El Mundo militar (Madrid. 1859). 4-1-1863.pdf

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ÍNDICE DE LOS GRABADOS Y A U T I C Ü L O S QUE CONTIENE EL TOMO QUINTO.

GRABADOS.

ADELINA Patli, pftE. 197.—América fiel Sur: vista del puerto deClmrlesion, 2"29.—Alaqiie de una de las manzanas de Puelilii, dnranUí PI sitio puGRlo por los fraiices(!s á dicha plaza, 220.—Mom conipii una escuadrilla ilc piratas en la liahia di! Chíi-Kce, por las luürzas inglesas. 200.~Idem de las káWlas de Melilla el día 27 de iigosln de 18G3, 207— Meiii lie un eoiivny ruso por los insurrectos pulacos, 3i8. —África, el rey de Dahoniey, 353.—lilem. prisioneros de fiMcrra esperando el suplicio en DaJiomey, 533.—Amazonas rlu Dahoniey, 33G.—Música de las amazonas de D;|_lio-nicy, 541.—"Passii, jefe de los Ruerrerosde Daliomey, 341. —In.slrumenlns míisicos de las amazonas de nalinniey.SU. —Tropas esploraiioras del rey de Danomey. 315.—Acto du lan?;ar al ajiua la frafíala coraza española. Niimancia, en el l<nerlo de Toinn. 408.

•B. nOUPUOS. uiiembi-o del {íoliierno provisiou;il de Greeia, 24,—Dandera usada por los iusurreclos de Polonia, 120.— Itüvedas de la catedral de Cracovia, 140.-Itomliardeo tle In ciudad de Puebla |>or el ejército franiíés, 180.

CANALIZACIÓN del istmo de Suez. 5.—Cronóscopo eléctri­co de cilindro volieadur y cronúscopo péndnio, 10.—Cam­pamento formailo por el ejercito francés, en la 'reK<"''''> !' seis It'cuas de Veracruz, 17.—Constantino Kanaris, miem­bro del ítnbierno provisional de Grecia, 21.—Convento de Nuestra Señora de la Pnelila, en la cumbre del cerro del mismo nombre, forlilioado por los mejicanos, 45.—Cami­no de hierro sublerráneo en Londres, estación de Portlan-Hoad, 52.—Canalización ilel istmo de Suez, 95.—Gasa del Dülto Assibi, ilonde recibió ^ las auloriilades españolas el Sultán de Joió, 100.-Conducción de prisioneros y beridos polacos jinr las Iro|)as rusas, 100.—Capilla <lel Slo. Sei)ulcro eu Jerusalen, 104,—Compañías de arrieros iiidlt;enas en MiS-jico al servicio de los franceses, IIG.—Cocbinohina, aiaf|m! d(í los fuertes de Go-Cong por las tropas franco-espHñolas, 173.—ídem. Cañonera de vapor conduciendo al almirante francés Juárez, desile SaigooR íi Bien-hoa, 177.—ídem. Hahitaciotí del comandante en Jere de las fnemas frauco-españolas en Siiifiong, 181.—Ídem. Vista interior del fuerte Go-cong, 200.—ídem, líiitraila do la tíruta de las pagodns de Quain-Am, 5afi.—Mein. Vista interior ile la yrula de mármol de Turana , 537.—Convento de Anialaucan , par-qne de artillería delejércilo francés durante el sitio ile Puebla, 193.—Colocación de la cuchilla en la pala del gallo de combate , 208.—Capullo del ¡insano de seda del Japón, 212.—Caballería de Ilerat, 221.—Campamento de Clialons. Mesa redonda de los oliciales do granaderos de la Guar­dia. 2fil.~Mem. Habitación del emperador Napoleón, 285. —Ídem. Parrine ílearlilleria, 285.—Mem. Caballería, 288. —ídem. Fraguas, 288.—Mem. Parque de ingenieros, 293. —Mem. Infantería, 290.—ídem. Cantina, 200.—ídem. Co­medor imperial y pabellón para eonvidailos, 30i.—ídem. La misa, 304.-Cuartel del fortín que ocupaba el regimien­to infantería de Castilla , niimeri) 10, ciiaiidn el lerrernolo que tuvo lugar en Manila el día 5 de junio de 1865, 273.— Clo-Pliam-Píiu-tu, segundo embajador, vicepresiílente d^l ministerio ilel interioi- del imperio de Annant, 312.—Con­quista (le Méjico. General de Motuzuma, 3i!3.—Iiíem. Jefe de cien hombres ó centuria en tiempo de Mutezuma, 332.— Caballero armado del Japón, 377.—Corbeta coraza llamada Normaniiin, y tipo de la primera categoría, 384.— Idcin Solferino, tipo de la tercera categoría, 384.

DliMÍiTiílO Itiilgaris. jefe del gobierno provisional de Gre­cia, 21.—bavoud-Paciiá, gobernador general del monte Líbano: prinier bajá cristiano , 37.—Üesctd)rimiento de las fuentes del Nilo, Tribus guerreras del jiafs de los Gallas, 237.—Ídem. Tipos dedos jóvenes negros de Ugauda traídos á Europa por los capitanes Speke y Grant. 24o. —hiem. Palacio del rey de Uganda, 2.18. —Deslrnccion del fuerte de Simonosaki, en el inar interior del Japón, por el Tancredo, av\so de la escuadra francesü, 381.

ESTADOS-UNIDOS. Vista de la ciudad de Frederisburg, so­bre el rio Kappalianock, donde tuvo lugar la batalla entre el ejército federal y el confederado, 28.—Idejn. Tipo del guerrillero federal, 3(3.—ídem. Episodio del combale de Peaniíige eu Arkansas, 44.—Mem. Fortificaciones de los confederados sobre el rio James, en Iticbmoml, 01.—ídem. Bloqueo del rio Misiisiní por la escuadrilla federal, 65.— ídem. Colücacioudel alambre eléctrico durante una accioii, para comunicar las órdenes íi los diferentes cuerpos del ejército, 84.—ídem. Ueiralo del general José Ilocker, co­mandante del ejército de Potomac, 113.-Mein. Baile de los negros libertos en el campamento federal, 153.—ídem. Buques de coraza y torre giratoria, empleados en el bom­bardeo de Charleston, 157.—ídem. Buques trasportes para

la conducción de tropas federales en la navegación flu­vial, 100.—Mem. Duelo d latigazos entre dos esclavos ne­gros, IGI.—ídem. Trabajos de reparación, verificados en el fuerte Sumpier durante la noche del i7 de julio de 18G3. 31G.—Mem. Modo de ejecutar el reclutamiento en los listados del Sur, 524.—Mem. La cocina en el campa­mento, 333,—Mem. De^ truccion de! fuerte Wagner en la bahía de Charleston, 329.—ídem. Juego introducido en el ejército federal, llamado el torniquete, Ó32.— ídem. Tro­pas irregulares del Kenlueky, 353.—Kl almirante francés Jurieii de la Graviere, 49.—El barón James de Roibschibi, primer banquero del mnnilo, G4.—ICl general J. E. B. Stuarl. 70.—El barón Gros, embajador de Francia en Lon­dres, 88.—El general Microslowski, 101.—El príncipe Cris­tian de Dinamarca, padre de la princesa Alejandra, casada con el principe de Cales, 117.—lül general polaco Jezio-ranski, i33.—Entrada del túnel que atraviesa el monto Genis, 150.-líelipse total de luna, verificado el dia \.° de junio, 192.—Ejército ruso, 228.—ídem. Escolta del empe­rador, 250.—Mem. Entrada de un pueblo ó colonia militar en las eslepas del Asia, 2G8.^Mem. Sistema de telégrafo empleado por los cosacos en las estepas del Asia, 308.— ídem. Cosacos de las lineas del Cíiucaso y del Ural, 321.— El general Vernhet de Laumiere, muerto delante de Pue­bla, 2^2.—El general cmifederado Lee, 256.—El principe Murawiew, geiier;il ruso, 257.—El general Meade, coman­dante general ilel ejército del Potomac (Estados-Unidos <ie América), 204.—El general francés Bazaine, 272.—Ele­fantes de guerra del inqierio Birman , 280.-El |irinc¡pe Couza , lios|mdar de Moldavia y Valaquia, 320.-El ge­neral mejicano Comonfon, 357.—Ejército persa. Artillería de los Zemburcklchis, 3G0.—Ejercicios del ejército chi­no, 3G5.—Ídem, 508.—El gener:il nu'jicano Adriano Woll, 370.—El Invencible, inique de coraza francés, 392.—El rey Federico Vil de Dinamarca, muerto en 13 de noviem­bre de 18G3, 393—El general Urquiza, 397.—El general don Biirinlomé Mitre, presidente de la república argenti­na, 400.-Eiiibn-^cada de los insurgentes de Santo üoínin-RO, 104.—ÍSspedieion itiglesa al Japón. Ataque del fuerte Kagosima, 409.—El general polaco José Wysochi, 410.

i''UEUTE Lafayetie, [U'isíon federal en Norte-América, desti­nada !i los reos políticos, 33. —Filipinas. Acto preparatorio para efectuar los l)aui¡3mos eu Mindanao, 172.—Ponda principal en el muelle de la isla de Chincha, 210,—Filip-po de Colloredo, lugarteniente del magisterio de la .orden de üíalta, autoridad que lia sustituido ít la de gran maes­tre, 328.

GUERUA de América. Castigos empleados en el ejército conlederado, 4.—Guerra civil de los Estados-Unidos. Penas militares, 15.—Gallo de combate en Guadalupe armado de cucbilla, 208.—Gusano de seda del Japón, llamado ya-nia-mai, 212.—Grandes depósitos de guano en las islas de Cbinclia, 2)3.—Guerrilleros mejicanos al servicio del ejér­cito francés, organizados por el coronel Figuerero, 2i7.— Guerra de los Estados-Unidos. Batalla de Cliickamon-ga, 412.

lIOItAÜIO Vernei, 36.— Hospitales establecidos en los castillos y |)alacÍos de la nobleza polaca para recojer heridos, 209.

INSURllECCIÜN de Polonia. Tipo del campesino armado de guadaña, 81.—ídem. Tipo de la caballería insurgente, 83. —Ídem. Fuerte de Djcow, cuartel general que fué iie Laugiewilz, 121.—Imperio Annamita. Vista del rio Sai-gong, 170.—Interi(u'de una batería flotante eu el ataque de Ciiarleston, 195.—Infantería persa, 277.—Insurrección del Cíucaso. Si^lelua de atalayas usado por los monta­ñeses, ¿)1.

JULIO Favre, célebre orador republicano de la Cámara francesa, 48.—José Verdi, C9.

KOIIONEOS, jefe de la Guardia nacional do Atenas, 40.— Kusezynoski, llamado Mucha (mosca), desertor del ejército lUSO (cosacos) y jefe hoy ile Una banda de polacos, 185,

LOS insurgentes polacos á las órdenes de Maryan Lan-giewitz, balen á los rusos eu Slraskow, 73.—La Fuerza del destina, acto segundo, escena final, 77.—Langiewit/., jefe de la insurrección de Polonia, 105.—La señorita En-ri(|ueta Posiowotjoff, ayudante de campo del dictador Laiigiewitz, 129.-Los capitanes Grant y Speke del ejér-lo inglés, descubridores ilel nacimiento de Nilo, 232.—La Gloria, buque de coraza francés, 389.—La Corona, buque de coraza, 502.

MONSIEUB Üillaull, ministro sin cartera del imperio fran­cés, L—Máquina de trillar inveiUada por M. Ganneron, 8. -Monumento levantado á Cristóbal Colon en Cárdenas

(isla de Cuba), 60.—Molino recolectop, 72.—Máquina para elaborar el pan por el sistema Stevens, 128.—Maquina para arrancar Srboles, 149.-M, Blondín en IO.'Í ejercicios sobre la cuerda tirante ,104.—Modelo de balería establecido en el recinto de la escuela naval de Washington, 103.— Manguetas y depósitos para el trasborde del guano en la isla de Chincha, 224.—Misa solemne. Te Deum y sufragios por las victimas del terremoto, 27G.—Motín de New York. Ataque de la guarnición contra el populacho, 281.—ídem. Ejecución de un negro por el populadlo, 284.—Medalla acuñada en Francia para el ejército espedicinnarin de Méjico. 512.—Méjico. Vista general de Puebla, 68.—ídem. Vista de la iglesia de Amazoc entre Drizaba y Puebla, 137. —ídem. Ataque de San Lorenzo por la arlillena de la Guardia, 253.—Mem. Milicia ciudadana (jue se creó para la defensa de la ciudad íi la aproximación de los france­ses, 205.—Idum. Tipo de la guardia urbana tle ft caba­llo, 315.—ídem. Guerrillas formadas por Juárez, 317.

NUEVO timón Lumley, 80.—Nueva barca corredora de Messenger, 00.—Nuevo cribador inventado por M. Jos-se. cultivador de Ormesion, 108.—Ngny-Kbac-Dac, ter­cer embajador, maestro de ceremonias para los sacrifi­cios, 573.

PASO del Techas en el ferro carril de Bilbao ft Tutlela. 148. —Paso del Kusan en el alto Danubio, 203.-Phan-Thanb-Glauii, primer embajador de S. M. el rev de Aiinam, 211.

RECLUTAMIENTO verificado en Nueva-York para la for-maeiiin de loa batallones de zuavos del ejército federal,20. —Recibimiento hecho por el sultán de Jólo al gobernador de Mindanao el 28 de noviembre de 1862, 97.—Roche-brun , jefe de los zuavos polacos, 1C9.—Retrato del archi­duque Maximiliano de Austria, 2.44.—Rabodo-Rasohéry, nueva reina de Madagascar, 209.

SU MAJESTAD la reina de los P,iises-Bajos,4I.—Said-PacbS, virey de Egipto, muerto el dia 16 de enero de 1865, 37.— SS. AA. RR. Alberto Eduardo, príncipe de Gales y Alejan­dra Carolina de Dinamarca en traje de boda, 108.—Sor-jiresa verificada por las tropas mejicanas tt las órdenes del general Díaz, contra tres compañías francesas en la Rinco­nada, 12L—S. M. Jorge I, rey de los helenos, 240.—Solda­dos de policía indios encargados de la (lerseeucion de los rebeldes, 301.-Sucesos de Polonia. Alaqup y loma por los voluntarios de Palewski del pueblo de Piezkowa-Skala, 504.—Ídem. Fusileros polacos, 415.-Sobek, jefe de los insurrectos polacos, entrega la espada y pone en liber­tad á su prisionero el general ruso Greno, 376.

