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1 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES UNIDAD IZTAPALAPA SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN III EL INSTITUTO NACIONAL PARA LA EDUCACIÓN DE LOS ADULTOS EN MÉXICO 1981-1988 Socorro Miranda Garrido (Matrícula: 98325261) Asesor: Dr. Federico Lazarín Miranda Lectoras: Dra. Blanca Estela García Gutiérrez Dra. María Estela Baéz-Villaseñor Moreno

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1

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

UNIDAD IZTAPALAPA

SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN III

EL

INSTITUTO NACIONAL PARA LA EDUCACIÓN DE LOS

ADULTOS EN MÉXICO

1981-1988

Socorro Miranda Garrido

(Matrícula: 98325261)

Asesor: Dr. Federico Lazarín Miranda

Lectoras:

Dra. Blanca Estela García Gutiérrez

Dra. María Estela Baéz-Villaseñor Moreno

2

ÍNDICE DE CONTENIDO

Agradecimientos 4

Introducción 5

CAPÍTULO 1. LA EDUCACIÓN PARA ADULTOS ENMÉXICO (1921-1981) 10

1.1. De la creación de la SEP al Primer Coloquio sobreEducación de Adultos (1921 1967) 111.2. Del Primer Coloquio sobre Educación de Adultos alPrograma Nacional de Alfabetización (1967 1981) 24

CAPÍTULO 2. EL INSTITUTO NACIONAL PARA LAEDUCACIÓN DE LOS ADULTOS 36

2.1 Decreto de fundación del INEA 392.2. Objetivos del INEA (1981) 452.3. Programas del INEA (1981-1982) 462.4. Estructura orgánica del INEA y su modeloconceptual (1981) 68

CAPÍTULO 3. LOGROS CUALITATIVOS YCUANTITATIVOS DE LOS PROGRAMAS SUSTANTIVOS.1981-1988 73

3.1 Alfabetización 76

3.2. Educación básica y educación comunitaria 94

Educación básica 97Educación comunitaria 104

CONCLUSIONES 126

3

ANEXOS 135

Anexo 1. Decreto por el que se crea el Instituto Nacionalpara la Educación de los Adultos

136

Anexo 2. Programas de apoyo 141

Proyectos 141Investigaciones 142Sistemas 144Acciones administrativas 145Actividades de participación social 147Servicios jurídicos 148

Anexo 3. Índice de cuadros y tablas 149

Anexo 4. Bibliografía 151

4

Todo ser humano tiene un anhelo por alcanzar. El mío, entre

otros, era tener constancia y tiempo para dedicar una parte de

mi vida a estudiar historia. Dios me ayudó a conseguirlo y a él,

principalmente, le doy infinitas gracias.

Agradezco también a mi familia, hijos y nietos, por haber

llevado pacientemente mis ausencias, en especial a Miguel

Antonio, mi esposo, por su imprescindible e infatigable apoyo;

sin él nada hubiera logrado. A todos mis maestros y maestras,

por sus enseñanzas; en particular al doctor Federico Lazarín

Miranda, quien me asesoró con toda paciencia. Mis

compañeros y compañeras me alentaron con su optimismo y

alegría. El licenciado Alejandro Cea, mi compadre, nunca

perdió la fe en mí.

A todos, un profundo agradecimiento.

5

INTRODUCCIÓN

Importancia del tema

Hace unos veinte años me obsequiaron un calendario

publicado por el Instituto Nacional para la Educación de

los Adultos. Por cada mes, presentaba la fotografía de un

adulto que estaba recibiendo su certificado de

alfabetización acompañada por un breve texto redactado

por él. Recuerdo muy bien dos textos que me

impresionaron fuertemente: Ahora ya sé leer. Ya no le

pregunto a mi comadre a dónde van los camiones y Los

libros son como cajas de colores. Ya sé qué color tienen las

letras .

Los dos textos me hicieron reflexionar sobre la importancia

de la educación para los adultos analfabetas o que por

diversas razones no habían iniciado o completado su

primaria o secundaria. Me dije que el primer testimonio

ejemplificaba la utilidad de la educación para realizar

actividades prácticas y cotidianas, y que, según el segundo,

la educación nos capacita para expresar nuestros

sentimientos y emociones.

Ciertamente que el tema de la educación para los adultos

es de importancia capital para el país desde el punto de

vista de la justicia social, pues ya se sabe que los adultos

analfabetas o los de baja escolaridad son quienes han

tenido menos recursos y oportunidades para crecer como

personas. Sin embargo, dicho tema tenía para mí una

6

importancia muy personal, porque inicié la secundaria a

los treinta y seis años de edad y la cursé en círculos de

estudio administrados y coordinados por ese instituto.

Objetivo general

Me atraía, como objetivo de investigación, saber si otras

personas adultas habían tenido o tienen en la educación

abierta logros y problemas similares a los que yo

experimenté. Ello me daría la posibilidad de orientar y

ayudar con mayor conocimiento de causa a otros adultos

inscritos en los cursos de alfabetización, primaria y

secundaria impartidos por el instituto o a cualquier

persona adulta que deseara superarse elevando su grado

de escolaridad.

Hipótesis

Por ello, recordé lo más que pude de pláticas entre

compañeros de los círculos de estudio, a fin de reunir

opiniones que, por su carácter lógico y realista, consideré

válidas para otros círculos y extrapolables como hipótesis a

nivel general. Entre ellas quedaron incluidas:

o los adultos se incorporarían al sistema abierto gracias a

la flexibilidad de horarios, la cual les permitiría distribuir

su tiempo entre sus ocupaciones domésticas o laborales

y la asistencia a un grupo

7

o tendrían miedo de no poder con los estudios por

iniciarlos o reiniciarlos a una edad avanzada, que no

necesariamente sería la tercera, sino frecuentemente una

menor

o el área de conocimiento que más les costaría serían las

matemáticas

o el lenguaje de los libros y de sus explicaciones,

principalmente los de física y química, parecerían

difíciles a los adultos

o habría maestros que no conocerían bien el sistema de

evaluación y otros que tratarían a los adultos como si

fueran alumnos de sistema escolarizado

o los grupos pequeños acomodados en salones con buena

iluminación facilitarían el aprendizaje

o se acudiría a los círculos para encontrar trabajo o para

mejorar en él o para ayudar a los hijos en las tareas de la

escuela

o las mujeres que más adelantarían serían quienes

tuvieran apoyo y motivación por parte del esposo y de los

hijos

o la reprobación en los exámenes sería causa de deserción.

Capitulado

Una vez establecidas las hipótesis, hice el plan de este

trabajo terminal.

El capítulo primero, La educación de los adultos en

México (1921-1981) , expondría las acciones que yo

considerara principales en la educación para adultos

8

impartida en el país antes de la creación del INEA, con el

fin de contextualizar, en la práctica educativa nacional, las

llevadas a cabo por ese instituto. A este respecto me fueron

muy útiles las historias generales de la educación en

México.

El capítulo segundo, El Instituto Nacional para la

Educación de los Adultos , trataría sobre el decreto de su

fundación, los objetivos institucionales, sus programas, su

estructura orgánica y su modelo conceptual, con el

propósito de disponer de puntos de referencia con los

cuales comparar los resultados cualitativos y cuantitativos

que me parecieran más significativos entre los alcanzados

por el INEA de 1981 a 1988. De especial utilidad en este

capítulo fue, entre otros documentos, la Memoria del

Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, 1981-

1988.

Expondría y comentaría dichos resultados en el capítulo

tercero, Logros cualitativos y cuantitativos de los

programas sustantivos. 1981-1988 . (Por programas

sustantivos , en la terminología del instituto, se entendió

los servicios de alfabetización, primaria, secundaria y

educación comunitaria, en oposición a programas de

apoyo , es decir, programas implantados para coadyuvar a

la eficaz puesta en práctica de los programas sustantivos.)

Aquí me fue de suma utilidad la Memoria estadística del

Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, 1981-

1988.

9

Este trabajo terminal se cerraría con un apartado de

conclusiones y con cuatro anexos (Decreto de creación del

INEA, Programas de apoyo, Índice de cuadros y tablas, y

Bibliografía).

10

CAPÍTULO 1

LA EDUCACIÓN PARA ADULTOS EN MÉXICO

(1921-1981)

11

1.1 DE LA CREACIÓN DE LA SEP AL PRIMER COLOQUIO

SOBRE EDUCACIÓN DE ADULTOS (1921 1967)

El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) fue

creado por decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la

Federación el 31 de agosto de 1981, sesenta años después del

primer centenario de la consumación de la independencia, para

suministrar educación básica (alfabetización, primaria y

secundaria) a personas adultas (de 15 años o más) que no la

hubieran cursado o completado. Su creación no constituyó una

decisión o una acción políticas sin antecedentes dentro de la

historia de la educación nacional. Por el contrario, en esa historia

es posible identificar, mucho antes de 1981, acciones e

instrumentos legales puestos en práctica que constituirían una

rica tradición educativa respecto del INEA, como se expone en

seguida a grandes rasgos.

Ya en la Colonia los primeros misioneros se propusieron convertir

al catolicismo a grandes masas de indígenas. Para ello, usaron

diferentes recursos y métodos así como materiales didácticos

como las capillas abiertas, cuadros con imágenes religiosas, obras

indígenas codificadas en el alfabeto latino, recursos que se

describen a continuación. Las capillas abiertas les permitieron

catequizar a un mayor número de indígenas que en el interior del

templo (quienes por otra parte no podían entrar a éste por ser

considerados paganos) y en las gigantescas pilas bautismales los

bautizaron por inmersión; aprovechando la capacidad

mnemotécnica del indígena para asociar imágenes de sus códices

con todo un conjunto de conocimientos, le transmitieron los

12

contenidos catequéticos usando como material didáctico cuadros

con imágenes religiosas; codificaron lenguas indígenas en el

alfabeto latino, mediante el cual asentaron por escrito obras como

el Popol Vuh; tradujeron obras religiosas a lenguas autóctonas.

Tales acciones obedecieron a la convicción de que el instrumento

de conversión más adecuado era el indígena mismo; así, la labor

misionera se centró en jóvenes indígenas que pudieran

desempeñar funciones sacerdotales. Tal convicción se modificó en

la segunda mitad del s. XVI, época en la cual la labor misionera

de las órdenes religiosas empezó a ser regulada a través de los

obispos y en la cual, con objeto de preservar la ortodoxia católica,

se consideró que el indígena no era apto para el sacerdocio. 1

Ahora bien, sin entrar a cuestionar lo justo o injusto de lo

anterior, lo importante es que la evangelización tomaba en cuenta

la idiosincrasia del catequizando, lo consideraba el adecuado

promotor de un esfuerzo educativo (aunque religioso,

evidentemente), el cual llegó a ser regulado por una institución

centralizadora.

Si en la época colonial esa institución fue la Iglesia católica, ya

desde los inicios de México como nación independiente, el artículo

39º de la Constitución de 1814 establecía que La instrucción,

como necesaria a todos los ciudadanos, debe ser favorecida por la

sociedad con todo su poder . Raúl Bolaños anota dos

interpretaciones: el a todos los ciudadanos puede entenderse

como a todos los hombres sin excepción de grupos [ ] o por

igual a niños y adultos, hombres y mujeres , y añade que

1 Moreno Toscano, Alejandra, II. La era Virreinal , pp. 60- 66, en Historiamínima de México, Cosío Villegas, Daniel et al., El Colegio de México, 2ª. ed.,México, 1994.

13

nuestros insurgentes consideraban la función educativa una

empresa de tal importancia social, que no conformándose con

negar a las instituciones privadas que hasta entonces la habían

manejado, la facultad de seguir haciéndolo, concluyeron que la

prestación de ese servicio debía rebasar al control del gobierno y

hasta del Estado, y debía encargarse a la sociedad por entero .

Señala, asimismo, que consumada la independencia en 1821 y,

no obstante las divergencias entre ellos, conservadores y liberales

coincidían en considerar la educación preocupación fundamental,

pero que el liberal José Luis Mora iba más lejos que el

conservador Lucas Alamán al demandar que la educación fuera

organizada y controlada por el Estado, para que éste la impartiera

según su propia filosofía. 2

Como parte de esa rectoría, la Constitución de 1857 en su

artículo 3º estableció que La enseñanza es libre. La ley

determinará qué profesiones necesitan título para su ejercicio y

con qué requisitos se deben expedir . Subyacente a la libertad de

enseñanza se hallaba la separación entre la iglesia católica y el

Estado, que por lo pronto se concretaba, por ejemplo, en la

limitación al derecho de propiedad de las corporaciones civiles o

eclesiásticas ordenada por el artículo 27º.

En el plano educativo, dicha separación quedó establecida hasta

1917, por el Artículo 3º constitucional del mismo año:

La enseñanza es libre; pero será laica la que se dé en los

establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la

2 Bolaños Martínez, Raúl, II. Orígenes de la Educación Pública en México ,pp. 17-20, en Solana, Fernando, Cardiel Reyes, Raúl, Bolaños, Raúl(coordinadores), Historia de la educación pública en México, Secretaría deEducación Pública/Fondo de Cultura Económica, México, 2ª edición, 2004)

14

enseñanza primaria, elemental y superior, que se imparta en

los establecimientos particulares.

Ninguna corporación religiosa, ni ministro de algún culto,

podrán establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria.

Las escuelas primarias particulares sólo podrán establecerse

sujetándose a la vigilancia oficial.

En los establecimientos oficiales se impartirá gratuitamente

la enseñanza primaria. 3

Respecto de lo que debió de entenderse por laica , Raúl González

Schmal, observa lo siguiente:

Como se desprende de los debates del Constituyente deQuerétaro respecto a la materia religiosa en general, y ellaicismo en particular, no es fácil reducir esta últimaexpresión a un concepto unívoco porque se le atribuyerondiversos contenidos, a veces contradictorios entre sí. Lomismo se consideró que el laicismo implicaba simplementeuna actitud neutral frente a la religión, que se le estimó comoun instrumento para extirpar el sentimiento religioso. Eldenominador de todos los constituyentes aparentemente sinuna sola excepción fue el de un enardecido anticlericalismo,que fue asociado a la lucha, en unos casos, contra el clero,en otros contra la iglesia católica, y, en otros más, contra lareligión misma.

El histórico Congreso que tuvo el mérito indiscutible comoya se ha dicho antes de elevar al supremo rangoconstitucional los derechos sociales de obreros y campesinos,que representa un hito en el constitucionalismo social delsiglo XX y que, junto con el amparo, constituyen las másvaliosas aportaciones del pensamiento jurídico mexicano a lacultura jurídica universal, al mismo tiempo sufrió unalamentable ofuscación, al violentar, en varias de lasdisposiciones aprobadas, el derecho humano de libertad

3 Gómez Navas, Leonardo, V. La Revolución Mexicana y la educaciónpopular , p. 147, en Solana, Fernando, et al. (coordinadores), Op.Cit.

15

religiosa, en su dimensión pública y privada, individual ycolectiva, y en su proyección consubstancial en la esferaeducativa. 4

No obstante el mayor control educacional otorgado al Estado por

el artículo 3º constitucional de 1917, la necesidad de establecer

un órgano administrativo específico que se encargara de impartir

educación en diferentes niveles distintos del universitario se llevó

a cabo plenamente con la fundación de la Secretaría de

Educación Pública y Bellas Artes el 8 de julio de 1921, a

propuesta de José Vasconcelos, en ese entonces rector de la

Universidad Nacional de México, en la administración del

presidente Adolfo de la Huerta. Organismos predecesores de esa

secretaría habían sido el Ministerio de Justicia e Instrucción

Pública, de 1841, convertido en 1843 en Ministerio de Justicia,

Negocios Eclesiásticos, Instrucción Pública e Industria, cuyas

funciones fueron restringidas en 1861 para dar lugar a la

Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, la cual funcionó

hasta 1905, año en que Porfirio Díaz la convirtió en la Secretaría

de Instrucción Pública y Bellas Artes, eliminada formalmente en

1917 como una de las reacciones en contra del régimen porfirista

derrocado. 5

Ahora bien, como señala José Iturriaga, la diferencia entre

Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes y la Secretaría de

Educación Pública y Bellas Artes de ninguna manera se reducía a

un simple cambio de nombre; por el contrario, obedecía a un

4 González Schmal, Raúl, El significado del laicismo en el Constituyente de1917, http:/www.bibliojuridica.org/libros/5/2389/12pdf5 Iturriaga, José E., VI La creación de la Secretaría de Educación Pública , p.157, en Solana et al., Op. Cit.

16

cambio en la concepción pedagógica y a un criterio geográfico: por

una parte, se abandonaba la concepción de instrucción como

transmisión de información y se adoptaba el concepto de

educación, que sin menoscabo de transmitir la información

pertinente se proponía moldear el alma del educando para

desarrollar en él todas sus potencialidades 6; por otra parte, se

planteaba la federalización de la enseñanza sin que por ello los

gobiernos estatales dejaran de impulsar la educación en todos

sus niveles. 7 Desde mi punto de vista, obedecía también a un

deseo de mayor justicia social, es decir, de llevar por igual la

educación a toda la población, como puede deducirse de los

objetivos propuestos por las misiones culturales, impulsadas por

Vasconcelos. Él ya planteaba los rasgos que definirían la

educación pública en México: la lucha contra el analfabetismo, la

escuela rural, la difusión de bibliotecas, el impulso a las bellas

artes, el intercambio cultural con el extranjero y la investigación

científica, como los resume Iturriaga. 8

La creación de la Secretaría de Educación Pública no significó

una ruptura en la historia educativa nacional. Entre los

elementos de continuidad se contaron el control del Estado sobre

la educación, control desde entonces concretado en un órgano

administrativo específico encargado de impartir educación en

niveles diferentes del universitario, y el propósito de llevar los

servicios educativos a toda la población. Entre los elementos de

cambio estuvieron: el tránsito de concebir la educación como

simple transmisión de información a concebirla como el desarrollo

6 Ídem.7 Ídem.8 Ídem, p.159.

17

de todas las potencialidades del individuo; la lucha contra el

analfabetismo; la escuela rural; la difusión de bibliotecas; el

impulso a las bellas artes; el intercambio cultural con el

extranjero y la investigación científica.

La política educativa de la Secretaría de Educación Pública

durante la gestión de Vasconcelos fue significativa a través de las

misiones culturales. La primera se puso en marcha en octubre de

1923 y diez años después, en 1933, ya funcionaban catorce. No

obstante los cuarenta y nueve años de distancia entre la primera

misión y la fundación del INEA, las misiones culturales pueden

considerarse antecedente directo de ese instituto. Así, Federico

Lazarín Miranda anota que las misiones culturales fueron un

proyecto de educación para adultos, porque se dirigían no sólo a

abatir el analfabetismo de la población mayor de 15 años, sino

que impartían cursos como higiene, economía personal, economía

doméstica, productividad agrícola tanto a los habitantes como a

los maestros de la comunidad. 9

Esos contenidos didácticos coincidían, lógicamente, con el ideario

de Vasconcelos: moldear a los hombres para una función social,

prepararlos para desarrollar una función dentro de la sociedad, lo

cual planteaba la necesidad formar técnicos industriales en todos

los géneros y todo tipo de trabajadores que aplicaran la ciencia a

la industria y la necesidad de un programa para el campesinado

adulto. 10

9 Lazarín Miranda, Federico, Las misiones culturales. Un proyecto deeducación para adultos , pp. 105-107, en Revista Interamericana deEducación de Adultos, v. 4, OEA, CREFAL, México, 1996.10 Ídem.

18

Me parece que el ideario vasconcelista siguió ejerciendo influencia

decisiva no sólo en los planes, programas y acciones educativos

en general sino también en los relativos a la educación de

adultos. Es posible verificarlo analizando la política educativa

puesta en práctica treinta y seis años después, en el sexenio de

1958 a 1964.

Durante ese sexenio han de citarse, por ejemplo, el Plan de Once

Años, el Plan Nacional de Capacitación para el Trabajo, la

continuidad de las misiones culturales, la fundación de las

brigadas móviles de promoción agropecuaria, la continuidad del

funcionamiento del Centro Regional de Educación Fundamental

para América Latina (CREFAL) y de otras instituciones como los

centros de capacitación indígenas, las brigadas de mejoramiento

indígena, las procuradurías de comunidades indígenas y las

labores del Instituto Nacional Indigenista.

Si he decidido pasar desde las misiones culturales de Vasconcelos

hasta la administración de López Mateos (cuyo secretario de

educación fue Jaime Torres Bodet) es porque, como indica Cecilia

Greaves, se inicia en 1959 una nueva etapa en los programas de

alfabetización y educación extraescolar, que enfatizaba la idea de

que alfabetizar no significaba simplemente en enseñar a leer y

escribir, sino impartir conocimientos prácticos de utilidad

inmediata para lograr el mejoramiento de los niveles de vida del

hombre y su comunidad . 11

11 Greaves, Cecilia, Cap. XII, Un nuevo sesgo. 1958-1964 , p. 552, en Historia de la alfabetización y dela educación de adultos en México. El México de los grandes cambios. La época contemporánea, Tomo3, SEP/Seminario de Historia de la Educación, El Colegio de México, INEA, México, 1985.

19

En congruencia con dicha idea, y según los lineamientos del Plan

de Once Años, las escuelas de alfabetización suministraban

educación primaria a la población en edad escolar de primer

grado que no hubiera obtenido matrícula en ninguna escuela; los

centros de alfabetización, que atendían a adultos analfabetos les

proporcionaban además de los conocimientos básicos de cultura,

orientaciones sobre el mejoramiento de la vida social, salubridad,

higiene, economía doméstica, actividades agropecuarias y

recreación; y los centros de educación extraescolar, establecidos

en las comunidades más necesitadas de servicios educativos,

ofrecían a la población adulta que lo requiriera alfabetización,

sala popular de lectura y pequeños talleres para hombres y

mujeres. Su turno matutino impartía educación extraescolar

coordinada con las primarias locales y posprimarias, si las había;

el vespertino ofrecía alfabetización, talleres, servicios de lectura y

actividades recreativas. 12

El Plan Nacional de Capacitación para el Trabajo, aprobado el 16

de abril de 1963, tenía objetivos y servicios educativos similares,

como puede deducirse de los servicios prestados, a saber: talleres

básicos de herrería, forja, soldadura y hojalatería, carpintería

rural, construcciones rurales y operación y conservación de

maquinaria agrícola; cultivos y cría de animales, combate de

plagas, aprovechamiento industrial de plantas; los centros de

capacitación para el trabajo industrial abiertos en el Distrito

Federal, Monterrey, León, Puebla, Monclova, Minatitlán

incluyeron cursos de mecánica, electricidad, radio, instalaciones

12 Ibidem, pp. 552-553.

20

sanitarias, soldadura, moldeo de fundición, dibujo industrial,

albañilería, carpintería, cerámica, corte y confección y tejido

mecánico de punto.

El destinatario de esos cursos era la población urbana y rural que

habiendo terminado la educación elemental no pudiera continuar

en las aulas. Sus propósitos eran capacitar a esa población para

el trabajo, a fin de que se incorporara al trabajo en el campo o en

la industria; capacitarla en el trabajo, si ya trabajaba pero no de

manera calificada. La capacitación para el trabajo, o de

adiestramiento, se impartía a jóvenes de 14 a 21 años de edad, y

la capacitación en el trabajo a personas de 20 a 40 años. 13

En el sexenio de 1958 a 1964 se hizo hincapié en la idea de que

alfabetizar no significaba simplemente en enseñar a leer y

escribir, sino impartir conocimientos prácticos de utilidad

inmediata para lograr el mejoramiento de los niveles de vida del

hombre y su comunidad . Lo anterior significó una concepción

más amplia de la educación para adultos, cuando ésta se amplió

más todavía en el sexenio de 1964 a 1970 con base en las ideas

de alfabetización funcional, educación permanente, desarrollo de

la comunidad y educación para la producción.14

Conviene advertir que en 1967 se realizó el Primer Coloquio sobre

Educación de Adultos, auspiciado por el Consejo Nacional Técnico

de la Educación, con el fin de presentar un diagnóstico acerca de

la educación de adultos. Y más relevantes que el hecho mismo del

13 Ídem, pp. 554-555.14 Greaves, Cecilia, Cap. XIII, La urgencia de nuevos caminos. 1964-1970 ,p. 580, Op.Cit.

21

coloquio fueron sus conclusiones, pues los participantes pusieron

el dedo en las acostumbradas llagas no cicatrizadas de la

educación de adultos: ser ésta una calca de la enseñanza infantil,

en función de niños totalmente dedicados al estudio; aplicar

métodos no específicos, que no tomaban en cuenta la forma e

independencia de los adultos para aprender, sus experiencias de

aprendizaje, lo aprendido a lo largo de su vida, lo que deseaban

aprender; utilizar textos faltos de interés para los adultos (por lo

cual preferían las revistas pornográficas o negativas para su

desarrollo cultural); ser una educación no orientada al trabajo, al

empleo del tiempo libre, a la conducta cívico-política ni a la vida

diaria con conocimientos prácticos de aplicación inmediata; ser

una educación remedial, desarrollada en salones y con mobiliario

de primaria (los adultos se sentaban en incómodas sillitas de

niños) e impartida por maestros no especializados, sino por

voluntarios. 15 En suma, se planteaba la exigencia de diferenciar

entre una educación de adultos concebida e impartida como

apéndice de la educación escolarizada (como alternativa remedial

o complementaria para quienes no la hubieran iniciado o

completado) y una educación de adultos concebida e impartida

específicamente de acuerdo con objetivos, programas, acciones y

presupuesto propios.

Como propuestas, los participantes en el coloquio plantearon:

sesiones informales, pláticas dirigidas, coloquios y trabajos en

equipo. Para la primaria nocturna: promoción bianual a fin de

reducir tiempos; reubicarlas en las zonas de mayor densidad

demográfica; que tuvieran mayor número de grupos (pues se

15 Ídem, pp. 585-586.

22

había visto que las más numerosas tenían mayor disciplina y

menor deserción); campañas de convencimiento a los patrones

para dar facilidades de estudio a sus trabajadores; enseñanza

pragmática y acelerada para que el adulto pudiera resolver sus

problemas del hogar, del trabajo y de ciudadano. 16

A través de las encuestas efectuadas con motivo del coloquio, los

alumnos adultos de escuelas nocturnas solicitaban: libros y

material adecuados, horarios flexibles, clases de dibujo, canto y

actividades deportivas, el certificado de primaria, licencia para

manejar, continuar sus estudios (gran porcentaje), cambiar de

actividad (la gran mayoría), perfeccionarse en la misma rama en

la que trabajaban17. Las respuestas de los adultos significaron, en

una palabra, que deseaban una educación aplicable a sus

circunstancias.

Otra propuesta del Coloquio fue también suspender la campaña

de alfabetización que el presidente Díaz Ordaz convocara el 24 de

febrero de 1965 (por considerarla pueril y obsoleta) y crear una

Dirección General de Educación de Adultos que dirigiera,

controlara, orientara y encauzara los acciones educativas

relativas a los adultos. 18

De este primer apartado pueden obtenerse varias conclusiones

generales, como las siguientes. En México, la educación para los

adultos siempre se ha enfrentado al desafío de ser un servicio

16 Ídem.17 Ídem.18 Ídem.

23

educativo para grandes grupos de población heterogéneos, no sólo

en cuanto a su diversidad de género, sino también a su diversidad

de edades y, principalmente, de sus intereses y necesidades. Las

autoridades educativas hicieron hincapié en la enseñanza de la

lectura y escritura, sin dejar por ello de incluir contenidos de

capacitación en y para el trabajo entre los de la educación para

los adultos. Fue ésa una estrategia adecuada, pues si los

gobiernos federal y estatal se proponían incorporar al adulto

analfabeta a la actividad productiva nacional, era indispensable

que lo habilitaran primero en el empleo de la lectoescritura;

además, una de las principales motivaciones de los adultos para

alfabetizarse es conseguir un medio para mejorar sus ingresos.

Sin embargo, propósitos como los anteriores no podían alcanzarse

plenamente dado que la educación para los adultos era impartida

de modo disperso por distintas instancias gubernamentales y

sociales como algo remedial basado en los modelos de la

educación escolarizada, los cuales, por su naturaleza, no podían

satisfacer las necesidades y las expectativas de los distintos

grupos que integraban la población adulta. El nuevo desafío de

establecer modelos educativos diseñados específicamente para el

adulto y de concentrar esfuerzos en la implantación de los

mismos, empezaría a ser enfrentado con la creación de la

Dirección General de Educación de Adultos y se continuaría con

la fundación del INEA, como se describirá en los apartados

siguientes.

