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CUADRANTEPHI NO. 26- 27 Bogotá, Colombia, 2013 EL JOVEN NIETZSCHE Y EL PORVENIR DE NUESTRAS ESCUELAS Jorge Andrés González Medina Pregrado de filosofía Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, Colombia [email protected] La educación: un sistema de medios para arruinar las excepciones a favor de la regla. Nietzsche. Fragmentos póstumos RESUMEN En este artículo el autor indaga acerca de la postura filosófica que sostenía el joven Friedrich Nietzsche respecto a la auténtica cultura de su tiempo. Con este propósito, hace algunas consideraciones biográficas en torno a la época docente del filósofo alemán. Luego de hacer este tipo de presiones contextuales, despliega las ideas centrales que aparecen en las cinco conferencias dictadas por Nietzsche en la Universidad de Basilea que llevan el título original Sobre el porvenir de nuestras instituciones educativas. Finalmente, señala las características más importantes del pensamiento nietzscheano que aparecen en esta obra olvidada de su periodo juvenil. Palabras claves: Friedrich Nietzsche, educación, cultura, Estado. ABSTRACT In this article the author explores the philosophical stance that was holding for the young Friedrich Nietzsche about the authentic culture of his time. Whit this

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CUADRANTEPHI NO. 26- 27

Bogotá, Colombia, 2013

EL JOVEN NIETZSCHE Y EL PORVENIR DE NUESTRAS ESCUELAS

Jorge Andrés González Medina

Pregrado de filosofía

Pontificia Universidad Javeriana

Bogotá, Colombia

[email protected]

La educación: un sistema de medios paraarruinar las excepciones a favor de la regla.

Nietzsche.Fragmentos póstumos

RESUMEN

En este artículo el autor indaga acerca de la postura filosófica que sostenía eljoven Friedrich Nietzsche respecto a la auténtica cultura de su tiempo. Con estepropósito, hace algunas consideraciones biográficas en torno a la época docentedel filósofo alemán. Luego de hacer este tipo de presiones contextuales,despliega las ideas centrales que aparecen en las cinco conferencias dictadaspor Nietzsche en la Universidad de Basilea que llevan el título original Sobre elporvenir de nuestras instituciones educativas. Finalmente, señala lascaracterísticas más importantes del pensamiento nietzscheano que aparecen enesta obra olvidada de su periodo juvenil.

Palabras claves: Friedrich Nietzsche, educación, cultura, Estado.

ABSTRACT

In this article the author explores the philosophical stance that was holding forthe young Friedrich Nietzsche about the authentic culture of his time. Whit this

CUADRANTEPHI NO. 26- 27

Bogotá, Colombia, 2013purpose, he made some biographical considerations around the teaching time ofthe German philosopher. After making this type of contextual pressures, hedisplays the main ideas contained in the five lectures made by Nietzsche at theUniversity of Basel which carry the title of the future of our educationalinstitutions. Finally, points out the most important features of the Nietzscheanthought that appearing on this forgotten work of his youthful period.

Keywords: Friedrich Nietzsche, education, culture, State.

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Bogotá, Colombia, 2013Introducción:

La recepción de Nietzsche, en el siglo XX, ha sido influenciada por distintas

interpretaciones que, respondiendo a diferentes intereses, han hecho muchas veces de él

un nihilista, un pesimista, un fascista, un irracionalista, un metafísico e incluso un

anarquista, entre otros muchos estereotipos (Cruz Revueltas, 2002, p. 147-163). Este

fenómeno hermenéutico no se basa única y exclusivamente en quienes lo han leído y la

manera en que lo han hecho, pues si no fuera porque el mismo Nietzsche se presenta de

maneras multifacéticas y con distintos rostros, en el transcurso de su obra, - algunas

veces o como filósofo, o como artista, o como psicólogo, o como profeta, etcétera-

podríamos referirnos a él de manera univoca.

El esfuerzo de este artículo se centra especialmente en una de sus muchas facetas, la

de profesor, esto con el fin de abordar la manera en que el filósofo nacido en Alemania

trata el problema de la auténtica cultura en su relación con la educación y el Estado.

Para referirme a este asunto he escogido el texto titulado Sobre el Porvenir de nuestras

escuelas en el cual aparece desarrollada esta temática de manera muy precisa.

