El Doctorado Interinstitucional

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El Doctorado Interinstitucional en Educación Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (México), Vol. XXIII, No. 4, pp. 139-162 Felipe Martínez Rizo Universidad Autónoma de Aguascalientes INTRODUCCIÓN A partir de enero de 1993, y por iniciativa del Programa Interinsti- tucional de Investigaciones sobre Educación Superior ( PIIES) que fun- ciona desde 1992 en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), representantes de una quincena de instituciones de educación superior se dieron a la tarea de elaborar un proyecto para ofrecer un doctorado en educación con carácter interinstitucional y rasgos muy especiales. La iniciativa maduró, de suerte que el Consejo Universitario de la UAA, institución seleccionada como sede para el programa, aprobó el proyecto. En enero de 1994 las máximas autoridades de 15 institucio- nes (incluyendo diez universidades públicas, una privada y cuatro instituciones especializadas en la investigación en diversas áreas de las ciencias sociales) firmaron el convenio por el que se acuerda poner en marcha el programa, cuyo inicio está previsto para el mes de agosto del mismo año. En las páginas siguientes se presentan las principales partes del proyecto aprobado el 27 de agosto de 1993 por el Consejo Universitario de la UAA, con el propósito de difundir esta importante iniciativa. 1. Justificación 1.1 La necesidad de formar investigadores educativos Teniendo en cuenta las dimensiones y la complejidad del sistema educativo mexicano en sus diferentes niveles y modalidades, incluyendo la educación básica, la media y la superior, la general y la técnica, la DOCUMENTOS

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  • El Doctorado Interinstitucionalen EducacinRevista Latinoamericana de Estudios Educativos (Mxico), Vol. XXIII, No. 4, pp. 139-162

    Felipe Martnez RizoUniversidad Autnoma

    de AguascalientesINTRODUCCIN

    A partir de enero de 1993, y por iniciativa del Programa Interinsti-tucional de Investigaciones sobre Educacin Superior (PIIES) que fun-ciona desde 1992 en la Universidad Autnoma de Aguascalientes (UAA),representantes de una quincena de instituciones de educacin superiorse dieron a la tarea de elaborar un proyecto para ofrecer un doctoradoen educacin con carcter interinstitucional y rasgos muy especiales.

    La iniciativa madur, de suerte que el Consejo Universitario de laUAA, institucin seleccionada como sede para el programa, aprob elproyecto. En enero de 1994 las mximas autoridades de 15 institucio-nes (incluyendo diez universidades pblicas, una privada y cuatroinstituciones especializadas en la investigacin en diversas reas delas ciencias sociales) firmaron el convenio por el que se acuerda poneren marcha el programa, cuyo inicio est previsto para el mes de agostodel mismo ao.

    En las pginas siguientes se presentan las principales partes delproyecto aprobado el 27 de agosto de 1993 por el Consejo Universitariode la UAA, con el propsito de difundir esta importante iniciativa.

    1. Justificacin

    1.1 La necesidad de formar investigadores educativos

    Teniendo en cuenta las dimensiones y la complejidad del sistemaeducativo mexicano en sus diferentes niveles y modalidades, incluyendola educacin bsica, la media y la superior, la general y la tcnica, la

    DOCUMENTOS

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    de nios y jvenes y la de adultos, la ordinaria y la de modalidadesalternativas, como la educacin abierta o a distancia, etc., no senecesita argumentar mucho para concluir que se requieren trabajos deinvestigacin educativa en gran nmero y de alta calidad para conocera fondo la problemtica del sector y poder enfrentarla con basesslidas.

    Por otra parte, tampoco se necesita indagar mucho para apreciarque el nmero de investigadores, con una adecuada formacin de altonivel, que se dedican a estudiar la problemtica educativa es muyreducido, completamente desproporcionado en relacin con la dimen-sin de las necesidades. En algunos momentos, sobre todo hacia 1981,al final del sexenio del presidente Jos Lpez Portillo y de la gestindel licenciado Fernando Solana M. al frente de la Secretara de Edu-cacin Pblica (SEP), se ha podido enumerar una cantidad conside-rable de personas que, oficialmente, hacan tareas de investigacineducativa en mltiples dependencias gubernamentales, en institucio-nes de educacin superior, etc. Pero si se analiza la situacin conmayor detalle, es fcil ver que la mayor parte de ese nmero no estabaintegrada por personas con la preparacin adecuada para realizarinvestigacin de buena calidad. Por el contrario, se trataba, en lamayora de los casos, de personal de nivel tcnico-administrativo, alque se encomendaban tareas catalogadas oficialmente como investi-gacin, aunque muchas veces slo eran de tipo ms bien administra-tivo, de recopilacin de datos, aplicacin de pruebas, etctera.

    Con la reduccin del gasto pblico y, especialmente, del gastosocial, que trajo consigo la crisis econmica de la dcada pasada, lapoca consistencia de muchas de esas actividades de investigacineducativa se puso en evidencia, y se tradujo en su desaparicin, al serobjeto directo de las reducciones presupuestales de la poca.

    En la actualidad, el nmero de personas dedicadas formalmente ala investigacin educativa es, probablemente, ms reducido que hacediez aos (hubo una compensacin por el personal de las EscuelasNormales a quienes se asign oficialmente tiempo para la investigacindespus de la reforma de 1984) y el personal con nivel de preparacinalto y experiencia sigue siendo sumamente escaso. Un indicador muyclaro de lo anterior lo constituye el nmero de miembros del SistemaNacional de Investigadores en el rea de educacin que, contandotanto a investigadores como a candidatos, apenas llega a 60, in-cluyendo a algunas personas que slo tangencialmente se ocupan dela problemtica educativa.

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    1.2 Los posgrados para formar investigadores educativos

    En forma estrechamente relacionada con lo anterior, tenemos la similar es-casez de posgrados de buen nivel, orientados a la formacin deinvestigadores en educacin. Al respecto puede resultar engaoso eldato relativo al gran nmero de posgrados en educacin, especial-mente maestras.

    El enorme desarrollo cuantitativo de la matrcula de educacinsuperior, a partir del sexenio presidencial 1970-1976, plante la urgen-cia de contar con un nmero rpidamente creciente de docentes en lasuniversidades y otras instituciones de educacin superior. En los primerosaos de la dcada de los setenta, dicha necesidad fue enfrentadainicialmente con cursos sueltos, en especial de la llamada tecnologaeducativa. Luego, de mediados de la dcada o finales del sexenioecheverrista en adelante, se dio una gran proliferacin de programasde maestra. En los aos ochenta nuevamente se dio otra ola decreacin de ese tipo de posgrados.