TELÉGRAFO escritor trasmitidor, 32.—ídem receptor, 32. Tipos mejicanos en las inmediaciones de Puebla, 33.— Mem griegos del dia , 80.—Toma del convento de Czens-tüchow jior los polacos insurgentes, 92.—Tienda-camilla del Dr. Marlres, 112.-Tipos de soldailos de infantería det ejército turco, 125.—Tipo de los habitantes de Craco­via, 141.-Tipos de aldeanos de Podolia, 144.—Torres gi­ratorias liara la defensa de los puertos, uiventadas por M. Timby, 109,-Tipos de la dama jaiionesa, 181.-Tipos de los guerrilleros iiolacos. 188.—Torre de San Miguel en Rodas, liundida por un terremoto, 189.—Tipos del ejército mejicano, tomados de las fuerzas prisioneras en Puebla, 255. —Terremoto de Manila. Aspecto de la nave de la cate­dral, 289.—ídem. Ruinas Jel consulado de Dinamarca, 292. —Mem. Ruinas de la iglesia de Binondo, 295.—Mem. Ruinas del Palacio del capitán geni-ral,503.—Idi-iu, Ruinas de los almacenes de tabacos del Estado, 308.-—Mem. Rui­nas del convento de Santo Doiningo, 303.—Tipo de un individuo de la escolla de los embajadores annamilas. 573. - T i p o del soldado de infantería del Jajioii, 5Bfl.—Trajes de los guardias del Serrallo en Gonslantinopia, 385.

UN cuerpo de guardia de los insurrectos de Santo Domin­go, 403.

VISTA de la catedral de Méjico, 9.—ídem de las casas consistoriales en Méjico, 12.—Viciur Hugo. 25.—Visla del puente de la Soledad, entre Drizaba y Puebla, quemado i>or los guerrilleros, 29.—Ulem general de Cracovia, 132. —ídem de Kowno, centro de las operacioue-s militares de los rusos en Polonia, 150.—Idern de la ciudad é isla de Santa Cruz de Tenerife, 145.—idein del castillo real de Cracovia, 132.—ídem inleriur del fuerte Moultrie, durante el bombanieo de Ciiarleston en el momento de matará un hombre el mástil de la bandera, 106.-ídem general de Puebla, 204.—ídem del campamento federal del Rappa-hannock, atO.—ídem general de la plaza y terreno de Melilla durante la acción ilel dia 27 de agosto de 1865, 500 y 301.-Mem Ídem de Méjico, 340.—Mem del hospi­tal de la manna inglesa eu la isla de Malla, 389.

ARTÍCULOS.

APARATOS eléctricos deM. Glffisenerde Lieja. 15, 93.—Ar­lillena de moiiiaña,71.—Arqueología, l i o , 185.—Aparato para los cables, 112,—Aniversario del 2 de mayo de 1808 138.—Armamento material de guerra, 131.—Antigüedades sagunlinas, 1U7.—Ataque de Go-Cong eu Cocbincbina, 174 —Avisos los arquitectos, 173.-Apuntes biográficos del general Lauíniere, 189,—A<lelina Patti, 199.—Ascensión areonáuiica, 199.—Aparato buzo, 199.—Análisis de un ae-

—Amazonas, 3G0.—Artillería austríaca, 389.—Acto de vo­tar al agua la fragata iVinniUiCÍa , 407.—Adviento, 411.— Aumento en las cosechas. 415.

BIBLIOTECA de ios tipógrafos belgas, 23.—Balas de acero y plata, 31.—Biografía del P. Fr. Luis de Granada , 44.—Bu­ques de coraza y artillería moderna , 63.—Blanca de Cas-lelnau, leyenda escrita en francés por D.Laurencay,04,71, 79, 87.—Biografía de D. José Verdl, 68.—Bandera enviada

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al ejército polaco por el comilé nacional de Polonia, 118. —Bóvedasdela caledral deCracovfa, 139.—B i bl i o leca. 183.

Bisonte ruso, 213.—Bajas ocurridas en PI ejército de los Estados Unidos durante la guerra civil, 272.—Buques ila-

, Manos , 3tl.—Bersaglieri á caballo para reprimir las parti­das napolitanas,511.—Banquete á bordo del vapor Infanta Isabel, dado en la babia de Santander por la compañía de vapores trasallánticos A. López y Compañía, el dia 26 de setiembre , 326.—Batería de la isla Trisian , 328.— Batalla de Cliickanonga en los Estados Unidos, 411.

CANALIZACIÓN del istmo de Suez. 3 ,12—Castigos milita­res en el ejército confederado, C—Calificación de los si-EIOS , 7.—Crónica de la semana , 9,17, 23, 33. 4 1 . 49, 57, 66, 74.81,89,97, 105, 113,121,129,137, 145,155, 161, 169. 177, 185, 19.-.. 201, 209 , 217. 220. 234, 242 , 250, 237, 205,274,282, 289. 298,305,313.321, 329,537,013,354,oül, 509,377,385,393,401, 409.*-Gedrnde Fernando Póo, 31. —Camino da bierro subterráneo en Londres, 55.— Ca­nal de Snez, 55 , 71.—Composiciones poéticas con que se inauguró en Cárilenas la estatua de Colon y hospital de Ca­ridad, 70, 78.—Cualidades de toda obra literaria, 73, lOG. —Compañías de guadañeros polacos, 87.— Comercio de Ceilan, 69.-Cajas de ahorros en Francia , I04.—Cañones rayados, 119. — Cultivo del algodón, 119.—Caminos de hierro , 1 1 9 , - Cracovia , 134.-Ciases de higuera , 135.— Cuestión de abastos, 148—Castillo real de Cracovia,131.— Charleston, 156.—Curiosidades indias, 158.—Cañones, 158. —Caballería, 158.—Conservaciones de las maderas de los buques, 159.—Cartuchos de tripa , 107.— Congreso postal general, 173.-Cordillera Sierramarire, 181. —Cálculo es­tadístico . 183.—Coste de los buques, 207. — Cannabis ín­dica . 207.—Creencias de los indios, 207.—Contravene­no, 214.—Cultivo de la esparcela ó pipirigallo, 215.— Cuarzo aurífero, 213.—Campamento de los federales á las orillas de Rappabannock, 235,—Creación de una sección de arle militar en la Academia de ciencias en Francia , 255.— Criaderos carboníferos, 256.— Campamento de Cbalons (la mesa), 204.-Campo de maniobras de Chalons, 286, 294.— Carabinas Ofdoñez, 288. —Caminos de hierro bidráuli-cos , 288.—Clemencia de Napoleón III, emperador, 512.— Cementerios franceses en Andrinó])Olis y Varna, 312.— Cuestión de pesca, 312.^Comercio marroquí, 312.—Crea­ción de una sección de ciencias militares en la Academia de París, 320.—Cosacos del Cáucaso y de! Ural, 328—Cos­tumbres railiiares del antiguo Méjico, 352. —Cochincliina, gruta de las montañas de mármol en Turana, 357.—Casas de orales, 360.—Consumo de café en California.373.—Cu­rioso dato histórico , 573—Combate naval en el estrecho del mar interior del Japón, 381.

DABOUO Pacha, gobernador general del monte Libann ,36, —Destrucción rápida &e\ pulgón, 39. — Deílnicioii 6 im­portancia déla literatura,-tó.—Descubrí mieni'js iiiiporlan-tes. 79.—Duelo á latigazos entre dos esclavos, 167.—Des­cubrimiento nrimismático, 175.—Datos históricos sobre ferro-carriles, 183.—Del gusto literario, 202, —Doble es­quileo, 207.—Distriliucion de premios en la escuela de Vi-cennes, 250.—Descubrimiento de las fuentes del Nilo, 251, 238, 243.—Diamantes perforadores, 240.—Diferencia entre el genio y el ingenio, 243.—Del poder militar de Ilalia por los caminos de hierro, 246.—Dormitorios militares, 247.— De la acción combinada de la artillería ii caballo y la ca­ballería , 231, 238.—Defensa de Sania Cruz de Tenerife contra Nelson , 263.—Derrilio de las murallas de la Haba­na, 310.—Desigualdad de la China, 328.— Descubrimiento en Pompeva, 352.—De patas en el infierno , 383, 391, 399, 407.

ENSAYO sobre el carácter, costumbres y espíritu de las mu­jeres en las diversas épocas hislóricas , 2. 11.—El Tlia-lio. 1 0 . - Escuadra española del Paciüco . 23. — Estadísti­ca. 31'.—Es|.ediciün al Pai-ílicn.43.52.7C, 85 , 108. 113. 135. 164.190, 247,293,349,380.404.-Elalmiranle Jurien de la Graviere , 55. — Esgrima de bayoneta , 55.— Estrac-

• ^ cion de metales, 63.— El Sr. barun James de Roslhschild, G3.—E1 ejército español en el siglo xvni, 63.—El general J. E. B. Stuart, 77.—El barón Gros, 86.— El oaranjo de la

J-- Australia, 87. —El cana! de Suez, 94. — El convento de .y- Czenslocliow, 04.~EI principe Cristian y la princesa Luisa ' de Dinamarca, 119.—Escuetas públicas . 119.— Encuentro

de Binconaiia entre franceses y mejicanos, 127,—El gene­ral E. de Tartas, 127.—Ejercicios militares, 127.—Escudo para prolejer las baterías de las costas y demás contra la artillería moderna , 132.—El general Jezioranski y la ayu­dante de campo señorita Pasiowotjofl', 134.— Escuadra francesa, 133,—Estadística comercial y arancelaria, 135,— El último vastago de los revés Lombardos, 135, 143. 151.— Estadística de Bélgica, 158.-Estanislao Orok. 107, 168. 184,191.—El Consultor , ó sea leyes penales del ejérci-

•f- 10, 108. — Espedicion de Cocliinchina, 182. — El Mar gla­cial, 183.—Estadística de los ferro-carriles, 183.— Eclipse lunar del día I,'' del mes de junio , 189.— El ya-ma-mai, gusano de seda del Japón, 211.-Espadas de artillería, 214. Efectos de la electricidail, 214.—El Kusul en Rusia, 213. Esposicion universal, 21o. -^ l elemento militaren sus re-liiciones Con el orden civil. 219.— Esportacion de naranja, 233.—Ejercicio ruso, 223.226, 23-1,207, 273.283. 291,299. —Empleo de los perros en los ejércitos, 237.—Espedicion á Méjico, Combate de Sun Lorenzo, 239. —El archiduque

y. Maximiliano, 247.— Estadística funesta, 253.—Estatuas, 235,—Emigraciones, 236.—El principe Murawiew, 262.— El general Meade , 271.—El general Bazaine, 272.—Es­portacion del algodón, 272.—El archipiélago filipino, 279. —Estadística curiosa, 288.—Ensayo importante, 290.— Estudios solire la tisis , 290.— Ejército inglés , 306, 514, 322, 330, 538, 3.18, 354, 362, 370, 378, 386, 394, 402. — El Montauk, nuevo barco blindado de los Estados-Unidos,

309,—Edecanes italianos, 311,—El Tellurto, 312.—El prin­cipe Couza, 320.—Emigración, 320.OEI comercio de Mar­ruecos. 326.—El reino de Dahomey, 331,342.3-19,350, 305, 372. 379. 396,403.—Estatuas de generales austría­cos, 555.—Estadística de la esclavitud entre los federa­les, 330,—El tabaco en Inglaterra, 336.—Establecimientos

-jr de recreo en España . 360. — Embajada annamita , 373.— El general Adriano Woll, aliado de Francia en la guerra de Méjico, 373.—Estado social político de Europa, 375.— Ejército de Cuba , 375. —Escuadra corazada en Chersbur-go , 385.— Esperimentos comparativos de la escuadra co­razada de Ctiersburgo, 390.—El hospital naval de Malla, 591.— Episodio terrible de la guerra de Busia , 398.— Es-tacJistrca de Dinamarca, 399.— Espedicion inglesa al Ja-pon, 414. —El general polaco José Wysochi, 414.

FIN funesto de dos hermanos calahorreses en la pasada guerra civil, 47. — Fernando Póo , 09, 116, 149,198, 204, 255, 372.— Pieslas reales en Londres con motivo del ma­trimonio de S. A. R. Alberto Eduardo, principe de Gales, con S. A. R. Alejandra Carolina de Dinamarca , 106.—Fra-gala Tetuan, 112.—Fabricación de la lana en Inglaterra, 119. — Ferro-carriles italianos, 183.—Ferro-carriles del monte Cenis, 191.-Fuentesdel Nilo, 191.—Fenómeno sor-préndenle, 199,-Foto-escultura, 207.— Fragata de hierro inglesa Hedor, 288.—Ferro-carriles de la India , 288.—Fi-tipjio de Colloredo y la orden de Malla, 328.—Fusileros polacos, 414.

GERARQUIA militar, 7,—Guerrilleros federales de los Esta­dos Unidos, 39.—Grande en lodo , 90. —Giorj-io Pallavici-no, 197.-Gran ferro-carril, 288. —Guerra de España con Marruecos, 970, 285, 291 , 400.—Guardia urbana de Pue­bla, 320.—Grecia antigua, 330.—Ganadería , 405.

IIISTOiUA de la Guerra, 27, 39, 9 1 , 123,155,197,220, 259 , 317.—Hallazgo interésame, 39 —Horacio Verni-l, 55, —Hisioria de Polonia, 147,-Historia de las cuarenta, 172. —Hallazgo en el Temple , 215.—Herat, capital del Kliora-can oriental, 214,— Higiene militar, 243.— Hallazgo en las murallas de San Sebastian, 296.

iNTItODUCCION.l.—Imperio otomano, 34,114,122,131, 138, 146. 134, 182, 170. 178, 187, 194 , 210, 218, 255. 250. —Isla de Cuba, 47.—Inauguración de la estatua ih-Colon y hospital de la Caridad un la villa de CánU^nas.OI.-Iii-dustiia algodonera, 87.—Isla de Joló, 102, 107.—Importa­ción de hierro trabajado en Francia, 119.-!>loles del Pin­tón y Salvaje en las aguas Canarias, 135.—Inscripciones, 135.—Islas Canarias, 174.—Ingenieros nublares , 214,—Is­las de Chincha productoras degnauo, 211,-Ii;lcsia católica en Londres, 223.—Inlerior de una balería tloiaiile en el ataquedeCliaileslon,247.—Infantería persa,280.—luslruc-cion de los oliciales de ejérciio. 284. — Im|ierii) de los bir-manes, 277.—Inslruecion pública tii líspaña, 336. — Ins­trucción militar en Italia, 332.—Inspección general de ca­ballería en Francia, 556.—In,suliüiencia del servicio sanita­rio en campaña, 300.—Islas Andi'amans , 383. —Imitación de una canción polaca, 398. — Insurrección del Cáuca-30,407.

JULIO Fabre, 47. — JoséHooker, el Batallador, 228.—Jor-(if I, rev de Grecia, 239.

KORüNEÓS , jefe de la guardia nacional de Atenas, 39.— Kowno. 134.