Con este propósito dilucidado, luego de hacer algunas salvedades preliminares

respecto al título de esta obra, comenzaré haciendo algunas consideraciones biográficas

en torno a la época docente del filósofo alemán; luego de hacer este tipo de presiones

contextuales, desplegaré algunas de las ideas centrales que aparecen en las cinco

conferencias dictadas por Nietzsche en la Universidad de Basilea que llevan el título

original Sobre el porvenir de nuestras instituciones educativas y, finalmente, señalaré

algunas características importantes del pensamiento nietzscheano que aparecen en esta obra

olvidada de su periodo juvenil

Antes de comenzar con la narración de sus discursos, Nietzsche (2000), para no ser

mal entendido por sus espectadores, precisa en el primer prefacio1

de su libro el sentido

1 El segundo prefacio de este libro, aunque no se refiera directamente a las conferencias, precisa lascaracterísticas que debe tener el lector de estas, a saber: debe ser tranquilo y leer sin prisa, no debe hacerintervenir constantemente su persona y su cultura, y, por último, no tiene derecho a esperar -casi comoresultado- proyectos. (Nietzsche, 2000). El filósofo alemán, en el transcurso de su obra, se refiere a lascualidades necesarias que requieren los lectores a los que él escribe. Véase por ejemplo el § 270 deHumano, demasiado humano I y el § 290 de Humano, demasiado humano II y el § 104 de El

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Bogotá, Colombia, 2013del nombre que utiliza para titular estas conferencias; cuando emplea el término

‘porvenir’ no lo usa porque quiera pensar en el desarrollo posterior de las instituciones

basilienses, pues reconoce que, aun estando recién llegado en un lugar como la

Universidad, que se dedica a fomentar la cultura y la educación de los ciudadanos, no se

considera un experto para hablar de las configuraciones culturales y educativas de

Basilea, ni mucho menos para delinear su futuro; más bien lo que quiere lograr con la

utilización del término ‘porvenir’ es hacer reflexionar a su audiencia sobre los

problemas que debe enfrentar la educación y la cultura de su época de cara un mejor

mañana.

Cuando Nietzsche utiliza el término ‘nuestras instituciones, entiende sólo las

instituciones alemanas -es decir la escuela primaria, la escuela técnica, el instituto de

bachillerato y la universidad alemana- con lo cual, en vez de dar lugar a comparaciones

y valoraciones con otros pueblos civilizados en cuanto a la modalidad de sus

reglamentos, busca centrar la atención del público en el vínculo que ellos tienen como

pueblo con el legado de su pasado.

En este sentido, cuando Nietzsche se refiere al ‘porvenir de las escuelas, lo hace sólo

como una aproximación al espíritu ideal del que proceden estas instituciones,

concepción que se alza en contra de una tendencia, manifiesta por aquellos tiempos, en

la cual se pretendía, en un esfuerzo por dejar de lado la herencia primitiva de su

constitución, hacer parecer estas instituciones como si fueran actuales y modernas; con

todo esto, lo que él podría esperar es que en el futuro de dichas escuelas existiera una

renovación del espíritu alemán llevada a cabo por hombres serios que tomaran su lugar

como legisladores de la educación cotidiana, en tal medida que pudiera renacer en éstas

la tendencia cultural alemana preexistente que había sido ignorada sin ningún aprecio

por algún tiempo.

Luego de hacer estas ilustraciones en cuanto al título de su obra, Nietzsche (2000)

continúa en su prefacio con la formulación de su tesis principal: según él existen dos

corrientes en su época que predominan en las escuelas, aparentemente contrapuestas

pero similares en los efectos perjudiciales que producen: por un lado, está la tendencia

caminante y su sombra. Véase también el capítulo “A mi lector” de La gaya ciencia y el capítulo “Del leery el escribir” en así habló Zaratustra.

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Bogotá, Colombia, 2013hacia la máxima extensión de la cultura, por otro lado, está la tendencia a disminuirla y

debilitarla; según la primera tendencia hay que dirigir la cultura a ambientes cada vez

más extensos, en cambio, la segunda tendencia pretende que la cultura abandone sus

supuestas pretensiones de soberanía para ponerse así al servicio del Estado. A estas dos

tendencias que reproducen una cultura falsa, nuestro filósofo les contrapone dos

corrientes culturales alemanas opuestas, a saber, la tendencia a la restricción y

concentración de la cultura a pocas personas como antítesis de su máxima amplitud

posible y la tendencia al esfuerzo y a la autosuficiencia de la cultura respecto al Estado

como antítesis de su debilitamiento.

1. Consideraciones históricas2

Es en 1872, a la edad de 27 años, que el joven Nietzsche, por encargo de la Sociedad

Académica, pronuncia cinco conferencias en la Universidad de Basilea que llevan el

título original Sobre el porvenir de nuestras instituciones educativas. Antes de entrar en

materia quisiera recordar algunas consideraciones biográficas que nos permitirán

familiarizarnos con el contexto docente de dicha obra.

