El Mensajero de San José · de invocaciones diversas le son dirigidas en forma de le-tanía y...

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El Mensajero de San José Enero-Febrero 2015 El Mensajero de San José Enero-Febrero 2015

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  • El Mensajerode San JoséEnero-Febrero 2015

    El Mensajerode San JoséEnero-Febrero 2015

  • Detalle del retablo mayor de la Catedralde Sigüenza. Giraldo de Merlo, s. XVII.

    Enero-Febrero 2015. Nº 551

    REVISTA DE LAS ASOCIACIONESJOSEFINAS DE ESPAÑA

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    EL MENSAJERO DE SAN JOSÉ¡Gracias a todos!

    En atención de la Beatificación delPapa Pablo VI; tan devoto de San José, publicamos esta homilía 3-4

    San José. Está en la habitacióndel Papa Francisco… 5

    La adolescencia de Santa Teresa 6-7

    Grandes devotos de San José:Hermano Ginés de María 8-9

    Reflexión de un médico sobreel San José de los Evangelios (II) 10-11

    San José y la familia cristianna 12-13

    Al comenzar el año… Llamada a la creatividad… 14-15

    Poesía a San José 16

    San Juan de Ávila(1500-1569) (VII) 17-18

    «Ríase por favor» 19

    Sumario

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    En atención de la Beatificación delPAPA PABLO VI; tan devotode San José, publicamos esta Homilíasuya del 19 de mayo de 1969Hermanos e hijos queridísimos:

    La fiesta de hoy nos invitaa una meditación sobre SanJosé, el Padre legal y putati-vo de Jesús.

    Es una meditación que, aprimera vista, parece queapenas tiene contenido: ¿quésabemos nosotros de San Jo-sé, además del nombre y deunos pocos acontecimientosdel período de la infancia delSeñor? Ninguna palabra su-ya ha quedado registrada enel Evangelio; su lenguaje esel silencio, la escucha de vo-ces angélicas que le hablandurante el sueño, es la obe-diencia pronta y generosaque se le pide, es el trabajomanual en las formas másmodestas y más fatigosas,las que le valieron a Jesús lacalificación de «Hijo del car-pintero» (Mat. 13, 55); y na-da más.

    Y, sin embargo, esta figurahumilde, tan cercana de Je-sús y de María, la VirgenMadre de Cristo, figura tanrelacionada con la vida deéstos, tan vinculada con lagenealogía mesiánica, repre-senta la descendencia anun-ciada y última de la progeniede David (Mat. 1, 20), si se laobserva con atención, se pre-senta tan rica de aspectos ysignificados, como los que laIglesia en el culto tributado aSan José y los que la devo-ción de los fieles le recono-cen, de manera que una seriede invocaciones diversas leson dirigidas en forma de le-tanía y muchos títulos lopresentan como protector dela infancia, protector de losesposos, protector de la familia, protector de los tra-bajadores, protector de lasvírgenes, protector de los

    prófugos, protector de losmoribundos.

    Y si observáis con aten-ción esta vida tan modesta,os parecerá más grande ymás aventurada y venturosade cuanto nos hacía pensar eltenue perfil de su figuraevangélica, el que se presen-ta a nuestra rápida visión.San José, según el Evange-lio, es definido como hom-bre justo (Mat. 1,19); ala-banza más rica de virtud ymás alta en méritos no po-dría aplicarse a un hombrede humilde condición social,en el que, evidentemente, noes de esperar la realizaciónde grandes gestos. Un hom-bre pobre, honesto, laborio-so, tal vez tímido, pero quetiene una insondable vida interior, de la cual le lleganórdenes y consuelos singula-rísimos, y la lógica y la fuer-

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    za, propia de las almas senci-llas y limpias, de las grandesdecisiones, como la de poneren seguida a disposición delos planes divinos su liber-tad, su legítima vocación hu-mana, su felicidad conyugal,aceptando la condición de lafamilia, su responsabilidad ysu peso, y renunciando porun incomparable amor virgi-nal al natural amor conyugal,que la constituye y la ali-menta, para ofrecer así, conun sacrificio total, toda suexistencia a las impondera-bles exigencias de la sor-prendente venida del Me -sías, a quien Él impondrá elnombre por siempre benditode Jesús (Mat. 1,21), y que élreconocerá como fruto delEspíritu Santo, y sólo a losefectos jurídicos y domésti-cos, como Hijo suyo. San José es, por tanto, un hombre«comprometido», como aho -ra se dice –y ¡cuán compro-metido!–, todo para María,la elegida entre todas la mu-jeres de la Tierra y de la Historia, siempre su esposavirgen, y no físicamente sumujer, y para Jesús, en virtudde descendencia legal, nonatural, prole suya. Para éllos trabajos, las responsabili-dades, los riesgos, los afanesde la pequeña y singular fa-milia sagrada. Para él el ser-

    vicio, para él el trabajo, paraél el sacrificio en la penum-bra del cuadro evangélico,en el cual nos place contem-plarlo, y, ciertamente con ra-zón, ahora que nosotros losabemos todo, llamarlo ade-más dichoso, bienaventu -rado.

