El Hombre Que Engaano Al Diablo Para Dd
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El Hombre que Enga Al Diablo
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DEDICATORIA
AGRADECIMIENTOS
PRESENTACIN
CAPTULO I: EL INVISIBLE
CAPTULO II: LA INDEPENDENCIA DE CABA
CAPTULO III: MUERTE DE SUS PADRES
CAPTULO IV: EL PACTO CON EL DIABLO
CAPTULO V: EL ENGAO CON LAS SIEMBRAS
CAPTULO VI: LA RUPTURA DEL PACTO
CAPTULO VII: LA VENTA DE LA TIERRA
CAPTULO VIII: LA MUERTE DE CABA Y SU ESPOSA
CAPTULO IX: LA LLEGADA AL CIELO
ACERCA DEL AUTOR
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Dedicatoria
A la familia Hidalgo Romn, constituida por mis
adorados padres Ovidio Hidalgo y Maria Romn, as como
mis hermanos Olga, Arcadio, Hugo, Nolazco, Albaneyda,
Altagracia, Tirso, Manuel Antonio, Luz Ylanda y Ana Freyda,
por ser los pilares de mi formacin humana e intelectual.
A mi esposa Grissel Elisabeth Mateo, por ser una
persona muy especial que enaltece mi forma de pensar.
A mis adorados hijos Gustavo Adolfo y Cristoper,
ustedes son mi fuente de inspiracin, mi base de
sustentacin y la razn de mi existencia.
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Agradecimientos
A Jos Enrique Garca, Emilia Vargas, Roberto
Rosado, Israel Bautista Lorenzo, Maria Mateo, (Doa Mery)
y Bernardo Encarnacin Medina (Jess), por su colaboracin.
A mis amigos Alejandro Terrero, Flix Romero y Nancy
Fernndez, por el apoyo que me han dado.
A Don Leopoldo Daz, Presidenta de Hogar Crea
Dominicano, por el gran apoyo que me ha dado para la
publicacin de esta obra.
A todos mis dems amigos que por razones de
espacio no publicar aqu, pero los tengo en lugar mucho
mayor, mi corazn.
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Presentacin
En las comunidades de los diferentes puntos de la
geografa nacional hay persona que por su vocacin de
servicio adquieren un connotado liderazgo se ganan la
admiracin y el respeto de los seres que lo rodean.
El Hombre que Enga al Diablo, es una obra que
presenta a un personaje humilde y con un elevado aprecio a
los valores humanos. Al cabo de los aos se convirti en el
hombre ms rico de la provincia galctica, asistiendo con sus
recursos a las personas necesitas que carecan de los
medios ms fundamentales ms elementales para su
subsistencia.
Rpidamente fue conocido en todo el pas, no slo por su
obra de bien, sino por habrsele atribuido ser la nica
persona en el mundo que se le conociera haber hecho
negocios con el diablo y salir airoso despus de engaar a su
socio.
La obra deja un mensaje a cada lector: para los
creyentes en Dios hay un mensaje positivo; para las personas
que codician los bienes ajenos y que por dems les duele el
progreso de otros, tiene en sus pginas
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unas experiencias de alguien que adopto ese modelo de vida;
para las personas que se pasan toda una vida haciendo bien
en la tierra y creen no hacerle un mal a nadie, est nuestro
personaje central en esa situacin.
En conclusin, esta obra ha sido escrita para todos los
pblicos. Al final se comprender que no hay mal que dure
cien aos ni cuerpo que lo resista, porque algn da el mal
cede o el cuerpo perece. Todo el que persevera, triunfa.
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Captulo I: El Invisible
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En la comunidad rural de calamares del Municipio
Ferrl, Provincia Galctica, haba un nio inquieto a quien
todos conocan como caba, de alta estatura, cuerpo fuerte,
siempre se le vea con su frente alta camino al conuco bajo
un candente sol. Era un nio muy humilde, le gusta
coadyuvar al semejante, todos le queran porque siempre
estaba dispuesto a servir a los dems. Su padre Flix Maria,
hombre vigoroso y trabajador; todos los das se le vea con
sus herramientas agrcolas camino al campo; era un
agricultor para quien el tiempo no era obstculo; lo suyo era
trabajar hasta que haya da; desafortunadamente trabajaba
en terrenos ajenos. A pesar de tener trabajando toda una
vida, lo nico que haba logrado era una yunta de bueyes.
Tena necesariamente que esculpir la tierra de otros para
ganarse el sustento de l y su familia.
De las principales cosas que hered caba de su
padre, fue la de trabajar; aunque no le pagaban el da en la
misma proporcin que a un hombre, el dueo de los terrenos
en que trabajaba de vez en cuando le daba algo de
Dinero para que comiera dulces, eso a l le agradaba mucho,
lo aprovechaba para ahorrarlo9 en una pequea alcanca
que celosamente guardaba debajo de su cama. A pesar de
vivir en el campo, en donde generalmente las familias son
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nutridas, sus padres slo tuvieron dos hijos, l y otro que
muri algunos aos despus de nacer.
Sus padres eran muy pobres, trabajaban arduamente
durante el da para comer en la noche. Flix Maria realizaba
sus labores en el campo, mientras que, su madre Dilcia,
mujer delgada, de nobles sentimientos, aunque muy
azotada por la vida, an luchaba para llevar a la casa parte
del sustento de la familia, lavando la ropa de algunos
hombres solteros de la zona, a quienes cobraba por los
servicios que les prestaba. Dilcia siempre quiso que su hijo
caba estudiara, que luchara para que algn da fuera una
persona de bien, muy diferente a ellos que no dependan
siquiera de los medios mas elementales para vivir, que se
prepara, soaba con verlo ser un abogado; crea que el
muchacho tenia condiciones para ello. Su padre en cambio,
lo quera mantener a su lado, trabajando duramente con l.
Era de opinin que el hombre estaba hecho para el trabajo y
que eso era meterse al campo a labrar la tierra.
Flix Maria tenia la situacin muy dura, lo poco que
ganaba a penas le permita comer. Cuando no iba al campo
se quedaba preocupado en la casa pensando su situacin.
Por su mente pasaban numerosas ideas, ninguna de ellas
poda materializar. Necesitaba buscar la fo9rma de criar a su
hijo sin que pase por las penurias que ellas haban pasado.
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Una tarde, mientras Flix Maria se encontraba en su
casa debajo de una mata de mango jugando domin con
otros compaeros, lleg un seor alto, de unos cuarenta
aos, vestido de marrn, barbas largas y un pauelo rojo
sobre su cabeza.
--Buenas tardes, -dijo el recin llegado al momento en que
Flix Maria gir la cabeza hacia atrs para ver quien haba
llegado -Quin es el seor Flix Maria? Pregunt.
--Soy yo, -contesto el viejo sin titubear dgame Qu
se le ofrece? prosigui diciendo-.
--Me dijeron que usted no estaba trabajando hoy y que aqu
lo conseguira. Tengo algunas cosas que hablar con usted
pero prefiero que sea en privado.
Se dirigieron hacia otra mata que haba en el patio
--Fjese seor Flix Maria, yo soy romito, vengo de la
frontera, me dedico a ayudar a personas necesitadas es un
don que me dio la naturaleza y el que debo aprovechar para
que mis prjimos no vivan en dificultades, para resolver los
problemas de los dems; precisamente de eso quiero tratarle.
--Segn ut, cules son mi problema? Por qu
viene ut donde mi? dijo Flix Maria-.
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--Es que me informaron que usted lleva una vida muy dura,
basad en mucho sacrificio y pocos ingresos, es por eso que
vine para que no siga pasando trabajo. Yo tengo poderes
para poner a la gente invisible.
--Invisible! Y para qu quiero ponerme invisible?
..!Oh! y para qu va a ser, para morirse, le dijo el
desconocido apare4ntemente molesto-.
Uno trata de ayudar a la gente y se hacen ms
ignorantes de la cuenta. Si logra ponerse invisible tendr a
sus pies todo cuanto se le antoje, no tendr carencia de nada.
--Pero como voy a tener todo a mis pies estando
invisible, supongo que no existir si eso sucede.
--No, lo que pasa es que mediante una oracin se
pone invisible para los dems. El tiempo que dura esa accin
depende de cuantas veces repita la oracin, partiendo de que
por cada vez que la diga dura una hora invisible.
--Ah! Como que me t gutando la vaina ahorita. y
depu que me pongo as qu ahoga?
--Lo dems es hacer lo que quiera. Si en su casa no
hay alimentos, puede entrar a cualquier finca de la
comunidad y sacar lo que quiera, puede irse para la ciudad y
penetrar a los supermercados y tomar todo lo que necesite; y
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si le falta dinero, de plano entra al banco toma todo lo que
necesite y resueltos todos sus problemas.
Flix Mara aunque no era hombre ambicioso, no vea
mal la idea de tener todos esos poderes, se quedaba
pensando en que si aceptaba esa propuesta no tendra que
trabajar ms. Se quedo pensativo y luego argument:
--Pero seor, ut me ta diciendo todo etto pero yo no
se cunto ute me va a cobr.
--No, no, Don Flix Maria, usted me ofende
dicindome eso, Cmo cree usted que puedo cobrar por un
servicio de esa naturaleza? Si Dios me ha dado ese don, no
puedo usarlo para fines mercantiles, si lo hago la oracin
pierde el efecto y entonces no lograr lo que quiera.
Procedieron a practicar la oracin hasta que Flix
Maria logr aprendrsela de memoria. En su primera prueba,
luego de la oracin, el desconocido hablaba a Flix Maria:
--No me engae Don Flix Maria, dgame Dnde esta
usted que no lo veo?
--Toy frente a ut, aqu mimito.
--ya ve usted, ni yo mismo logro verlo.
En el dialogo entre aquellos dos hombres, llega un
tercero e interrumpe. Se trata un supuesto compadre del
desconocido, que dice a su llegada:
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--Compadre, lo veo muy mal, que hace usted aqu
hablando solo?
--No, compadre, no estoy hablando, usted escuch
mal.
--Bueno compadre, pue no vemo luego que voy a
hacer una diligencia.
Al Flix Maria escuchar al recin llegado, comprendi
que efectivamente que la oracin haba surtido su efecto.
Comprendi que a partir de ese momento su vida seria otra.
Qued muy agradecido de aquel seor que haba cambiado
el sentido de su vida.