Luego de concluir su carrera como filólogo y terminar definitivamente de prestar su

año de servicio militar obligatorio con la división de artillería prusiana de Naumburgo, -

servicio que a los cinco meses de haberlo comenzado fue interrumpido por un accidente

sufrido a caballo- el 14 de octubre de 1868 Nietzsche regresa a la Universidad de

Leipzig para preparar su doctorado; a la edad de 24 años obtiene la cátedra de Filología,

lengua y literatura griega en la Universidad de Basilea, sin ser siquiera doctor, gracias al

apoyo de Friedrich Ritschl, quien fue su maestro de Filología Clásica en Leipzig,

convirtiéndose así en el profesor más joven de la universidad; el 28 de mayo del mismo

año Nietzsche pronuncia la conferencia inaugural del curso sobre Homero y la Filología

Clásica. En 1869 la Universidad de Leipzig le concede el doctorado sin examen ni tesis,

basándose en los textos que publicó, en la revista Rheinisches Museum, sobre sus

trabajos universitarios respecto a las fuentes de Diógenes Laercio.

2 Cualquier biografía de Nietzsche que se refiera a este periodo de su vida puede proveer al lectorlos mismos datos históricos que aquí se cuentan. Les sugiero ver: Introducción a Nietzsche deGianni Vattimo y Lo que dijo Nietzsche de Máximo Montinari.

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Bogotá, Colombia, 2013En febrero de 1870 Nietzsche ya ha pronunciado dos conferencias, una sobre El

drama musical griego y la otra sobre Sócrates y la tragedia; en abril es nombrado

catedrático honorario y en agosto escribe el ensayo sobre La visión Dionisíaca del

mundo; en el mismo año tras obtener un permiso para servir durante la guerra franco-

prusiana como médico camillero en el bando prusiano, donde contrajo difteria y

disentería, regresa a Basilea y publica el Certamen quod dicitur Homeri et Hesiodi en el

que relaciona la literatura de Homero con la de Hesiodo.

En los primeros meses de 1871 Nietzsche lleva a cabo la primera redacción del

ensayo literario El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música que luego de

ser publicado en 1872 suscitó tantas controversias y polémicas que algunos filólogos

clásicos de la academia terminaron por tildar el texto de apócrifo. En ese mismo año

Nietzsche solicita la cátedra que había quedo vacante de filosofía en la Universidad de

Basilea, propuesta que fue rechazada tal vez debido a las fuertes críticas que había

recibido por la publicación de su libro.

El 16 de enero de 1872 Nietzsche pronunció la primera de las cinco conferencias que

se encuentran en el libro titulado Sobre el porvenir de nuestras escuelas que terminó de

dictar el 23 de marzo del mismo año. Luego, entre los años 1873 y 1876 publicó las

cuatro Consideraciones intempestivas o inactuales, en las que hace una crítica a David

Strauss y el historicismo en las dos primeras y hace un reconocimiento a Schopenhauer

y Wagner en las dos últimas. Entre 1878 y 1879 Nietzsche escribe Humano demasiado

humano. Un libro para espíritus libres; en este último año, probablemente por los

problemas de salud que había tenido a consecuencia de sus enfermedades, renuncia a su

cátedra en la universidad de Basilea y comienza un período que durará diez años antes

que su salud se derrumbe definitivamente. En resumidas cuentas, el periodo que va de

1869 a 1879 es el periodo en que Nietzsche permaneció en Basilea desarrollando sus

actividades en el rol de profesor.

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2. El porvenir de nuestras escuelas.

Los capítulos en los que Nietzsche circunscribe sus conferencias están escritos en

varias ocasiones con un lenguaje poético, pero no por ello dejan de ser claros y precisos,

por el contrario, el filósofo alemán se sirve de algunos recursos literarios para exponer

con gran lucidez las ideas que quiere compartir con su público; además de esto, hay que

añadir que estas conferencias están escritas al mejor estilo de los diálogos platónicos, es

decir que en ellas, nuestro autor en mención, en un marco rememorativo y

autobiográfico, hace conversar a sus personajes alrededor de un problema filosófico

existencial, como si fueran marionetas puestas en un escenario de las que se sirve el

profesor de Basilea para comunicar sus ideas. De este ejercicio casi teatral se puede

inferir el gran aprecio que Nietzsche tenía por la filosofía clásica, pero aclaro, esta

deducción no cuenta como una evidencia suficiente para demostrar la identificación que

tenía él con la cultura clásica3, sólo demuestra que es en esta época estudiantil en la que

Nietzsche descubre su inactualidad por las aspiraciones y las creencias de su época,

develando así su pasión por la antigüedad griega.