    Aunque muchos incluyen cursos de metodologa y dicen tener ciertaorientacin hacia la investigacin, la realidad es que se enfocan msbien a formar para la docencia, si bien la idea de que todo docente debede ser simultneamente un investigador de su propia prctica haceque, verbalmente, se conceda importancia a la formacin para lainvestigacin. Pero el ms somero anlisis de los planes de estudio,los programas de las materias y las condiciones de operacin de muchosde esos posgrados (en particular lo relativo a la existencia de pro-fesorado de tiempo que haga investigacin, de lneas de investigacinestablecidas, y de elementos mnimos de infraestructura bibliohemero-grfica y de equipo, as como de estudiantes de tiempo completo quetengan los antecedentes adecuados) permiten ver con claridad que nose trata en realidad de programas de formacin de investigadores.

    1. El nivel de maestra

    Del total cercano a un centenar de la maestras que se ofrece en elpas, y sin contar algunas centradas en disciplinas afines a laeducacin, como la matemtica educativa, la psicologa educativa,etc., slo cinco se incluyen en el padrn de posgrados de excelenciadel CONACyT. Este nmero significa una reduccin con respecto al desiete maestras incluidas en dicho padrn durante 1992. Los cincoprogramas pertenecen a las siguientes instituciones:

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    Colegio de Pedagoga de la Facultad de Filosofa y Letras de laUNAM;

    Departamento de Investigacin Educativa (DIE) del CINVESTAV; Universidad Autnoma de Aguascalientes (UAA); Universidad Iberoamericana (UIA); Universidad de Colima (U de C).

    De estos cinco programas el de la UIA aparece por primera vez en elpadrn, en tanto que los restantes ya haban sido incluidos en 1992.En cambio, otros tres programas que haban aparecido en el padrnno fueron confirmados a principios de 1993. Esos programas son losde la Universidad Anhuac; la Universidad de las Amricas (Puebla) yla Universidad Autnoma de Tlaxcala. El hecho de que hayan sidoadmitidos en un primer momento, y luego no confirmados, indica quese trata de programas con algunos elementos para la formacin deinvestigadores, pero no suficientes para asegurar un nivel adecuado.

    Con base en otros elementos, en especial el diagnstico de posgra-dos realizado por el Comit de Educacin del mismo CONACyT en1988-1989 y el conocimiento directo de otros programas, es posibleafirmar que otras maestras que no han estado hasta ahora en elpadrn de CONACyT tienen elementos que permitiran ubicarlas en unnivel semejante al de los cuatro programas no confirmados a principiosde 1993. En este grupo pueden ubicarse los programas de institucionescomo la Universidad Autnoma Metropolitana-Xochimilco, la Universi-dad Pedaggica Nacional, la Universidad de Monterrey, el ITESO, laUniversidad Autnoma de Guadalajara, la Universidad de Guadalajara,el CIIDET, la Universidad de Guanajuato, la Universidad Autnoma deYucatn, y la Universidad Autnoma de Coahuila.

    En el nivel de maestra parece posible afirmar que hay solamentecinco programas con bases que pueden considerarse adecuadas, enprincipio, para la formacin de investigadores. Tal vez una docena mscuenta con algunos elementos para ello, pero todava con limitacionesimportantes, en particular el que rara vez tienen alumnos de tiempocompleto y profesores dedicados tambin ntegramente a la investi-gacin, con lneas estables de trabajo, y con la infraestructura nece-saria para un trabajo de calidad. Y tal vez slo uno de los programas,el del DIE, pueda pretender tener ya las condiciones y el trabajoinstitucional necesarios para alcanzar un nivel de excelencia.

    2. El doctorado

    Por lo que concierne al doctorado, nivel esencialmente orientado a laformacin de investigadores de alto nivel, la situacin se revela peor:

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    puede decirse que no hay todava un solo programa que pueda pre-tender tener nivel de excelencia.

    Sin contar un programa fantasma de la Escuela Normal Superior dela ciudad de Mxico, que parece haber desaparecido oficialmente, yalgunos otros especiales que eran serios, pero slo admitieron unnmero limitado de aspirantes en una sola ocasin (como el queorganiz el DIE para su propio personal, el del CIIDET, y el del Instituto deInvestigaciones Educativas de la Universidad de Guanajuato con la Se-cretara de Educacin del mismo Estado), funcionan en la actualidad, oplanean comenzar a funcionar pronto en el pas, no menos de sieteprogramas de doctorado, de las siguientes instituciones:

    Colegio de Pedagoga de la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM; Universidad Anhuac; Universidad Autnoma de Guadalajara; Universidad de Guadalajara; Universidad Autnoma de Yucatn; Universidad Autnoma de Coahuila; Universidad Autnoma de Morelos;

    El DIE tiene tambin planes para crear un doctorado a corto plazo, yla ENEP Iztacala comenz un proyecto en el mismo sentido, si bien altimas fechas parece orientarse ms bien en la direccin de undoctorado con una concepcin ms amplia en el campo de la psi-cologa.

    El Doctorado del Colegio de Pedagoga de la UNAM (Facultad deFilosofa y Letras) est incluido en el padrn de CONACyT. El de laUniversidad Anhuac lo estuvo durante 1992, pero no fue confirmadoa principios de 1993.

    Dos de esos programas de doctorado (los de la UNAM y la UA deGuadalajara) tienen bastantes aos de funcionamiento, y lo hacen conbase en su propio personal acadmico, contando con buena infraestruc-tura bibliogrfica. Pero, por diferentes razones, en ambos casos puedeasegurarse, con bases slidas, a riesgo de molestar a los interesados,que no se trata de programas de excelencia. La productividad depublicaciones derivadas de investigacin del personal acadmico, laproductividad en cuanto a formacin de doctores, y la productividad deinvestigacin de los egresados mismos, son los indicadores clave,todos los cuales resultan claramente deficientes.

    Los otros cinco programas tienen en comn que estn siendo desa-rrollados desde hace poco tiempo, y basados en el apoyo de personalexterno: la Universidad Anhuac tiene el apoyo de investigadoresespaoles; la de Yucatn, de ingleses y americanos; la de Guadalajara,

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    de varias instituciones americanas y europeas; la de Coahuila, deuniversidades del sur de Estados Unidos y la UNAM; y la de Morelos,del Distrito Federal.

    Como conclusin de este breve anlisis, puede afirmarse que no hayactualmente en el pas ningn programa de doctorado con niveles deexcelencia para la formacin de investigadores educativos, y que, conla posible excepcin del DIE, no hay tampoco instituciones en condicio-nes de ofrecerlo por s solas a corto plazo.

    1.3 La demanda de estudios de doctorado en educacin

    Sin tener en cuenta a un nmero, potencialmente muy elevado, depersonas a las que les interesara acceder al nivel de doctorado pormotivos meramente escalafonarios, sino limitndonos al nmero muchoms reducido de personas autnticamente interesadas por obtener unaformacin de alto nivel para la realizacin de actividades de investi-gacin en el campo educativo, parece posible asegurar que s debeexistir una demanda potencial significativa de este tipo de estudios.