24

1.2. DEL PRIMER COLOQUIO SOBRE EDUCACIÓN DE ADULTOSAL PROGRAMA NACIONAL DE ALFABETIZACIÓN (1967 1981)

Las conclusiones de aquel Primer Coloquio sobre Educación de

Adultos, realizado en 1967, coincidieron, si no a la letra, sí con el

espíritu de las expuestas en la Tercera Conferencia Internacional

sobre Educación de Adultos (Tokio) pues, como anota Valentina

Torres Septién, hacia 1970 se plantearon en el contexto

internacional nuevas consideraciones para adecuar la educación

de adultos a las necesidades del momento: ella debía estar

destinada a todo el pueblo, independientemente de su edad, nivel

profesional, económico y político, condición social, sexo, edad,

cultura o grupo étnico; debía ser permanente e integral, no

reducible a la alfabetización sino quedar incluida dentro de

actividades formativas; no complementaria, supletoria o

reparadora de un proceso interrumpido, sino parte medular de un

proceso global de continuo desarrollo del ser, proceso que tomara

en cuenta las experiencias de la vida, que estableciera estructuras

y métodos que ayudaran al hombre a continuar su aprendizaje y

formación, proceso en que el adulto fuera el sujeto de su propia

educación, a través del autodidactismo, y debería aprovechar

todos los medios de la educación extraescolar. 19

Considero que las conclusiones tanto del Primer Coloquio sobre

Educación de Adultos como de la Tercera Conferencia

Internacional sobre Educación de Adultos manifestaban un

19 Torres Septién, Valentina, Cap. XIV, Reforma y práctica, 1970-1980 ,pp. 611-612, en Historia de la alfabetización y de la educación de adultos enMéxico. El México de los grandes cambios. La época contemporánea, Tomo 3,SEP/Seminario de Historia de la Educación, El Colegio de México/INEA,México, 1985.

25

atraso continuo en la situación educativa de los adultos en

México; en efecto, desde tres decenios atrás no había podido

superarse la barrera de 6 millones de adultos analfabetos; según

el censo de 1970, había 18 millones 280 mil (70%) mayores de 15

años sin primaria completa, de los cuales 8 millones 196 mil

(31.6%) carecían absolutamente de instrucción; la escolaridad

promedio de los adultos era de 3.32 años, y en su mayoría

estaban desempleados o subempleados, por lo cual su nivel de

participación en el sistema productivo era muy bajo. 20

Tal situación, aunada a las ideas de la época relativas a la

educación de adultos, dio lugar al planteamiento de una reforma

educativa que, entre sus objetivos, introducía la educación

extraescolar para los adultos, contextualizada dentro de una

educación permanente o educación para la vida. A su vez, la

reforma condujo a la Ley Federal de Educación, que entró en vigor

el 14 de diciembre de 1973. 21

Esa ley promovía la educación para adultos, al establecer que la

educación no era un servicio público destinado sólo a los menores

de 15 años, sino para todos quienes carecieran de ella, al resaltar

la importancia de la modalidad extraescolar y no formal para

impartir y acreditar estudios de educación elemental, media y

superior, y al establecer que la educación de adultos formaba

parte del sistema educativo nacional y estaba destinada a los

mayores de quince años que no hubieran cursado o concluido sus

estudios de primaria o de secundaria.

20 Ídem, pp. 613-614.21 Ídem, p. 616.

26

Entre los motivos expuestos para la promulgación, en 1975, de la

Ley Nacional de Educación para Adultos se contaban los

siguientes, cuyos textos, resumidos, son:

§ ciertos sectores de la población habían quedado excluidos

de las aulas o de la permanencia en ellas a causa de

incapacitaciones socialmente determinadas

§ el subdesarrollo se ubicaba especialmente en los bajos

niveles educativos que tenía la población adulta

§ la explosión demográfica y la migración del campo a la

ciudad, migración generada por la atracción de los polos de

desarrollo industrial, producían un número considerable de

adultos no calificados que requerían capacitación para

desempeñar su función productiva

§ el aprovechamiento de los sistemas abiertos de educación

era posible gracias a los adelantos de la ciencia y la técnica

pedagógicas y a la expansión de los medios de

comunicación masiva

§ los adultos analfabetos y desertores de la educación general

básica (primaria y secundaria) tenían suficiente motivación

social y económica para cursar o completar su educación

básica

§ los sistemas abiertos, con o sin el auxilio de los planteles

educativos, favorecían el autodidactismo y propiciaban la

optimización de recursos humanos y materiales

27

§ los mayores de 15 años, que no habían cursado o concluido

su educación básica, podrían cursarla o completarla sin

dejar de trabajar, individualmente o en grupo, con asesoría

y consultoría

§ la educación de adultos los capacitaría en y para el trabajo

§ podría ser propedéutica, mejoraría su integración familiar y

se proporcionaría en períodos y lugares adecuados a las

necesidades de los adultos. 22

Aunque es obvio que una ley no resuelve un problema por el solo

hecho de haber sido promulgada, tanto la Ley Federal de

Educación, de 1973, como la Ley Nacional de Educación de

Adultos, de 1975, constituyeron las bases jurídicas y legales para

que el país avanzara en la solución del problema del rezago

educativo de los adultos. En efecto, la primera ampliaba la

dimensión de justicia social de la educación nacional al incluir la

educación de adultos dentro de las funciones obligatorias del

Estado mexicano; la segunda, reafirmaba: lo necesario de

vincular dicha educación con la productividad mediante la

capacitación en y para el trabajo; la necesidad de diferenciarla de

la educación escolarizada mediante el aprovechamiento de

sistemas abiertos y de los medios de comunicación masiva; la

certeza de que el adulto podía ser el sujeto de su propio proceso

22 "Exposición de motivos de la iniciativa de Ley Nacional de Educación paraAdultos", en Documentos sobre la Ley Nacional de Educación para Adultos,pp. 51-52, Secretaría de Educación Publica, Comisión Nacional de los Librosde Texto Gratuitos, México, 1976

28

de enseñanza-aprendizaje gracias a la suficiente motivación social

y económica que tenían para cursar o completar su educación

básica; y la urgencia de adecuarla a las circunstancias específicas

de los adultos, quienes podrían cursarla o completarla sin dejar

de trabajar, individualmente o en grupo, con asesoría y

consultoría.

El espíritu de ambas leyes quedaría concretado en las

disposiciones generales de la Ley Nacional de Educación para

Adultos, a saber:

§ El Artículo 2 de su Capítulo I estableció que la educación

general básica para adultos formaba parte del sistema

educativo nacional, estaba destinada a los mayores de

quince años que no hubieran cursado o concluido estudios

de primaria y secundaria, era extraescolar y se basaba en el

autodidactismo. 23

§ Su Art. 7, Cap. II, asignaba a la Federación, los estados y

los municipios las atribuciones de formular planes y

programas, autorizar y/o elaborar libros de texto y

materiales pedagógicos, la acreditación y certificación,

evaluación periódica de planes, programas y procedimientos

aplicados. 24

§ Según el Art. 9 del mismo capítulo, competía a los estados y

municipios la dirección y coordinación técnica y

23 Ley Nacional de Educación para Adultos, en Documentos sobre la Ley Nacional deEducación para Adultos, pp. 87-90, Secretaría de Educación Publica, ComisiónNacional de los Libros de Texto Gratuitos, México, 197624 Ídem.

29

administrativa de los servicios educativos que se

establecieran para los adultos. 25

§ Los artículos 13, 16, 17, 18 y 19 del mismo capítulo fijaban

las responsabilidades de los asesores, la obligación para el

adulto de registrarse en la Secretaría de Educación Pública,

la acreditación de conocimientos y la expedición del

certificado correspondiente por parte del Sistema Federal de

Acreditación, certificado que permitiría a los adultos

continuar estudios en la modalidad extraescolar o escolar, y

la posibilidad de que presentaran tantos exámenes como

requirieran para acreditar sus estudios. 26

§ Con fundamento en el Art. 24 del Cap. IV, las dependencias

del ejecutivo federal, de los estados y los municipios, los

organismos descentralizados y las empresas de

participación estatal, organizarían servicios permanentes de

promoción y asesoría de educación básica para empleados y

sus familiares y les darían las facilidades necesarias para

cursarla o concluirla. 27

§ Con fundamento en el Art. 21 del mismo capítulo, se

acreditaría el servicio social a los estudiantes que

voluntariamente participaran en los centros de promoción y

asesoría de educación para adultos. 28

25 Ídem.26 Ídem.27 Ídem.28 Ídem.

30

Torres Septién informa de resultados alentadores para marzo

de1976, es decir, prácticamente concluida la administración del

presidente Luis Echeverría: 320 mil 354 adultos registrados, de

los cuales 27 mil 135 correspondían a adultos alfabetizados, 115

mil 616 egresados de la primaria intensiva, 177 mil 603

egresados de la secundaria. Del total de estudiantes registrados,

29 mil 472 eran campesinos; 42 mil 447, obreros; amas de casa,

78 mil 478; empleados, 98 mil 669; 8 mil 810, técnicos;

comerciantes, 12 mil 494; 32 mil 035 con otras ocupaciones, y 17

mil 940, desocupados. 29 Con base en los datos anteriores, puedo

establecer una escala de adultos de mayor a menor cantidad de

beneficiados: empleados, 30.80%; amas de casa, 24.50%; obreros,

13.25%; otras ocupaciones, 10.00%; campesinos, 9.20%;

desocupados, 5.60%; comerciantes, 3.90%; técnicos, 2.75%.

No obstante los posibles logros cuantitativos obtenidos en la

administración de Luis Echeverría respecto de la educación de los

adultos, puede considerarse que el estado de dicha educación

continuó siendo grave en los inicios del sexenio del presidente

José López Portillo. En efecto, había una población de 60 millones

de personas, que habitaban 97 mil 580 centros de población, de

los cuales 91 mil 165 eran rurales (con problemas y

características especiales y grandes carencias de obras y

servicios) y 6 mil 412 eran urbanos; en educación de adultos, el

rezago educativo era de 26 millones: 6 millones de analfabetos, 13

millones sin primaria completa, y 7 millones sin secundaria

iniciada o con secundaria incompleta. Para 1977, existía 18% de

analfabetismo y 1 millón de adultos indígenas que no hablaban

29 Torrres Septién, Op. Cit., p. 621.

31

español. De 1976 a 1977 se habían atendido sólo a 330 mil

adultos de dicho rezago. 30

Ahora bien, a pesar de la precariedad de sus resultados

cuantitativos, me parece que dos logros cualitativos

fundamentales del sexenio echeverrista fueron la promulgación de

la Ley Federal de Educación y la Ley Nacional de Educación de

Adultos, instrumentos jurídicos y legales que posibilitarían las

acciones educativas efectuadas durante el sexenio lopezportillista.

Siendo secretario de Educación el licenciado Fernando Solana

durante la administración de López Portillo, el régimen adoptó

diversas acciones respecto de la educación de adultos. Entre ellas

se contaron: la renovación del Plan Nacional de Educación de

Adultos (elaborado desde 1975), el Programa de Educación de

Adultos (puesto en marcha el 29 de marzo de 1978, bajo el lema

de Educación para Todos), la creación de la Dirección General de

Educación para Adultos (propuesta en 1967 por el Primer

Coloquio sobre Educación de Adultos), el Consejo Coordinador de

Sistemas Abiertos, el Consejo Nacional de Grupos Marginados (30

de marzo de 1978), el Programa Nacional de Alfabetización

(PRONALF, iniciado en 1980, cuya meta fijada para fines de 1982

era alfabetizar a un millón de analfabetos mayores de 15 años), la

continuidad del Plan Nacional de Castellanización (instaurado en

1973 y contextualizado dentro del concepto de enseñanza bilingüe

y bicultural, concepto según el cual la educación para las

diversas etnias del país debía impartirse tanto en español como

en la lengua indígena propia y con respeto a su cultura), la

30 Ídem, p. 623.

32

creación de la Dirección General de Educación Indígena (en

septiembre de 1978), la continuidad de los CEBA (Centros de

Educación Básica para Adultos) que ya funcionaban desde 1971),

y la fundación del Instituto Nacional para la Educación de los

Adultos (INEA) el 31 de agosto de 1981.

Considero que de dichas acciones conviene analizar con cierto

detalle las correspondientes a la continuidad del Plan Nacional de

Educación de Adultos y la puesta en práctica del Programa de

Educación de Adultos y del Programa Nacional de Alfabetización,

como antecedentes inmediatos del INEA.

El Plan Nacional de Educación de Adultos se adoptó con el

propósito renovado de terminar con el analfabetismo, empresa

colosal que requería de la participación no sólo de instancias

gubernamentales, sino de amplios sectores de la sociedad. Por

ello se solicitó la colaboración de organismos diversos, como el

Consejo Nacional Técnico de la Educación, la Asociación Nacional

de Universidades e Instituciones de Enseñanza Superior

(ANUIES), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación

(SNTE), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Consejo

Nacional de Fomento de Recursos Humanos para la Industria, el

Consejo de Fomento Educativo, el Seminario de Cultura

Mexicana, la Academia Mexicana de la Lengua, la Academia

Mexicana de la Historia, la Academia de las Artes, el Consejo

Nacional de Radio y Televisión, los responsables de la industria

editorial, colegios profesionales, la Junta de Gobierno del Instituto

33

Nacional del Deporte, miembros de las Cámaras del Congreso de

la Unión. 31

El plan se proyectaba para vincular la educación extraescolar con

la productividad y el trabajo, capacitando al adulto para el trabajo

productivo. Dicha capacitación consistía en alfabetizar a los

adultos e impartirles cursos diseñados conforme a sus

preferencias y a las necesidades locales; se acordaban con las

instituciones públicas o privadas que pudieran ofrecerlos. 32

Respecto del Programa de Educación de Adultos, se consideró que

razones de su implantación eran que: los servicios educativos

ofrecidos seguían siendo insuficientes, parte de la población rural

y un sector de la urbana seguían al margen de los beneficios de la

educación, gran cantidad de adultos alfabetizados no hacía

estudios adicionales, buena parte de ellos no usaba el alfabeto

porque lo había olvidado, los recursos federales destinados a la

educación habían beneficiado más a la población urbana que a la

rural. 33

Ese diagnóstico era probablemente realista, como realistas

habrían de serlo los obstáculos que impedirían la plena eficacia

del programa: por su marginación, los adultos no apreciaban la

utilidad del alfabeto ni de la primaria, sus dificultades para el

autodidactismo llevaron a muchos al fracaso, la demanda

potencial era muy dispersa (42% de los adultos demandantes

vivía en comunidades pequeñas, alejadas y de difícil acceso), la

educación era impartida por personas no especializadas en

31 Ídem, p. 624.32 Ídem, pp. 625-626.33 Ídem, pp. 626-627.

34

educación de adultos ni en sistemas abiertos, los contenidos

educativos fueron deficientes e insuficiente el presupuesto (se

habían programado 3 mil 365 millones de pesos inicialmente,

pero sólo se aplicaron 245 millones de pesos en 1979). 34

Si he anotado los obstáculos antedichos es porque considero que

objetivos y logros del INEA han coincidido con los de sus

antecedentes.

Como ya apunté, al iniciarse el sexenio de López Portillo (de 1976

a 1982) no se había reducido la cifra de seis millones de

analfabetos. Así que dos años después de implantado el Programa

de Educación de Adultos, se inició en 1980 el Programa Nacional

de Alfabetización (PRONALF), con los objetivos de reducir el

porcentaje de analfabetismo (la meta fijada para fines de 1982 era

alfabetizar a 1 millón de analfabetos mayores de 15 años), poner

en práctica una dinámica permanente de alfabetización,

incrementar los servicios de alfabetización y orientar la expansión

de los servicios de educación básica para adultos y de

capacitación para el trabajo hacia los lugares donde se hubiera

alfabetizado. Se procuró que sus contenidos se adaptaran a

obreros, trabajadores independientes, trabajadoras domésticas,

amas de casa, subempleados, jornaleros, ejidatarios, comuneros y

artesanos. No fue posible evaluar los resultados del PRONALF

puesto que su desempeño como institución independiente fue

muy breve: abarcó de junio de 1981 al 31 de agosto del mismo

año, mes en que quedó incorporado al INEA.

34 Ídem, pp. 628.

35

Antes de iniciar el desarrollo de lo referente en especial al INEA,

conviene concretar varios cambios relativos a la concepción sobre

la educación para el adulto habidos de 1967 a 1981. El principal

y del que se originaron los demás fue el no considerar a dicha

educación como algo remedial y transitorio, sino como parte

medular y permanente del sistema educativo nacional. Los

programas y las acciones educativos se encaminaron a

suministrar a los adultos una educación ideada como educación

para la vida, extraescolar, basada en el autodidactismo,

encaminada a mejorar el nivel económico y educativo de los

adultos, responsabilidad del Estado pero impartida con la

colaboración de la sociedad. Los resultados obtenidos no fueron

satisfactorios del todo, a consecuencia de factores ajenos al

sistema educativo, como, por ejemplo, que los adultos no

apreciaran la utilidad del alfabeto, dificultades para aprender de

modo autodidacta, la gran dispersión de la demanda potencial, la

escasez de presupuesto para suministrar los servicios y que éstos

en muchos casos fueran impartidos por personal no especializado

en educación para adultos. Ante circunstancias como las

anteriores, se optó por la creación del INEA, de lo cual se tratará

en el capítulo siguiente.

36

CAPÍTULO 2

El INSTITUTO NACIONAL

PARA LA EDUCACIÓN DE LOS ADULTOS

37

El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) fue

creado por decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la

Federación el 31 de agosto de 1981, como organismo

descentralizado que integrara las acciones educativas para

adultos realizadas por entidades públicas (federales y estatales) y

privadas, a fin de evitar multiplicidad de funciones y desperdicio

de recursos en una misma tarea. Dicha decisión de la

administración lopezportillista no fue una acción aislada dentro

de la educación para adultos en México, como ya se apuntó en el

capítulo anterior. Sin embargo, para mayor especificidad conviene

señalar ahora los antecedentes que en particular reconoce como

suyos el instituto mismo. Al respecto, el Instituto Estatal de

Educación para Adultos de Colima señaló: la Cartilla para

enseñar a leer, el primer libro de texto aparecido en América,

atribuido a Fray Pedro de Gante; la Academia de Primeras Letras

para Adultos durante la colonia; la Compañía Lancasteriana,

fundada en 1822 y que en 1870 extendía sus servicios para

damas mayores; en el Porfiriato, las escuelas suplementarias para

instrucción de adultos (aunque de ellas estuvieran excluidos los

indígenas y los campesinos); en la época de Madero, en 1913, la

declaración del maestro Gregorio Torres Quintero sobre lo

absurdo de la enseñanza simultánea de niños y adultos; en 1919

los esfuerzos de Vasconcelos, que no rindieron frutos por falta de

sistematización, a pesar de la campaña de alfabetización intensa

y enérgica; en 1921, ante una situación de 14.3 millones de

habitantes, de los cuales 7 millones eran analfabetas, las

escuelas nocturnas, que impartían alfabetización; las Misiones

Culturales, iniciadas en 1923; las escuelas rurales durante la

administración de Lázaro Cárdenas, que tampoco tuvieron éxito;

38

la Campaña Nacional contra el Analfabetismo llevada a la práctica

durante la gestión de Torres Bodet como Secretario de Educación

Pública (1943-1946), campaña que alfabetizó a 700 mil adultos; a

partir de 1971, la elaboración de libros de texto específicos para el

adulto que no requirieran de un profesor regular. 35

Como acciones más inmediatamente anteriores a la creación del

INEA, Miguel Alonzo Calles, su primer director general, citó: la

Ley Nacional de Educación de Adultos, promulgada en 1975 y que

posibilitó en ese mismo año la impartición de primaria y

secundaria abiertas para adultos; el programa de Educación para

Adultos, iniciado en mayo de 1978; en ese mismo año, la creación

de la Dirección General de Educación para Adultos y el comienzo

de salas de cultura en pequeñas poblaciones rurales; la

celebración, en México y en 1979, de la Quinta Conferencia

Regional de la UNESCO de Ministros de Educación y de Ministros

encargados de la Planificación de América Latina y el Caribe, de la

cual surge la Declaración de México; esta declaración misma, la

cual señala las prioridades educativas para la región: educación

general mínima de 8 a 10 grados; erradicación del analfabetismo

antes del fin de siglo; atención a los grupos menos favorecidos; el

hecho de que en 1980 se hubiera podido atender, por vez

primera, al 100% de la demanda de educación primaria para

niños, lo cual se consideró la base para solucionar en definitiva el

problema del analfabetismo. 36

35 Instituto Estatal de Educación para Adultos de Colima, Reseña Histórica del INEA,22/04/07, http://colima.inea.gob.mx/pagina.php?id=69

36 Palabras de Miguel Alonzo Calles, Director General del INEA, en Desarrollo yperspectivas de la alfabetización en México. Reunión Nacional. Querétaro.1982, pp.23-24, Dirección de Alfabetización del Instituto Nacional para la Educación de losAdultos, México, 1983.

39

Jaime Peña Zazueta, director de Alfabetización del INEA en 1982,

expuso información acerca del Programa Nacional de

Alfabetización (PRONALF), programa que fue absorbido por el

INEA: el PRONALF se inició en junio de 1981, con la meta de que

un millón de adultos, en un año, aprendieran y usaran la lectura,

la escritura y las cuatro operaciones aritméticas fundamentales;

se hizo especial hincapié en la localización e incorporación de

adultos al programa, en el reclutamiento, capacitación y

actualización de alfabetizadores y organizadores regionales, en la

programación detallada por entidad federativa, municipio y

localidad, y en el diseño de materiales educativos adecuados a las

necesidades de los adultos; para lograr la meta de un millón de

adultos alfabetizados se requería incorporar a 1 millón 600 mil

adultos analfabetas y capacitar casi 200 mil alfabetizadores.37 Se

trataba de reducir la cantidad de seis millones de analfabetas que

había a principios de 1981.

2.1 DECRETO DE FUNDACIÓN DEL INEA

Con esos antecedentes, el INEA fue creado el 31 de agosto de

1981, mediante decreto presidencial de José López Portillo

Presidente de la República; Fernando Solana era el Secretario de

Educación Pública.

Las razones que fundamentaron su creación fueron: la gran

cantidad de adultos sin iniciar o concluir la primaria o

secundaria, la necesidad de que cursándola mejoraran su calidad

37 Palabras de Jaime Peña Zazueta, Director de Alfabetización del Instituto Nacionalpara la Educación de los Adultos, en Dirección de Alfabetización del InstitutoNacional para la Educación de los Adultos, Op.Cit., pp. 31-32.

40

de vida y contribuyeran al desarrollo económico y social del país,

la necesidad de que hubiera un organismo descentralizado, con

personalidad jurídica y patrimonio propios, que promoviera,

organizara e impartiera educación básica para los adultos

vinculada con las políticas y los programas del sector educativo

nacional.38

En efecto, a sólo seis años antes de que se iniciara el sexenio

lopezportillista, la situación educativa era, según el censo de

1970: 18 millones 280 mil mayores de 15 años, sin primaria

completa; de ellos, 8 millones 196 mil (31.6%), carecían por

completo de instrucción; muy bajo nivel de participación de los

adultos en el sistema productivo, pues en su mayoría eran

desempleados o subempleados; la escolaridad nacional promedio

era de 3.32 grados; 38.63% del total de escuelas eran de

organización completa (impartían los seis grados de primaria); la

satisfacción de la demanda educativa era de 83% en zonas

urbanas y de 62 % en las rurales; 30.6% (740 mil 310) de los

niños, habían terminado la primaria iniciada en 1965 (o sea, 1

millón 700 mil la habían abandonado por tener que incorporarse

a actividades productivas). 39

A inicios de dicho sexenio, en 1976, la situación educativa

permanecía prácticamente igual: la población, de 60 millones de

habitantes, estaba distribuida en: 97 mil 580 centros de

población, de los cuales 91 mil 165 eran rurales (con grandes

carencias de obras y servicios), y 6 mil 412, urbanos: más de 2.3

38 Decreto por el que se crea el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos,Diario Oficial de la Federación, 31 de agosto de 1981.39 Torres Septién, Op.Cit., pp. 614-615.

41

millones de analfabetos vivían en 90 mil comunidades con menos

de mil habitantes; no se había podido superar la barrera de los 6

millones de analfabetos; eran 13 millones de adultos quienes

carecían de primaria completa; sin secundaria iniciada o

concluida había 7 millones de adultos; el índice de analfabetismo

ascendía a 18% en 1977, y 1 millón de indígenas no hablaban

español. 40

Era lógico que se tratara de remediar la situación de esa gran

cantidad de adultos que no hablaban español, no sabían leer ni

escribir o que no habían iniciado o concluido su primaria o

secundaria, pues las familias con menores recursos y menor

instrucción eran las de mayor índice de fecundidad (las que

menos aplicaban métodos de control natal), las de peor calidad de

vida (mala alimentación o desnutrición, falta de higiene que

conduce al padecimiento de enfermedades gastrointestinales, falta

de servicios públicos como agua y desagües entubados que

podrían evitarlas), la incapacidad para solicitar dichos servicios,

la incapacidad para reclamar los derechos más elementales, para

no vender su voto y proponer y elegir libremente a sus

representantes y autoridades, etcétera. Sin embargo, tal vez fuera

utópico pensar que problemas como los anteriores se resolverían

por el solo hecho de que el adulto se instruyera, pues éste podía

capacitarse mejor para el trabajo pero ello no le significaría

automáticamente un incremento de sueldo, si es que ya

trabajaba, o el ser contratado si es que estaba desempleado, pues

el incremento del salario o la generación de empleos no dependían

del sistema educativo.

40 Ídem, pp. 623-628.

42

El decreto se fundamentó en la fracción I del artículo 89 de la

Constitución de 1917; en los artículos 38 y 45 de la Ley Orgánica

de la Administración Pública Federal; en los 2, 3, 5, 6, 10, 13, 23

y 24, de la Ley Federal de Educación, y en los 2, 3, 4, 6, 7, 10, 13,

21, 24 y 26 de la Ley Nacional de Educación para Adultos.

Era natural que el decreto se fundamentara en la Ley Federal de

Educación y en la Ley Nacional de Educación de Adultos,

promulgadas en 1973 y 1975 respectivamente. La primera había

establecido que la educación era un servicio público para quien lo

demandara y no sólo para menores de 15 años, que la educación

general básica para adultos formaba parte del sistema educativo

nacional, y resaltaba la importancia de la educación extraescolar

en educación elemental, media y superior. La segunda había

posibilitado la impartición de primaria y secundaria para adultos,

dentro de la modalidad extraescolar, la cual aprovechaba los

sistemas abiertos de educación. Era una solución adecuada, por

lo menos teóricamente, para la gran población adulta

demandante de servicios educativos (como ya se indicó, más de

2.3 millones de analfabetos vivían en 90 mil comunidades con

menos de mil habitantes), la cual habitaba en poblaciones muy

dispersas y alejadas y tenía problemas de horario debidos a sus

ocupaciones domésticas o laborales. Además, tanto la modalidad

extraescolar y autodidacta como la prestación de un servicio

social voluntario como promotor o instructor, significaban una

optimización de recursos humanos y materiales.

43

Sin embargo, me parece que en la práctica el decreto, y aquella

ley que lo fundamentaba, eran un tanto idealistas. Un sistema

abierto, en el cual el educando tiene la ventaja de avanzar a su

propio ritmo, es eficaz cuando el estudiante posee el hábito y la

constancia del estudio; de lo contrario, los estudios son

abandonados ante cualquier contrariedad familiar o económica, o

ante alguna dificultad en el manejo de los contenidos, la cual

puede deberse a incapacidad del alumno o a deficiencias de los

materiales (el tradicional respeto por la letra impresa hace que

aquél entre dicha incapacidad y dichas deficiencias; por lo

general, él asimila esas deficiencias a su incapacidad personal,

real o supuesta).

Asimismo, no deja de parecer un tanto utópico el que los adultos

que lo necesitaran tuvieran suficiente motivación social y

económica para cursar o completar su primaria o secundaria.

Respecto del Programa Educación para Todos, implantado en

1978, Torres Septién indica que se enfrentó a los mismos

problemas de años y décadas anteriores: las condiciones de

marginación, la edad, la desesperanza, la permanente falta de

oportunidades durante toda una vida o simplemente la costumbre

de haber vivido sin el alfabeto, hacían que los adultos no

apreciaran la utilidad del mismo ni la de la primaria; adultos que

no se percibían como algo útil; los contenidos carecían del

suficiente atractivo para que el adulto mejorara sus actividades

cotidianas; insuficiencia de presupuesto; las dificultades de

formación autodidacta, por las que muchos adultos fracasaban;

la dispersión geográfica de los educandos; la escasez de

especialistas en educación de adultos y en sistemas abiertos, ya

44

que la mayoría de quienes trabajaban en estas áreas adquirían

sus conocimientos en la práctica, sobre todo en la educación

infantil escolarizada (cosa que ya había hecho notar el Primer

Coloquio sobre Educación de Adultos en 1967), con las

consecuencias de desinterés, inconsistencia y deserción entre los

adultos estudiantes. 41 Tal situación prevalecía apenas tres años

antes de la fundación del INEA.

