El Joven Predicador y El Chofer Del Bus

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EL JOVEN PREDICADOR Y EL CHOFER DEL BUS Se cuenta en una ocasión que un muchacho que estudiaba en un Seminario bíblico fue invitado a predicar un domingo por la noche a una iglesia. El muchacho llegó, y como todo buen expositor refinado en el Seminario expuso su sermón con gran elocuencia y pasión. Al finalizar el culto los hermanos le dieron las gracias y lo felicitaron por tan bonito mensaje. Al día siguiente cuando tenía que regresar al Seminario, tomó el autobús y pagó su pasaje. Pero cuando el chofer le dio el vuelto y mientras se dirigía hacia su asiento, se dio cuenta que el chofer le había dado una moneda de 25 centavos de dólar de más. Se quedó viendo la moneda y pensando decía: “bueno, es solamente una moneda de 25 centavos, ¡pero no, dijo inmediatamente! Son 25 centavos, pero no son míos. Así que se dirigió al chofer y le devolvió los 25 centavos. Cuando llegó, el chofer le dice: “sí joven, yo le di a propósito esos 25 centavos de más, y estaba viendo por el retrovisor a ver qué hacía. Es que yo no soy cristiano, pero anoche fui al servicio donde usted estaba predicando. Entonces al verlo esta mañana, lo reconocí y dije: “voy a ver si es cierto lo que predica”, así que le di 25 centavos de más. Pero ya me doy cuenta que es sincero, así que voy a seguir llegando a esa iglesia.

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Ilustración para sermón

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EL JOVEN PREDICADOR Y EL CHOFER DEL BUS

Se cuenta en una ocasin que un muchacho que estudiaba en un Seminario bblico fue invitado a predicar un domingo por la noche a una iglesia. El muchacho lleg, y como todo buen expositor refinado en el Seminario expuso su sermn con gran elocuencia y pasin. Al finalizar el culto los hermanos le dieron las gracias y lo felicitaron por tan bonito mensaje. Al da siguiente cuando tena que regresar al Seminario, tom el autobs y pag su pasaje. Pero cuando el chofer le dio el vuelto y mientras se diriga hacia su asiento, se dio cuenta que el chofer le haba dado una moneda de 25 centavos de dlar de ms. Se qued viendo la moneda y pensando deca: bueno, es solamente una moneda de 25 centavos, pero no, dijo inmediatamente! Son 25 centavos, pero no son mos. As que se dirigi al chofer y le devolvi los 25 centavos. Cuando lleg, el chofer le dice: s joven, yo le di a propsito esos 25 centavos de ms, y estaba viendo por el retrovisor a ver qu haca. Es que yo no soy cristiano, pero anoche fui al servicio donde usted estaba predicando. Entonces al verlo esta maana, lo reconoc y dije: voy a ver si es cierto lo que predica, as que le di 25 centavos de ms. Pero ya me doy cuenta que es sincero, as que voy a seguir llegando a esa iglesia.