    Tal es el Evangelio, en elcual los valores de la exis-tencia humana cobran unamedida diversa de aquéllacon que nosotros solemosmedirlos: aquí lo que es pe-queño se vuelve grande (re-cordemos la efusión de Je-sús, en el capítulo undécimode San Mateo: «Yo te alabo,oh Padre, Señor del Cielo yde la Tierra, porque has es-condido estas cosas –las co-sas del reino mesiánico–alos sabios y a los doctos, y

    las has revelado a los pe-queños»). Aquí lo que esmiserable se vuelve dignode la condición social delHijo de Dios hecho Hijo delHombre; aquí lo que es ele-mental resultado de un fati-goso y rudimentario trabajoartesano sirve para adiestraren el trabajo humano alCrea dor del cosmos y delmundo (cfr. Juan, 1, 3; 5,17), y para dar humilde pana la mesa de Aquel que sedefinirá a Sí mismo, como«el pan de la vida» (cfr.Mat., 10, 39), y (que dijo:)«quien sacrifica por Mí lapropia vida de este mundo,la conserva para la vidaeterna (cfr. Juan, 12, 25).San José es el tipo del Evan-gelio, que Jesús, abandona-do el pequeño taller de Nazaret, e inaugurada sumisión de profeta y de ma-estro, anunciará como pro-grama para la redención dela Humanidad; San José esel modelo de los humildesque el cristianismo promue-ve a grandes destinos; SanJosé es una prueba de quepara ser buenos y auténticosseguidores de Cristo no sonnecesarias «grandes cosas»,sino que bastan y se necesi-tan virtudes comunes, hu-manas, sencillas, pero ver-daderas y auténticas.

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    menzó el 19 de marzo de2013, día en el que la Iglesiacelebra la fiesta del SantoCustodio.

    Otro de los gestos queevidencian el gran cariñodel Pontífice a este santotiene que ver con uno de los

    primeros cambios que realizó al comenzar supontificado: modificó una de las oraciones dela Misa con el fin de alentar la devoción a SanJosé.

    Así, a través de un decreto de la Congrega-ción para el Culto Divino y la Disciplina de losSacramentos, en junio de 2013 decidió que SanJosé fuera mencionado en las Plegarias Euca-rísticas II, III y IV de la tercera edición típicadel Misal Romano, colocándose después delnombre de la Virgen María. Una decisión quetomó primero Benedicto XVI y confirmó des-pués el Papa Francisco.

    Asimismo, el Papa consagró el Estado de laCiudad del Vaticano a San José y a San MiguelArcángel en una ceremonia en julio de 2013, ala que asistió Benedicto XVI.

    ACI

    S an José es el santo decabecera del PapaFrancisco. El Pontífice tie-ne una gran devoción porel esposo de la Virgen Ma-ría. Así lo ha hecho saberen varias ocasiones desdeque fue elegido Sucesor dePedro y lo ha vuelto a recordar ahora en elvuelo de regreso a Roma de su visita al Parla-mento Europeo en Estrasburgo (Francia).

    Después de ser preguntado por una perio-dista acerca del tema, el Papa ha contado queヌcada vez que le he pedido algo a San José, melo ha concedidoネ.

    Su devoción viene de lejos. Son conocidassus oraciones al Santo cada vez que debía co-menzar unos ejercicios espirituales, como losque impartió en España en enero de 2006. Ensu habitación de la Residencia de San Martadel Vaticano, la número 201, tiene una estatuadel santo, a cuyos pies deja pequeños papelescon peticiones que él mismo escribe.

    タDe dónde le nace al Papa argentino estadevoción? El Pontífice acudió desde niño a laparroquia de Flores de la capital argentina, enel barrio donde nació y creció, que está dedica-da a San José.

    Fue en esta parroquia, bajo la proteccióndel santo, en donde el 21 de septiembre de 1953,con casi 17 años, encontró al sacerdote que leayudó a descubrir su vocación, el P. Carlos B.Duarte Ibarra. Hay además otro dato impor-tante: el pontificado de Francisco fue enco-mendado a la protección de San José, pues co-

    SAN JOSÉ DORMIDO.Está en la habitación del Papa Francisco: Pone debajo

    los papeles con temas complicados y urgentes

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    SIN MADRE PEROCON LA VIRGEN MARÍA

    Doña Beatriz de Ahumada, la madre (yamiga de Teresa, murió a los treinta y tres añosmás o menos y cuando su hija tenía unos doce.Doña Beatriz había casado muy joven (a loscatorce años) con don Alonso, viudo. Enmenos de veinte años de matrimonio habíatenido nueve partos, todos ellos logrados por-que aquella familia entonces era rica, podía dis-poner, entre otras cosas, de amas de cría queaseguraban la supervivencia de las criaturas.Nada tiene de extraño, por tanto, que la madrede Teresa se encontrara permanentementedébil, con muchos trabajos, como diría su hija.

    Esta muerte afectó vivamente los sentimien-tos de Teresa, que nos cuenta el dolor de la pér-

    La adolescenciade Santa TeresaHemos visto la niñez de Teresa y el cariñoque alentaba en aquellas relacionesfamiliares de la infancia. La adolescencia,por el contrario, no fue tan serena, o,mejor dicho, fue una etapa de la vidaacorde con aquella edad de crecimiento.Tenemos la suerte de que fue la mismaSanta la que, desde su plenitud, narróestas vivencias, un caso único entre lasmujeres de entonces. Es indudable que ella,lectora de San Agustín, estaba influida porel santo doctor en la comunicación de suexperiencia, en la introspección de su alma.

    Pintura de Santa Teresa de Jesús en su adolescencia.

    Ermita de San Lázaro donde se hallaba la Virgen dela Caridad en tiempos de Santa Teresa.