LtiNEA telegráfica del Pacifico, 7.—Los cazadores de bison-lus ^ 7.—Los miembros ii,-\ gol.ierno provisional de Grecia, 19.—La Biblioteca del Vaticano, 19.—La conciencia dul diiber, 13, 24, 31, 39.—La reina de los Paises-Bajos, 47.— Los labraiioics de Cameros , 39, 84,—Las dalias, 87.—La rosa de oro, 94,—La sublevación de Polonia y encuentro

-f de Wengrow, 104.—Langlewil/. y Itochebrun , 111.-Las Californias , 119.—Los teatros franceses, 119.—La isla de Santo Domingo, 120.—La eleciricidad aplicada á la medi-):ina, 145,—L:i música religiosa, 181.—La bada en los tri­gos, 207, 210, 224.—Lingote de cobre, 253.—Los caminos de hierro en las diferentes parles del nmndo, 207.—Ley sobre el servicio militar en los Estados-Unidos y noticia estadística de su ejército, 308.—Los doce linajes de So­ria, 334.—La marina de guerra anglo-americana , 304.— Las inundaciones del Nilo en 1863, 415.

ftlEJlCO , 2 , 10, 18, 26.—Macbeth , 4, 14, 21, 29, 37.—M. Bi-llaull, ministro sin cartera del iiniierio francés, G.—Má-quína para trillar ó trillo de M. Ganneron, 6.—Monumento á Altieri, 7.—Miscelánea, 35 , 112, 159, 199 , 231, 247, 376, 415.—Molino recolector de M. Fancoiuiier , 70.—

¡•f Maryan Langiewitz, jefe de la Insurrección polaca , 79.— Muvimienio de la población en España, 111.—Modo de es­tercolar las viñas, 127,-Medallas descubiertas en Tar­ragona, 134.—Máipiina para descuajar los árboles, loO.— Marina militar de España, 151.-Monstruo marino, 158,— M. Blondín , 105.—Modelo de batería establecido en la es­cuela naval de Washington, 106.—Mindanao, 17i.—Museo anatómico, 175,—Monedas del siglo vni, 173.—Momia, 185. -Marina mercante de Austria, 183.—Máquinas agrícolas, 187.—Monumenios americanos, 207.-Mapa de España, 211.—Movimiento del puerto de Santander, 213,—Mujeres guerreras , 232, 261,—Motín de New-York , 287.—Músicos mayores del ejército belga, 288.—Movimiento de buques, 290.—Museo de artillería en Francia, 304.—Medalla con­memorativa de la espedicion francesa á Méjico, 311.—Mun-da, 312.—.Museo naval, 328.—Maniobras militares en Tur­quía, 341.—Multas en tiempo de Luis X, 544.—Militares célebres : Federico II, rey de Prusla, 331, 339, 547.—Me­joras reglametilarias del Palacio de los inválidos de París, 363.—Monumento, 573,—Llem en Quebec en memoria del combate de 23 de abril de 1700, 383.—Marina rusa, 414.

NUEVO descubrimiento en Ruma, 7.—Numismática, 23,— Nuevo timón Lumley, 78.—Nuevo sistema lelegrálico, 79.— Nueva barca corredora de Mesacnger, 90,-Naranjo de la

Australia, 111.—Necrología episcopal, 134,^NolÍcias de Sania Isabel, 139.—Nueva pólvora, 159.—Nuevo cribador inventado por M. Josse, 167.-Nuevogas inflamante, 175.— Navegación aérea, 173.-r-Novedades telegráficas, 175.— Nueva locomotora , 173,—Noticias de África, 190.—Nuevo Sansón , 214.—Nuevo inslrumento músico, 213.—Navega­ción del Escalda, 223.—Necrología francesa , 2.55.—Noli- -^ cias biográficas del general Lee , 255.—Nolicia biogróílca-del conde delBecuerdo, 238.—Noticias de Manila, 270, 278.—Nuevo método de riego, 312.—Nuevas pruebas de corazas-armaduras en Portsmouth , 320.—Nuevos descu-mienlos en Pom|)eya. 330.—Naves articuladas, 500.—Nue­vo planeta , 385,—Noticias históricas sobre el empleo de las cartas geográficas y topográficas para la dirección de los ejércitos europeos, 379, 387.—Nobleza de nueslro ejército , 390.—Noticia necrológica del rey de Dinamarca Federico Vil. 399,—Noticia de la fragata española Ntnnan-c/a , 599,—Nueva organización de la gendarmería liolan-desa, 414,

OlilGEN del periodismo en España , 31,—Organización ad­ministrativa del gobierno ponlillcio , 50, 58, 68, 74,82, 90, 98.—Obras de los arsenales de España, 00.—Organización del ejército suizo , 87.—Oración fúnebre de Luis el gran­de 92 , 124, 135,179. 203, 230, 200, 502 , 315,-Oda á la mu.-rle de Jesús, 103.—Opera en España, 150.—Orillas rh-l alio Danubio, 200.—Operaciones del Banco francés,239.

PliOCEDIMIENTO (|nimico, 7.—Preliminares para el estudio de la lileralnra. 10.—Puertos francos, 19.—Poesía moder­na , 21 , 34, 182.-Poesía conlemporáuL-a , 30, 134, 213.— Parangón entre las costumbres de los judíos y los pueblos d.' su época, 35, 07. 99.131, 103.195,227.236,307,353, 591.—Productos de la hoja del maiz, 87.—Palacio de ad-uiinislracion pública en España, 90.—Población do liigla-lerra, 90,—Portento mecánico, 104.—Población da Roma, 104.—Pauperismo en Inglaterra . 119.—Poesía, 141.—Paso del Techasen el ferro-carril doBilbaoáTudela, 150.—Per­foración del monte Genis, 158.—Poder de la estadística, 159.-progreso de la lileralura esiiañola , 185.—Petrllica-CLon humana, 183.-Preparación de lus granos legumino­sos, 207.—Pensamientos, 214,—Periódico chino, 223.— Puerta notable , 231.—Polígono escepcional, 247,—Prisio­nes miniares , penitenciarias y lallcfi's en los presidios, 250,—Paralización de la industria algodonera , 230.—Po­blación relativa de las capitales con el total de sus países, 272.—Primeras operaciones del general federal Meade. 278, 287.—Población de la isla de Cuba, 311 .—Progreso cientí­fico. 312.—ídem militar de España , 318, 323.—Prisiones militares en Francia , 335.—Pauperismo en París, 330.— Pru|'ieda<l venenosa del tlialio, 330.—Progresos esladisiicos de España , 588 . 393.—Proyecto de Ibriificaciones Ingle­sas. 599.—Ídem de reorganización del ejército dinamar­qués , 407.—Presupuesto italiano de guerra para el año actual, 405, 410.

QUESO de patatas, 413.

II lí VISTA bibliográfica, O, 29. 54, 78,110,154, 157,182. 222, 280, 311.333,307. 414,—Revista de teairo.s 14, 38, 02, 80, 118, 141, 108, 191, 231, 295, 319, 343, 374.—Revista cienlílica, literaria y artística. 22, 40, 70, 93,120, 150. 174, 206,259,503,527,359, 582, 400.—liorna aiiLigna, 31.— Relojes económicos, 31,—Reforma do los aranceles, 31.— Recuerdos de Semana Santa en Jernsalen, 101,—Repueble (le las viñas, 127.—Riña de gallos, 203,—Rusos israelitas, 207.—Riqueza de Badajoz, 215.—Recuerdos de Vizcaya, 240,—Restos de la iglesia de S. Aulonio en Valencia, 204.— Rabodo-Ilasohérl, nueva reina de Mailagascar, 272,—Re- -^ clnlamienios en los Estados-Unidos, 528,—Remonlas en ' Francia, 328.—Reseña histórica de los últimos aconteci­mientos en los Estados-Unidos, 333, 342, 350.-Revista de J-¡n--peccion del provincial de Tuy, 232.-RL-i'úhlica de San Marino, 374.—lleforma de la Academia militar de Snecia, 391.—Revolución de la república Argentina, 398.

SEPULTUilAS celtas. 13.—Siiuacion linanciera de Sanio Do­mingo, 54.—Said-Bajá, 63.—Sisiema métrico, 79.—Semaop Santa, 100.—Sistema de Sievens para la fabricación mecá­nica del pan, 125.—Sania Cruz de Tenerife, 150.—Susti­tución de las traviesas l>or planchas de hierro, 139.—Sal­vamentos, 175.—Sitio de Puebla , 182,—Sanio Domingo, 212.—Siniestros de los ferro-carrile.s. 214, 264.—Sonda, 272.—Sueldo V revista en Francia, 528,—Sepultura tar­raconense, 328,—Sorprendente ascensión aerostática en París, 544.—Servicio de jefes y oficiales, 544,—Sistema de defensa nrusiano, 552.—Segunda ascensión de Nadar, 358.—Servicio y ejercicios nulílares en China, 386.s.Ser-viilores ilel Serrallo, 391,—Sistema de forlificacron en Ale­mania, 391,—Sublevucioiv-fte Santo Domingo, 407,

TELEGRAFÍA urbana , 23.'=i-Toma de Tetuan , 44.—Trigo genealógico de Nnrserj, 83.—Telegrafía del ejército fede­ral, 87.—Tipos y trajes griegos, 95.—Tienda-camilla del doctor Marlres , 111,—Trálico de algodón, 110.-Torneo en Vieiia, 139,—Torres giratorias para la defensa de loa puertos , 175.—Tarifa de partea telegráficos entre Francia y Bélgica , 175.—Terremoto en la isla de Rodas, 190.— Túnel del monte Cenis, 215.—Tropas ligeras organizadas por los franceses , 223.—Tubos neumáticos para el correo, 247.—Telégrafo impresor , 204.—Toma de la isla de Jer­sey en 1781, 209.—Trasfusion de sangre , 272.—Telegrafía

. láctica , 205 , 347.—Torluga colosal, 328. ULTIMA campaña de Polonia , 111.—Union de dos marea, J -

251.—Utilidad de las aves para las cosechas, 264.—Uní- ' versidades extranjeras, 360.—Un consejo á tiempo, 414.

VÍCTOR Hugo , 31.—Vapor Príncipe Alfonso, 157.-Visita al vapor Príncipe Alfonso, 179.í3viaje de la legación espa­ñola á Marruecos, 222, 229. 262, 270.—Vacantes en infan­tería , 344.—Voluntarios del Kcntucky en los Ealados-Uni-dos y urtillería persa , 360.

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AiS^O V . DOMINGO -4 DK E N K R O Utí l t í 6 5 . N U M . 1G5. Con arreglo á la leij úe propuulmi IHerarla y convenios esislenles, iiueda prohibida la reproducción <te ios umbados y la traducción de las artículos de este periñdiro.

S U M A R I O . Grabat ios . -M. Billaiill, Ministro sin carlrra I!P1 Imperio Francís,—Cncrra ilo Aniftrica: Cas[li;ns em­picados en el Ií]i>rril0 rnnfL'ilrraili).—Canalización (lol Isimo lic

Suez.—Maquina de Irillar li Irillo iiivenladn pnr M. fiaiincron. Texio.—Inlroducriun.—Crónicn do la semana: cxlcrior ú in­

terior.—Méjico.—Ensayo sobre el cai-ícter, coslumbrcs y espíritu de las mujeres en las diversas ('pocas bislrtricas.—CanalIíBcíon del Islmodc Sueí.—Mar.beth.—Itcvlsla blbliograilcB.—Soellos.— KoTcla.—Condiciones de la suscriclon.

I N T R O D U C C I Ó N .

'UATRO años lleva de existencia el

^ ? 5 ' 2 ^ — MAUSIVEnSAL, y en ellos no

lia (lejailo Je consignar en sus colum­nas cuanto de notable lia ocurriilo en el mundo, asi en la esfera polftica, co­mo en la intelectual, material y moral. Grandes lian sido los sacriitcios que ha tenido que liacor para que en una épo­ca tan efímera, en que todo pasa con tina rapidez espantosa, cual pasan por una imagiiíaciou calenturienta los fan­tasmas que se forja su desvario, haya conservado vivo el interés de sus lec­tores; pero el favor tamhien creciente que le ha dispensado el público, prue­ban A su redacción, que el camino emprendido es el que debe seguir; mas convencida á la ve?,, de que tanto mas útil será su publicación, cuantos mas ramos abrace, al entrar en el quinto año de su vida, se propone > ofrecer cuantas mejoras sean conipa- " tibies con su primitivo pensamiento, sin desnaturalizar su índole militar y literaria , sino por el contrario, procu­rando ensanchadla esfera de su ac­ción !Í fin de que el arte pueda desar­rollarse completamente, cimentado en los conocimientos cienllficos.

Bajo este supuesto. EL PA onAMA UNIVERSAL, Mundo militar, continuará representando por el grabado cuantos hechos pasen en la vida moral del mundo, y los adelantos que obre la inteligencia humana en el orden ma­terial, acompañándolos con la esplica-cion conveniente cuando sea precisa para la mejor comprensión del asunto, y entrando en el terreno de los intere­ses materiales , la agricultura, la in­dustria y el comercio, serán objeto de la atención del PANORAMA cuando crea

T . V.

PANOBA-

oportuno ocuparse de las grandes cuestiones económicas que tanto importan boy á la sociedad actual, y (|ue dentro de poco scr-ln las tínicas que se agitarán en todos los países.

En la parte liislórica comprenderemos artículos filosóficos sobre la apreciación de las diversas épocas ó acontecimien­tos que abrasa la liistoria déla bumanidad en sus diversas relaciones, descripción de las costumbres y países de ios pueblos modernos que nos importa estudiar, y finalmente.

biografías de todos los personajes célebres en las diversas escalas sociales, y cuanto concierna á facilitar el estudio de este importante ramo del saber.

La parte literaria se amenizará con leyendas, novelas, artículos tle costumbres, poesía antigua y moderna, tanto na­cional como estranjera, y finalmente, el PApíonASiA dará á conocer á sus lectores, así las obras nuestras del teatro pro­pio, como del estraño, especialmente las antiguas.

Y para que sus numerosos su?cri-tores se hallen al corriente de cuanto ocurra en nuestro país, á las crónicas remanales que publicamos, acompa­ñarán las revistas que ya hemos empe­gado á insertar, y tan bien recibidas han sido de nuestros favorecedores.

Este es el plan que nos proponemos para el año actual, y acostumbrados nuestros suscrltores á ver que el PA­NORAMA no ha faltado á sus promesas, esperamos confiarán ver realizadas las notables mejoras que para 1865 pre­para

LA REDAcctorr.

CRÓNICA DE LA SEMANA.

lU. BillBult, mÍDiiteo tía cartera del Imperio Franoéi. (YitK p&g. &.)

E X T E R I O R .

En la semana que vamos á reseñar, han ocurrido acontecimientos de algu­na importancia en el extranjero; pero las naciones que mas han llamado la atención, lian sido las mismas que hace tiempo ocupan la consideración pú­blica.