    Sin embargo, los demandantes potenciales no son del mismo tipo.Para los efectos de este proyecto, y limitndonos a los que renancondiciones adecuadas de capacidad acadmica, parece adecuadoclasificar a los posibles interesados por un doctorado orientado a lainvestigacin educativa en tres grupos:

    por una parte, personas relativamente jvenes, con poca experien-cia en la investigacin, pero con buena formacin previa en losniveles de licenciatura y maestra, con posibilidades de movilidadgeogrfica que, para formarse para la investigacin, requieren tantode profundizar en determinados aspectos tericos y metodolgicos,como de integrarse en equipos de investigacin de institucionesestablecidas para el aprendizaje vivencial de aspectos actitudinalesy prcticos;

    en segundo lugar, personas ms maduras, con buenos anteceden-tes acadmicos y experiencia significativa en la investigacin, peroque todava requieren complementar su formacin en aspectosparticulares y de vivir la experiencia de participar en equipos deinvestigacin para el aprendizaje vivencial, pero con limitaciones demovilidad geogrfica por condiciones personales o familiares;

    por ltimo, personas con antecedentes acadmicos adecuados yexperiencia muy amplia en la investigacin educativa, incluyendo elhaber participado en el trabajo de equipos de investigacin eninstituciones slidas, que realmente slo requieren una sancinoficial de sus conocimientos y experiencia en la forma del doctorado.

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    Para el primer tipo de candidatos, la va ms lgica de acceso aldoctorado parece ser mediante la inscripcin en un programna regulardel pas o del extranjero, con todas sus implicaciones de residenciaen determinado lugar por dos, tres o ms aos.

    Para los candidatos del segundo tipo parecera aceptable un pro-grama sin exigencias de residencia permanente en un lugar determi-nado, pero que s incluyera ciertos elementos de duracin menor, comoestancias breves o seminarios en determinadas instituciones, paralograr los complementos de la formacin que requieran. Para el tercertipo de candidatos, por ltimo, la elaboracin y defensa de una tesisdoctoral, bajo la direccin de un tutor calificado, pero sin requisitoalguno de tipo escolarizado, parecera razonable.

    Sin que se pueda cuantificar con toda exactitud la posible demandaque tendra un programa de doctorado como el que se propone, sepueden hacer algunas estimaciones: si tenemos en cuenta el nmerode personas con grado de maestra en educacin o disciplinas rela-cionadas, y que se dedican a la investigacin educativa, con diversosniveles de calidad y experiencia, en las universidades pblicas yprivadas, los institutos tecnolgicos, las instituciones formadoras demaestros, especialmente las unidades de la Universidad PedaggicaNacional, o los organismos locales o federalizados responsables de lossistemas estatales de educacin bsica, parece claro que el nmerode candidatos potenciales del tercer tipo de los mencionados (los demayor experiencia) deber situarse en el orden de tres o cuatro dece-nas, por lo menos, a nivel nacional. Por su parte, el nmero de can-didatos del segundo tipo deber ser mayor. La modalidad tutorialdel programa deber resultar atractiva a muchas de esas personas,dependiendo el hecho de que soliciten su ingreso al programa, de lasfacilidades con que puedan contar. Si se obtienen los apoyos previstosen este proyecto parecera que debera haber una demanda suficientepara las dos o tres generaciones de unos 20 alumnos cada una,que se contemplan.

    Despus de formar medio centenar de doctores el programa desa-parecera como tal, habiendo cumplido su misin de consolidar variasinstituciones, que podran entonces ofrecer doctorados institucionalesconvencionales.

    1.4 El mercado laboral de investigadores con doctorado

    Tampoco se pueden ofrecer nmeros precisos en este apartado, perolo dicho hasta ahora debera bastar para mostrar que este aspecto dela justificacin del proyecto no presenta problemas.

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    Hay varios elementos que muestran que la necesidad abstracta deinvestigadores educativos, de la que se habl en el primer punto de esteapartado, se est concretando, y lo har cada vez ms, en unademanda laboral precisa de investigadores de alto nivel que estudienlos fenmenos educativos. Entre esos elementos puede mencionarsela nueva prioridad que se est asignando a la educacin en nuestropas, en el contexto de la recuperacin econmica de los aos noventay de la integracin al mercado de Amrica del Norte. Esta prioridad serefleja en la federalizacin de la educacin emprendida en mayo de1992, en la nueva Ley General de Educacin, y en las polticas demodernizacin de la educacin superior.

    Por supuesto, la conocida situacin de sueldos no competitivos paralos investigadores, en comparacin con los que se pagan en la em-presa privada, no se modificar a corto plazo. No se ignora esto cuandose afirma que hay buenas perspectivas en cuanto al mercado laboralpara los futuros doctores. Pero con esa salvedad, y teniendo en cuenta,adems, que previsiblemente muchos de los candidatos al doctoradocuentan ya con plazas de base en sus instituciones de adscripcin, lacuestin del mercado laboral parece convenientemente resuelta.

    1.5 La factibilidad acadmica y econmica

    Por lo que se refiere a la factibilidad acadmica, es claro que el puntode partida de este proyecto es, precisamente, el que ninguna institucinnacional sola parece estar en condiciones de ofrecer un buen programade doctorado, pensndose que ser la unin de los recursos de variascasas de estudio lo que permita reunir esa capacidad.

    Como parte de la elaboracin del proyecto se prepar una relacinde ms de 50 personas que renen los requisitos para ser tutores dealumnos de doctorado, segn lo que se establece ms adelante. Esobvio que no todas ellas podrn aceptar asesorar a algn alumno, perotambin lo es que hay otras personas idneas no incluidas en la lista.Por consiguiente, parece perfectamente posible contar con la veintenade tutores que se requiere para poner en marcha el doctorado.

    En cuanto a los recursos de infraestructura, en especial biblio-hemerogrfica y de cmputo, que se requieren igualmente para apoyar elproceso de formacin de los doctorandos, puede decirse que hay, porlo menos, cinco ciudades del pas que cuentan con infraestructurasadecuadas, y otras tantas con elementos importantes.

    Las primeras cinco ciudades son: en primer lugar la ciudad deMxico, en donde hay varias instituciones con buenas infraestructuras:el DIE, la UNAM (con sus diversas dependencias, especialmente la FFL,el CESU, el CISE y algunas ENEP), la UIA junto con el CEE, y en menor

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    medida la Universidad Anhuac y La Salle. En la ciudad de Guadalajarase cuenta con elementos suficientes, combinando los recursos de la Ude G, la UAG, el ITESO y la UNIVA. Otro tanto sucede en Monterrey conla UANL, la U de M, el ITESM y la U. Regiomontana. En Aguascalienteshay una excelente infraestructura en la UAA, y en Mrida una muyaceptable en la UADY.

    Las ciudades en las que se cuenta con elementos menos importan-tes pero no despreciables son Colima (U de C), Tlaxcala (UAT), Guana-juato (U de G), Morelia (IMCED) y Toluca (ISCE).

