo. Pero en especial, ¿Cómo su saber tiene un peso en la sociedad a la

que pertenece? Por lo anterior, el peso de la tecnología del poder, ya no se

cuenta con los poderes brindados por las fuerzas humanas del cuerpo, se

miden es por la capacidad de interrelacionar saberes conceptuales e indagar

los orígenes de los mismos, para generar un nuevo paradigma de

pensamiento, cuyo fin es la apertura del sujeto enseñante y aprendiz.

De las etimologías latinas, estudiadas por el Doctor Soto se encuentran estas

más acordes al cuidado de si desde la tecnología del poder:

Eustoquia: saber relacionar las cosas.

Solepcia: el ingenio para demostrar el saber o seducir al otro.

Caución: sagacidad o astucia para el conocimiento.

Intelecto: Sentido del leer todo en la cultura.

Deducimos de lo anterior que la persona que quiera seducir a otros para enseñar o aprender

de ellos, tienen que cumplir los elementos anterior, para ofrecer un cuidado de si que no

sólo se enmarca en una inteligencia práctica de la vida, sino más bien en un encuentro de

dos mundos donde el uno se quiere alimentar del otro, para crecer y no llevar a ser

sometido por el otro.

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Tecnologías del Yo: su ocupación es permitirle efectuar al individuo por cuenta

propia o con ayuda de otros, cierto número de operaciones sobre su cuerpo, alma y

pensamientos, conducta, o cualquier forma de ser obteniendo así una

transformación de sí mismos con el fin de alcanzar cierto estado de felicidad,

pureza, sabiduría e inmortalidad. En otras palabras, la última de las tecnologías de

Foucault, pretende formar la independencia del individuo en cuanto a sus actos en

el mundo, pero también pretende hacerlo reflexionar que no sólo es dejarse llevar

por sus impulsos y deseos personales y de otros, sino que ello acarrea la

responsabilidad de un pensamiento meditante y espiritual. Donde lo que se debe

tener en cuenta es una docilitus, que es nada más y nada menos que el lugar de

existencia en la cultura que ocupamos o el papel que nuestras decisiones, pueden

afectar dicho lugar.

Para eso, se propone que el Yo siempre piense no para razonar, sino para sopesar

desde el estado del encuentro eso que va decir y no vaya en contra de los

principios de la cultura y de la sociedad. Antes al contrario genere una mayor

apertura, porque está rompiendo con viejos paradigmas.

Tomaré unas palabras del doctor Luis Fernando Fernández de su artículo: la vocación:

Êthos de fidelidad a sí mismo:

Prudente es el que sabe “ver” lo que debe hacer y lo hace, no el que “se toma el

tiempo” para que los acontecimientos mismos los que impongan una decisión, de

manera que él pueda excusar de decidir. En otras palabras, prudente, no es el

incapaz de tomar una decisión sino el que sabe comprometerse (487)

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Con esto quiero concluir diciendo que el cuidado de si, no es pensar en el plano de la

reflexión solamente, es más bien que cada acto que hacemos aporte a una personalidad más

integral, pero también que ese otro, al cual le dirigimos sus actos en el caso de los maestros

a los que acá estoy hablando, ayude a una mayor Epimeleia (conocimiento de sí mismo)

que en el latín traducido es un saber ser aconsejado y ser juzgado en lo humano para

generar una transformación y formación pedagógica de la persona.

No siendo más, muchas gracias a todos ustedes por escucharme y a los que algún día,

leerán este articulo, les agradezco sus comentarios en torno a la escritura, la cual son una

serie de notas de distintos textos. Y en especial de mis maestros amigos y cómplices de

Gonzalo Soto Posada, con el cual yo he aprendido leyendo cada uno de sus escritos como

lector y escucha de sus magnas conferencias, porque soy como el aquinante en busca de la

oración.

Bibliografía

SOSA ROJAS, Alexis. Michel Foucault y el cuidado de sí. Revista Universitaria

Arbitrada de Investigación y Diálogo Académico, Vol. 6, No. 2, (2010) 34-45 págs.

SOTO POSADA, Gonzalo. La Filosofía como Forma de Vida. Revista escritos •

Vol. 17 No. 39 julio - diciembre (2009)

FERNÁNDEZ OCHOA, Luis Fernando. La vocación: Êthos de fidelidad a sí

mismo Revista Escritos Vol. 14 No. 33 julio - diciembre (2006)

FOUCAULT, Michel. Tecnologías del Yo. Barcelona: Paidos.1991.

LÓPEZ UPEGUI, Raúl. Hacía Una Ética del Encuentro. Conferencia Inaugural

del XI Foro de Estudiantes de Filosofía & Letras. Universidad Pontificia

Bolivariana. Medellín.2010.

POSADA AGUDELO, Inés. Libretas de Quejas (La Escritura del Silencio).

Medellín: Editorial Universidad Pontificia Bolivariana. 2006.

LÓPEZ AGUDELO, Juan Esteban. Notas de Conferencia: CUIDADO DE SÍ

Dictada por Gonzalo Soto Posada. 22 de Agosto de 2011.