Francia, que con Inglaterra y Ro-sia es la que dirige el moTimienlo europeo, en gran parte , lia sido la mas fecunda en noticias, como es fácil presumir, y respecto á los asuntos griegos, la prensa francesa se ha ocu­pado en hacer apreciaciones sobre el gran acontecimiento de )a cesión de las Islas Jónicas por Inglaterra, ha­biendo anunciado el telégrafo que el Gobierno provisional está resuello á obrar con energía contra el partido del desorden.

I

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E L M U N D O M I L I T A R .

Las nülicias relaliv;)s á Italia so rL>t'eriuii sulo fi Rums, y anunciaban quti las reformas decreíadus por «I Pa|ia , eran de gran importancia administrativa.

A consecuencia de ios úlLimos aconleciniienlosdélosEs-t:iilus-Uiii(los , se creia que Mac-Clellaii volvería A tomar el mando del Ejército federalista , nlirmando los úllimos parles que se suspenderían las liostiüdades , y en ese caso, se en­tablarían negociaciones de paz.

El Ejército francés sufría grandes bajasen Mójico, y se il)an á mandar refuerzos de Roma y Argelia, creyéndose que Fütey emprentleria las operaciones en el mes en que estamos. En cuanto á noticias del interior, solo ha ocurrido el falle-mienio del Arzobispo de París , Cardenal Morlot, diciéndose 1« sustituirían el Cardenal Mattiieu ó el Obispo Dupanloup.

La cesión de las Islas Jónicas por Inglaterra, ha sido el gran acontecimiento ocurrido en este reino, que, según los periódicos, se haria sin restricción ninguna, consultando, sin embargo , íi las potencias mas interasadas, previo el be-neplicito de los jónicos, y comunicada ya oficialmente la cesión, se decia que algunas potencias se oponían á ella. Respecto á los Estados-Unidos, de resultas de la derrota de Frederisburgo, en que el ejército que mandaba Burnside ha perdido de 8 h 10.000 hombres, liabiendo tenido que repasar el Rappeimsmocky destruir su puente, se hablaba en New-York de modificación ministerial , atribuyéndose la catastro fe á la mala administración militar, y i haberse dado á Burnside las órdenes de batalla desde Washington, obser­vando con mucha oportunidad loa periódicos ingleses, que íi Mac-Clellan se le destituyó por no avanzar, y que Burnside ha sido derrotado por haberlo hecho.

El pueblo griego insiste en la elección del Principe Al­fredo , esperando desaparezcan los obstáculos poliLícos que se oponen á ella. En la capital de Grecia se habla recibido la negativa olicial de D. Fernando de Portugal, y produjo muy mal efecto , por la duda de quién ocuparla el trono vacante. La Asamblea nacional se había abierto , y en celebridad de este gran acontecimiento se cantó un Te iícíím. El Gobierno provisional recibió la noticia oficial de la cesión de las islas Jónicas, pero se decía que los habitantes de ellas no estaban conformes en prestarle su asentimiento , especialmente Cor-íil, que vela en ella su ruina.

Las noticias de New-York anuncian no liaberse admiti­do la dimisión que h abia presentado Burnside, y que el Se­nado habla abierto una inFürinacion sobre la batalla de Fre-derisburgo. La lucha continuaba y se decía haberse dado una gran batalla en los alrededores de Corinto.

Después de estas naciones, Austria llama la atención por el carácter templado y progresivo que se observa en el Gobier-ro, y habiéndose presentado al Emperador una diputación de Servia para rogarle adopte una disposición acerca de la Asam­blea nacional de Carlovvítz en 1861, contestó que sí no habla lomado resolución decisiva, había sido por las dificultades ma­teriales que ofrece el asumo.

En Dinamarca los asuntos se complican cada vez mas, pues por una parte la Alemania, sostenida por Inglaterra, ae hace sumamente apremiante, y por otra, las Cámaras obligan al Gobierno á la resistencia, creyéndose que al fin y al cabo tendrá que i ntervenir la Europa.

De Italia solo sabemos que el Ministerio estaba próxírr.o á modiiicarse por motivos puramente personales, que obfiga-rian á dejar las carteras á Pasoliní, Farini y Mingheltl, y que corrían rumores de disolución de la Cámara. • En Prusia ha causado profunda sensación el discurso del Emperador de Austria , de que hablamos en la crónica ante­rior, diciendo la Gaceta de Colonia, que Austria y Prusia han cambiado de papeles. Las Cámaras se han convocado para el l i del actual. Respecto al abandono de las Islas Jónicas que liabia comunicado oficialmente Inglaterra por la via or­dinaria, trusia no se oponía , siempre que se den garantías para evitar un atentado que perturbe la tranquilidad de Oriente.

Las primeras reformas acordadas ya por Su Santidad, comprenden la Hacienda y la organización administrativa, militar y jurídica, y para la renovación de los consejos co­munales se habían dado 'is disposiciones oportunas.

En Rusia se ha nombrado al Duque Miguel, Lugarteniente del Emperador en el Cóucaso; se vá á desembarazar la ad­ministración de los comités provinciales que habla y lenian una alta vigilancia en los trabajos públicos locales, que será

desde en adehmte de la jurisdicción ile los comunes; el Se­nado lia absuelto á los Mariscales de la nobleza de Podólia y Groschakor, ha fijado en su despacho á Inglaterra la situa­ción de Rusia respecto á Grecia, diciendo desea la observan­cia de los tratados.

Las últimas [loticias del Japón desmienten la insurrección que se decía había estallado en aquel país.

I N T E H I O H .

El Senado lia concluido la discusión del mensaje, en la que tomó parte el Sr. Presidente del Consejo de Ministros, habiéndose votado por 95 Senadores contra 23. El Congreso se lia reunido después, y el Sr. Olózaga pidió remitiese el señor Ministro de Estado todos los documentos relativos á la cuestión de Méjico, desde la suspensión del tratado de Landres, incluso los que hayan mediado pidiendo esplica-ciones al Gobierno francés de ciertas frases del Ministro de Estado, y los Sres. Pérez Caballero y Casado, reprodujeron los proyectos de ley sobre reforma de la ley de minas y re­población rural; y finalmente, por el ministerio de Estado se han recibido noticias satisfactorias de la escuadra del Paci-lico, e l- tde noviembre fondeó en la rada de Montevideo, con grata sensación de la población espaüola, y el O fué re­cibido el Sr. Pinzón, á la una de la tarde, por el Presiden­te de la república.

J . L . YM.

MÉJICO.

(Continuación),

Desde Méjico á Puebla se cuentan cerca de 28 leguas, y á 6 ó 7 de esta última ciudad , fundada en 1530 bajo los aus­picios del vírey D. Antonio de Mendoza, y del presidente de la Audiencia, el obispo Ü. Sebastian Ramírez de Fuenleal, se halla la célebre ciudad azteca de Gholula, que entonces tenía el nombre de Cuetíaxvoapan (culebra en el agua). El clima es sano, y la planicie , elevada 2,1U0 metros, es muy fértil.

Cholulu érala ciudad santa del Analmac, refiriéndola tradición i|ue en ella se detuvo Queizalcoatl para iniciar á los aztecas en la civilización.

La nueva ciuda'd española heredó los mismos privilegios religiosos, y bien pronto superóá la antigua, habiendo reem­plazado el santuario de Nuestra Señora de los Remedios al de Quetzalcoall. Erigida la c:iiedra| d: Puebla, cuentj la tradición, ((Ue los ángeles trabajaron en ella, continuando de noche la tarea que ios obreros preparaban de día , por lo que lomó el nombre de Puebla de los Angeles. Gran núme­ro de iglesias y conventos de ambos sexos se levantaron al­rededor del templo milagroso, y los fieles acudieron á ellos con las manos llenas de ofrendas y el corazón de f'é, que se conservó en toda su pureza por mucho tiempo.

La ciudad es bonita y disputa el segundo lugar á Guada-lajara , dominando majestuosamente las azoteas de mosaico de las casas particulares, un centenar de medias naranjas y campanarios. Las calles son anchas y rectas, y están aseadas y cuidadosamente empedradas con guijarros redondos, colo­cados simétricamente y con aceras á los lados. Las casas son altas y están bien construidas, y muchas fachadas, asi de casas particulares como de monumentos públicos ó religio­sos , están adornadas con chapas de loza, á manera de azule­jos , pintadas y barnízudas.

En Puebla se fabrican muchas piezas de tierra cocida, asi como cristal y jabones, ascendiendo la población de la ciudad de 70 á 7a,000 almas.

La catedral ocupa uno de los costados de la plaza Mayor, y á su frente se halla la Casa tle cabildo ó municipalidad , y á derecha é izquierda soportales en los que hay magníficos almacenes. El templo es , sin disputa, un monumento her­moso; pero habiendo visto el de Méjico, no causa tanta ad­miración , como si fuera el primero que se viera, sirviéndole de zócalo una plataforma de dos ó tres metros de altura. El interior llene una riqueza fabulosa, hallándose oculta la piedra casi en todas partes por un revestimento de mármo­les de diversos colores. Sus numerosas capillas laterales des­plegan un lujo inusitado, que eclipsa , sin embargo, el altar mayor, donde los mármoles, la talla , el oro, la plata y el co­

bre, forman uii conjunto sorprendente, á pesar de no haber presidido el buen gusto en la ejecución de muchos de sus detalles. El tabernáculo está formado de una hoja de tecali, hermoso carbonato de cal blanco y diáfano que Ilnnibolt asimila al alabastro yesoso, conocido de los antiguos con el nombre deyjfteRjrtíí), que abunda mucho en los alrededores de Puebla , hasta el punto de verse ventanas enteras forma­das de una sola lámina de este tecali, que produce una hiz suave.

Las gentes de Puebla son sencillas, y el viajero suele hallar con frecuencia una buena y cordial acogida entre al­gún compañero de viaje , que le recibe y convida afectuosa­mente como si te hubiera conocido toda su vida , en una pa­labra, la hospitalidad mejicana es pobre como los que la ejer­cen, pero 86 da sin reserva y sin ninguna clase de segunda Intención. La comida consiste, por lo común, en un puchero y el plato nacional de frijoles ó judias, soliendo tener al{(una vez un guiso de pato. En el centro de la me.'a, suele poner­se un enorme vaso de agua , de un litro ó litro y medio de capacidad , para apagar la sed, siendo la única pieza del ser­vicio que figura , pues, las garrafas y botellas están dester­radas de é l , y asi es que cada cual lleva á los labios , & su vez , aquel cuangílon , y le vuelve á dejar en su sitio ó se lo da al que está mas cerca, uso bastante pairiarral, por cierto, pero por lo general, los mejicanos no beben sino al finalizar la comida.

Por la noche suelen reunirse los amigos del jefe de fami­lia , y entonces se descuelgan las guitarras de la pared, y - e entretienen cantando algunos romances sencillos deaires tris­tes; también suelen bailar alguna cosa , pero siempre con la misma rilma y con la calma de gentes que han bebido agua des|>ues de comer. El que quiera conocer á Méjico, debe estu­diar el pueblo , ávido de saber y lleno de savia, debiendo por el contrario, desconfiar mucho de las clases elevadas, ignorantes y orgullosas en general.

En la casa de diligencias hay buenas habitaciones y esce-lenles camas, aseo y buenos alimentos, entre los que se cuenta el indispensable chocolate por la mañana. Las dili­gencias mejicanas no se parecen nada á las europeas ; cons­truidas en los Estados-Unidos, están cortadas por el modelo de los slages ingleses y americanos, y son unos grandes co­fres redondos, pintados de colores fuertes, suspendidos en­tre cuatro grandes ruedas encarnadas, y de una solidez que inspira verdadera admiración, y los equipajes van á la tra­sera , en una plataforma, donde van generalmente los laca­yos. En la imperial hay tres asientos , y en el interior nueve en tres asientos, teniendo la ventaja los viajeros á quienes loca el número del centro , de estar mas cerca de las porte­zuelas ; pero en cambio, tienen el disgusto de ocupar un asiento muy estrecho, y carecer de mas apoyo que una an-cha tira de cuero que le ciñe los ríñones.

Seis hermosos caballos, muy bien enjaezados y conduci­dos por un cochero muy hábil, y sobre todo muy audaz, que es ya nkee generalmente, llevan al coche entre un torbellino (le polvo, por unos caminos que ponen á rudas pruebas la elasticidad de los muelles.

Los compañeros de viaje suelen ser ingleses, americanos, mejicanos y franceses, y de ellos, los mejicanos ó no hablan, ó si hablan francés, solo es para ocuparse de Paris, único punto que suelen visitar. En esta disposición se atraviesan c orno por encanto los pueblos de Amozoque y Acajete, la montaña del Piñal, cubierta de abetos, los campos de ma­guey de Nopaluca , y la árida llanura donde se levantan las chozas de las Ventillas y de Vireyes, entre la venta del Ojo de Agua y el pueblo de Tepeacoalco.

(Se continuará).

E N S A Y O SOBRE EL CArtÁCTER, COSTUMURES Y ESI'lniTU DE LAS MUJERES

EN LAS DIVERSAS El'OCAS HISTÓRICAS.

{Corttinuacion.l

La mayor parte de estas mujeres fueron celebradas por poetas que para agradarlas imitaban su tono. Boiluau fué una escepcion de esta regla, pues si se examinan sus versos, no se hallará en ninguno de ellos el nombre de una sola mujer de su tiempo, al paso que la Fontaine, mas sensible y mas dulce, ha elogiado á casi todas las cortesanas célebres por

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P A N O R A M A U N I V E R S A L , .

sus atractivos ó talento. Tenia nn alma A propósito pura im­presionarse, y un tono conveniente para cantar aquellas ma­ravillas, y en su alianitono y perez.a, parecía vagar indiferen-tcmenie sobre todas las cosas; pero por instinto, sentía las gracias remenilcs, y por tnsllnto también las nom))raba en aus versos. Doileau fué preciso ijue fuera el rey de los poe­tas, ministro y doctor de la Sorhona, para que mereciese los elogios de las dornas. Hacnic, mas desdeñoso, pero mas cor­tesano que la Fontaine, y mas inclinado en general & la s. li> ra que al elogio, no alabó mas que A dos , U Mad. Maintenon en Esllier j 6 Enriqueta de Inglaterra en una dedicatoria, sin que por eso deje de ser el panegirista mas elocuente de las mujeres. Qninaul, sin baberquiz.A cantado ti ninguna, las ba celebrado á todas, é liizo para ellas un mundo espreso, que subsiste todavía, en el que no hay otras costumbres que las de la antigua cal>atlerfa, en e! que los dioses, los liéroes y los hombres, son todos amantes por deber, y en el que estñ protiibiilo pensar, cantar, combatir, vivir, morir y subir A los cielos ó bajar h los inliernos sinopor una mujer, sopeña de ridiculo.