    En cuanto a la factibilidad econmica, al final del proyecto se hizouna estimacin de sus costos, los que resultan preferibles a otrasopciones, y parecen al alcance de los mecanismos de financiamientoexistentes.

    2. El proyecto

    El somero diagnstico anterior puede expresarse sintticamente diciendoque, por una parte, existe en el pas una clara necesidad de fortalecerla capacidad de investigacin sobre cuestiones educativas mediante laformacin de investigadores altamente calificados, con nivel de doc-torado; y que, por otra parte, no hay en el pas instituciones con loselementos necesarios para ofrecer por s solas buenos programas dedoctorado en esta rea.

    As surge la idea de organizar un programa de doctorado en formainterinstitucional, a nivel nacional o regional, reuniendo entre variasinstituciones la masa crtica de la que carece en lo particularcada una.

    De esta manera ser posible que los alumnos aprovechen algncurso de otra institucin, reciban la asesora de investigadores experi-mentados, o efecten estancias de duracin media en institucionesque cuenten con el ambiente y la infraestructura adecuados para que selogre el delicado y fundamental aprendizaje de un estilo y un ethos detrabajo, que no pueden transmitirse mediante cursos tericos, sino querequieren la experiencia de convivir y trabajar en una forma que no estal alcance de los alumnos de la mayor parte de los programas.

    En este apartado del documento se tratar de describir con precisinuna serie de caractersticas, tanto del programa en s, como de losalumnos, tutores, etc., que parecen fundamentales para poder obtenerel nada sencillo resultado de una autntica formacin para la investi-gacin, a nivel de doctorado, sin las condiciones que habitualmenterodean a tal tipo de formacin.

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    2.1 Caractersticas del programa

    Como primer punto, es fundamental precisar las caractersticas bsi-cas del programa mismo, que le darn una especificidad muy biendefinida, y de las que se derivarn lgicamente otros aspectos, tantoacadmicos (tipo de alumnos y tutores) como administrativos (carcterinterinstitucional, tipo de coordinacin). Estas caractersticas puedensintetizarse as:

    1. Orientacin a la investigacin

    Se tratar, sin duda alguna al respecto, de un programa orientado aformar investigadores de alto nivel en el campo de la educacin, y noa dar una preparacin para la docencia, u otras funciones como laplaneacin o la administracin educativas.

    Para precisar este punto, y dadas las frecuentes polmicas enrelacin con la nocin misma de investigacin, diremos que el sentidoque damos a esta palabra excluye a la vez los dos sentidos extremosms frecuentes: por una parte, no limitamos el concepto de investi-gacin a los trabajos de tipo cuantitativo que utilizan las tcnicas mscomplejas de anlisis estadstico, o a los de tipo estrictamente experi-mental; por otra, tampoco extendemos tanto el concepto como paraque incluya cualquier reflexin o texto ensaystico sobre algn temaeducativo, o cualquier experiencia innovadora, grupal u otra.

    Reconocemos la importancia de proyectos de investigacin bsica,con toda la complejidad que sea necesaria, puesto que son esostrabajos los que permiten los avances ms fundamentales en todos loscampos del conocimiento. Pero consideramos tambin que no slostos merecen el nombre de investigacin, sino que tambin lo mere-cen trabajos de carcter aplicado; por otra parte, consideramos queeste segundo tipo de trabajos de investigacin es tambin de impor-tancia fundamental para el mejoramiento y la transformacin de lossistemas educativos, ya que la investigacin bsica tiene que llevarsea la prctica a travs de numerosas experimentaciones y trabajos deinvestigacin aplicada, que normalmente debern realizarse con enfo-ques menos complejos, haciendo participar a los actores involucradosen los procesos educativos, con una combinacin de recursos dife-rente, etctera.

    Un concepto adecuado de investigacin educativa deber tratar deencontrar un justo medio entre las posturas extremas mencionadas,que podramos llamar restrictiva y laxa; equilibrio que, por lo dems,nunca podr encontrarse del todo, y slo podr ser el resultado de lainteraccin fecunda y respetuosa de estudiosos serios de las diversas

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    tradiciones investigativas. Por otra parte, hay que tener en cuenta queel tipo de investigacin en el que se debe pensar en relacin con unprograma de doctorado, debe tener exigencias precisas, ms estrictasque las que se podran aplicar a trabajos de nivel maestra, licenciatura,o de maestros en ejercicio en relacin con su propia prctica.

    Por todo lo anterior, el concepto de investigacin educativa que seestar suponiendo a lo largo de este documento, y en todo lo relativoal proyecto de doctorado, puede expresarse de la manera siguiente:estudios de carcter bsico o aplicado, desde el punto de vista de unau otra disciplina del mbito de las ciencias del hombre, que utilicendiferentes metodologas y enfoques particulares, sobre cualquier as-pecto del fenmeno educativo, pero que se caractericen por unaconsistencia terica y un rigor metodolgico que correspondan a losniveles de calidad aceptados internacionalmente.

    Lo anterior puede concretarse sealando que un trabajo doctoraldeber incluir, necesariamente, el planteamiento de un problema otema de investigacin relevante y original, definido con precisin yconvenientemente acotado; una revisin amplia y actualizada de laliteratura relevante, nacional e internacional; una sntesis propia co-rrectamente estructurada, que constituya el basamento del trabajo; unplanteamiento o diseo metodolgico que respete los criterios de rigorde la tradicin en que se site; la obtencin y el tratamiento de lainformacin que proceda, utilizando tcnicas apropiadas para ello yrespetando tambin los criterios de rigor aplicables; y un informe finalque d cuenta correctamente de todos los elementos anteriores.

    Naturalmente, la operacionalizacin fina y la aplicacin de estosprincipios generales para asegurar el nivel de calidad que se pretendealcanzar, sin fallar gravemente por exceso o por defecto, slo podrlograrse mediante los controles cruzados de la comunidad acadmica.

    2. Interdisciplinariedad

    En algunos ambientes, y siguiendo la tradicin europea de fines delsiglo XIX y principios del XX, todava se identifica a la investigacinsobre educacin con investigacin pedaggica, entendiendo a la peda-goga como una especie de superdisciplina que cubrira todas lasdimensiones de los fenmenos educativos. En este trabajo, y siguiendola tendencia cada vez ms clara al respecto, entendemos, por elcontrario, que los fenmenos educativos son objetos de estudio quepueden ser abordados desde los puntos de vista de las ms diversasdisciplinas.

    En cuanto al trmino educacin, no lo utilizamos en su sentido msrestringido, que lo hace limitarse a la realidad constituida por los

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    sistemas de educacin escolarizados o formales, en todos sus niveles,desde preescolar hasta posgrado. Por el contrario, incluimos en esteconcepto tanto los procesos designados con el nombre de educacinno formal, incluyendo educacin de adultos, educacin continua, educa-cin en y para el trabajo, etc., como tambin todos aquellos aspectosdel sistema social en su conjunto que constituyen factores relevantesa la entrada o a la salida del subsistema escolar formal o no formal.

