EL JARDIN - RAFAEL BEJARANO

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Un viejo libro de impresiones rapidas e intrascendentes.

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EL JARDIN

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ESCRITO

POR

STAROSTA

(RAFAEL BEJARANO)

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NOTA DEL AUTOR:

Si usted desea leer este libro con la firme intención de

encontrar en estas paginas historias prolijas que tengan un

inicio, un desarrollo y un desenlace, o quiere leer estas

letras esperando encontrar un estilo purista y depurado que

enaltezca el proceso evolutivo de la literatura

iberoamericana, o que siga fielmente las consignas y los

trabajos realizados por autores de alta envergadura y

reconocimiento tanto del nuevo, como del viejo continente,

o con la idea de que este libro le va a transmitir algún tipo

de conocimiento o esparcimiento que de alguna manera le

de una sensación de seguridad, apoyo o compañía, o si

desea cobijarse en cualesquiera que sea, indiferentemente,

estados en los que pueda llegar a identificarse con algún

tipo de bienestar, yo lo invito a que se abstenga de

inmediato de hacerlo y arroje estas hojas al recipiente de la

basura. De cualquier forma, allí terminaran.

STAROSTA

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ESFINGE

Mi lado malo ha salido de mi cuerpo esta noche. Ha salido

a deambular. Se fue solo. Mi lado malo no grita. No siente

pena por nada ni por nadie. Se mira en el espejo y se

descubre por primera vez. Se queda observando sus

cuencas vacías. Ha vivido más de mil años deambulando

entre cuerpos. Mi lado malo piensa que tal vez mañana me

dejara. Así yo podría dormir. Pero no se aleja. No quiero

perder mi alma en la lucha por separarlo de mí. Es que se

ha encarnado con todo mí ser. No estoy seguro de cuando

se poso adentro mío. Pero desde hace mucho lo escucho.

Me hace ser dualidad. Me vuelve unidad. Me dice cosas

extrañas y yo no puedo decirle que no. Mi lado malo es

además enfermo. Tiene sífilis mental. Tuberculosis

sentimental. Lepra racional. Es como una estirpe corroída

por el paso del tiempo. Así se aleje ya nunca podré ser

alguien puro de nuevo. El es la esfinge. El es la estatua. Y yo

estoy viviendo dentro de el…

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EL MAR

La brisa del mar me esta dejando ciego. Tú estuviste mucho

tiempo esperándome en la orilla y ahora yo estoy

enterrando tus restos en lo más profundo de la arena. Te

estoy enterrando junto a mis esperanzas. El agua me esta

tocando los pies, sucios de andar descalzo. Te cansaste de

estar sentada frente al mar, cargando la culpa de haber

creído en mí. Pero no se decir: ¡Basta! Y por lo visto tu

tampoco.

La brisa del mar me esta dejando ciego…

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EL JARDIN

Para pisar un jardín hermoso y entenderlo, es necesario

estar puro en el alma. Para saber por que las flores

despliegan sus colores en el césped verde esmeralda, hay

que tener la mente clara. Para mirar sin prisa los tallos de

las margaritas y sentir como va corriendo la savia, hay que

tener corazón y nobleza. Yo no podría entrar a ese jardín.

No vería césped, sino tierra seca. Tierra muerta. No vería

tallos ni corolas, solo muñones sangrantes que brotan desde

abajo y espantan mis ojos. No vería ningún color en ese

jardín. Todo estaría desteñido y la lluvia caería y pudriría

todos esos pétalos destruidos esparcidos por el suelo como

ropas que nadie nunca recogió.

No. Yo no puedo ir nunca a ese jardín. Por ningún motivo.

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INDIOS BOLIVIANOS

En el encallado tren y sus vías, viven esos vagos atrapados

en ese mar de sal y piedras. Se oxidan y van chorreando

grasa lumínica como en un marco de un lienzo de espejos.

Algo pasa por sus cabezas y los va cortando adentro. Se le

ven en sus rostros el surco que dejo el exilio de la mente

que no aguanto mas tiempo. Caminan y no dejan rastro. Ya

son un alma, pero un alma errante, perdida. ¿Para ser un

alma por que hay que llegar tan lejos? Indios bolivianos

interpretando los sonidos de la montaña en el medio de

altos edificios por unas cuantas monedas. ¿Por que todos

están tan lejos de casa? Ya no lo intenten más, caminando

sobre el mar no quedan huellas. Ni siquiera las podemos

dejar aquí…y ni con eso ganamos algo. El vino encuentra

en su trayecto a mi garganta, el paso tibio por donde

resbalarse. Yo aquí, sentado en este gran sillón, que escucha

mis quejidos, cómplicemente. Destapo una carta que me

llego de Panamá, y que habia dejado olvidada entre un

libro, muchos años. Las mismas letras que siempre

reclaman algo. La misma ternura que no sirve ya de nada.

Queme entonces yo todas las paginas y celebre solitario, mi

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regreso triunfal a la desolación de mi espíritu, que es la

luna mas roja del invierno. Volví mi rostro al pasar por el

espejo y emprendí ese mismo viaje que realice hace muchos

años. Desencaje mi idea mas preciosa, y así, salí en busca

del sentimiento aquel, que ya ha crecido y ahora es adulto y

sabio, como el añejo sueño de convertirme en un licor

bueno. Pase por avenidas cortas, que ahora permanecen

cubiertas por la lluvia. Como siempre.

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MIEDO

Los pájaros de lodo se sacudieron y ahora están volando.

No se si hubo algo que los haya hecho despertar, ahora

todo es realidad. Yo siento el miedo, porque sus ojos de

rapiña no me dejan seguir. Estoy arrinconado y llevo cien

años llorando en esta quietud inquieta de si misma. Las

plumas me contaron un secreto de condenación y mis

cuencas quedaron putamente vacías. Ruedan las nubes

negras sobre el suelo del cielo y están huecas, como mí

adentro. Ese es el miedo. Lo que aprieta el nudo que no se

suelta. Ahora todo es realidad.

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TU HABITACION

Estoy acostado en tu cama. Estoy en tu habitación. Tu closet

lleno de secretos, lo custodio yo. Estoy mirando pasar las

horas, escondido en tu habitación. Yo cambio de orden tus

cosas. Yo reescribo a diario tu diario. Yo hago ruidos

extraños en tu habitación. Yo te llamo en tus sueños,

susurrándote al oído. Yo lavo tu peine cada mañana y uso

tus frazadas, para darme calor. Yo escucho tus

pensamientos. Te observo desnuda. Escondo tus zapatos

bajo la cama y arrugo tus camisas limpias. Me gusta verte

acostada, abrazando las almohadas y pensando en mí. Me

gusta ver como sueñas con los ojos abiertos, imaginando un

futuro conmigo. Tú sueñas así, en tu habitación. Pero tú no

sabes que yo no existo. Yo no soy real. Solo soy un producto

de tu imaginación y estaré por siempre viviendo entre las

luces, que alumbran tu habitación…

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NOCHE ASIAGA

Me olvide de cerrar la puerta del sótano esta noche.

Escucho esos aullidos lejanos de mis tres hermanas. Ya

estoy en cama y las cobijas me han empezado a calentar. Va

a empezar a llover. No quiero volver a levantarme, y buscar

a tientas con la punta de los dedos de mis pies, las

zapatillas con el piso tan frío como esta, luego colocármelas,

luego la levantadora, bajar la escaleras….No. La puerta del

sótano se quedara abierta. Punto. Esta noche esta muy fría y

ya estoy tranquilo y confortable en mi cama. Quiero dormir

y soñar profundamente. Quiero un sueño reparador. Estoy

a punto de conseguirlo, cuando de repente escucho un

tenue crujir lastimero y constante. Me quedo analizando

por un momento ese ruido y deduzco que es como si algo

se moviera. Es una de mis hermanas que llego

arrastrándose y esta en la entrada de mi casa. Esta gritando

como loca, irrespetuosa de mí sueño. Hundo mi rostro en la

almohada, pero es imposible dejar de escucharla. ¿Por qué

diablos no se calla? Entonces suena un trueno en esta noche

aciaga y arranca un vendaval que no amaina. Tal vez la

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lluvia me arrulle y por fin pueda dormir. Pero entonces

siento como si alguien estuviera saltando en medio de la

tormenta. Suena como algo que brinca y se revuelca en el

lodo. Es mi otra hermana que ya esta en el patio trasero. La

acabe de ver, pues me asome un instante a la ventana. Tiene

un espejo en la mano y esta bailando. Baila inmunda y

descarada como un jabalí. Esta destrozando mi huerta con

sus pezuñas sucias y malditas. Esta noche va a ser larga y

tal vez debería bajar y asegurar la puerta del sótano con

pasador. Pero es que ya es muy tarde. Maldita sea, si tan

solo no lo hubiera olvidado, ya podría estar dormido.

Entonces ocurre lo que temí desde un principio. El chirrido

de la puerta del sótano. Alguien o algo la esta abriendo.

¿Ahora que hago? ¡¿Por qué no baje y cerré la maldita

puerta como debí hacerlo?! Me escondo rápidamente bajo

las cobijas y me quedo en silencio. Petrificado. Aterrado. La

puerta de mi cuarto se abre. Alguien ha entrado llorando.

Ya se quien es. Es mi tercera hermana. La mayor. Se mete

en la cama conmigo y no para de llorar. Esta empapada por

la lluvia. Yo he cerrado los ojos porque no quiero ver nada.

Pero entonces pasa algo muy curioso, y es que a pesar de

que ella esta llorando adolorida y sin descanso, ha venido a

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consolarme y en sus brazos, por fin, me he quedado

dormido…

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CANDILEJA

Candileja. Dulce almíbar de la naturaleza que se desliza

lumínica y vibratoria, sobre nosotros, esta despejada noche

de campo y estrellas. Candileja persistente al frio y a las

marionetas que dibujan las manos de mi abuela, en un

intento tranquilo por espantarla. Candileja que lleva al

unísono todos los ojos, que se reunieron en la mesa pobre

de madera, para compartir una deliciosa cena de febrero.

