El mito de los foramontanos

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Mitos de la Historia de Cantabria: Los foramontanos Una de las estampas más recurrentes de la historia altomedieval de Cantabria es la de los "foramontanos": familias enteras de intrépidos habitantes de los valles centrales del occidente cántabro, especialmente de la cuenca del río Saja, liándose la manta a la cabeza y partiendo, allá en los albores del siglo IX y tras atravesar la Cordillera Cantábrica, a repoblar los territorios (pretendidamente) yermos del norte de las actuales provincias de Palencia y Burgos. Y más allá... Bonita estampa y bonito nombre (y concepto) ése de los "foramontanos". Bonitos ambos si fueran ciertos... pero no lo son. Decir esto en Cantabria en Abril de 2012 es poco menos que una blasfemia merecedora de su correspondiente anatema. Equivale a poner en cuestión un mito muy arraigado desde que Víctor de la Serna, el periodista hijo de la escritora Concha Espina, le diera vida allá por los años 50 del siglo XX en su obra Nuevo viaje de España. La ruta de los Foramontanos ; arraigo del que dan fe un instituto de Educación Secundaria Obligatoria , una emisora de radio , una ruta de senderismo , o un monumento con forma de pedrusco y una placa con una inscripción que reza: "Aquí comienza esa cosa inmensa en indestructible que llamamos España". Sin embargo y pese a quien pese, nosotros lo vamos a hacer aquí y ahora. Y no vamos a necesitar extendernos demasiado para hacerlo. La historia de los "foramontanos" se apoya únicamente en una cita de una fuente documental altomedieval castellana, los Anales Castellanos Primeros (ACP); una sucesión de noticias breves acerca de la historia del Condado de Castilla hasta el siglo X, que es cuando se redactaron. Esa cita dice:

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Mitos de la Historia de Cantabria: Los foramontanos

Una de las estampas más recurrentes de la historiaaltomedieval de Cantabria es la de los "foramontanos":familias enteras de intrépidos habitantes de los vallescentrales del occidente cántabro, especialmente de lacuenca del río Saja, liándose la manta a la cabeza ypartiendo, allá en los albores del siglo IX y tras atravesar laCordillera Cantábrica, a repoblar los territorios(pretendidamente) yermos del norte de las actualesprovincias de Palencia y Burgos. Y más allá... Bonitaestampa y bonito nombre (y concepto) ése de los"foramontanos". Bonitos ambos si fueran ciertos... pero nolo son. Decir esto en Cantabria en Abril de 2012 es pocomenos que una blasfemia merecedora de sucorrespondiente anatema. Equivale a poner en cuestión unmito muy arraigado desde que Víctor de la Serna, elperiodista hijo de la escritora Concha Espina, le diera vidaallá por los años 50 del siglo XX en su obra Nuevo viaje deEspaña. La ruta de los Foramontanos; arraigo del que danfe un instituto de Educación Secundaria Obligatoria, unaemisora de radio, una ruta de senderismo, o un monumentocon forma de pedrusco y una placa con una inscripción quereza: "Aquí comienza esa cosa inmensa en indestructibleque llamamos España". Sin embargo y pese a quien pese,nosotros lo vamos a hacer aquí y ahora. Y no vamos anecesitar extendernos demasiado para hacerlo.

La historia de los "foramontanos" se apoya únicamente enuna cita de una fuente documental altomedieval castellana,los Anales Castellanos Primeros (ACP); una sucesión denoticias breves acerca de la historia del Condado de Castillahasta el siglo X, que es cuando se redactaron. Esa cita dice:

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"In era DCCCLII exierunt foras montani de Malacoriaet venerunt ad Castella"

Lo que puede traducirse como "En el año 814 unosmontañeses abandonaron Malacoria y vinieron a Castilla" o,de forma más literal, "En la era 852 salieron los montañesesfuera de Malacoria y vinieron a Castilla". Es una traducciónmuy sencilla y no hace falta ser un experto en latín parapoder hacerla (exire foras es "salir fuera" y hayinnumerables ejemplos en latín tardoantiguo y medieval).Sin embargo y de forma incomprensible, la versióngeneralizada (sobre todo en Cantabria) es una queconvierte el "exierunt foras montani" de los ACP en un"exierunt fora(s)montani". O lo que es lo mismo,convierte un "salieron los montañeses fuera" en un "salieronlos foramontanos", dando lugar a la creación de un palabroque no estaba en la fuente original.

Monumento a los "foramontanos" en Mazcuerras (Fotografía: García Pérez, 1997)

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Una vez torturada la fuente escrita para alumbrar a losinexistentes "foramontanos", el siguiente paso era hacerlosoriundos de Cantabria. Para ello la solución elegida consistióen identificar la Malacoria de los ACP con la localidad deMazcuerras (la misma que fuera rebautizada como Luzmelapor la madre literata del perpetrador del asunto),saltándose a la torera todas las reglas de la onomástica yde la evolución de los corónimos. Y mezclarlo todohábilmente con las repoblaciones históricamentecontrastadas y con documentos alusivos a ellas, como elfuero de Brañosera, con su mención a la via qua discurruntasturianos et cornecanos. No hay que ser un genio del malpara darse cuenta de que Mazcuerras no puede derivar deMalacoria, se mire como se mire. Y que la evolución de esecorónimo daría algo parecido a Malacuera, que,curiosamente, es el nombre de una localidad alcarreña, enla provincia de Guadalajara. El último ingrediente del cóctelfue un toque de sano regionalismo españolista (véase másarriba el texto grabado en la placa del monumento de lafoto), dando lugar a otro mito (¿imborrable?) de la historiade Cantabria.

Ni hubo "foramontanos" ni salieron de Mazcuerras (ni deninguna otra localidad cántabra). Esa es la verdad. Yaunque no somos los únicos ni los primeros en decirlo (aquíun magnífico ejemplo), quizá sí seamos los primeros enhacerlo en Cantabria (hay algo en algún foro por ahí, perolo hizo uno de nosotros, así que no cuenta). Y ya iba siendohora, la verdad.

http://mauranus.blogspot.com.es/2012/04/mitos-de-la-historia-de-cantabria-1-los.html