Flechier y Bossuet han inmortalizado & algunas, cele­brando virtudes cuando los otros celebraban gracias: pero la oración fúneltre jes de todas las obras humanas la que tal vez se adapta menos A pintar nn carácter, siquier sea el de un hombre, porque casi siempre es necesario exagerar las proporciones para presentar completo el cuadro inmenso que es preciso llenar: hay cualidades que es forzoso callar, y algunas veces os preciso suponer motivos que no existie­ron; es necesario suprimir detalles que caracterizan mas al individuo que las generalidades, siendo indispensable dar al que se alaba en público un carácter general y una lisonomla única, y que las mas veces no lie tenido; en fin, porque se tiene que hacer una figura representativa, y una figura de esta clase, no es casi nunca la verdadera, siendo por lo lauto este género el menos h propósito para retratar el mérito de una mujer, porque siendo sus rasgos sumamente delicados y finos, se escapan á este pincel. Asi es, que casi todas las ora­ciones fúnebres de mujeres no pintan nada, y son mas bien sermones que retratos. Dossuet tiene dos célebres; pero la belleza de la una consiste mas en los grandes acontecimien­tos que refiere y á la caida de un trono, y la otra fi una muerte triígica y terrible. De las cuatro que lia lieclio Fle­chier, la mejor sin disputa, es la de Mad. de Monlausler, hija del Marijués de Ramhunillei, pero que no le pintó cual era, y tal como le designó el Duque ile la Roclieroucault.

De tudas aquellas mujeres encomiadas ligeramente por los poetas y con gravedad y pompa por los oradores, hubo dos, que en un rango y orden difirrcntes, Idgraron, sin em­bargo, la mayor celeíiridad: la una fué la señorita de Sen-dery, tan lamosa entonces, y que vivió Oíí años, de los que pasó mas de 60 escribiendo con gracia algunos lindos versos, y con una espantosa faeilitlad un libro que ya no se lee. Sa­bido es, que por algún tiempo trastornólas cabezas de sus contempor:^neos, y (|UG tuvo tanta inlluencia por sus roman­ces, como después la adquirió Boüeau por sus sátiras y gusto. La otra fué la sabia señorita la Febvre, tan conocida por el nombre |de Mad. Oacier, y que aunque de un mérito superior íi su sexo , se contenió con ser mujer, y aunque no se pare­ciese á Ninon , no dejó de tener enlusiastas. Sus dos lenguas naturales] eran las de Terencio y Homefo, y asi era que reci-hia con mucha frecuencia madrigales griegos y latinos. Las personas mas sabias de Europa la alabaron, cantándola la Mothc, que en sus disputas literarias con ella, cambió de papel, pues en las de Homero especialmente, usó este del genio y gracias de una mujer , al paso que ella empleó toda la erudición y fuerza de un hombre. Y lauto fué su entu­siasmo, que en la Academia francesa pronunció en honor suyo una de aquellas odas razonadas y sensatas que lan bien sabia hacer, y que en aquella ocasión pública y solemne le honraba tanto á él como i¡ las mujeres y h las letras.

Muchas otras escrib ieron también en aquel tiempo; pero siendo fácil hallar sus nombres en cualquiera de los catálo­gos que se hicieron, en un escrito como el presente, solo deben tener cabida aquellas cuya alma y talento las dieron nn carácter marcado y pueden dar una idea exacta de las ¡deas ó costumbres de su siglo, porque es un cuadro el que se traza, no una historia.

El resultado de las costumbres y del carácter general de jas mujeres en tiempo de Luis XIV, fué pues, la voluptuosi­

dad, unida á la decencia, la actividad empleada en las intri­gas, pocos conocimientos, muchos atractivos, una fina corte­sanía, algo de imperio sobre Ins hombres, respeto á toda idea religiosa que pudiera hermanarse con aquella coquete­ría de costumbres, y sobre todo el remordimiento al lado ó como consecuencia del amor.

En la época de la Regencia se verificó una revolución, porque los últimos años del reinado de Luis XIV introduje­ron en la corte, y una parte de la nación, cierta cosa seria y triste, y aun cuando las inclinaciones en el fondo eran las mismas, se reprimieron algún tanio. Una corle nueva y unas ideas nuevas lo cambiaron todo, y se hizo de moda una vo­luptuosidad mas atrevida. Los deseos se hicieron audaces é impetuosos, y se desgarró una parte del velo que cubría la galantería. La decencia que habla sido respetada como un deber, no fué ya guardada ni aun como un placer. Cada cual se dispensó reciprocamente de la vergüenza, y uniéndose la ligereza al esceso, se formó una corrupción profunda y fri­vola á la vez, que para no sonrojarse de nada tomó el par­tido de reírse de todo.

El trastorno de las fortunas precipitó estccambio, siendo la consecuencia la estrema miseria y el estremo lujo, y sa­bida es su inlluencia, pues rara vez ha sufrido un pueblo una rápida sacudida en las propiedades, sin una pronta alte­ración en las costumbres.

La galantería hacia mas de seis siglos que constituía el carácter de la nación; pero el espíritu caballeresco habla acom­pañado siempre á aquel sentimiento con el inseparable del honor, é hizo al menos que la galantería se asemejase al amor y que el vicio tuviese toda la virtud de que es suscep­tible; pero cuando quedaron ya pocas huellas de aquel honor antiguo, se perdió la galantería y se hizo un sentimiento vil que supuso toda clase de debilidades y las dio nacimiento, habiendo sido tal el influjo de la caballería, que sobrevivió por mucho tiempo á los usos, leyes. Instituciones y aun go­bierno á que debía su origen, pues aun en los primeros años del siglo de Luis XIV se vé su sello, de que son un testimo­nio las lleslas que se dieron.

En la época de la Regencia, y por esa inclinación general que todo lo arrastra, el gusto por la sociedad femenil au­mentó, y siendo mas fácil la seducción, ofreció por do quiera mas esperanzas. Los hombres vivieron menos reunidos; las mujeres menos tímidas, se acostumbraron á prescindir de una reserva que las honra, y desnaturalizándose los dos sexos, se dló demasiado precio á lo atractivos, asi como & la independencia.

Como generalmenie el hombre se acomoda mas á ser hombre de sociedad que ciudadano, se enlrósrn despecho en el mundo. Los Jóvenes gastados por las mujeres, unieron á los defectos de su edad los de sus escesos, y teniendo en general mas pasiones que ideas, su cabeza quedó vacía y su alma se enardeció, é inconstantes por vanidad y ansiosos de gustos por enojo, dieron poco valor á la opinión, que para ellos no existia, haciendo parlfcipes de sus vicios y travesu­ras á un gran número de mujeres.

Entonces el peso del tiempo y el deseo de agradar, debió naturalmente hacer cada vez mas fuerte el espíritu de socie­dad, y se llegó al punto en que, llevada aquella sociabilidad al esceso, confundiéndolo todo, acabó por gastarlo todo tam­bién, produciendo hi época que describimos.

En un pueblo en que se habla llevailo tan lejos el espí­ritu de sociabilidad, no se debió conocer ya la vida domés­tica, así fué que se debilitaron lodos los sentimientos natu­rales que nacen en el retiro y crecen en el silencio del hogar doméstico, resultando de aqui que las mujeres perdieron su carácter de esposas y madres.

Las costumbres dirigen á las preocupaciones cuando estas no gobiernan aun á aquellas, en este caso se deja la feli-cidad mairimonial al pueblo, los sacrificios de la amistad á las buenas gentes y el entusiasmo del amor á los paladines. ¿Y qué sucederá cuando esos sentimientos sean demasiado esclusivos? Que se dará á uno solo loque debía ser de todos.

Cuanto mas se estiende el iazo general, tanto mas se re­lajan los particulares, y pareciendo que se contiene á todo el mundo, no se contiene á nadie. Asi crece la falsía, pues cuanto menos se siente, mas es necesario aparenlarsentir.

(Se concluir'^.)

ÜAWALIZACm DEL ISTMO DE SUEZ.

La importancia inmensa que los puertos occidentales de España, y comercio de tas Islas Baleares, van á adquirir lan pronto como se verifique la canalización del Istmo de Suez, nos impele á publicar los pormenores de la solemne Inau­guración de la navegación del lago Tímsah, según los con­signa la siguiente correspondencia:

«ALAJAKpniA 25 de noviembre. El día iS de noviembre de 1863, á las once de la mañana, las aguas del Mediterráneo entraron en el lago Tlmsab. Lo que la anligüedad no pudo hacer, lo ha hecho la sociedad moderna. Los F'araones, ea medio de su esplendor y con lodo su poder, retrocedieron, considerando como imposible la canalización directa á tra­vés del Isimo de Suez. Mr. Lesseps ha resucitóla cuestiun abriendo las Irinclieras de El-Guisr. Hoy la unión dr-l Medi­terráneo y del mar Rojo debe considerarse como un hecho consumado. El lago Timsah, situado en medio del Istmo, y que recibe actualmente las aguas del Mediterráneo, se co­municaba antiguamente con el mar Rojo, lo que fallaba b i -cer, está ya hecho.

Hé aquí algunos detalles sobre el acontecimiento del 18 y sobre el camino que hemos seguido para llegar á orillas del lago Timsah.

Un tren especial, ([iie con toda galantería puso el Vireyá disposiciondeMr.de Lesseps, trasladó sus convidados del Cairo á Zaguzlg. Toda la Europa estaba allí representada. Entre tos convidados figuraban el Cónsul de Francia en el Cairo, el Cónsul de Italia, el Cónsul general de Holanda, el Cónsul general de Austria, el Principe Czartoriski, la Prin­cesa Czartoriska, el Comandante Mansell, uno de los hom­bres ma.>j notables de la marina inglesa, varios y distinguidos viajeros ingleses, y los principales habitantes del Cairo y de Alejandría.

En Zagazig habla lancb;is y carruajes disponibles que nos trasladaron á la preciosa propiedad del Ouady, que per­tenece á la compañía. Al día siguiente, por el canal de agua dulce nos dirigimos á la ciudad de Timsah, á orillas de lago. Este canal es por sí solo una gran obra; lleva la vida al de­sierto; dentro de pocos meses quedará terminado ha-ia SueE.

En el desembarcadero de Timsah nos estaba esperando una música que ejecutó los aires nacionales de Francia y de Inglaterra: esto era una especie de invitación á la unión en el mismo terreno que en otro tiempo se creyó ya que debía ser causa de discordia para entrambos países.

En I-I llano <{ue domina el lago, había varias tiendas le­vantadas. Alli tendimos nuestra vista sobre la inmensidad del desierto y alcanzaba hasta las montañas del mar Rojo. El lago formaba á nuestros pies un espacioso puerto natu­ral. ¡Qué posición para la futura metrópoli del Istmo! La ciudad se vá edificando; se construyen las casas destinadas á la administración y á los empleados; están designados los terrenos destinados á los principales establecimientos. He visto el plano de la ciudad: dentro de algunos meses, allí, donde solo habla arena, habrá una ciudad nueva.

Una ciudad que se funda y está en construcción, tiene ^u interés peculiar; pero se trataba de otr;i cosa mas Impor­tante, de las célebres y lan temidas trincheras de EI-Guisr, del canal que pasa por ellas y del que todavía se duda en Europa. Estábamos impaclenles para asistir á esa Inaugura­ción que debía tener efecto en la desembocadura del canal en el lago, á 2 kilómetros de Timsali.

Apenas habíamos andado un kilómetro, siguiendo por la costa del lago, vimos un arco de triunfo y un elegante pabe­llón, rodeado de grandes mástiles adornados á estilo de Ve-necia con gallardetes de diferentes colores. El pabellón ha sido construido para el Vírey y á su ruego; el arco de triunfo y demás adornos están dispuestos para el día que llegue S. A. Cerca del pabellón habia una plataforma adornada coo banderas y ramas de palmera; este era el punto designado para la ceremonia. Una estensa colina bastante próxima cer­raba el horizonte en dirección de Sur á Norte, era el Ulud del canal por la parte de Asia.

Al llegar junto á la plataforma , el espectáculo tomó sú­bitamente un aspecto inaudito de grandeza. La colína se había convertido en una montaña; al pié de la trinchera habla una corriente Je agua, de quince metro^Ue anchura:

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E I J M U N D O M I L I T A R .

eraiulas aguas deí Medilerráneo que lo llenaban y que solo esperaban que se diese la señal para arrojarse al lago Tim-sali. A orillas, y en las inmedlaUs pendientes del canal, veíanse gran número de operarios europeos, fellalis y bedui­nos. El gran muffii de Egiplo, los principales ulemas del Cairo', el sclieick Ul-lslam, el Obispo católico de Egiplo acompañado de su clero, los convidados, los Ingenieros, los Médicos, los jefes de sección y de brigada que han Loma­do parte en esta gran obra, ocupaban la plaiarorma y sus in­mediaciones. Estaba también presente el delegado del vírey, I^mail-bey.

Presidia la ceremonia Mr. de Les-seps. Reclamó el silencio, y dirigién­dose á los operarlos que estaban toda­vía agrupados en el dique establecido para contener las aguas, dijo: «En nombre de S. A. Mohamed-SaiJ, man­do que las aguas del Mediterráneo se introduzcan en el lago Timsab , por la gracia de Dios.»

Hubo un momento de solemne si­lencio: todas las miradas estaban Tijas en el dique. Pero en el momento en que se Tió ú las aguas arrojarse por la abertura, mugiendo y arrastrando la lierra que antes les obstruía el paso, se levantó una inmensa aclamación, efec­to de los bravos y de lo£ gritos de en­tusiasmo; la emoción había penetrado lodos los corazones. '.Entonces vi cor­rer tiernas lágrimas por mejillas en-negrecidas y curtidas por el sol, o( los repelidos burras de los representan­tes de Inglaterra, amalgamándose fran­camente con los vítores de todos los concurrentes. La música locó el aire nacional de Egipto; los ulemas que es­taban de pié invocaban á AUah en alta voz, y los jefes leian el felwa , espe­cie de acta verbal religiosa en que se consigna este notable hecho, y que se leerá en todas las mezquitas de Egiplo.

A pesar de estarlo viendo, casi no se acertaba á creer que las aguas del Mediterráneo mugiendo se arrojasen en el lago y fuesen á encontrarse con el mar Rojo.

¿Qué puede decirse después de se­mejante espectáculo? La nueva ciudad de Ttmsah, tan notable, y edificada en medio del desíerio, no nos ofrecía mas que un Interés secundario. Cantó* se un Te-Deum por el Obispo de Egip­to en la pequeña iglesia de las trinche­ras. Asistieron á esta función todos los europeos sin distinción de titos: hasta me parece haber visto en ella algunas árabes.

Después de estas palabras del poeta , añadl6 M. de Les-seps lo siguiente: «Mis bravos compañeros de trabajo, no puedo menos de daros las gracias por el celo y la inteligen­cia que habéis mostrado para realizar esta parte de nuestra obra. Brindemos á la salud del piomovedor del canal, pues sin él ya sabéis que el canal era imposible. Brindo á la de Mohammed-Said, Virey de Egipto.»