Candileja preciosa, que juguetea con mi cabello, enredado

porque todo el día use el sombrero de mi padre, que me

quedaba grande. Candileja conductora de sorpresas, pues

quedamos boquiabiertos al ver que detrás de esta, venían

sus compañeras, en graciosa coreografía de luz extasiante.

Candileja que se poso sobre la piel de mi abuelo, quien la

cobijo sabiamente, bajo el abrigo inexpugnable de su ruana.

Candileja que se aleja y nos deja un gran momento, en

medio de la oscuridad del paisaje, antes de irnos a dormir.

Candileja que enseñaste la ruta a seguir por donde

encontrarse libre, seguros y unidos, a pesar de la

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tempestad. La de siempre, la del día a día: la vida misma.

La que aprendí en casa, por suerte y bendición. Amen.

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PARIS

Luces europeas que arremeten con fuerza sobre las calles de

Paris. Mujeres bebiendo fino y comiendo Light.

Vestimentas de verano, prensados en la lujuria de las

marcas. Torres de marfil, solitarias bajo el cielo carmesí que

nos recordó que no valíamos nada. Te espere ansioso por

las calles, pero tu espejada nunca asomo hasta mi piel. Una

semana desperdiciada, con tiquetes en la mano y las valijas

en el pasillo. La elegancia de tus cortinas, que fue lo único

que pude ver a través de tu ventana. Todo el bien que pudo

existir entre nosotros quedo resumido en un tiquete de

cancelación de la cuenta del hotel, cuando te fuiste sin mi, y

otra vez, me dejaste solo…

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DESCENSO

Un espectro pasó entonces al averno con una pequeña

almita que lo acompañaba. Iban en silencio uno detrás del

otro y no miraban a ninguna parte. El piso se calentaba

cada vez más a medida que se adentraban en aquellas

oscuras regiones. La pequeña almita asomaba sonrisas a sus

labios, mientras que el espectro no dejaba vislumbrar

emoción alguna. Quejidos horribles se escuchaban y ruidos

de tambores retumbaban sordamente. De pronto las

paredes se iluminaron y se vio el espectáculo tal cual era:

seres espantados, mutilados, torturados. Una mano sale en

el medio del camino jala las vestiduras del espectro y le

grita:

- ¡Por favor ayúdenme! ¡Quiero descansar en paz!

- Lo siento – Contesta el espectro – Yo no se lo que es eso.

No te puedo ayudar. Y continúan su marcha.

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Siguen avanzando hasta llegar a un pantano de agua sucia

color sangre. Sin reparo alguno los dos se adentran en el y

el agua los cubre hasta la cintura. Iban justo en la mitad del

pantano cuando salen a la superficie miles de cabezas

magulladas que gritaban al unísono:

- Ayúdennos…vivimos ahogándonos todo el tiempo y no

podemos seguir así.

- Lo siento – grita el espectro. Yo no puedo ayudarlos. Y

continúan hasta llegar a la otra orilla. Y así pasan por miles

de parajes donde siempre aparecían formas pidiendo lo

mismo y ante esta situación, la misma respuesta del

espectro:

- Lo siento.

Finalmente llegan a una gruta. Esta vacía y oscura. Muy

oscura. Entran hasta que encuentran un lecho. El espectro

se recuesta y se queda en silencio. La pequeña almita sonríe

y posa sus manitas en sus ojos y en un instante, se los

arranca de sus cuencas. El espectro sonríe satisfecho y dice:

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- Gracias. Ahora si podré descansar en paz, pues por fin, ya

no veré nada del mundo que me rodea.

La almita sonríe satisfecha y se queda sentada en silencio,

hasta que el espectro se queda profundamente dormido.

Entonces desparece para siempre.

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LA HERRAMIENTA

Deje de lado al cansancio, y empecé con energía a usar mi

herramienta. Tú no existes, y yo te estoy construyendo.

Asustado del resultado, pero encantado con la

funcionalidad. Porrazos postergados de furia, con la que

estoy manipulando los destellos de mi herramienta.

Conocedora invaluable del insaciable amor, esa es mi

salvaje herramienta. Rompiendo las paredes hasta dejar a

punto el nuevo invento. Tu. Slide vibratorio, para el

suspenso de la primavera que celebra a carcajadas la labor

de mi herramienta. Evaporado al contacto volátil de la luz

fluorescente que emanas al nacer por fin, por primera y

única vez, doblegada por el placer que escupe niños. Mi

herramienta. Forma dulce, que simplemente pasa y te

traspasa, siempre a tiempo. Puente que va de redención en

redención, escondido tras la luz de su propio brillo. Vagón

con alas que se embala lubricado en el túnel ferroviario de

tu entraña, que recibe placenteramente el calculo exacto de

lo que llega hasta el limite del punto ese, llamado el G,

Donde tropieza sin culpa, pero con intención portuaria, mi

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amada y solicita herramienta. La que tú ya conoces. La de

siempre. La del pulsar sonoro. La herramienta.

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JACKELINE

Recuerdo haber visto alguna vez una noche llena de

estrellas. Pero no recuerdo como alumbraban. Recuerdo

haber visto una vez mil rostros que me llamaban. Pero no

recuerdo como eran. Recuerdo haber estado una vez en un

hermoso grupo de amigos. Pero no recuerdo cuantos

éramos. Recuerdo haberme perdido alguna vez. Pero no

recuerdo donde. Recuerdo que una vez me llamaste. Pero

no recuerdo para que. Recuerdo haber sido alguna vez

alguien. Pero no recuerdo quien. Recuerdo haber bebido de

ti. Pero no recuerdo tu sabor. Recuerdo este rostro en el

espejo… ¿o no?

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SLEEP

El frio y la lluvia corrieron los árboles de sitio. Tú estabas

dormida y yo salí por no quedarme más, ahí dentro. Las

hojas se desperdigaron y yo escribí tu nombre en el barro

que en el agua se diluyo. Ahora estoy dando vueltas

intentando encontrar las letras para ponerlas en su lugar.

Pero la muerte del paisaje me obliga a volver adentro y

esperar la madrugada. Sin embargo en lo profundo de este

valle algo me sigue llamando, y entonces caí en cuenta que

tú dormías afuera. Salí entonces delatoramente de mi

resguardo y quede vulnerable en la tormenta. Vino un

diluvio repartido en capaz de viento y soledad. Volví yo

entonces convertido en un señuelo, pero el aire sospecho. Y

te llevo lejos de aquí, para siempre.

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PUERTO

Bebí cincuenta y dos cervezas, sentado en una silla en el bar

del puerto. Hable con los marinos de todo. Hable de ti. De

tus ojos caoba fina y tu olor de ámbar, que no se por que me

cautivo. Tu cabello lizo, cortado en capas, que se revolvía

alegre en la playa de alguna vez. Recordé tus bromas

inocentes y las palabras dulces que me brindaste en la

ciudad, en primavera. Me acorde de tu voz, firme y

decidida, en especial cuando gemías atiborrada de mi amor.

Recordé la vieja cabaña, la de los fines de semana, cuando

te ibas descalza por trozos de leña y yo me reía de las

ardillas grises que te perseguían hasta la entrada. Las

navidades en casa de tu madre y los regalos inservibles que

yo agradecía decentemente, mientras tú me mirabas de

reojo y me hacías sonrojar. El puerto sigue estando solo en

mi memoria. Llegaron barcos cargados de todo, menos de

ti. Nunca prometimos nada y tú no esperabas menos. Fuiste

libre y olvidadiza, hasta de mi recuerdo. Pero tú estarás

atada a mi memoria siempre. En todas partes. Por siempre.

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EXPLOSIVOS

Escape de allí solo por segundos. La explosión me hirió. La

explosión me atrajo a sus abismos. Pequeñas cosas se

clavaron en mi piel. Tus cosas. Tu sobredosis me voló.

Miles de pedazos. Perdí mis manos y ya no puedo

escribirte. Perdí el papel. Perdí tu lengua nómada. Escape

de la verdad suicida al caer la tarde. Deje de ver tu

hipnosis. Deje escondida tu sensación. Deje el desastre en el

otro bolsillo de mi pantalón. Ya sabes como soy yo. Pero ya

no sabes como encontrarme. Ya no sabes nada de mí. Tú

sabes, que no sabes nada…

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LUZ

Todo era tinieblas. Martina gritaba desesperada. Quería

rasgar la infinita oscuridad con su desespero. Los dolores

de parto habían comenzado y ha tientas las sirvientas

llamaron a la partera desde el corredor. En su afán, esta

tropezó con una pequeña mesa y se golpeo una rodilla. El

esposo subió la escalera, agarrado fuertemente del

barandal. Desde allí, gritaba frases de aliento a su esposa.

Como pudo, una de las sirvientas llego hasta la cocina y

alisto una vasija con agua. Cuando subió de nuevo al

cuarto, escucho que ya todos estaban allí. Martina gritaba y

pujaba y se asía con fuerza a lo que podía agarrar con sus

manos. Nunca ha sabido con certeza que es lo que sujeta.

De algún modo la partera tomo las piernas de Martina y

supo exactamente por donde hacer su trabajo. El esposo

derramo casi toda el agua, en un intento de colocar un paño

húmedo en la cabeza de su esposa. De repente un haz

lumínico inundo la habitación. A partir de ese momento las

vidas de todos los presentes habían cambiado para siempre.

Martina había dado a luz.

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LA SOBREVIVIENTE

Una medalla guardada en un cajón, que se llamo olvido,

porque así convino ser. Una fotografía, llena de sed, porque

el tiempo acelero, y la soledad se posesiono de ella,

lentamente. Un recuerdo, lleno de marcas, al que todas las

noches ella se encomienda, para tratar de sentir ese algo

que nunca más sintió, después del amor. Un castillo de

arena, derretido en el mismo charco de lagrimas que se le

vinieron en cascada, cuando se acordó sin querer, que ella

efectivamente habia amado, sin culpa. Sufrió y entrego su

rostro al dolor. Lamentó y cedió su risa al invierno. Devoro

pacientemente otros cuerpos, tratando de calmar las ansias.