El cuerpo del decreto de su fundación incluyó doce artículos,

cuyo contenido sintetizado es: la naturaleza y objetivos del

instituto (artículo 1); las facultades del instituto (artículo 2); su

gobierno (artículo 3); los integrantes de su junta directiva (artículo

4); las facultades de esa junta (artículo 5); lo relativo a sus

sesiones (artículo 6); el nombramiento del director general del

instituto (artículo 7); las facultades y las obligaciones de dicho

director (artículo 8); la integración del patrimonio del instituto

(artículo 9); el régimen laboral de sus trabajadores (artículo 10);

su incorporación al régimen de la Ley del Instituto de Seguridad y

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (artículo 11), y

el servicio social, temporal y voluntario, como colaboración con el

instituto (artículo 12). 42

Como se puede advertir, los artículos del 3 al 12 regulaban las

cuestiones administrativas del INEA. Los aspectos educativos

quedaban incluidos en los artículos 1 y 2: descentralización y

patrimonio propio, lo cual promovería que la educación de adultos

dejara de ser parte o complemento de la educación escolarizada y

fuera una educación permanente, que contara con personal

41 Ídem, pp, 628-629.42 El texto íntegro del decreto se presenta en el anexo 1 de este trabajo terminal.

45

especializado, métodos, materiales y apoyos didácticos específicos

para los adultos, que fuera una educación orientada al trabajo y

que poseyera un sistema de acreditación propio y adecuado a las

circunstancias del adulto.

La participación de estudiantes en labores educativas del

instituto, mediante el servicio social, llevaba nuevamente a la

falta de personal docente especializado en educación de adultos,

en contradicción con los artículos anteriores del decreto. El

artículo 8 del decreto definió, entre las facultades del director

general del Instituto, su dirección técnica y administrativa, la

elaboración de los proyectos de programas, el establecimiento de

unidades técnicas, el nombramiento del personal técnico y

docente. Lo esencial de dichas facultades para la consecución de

los objetivos entraría en contradicción con el artículo 7, según el

cual el director general asiste a las sesiones de la junta directiva,

con voz, pero sin voto. Eso induciría a que los tomadores de las

decisiones fueran los más alejados de las circunstancias de los

adultos (como eran, por su cargo, los secretarios de Gobernación,

Programación y Presupuesto, de Trabajo y Previsión Social y el

Jefe del Departamento del Distrito Federal). Lo anterior revela un

hincapié mayor en lo político y administrativo que en lo educativo.

2.2 OBJETIVOS DEL INEA (1981)

A la fecha de su creación, el INEA se planteaba como objetivo

general el de Ofrecer a los adultos educación básica y programas

que contribuyan al desarrollo de sus capacidades, para que

46

mejoren la calidad de su vida e impulsen el bienestar social y

económico del país , 43 que se desglosaba en estos particulares:

§ La promoción de la educación de los adultos

§ El diseño de modelos, materiales y metodologías necesarios

para que pueda darse el proceso educativo correspondiente

§ La coordinación de los servicios respectivos

§ La supervisión de dichos servicios

§ La capacitación de los agentes operativos que intervienen en

el proceso

§ La acreditación de los conocimientos adquiridos por los

educandos

§ La producción y distribución de los materiales necesarios y

§ La canalización de recursos del Gobierno Federal para el

financiamiento de los programas correspondientes, en favor

de las instituciones que se encarguen de operarlos

directamente. 44

2.3 PROGRAMAS DEL INEA (1981-1982)

Para alcanzar dichos objetivos, las acciones del INEA se

organizaron en cuatro programas sustantivos y dos programas de

apoyo, a los cuales se asociaron determinados subprogramas,

según este cuadro elaborado con base en el documento citado45:

43 Cuartilla 2, La estructura programática del Instituto Nacional para la Educaciónde los Adultos , en Decreto de creación del INEA, mecanografiado, 13 de diciembre de1981, http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08515/10/2007

44 Cuartillas 1-2, El modelo conceptual del instituto , en Decreto de creación del INEA,Ídem., Cuartillas 1-2, 15/10/2007.45 La estructura programática... , en Op.Cit., Cuartillas 4-16.http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08515/10/2007

47

Programas Subprogramas asociadosSustantivos

AlfabetizaciónAlfabetización directaTelealfabetizaciónTaller de alfabetización

Educaciónbásica

Educación básica comunitariaEducación básica en centros de trabajoEducación básica a través de medios de comunicacióncolectivaEducación básica por gobiernos estatalesAcreditación y certificación

Promoción cultural Salas de culturaCapacitación parael trabajo

Capacitación para el trabajo

De apoyoCalidad dela educación

Investigación e innovaciónEvaluación de sistemas y procesos educativos

AdministraciónPlaneaciónRecursos materiales, finanzas y personalInformación y relaciones públicasAsuntos jurídicos

El INEA fue establecido para centralizar en un solo organismo la

prestación de los servicios de educación para los adultos, a fin de

unificar criterios educativos, evitar la dispersión de los esfuerzos

y optimizar recursos; por ello, entre esos programas y/o

subpogramas quedaron incluidos servicios que ya venía

prestando el sistema educativo, y, como institución nueva, se

propuso implantar otros programas que juzgó necesarios para

suministrar una atención más amplia y adecuada a las

necesidades educativas de los adultos. Considero que la

implantación de programas a partir de 1982 se debió

probablemente a que siendo el INEA un organismo recién

instituido poseía una visión distinta de la tenida por las

instituciones que lo habían precedido respecto de la problemática

educativa de los adultos y de la manera de resolverla. Tal línea de

acción puede considerarse acertada. En efecto, por una parte, se

conservaban las experiencias y los resultados obtenidos por

48

instituciones antecesoras (lo cual esquivaba la costumbre de que

las acciones gubernamentales quedaran limitadas al periodo de

un sexenio presidencial); por otra parte, los programas por

establecer abrían la posibilidad de mejorar y avanzar en los

resultados proyectados. Además, el desaprovechamiento de la

estructura y de la dinámica educativas precedentes hubiera

significado para el INEA una innecesaria y cuantiosa inversión en

recursos humanos, financieros y materiales.

A dos meses y medio de su creación, diciembre de 1981, los

subprogramas que daban continuidad a servicios ya

suministrados fueron el de alfabetización directa (incluido dentro

del programa de alfabetización); el de educación básica

comunitaria y el de educación básica en centros de trabajo

(asignados al programa de educación básica); el subprograma de

salas de cultura (dentro del programa de promoción cultural). A

partir de 1982, el INEA planteaba llevar a la práctica los

subprogramas y/o los programas siguientes: telealfabetización y

el de taller de alfabetización (dentro del programa de

alfabetización); dentro del programa educación básica, el proyecto

de primaria para adultos mediante la radio y la televisión (del

subprograma educación básica a través de los medios de

comunicación colectiva); el subprograma de educación básica por

gobiernos estatales; incluidos en el programa calidad de la

educación, el subprograma de investigación e innovación y el de

evaluación de sistemas y procesos educativos; el subprograma de

acreditación y certificación y el programa de capacitación para el

trabajo; el programa de educación básica a través de medios de

comunicación colectiva iniciado en noviembre de 1981 con el

49

proyecto Secundaria Intensiva para Adultos por Televisión; el

programa de administración, con sus subprogramas de

planeación, de recursos materiales, finanzas y personal, de

información y relaciones públicas y el de asuntos jurídicos.

El objetivo del programa de alfabetización era que los adultos

aprendieran a leer, a escribir y manejar las operaciones

aritméticas fundamentales.46 Este programa no era algo nuevo

dentro de la educación de adultos pues la alfabetización

respondía a la Ley Nacional de Educación de Adultos, promulgada

en 1975, año en que también se había elaborado el Plan Nacional

de Educación para Adultos (PNEA) y se había constituido el

Sistema de Educación de Adultos (SNEA); asimismo, por ejemplo,

los CEBA (Centros de Educación Básica para Adultos) daban

alfabetización desde 1968. Más cercano a la creación del INEA, en

junio de 1981 se había iniciado el Programa Nacional de

Alfabetización (PRONALF), cuya meta fijada para un año era

alfabetizar a un millón de analfabetos mayores de 15 años y a seis

millones a largo plazo. Empezó a operar desconcentradamente en

las 32 entidades federativas, apoyado en las delegaciones

generales de la SEP. Operó en tres etapas: prealfabetización,

consistente en localizar a los analfabetos adultos e incorporarlos

a los servicios del programa, vincular y capacitar los agentes

operativos (alfabetizadores y organizadores regionales), promover

y difundir el servicio en las localidades, etc.; atención,

correspondiente a la alfabetización propiamente dicha; y

postalfabetización. Entre los elementos del PRONALF continuados

46 La estructura programática , en Op.Cit., Cuartilla 4,http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08529/10/2007

50

por el INEA se contaron la desconcentración de las operaciones,

la participación de jóvenes de secundaria y preparatoria

capacitados como alfabetizadores, el método de la palabra

generadora como método de alfabetización.47 Era necesario operar

de esa manera, pues el PRONALF había sido implantado hacía

apenas dos meses y era muy pronto para evaluar sus resultados.

El subprograma de alfabetización directa se diseñó para que un

alfabetizador enseñara a leer y escribir y las operaciones

aritméticas básicas (suma, resta, multiplicación y división) a un

grupo de diez adultos analfabetos en promedio, a lo largo de

cuatro meses, en 80 a 90 horas distribuidas en cinco a seis horas

semanarias. Su meta era alfabetizar a un millón de adultos,48

meta que se había transferido del PRONALF al INEA. Para

conseguirla, en cada entidad federativa se designó, en el nivel

administrativo, un delegado estatal del instituto, del que dependía

un coordinador de alfabetización, responsable a su vez de varios

coordinadores de zona. Éstos se encargaban de promover y

organizar los grupos de alfabetización, asignar un alfabetizador a

cada grupo y un organizador regional por cada trece grupos en

promedio.49

Se determinó que en los primeros meses de 1982 empezaría a

funcionar el subprograma de telealfabetización, para enseñar la

lectoescritura a 100 mil analfabetos mediante una combinación

47 Conde Bonfil, Carola, La educación de adultos vista como política públicawww.cmq.edu.mx/docinvest/document/DI27140 7 de noviembre de 2007

48 La estructura programática , en Op.Cit., Cuartilla 7,http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08529/10/200749 Ídem, http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08529/10/2007

51

de televisor, material impreso y asesoría directa de un familiar

previamente capacitado o de un visitador domiciliario.50 Dado

que en la fuente parece enunciarse este subprograma aún en

calidad de proyecto por realizarse en fecha posterior, no

especifica, por ejemplo, el canal de televisión transmisor, la

frecuencia ni el horario de las transmisiones, la manera de

seleccionar y capacitar a los asesores, la duración de su

capacitación, la forma de evaluación ni la de acreditación. No

obstante, el subprograma podía considerarse estrategia acorde

con la enseñanza abierta y pertinente para ampliar la cobertura

de los servicios de alfabetización. Se quisiera suponer que quienes

lo propusieron también previeron cuestiones prácticas como: la

facilidad de que un adulto prestara su casa como lugar de

reunión; las relaciones entre vecinos que, en el caso de ser

buenas, propiciaran la integración de los grupos de estudio; la

posibilidad de que los alfabetizandos siempre pudieran coincidir

en un mismo horario de asistencia al grupo (las variaciones de

horario y/o de sitio de reunión favorecen la inasistencia y

finalmente la deserción). Cuestiones como las anteriores, aunque

ajenas al sistema educativo, se convirtieron frecuentemente en

factores que inutilizaron la eficacia de sus programas.

A partir de febrero y mayo de 1982 maestros de ciencias sociales

y de civismo de segundo y tercer grados de secundaria

impartieron un taller de alfabetización para capacitar, durante

dos horas semanarias, en la metodología para alfabetizar a

50 Idem, en Op.Cit., Cuartilla 8,http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08529/10/2007

52

quienes desearan colaborar como alfabetizadores.51 Al leer el texto

de subprograma me surge la interrogante de por qué no se pensó

en que los impartidores de los talleres fuesen maestros de

español, quienes estarían más familiarizados con los métodos de

enseñanza del idioma. Independientemente de eso, considero que

la idea era buena para allegarse personal docente para los

talleres, pues para el año calendárico de 1982-1983, en el país

había 9 mil 861 escuelas secundarias oficiales atendidas por 155

mil 412 maestros.52 Lo interesante hubiera sido conocer cuántos

de ese total de maestros impartían ciencias sociales y civismo en

ese año. Creo que eso podría estimarse, aunque de modo

sumamente impreciso, dividiendo dicho total entre tres (los

grados de secundaria) y se obtendrían 51 mil 804 maestros por

grado, que divididos a su vez entre ocho (las asignaturas de

secundaria) arrojaría un subtotal de 6 mil 475 maestros por

asignatura, de modo que se contaría 12 mil 951 maestros de

ciencias sociales y civismo. Lógicamente, no todos ellos

participarían como impartidores de los talleres; piensos que los

elaboradores del subprograma sin duda tomaron en cuenta que

es común entre los maestros de secundarias oficiales impartir

clases en los turnos matutino y vespertino o dedicarse a otras

actividades remuneradas durante sus horas libres; eso debió de

haberlos llevado a prever que tendrían que realizar una cuidadosa

selección y a una cuantificación realista de los posibles

impartidores de los talleres. Por poner un ejemplo: suponiendo

que del estimado de 12 mil 951 maestros de ciencias sociales y

civismo participaran como impartidores el 10%, se tendría a nivel

51 Ídem.52 Estadística Histórica del Sistema Educativo Nacional, 1980-1989,(http://www.sep.gob.mx/work/appsite/nacional/index.htm 8/11/2007.

53

nacional mil 295 maestros, y 647 si participara sólo el 5%. ¿Eran

suficientes para alcanzar las metas respectivas del subprograma?

No puedo saberlo porque no hay punto de comparación dado que

la fuente no las especifica.

Mediante el programa de educación básica se proporcionó

educación primaria a los egresados de los cursos de

alfabetización, y primaria o secundaria a los adultos que no las

hubieran iniciado completado y que ya supieran leer y escribir.53

Como la educación básica era un servicio educativo ya

suministrado antes de la creación del INEA, el enunciado del

programa aclara que se adecuarían los contenidos, métodos,

materiales y modalidades de atención para satisfacer mejor las

necesidades de los usuarios.

Al subprograma de educación básica se le asignaron dos

poblaciones meta: adultos residentes en comunidades de más de

2 mil 500 habitantes, rurales o suburbanas, mediante la

participación organizada de las comunidades mismas, y adultos

alfabetizados por el PRONALF, independientemente del tamaño de

la comunidad.54 En la primaria impartida como continuación de

la alfabetización, se previó aprovechar la dinámica de cada grupo

de alfabetización, pues la impartiría el mismo alfabetizador,

capacitado como asesor de primaria, en el mismo local y horario;

los adultos podrían cubrir la primera parte de la primaria abierta

durante seis horas semanales como mínimo a lo largo de seis

53 La estructura programática , en Op.Cit., Cuartilla 5,http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08512/11/200754 Idem, Cuartilla 9,http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08512/11/2007

54

meses; cada asesor recibiría una gratificación mensual de $1500

y un estímulo de $50 por examen acreditado por cada uno de los

adultos que hubiera asesorado; los libros de primaria seguirían

siendo distribuidos en forma gratuita y los de secundaria a un

precio de entre $50 y $60 el ejemplar.55

Respecto de los materiales didácticos para la primaria, el INEA

continuó usando hasta 1988 los libros de texto de la Primaria

Intensiva para Adultos (PRIAD). La PRIAD se había ideado para

que los adultos cursaran y acreditaran la primaria en tres años

como promedio. Se impartía en tres niveles y comprendía las

áreas de matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales y

español. Cada nivel comprendía tres partes apoyadas con doce

libros de texto proporcionados gratuitamente por la SEP, los

cuales estaban estructurados en ocho unidades temáticas con

objetivos generales, desarrollo de actividades y ejercicios de

evaluación.56

Asimismo, mediante el programa de Secundaria Abierta para

Adultos (SECAB) ya se impartía secundaria para adultos,

estructurada, al igual que la primaria, en cuatro áreas de

conocimiento que se desarrollaban a lo largo de doce cursos y

podía cursarse, según el ritmo aprendizaje del adulto, en un

periodo de dos a cuatro años en condiciones de óptimo

aprovechamiento. La estructura académica y administrativa era

similar a la del PRIAD, con la diferencia de que los textos no eran

55 Ídem.56 Calderón López-Velarde, Jaime, Revisión crítica de la política de educación deadultos en Michoacán 1982-1994, p.4,crefal.edu.mx/.../coleccion_crefal/rieda/a1996_1/calderon15/11/2007

55

gratuitos. Al término de los estudios, los egresados podían

obtener un certificado con el reconocimiento oficial que los

habilitaba para continuar en el nivel medio superior, ya fuera en

el bachillerato terminal o propedéutico.57

En la continuación del programa de educación básica, el INEA no

podía liberarse, a la fecha de su creación, de los factores que

influían en la eficacia de los servicios. Tales factores fueron

diagnosticados en el documento Elementos que constituyen el

sistema de educación para adultos. Situación actual, elaborado por

la Dirección General de Educación para Adultos en mayo de

1980, y eran: las características y expectativas personales de los

adultos; las características y expectativas personales de los

asesores; la dinámica empleada en la promoción de los servicios,

en la incorporación de adultos, en la distribución de los

materiales didácticos; la pertinencia de los mismos; la forma de

evaluar y acreditar los estudios, y el índice de retención del

sistema.58

Dicho documento se basó en los siguientes: El proceso de

enseñanza-aprendizaje y la eficiencia interna del Sistema Nacional

de Educación Abierta (Dirección General de Acreditación y

Certificación DGAC y Centro de Estudios Educativos,

septiembre de 1979), Muestra aplicada a los estudiantes de 1er.

año de secundaria (DGAC, junio de 1979), Organización de los

57 Ídem.58 Dirección General de Educación para Adultos, Elementos que constituyen el sistemade educación para adultos. Situación actual, pp. 3-16, mecanografiado, SEP, mayo,1980,http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/view.asp?page=36&id=08500118/11/2007

56

educandos del Sistema Nacional de Educación Abierta (DGAC,

septiembre de 1978), Características de los educandos del Sistema

Nacional de Educación Abierta (DGAC, septiembre de 1979) y

Análisis de los resultados obtenidos en la encuesta realizada para

evaluar el Sistema Nacional de Educación para Adultos (Centro

Nacional de Información y Estadística del Trabajo CENIET , abril

de 1977).59 Las páginas consultadas en ellos, no se especifican en

el cuerpo del documento.

Respecto de los adultos, dicho documento asentaba lo siguiente:

los adultos que demandaban la educación básica eran menores

de treinta años (dos tercios eran mujeres, solteras en su gran

mayoría, pero casadas y amas de casa en la zona metropolitana

del Distrito Federal), económicamente activos, sin el tiempo

suficiente para dedicarse al estudio, hijos de padres dedicados a

trabajos manuales; en las zonas rurales, esos adultos pertenecían

a los sectores sociales más altos, pero a los más bajos en las

áreas urbanas. Demandaban educación básica para mejorar su

nivel de ingresos o bien (como en el caso de las amas de casa del

Distrito Federal) para ayudar a sus hijos en las tareas escolares.

Se clasificaban como estudiantes libres, es decir, que no asistían

a círculos de estudio, y estudiantes que sí lo hacían. Los primeros

mostraban mayor motivación para el estudio, mejor rendimiento y

expectativas más elevadas que los segundos. En la zona

metropolitana del Distrito Federal, la mayoría de los adultos

incorporados eran estudiantes de secundaria no terminada.60 Con

base en los datos anteriores, dicho documento sugería: crear una

alternativa de atención específica para los adultos mayores de 30

59 Ídem, cuartilla 25.60 Ídem, cuartillas 3-4.

57

años de edad, que no necesariamente implicara la acreditación de

la educación general básica; hacer hincapié en las habilidades y

destrezas requeridas por ocupaciones que quisieran realizar o

estuvieran realizando las mujeres, solteras o casadas; adecuar

mejor los contenidos, los horarios, los tiempos de estudio y la

ubicación de los locales a las condiciones de los adultos varones;

reforzar la atención a los estratos sociales más bajos de las zonas

rurales, impartiendo principalmente los contenidos más

necesarios para mejorar el nivel de vida del adulto (conservación

de alimentos, medicina preventiva, etc.); vincular más

estrechamente la educación abierta con la generación de

autoempleos y formas cooperativas de producción.61

Respecto de los asesores de educación básica, dicho documento

asentaba: su edad promedio era de veintisiete años, mujeres en

su mayoría para primaria, varones para secundaria, varones y

mujeres en los círculos de estudio.62 Los asesores de estudiantes

libres no eran maestros normalistas; casi la mitad lo eran en los

círculos de estudio; en general, eran estudiantes de preparatoria o

educación superior, pero sin capacitación específica para las

asesorías, a las cuales dedicaban entre una y dos horas diarias;

en las áreas rurales eran principalmente mujeres. En general,

poseían bajas expectativas respecto del rendimiento de los

adultos asesorados, no utilizaban material didáctico adicional a

los libros de texto y no dominaban los mecanismos de evaluación

del aprendizaje.63 En consecuencia, el estudio de diagnóstico

recomendaba capacitar mejor a los asesores en el manejo de los

61 Ídem, cuartillas 4-6.62 Ídem, cuartilla 6.63 Ídem, cuartillas 6-7.

58

materiales, en diversas formas de estudiar y de fomentar el

autodidactismo, en los procedimientos de evaluación y

actualización empleados, en dinámicas de grupo; al mismo tiempo

sugería beneficiarlos con motivaciones y estímulos.64

Para incorporar adultos a los servicios educativos ofrecidos, las

unidades promotoras móviles acudían a sitios en que se

concentraba gran cantidad de personas, aunque dichas unidades

se preocupaban más por incorporar la mayor cantidad de adultos

que en darles una adecuada orientación.65 No obstante, la eficacia

de esas unidades parecía baja en la zona metropolitana, pues en

ésta 7 de cada 10 adultos se enteraban de dichos servicios

platicando con familiares o amigos. La eficacia de la radio y la

televisión para el mismo propósito resultaba mínima.66 Para

incorporarse a los servicios educativos del SNEA, los adultos

llenaban formas de registro que, exceptuadas las de secundaria,

no les representaban mayor dificultad.67 De los adultos

incorporados a los niveles introductorio y de primaria, 33.3% (en

la zona metropolitana) había esperado un promedio de dos

semanas para recibir los materiales didácticos correspondientes.

Los libros de texto de secundaria no eran gratuitos y los adultos

reportaban muchas dificultades para conseguirlos, principal y

mayoritariamente en las zonas rurales, pues las librerías no los

tenían en existencia; los textos más difíciles de conseguir eran los

de matemáticas y español (los cuales eran los que requerían más

64 Ídem, cuartillas 7-8.65 Ídem, cuartilla 9.66 Ídem, cuartillas 9-10.67 Ídem, cuartilla, 10.

59

horas de estudio).68 Una abrumadora mayoría de los adultos

informaba carecer de las guías de estudio respectivas. También

los asesores se quejaban de la falta del material necesario.69 Por

lo tanto, se sugería adecuar los contenidos, especialmente los de

secundaria, al tiempo real que el adulto podía dedicar al estudio,

satisfacer mejor la necesidad manifiesta de las amas de casa de

ayudar a sus hijos en las tareas escolares, preparar guías de

estudio de los libros de texto para utilizarlas sistemáticamente en

los círculos de estudio y como apoyo para los estudiantes que no

asistieran a ninguno; crear materiales complementarios al libro

de texto orientados a grupos específicos (amas de casa,

trabajadores y trabajadoras domésticos, pequeños productores

rurales y urbanos, etc.); cuidar que el adulto siempre encontrara

los libros de texto en librerías y en las tiendas y bodegas de la

Comisión Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO).70

Por otra parte, el estudio de diagnóstico realizado señaló que una

investigación a nivel nacional efectuada en 1979 reportaba la

insuficiencia de la realización de los ejercicios de los libros de

texto para acreditar las materias71, el exceso de actividades en

algunos libros de texto (quince en promedio por lección), falta de

concordancia entre los objetivos de las actividades y su

desarrollo, y el que esos libros no promovieran la investigación

(con excepción del de ciencias sociales de secundaria, que la

promovía sustancialmente).72

68 Ídem, cuartilla 14.69 Ídem, cuartilla 15.70 Ídem, cuartillas 16-18.71 Ídem, cuartilla 14.72 Ídem, cuartilla 15.

60

Para 1977, ese mismo diagnóstico reportaba que los adultos

disponían oportunamente de los exámenes, pero que tardaban

hasta un promedio de tres meses para conocer los resultados de

los exámenes de secundaria. (El diagnóstico aclara que se

desconocía ese dato con respecto a los exámenes de primaria.73) A

nivel nacional, 50% de los adultos (aunque no se especifica si de

primaria, secundaria o de ambos) desconocía los procedimientos

de evaluación; como preparación para los exámenes, los adultos

en general memorizaban los textos y 25% memorizaba apuntes

tomados en cuadernos. A nivel nacional, los adultos presentaban

de cuatro a cinco exámenes por año (de los cuales eran aprobados

sólo uno o dos), en primaria los adultos acreditados constituían

un promedio de 25% y de 40% en secundaria; los datos

específicos sólo para dos ciudades eran 34% de acreditados para

el Distrito Federal y 20% para Guadalajara.74

Tomado en cuenta lo anterior, era lógico que el diagnóstico

recomendara: la entrega más pronta de los resultados de los

exámenes presentados; reformular aquellas secciones de los

exámenes las cuales propiciaran la memorización, a fin de que lo

estimulado fuera el autodidactismo y de que los exámenes

funcionaran como un recurso más de aprendizaje (informando al

adulto cuál fue el error y cómo corregirlo), al tiempo que

evaluaran no sólo los contenidos adquiridos sino principalmente

la capacidad del adulto para crear, investigar, allegarse fuentes

complementarias y transferir a la práctica lo aprendido; elevar la

tasa de aprobación consiguiendo que el adulto dominara las

instrucciones y la forma de responder los exámenes, facilitándole

73 Ídem, cuartilla 18.74 Ídem, cuartillas 18-19.

61

la presentación de los mismos. (Esto último era esencial en el

caso de estudiantes campesinos que debían realizar los trámites

respectivos en oficinas ubicadas en las ciudades por lo cual

debían gastar, además del costo del examen, también en

transporte y alimentación y que presentaban el examen ante un

examinador desconocido generalmente de hábitos urbanos.)75

Con respecto a la retención del SNEA, el estudio diagnóstico

asentaba que desertaba del sistema el 61% de los adultos, y que

de cada 10, aproximadamente cuatro estudiaban, tres no lo

hacían por falta de material didáctico, dos por falta de tiempo, y

uno por otras razones.76

El subprograma de educación básica en centros de trabajo se

transfirió de la SEP al INEA para continuar impartiendo

alfabetización, primaria o secundaria a trabajadores de

secretarías de Estado, organismos descentralizados, empresas

paraestatales y empresas privadas. Al haberlo asumido el INEA, el

subprograma continuó funcionando así: el instituto se

responsabilizaba de capacitar al asesor, de proporcionarle

materiales didácticos y asesoría técnica y de acreditar los

estudios; por su parte, el centro de trabajo suministraba el asesor

(un empleado suyo o un maestro contratado para el caso) y

facilitaba y organizaba el servicio dentro de la jornada de trabajo.

Con base en los resultados obtenidos hasta 1981 por la SEP, el

INEA se proponía atender a 230 mil adultos en 1982.77 Varios

75 Ídem, cuartillas 19-21.76 Ídem, cuartilla 22.77 La estructura programática , en Op.Cit., Cuartilla 10,http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08525/11/2007

62

resultados al respecto se muestran en la tabla 3.4 para primaria y

en la 3.5, para secundaria.

Las actividades del subprograma educación básica a través de

medios de comunicación colectiva se iniciaron en noviembre de

1981 con el proyecto Secundaria Intensiva para Adultos por

Televisión. El proyecto preveía doce cursos, distribuidos en 900

programas de televisión de 20 minutos cada uno, transmitidos

por Canal 11 para el área metropolitana de la ciudad de México y

por Televisión de la República Mexicana para el resto del país.