    Parece claro que los fenmenos educativos, en el sentido del prrafoanterior, no son objeto de estudio de una sola disciplina. Por el con-trario, pueden ser enfocados desde el punto de vista de las msdiversas, sobresaliendo algunas como la psicologa y la sociologa,pero incluyendo tambin a la antropologa, la economa, la politologa,etc., adems, obviamente, de la pedagoga en el sentido menos amplioque tiende a prevalecer en la actualidad. Teniendo en cuenta lo anterior,la caracterstica de interdisciplinariedad de nuestro programa quieredecir que, tanto para la admisin de alumnos como para la asignacinde tutores y para la seleccin de temas de tesis, se aceptarn enprincipio proyectos sobre cualquier aspecto de la amplia temticarelacionada con la educacin, y desde el punto de vista de cualquierade las disciplinas llamadas ciencias sociales, ciencias del hombre o dela conducta.

    Al decir que se aceptarn en principio los ms diversos proyectos,la salvedad que se tiene en mente es que la aceptacin efectivadepender, obviamente, de la calidad intrnseca de los mismos, y dela disponibilidad de un tutor de las caractersticas adecuadas (cfr.infra).

    3. Con un currculo centrado en el trabajo de tesis

    Teniendo en cuenta, por una parte, que el propsito del programa esformar investigadores y, por otra, que se destina a candidatos conbuenos niveles de preparacin acadmica previa y experiencia, sucontenido curricular fundamental no deber consistir en cursos u otrasactividades escolarizadas, sino precisamente en la realizacin de unproyecto de investigacin original, cuyo reporte final constituya la tesisrecepcional para la obtencin del grado.

    Para atender a necesidades particulares de la formacin de losdoctorandos, las instancias acadmicas responsables del programapodrn indicar en particular a cada candidato la conveniencia o lanecesidad de que desarrolle alguna actividad complementaria (curso,seminario, etc.) en alguna de las instituciones que renan las condicio-nes adecuadas para asegurar un buen nivel. El programa, como tal, noorganizar cursos ni otro tipo de actividades complementarias.

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    4. Tutorial

    Como otra faceta, el programa se distinguir por su carcter tutorial,en el sentido de que el trabajo de investigacin que realizar eldoctorando ser desarrollado bajo la direccin permanente de uninvestigador calificado con experiencia sobre el tema. Cuando se dicedireccin permanente se piensa en que tutor y doctorando deberninteractuar como mnimo una vez al mes, con el tiempo suficiente pararevisar avances, intercambiar opiniones, hacer correcciones, indicarlneas de trabajo, etctera.

    5. Que no implica cambio de residencia, s tiempo completo

    Las dos caractersticas anteriores conducen a sta: el programa norequerir que los candidatos se trasladen a residir en una localidaddeterminada durante el tiempo que dure su proceso de formacin, sinoque podrn seguir viviendo en su lugar de residencia habitual. Pero simplicar necesariamente la dedicacin de tiempo completo de losdoctorandos al trabajo de investigacin y tesis, as como la disponibili-dad para viajar en la medida en que lo requieran las actividades detutora y los seminarios de investigacin.

    Para aquellos doctorandos que no tengan en su institucin, ni hayantenido previamente la experiencia vivencial de participar en el trabajode un equipo de investigacin, las instancias acadmicas del programapodrn indicar la necesidad de estancias de duracin media (porejemplo un semestre, dos veranos, etc.) en una institucin que renalas caractersticas adecuadas. Se considera que tal tipo de estanciaser mucho ms viable que el cambio de residencia por 2-3 aos y quepodr ser de gran valor para el aprendizaje de los aspectos actitudi-nales y prcticos del quehacer investigativo.

    6. Con interaccin en seminarios de investigacin

    Para subsanar la limitacin indudable que constituye el hecho de quelos doctorandos no convivan durante varios aos en una misma insti-tucin, con los beneficios de la interaccin cotidiana, un elementofundamental del programa ser una serie de seminarios en los que cadadoctorando presente a los dems y a los tutores los avances de su trabajo,recibiendo los comentarios, crticas y observaciones de todos paraenriquecer sus puntos de vista personales. La idea es que estosseminarios se realicen por lo menos tres veces al ao (una al principiodel primer semestre, otra al final del mismo, y una ms al final delsegundo semestre) durante tres o cuatro das, de suerte que haya

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    tiempo para que todos los doctorandos participen. Al arrancar el pro-grama habr que prever actividades adecuadas de induccin, para quealumnos y tutores se conozcan y se propicie la interaccin posteriorque las caractersticas del doctorado no permiten esperar que se despontneamente como en los programas habituales. De esta formase tendra un equivalente razonablemente cercano a los seminariosque en un programa convencional renen a doctorandos e investi-gadores experimentados una vez a la semana o a la quincena durantetres o cuatro horas. Los seminarios serviran tambin para efectos deevaluacin semestral de los avances de cada doctorando en relacincon el proyecto que le hubiera sido aprobado.

    7. Con lneas de investigacin definidas por los tutores

    Coincidiendo en esto con los programas convencionales, y dada laimportancia de la experiencia del tutor para asegurar la calidad de lostrabajos de los doctorandos, las lneas de investigacin dentro de las quese aceptarn proyectos por parte de los candidatos sern definidas apartir de las posibilidades de los tutores que acepten participar en elprograma. Obviamente, el nmero de alumnos que se acepte en cadalnea se definir tambin a partir del nmero y disponibilidad de aten-cin de los tutores.

    8. Que refuerce la capacidad institucional

    Una ltima caracterstica que debera ser obvia pero conviene explici-tar, consiste en que el programa no deber rivalizar o competir con losprogramas que pueda haber en algunas instituciones, ni pretendersustituirlos. El propsito es, precisamente, contribuir a reforzar lacapacidad para hacer investigacin educativa de buen nivel en el pas;y esto quiere decir reforzar la capacidad del mayor nmero posible deinstituciones particulares. La colaboracin que plantea el programa nodeber, pues, debilitar a ninguna de las instituciones participantes, nilos eventuales apoyos que se obtengan, concentrarse en alguna enespecial. Por el contrario, la colaboracin deber constituir un refuerzomutuo para todas las instituciones, y los apoyos beneficiarlas a todas.Este ltimo punto podra incluir la consolidacin de la infraestructurapara la investigacin de algunas instituciones que enven alumnos alprograma, y tengan caractersticas que las hagan adecuadas para irconstituyendo centros de calidad a nivel regional. Abundando conrespecto a la ltima idea, deber tenerse en cuenta que el delicadoproceso de desarrollo de la investigacin incluye, ciertamente, la for-macin de recursos humanos de alto nivel, que es lo que se propone

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    directamente el programa de doctorado; pero tambin debe incluirciertos elementos relativos a la preparacin de las reas o ncleosinstitucionales en donde trabajarn los investigadores formados. Si nose van adecuando esos espacios, en una tarea que es anloga a lapreparacin de la matriz para recibir al vulo fecundado, no se dar laimplantacin del embrin, y los esfuerzos por formar investigadoresterminarn en abortos.

