Cuando nuestro modelo es un pensamiento La forma es el principal estímulo visual para la comprensión del significado de una imagen. Es por eso que el dibujante debe ser consciente de la responsabilidad que tiene al crear sus formas con el fin de ofrecer un mensaje claro y preciso, sin descuidar el efecto estético que va implícito en él. Cuando nos proponemos copiar del natural, nuestro mayor deseo es reproducir la forma de lo que tenemos delante con la máxima fidelidad, ya sea a través de análisis o de la síntesis. Buscamos que nuestra obra mantenga, al menos durante el proceso, un nexo de unión con el modelo –de otra manera no tendría sentido dibujar a partir de un modelo-. Sin embargo, cuando fabricamos una imagen sin referencias reales, la cosa cambia. Nuestro modelo es un pensamiento, una idea, un recuerdo. Entonces se produce un conflicto bastante grave, porque no alcanzamos a visualizar nuestro pensamiento con la misma nitidez con la que vemos el modelo natural. Esto produce que nuestros dibujos realizados sin modelo, se inunden de dudas hasta el punto de llegar a veces, a un callejón sin salida. Diferentes formas de dibujo de memoria El dibujar de memoria, sin modelo físico, puede entenderse y hacerse desde diferentes presupuestos:

1. Dibujar de retentiva. Tratando de recordar algo concreto que acabamos de ver. 2. Dibujar formas aprendidas mecánicamente (habilidades, destrezas). 3. Dibujar formas de cosas que conocemos. Tendencia a lo genérico. 4. Dibujar ideogramas frases, (Pictionary).

Representar formas con la máxima precisión de que seamos capaces La representación de cualquier forma o figura concreta precisa primero el conocimiento o recuerdo de algunas de las leyes características que la identifican y diferencian de los demás objetos o figuras que pudieran parecérseles. En todos los casos hay que “luchar por alcanzar la forma”, sin importar su “acabado” . Es decir, no podemos conformarnos con el primer resultado. En el dibujo de memoria, el modelo no es visible, por lo que su ejecución se culminará rectificando su trazado, “dialogando” con él. La forma genérica Aunque como afirma Rudolf Arnheim, “dondequiera que percibimos una forma, consciente o inconscientemente suponemos que representa algo, y por lo tanto que es la forma de un contenido”, la forma material, nos informa del aspecto exterior de las cosas y fundamentalmente tiene como objetivo diferenciar unas cosas de otras. En ese sentido podríamos hablar de la forma material como la forma genérica de las cosas.

1 EL DIBUJO DE MEMORIA

• Diferentes formas de dibujo de memoria

• Afinar los resultados

• La forma genérica

• Formas geométricas

• Formas orgánicas

• Algunos problemas

Un triangulo puede significar muchas cosas, (un agujero triangular, una montaña, una pirámide, una flecha, un signo indicador... Esas cosas serían significados de la forma triangular, pero la forma

genérica es el triángulo.

Formas geométricas Cuando se trata de dibujar formas geométricas de memoria resulta bastante sencillo, pues basta con recordar la “ley” que caracteriza esas formas y “luchar” hasta conseguir representar dichas cualidades. No es un problema de memoria de magnitudes sino de consciencia respecto a las proporciones.

Un círculo, una cruz, un cuadrilátero, un exágono, un trapecio… poseen unas características muy concretas. Conocerlas nos resuelve su representación.

Formas orgánicas Las formas orgánicas, presentan más dificultades, ya que sus leyes son en principio menos estrictas (es difícil enunciarlas y por lo tanto escribirlas). Sin embargo al abordar el dibujo de las formas orgánicas bajo las dos dimensiones del escenario pictórico, se reduce considerablemente la dificultad. El lenguaje de las siluetas resulta muy eficaz para empezar a entrenarse en el dibujo de memoria.

La vista engaña y los dibujos también. La identificación de la forma gráfica Existen dos tipos de problemas relativos a la percepción visual, que inciden de manera muy acusada en el dibujo de memoria:

• Los engaños visuales • Problemas de tamaño y proporción (ilusiones ópticas)

• Siempre la solución más lógica. (Arnheim).

• La identificaciones dudosas, ambigüedad visual. Las formas geométricas, a diferencia de las orgánicas, no representan conflicto identificativo, a no ser que se impregnen de ciertos signos reconocibles. La forma orgánica estimula inmediatamente el afán de identificación.

Bibliografía: Arte y percepción visual, Rudolf Arnheim. CÁTEDRA. El dibujo y la pintura de memoria. Marcelo Bontce Rigaud. LEDA.