En el verano de 1860, con la edad de dieciséis años, nos cuenta Nietzsche (2000), que

aun siendo bachiller en Pforta junto con sus amigos de Naumburg, Wilhelm Pinder y

Gustav Krug, paseaban por los límites de la cordillera Harz junto al rio Rin cerca del

bosque de Rolandseck donde deciden fundar una sociedad cultural llamada Alemania;

en la conformación de esta pequeña sociedad el grupo de amigos además de

comprometerse a expresar y compartir sus disertaciones filosóficas, sus creaciones

literarias y sus composiciones musicales, se hacen la promesa de regresar cada año allí

para celebrar dicha fundación.

Aunque los convenios realizados ese día no fueron cumplidos al pie de la letra, cinco

años más tarde durante el primer aniversario de la creación del club de amigos, el joven

3 Para más detalles sobre esta relación consultar: Gutiérrez Girardot, Rafael. (1966). Nietzsche y lafilosofía clásica. Buenos Aires: Editorial Eudeba.

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Bogotá, Colombia, 2013Nitzsche junto con un nuevo amigo de la Universidad de Bonn, Paul Deussen, llevan a

cabo la reunión a partir de la cual es narrada la historia central del libro al que me

dedico tratar aquí. En dicho aniversario la pareja de amigos se encuentran

inesperadamente, luego de una serie de situaciones fortuitas, con un filósofo- de

características autoritarias, irascibles y ásperas que más bien parecería ser una

transposición literal de la figura de Schopenhauer- y su discípulo -que bien podría

entenderse como una proyección misma de Nietzsche-, con los que viven una extraña

coincidencia, pues estos, -el filósofo y su discípulo de los que no se nos dicen nunca sus

nombres- también están esperando, en aquel mismo lugar, celebrar un tipo de

aniversario muy parecido al que esperan rememorar los jóvenes entusiastas. Luego de

tener un primer encuentro un poco conflictivo con estos dos personajes, Nietzsche y su

joven amigo, en espera de los demás integrantes de su sociedad secreta, de manera

casual, escuchan la conversación que estos dos señores sostienen en la espesura del

bosque.

En dicha conversación aquel joven discípulo comienza exponiendo algunos de los

motivos que tuvo en su pasado para abandonar su ocupación como profesor, decisión

que lo había llevado a convertirse en una persona asilada e inmersa en una soledad

melancólica que aun siendo escogida espontáneamente por voluntad propia le pesaba

enormemente en su alma. Uno de estos motivos lo cree encontrar en el descubrimiento

del lugar a partir del que procede la tendencia a extender y difundir la cultura:

[E]sa extensión va contenida en los dogmas preferidos de la economíapolítica de esta época nuestra. Conocimiento y cultura en la mayor cantidadposible –producción y necesidades en la mayor cantidad posible-, felicidaden la mayor cantidad posible: ésa es la fórmula poco más o menos. En estecaso vemos que el objetivo último de la cultura es la utilidad, o, másconcretamente la ganancia, un beneficio en dinero que sea el mayor posible(Nietzsche, 2000, p. 52-53).

Para el joven discípulo el problema de la cultura consiste en el hecho de que solo se

educa a unos cuantos hombres de una manera ‘corriente’4en función de la mayor

felicidad del pueblo; según esto, el fin que persiguen las escuelas modernas es

desarrollar a individuos útiles de una manera rápida y estándar de tal modo que a partir

de la mayor cantidad de conocimiento que adquieran los sujetos obtendrán la mayor

cantidad posible

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Bogotá, Colombia, 20134 Corriente en el sentido que se utiliza coloquialmente para llamar así a la moneda.

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Bogotá, Colombia, 2013de felicidad y ganancia económica; según esta costumbre está mal visto que una cultura

produzca individuos solitarios y mucho menos que estos fijen sus fines más allá de la

retribución monetaria, como es el caso del joven discípulo cuyo interés por la

adquisición de la verdadera cultura lo llevó a renunciar a su cargo.

Continuando con la explicación de los motivos de su deserción, el discípulo considera

que la mayor extensión de la cultura es una práctica en la que el Estado se aproxima con

vehemencia a la cultura, asimilando sus elementos, con el fin de asegurar su existencia,

pues al extenderse en la cultura somete bajo su dominio a las personas que lo componen

y las utiliza, si es necesario, en virtud de sus intereses, como en el caso extremo en que

tuviese una lucha contra otro Estado para reafirmar su soberanía.

