El diario de oyukita · Me pegó mi hermano Mario porque no quise levantar de la mesa un vaso y un...
Transcript of El diario de oyukita · Me pegó mi hermano Mario porque no quise levantar de la mesa un vaso y un...
LOS EXPEDIENTES SECRETOS
El diario de oyukita
Juan de la Cab.da'
'(AmprriJano dt origm. Juan dt laCabaáa murió m cl Distrilo Frdrral atUS 83 año¡ dc cdad (1986). ConvmcidarOlllunista. no ¡ólo ft inrorpoTÓ al !'CM yotras organiudontl difiliación similar,fino qut ¡u/rió la rrpmión yptrfc(UJiónpor sus conv;cdontr. Como otrOS tantosinultctulllts mtx;C4nos, fui a Españaruanda aqutlla naáón ft drsangraba muna rrutrltaluriJa intt1tina. Aun cuandaincursionó ni ti tint como guionista, rorralidadfut tII cl rumto m ti quc hizogala dc una crcatividad ampliammttrtconocida. (omo Si ptrcibt con todaclaridad tn tstt tu/n/O. originaimtnttpub/iraáa m Universidad de México.ortub" tÚ 1953. vol. VIII, núm. 2. Laadalncrnáa ftmrnina m una "aüdadm la q'" cl lorbcllino tÚ un tÚ¡pcrtarStnJUIl/ Si conjuga conflictivammtt conuna _itdadopmiva. rs cl ttma tÚI quct1tt CJ«nW St nutri con sagaádad
En la revista Flminat leí la tecomen<!ación de que toda joven escriba su diario. Tengo 15 alios. Me pusieron denombte Oyuki, aunque generalmenteme dicen Oyukita. Por haber hetedado la cata de mi madte. hija de japon~s con mtxicana, me llamaban·cote3lla· en la escuela donde aC3b~ laprimaria, y ,¿ que todavla hoy mismalquerientes del barrio me señalancon el mismo apodo.
El sábado 9 de OCtubte de 1952, díaen que como tantos otros me tegañómi abuela. pen5é a lodas hotaS en Elías.A13.1 ocho de la noche acudla una citaque ayer me dio. Somos novios.
to~ 2002' UNIVERSIDAD DE M!xICO
Terminamos el 2 de diciembre. Apartir de esta fecha nada memotablesucedió hasta hoy. 25, en que tuve queit a dotmit al piso de arriba por una riñacon mi madre a causa de ese señor queaborrezco tanto y dicen es mi padre.
Sin más, transcurrió el tiempo. El díaúltimo de diciembre rambi~n pimó maly pasé dormida la emrada del año. Sedisgustaron mi abuelita ymi mamá tansólo por mí. iQu~ desgraciada soy!
El 2 de enero de 1953 me habló denuevo Elías, muy arrepemido según él.Era viernes y le conté puras mentiras.
Dos semanas después, el 16, tetminamos porque le contaron que yo lohacia tonto. No sentí pena ni rabia, puesera verdad: lo hada tonto con Ernesto.Pero lo que sí me produce indignaciónes el pensar que cuando lo hice tomocon José Luis no le dijeran nada.
El 19 de enero, mi abuela nos echóen cara que tras que estábamos arrimadas ~ramos unas cochinas.
El 21 supe que la chismosa de MaríaCristina fue quien puso a Elías al enrriente de mi infidelidad.
El 24 platicó María Elena con él. Erasábado.
y el sábado siguiente, 31. lo vi en latienda que está en la calle de la L~..
El jueves, 5 de febrero, me dIjeronque ya tenia una novia en la calle deZaragoza; pero yo sé que "el que picones da, picado está". Sí, lo qwero; nolo niego. Mas si yo he olvidado tantascosas. ¿por qué no olvida él? No puedoexplicarme cómo después de habermedicho que me amaba, y habérmelo dichollorando, se comporta de este modo.¿Tan pronto olvidan los hombres sUSpromesas?
El 8 de febrero peleó mi madre conmi abuela. iOh, cuándo se acabarán losdisgustos de familia! Este mismo día,me cueman que el miércoles a las ochode la noche pasó Ellas del braw de unajoven por mi casa.
9 de febrero. -Bronca otra vez conese señor que odio hasta el aborrecimiento. Lloré de cólera toda la noche.