Acompaño al insomnio, noches enteras, muchas décadas.

Pero no pudo morir de amor.

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ENVEJECER

La mañana ya llego y viene de nuevo con su amigo el sol.

Los árboles se mueven con algo de susto de caerse. La gente

va corriendo como siempre a su trabajo y los chicos a la

escuela. Y tu tan sola…Veo que hay seres que me fastidian

y no los quiero oír, prefiero escuchar el asfalto crepitar

enaltecido de mimetizarse con la ciudad taciturna de

grandes lozas frías como el hielo. No quiero ver seres

vacíos, clausurados del entendimiento. Escucho viejas

canciones en la radio. Mientras oigo pienso que ya no hay

nada que se pueda hacer. Pero al ver por la ventana el día y

los autos y la gente y el pasar del tiempo, comprendo bien

que me estoy volviendo viejo…

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SIAMESES

Yo voy para un lado y el para el otro y no nos movemos.

Nuestros pies se enredan. Y siempre entre los dos es lo

mismo. No puedo escapar de el ni el de mi. Somos

siameses. Y nunca nos movemos. Nuestro cuarto tiene una

luz verde enrarecida y allí dormimos muchas horas al día.

Pero si el se mueve me despierta y si yo me muevo el no me

hace caso. El es tranquilo y pasivo y yo agitado y

perturbado. El mete las manos en mis bolsillos y me roba

todo el tiempo. El no tiene bolsillos y yo lloro como un

tonto. Y no nos movemos. El quiere morir y no muere. Yo

quiero vivir, pero lejos de el. Y no vivo. El nunca me habla,

ni me abraza ni me sonríe ni hace nada. Solo siento su

presencia, como si vivera dentro mío. Ya va a amanecer y

tengo en mi mano un cuchillo. El esta roncando como

siempre, como un cerdo. Y ya no quiero que esto sea

siempre así…

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LA ESPERA INFINITA

Deje de lado la pena y no sentí mas pena. Deje de lado la

duda y ya no dude. Deje de lado las horas y ahora me sobra

el tiempo. Ahora me senté en el andén y espero. Espero que

llegue el sol. Espero que se vaya. Espero que vuelva esa

luna. Pero hoy esta nublado. Va a llover. Yo lo veo. Estoy

sentado en este andén y ya llevo tiempo. Soy un árbol

amarrado en la vera del camino. Te veo pasar. Pero yo no

puedo hablar. Y ese es mi destino…Por eso espero.

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TEMBLOR

Tembló la tierra y desborono las ideas y los montes en esa

isla. La gente murió, o lo perdió todo, que es tambien morir

un poco. Todo se movió hasta el infinito, y el sol del nuevo

día, reflejo todo el daño que la naturaleza inyecto, hasta

mas no poder. Las sirenas delatan cosas malas que están

ocurriendo. Los helicópteros sobrevuelan el desastre, como

un mal augurio. No se escuchan niños retozando en el

parque. La vida como se conocía, ya no existe allí…

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EL FESTIVAL DEL RETORNO

El anciano llego un poco después de la madrugada. Venia

cansado de caminar por tierras lejanas, muchos años, pero

ya volvió. La gente del pueblo salio a recibirlo. Llevaron

comida, ungüentos para sus pies, esencias de oriente para

ensalzar su cuerpo. El rey mando sacar las telas más finas

que hubiera en el castillo para que le confeccionaran al

anciano la túnica más esplendorosa del reino. Pero el

anciano no habla. El anciano solo llora. Lo llevaron después

al castillo del rey y ante la vista eufórica de los vasallos,

soldados y la corte real, le han servido los manjares más

exquisitos para que comiera. Se levantaron las copas,

repletas de vino, para celebrar la vuelta del anciano y

durante tres días y tres noches, una fiesta impresionante se

desarrollo en señal de júbilo general. Pero el anciano no

habla. El anciano solo llora. Terminado el festín, la

comunidad entera, ebria de vino y ansiedad, se han llevado

al anciano por las calles del pueblo entre vítores de emoción

y aceptación popular. Las ventanas de las casas han sido

adornadas con gladiolos y rosas traídas de los montes

cercanos. Se ha quemado incienso en cada hogar para que

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al momento de pasar el anciano, sienta el olor purificado

del recinto. Finalmente ya hacia el ocaso, es conducido al

centro de la plaza principal. Con todo respeto y amor

sincero tres soldados del reino lo han atado a un poste,

apretando con toda la fuerza posible sus muñecas y sus pies

hasta cortar la circulación, para que el anciano sintiera la

profunda admiración que en ellos generaba. Es entonces

cuando la población frenética empezó a gritar, a chillar de

excitación y morbo. Algunos no soportando tal adrenalina,

cayeron desmayados en mitad de la calle. Los hombres

eyaculaban en sus pantalones sin poderse contener y las

mujeres sufrían de orgasmos múltiples, llegando al punto

de arrastrarse por el suelo gimiendo y aullando como

hienas. Sonó entonces una trompeta real. Y todo el mundo

enmudeció quedándose estáticos en sus puestos y con la

mirada fija en el anciano. Es entonces cuando el rey hace

una seña y el anciano es rodeado por todas partes con leña

seca, que iba depositando cada uno de los presentes.

Terminado este ritual, el rey se acerca al anciano con una

antorcha en su mano y una sonrisa libidinosa en sus labios.

Luego suelta la antorcha en la leña seca y una orgía como

nunca antes vista sobre la tierra se desata. El anciano es

quemado vivo y el pueblo no podría estar más feliz. Pero el

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anciano no se quejo. El anciano no hablo. El anciano solo

lloraba…

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TE QUIERO

Te quiero. El por que, no lo tengo. Y si, te quiero. No se

cuando paso, pero te quiero. No se hasta donde, pero te

quiero. A través del tiempo, llegue a un te quiero,

desprendido de tus labios y yo tambien conteste: te quiero.

Pero yo te quiero con el sentimiento de poder decir sincero:

te quiero. Así es como te quiero. Perdido y encontrado entre

la ruta de un te quiero. Te quiero. Dentro de ti percibiste

inocente lo que ya sabias de siempre. Te quiero. Solo se que

yo te quiero. Entregadamente a un amor inolvidable,

contestando inquebrantable a toda duda, solamente puedo

decirte: te quiero.

PD: Te quiero.

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LA LUNA Y EL LAGO

La luna ha llegado de nuevo al borde del lago. “Dicen que

se ira para siempre” Comenta la hierba. “Dicen que esta

será la ultima vez que venga” Comentan los sapos. “Ya no

habrá quien ilumine las noches” Argumentan los viejos

árboles. Y es que la luna ha venido todas las noches desde

hace muchos siglos, esperando la respuesta del vanidoso

lago que osa reflejarla sin permiso. Pero el lago nunca ha

dado respuesta y ella ya no sabe por que espera. Solo el

lago sabe poderosamente que sin el, ella no se hubiera dado

por enterada que existía, y es que ¿como saber que estamos

si no nos hemos visto nunca?

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EL CHASQUEADO

“Y como todo se empieza a caer, mejor me bajo de la

cornisa y toco tierras mas firmes con los dedos de mis

manos. Vi pasar mil elefantes sangrantes y me dije: es

imposible…Vi pasar dos mil parvadas dejando una estela

de plumas malolientes, mortecinas, y me dije: es imposible,

de nuevo…Vi pasar una cortina descorrida en mi ventana y

se me fue la luz…así nada mas., pero bueno…es mediodía.

El doctor llego temprano y me tomo el pulso. Pulso cero.

Nada. Mercurio cromo. Sigue subiendo. Me levante

enfadado y no hable hasta que salio de casa. Luces del

norte. Me desmaye….me desperté en posición no fetal….

¡que risa! Me senté a escribir algunas líneas y se me rayo la

hoja…no se escribir y dejarla intacta….que calor y que

cansancio….nauseas nocturnas y ya viene el retorno del

sonido. Bestias. No saben ni escuchar…”

Dejo de escribir y se levanto por un vaso de agua. Su

garganta reseca y su mirada borrosa le hicieron pensar

fugazmente en el final, pero de inmediato se sumió en sus

ideas. Llego de nuevo a la mesa y se sentó con diligencia.

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EL JARDIN Página 39

Entonces de repente sufrió de una fuerte hemorragia nasal

y todas las hojas se mancharon con su sangre. Cayo al suelo

y una de las hojas lo acompaño en su caída. Al verla así,

desecha y roja, murmuro:

- Ni siquiera para morir…..podemos hacerlo con

altura…..que decepción…

Y expiro.

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EL JARDIN Página 40

CABRA

La cabra esta silbando dulcemente sobre el risco, cuando

llega el atardecer. Sus cuernos apuntan hacia el anaranjado

final del día, y la cabra silba dulcemente. Un piano suena en

collage de loops sin sentido y la cabra solamente esta sobre

el peligroso abismo, pero no le importa. Sonríe

encandelillada por el viento septembrino, sobre el cual

volverá a la ladera, montada en un tapete de hilos y

bejucos, mientras va silbando dulcemente en su retorno,

cada día.

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EL JARDIN Página 41

ESCRITOR

Soy un escritor. Vivo en un cuarto sucio y maloliente.

Escribo bajo la luz de la luna, o junto a una vela, o con la

persiana abierta. Escribo borracho. Escribo drogado.

Escribo con hambre. Casi siempre escribo con hambre.

Estoy solo. Nadie me quiere. Esta bien. Veo los días pasar

por mi ventana y trabajo en cualquier cosa por ratos, para

pagar la renta. Fumo de día. Fumo de madrugada. Fumo

seguido. Largas bocanadas, son un renglón. Escribo lo que

no se del amor. Escribo lo que no he visto en la luz. Escribo

lo que no entiendo de las canciones. Quisiera que las cosas

que escribo me pasaran. Quisiera ser feliz. Pero no lo soy.

Escribo líneas de tu rostro. Escribo el sabor de tu cuello.

Escribo el olor de tu perfume. Escribo como una bestia.