Frente a esta tendencia cultural de educar al pueblo de manera común, -que bien

parece ser una crítica indirecta al comunismo que comenzaba a surgir por aquella época-

el joven aprendiz plantea la postura contraria, es decir, la reducción de la cultura a

individuos especialistas; esta tendencia se da más en círculos eruditos como en el caso

de la ciencia positivista que recurre cada vez más a la especialización del conocimiento

y a la fidelidad en los detalles, haciendo al científico una persona excepcional y superior

al vulgo en su especialidad, aunque fuera de su campo de especialización no difiera

mucho del populacho. Pero esto no es lo más grave para el joven exprofesor, pues éste

afirma que el periodismo es el lugar donde confluyen tanto la extensión de la cultura

como su reducción; de acuerdo con esto, el periódico toma el lugar de la cultura, se

presenta como si fuera el medio difusor de la cultura y además pretende establecer las

articulaciones entre las distintas formas de vida como lo es el arte, la ciencia, la política

etc.

En este punto, el personaje del filósofo pretende consolar a su discípulo

desilusionado, situando en los profesores la única esperanza de la auténtica cultura, pues

según él solamente unos profesores prácticos, geniales y originales a través de ideas

buenas y nuevas- a diferencia de los profesores mediocres, espiritualmente pobres y sin

talentos inventivos que suelen darse en los ámbitos académicos- pueden romper con la

situación decadente que se presentaba en las escuelas de dicho tiempo.

Para ilustrar esa difícil situación el viejo filósofo centra su atención en el instituto de

bachillerato, lugar que representa el descontento del joven discípulo, pues, según éste, si

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Bogotá, Colombia, 2013en dicho lugar la lucha por la auténtica cultura no sale vencedora, las demás

instituciones que echan sus cimientos sobre sus fundamentos estarán igualmente

desvirtuadas, como lo estarían también las cuestiones más serias sobre pedagogía; en

este caso ni siquiera la universidad podría salir bien librada, pues ésta no sería más que

el remate de las tendencias que existen en el instituto de bachillerato.

Para dar un ejemplo de la difícil situación que sufría el instituto de bachillerato en el

contexto descrito, Nietzsche, mediante sus personajes, retoma la manera en que se

enseñaba la lengua alemana en aquel tiempo, describiendo la pronunciación y la

escritura de la mayoría de la comunidad germana hablante como inepta y vulgar, dado

que no existía con rigor la enseñanza de una disciplina lingüística. En esa época, el

bachillerato alemán en lugar de formar personas con la mira puesta en la cultura, es

decir formarlos en el uso impecable de la lengua, tendía solo a una formación histórico-

erudita, tratando la lengua materna como una lengua muerta que no guarda ninguna

relación con el presente o el futuro.

En este caso, según el viejo filósofo, habría que reconocer la necesidad de enseñar la

lengua alemana desde una perspectiva práctica en estos institutos, pues la lengua, en

consideración de este personaje, es la esfera en la que comienza la auténtica cultura.

Con una buena instrucción por parte de profesores que no se limitaran a métodos

facilistas, según él, se podría enseñar al estudiante a actuar correctamente e incluso se

podría llegar a despertar en el alumno un agrado físico ante la elegancia estilística de los

clásicos de la literatura alemana como Schiller o Goethe, quienes serían a la vez como

mistagogos que podrían guiar los estudiantes a una relación con la auténtica cultura

greco-romana.

A continuación en el texto, el filósofo prosigue con su crítica al instituto de

bachillerato situando como franco principal de su arremetida ciertas prácticas

establecidas que a su parecer son contradictorias, como por ejemplo la llamada

“composición en alemán”. Esta era una especie de elaboración textual que tenían quehacer los jóvenes bachilleres antes de graduarse, que, según nuestro personaje, era

exigida demasiado pronto y en lugar de contribuir con el desarrollo del pensamiento del

estudiantado, conducía a las mentes inmaduras a producir de manera precoz expresiones

“periodísticas” carentes de refinación y obras sin el menor estilo.

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En lugar de todo esto, el filósofo propone una educación auténtica que básicamente

consistiría en reprimir las pretensiones libertarias del estudiante por medio de la

imposición del hábito a obedecer rígidamente el dominio del genio.5

Esto lo dice

porque según él mientras que el sometimiento a una estricta disciplina y a un gran

maestro constituye una de las misiones más altas de la auténtica cultura, la llamada

personalidad libre no es más que un signo de barbarie de los jóvenes que creen que

gracias al libre desarrollo de su personalidad pueden crear una independencia de juicio

respecto a la tradición y sus héroes más representantes e influyentes.