Ola 16. -¡Qué vida más horrible! Mepegó mi hermano Mario porque noquise levantar de la mesa un vaso y unplato. Tan fuerte me pegó que parecíaquerer matarme. Pensé huir de la casa;pero mejor esperaré. También vi a Ellas.
Febrero 24. -Me regañó mi abuelapor los gatos, principalmente por la"Fátima" que maulla toda la noche yno deja dormir.
El 12 de marzo me dijo mi mamá:"Ve a un mandado". Ycomo le dije queno iba. se sulfuró mucho y me aventóun elote.
El 13 de marzo hubo de nuevo gresca porque no fui a otro mandado. Megolpeó mi mamá. Al anochecer reanudé las relaciones con Elfas.
15. -Ha seguido un periodo de tranquilidad en la familia. ¡Ojalá dure!
Mano 26. -Elías riñe otra vez conmigo. Quedamos en vernos el sábado 28.
Pero lo vi el viernes a las seis y mediade la tarde, y no lo saludé, pues no tenIa por qué hablarle. Si quedamos envernos el sábado, ¿por qué adelantar lacita? Y además, ¿por qué no me ha llamado por teléfono? Si él no lo hace, yotampoco. Recuerdo ahora que el 13 demarzo, cuando me platicó que si hablatenido otra novia fue por el muchísimo despecho que sintió al contarleMarIa Cristina que yo lo hacía tonto,no le pregunté nada. Él desembuchótodo. ¡Qué niños son los hombres!
y desde el 11 de abril se teje unamaraña de chismes acerca de él, peroyo me hago la desentendida para datles en la torre, pareciendo decir con misilencio: "Por mí, que se divierta". Sólosé que no podré olvidarlo nunca.
Olvidé apuntar que el Jueves Santo,2 de abril, se me declaró Salvadot y lecorrespondI. E181e dije que no pensaballegar a quererlo y rompimos, pues, enrealidad, asl lo creo. Vi a Ellas en la calle.
Lunes 20. -íbamos del brazo MaríaElena y yo cuando vimos que tomaba
Elfas un refresco dentro de un tendajón. No quise hablarle directamente yle pedl a Marfa Elena que le llamara.Ella fue y le dijo: "EHas, venga tantito".El muy fatuo contestó: "Déjeme tomarmi limonada a gusto". Entonces meencendl de coraje y desde lejos le grité:"EHas, necesito hablar contigo". Élrespondió: "No puedo porque me due-
le un pie". Me puse blanca de furia yavancé hasta la puerta del tendajón:"Pues a mI me duelen los dos y, sin embargo, ya ves, aunque no quisiera verteni en pintura, tengo que hablarte".Salió y se fue sin volver la cara. ¿Porqué lo querré tanro?
Martes 21. -Hace tiempo que meacompaña Héctor. El domingo 19 fuimos al cine y me pidió relaciones. ¿Quépodté hacer pata olvidat a Elfas? Lecorrespondl a Héctor. No sé si lo quiera; pero es tan bueno, tan cariñoso yfino. que pienso: "Si Ellas tuviese siquieta la cuarta parte de la bondad delouo, todo seda muy distinto." Y diciendo esto para mis adentros. resuJtaque ya pienso y creo querer a Héctor.
Abril 23. -Me habló de amores Raúl.No le resolvl nada porque no quierohacer tonto a Héctor.
El 27 de abril por la mañana le di aRaúl el "sí", y por la rarde le dije que "no".
Rara vez me enfermo, ysólo de catlJTO,pero si pesco uno caigo en cama. AsIestoy ahora. Es 1de mayo. Gracias a queno tengo que ir a trabajar.
9 de mayo, sábado. -Esta larde, haceunos momentos, me pidió Héctor queme casara con él.
Mañana del dla siguiente, domingolO. -Es "Ola de las Madres" y regalé ala mía un corte de vestido. Esroy contenta. Hay un sol magnífico. Héctorquería venir a mi casa y hablar con mimamá. Por el momento, lo disuadl:"Héctor, eso sería una inconveniencia.Mira, no le he dicho nada de nuesrrasrelaciones, porque necesitaba cerciorar·me que sI me quieres". Respondió: "Sí,Oyukita, te adoro. iTe quiero muchí·sima! Piensa que serás mi mujer, no porun tiempo sino por toda la vida.Medltalo bien, y luego se lo dices a rumamá para ver qué te aconseja."