Escribo como un bruto. Me estrello con mis pensamientos y

mi mano escribe lo que le da la gana. Esta noche estoy

asomado en la ventana. Esta lloviznando. Hace frío. Hay

dos gitanas bailando en mitad de la calle. Son hermosas.

Son descaradas. Me miran y se ríen, pero no cesan de bailar.

Me están llamando con sus cuentas. Me están hipnotizando

con sus labios. Corro presuroso escaleras abajo. Ellas

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EL JARDIN Página 42

empiezan a correr tambien y no las alcanzo. Las llamo a

gritos, pero ellas no se detienen. Entonces entran a un

caserón gigante y abandonado. Yo me detengo dudoso.

¿Qué estoy haciendo? Un viento frió mece los árboles y me

hace sentir miedo. Pasa un minuto. Una hora. Un milenio.

Entonces decido entrar. Esta muy oscuro. Una rata pasa

encima de mi bota. Que asco. El suelo cruje maldiciente a

cada paso. Escucho risas al fondo. Me aventuro indeciso.

Entonces entro. Lo que veo me deja pasmado. Maravillado.

Horrorizado. Mujeres desnudas bailan al ritmo de músicas

extrañas que jamás había escuchado. Hombres sentados

beben vino y fuman sin descanso. Sobre las mesas hay

comidas de toda clase: carnes, quesos, frutas, en fin, creo

que nunca había visto tanta comida en mi vida. En un

rincón hay una estatua de oro. Un viejo carnero, que se

creía destruido por piedras con escritos grabados. Lo estoy

viendo. La gente de este lugar lo veneran, completamente

ebrios. Extasiados de tener sexo. Ahítos de comida.

Entonces lo entiendo todo. Estoy en el infierno. Pero

después de quedarme un tiempo, corrijo. Estoy en casa.

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EL JARDIN Página 43

SOMBRA

Ven y te contare una historia del subsuelo. Ven y te

mostrare la piel que hay bajo mi piel. Ven y te diré lo que

estoy sintiendo. Ven y conóceme. Como soy en realidad.

Ven y sentémonos en silencio, y veamos pasar el tiempo.

Ven y te mostrare lo que estoy escribiendo. Bebamos un

poco de vino. Hagamos el amor. Ven y lloremos juntos.

Cuéntame tu vida, hasta que llegue la madrugada. Ven y

caminemos juntos, bajo una noche estrellada. Ríete

conmigo. Sufre por mí. Ven y dame lo que quiero. Háblame

de tus amores pasados. Háblame de tus adicciones. De tus

temores. Ven y tócame. Siente mi calor. Date cuenta que soy

bueno. Aunque no me lleves a la luz. No me podrías ver.

Ven y date cuenta. Soy solo una sombra. La tuya.

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EL JARDIN Página 44

TERRUÑO

Recordar esos hermosos campos teñidos de aquel verde

claro de mi terruño es solo un ejercicio de convalecencia

espiritual. No se si me lloró al partir, no se si lo llorare al

desaparecer, pero se que allí florece mi ayer, aun cuando

ahora sea contrario al deseo de recordar, se que allí esta.

Con toda esa magia escondida en pequeñas piedras en las

que tal vez, algún día, vuelva para que lloremos juntos por

sus penas y por las mías. Tal vez ese día pueda ajustar las

cuentas con mi pasado de una vez por todas. Tal vez nunca

florezcamos juntos, porque ya estamos marchitos. Terruño.

Nadie es profeta en su tierra. El altar esta vaciado de dioses.

La casa esta abandonada. Sola. Como yo.

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EL JARDIN Página 45

PEQUEÑO

Y si volviera a ser alguien tan pequeño ¿Tú me cuidaras? Y

si no me pudieras volver a ver ¿Tú me sentirías? Y si yo

fuera ese cuadro ¿Tú me colgarías? Si entre los destellos de

luz que te parpadean, yo estuviera ¿tú me encontrarías? No

contestes. Solo déjame quedarme aquí contigo en este

mediodía y que el lugar prosiga…pero solo quisiera saber si

finalmente existe diferencia entre el ser invisible y el

desaparecer… ¿Tu que opinas?

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EL JARDIN Página 46

BINOCULAR

Los lentes ópticos me reflejaron en la banda sonora de mi

vida. Saque un conejo del sombrero y nadie me creyó. Y tú

observándome desde el otro edificio con tus binoculares…

Las viejas sombras de mi habitación me corretearon un rato

por la casa. Perdí un sentido y ahora aquel reloj es mi

bastón. Tres ratones ciegos cuidan de mi alma y guardan mi

quietud. Y tú observándome desde el otro edificio con tus

binoculares…

Una mujer pasa gritando a la madrugada y araña mis

persianas. Intenta persuadirme para que me vaya. Y me

llora diciendo que va a seguir haciéndolo. Pero sus labios

se rompieron y escaparon sus secretos. Tal parece que el

huracán de siempre ahora sopla a mi favor. Y tú

observándome desde el otro edificio con tus binoculares…

Y tu tan ciega como siempre.

Y tú tan perversa como siempre.

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PECES DE VIDRIO

Las mil luces del mar al anochecer me guiaron sin rumbo.

Babor de silencios. Estribor a tu espera. Un corcel marino

atropello mi barca. Ahora vienen tempestades y no se

remar. Las olas suben llenas de corales y bajan solo con sal.

No veo más que la inmensidad del agua que cubre mis

sueños. No se nadar. ¿Donde esta tu faro luminoso? ¿Por

qué los peces son de vidrio? No quiero hablar. No quiero

gastar mi voz, porque lo que dije ya se lo llevo el viento.

¿Por qué mejor tú no hablas? Yo siguiere corriendo

alrededor de la culpa, por mi abandono. ¿Por qué ya no me

hablas? No quiero volver a amanecer atardecido de mi

mismo…

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MAJADERO

Tal vez sea un ser sin cuerpo, ya mi estado no es el de los

hombres. Me perdí en el dial de un radio mentiroso que me

hizo tanto bien. Es muy probable que ya no tenga voz. Se

me enredo con la frecuencia salpicante de esta tonta antena.

El amor nunca lo perderé. Las cicatrices no se borran,

entiéndase bien. La noche es mi ruta para rodar en el adiós.

Siempre el adiós. Puertas cerradas tras de mi. No aseguro

yo ya nada pues la intención se perdió con mi destino y

además de majadero soy tan temeroso que el tiempo ya se

dio cuenta y adelanto su marcha. La música que suena a

esta hora es inmunda, moderna, desolada. No me lleva a

ninguna mierda de lugar. Pero tú apareces entre sonidos y

ruidos de interferencias, en esta noche sonora.

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EL JARDIN Página 49

DEVOCIONES

Las mujeres con el rostro cubierto llegaron después del

mediodía. El calor derretía las calles polvorientas y

quebraba el asfalto como una galleta bajo un camión. Todas

cubiertas con velos negros. Todas llorando. Todas

sufriendo. Caminan descalzas y algunas se arrastran de

rodillas levantando sus brazos al cielo, preguntando por la

tierra prometida. Están sangrando ya sus dedos, de tanto

estar entrelazados orando. Llevan rosarios de cuentas

desteñidas y pasan por nuestro lado y la gente se asusta y

les arroja piedras y maldiciones. Las mujeres con el rostro

cubierto no tienen edad, no podemos saberlo. Yo solo les

veo sus ojos bajo este calor demencial. Yo solo veo sus

cuerpos marchitos de tanto estar envueltos en esos ropajes

negros. Están llegando al templo y la gente se amontona

para verlas. Están orando en otras lenguas. Las mujeres

están hablando en lengua desconocida. Es como una

caravana del dolor. Es como una caravana morbosa. Nadie

sabe quienes son ni de donde vienen. Se comenta que llevan

años de peregrinación, pero ya han llegado hasta aquí. Los

hombres más fuertes de la región se han apostado en la

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entrada del templo e intentan retenerlas en su deseo de

ingresar. Pero las mujeres empiezan a encender sahumerios

y arrojan su propia orina a los hombres. Otras toman sus

curtidos pies, que llevan descalzos mucho tiempo, y se

levantan las llagas para que brote sangre y pus, y empiezan

a untar las caras de los hombres, los cuales, asqueados y

espantados, se retiran en un afán por contener su repulsión

y su temor. Las mujeres entonces empiezan un cántico

interminable y van ingresando de a una, por fin, en el

templo. Ya no hay nada que podamos hacer. Mañana

debemos irnos.

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EL JARDIN Página 51

LA PRISION MÁS BLANCA

Cárcel de mujeres, donde todas contra todas entre sus

piernas. Ella encerrada estará por siempre, como una

película vieja que te deja un sabor a mierda en la boca. Pero

entre las mujeres ahí tanta pureza que por más roto que

tenga su culo, siempre quedara limpia su celda, como la

prisión más blanca. ¿Hasta cuando tanta manipulación? Un

seno llorando cambia al mundo, es una puta mentira, pero

el mundo dice que cuando cesa su llanto, el sol alumbra.

Que risa tan putamente amarga. Cabrones.

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MI UNIVERSO

Ya estoy a punto de despegar. Salí del show buscando

venganzas en la oscuridad. Estoy subido en el cohete de

nuestros errores. Es la saliva la que nos condena. Estoy

enterrado bajo la arena lunar. Estoy muerto como el final

del día. Salí despedido por una furia asesina. Estratosfera.

Turbulencia. Paseo amargo por mi pasado. Recuerdos

nebulosos. Sin calma. Te invito a visitar mi universo. Te

invito a irte lejos de mí. Estrellas de luz rancia nos

alumbraran. Cometas venenosos circundando en lo alto.

Meteoros de palabras afiladas. Dolor. Soledad. Sufrimiento.

Ira. Bienvenidos a mi universo. Bienvenidos a la galaxia del

llanto…

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EL JARDIN Página 53

PRESENCIA

La nada es solo un lugar. Allí una rosa espera marchita ser

un resplandor. El sonido del filo de una navaja abre con

cuidado una naranja vacía. Y bajo la piel, la misma de

siempre, espera el adiós de mi alma perdonada. Estoy vivo,

en algún lugar de mi mente. Y digo no. No hay nada dentro

de mí. La esencia esta donde mis ojos atracaron en la playa

que se extiende bajo el mar. Me siento bien, aquí tirado…

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EL JARDIN Página 54

INCREDULIDAD

Y pobre de mí. Pobre de mi vida encerrada en un lamento.