Además de los programas de televisión, el programa incluiría 17

libros, guías para el estudiante y exámenes de acreditación. Cada

curso se desarrollaría en seis meses; cada serie de programas de

televisión cubriría aproximadamente 50% de los contenidos del

programa de estudios. En la época se estaba previendo y

diseñando la impartición de primaria para adultos mediante la

radio y la televisión para el segundo semestre de 1982.78

Para diciembre de 1981, el subprograma de educación básica por

gobiernos estatales era un proyecto previsto pero aún no

implantado. A lo largo de 1982 se proponía establecer 250 centros

de educación básica que atendieran a más de 25 mil adultos, en

coordinación con cada gobierno estatal: éste proporcionaría los

locales y contraría a los maestros; el INEA, por su parte,

suministraría asesoría, materiales didácticos y la certificación de

los estudios. Los gastos serían sufragados por ambas partes.79

78 Ídem, cuartilla 11.79 Ídem, cuartillas 11-12.

63

Al subprograma de acreditación y certificación se le asignó el

objetivo general de reconocer lo que los adultos sabían y de

motivarlos para que continuaran su proceso educativo. Como

objetivos particulares se le asignó eliminar los obstáculos que

dificultaran el registro de adultos, aplicar los exámenes en el sitio

más cercano a ellos, aumentar la frecuencia de los exámenes y

entregar los resultados en el plazo más corto posible, incrementar

la cantidad de adultos que presentaran al menos un examen, el

promedio de exámenes acreditados por adulto, la relación entre la

cantidad de exámenes presentados y de exámenes solicitados y la

relación entre la cantidad de exámenes acreditados y de

presentados. Los servicios de acreditación se suministrarían

desconcentradamente a partir de 1982 en oficinas en las

delegaciones del Distrito Federal y en diversas localidades del

interior.80 Como se deduce de los objetivos asignados al

subprograma, era acertado incrementar la cantidad de adultos

acreditados aumentando la frecuencia de los exámenes,

acortando las distancias del domicilio de los adultos hasta el sitio

de registro y presentación de los exámenes y reduciendo el tiempo

de entrega de resultados. Sin embargo, puede decirse que tales

objetivos aunque colaboraban a solucionar el problema de la

reprobación, no iban al fondo del mismo, pues no explicitaban

cuestiones intrínsecas de reprobación, como el aprendizaje

memorístico propiciado por la estructura de los exámenes, el que

éstos no fueran un recurso más de aprendizaje, el que el adulto

no dominara las instrucciones y la forma de responder los

exámenes, y que al adulto se le dificultara transferir a la práctica

lo aprendido. Eran ésos factores de reprobación según el

80 Ídem, cuartillas 12-13.

64

documento Elementos que constituyen el sistema de educación

para adultos. Situación actual, ya citado.

El programa de promoción cultural se implantaría para elevar el

nivel cultural de los adultos de determinadas áreas rurales con la

participación de la comunidad.81 Se seguirían operando las mil

800 salas de cultura establecidas hasta 1981 y en 1982 se

planeaba establecer 2 mil 400 más en poblaciones con menos de

2 mil 500 habitantes. En las salas de cultura se planeaba

organizar servicios de alfabetización, educación básica y

capacitación para el trabajo.82

El programa de capacitación para el trabajo se ofrecería como una

continuación de la alfabetización, adicionalmente a la educación

básica y complementariamente a la promoción cultural, en

vinculación con los recursos y el sector productivo regionales.83 El

servicio se prestaría a cualquier adulto aunque no estuviera

atendido por algún otro subprograma del instituto, en un centro

de capacitación o mediante profesionales y maestros de taller

enviados a las comunidades. La capacitación para el trabajo sería

acreditada como parte de la educación básica.84

El programa calidad de la educación se proponía elevarla

diversificando los servicios, los materiales didácticos, los métodos

y los sistemas de acreditación.85 Dentro de este programa, el

subprograma de investigación e innovación planeaba, para 1982,

81 Ídem, cuartilla 5.82 Ídem, cuartilla 13.83 Ídem, cuartillas 5-6.84 Ídem, cuartillas 13-14.85 Ídem, cuartilla 8.

65

comenzar a integrar el grupo de investigadores del instituto y

contratar algunos proyectos de investigación e innovación con

instituciones especializadas. Los principales proyectos por

realizar durante 1982 serían la diversificación de modelos de

educación básica, la caracterización del adulto, la detección de las

necesidades regionales y el desarrollo de materiales didácticos.

Con el subprograma de evaluación de sistemas y procesos

educativos se planteaba medir la eficacia, la eficiencia y la

relevancia de los materiales didácticos, de las metodologías, de los

sistemas de acreditación y de la operación de los servicios; el

sistema evaluación permanente se iniciaría en 1982.86

El programa de administración estableció que el Instituto operara

en forma desconcentrada, estableció una delegación en cada

entidad federativa y empezó a realizar acciones para conseguir la

participación de los gobiernos estatales y encaminarse a la

descentralización. Tanto la estructura orgánica de las oficinas

centrales como la de cada delegación se definieron en

concordancia con la estructura programática.87 Dentro de este

programa, el subprograma de planeación se proponía la operación

la primera etapa de un sistema de información integral que

realizara estudios de diagnóstico y prospectivos en los cuales

basar las acciones de instituto a nivel nacional, estatal y regional;

la planeación sería coordinada a nivel central.88 Mediante el

subprograma de recursos materiales, finanzas y personal se

realizarían en las delegaciones estatales, en forma

desconcentrada, la contratación de personal, la elaboración de

86 Ídem, cuartillas 14-15.87 Ídem, cuartilla 6.88 Ídem, cuartilla 15.

66

nóminas y parte de las compras.89 El subprograma de

información y relaciones públicas daría a conocer los servicios

suministrados y promovería la participación social en la

educación de los adultos, mediante campañas de difusión en la

prensa, la radio y la televisión. El subprograma de asuntos

jurídicos tendría que establecer el marco legal para la operación

del instituto, la concertación de convenios con otras

dependencias.90

Me parece que entre las conclusiones de este apartado puedo

presentar, desde mi punto de vista, las siguientes. Como

institución recién creada, el INEA adoptó una estructura

programática que combinó programas ya operados con

anterioridad y programas de nueva creación. Fue una estrategia

adecuada pues así se aprovechaban experiencias y resultados que

habían mostrado su viabilidad, se planeaba mejorar y ampliar la

atención a los adultos mediante nuevos programas, al tiempo que

se deseaba optimizar los recursos humanos, financieros y

materiales ya asignados y por asignar.

No obstante, hubo algunos programas nuevos que, aunque

ideados con imaginación, parecerían un tanto utópicos en sus

inicios; por ejemplo, el subprograma de telealfabetización y el

taller de alfabetización impartido por maestros de ciencias

sociales y de civismo.

Con relación al primero, yo anotaría que su eficacia se hacía

depender inadvertidamente de supuestos tomados como reales

89 Ídem.90 Ídem, cuartilla 16.

67

por el instituto y que eran factores ajenos a él: la buena

disposición de los adultos para prestar su casa como lugar de

reunión; las buenas relaciones entre vecinos propiciarían la

integración de los grupos de estudio; no sería difícil que los

adultos coincidieran en un mismo horario de asistencia al grupo.

Respecto al segundo, pienso que se incurría en la deficiencia ya

conocida de emplear personal no especializado en la enseñanza

de adultos ni en alfabetización, pues se recurría a maestros de

ciencias sociales y de civismo de secundaria para impartir el

taller. Además, el enunciado del subprograma me parece el de un

buen propósito pues carecía de metas cuantitativas con las cuales

evaluar su eficacia.

Considero que los dos problemas anteriores ejemplificaban los

propios de una institución nueva, deseosa de trabajar pero que se

enfrentaba a deficiencias ya tradicionales en la educación de

adultos, entre las cuales yo apuntaría: la falta de especificidad en

los contenidos y en las técnicas de enseñanza-aprendizaje, la

inadecuación de los mismos a las circunstancias reales de los

adultos, la desvinculación entre sus necesidades laborales y los

contenidos de aprendizaje, la carencia de capacitación específica

en educación de adultos para los asesores, las dificultades para

disponer de los materiales didácticos, la desmotivación de los

adultos causada por materiales didácticos y de sistemas de

evaluación que no apoyaban el autodidactismo. En una palabra,

aunque las leyes respectivas y los planificadores educativos

habían adoptado el sistema de educación abierta, el INEA tenía el

68

desafío de terminar con la inercia de tratar al adulto como

estudiante de un sistema escolarizado.

2.4 ESTRUCTURA ORGÁNICA DEL INEA Y SU MODELO

CONCEPTUAL (1981)

El INEA operaría sus programas de manera desconcentrada:

establecería una delegación en cada entidad federativa y realizaría

gestiones para conseguir la participación de los gobiernos

estatales. La fuente consultada no especifica cuál fue la

estructura orgánica adoptada por el INEA en la época de su

creación; únicamente indica que la estructura orgánica tanto de

las oficinas centrales como la de las delegaciones INEA se definió

en concordancia con la estructura programática;91 es de suponer,

entonces, que hubo dirección de alfabetización, dirección de

educación básica, dirección de promoción cultural, dirección de

capacitación para el trabajo, dirección de servicios de apoyo y

dirección de administración.

Dado que el INEA fue concebido como una estructura técnico-

administrativa, el instituto no impartió directamente los servicios

educativos, sino que se apoyó en instalaciones y personal de

instituciones y organismos de los sectores público, privado y

social y de patronatos de fomento educativo estatal y otras

asociaciones, como se aprecia en el esquema siguiente.92

91 Ídem, cuartilla 6.92 El modelo conceptual del instituto , en Decreto de creación del INEA,mecanografiado, 13 de diciembre de 1981,http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08529/11/2007

69

Entre las instituciones y organismos de los sectores público,

privado y social se contaban: secretarías de Estado,

procuradurías, gobiernos estatales y municipales, organismos

descentralizados y desconcentrados, fideicomisos y empresas de

participación estatal (sector público); cámaras, asociaciones y

empresas (sector privado); federaciones y confederaciones de

70

sindicatos, sindicatos, cooperativas, agrupaciones, partidos

políticos, asociaciones civiles y asociaciones religiosas.93

Dichas instituciones, organismos, patronatos y asociaciones

proporcionaron los agentes operativos que atenderían

directamente a los adultos; el INEA se responsabilizó de: diseñar

los modelos, materiales y metodologías pertinentes; coordinar y

supervisar los servicios ofrecidos; capacitar a los agentes

operativos; evaluar y acreditar el conocimiento adquirido por los

adultos; producir y distribuir los materiales didácticos necesarios,

y canalizar a las instituciones encargadas de operar directamente

los servicios los recursos federales asignados para ese propósito.94

El concepto de agentes operativos comprendió tanto a los

organizadores regionales, promotores de educación básica

comunitaria y responsables de educación básica en centros de

trabajo, como a quienes ellos coordinaban, es decir, a los

alfabetizadores, asesores y promotores de salas de cultura.95

El cuadro siguiente muestra la vinculación de los agentes

operativos con las instancias correspondientes:96

93 Ídem, cuartilla 3.

94 Ídem, cuartillas 3-5.95 Ídem, cuartilla 2.96 Ídem, cuartilla 4.

71

Agente operativo Instancia de la que dependía§ Alfabetizadores§ Organizadores regionales

Comités de educación básicapara adultos (patronato defomento educativo estatal)

§ Asesores§ Promotores de educación

básica comunitaria§ Promotores de salas de

cultura

Comités culturales (patronatode fomento educativo estatal)

§ Asesores y responsables deeducación básica en loscentros de trabajo

Instituciones y organismos delos sectores público, privado ysocial.

La tabla siguiente presenta el tipo de adultos atendidos según las

instancias de atención.97

Instancia Tipo de adultos atendidosInstituciones y organismosde los sectores público,privado y social

Empleado de alguna instituciónu organismo o ligado con algunode ellos.

Patronato de fomentoeducativo estatal o unaasociación civil.

No empleados, empleados deempresas muy pequeñas yligados a alguna institución uorganismo.

Respecto del financiamiento, los comités de educación para

adultos y los comités culturales lo recibían del patronato de

fomento educativo estatal correspondiente. A su vez, cada

patronato era financiado en parte con recursos federales y en

parte con recursos estatales.

El esquema siguiente muestra la relación entre la estructura

programática del INEA, su estructura orgánica y su modelo

conceptual, con respecto a los programas de alfabetización, de

educación básica y de promoción cultural, que fueron los

97 Ídem.

72

adoptados como sustantivos. El esquema no hace referencia al

programa de capacitación para el trabajo probablemente porque

los servicios respectivos se habrían de impartir asociadamente

con los de educación básica.98

98 La estructura programática , en Op.Cit., Cuartilla 21,http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/inea/frames.asp?page=36&id=08529/11/2007

73

CAPÍTULO 3

LOGROS CUANTITATIVOS Y CUALITATIVOS

DE LOS PROGRAMAS SUSTANTIVOS

1981-1988

74

Como se mencionó en el capítulo anterior, para diciembre de

1981, a tres meses de de su creación, el INEA había establecido

que su estructura programática estaría constituida por cuatro

programas sustantivos (el de alfabetización, el de educación

básica, el de promoción cultural y el de capacitación para el

trabajo) y por dos programas de apoyo (el de calidad de la

educación y el de administración). Se indicó también que la

estructura orgánica del instituto se definió en coincidencia con la

programática.

Ambas estructuras se fueron ajustando a lo largo de 1982 a

1988, periodo de estudio de este trabajo terminal. Sin embargo,

en este capítulo se decidió adoptar los programas sustantivos y de

apoyo iniciales como categorías para organizar la información

relativa a los resultados cualitativos y cuantitativos alcanzados

por el INEA durante dicho periodo, pues de esa manera se tendría

un punto de comparación respecto del cual describir la evolución

de las acciones del instituto. Por lo general, la descripción se

efectúa por cada año del periodo cuando así lo permitió la fuente

consultada. Ésta fue básicamente la Memoria del Instituto

Nacional para la Educación de los Adultos, 1982-1988 y la

Memoria estadística del Instituto Nacional para la Educación de los

Adultos, 1982-1988, porque principalmente se deseó describir la

relación institucional interna entre metas y resultados

informados. Riesgos de ello, no inadvertidos, son que las fuentes

oficiales manipulen con fines políticos la información y den como

logros alcanzados metas propuestas.

75

1981-1983

Durante esos años, la actividad del instituto consistió

principalmente en integrar sus estructuras directiva y operativa

con cuadros técnicos, programas y proyectos provenientes de

distintas dependencias educativas. Así, incorporó personal de la

Dirección General de Educación para Adultos (DGEA), del

Programa Nacional de Alfabetización (PRONALF), de la Dirección

de Acreditación y Certificación (DAC) y del Consejo Nacional de

Fomento Educativo (CONAFE). Incorporó personal de los

departamentos de educación para adultos a cada delegación

estatal del instituto. Designó directores de programas y delegados

estatales, jefes de zona para la operación de los servicios, y

espacios físicos para cada instancia.99

Asimismo, incorporó los proyectos de promotores comunitarios,

centros de trabajo, programa nacional de alfabetización,

programa de promoción cultural. 100 Capacitó a delegados

estatales, coordinadores de programas y jefes de zona. Estableció

el círculo de estudio como la forma de atención más adecuada e

impulsó la integración, capacitación y participación de los comités

de educación para adultos. 101

Se obtuvieron los espacios físicos, mobiliario y equipo para las

oficinas de las delegaciones y las jefaturas de zona; se planeó y

llevó a cabo la distribución de materiales didácticos; se

instrumentaron los servicios de acreditación y certificación; se

99 García Arista, Enrique, Panorama general de la acción educativa del INEA , en Instituto Nacionalpara la Educación de los Adultos, Educación de adultos, XV años y más , INEA, México, 1996.100 Ídem.101 Ídem, p. 21.

76

promovió la imagen institucional y de sus servicios de atención

educativa; se establecieron los mecanismos de coordinación entre

todas las instancias operativas, y se diseñaron los primeros

manuales de funciones y procedimientos para todo el personal. 102

3.1 ALFABETIZACIÓN

A este programa sustantivo se asociaron inicialmente el

subprograma de alfabetización directa, el de telealfabetización y el

de taller de alfabetización. Para 1988, los servicios de

alfabetización eran suministrados mediante las modalidades de

atención directa y con apoyo de diversos medios. La atención

directa se llevaba a cabo mediante las opciones grupal, individual,

con apoyo de la radio y la telealfabetización, tal como se muestra

en la tabla 3.1.

A la fecha de su fundación, el INEA adoptó del PRONALF la meta

de alfabetizar en un año a un millón de adultos, al tiempo que se

planteó, para el periodo de 1984 a 1988, alfabetizar a 4.1 millones

de adultos, a fin de disminuir el índice nacional de analfabetismo

de 14.3% a 4%.103 El INEA consideró alfabetizado a la persona

que comprende lo que lee; expresa por escrito lo que piensa

acerca de un tema utilizando conectivos elementales y es capaz de

aplicar la lectoescritura en cartas, recados, llenado de solicitudes

y textos; que reconoce, ordena y escribe por lo menos los números

del 1 al 999 y resuelve por escrito problemas prácticos en que se

102 Ídem, p. 22.103 Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, Memoria del Instituto Nacional para laEducación de los Adultos, 1981-1988, pág. 25, Secretaría de Educación Pública, México, 1988.

77

requiere sumar, restar, multiplicar y dividir. Es decir, elige la

operación adecuada y la solución correcta por escrito.

Tabla 3.1. Modalidades y opciones de alfabetización en 1985*

Modalidadde

atenciónOpciones Población meta

Directagrupal

Se aplica a grupos de 10 a 15analfabetas atendidos por unalfabetizador en horarios y localeselegidos por los adultos.

GrupalDirectagrupalabreviada

Población migrante de zonasurbanas, suburbanas y rurales,que por su actividad laboral nopuede permanecer más de 4 o 5meses en una misma localidad.

RuralPara campesinos (en rancherías,ejidos o poblaciones).

Directa

Individual

Hispanohablantes imposibilitadosde asistir a un círculo de estudio,que no tienen acceso a un televisoro cuya comunidad no tienecobertura televisiva o radiofónicade las programaciones delinstituto. Recupera a desertores delas otras modalidades. Atención enel domicilio o centro de trabajopropio del adulto.

Con apoyo de laradio

Localidades rurales, pequeñas,dispersas y de difícil acceso.Audición individual o en grupo,con la asesoría del alfabetizador ycon apoyo diario de un orientador(familiar o vecino).

Con apoyode diversosmedios

Telealfabetización

Estudio individual o en grupo, conla asesoría del alfabetizador y conapoyo diario de un orientador(familiar o vecino), en el domiciliodel adulto o local que dispongan detelevisor.

* Elaborada con base en las páginas 30-31, de Instituto Nacional para la Educación de losadultos, Op.Cit.

78

1981

Tomando en cuenta el carácter masivo del programa, la necesidad

de capacitar a gran cantidad de alfabetizadores y

organizadores regionales, la posibilidad de reproducir a bajo costo

los materiales didácticos y las características de la población a la

que se dirigía, se seleccionó el método de la palabra

generadora.104 Las catorce palabras seleccionadas para la

aplicación del método fueron, en el orden de su utilización: pala,

vacuna, basura, medicina, cantina, trabajo, guitarra, familia,

leche, tortilla, piñata, casa, mercado y educación. 105

Dicho método fue probado en 1981 mediante el proyecto de

investigación Puertos Industriales106, en cinco entidades

federativas que representaban la realidad socioeconómica de los

analfabetas de Veracruz, Oaxaca, Michocacán, Guerrero (de alto

porcentaje de analfabetismo, en 1980) y Tamaulipas (de bajo

porcentaje de analfabetismo en ese año).

En ese entonces el método se aplicó en las modalidades de

atención a hispanohablantes y no en las dirigidas a indígenas

monolingües (porque, según pienso, el método estaba diseñado

sólo para el español). Se desarrollaba en tres etapas: 1) discusión

(con base en cada una de las catorce palabras, los adultos

hablan, reflexionan y buscan opciones de solución a sus

problemas, necesidades e intereses); 2) aprendizaje de la lectura y

104 Ídem, p. 29.105 Meneses Morales, Ernesto, Tendencias educativas oficiales en México, 1976-1988, pág. 278, Centrode Estudios Educativos/Universidad Iberoamericana, 1ª ed., México, 1997.

106 Instituto Nacional para la Educación de los adultos, Op.Cit., pág. 29.

79

escritura (el adulto conoce completa la palabra generadora, luego

dividida en sílabas y posteriormente integrada a familias

silábicas; a partir de aquí forma nuevas palabras y oraciones, que

se van volviendo más complejas en el transcurso de las sesiones);

3) aprendizaje de las matemáticas (realizado paralelamente a la

enseñanza de la lectoescritura en algunas modalidades, en otras

después de dominadas varias palabras generadoras, y en otras al

finalizar la lectoescritura). La enseñanza de las matemáticas tenía

que llevar a la solución de situaciones en que el adulto se

encuentra al comprar, vender, cobrar, pagar, contar, calcular,

comparar, producir y, en general, trabajar.107

1984

Para ese año, cada modalidad de atención disponía de sus

propios materiales didácticos: manual del alfabetizador,

cuadernos de ejercicios de lectoescritura y matemáticas para los

adultos; apoyos didácticos como láminas de palabras generadoras

y carteles fotográficos sobre los diversos temas, para promover la

discusión grupal con que se iniciaban todas las sesiones de

alfabetización; en la modalidad rural, se diseñaron juegos

didácticos, para reforzar lo aprendido.108

Las delegaciones habían elaborado materiales para la

postalfabetización, como monografías o libros de lectura con

leyendas, cuentos, canciones locales, etc., en los que se recupera

la historia oral de las comunidades. 109

107 Ídem.108 Ídem, pág. 43.109 Ídem.

80

En 1984 se inició el piloteo del proyecto de alfabetización a la

población indígena. Para ello, se obtuvo un diagnóstico

sociolingüístico de cada etnia, con base en el cual se definió la

problemática de la población indígena y el enfoque del modelo

educativo y los métodos de alfabetización que se le destinarían. Se

desarrolló de manera descentralizada: se integró un equipo

central y un equipo estatal para elaborar el modelo específico

para el grupo o los grupos étnicos que se atenderían en la

entidad. 110

Como resultados del piloteo, se inició la atención con una

población promedio de 300 adultos en cada etnia; se definieron

las estrategias específicas de atención con base en la información

obtenida respecto de las características organizativas de cada

etnia; se diseñó el modelo educativo y una versión experimental

de los materiales didácticos elaborados por los equipos estatales;

con base en el seguimiento y evaluación, se enriqueció el modelo

educativo y se mejoraron los materiales; se procedió al ajuste del

modelo operativo, y se organizó la expansión del proyecto.111

El proyecto piloto se desarrolló en 14 de las etnias mayoritarias

de diez entidades federativas con más de 50 mil hablantes de

cada lengua: Chiapas (tzeltal, tzotzil, chol y tojolabal), Hidalgo

(otomí), Estado de México (mazahua), Michoacán (purépecha),

Oaxaca (mixteco y zapoteco de la sierra y del istmo), Puebla

(náhuatl y totonaco), Veracruz (náhuatl y totonaco), Yucatán

(maya), Guerrero (náhuatl), Querétaro (otomí). Se proponía

110 Ídem, pág. 32.111 Ídem.

81

extender posteriormente el proyecto a los tarahumaras, en

Chihuahua.112

Las áreas de aprendizaje consideradas en el proyecto fueron:

lectura y escritura en la lengua materna, español oral,

matemáticas, lectura y escritura en español. Según las

circunstancias fueron varios los métodos de alfabetización

empleados: método de las palabras, de frases, el silábico, la

oración en forma graduada, la palabra generadora, la oración

como unidad significativa.113

Los materiales didácticos fueron: el libro del adulto, la guía para

la alfabetización en lengua materna y la guía para la enseñanza

del español oral. Entre los materiales complementarios se

incluyeron láminas, tiras de palabras, frases y oraciones, dibujos,

rotafolios, cartillas o cuadernillos de medicina popular.114

También se inició la operación del método global de análisis

estructural para la modalidad rural y la urbana.115

1985

Se alfabetizó sólo mediante la modalidad grupal hasta 1984, pero

a partir de 1985 se contó con siete modelos distintos de atención,

incluida la atención a la población indígena, sin precedente en

México, sobre todo por su enfoque bilingüe y de respeto a la

cultura de las diferentes etnias. También se diseñó un modelo

para la atención a la población invidente, el cual no se implantó

por problemas de operación y de recursos financieros.116

112 Ídem.113 Ídem, págs. 32-34.114 Ídem, pág. 34.115 García Arista, Op. Cit., pág. 22.116 Instituto Nacional para la Educación de los adultos, Op.Cit., pág. 43.

82

1988

Para 1988, en atención a la población indígena se disponía de 70

materiales distintos: 18 libros para los adultos y 18 guías para el

alfabetizador, en: tzeltal, tzotzil, tojolabal y chol (Chiapas); maya

de Yucatán; zapoteco de la sierra, zapoteco del istmo, mixteco y

mixe (Oaxaca); mazahua (Estado de México); purépecha

(Michoacán); totonaco y náhuatl (Veracruz); náhuatl (Guerrero);

otomí (Querétaro).117

Resultados cuantitativos

El adulto analfabeta y el adulto alfabetizado se consideran aquí

como unidades de medida para dimensionar, respectivamente, la

demanda potencial del INEA respecto de los servicios de

alfabetización y sus logros en la atención a la demanda. Dado que

el INEA fue creado en 1981, se parte del X Censo general de

población y vivienda. 1980, para dimensionar esa demanda

potencial y esa atención a la demanda en el periodo 1981-1988.

Con base en dicho censo, la demanda potencial de servicios de

alfabetización para 1980 era un total de 6 millones 451 mil 740

analfabetas, equivalente a un índice de analfabetismo nacional de

17%. El cuadro 3.1 muestra la participación de cada una de las

treinta y dos entidades federativas dentro de ese total, tanto en

absolutos como en porcentajes.118

117 Ídem, pág. 44.118 Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, Población analfabeta de 15años y más por entidad 1980. Fuente: X Censo General de Población y Vivienda1980 , en Memoria estadística del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos,1981-1988, pág. 16, Secretaría de Educación Pública, México, 1988.

83

Cuadro 3.1.Población analfabeta de 15 años y más por entidad

1980

Estado Poblaciónanalfabeta

Porcentaje deanalfabetismo

1. Aguascalientes 30 790 10.92. Baja California 46 178 6.63. Baja California Sur 9191 7.54. Campeche 40 071 17.05. Coahuila 70 059 7.96. Colima 24 955 12.97. Chiapas 428 604 38.08. Chihuahua 102 971 8.99. Distrito Federal 326 809 5.910. Durango 59 712 9.511. Guanajuato 392 761 24.012. Guerrero 408 268 35.613. Hidalgo 255 014 30.014. Jalisco 322 549 13.315. México 569 298 13.616. Michoacán 396 644 25.217. Morelos 91 447 16.918. Nayarit 64 999 16.519. Nuevo León 106 287 7.320. Oaxaca 478 500 36.021. Puebla 495 095 26.822. Querétaro 103 125 26.123. Quintana Roo 20 780 16.924. San Luis Potosí 198 263 21.625. Sinaloa 141 313 13.926. Sonora 74 822 8.527. Tabasco 102 841 18.028. Tamaulipas 108 669 9.729. Tlaxcala 51 355 16.830. Veracruz 721 552 23.431. Yucatán 121 160 19.032. Zacatecas 87 658 14.9

Total nacional 6 451 740 17.0

84

Dado que en el cuadro 3.1 las entidades federativas aparecen

ordenadas alfabéticamente y no según su mayor o menor de

analfabetismo, en el cuadro 3.2 las ordeno de la segunda manera

a fin de identificar fácilmente en cuáles el analfabetismo era

mayor y en cuáles menor.Cuadro 3.2

Entidades federativas ordenadasde mayor a menor porcentaje de analfabetismo, 1980

Entidadfederativa

Porcentaje de analfabetismo

Chiapas 38.0Oaxaca 36.0Guerrero 35.6Hidalgo 30.0Puebla 26.8Querétaro 26.1Michoacán 25.2Guanajuato 24.0Veracruz 23.4San Luis Potosí 21.6Yucatán 19.0Tabasco 18.0Campeche 17.0Morelos 16.9Quintana Roo 16.9Tlaxcala 16.8Nayarit 16.5Zacatecas 14.9Sinaloa 13.9México 13.6Jalisco 13.3Colima 12.9Aguascalientes 10.9Tamaulipas 9.7Durango 9.5Chihuahua 8.9Sonora 8.5Coahuila 7.9Baja California Sur 7.5Nuevo León 7.3Baja California 6.6Distrito Federal 5.9

85

Asimismo, para obtener una visión sinóptica de la situación

nacional del analfabetismo en 1980, el cuadro 3.2 me permitió

elaborar la tabla 3.2, en la cual las entidades federativas quedan

agrupadas en los rangos muy alto, alto y bajo de analfabetismo.