    2.2 Caractersticas de los alumnos

    Es de fundamental importancia para el xito de un programa como elque se plantea garantizar, que los candidatos aceptados renan carac-tersticas que los hagan idneos para el trabajo que debern realizar.Tales caractersticas, de cuya presencia en los candidatos deberhaber evidencias analizadas en un cuidadoso proceso de seleccin, seprecisan como sigue:

    1. Aptitud acadmica

    sta comprende, a su vez, varias caractersticas particulares:

    cognoscitivas, como un buen grado de capacidad de razonamiento,de anlisis y sntesis, de comprensin de lectura, de expresin oraly escrita; un nivel mnimo de comprensin y manejo de razonamientomatemtico y estadstico; un nivel suficiente de comprensin deingls, etctera;

    actitudinales, como responsabilidad, laboriosidad, inters por losproblemas educativos, capacidad de trabajo individual perseverantey en equipo, espritu crtico y autocrtico, etctera.

    2. Formacin bsica

    Como se ha dicho, el programa supone que los candidatos ya cuentancon slidas bases para construir sobre ellas la formacin de doctorado.Dichas bases debern incluir:

    una buena formacin terica en alguna(s) de las disciplinas relevan-tes para el estudio de los fenmenos educativos, que incluye unavisin de las principales corrientes de pensamiento y los principalesautores, as como un adecuado manejo de la base conceptualcorrespondiente;

    un conocimiento amplio de la bibliografa relevante sobre el reatemtica en la que se ubique el proyecto de investigacin, que

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    pretenda desarrollar el candidato, conocimiento que pueda eviden-ciarse en la elaboracin de un texto con una panormica de talbibliografa;

    una base significativa de formacin metodolgica, que incluya lacomprensin de los principales enfoques de la investigacin educa-tiva y de las ciencias del hombre, y un manejo bsico de las tcnicaselementales de investigacin;

    una experiencia significativa previa de investigacin, que permitaevidenciar la presencia de actitudes favorables para esa tarea.

    3. Proyecto de investigacin

    Un tercer elemento fundamental con el que debern contar los candi-datos, y que jugar un papel decisivo en la seleccin de los alumnosdel programa, ser un proyecto de investigacin en el que se presenteel tema sobre el que pretendera trabajar el candidato, en caso de seraceptado, acotndolo y enfocndolo con suficiente precisin, comopara juzgar sobre las bases tericas y metodolgicas con que cuentapara emprender los estudios de doctorado.

    4. Antecedentes acadmicos formales

    Si bien los elementos anteriores son los fundamentales, el hecho deque el programa pretenda dar acceso formalmente al mximo gradoacadmico que otorgan las instituciones de educacin superior, haceindispensable que los aspirantes cuenten con ciertos antecedentesacadmicos formales, en concreto:

    ttulo de licenciatura expedido por una institucin legalmente recono-cida; no podr hacerse excepciones;

    ttulo de maestra en educacin o alguna ciencia social o del hombre;el Consejo Acadmico podr hacer excepciones a este requisito,tomando en cuenta la aptitud, la formacin previa y la experienciade la persona interesada.

    5. Disponibilidad de tiempo completo

    La otra caracterstica que debern tener los candidatos al programaser la disponibilidad efectiva para dedicar tiempo completo a sutrabajo doctoral.

    Dado que el programa se est planteando como parte de unaestrategia interinstitucional para fortalecer la capacidad de investi-gacin en el rea de educacin, la caracterstica mencionada normal-

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    mente implicar un apoyo institucional real, que permita a los candida-tos hacer a un lado otras actividades para concentrar toda su atencinen el doctorado. Lo anterior, a su vez, implica la necesidad de contarcon recursos suficientes para que las instituciones puedan brindar elapoyo mencionado a los doctorandos. Este punto se desarrollarposteriormente.

    Otras caractersticas de los candidatos como su edad, sexo, estadocivil, antigedad como miembros del personal acadmico de una insti-tucin determinada, etc., no debern ser consideradas como elementosesenciales en el proceso de seleccin, y nicamente se tomaran encuenta en la medida en que puedan tener influencia en la disponibilidadefectiva de los candidatos para cumplir con las exigencias del pro-grama, como dedicacin de tiempo completo, posibilidad de viajar paralas asesoras y seminarios, etctera.

    En relacin con la dedicacin de los alumnos al programa, se sitala cuestin del tiempo normal y el tiempo mximo de duracin de losestudios para obtener el grado: teniendo en cuenta, por una parte, losplazos que utiliza CONACyT para las becas de doctorado (cuatro aoscon una prrroga posible de seis meses adicionales) y, por otra, quepor las caractersticas de los alumnos se esperara un ritmo bastanterpido de avance de las tesis, y titulaciones prontas, se propone quese considere como lapso normal para recibir los apoyos del programa elde dos aos; el Consejo Acadmico podra autorizar hasta dosprrrogas de seis meses cada una, con lo que el lapso se alargara atres aos en total, durante el cual los doctorandos recibiran los apoyosinstitucionales para garantizar su dedicacin de tiempo completo.

    El plazo total para poder defender la tesis doctoral, aun sin estarrecibiendo apoyos especiales, no debera ser indefinido, para evitar loscasos de personas que durante aos son pasantes sin titularse nunca.Este lapso total no debera exceder de cinco aos. Como es habitualen los casos de apoyos para la realizacin de estudios de posgrado,los beneficiarios adquiriran determinados compromisos con su insti-tucin de origen. Como en muchos casos se tratar de personal queya tiene plazas acadmicas de base, este punto se dejar a juicio delas instituciones que enven candidatos al programa. Todos estosaspectos podrn manejarse segn las normas de la institucin sede, siresultan adecuadas para la naturaleza del doctorado, o segn unareglamentacin especial que se adopte para este propsito.

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    2.3 Caractersticas de los tutores

    Para el logro de los objetivos del programa, y adems de las carac-tersticas de los alumnos, es importante que los tutores tengan un nivelmuy bueno, que se concreta como sigue:

    1. Ser investigadores activos en el rea de educacin

    Esta primera caracterstica debe entenderse con la amplitud ya men-cionada en este documento, en el sentido de comprender los aspectosms variados de la amplsima problemtica educativa, y de hacersedesde el punto de vista de una u otra de las ciencias del hombre osociales que abordan la educacin como objeto de estudio. En cambio,se pretende darle un sentido claramente restrictivo en cuanto queexcluira como tutores a personas que, si bien pudieron haber sidoinvestigadores en algn momento de su carrera, en el presente realicenotras funciones, inclusive relacionadas con la educacin, pero que nosean de investigacin.

