El Lugar de Las Bibliotecas Populares Pocho Lepratti
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Grupo de Estudios en Bibliotecologa y Documentacin
5to. Encuentro de Trabajadores de la Informacin Biblioteca Nacional, Buenos Aires: 19 de Octubre 2007
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EL LUGAR DE LAS BIBLIOTECAS POPULARES
por Carlos NUEZ *
Biblioteca Popular Pocho Lepratti Virasoro 39 bis (2000) Rosario, Argentina
E-mail: [email protected] URL:http://www.bibliopocholepratti.org.ar
PROMOCION CULTURAL. ANIMACION DE LA LECTURA. EL
ROL ACTUAL DE LAS BIBLIOTECAS POPULARES
En esta Argentina devastada desde el golpe del 76, donde el neoliberalismo acu
desocupacin y hambre, enormes problemas en el terreno de la salud, con alquileres
impagables y sueldos atrapados entre chalecos de fuerza, con pibes acribillados a balazos,
poxi, pastillas y analfabetismo, en todos los barrios, y enormes sectores sociales ocupados
a base de cajas alimentarias, planes y diversos micro-emprendimientos qu rol tienen hoy
las bibliotecas populares?
Seguramente la respuesta no ser nica. Depender del contexto, de la historia que
tenga cada una, de quienes la pueblen, etc.
La nuestra, la biblioteca Pocho Lepratti se plantea como tal, desde un concepto de
trabajo en educacin popular, trabajando con los diversos sectores barriales que traen
consigo un enorme bagaje de conocimientos y saberes acumulados al calor de la resistencia
al modelo hegemnico lo que ha posibilitado que se vayan generando maneras de recrear
nuevos mbitos culturales, estrategias de confrontacin y tambin de sobre-vivencia en el
barrio.
La biblioteca se abre, entonces como espacio de encuentro para la diversidad, para el
mutuo aprendizaje, la bsqueda de lo nuevo, la construccin de alternativas, como
herramienta de ciudadana colectiva.
Por ms que rescate el aprendizaje significativo que impregn el libro, la lectura para
m, deben considerarse las diferencias de aquella sociedad a sta, la debacle de instituciones
fundamentales de aquel perodo, el arrasamiento dictatorial, la transformacin de valores, la
emergencia de nuevos actores sociales, la consideracin de otros mediadores- que ya no
* Psiclogo. Director de la Biblioteca Popular Pocho Lepratti,
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sern los mismos-, el rol de los medios tecnolgicos actuales, las modificaciones operadas
en el soporte de la cultura escrita, la brusca transformacin educativa, la profundizacin de
la brecha de desigualdad econmica y social, la cada en el hbito de lectura que se ha ddo
en nuestra sociedad.
Por ello hoy, ms que nunca se hace tan importante el espacio de promotor cultural, la
utilizacin de todas las herramientas disponibles para animar a la lectura.
Leer para enfrentar la muerte, leer para apostar a la vida, para entender lo que podemos
transformar. Y actuar, en consecuencia
Leer, como espacio de salud y de construccin ciudadana, como rincn donde afloren
nuevos imaginarios, y tambin de recuperacin de nuestra memoria colectiva.
Leer, como una y slo una ms, de las maneras de mantener encendidas las mechas de
la esperanza.
Y por supuesto, como una tarea colectiva ms para la reconstruccin de nuestra
democracia, para seguir desterrando lo que siniestramente legaron los genocidas que
sembraron el terror, y que continan operando desde las siniestras sombras, como lo
demuestra el caso de Jorge Julio Lpez.
Es enorme todo lo que se puede producir en el seno de la sociedad, desde las
Bibliotecas Populares a favor de la democracia y los derechos humanos.
Dar pelea en el plano cultural, en el terreno de las disputas sociales para ayudar
a construir una sociedad cada vez ms participativa, ms protagonista y abierta
constituye un desafo y tambin una deuda que tenemos con todos nuestros
compaeros bibliotecarios que se animaron a vislumbrar otros horizontes ms
justos y que fueron desaparecidos, encerrados o condenados a la persecucin y al
exilio.
Esa pelea, utilizar las ms variadas estrategias, las que sean en el terreno de fomentar la
lectura, de promover la participacin y de establecer nuevos puentes culturales con la
comunidad.
Recursos como los tteres, la proyeccin de videos, espacios de cuenta-cuentos con los
abuelos del barrio, ludotecas, sacudir nuestros cuerpos hasta que generen lazos con la
palabra, re-apropiarse de las plazas, articular con las escuelas, hacer cursos, buscar recursos,
concursos, jugarnos de verdad en el encuentro.
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Sacudir nuestros afectos, incomodarnos con las viejas verdades, re-aprender a escuchar,
investigar como chicos exploradores, considerar los errores como aprendizajes, tender
redes para la bsqueda de nuevas aproximaciones tienen que ser parte de lo que poseemos
en nuestras cajas de herramientas, con las que colectivamente construir espacios culturales.