Se advierte el elevado contraste de analfabetismo (38%-21.6%)

entre las entidades del primer rango y las del tercero (9.7%-5.9%).Tabla 3.2

Entidades federativas agrupadas según su rango de analfabetismo

Porcentaje deanalfabetismo

Rango deanalfabetismo

Entidadesfederativas

38-21.6 Muy altoChiapas, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Puebla,Querétaro, Michoacán, Guanajuato,Veracruz, San Luis Potosí.

19-10.9 Alto

Yucatán, Tabasco, Campeche, Morelos,Quintana Roo, Tlaxcala, Nayarit, Zacatecas,Sinaloa, Estado de México, Jalisco, Colima,Aguascalientes.

9.7-5.9 Bajo

Tamaulipas, Durango, Chihuahua, Sonora,Coahuila, Baja California Sur, Nuevo León,Baja California, Distrito Federal.

Entre las causas del analfabetismo nacional podría yo mencionar,

por ejemplo, el analfabetismo funcional (el hecho de que los hoy

adultos hubieran adquirido en su niñez la lectoescritura y el

cálculo básico, pero que hubieran frustrado, por desuso, dichas

competencias), la incapacidad del sistema educativo nacional

para recuperar a los desertores de los primeros años de la

primaria (quienes a la postre se convierten en analfabetas

funcionales), la falta de motivación por parte del adulto actual

para adquirir la lectoescritura y el cálculo básico si considera no

necesitarlos en la actividad económica que desempeña, la

inadecuación de los materiales didácticos empleados en la

alfabetización y los intereses reales de los adultos. Sin embargo,

se puede establecer una correlación directa entre mayor grado de

86

analfabetismo y mayor grado de marginación social (cuadro

3.3).119

Cuadro 3.3. Grado de marginación por entidad federativa, 1980*

Se hace notar que, como variables para determinar el grado de

marginación el Consejo Nacional de Población (CONAPO) adoptó

las siguientes: el analfabetismo, la primaria incompleta, la falta

119 * Diferencias regionales de la marginación en México, 1970-1995.www.conapo.gob.mx/publicaciones/1999/PDF/99010.pdf 5/12/ 2007.

Entidadfederativa

Lugar queocupa en el

contextonacional

Grado demarginación

Porcentajede

analfabetismo

Oaxaca 1 Muy alto 36.0Chiapas 2 Muy alto 38.0Guerrero 3 Muy alto 35.6Hidalgo 4 Muy alto 30.0Tabasco 5 Muy alto 18.0Zacatecas 6 Muy alto 14.9San Luis Potosí 7 Muy alto 21.6Veracruz 8 Alto 23.4Puebla 9 Alto 26.8Querétaro 10 Alto 26.1Michoacán 11 Alto 25.2Nayarit 12 Alto 16.5Tlaxcala 13 Alto 16.8Quintana Roo 14 Alto 16.9Guanajuato 15 Alto 24.0Yucatán 16 Alto 19.0Campeche 17 Alto 17.0Sinaloa 18 Alto 13.9Durango 19 Alto 9.5Morelos 20 Medio 16.9Colima 21 Bajo 12.9Tamaulipas 22 Bajo 9.7Sonora 23 Bajo 8.5Baja California Sur 24 Bajo 7.5Chihuahua 25 Bajo 8.9Jalisco 26 Bajo 13.3Aguascalientes 27 Bajo 10.9Estado de México 28 Bajo 13.6Coahuila 29 Bajo 7.9Nuevo León 30 Muy bajo 7.3Baja California 31 Muy bajo 6.6Distrito Federal 32 Muy bajo 5.9

87

de drenaje, la carencia de electricidad, la falta de agua entubada,

el hacinamiento, el piso de tierra en la vivienda, la cantidad de

localidades menores de 5 mil habitantes y los ingresos monetarios

insuficientes.

La situación educativa que dio origen al Programa Nacional de

Alfabetización (PRONALF) en 1981 era entonces de un total

nacional de 6 millones 451 mil 740 analfabetas, equivalente a un

índice de analfabetismo nacional de 17%, y de una correlación

directa, en general, entre mayor índice de analfabetismo y mayor

grado de marginalidad social. Al PRONALF se le asignó la meta de

alfabetizar a un millón de adultos en un año, aproximadamente

de mediados de 1981 a 1983, a fin de reducir el índice de

analfabetismo nacional de 17% a 14.37%. A la fecha de su

fundación, el INEA adquirió esa meta, al tiempo que se planteó,

para el periodo de 1984 a 1988, alfabetizar a 4.1 millones de

adultos, para disminuir el índice nacional de analfabetismo de

14.3% a 4%.120

Del cuadro 3.4 se deduce que la meta del millón de adultos

alfabetizados en un año se había superado ligeramente en 1983,

año para el cual se había alfabetizado a 1 millón 47 mil 79

adultos a nivel nacional, estando ya en funciones el INEA. Del

cuadro también se deduce que de 1983 a 1988 el INEA había

alfabetizado a 3 millones 817 mil 484 adultos, de modo que a

fines de 1988 había alfabetizado a 4 millones 864 mil 563

120 Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, Memoria del Instituto Nacional para laEducación de los Adultos, 1981-1988, pág. 25, Secretaría de Educación Pública, México, 1988.

88

adultos, es decir, había superado en 18.6% su meta propuesta

para ese año.121

Cuadro 3.4Serie histórica de adultos alfabetizados

1981-1988 (en unidades)

121 Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, Serie histórica de adultosalfabetizados , en Memoria estadística del Instituto Nacional para la Educación de losAdultos, 1981-1988, pág. 26, Secretaría de Educación Pública, México, 1988.

Estado 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1981-1988Aguascalientes 530 1,916 1,615 2,753 1,341 3,861 4,125 3,656 19,797B. California 1,376 3,369 3,631 2,739 2,041 2,423 2,090 2,636 20,305B. Cal. Sur 81 105 414 883 595 326 230 457 3,091Campeche 341 5,343 4,155 5,516 10,986 8,024 6,902 3,264 44,531Coahuila 700 4,497 4,659 12,369 12,895 9,853 5,462 432 50,867Colima 1,011 3,763 2,585 4,547 5,488 1,297 596 552 19,839Chiapas 6,525 61,319 81,574 104,826 128,632 99,142 25,594 44,557 552,169Chihuahua 1,988 7,179 10,257 15,817 10,264 10,592 5,777 2,644 64,518Distrito Federal 280 3,180 4,525 4,617 3,815 11,262 27,359 10,692 65,730Durango 459 2,893 5,840 6,274 6,527 8,152 3,130 1,565 34,840Guanajuato 0 75,030 64,947 47,471 54,327 46,139 42,059 30,235 360,208Guerrero 2,274 43,457 22,235 25,722 23,062 63,430 80,468 48,325 308,973Hidalgo 7,025 19,660 14,681 21,042 25,840 43,087 59,921 45,047 236,303Jalisco 234 15,690 17,854 33,246 26,210 47,577 38,101 27,422 206,334México 728 10,203 7,386 19,566 43,604 105,535 69,222 11,977 268,221Michoacán 3,750 41,060 45,215 59,960 52,007 65,597 68,085 39,211 374,885Morelos 1,145 12,301 14,518 10,037 12,760 14,434 10,428 2,017 77,640Nayarit 1,054 5,597 7,827 9,540 8,616 8,527 8,700 2,017 51,878Nuevo León 1,912 11,636 12,751 23,018 20,654 13,012 5,211 1,426 89,620Oaxaca 2,104 13,970 13,593 25,036 35,737 60,261 59,072 41,620 251,393Puebla 4,988 20,562 38,180 22,000 20,344 103,228 80,908 48,186 338,396Querétaro 507 12,746 17,754 29,024 13,601 20,614 9,103 4,570 107,919Quintana Roo 1,782 3,053 2,130 2,009 2,843 4,666 2,541 1,429 20,453S. L. Potosí 9,750 25,202 31,117 39,757 38,930 25,745 16,592 8,449 195,542Sinaloa 804 8,054 9,157 17,457 20,543 18,807 13,947 8,540 97,309Sonora 483 7,713 9,488 10,889 6,211 5,492 4,881 2,117 47,274Tabasco 0 0 9,524 42,613 39,033 463 2,454 1,757 95,844Tamaulipas 283 7,470 7,940 13,565 14,292 12,811 12,251 6,356 74,968Tlaxcala 393 4,158 6,595 5,225 4,733 4,381 1,203 1,687 28,375Veracruz 839 22,277 19,567 44,892 81,227 151,630 160,903 117,589 598,924Yucatán 490 21,169 15,163 17,791 12,701 17,318 1,881 6,887 93,400Zacatecas 479 6,543 4,772 7,011 8,047 14,923 15,827 7,415 65,017

Totales 54,315 481,115 511,649 687,212 747,906 1,002,609 845,023 534,734 4,864,563

89

Con base en los cuadros 3.1 y 3.4 elaboré el cuadro 3.5,

comparativo de los porcentajes de analfabetismo por entidad

federativa correspondientes a 1980 y 1988.

Cuadro 3.5Comparativo de porcentaje de analfabetismo entre 1980 y 1988

1980-1988Unidades % de % de Analfabetismo

Analfabetas Alfabetizados Rezago a analfabetas rezago a reducido aEntidad 1980 1981-1988 1988 1980 1988 (%)Aguascalientes 30,790 19,797 10,993 10.9 3.89 7.01

B. California 46,178 20,305 25,873 6.6 3.70 2.90

B. Cal. Sur 9,191 3,091 6,100 7.5 4.98 2.52

Campeche 40,071 44,531 -4,460 17.0 -1.89 18.89

Coahuila 70,059 50,867 19,192 7.9 2.16 5.74

Colima 24,955 19,839 5,116 12.9 2.64 10.26

Chiapas 428,604 552,169 -123,565 38.0 -10.96 48.96

Chihuahua 102,971 64,518 38,453 8.9 3.32 5.58

Dist. Federal 326,809 65,730 261,079 5.9 4.71 1.19

Durango 59,712 34,840 24,872 9.5 3.96 5.54

Guanajuato 392,761 360,208 32,553 24.0 1.99 22.01

Guerrero 408,268 308,973 99,295 35.6 8.66 26.94

Hidalgo 255,014 236,303 18,711 30.0 2.20 27.80

Jalisco 322,549 206,334 116,215 13.3 4.79 8.51

México 569,298 268,221 301,077 13.6 7.19 6.41

Michoacán 396,644 374,885 21,759 25.2 1.38 23.82

Morelos 91,447 77,640 13,807 16.9 2.55 14.35

Nayarit 64,999 51,878 13,121 16.5 3.33 13.17

Nuevo León 106,287 89,620 16,667 7.3 1.14 6.16

Oaxaca 478,500 251,393 227,107 36.0 17.09 18.91

Puebla 495,095 338,396 156,699 26.8 8.48 18.32

Querétaro 103,125 107,919 -4,794 26.1 -1.21 27.31

Quintana Roo 20,780 20,453 327 16.9 0.27 16.63

S. L. Potosí 198,263 195,542 2,721 21.6 0.30 21.30

Sinaloa 141,313 97,309 44,004 13.9 4.33 9.57

Sonora 74,822 47,274 27,548 8.5 3.13 5.37

Tabasco 102,841 95,844 6,997 18.0 1.22 16.78

Tamaulipas 108,669 74,968 33,701 9.7 3.01 6.69

Tlaxcala 51,355 28,375 22,980 16.8 7.52 9.28

Veracruz 721,552 598,924 122,628 23.4 3.98 19.42

Yucatán 121,160 93,400 27,760 19.0 4.35 14.65

Zacatecas 87,658 65,017 22,641 14.9 3.85 11.05

Totales 6,451,740 4,864,563 1,587,177 17.0 4.18 12.82

90

Es necesario notar que el 4.18% nacional de analfabetismo

reportado por el INEA en 1988 pudo aumentar o disminuir, dado

que no deben tomarse en cuenta las cifras relativas a Campeche,

Chiapas y Querétaro, ya que en ellas existe la incongruencia de

haber mayor cantidad de alfabetizados de 1981 a 1988 que la

cantidad de analfabetas existentes en 1980.

Independientemente de lo anterior, y con base en el cuadro 3.5,

podría decirse que el INEA prácticamente habría alcanzado su

meta de atención en 1988 al haber reducido el índice de

analfabetismo nacional a 4.18%, pues se había propuesto

reducirlo a 4%. No obstante, de ningún modo la habría

conseguido si se toma en cuenta que el XI Censo general de

población y vivienda 1990 reporta 12.4% de analfabetas para ese

año.122

Tal disparidad podría deberse a dos razones. Por una parte,

podría haber dos lecturas de la meta planteada: que se planteara

reducir el analfabetismo a 4% o en 4%. Adoptando la segunda

lectura, se tendría 12.82% de analfabetismo en 1988, congruente

con el 12.4% reportado por el censo de 1990. Por otra parte, es

correcto el 4% de analfabetismo para 1988 reportado por el INEA

si ese porcentaje se calcula con referencia a la cantidad de

analfabetas existente en 1980 y si se supone que durante el

periodo 1981-1982 dicha cantidad estaría exenta de cambios

provocados, por ejemplo, por factores como el crecimiento

122 INEGI. IX Censo General de Población 1970. INEGI. XI Censo General de Población y Vivienda1990. INEGI. XII Censo General de Población y Vivienda 2000. INEGI. ...cuentame.inegi.gob.mx/poblacion/asistencia.aspx?tema=P 8/12/2007

91

demográfico o la deserción escolar en los primeros años de

primaria.

Para conocer la cantidad de adultos que el INEA alfabetizó por

modalidad de atención de 1981 a 1988, basta revisar el cuadro

3.6.123

Cuadro 3.6. Adultos alfabetizados por modalidad de atención1981-1988

Modalidad de atención

Año

Tot

al d

eal

fabe

tizad

os

Dir

ecta

grup

al

Tel

ealfa

-be

tizac

ión

Indi

vidu

al

Indí

gena

Rad

io a

lfa-

betiz

ació

n

Rur

al

1981 54 315 54 315 1982 481 133 467 890 13 246 1983 511 658 439 384 54 723 15 575 1 976 1984 687 216 513 414 45 466 88 706 2 391 31 373 5 8861985 747 906 538 174 16 394 142 906 4 133 35 589 10 6601986 1 002 609 812 723 6 440 107 262 2 086 29 261 44 8371987 845 023 671 001 2 790 51 517 31 442 15 599 72 6741988+ 537 430 403 072 1 612 24 924 39 031 96 743 59 117

Total 4 331 842 3 377 768 127 425 430 940 79 083 123 472 193 154

+ Datos estimados.

Con base en los cuadros 3.2 y 3.5, elaboré el cuadro 3.7, el cual

indica que la cantidad de alfabetizados de 1980 a 1988 hizo variar

el lugar que las entidades federativas ocupaban según su grado

de analfabetismo.

123 Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, Adultos alfabetizados por modalidad deatención , en Memoria estadística del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, 1981-1988,pág. 20, Secretaría de Educación Pública, México, 1988.

92

Cuadro 3.7. Comparativo de lugar ocupadosegún grado de analfabetismo

en 1980 y 1988, por entidad federativa

Entidad 1980 1988Chiapas 1º ?Oaxaca 2º 1ºGuerrero 3º 2ºHidalgo 4º 22ºPuebla 5º 3ºQuerétaro 6º ?Michoacán 7º 25ºGuanajuato 8º 24ºVeracruz 9º 11ºSan Luis Potosí 10º 28ºYucatán 11º 9ºTabasco 12º 26ºCampeche 13º ?Morelos 14º 21ºQuintana Roo 15º 29ºTlaxcala 16º 4ºNayarit 17º 16ºZacatecas 18º 14ºSinaloa 19º 10ºEstado de México 20º 5ºJalisco 21º 7ºColima 22º 20ºAguascalientes 23º 13ºTamaulipas 24º 19ºDurango 25º 12ºChihuahua 26º 17ºSonora 27º 18ºCoahuila 28º 23ºBaja California Sur 29º 6ºNuevo León 30º 27ºBaja California 31º 15ºDistrito Federal 32º 8º

Lugar ocupado

93

No pude establecer el lugar ocupado en 1988 por Chiapas,

Querétaro y Campeche a causa de la incongruencia mencionada

ya respecto del cuadro 3.5. Es interesante observar que Oaxaca,

Guerrero, Hidalgo, Puebla, Veracruz y Yucatán, a pesar de que

para 1988 habían disminuido sus cifras absolutas de analfabetas,

seguían ocupando en ese año prácticamente el mismo lugar de

elevado analfabetismo que ocupaban ocho años antes, en 1980.

Es notorio que Michoacán, Guanajuato y Tabasco hayan pasado a

ocupar lugares de bajo analfabetismo después de haber estado en

los primeros lugares de alto analfabetismo. El caso inverso

corresponde, por ejemplo, al Estado de México, a Jalisco y al

Distrito Federal.

De ello sería posible inferir que estados con elevada marginación

social (como Chiapas, Guerrero, Hidalgo) siguieron conservando

un grado elevado de analfabetismo, lo cual apoyaría al

planteamiento de Muñoz Izquierdo de que el avance educativo no

depende exclusivamente de las acciones de un sistema educativo,

sino principalmente de la desigual distribución de la riqueza, es

decir, de la inversión pública y privada de mayores y mejores

recursos en los sectores sociales de mayor marginación.124 Ahora

bien, frente a las frías e impersonales cifras estadísticas de

avances o no en los servicios de alfabetización, no habría que

olvidar el rostro alegre de los adultos, principalmente de los más

viejos, que sonrieron al recibir su constancia de alfabetización, al

escribir un recado de agradecimiento a su alfabetizadora o a su

alfabetizador, al leer el letrero de un camión sin ayuda de su

124 Cfr. Muñoz Izquierdo, Carlos, Origen y consecuencias de las desigualdades educativas.Investigaciones realizadas en América Latina sobre el problema, págs. 7-14, FCE, 4ª. reimpr., México,1996.

94

compadre o su comadre, al descifrar deletreando la carta enviada

por un ser querido desde el otro lado de la frontera

3.2. EDUCACIÓN BÁSICA Y EDUCACIÓN COMUNITARIA

Antes de 1981, año de la creación del INEA, el sistema educativo

nacional ya impartía educación primaria y secundaria mediante el

sistema escolarizado y el sistema abierto. Mediante el primero, se

suministraba educación primaria a niños de 6 a 12 años de edad

y secundaria a jóvenes de 13 a 15 años; mediante el segundo se

proporcionaba educación primaria y secundaria a personas

adultas, es decir, mayores de 15 años o más que no las hubieran

iniciado o concluido. Eso se hacía aplicando los modelos

pedagógicos y los materiales didácticos de la Primaria Intensiva

para Adultos (PRIAD) y los de la Secundaria Abierta (SECAB).

Como una de las razones de la creación del INEA fue coordinar

los servicios ya preexistentes de educación para adultos, fueron

transferidos al INEA el personal, los modelos pedagógicos, los

materiales didácticos y las metas de la PRIAD y de la SECAB. La

transferencia era lógica, pues el diseño e implantación de modelos

pedagógicos y materiales didácticos nuevos, distintos de los ya

existentes, hubiera significado cuantiosa inversión en recursos y

en tiempo, lo cual, a su vez, hubiera llevado a una interrupción

en la atención a la demanda y a un aumento del rezago educativo

de los adultos en primaria y en secundaria.

El riesgo de ese aumento en primaria era inevitable para 1983,

año para el cual, como se anotó en el capítulo anterior, el INEA,

alcanzando la meta antes asignada al Programa Nacional de

Alfabetización, había alfabetizado a 1 millón 47 mil 79 adultos a

95

nivel nacional, los cuales en ese año representaban un

incremento real en la demanda potencial de educación primaria.

Por lo menos según la constancia de alfabetizado que habían

recibido, esos adultos dominaban ya la lectoescritura y el cálculo

básico y en consecuencia tenían la capacidad suficiente para

iniciar su educación primaria, si así lo deseaban.

Independientemente de que fueran muchos o pocos quienes lo

quisieran, el INEA debía incorporarlos a la primaria, a fin de que

no se convirtieran en analfabetos funcionales, lo cual frustraría

los logros alcanzados por el instituto. La línea de acción adoptada

por el instituto fue doble: por una parte, continuó suministrando

primaria y secundaria tal como lo habían venido haciendo las

instancias respectivas anteriores, y, por otra, realizó

investigaciones conducentes a la mejora de los servicios

educativos y a la ampliación de su cobertura. En 1981 estableció

que dentro de su estructura programática se incluiría como

programa sustantivo el de educación básica, al cual asoció los

subprogramas de educación básica comunitaria, educación

básica en centros de trabajo, educación básica a través de medios

de comunicación colectiva, educación básica por gobiernos

estatales, y acreditación y certificación. Para 1988, los servicios

de educación básica se suministraban mediante los programas de

primaria, secundaria y educación comunitaria, los cuales, a su

vez, se llevaban a cabo mediante las modalidades de atención

indicadas en la tabla 3.3.

96

Tabla 3.3. Modalidades de atención por programa 125

Programa Modalidad deatención

Descripción/Población meta

Reciénalfabetizados

Adultos ya alfabetizados y que deseaban seguir estudiando.

PrimariaCentros de trabajo

Trabajadores sin iniciar o concluir la primaria, de la administraciónpública federal (sector oficial), la iniciativa privada (sector privado)y de organismos sindicales o asociaciones privadas (sectorpúblico).

Comunitaria

Servicios educativos dirigidos, no a una sola persona, sino a todauna comunidad. Contenidos agrupados en el área de bienestarsocial (bienestar social, recreación, cultura, salud y conservacióndel medio), formativa (alfabetización, primaria y secundaria) yproductiva (asimilación y desarrollo tecnológico, y organizaciónpara la producción y la comercialización).

Centros de trabajo Trabajadores sin iniciar o concluir la secundaria, de los sectoresoficial, privado y público.

SecundariaCentros deasesoría yconsulta

Jóvenes mayores de 15 años con secundaria incompleta quedeseaban cursar la secundaria en un breve periodo.

Comunitaria (Lo mismo que en primaria.)

Salas de culturaLlamadas centros de educación comunitaria a partir de 1988. Encomunidades rurales de 500 a 2 mil 500 habitantes. Generabanacciones de educación no formal con grupos de adultos paradesarrollar acciones en beneficio de la comunidad.

Puntos deencuentro

En barrios populares o asentamientos irregulares con más de mil500 habitantes en los centros urbanos, para que los gruposformados y atendidos se convirtieran en promotores de acciones debeneficio colectivo.

Campamentos deeducación yrecreación

Unidades itinerantes que atendían a trabajadores migratoriosmediante talleres de recreación, orientación para la salud,lectoescritura, orientación para el consumo, oficios menores ymanualidades, y bibliotecas e información.

Educacióncomunitaria Talleres

comunitarios

En comunidades rurales de 500 a 2 mil 500 habitantes y enlocalidades mayores de 2 mil 500 habitantes de centros urbanos conalto índice de marginación. Contenidos: producción de bienes yservicios destinados al consumo familiar, local o comunitario.

Grupos de teatroGrupos de teatro de aficionados en áreas urbanas y rurales; creabany montaban las obras con base en la reflexión sobre la problemáticacotidiana de la localidad.

Capacitación parala generación deocupación

Para comunidades rurales y asentamientos urbanos marginados quedisponían de materia prima para elaborar productoscomercializables.

Formación para eltrabajo y elbienestar familiar

Para adultos recién alfabetizados, en proceso de alfabetización y deeducción básica; cursos sobre la importancia del núcleo familiar, laeducación, la salud y el tiempo libre.

Capacitacióntecnológica eneducación básica

Para adultos de educación básica; contenidos orientados alautoconsumo.

125 Elaborada con base en Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, Memoria del Instituto Nacionalpara la Educación de los Adultos, 1981-1988, pág. 25, Secretaría de Educación Pública, México, 1988.

97

Educación básica

En la modalidad de primaria comunitaria, al igual que en la de

secundaria comunitaria, se observa la intención de no limitar sus

contenidos de aprendizaje a la esfera puramente propedéutica,

sino de asociarlos a necesidades e intereses más prácticos y

cotidianos de los adultos y de su comunidad. Dicha intención era

congruente con los resultados del documento interno Elementos

que constituyen el sistema de educación para adultos. Situación

actual (ya citado), elaborado por la Dirección General de

Educación para Adultos en mayo de 1980, pues según ese

documento, las motivación de los adultos para incorporarse a los

servicios educativos correspondientes no era principalmente

propedéutica, sino económica y, en el caso concreto de las amas

de casa en el Distrito Federal, la de ayudar a sus hijos en las

tareas escolares. 126 Sin embargo, ni en los programas, proyectos

o contenidos de aprendizaje de educación primaria, educación

secundaria o de educación comunitaria se localiza alguno

encaminado a proporcionar a la madre de familia los

conocimientos y destrezas para auxiliar a sus hijos en las tareas

escolares.

Supóngase que las principales dificultades de los niños en

primaria se derivaran del dominio de las cuatro operaciones

aritméticas (suma, resta, multiplicación y división) y de la

carencia del gusto por la lectura. En el caso de dichas

operaciones, hay actividades sencillas y baratas para enseñar a

dominarlas, como realizarlas agrupando objetos tan comunes

126 Cuartilla 1.

98

como granos de maíz. (Hasta la equivalencia de litros y

centímetros cúbicos puede enseñarse visualmente usando un

envase de litro de refresco y un frasco graduado en centímetros

cúbicos). En el caso de la lectura, la madre de familia podría leer

con sus hijos un cuento de misterio, policiaco o de terror,

adaptado, abreviado y distribuido por el instituto como material

didáctico. Estrategias como ésas hay muchas, y reditúan doble

beneficio: se ayuda a los niños en su rendimiento escolar y los

adultos mismos ponen en práctica y consolidan, desde una nueva

perspectiva, el cálculo básico y la lectura que ya habían adquirido

al abandonar la primaria escolarizada o que adquirieron en los

cursos de alfabetización. Quizá la escasez (en programas

institucionales) de estrategias como las mencionadas obedezca a

que el educador y no el educando siga siendo considerado como el

sujeto del proceso educativo: es aquél quien determina el

contenido de aprendizaje y quien basado, evidentemente, en

investigaciones de campo define las circunstancias en que ha de

desarrollarse.

Para la atención a la población demandante de educación

primaria y secundaria, el INEA empezó aprovechando los

materiales didácticos de la Primaria Intensiva para Adultos

(PRIAD) y de la Secundaria Abierta (SECAB). 127 En primaria los

continuó usando hasta 1988, porque en 1989 empezó a aplicar el

modelo pedagógico de educación primaria para adultos

(MPEPA).128 Ahora bien, para 1988, los adultos que estudiaban la

primaria disponían de los libros PRIAD y SECAB, de auxiliares

127 García Arista, Op. Cit., pág. 21.

128 Instituto Estatal de Educación para Adultos de Colima, Reseña Histórica del INEA,22/04/07, http://colima.inea.gob.mx/pagina.php?id=69

99

didácticos y guías didácticas; por su parte, los agentes operativos

disponían de: manuales y cuadernos de trabajo; materiales

didácticos elaborados para la capacitación de los comités para la

educación de los adultos (documento base, folletos explicativos,

fascículos de contenidos básicos y opcionales, y guías de trabajo

para las reuniones de estudio y análisis de los temas;

audiovisuales (La organización del círculo de estudio, Centros

de trabajo, Comités comunitarios de educación de

adultos, La aplicación de exámenes, El papel del asesor,

Certificación, y Preparación de la asesoría).129

La tabla 3.4 muestra las cantidades relativas y absolutas de

atención a la demanda de educación primaria por modalidad de

atención, de 1983 a 1988 130:

Tabla 3.4. Adultos atendidos en primaria,por modalidad de atención, 1983-1988

En secundaria, de 1982 a 1988, fueron atendidos anualmente

200 mil adultos, de modo que se incorporaron al servicio poco

más de un millón de adultos, distribuidos así131:

129 INEA, Memoria, Op.Cit., 48.130 Idem, 59.131 Ídem.

Modalidad de atención % MillonesRecién alfabetizados 36.2 1.27Primaria comunitaria 57.3 2.01Centros de trabajo 6.50 0.22

Totales 100 3.5

100

Tabla 3.5. Adultos atendidos en secundaria,por modalidad de atención, 1982-1988

La preocupación por adecuar mejor los servicios educativos a las

necesidades y características propias de los adultos de ningún

modo fue exclusiva del INEA. Tampoco fue ni ha sido una

preocupación exclusivamente nacional. De hecho, es una

condición de la cual depende la eficacia de un prestador de

servicios, cualesquiera que éstos sean. En ese entendido, era

natural que el instituto deseara encontrar opciones educativas

más accesibles para los adultos y propiciar su mayor

participación en los servicios educativos. A partir de 1983, el

INEA empezó a analizar y revisar los planteamientos curriculares,

tanto de la PRIAD como de la SECAB: se hicieron estudios en

cada una de las áreas de dichos modelos, se analizó el

comportamiento de los adultos en los exámenes de acreditación y

se investigaron los intereses, necesidades y actitudes de los

adultos en relación con las diversas ramas del conocimiento que

planteaban los textos. 132 Los resultados indicaron que español,

matemáticas y, en especial, ciencias naturales y ciencias sociales

seguían siendo áreas de estudio ajenas a los intereses y

necesidades de los adultos; que se necesitaba mejor diseño

gráfico de los libros de texto, para atraer la atención de los

132 Ídem, 48.