Este brindis fué acogido con una salva de aplausos íbamos á levantarnos lodos, cuando el Comandante Man-

sell se levantó y se dirigió en francés á M, de Lesseps en los siguientes términos: «A despecho de vuestros deseos,

Cruerra de Atnérioa.—Caitigos empleados en ol Ejército conrcderado, (Yiate pág, G.\

Para terminar la llesla se había dispuesto una mesa de señor Presidente, permitidme daros las gracias por la buena ciento cincuenta cubiertos para los operarios europeos, para los jefes árabes, convidados, funcionarios y empleados que habían asistido á la ceremonia. En este banquete M. de Lesseps pidió que no se hiciese brindis alguno sino A la salud del Virey de Egipto, Mohammed-Satd. «Señores, dijo:

acogida que me habéis dispensado, lo propio que á mis com­patricios. Hace siete años sigo con el mayor interés la cues­tión del canal de Suez. No conocía esta obra sino por la

' parte de Puerlo-Said. Me era simpática; mas debo confesaros, que no creía que su realización fuese tan grande, tan com-

los hechos hablan por sí solos y la jornada ha sido dema- pleta y tan adelantada. Estoy sorprendido de todo lo que siadd solemne para que pronunciemos discursos; á la vista acabo de ver, y creo que llevareis á buen término vuestra de lo que acaba de pasar no sé como espresarme al poner mis palabras i la altura de lo que se ha hecho. Me concreto, pues, A leer los siguientes versos que me ha dirigido un poeta de Marsella, M. Cauvin:

(En estos versos se hace un cotejo entre los Faraones que lio supieron inmortalizarse sino dejando sus tumbas por re­cuerdo, y Said-Bajá que vá á inmortalizarse legando la ani­mación y la vida á los arenales del desierto. Se encarecen los grandes resultados que en bien de todos los pueblos traerá el canal, y se entona un himno de gloria á nuestra época, que deja tras sí obras mas fecundas é importantes que las celebradas pirámides de Egipto.)

obra. Brindo, señor Presidente, á vuestra salud y al buen éxito de vuestra empresa.»

Las palabras del Comandante inglés fueron recibidas con respectivos bravos.

«Señores, contestó M. de Lesseps, ya.que el Coman­dante Mansell se ba dignado brindar á la salud de vuestro Presidente y al buen éxito de nuestra empresa, démosle gracias por bailarse en medio de nosotros, no menos quo á los dignos individuos que le acompañan. Su presencia en este sitio dá á nuestra fiesta el carácter que debia tener, el de la unión, y á nuestra empresa el de la universalidad.

Brindo á la salud del Comandante Mansetl y desús dignos

compañeros; brindo á la unión de Francia y de Inglaterra. Estos brindis fueron acogidos con burras y aclamacíi-

nes. La música contestó tocando el himno nacional de bi-glaterra. El entusiasmo había llegado á su colmo. Asi ter­minó el día pasado en las trincheras: creo que fué un día completo.

Solo de memoria puedo hablaros de nuestro regreso á la ciudad de Timsab, distante siete kilómetros, donde debía­mos todos pernoctar; fué una verdadera marcha triunfal por en medio del desierto y á la luz de antorchas. Esta escena lia debido dejar á cuantos la presenciamos, un recuerdo del que

soto la pintura podría daros una idea. Al dia siguiente partimos en una

• lancha del lago Timsab para Puerlo-

Said, atravesando las trincheras, los lagos llallah y Menzaleh , navegando en un magnifico [canal. Todo lo que hemos visto, es admirable; es una obra faraónica. En vista de las dificultades vencidas hemos comprendido que an­tes de ahora, hombres graves y forma­les, hayan podido abrigar dudas.

Lo hemos visto; los que duden, hagan como nosotros, como el Coman* dame Mansell , como recientemente M. Behic, Director general de los va­pores del Mediterráneo, que ha venido acompañado de sus ingenieros; véan­lo, y como nosotros quedarán conven­cidos por los hechos, de la realidad del canal de Suez.»

Descrita ya tan solemne ceremo­nia, solo diremos que, llamando cada vez mas la atención pública esta gi­gantesca empresa, damos hoy la vista de la cantera ó sitio de El-Guisr , que era poco há el centro de las opera­ciones. Y creyendo que nuestros lec­tores desearán tener cuantas mas no­ticias sean posibles para juzgar de este colosal proyecto, diremos que el canal de Suez sigue una linea casi recta dePorl-Said á Suez, en una lon­gitud de 1i)0 kilómetros. En este tras­curso atraviesa muchos lagos salados, cuyo fondo está generalmente mas bajo que el mar, y hacia el medio de su longitud el canal encuentra una ele­vación del terreno bastante fuerte y de 17 kilómetros de largo, que es el sitio llamado El-Guisr, pasado el cual se encuentra inmediatamente el lago Timsab.

La inevitable perforación de este sitio, era el principal obstáculo, y este está ya vencido y cubiertas de agua aquellas tierras áridas; los trabajado­res é ingenieros se trasportarán mas al Sur para continuar su obra de Tim­

sab á Suez, tránsito de 82 kilómetros de desierto, pero cuyas dificultades de ejecución serán menores que las ya vencidas, calculándose que con los 20,000 trabajadores que se emplean actualmente, se terminará el primer canal en i8 meses.

En el número próximo daremos una idea de las disposi­ciones adoptadas por la compañía para realizar el pensa­miento de la navegación del lago Timsab, que como acaba­mos de ver, ha tenido tan afortunado éxito.

MACBETH, Irajedis en cinco aoloa

DE SHAKESPEARE, TnADUCIDA DinECTAUBHTB DEL INCL¿3.

[Continuación.)

ESCENA V. LOS MISUOS, UN &IÉ0IC0.

UALCOLM (á Macáuff).

Volveremos á tratar de esto; ( al médico). ¿ V& á presen­tarse el Rev?

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PANORAMA UNIVERSAL..

UÉDICO.

Si señor: su palacio se halla lleno de ua crecido número de desgraciados (jiie aguardan de él su curación. La enfer­medad resistí! á los mas grandes recursos del arle; pero eu cuanto el Rey los loca , se curan en el mismo inslanlc, tan prodigiosa es la virtud con que el cielo ha dotado sus reales nianos.

MALCOLU.

Gracias, doclor, {el médico sale).

WACDUFF.

iDe qué enfermedad quiere hablar?

UALGOLM.

La llaman la enfer- _ medad del Rey; es una milagrosa operación de Ose buen principe, y de ~ " ^ " ] ^ \ la cual he sido varias ve- "" ""'^ ees testigo desde mi per­manencia en esta curte: de qu¿ modo se las ma­neja para que el cielo

colme sus votos, ¿I solo lo sabe, mas es lo cicrlo que muliiiud de gentes del pueblo, afligidas de

Una dolencia esiraña y repugnante, cubiertos de ulceras, tristes objetos de Iftstima y desespera­ción de la medicina, el Rey los cura suspendién­doles del cuello una me­dalla de oro y murmuran­do unas oraciones ; y di­cen que trasmilir^ ü los reyes sucesores suyos ese don prodigioso y salulf-fero. Además, parece ser que el Eterno le ha otor­gado el don de la profe­cía , y su trono se halla enriquecido de infinidad de bendiciones del cielo, que anuncia asaz que ese huen Rey se halla colma­do de favores ante el Su­premo Hacedor.

ESCENA VI.

LOS MISMOS , BASSE.

HACDDFF.

Ved quó hombre es ese que entra.

UALCOLH.

Es uno de mis compalriotaa; pero no lo reconozco bien

aun. «ACbui'F (d liaste).

Mi noble primo, bienvenido seáis.

MALCOLU.

Ahora lo conozco; plarxa al cielo bienhechor , queden

en breve destruidas las causas que de este modo nos hacen

parecer eslraños los unos A los otros.

RASSE.

i Que Dios 03 oiga señor!

MACDorr.

¿ La Escocia subsiste aun 7

nASSE.

¡Hay de mi! ¡Patria demasiado infeliz; asombrada está de contemplarse & si misma I Ya no podemos denominarla madre patria; porque ya no es mas que la tumba de sus hi-jog. Ya no se conocen las sonrisas; oyéndose solo en cambio suspiros , gemidos , gritos do dolor que pueblan el aire, y en los que ninguno repara. Los arranques del dolor mas violento se miran con desprecio. La campana fúnebre suena

á cada instante anunciando el funeral de un muerto, sin que se pregunte siquiera por quién doblan. La vida de los hombres espira mas pronto que la flor en el capullo; antes de enfermar, mueren.

KACDDFF.

¡ Oh descripción enfática! pero por desgracia demasiado

exacta.

UALCOLH.

¿Cu6l es hoy la catástrofe mas reciente?

nASSK.

Cada minuto enjendra una nueva !

C a n a l i z a c i ó n d e l l i t m o d e fiuex, [Yiane pág. 3.)

HACDUFF.

¿Cómo se encuentra mi esposa?

RASSE.

Bastante bien. •ACDUFF.

HASSB. ¿Y mis hijos, todos?

Lo mismo; bien. MACDÜFP.

¿Y el tirano no ba atentado contra su paz?

RASSE.

Disfrutaban de paz cuando me despedí de ellos...

HACDUFF.

No seáis parco en palabras; ¿en qué estado se encuen­

tran las cosas? RASSE.

Guando yo llegué para llevar la noticia que comuniqué pesaroso, circulaba el rumor de que se habla levantado una pandilla de bravos, á lo cual di asenso cuando noté el cuer­po de Ejército que el tirano puso en pié; tiempo es ya de secundarlos. Pues vuestra presencia en Escocia en un abrir y cerrar de ojos crearía muchos soldados; armaría hasta las mujeres que pelearían por librarse de los males que la abruman.

KALCOLM.

¡Que se consuelen ; vamos á volar en su auxilio ! La ge­nerosa Inglaterra nos ha prestado 10,000 soldados conduci­

dos por el valiente Siward. La Europa no cuenta otro guer­

rero mas consumado. RASSE.

¡ Pluguiera al cíelo que en remuneración de ese consuelo, me fuese dado anunciaros otro parecido: pero tengo que proferir palabras que solo deberían exhalarse en el desierto del aire, donde no las pudiese escuchar ningún oído bu-mano!

HACDUFF.

¿A quién interesa? ¿Ee la oausa general? ¿O un dolor

privado que atañe á un solo corazón?

RASSE.

No existe alma por poco honrada que sea , que no lome parle en el sentimiento do semejante desastre; pero la mayor porción os toca solo & vos.

UACDDFF.

Si es á mi á quien amaga, no te detengas mas; descarga cuanto antes el rudo golpe.

RASSE.

Promeiedme antes no odiar para siempre el ór­

gano siniestro que va á afligir vuestros oídos con

los sonidos mas horroro­sos que jamás escacha­

ron. MACDUFF {mordiéndose

los labios).

¡Hum!... ¡Adivino!

RASSE.

Vuestro alcázar está tomado; vuestra esposa y vuestros niños infame­mente inmolados. Conta­ros las circunstancias de­talladas, serla lo mismo que añadir vuestra muer­te á los asesinatos de esas caras victimas.

•ALGOL».

\ Piadoso cielo! (d Macdtiff.) ¡ Caballero! No oprimáis de ese modo

vuestro sombrero sobre vuestra frente; dad mas bien á vuestro dolor un acentu y palabras; la aflicción que per­manece muda, murmura dentro del corazón henchido basta hacerlo estallar.

HACDUFF.

¿Y mis inocentes niRos?...

RASSE.

Mujer, niños, servidores; todo cuanto han podido hallar...

HACDUFF.

¿Y he de estar forzosamente distante de ese sitio?... mi mujer también muerta!...

RASSE.

Ya os lo signifiqué.

HALCOLH.

Tomad ánimo; busquemos el consuelo en una formida­ble venganza, único remedio á esos mortales conflictos y tribulaciones.

MACDBFF.

i No tiene niños!... ¡Todos los miosl ¡Habéis dicho todosl... ¡Cómo! ¿Todos?... ¡Oh monstruo infernal! ¡Todos!... ¿ Cómo se entiende ; lodos mis hermosos niños con su madre 7... ¡Todos han sucumbido bajo el mismo guipe bárbaro!

HALCOLH.

i Luchad cual todo un hombre contra la desgracia!

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EL, MUNDO MILITAR.

MACDÜFF.

1 Prometo hacerlo! pero no puedo prescindir tampoco de sentirlo como un Iiombre. No me es positiie olvidar prendas tan queridas del alma, j Cúmo ! ¡ El cielo lo lia visto y no ha tomado su defensa! ¡Culpable Macduff, lodos fueron por tu culpa sacrificados! ¡Miserable de mf, no es por sus fallas, sino por expiür las mias que el asesinato se ha cebado en ellos! i Qué el cielo ahora les depare la paz !

HALCOLH.

Que esa catástrofe afile la hoja de vuestra eí^pada ; con­vertido en rabia vuestro dolor; y en ve?, de calm ar y apaci­guar vuestras Iras, sed implacable y abrasad vuestro corazón de furiosa saña.

MACDUFF.

¡ Oh , yo pudiera muy bien derramar un torrente de lá­grimas como una mujer, y desahogarme con vanas amena­zas de venganza : Mas jOli cielo propicio! Abrevia toda tardanza , y coloca frente á frente de mf aquella furia de la Escocia ; presiéntalo al alcance de mi espada , y como enton­ces llegue á Oücapárseme... perdónale también.

HALCOLM.

Esas palabras son dignas de un homb re. Vamos en busca del Rey; nuestro Ejército está preparado, solo nos falta despedirnos de aquel. Macbetb se halla en el momento de su ruina , y las potestades celestes empuñan los instrumen­tos de su venganza... Aceptad todo aquello que pueda con­solaros... Larguísima noche es aquella en que nunca llega el dia. (Salen.)

(Se continuará.)

REVISTA BIBLIOGRÁFICA.

Nada prueba mas el grado de civilización de un pafs, que el número y clase de obras que en él se publican; y la razón es tan obvia, que todos y cada uno de nuestros suscritores la comprenderá sin que nosotros necesitemos esplicársola. En España se va dirigiendo la atención pública desde algunos años á esta parte á los estudios serios, y por las Memorias que se leen lodos los años en la distribución de pre­mios de la Biblioteca Nacional, vemos que la afición al exa­men de las obras de historia y filosofía cunde en el público, asegurándonos esa propensión un porvenir halagüeño para la ciencia. El desarrollo que se ha dado por el Gobierno á la enseñanza, la gran esfera que se ha abierto á las ciencias y á las letras, y mas que nada los consejos de la esperiencia, han hecho que se busquen con afán los libros de filosofía, de derecho y de historia ; pero por desgracia, nuestra literatura eslit muy lejos de corresponder á las necesidades de nuestra sociedad actual. Y si bien es cierto que la aücíon á la lectu­ra se ha generalizado, cabiendo en ello no poca gloria á las publicaciones periódicas, no lo es menos que la novela in­vierte un tiempo precioso, que el bello sexo y la juventud emplearla con mas provecho propio y beneficio de la nación, invirtiéndole en la lectura y meditación de obras de verda­dera enseñanza, que educaran á los jóvenes en )a escuela de la moral y del conocimiento de la naturaleza, para que des­pués pudieran ser buenas esposas y afectuosas madres, y á los jóvenes en la cátedra de lo bueno y de lo justo, para que andando el tiempo fuesen útiles ciudadanos y cuidadosos pa­dres de familia.