Pobre de ti. Pobre de tus anhelos sin solución. Pobre de

Jesús. Otros dos mil años en la cruz. Pobre el silencio.

Ahora todo hará ruido. Pobre del amor. No existe. Pobre de

la justicia. No existe. Pobre de la verdad. No existe. Pobre

los ancianos. Se van a morir pronto. Pobre el planeta. Por

tenernos. Pobres los pobres. No tendrán dinero. Pobres los

ricos. No tendrán paz. Pobres los soñadores. Ya no

duermen. Pobres los alegres. No podrán reírse. Pobres los

niños. Esto les hemos heredado. . .

Yo no creo en mí. Yo no creo en ti. Yo no creo en Jesús. Yo

no creo en el silencio. Yo no creo en el amor. Yo no creo en

la justicia. Yo no creo en la verdad. Yo no creo en los

ancianos. Yo no creo en el planeta. Yo no creo en los pobres.

Yo no creo en los ricos. Yo no creo en los soñadores. Yo no

creo en la alegría…

Pero en la sonrisa de un niño…en eso si creo. Ciegamente.

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EL JARDIN Página 55

EL GUARDIAN

Ya no se si estoy vivo o muerto. Solo conozco esa histeria, la

misma de siempre, la compañera. Ya no se si mis ojos son

blancos o negros. Detrás de tu espalda se esconde esa

sombra, que es hembra, que siempre esta sangrando. Mis

manos ya no tienen líneas y hace muchos años deje de

verme al espejo. No como. No duermo. Y nadie me ama.

Vivo en el cementerio, pero solo piso el suelo muerto. El

cementerio esta en mi alma, atada por mi susurro infantil e

inocente. El que no se quiso ir, porque habia dejado huella

para siempre. Y allí, no escucho almas. No miro cuerpos.

Abro todos los cajones, en las noches. Es solo un juego.

Viene mucha gente trayendo flores y lagrimas. Viene

mucha gente trayendo pestes y odios reprimidos. Se siente

como si te robaran algo. La paz. Por eso me hago detrás de

ellos y soplo levemente sus cuellos. Por eso cuando vas a un

cementerio volteas incomodo, como si alguien te estuviera

observando. Ese soy yo, que te esta pidiendo que te retires.

Yo cultivo las rosas que nacen salvajes en los senderos y

adorno con hojas secas las lapidas. Antes yo no era así,

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cuando nací. Ahora lo escucho todo. Yo pinto de un color

amarillento el mármol, pues se ve mejor. Llevo aquí mil

años. O dos mil. No se. Aquí nada es hermoso, ni lo será

jamás. Tal ves solo me gustan los días de lluvia, cuando las

gotas se estrellan furiosas sobre la tierra. Cuando no hay

luna. Cuando no hay estrellas y por eso nadie se asoma por

aquí. Yo soy el guardián de los muertos. Y solo descansare

cuando tu cuerpo llegue aquí.

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EL JARDIN Página 57

NO ME VERAS

Me desprendí de la parte física de mi cuerpo y ahora vago

feliz por los rincones de tu alma, pero tu no me veras. Te

encuentro desnuda en tu mente y casi sientes el dolor de

cabeza que te angustia, pero tu no me veras. Se lo que

piensas y tu miras hacia atrás, como si alguien te siguiera, y

te da miedo y te asusta, pero tu no me veras. Me encanta

verte masturbándote con toda clase de juguetes luminosos,

mientras miras con ojos entrecerrados azorada, pero tu no

me veras. Pasare mi lengua por tu carne y tu te erizaras

inexplicablemente, mientras pasas la mano por tu vagina,

pero no, tu no me veras. Pero sabes que estoy allí. Porque

mi presencia es un camino que tu recorres de día, todos los

días, sin querer, pero queriendo, hasta tu recuerdo.

Recuerdo de olvido y abandono. Y aun así, tu no me veras.

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MI HABITACION

Estoy encerrado en el cuarto azul oscuro. Las paredes me

sonríen y se estrechan poco a poco. Escucho esos ruidos en

el techo y se que no es la lluvia. Son ruidos de muerte que

me acecha deseosa de mí. Obscena de mí. Las arañas están

tejiéndome un vestido de frac para ir a un funeral. El mío.

Estoy atado en mi cama y me estoy haciendo viejo de tanto

estar inmóvil. Viejo por dentro. Viejo de alma. Viejo del

sueño. Una mujer extraña entra en mi cuarto y empieza a

lamerme la cara. Siento su pútrido aliento y me da asco,

pero no quiero que se vaya. Se esta desnudando con prisa y

me esta dando un momento de placer. Es la lujuria que ha

venido a darme la despedida. Todo se esta quebrando en

mi habitación. Todo lo que veo se cae a pedazos, y aquí ya

viene el orgasmo….

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EXHALANDO

Uno de estos días, cuando todo pase y mi cuerpo este

marchitando, enterrado, sabré que estuvo bien y que estuvo

mal. Y pasaran muchos siglos, largos todos, y mis restos se

desperecerán y ya nadie sabrá por fin, quien soy, y me

llevare mi secreto tan bien cuidado conmigo. Y solo quiero

dejar una pequeña huella. Uno de estos días, cuando

nuestros cuerpos se separen y ni las distancias nos puedan

encontrar, me reconoceré a mi mismo, y dejare de vibrar en

el universo y exhalando un ultimo suspiro me difuminare

entre el viento oscuro que soplara entre los álamos mas

grandes de mi vida….

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DESPERDIGADO

8 de Septiembre del 200…algo.

“…Mis piernas largaron a correr y me dejaron acá sentado,

escuchando viejas canciones tristes. Es de madrugada y yo

deje flores muertas en tu puerta. Los soldados pasaron y se

quedaron mirándome, pero siguieron. Intente dormir en la

vieja banca del parque, pero ya no me pude acomodar.

Entonces me senté y mis piernas largaron a correr. Me

queda un cigarrillo. Lo cambie por una amistad sincera. Esa

es mi soberbia. Así soy. No quiero ir a casa. Años después

sabré que hubiese sido buena idea. Mapas mentales.

Dibujos de niños. Dibuje un ojo con acuarelas a los siete

años. Dibuje esferas con sombras a los quince. Perdí diez

años en mis fantasías. Perdí amores. Perdí dolores. Y el

fin…”

“Allá vienen mis piernas de nuevo…”

PD: Adiós.

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EL VALLE

Salto y salto. El cielo esta muy azul. Corro y corro. El valle

esta encendido. Fue muy difícil llegar hasta aquí. Pero aquí

estoy. La música suena y yo bailo. Todo es perfecto.

Perfecto. Nunca me dejes ir de aquí. Déjame aquí. Salta y

salta. Ven a buscarme a mi cielo. Corre y corre. Alcánzame.

¿Por qué vas tan despacio? Tu no entiendes las razones que

yo tengo para ser feliz. Pero mi momento es perfecto.

Perfecto. Tal vez nunca puedas comprender que se esconde

en este valle. Palabras. Sonidos. La luz. El viento. Silencio.

Tu alma, la cual atrape en primavera y nunca más dejare

que salga de mi valle. Jamás. Nunca. Jamás.

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VIDRIOS ROTOS Y QUEMADOS

Vengan todos a ver, ha llegado el fin. Vengan todos

corriendo o no lo van ver. Estoy parado en lo alto de la

colina y todo esta cayendo a mí alrededor. No me importan

esos vidrios rotos y quemados. Ya no veo nada por esas

ventanas. No me importan esas ropas gastadas, igual desde

hace años estoy desnudo ante el mundo. Nadie me cree que

es hora del final. Esta noche vendrá. Y que mas da si esos

edificios se vienen abajo, hace mucho que no vivo en

ningún lado. Solo la melodía retumba en los oídos, pero por

estar gritando, no la oyen ya. La bestia se irguió completa

de amor por la destrucción y el cansancio del poder, se

convirtió en onda sonora destructiva, que va derrumbando

toda cosa conocida, que fue alimentada por nosotros, claro,

como siempre fue. Una queja esta demás en la redundancia

devota del ser impostor. Ya no hay regla. Todo arde y se

termina. Esto es, si señores, el fin del mundo. La fragua dejo

todo colmado de ese olor oxidado en nuestros labios,

espantados de dudas y dulzor. Vidrios rotos y quemados,

ya sin tiempo en el reflejo incalculable de la regla esparcida

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en la catacumba original de lo que se llamo alguna vez:

ansias. Las mismas que por ti, yo ya he perdido entre las

hojas quebradizas de otoño. El más largo de mi vida. El del

olvido.

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DON’T BACK

Nunca tuve quince años, tal vez no tuve dieciséis. Hace

tiempo que no tengo edades. Solo se que un día me fui de

casa, y conocí la vida ufana de todo lo nocturno. Busque el

otro perfume y me despertó asfixiado. Odiándome. Me

burle de todo el barrio y di vueltas persiguiendo mi cola

como un perro viciado de si mismo. Volver después de

todo ¿Y para que? no creo que algo haya cambiando

algo….Los amigos son un favor muy prestado que tarde o

temprano es cobrado. De nuevo solo, llegando ahora al más

allá, me doy cuenta con estúpida sorpresa de que no voy a

volver jamás…Y que de cosas, me siento bien por eso.

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SEÑALES

Voy a ver si este vendaval ya amaina. Saldré a ver si hay

sol, o si ahora existen ansias. Veo destellos lindos en tus

labios y mis venas estallan. Te invitare a salir de tus

entrañas y ver que hermosa es esta calma. Y no te voy a

explicar nada de lo que pasa. Ya no hablaremos más ese

lenguaje frio de las palabras. Vengo a ofrecerte el idioma de

todos, de las plantas y de los animales que no conocemos,

de las pieles curtidas y de las blancas, de la tierra amarilla y

la fresca. Ven que quiero mecerte en el parque de los niños.