--Mire, aunque ut no me cobre, yo toy, muy
agradecido con ut. Yo quiero que ute me deje que le regale
algo. Yo tengo una yuntita de buey y voy a llevale una al
carnicero pa dale ese dinerito.-
--No, no Don Flix Maria, yo no puedo aceptar eso.
--No se preocupe eso lo hago yo.
Mand a buscar al animal. Se lo llevo al carnicero y el
dinero obtenido se lo obsequio al desconocido, quien recibi
el dinero aparentemente a mucha splica de Flix Maria.
Al despedirse, el desconocido le instruy que no poda
decir a nadie su secreto. Se despidieron sin que el
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desconocido diera su nombre, pero dejando a Flix Maria
contento por el inicio de una nueva etapa de su vida.
En la noche, mientras se encontraba en su casa, lleg
un compadre y le solicito que trabajara una semana con l.
Flix Maria le contesto negativamente, le justific que
se senta un poco enfermo y que se quedara un tiempo en la
casa.
Al da siguiente, hizo su oracin y sali muy temprano,
se dirigi a una finca que quedaba prximo a su casa, de all
tom pltanos, yuca y otro frutos, los introdujo en su saco y
se dirigi a la casa. En el trayecto se encontraba con algunas
personas, para no ser descubierto no saludaba a nadie,
estaba convencido que nadie le vea. Al llegar a su casa, su
esposa Dilcia le pregunt que de dnde haba sacado esos
productos? Al orla, se dio cuenta que estaba visible, que se
haba agotado el tiempo de la oracin justamente a su
llegada.
Pens que una accin de esa naturaleza no vala la
pena emplearla en cosas menores, decidi que su prxima
victima sera un banco un banco en la ciudad para sacar
mucho dinero.
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Al da siguiente se traslad con una funda de tela
blanca a la ciudad, decidi decir la oracin all mismo para
evitar que se le agote el tiempo de efectos en momentos no
deseados.
Debajo de una mata que haba al frente de la
institucin bancaria, se sent y or. Penetr al banco en
plena faena, se sent en el sof de clientes, esper diez
minutos, llegaban y se sentaban en el mismo sof, pero nadie
siquiera le saludaba, comprendi que la oracin haba surtido
efecto. Se par del sof, penetr al rea de los cajeros y
comenz a tomar dinero. Su sorpresa fue grande cuando al
girar la cabeza y ver que detrs de l haban tres guardianes
con sus armas apuntando a su cabeza, a la vez que le decan:
--Suelta todo el dinero, asaltante, ladrn, si mueves un
dedo te perforamos la cabeza.
Flix Maria fue llevado al destacamento policial de la
ciudad acusado de robo. All permaneci en prisin por tres
meses. Meditaba sobre qu le haba fallado?
Encontr la respuesta a su pregunta, al encontrarse
con otro husped del presidio, a quien le haba sucedido lo
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mismo. Se dieron cuenta que haban sido engaado por
aquel seor que presuma de tener poderes sobrenaturales,
quien se dedicaba en complicidad con otro a engaar a la
primera victima que se encuentre en su camino. A su regreso
a casa, encontr todo normal, Caba trabajaba dura para
llevar comida a la casa en el tiempo de ausencia de su padre,
se comport como un hombre maduro y responsable.
Cuando hablaba con Dilcia sobre lo que le haba
ocurrido, le habl toda la verdad, que haba sido engaado.
Dilcia reaccion sorprendida. En esencia no conoca con
exactitud la causa que haba llevado a su esposo a las rejas.
Flix Maria le hizo prometer guardar el secreto, que no
queran que sus vecinos y compadres lo tildaran de malo.
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Captulo II: La Independencia de Caba
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Durante su permanencia al lado de su padre, caba
apenas aprendi a tomar un machete y a halar una azada;
para Flix Maria, estudiar era algo en que los muchachos
perdan el tiempo para evitar ser llevados a trabajos forzados,
no entenda por qu haba que estar invirtiendo dinero aos
tras aos en los hijos sino vea ningn beneficio a cambio.
Era una persona retrgada no miraba mas all de sus
narices, ello provoc que el muchacho slo asistiera dos o
tres aos a la escuela, en donde apenas aprendi a leer y
escribir. Todo el tiempo lo pasaba trabajando al lado de su
padre. El dinero que le pagaban por su mano de obra lo
guardaba en su alcanca. As pas su infancia, trabando
como jornalero y recibiendo paga de esclavo. Llegada la
adolescencia, trabaja por su propia cuenta con campesinos
que demandaban mano de obra para poner sus predios a
producir, en ese entonces reciba igual cantidad de dinero
que cualquier otro hombre por cada jornal, lo que
aprovechaba para ayudar a su madre Dilcia con una parte del
dinero que perciba, mientras la otra la ahorraba. A pesar del
sacrificio que realizaba para ahorrar sus pesos, cuando
algunos de sus contemporneos necesitaba que le tendiera
la mano, l le ayudaba a resolver a su problema, siempre
mantena abiertas las puertas de su corazn. Su actividad
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agrcola no era diaria, dependa de la cantidad de mano de
obra demandada en la zona.
Una noche de invierno, mientras caba se acost
agotado por el exceso de trabajo del da y azotado por la baja
temperatura que haba, qued inmediatamente dormido; tuvo
un largo sueo en el que vea a un nio vestido de blanco con
una cruz azul plasmada obre su espalda, le pasaba las
manos por su cabeza, mientras pronunciaba algunas
palabras que fueron interiorizadas por l. Al da siguiente, al
levantarse sinti una extraa sensacin, senta un gran vaco
en su interior, ignoraba qu le pasaba, reaccion al recordar
el sueo que haba tenido, no le encontr ninguna explicacin
que le pareciera lgica, por lo que le resto importancia.
La noche siguiente, se repito la accin, el nio
volvi a presentrsele ante l; en el sueo lo notaba como si
quisiera decirle algo, pero no lo hacia. Al despertar en la
maana la incgnita no se hizo esperar, se cansaba de
analizarlo y no lograba entender que quera decir ese nio.
Pasado el tiempo y cumplida su mayora de edad,
caba, auxiliado por un amigo que visitaba con frecuencia la
ciudad, logr sacar su cdula; a partir de ese momento se
consideraba un hombre independiente, tomaba sus propias
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decisiones. A veces se iba por grandes temporadas hacia las
lomas, en donde trabajaba incansablemente.
Un da, fue a buscarle a su casa gremi, con la finalidad
de que trabajara con l una semana en la recoleccin de
habichuelas,. Al llegar a la casa, Caba no se encontraba, por
lo9 que le dej con su madre un mensaje de que vaya por su
casa cuando llegara. Cuando Caba lleg, inmediatamente
fue informado del mensaje que le dej Gremi, por lo que
instantneamente se dirigi hacia la casa de este. A su
llegada, encontr en la sala a Roselia, muchacha de alta
estatura, ojos grandes color gris, pelo largo; desde pequeita
viva con su to, a quien le hacia de todo en la casa, siempre
estaba dispuesta a ayudar en lo que haba que hacer.
Roselia fue a avisar a Gremi de la llegada de Caba, al
enterarse Gremi de la presencia del obrero, se dirigi
inmediatamente a la sala para hablar con l. Orden a
Roselia que les colaran un caf mientras hablaban.
--Caba, fui por tu casa en la tarde porque quera verte
pa que trabaje conmigo por una semana, tengo que recog
la habichuela que tengo sembr puell arriba.
--No hay problema Gremi, yo por ahora no tengo
compromiso, dgame cuando comenzamo.
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--Maana mimo se Dio quiere.
--Bueno, pue deme un adelantito pa yo prepararme,
ut sabe, uno tiene que alitase.
El avance que quera Caba, le fue entregado a su
patrn, pues necesitaba comprar algunas cosas elementales
para mantenerse en el trabajo durante todo el da.
Mientras se encontraban dialogando en la sala. Lleg Roselia
de la cocina a llevarles el Caf, Caba se qued observndola
fijamente, la muchacha le gust. A ella, el tampoco le fue
indiferente, mientras le servia el caf se notaba nerviosa,
como si le coagulara la sangre, por lo que al paso de los das,
l trataba de buscar pretextos para ir a casa de Gremi, a ver
a la muchachona.-
Una tarde, cuando caba se encontraba en el patio de
su casa debajo de una frondosa mata de mango, pas
prximo al lugar de Roselia, al verla la llam y se puso a
hablarle. Ella le escuchaba muy atenta, a pesar del
nerviosismo entenda que Caba no era un mal partido para
ella. Das despus, por la insistencia que vea en su
galanteador se metieron en amores.-
-Caba no era un muchacho inquieto con las mujeres,
era hombre de una sola mujer, para l lo dems era perder el
tiempo. Todos los domingos visitaba a su novia a casa de
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Gremi. A este le agrado que su sobrina encontrara un hombre
trabajador como Caba. Contando con los ahorritos que tenia
en su vieja alcanca, decidi llevarse a Roselia. Una noche
fue a su casa y le dijo que preparara su ropa que en ese
momento se ira con l. Cuando llegaron a casa de los
padres de Caba, stos quedaron sorprendidos por la accin
del muchacho, aunque en realidad se lo agradecan, la
presencia de Roselia en la casa le convena, Dilcia la madre
de Caba, no reciba ayuda de nadie.
Meses despus de su unin con Roselia, se consigui
un pedacito de tierra a lado de vieja iglesia de madera de la
comunidad. All levantaba una casita de tablas de palma, con
una sala y dos aposentos, con una pequea casucha que le
serva de cocina. Mientras construa su casita, en un
momento record en sueo que tuvo aos atrs en el que
vea un nio pasarle las manos por la cabeza, record
claramente las palabras que ste susurraba mientras lo
hacia, lo que le llevo a concluir que estaba dotado de poderes
sobrenaturales. Para practicar los mismos, improvis al lado
de su casita una pequea enramada techada de cana con la
mitad cubierta de viejas tablas, en el centro de la parte
descubierta clav tres cruces color azul con puntas blancas,
con piedras a su alrededor.-
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Enterados los lugareos de los poderes que posea,
acudan a l por diferentes razones, algunos por curiosidad
otros por buscar buena suerte, mientras que la mayora lo
hacan cuando alguien enfermaba. Examinaba a sus
pacientes, con sumo cuidado, los ensalmaba y les daba a
tomar una pcima que haba preparado en base a
veintinueve plantas de la tierra. La mayora de la gente que
acudan donde l sanaba al tomarla, debido a la gran
cantidad de plantas medicinales que contena la misma y a
los poderes que l tena. Otros, confiando en resolver su
problema al tratarse con Caba, no acudan a manos
especializadas que le determinaran el mal que padecan; se
tomaban al pcima que le daban y posteriormente moran
intoxicados por algunas plantas que contena las substancia.
