r. Ego, dominaba toda la sociedad, la tenía reprimida de las tecnologías que ofrecía el mundo actual y de todos sus beneficios.

Mushaisha se caracterizaba por ser una ciudad limpia, organizada y disciplinada por las leyes impuestas por Mr. Ego, la máxima autoridad del lugar.

Aunque las personas eran cálidas, el ambiente era muy hostil y frío, una ola de miedo inundaba el espacio.

Ninguno de los habitantes manifestaba su inconformidad hacia las normas de Mr. Ego, pero en los callejones se murmuraba, “¡qué infelices somos acá!”. La vida era algo complicada ante las incomodidades que tenían que vivir diariamente.

En los colegios, los niños tenían pocas oportunidades de conocer el mundo virtual, sus trabajos los tenían que hacer en las bibliotecas y muchas veces les costaba trabajo pues se demoran mucho encontrando las definiciones o resultados de sus tareas.

Pero no siempre fue así. Antes de lo que se conocía como Era de Mr. Ego, la sociedad podía disfrutar de los grandes beneficios de la tecnología. Con el tiempo, surgió un hombre fuerte que consideraba a la tecnología una amenaza y un camino hacia el fracaso de Mushaisha. Su poder era tan grande que, en poco tiempo, su dominio se había extendido por todo el territorio.

Luego de algunos años de gobierno, Mr Ego, resolvió salir a la conquista de la Luna. Los ciudadanos de Mushaisha, habían empezado a hacer reuniones clandestinas para rebelarse durante el tiempo que Mr. Ego, estuviera en la Luna. Y de forma colaborativa, lograron una revolución exitosa. Por algunos meses, Mushaisha volvió a la ser la ciudad que había sido antes.

El imperio de MR, Ego

M

os Mushaishanos disfrutaron de las tecnologías a las cuales no habían podido acceder desde hacía mucho tiempo: Internet, redes sociales, teléfonos inteligentes, videojuegos, el lugar se sumergió nuevamente en el Ciberespacio. La vida se tornaba diferente y divertida para los habitantes de Mushaisha, estaban felices con la experiencia que estaban viviendo ya que no había quien se los prohibiera.

Pero un día Mr. Ego regresó de su largo viaje de la Luna y lo primero que vio fue una ciudad liberada, renovada, su pueblo se le había sublevado.

L

Y el dominador dijo: ´´¿Pero qué pasa aquí?``, la gente se asustó y salió corriendo a sus casas a esconderse de él. Ahora que había conquistado la Luna, tenía un enorme ejército lunático que lo respaldaba. Los mushaishanos se acobardaron y se sometieron a su poder.

Todo parecía indicar que la ciudad iba a ser la misma de antes: aburrida y deprimida. La ciudad se sumió en la tristeza y en la soledad, la gente hablaba poco entre sí, Mr. Ego tenía todo bajo control, la gente se sentía incompleta, la simpatía y el autoestima se habían alejado por completo. La desigualdad se sentía cómoda en el lugar.

El imperio de Mr. Ego, quedó para siempre sumido en la desolación...

El imperio de MR, Ego