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    pero a los ocho días estaba contenta y dandocontento a las demás conforme su condición. Noobstante, como dice, «estaba enemiguísima de sermonja».

    La monja educadora de las jóvenes, MaríaBriceño, a la que Teresa no se cansa de alabar,supo comprender a aquella educanda singular querogaba a las demás el rezar «a Dios que me dieseel estado en que le había de servir. Mas todavíadeseaba no fuese monja, que éste no fuese Diosservido de dármele; aunque también temía elcasarme». Gracias a la agustina, «al cabo de estetiempo que estuve aquí, ya tenía más amistad de

    ser monja». Al año y medio deinternado sufrió una enfermedadgrave, volvió a casa de su padre, y,en la convalecencia, la llevó a casade su hermana mayor, en Caste -llanos de la Cañada, y a la de su tíoPedro (en Ortigosa), tambiénamigo de libros. Y fue la lectura delas «Cartas de San Jerónimo» lo quela hizo decidirse a entrar en el con-vento, pero no sería en el de lasagustinas, sino en el carmelitano dela Encarnación, el espacio másduradero y más decisivo y venturo-so de Santa Teresa.

    TEÓFANES EGIDO

    dida y el encuentro con la otra madre:«Acuérdome que, cuando murió mi madre,quedé yo de edad de doce años, poco menos.Como yo comencé a entender lo que había per-dido, afligida fuime a una imagen de nuestraSeñora y supliquéa fuese mi madre, con muchaslágrimas. Paréceme que, aunque se hizo consimpleza, que me ha valido; porque conocida-mente he hallado a esta Virgen soberana encuanto me he encomendado a ella». Aquellaimagen era de la Virgen de la Caridad, que sehallaba en la ermita de San Lázaro, pasado elpuente romano sobre el Adaja, y que hoy sevenera en una de las capillas de la catedral.

    AVATARES DE ADOLESCENTE

    La Madre Teresa describe, y con qué hermo-sura de lenguaje, las distintas fases de su vida enrelatos de la niñez, de la adolescencia y de lavejez. Habla de su edad adolescente, del cuidadodel cuerpo: «Comencé a traer galas y a desearcontentar en parecer bien, con mucho cuidado demanos y cabello, y olores y todas las vanidadesque en esto podía tener, que eran hartas, por sermuy curiosa». Y habla de primos que la queríanmucho; habla de las compañías sin cansarse derepetir la conveniencia de que seanbuenas y su experiencia negativacon alguna criada, en mayor medi-da con una «parienta».

    INTERNA EN UNCOLEGIO DE MONJAS

    Quizás por exigencias de lahonra, por alejarla de amistadespoco ejemplares por tanto cariñocomo tenía a su hija, don Alonsojuzgó conveniente internarla en unconvento de monjas, en las agusti-nas de Nuestra Señora de Gracia.No iba Teresa de muy buen grado,

    Virgen de la Caridad saliendo en procesión de lacatedral de Ávila.

    Pintura de la Santa muy jovende la época del convento de

    las agustinas.

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    desde su infancia. Siendo aún niño, sepostró ante la Virgen del Carmen y seconsagró a María para siempre.

    Sus padres al comprobar sus cuali-dades y deseos de formación, le envia-ron a Burgos para que estudiara la ca-rrera de Maestro, vocación a la quequedaría unida su vida, primero en cen-tros fundados y dirigidos por el famosoeducador P. Manjón y después, ya co-mo religioso de La Salle, en diversoscolegios de la Congregación.

    Al surgir su inquietud vocacional, seencomendó a San José para que le ayu-dara a tomar la decisión. Siendo novi-cio, le agradaba conversar con el Hno.Benjamín Antonio, religoso con famade santo al que, de modo anónimo ledijo que un novicio (que era él mismo)«pedía a San José tres cosas: la prime-ra aprender a tratar con Jesús; la se-gunda, vivir de tal manera que el mis-mo día de su muerte pudiera entrar enel cielo; y la tercera, que ni un solo díade su vida dejase de crecer en humil-dad». El Hno. Benjamín le aseguró queese novicio tendría que sufrir mucho enla vida, lo que le hizo comprender quela entrega a Jesús supone la aceptacióndecidida y alegre del sufrimiento.

    Pero antes de iniciar el sufrimiento,la Navidad celebrada al final de su no-viciado, dejó en él una huella inolvida-ble, ya que, como dice su biógrafo: «Laconsideración del nacimiento de Jesúsfue para él como un disfrute anticipadodel cielo en la tierra. En torno al Belén,gozaba de sus tres benditos y amadosamores: Jesús, María y José. La nochede Navidad quedó grabada indeleble-mente en su corazón para toda la vida».

    Sintió mucho dejar el noviciado por-que «le parecía imposible compaginarlos estudios con la presencia de Dios yel trato íntimo con Jesús, María y Jo-sé». Pronto se convenció de lo contra-

    inés de María es el nombreque adoptó Victoriano Rodrí-guez Martínez al profesar co-mo hermano de La Salle.

    Nació en Pampliega (Burgos) el 29 demarzo de 1896 y falleció en Griñón el 15de agosto de 1987 tras una larga vida de-dicada a la enseñanza y a propagar la de-voción a María mediante una serie de es-critos, amor y devoción que le inculcaronsus padres, D. Celestino y Dª Juliana,

    GRANDES DEVOTOSDE SAN JOSÉ

    GINÉS DE MARÍA(1925-2012)

    G

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    rio y se comprometió a ob-servar la Regla toda la vida,mediante un «Voto de laRegularidad», que emitiócon permiso del Hno. Di-rector y del Sr. Capellán el29 de junio de 1923, fiestade San Pedro, por ocho días, pero que renovó cadasemana, porque «le pare-cía que Jesús, María y Joséestaban más cerca de élcon este voto».