A pesar de su juventud y la ambicin que
generalmente acompaa esa etapa de la vida, n o no cobraba
a nadie por sus servicios, cuando alguien trataba de regalarle
alguna cantidad de dinero, se molestaba y le deca que si le
reciba por el servicio, ste no surtira ningn efecto, lo que
era entendido por sus pacientes, a quienes les convena tal
actitud.
Pronto se convirti su casa en un centro de sanacin
visitado por los moradores del lugar, sino de otras
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comunidades que se haban enterado de lo poderes
sobrenaturales que posea al personaje.
En vista de que no cobraba por los servicios que
brindaba a poblacin, decidi buscar un medio de produccin
que le permitiera obtener recursos para el sustento de su
familia, por lo que con el dinero que le quedo al hacer la
casita, se puse a comprar una tierrita que venda que seor.
Al enterarse del precio de la misma se apresur a cerrar el
negocio, entenda que eras una oportunidad que no se vea
con frecuencia, adquiri la propiedad por una suma irrisoria.
En inmobiliario de su casa lo constitua cuatro sillas de
guano, una vieja mesa de madera, de la pared penda un
radio que pareca una reliquia, y en su aposento tenia una
cama que compr usada en una compraventa cuando se
cas con Roselia. Al da siguiente a la compra de la tierra,
Caba se traslad a la misma, con la finalidad de preparar la
para sembrarle productos, hizo un convite y se pusieron a
preparar la tierra, varios das despus fue sembrada de
guandules. Al pasar un mes de la siembra, an no haba
germinado siquiera una semilla; pues Caba ignoraba que
esos terrenos eran ridos, que ah no se daba nada de lo que
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sembraran, razn por la cual la vendi el dueo en una suma
tan insignificante.
En esa tierra, invirti Caba todos los pesitos que tena
ahorrado, el tiempo se tornaba difcil para l, no apareca
trabajo que pudiera hacer para obtener dinero para su
sustento y el de su esposa. A pesar de estar unido a Roselia
y ser mayores sus compromisos econmicos, mantena
siempre la esperanza de poder ganar lo suficiente para
ayudar a sus padres, pues Flix Maria estaba muy avanzado
de edad y Dilcia enfermaba con frecuencia. Pasaba el tiempo
y la situacin no mejoraba, Caba no dependa de nada, su
nica pertenencia era la tierra que haba comprado, pero sta
no produca. Tenia bien claro que no poda cobrarle a la
gente por los servicios de sanacin que les daba, entenda
que si lo hacia perdera los poderes que le haban dado. En
el transcurso del tiempo, Roselia se embaraz, lo que le
pona la situacin an ms difcil, se pasaba todo el da en la
casa, por no aparecer ningn trabajo que le proporcionara
recursos. Ante esa situacin se inquietaba, se senta
impotente, puesto que no quera que su mujer pasara
dificultades. Agobiado por las circunstancias decidi
suspender sus actividades de sanacin.
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Meses despus, bajo un torrente aguacero que caa
en el lugar se encontraba Doa Roselia en el interior de su
aposento, con dolores de parto. Ah dio a luz una hermosa
criatura, la que consolidara an ms la unin entre ellos,
pues la voida nop les haba sonredo siquiera por un
momento. El nacimiento del nio, quizs cambiaria la suerte
de aquella infeliz pareja.
El parto fue dirigido por Ana Freyda, una de las
comadronas de la comunidad, quien al recibir de parte de
Caba la noticia de los dolores de su mujer, no tomo en cuenta
la lluvia y se traslad inmediatamente al lugar en donde se
encontraba la misma, abriendo de esa manera el camino de
la vida a aquella inocente criatura. Aunque Ana Freyda
cobraba por sus servicios, a Caba y Roselia no les cobr
nada, por conocer la dura situacin por la que ellos estaban
pasando y los servicios que Caba brindaba a la comunidad,
adems eran personas muy solidarias con sus vecinos, a
quienes servan incondicionalmente en cualquier cosa que le
solicitaran.
En nio naci fuerte, de gran tamao y color moreno,
Ana Freyda le regal a Roselia algunas ropas viejas para
paales de la criatura. Caba sinti orgullo al tener ante s el
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fruto de su unin con Roselia, su deseo era que fuera de
varn y fue complacido por la naturaleza.
La casa de la pareja era visitad por los lugareos que
por curiosidad trataban de ver al hijo de ese mstico
personaje. Algunas personas le llevaban paales, otros
algunos regalitos y las mujeres auxiliaban a la recin paridad
en la hervidas de los alimentos de la criatura. A ellos los
vecinos les llevaban comida. Caba coma mucho, consuma
cada comida que le enviaban; constantemente senta una
revolucin estomacal que le avisaba la inconformidad de los
seres que tena en su interior.
A pesar de la dura situacin por la que atravesaba, se
senta feliz por el hijo que Dios le haba dado, pensaba en
buscar trabajo para mantener a su hijo, para que no le faltara
nada; no quera verlo pasar por las vicisitudes y penumbras
que l tuvo que enfrentar
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Captulo III: Muerte de sus padres
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Con el pasar del tiempo, a pesar de la precariedad de
la situacin, de vez en cuando aparecan algunos trabajitos
que hacia Caba para otros hombres; esto le permita
conseguir dinero para su familia, aunque sea en pequeas
cantidades.-
Una tarde, el nio estaba llorando insistentemente,
pareca que tena hambre, en la casa no haba nada para
darle de tomar, lo que hizo que Caba saliera de la casa
preocupado en busca de azcar para hacerle un t. Donde
primero se dirigi fue donde la partera. Le solicit con mucha
modestia le consiguiera un poco de azcar para endulzar la
leche del nio, fue atendido de una vez por la partera.-
Por las noches se escuchaban alrededor y sobre el
techo de la casa algunos pasos; el nio despertaba con
mucha hambre, se pona a llorar, Roselia pensaba que se
trataba de las brujas que se lo estaban chupando. Su
sospecha se hacia mayor, al ver que el nio cada da lucia
mas delgadito, ignorando ella que era producto de la
desnutricin.
Los aos pasaron y la familia haba aumentado en
nmero, ahora se compona de cinco miembros, pues tena
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tres hijos, quienes cada da demandaban ms alimentos. La
situacin para Caba era extremadamente difcil, en el campo
no consegua trabajo para dar de comer a su mujer e hijos.
Eran dos varones y una hembra; los nios cuando vean que
en la casa no haba nada de comer se iban donde los vecinos,
a quienes les hacian mandados a fin de que le dieran de
comer. El ms grande de los tres, tena diez aos, le
llamaban Toito, todo el que necesitara de l, ah estaba
siempre dispuesto a servirle, por lo que siempre le daban
muchas cosas.
Robin, era el menor de los hermanitos, sus
condiciones fsicas evidenciaban claramente la dura
situacin por la que atravesaban sus padres, a sus seis aos
de edad se le vea caminar por el vecindario descalzo y sin
ropa, su piel estaba maltratada por el sol y en ella se
fusionaba el sudor y el polvo que emanaba la tierra. A pesar
de corta edad, se vea obligada a abandonar la casa en busca
de alimento para la familia, a diferencia de Toito su hermano
mayor, quien slo buscaba para s.
Para Robin no haba barreras, cuando notaba que en
la casa no haba que comer, se diriga hacia el campo y en
cualquier propiedad que viera que estaba cosechando frutos,
penetraba el lugar con el pretexto de ayudar a los obreros,
-
pero cuando estos se descuidaban tomaba una fundita y
llevaba la comida a la casa, la que era preparada de
inmediato por su madre Roselia y por su hermanita Grissel,
quien era una nia muy diferente a las dems, pues mientras
la de su generacin se pasaban el tiempo jugando con
muecas y haciendo cosas usuales de nias, ella sin
embargo inverta su tiempo en ayudar a su madre con las
tareas de la casa. A pesar de lo modesta de la casa, sta se
mantena siempre limpia y organizada gracias a la tarea de
Griselita osaba llamarle siempre su madre.
Entre los tres hijos del matrimonio, el ms habilidoso
era Toito, cuando senta hambre y no vea nada en la casa
mandaba a Ro9bin a buscar algo de comer a las propiedades
ajenas, mientras que l se iba hacia donde los vecinos a
saciar su necesidad, completando luego cuando llegaba a la
casa hallaba lo que le haban guardado su madre y su
hermanita.
Toito, por las maanas se iba para donde Remedio,
una seora morena, quien se preocupaba mucho por todos
sus vecinos, una persona con sentimientos nobles. Cuando
notaba que en casa de algn vecino no estaba cocinado, le
enviaba de los alimentos que ella preparaba; en el caso de la
-
familia de Caba, era algo permanente se le enviaba todos los
das. Remedio enviaba a diario el desayuno a La Botella,
su esposo, hombre para quien el trabajo era lo primordial, no
tena da de descanso, todos los das se le vea a tempranas
horas de la maana con un macuto bajo sus hombros
caminando hacia la cerca; adems de vecino de Caba, era su
compadre.
Toito, como saba que LaBotella trabaja retirado de
la casa y no poda ir hasta all a desayunar, aprovechaba la
forma de justificar el desayuno que a diario se coma en casa
de Remedio, ofrecindose para llevarle hasta la cerca el
desayuno a su esposo, lo que le agradaba a Remedio, ya que
anteriormente su marido tena que desayunar por las tardes
cuando llegaba del campo.
En una ocasin La Botella slo trabaja media
maana durante quince das, por lo que no era necesario
llevarle el desayuno a la cerca. El muchacho llegaba a la casa
en el momento en que La Botella estaba desayunando y se
quedaba mirndole fijamente. Eso lo hacia todos los das, por
lo que un lunes, mientras La Botella desayunaba guineos
con huevos, el muchacho no cesaba de mirarle, lo que
provoc su airada reaccin:
-
--Mira muchacho, a mi no me guta que me miren
cuando toy comiendo, toma ete guineo por el da de hoy, eto
otro por el de maana, otro por el mircole, otro por el jueve
y otro por el vierne, epero que durante eso cinco da no te
apareca puaqu.