Como biblioteca popular y como parte de los nuevos movimientos sociales queremos
agregar que son los nuestros, como promotores culturales- lugares apropiados al ser
espacios donde se participa de una disputa acerca de los modos de produccin cultural.
Consideramos, especialmente tres mbitos (ntimamente interrelacionados) de
importancia actual en los que podemos intervenir, desde nuestro lugar: los modos de
produccin de subjetividad, las formas en que se concibe la construccin de la poltica y
por ltimo las maneras en que se generan las producciones de conocimientos
LA SUBJETIVIDAD
El orden econmico impuesto afecta fuertemente tambin a nuestra estructura psquica,
buscando modelar al sujeto de esta cultura, para lo que requiere generar consensos que
lleven a la aceptacin del actual estado de cosas.
La declinacin del Estado conlleva la cada de aquellos soportes sociales sobre los que
se sostena el andamiaje subjetivo.
La consecuencia de esto hace que hoy para alguien definir su espacio de pertenencia, su
manera de implicarse con las otras personas y con la sociedad y poder encontrar su lugar en
el mundo como deca una pelcula- tenga como resultado un enorme costo subjetivo.
La cada de las instituciones de la modernidad que permitan dar sentido a las
significaciones imaginarias, como la escuela, el trabajo, la familia entre otras, sumerge al
sujeto actual en la amenaza de la in-significancia, acarreando una sensacin de abandono
Esta situacin implica psquicamente un aumento de la pulsin de muerte, de
caractersticas destructivas. Y desde estos rasgos aparecen las identidades que conforman la
subjetividad requerida por el modelo capitalista actual:
Se generan as desde este modelo sujetos competitivos, con alto monto de agresividad,
desinteresados por el otro, egostas, con dificultades de amar, en suma deshumanizados.
Sin embargo ste no es un escenario nico, ni absoluto. Es un territorio en disputa.
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Los grupos de trabajadores desocupados, los de las fbricas recuperadas, los que
constituyen los nuevos movimientos sociales, los espacios universitarios y docentes que se
articulan al conjunto del campo social, las bibliotecas populares y muchas otras expresiones
instituyentes constituyen mbitos en donde se posibilita la construccin de otras
identidades, otros soportes en los que reaparece el sujeto solidario, participativo,
protagonista de transformaciones individuales y sociales, revalorizando los afectos y
dispuesto a seguir apostando a los sueos colectivos.
LA POLITICA
Constituye una verdadera proeza, en cualquier reunin del pas, instalar el vocablo poltica.
Los que estaban a tu lado empiezan a irse, otros comienzan a mirarte con desconfianza,
alguno sonreir cnicamente y de los pocos que se queden con vos, ser alguien que te
querr dar una ficha de afiliacin o te preguntar si pods conseguir un puestito para la
hermana.
La poltica sufre el vaciamiento de sentido que propinaron primero el terrorismo de
estado de los genocidas y luego en democracia los representantes de la poltica sin
ciudadanos
Y entonces poltica es asociada, y con razn, a corrupcin en el Senado, acomodo en la
Universidad, entrega en el ministerio, punteros en los barrios, y otras tantas yerbas. Alguno
quiere hacer una prueba: pregunte por gente que hace o ha hecho poltica y se encontrar
que se recuerdan nombres y apellidos de todos los execrables, pero pocos nombrarn a
quienes enaltecen esta prctica cotidiana, sea desde una biblioteca, una escuela, un gremio o
un espacio pblico, realizado desde la dignidad.
Nos expropiaron la poltica, se la aduearon desde la corrupcin y nos olvidamos de las
acciones cotidianas, que pasan en todos lados y por supuesto en nuestras relaciones, en
nuestras maneras de querer, de jugarnos por lo que creemos.
La poltica se ha mudado a otra parte, dice Hernn Lpez Echage y ah est,
refundndose, con mucho trabajo, con compromiso y tica haciendo espacios de educacin
popular, asambleas en barrios y fbricas, discutindose en algunos asentamientos,
revalorizndose en movimientos sociales- tanto urbanos como campesinos-y cada vez ms
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lejos y diferente de aquellos discursos y prcticas de la vieja politiquera que nos muestran
los medios de comunicacin hegemnicos.
Los mbitos de informacin ciudadanos, deben ir convirtindose cada vez ms en
verdaderas Escuelas de Ciudadana, promotoras de participacin, protagonismo, desde
lugares activos, que puedan ir replicndose y estableciendo redes colectivas capaces de
modificar favorablemente nuestras democracias
CONOCIMIENTO
Otro campo en disputa, sin dudas es el de la produccin de conocimientos. Ya hablamos
de la cada de instituciones que han visto vaciado su sentido y que se sienten acorralados
frente a tanta demanda, como los docentes en la escuela. A la vez cada da son ms los
chicos y grandes que concurren a espacios comunitarios de aprendizaje, de alfabetizacin,
de educacin no formal.