    Consciente de la impor-tancia de la participaciónde los padres en la forma-ción de sus hijos, fomentó, especial-mente los años que la obediencia le pu-so al frente de loscolegios, «la Asocia-ción de Cabezas de Familia de San Jo-sé». Al matricularse los alumnos, lesexigía presentarse acompañados desus padres o tutores y comprometersea cumplir con tres normas. La terceraera: «Que el padre, o, en su defecto, elabuelo tendrían que inscribirse en laAsociación de Cabezas de Familia deSan José y asistir todos los meses a lareunión general a la que se les convo-caría». Como al principio eran muy po-cos los padres que cumplían con estecompromiso, pronto comprobó «lo quepuede la oración a María y a San José,a quienes habia encomendado esta in-tención».

    Al cumplir los setenta y un años sin-tió que ya no podía desarrollar su fun-ción de educador y deseó retirarse a lasoledad para dedicarse a la oración, pe-ro los designios del Señor eran diferen-tes. Pidió retirarse a Griñón para espe-rar el fin de sus días que considerabacercano, pero el Señor le concedió die-ciocho años más para que los dedicaraa un nuevo apostolado: el de escritor ydivulgador de la doctrina cristiana.

    De 1949 a 1962 había es-tado al frente de la revistade la Salle «Vida y Luz» quealcanzó con él la mayor tira-da de su historia llegando alos 40.000 ejemplares men-suales. El recuerdo de esaépoca le animó a empren-der la tarea de difundir pormedio de impresos susidea les. Comenzó por unosartículos sobre la VirgenMaría para revista «Roca Vi-va» que calaron en los lec-tores. Esto le animó a escri-bi una serie de folletos con

    los que consiguió frutos admirables. Elprimero con el título de «Año Santo», elsegundo con el de «El Rosario» que tu-vo hasta ocho ediciones y alcanzó los600.000 ejemplares, el tercero «Tratadode San José», prueba de su amor alSanto, que tuvo tres ediciones, etc.

    El dispendio económico que supo -nían estas publicaciones corrió todopor su cuenta. La venta de los folletos,con su exigua ganancia y algunasofrendas que sus lectores le hacían, lepermitieron seguir adelante en su laboreditorial sin dejar ninguna deuda, peroespecialmente gracias a la ayuda deSan José. El hermano Ramiro testificaque admiraba en él tres cosas, de lasque la primera es: «Cómo con la ora-ción a San José le venía el dinero nece-sario y le sobraba para todos los gastosy, a veces, por medio de personas enquienes menos podía pensar».

    Con la mirada fija como fascinadopor algo maravilloso, falleció el 15 deagosto de 1987, solemnidad de la Asun-ción al Cielo de María Santísima.

    P. JUAN LUIS RODRÍGUEZ, OCD

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    hizo. En ningún momento ejerció mejorsu paternidad José. Jesús se ha salvadode su primera muerte porque José estápreparado para cualquier aviso de Dios ycumplir con eficacia tan largo viaje. Al fin,debió de ser así, llegaron a Heliópolis o aAlejandría, las dos grandes ciudadesegipcias donde podría conseguir algúnpequeño trabajo para sustentar a su fa-milia. Ya padeció José en el traslado aBelén y ahora de nuevo también. Y aña-dió el Angel: «estate ahí hasta que yo teavise». Calculando la muerte de Herodesel tiempo de residencia en Egipto pudoser de semanas o hasta de siete meses,pues Herodes muere 1,5 años del naci-miento de Jesús.

    REGRESO A EGIPTO. Por 3.ª vez el Án-gel avisa a José: «Levántate y vuelve aIsrael». (Mateo 19 y 21). La Sagrada Fa-milia vuelve a Palestina, a Nazaret (Gali-lea) donde gobierna Herodes Antipaspues en Belén esta Arquéalo que era tansangriento como su padre. Jesús ya nosaldrá de Nazaret, salvo en las peregri-naciones anuales: Pentecostés, Taber-náculos y Pascua. Allí aprendería el oficiode su padre, su profunda religiosidad co-mo cualquier judío, y otros menesterescon total docilidad hacia él. Dios es pueshijo de María y José con todas sus con-secuencias.

    EL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO EN LAFIESTA DE PASCUA. Jesús, de 12 años,se pierde para sus padres, y no lo en-cuentran hasta el tercer día, pues enaquella época las caravanas que iban yvolvían a Jerusalén unas eran para hom-bres y otras para mujeres, pensando Jo-sé que Jesús estaba con María y Maríaque lo llevaba José. Cuando se dieroncuenta tuvieron que rehacer lo ya anda-do y volver a Jerusalén, encontrándole

    Reflexión de un médico sobre

    Continuación del artículo publicado en laRevista El Mensajero de San José núm. 448.