Toito mirando hacia el interior de la olla en que
desayunaba La Botella, vio que en la misma haba huevos
fritos, mientras que a l slo le dio guineos, por lo que le
argument:
--Mire seor, a mi me gusta de eso que hay ah
tambin.
Al escucharlo, La Botella se dio cuenta que el
muchacho era ms listote lo que l pensaba. Al da siguiente,
no encontraba el muchacho que hacer, tena hambre y tema
ir donde Remedio, pues La Botella le haba dado el
desayuno por adelantado hasta el viernes porque no quera
verlo por all durante esos das. No aguant ms y se dirigi
donde La Botella, a quien encontr desayunando, al ver al
muchacho ante s, se sorprendi y le dijo:
--Pero bueno muchacho, nosotro no quedamo en que
durante cinco da tu no vendra puaqu.
--Es que tengo mucha hambre, .le dijo el nio en tono
desalentado, si usted puede, adelnteme el del sbado.
-
Ello provoc una risa a carcajadas de La Botella,
quien mirando al muchacho con rostro de pena, le dio
desayuno
As pasaban los aos, lo que desesperaba a Caba,
quien plane irse a vivir para la capital, pero en vista de que
no saba hacer ms labores agrcolas, desiti del viaje.
Su cerca la visitaba de vez en cuando, pero all todo
estaba limpiecito, no se levantaba siquiera una mata de
javilla, cuando estaba en ella Caba la miraba con nostalgia,
pensando que all haba invertido todos los chelitos que tena.
Una tarde mientras Caba se encontraba en el patio de
la casa tejiendo una silla, se present Toito, su hijo mayor y
le dijo:
--Pap, pap, tiene que ir rpido que el abuelo Flix
Maria se puso malo.
Se trataba del padre de Caba, quie sufri una crisis.
Inmediatamente se dirigi hacia all, trato de hablar con su
padre, pero fue intil, horas despus muri.
Por ser hijo nico, Caba tuvo que hacer frente a la
situacin, necesitaba poner en prctica sus propias
-
decisiones para resolver aquel problema, sus padres no
tenan nada, vivan en una casita de mala muerte, para
conseguir dinero se vio en la obligacin de tomar un buey que
tena el viejo en la cerca de un amigo para darle cristiana
sepultura en el cementerio de la comunidad. Cuando fue a
buscar el buey a unos cinco kilmetros de la poblacin, tuvo
que tomar prestado el caballo de un vecino.
El caballo era muy trotador. Desafortunadamente,
caba no posea dotes de jinete, lo que provoc que mientras
tomaba una curva, fuera lanzado al pavimento por el animal.
Como si quisiera consolarlo, el caballo se par a su lado, el
camino estaba solitario y su cuerpo yaca inconsciente en el
suelo, varios minutos despus, por el caliente con que el sol
quemaba su cuerpo, recobr el conocimiento, an
permaneca un poco aturdido por los golpes sufridos.
Cuando intento pararse, fue intil, pues la pierna derecha le
molestaba mucho, no poda moverla, cuando la tocaba le
dola, se arrastro haca la orilla del camino, se sent debajo
de una mata de caoba. Ah permaneci por varias horas,
hasta que fue visto por un campesino que pasaba por el lugar.
Su caballo nunca se separ de l, permaneca siempre
a su lado como un perro fiel a su amo. Cuando el obrero le
pas por el frente, Caba le llam y le pidi ayuda; fue difcil la
tarea de montarse en la parte delantera del caballo del
-
campesino, pero al final lo lograron. El campesino monto el
anca del caballo, mientras amarr el otro de la silla del suyo.
As cabalgaron hasta llegar a casa de Caba, en donde
Roselia la esposa de ste, quien haba salido en esos
momentos del velatorio de su suegro, le ayud a
desmontarse del caballo, y lo sent en una silla, para
trasladarlo a hospital. Le expres su gratitud a l hombre que
llev a su esposo hasta la casa, fue un gesto muy humano.
Roselia inmediatamente se ba y se cambi la camisa,
puesto que no se le poda tocar la pierna, le provocaba un
inmenso dolor. En el primer vehculo que pas, se fueron
haca la ciudad en busca de asistencia mdica. Al llegar al
hospital, le hicieron un estudio de radiografa,
determinndose que tena una fractura en la pierna derecho,
fue enyesado y dado de alta el mismo da. Le dieron dos
meses para que volviera a quitarse el yeso.
Horas mas tarde, regresaron a casa, Caba guardara
reposo por un buen tiempo. Tom dinero a un prestamista
para disponer lo concerniente a la ceremonia del
sepelio , hasta tanto vendiera el animal. Mand a Toito el
menor de los tres nios, a la cerca en busca de buey; varas
horas despus, estaba el muchacho de regreso a casa con el
animal en manos. Mand a buscar el carnicero de la
-
comunidad y trataron el buey, para matarlo y venderlo a la
zona. Al otro da se le entreg a Caba el dinero, con el que
sald parte de los compromisos en que haba incurrido
durante los das posteriores al entierro del viejo. Durante
esos das la gente se pasaba orando en la casa del fallecido
e implorando plegarias al altsimo por el descanso de su
alma. Los vecinos y algunos familiares, se ponan a jugar
domin por las tardes. Pasaron los rezos del viejo Flix Mara
y aparentemente todo volvi a la normalidad. Varios das
despus muri tambin su mam Dilcia, quien luego de la
muerte de su esposo se senta muy sola, no tena compaa
de nadie. Lamentablemente, Caba no poda hacer mucha
fuerza fsica, apenas poda dar pasitos con su pierna derecha
enyesada. A pesar de ello, se encargo personalmente del
sepelio de su madre. Desde una improvisada enramada, con
sus muletas debajo de los brazos, diriga todo el proceso. Los
das pasaron rpidamente, prepar todo lo relacionado a los
rezos y concluy con todos los actos tradicionales.
-
Captulo IV: El Pacto con el Diablo
-
Despus muertos sus padres, vendi la casita en que
stos vivan y el dinero obtenido, empleo una parte en la
compra de comida, otra para comprarle vestidos a su esposa
Roselia y a sus hijos Toito, Grissel y Robn, otra parte la
tom para pagar el dinero que deber por la muerte de sus
padres Flix Mara y Dilcia. Compr comida por varios
meses, pues la situacin no la tena bien.
Desafortunadamente para Caba, justamente en los
momentos en que no poda trabajar, algunos compadres que
no estaban enterados del accidente que haba sufrido, lo
buscan para pagarle trabajos en las lomas. Al llegar a su
casa y verlo sentado en una silla, se asombraron por no
haberse enterado antes de su situacin. Durante el perodo
que permaneci enyesado, no le falt comida de ningn tipo
en la casa, independientemente de la que el haba comprado,
los vecinos le mandaban vveres, arroz, habichuelas,
gandules, as como almuerzo preparado cuando cocinaban.
Ello contribuy a que sintiera menos su lesin. Sus amigos
constantemente iban a visitarle por las tardes y se ponan a
dialogar de diferentes temas, una forma de hacerle pasar a
Caba un buen rato y facilitarle la vida.
-
Cuando se terminaron los dos meses que le indic el
mdico, se dirigi a la ciudad a retirar el yeso de su pierna. A
su llegada fue atendido inmediatamente y todo volvi a la
normalidad; su pierna se haba recuperado totalmente. A
partir de ese momento la vida le presentaba nuevas
alternativas y posibilidades de buscar los alimentos de la
familia. Estando libre, se dirigi hasta su casa caminando
normalmente. Al verlo llegar, su esposa y sus hijos se
alegraron bastante, pues a pesar de trabajar muy poco en l
tenan albergadas sus esperanzas.
As pasaba el tiempo, con muchas penas y sin gloria,
los aos pasaban y no se vea un camino en la vida de
aquella humilde familia; hasta que un da de primavera, se
diriga Caba, con fachudo vestuario, siempre portando
chancletas confeccionadas de viejos neumticos, propiciado
por la infrahumana situacin en la que viva con su familia.
Caminando hacia el lado Norte de su casita, paseando la
mirada por los verdes rboles que adornaban el camino que
conduce a su infrtil tierra, la que no produca siquiera hierba
paras los animales que cada da pasaban por ella. Era una
tierra que no serva siquiera para un cementerio, all no
penetraban las herramientas agrcolas, por lo mala que era,
donde usted caa de pie y se parta la cabeza, Al llegar a su
-
cerquita, Caba contemplaba con mucha nostalgia lo nico
que la vida le haba permitido poseer, el bien que su humilde
familia tena como patrimonio, su improductiva tierrita,
durante su estada en la misma, aquella tarde, escuchaba
entretenido el cantar de los pjaros que sobre su cabeza
volaban inocentemente, pasaban por el lugar si advertir que
debajo haba un ser con una cara triste que clamaba una vida
mejor; cuando los miraba, les haca recordar su infancia, en
aquellos momentos en que se diriga con su padre haca
predios ajenos a buscar el sustento de la familia; pasaban
varias personas provenientes de cotidianas tareas, entre las
cuales se hallaban algunos compadres, a quienes
constantemente les propona poner dicha tierra en
produccin, con lo que buscaba arriesgar el capital ajeno, sin
que constituya algn riesgo para l, pues no tena nada que
arriesgar. En vista de que la tierra no produca, la siembra no
daba sus frutos, el apenas saldra perdiendo su tiempo, el
cual no tena mucho valor; mientras que su socio perdera los
recursos econmicos que haya invertido. Puesto que todo el
mundo saba que esa tierra no daba ni los buenos das, todos
hacan caso omiso a la propuesta de su compadre Caba,
quien adems de su mala suerte e infeliz vida que llevaba, no
encontraba siquiera quien le pagara un jornal para dar de
comer a su familia, por lo que la misma viva de la caridad de
-
los vecinos, quienes cada da enviaban la comida a la casa
de famlico hombre.-
Caba, aunque no tena la oportunidad de demostrar
sus grandes cualidades como ser humano, evidentemente
las tena; pues siempre se le vea jugar con los nios de su
vecindad, a quienes cruzaba de manos ante la presencia de
cualquier peligro. Por su mente pasaban constantes ideas, a
veces deseaba tener poder econmico para ayudar a la gente
pobre de su comunidad, pues vea las condiciones que viva
cada familia de su alrededor. Miraba fijamente hacia el cielo
y no lograba ver ms que las nubes del espacio.