Quiero verte sentada en el sube y baja. Quiero verte saltar.

Quero verte sonreír. Quiero verte. Así sea solo por eso

mismo. Solo que no puedo abrir mis ojos…

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EL HOMBRE DEL OLVIDO

No me toques más las manos. Mañana me voy y no hay

mas vuelta. Ese viejo buque zarpara a tierras olvidadas. No

hay más ansias. Soy chico de campo, pero ya olvide arar.

Olvide como es una noche allá, bajo estrellas de musgo y

abono. Soy el hombre del olvido. Soy el hombre de los cien

años vividos. Sin lugar y sin retorno. Este buque ya se va. El

atardecer se aleja lentamente sobre vientos de seda y pesca

con su red nocturna, a los que se quedaron. Yo estoy muy

despierto. Soy el hombre del olvido. Soy el futuro envuelto

entre tinieblas. Como la luna que ahora nos da vueltas,

buscando a puk y las hadas. Un largo viaje de penumbras

que no se dejan alumbrar. Lago inquieto de formas

múltiples que se recalcan en el reflejo inundante de un

corsario pertrechado y hundido en su propio almizcle de

tallos y raíces muertas. Sueños con insomnio que se pasean

nerviosos y descontrolados por nuestras sienes, noches

enteras. Soy el hombre del olvido. El mismo que tu, ya

olvidaste.

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CORCEL

El corcel hecho espuma y se quedo solo en la estepa.

Cabalgo ruidoso de cascos rotos en el polvo, pero no llego a

ningún lado. Sus crines se destiñeron bajo el inclemente sol

de la desgracia, pero nunca recibió cuidado alguno. Retozo

infeliz entre malezas, hasta que vislumbro en su galope el

infinito. Migro encantado y desapareció entre gritos de

amor y necesidad. La querida necesidad del amor. La

necesidad del tarado.

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MADRUGADA NARANJA

Voy buscando como un ciego a tientas esa esquina. No

puedo mantenerme en la línea. No puedo controlar mi

mente. Tu partida se convirtió en una broma macabra en el

recodo del olvido. Nunca entendí por que la madrugada era

naranja y los pájaros volaban. Todos los días de la infancia,

el lamento de los ancianos, todo lo que perdemos en la

vida, las últimas palabras de la despedida. Ya no puedo

alumbrar a los que no quieren luz. No puedo ver esa señal

tuya a través de las montañas buscando mi nombre. No

puedo tenerme…No entiendo esa mente juvenil, ni la caída

del agua al vacio, ni los disparos de la guerra, tampoco el

alcohol ni la vehemencia. Solo quisiera preguntar antes de

que te vayas: ¿Alguna vez me entendiste? ¿Que es el amor,

que es el retorno, que es la otra vez? ¿Por que no puedo

volver a ti, ni tú a mí? Estas estrellas se están

desprendiendo de la cúpula del mundo, y yo sin saber si

leíste alguna vez mi mente…Quisiera por fin redondear esa

idea que es mi vida y soltarla cuesta abajo, en un viaje sin

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regreso. Pero el soldado no escapa del dolor ni del fuego.

Debe prestar su servicio obligatorio. Como mi vida.

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HUIR

¿Por que no se hizo todo de otra forma? Se sabia que la

hondonada venia y nos fuimos de bruces en ella. Hasta dios

cerró los ojos y prefirió no ver lo que pasaba. Eso es el

amor…siempre así el amor. De tanto hablar de lo que no

pasaba perdí la voz y ahora soy inepto para expresarme con

mis manos. Quien se preocupara ahora por tratar de ser

feliz si hasta los pensamientos se están destiñendo en la

pequeña bola ahogada en lagrimas. Como pesa el aliento

del día, el que arrastra las cadenas de esa cruel condena ¿Y

si nos volvemos a ver se repetirá ese dolor? Cual es el poder

de amar si yo te espero y ya no llega ni el polvo del camino

hasta las huellas de mis pasos. Huellas descalzas que se

repiten tan tontas, tan iguales y que me persiguen así yo

siga por siempre huyendo…

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LAMENTO

Tal vez las viejas heridas que llevamos dentro deban

sanarse. Tal vez debamos solo correr y sentir el bienestar de

estar bien y pensar que nada de esto es en vano. No

hacernos tantas preguntas y solo encontrar la paz cada

mañana. Esto es un lamento que viene desde el fondo de mi

alma. Un lamento por todo lo que nunca hice. Un lamento

de la piel y de todo lo que alguna vez di. Un lamento de

fuego que no se consume. Todas esas voces que se oyen a lo

lejos parecen decirlo una y otra vez. Son como el aire del

mar o como su sal. Es un lamento de las olas del sol que se

atropellan furiosas en el arrecife del universo. Donde todos

los que habitan ahora tiene más y más frio. Viene de las

tinieblas donde ya no asoma la claridad. Donde sus ojos y

sus bocas fueron sellados como lo dice el Apocalipsis.

Donde los que mueren no se queman en el fuego eterno

porque ya están muertos y su alma inmortal no los dejara ir

de allí. Nunca.

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EL JARDIN Página 72

REVOLVER

Aun tengo marcada tu alma en mi pecho, y duele. Mátame

o libérame. Dejaste un espectro infeliz en los rincones de mi

hogar y no me deja en paz. Son las cuatro de la madrugada

y yo aun estoy en pie, desesperado. No puedo comer

cuando estoy tembloroso. Y siempre tiemblo. El dolor no

desaparece y es peligroso. Es como un revolver cargado

debajo de mis cobijas. Y siento mucha pena. Me enveneno

de tristeza los domingos. Estoy cansado de terminar sin

terminar del todo…

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EL JARDIN Página 73

ZONA

Ese sitio es único. Es mi zona de entrega de mi alma lo que

te ofrezco. Es algo que amuralla mi corazón. Con mi

esencia juntamos todos los mares y navegamos solos en una

pequeña balsa quebradiza que de seguro zozobrara, porque

navega hacia mí. Tu espíritu esta limpio. Eso lo ven mis

ojos. Un mensaje de tornando envolvió nuestras palabras y

un quejido se deshizo en la noctámbula perturbación de la

nada. Todos aquí estamos en calma, chocándonos con

nuestras voces malabaristas. Han pasado muchos siglos y

todo esto titila como una luciérnaga herida. Pero hay seres,

si, hay seres escondidos en cada pliegue de aire que nos

hablan en su lenguaje cósmico, nos aman a su manera,

Todo nos ama: el universo, las estrellas, el aire, el agua, las

sombras, los árboles, la tierra. La misma tierra que nos

cobijara algún día, al fallecer. Esta es mi zona de entrega de

mi alma, lo que te ofrezco.

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EL JARDIN Página 74

PRISMATICO

Cuando estoy mal, vencido y caído, nadie me quiere. Nadie

viene a consolarme. Cuando estoy arrinconado, llorando en

silencio por la pena, nadie viene a darme aliento. Cuando

estoy cansado, sediento y sangrando, nadie me reconforta.

Cuando estoy bien, triunfante y de pie, todos me apoyan.

Todos me aman. Cuando estoy pleno, sonriendo ruidoso

por la alegría, todos repiten mi nombre. Cuando estoy

relajado, radiante y fuerte, todos quieren seguirme. Tu me

dices que me amas, pero solo estas conmigo para que te de

amor. La mañana dice otras cosas en mi espalda, pero

cuando yo estoy bien conmigo mismo, me doy ánimo.

Cuando yo estoy derrotado, me dejo solo, me abandono.

Solo estoy conmigo para que me den amor. Pero en el

fondo, me doy pena.

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EL JARDIN Página 75

ABANDONADO

No quiero hablar de ese tema. Ella ya se fue y es todo. Ella

puso en mi alma un candado y huyo para siempre. Ella.

Siempre tan recta. Siempre tan de nadie y tan mía. No. No

puedo recordarla. No puedo perdonarla. Jamás. Fue tal vez

mi pasión por ella lo que la cubrió de temores adornados de

diamantes y prefirió pasar su vida a otro plano. Esta casa

maldita tan sola y yo aquí encerrado como un viejo soldado

atrincherado en una guerra terminada hace muchos años.

Estoy atravesado por esa lanza que me hizo morder la

lengua, intoxicándome con el veneno de mis palabras. Y tú

ahora dices: Jamás. Y ahora tú me dices: Olvido.

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EL JARDIN Página 76

LA ESCUELA DE LATA

Los niños corrían descalzos para entrar en la infernal

escuela de lata. Se entretenían cortándose las ampollas con

los alerones filosos de su casa educativa. La vida los golpeo

una tarde clandestina en la que el sol peleaba con el suelo y

su combustión espontánea deshizo sueños y alaridos

maternos que se estallaron en una avenida llena de grasa,

mugre, putas, perros y malditas vecinas hijas de puta que se

dedicaron a rezar rosarios sin sentido, como si de algo

sirviera. Un ovillo de pelo y uñas se incrusto en la pared de

una de esas fulanas y la muy zorra se indigno y pido al

estado recomponerle la puta pared. Y se la dejaron limpia.

Los niños, sin embargo, están en una fosa. No hubo dinero

para el cajón. Hijos de puta todos.

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NUBES GRISES

¿Quien cree en la fe que no puede hablar para defender su

extraña procedencia? Los vidrios reflejan más bien otro

lado en donde buscar alivio. Esto no es el cielo y arriba

tampoco esta. A que lado lo encuentro…En la armonía no,

pues pronto pasó y de nuevo se es un maniquí en el medio

del caos. Un niño no es, porque también crece y se convierte

en parte de este juego. Las ventanas muestran en los

edificios ese gris de nubes que traen tormenta y recuerdos.

No se a que lado ir a buscar lo que se tuvo poco tiempo en

esta tierra, esa inocencia que como la brisa pasajera poco

dura y nunca volverá. Cualquier momento es bueno para

irse. Ya no sueño con tocar el cielo con las manos. Prefiero

tocar el suelo con mis pies. Ahora todo lo que creía se

volvió ceniza. Siempre.