Modalidad de atención % UnidadesCentros de trabajo 40.5 405 000Centros de asesoría y consulta 12.7 12 700Secundaria comunitaria 46.8 468 000

Totales 100 1 000 000

101

adultos, y que el rendimiento académico seguía siendo el mismo

que con la PRIAD. 133

Es curioso que los adultos mencionaran dichas áreas como

ajenas a sus intereses y necesidades, pues son las que agrupan

todo un conjunto de conocimientos y habilidades necesarios para

la vida de cualquier persona: como ejemplos, el español ayuda a

seguir las instrucciones de uso de un fertilizante y a enterarse de

las condiciones de un contrato de arrendamiento; el área de

matemáticas ayuda al cálculo del precio neto de un producto en

una transacción de compra-venta, y la lectura de un plano de

coordenadas es útil para seleccionar la estación del metro a la

cual se desea llegar; el área de ciencias naturales es

indispensable para la conservación de la salud y la prevención de

enfermedades; y sin los conocimientos y habilidades propios del

área de ciencias sociales no se puede exigir de manera pacífica la

mejora en el suministro de agua o en el servicio de recolección de

la basura. Ejemplos como los anteriores lo son de necesidades e

intereses básicos de cualquier persona, instruida o no. Tal vez los

adultos no querían decir que esas áreas de estudio no les

interesaban, sino que no les encontraban una aplicación práctica.

Y eso es algo común incluso en el sistema escolarizado. Si algún

joven de secundaria preguntara para qué sirve el álgebra, puede

ser que el maestro respondiera: te va a servir en preparatoria o en

la universidad, o te va a servir para resolver problemas de física o

de química. Tal respuesta no satisfaría la falta de motivación del

alumno para el estudio del álgebra, pues no lo llevaría a

comprender, por ejemplo, que la lista de pagos por kilos de

133 Ídem, 49.

102

tortillas pegada en una tortillería se basa en una ecuación

algebraica de primer grado como: x = 8.5y + k, donde x es el total

a pagar, 8.5 es el precio del kilo de tortillas, y la cantidad de kilos

de tortilla deseados, y k una constante (el precio del papel, al no

haber llevado servilleta). Tampoco lo conduciría a entender que

ecuaciones como ésa son útiles para elaborar un programa de

Excel en que se proyectaran ingresos por cantidad de productos

vendidos en un pequeño negocio familiar. En una palabra: el

sistema escolarizado o el sistema abierto estaba siendo ineficaz

para explicitar el sentido vital de los contenidos de aprendizaje,

para que el adulto vinculara con su cotidianidad los contenidos

de aprendizaje.

Como era innegable que los adultos no se interesaban en los

contenidos de la primaria y de la secundaria, el INEA inició en

1984, con base en la revisión y el análisis de los planteamientos

curriculares de la PRIAD y de la SECAB, el diseño de la propuesta

del modelo general de innovación educativa (MGI), encaminada al

desarrollo de un nuevo programa de educación básica para

adultos, que sustituiría a los modelos de la PRIAD y de la SECAB,

y que constituiría el antecedente del modelo pedagógico de

educación primaria para adultos. 134 La versión final del modelo

general de innovación educativa quedó elaborada en 1986, la cual

se envió, para su revisión y aprobación, al Consejo Técnico de la

Educación, de la SEP, el cual la devolvió modificada a finales de

septiembre de 1987. 135 En 1988, conforme con el modelo

aprobado se regionalizaron materiales educativos, orientados a

rescatar la historia, costumbres, tradiciones y valores de cada

134 García Arista, Op. Cit., 23.135 INEA, Memoria, Op.Cit., 52.

103

entidad. Así, se publicaron textos de historia mínima de Guerrero

y Colima, se terminaron los originales de las correspondientes a

Durango, Tabasco, Veracruz, Morelos, Chihuahua, Puebla,

Yucatán y Tlaxcala. Se concluyó la Antología literaria de Colima y

se tuvieron los originales de las correspondientes a Querétaro,

Sinaloa, Coahuila, Morelos y Zacatecas. Se tuvo la versión final de

los breviarios regionales para la educación sobre la vida familiar

correspondientes a Morelos, Sinaloa, Durango, Colima y

Querétaro. 136

En la tabla 3.3 no se menciona el programa de educación básica a

través de medios de comunicación colectiva, probablemente

porque dicha tabla corresponde a las modalidades de atención

que el INEA estaba aplicando en 1988 y porque dicho programa

pertenecía a la estructura programática institucional de 1981.

Fue en noviembre de ese año cuando se inició el proyecto

Secundaria Intensiva para Adultos por Televisión (SIATV). 137 En

1982, el SIATV producía ya 92 programas llamados Temas

básicos de primaria para adultos, transmitidos para apoyar

visualmente algunos de los contenidos importantes de la primaria

intensiva. 138 En 1985, como continuación de ese proyecto, en

colaboración con Radio Educación se produjo la serie Nunca es

tarde, integrada por 70 programas de 15 minutos cada uno, con

el fin de apoyar a los adultos en el estudio de la primaria, y desde

1986 la serie se transmitía periódicamente por diversas

radiodifusoras. Para 1988 el SIATV contaba con 930 programas,

transmitidos por Canal 7 de IMEVISIÓN y por el 11 del IPN. A

136 Ídem, 56.137 Ídem, 48.138 Ídem.

104

partir de 1988, el SIATV sólo se usó como apoyo didáctico para

los estudiantes de secundaria abierta.139 En 1986 se había

diseñado la serie radiofónica Juntos aprendemos mejor, integrada

por 35 programas, con el propósito de apoyar los planteamientos

educativos y pedagógicos del modelo general de innovación

educativa. 140 Se entiende que para apoyar y ampliar la cobertura

de los servicios educativos se recurriera a los medios masivos de

comunicación; también es lógico que se acudiera a medios como

Radio Educación, Canal 7 y Canal 11, pues probablemente tenían

la ventaja de ser más baratos que las radiodifusoras y televisoras

comerciales; sin embargo, tenían (y tienen) la desventaja de que

su público no era (y no es) el gran público en general, lo cual lo

cual disminuía su eficacia para apoyar a los adultos que

estudiaban primaria o secundaria.

Educación comunitaria

El programa de educación comunitaria se desarrolló mediante

diversos proyectos clasificados en permanentes y temporales,

como se muestra en la tabla 3.6: 141

Tabla 3.6. Proyectos de educación comunitaria

Proyectos

Permanentes

Salas de culturaPuntos de encuentroCampamentos de educación y recreaciónTalleres comunitariosTeatro popularProyectos integralesProyectos de apoyo

TemporalesCapacitación para la generación de ocupaciónFormación para el trabajo y el bienestar familiarCapacitación tecnológica en educación básica

139 Ídem.140 Ídem.141 Ídem, 75-76.

105

Por lo que puede apreciarse, dichos proyectos respondían mejor a

los intereses y necesidades reales de los adultos. Así, en los

servicios temporales se dio prioridad a cursos de corte y

confección, juguetería, tejido y primeros auxilios, entre otros. Se

apoyaron los proyectos de historia y cultura, educación cívica,

educación para la salud y educación familiar.

Respecto de los resultados cuantitativos obtenidos en educación

comunitaria, de 1984 a 1988, se reportó que:

§ la cantidad de salas de cultura pasó de 2 mil 29 a 2 mil 300

salas, lo cual equivalió a un incremento de 13% 142; los

puntos de encuentro disminuyeron en al pasar de 120

a 65. 143 La disminución se debió tal vez a que el instituto no

pudo vencer la apatía de los adultos para participar en

acciones en beneficio de la colectividad, a que no fomentó en

ellos el sentido de solidaridad social o a los escasos

resultados obtenidos cuando participaron en ellas. Sin

embargo, también pudo obedecer a que la eficacia de la

acción educativa no depende tan sólo de la inversión en

recursos por parte de instancias federales y estatales, sino

también de factores ajenos al sistema educativo, como los

económicos.

§ la atención a la demanda también decreció

considerablemente a través de los teatros populares, aunque

para 1988 se esperaba tener 52 grupos. 144 La idea era

buena, pues a los adultos no les desagradan variantes

142 Ídem.143 Ídem.144 Ídem.

106

modernas del género dramático como las radionovelas de

hace años y las actuales telenovelas; además, no era

novedosa: el teatro, como vehículo de aprendizaje, se

remonta hasta la época de la colonia como medio de

catequización; más todavía, es eficaz por el hecho de que

personajes y espectadores vivencian la problemática de la

obra. Ahora bien, por una parte, un adulto puede asociar el

montado de una obra de teatro con las dramatizaciones

acostumbradas por los maestros con los niños de primaria y

sentir que está siendo tratado como uno de ellos, lo cual

explicaría su renuencia a participar en una representación

teatral. Por otra parte, es difícil que una persona sea

consciente de su mala situación social si está bombardeada

por programas radiofónicos o televisivos, privados u oficiales,

que desinforman al censurar la información sobre problemas

reales, o que pintan situaciones de bonanza (al nopal le falta

un grado para ser carne y hasta los japoneses quieren

industrializarlo; el mexicano es más resistente a las

infecciones gastrointestinales por los tacos de carnitas que

consume; la gasolina en México es más barata que en países

del primer mundo). Asimismo, un grupo de teatro puede

montar una obra que represente la problemática real de una

localidad e inducirla a organizarse y emprender acciones de

solución. La localidad fracasará si antes el INEA no ha

establecido con las instancias competentes (autoridades

delegacionales, municipales, de seguridad social, de

salubridad, etcétera) los acuerdos necesarios para llevar a la

práctica las soluciones planteadas por el grupo de teatro y

su localidad. Al fracaso seguirá la frustración, y a ésta la

107

apatía de los adultos para participar en acciones similares. A

razones como las anteriores pudo deberse el decremento en

la atención mediante los grupos de teatro.

§ en 1988 se instaló la mayor parte de servicios de los 54

talleres comunitarios que funcionaban para ese año.

§ los campamentos de educación y recreación disminuyeron

en 6% 145

§ en 1984 se inició la operación de cuatro proyectos

integrales146

§ hubo avance significativo en la capacitación para la

generación de ocupación: en 1983, había 15 unidades

productivas y la meta propuesta para 1978 era de 274 147

§ se logró avance constante en la atención mediante la

formación para el trabajo y bienestar familiar, capacitación

tecnológica en educación básica, capacitación para la

generación de la ocupación, talleres comunitarios y

proyectos de apoyo: 1983, 88 mil 10 adultos; inicios de

1988, 390 mil 20 (meta propuesta), equivalentes a 4.4 veces

de crecimiento. 148

El total de adultos atendidos mediante esos proyectos de

educación comunitaria, de 1983 a 1988, fue de 1 millón 92 mil

358 adultos. 149 La tabla 3.7 muestra la participación de los

servicios permanentes en las metas globales del programa de

educación comunitaria.

145 Ídem.146 Ídem.147 Ídem.148 Ídem.149 Ídem.

108

Tabla 3.7. Participación de los servicios permanentesen las metas globales de educación comunitaria 150

Servicio permanente Participación (%)1983

Participación (%)1988

Salas de cultura n.d. 80Capacitación para la generación deocupación 0.63 9.76Talleres comunitarios 0.43 1.92Proyectos integrales 0.18* 1.75* 1984.

El resto de servicios permanentes (puntos de encuentro, teatro

popular y campamentos de educación y recreación disminuyeron

significativamente su participación en la meta total. 151

Resultados cuantitativos

Con base en el X Censo General de Población y Vivienda, el total

de adultos sin primaria completa (por no haberla empezado o

concluido) era de 15 millones 897 mil 344 adultos en 1980 (ocho

años antes de la creación del INEA). De ellos, según el cuadro 3.8,

prácticamente una tercera parte (5 millones 317 mil 817) no

habían iniciado la primaria y las dos terceras partes restantes (10

millones 579 mil 527) no la habían terminado.

150 Ídem.151 Ídem.

109

Cuadro 3.8. Población de 15 años y más sin primaria completa, 1980

Gru

po d

eed

ad

Sin

Inst

rucc

ión*

Con

alg

ún c

urso

de

adie

stra

-mie

nto,

sin

prim

aria

*

1o 2o 3o 4o 5o

Tot

ales

15-19 450,901 5,284 111,904 261,909 415,379 384,121 374,225 2,004,53820-29 954,267 9,626 226,333 557,408 835,410 609,239 436,262 3,629,57730-39 1,011,231 4,530 257,206 588,808 770,121 454,213 273,720 3,360,46440-49 967,216 2,296 232,228 491,445 596,190 325,462 172,137 2,787,327

50 y más 1,910,076 2,390 326,858 624,915 695,887 392,362 162,401 4,115,438Totales 5,293,691 24,126 1,154,529 2,524,485 3,312,987 2,165,397 1,418,745 15,897,344

*Saben leer y escribir.

Fuente: X Censo General de Población y Vivienda, Secretaría de Programación y Presupuesto,1980. 152

Adviértase que la razón de que hubiera adultos sin haber iniciado

la primaria no puede atribuirse a que fueran analfabetos o

analfabetos funcionales, pues la nota a pie del cuadro indica que

sí sabían leer y escribir. Nótese también que tomando como punto

de referencia el grupo de edad 15-19, en general la cantidad de

adultos sin primaria completa (por no haberla iniciado o

concluido) está en relación directa con el incremento en la edad.

Esto podría interpretarse como que es tanto más difícil que un

adulto inicie o concluya la primaria cuanto más tarde la empiece

o la reinicie: con la edad habrán aumentado sus obligaciones

familiares, su desinterés por contenidos de aprendizaje

puramente propedéuticos y su dificultad para poner en práctica

habilidades cognitivas embotadas por la falta de aplicación.

Asimismo, el hecho de que al grupo de 50 años de edad y más le

corresponda la mayor cantidad de adultos sin primaria completa

(por no haberla iniciado o terminado) sería atribuible a mayor

cobertura y retención del sistema escolarizado y del abierto para

152 INEA, Memoria estadística del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos,1981-1988, pág. 41, Secretaría de Educación Pública, México, 1988

110

1980 en comparación con esa cobertura y retención cuando

dichos adultos tenían de 15 a 19 años. Es notorio que de los

adultos que iniciaron su primaria, antes de 1980, la mayor parte,

principalmente entre los 20 y los 39 años de edad, ya no cursó el

tercer grado.

Si se quisiera determinar el porcentaje de la demanda potencial

de primaria cubierto por el INEA para 1988, basta observar las

cifras asentadas en los cuadros 3.9 y 3.10, que reportan la

cantidad de adultos atendidos por modalidad de atención y por

entidad federativa respectivamente.

Cuadro 3.9. Adultos atendidos en primaria por modalidad de atención1981-1988

AñoRecién

alfabetizadosCentros

de trabajoPrimaria

comunitariaTotal de adultos

atendidos1981 0 11,020 96,390 107,4101982 0 88,678 428,198 516,8761983 151,476 70,286 384,144 605,9061984 177,077 45,104 334,665 556,8461985 186,233 39,149 333,878 559,2601986 161,539 35,374 341,906 538,8191987 256,878 34,554 347,619 639,0511988 386,299 44,605 410,706 841,610

Totales 1,319,502 368,770 2,677,506 4,365,778* Fuente: Dirección Técnica, INEA, 1988. 153

El cuadro 3.10 muestra la cantidad de adultos atendidos en

primaria, por entidad federativa, de 1981 a 1988:

153 Ídem, 43.

111

Cuadro 3.10, Adultos atendidos en primaria por entidad federativa, 1981-1988 154

Estado 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988* 1981-1988Aguascalientes 0 2,985 4,704 7,019 4,803 5,428 6,483 7,653 39,075Baja Cal. 0 17,397 17,572 6,819 7,856 7,411 5,980 13,545 76,580Baja Cal. Sur 0 2,787 2,347 2,698 1,774 1,464 872 1,762 13,704Campeche 0 12,944 7,220 8,042 9,405 1,011 12,344 13,545 64,511Coahuila 0 3,962 6,295 10,792 10,703 11,731 16,955 15,228 75,666Colima 0 7,188 6,429 5,363 5,746 5,232 4,752 7,654 42,364Chiapas 0 50,667 101,566 111,996 134,046 124,915 105,292 107,805 736,287Chihuahua 0 8,325 8,978 9,904 9,493 10,581 10,565 15,228 73,074Distr. Fed. 0 26,857 50,730 23,918 29,540 30,795 31,804 33,743 227,387Durango 0 7,408 8,046 11,527 9,058 9,381 10,961 13,545 69,926Guanajuato 0 41,836 56,838 53,410 44,321 39,323 39,177 44,784 319,689Guerrero 0 16,802 7,699 8,150 8,746 10,303 26,003 43,843 121,546Hidalgo 0 18,441 11,547 7,721 7,719 7,197 14,818 25,327 92,770Jalisco 0 13,566 16,139 13,380 14,363 13,221 17,347 25,327 113,343Edo. de Méx 0 21,283 20,563 28,601 37,834 34,682 45,066 69,091 257,120Michoacán 0 16,111 10,752 12,921 15,729 15,832 16,369 18,594 106,308Morelos 0 10,358 8,205 8,626 8,068 6,873 7,323 9,337 58,790Nayarit 0 8,010 4,010 8,405 8,582 11,413 12,058 16,911 69,389Nuevo León 0 9,031 10,258 12,077 9,588 9,191 10,696 11,861 72,702Oaxaca 0 9,006 19,084 12,531 11,058 4,412 6,970 27,852 90,913Puebla 0 18,385 22,135 31,105 17,912 17,608 30,867 47,209 185,221Querétaro 0 11,389 16,349 15,474 13,363 13,380 25,410 26,169 121,534Quint. Roo 0 5,915 5,515 6,110 5,573 6,192 5,437 5,970 40,712S. L. Potosí 0 18,678 33,018 24,642 22,662 20,689 29,916 38,793 188,398Sinaloa 0 25,101 23,264 25,287 24,159 21,739 21,968 27,010 168,528Sonora 0 21,278 20,125 12,570 8,596 10,749 13,481 14,386 101,185Tabasco 0 4,616 6,524 6,463 9,660 12,125 15,814 21,119 76,321Tamaulipas 0 9,819 8,427 10,112 8,716 7,876 8,210 10,178 63,338Tlaxcala 0 5,582 8,471 6,524 5,267 4,794 5,613 5,129 41,380Veracruz 0 64,835 56,555 28,997 31,183 31,195 53,439 86,765 352,969Yucatán 0 12,230 1,649 17,161 14,750 14,710 19,740 21,119 101,359Zacatecas 0 12,363 10,492 8,401 8,987 8,366 7,321 15,228 71,158TOTALES 0 515,155 591,506 556,746 559,260 529,819 639,051 841,710 4,233,247

* Estimado.

Entre la cantidad reportada de adultos atendidos por modalidad

de atención (4,365,778) y la reportada por entidad federativa

(4,233,247) se observa una diferencia de 132,531 adultos,

equivalente aproximadamente a 0.030% de diferencia, la cual

puede considerarse no significativa y debida probablemente a una

154 Ídem, 44.

112

de dos razones: las cifras correspondientes a 1988 por entidad

federativa son estimadas mientras que se informan como reales

las relativas a las modalidades de atención; o bien: hay error en

las cifras reportadas respecto de las entidades para los años de

1983, 1984, 1986 y 1988, o en la suma aritmética de sus totales.

Para dichos años, la fuente reporta, respectivamente, los totales

de 605 906, 556 846, 538 819 y 841 610.

Cualquiera que sea el caso, se puede obtener el promedio de los

dos totales de atención reportados, 4 millones 299 mil 513

adultos atendidos, y compararlo con el total de la demanda

potencial de primaria en 1980, 15 millones 897 mil 344, a fin de

cuantificar el porcentaje de atención. Se tendría que en el periodo

1981-1988 el INEA alcanzó a suministrar educación primaria a

27.05% de la demanda potencial en 1980.

Con base en el cuadro 3.10, se pueden calcular los incrementos,

en porcentajes, obtenidos en el suministro de educación primaria

de un año a otro del periodo 1982-1988.

Cuadro 3.11. Incremento en porcentajes en el suministro de educación primaria1982-1988

% % % % % %1982* 1983* 83-82 1984* 84-83 1985* 85-84 1986* 86-85 1987* 87-86 1988* 88-87

515,155 591,506 12.91 556,746 -6.24 559,260 0.45 529,819 -5.56 639,051 17.09 841,710 24.08

*Cantidad absoluta de adultos atendidos en educación primaria. La de 1988, además, esestimada.

El incremento de 1982 a 1983 posiblemente se deba a la inercia

de la atención suministrada por la PRIAD unida a la

intensificación de los servicios de primaria con el aumento de

recursos concentrados por el INEA a partir de su creación en

113

1981. Asimismo, debe tomarse en cuenta que en 1983 el INEA

incorporó a la primaria al 24% de los recién alfabetizados

mediante la modalidad del mismo nombre establecida en ese

año. 155 Sin embargo, hay un decremento de 6.24% (34 mil 760

adultos) de 1983 a 1984, el cual parece congruente con la falta de

interés por los contenidos propedéuticos de la PRIAD manifestada

por los adultos en la revisión y el análisis de aquélla efectuada

por el INEA en 1983. 156 De ahí que en 1984 el instituto iniciara el

diseño de la propuesta del modelo general de innovación

educativa, a fin de mejorar sus resultados.157 Decremento

parecido (-5.56, 29 mil 441 adultos) lo hay de 1985 a 1986, a

causa tal vez de que el terremoto de 1985 mermó la acción del

instituto al destruir las instalaciones centrales en el Distrito

Federal. Excluidos los resultados correspondientes a 1988 (por

ser datos estimados y no reales), el mejor año de atención en

educación primaria en el periodo fue 1987, a consecuencia

posible de que en 1986 se había iniciado el Proyecto de

Capacitación Integral en Comunidades Prioritarias, encaminado a

mejorar la atención a las comunidades consideradas de mayor

demanda de educación básica158, proyecto mediante el cual se

incorporaron, en 1987, 2 mil 600 comunidades de cinco estados

donde se operó experimentalmente. 159

Sería de suponer que la atención a la demanda de servicios

educativos, de primaria en este caso, se dirigiera principalmente a

las zonas marginadas, no sólo porque en ellas se concentraría por

definición la escasez de servicios sociales, sino también porque

155 INEA, Memoria (no estadística), Op.Cit., 58.156 Ídem, 49.157 García Arista, Op.Cit., 23.158 INEA, Memoria (no estadística), Op.Cit., 57.159 Ídem, 58.

114

hacerlo sería un propósito de justicia social. Habría que

correlacionar el grado de marginación de una entidad con la

atención a la demanda de primaria alcanzada en ella, como lo

hice, para 1980-88, en el cuadro 3.12, con base en los cuadros

3.3 y 3.10.

Cuadro 3.12. Comparativo entre el grado de marginacióny la atención a la demanda de primaria, 1988

Entidad Lugar según grado demarginación

1980

Lugar según atención ala demanda de primaria

1988Aguascalientes 27º 29ºBaja California 31º 22ºBaja California Sur 24º 32ºCampeche 17º 23ºChiapas 2º 1ºChihuahua 25º 19ºCoahuila 29º 18ºColima 21º 28ºDistrito Federal 32º 8ºDurango 19º 24ºEstado de México 28º 3ºGuanajuato 15º 5ºGuerrero 3º 6ºHidalgo 4º 12ºJalisco 26º 13ºMichoacán 11º 16ºMorelos 20º 27ºNayarit 12º 17ºNuevo León 30º 25ºOaxaca 1º 9ºPuebla 9º 4ºQuerétaro 10º 11ºQuintana Roo 14º 30ºSan Luis Potosí 7º 7ºSinaloa 18º 10ºSonora 23º 21ºTabasco 5º 14ºTamaulipas 22º 26ºTlaxcala 13º 31ºVeracruz 8º 2ºYucatán 16º 15ºZacatecas 6º 20º

115

Se observa que Oaxaca, Hidalgo, Tabasco, Zacatecas (de alta

marginación social en 1980), Tlaxcala y Quintana Roo (de marginación

media) seguían ocupando en 1988 bajos lugares en atención a la

demanda de primaria ( como lo muestro en el cuadro 3.13).

Cuadro 3.13. Comparativo entre marginación socialy atención a la demanda, 1980 y 1988

Respecto de la secundaria, el cuadro 3.14 muestra que la

demanda potencial de dicho nivel educativo estaba integrada en

1980 por 7 millones 137 mil 780 adultos que habiendo terminado

la primaria no habían iniciado la secundaria, por 810 mil 400

adultos que habían acreditado sólo el primer año de secundaria,

por 1 millón 254 mil 279 adultos que ya habían acreditado el

segundo, y por 7 mil 231 adultos que no sabían qué grado de

Entidad

Lugar segúngrado de

marginación

1980

Lugar segúnatención a lademanda de

primaria1988

Oaxaca 1º 9ºChiapas 2º 1ºGuerrero 3º 6ºHidalgo 4º 12ºTabasco 5º 14ºZacatecas 6º 20ºSan Luis Potosí 7º 7ºVeracruz 8º 2ºPuebla 9º 4ºQuerétaro 10º 11ºMichoacán 11º 16ºNayarit 12º 17ºTlaxcala 13º 31ºQuintana Roo 14º 30ºGuanajuato 15º 5º

116

secundaria habían cursado. La demanda potencial de secundaria

del INEA, a la fecha de su creación, era entonces de 9 millones

209 mil 690 adultos.

Cuadro 3.14. Población de 15 años y más con estudios incompletos de secundaria1980 160

Grado insuficien-Grupo de 6o año de temente especi-

edad primaria 1o 2o ficado Totales15-19 1,572,615 416,259 676,009 2,866 2,667,74920-29 2,448,613 213,184 310,242 2,446 2,974,48530-39 1,405,094 98,637 144,878 957 1,649,56640-49 814,914 47,647 68,470 484 931,515

50 y más 896,544 34,673 54,680 478 986,375Totales 7,137,780 810,400 1,254,279 7,231 9,209,690

Fuente: X Censo de Población y Vivienda 1980, Secretaría de Programación y Presupuesto.

Comparando el cuadro 3.8 (relativo a la demanda potencial de

primaria) y el cuadro 3.14 (referente a la demanda potencial de

secundaria), se observa que el grupo de edad 15-39 constituía en

1980 menor demanda potencial de educación primaria que el

grupo de edad 40-50 años y más, y que en el mismo año el grupo

de edad 40-50 años y más constituía menor demanda potencial

de educación secundaria que el grupo de edad 15-39. Dicho de

otra manera: en primaria, la demanda potencial del servicio

estaba en relación directa con el aumento en la edad; en

secundaria, la relación era inversa. Eso podía deberse

posiblemente a que en los años anteriores a 1980 había habido

una elevada deserción en los servicios escolarizados de

secundaria; también es posible que se debiera a un aumento

demográfico del grupo de edad 15-39 a consecuencia de la mejora

en los servicios de salud. Para atender la demanda, el INEA

160 INEA, Memoria estadística, Op.Cit., 46.

117

suministró, de 1981 a 1988, secundaria mediante la secundaria

comunitaria, los centros de trabajo y los centros de asesoría y

consulta. Los resultados correspondientes forman el cuadro 3.15.

Cuadro 3.15. Adultos atendidos en secundaria por modalidad de atención, 1981-1988 161

Modalidad de atenciónCentros

Total de adul- Centros asesoríaAño tos atendidos Comunitaria de trabajo y consulta Totales1981 38,049 17,010 21,039 0 38,0491982 187,381 78,997 108,384 0 187,3811983 216,052 95,495 120,557 0 216,0521984 200,173 101,087 85,474 13,612 200,1731985 194,718 96,581 81,720 16,417 194,7181986 189,879 97,953 73,448 18,478 189,8791987 205,204 106,781 76,991 21,432 205,204

1988* 228,522 104,664 94,379 29,479 228,522Totales 1,459,978 681,558 640,953 99,418 1,421,929

*Estimado.