Hallndose sentado sobre una gran piedra, entrada la
noche se ausent de la misma con pasos lentos, como si le
quisiera decir algo a su propiedad; se dirigi a su vieja casita,
que no distaba mucho de sus predios; al llegar a su
lugar de descanso, encontr sobre la vieja y mal formada
mesa de pino que haba en la sala, dos aguacates que le
haba guardado su esposa Roselia, de la que horas antes le
mandaron los vecinos.
Acostado sobre la rustica cama en que sola dormir
vencido por el sueo, Caba tuvo una revelacin, en la que
vea muchas cosas extraas. Escuchaba voces y sonidos.
-
En ese sueo vea una dimensin de su vida, en medio de la
oscuridad de la noche, algo le avisaba que cambiara la forma
de vida que llevaba, era un giro progresivo, entre las tinieblas
vea grandes mansiones y mucho dinero, por lo que al
despertar se levant un tanto alegre y a la vez nervioso;
pareca presentir que algo extrao se avecinaba. Se dirigi
hacia la cerquita, en donde estando sentado en una dura
piedra, escuch una temible voz que le llam enrgicamente
y repetidas veces:
--Caba, Caba, detrs de de ti es que ando, me di
cuenta que estabas aqu y vine a visitarte. Se perfectamente
la situacin que ests pasando y quiero hacer un pacto
contigo. Es la oportunidad que nunca antes te haba
proporcionado la vida.-
Al Caba escuchar esas voces, gir la cabeza hacia
atrs y observ un hombre que hacia l se acercaba. De
escasa estatura, cabeza grande y vistiendo de gaitera.
Pareca un ser extrao, su atuendo era misterioso; al verlo
fijamente, le dijo:
--Qu se le ofrece seor? Quin es usted? Me
parece no haberle visto anteriormente, creo est usted
confundindome con otra persona dijo Caba al hombrecillo,
pues a pesar de no haber tratado antes a ese seor, no
-
quera perder la oportunidad de cambiar de vida que le
ofreca el desconocido; a ese personaje no le haba visto
nunca, siquiera en sueo, pero no temi, por el gran valor y
coraje que le caracterizaba y mucho menos nada tena que
arriesgar al tratarlo.-
Aprovechando la situacin, el hasta ese entonces se
extrao desconocido personaje, le hizo la propuesta a su
supuesta victima:
--Aunque t no me conoces, s perfectamente el cable
que estas ingiriendo al igual que tu familia; movido por esas
circunstancias es que estoy aqu para solucionar tu situacin;
quiero convertirte en un seor fcar, amo de tu comunidad, a
quien todos adularn, tendrs a tusa pies todas las mujeres
que se te antojen; es mi deseo que a ti y a tu familia nunca le
falte nada, porque soy el protector de los mas indefensos y el
que ayuda al que me necesita, creo que esta vez te toca a ti.
--Esas palabras pronunciadas por aquel desconocido,
les sonaban muy bonitas y convincentes a Caba, quien
ilusionado con tan tentadora oferta, le dijo a su interlocutor:
--Me parece todo eso muy bien, pero no considero esa
oferta gratuita, sin esperar nada a cambio, yo quisiera saber
en el fondo Qu persigue usted?
-
--Muy bien Caba, eres mas inteligente de lo que
pensaba, por eso no vacilar en hacerte la propuesta. Tienes
un familia, evidentemente eres un hombre fuerte, tu esposa
Roselia tambin, en cualquier momento que te lo propongas,
puedes tener todos los hijos que quieras, en el momento que
desees y con la mujer que te de las ganas, a cualquier familia
se le muere un miembro en el momento menos esperado sin
saber cmo ni por qu, sin dejar ningn beneficio a sus
deudos; sin embargo las cosas para ti sern diferentes.
Sencillamente, yo te propongo que a cambio de todo lo que
anteriormente te ofrec, pongas a mi disposicin a uno de tus
hijos, sobre el cual dispondra en el momento que yo lo juzgue
oportuno; tu decides cul me entregas, puede ser
Toito, Grissel o Robin. As de fcil y sers un hombre
millonario, amo de esta tierra. Al escuchar tal proposicin,
Caba se sinti muy confundido, era tanto lo que le ofreca a
cambio de aparentemente tan poco que cualquier persona
con la cabeza hueca, lo hubiera aceptado inmediatamente,
sin embargo quedo pensativo, luego contest a su
interlocutor.
--Cmo cree usted que yo voy a disponer de mis hijos
como si fueran ovejas? Mi familia es pobre pero vivimos con
la gracia de Dios y l aprieta pero no ahorca, yo se que algn
da la vida me sonreir sin tener que sacrificar a mi familia.
-
Adems, qu inters puede tener usted para pretender
tener un hijo mo? Es que acaso usted nunca ha tenido hijos.
No sabe usted lo feliz que me siento cuando llego a casa y
mis nios se me lanza encima y juegan conmigo, o es que
trabaja usted con el Diablo? -Le dijo Caba a aquel seor,
ignorando que efectivamente se trataba de ese mismo
personaje.-
--Caba tu no me conoces, yo no trabajo para l, soy l,
la gente aqu en la tierra me llama de diferentes maneras,
segn la cultura de cada uno, pero tengo para decirte que t
no eres ni la primera ni la ltima persona que hara ese
negocio conmigo, como ejemplo de pondra a Bembito, el que
vive por all arriba al final de la carretera, fjate que l
hbilmente pact conmigo cuando su familia viva como
pordiosera, sin embargo mira a Bembito ahora, todo un
hombre prominente, millonario, con poder sobre todo el que
le rodea, vive como un prncipe. La gente imagina que fue
negocio que hizo conmigo, pero puedes ver que sus hijos no
han sido sacrificados. Sabes por qu? Sencillamente, l
primero me dio a su primognito a cambio de que yo le de la
fortuna que hoy tiene; luego Bembito no quera sacrificar a
ninguno de sus hijos, por lo que nuevamente me llam y
modificamos el trato; en esa modificacin, ambos salimos
ganando, pues l sali ganado porque no perdi a su hijo
-
mayor, mientras que yo sal tambin ganado porque me dio
entonces cinco personas: cuatro sobrinos y una hija de uno
de ellos. As de fcil, , t puedes hacer lo mismo, si al final
no te cuadra el negocio, me cambia tu primognito por otros
familiares, yo te lo permitir.-
--Caba qued pensativo, analizando profundamente la
propuesta que se le hacia. Pensando en no deshacerse de
su familia y por si acaso la pegaba, le tir un gancho al Diablo:
--Bueno, yo podra negociar contigo, pero con mi
familia no cuentes, si Bembito te vendi la suya, la conciencia
le remuerde, por que a mi eso no me suceder, mi familia es
sagrada. Si tu quieres negociar conmigo, por ahora lo que
me urge es poner a producir mi tierrita y no tengo dinero; si
t me proporcionas el dinero, yo facilito la mano de obra y al
final de la cosecha, la dividiremos en partes iguales. Le dijo
Caba de manera determinante.-
El Diablo entra en todas, crea que en su condicin de
ser sobrenatural, no le ira mal en ningn negocio que haga,
pues en todos los que haba hecho anteriormente sala
ganando, por lo que, complacido, acepto el trato que le
propusiera su socio Caba. Ultimaron los detalles del trato que
pactaron trabajar juntos durante tres aos a partir de esa
misma fecha.-
-
Caba, con su caracterstica de impvido, analizaba
cul sera la siembre con la cual inauguraran la tierra, el
Diablo, poco saba de agricultora, por lo que dej a
disposicin de Caba que decida que sembrar.-
El primer negocio que hara consistira en una siembra
de batatas, con programacin de productividad a tres meses,
a lo cual Caba, con los recursos econmicos en sus manos,
busco una cuadrilla de hombres y se dirigieron hacia una
propiedad vecina, en busca de los bejucos para la siembra
de la tierra. El bejuco se lo relagaron a Caba, pero deba
pagar los servicios de montaje en un viejo camin que facilit
un comprador de frutos del pas que adquira las
producciones de los agricultores de la zona, as como el
transporte de dicha planta. Para ello dispona de suficiente
dinero con que cubrir el pago de los trabajadores. Los
jornaleros quedaban sorprendidos por el gran empeo que
tena Caba de trabajar una tierra sobre la cual no se
levantaba siquiera una mata de hierba para comida de los
animales. A no ser por la buena paga que reciban, no se
hubieran puesto a perder el tiempo trabajando esa tierra; sin
embargo, Caba a sabiendas que la persona con quien estaba
-
asociado haca cosas increbles, se vea convencido,
confiado en que sta vez su tierra producira.-
Llegado el da de la siembra, se lo pasaron entero debajo del
sol que a todos quemaba, enterrando bejucos en la tierra; al
final la jornada, lo obreros se marcharon a sus respectivas
casas, dejando a su amigo Caba en la siembra,
contemplando su propiedad; minutos despus fue visitado
por su socio, quien le dijo: -Ten fe Caba, problemas se
solucionar.-
A partir de ese momento, Caba no sala de la siembra
ms que a dormir hacia su casa, su rostro haba cambiado,
se le vea sonrer. Su mujer lo haba advertido. Ella pensaba
que algo extrao suceda en la vida de su esposo, mil
preguntas se haca al respecto, se preguntaba si era que ya
no la quera, si tena otra mujer, entre otras, pero lo que ella
tena bien claro era que el hombre haba cambiado, se le vea
sonriente siempre, lo que sea que le estaba pasando era
bueno, era como un milagro que en l se haba realizado. Se
levantaba todos los das a tempranas horas y regresaba en
la noche, pasaba todo el da fuera de la casa, pareciera como
si en la misma hubiera un maleficio que lo alejaba de ella. A
Roselia, en ningn momento se le ocurri visitar la cerquita
que tenan, de haberlo hecho se hubiera cado de espaldas y
-
hubiera entendido la realidad del asunto, aquello era algo
grandioso, espectacular, la siembra de Caba sin lugar a
dudas era la ms bonita de toda la regin, su tierra pareca
darle en ese momento lo que durante toda la vida le haba
negado. Al observar las batatas, la gente quedaban
hechizados por su belleza, y a la vez asombrados al ver cmo
una tierra donde antes sembraban frutos y cosechaban
piedras, ahora era una tierra frtil, productiva.