Llegado a este punto, nuestro personaje concluye que el bachillerato no estaba en

condiciones de enseñar la cultura auténtica y rigurosa que identifica con la llamada

cultura clásica, según él, porque ésta se había convertido en un ideal inconsistente que

no estaba en condiciones de crecer sobre el terreno educativo. Para que pudiera surgir

una cultura superior apoyada en los cimientos de la antigüedad, dice el viejo filósofo,

tendrían que corregirse todas las desviaciones del bachillerato que dan como resultado

individuos alejados de la antigüedad y sometidos a cualquier cantidad de modas

superfluas.

Pero el fracaso de introducir en el bachillerato el movimiento de la cultura clásica,

según el viejo filósofo, no fue causado por esta institución, pues ésta misma promovía la

enseñanza del griego y del latín y el estudio de los clásicos de la literatura griega

durante el transcurso de la formación educativa por medio del famoso método

historicista; este fracaso radica en la pretensión que tenían las instituciones académicas

al dirigirse a la cultura clásica sin haber reconocido en primer lugar la cultura propia.

Llegado este momento, el filósofo inserta en su discurso una diferencia entre el

espíritu alemán y la cultura alemana de la época, a la que caracteriza por ser una pobre

imitación de civilizaciones tan ricas como son la francesa, la italiana o la rusa. Según él,

el auténtico espíritu alemán al que se debería religar la reciente unificada Nación

germánica es aquel que se manifestó en la reforma luterana, en la música de Beethoven

o Wagner, en la filosofía de Schopenhauer o Kant e incluso en las tropas de guerra del

5 El origen del genio en el individuo es de carácter metafísico y revela el destino supremo de un pueblopor medio de una obra que los liga eternamente en una relación simbiótica.

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Bogotá, Colombia, 2013recién creado primer Imperio Alemán. Según esto, propone que la futura renovación de

la escuela es una actividad que consistirá en hacer partícipe a los estudiantes en la lucha

por alcanzar lo que propiamente es alemán, con lo que la cultura superior surgida de tal

ejercicio podría apoyarse en los pilares de la antigüedad.

Una verdadera renovación y una verdadera depuración del bachillerato solosurgirán de una renovación y una depuración del espíritu alemán, que seanprofundas y potentes.[…] No obstante, mientras la más noble necesidad delauténtico espíritu alemán no intente coger de la mano ese genio griego, comosólido apoyo en el rio de la barbarie, mientras que de dicho espíritu alemán nobrote una nostalgia angustiosa por los griegos, mientras la visión en lontananza -penosamente conquistada- de la patria griega no haya llegado a ser la meta delperegrinaje de los hombres mejores y más dotados, el fin de la cultura clásica delbachillerato seguirá revoloteando aquí y allá en el aire sin cesar, […] (Nietzsche,2000, p. 89-90).

Después de recibir esta exhortación por parte del filósofo, su acompañante muestra

cierto grado de desaprobación respecto a su huida prematura del instituto de

bachillerato, pero después, con el fin de subirle el ánimo, el filósofo hace énfasis en las

naturalezas destinadas a un desarrollo auténtico de la cultura aristocrática; ésta solo

necesita un número muy pequeño de hombres para promover su feliz desarrollo,

comparada con la cantidad de escuelas y de profesores que se necesitan para la

formación de las masas. De acuerdo con esto, la fundación de nuevos institutos y nuevos

centros superiores es la consecuencia lógica de la urgencia desmesurada del Estado por

satisfacer las necesidades culturales de la mayoría.

La necesidad de que exista un número excesivo de escuelas y por ende, un número

excesivo de profesores, es una necesidad agenciada en la medida en que el Estado

interviene en esas cuestiones. En esta situación, el Estado se muestra como un guía de la

cultura y, al mismo tiempo, persigue los fines de la cultura obligando a sus servidores a

reconocerlo como el fin supremo, como aquello que recompensa todos sus esfuerzos

culturales. Como ejemplo de esta situación el filósofo cita el caso de Prusia donde los

fines educativos fueron equiparados con los fines del Estado ante la inminente

consolidación del primer Reich, cosa que es muy diferente en comparación al Estado

griego antiguo que se mantuvo alejado de la instrumentalización de la cultura, pues en

éste los griegos experimentaban un sentimiento de gratitud y admiración hacia el Estado

ya que sin esta institución que satisfacía sus necesidades básicas y su seguridad no

hubieran podido generar ningún tipo de cultura.

