El olvido que seremos

Héctor Abad Faciolince

Escritor, traductor y periodista, nació en Medellín en 1958. Es hijo de Cecilia Faciolince

y Héctor Abad Gómez, un destacado médico, profesor universitario y defensor de los Derechos

Humanos, quien además fue el fundador de la Escuela Nacional de Salud Pública.

 En 1998 fue galardonado con el Premio Nacional de Periodismo Simón en la categoría columna

de opinión; recibió ese mismo premio en el año 2006. En 1999 fue corresponsal de la revista

Cambio en Estados Unidos, con sede en Boston. En 2000, su novela Basura recibió el Primer

Premio Casa de América de Narrativa Innovadora; en 2004, su novela Angosta fue premiada en

China como la Mejor Novela Extranjera del Año; en 2006 recibió una beca del DAAD y vivió un

año en Berlín.

  En noviembre del año 2006, publicó su libro más celebrado, El olvido que seremos, en

donde revive la historia de su padre, el doctor Héctor Abad Gómez, y las circunstancias de su

asesinato. Por este libro ha recibido premios en Lisboa y en Washington.

  Actualmente es columnista y asesor editorial del diario El Espectador. Colabora también

con El País de Madrid, el NZZ de Zurich, y otras publicaciones nacionales e internacionales. Sus

novelas han sido traducidas a distintas lenguas, entre ellas inglés, portugués, italiano, chino,

francés y alemán.

Esta obra inicia con la descripción de la época que tanto frecuentaban a la Religión como se trataban

entre los familiares pero más que todo es la reconstrucción que le hace el autor Héctor Abad

Faciolince a su padre Héctor Abad Gómez demostrando sus aficiones sus aventuras deseos e

ideologías políticas acerca de su querido padre el cual era el supremo modelo a seguir según Faciolince y con

muchos valores también nombran a sus hermanas Sol, Maryluz, Clara, Eva y marta con su monja Josefa que

fueron importantes en su infancia.

Es un libro en que el autor relata las circunstancias del asesinato de su padre en hechos

ocurridos en 1987, año en que más de 4000 personas fueron asesinadas, en una verdadera

carnicería humana por parte de actores armados en medio de la absoluta impunidad.

Es una historia de una tragedia humana en un contexto de polarización social profunda,

que se enfrenta con la dura realidad que la gente ha vivido en Colombia, la cual es una violencia

histórica que en ese país ha venido creciendo desde hace varios años y es la violencia bipartidista

en la cual se enfrentaban los liberales y los conservadores. Pero este libro es también una

manifestación del profundo amor del hijo hacia el padre, es un testimonio de además de los lozos

de la sangre o parentesco, existía una comunidad de sueños y esperanzas por el país, por el futuro

del país que se descuadernaba a pedazos.

Héctor Abad ha dicho que es la única novela que se impuso escribirla como una

obligación personal nacida desde lo más íntimo del ser.

El título de la novela “El olvido que seremos”, es un homenaje al padre, pues llevaba el

día del asesinato guardado en uno de sus bolsillos, unos versos de Jorge Luis Borges, donde el

poeta anuncia el olvido que seremos, la soledad de las tumbas y quizás también el olvido de sus

obras.

A diferencia de las sagas tradicionales de otras novelas, inspiradas en la violencia

reciente o pasada, el autor toma para su trama la perspectiva de las víctimas asesinadas,

desaparecidas, heridas de muerte y su drama de una justicia que nunca llega, por el contrario de

los caminos de verdad, justicia y reparación están bloqueados y sembrados de peligros terribles,

por cuanto también los familiares padecen los efectos de persecución y la saña de los victimarios.

Héctor Abad dice que asumió esa perspectiva para contar a la nación y al mundo que el

país no es una escoria, que las víctimas son personas dignas vapuleadas por el dolor y los

desgarramientos interiores del trauma del duelo, en muchos casos no resuelto, por cuanto jamás

han aparecido los restos mortales de las víctimas.

El autor optó por escribir la historia para decir la verdad de los hechos históricos y

entonces uno percebe que más allá de los lamentos, los gritos de terror, el llanto y el espanto de

las masacres, la impunidad, la insensibilidad frente los crímenes, hay un país que resiste y busca

alternativas a la crisis que camina hacia una superación de la guerra por la vía negociada, sin

perdón ni olvido, recuperando la memoria de las víctimas, y produciendo cambios estructurales

en la sociedad. "El olvido que seremos" es una invitación al abordaje literario con el pensamiento

abierto.

El doctor Héctor abad Gómez era un padre ejemplar, un hombre intelectual y una persona

emprendedora que educa a sus hijos a la fuerza de los abrazos, el amor y el compasión. El autor

cuenta la vida y obra de su padre y lo reconoce por su incansable lucha por la igualdad y los

derechos humanos (Catalina Trujillo).

 Es claro, que la novela no se limita a hacer un recuento de episodios jocosos o dolorosos

de la familia Abad; el autor hace uso de sus recuerdos para contarnos también una historia sobre

un país jodido históricamente por la iglesia y por una élite mafiosa incapaz de ganar una

discusión sin esgrimir el cruel argumento que viene incrustado en el plomo delas balas

La honestidad con la que el autor evoca las memorias de su padre me permite creer en la

visión que propone sobre aquella Colombia intolerante, sobre aquella Colombia que veía

peligrosos comunistas hasta en la sopa. Uno de los grandes méritos de la novela es precisamente

que denuncia con pelos y señales los vicios recurrentes de este país, la fría y calculadora frialdad

con la que obraba nuestra extrema derecha. Todo se cuenta de forma tan desgarradora y

pesimista que al final, cuando uno acaba de leer el libro, hay una nueva pregunta en nuestra

cabeza: ¿Todo esto ha cambiado significativamente o, en el fondo, todavía nos seguimos

parecido a esa sociedad mezquina que denuncia la novela?

La intención del Héctor es mostrar en cada capítulo los hechos que paso con su familia, y

sobre todo con su papá en su infancia, la adolescencia y en una parte de su madurez, es describir

con nombres propios, como fue que toda una ciudad se fue en contra de un solo hombre, y todo

por su manera de pensar, de tener un liderazgo único en el que generaba y pudo haber generado

más cambios sociales y como gracias a esto termino asesinado.

El olvido que seremos nos invita a reconocer esa realidad fría pero cierta y no slleva a

valorar a ciertos personajes y a aquellos eventos históricos que marcaron la historia del país y

que de algún modo se volvieron héroes sin reconocimiento por todas sus acciones y por defender

sus ideales. Cada uno de ellos era valioso e importante no solo para sus allegados sino también

para la nación que por miedo y vergüenza los dejo morir.

Esta narración se trata de un homenaje hacia su fallecido padre Héctor Abad Gómez para

que no quede en el olvido y siga viviendo en la novela de su hijo para que lo recuerden por

siempre lo que él hizo, para que el país dejara la violencia, la desnutrición, la desigualdad social la

politiquería los asesinatos a personas que se rebelen por parte de los gobiernos la guerrilla con la

mano manchada de sangre.