No nos oponemos 6 la circulación de ese género de ame­na literatura á que nos hemos referido: la novela, como los años cristianos y las lecturas piadosas, son la viva represen­tación de dos épocas diferentes, y estamos persuadidos de que la primera, manejada con la habilidad que los buenos novelistas poseen, está destinada á ser un medio eficacísimo de educación pública en la época que atravesamos; pero siempre que en ella, como en las obras teatrales, se trate de desarrollar un pensamiento moral que se comprenda clara­mente, sin escítar las pasiones, ni revelar los arcanos del co­razón humano, en cuyo fondo tan fácilmente se confunden los buenos con los malos sentimientas.

Hoy que comenzamos nuestra era de desarrollo y engran­

decimiento, y que por lo mismo tanto tenemos qne andar por el camino de la perfección, es triste que solo nuestra im­prenta produzca tan abundantemente obras del gf^nero de las que acabamos de citar, pues por cada publicación sirria y grave que circula por nuestras moradas, ¿cuántas y cuántas novelas no llaman continuamente á nuestras puertas para que las demos acogida en nuestro hogar y un sitio en nues­tra biblioteca?

Cúlpase generalmente á los editores de esla falta; pero eslo es un error. Y al examinar esta cuestión, de inmensa trascendencia , se olvida comunmente la fndole de esas em­presas, podiendo recordarse un célebre verso que anda muy generalizado en la boca de lodos y que es un sarcasmo hor­rendo para las generaciones á quienes se aplica , y que nos­otros no repeliremos aquf porque desearíamos se olvidara.

Algunos escritores y editores procuran con laudable celo difundir las buenas doctrinas, y hoy leñemos la satisfacción de anunciar algunas obras de esta clase, entre las que des­cuellan en primera línea \^ Filosofía moral y religiosa que ha publicado en Oviedo el Dr. D. F. Eufrasio Martínez Ma­rino, Itibliotecario y Catedrático de aquella Universidad , y en la que están tratadas con claridad y solidez cuantas ma­terias comprende b ética y la religión , si bien á juicio de algún periódico no ha comprendido bien el autor la monte de Santo Tomás sobre la conducta que deben guardar los pueblos con los reyes tiranos.

De otra obra importante acaba de publicarse el primer tomo, y es el Diccionario español de la Sagrada Escritura, de D. Luis del Barco, habiendo tomado por base para su tra­bajo el Tesauro* bibliCHS, del doctor Merz, precisando ade­más lü inteligencia de los pasajes con notas doctrinales ó de referencia.

Otra obra de distinta índole, pero lambien importante, es La verdad del Progreso, por D. Severo Catalina, en cuyos catorce capítulos examina el objeto que se propone, tomando por base del progreso el cristianismo.

El Sr. D. Teodoro Guerrero ha publicado también, en la Habana, una obrita de buena enseñanza, destinada á la niñez, á la que ha dado el título de Lecciones de mundo, y en la que la facilidad y armonía del verso, liace se lijen en la me­moria y ánimo de los niños las buenas máximas y nociones morales que contiene y le liaii valido la recomendación de las autoridades.

Pasando á la parte política, diremos que el Excmo. señor D. Joaquín Francisco Campuzano ha publicado un folleto sobre la cuestión de Méjico, en el que reconoce las ventajas del fiel cumplimiento del tratado de Londres, y opina que á los intereses de España conviene la revalidación de aquel para formar allí un partido respetable. Otro folleto ha dado á luz también el Sr. D. Nicolás Malo y Jordana, cuyo título es: Palabras de un monárquico, con motivo de la actitud to­mada recientemente por la prensa religiosa, y por último, también es sumamente curiosa la obrita publicada con el ti­tulo de España en la Oceania, y cuyo objeto es dar una idea completa de las islas del Archipiélago filipino.

En el ramo de intereses materiales, el señor Conde de Pallares, Vicepresidente de la Junta provincial de agricul­tura de Lugo, ha impreso y circulado, en un elci^ante volu­men, el luminoso informe que aquella ha presentado al Minis­terio de Fomento en contestación al interrogatorio que el mis­mo MinistL'rio dirigió á todas las provincias sobre el estado de la enseñanza agrícola, medios de contribuir á su propaganda y al fomento de la agricultura.

Como obras literarias han visto la luz pública La sabidu­ría de las naciones ó los Evangelios abreviados; probable orí-gen, etimología y razón histórica de muchos proverbios, refra­nes y modismos usados en España, de D. Vicente Joaquín Bastús, que contiene gran copia de noticias peregrinas. También se ha recomendado al público, por la multitud de curiosidades que encierra , el libríto que con el título de Almanaque enciclopédico ha publicado en Cádiz D. Manuel Torrijosj y finalmente, el primer número de la Gacela lite­raria se ha hecho notable por los nombres que suscriben sus artículos y el principio de la Historia de la literatura y del arte dramático, de Schak, y la revista industrial y comercial que con el titulo de El Fomento publica el Sr. D. José Her­reros de Tejarla.

Terminaremos esta ligera reseña anunciando la aparición de un nuevo periódico que se titulará La opinión administra­

tiva del Ejército y un Diccionario del dialecto gallego, que redactará D. Luis Aguirre y del Rio.

J. L. T M.

MONSIEUR BILLAULT, MINISTRO SIN CARTERA DEL IMPERIO FRAnCÉS.

Las enérgicas palabras con que el General Prlm ha con­testado en nuestra Cámara Alta, á las emitidas por el orador del Gobierno del vecino imperio en e! Senado de aquélla nación, han dado tal interés al personaje con cuyo nombre encabezamos estas lineas, que creemos que nuestros suscri­tores nos agradecerán, se le damos á conocer, tanto mas, cuanto que habiendo dado cabida en sus columnas el pAtto-RAHA uHiVERSAL á los retratos de los generales qu*! han man­dado las iropas francesas en Méjico, digno es de figurar á su lado el del hombre que con su palabra ha sostenido en las Cámaras francesas la actitud que en aquella república lia lomado el ejército que dirigen aquellos personajes.

Bajo este supuesto, no liemos vacilado en ofrecer á nues­tros lectores el grabado que hallarán en otro lugar de este número, y acompañarle con una ligera noticia l)iográ fica, en la que se consignan los principales hechos que revelan el carácter de este imporlanle personaje de nuestra galería de hombres célebres contemporáneos.

Mr. Augusto Adolfo María Billault, nació en 1805, y es­tudió derecho en Rennes, y en i837 ó íea á los 52 años de edad, reveló su tacto político publicando muchos folletos econójnicos. Elegido Diputado por el distrito de Ancenis, liizo felizmente sus primeros ensayos oratorios, y aficionado á las cuestiones económicas, trató siemjire en la Cámara los asuntos relativos al comercio y obras públicas

Nombrado Sub-secrelario de Estado en 1810, cuando ocupaba el poder el ministerio Thiers, defendió con éxito la ley de las formicaciones de París, siendo uno de los adver­sarios del derecho de visita y de la indemnización Pritchard. Elegido para Diputado en 1840 por el tercer departamento de Paris y por el Loíre superior, optó por Ancenis, haldén-dole renovado sus poderes este mismo departamento en 1818 para tomar parte en la Constituyente.

Llegadas las elecciones de la Legislatura, no fué reele­gido, y entregado al ejercicio de la abogacía, defendió ante el tribunal de Asslses al periódico l'Euenement, en junio de 18S0, acusado de haber atacado la ley de 31 de mayo. Elevado nuevamente á la diputación en Arriege, después del 2 de diciembre, mereció el lionor de ocupar la Presiden­cia del Cuerpo legislativo, y en 23 dojuliode I8S4, monsieur Billault sucedió á Mr. de Persígny en el ministerio del Inte­rior, siendo nombrado Senador en el mismo año.

E18 defel)remdel8S8, el General Espinasse le reem­plazó en el ministerio; y el Emperador, en vista de su reco­nocido talento y servicios prestados, le ha conliado la deli­cada y difícil posición de ministro sin cartera y orador del Gobierno en los cuerpos deliberantes del Estado.

CASTIGOS MILITARES EN EL EJÉRCITO CONFEDERADO.

En el número anterior, nos hemos ocupado del castigo que se dá á los cobardes en el ejército confederado de los Estados Unidos , y hoy vamos á completar el cuadro de las penas Impuestas á los soldados culpables por sus fallas ó de­litos, y en cuya aplicación se han llevado la mira los Gene­rales de aquel ejército, de emplear castigos que hieran vivamente á la imaginación ; bajo este supuesto , el soldado que ha fallado á la disciplina, es condenado á trasportar balas de cañón de un parque á otro con los pies sujetos por una cadena, ó á hacer una centinela dos horas de recargo en un pié subido en un tonel, atándole á un árbol y ponién­dole una bomba en la cabeza, cuando la culpabilidad del sol­dado se aumenta.

MAQUINA PARA TRILLAR Ó TRILLO DE M. GANNERON, DE PARÍS.

Habiéndonos propuesto dar á conocerá nuestros lectores las máquinas mas útiles que se han presentado en la esposi-cion internacional de Londres del año próximo pasado, tras-

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P A N O R A M A U N I V E R S A L .

ladamos lioy ¡i nueslnis columnas el tlümjo del Lrilln í\\ie M. Ganrieron ha presentado en ella, y que era la pieza de mas importancia de los objetos que esponia. Esta m. iquina, premiada con medalla , es del sistema americano de Pitits-Nicolftg, y se hace notable por la enerRia lie su trabajo , la sencillez de su mecanismo y la solidez del conjunto, convi-niemlo por lo tanto mejor que otra algnna para el cultivo de los países donde la estcnsion de las propiedades y las condi­ciones del cultivo, exigen aparatos que obren rápidamenie para recojer en seguida el grano en los sacos.

El cuidado y reparación son siempre un gran obstáculo en poblaciones rurales privadas de los recursos que propor­cionan los centros Industriales, y esla míquina, movida por un motor de O íi 8 caballos, jiuede rastrillar diariamente tie 8 4 10,000 gavillas, opinando juiciosamente la prensa fran­cesa , que los concursos agrícolas y esposiciones regionales, serSn un eficaz, medio de propagación de este importante avaraio de M. Ganneron.

PROCEDIMIENTO QUlMICO. Un joven químico, Mr. Deprés, lia descubierto un nuevo

procedimiento |iara la preparación del agua oxigenada, que consiste en hacer pasar al través de la solución de aioxido dé baryum, una corriente continua de ócido carbónico; el íicido descompone incesantemente el óxido de baryum, se Une íi la baryta y deja en libertad el oxígeno en estado na-<!ÍL'nte, (|»e convierte el agua en ;igua oxigenada. Esta agua oxigenada, que se emplea como decolorante, no es entera­mente pura , pues contiene alguna baryta de la que se le (lespoja fácllmenle.

CALIFICACIÓN DE LOS SIGLOS.

El primer slfilo fuó Mamado siglo de la redención ; el se­gundo, siglo de los santos; el lereero , siglo de los m.^rtires y «le los ermitaños ; el cuarto, siglo do los padres de la Igle­sia ; el quinto, siglo de los b.irharos del Norte; el .seslo, siglo de la jurisprudencia ; el sétimo , siglo del maliometis-nio; el octavo, siglo de los sarracenos; el noveno , siglo de los normando>í; el décimo, siglo de la ignorancia ; el undé -cimo, siglo do las cruzadas; el duodécimo , siglo de las re­ligiosas; el decimotercio, siglo délos turcos; el ilécimocuar-to , siglo de la artillería; el ilécimotpiinto, siglo de tos inventos; el décímoscsio , siglo ele las bellas letras ; el dé-cimosétimo , siglo de la marina y del genio; el décimo octa­vo , siglo del despertamiento de los pueblos; el rlécimonono, serft IKimado siglo de la industria.

MONUMENTO A ALFIEllí. Ha tenido lugar en Aslf la solemne inauguración del

nionumento elevado á la memoria del poeta Allierl. Asistie­

ron {\ la ceremonia el presidente del consejo y ministro de Instrucción púl)llca.

-AAñ^yywv^-

NUEVO DESCÜBHIMIENTO EN ROMA.

El abate Nlcole ha descubierto en Roma un cuadro de RaTael, admirable como todos los que ha producido el pin­cel del insplrailo artista. Esla joya artística representa la biiierte de San José; vése al santo tendido on el leclio', lijos los ojos en el cielo y próximo A espirar; sus eslremidades ®stSn al descubierto, y él cuerpo lo ciibre un mánlo amari­llo. La figura está completamente escorzada y vista por los P'és : solo el genio de Rafael ha podiito dibujar un escorzo Semejante, lín la espreslon de la Ihononifa se ve la vida coniemiilailva y laboriosa del Santo; tiene el brazo derecho caído y crispado sobre la cama, y so ve en el escorzo la ma-tio callosa del carpintero de Nazareih.

Ala derecha de San José está sentado Jesucristo, en actitud de ansiedad afectuosa , pero tranquila ; su traje es •^fa túnica roja cubierta con un manto azul. Los rasgos de S" fisonomia son de una belleza encantadora, y dejan ver fi "'os bajo la forma de un hermoso joven de 20 años; tiene '3 vista fija en el moribundo; con la mano izquierda le sostiene la cabeza, y la derecha casi toca el hombro del Santo Patriarca. En la parte superior del cuadro bay dos cabezas de ángeles que parecen contemplar esta escena, y otra tercera que dirige sus miradas hacia el cielo. Al otro 'ado de la cama estS la Virgen María, pMIda, con los ojos en­

rojecidos por el llanto, las manos caldas, y retratado en toda la fi gura el abatimiento producido por el inmenso dolor que esperimenta en aquel instante, al mismo tiempo que res­plandece en ella la tranquilidad de la fé.

—&-=iFs¡5íí*«—

GERARQUIA MILITAR.

Hó aqui, según un periódico, la antigüedad en España de todos tos grados de nuestra actual gerarquía militar: Grados y fechas en que ftteron creados definitivamente y sus

denominaciones en nuestro Ejército.