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Bogotá, Colombia, 2013De esta forma queda planteada en el texto la tendencia estatal que favorece a la

cultura, ya sea que se trate o de una cultura que se somete voluntariamente a las

pretensiones del Estado, o de una cultura que sea sometida por la fuerza a los propósitos

del Estado. En cualquier caso, el Estado, al alimentar las pretensiones culturales de la

mayoría, incita a los grandes individuos solitarios dotados por naturaleza a buscar un

exilio voluntario, pues éste pretende escapar de la severa y dura disciplina de los

grandes guías haciéndole creer a las masas que encontrarán por sí mismas el camino

hacia la cultura, claro está, guiadas por su autoridad.

Luego de que el filósofo siguiera aconsejando a su amigo a no preocuparse tanto por

aquellos individuos en los que brota una aversión hacia el Estado moderno que utiliza la

cultura para satisfacer sus intereses políticos, precisa el tipo de aprendizaje que se

requiere en la lucha por la existencia de la auténtica cultura. Frente a la situación

descrita con anterioridad, el objetivo que le sugiere el filósofo a su acompañante no

puede ser la cultura ni de las masas ni del pueblo, sino la cultura de los individuos

dotados por la naturaleza para grandes y duraderas obras.

En este sentido, la educación que haga vislumbrar al fin de su recorrido un empleo o

una ganancia material no es la cultura a la cual se refiere nuestro amigo filósofo sino

simplemente una indicación de los caminos que se pueden recorrer para salvar la vida en

la lucha por la supervivencia. Tampoco las instituciones que incitan a esa lucha y

capacitan los sujetos para combatir en ella pueden ser consideradas como institutos de

cultura –como los institutos técnicos o la misma universidad sólo son instituciones que

se proponen superar las necesidades de la vida cuyos criterios no deben ser confundidos

con los criterios necesarios de una institución cultural auténtica. Un tipo de institución

como ésta se dedicaría, entre otras cosas, a promover el talento de los genios, a generar

un ambiente favorable para ellos, a proveerles los medios necesarios para su desarrollo y

los protegería de las conductas delictivas tanto de las personas como del Estado que por

lo general terminan estropeándolos con una mala educación.

El ejemplo que ofrece el filósofo para precisar el auténtico aprendizaje cultural es la

relación que puede entablar el hombre con la naturaleza; mientras en una cultura

auténtica el hombre busca una relación inmediata y personal con la naturaleza, en la

pseudocultura él impone una relación en la que prima el deseo de someter a la

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Bogotá, Colombia, 2013naturaleza a su control; lo que se pierde con esta concepción de vida es la comprensión

instintiva de la naturaleza, en cuyo lugar interviene una actitud calculadora que intenta

dominarla. Vistas las cosas de esta manera, la auténtica cultura solo le sería concedida

al sujeto que pudiera permanecer fiel a sus instintos naturales con lo que alcanzaría una

armonía con la naturaleza que el hombre educado, en la lucha por la vida, no podría

reconocer.

Aunque el deseo del filósofo no es escatimar los logros alcanzados por las escuelas

técnicas, las escuelas primarias y superiores, es decir despreciar el lugar donde se

aprende los distintos saberes, sí reconoce que la antítesis de las instituciones que buscan

suplir las necesidades de la vida son las instituciones para la cultura, las cuales hacen

falta en la organización de la sociedad.

3- Conclusión.

Luego de esta conversación, que más o menos transcurrió en dos horas, y después que

callera la oscuridad de la noche, Nietzsche y su amigo Paul pretendían acabar con la

espera de sus amigos que también vendrían a celebrar con ellos su aniversario cuando de

repente, movidos por sus cuestionamientos internos resultado de la enorme atención que

le habían prestado a la conversación de los dos adultos, deciden interpelar al filósofo,

puesto que se sentían en cierta medida identificados con la crítica que éste había hecho

sobre la educación, de la cual los jóvenes estudiantes eran más que víctimas, eran

cómplices, ya que el sueño juvenil de la institución cultural que habían creado caía en el

peligro de venderse al reglamento cultural que desde niño el instituto de bachillerato les

había inculcado. Luego de tener una acalorada discusión, el filósofo tranquiliza a los

jóvenes al mostrarles que están ante una encrucijada que les muestra dos caminos

diferentes a seguir: o el de la auténtica cultura o el de la una pseudo-cultura.

Aunque la conversación no acaba allí, ya que estos continúan discutiendo, incluso

después de que los amigos del filósofo llegaran a la orilla del Rin para celebrar el

aniversario de su reunión, el texto no tiene un final muy claro, pues Nietzsche decide

acabarlo de una manera tajante, luego de hacer una fuerte crítica a la universidad,

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Bogotá, Colombia, 2013cortando de repente la conversación que sostenía el filósofo con los jóvenes muchachos

sin darnos el desenlace de la historia.