    2. Tener un nivel de calidad reconocido

    Evidentemente no bastara la caracterstica anterior para que unapersona pueda ser incluida como tutor en el programa, sino que serequiere un nivel de calidad elevado, manifestado a travs de laproductividad de publicaciones y otros indicadores. Se requerir, enprincipio, contar con el grado de doctor, pero podrn hacerse excep-ciones, con base en otras evidencias de la calidad de la investigacinrealizada. La pertenencia al Sistema Nacional de Investigadores encualquiera de los niveles de investigador (no en el de candidato) serconsiderada como equivalente a la posesin del grado de doctor.

    3. Tener experiencia como asesor de tesis

    Dadas las caractersticas del programa, que hacen recaer sobre latutora el peso fundamental de la formacin, se buscar contar, comotutores, con personas que tengan experiencia como asesores de tra-bajos de investigacin de maestra y/o doctorado.

    4. Aceptar el compromiso que implique la tutora

    Deber pedirse a los tutores un compromiso explcito de dedicar a latutora de cada uno de sus doctorandos un nmero mnimo de horasal mes, as como el de asistir a un nmero mnimo de sesiones de

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    seminario al ao. Se requerir la firma de un contrato entre cada tutory la institucin sede; si la participacin del tutor se da con apoyoexplcito de su propia institucin podr haber, adems, un conveniointerinstitucional.

    Lo anterior tiene dos claras consecuencias: por una parte, sernecesario contar con los recursos necesarios para ofrecer una adecuadaremuneracin a cada tutor por el tiempo que dedicar al programa; porotra, cada tutor no podr atender a muchos doctorandos; se consideraque lo normal ser un solo alumno, y que excepcionalmente se podranaceptar dos alumnos por tutor, siempre y cuando el tutor se com-prometiera a dedicar a cada uno de ellos el tiempo necesario.

    Se considera posible incluir como tutores a investigadores extran-jeros que renan los requisitos arriba expuestos, aunque no residan enMxico, siempre y cuando se trate de personas que por el lugar en quevivan, o por las relaciones que tengan con Mxico, estn accesiblespara los doctorandos a los que dieran tutora con una disponibilidadigual a la de las personas que residan en el pas. Deber existir unmecanismo para que el Consejo Acadmico autorice cambios de tutorcuando las circunstancias lo requieran y/o lo solicite un tutor o undoctorando.

    2.4 Mecanismos de coordinacin

    Un programa como el que se propone requiere, para su adecuadofuncionamiento, mecanismos de coordinacin muy eficientes, pues lacomplejidad de un trabajo que involucre a muchas instituciones hara caerfcilmente en la ineficiencia o la falta de rigor, en ausencia de talesmecanismos.

    Ser necesario contar con mecanismos de coordinacin de tipoadministrativo, para encargarse de los aspectos operativos del pro-grama, incluyendo el manejo de los recursos, los pagos a los tutores,la logstica de los seminarios, los apoyos a los doctorandos, el controlescolar, etc. Pero lo ms importante ser que exista un mecanismo decoordinacin acadmica que asegure el nivel del programa. Las fun-ciones de esta instancia (Consejo Acadmico) sern, por lo menos,aprobar los criterios acadmicos con base en los que funcionara elprograma y, a partir de ellos, tomar las siguientes decisiones;

    aprobar qu investigadores seran aceptados como tutores dentrodel programa;

    organizar el proceso de seleccin de alumnos, y decidir finalmentequines seran aceptados como doctorandos, distinguiendo aquellosa los que no se exigira ningn elemento adicional al trabajo de

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    investigacin, y aquellos a los que s se exigiran algunos elementosadicionales;

    aprobar los proyectos de investigacin doctoral de los alumnos,aprobar al tutor, e indicar los elementos complementarios que serequeriran a ciertos candidatos;

    establecer la lista de instituciones que se consideren aceptablespara la realizacin de estancias;

    aprobar los informes semestrales de avance que presentaran losdoctorandos, con el visto bueno de su tutor;

    aceptar las tesis doctorales para su defensa y designar al jurado anteel que se defender cada una;

    cumplir funciones de representacin del programa ante las institucio-nes participantes y ante las instancias de apoyo.

    De esta lista de funciones se desprende con claridad que el ConsejoAcadmico deber estar integrado por un grupo de personas de unnivel indiscutible de reconocimiento como investigadores de temaseducativos, en el que estn razonablemente representadas diferentesinstituciones, diferentes disciplinas, y diferentes tradiciones de investi-gacin. Lgicamente, los integrantes de la instancia acadmica nopodrn hacerse cargo de las cuestiones operativas, por lo que resultaobvia la necesidad de una instancia ejecutiva. Las funciones de estainstancia seran, por lo menos:

    fungir como secretara ejecutiva del Consejo Acadmico, encargn-dose de mantener la relacin con sus integrantes, convocar lasreuniones, preparar la agenda y levantar el acta respectiva, etctera;

    mantener las relaciones con las instituciones que participen en elprograma de alguna manera, aportando tutores o de otra forma;

    mantener la relacin con los tutores mismos, encargndose de suspagos, etctera;

    llevar el control escolar de los alumnos y mantener la relacin conellos, encargndose de los apoyos para viajes, de la organizacinde las sesiones de seminario, etctera;

    mantener la relacin con las instancias que den apoyo financiero,manejando las solicitudes, informes, etctera;

    elaborar los presupuestos de ingresos y egresos anuales, gestionarlos apoyos y ejercer el presupuesto;

    presentar informes acadmicos y financieros a las autoridades de lainstitucin sede, a las dems instituciones participantes y a lasinstancias de financiamiento.

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    Naturalmente, todas estas funciones debern desarrollarse en estrictoapego a las polticas y los procedimientos de la institucin sede, y lapersona que ocupe la secretara ejecutiva del Consejo Acadmicodeber ser un funcionario de dicha institucin, con el nivel y la ubicacinen el organigrama que proceda. Se propone tambin que forme partedel Consejo Acadmico. Las decisiones de este ltimo debern serpresentadas a la instancia que corresponda de la institucin sede paraque las ratifique y avale, hacindolas oficiales.

    2.5 Cobertura institucional del programa

    Por lo que se ha dicho, debe quedar claro que el programa que se estpensando constituir implica la colaboracin de personal de muchasinstituciones, unos en calidad de tutores, otros de alumnos.

    Surge, naturalmente, la pregunta de cul sera la adscripcin acadmico-administrativa del programa, desde un punto de vista legal. En otraspalabras, qu institucin o instituciones cobijaran el programa y,consiguientemente, expediran los ttulos de doctorado respectivos?

    Como sugiere la formulacin misma de la pregunta anterior, enprincipio cabran dos posibilidades: que sea una institucin o que seanvarias.