    HUIDA A EGIPTO. (Mateo 2, 13 y 15).Después se produce LA MATANZA DELOS INOCENTES cuando los escribasleen a Herodes la premonición de MA-QUEAS este manda matar a todos losniños menores de tres años, ya que unode ellos acabaría con el propio Herodes.¿Cómo puede permitirse esta calami-dad? Dios permite porque ha hecho libreal hombre, totalmente libre para sus de-cisiones. Por 2.ª vez vuelve a aparecer elÁngel, en sueños, a José y le dice: «Le-vántate, toma al niño y a su madre y huyea Egipto»… y aquella misma noche así lo

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    en el Templo, sentado con los doctores,oyéndoles y contestándoles. María, des-pués, le dice: «Mira que tu padre y yo,apenados, estábamos buscándote»…María reafirma a José como padre; estapaternidad le llega directamente de Diosy la ejerce con gran religiosidad pero conhumildad, como ya hemos comentadootras veces. «Porque me buscabais…»,Jesús actúa con independencia por pri-mera vez y actua como hijo de Dios. Ma-ría y José ahí tenían un límite y quizás noentendieron del todo la respuesta: «…noveis que tento que dedicarme a las co-sas de mi padre». Jesús vivió en Nazaret18 años y termina diciendo Lucas: «y lesestaba sujeto». Sujeto a la autoridad deJosé, su padre, cuya paternidad fue úni-ca y especial por decisión divina.

    MUERTE DE SAN JOSÉ. Posiblementeocurrió poco antes de la vida pública deJesús, y en presencia de María y Jesús,en su casa. Recordemos que Jesús en laCruz le dice a Juan que cuide de su ma-dre. Quizás tampoco vivía en las Bodasde Cana ya que no se le menciona. SanJosé se le considera Patrón de la BuenaMuerte y especialmente de los enfer-mos, pues se piensa que la de él fue pri-vilegiada.

    En la misa de San José cada año, el 19de marzo, se dice: «Este es el siervo fiely prudente. El Señor le confió su familia».San José es el Patrón de la Iglesia desde1870 con Pío IX. La Iglesia es la conti-nuación de Cristo en este mundo por laEucaristía. Es su patrón ya que se le de-be la protección de Cristo en este mun-do. Por otro lado San José no solo cuidade la Iglesia sino también lo hace con to-das las familias de la tierra. Dice Sarama-go: «Esa muerte suya (la de San José), al

    retirarle de entre los vivos, al hacer de élausencia, dará al hijo, una especie, decómo decirlo, de eternidad limitada quecontinuará aun por algún tiempo, peroamando a aquellos que conocemos y yano existen».

    Dios libró a José de la vida pública de suhijo y de vivir su crucifixión. Dice el Carme-lita Fray José Antonio Carrasco que consu muerte es el momento de recordar quedetrás de la Virgen no hay Santo mayorque él. Cristo le debió su existencia y ellole llevó también a ser superior a los Ánge-les, al Bautista y a los Apóstoles.

    Citan los Evangelios que en el momentode la muerte de Cristo se rasgó el velodel templo y ocurrió como un terremoto,saltando las lápidas de los cementerios yen aquel momento algunos muertos re-sucitaron, siendo uno de ellos San José,ello hay que considerarlo como un deseodel pueblo, pues ello ni fue total ni par-cial, ni fue como Lázaro ni como la Vir-gen (la dormición se dice). Posiblementequerríamos que no hubiera pasado porla corrupción y que durante bastantesaños estuviera esperando la muerte de laVirgen en feliz estado celestial.

    Ciriaco CASQUETE ROMÁN

    el San José de los Evangelios (II parte)

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    1. El 2 de febrero del año 1994 El Pa-pa, declarado ahora Santo, San Juan Pa-blo II, –estamos ahora para cumplir unaño más– publicó una Carta a las fami-lias, dentro de la celebración de un Añoespecial de la Familia, que había sidocongregado para bien de la Iglesia y delos fieles. Por su parte la Organizaciónde las Naciones Unidas (la ONU) pro-clamó el 1994 Año Internacional de laFamilia.

    Esto significó que la Iglesia aún sehacía presente en el mundo, haciendorea lidad y poniendo por obra la intenciónquerida por el Papa, hoy San Juan XXIII,

    inspiradora de la Constitución Gudiumet Spes, del Concilio Vaticano II, en elque expone largamente la situación de laIglesia y la actitud que debe tomar frentea los grandes problemas, y aplicar por suparte el remedio y la medicina a tantassituaciones como acosan en estos tiem-pos a la humanidad, llevando por todaspartes el signo y el virus de la muerte.

    Pero, acontecimientos como este songeneralmente muy positivos. Son tiem-pos de siembra espiritual y pastoral; y derecoger los frutos. En nuestro caso; unarenovación y profundizar en la devocióna San José en todos los aspectos, comoEsposo Virginal de María y Padre Virgi-nal también del Hijo de Dios, hechoHombre.

    La grandeza, y la dignidad excelsa, ysu importancia en la vida de la Iglesia, ytodas las perfecciones que el Señor gene-rosamente le concedió, las conocemos através de la misión que santa y justamen-te cumplió en la Familia de Nazaret, co-mo Padre y Esposo Virginal.

    Tengamos presente que esta es unaFamilia predestinada desde toda la eter-nidad, como nos enseña el Papa SanJuan Pablo II, en un texto lleno de conte-nido:

    2. «La Familia de Nazaret, inserta di-rectamente en el Misterio de la Encarna-ción, constituye un misterio especial. Y,al igual que en en la Encarnación, a este

    SAN JOSÉ Y LA FAMILIA CRISTIANA

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    misterio pertenece, la verdadera paterni-dad «la forma humana de la familia delHijo de Dios, verdadera familia humana,formada por el misterio divino».

    «En esta familia José es el Padre…posee plenamente la autenticidad de lapaternidad humana, y de la misión pa-terna en la familia».