El cambio de la tierra de Caba era tan grande y
sorprendente, que La Botella, su vecino, tena una tierrita
que colindaba con la de Caba, en condiciones similares a las
de ste, al ver el milagro, decidi agotar todos sus medios
para poner a producir tambin la suya, pero no dispona de
dinero para pagar los servicios de los trabajadores. Decidi
hipotecar su casita. Al obtener el dinero, se dirigi
inmediatamente a donde Caba haba conseguido el bejuco,
pues pensaba que eso tuvo mucha incidencia en que la
siembra se diera tan buena, all todava quedaban muchos
paquetes; La botella procedi a sembrar la tierra con un
gran entusiasmo pareca estar seguro que correra la misma
suerte que su vecino, pero grande fue la sorpresa que se
llev, al ver que su tierra tambin haba cambiado, pero esta
vez empeorando; pues si antes la tierra no daba frutos, ahora,
-
al sembrar las batatas, se trag todo el bejuco y al paso de
los das como si por ella no hubiera pasado siquiera una mata
de batata. Aquel hombre, al no poder pagar el dinero que
tom prestado, perdera la casita que hipotec para trabajar
la tierra. Cuando el plazo que le dieron pagar
venciera, l estaba convencido que se quedara viviendo en
la calle, pues lo perdi todo. Si antes no se explicaba el
cambio de la tierra de su vecino Caba, ahora mucho menos.
La incgnita era mayor.-
La Botella, al ver el gancho en que se haba metido,
se present donde su amigo, a fin de que ste le pagara
algunos trabajos para la limpieza de la batata, Caba le
contest que no haba inconveniente, que tan pronto como
llegara el momento de la limpieza de las batatas, lo llamara
para que trabaje para l. El tiempo pasaba y las batatas de
Caba nunca le salan hierbas, permanecan limpias como el
primer da en que fueron sembradas, eso desesperaba
mucho ms a La Botella , al ver que el tiempo corra y no
lograba conseguir dinero para juntarlo y saldar la deuda. Tan
mala fue su suerte que lleg el momento de cosechar las
batatas de Caba y no hubo necesidad de limpiarlas. Al
momento de la cosecha, Caba llam a La Botella para que
se integrara al equipo de hombres que sacara las batatas, lo
-
que fue muy bien recibido por aquel preocupado seor que
en busca de mejorar su vida, la hundi hasta lo ms
profundo.-
-
Captulo V: El engao con las siembras
-
Una tarde se encontraba Caba bandose en el ro,
escuch un sonido extrao, percibi que se trataba de su
socio que se acercaba, al ste llegar, se pusieron a dialogar;
durante su conversacin, haca ellos se acerc Hctor, un
compadre de Caba, quin observ todos los movimientos que
ste haca a la orilla del ro. El Diablo y Caba, estaban
discutiendo los trminos en que dividiran la cosecha de las
batatas. El Diablo, con su caracterstica de sabio y ganador
en todo lo que se meta, propuso a su socio Caba: -En vista
de que nosotros somos dos y precisamente la cosecha
consta de dos partes, podramos dividirlas antes de
cosecharla, pues por arriba est muy bonita, pero me imagino
que debajo tambin hay cosecha, en vista de eso, qu parte
quieres tomar, la de arriba o la de abajo? A lo que Caba, sin
pensarlo dos veces, inmediatamente contest: Yo quiero
arriesgarme y tomar la parte de abajo. El Diablo acepto
complacidamente lo que Caba quera, sintindose un
triunfador y pensando que lo haba engaado, puesto que lo
que se vea bonito era la parte de arriba, ignorando que poda
haber debajo de la tierra. Convenido todo lo concerniente a
la cosecha, siguieron dialogando animadamente.
-
Por otro lado, Hctor, el compadre de Caba, cuando
subi del ro, preocupado se dirigi donde su comadre
Roselia, a quien le dijo:
--Mire mi comadre, disculpe el atrevimiento pero yo no
veo a mi compadre Caba nada bien, fjese que esta tarde
cuando me estaba baando, lo vi hablando solo, pareca
como si estuviese hablando con alguien, pero a nadie ms
que a l vi, no se, pero lo note muy raro, tal parece que no se
siente bien.
- - Hay compadre Hctor, usted no sabe, hasta yo lo
he notado muy raro en los ltimos das, no s que le estar
pasando a mi viejo, pero de que est raro lo est. Aunque
el compadre saba lo de la siembra, ignoraba cual era la
compaa que tena Caba en el ro, pensaba que estaba
hablando solo, delirando. La actitud de la esposa de Caba
se entenda, puesto que ella ignoraba lo que exista en la
tierra, puesto que Caba lo tena en secreto para los de la
casa, por lo que ellos no se dieron cuenta hasta despus de
la cosecha.
Llegada la hora de la recoleccin, los socios lo hicieron
tal como lo haban acordado. El Diablo se present al lugar
y en segundos, mediante una operacin fantasma, limpi
toda la tierra y all no quedaba siquiera una hoja que
-
pareciera que una vez se sembr batata, se llev todo su
bejuco haca su escondite, mientras que Caba, reuni a toda
su gente, formaron un equipo y procedi a cosechar sus
batatas. El rendimiento de las mismas era sin precedentes
en la historia de la agricultura; all no haba espacio libre entre
batatas debajo de la tierra, unas hacan contacto con las
otras; la batata ms pequea de aquella produccin, pesaba
aproximadamente tres libras, fueron magnficos los
beneficios econmicos obtenidos, lo que fue notorio en su
comunidad y sorpresivo para su esposa e hijos, quienes no
crean tal accin de su esposo y progenitor.
Caba, pas inmediatamente a convertirse de un infeliz
y famlico hombre, a todo un seor fcar, magnate de su
comunidad, lo que inmediatamente fue asimilado por toda su
familia, aunque l siempre mantena sus caractersticas de
hombre humilde. Sus hijos, sin embargo, cambiaron de vida
de inmediato. A Toito le compr un carro, por ser el mayor,
a Grissel le compr una motocicleta y a Robin una bicicleta.
Para su comunidad, manifest los valores humanos que tena
y regal a La Botella, la suma de dinero necesaria para que
resolviera el problema de su casita y no se quedara en la
calle, lo que le fue altamente agradecido por ste y su familia.
-
A partir de ah, fue mucho el terreno que gan en el seno de
la sociedad.
Cuando su socio trato de obtener los beneficios de la
parte de la cosecha que le toc, tarde se dio cuenta que en
sus manos solo tena basura, que apenas le servira para
materia prima de una nueva siembra, que le haba tocado la
peor parte de la siembra. En vista de ello, el Diablo se sinti
vilmente engaado por su socio, lo que slo exista en su
pensamiento, puesto que fue el mismo quien le propuso
dividir la cosecha en esas partes, tambin fue l quien decidi
tomar la parte de arriba codiciosamente pensando que
debajo solamente existiran races que de nada serviran.
El Diablo permaneci varios das analizan cmo
realizar una venganza contra su socio, deseaba pagarle con
la misma moneda, hasta que se decidi. Esper la nueva
siembra; llegado el tiempo, Caba le propuso que esta la
sembraran de arroz, a lo que el Diablo acept gustosamente,
pues pensaba que sus planes no podan fallarle. Procedi
Caba nuevamente a realizar la siembra, provocando el
asombro de todos los agricultores de la regin, quienes
observaban y se preguntaban cmo era posible que una
tierra seca pueda producir arroz, y ms an, en la forma en
-
la que se vislumbraba aquella siembra, cuando muchos de
ellos tenan terrenos de regado de excelente calidad, nunca
haban logrado una siembra similar. En la comunidad,
comenz la gente a especular una serie de comentarios
acerca de Caba. Decan que tena en su tierra un maleficio,
que le robaba las flores a las dems siembras del alrededor,
etc..-
Aquello era asombroso, tampoco el arroz necesito la
limpieza para su desarrollo, slo lo sembraron y nada ms,
no le echaron ningn fertilizante qumico, todo era natural. El
arroz no tena hojas, todo era espigas llenas de arroz.
Cuando los socios se reunieron para tratar lo concerniente a
la divisin de la cosecha, se pusieron de acuerdo en el
sentido de quin tomara la parte de arriba de la cosecha y
quin tomara la parte de abajo. El Diablo, recordando la vez
anterior en que haba tomado la parte de arriba y no le dio
beneficio, le sugiri a Caba que le permitiera a l elegir
primero la parte que tomara de dicha cosecha, a lo cual Caba
accedi un poco temeroso, por considerar que el Diablo
tomara la parte productiva de la cosecha, pero
afortunadamente para l, no as; el Diablo esta vez se port
como un canto de arado, para no tropezar nuevamente con
la misma piedra, eligi la parte de abajo. La dio a Caba que
-
se llevara su parte, para l sacar la suya, por lo que Caba
muy satisfecho por la eleccin de su socio, comenz a cortar
el arroz, dejndole al Diablo la parte que eligi. La cantidad
de arroz cosechada por Caba era tan grande, que necesit
las terrazas de todas las factoras de la provincia para
secarlo, all no haba carencia de nada, era el asombro de la
comunidad.
En otro ambiente se encontraba el Diablo, quin se
senta muy satisfecho, por considerar que esta vez haba
hecho un gran negocio, sac su parte de la cosecha,
consistente en races y tallos de arroz, cuando decidi
comercializarla, se llev la terrible sorpresa de que lo que
tena era simple basura, le dijeron que eso que quera vender
era un veneno. Acto seguido se dirigi donde su socio Caba
para reclamarle por haberle tomado el pelo nuevamente, a lo
que Caba le contesto que fue l (Diablo) quin decidi tomar
esa parte de la cosecha, por lo que Caba no era culpable de
que las cosas le salieran mal al Diablo, que en el mundo para
que pueda haber ganador, necesariamente debe haber un
perdedor.-
El Diablo se torn muy disgustado son su socio, por no
haber cuadrado en ninguno de los negocios que haba
-
incursionado, hasta el punto que decidi alejarse de l, pues
entenda que Caba era un hombre sabio, que todas la
pegaba.-
Caba en su comunidad era como un Dios, en su
suntuosa residencia dispona de todo un personal para el
servicio domstico, sus hijos slo se dedicaban al estudio,
doa Roselia dej los quehaceres domsticos para dedicarse
a su esposo, de ah que siempre viva insistindole que
cambiara su forma de ser, que ya era otra persona que no
siga como el jornalero que un da fue. En la casa todo era
armona, la gente le visitaba con frecuencia, todos eran bien
atendidos.