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EL JARDIN Página 78

OJO

Algún día. En algún momento, el ojo blindado vera por

primera vez, lo que hay. Allá en el campo, cobijado bajo

montañas nubladas y olor a Yerbabuena. Reconoce este ojo,

el mío, por fin, el sintetizador de magma azul que se

desprende sentido y energetizante, aunque un poco

sorprendido, lo que debió ver antes. Todo lo que digo no

tiene sentido, pero lo digo para que tu me entiendas….Por

eso lo hago. Para alcanzarte.

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PERRO RABIOSO

Y por el mundo yo correría en busca de tus ojos. Hasta

África o Europa o en los polos habría de buscar. No se

cuales ojos busco pero los saldré a buscar. No siento nada

por nadie pero quiero esos ojos ya. Salgo como un perro

rabioso enjaulado y con hambre de matar. Enredado en mis

obscenos deseos estoy gateando sigiloso. Los grilletes se

zafaron, y de nada sirvió, pues la libertad de mi alma estaba

muerta, tirada a mi lado. Yo la levante y la enterré en un

hueco muy profundo, bajo la tierra, para que nunca nadie la

pudiera encontrar. Y como el perro rabioso que era yo ya

entonces, salí corriendo con mis cuatro patas de ira y ladre

con señales de fuego sobre toda la fiebre que habitaba en tu

sexo elástico y deje una cicatriz permanente en tu cuerpo

intimo, mientras yo volvía saturado de mi, a desenterrar lo

que deje guardado por tanto tiempo.

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BOSQUE EXTRAÑO (MI ADENTRO)

Me perdí en este bosque extraño. Me llegan susurros a los

oídos y de repente ese espectro me habla y me aclara que

ahora seré una sombra más de este encanto psicodélico. El

espectro rasgo mi piel y me dejo sin alma. Ahora soy otro

de los susurros de este lugar diabólico al que caí por

imprudencia. Si tan solo pudiera decir basta… Pero ya mi

boca no existe. Ahora soy un gemido del tiempo frio que

abarca toda esta escena. Veo caer los troncos quemados en

la lava hirviente y el espectro me empuja para que ocupe mi

lugar. Un espacio encajado en un milímetro indescifrable.

No hay horizontes. No hay encuentros. Este es el bosque

doloroso que se cae recién nacido, para salvarse así, de mí.

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INFELIZ CUMPLEAÑOS

Infeliz cumpleaños te deseamos a ti. Venimos a

acompañarte envueltos en ausencia. Fuiste un mal ser

humano y desde aquí te lo cantamos. No soples mas velas.

Todas están apagadas, adivinando espacios donde nada

cruza, indeciso en la caravana del olvido. Vete y déjanos

dormir. Lanza ya ese regalo por la ventana y vete. Cierra los

ojos y pide un deseo vengativo, como siempre. Desde aquí

te deseamos un infeliz cumpleaños. Miserable ser humano.

Escóndete y no te vuelvas a encontrar. Piérdete al salir de

esa jaula, siempre abierta. Ya nos olvidamos de ti y no nos

importa. No digas no. Mejor di nunca. Bebe y esfúmate en

las viejas sombras de la carretera, pero ya no mires atrás.

No vuelvas más…El fin del mundo será tu punto de

partida. Maldito.

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GRIETA

No se ha donde fue mi conciencia gris marchita después de

eso. Solo entiendo que la maldad no existe en esta cruz que

estoy llevando a cuestas. La canción del día me dejo sin

fuerza y aunque ya se termino, nunca me librare de su

melodía. Ya no veo el respirar de este sentido. Solo se que

me extiendo hasta el propio horizonte en la esperanza de

que vuelvas y me saques de aquí a través de la misma

grieta que dejaste al partir, dejándome escondido como un

viejo caballero sin armadura sobre un corcel de madera,

que no se por que ya no camina. Tal vez me sientas a lo

largo de la distancia infinita que nos separa. Yo seré las

aguas que mojan la tierra en esa lluvia donde vayas. Tal vez

seré ese perro que te ladra al pasar por esa casa vieja.

Llévame. O mejor déjame ¿No vez que ya estoy muerto

después de ti? Y para que explicarlo…si el abismo ya me

tiene cubierto con sus manos. Ya no las puedes ver. Me

cegué en tu incandescencia y casi me muero de hambre e el

ayuno de tu amor. Quede yo como un cristal violento que

se rompió en múltiples fragmentos de odio y resurrección.

Cristal que va rodando intransigente y en su periplo animal

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va cortando y destrozando toda huella. Ahora la mancha de

sangre se hizo un rio lleno de secretos y de piedras atadas al

caudal bizarro y frio. Esta es mi grieta que se asoma

impertinente en el sueño de dios, para despertarlo,

insanamente.

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DEJAME SOLO

Un buen momento para cambiar, puede ser cualquier

momento. Todo depende del lugar. Todo influye según la

forma visceral. Puedo ser un buen hombre, tal vez. Eso

depende de la distancia que me separa de los objetos. Pero

te lo pido por favor, déjame solo, por esta vez. Aun puedes

irte a través de las colinas. Quiero que este día sea tan largo

como una eternidad. Déjame una huella de tus blindados

labios en mi cuello. Por favor no me desees en tu vida, por

esta vez vete y déjame solo. Deambula indiferente entre la

condición espacio-tiempo. No me des amor, solo por esta

mañana que se aleja y déjame, si déjame, déjame solo…sin

embargo.

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EL ALMA VARADA

Esa palabra que no se que significa. Esa playa que no se ni

donde la he visto. Ese siglo de desfase en el que vamos

nadando. Todas las ramas podridas del muelle en el que

encalle por error. Toda esa ruta que se deshizo tras mis

pasos dejándome sin retorno. Todas esas fieras hembra, en

las que me perdí por casualidad, alguna vez. Todo ese

encierro que no termina. Alma varada que ya lo sabe bien,

enterrada ya sin medicina, en la cautiva arena de tus

sueños. No hay despertares. Solo mi alma, varada alfil por

el ciclón creado por ella misma. Faro sin bombilla que

espera ansioso, el choque de los barcos en la madrugada. La

misma que ya no se dejo amanecer, por ser tan ligera. Como

mi alma varada.

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NAVIDAD

Me he sentenciado por amor. Ya perdí mi nombre y estoy

desvanecido ¿Por que nadie entiende ese dolor? Necesito

actuar e irme, pues ese ha sido mi acto desde hace tiempo.

La mascarada esta desgastada, de tanto ser usada y el

numero es un deja vú. Me he sentenciado por amor. O por

lo menos, eso parece por encima de la cáscara. Estoy vivo,

pero eso es todo. He sido condenado por amar. O por lo

menos esa es la versión oficial. Desde el día que odie, deje

de amar. No se engañen. Una cosa no puede vivir con la

otra. Y la navidad no es tan linda como parece. He sido

condenado por amar…

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SUSURROS

No escuche entre tus susurros lo que necesitabas y me

dormí en la noche mas tranquila de este tiempo. El mundo

se meció y yo sin saber que llorabas. “Tócame” ”No me

dejes” decías, y el amor se escapo por la ventana que deje

esa noche abierta. Sentí el frio pero me cobije en tu mirada y

corte ese lazo que nos unía como el aire y sus moléculas.

Viene ahora la parte difícil y ya no estoy preparado para

nada. Solo el azul de mi piel me recuerda que aun tengo

algo de cordura en este mundo enfermo. Ahora yo te digo:

Tócame, no me dejes, encontrare los pedazos de tu alma

rotos en aquel cuarto que el silencio borro…Quisiera volver

a esa noche en mi habitación. Deseo cantar de nuevo tu

nombre. Pero el secreto ya se revelo en el encierro. Y ya

todo desapareció.

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SIN FRENO

Vengo cansado de caminar a través del valle. No hay ya

lugares que encontrar. La vieja herida sigue goteando sin

freno. Algún lugar habrá de haber donde pueda encontrar

cura. Ya no hay sitio donde ir y la lluvia me esta rompiendo

los zapatos. Ya todo se desvaneció ante mis pobres ojos los

cuales se estropearon en la partida. Ese ángel que me

acompaña ya empeño sus alas para pagarme la fianza.

Ahora ya no puede alcanzarme en mi ruta y solo me grita

mientras me alejo: “Deja de sentir tu vida así” Como hacer

para retroceder el tiempo y dejarlo todo en su lugar, dejarlo

todo como estaba. No hay donde llegar pues con el paso de

los años es seguro que nadie me espera…Todo se destruyo,

aquí, en mi cerebro.

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PAYASO

Ya no como, porque ya no se por que vivir. No duermo

porque ya no encuentro a nadie a quien soñar. Existe un

registro de mi otra vida, pero esta encerrado en un avión

que va volando ahora hacia Dios. Al payaso triste se le

corrió el maquillaje y ahora da pavor ¿Y como acariciarte,

si la luna no se junta con el sol?….Vago en la noche de la

ciudad y soy sentimental y todo solo porque ya no estas…A

ese cantinero yo le dije: “Pon otra canción…y bebí vodka

revuelto con limón y me sentí tan banalmente hermoso…Y

si, me quiero morir, pero hoy tal vez no…Solo por capricho

de ver la luz del nuevo día. ¿Dónde vas?

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BAR

Chicas rubias en el bar. Todos han subido desde el sur para

ver la luz. El alcohol embriaga a las viudas del amor, pero

no es un cabaret. Yo también vengo del sur y no estoy aquí

por amor. Tal vez por desprecio a mi mismo…Todo pasa en

este lugar pero no busques venir a hablar. Déjate llevar por

esas plumas de colores baratos y apaguen ahora la luz.

Todo ocurrió allí debajo de la ciudad pero el hambre nos

hermana. Todo pasa arriba de la ciudad pero el frio nos

enfada. La risa es amarillenta y el rouge es de poca monta,

pero da igual, estamos en la ciudad dibujada en una

acuarela arruinada por el ojo sagrado que dijo ante la

escena: No. Yo lo prohíbo.