    Dios configuró esta familia, comohabía configurado la primera del mundo.Pero esta es la familia de la nueva Alian-za, que inicia un nuevo ciclo en la histo-ria de la Humanidad, lo más excelso yperfecto en su género. Después del Hijode Dios y de su inmaculada Madre ladignidad suprema la ostenta San José, aquien debemos toda su veneración, co-mo la tuvo Santa Teresa de Jesús, dequien estamos celebrando el V Centena-

    rio de su nacimiento, y que acudía siem-pre a Él con toda confianza.

    3. La Iglesia y la humanidad están ne-cesitadas de familias cristianas auténti-cas, decididas a seguir con valentía, condecisión, con amor, el camino del Evan-gelio. La familia es el fundamento de laIglesia, más y de la Sociedad, y –si que-remos más–, sin perder ninguno de susvalores positivos, debe ser una Iglesiaauténtica y doméstica.

    Imitemos a Santa Teresa de Jesús y atodos los Santos, y pongamos en las ma-nos de San José las necesidades de laIglesia. Él, como Custodio de Jesús y Pa-trono de la Iglesia nos pondrá al amparode su custodia y de su patrocinio.

    P. Enrique Llamas, ocd

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    Permitidme lanzaros unas sugerencias: esemodo nuevo:

    Una tarea como ésta, conviene que no pase-mos de largo ante ella. De ahí, la necesidad dedetenernos para entenderla:

    m Es descubrir el armazón o estructura in-terna de algo, una realidad, un aconteci-miento… y entonces es cuando lo hemosaprendido.

    m Es encontrar conexiones entre las cosas.Entonces, descubrimos realidades nuevas.Así, descubrir relaciones es ejercitar lacrea tividad.

    m Correr riesgos es afrontar el quehacer con no-vedad.

    m Ser creativos en el hacer es estar abiertos ala posibilidad de nuevos y diferentes caminospara hacer las cosas. Es plantearnos pregun-tas que abren posibilidades nuevas: ¿qué pa-saría así?… ¿Por qué no?… ¿Cómo funcio-naría en caso de?… En realidad la mente delniño trabaja muchas veces así y sólo la dolo-rosa experiencia de la vida va haciendo cam-biar los mecanismos que no siempre hay quecambiar.

    m Estar atento a la creatividad es aprovechar elmundo de las posibilidades, de tal maneraque nos hagamos expertos en desentrañar lasmúltiples modalidades de una realidad oacontecimiento.

    m Sentirnos creativos es mirar de un modonuevo el ámbito interpretativo de la reali-dad circundante.

    Quiero hacer un trasvase de estas sugeren-cias a la familia y al aula.

    Estamos acostumbrados a concebir la creati-vidad como un don que uno recibe o no recibe alnacer. La verdad es que no es así. La creatividades una forma de funcionamiento de la mente, quese aprende mediante el aprendizaje y un ejerciciocorrecto.

    Cuando un niño ha experimentado su poten-cia creadora, adquiere conciencia de existenciapropia, sabe dónde está y cómo es a sí mismo.

    Poner creatividad es como encontrarse conla propia vida… Y por esto se hace imprescin-dible.

    Cuando el mundo se desenvolvía tranquila yapaciblemente, a los niños se les educaba paraque vivieran en una sociedad que ya existía, por-que iba a ser bastante semejante a la que en esosmomentos se vivía. Ahora no. Hay que educar alos niños para otra cosa que no sabemos cómo vaa ser… Pero que, desde luego, no va a ser una so-ciedad como la actual. Todos necesitamos crea-tividad. Necesitamos multiplicar continuamen-te nuestros recursos de adaptación a un mundonuevo, sino el mundo nos atropellará como unalocomotora lanzada a toda la velocidad.

    Poner creatividad no es dar unas recomenda-ciones sino un modo nuevo de hacer la tarea.

    AL COMENZAR EL AÑO…LLAMADA A LA CREATIVIDAD…AL COMENZAR EL AÑO…LLAMADA A LA CREATIVIDAD…

    STOP…

  • 15

    La creatividad tiene que estar en la familia:• La familia tiene que ir descubriendo energías

    nuevas desde su ser. Multiplicar sus posibili-dades y arriesgarse más desde su potencialresponsable… No quedarse extasiada en mó-dulos del pasado sino ahondar con seriedad ensu misión de presente abierto.Ser creativos en el aula:

    • Solamente aprende el que descubre el armazóninterior como cuando el niño desentraña looculto de un juguete. Encontrarse con lo es-condido es estar en el momento más gozosodel juego.

    • Al niño… al alumno hay que darle posibilida-des de abrir relaciones de conexión en todoaquello que lleva entre manos.

    • Ayudarle a retar su vida como algo que se vahaciendo cada día y que su obrar no es una re-petición estereotipada de una actuación ante-rior.

    • Se impone la creatividad en la escuela.• Y no es uno más creativo cuanto más nos tec-

    nificamos sino cuanto más ilusión ponemospor descubrir lo nuevo… lo original que to-dos llevamos dentro. Erich Fromm en su libro«Actitud creativa» comenta que una de lascondiciones básicas de esta actitud es la capa-cidad de hacerse uno a sí mismo preguntas.