Una noche, mientras la familia estaba cenando,
alguien se acerc y penetr al interior del comedor. Se
trataba de Remedio, la esposa de La Botella, quien al entrar
dijo:
--Buena noche, diculpe la moletia pero yo quiero
habl con el compadre Caba. A pesar de toda su fortuna,
Caba mantena la misma modestia de cuando era pobre,
cualquier persona, con la actitud de remedio le hubiera
reprochado la inoportunidad, pero para Caba no haba
intimidad, l siempre estaba abierto para su comunidad,
persona que lo necesitara, siempre estaba dispuesto a
-
ayudarlo. Al escuchar la voz de su comadre Remedio, quin
antes le enviaba frecuentemente alimentos a su casa en el
tiempo cuando estaba en mala situacin, Caba le dijo:
--Adelante comadre, pase para que cene con nosotros.
--No, gracia compadre pero termine de cen yo lo
epero aqu sent.
Despus de Caba haber terminado la cena, se par y
prest atencin a su comadre, ella quera tratarle una
situacin por la que estaba pasando, se trataba de La
Botella, quin tena una semana en la loma trabajando y los
pocos alimentos que le dej a su pobre mujer se le haban
terminado haca tres das. Le solicit a Caba que por favor le
prestara veinte pesos para comprar comida hasta que su
marido llegara de las lomas. Caba, pens un poco y se puso
a pensar su pasado reciente, por lo que se dirigi haca su
habitacin, de donde trajo dinero y muy discretamente le
entr a Remedio en el puo un dinerito, le dijo que no le deba
nada, que el era una persona agradecida y que si antes ellos
le tendieron la mano junto a su familia, l no perdera la
oportunidad de compensar en algo eso. Remedio deposit lo
que caba le haba dado en el bolsillo izquierdo de su
mugrienta falda y se dirigi a su casa. Al llegar, encontr en
la esquina de la sala, un saco de arroz, media lata de aceite,
-
un saco de habichuela y tres racimos de pltano. Al ver eso,
se sorprendi, unos de los hijos le dijo que eso lo haba
mandado caba. Entro a su habitacin y al sacar del bolsillo
de la falda lo que su compadre le dio, mas se sorprendi
cuando vio cinco billetes de cien pesos cada uno. Para eso
era una fortuna, en vista de que tena mucha comida tom los
quinientos pesos que le regal su compadre Caba y compr
varios productos ms, clav unas cuantas tablas en la salita
de la casa y se puso una pequea pulpera, que con el tiempo
creci cada vez ms.
Remedio era una mujer bruta, no sabia hablar bien,
pero pudo conducir bien su negocito. Al llegar La Botella de
las lomas un mes despus, al ver el negocio que haba, pens
que Remedio haba hipotecado la casaita y la desalojaron,
pero al acercarse noto que todo lo dems estaba como el lo
haba dejado. Remedio le cont todo lo acontecido, a lo que
La Botella reaccion muy agradecido de su compadre
Caba.-
Una tarde mientras Caba en la terraza de la casa,
escuch una voz que le sugera que fuera a la cerca,
obtemper al llamado, inmediatamente se levant y march
haca el lugar; al llegar all, encontr debajo de una mata de
-
mango a su socio, quien le esperaba sentado en una
pequea piedra en el lugar. A su llegada, lo vio un tanto
enojado, no saba las razones. El Diablo haba analizado que
si en la prxima siembra no lograba obtener los resultados
esperados rescindira el contrato que tena con Caba, por
considerar que el mismo no le aportaba ningn beneficio.-
Caba, de quererlo no necesitaba seguir trabajando con
su socio, pues era el hombre econmicamente ms poderoso
de su comunidad, lo que provocaba que por donde pasaba,
la gente se quedaba observndolo, algunos con admiracin
y otros con envidia. Caba, se convirti en el soporte de la
comunidad, era una persona muy humana, doliente por los
problemas de los dems. De ah que cuando en una casa no
haba dinero para cocinar en el da, la seora mandaba a uno
de los muchachos donde Caba, quien muy gustosamente le
enviaba dinero para que comieran aunque sea por una
semana. Ello provocaba que la gente le tomara cada da ms
afecto y respecto. Era una persona que cuando llegaba a
lugares pblicos tales como bares, restaurantes, etc.,
inmediatamente se diriga a la cantina y anunciando que
sigan fiesteando que todo lo que hace ese momento haban
consumido, corra por su cuenta. As lo haca cada vez que
llegaba a un lugar. Era algo despampanante, increble junto
-
con su socio, se pusieron a dialogar, el Diablo le propuso una
nueva siembra, la que consistira la que consistira en yuca.
Esta vez, el Diablo lo tena todo bien planificado. Quera
quedarse con toda la cosecha, pero Caba estaba dispuesto
a agotar todos sus esfuerzos para salir airoso de las
negociaciones que haca con su socio. A pesar de se una
persona no estudiada, tambin manejaba bien sus planes, en
realidad no necesitaba seguir asociado a ese ser para fines
de trabajo, sin embargo eso para el era una diversin, la
haba tomado el punto dbil.-
Realizaba la siembra, el Diablo aunque no era visto por
las dems personas, convertido en brisa siempre visitaba el
lugar, chequeaba todos los pormenores de la siembra, la cul
tambin result un xito; al momento de cosecharla, el
Diablo, con su segunda intencin, le dijo a Caba que tomara
la parte que quisiera de dicha cosecha. Hbilmente, Caba le
dijo que tomara la parte de arriba para dejar lo de abajo;
como el Diablo saba perfectamente que Caba conoca muy
bien el agua que nadaba, y que si eligi la parte de arriba era
porque esa era la buena, por lo que le dijo nuevamente a
Caba que no, que le permitiera esa parte a l, porque haba
perdido demasiado en las otras siembras; a lo que Caba muy
gustosamente acepto, dejando en efecto que el Diablo se
-
lleve la parte de arriba, fall el Diablo, pues ignoraba que
Caba tena previsto que l se interesara por la parte que
Caba eligiera primero, por lo que ste eligi la parte
desechable de dicha produccin.-
Caba vendi muy bien sus productos, mientras que el
Diablo se llev nuevamente la sorpresa que la parte que
haba tomado era pura basura. En esas circunstancias, se
disgust completamente y decidi rescindir el contrato que
tenia con su socio, entenda que haba ido engaado en
varias ocasiones.-
-
Captulo VI: La ruptura del pacto
-
Despus de analizar la situacin por la que estaba
pasando y la burla de la que haba sido objeto, se dirigi haca
donde su socio y cuando se encontr con l, le manifest su
decisin, lo que disgust grandemente a Caba, pues segn
l, an faltaba un ao para el vencimiento del contrato. Caba
le manifest que tena que seguir trabajando en sociedad
mientras que el pacto que hicieron por tres aos tenga
vigencia, que a partir de ah podra dejar de seguir siendo su
socio.-
Al Diablo no le qued otra alternativa que ponerle un
trato a su socio para que dejaran sin efecto dicho contrato,
pues definitivamente tena decidido no seguro trabajando con
l. Entenda que era demasiado sabio y que ms tarde le
ocasionara serios problemas. Para deshacerse de l, le
propuso:
--A pesar de que eres muy poderoso, ten entregar un
saco lleno de dinero para que a partir de este momento no
tengamos nada en comn. Le dijo el Diablo a su socio, a lo
que ste contest con aires de vencedor:
--Est bien, acepto tu propuesta.
--Yo te llevar el saco lleno de dinero maana e la
madrugada a tu casa. Le dijo el Diablo, pero Caba era ms
-
listo de lo que cualquiera podra pensar, por lo que
maquinando le contest:
--Lo siento, nene, pero no es en tu saco que voy a
recibir el dinero, t llevars el dinero a mi casa, en donde yo
tendr un saco, el cual debers llenar par que tu deseo de
desligarte de m se te cumpla.
El Diablo acept la condicin de Caba, no le quedaba
otra alternativa, ignorando que eso constituira su ruina total
y definitiva. Caba, en el patio de su mansin se puso a
excavar hasta muy profundo, para abrir un orificio muy
grande, cuya boca tendra un dimetro equivalente al del
saco. Acto seguido abri un agujero en la parte inferior del
saco, no lograba sentir que el mismo se llenara, sin advertir
que se trataba en realidad de un fraude; agot el dinero que
llev y no logr llenar el saco. Se fue a buscar ms dinero y
mientras ms depositaba menos lleno se vea el saco.
Cuestion a Caba, del por qu no se llenaba el saco, a lo que
ste le contest que pareca que su dinero estaba hechizado,
y que en la misma medida que lo depositaba, se evaporaba.
Sigui depositando dinero en el saco y agot todos sus
recursos sin poder llenarlo.
Muy enojado le advirti a Caba que dejara eso as,
que ya no tena ms dinero. Como tratos son tratos, el Diablo
-
no tena derecho a rescindir el contrato mientras no lograra
llenar dicho saco, el pacto que tena no se rescindira.-
Al ver la negativa de Caba, al Diablo no le qued otra
alternativa de buscar la forma de obtener dinero y llenar el
saco. Estaba tan esquivo que no confiaba en lo absoluto en
su socio, por lo que le dijo que en vista de que l estara
ausente de la casa, que cerraran el saco y lo sellaron con dos
candados, portando el Diablo la llave de uno y Caba la llave
del otro. De esa manera ninguno de los dos podra abrir el
saco sin la presencia del otro.
En eso el Diablo fue muy inteligente, pues si Caba no
quiso terminar el trato, l se tomara el tiempo que sea
necesario para buscar el reto del dinero, pero el ese tiempo
Caba no podra hacer uso del que estaba en el saco. Ah lo
dejaron todo, el Diablo se fue a su infierno, mientras Caba
qued en la tranquilidad de su hogar, disfrutando su fortuna
con su familia. Posteriormente, al ver Caba que otrora socio
no lograba conseguir ms dinero, lo invoc y a su llegada le
dijo que estaba bien, que estaba dispuesto a recibir solo la
parte del dinero que estaba en el saco, por lo que el Diablo le
entreg la llave que del mismo tena. Por la gran fortuna que
dispona, decidi no retirar nunca la gran fortuna que haba
enterrado, apenas retir el saco con los dos candados y
-
arroj tierra por el orificio, ignorando su familia que en el patio
de la casa estaba la fortuna ms grande de su patrimonio.-
Caba era el hombre ms popular en la comunidad,
todo el mundo le conoca y le quera, cada vez que naca una
criatura, la primera persona en enterarse era Caba, no
porque sea partero, sino porque la invitacin para el bautismo
no se haca esperar. Era compadre de todos los padres y
madres de la zona.-
-
Captulo VII: La venta de la tierra
-
Un comerciante muy habilidoso que resida en la capital, se
enter de la virtud de la tierra de Caba, lo que pudo
comprobar al trasladarse a la comunidad y ver la forma en
que viva Caba con apenas tres cosechas que haba obtenido
de la misma, lo que hizo que se interesara en la tierrita, por
lo que se dirigi donde Caba a proponerle negocio.