Porqu se agrava da a da la dificultad del saber universitario y de los docentes de las
escuelas para poder encontrarse y dialogar con los saberes del barrio? No tenemos all,
acaso, un espacio fecundo para la produccin de nuevos conocimientos? Cunto ms
vamos a esperar hasta que se encuentren los saberes de los barrios, de los que trabajan con
los pibes y las madres de los comedores, de los talleres informales con esos otros saberes
que salen de las aulas de escuelas y universidades?
Debemos re-pensar los ejes de nuestra formacin y los objetivos que se busca con los
mismos.
Pero, acaso, vamos a esperar que esto se discuta en los mbitos ministeriales o
debemos ir generndolo con autonoma y decisin?
Cunto de esto vemos diariamente, en nuestra prctica en las bibliotecas?
Estamos viviendo momentos de gran tensin entre lo viejo instituido y lo nuevo
instituyente, escenario de conflictos que aparecen en nuestras cotidianeidades y que nos
llevan a pensar una y otra vez el ejercicio de nuestras prcticas, sean ellas del tipo que sean.
Cmo alcanzar significaciones que tengan sentido para las nuevas subjetividades que
buscan emerger?
Tal vez, decimos nosotros, sintindonos interpelados por el ejemplo de vida y lucha de
Pocho Lepratti, este hombre que se sinti incmodo en la posicin de repetir lo ya
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aprendido, cansado de los que requieren la respuesta adecuada en otros que ya lo hayan
escrito, y se anim a buscar lo nuevo, a revalorizar las historias de vida y las experiencias de
los que tena a su lado, animando a que cada uno escribiera lo propio, lo diferente.
Es desde este imaginario radical, verdaderamente emancipador que podremos hacer posible
su sueo, el de todos: construir un mundo donde quepan todos los mundos.
Finalizamos dando cuenta de algunos de los ejes sociales por los que transit
nuestra prctica, en estos primeros cinco aos de vida:
ALGUNAS ACTIVIDADES Y REAS DE TRABAJO DE LA
BIBLIOTECA
1. Propuesta y realizacin de cambio de nombre a la calle Coronel Ramn Falcn
por Biblioteca Vigil
2. Proyecto sobre efectos de la represin sobre la cultura en Rosario a 30 aos del
Golpe. Actividades de historia oral con actores sociales de la poca en
bibliotecas, centros culturales, gremios y centros clandestinos recuperados.
3. Se realizaron 3 das de muestra , charlas y videos sobre desaparicin forzada de
personas en la biblioteca, junto a Abuelas, Madres y Familiares, con las
pancartas con las caras de desaparecidos colgadas por todo el frente de la
biblioteca y de los rboles que dan a la calle. En la muestra estaban colgados
textos de escritores desaparecidos y o asesinados por las fuerzas genocidas y
cerr con un homenaje a los compaeros bibliotecarios desaparecidos
4. En el barrio existe un Hogar de Trnsito para mujeres vctimas de violencia
familiar con las que se viene trabajando desde un rea de trabajo social que
conformamos, haciendo espacios de reflexin con ellas y talleres de cuentos y
aprendizajes en juego con sus hijos.
5. Se aborda desde el rea mencionada una articulacin con el programa Joven de
la Municipalidad, que enfoca a jvenes de 13 a 17 aos que abandonaron la
escuela para facilitar su reinsercin al sistema educativo. Con ellos se trabaja
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grupalmente, se discuten pelculas, obras de teatro, libros y se abre un espacio
comunitario para que estrechen lazos con alguna institucin barrial,
fomentando una adaptacin que favorezca la reinsercin para el prximo ao.
6. Espacio de alfabetizacin popular: el primer ao slo tres mujeres del barrio. En
el 2007 se inscribieron doce personas adultas, dos de ellas son varones , el resto
mujeres mayores de 60 aos
7. Articulacin con centros de estudiantes y escuelas perifricas, con alto nmero
de embarazos adolescentes y situaciones de vulnerabilidad social.
Comenzamos talleres con un trabajo de promocin en salud comunitaria y
prevencin del HIV, dictados por profesionales. Pero realmente prendi,
hicimos lazo, cuando articulamos con AMMAR el gremio de trabajadoras
sexuales de la CTA. Estamos sorprendidos de la motivacin, inters,
participacin alcanzada
8. La participacin en marchas, movilizaciones, reclamos, recoleccin de firmas
contra la impunidad, etc. constituy la caracterstica saliente que fue otorgando
identidad a la biblioteca. Hoy despus de cinco aos tenemos slidas relaciones
con todo lo relacionado a las causas del 19 y 20 de diciembre, con Padres del
dolor, con los inundados, con los maestros, con todos los espacios de ddhh y la
multisectorial y ha sido activa protagonista en mltiples oportunidades
Rosario, 19 de Octubre 2007