    La segunda opcin resulta atractiva en principio, ya que, tratndosede un programa eminentemente interinstitucional en cuanto a su fun-cionamiento, parecera deseable que lo avalaran tambin todas lasinstituciones participantes. Sin embargo, esta opcin parece suma-mente compleja para implementarse en la prctica, ya que supondraacuerdos de un nmero considerable de rganos colegiados de insti-tuciones diversas, cada una de las cuales tiene su propia normatividady tradicin, sus propias condiciones laborales, etctera.

    Una variante de esta opcin lo sera la constitucin de una instanciainterinstitucional con personalidad jurdica propia, creada por las insti-tuciones participantes; pero esto tambin resulta muy complejo y,adems, parecera razonable si el programa pretendiera establecersecomo algo permanente. Si por el contrario, como es el caso, se tratade un programa cuyo propsito es volverse innecesario lo antes posi-ble, al haber logrado fortalecer la capacidad de varias instituciones,para que cada una est en condiciones de llevar adelante proyectosde investigacin educativa de buen nivel y pueda ofrecer estudios dedoctorado por s misma, esta variante parece poco adecuada.

    La opcin de que sea una sola institucin la que maneje el programacomo sede parece en principio menos atractiva, pero tiene clarasventajas por ser mucho ms sencilla de manejar desde un punto devista administrativo. Dado que se planea que el aspecto acadmico sea

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    manejado en cualquier caso por una instancia integrada por personalde nivel indiscutible, de diversas instituciones, como ya se ha dicho,parece que una opcin adecuada para la operacin del programapodra ser como sigue:

    1. Con sede en una sola institucin

    La institucin sede debera reunir varias condiciones, como tenercapacidad legal para expedir ttulos de doctorado, contar con la capaci-dad administrativa necesaria y contar con elementos mnimos decarcter acadmico en el rea de educacin. Adems, sera fundamen-tal que la institucin adoptara el proyecto con todos sus elementos,incluyendo el delegar en el Consejo Acadmico descrito en el puntoanterior la facultad de tomar las decisiones sealadas, ratificndolas yhacindolas propias.

    2. Con apoyo interinstitucional

    Aunque una sola institucin sea la sede del programa, parece funda-mental el apoyo de todas las instituciones participantes para obtenerapoyo econmico adecuado por parte de la SEP, el CONACyT u otrasinstancias de financiamiento.

    El reciente lanzamiento, por parte de la SEP y la ANUIES, de un ambiciosoPrograma Nacional para la Superacin del Personal Acadmico, que con-templa precisamente la creacin de programas no convencionales parafomentar el acceso al doctorado por parte del personal acadmico delas instituciones de educacin superior del pas, parece un contextoespecialmente propicio para la presentacin de un proyecto como elque estamos planteando.

    Adems, se pretendera obviamente que el programa fuera aceptadopor el CONACyT en su Padrn de Posgrados de Excelencia, para quelos alumnos tuvieran derecho a las becas respectivas, y pudiera tam-bin haber acceso a otros apoyos.

    Se sugiere la siguiente solucin, con dos elementos comple-mentarios:

    que el Consejo Acadmico est integrado por siete investigadores,que sean miembros del personal acadmico de las instituciones msimportantes en relacin con la investigacin educativa y social, enparticular:

    uno de la UNAM, de cualquiera de sus dependencias; uno del CINVESTAV, y concretamente del DIE; uno de la UAM, de cualquier unidad;

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    uno del Colegio de Mxico; uno de la UIA o el CEE; uno del CIESAS; uno de la sede, que sera el funcionario ejecutivo.

    Se pueden contemplar dos suplentes, para evitar el riesgo de faltade quorum para las sesiones del Consejo Acadmico.

    que todas las instituciones interesadas firmen un convenio parareforzar las posibilidades de obtener el apoyo necesario para elproyecto, y que los representantes institucionales funjan como unaespecie de instancia de coordinacin; este grupo podra, por ejem-plo, designar a los integrantes del Consejo Acadmico, los que loseran nominalmente, pero con respaldo de su institucin deadscripcin.

    2.6 Necesidades de financiamiento

    Un programa as requiere ciertos recursos, en particular:

    para liberar efectivamente a los doctorandos de sus tareas habitua-les, para que se dediquen ntegramente a su tesis;

    para gastos de viaje y viticos de alumnos para acudir a asesora, opara realizar los cursos u otras actividades que se les indique, y losde tutores y alumnos para asistir a los seminarios;

    para pagar honorarios decorosos a los tutores y miembros de lainstancia de coordinacin acadmica por su trabajo;

    para cubrir los gastos de la coordinacin administrativa del pro-grama;

    eventualmente para apoyar la consolidacin de la infraestructura deinvestigacin en algunas de las instituciones participantes y, a partirdel tercer ao de operacin, para la publicacin de las tesis doc-torales.

    Las instituciones participantes podran absorber parte del costo, alcomisionar a algunas personas para realizar estudios mantenindolesel sueldo, apoyando algunos viajes y absorbiendo el apoyo administra-tivo, pero es claro que se trata de un proyecto ambicioso que, parallevarse a cabo bien, no puede menos que tener un costo significativo.Pero, adems de que el beneficio acadmico del programa justificarala inversin que se hiciera en l, y a reserva de contar con un presu-puesto detallado, puede preverse que los costos por doctorando seransignificativamente menores que los de un doctorado convencional.

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    Obviamente, la ventaja comparativa en costo sera irrelevante si elprograma nacional no fuera comparable en calidad a las alternativasconvencionales, incluyendo en este trmino tanto el nivel de aprendi-zaje que pueda alcanzarse, como los componentes de duracin promediode los estudios y tasa de eficiencia terminal. La pretensin de esteproyecto es precisamente que, adems de ser la nica opcin viablepara un nmero significativo de personas, si se le maneja como sepropone, debera arrojar resultados de calidad por lo menos compa-rable a la que pueden ofrecer los buenos posgrados de los pasesdesarrollados.

    Conclusiones

    Como se apunt en la introduccin, a principios de 1994 se formalizel convenio por el que la UAA, junto con la Universidad Nacional, laMetropolitana, las Universidades Autnomas o Estatales de Colima,Guadalajara, Guanajuato, Puebla, Sinaloa, Tlaxcala y Veracruz, la UIA,el CEE, el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antro-pologa Social, el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados delIPN y El Colegio de Mxico decidieron poner en marcha el proyecto,contando con el apoyo de la SEP, la ANUIES y el CONACyT.

    Los representantes de las 15 instituciones signatarias designaroncomo integrantes del Consejo Acadmico a las siguientes personas:Humberto Muoz, por la UNAM; Mara de Ibarrola, por el CINVESTAV;Jorge Padua, por El Colegio de Mxico; Guillermo de la Pea por elCIESAS; Carlos Muoz Izquierdo por la UIA; y, como suplentes, a PabloLatap del CEE y Carmen Castaeda del CIESAS. Est pendiente ladesignacin de una persona por parte de la UAM. La UAA design aFelipe Martnez Rizo como coordinador del programa y secretarioejecutivo del Consejo Acadmico.