Capitán general 1480 Capitán general de distrito 1651 Teniente general 1Í80 Mariscal de campo 1702

Rrlgadier 1702 Coronel 1704 Teniente coronel 1700 Primer Comandante 1706 Segundo Comándame 183S Capitán Siglo xui. Ayudante 1702

Teniente 1493 r

Subteniente 1715 Alférez Siglo x. Abanderado ' 1652 Cadete 1722 Sargento Siglo x. Cabo Siglo IV. Soldado....^ Siglo XV.

LÍNEA TELEGRÁFICA DEL PACÍFICO.

El tiempo y el espacio .son dos cosas que la electricidad ha anulado completamente, y quién sabe todavía hasta don­de se llegará en este concepto. El día 25 de octubre ile 18(!1 quedó terminada la línea telegráfica del Pacifico, y la Prensa Asociada de Nueva-York recibió el primer despacho que un a lamhre telegráfico trasmitía desde las costas del Pacifico á las del Atlántico. Desde entonces se han recibido diariamen­te despachos de la capital de California, que empleaban de dos á tres dias para llegará Nneva-Yorlt, á causa de las nu­merosas estaciones en que se detenían y de las frecuentes interrupciones de los alambres. Las comunicaciones son hoy instantáneas.

Entre las cuatro y las cinco de la tarde del dia 6 del pasado, la Prensa Asociada de Nueva-York envió nn mensa­je á San Francisco, y pocos minutos después recibió la con­testación ft'chada en aquella ciudad á las dos y media de la tarde del mismo dia O, de manera que el despacho fué recibido en San Francisco tres horas y cuarto antes de ser espedido en Nueva-York, siendo esta la diferencia de tiempo exacta entre ambas ciudades, que corresponde á 3,500 millas geográllcas en linea recta , ló cual es también la distancia exacta entre ellas. ¡ El tiempo empleado para la trasmisión fuá solo de un minuto para la Ida y otro para la vuelta I El despacho fué publicado en los periódicos vespertinos de ambas ciuilades á las seis de ta larde del mismo dia.

En vista de estos asombrosos resultados obtenidos en el continente americano, preguntan algunos de nuestros cole­gas por qué M. Cyrus Field , que tanto trabajó para el esta­blecimiento del cable trasatlántico, no emprende ta obra de rennir ambos hemisferios por la via de la América rusa y la Siberia. Si este proyecto se llevase á cabo, dentro de un año habría comunicación directa é instantánea de San Pe-tersburgo á Petropawlowsky, y Nueva-York podría comuni­car con Europa por la via de San Francisco, Nuevo Arkán-gel , Petropawlowsky, Irkoutsk y San Petersburgo. »

LOS CAZADORES DE BISONTES.

(Conclusión.)

CAPITULO XXXIX. H e g r e s o ó. S n n L u i s .

Apenas hacía cincuenta horas que estábamos en camino, cuando nos acaeció un incidente que nos volvió á sumergir en la desesperación , y puso otra vez mas en peligro á nues­tros guias. Cuando se viajo al través de las praderas , hay

que temer 6 la tierra y al agua; y mit peligros imprevis­tos vienen en un momento á desbaratar los cálculos mejor hechos.

El peligro que vino á sorprendernos era de los mas deplo­rables. Estábamos á la orilla de un rio, que no tenía mas que cincuenta metros de latitud, pero cuyas aguas eran muy profundas. Marcbaraos corriente abajo por espacio de varias millas á lo largo en su orilla sin poder entrar en vado, y nos decidimos á atravesarlo á nado, mas bien que á perder tiem­po en buscar un paso. No era cosa difícil, porque todos era­mos buenos nadadores; en algunos minutos la mayor parle de la compañía estaba al otro lado. Sin embargo, nos queda­ba por pasar A la orilla opuesta nuestras provisiones y el res­to de nuestro equipaje; con este fin , consirnimos una espe­cie de balsa, en la que embarcamos nuestros trozos de carne, nuestras pieles, armas y municiones. Atamos á esta una cuerda, cuyo estremo cojíó uno de nosotros, que iba á nado, mientras que otros le ayudaban impeliendo la balsa cargada.

Aunque el rio no era muy ancho , su corriente era muy rápida. En el momento en que la balsa se bailaba á mitad del camino, la cuerda se rompió , y la balsa se marchó con la corriente.

Nos precipitamos á lo largo de las riberas esperando de­tener la balsa cuando llegase cerca de nosotros. En un prin­cipio no teníamos ningún miedo acerca de poder detenerla, cuando ríe repente percibimos mayor rapidez en la corrien­te , de la que no teníamos ningún medio de separar nuestro frágil esquife. Habíamos puesto lodo sobre la balsa; tas pro­visiones . las pieles , las escopetas, sin tener siquiera la pre­caución de atarlas h ella , porque en nuestra loca imprevi­sión , estábamos tejos de pensar en semejante accidente.

Era demasiado larde para arrojarnos al agua y tratar de detener la balsa. Nadie pensaba en ello, lodos velan que era imposible , y nuestros corazones latían con violencia , cuan­do seguíamos con nuestra vista todo lo que teníamos demás precioso, llevado por la corriente y flotando sobre las aguas espumosas. Olmos urt choque, la balsa dio una vuelta sobre si misma y permaneció por un instante inmóvil en medio del rio, detenida por la punta de un peñasco; después arrastra­da por la fuerza de la corriente, se deslizó con las aguas que corrían iran(|uilamente por debajo de la catarata.

Nos lanzamos á la ribera, y después de algunos esfuerzos conseguímos ecbar mano á la balsa y sacarla á tierra. ¡ Ay! ¡ la mayor parte de los víveres , todas nuestras armas, todas nuestras municiones, habían desaparecido en las ondas!

Hablan sido arrojadas al centro mismo de la catarata, y se bailaban perdidos sin remedio. No quedaban mas que tres lios ó paquetes de carne y algunas pieles de bisontes.

Eramos mas dignos de lástima que nunca. Las provisio­nes que se hablan salvado del naTifragio, no podían bastar­nos mas que para una semana, y una vez acabadas estas, ¿cómo procuraríamos otros víveres, no leiilemlo ya los me­dios de poder matar la caza ? Todo lo que nos quedaba eran algunas pistolas, algunos cuchillos , ¿y qué medio teníamos de matar un ciervo , ó cualquier otro animal, con el auxilio de semejantes armas?

El porvenir que teníamos en perspectiva oslaba muy le­jos de ser risueño. Algunos de nuestros compañeros de in­fortunio, opinaban por regresar al paraje donde habíamos dejado los restos de bisontes, pero los lobos debían haber­los devorado. Por otra parte era una locura volver atrás. Lo único que debíamos hacer, era avanzar en dirección délos parajes habitados, y viajar con toda la velocidatl posible.

Volvimos á emprender el camino poniéndonos á media ra­ción , á fin de hacer durar los víveres. Era una fortuna ha­ber podido salvar algunas pieles de bisontes , porque está­bamos en medio del invierno, y pl frió era ya riguroso. Has­ta nos vimos obligados á pasar algunas noches sin lumbre por falta de leña. Esperábamos llegar muy pronto á los si­tios cubiertos de bosques donde estaríamos á cubierto de esta necesidad , y donde además podríamos encontrar algu­nas especies de animales fáciles de capturar sin escopetas.

Tres dias después de haber dejado el malhadado rio, la temperatura cambió, y continuó nevando toda la noche. Al día siguiente, vimos la tierra cubierta á lo lejos de una sá­bana blanca, y nuestros plés se hundían á cada paso en aquella capa lielada, lo que liacia mas difícil aun nuestra marcha. Sin cndiargo , como la nieve tenia lo mas un pié de espesura , logramos salir del paso.

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EL. M U N D O M I L I T A R .

Continuando nuestro camino, vimos muchos rastros de ciervos, pero como no teníamos ningu­na esperanza de alcanzar & aquellos animales, pa­saron para nosotros poco menos que desapercibi­dos. Nuestros guias nos digeron, que si la nieve se derretía un poco y he­laba durante la noche, podríamos matar algunos ciervos sin escopetas. Afortunadamente se rea­lizó durante el dia este cambio atmosférico, y ha­biéndose hecho mas fuer­te durante la noche la ca­pa helada, al dia siguien­te por la mañana , nota­mos que la nieve se había endurecido bastante para soportar nuestros pasos.

Esto DOS hizo conce­bir alguna esperanza, y pensamos en dar al dia siguiente caza al eiervo. Nos dispersamos por to­das partes en grupos de (los ó tres individuos en busca de boñigas.

Por la noche,cuando volvimos al campamento cada uno de nosotros, re­gresó arrecido de frió y muerto de fatiga coa las manos vacias.

Los dos guias Ike y Redwood, hablan ido solos, cada uno por su lado, y volvieron los íiltímos.

Llegaron por fin y con gran alegría nuestra, irainn sobre los hombros cada uno la mitad de un ciervo. Hablan descu­bierto los rastros del animal sobre la nieve, siguiéndoles du­rante varias millas hasta que tuvo sus patas tan desgastadas por el hielo que los dejó aproximarse á tiro de pistola. Afor­tunadamente, era un macho muy grande, y su carne púdia alimentarnos dos ó tres dias.

Después de un desayuno, compuesto de carne fresca, marchamos mas alegres, con la intención de hacer una buena jornada, á ñn de llegar hasta los grandes bosques donde po­dríamos encontrar algunos ciervos y cazarlos antes del des­hielo. Pero hacia el anochecer, nos hallamos tan cargados de víveres, que no volvimos á pensar en los ciervos ni en nin­guna otra especie de caza. Nuestras provisiones fueron re­puestas de la manera mas Inesperada, con un suplemento además de carne de bisonte.

Caminábamos penosamente sobre la nieve helada, y cuando, habiendo llegado á la cima de un collado, percibi­mos, en frente de nosotros, cinco animales enormes. No esperábamos, verdaderamente, encontrar bisontes en una zona tan avanzada al Este , y creímos que nuestros ojos nos engañaban. Sus cuerpos, destacándose en relieve so­bre la blanca pendiente de la colina, parecían jigantesoos, no dejando de sorprendernos los carámbanos de hielo que pendían de sus largas guedejas, por el eslraño aspecto que les daban, lomándolos al principio por pinos ó tülfas verdes.

Percibimos, sin embaído, muy pronto, que se movían, y entonces comprendimos que no podían ser mas que bisontes, porque ningún otro animal podia ser tan grueso. Estaban á una distancia considerable, y esta nos habia impedido reco­nocerlos á primera vista.

Este descabrimienio era para nosotros de la mayor im­portancia, por eso nos detuvimos todos para consultar. ¿Qué debíamos hacer? ¿Qué medio tomar para cojer uno de ellos, y si era posible los cl-ico á la vez' Si la nieve hubiera estado bastante espesa, la cosa habría sido fácil; pero aun cuando entonces el hielo debía necesariamente detener su marcha, podían, sin embargo, caminar mas que nosotros. Nuestra

Máquina de trillar inventada por m. Gaaneron. lYé/isepág.'

Única suerte era tratar de aproximarnos poco á poco, cami­nando á gatas hacia ellos hasta ponernos á tiro de pistola, y en una llanura aislada y llena de nievo, esto nos parecía im­posible. El pié del cazador, aplastando la nieve helada, liebia ponerlos alerta mucho antes de poder llegar á ellos. En una palabra, después de haber examinado y discutido todas las eventualidades del suceso, llegamos á desesperar de su buen resultado. ¡Qué no hubiéramos dado en este mo­mento por tener un caballo y una escopeta!

Seguíamos conferenciando sin poder resolver nada, y du­rante este tiempo los cinco enormes animales desaparecie­ron detrás del collado que se estendia delante del camino que llevábamos. Como esta eminencia nos impedía el ser vistos, corrimos hacia adelante para ver si sobre la otra ver-líenle del collado teníamos mejor suerte. Esperábamos en­contrar alK algunos Arboles que nos permitiesen acercarnos á la caza, y nos dirigimos á un bosquecillo que cubría la cumbre de la eminencia. Llegamos por fin, pero ¡cuál fué nuestro desconcierto cuando vimos á los cinco animales huir á galope en dirección opuesta.

Nos falló el valor; nos mirábamos unos i otros con ojos de desesperación; cuando de repente Redwood y el matador de lobos, lanzaron algunos gritos de triunfo, y echaron á correr en persecución de los bisontes, Invitándonos i se­guirlos.

No podíamos esplícarnos esta conducta singular, cuando vino á hertr nuestra vista una escena estraña. Los bisontes luchaban con esfuerzo en la llanura que se divisaba frente á noEoiros. De tiempo en tiempo corrían con precipitación. Después se detenían inmediatamente con las piernas abier­tas y el lomo tendido, mientras que algunos caían pesada­mente sobre sus Ijares, agitando sus miembros como sí hu­bieran sido heridos por una bala invisible.

Todos estos movimientos habrían sido para nosotros otros tantos misterios, si los guías, al tiempo de marchar, no nos los hubiesen esplícado con una sola palabra: «¡los bisontes están sobre el hielo!»

El hecho era cierto; aquella llanura cubierta de nieve no era mas que un lago helado, y en su precipitada fuga los ani­males se hablan metido allí y no podían tenerse en pié.

Empleamos solo pocos instantes eo llegar á ellos, y algu­

nos minutos después (mi­nutos durante los cuales nos entregamos por una y otra parle á un comba­te encarnizado en que las pistolas so hicieron oir, y los cuchillos brillaron á los rayos del sol), cinco cadáveres enormes yacían sin movimiento sobre la nieve, teñida en sangre.

Esta feliz captura, que no podíamos atribuir sino á nuestra suerte provi­dencial, fué quiz.^s la que nos salvó i lodos la vida. La carne que sacamos de los cinco toros, pues que toros eran , nos propor­cionó una provisión abun­dante que nos permitió llegar seguramente hasta los parajes habitados por nuestros compatriotas. Es verdad que tuvimos que soportar todavía mu­chas fatigas, y que nos fué necesario caminar durante muchos dias, an­tes de dormir bajo lecha­do; pero á pesar del as­pecto de miseria profun­da que aparentaban nues­tros trajes raidos y nues­tros harapos indescriptí-

'' bles, llegamos todos con

perfecta salud al término de nuestro viaje.

En Independencia nos proporcionaron los medios de equipararnos para entrar do una manera conveniente en San Luis, donde llegamos algunos dias después. Allí, sentados alrededor de la mesa, abundantemente servida, de la fonda de los Plantadores, olvidamos muy pronto todas nuestras desgracias para acordarnos solo del placer que nos había hecho esperimentar la vida aventurera de cazadores de bi­sontes.

PANORAMA UNIVERSAL, CONDICIONES Y PRECIOS DE LA SUSCRICIOH.

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Por íO(fo/o no/IrmnJi), el Secretarlo, J. LESEN y MORENO.

Director y¡)roplclarfo, U. M. PsnEZDB CASTRO. EilUor responsable, D. Jacinto fí.odTiguei.

MADltlD: 1863.—Imp. del ATLAI.Í cargo de J. Rodrlgnei, calle ie San Bernarditto, nfim. 7.