Según Giorgio Colli la exposición de estas conferencias están precedidas por dos

factores que de una u otra manera impactaron a Nietzsche: el primero es el ánimo que

había despertado en él la redacción de El nacimiento de la tragedia y la segunda la

influencia que había ejercido en él las Lecciones sobre la historia del mundo de

Burckhardt. En palabras de Giorgio Colli:

Las conferencias estaban dirigidas en realidad a Burckhardt, que de hecho estabaallí para escuchar: su tema central es la contraposición Burckhardtiana entrecultura y Estado, la enemistad radical que existe entre esos dos poderes. Nietzschetrasporta esa perspectiva histórica al presente, muestra cómo en esa lucha, lacultura sucumbe hoy ante el Estado, cómo la extensión de la instrucción por unaparte, y su debilitamiento y especialización por otra, conducen fatalmente a unasubordinación total de la cultura ante el Estado. Nietzsche parece expresar laesperanza de invertir la tendencia. Quizá pensaba en grupos de resistencia, en launión de individuos en nombre de la inactualidad, en la restauración de unclasicismo no universitario (Colli, 2000, p58)

Además de la mutua influencia que vivieron estos escritores al intercambiar la lectura de sus

obras, pues Burckhardt también había adoptado en sus lecciones sobre la civilización

griega los puntos fundamentales de El nacimiento de la tragedia, los intereses comunes

que compartía Nietzsche con él se entrecruzaron en otra coyuntura visceral: ambos se

hacían llamar discípulos de Schopenhauer.

Como Colli bien lo resalta, estas conferencias, a diferencia de otros textos en los que

se distanciará críticamente de su maestro Schopenhauer, Nietzsche no disimula la

veneración que siente por él, que desde luego queda evidenciada en la puesta en escena

del personaje principal de sus conferencias, el viejo filósofo que defiende la cultura

clásica, la aristocracia, el anti-academicismo, el anti-historicismo y el anti-modernismo.

Esta adhesión a la figura de su maestro Schopenhauer lleva a Nietzsche, en su

defensa del estado natural del impulso filosófico, a enfrentarse a la cultura histórica de

su tiempo que había encontrado en la academia tierra fértil donde echar sus raíces. Esto

lo colocó en una situación difícil, ya que además de criticar a la cultura universitaria

desde su propio interior, estaba oponiendo a ésta lo que él entendía en sentido estricto

por la auténtica cultura, es decir la cultura griega.

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Por esta razón, estas conferencias tienen un propósito muy claro, hacer reflexionar a

los que pertenecen al mundo académico respecto a los problemas de la cultura como si

estos fueran problemas que atravesaran la experiencia íntima de los sujetos

universitarios; este propósito obedece, según mi consideración, a la propia experiencia

que vivió Nietzsche en la academia, ya que luego de tener un encuentro cercano con la

cultura universitaria notó lo inactual que era, tal vez debido a la fuerte pasión que sentía

por la antigüedad griega, en relación a las creencias y tendencias de su propio tiempo.

Para finalizar, quisiera decir que me enorgullecería si con esta breve descripción del

texto logro trasladar la inquietud cultural que tenía Nietzsche en su época de docente a

alguno de los que me honran con la lectura de este artículo y más si este fuese capaz de

atreverse a pensar estos mismos problemas en función de nuestro propio contexto, es

decir pensar el problema de nuestra cultura colombiana, más específicamente hablando

de nuestra cultura académica y la manera en que deberíamos cultivar nuestro ámbito

filosófico, pero como no soy tan optimista me conformo con hacer de este escrito una

invitación a la lectura de este gran texto olvidado en los anaqueles de la biblioteca, del

cual no he hecho más que empobrecer con esta corta descripción.

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Bibliografía:

-Colli, Giorgio, “introducción a Nietzsche”. Trad. Romero Medina. Valencia. Edit. Pre-

Textos, 2000.

- Cruz Revueltas, Juan Cristóbal. (2002). La recepción cultural de Nietzsche: Algunos

casos significativos” en Revista signos filosóficos, julio-diciembre, (numero 8).

- Friedrich, Nietzsche, (2000). Sobre el porvenir de nuestras escuelas. Trad. Carlos

Manzano. Barcelona: Editorial. Fabula Tusquets,

- Gutiérrez Girardot, Rafael. “Nietzsche y la filosofía clásica”. Buenos Aires. Edit.

Eudeba, 1966.

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