    Amigos… Necesitamos hacer una paradapara sentirnos llamados a la CREATIVI-DAD…

    FRANCISCO A. SEVILLANO SEVILLANOPsicólogo

    VIVE MEJOR TU VIDA

    ELEGIR:BASURA O VIDA

    Es una pintora de fama internacional. Nacióen Oliete (Teruel). Es licenciada en BellasArtes y profesora de piano. Ha pintado doceóleos sobre tabla del Rey Don Juan Carlos I, asícomo de la Reina Doña Sofía, de la Infanta Do-ña Cristina, de grandes actores y actrices comoCharlton Heston, Eva Gabor, Toni Curtis, etc.

    Está casada y es madre de cuatro hijos. Dos deellos murieron: el mayor, de 20 años, debido auna leucemia y el segundo, de 27 años, en acci-dente de tráfico. Es una mujer de fe católica. Undía, durante una entrevista que tuve oportuni-dad de hacerle, me contaba su experiencia parapermanecer en paz interior y vivir con eleganciaespiritual la pérdida de sus dos hijos.

    Durante la entrevista recuerdo que me contólo siguiente:

    «Iba yo un verano dando un paseo en bicicle-ta, por un camino que acaba en un pantano.Mientras avanzaba, me fijé en algo: por el ladoizquierdo había un vertedero de basuras conbolsas de plástico rebosantes y rotas, dejandoasomar toda clase de alimentos pudriéndose;también había una nevera oxidada, ruedas, todaclase de chatarra, animales muertos…

    Sin embargo, al lado derecho del camino co-rría el río de aguas claras y rápidas, allí estabanlos huertos, los árboles frutales, los chopos: lavida. Yo era libre de mirar a cualquier lado, detodos modos llegaría al pantano. Pero determi-né en fijarme en lo positivo y no en lo negati-vo… en la vida y no en la muerte… en la natu-raleza y no en los deshechos.

    Entonces me dije: soy libre de elegir la vida ola muerte; la paz espiritual o la angustia; la feli-cidad o el dolor, las lágrimas…».

    JOSÉ MARÍA ALIMBAU

  • 16

    María, en Nazaret, era la esenciapurísima del júbilo y del gozo;y tú, el callado manantial, el pozodonde bebía el sol su transparencia.

    María era la flor de la ternura,el vuelo angelical de la paloma;y tú, José, el regazo de su aroma,el íntimo caudal de su hermosura.

    María era la mar de la belleza,la inmensidad de Dios que se hizo esposa;y tú, José, la playa silenciosabañada en pleamares de pureza.

    María era el Amor que halló cobijoen la flor virginal de su regazo;y tú, José, el aliento y el abrazodonde aprendió su humanidad el Hijo.

    María era la madre que sabíacuidar la casa, preparar la mesa;y tú, José, el camino, la promesade hacer de Dios un Hombre cada día.

    J. M. FERNÁNDEZ NIETO

    POESÍAA SAN JOSÉ

  • 17

    ¿POR QUÉ DESPOSADALA VIRGEN CON JOSÉ?

    Cum esset desponsata Mater Iesu,Maria, Ioseph. El ser desposada la Vir-gen, y para quedarse siempre virgen,como se quedó, pone admiración, y daocasión de inquirir qué fue lo que en es-to pretendió nuestro Señor; pues susobras, y especialmente las que obró consu santísima Madre, todas son llenas deprofunda sabiduría, aunque mucha ve-ces oculta. Mas, aunque el mismo nego-cio por sí nos convida a inquirir lascausas del desposorio de la santa Vir-gen, el convenir esto para rastrear algunas de las grandes virtudes y mer-cedes que hizo Dios a este santo varónJosef nos obliga, pues estamos en su

    día, a hablar de las causas de este santí-simo desposorio, porque de allí resulta-rá el conocimiento de la grandeza de estesanto varón, que mereció ser el desposa-do de tan alto matrimonio y esposo detan bienaventurada y alta Señora.

    CAUSAS DE PARTE DE LA VIRGEN.PRIMERA: SU BUENA FAMA

    Muchas causas ponen los santos porlas cuales convino ser desposada la sa-cratísima Virgen María, así por lo que aella tocaba, como por lo que tocaba a suHijo bendito.

    Y porque el Señor amaba muy parti-cularmente a su sacratísima Madre, yhabía determinado de nacer de ella, noquiso que anduviese en boca de hom-bres que tenía hijo sin tener marido; yquiso más que le estimasen a Él por hijode un hombre bajo, siendo Hijo delEterno Padre, que no tocasen la famade su sacratísima Madre. Porque, co-mo San Ambrosio dice, «sabe el Señorque la fama de las doncellas es muy de-licada».

    Perfectísimo dechado de toda virtudy de toda limpieza la ha hecho Dios, yque sea mayor que la de los ángeles laque en su ánima tiene; y echase de sí suconversación exterior resplandecientesrayos de tanta honestidad, que ningúnhombre otra cosa pensase ni hablase deella sino mucho bien y alabanzas, cum-pliéndose en ella muy por entero lo quele dijo el arcángel San Gabriel: Benditaeres tú entre todas las mujeres. Porque

    SAN JUAN DE ÁVILA (1500-1569) (VII)

    17

  • 1818

    no sólo fue bendita de Dios, mas bendi-ta de los hombres y de las mujeres; por-que todos la estimaban por persona lle-na de santidad, y hablaban bien deella, dando gloria a Dios por las buenasobras que le veían hacer.