Martes 12 de mayo. -Le han comado que el domingo, después de que nosseparamos, me fui al cine con Otro pretendiente. Furiosa, porque esm si es unacalumnia, acabarnos la plárica enf.¡da·dos. Si no me tiene absoluta confianza,
UNIVERSIDAD DE MEXICO • Seph~bt. 2002 91
_A
mañana miércoles, que volvamos avernoS, romperé con Héctor aunquehaya de Uorar mis ilusiones muertas...el fin de mis anhelos... ¡Ay, Héctor!
El sábado 6 de junio nos contentamos y el 11 rompimos, porque de repente se topÓ con EHas y pelearon agolpes. Francamente, ganó Héctor;peto yo me puse de parte de Ellas, conquien volví después de la pelea. iLo
quiero tanto ... tanto! Quizás porqueuna vez lo hice tonto y juntos hemospasado muchas penas.
Pero hasta hoy, domingo 5 dejulio -idespués de un mes!- nohabla vuelto a verlo. El marteshablé por teléfono en vista de nohaber sabido más de él, y mecontestó muy enojado. El 14vino a verme.
El viernes, 17, platiqué conHéetor. Me dijo que el sábadoanterior Elías lo invitó a tomaruna copa. Me molestó que sehayan hablado. Era concederdemasiada importancia a estemenso de Héetor. Pero tuve que oíry callar. ¿Qué otra cosa mequedaba sino esconder mi encono? ¡Entonces, ninguno de ellospeleó por mí! Detesto reconcentradamente a los dos: al uno -Ellas,a quien canto compadeda-, por rajón;el otrO -Héctor- por su benevolentecondescendencia, que no es sino engreimiento, vanidad. iAl diablo, aldiablo los dos, y cada cual por dondevino!
El 27 de julio por la noche, cuandovuelvo de la calle, me dice Lilia que departe de Ellas Uegó un muchacho conun recado para mí, y que eUa le informó que yo estaba en la asamblea delsindicato.
El 28, Jaime -un buen muchachoamigo nuestro- nos convidó a un baile por ser día de su cumpleaños. Esecascarrabias de mi hermano Mario meregafió por bailar yo tres veces seguidascon un señor gordo y casado, que leera antipático y a mí me hada gracia.
9'2 .......1.. 2002' UNIVERSIDAD DE MEXICO
El 30 me Uamó Héetor por teléfono.Fuimos al cine Capitolio y una vez másme propUSO casamiento. Pero quién sabe
a qué llegaremos. Por mi, es~?y dispuesta;Ala mañana siguiente le dije a nu mama
que vendría Héctor a pedir mi mano.-iNada más entra ese upo a la casa y
verás cómo sale! -resopló furiosa.Por la noche me regañó Mario porque
se me tompió la yema de un huevo alfreírlo. En cuanto a Héctor, es mejordejarlo a la voluntad de Dios.
iQué injusticia! ElI de agosto, comouna fiera rugió mi abuela que no másnos pasábamos de golfas la vida y queéramos unas malvadas. Es verdad que confrecuencia desatendemos el trabajo dela casa, pero, ¿por qué a Mario, que debería cargar con mayores obligaciones,nunca lo reprenden, sólo por ser hombre ... y todo lo bueno para él, mientraspara nosotras -Lilia y yo--Ias sobras?
Agosto 3. -No sé para que me Uamaría hoy Héctor varias veces, siemprecuando estaba yo fuera de casa, segúnme dijo Lilia, que estuvo pendiente delteléfono.
Agosto 4. -Lo esperé a la salida deltrabajo para saber lo que quería y medijo, sonriendo, que «nada".
Miércoles 5. -Por la mañana nos citamos a las ocho de la noche. Vino y
dimos una vuelta. Gracias a mi abuelaque se interpuso no me pegó Mario.Se enojó porque no le cosí una camisaque iba a mudarse y a la que le falta.ban todos los botones. Héctor quedóen Uevatme de paseo el domingo porla tarde.
Domingo. -Me cansé de salir constantemente a la calle con mil pretextosy aguardarlo hasta las siete de la noche. Por fortuna llegó de visita unaamiga y decidimos ir al cine en como
pañía de su hijito. Asl que me dejaste plantada... ¿no, Héctor? Paraque no se te haga costumbre, ¡ve·rás! ¡Va verás!