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SINFIN

No te alejes dejándome sin poder ver el reloj, que quiero

saber cuantas horas faltan para volverte a ver. Ya no me

quiero esconder, solo esperarte encerrado en mi casa en

absoluto secreto. No me mientas sobre el papel, porque ya

no tengo ojos para leer. Yo se que duele no encontrar

estrellas, pero de todas formas puedes correr como el

cosmos y ver la luna escarlata…Y si bien yo no tengo

sentido en tu vida, y si no tengo remedio, ya no importa.

Te estoy pidiendo asilo en tu pecho ahora, y es algo que

será sinfín. En el amanecer, atardecer o despunte de la

noche, yo siempre sentado en esta vieja silla, tan ciego e

inmóvil te estaré esperando… ¿Por que siempre me

encuentras recostado en esta sucia pared? ¿Por que siempre

estoy por aquí buscando luz? ¿Por que me tomas y siento tu

cuerpo tan hermoso sin haberlo visto nunca? ¿Por que

siento que estoy buscando el cielo y siempre siento que

estoy allí cuando estamos juntos? ¿Por qué tu sangre es tan

peligrosa?

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ENAMORADO

Y no te vistas que tu alma es divina y yo la quiero ver. Y no

te rías que la piel de tu mirada es tan lisa que no la quiero

olvidar, por favor. Yo se encontrar las dalias en el pequeño

verde de tu piernas que es el valle donde nunca he ido. Yo

se beber de ese fruto inmenso que no despierta en el día de

la espera, y todo el lugar se ilumina, como mis ojos que ya

no saben…

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SOLES

Ayer visite la tierra de los que oran para que llueva. Los vi

arrodillados en el suelo árido y sin vida. Se escuchaban a

los lejos los gemidos espantosos de los que tienen sed.

Camine entre sus cuerpos secos de dolor. Labios partidos,

desolación. Ya ni las lágrimas rodaban por sus rostros. Y la

oración se alzaba al unísono. Cuerpos tirados como tumbas

abiertas vi en la tierra de los que oran para que llueva. Ojos

vidriosos que ya no ven por la sequía eterna. ¿Dónde esta

Dios? me pregunte aguantando el aliento. No se ve en este

sitio ni una prueba de su amor. Solo ese aire caliente y

sofocante... ¿Y donde esta la piedad? Tierra de hombres

cansados, ni un niño en el horizonte pude ver. Los soles de

este sitio calientan despiadados. ¿Y si oran tanto, por que

no llega la lluvia?

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ARENA NEGRA

Recuerdo el tiempo en que todo ocurrió. Recuerdo las vías

y las calles abiertas. Ya no existen más. Todo se lo llevo el

paso del tiempo. Recuerdo las risas y los subterráneos. Y el

sol redondo y la media luna. Alguien cambio las reglas del

mundo y ya no queda nada. Ah si, fueron los hombres. Que

cercano es el vacio ahora. La arena negra ya de estar, cubrió

todas las manos. Y el futuro ya no existe, porque ya no hay

esperanza. Y el presente ya no existe, porque nadie lo

quiere vivir. Y el pasado ya no existe, porque no hay quien

lo recuerde. Y yo ya no existo, porque ya no se quien soy.

Réquiem cansado. Dibujo borrado. Marioneta cómica y

marchita de un viejo titiritero de si mismo, al que se le

acabaron los hilos. Encerrado. Siervo con tierra, por encima

de su cuerpo.

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EL NIÑO

El niño esta sentado con el arma al lado. Juega con ella entre

sus pequeñas manos. Ese niño era yo y esa arma era mi

infancia. ¿Por qué ya nadie cree en mí? Tal vez yo debería

creer en algo. El niño aun esta con el arma al lado. A quien

le pido que la aleje de mis ojos. Ahora estoy solo esta vez. Si

ya no crees en mi nada tiene sentido. Todo viene y va como

olas en tempestad cerrada. Y los cantos de los fieles me

aburren en verdad. Excepción divagatoria de emprender el

deseo febril de encontrar por fin, el fin de este viaje…

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EL OTRO JARDIN

Mi vida. Dime que te ocurre y deja que mis brazos te

cuiden. Ya puedes salir al jardín a jugar. Al jardín de la vida

en primavera. Ahora este es tu lugar. Solo déjame ayudarte

y busca tu alma adentro tuyo. Yo te buscare en donde estés

y desde esta distancia me acurrucare a tu lado. Pero si vas

al mar tal vez ya no te vea. Ya se, no estas aquí, pero

regresas siempre. Y esta bien…Toca ya mis manos y

siénteme donde vayas. Estrella delatora de secretos

envainados en cáscaras de maíz, cultivado por el viejo de

barba blanca, que retoza en los mares de la antartida. Mapa

de paisajes esculpidos en plastilina verdadera, que

sorprende por su surrealismo estelar. Solo encuentra en este

mundo la piedad y veras que la luna ya no quema tanto la

piel. Lleva con gracia tu alma. Alma sin fin, en equilibrio de

vida y muerte. Este es el otro jardín. Una parte de mí.

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NI HABLAR

Quien se da cuenta de quien tiene al lado. Aquí nadie sabe

como amar. Quien pregunta por ese vacio interior. Aquí

nadie tiene nada adentro. Todo esta hueco. El día, el

mundo, la sombra pegada al cuerpo. Es medianoche y

todos están despiertos. Sin sacrificio no hay ritual, y aquí ya

se quemaron las naves hace tiempo…es la medianoche y

aquí no hay ley. Tampoco hay crimen, y sin culpa, no hay

castigo. Aquí todo esta acabado desde hace tiempo. Ni

siquiera hay palabras para hablarle a la nada. Y mejor no

hablemos de amores…Por favor.

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LA OTRA ABUELA

Llore como un niño tonto, pero tu no querías oírme. Mi otra

abuela, la que no me conoció. Ella siempre tejía con dos

agujas y sus obras hermosas rodeaban su casa, pero nunca

quiso que yo la rodeara a ella. Siempre me culpo por su

exilio, pero yo solo fui un niño que salió a la calle a jugar.

Mi otra abuela. La que nunca quiso saber quien era yo por

dentro. Yo cante una canción por ella, pero ella no me

escucho. Un cuadro enorme de un pielroja siempre en la

esquina de su sala, me señalaba con su mano la salida, por

donde un día, finalmente me fui. Su hija murió muy joven y

ella veía en mis ojos los suyos, pero los míos nunca los

acepto. Por eso ahora esta lloviendo en mi ventana. Lo

siento. Nunca me tocaste con sincero afecto y yo se bien que

tu no me quisiste. Mis manos son las tuyas porque yo las

herede. Espero pueda hacer algo como lo hacías tu. Pero…

¿Sabes? En el fondo sabemos que yo soy mejor que casi

todos a los que quisiste, tal vez por eso, yo sea algún día

alguien como tu...Estas letras no son por mi pena, son en tu

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honor. No fui a tu funeral, pero a pesar de todo tu

desprecio, yo si te quise mucho y te llevo en mí, para que

limpies mis lágrimas secas, las que nunca derrame por ti…

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MUNDO QUIETO

Una gota de papel cayo en mi taza de agua y me fui

corriendo a protegerme del vendaval de palabras que se me

venia encima. Millones de reproches de todo el universo se

juntaron para hacerme ver que era yo un mal tipo. Pero mi

mundo esta quieto. Nada cambia mi mundo. Yo ya soy así.

Me hice solo, imaginándome. Nadie puede cambiarme. Yo

me invente así. Tú ya no me puedes tener. Tal vez logres

todo lo que quieras y el éxito que cobije milagrosamente.

Pero nunca serás exitosa. Porque tú ya no me podrás tener.

Mi mundo esta muy quieto, yo soy así…

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CAMIONETA

Manejaba mi camioneta y me estrelle aparatosamente

contra tu muro. Hecha latas retorcidas, quedo mi camioneta

y tu ni siquiera asomaste a la puerta para ver que habia

pasado. Las llantas se quemaron y el caucho encendido,

recubrió de humo negro tu casa, pero tú dijiste: No te amo.

Vete a la mierda. Y yo fui. Te juro que fui. Y creí en ti, hasta

que presentí, hoy, que creo, que no vas a volver…Pero en

este lugar yo estaré, junto a la chatarra de mi camioneta,

esperándote. Y si yo no estuviese aquí, es porque te estoy

buscando como un ciego sordomudo e invalido, en otro

lado. A ti no te cuesta un carajo, ser mi dueña y

abandonarme, para jugar con mis sentimientos, ¿Y sabes

por que? Yo te diré: ¡Porque eres una perra hija de puta!

Llenaste de horror mi pecho y ahora te entretienes

viéndome arrastrar, mientras la gente me ve y no

comprende y me dicen: eso no esta bien, pero yo como un

imbecil vuelvo por otra dosis de desprecio tuyo, porque si,

soy adicto a ti. Eres una puta, yo lo se. Te acuestas con

todos, porque te entretiene ser así. Eres una ninfomanía

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enferma y eso me parece tan encantador, que respiro a

través de tus bragas indecentes, solo por voyerismo

magnificado. Eso que tienes tan lindo, es a la vez, lo más

horrible de ti. Y yo así, con la camioneta hecha trizas en la

entrada de tu casa, que es un lupanar de perros. Cada

noche que pasa, me siento mas mal, y me recuesto en el

piso frio, porque me da mareo. Me alegra saber que por el

contrario, tu estas bien, y eso es suficiente para mi. Soy un

maricon por entretenerme destruyéndome por tu culpa,

pero me gusta tanto sentir esa erección en mis pantalones

cuando me muestras tu senos y tu ropa interior por la

ventana…Se lo que eres, y no me importa. Nadie me va a

convencer de lo contrario y me trago mis lágrimas con

sapiencia, cuando llevas a otros tipos a tu habitación.

Contengo la respiración, pero descanso cuando se van. Yo

te hice así. Aprendiste del mejor. De mí. Te amo, por favor

ni te vayas. Déjame aquí tirado, pero contigo. Te suplico

que me dejes amarte y verte. Golpéame como un boxeador.

Cogeme como a una perra. Pero nunca me digas adiós…

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FIN