    SEGUNDA: PORQUE JOSÉFUE SU GUARDA

    Mucho hay que admirar de la provi-dencia y consejo de Dios en dar al santoJosef por guarda y amparo de la famade la sacratísima Virgen nuestra Seño-ra, pudiendo Él guardarla por otrasmuchas maneras; mas mucho más hayque admirar de otra segunda causa por

    AGRADECIENDO GRACIAS Y PIDIENDO FAVORES

    OREMOS POR NUESTROSDIFUNTOS

    CÉVICO DE LA TORRE, Mª ÁngelesRuipérez. MADRID, Antonio Álvarez.

    ALICANTE, María Parreño, 3 €; BAR-CELONA, Mª Teresa Sánchez, 8 €;CAMPO DE PEÑARANDA, Jacinta Cor-tés, 3 €, Emilio Berrocal, 30 €, IgnacioAguado, 3 €, Mª Dolores Peña, 3 €;MADRID, Mercedes González, 3 €;Cristina Ángel, 15 €; MATAPOZUE-LOS, 6 €; MUCIENTES, una devota, 3€; PICASSENT, Ángeles Ibars Urueña,40 €; SALAMANCA, Anselmo Sán-chez, 10 €, Patrocinio Escudero, 3 €;TALAVERA DE LA REINA, MM. Carme-litas Descalzas, 6 €, una devota, 14 €;VALLADOLID, MM. Carmelitas Descal-zas, 6 €, Pilar Serrano Sastre, 30 €, Mi-lagros, 20 €, José Luis Zorita, 6 €, San-tiago González Enciso, 20 €; VILLAL-BARBA, Ana Rosa Rico, 3 €.

    GIROS RECIBIDOS

    ADALIA, CAMPORREDONDO, CAS-TRODEZA, LOGROÑO (Tomasa Mayo-ral), MATAPOZUELOS, MUCIENTES,PIEDRAHITA, TREMOR DE ARRIBA, VE-LILLA, VILLAFRADES DE CAMPOS, VI-LLALBARBA, ZORITA DE LOS CANES.

    MISAS

    1 misa por difuntos de Cristina Ángelde Madrid; 1 misa por Antonio Álvarezde Madrid; 1 misa por Martín Díez deVillabrágima. 1 misa por difuntos deFelisa Gallego. 2 misas a San José en-cargadas por Felisa Gallego.

    la cual Dios se lo dio por esposo; con-viene saber, para que fuese el santo Jo-sef guarda de la mesma persona y cas-tidad de la sacratísima Virgen nuestraSeñora.

    Y con todo esto, y con ser esta Virgenbendita aquella cama del rey Salomón,cercada de sesenta caballeros fuertes ymuy diestros en la guerra para que laguardasen, que son la muchedumbre deángeles que Dios diputó para guarda deella, especialmente después que el ver-dadero pacífico, Jesucristo nuestro Se-ñor, se reclinó en ella, haciéndose hom-bre en sus entrañas, no obstante laguarda de Dios y de tantos ángeles y laque ella tenía sobre sí, le da el Señorotra guarda que es el santo Josef.

    (CONTINUARÁ…)

  • 19

    –Háblenos de los anfibios.–Por ejemplo de la rana, que tiene una

    hendidura cloacal por la cual lanza el típi-co sonido «cloac, cloac».

    * * *–Mi general. Hemos perdido la batalla.–¡Pues, búsquela inmediatamente!

    * * *–¿Qué le dijo un chinche a una chin-

    cha? –pregunta Charly a Pepe.–¡Qué sé yo!–Le amo chincheramente, ¡ja, ja! –ríe

    Charly.–¿Tú sabes por qué mataron a Kung

    Fu?, le pregunta Pepe. Charly se encogede hombros.

    –Porque le kungfundieron, ¡ja, ja!* * *

    Llega el conde a su mansión y el ma-yordomo le abre la puerta atentamente.

    –Adelante, imbécil –dice el mayordomo,inclinando reverentemente la cabeza. –¿Dedónde viene el estúpido del señor condecon su acostumbrada cara de tonto?

    –De comprar un audífono –contestasonriente el conde.

    * * *–¿Cuál es el colmo de un peluquero?–Descubrir que en este mundo nada es

    permanente.* * *

    Un ciego le pregunta a un cojo:–Y tú ¿qué tal andas?–Pues ya ves.

    Iban dos borrachos caminando por lasvías del tren y uno le dice al otro:

    –¡Qué escaleras más largas!Y el otro le contesta:–No te preocupes que parece que ahí

    viene el ascensor.

    * * *

    Un ladrón a media noche entra en unacasa a robar. Entra por una ventana ycuando está dentro, en la oscuridad oyeuna voz que le dice:

    –¡Jesús te está mirando!Entonces el ladrón se asusta y se detie-

    ne. Luego como ve que no ocurre nada,continúa y de nuevo oye la voz que le di-ce:

    –¡Jesús te está mirando!El ladrón asustado enciende la luz y ve

    que la voz viene de un loro que estaba enuna jaula y el ladrón le dice:

    –¡Ahhh!… qué susto me diste. ¿Cómote llamas, lorito?

    –Me llamo Pedro.–Pedro es un nombre extraño para un

    loro.–Pues mucho más extraño es el nom-

    bre de Jesús para un Doberman que teestá mirando.

    * * *

    –¿Cuál es el colmo de un calvo?–Caerse por un barranco y salvarse por

    un pelo.

    POR FAVORRíaseRíase

    ESTUDIOS JOSEFINOSRevista de investigación y de información sobre la presencia de San José:

    APARECE DOS VECES AL AÑOSUSCRIPCIÓN: 22 €. Misma dirección que «EL MENSAJERO DE SAN JOSÉ»

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