--Saludo, yo quiero entrevistarme con el seor Caba.
--Espere un momento para avisarle. Le dijo el hijo
ms pequeo, al Caba llegar a la sala, vio al hombre que le
buscaba, inmediatamente hizo que le sirvieran bebidas, entre
otras atenciones. La sala de la cada era un espectculo, all
todo lo tena automatizado, una computadora que posaba en
un rincn de la casa, controlaba todo el movimiento que
segundo tras segundo se efectuaba en la mansin, ningn
movimiento escapaba a su control. El recin llegado se
present y le manifest que estaba interesado en adquirir la
cerca si l estaba dispuesto a venderla. Caba, honestamente
le dijo que esa tierrita no daba nada, que si la compraba solo
le dara trabajo, que ah no se daba siquiera hierba para los
animales.-
El visitante no le crey, estaba convencido que esa era
una tierra mgica, aunque no le quera hacer ver a Caba que
l estaba enterado de los frutos que haba dado la misma.
-
Era tan codicioso que le dijo a Caba, que a l le interesaba la
tierra no era para ponerla a trabajar, sino para construir una
casa de campo. Tal fue la insistencia del hombre, que Caba
no le qued otra alternativa que venderle la tierrita. Cuando
estaba fijando el precio, Caba le pidi que le diera lo que el
considerara, el hombre a sabiendas que sera muchos los
millones que le sacara a la cerca, le dio por lo tierra lo que
veinte veces costara la misma cantidad de una tierra de
excelente calidad.
Aquel hombre tena una ambicin desmedida, pens
que con la compra de esa tierra tendra el mundo a sus pies,
pens que si un animal como Caba logr amasar una fortuna
tan cuantiosa con esa tierra, l que era un hombre inteligente
con los frutos obtenidos de la misma al cabo de tres o cuatro
aos comprara la ciudad capital. Grande fue su sorpresa al
realizar la primera operacin, consistente en una siembra de
batatas, se fue a su capital y al regresar a la semana, observ
que sobre la tierra no haba siquiera un bejuquito. No perdi
las esperanzas, pero no notaba ningn cambio en la tierra, la
cual permaneca completamente pelada. Comenz a
asustarse, decidi realizar la siembra de yuca y al mes de
efectuada la misma, no haba nada en la tierra, luego trat de
sembrar arroz y su sorpresa fue mucho mayor al notar que
-
las matas ni siquiera entraban a la tierra de lo mala que era.
Todo eso constituy para l su ruina, pues haba incurrido en
prstamos comerciales para la adquisicin de la propiedad
que no le serva para nada. Sin embargo, Caba aument su
fortuna al hacer ese brillante negocio.
La comunidad se senta orgullosa de tener en su seno
a un hombre de las cualidades de Caba, en muchas cosas l
era considerado como un Dios de quien nadie podra hablar
mal.-
Las nicas personas que nunca admitan las bondades
de Caba, eran la familia de Jorgito, un empleado de la
administracin pblica, a quien le placa hacerle bulto a las
dems personas de la comunidad, porque l cobraba cheque,
ellos no conceban que en su casa estuvieran ms de veinte
aos cobrando cheques, mientras que carecan de los
medios ms elementales, son embargo Caba, quien subi de
la nada era multimillonario. La familia de Jorgito tena en su
contra a la comunidad, a quien no le degustaba que hablaran
mal de la familia de Caba, por ello, ,no queran saber nada de
la familia de Jorgito, a quienes les dola que la familia de Caba
tenga tanto poder; de tener alguna posibilidad, les declararan
la competencia.
-
Un da se fue Jorgito hacia una comunidad de la
frontera, en busca de brujera, l pensaba que si Caba haba
acumulado tanta fortuna siendo bruto, l lograra mucho ms
por ser una persona letrada. En su viaje en busca de un
sabio, preguntando encontr rpidamente lo que buscaba, el
hombre ms sabio del Oeste a quien todos le atribuyen los
poderes ms penetrantes y efectivos. En su consulta con
aquel personaje, ste le peda sobre que era lo que deseaba,
a lo que Jorgito le contest que haba un hombre en su
comunidad que tena mucho dinero y quera verlo pobre
como antes, que ese hombre no mereca tanta riqueza; que
adems l quera una entrevista con el Diablo. El brujo le
contest que lo primero que l deseaba, no era posible
satisfacerlo, puesto que en sus manos no estaba hacer ese
tipo de trabajo, pero que si el quera hablar con el diablo, que
eso era posible para cuando el quisiera.
Se pusieron ambos de acuerdo, convinieron en que
Jorgito en la noche esperara bajo una mata de mamn que
haba prximo a su casa, que a media noche su personaje se
le aparecera. As lo hizo, durante la noche no se acost y
cuando llegaba casi la hora, se dirigi hacia la mata de
mamn en espera de su invitado. Justamente a la media
-
noche, escuch Jorgito unos sonidos que salan de la mata,
en un abrir y cerrar de ojos, tena en su frente al tpico
personaje.-
Inmediatamente se pusieron a dialogar; el Diablo le
pregunt que era lo que deseaba, a lo que Jorgito le contest
que quera que lo hiciera muy rico, mucho ms poderoso
q1ue Caba, que le sobre el dinero. El Diablo le contest que
si, que no haba problema, pero qu le diga que le daba a
cambio; cuando entraron en detalle sobre ese particular,
llegaron al acuerdo en que sera el hijo mayor de Jorgito,
quien saldra sacrificado. Para despedirse, el Diablo le dijo
que el prximo domingo ira por su primognito, que varios
das despus le hara entrega de todo el dinero que nunca
haba soado.
Pasaron lo das, llegado el domingo, falleci el hijo
mayor de Jorgito, mientras se baaba en el ri, todos
creyeron que se haba ahogado. En los das posteriores al
sepelio del joven, Jorgito senta una gran satisfaccin al ver
que la primera parte del proyecto estaba culminada, que slo
faltaba la ms importante para l. Parte de los ahorros que
tena la familia, lo invirtieron para el entierro del muchacho,
mientras que Jorgito, con la otra parte que le quedaba de sus
-
ahorros, se daba la gran vida; todo pas con mucha
naturalidad, pasaron los nueve das y nadie hizo ningn
comentario sobre el particular.
A Jorgito comenz a urgirle que su socio le hiciera
entrega de lo planeado, puesto que ya no le quedaba ni un
cinco, todo estaba agotado, compraban fiao en el negocito de
la mujer de La Botella para pagar cuando Jorgito cobrara.
Lo que Jorgito ignoraba era la mala jugada de su socio;
pues precisamente ese hombre a quien tanta tirana le tena,
haba dejado al Diablo completamente en la ruina, no
dispona siquiera de un centavo en efectivo, por lo que
adems de perder a su hijo, Jorgito perdi tambin lo poco
que tena.
Se qued todo el tiempo esperando la llegada del
Diablo, pero ste nunca dio seal de humo.
Desafortunadamente para Jorgito, su nio ms
pequeo enferm, tena un problema y se intervino
quirrgicamente de emergencia, pero esa operacin tendra
que hacerla en un centro privado, puesto que en el hospital
no tenan los equipos necesarios para ese tipo de trabajo.
-
Esa operacin costaba mucho dinero, pero Jorgito
lamentablemente no tena nada. Recurri donde todos los
prestamistas y ninguno le sirvi, ya que lo nico que pona de
garanta era la casa y no soportaba la suma de dinero
requerida para tal operacin. Cada hora que transcurra, el
muchacho empeoraba.
Al no conseguir el dinero, estaba desesperado, no
saba que hacer, era como si viera a su hijo escaprsele de
las manos. Pareca un castigo que le daba la vida. A odos
de Caba lleg la noticia de la situacin del muchacho y de la
dificultad que tenan para conseguir el dinero, a pesar de la
tirana de que era objeto por esa familia, se dirigi a la casa
de Jorgito, le entreg una suma de dinero superior a la
requerida, manifestndole que cualquier cosa que
necesitasen, no dudaran en recurrir a su casa, la que estara
abierta para ellos todo el tiempo. Caba no guardaba
rencores, a quien le tiraba piedras le daba pan, quera a todo
el mundo.
Obtenido el dinero, Jorgito realiz todos los
preparativos y se traslad con su hijo a una clnica de la
capital. El menor fue intervenido de urgencia.
-
Afortunadamente los mdicos lograron salvarle la vida y
devolvrselo varios das despus a sus padres, acto seguido
regresaron a la casa.
La enfermedad del hijo, le hizo recapacitar, varios das
despus de llegar a casa, fue invitado a participar en unos
cursillos de cristiandad, patrocinado por la iglesia catlica, lo
que fue aceptado por l. Esos cursillos cambiaron su vida, al
salir de los mismos, era otro hombre. Al otro da, lo primero
que hizo fue dirigirse donde Caba, quien al verlo pens que
necesitaba ms dinero, pero al recibirlo se dio cuenta que
otros eran los motivos de su visita. Jorgito le confes los
sentimientos que tena hacia l, el pacto con el Diablo, el
engao. Toda por su ambicin desmedida. Le pidi perdn
y le dio las gracias pues fue la nica persona que intervino
para solucionar el problema de su hijo. Aprovech la ocasin
para pedirle que se lo bautizara, que para l sera ms que
un orgullo tener un compadre tan bondadoso como Caba.
De esa manera, se convirti Caba en el hombre ms
querido de su zona, la nica familia que no le quera, que le
adversaza, evidentemente por razones de envidia, en ese
momento se una a l.
-
Captulo VIII: La muerte de Caba y su esposa
-
Las familias de la comunidad eran muy pobres, los nios
vivan hambrientos, descalzos y desnudos. Escuchar el
nombre de Caba en cualquier lugar era como escuchar el
nombre su Dios, era tan grande la adoracin que tenan por
l, que lo