El hecho de que la demanda atendida por la modalidad

comunitaria y por la de centros de trabajo fuera mucho mayor

que la atendida por los centros de asesoría y consulta para 1988,

ayuda a comprender que la demanda potencial de secundaria

estuviera constituida principalmente por el grupo de edad 15-39:

los centros de asesoría y consulta atendían a jóvenes mayores de

15 años con secundaria incompleta que desearan cursar la

secundaria en un breve periodo, probablemente para continuar

sus estudios de educación media superior, sin necesidad urgente

de encontrar trabajo; por el contrario, la modalidad de secundaria

comunitaria, además de impartir contenidos propedéuticos de

secundaria, impartía contenidos de desarrollo tecnológico y de

organización para la producción y la comercialización, y los

centros de trabajo atendían a trabajadores sin iniciar o concluir

la secundaria, de los sectores oficial, privado y público. Era el

161 Ídem, 49.

118

grupo de edad 15-39, en edad productiva, el que necesitaba el

certificado para encontrar trabajo o uno mejor. Eso refuerza el

que los adultos se incorporan a los servicios educativos que por lo

menos les abran la oportunidad de solucionar sus necesidades

inmediatas, como la de mejorar sus ingresos y su nivel de vida. El

cuadro 3.16 muestra por entidad federativa la cantidad de

adultos atendidos en secundaria, de 1981 a 1988.Cuadro 3.16. Adultos atendidos en secundaria, 1982-1988 (datos estimados) 162

Atención 82-88Entidad 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988* Absolutos %

Aguascalientes 2,273 1,900 2,287 1,649 1,638 1,682 1,828 13,257 0.93Baja Cal. 5,111 11,672 4,977 4,695 4,457 4,522 6,770 42,204 2.97Baja Cal. Sur 1,214 2,415 1,827 1,580 1,356 1,109 1,600 11,101 0.78Campeche 1,416 2,245 2,631 2,634 2,605 2,515 2,514 16,560 1.16Coahuila 7,586 5,448 6,220 6,863 6,838 9,666 9,130 51,751 3.64Colima 2,347 3,634 1,320 1,736 1,503 1,403 1,828 13,771 0.97Chiapas 4,676 9,202 6,015 6,259 7,094 6,987 7,613 47,846 3.36Chihuahua 8,461 4,565 5,605 4,449 5,786 7,253 7,455 43,574 3.06Distr. Fed. 30,585 40,140 31,199 49,348 52,918 51,854 41,261 297,305 20.91Durango 5,313 3,431 3,060 2,155 2,347 2,268 2,742 21,316 1.50Guanajuato 6,061 10,411 13,391 11,407 10,147 12,001 12,012 75,430 5.30Guerrero 3,080 10,343 1,928 3,042 2,427 2,331 2,828 25,979 1.83Hidalgo 4,887 3,879 2,539 2,495 2,480 2,627 3,428 22,335 1.57Jalisco 8,013 6,300 6,652 6,976 5,486 6,775 9,141 49,343 3.47Edo. de Méx. 15,103 21,798 19,517 15,945 11,838 11,446 15,311 110,958 7.80Michoacán 6,081 3,664 5,064 6,044 4,043 3,578 3,885 32,359 2.28Morelos 1,427 2,914 4,611 3,462 3,696 4,439 4,385 24,934 1.75Nayarit 1,599 4,634 1,780 1,625 1,999 2,194 5,484 19,315 1.36Nuevo León 7,756 5,103 7,538 4,223 4,234 5,959 6,627 41,440 2.91Oaxaca 1,158 4,216 4,089 2,338 1,817 1,231 1,828 16,677 1.17Puebla 3,835 7,326 8,428 4,758 5,344 6,689 9,883 46,263 3.25Querétaro 3,347 8,483 7,865 4,296 4,226 6,166 6,541 40,924 2.88Quintana Roo 544 1,456 1,150 1,210 1,271 1,265 1,643 8,539 0.60S.L. Potosí 3,647 4,740 3,898 5,670 5,790 7,387 10,283 41,415 2.91Sinaloa 7,978 5,610 6,736 4,777 4,136 4,492 6,855 40,584 2.85Sonora 7,946 4,086 5,886 4,359 5,153 6,973 7,527 41,930 2.95Tabasco 2,566 2,684 4,405 4,139 3,232 3,924 5,385 26,335 1.85Tamaulipas 4,689 5,504 6,972 6,652 6,102 6,771 7,084 43,774 3.08Tlaxcala 1,993 4,615 3,394 1,607 1,523 1,828 2,285 17,245 1.21Veracruz 21,952 10,648 15,219 14,312 14,461 13,980 18,795 109,367 7.69Yucatán 1,810 1,834 2,821 2,962 2,684 2,456 2,514 17,081 1.20Zacatecas 2,927 1,152 1,149 1,051 1,248 1,433 2,057 11,017 0.77

Totales 187,381 216,052 200,173 194,718 189,879 205,204 228,522 1,421,929 100.00

162 Ídem, 47.

119

Al comparar el total de adultos atendidos en secundaria,

1 millón 421 mil 929, en el periodo 1981-1988, con la demanda

potencial en 1980, 9 millones 209 mil 690 (cuadro 3.15), se tiene

que el INEA atendió a 15.44% de la misma. Esa atención a la

demanda de ninguna manera fue equilibrada, como lo muestro en

el cuadro 3.17.Cuadro 3.17. Entidades federativas ordenadas de

mayor a menor atención a la demanda de secundaria1982-1988

Atención 82-88Entidad Absolutos %

Distrito Federal 297,305 20.91Estado de México 110,958 7.80Veracruz 109,367 7.69Guanajuato 75,430 5.30Coahuila 51,751 3.64Jalisco 49,343 3.47Chiapas 47,846 3.36Puebla 46,263 3.25Tamaulipas 43,774 3.08Chihuahua 43,574 3.06Baja California 42,204 2.97Sonora 41,930 2.95Nuevo León 41,440 2.91San Luis Potosí 41,415 2.91Querétaro 40,924 2.88Sinaloa 40,584 2.85Michoacán 32,359 2.28Tabasco 26,335 1.85Guerrero 25,979 1.83Morelos 24,934 1.75Hidalgo 22,335 1.57Durango 21,316 1.50Nayarit 19,315 1.36Tlaxcala 17,245 1.21Yucatán 17,081 1.20Oaxaca 16,677 1.17Campeche 16,560 1.16Colima 13,771 0.97Aguascalientes 13,257 0.93Baja California Sur 11,101 0.78Zacatecas 11,017 0.77Quintana Roo 8,539 0.60

120

Elaborada con base en el cuadro 3.16, la gráfica siguiente

muestra la impresionante diferencia entre la atención a la

demanda en el Distrito Federal y en las demás entidades

federativas.

0.00

5.00

10.00

15.00

20.00

25.00P

orce

ntaj

e de

ate

nció

n

Distr. Fed.

Edo. de Méx.

VeracruzG

uanajuatoC

oahuilaJaliscoC

hiapasPueblaTam

aulipasC

hihuahuaBaja C

al.SonoraN

uevo LeónS.L. P

otosíQ

uerétaroSinaloaM

ichoacánTabascoG

uerreroM

orelosH

idalgoD

urangoN

ayaritTlaxcalaYucatánO

axacaC

ampeche

Colim

aAguascalientesBaja C

al. SurZacatecasQ

intana Roo

Entidad federativa

Entidades federativas según su atención a la demanda en secundaria, 1988

No podría decirse que la mayor atención a la demanda guardó

relación directa con el menor grado de marginación, pues, como

ejemplos, en Veracruz hubo mayor atención a la demanda que en

Jalisco, siendo que en 1980 Veracruz ocupaba el 8º lugar de

marginación a nivel nacional y Jalisco el 26º; lo mismo sucede

respecto de Chiapas y Nuevo León: en ese año, a Chiapas le

correspondía el segundo sitio en marginación y a Nuevo León el

30º. La cuantiosa atención a la demanda en el Distrito Federal

probablemente sea atribuible a la centralización en éste de

fuentes de trabajo, tanto públicas como privadas, y a la gran

cantidad de alumnos de secundarias escolarizadas oficiales y

privadas, lo cual conduciría a la mayor atención mediante las

modalidades de secundaria comunitaria, centros de trabajo y

centros de asesoría y consulta.

121

Es posible comparar la eficiencia del instituto en la atención a la

demanda potencial de alfabetización, primaria y secundaria para

el periodo 1981-1988. En 1980 la demanda potencial de

alfabetización era de 37 millones 927 mil 410 adultos; en el

periodo 1981-1988 fueron alfabetizados 4 millones 331 mil 842

adultos; la demanda atendida en el periodo fue entonces de

11.42%. En 1980 la demanda potencial de primaria era de 15

millones 897 mil 344 adultos, y como en 1981-1988 se atendió a

4 millones 233 mil 247 adultos, la demanda atendida fue de

26.63%. En secundaria, la demanda potencial en 1980 era de 9

millones 209 mil 690 adultos, y como en 1981-1988 se atendió a

1 millón 421 mil 929 adultos, la demanda atendida fue de

15.44%. Entonces, como resultado, la eficiencia del instituto fue

mayor por 15.21 puntos porcentuales en la atención a la

demanda potencial en primaria que en la de alfabetización y

mayor por 11.19 puntos porcentuales que en la de secundaria.

Si se tomara en cuenta que la demanda potencial de los servicios

suministrados por el INEA decrecía en 1980 de la alfabetización

hacia la secundaria, se supondría que el porcentaje de atención

también decreciera de la alfabetización hacia la secundaria. Sin

embargo, en el supuesto de que se buscara un equilibrio en la

atención, se podría tomar como base el porcentaje de atención

alcanzado en el periodo en primaria. Se tendría que el instituto

debería haber alfabetizado en el periodo 1981-1988 a 10 millones

100 mil 69 adultos, es decir, a 5 millones 768 mil 227 adultos

más que los alfabetizados, y que en secundaria debería haber

atendido a 2 millones 452 mil 540 adultos, es decir, a 1 millón 30

122

mil 611 adultos más que los atendidos. Lo anterior se resume en

la tabla 3.8.

Tabla 3.8. Demanda atendida y atención deseable en los serviciossuministrados por el INEA en 1981-1988

Servicio Demandaatendida

(%)

Demandaatendida

(absolutos)

Atencióndeseable

(absolutos)Alfabetización 11.42 4 331 842 10 100 069Primaria 26.63 4 233 247Secundaria 15.44 1 421 929 2 452 540

Durante el periodo 1981-1988, además de ofrecer a los adultos

los servicios de alfabetización, educación primaria y educación

secundaria, el INEA también les ofreció el de educación

comunitaria. Los resultados cuantitativos correspondientes se

indican a continuación.

Cuadro 3.18. Adultos atendidos en educación comunitaria por modalidad de atención1981-1988 163

AñoSalas decultura

Puntos deencuentro

Campamentosde educacióny recreación

Tallerescomunitarios

Unidadesproductivas

Grupos deteatro Totales

1981 1,827 2 0 0 0 0 1,8291982 1,833 52 10 1 11 0 1,9071983 2,005 82 18 10 15 0 2,1301984 1,933 77 12 51 67 32 2,1721985 2,014 64 10 14 11 6 2,1191986 1,972 45 10 32 58 19 2,1361987 2,010 60 7 77 70 31 2,255

1988* 2,020 65 16 54 49 52 2,256Totales 15,614 447 83 239 281 140 16,804

* Estimado.

No es posible determinar la eficiencia del instituto en la atención

a la demanda de educación comunitaria pues no se localizó

información respecto de su demanda potencial. Sin embargo, se

puede anotar que la demanda atendida fue mucho menor que la

163 Ídem, 55.

123

alcanzada en alfabetización, primaria y secundaria. El cuadro

3.19 muestra la demanda atendida en formación para el trabajo.Cuadro 3.19. Adultos atendidos en formación para el trabajo por entidad federativa

1981-1988 164

Entidad federativa 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988** 81-88Aguascalientes 0 253 242 150 15 1,926 345 2,340 5,271Baja Cal. 0 235 1,684 355 1,092 1,999 0 2,896 8,261Baja Cal. Sur 0 19 149 177 510 0 0 162 1,017Campeche 0 228 1,253 1,253 1,349 0 0 1,140 5,223Coahuila 0 1,694 2,097 3,647 2,050 183 164 2,824 12,659Colima 0 137 689 1,285 1,117 405 0 2,403 6,036Chiapas 0 14,056 15,977 51,048 29,247 256 769 5,832 117,185Chihuahua 0 696 2,541 4,936 3,580 2,256 68 2,815 16,892Distr. Fed.* 0 0 2,325 2,066 889 1,454 4,034 3,149 13,917Durango 0 239 1,382 1,436 2,190 1,172 668 2,770 9,857Guanajuato 0 6,879 10,821 14,169 7,017 7,097 4,776 4,247 55,006Guerrero 0 470 187 577 1,178 544 2,470 3,239 8,665Hidalgo 0 777 5,939 5,687 5,791 6,352 2,355 8,705 35,606Jalisco 0 2,197 3,603 3,072 4,207 3,729 7,439 7,868 32,115Edo. de Méx. 0 3,684 0 2,489 11,757 18,666 7,253 7,241 51,090Michoacán 0 9,889 4,017 7,715 9,212 9,719 4,222 9,642 54,416Morelos 0 120 781 1,534 2,731 3,032 2,970 992 12,160Nayarit 0 156 1,360 1,344 1,101 2,215 340 4,894 11,410Nuevo León 0 446 3,055 3,665 4,001 1,275 0 1,439 13,881Oaxaca 0 3,522 871 3,248 1,804 20,913 28,817 30,512 89,687Puebla 0 0 4,125 8,058 11,129 23,297 19,181 24,628 90,418Querétaro 0 557 2,188 4,395 2,101 6,773 3,360 2,333 21,707Qintana Roo* 0 0 601 450 1,988 1,856 2,972 12,148 20,015S.L. Potosí 0 348 6,731 4,443 4,974 3,533 1,365 5,977 27,371Sinaloa 0 905 888 1,172 1,777 4,716 633 5,095 15,186Sonora 0 631 1,774 2,088 1,501 0 3,355 1,448 10,797Tabasco 0 74 139 1,952 1,969 2,000 4,758 7,138 18,030Tamaulipas 0 623 707 131 640 1,810 2,136 711 6,758Tlaxcala 0 96 435 769 642 0 380 395 2,717Veracruz 0 4,189 6,626 6,097 13,715 16,869 10,731 27,344 85,571Yucatán 0 760 2,455 4,548 1,993 1,576 632 211 12,175Zacatecas 0 135 2,358 1,389 373 796 761 1,472 7,284

Totales 0 54,015 88,000 145,345 133,640 146,419 116,954 194,010 878,383

*No disponible**Estimado.

Con base en el cuadro 3.19, en el cuadro 3.20 ordeno las

entidades federativas de mayor a menor atención a la demanda en

formación para el trabajo al final del periodo 1981-1988 y la

164 Ídem, 60.

124

correlaciono con el grado de marginación de cada entidad en

1980. En el cuadro 3.21 se seleccioné las diez entidades

federativas de mayor grado de marginación en 1980 a fin de

especificar el tipo de relación entre dicho grado y la demanda

atendida en 1981-1988.Cuadro 3.20. Entidades federativas según su

demanda atendida en formación para el trabajo en 1981-88y según su grado de marginación en 1980

Entidad federativaLugar ocupado en atención a

la demanda, 1981-1988Lugar ocupado en grado de

marginación, 1980Chiapas 1º 2ºPuebla 2º 9ºOaxaca 3º 1ºVeracruz 4º 8ºGuanajuato 5º 15ºMichoacán 6º 11ºEstado de México 7º 28ºHidalgo 8º 4ºJalisco 9º 26ºSan Luis Potosí 10º 7ºQuerétaro 11º 10ºQuintana Roo 12º 14ºTabasco 13º 5ºChihuahua 14º 25ºSinaloa 15º 18ºDistrito Federal 16º 32ºNuevo León 17º 30ºCoahuila 18º 29ºYucatán 19º 16ºMorelos 20º 20ºNayarit 21º 12ºSonora 22º 23ºDurango 23º 19ºGuerrero 24º 3ºBaja California 25º 31ºZacatecas 26º 6ºTamaulipas 27º 22ºColima 28º 21ºAguascalientes 29º 27ºCampeche 30º 17ºTlaxcala 31º 13ºBaja California Sur 32º 24º

125

Cuadro 3.21. Comparativo entre grado de marginación (1980) yatención a la demanda en formación para el trabajo (1981-1988)

Entidad federativa

Lugar ocupado segúngrado de marginación,

1980

Lugar ocupado en atención a lademanda

1981-1988Oaxaca 1º 3ºChiapas 2º 1ºGuerrero 3º 24ºHidalgo 4º 8ºTabasco 5º 13ºZacatecas 6º 26ºSan Luis Potosí 7º 10ºVeracruz 8º 4ºPuebla 9º 2ºQuerétaro 10º 11º

En el cuadro se observa elevada desproporción entre grado de

marginación y atención a la demanda en formación para el

trabajo en Zacatecas, Guerrero y Tabasco, que respecto de dicha

atención han quedado por debajo de entidades económicamente

más desarrolladas como Jalisco, Nuevo León y el Distrito Federal.

Es posible que el servicio educativo no estuviera mejorando la

economía regional, sino que la mejor economía regional estuviera

aumentando la desigualdad educativa.

126

CONCLUSIONES

127

La creación del INEA, en 1981, no constituyó en el país la primera

acción educativa orientada hacia los adultos; muchas décadas

antes de esa fecha, ya los sucesivos gobiernos mexicanos habían

ensayado numerosas y diversas estrategias educativas al

respecto. La segunda: uno de los propósitos de la fundación del

INEA fue que hubiera una instancia administrativa única que

organizara y coordinara los servicios educativos que a la fecha de

su fundación se prestaban a la población adulta. Conviene tener

en cuenta lo anterior porque la mayor parte de las conclusiones

aquí anotadas se refieren de suyo a la educación de adultos en

general y no a aquel instituto en particular.

Empiezo por las conclusiones específicamente relativas al INEA. A

fines de 1988, el instituto había alfabetizado a 4 millones 864 mil

563 adultos, es decir, había superado en 18.6% su meta

propuesta para ese año. Para 1980, la demanda potencial de

adultos sin primaria (por no haberla empezado o concluido) era de

15 millones 897 mil 344 adultos, de la cual el INEA atendió el

26.63%. En el mismo año, la demanda potencial de secundaria

era de 9 millones 209 mil 690 adultos, de la cual atendió a

15.44%. Sin embargo, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Puebla,

Veracruz y Yucatán, a pesar de que para 1988 habían disminuido

sus cifras absolutas de analfabetas, seguían ocupando en ese año

prácticamente el mismo lugar de elevado analfabetismo que

ocupaban ocho años antes. Oaxaca, Hidalgo, Tabasco, Zacatecas

(de alta marginación social en 1980), Tlaxcala y Quintana Roo (de

marginación media) seguían ocupando en 1988 bajos lugares en

atención a la demanda de primaria. Respecto de la atención en

secundaria, fue increíble la desigualdad entre la correspondiente

128

al Distrito Federal, 20.91%, y la de las demás entidades

federativas, la cual descendió de 7.80% en el Estado de México a

0.60% en Quintana Roo. Lo anterior indicaría que la prestación

de los servicios educativos por parte del INEA en el periodo 1981-

1988 habría privilegiado a entidades con menor marginación

social y de mayor desarrollo económico, lo cual se opondría al

espíritu de la Ley Nacional de Educación para Adultos en el

sentido de que un mayor nivel educativo aminoraría el

subdesarrollo de la población adulta.

Si se tiene en cuenta que la sociedad nacional siempre ha sido

pluriétnica y pluricultural, entonces una estrategia educativa

acertada fue que a partir de 1985 el instituto diera atención

educativa bilingüe y bicultural, por primera vez en México, a la

población indígena, de acuerdo con el artículo 3º constitucional.

Deben mencionarse dos aciertos más. Por una parte, la mayor

cantidad de investigaciones realizadas fue para mejorar la calidad

de los servicios, al tratar sobre las características e intereses

específicos de la población demandante y de la idoneidad de los

métodos pedagógicos y materiales didácticos empleados. Por otra

parte, con la modalidad de primaria comunitaria y con la de

secundaria comunitaria se deseó no limitar los contenidos de

aprendizaje a lo puramente propedéutico, sino asociarlos a

necesidades e intereses más prácticos y cotidianos de los adultos

y de su comunidad. No obstante, ni en los programas, proyectos o

contenidos de aprendizaje de primaria, secundaria o de educación

comunitaria se localiza alguno diseñado a proporcionar a los

adultos los conocimientos y destrezas para auxiliar a sus hijos en

129

las tareas escolares, cosa que las madres de familia reportan

como fuerte motivación para incorporarse a los servicios

educativos. Asimismo, si entre los motivos expuestos para la

promulgación, en 1975, de la Ley Nacional de Educación para

Adultos se contaban que un número considerable de adultos no

calificados requerían capacitación para desempeñar su función

productiva y que la educación de adultos los capacitaría en y para

el trabajo, en educación comunitaria debieron haber abundado

los contenidos de aprendizaje establecidos para esos propósitos.

Sucedió lo contrario: exceptuados los cursos de juguetería y de

corte y confección, se dio prioridad a cursos de primeros auxilios,

de historia y cultura, educación cívica, educación para la salud y

educación familiar. En ese entendido, el instituto no habría

cumplido con dicha ley, cosa que Sylvia Schmelkes y Judith

Kalman reafirman al señalar que la capacitación en y para el

trabajo había ido perdiendo fuerza al interior del INEA desde 1985

hasta desaparecer casi por completo en 1994, año en que se

prefería trabajar con modelos y contenidos que no despertaran

expectativas de obtener empleo, y que servicios no formales de

capacitación para el trabajo habían sido prestados desde 1976

por instituciones públicas como el Instituto Mexicano del Seguro

Social, el Sistema Integral para el Desarrollo de la Familia, la

Secretaría del Trabajo y de Previsión Social, pero que sólo 40% de

esos servicios tenían que ver con capacitación para el trabajo y

que el resto se orientaba a bienestar familiar, recreación,

participación cívica y política. 165

165 Schmelkes, Sylvia/ Kalman, Judith, et al., Diagnóstico de la educación deadultos , en La educación de adultos: estado del arte. Hacia una estrategiaalfabetizadora para México, pp. 23-24, Centro de Estudios Educativos, México, 1994.

130

Ahora hay que considerar las conclusiones relativas a la eficiencia

social del INEA vista desde la perspectiva más amplia de la

educación de los adultos. En resumen, habría que decir que dicha

eficiencia fue baja en el periodo 1981-1988, pero no a

consecuencia de un mal desempeño por parte del instituto, sino

por causas ajenas a éste, como las expuestas en seguida.

Así, para que los adultos atendidos por el INEA obtuvieran un

puesto mejor en su fuente de trabajo, mejoraran su sueldo,

encontraran un trabajo mejor o se incorporaran al sistema

productivo, se hubiera necesitado, por ejemplo, que dicho sistema

absorbiera a los egresados de los cursos de capacitación,

recompensara económicamente a quienes hubieran obtenido un

certificado, apoyara financiera y técnicamente a los egresados

deseosos de abrir un pequeño negocio o taller. Además,

investigaciones como la realizada por Muñoz Izquierdo concluyen

que los egresados del sistema de educación formal tienen mejores

oportunidades y capacidades para establecer una microempresa,

incluso a nivel de la economía informal, por lo cual compiten

exitosamente con los egresados del sistema de informal de la

economía. 166 Además, desear que el INEA consiguiera que los

adultos egresados de los servicios de alfabetización, de primaria o

de secundaria, contribuyeran a mejorar la economía nacional, era

exigir demasiado, si se acepta como válida la aseveración de

Schmelkes y Kalman de que el analfabetismo y la falta de

escolaridad de los adultos no son más que la manifestación de la

166 Muñoz Izquierdo, Carlos, Contribución de la educación de adultos a la equidad social: observacionesderivadas de algunas investigaciones sobre el tema , en Educación de adultos, XV años y más , pp. 88-92, Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, México, 1996.

131

pobreza, de que ellas no son causa de la pobreza sino la

consecuencia de la misma. 167

La Ley Nacional de Educación para Adultos asentaba que los

adultos analfabetos y desertores de la educación general básica

tenían suficiente motivación social y económica para cursar o

completar su educación básica, afirmación contradicha por

estudios del instituto mismo realizados a partir de 1983, según

los cuales español, matemáticas y, en especial, ciencias naturales

y ciencias sociales seguían siendo áreas de estudio ajenas a los

intereses y necesidades de los adultos, áreas en que se agrupaban

los contenidos de la primaria y la secundaria para adultos. Tal

desinterés se debía con probabilidad a que la educación para

adultos impartida por el INEA seguía conservando su carácter

supletorio y remedial frente a la educación escolarizada y su

carácter propedéutico propio de esta última. La eficiencia del

instituto a este respecto se habría debido tal vez a factores

distintos de la suficiente motivación social y económica para

cursar o completar su educación básica expresada por la ley. Me

parece que son los menos los adultos que completan su

educación básica por esa razón, pues han de ser aquéllos que

cuentan en casa con el apoyo de familiares de buena escolaridad

que los alientan a perseverar, que los ayudan completando la

asesoría recibida en los círculos de estudio, adultos con

posibilidad de gastar en los libros de texto y en pasajes,

habitantes de un medio de buena escolaridad, la cual también

ellos desean alcanzar.

167 Schmelkes y Kalman, Op.Cit., pp. 11-12.

132

La atención a la demanda y la eficiencia social del INEA a lo largo

del periodo 1981-1988 presentaron la misma problemática que la

educación básica escolarizada: se enfrentaron a la disyuntiva de

cantidad-calidad en los servicios educativos. El país no ha podido

compaginar los compromisos socialmente justos de llevar

educación a todos los adultos y de suministrarles una educación

de calidad en que ellos, como sujetos del proceso de enseñanza-

aprendizaje, determinen cuáles sean los contenidos de

aprendizaje y las formas de adquirirlos. Esto es notorio en el

empleo de métodos de alfabetización como el de la palabra

generadora: es un método que socializa al analfabeta, que lo

concientiza de su situación y que lo conduce a la búsqueda y

práctica de soluciones, pero que, desde mi punto de vista, al ser

funcional en grupos pequeños retarda la atención a la demanda

cuando la cantidad de analfabetos es tan grande como en México.

No encuentro por lo pronto solución a la disyuntiva cantidad-

calidad. Quizá en el periodo 1981-1988 el instituto debió ser más

eficaz en promover y conseguir mayor solidaridad y participación

sociales en la educación de los adultos, a fin de aminorar la

brecha entre los polos de esa disyuntiva. El problema está en que

el Estado por su parte no ha abandonado su papel monopólico

en el suministro de la educación (quizás por cuestiones de

propaganda y control políticos) y en que la iniciativa privada, por

su lado, ha invertido capitales en actividades económicas que le

reditúen prontas y cuantiosas utilidades, de lo cual quedan

excluidos los servicios educativos no remunerados.

Por su naturaleza de institución educativa creada con base en la

Ley Nacional de Educación para Adultos, el INEA debía

133

aprovechar los sistemas abiertos de educación, los cuales, según

dicha ley, favorecían el autodidactismo y propiciaban la

optimización de recursos humanos y materiales. No niego que los

sistemas abiertos tengan esas dos ventajas: son manifiestas, por

ejemplo, en los sistemas de universidad abierta, en que los

jóvenes y adultos atendidos tienen alta motivación para cursar la

carrera, costumbre de estudiar, hábitos y técnicas de estudio que

ya les han resultado eficaces, acceso a fuentes bibliográficas,

destreza en consultarlas, etcétera. No ocurre lo mismo, en

general, en el caso de adultos que siguen los cursos de

alfabetización, de primaria y de secundaria abiertas: son adultos

que no han adquirido el hábito del estudio o que lo tienen

entumido por haber abandonado la educación escolarizada

mucho antes de incorporarse a la abierta, que llegan cansados a

los círculos de estudio después de cumplir con sus obligaciones

en la casa o en el trabajo, que necesitan parcial o totalmente del

apoyo familiar para no desertar de los cursos, que atribuyen su

reprobación en los exámenes a incapacidad personal y no a

deficiencias del sistema educativo. Problemas que ejemplifican lo

anterior ya habían quedado señalados en el documento Elementos

que constituyen el sistema de educación para adultos. Situación

actual, elaborado por la Dirección General de Educación para

Adultos en mayo de 1980 (y ya citado en este trabajo terminal).

Eran obstáculos que habían venido restando eficacia a la

educación de adultos y que el INEA necesitaba superar si deseaba

asegurar su eficiencia externa.