El lunes, 10 de agosto de 1953,cambié de empleo. Comencé atra
bajar en la R. O'Connor & Co.De regreso encontré por casualidad a la Chara y al "chirnuelo",hermanos pequeños de Héetor, yles recomendé le dijeran que nome hablase por teléfono; que nosveríamos en la esquina convenidael martes a las seis y media. Lesregalé dulces. Cuando Ueguéacasame advirtió Lilia que me telefo-nearon, y mi mamá había tomado
la bocina.El martes 18, desde las seis y
media, rondando las esquinas esperéinútilmente a Héctor hasta las siete dela noche. Desalentada emprendí el camino de mi casa en un tranvía, pero alas nueve en punto oí venir de fuera susilbido y salí a verlo. Me contó que 1I~mó por teléfono y habiendo respondido mi madre pasó él la bocina a laChata, quien dijo que hablaba Esperanza para saludarme. Mi mamá no setragó el anzuelo y contestÓ a la Chata que"hiciera el favor de decirle a HéclOr
que no me molestara más, porque 1,iba a salir colá'. Mientras cammábamos y refería lo sucedido, comenté yo:
-iAy, Héctor! ¿No re dije que esro
nuestro es difícil, muy difícil?y él repuso:-SI, Oyukila, por mi parte ... M lo
sería tanto. ¿verdad?-y agregó: IIMlra,
Oyuki, piensa con la cabeza. ¿Por quéno le hablas en serio a tu mamá, diciéndole que me permita la entrada aru casa para visitarte y que yo estOy dispuesto a casarme en un plazo de tresmeses o el que eUa fije". Promerí seguirsu consejo y, contra lo que suponía yo,mi madre accedió sin alterarse.
El lunes que habló Héctor por teléfono,le dije a eUa quién me había Uamado, y que a las ocho de la noche ibaasalir un rato a la calle para verlo y darjumos una vuelta.
Cuando me acompañaba de regresoa la casa, vimos a distancia la figura demi madre que aparecía en la puerta.
-¡Oyuki, ahí está tu mamá! -musitótrémulo, Héctor-. ¿Cómo no vas y leruegas que venga para formalizar lascosas de una vez?
Me dirigí con cierto sobresalto haciami madre.
-Bueno, vamos ... -asintió.Pero yo me le adelanté para prevenir
a Héctor y alentarlo:-Ya viene.-Me voy... , Oyuki; Oyukita -tiru-
beó él.-¡Cómo! -exclamé. -¿Entonces,
para qué me pediste que llamase a mimadte?
-Petdón... Oyukita -tembló en un
,
hilo de voz-o Pero ... tú no sabes lo feoque se sienre... -y arrancÓ de prisa, dejándome estupefacta. iQué vergUen.. lamía delante de mi madre! No es panrepetit la reprimenda que aguanté.
¡Ya esto se acabó!Sin embargo, el jueves me cerró el
paso, mientras volvía del trabajo y ha·bló con una voz honda, no recuerdocuánto. con tanta turbación. que no ~por qué lo perdoné. Parece atribUlo demujeres las propensiones al sufrimicn·ro y al perdón.
El sábado 15, que no trabajamos porla tarde, vendrá a las cuatro y media.¡Dios ha de querer que venga!
Sábado 15. -Eran ya las cinco, ycomo aún no apareda, lo llamé porteléfono. "Perdón, Oyukita, mi vida;pero olvidé que la cita era para hoy. Nosvemos a las ocho. ¿Quieres?"
Fue puntual, y al despedirnos ptometió volver mañana. domingo, dla demi samo, con un regalito...
El domingo 16 de agosto, san Joaquín, día de mi santo, me dejó planta.da. iCon cuánta rabia, desdicha yamatgura me pasé las horas que debieron ser para mí de las más alegres y felices!
A ver con lo que me sale cuando pretenda volver a hablarme, si es que vuelve, cosa que dudo mucho. pues no creoque tenga la desfachatez de presentarse jamás ame mi vista.
El día 1 de septiembre de 1953 ter·minamos definirivamentc -¡para siempre!- Héctor y yo. Así se acabaron lasilusiones. lo mismo que este diario ytodo ... ¡todo! ¿Por qué se me saltan laslágrimas? Iré a dormir al cuarto dearriba para que nadie, y menos esea~crecido de mi padre, sepa de tan excrafiapesadumbre y este lIanro. ~
UNIVERSIDAD DE MEXICO • $epflMlbt. 2002 93