En conclusión, la eficiencia del instituto para resolver los retos

planteados por la educación de los adultos mexicanos en el

134

periodo 1981-1988 fue escasa a consecuencia de factores ajenos a

su desempeño. Se le había encomendado una labor que era (y que

sigue siendo) superior a sus fuerzas. No se excluyen las

deficiencias internas, propias de cualquier institución humana.

Sin embargo, lo conseguido por el personal administrativo y

operativo del instituto no ha de verse con pesimismo. Ha sido el

fruto de la prolongada tradición educativa nacional. Ha faltado (y

falta) mucho por hacer, pero lo hecho, aunque fuera poco, es un

adelanto en la empresa de que los adultos sin escolaridad o con

baja escolaridad accedan a experiencias desconocidas para ellos a

causa de su marginación social y económica.

135

ANEXOS

136

ANEXO 1

Decreto por el que se crea el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos

D.O.F. 31 de agosto de 1981

Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.-

Presidencia de la República.

JOSE LOPEZ PORTILLO, Presidente Constitucional de los Estados Unidos

Mexicanos, en ejercicio de la facultad que me confiere el artículo 89, fracción I, de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y con fundamento en los

artículos 38 y 45 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; 2, 3, 5, 6,

10, 13, 23 y 24, fracciones I, VIII y IX, de la Ley Federal de Educación; 2, 3, 4, 6, 7,

10, 13, 21, 24 y 26 de la Ley Nacional de Educación para Adultos; y

CONSIDERANDO

Que existe un alto número de mexicanos adultos que no tuvieron acceso a la

educación primaria y secundaria, o no concluyeron estos niveles educativos y por

consiguiente ven limitadas sus oportunidades de mejorar por sí mismos la calidad de

su vida;

Que es impostergable la solución de este problema, para lo cual conviene incrementar

los esfuerzos que realiza el Gobierno Federal;

Que la educación para adultos propicia el desarrollo económico y social del país;

Que es necesario que la educación que se imparta a los adultos responda cada vez

mejor a las necesidades e intereses específicos de los diversos grupos, regiones y

personas; y

Que se requiere la creación de un organismo descentralizado que impulse los

programas de educación para adultos, sin perder su relación con las políticas y

programas del sector educativo, he tenido a bien expedir el siguiente

137

DECRETO

Artículo 1.- Se crea el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos como

organismo descentralizado de la Administración Pública Federal, con personalidad

jurídica y patrimonio propio, que tendrá por objeto promover, organizar e impartir

educación básica para adultos.

Artículo 2.- Para el cumplimiento de su objeto, el Instituto tendrá las siguientes

facultades:

I. Promover y proporcionar servicios de alfabetización, así como de educación

primaria y secundaria para adultos, en cumplimiento de la Ley Nacional de

Educación para Adultos y disposiciones reglamentarias, de acuerdo a los

objetivos, contenidos y programas de estudio que establezca la Secretaría de

Educación Pública, conforme a su competencia;

II. Promover y realizar investigación relativa a la educación para adultos; III.

Elaborar y distribuir materiales didácticos aprovechables en la educación para

adultos;

IV. Participar en la formación del personal que requiera para la prestación de los

servicios de educación para adultos;

V. Coadyuvar a la educación comunitaria para adultos, conforme a las

disposiciones legales y administrativas correspondientes;

VI. Acreditar cuando proceda, los estudios que se realicen en el Instituto, conforme

a los programas aprobados:

VII. Dar oportunidad a los estudiantes de cumplir con el servicio social educativo;

VIII. Coordinar sus actividades como instituciones que ofrezcan servicios

similares o complementarios y apoyar, cuando lo requieran, a dependencias,

organismos, asociaciones y empresas en las tareas afines que desarrollen;

IX. Participar en los Servicios de Educación General Básica para Adultos;

X. Realizar actividades de difusión cultural que complementen y apoyen sus

programas;

XI. Difundir a través de los medios de comunicación colectiva los servicios que

preste y los programas que desarrolla, así como proporcionar orientación al

público sobre los mismos; y

XII. Las demás consignadas en este decreto, así como las que requiera para el

cumplimiento de su objeto, congruentes con la legislación educativa.

138

Artículo 3.- El gobierno del Instituto estará a cargo de:

I. La Junta Directiva, y

II. El Director General

Artículo 4.- La Junta Directiva será el órgano superior de gobierno del Instituto, y

estará integrada por el Secretario de Educación Pública, quien la presidirá; el

Secretario de Gobernación; el Secretario de Programación y Presupuesto; el Secretario

del Trabajo y Previsión Social; el Jefe del Departamento del Distrito Federal; y tres

miembros más designados por el Presidente de la República.

La Junta Directiva podrá invitar a las sesiones a los gobernadores y presidentes

municipales, en cuyas entidades se desarrollen los programas más significativos de

educación para adultos.

Los miembros titulares de la Junta Directiva podrán designar un suplente, a excepción

de los tres designados por el Presidente de la República.

Artículo 5.- Corresponderá a la Junta Directiva:

I. Establecer las políticas generales para el desarrollo de las actividades del

Instituto;

II. Aprobar el programa general de actividades;

III. Aprobar los proyectos de presupuesto anuales de ingresos y egresos;

IV. Autorizar el establecimiento de Delegaciones del Instituto en las entidades

federativas;

V. Evaluar, supervisar y autorizar, la aplicación y desarrollo de los planes y

programas, así como los estados financieros y el informe anual de actividades

que rinda el Director General;

VI. Decidir sobre la organización académica y administrativa del Instituto;

VII. Aprobar el Reglamento Interior;

VIII. Acordar las condiciones generales de trabajo del personal del Instituto; y

IX. Atender los demás asuntos que requiera para el cumplimiento del objeto del

Instituto y aquellos que se desprendan de las leyes y reglamentos.

Artículo 6.- La Junta Directiva sesionará en reuniones ordinarias cuando menos cada

tres meses y extraordinarias cuando las convoque su Presidente.

139

Todos los miembros de la Junta Directiva gozarán de voz y voto en la sesiones de la

misma. El quórum se integrará con la asistencia de su Presidente o quien lo supla y de

por lo menos la mitad de sus miembros.

Los acuerdos se tomarán por mayoría de votos, y en caso de empate, el Presidente

tendrá voto de calidad.

Artículo 7.- El Director General del Instituto será nombrado por el Presidente de la

República, durará en su cargo tres años, pudiendo ser nombrado por otro período

igual.

El Director General asistirá a las sesiones de la Junta Directiva con voz pero sin voto.

Artículo 8.- El Director General del Instituto tendrá las siguientes facultades y

obligaciones:

I. Dirigir técnica y administrativamente al Instituto;

II. Representar al Instituto y nombrar a los apoderados necesarios, informando de

ello a la Junta Directiva;

III. Elaborar y proponer a la Junta Directiva los proyectos de programas y

presupuesto del mismo;

IV. Proponer a la Junta Directiva los nombramientos de los funcionarios;

V. Proponer a la Junta Directiva el establecimiento de las unidades técnicas y

administrativas del Instituto conforme a su Reglamento Interior;

VI. Supervisar y vigilar la organización y funcionamiento de las unidades del

mismo;

VII. Someter a la aprobación de la Junta Directiva el proyecto de Reglamento

Interior del Instituto y aprobar los manuales administrativos necesarios para su

funcionamiento;

VIII. Nombrar al personal técnico, administrativo y docente que le autorice el

Reglamento Interior;

IX. Rendir un informe anual de actividades y de estados financieros a la Junta

Directiva;

X. Cumplir los acuerdos de la Junta Directiva e informarle de los resultados

obtenidos;

XI. Realizar actos, convenios y contratos de acuerdo con los lineamientos que

determine la Junta Directiva;

140

XII. Organizar los programas de difusión de las actividades del Instituto; y

XIII. Las demás que le confiera este ordenamiento y otras disposiciones aplicables.

Artículo 9.- El patrimonio del Instituto estará integrado por:

I. La asignación de recursos que determine el Ejecutivo Federal y las aportaciones

de los Gobiernos de los Estados y los Municipios;

II. Los bienes que adquiera o que se le otorguen para su funcionamiento;

III. Las aportaciones, legados o donaciones que en su favor se concedan; y

IV. Los demás bienes que adquiera por cualquier otro título legal.

Artículo 10.- Las relaciones de trabajo entre el Instituto y sus trabajadores se regirán

por la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Reglamentaria del

Apartado "B" del Artículo 123 Constitucional.

Serán considerados trabajadores de confianza; el director general, los directores de

área, subdirectores, jefes de departamento, delegados, subdelegados, jefes de

departamento de delegación, coordinadores de zona, el personal de apoyo a los

funcionarios anteriores y en general aquel que realice funciones de dirección,

inspección, investigación, supervisión, fiscalización o vigilancia.

Artículo 11.- Los trabajadores del Instituto quedarán incorporados al régimen de la

Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

Artículo 12.- En el cumplimiento de su objeto el Instituto propiciará el

aprovechamiento del servicio social temporal y voluntario de los estudiantes que se

beneficien en los diversos programas educativos del país, así como de toda persona

que solicite contribuir a los fines del Instituto.

TRANSITORIOS

Primero.- Este decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el

"Diario Oficial" de la Federación.

Segundo.- Se derogan las disposiciones que se opongan a este decreto.

Dado en la residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la ciudad de México, Distrito Federal, alos veintiocho días del mes de agosto de mil novecientos ochenta y uno.- José López Portillo.-Rúbrica.- El Secretario de Educación Pública, Fernando Solana.- Rúbrica.- El Secretario deGobernación, Enrique Olivares Santana.- Rúbrica.- El Secretario de Programación yPresupuesto, Miguel de la Madrid.- Rúbrica.- El Secretario del Trabajo y Previsión Social,Pedro Ojeda Paullada.- Rúbrica.- El Jefe del Departamento del Distrito Federal, Carlos HankGonzález.- Rúbrica.

141

ANEXO 2

Programas de apoyo

La estructura programática del INEA había variado en 1988 (año límite de loabarcado por este trabajo de tesis) con respecto de la establecida en 1981(fecha de la creación del instituto). En 1981, dicha estructura incluía cuatroprogramas sustantivos (el de alfabetización, el de educación básica, el depromoción cultural y el de capacitación para el trabajo) y dos programas deapoyo (el de calidad de la educación y el de administración). Para 1988, losprogramas de apoyo eran el de planeación, el de sistemas de administración ycontrol, el de participación social, el de comunicación social y el de serviciosjurídicos. 168 Es natural suponer que el aumento y la especificidad en losprogramas de apoyo se debieron a la intención de mejorar la calidad y lacobertura de los servicios educativos y a la mayor experiencia obtenida por elINEA en la prestación de los mismos en el periodo que va de 1981 a 1988. Eneste anexo anoto las principales acciones que consideré principales dentro delas efectuadas en dichos programas de apoyo.

Proyectos

§ Alfabetización a la población indígena. Iniciado en 1984 con unapoblación promedio de 300 adultos en cada etnia. Con base en undiagnóstico sociolingüístico de cada etnia, se definió la problemática dela población indígena y el enfoque del modelo educativo y los métodosde alfabetización que se le destinarían. Un equipo central y un equipoestatal elaboraron el modelo específico para el grupo o los gruposétnicos que se atenderían. 169 Como el piloteo reafirmó la necesidad devincular las acciones educativas establecidas por los programas con lasacciones realizadas en la comunidades, se obtuvo un modelo educativoespecífico y una versión experimental de los materiales didácticoselaborados por los equipos estatales. 170

§ Apoyo a Coordinaciones Regionales Prioritarias, para apoyar a lasdelegaciones a fin de que alcanzaran su meta anual de alfabetización yaseguraran la calidad del servicio. El proyecto condujo a la aplicaciónde medidas correctivas que mejoraran la permanencia de los adultos enlos servicios de alfabetización y la calidad y eficiencia terminal de losmismos. 171

§ Apoyo Regional a Delegaciones. Fue un proyecto derivado delanterior. Se aplicó en el área rural, para contrarrestar la tendencia deincremento en los índices de deserción y ausentismo, y para ampliar lacobertura y mejorar la calidad de la capacitación de los agentesoperativos. 172

168 INEA, Memoria no estadística, p. 79.169 Ídem, p.32.170 Ídem.171 Ídem, p.44.172 Ídem.

142

§ Consolidación de la Organización de los Servicios, a fin de mejorarla capacidad operativa de los servicios de alfabetización estableciendoen las delegaciones un procedimiento permanente de asesoría yrealimentación de tipo operativo, técnico, pedagógico y evaluativoacorde con las características de cada etnia y región. 173

§ Capacitación Integral en Comunidades Prioritarias (1986), medianteel cual se implantaron los lineamientos sobre la planeación,organización, operación y evaluación de los servicios del programa deeducación básica, a fin de lograr parámetros más cercanos a lascondiciones en que operan, además de propiciar la atención a lascomunidades donde se concentra la mayor demanda, favorecer elseguimiento permanente de las acciones y de los agentes queintervienen en ellas, y permitir la evaluación periódica del Programa deEducación Básica. 174

Investigaciones

De 1981 a 1983 el INEA llevó a cabo más de 51 investigaciones, cantidad queconsiderada el 100%, permite cuantificar el porcentaje de participación en ellade las investigaciones según su tipo, su carácter y su área temática

Tipo de investigación 175 Participación(%)

Evaluativo 43.1Alternativas para el mejoramiento o sustitución de métodos, procedimientos,técnicas e instrumentos

41.2

Documentales, para explorar material bibliográfico o hemerográfico sobreeducación de adultos

15.7

Carácter de la investigación 176 Participación(%)

Descriptivo 58.9Explicativo (proporcionan relaciones, establecen causas y pronostican elcurso de los procesos)

27.4

Exploratorios 13.7

Área temática de la investigación 177 Participación(%)

Innovación y sugerencia de opciones 13.8Aspectos relacionados con la enseñanza-aprendizaje 15Evaluación operativa 21.5Educación y contexto social 11.8Evaluación del material didáctico 7.9

173 Ídem.174 Ídem, p.57.175 Ídem, p.88.176 Ídem.177 Ídem.

143

Entre las investigaciones realizadas, valdría la pena describir las que siguen.

§ Consideraciones y criterios para la elaboración y revisión de librosde texto para adultos (1983-1985), a través de la cual y con base enla estructura pedagógica de los libros de la PRIAD se desarrolló unmetodología se establecieron criterios para la elaboración y revisión dela estructura y contenidos de dichos libros de texto. 178

§ Estudio exploratorio referido al proyecto de vinculación de loscontenidos de los libros de la PRIAD con las necesidades eintereses de los adultos (1985). Sus resultados proporcionaronelementos para ser considerados en la capacitación de asesores ypromotores, además de permitir la identificación de los contenidos quemás interesaban a los adultos. 179

§ Investigación sobre habilidades lógico-matemáticas (1986), en lacual se detectó el nivel de aprendizaje en el razonamiento de los adultosrecién alfabetizados. 180

§ La lengua escrita del adulto (1986), investigación con la cual se logróuna significativa aproximación a los parámetros lingüísticos que sedeben considerar en la elaboración de los materiales didácticos para losadultos. 181

§ Grupos testigo de recién alfabetizados que estudian con textosPRIAD (1987) para evaluar algunos aspectos técnico-pedagógicos yoperativos del modelo PRIAD y del modelo general de innovacióneducativa. Se pudo obtener información sobre ambos modelos,principalmente respecto del aprovechamiento, la permanencia en elservicio, las condiciones educativas en que los adultos se incorporan alprograma de educación básica y los porcentajes de eficiencia terminalde esos servicios. 182

§ Taller de capacitación para comités de educación de adultos (1987),para adecuar los materiales didácticos elaborados y elaborar nuevoscontenidos. 183

§ Caracterización de la demanda atendida (1987), que permitiódeterminar claramente el tipo de población inscrita en el programa deeducación básica, las características y el tipo de localidades, y lacaracterización y los perfiles de los agentes operativos (asesores ypromotores). 184

178 Ídem, p.56.179 Ídem, p.57.180 Ídem, p.56.181 Ídem.182 Ídem, pp.57-58.183 Ídem, p.58.184 Ídem.

144

§ Sobre las necesidades, actitudes e intereses de los adultos respectode la radio y la televisión con fines educativos (1987), la cual diolugar al diseño y operación de series radiofónicas en apoyo a lapromoción, la incorporación y el estudio de la primaria, como Nunca estarde. 185

§ Sobre el tipo de pensamiento del adulto y el desarrollo dehabilidades para la autodidaxia (1987). Respecto de la autodidaxia, lainvestigación posibilitó diseñar y elaborar materiales didácticos yestrategias pedagógicas, para apoyar el desarrollo de la misma en elestudiante de primaria intensiva para adultos, la secundaria abierta oen el modelo general de innovación educativa. 186

§ Evaluación de los materiales de apoyo para la formación deasesores de primaria (1986-1987), para determinar la utilidad ycalidad pedagógica de los materiales de apoyo para el desarrollo de laasesoría de cada área de estudio de la primaria. Los resultadosindicaron que el asesor requería de indicaciones concretas y que eraimprescindible la participación de las delegaciones en este tipo detareas, ya que eran los agentes más próximos a las características ycondiciones en que operaban los servicios. 187

Sistemas

§ Sistema de Seguimiento, Evaluación y Actualización (SISEA),implantado a inicios de 1983, mediante el cual se pudo sensibilizar alpersonal participante en las acciones de evaluación institucional acercade la necesidad de conocer los resultados derivados de la práctica delsistema, a fin de mejorar las evaluaciones, consolidar la aplicación delsistema en algunas delegaciones, aprovechar estas experiencias para laadecuación del mismo y contar con instrumentos, documentos yformatos validados en la práctica. 188

§ A partir de 1986, se implantaron sistemas computarizados que dieranmayor precisión en el control y seguimiento de los servicios educativos.

§ Sistema Integral de Evaluación Periódica (SIEP). Siguió aplicándoseen 1986, para determinar la calidad del servicio en términos operativosy pedagógicos. Mediante el sistema se generaba un flujo de informaciónde los grupos a la coordinación regional y de ésta a la delegación estataly viceversa, y se precisaban los momentos de levantamiento y análisisde la información mediante formas de registros sencillos y ágiles.Operaba en la mayoría de las entidades federativas, en algunos casosúnicamente en las zonas de jurisdicción de las coordinacionesregionales consideradas prioritarias. 189

185 Ídem.186 Ídem.187 Ídem, p.57.188 Ídem, p.44.189 Ídem.

145

§ Sistema de Evaluación Participativa (SEPAR), para la atención a lapoblación indígena Entre sus resultados a 1988 se contaba que seatendía a adultos indígenas de 15 a 65 años de edad; más mujeres quevarones; se seguía atendiendo la misma cantidad que la deincorporados al inicio del proceso (en tres modalidades: familiar,individual y en grupo); las causas del ausentismo eran razones detrabajo. 190

§ Para 1988 se había logrado la operación computarizada de los sistemasde acreditación y certificación, contabilidad y control presupuestal, derecursos humanos, control patrimonial, de información estadística ygratificaciones a agentes operativos. 191

Acciones administrativas

§ En 1983, se creó el Centro de Documentación y Divulgación del INEA.Para finales de ese año tenía 2 mil títulos de obras sobre alfabetizacióny primaria para adultos. Al desaparecer el CEMPAE su acervo setransfirió al Centro de documentación, cuyo acervo así se incrementó apoco más de 17 mil volúmenes. El centro, ubicado en la colonia Roma,quedó destruido por el sismo del 19 de septiembre de 1985. Se reabrióen julio de 1986. En 1988 disponía de más de 26 mil volúmenes yatendía en promedio 10 mil 200 solicitudes anuales. Se especializabaen obras mexicanas, latinoamericanas, francesas, norteamericanassobre educación para adultos. 192

§ A principios de 1983 se procedió a recopilar y sistematizar cada uno delos sistemas existentes. 193

§ En ese mismo año, se creó un área específica para diseñar, operar,evaluar y emitir la normatividad de los sistemas de información, la cualempezó a recopilar y sistematizar los informes de cada uno de lossistemas existentes. Sucedía que había gran diversidad de formas decaptura, que hacían complejos y difíciles la captura, procesamiento,análisis y divulgación de los resultados, principalmente en educaciónbásica. Se necesitaba una sola instancia, para que las mismas tareasno se efectuaran con criterios y métodos diferentes y no hubieraduplicidades. Por ejemplo, había más de 900 formatos de captura anivel nacional. Dicha instancia empezó a funcionar en 1985. Aprincipios de 1988 quedo implantado definitivamente el SistemaNacional de Información. 194

§ A partir de 1986, se inició la publicación bimestral de la Gacetaestadística (que en su época fue el órgano oficial de divulgación del

190 Ídem, p.45.191 Ídem, p.86.192 Ídem, p.83.193 Ídem, p.84.194 Ídem, pp. 84-85.

146

INEA). A partir de 1987 se llevó un archivo especial con registro de cadauno de los alfabetizados, con nombre, edad, sexo y lugar detallado deresidencia. 195

§ En 1983 se otorgaron las credenciales correspondientes al personal delinstituto, se efectuó la filiación del personal ante la SHCP, se elaboró elcatálogo inicial de puestos y claves, se otorgaron nombramientos, seorganizaron expedientes de personal, se establecieron políticas deselección y contratación de personal, se diseñó e implantó el sistema depagos, y se establecieron beneficios y prestaciones de seguridadsocial. 196

§ En 1984, se desarrolló el proceso de homologación; se diseñó y elaboróel catálogo de puestos y el correspondiente tabulador de sueldosinstitucionales; se diseñó el sistema institucional de recursoshumanos. 197

§ En 1985 se efectuó una reducción tanto en plazas de base como deconfianza. En 1985, 7 mil 770 plazas y para 1988 había 7 mil 425, locual significó un 4.50 de reducción. 198

§ En 1985 se elaboró el reglamento de escalafón y el manual deprocedimientos para movimientos escalafonarios y pirámidesescalafonarias. 199

§ A partir de 1986 el INEA inició el proceso de desconcentración de laacreditación y certificación de estudios hacia las delegaciones ycoordinaciones de zona.

§ De 1982 a 1988, se perfeccionó el sistema institucional de recursoshumanos, se elaboraron manuales y procedimientos estudios paramejorar los niveles salariales y las prestaciones del personal. 200

§ Para 1988, se había: desconcentrado la contratación de seguros delpatrimonio institucional; tratado de reducir el tiempo de entrega demateriales, los costos de su transportación y fletes; cumplido con elprograma de mantenimiento preventivo y correctivo del mobiliario y elequipo; optimizado recursos, para cumplir con la austeridad federal;logrado ahorros importantes en adquisición de artículos y materiales deoficina, fotocopias, material fotográfico, gasolina, transporte terrestre yaéreo, energía eléctrica, teléfono, correo postal y telegráfico,arrendamiento, vigilancia, etc. 201

195 Ídem.196 Ídem, p.90.197 Ídem.198 Ídem.199 Ídem.200 Ídem, p.93.201 Ídem, p.95

147

§ En enero de 1988, se fusionaron la coordinación técnica-pedagógica yla coordinación de capacitación, con lo que se redujeron 32 órganos decuarto nivel (jefaturas de departamento), por razones de austeridadeconómica. 202

§ A fines de 1988, la infraestructura administrativa había quedadointegrada por 32 oficinas estatales y 67 regionales, apoyadas en 310coordinaciones regionales, 7 mil 300 sedes de aplicación y más de 20mil aplicadores para atender a cerca de 370 mil necesidades deevaluación demandadas cada bimestre por poco más de un millón deadultos en primaria y secundaria. 203

Actividades de participación social

Durante el periodo 1983-1988, el INEA coordinó la prestación de servicioseducativos con diversas secretarías de Estado y con distintas entidadesparaestatales. 204

Secretaría Fecha Adultosatendidos

Educación Pública n.d. n.d.Agricultura y RecursosHidráulicos

1984-988 30 000 4 mil constancias de alfabetización, 6 milcertificados de primaria y secundaria

Defensa Nacional 1985-987 6 684Comunicaciones yTransportes

1984-988 500 En educación básica

Salud n.d. 550 En educación básicaProgramación yPresupuesto

1984 Donó 18 talleres de producción paraPuebla y Veracruz

Contraloría General de laFederación

1987 Creación de centros de asesoría y deconsulta

Relaciones Exteriores Instalación de centros de asesoría yconsulta

Marina 966 Centros de asesoría en las zonas rurales.

ParaestatalIMSS 1983 Alfabetización y educación básica en las

comunidades, mediante cooperativas defomento de recursos comunitarios

FerrocarrilesNacionales de México

1982-988

1 040 enpromedio

CONASUPO 18 000 25 centros de capacitación y 29 brigadas

Las dependencias públicas que habían incorporado mayor cantidad detrabajadores a los servicios del instituto eran: SEP, Secretaría de Agricultura

202 Ídem, p.96.203 Ídem, p.83.204 Ídem, pp. 97-99.

148

y Recursos Hidráulicos, ISSSTE, IMSS, Secretaría de Comunicaciones yTransportes, SEDENA. 205

Servicios jurídicos

Al respecto, el INEA implantó ocho proyectos de 1983 a 1988:

§ Actualización permanente del marco jurídico fundamental, para regularla organización y el funcionamiento del instituto

§ Difusión de información jurídica especializada, para difundir losestudios y trabajos elaborados por la Unidad de Servicios Jurídicosentre los empleados del instituto

§ Elaboración y revisión de las normas internas de operación delinstituto, dirigido a los empleados del mismo

§ Atención a los juicios en que tenga interés el instituto (laborales, civiles,penales, fiscales, administrativos)

§ Elaboración y revisión de contratos y convenios

§ Atención a conflictos laborales suscitados entre las áreas centrales ydelegacionales del instituto

§ Atención a asuntos inherentes al Prosecretariado Técnico de la JuntaDirectiva

§ Atención a los requerimientos normativos de las áreas centrales ydelegacionales del instituto. 206

205 Ídem, p.58.206 Ídem, pp. 107-109.

149

ANEXO 3

Índice de cuadros y tablasCuadro 3.1. Población analfabeta de 15 años y más por entidad, 1980 75

Cuadro 3.2. Entidades federativas ordenadas de mayor a menorporcentaje de analfabetismo, 1980 76

Cuadro 3.3. Grado de marginación por entidad federativa, 1980 78

Cuadro 3.4. Serie histórica de adultos alfabetizados 1981-1988 (enunidades) 80

Cuadro 3.5. Comparativo de porcentaje de analfabetismo entre 1980 y1988 81

Cuadro 3.6. Adultos alfabetizados por modalidad de atención, 1981-1988

83

Cuadro 3.7. Comparativo de lugar ocupado según grado deanalfabetismo en 1980 y 1988, por entidad federativa 84

Cuadro 3.8. Población de 15 años y más sin primaria completa, 1980 100

Cuadro 3.9. Adultos atendidos en primaria por modalidad de atención,1981-1988 101

Cuadro 3.10, Adultos atendidos en primaria por entidad federativa,1981-1988 102

Cuadro 3.11. Incremento en porcentajes en el suministro de educaciónprimaria, 1982-1988 103

Cuadro 3.12. Comparativo entre el grado de marginación y la atencióna la demanda de primaria, 1988 105

Cuadro 3.13. Comparativo entre marginación social y atención a lademanda, 1980 y 1988 106

Cuadro 3.14. Población de 15 años y más con estudios incompletos desecundaria, 1980 107

Cuadro 3.15. Adultos atendidos en secundaria por modalidad deatención, 1981-1988 108

Cuadro 3.16. Adultos atendidos en secundaria, 1982-1988 109

Cuadro 3.17. Entidades federativas ordenadas de mayor a menoratención a la demanda de secundaria, 1982-1988 110

Cuadro 3.18. Adultos atendidos en educación comunitaria pormodalidad de atención, 1981-1988 113

Cuadro 3.19. Adultos atendidos en formación para el trabajo porentidad federativa, 1981-1988 114

Cuadro 3.20. Entidades federativas según su demanda atendida enformación para el trabajo en 1981-88 y según su grado demarginación en 1980 115

Cuadro 3.21. Comparativo entre grado de marginación (1980) yatención a la demanda en formación para el trabajo (1981-1988) 115

150

Tabla 3.1. Modalidades y opciones de alfabetización en 1985 69

Tabla 3.2. Entidades federativas agrupadas según su rango deanalfabetismo 77

Tabla 3.3. Modalidades de atención por programa 88

Tabla 3.4. Adultos atendidos en primaria, por modalidad de atención,1983-1988 91

Tabla 3.5. Adultos atendidos en secundaria, por modalidad deatención, 1982-1988 91

Tabla 3.6. Proyectos de educación comunitaria 96

Tabla 3.7. Participación de los servicios permanentes en las metasglobales de educación comunitaria 99

Tabla 3.8. Demanda atendida y atención deseable en los serviciossuministrados por el INEA en 1981-1988 113

151

ANEXO 4

Bibliografía

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