El Padrenuestro y El Reino de Dios

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    Cuadernos de Teologa, v. XXIX, 2010.

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    El Padrenuestro y el Reino de Dios

    Gonzalo Chamorro M.

    IntroduccinEl presente artculo es una investigacin exegtica y teolgica de la oracin hecha por Jess enMateo 6:9-13 que comnmente ha sido llamada Padrenuestro. La investigacin colocar especialnfasis en la temtica del concepto de Reino y en extraer implicaciones de dicha oracin para elquehacer teolgico latinoamericano. (Siguiendo una tradicin antigua, emplearemos aqu tambin ladesignacin latina dePater Noster).

    El Pater Noster en la historia eclesistica

    Interpretacin patrstica del Pater Noster

    La oracin del Seor conocida como el Padrenuestro ha sido objeto de reiterados comentarios y

    estudios a lo largo de toda la historia eclesistica. Desde finales del siglo II, una rica y polcromaexgesis del Padrenuestro lo convierte en el texto bblico ms frecuentemente estudiado. Su primercomentarista Tertuliano expres que el Padrenuestro no era un tratado teolgico ni una exposicinhomiltica, sino una amplia catequesis catecumenal.1 Por otro lado, al telogo alejandrinoOrgenes se le debe el primer comentario exegticamente cientfico y teolgico del Padrenuestro. 2Tambin Cipriano, analizando la oracin en cuestin, expres que:

    Ante todo, el Maestro de la paz y de la unidad no quiso que la oracin se hicieraindividual y privadamente, de modo que cuando uno ore, ore solamente por s. No decimosPadre mo, que estas en los cielos, ni: dame hoy mi pan, ni pide cada uno que seaperdonado o que l slo no caiga en la tentacin y sea librado del mal. Nuestra oracin espblica y comunitaria; y cuando oramos, no pedimos por uno solo, sino por todo el pueblo,porque todo el pueblo somos uno.3

    Para los estudiosos de la Patrstica, el mximo expositor del Pater Nosterfue Agustn de Hipona,quien lo coment siete veces a lo largo de toda su vida.4 All conjug el anlisis exegtico y lareflexin teolgica con una exhortativa exposicin catequtica y una clida intuicin mstica.

    1 Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, Historia y Exgesis, Madrid, Biblioteca de AutoresCristianos, 1985, p. 83. Desde el insigne apologeta Tertuliano, quien coment la oracin catequticamente ensu tratado Sobre la oracin, a finales del siglo II [ca. 198-200], hasta su exposicin exegtico-teolgica porPedro de Laodicea (siglo VII), no menos de veinte escritores eclesisticos y Padres de la Iglesia abordaron sucomentario en exposiciones catequticas y homilticas, as como en tratados teolgicos y comentariosexegticos, unnimes todos ellos en subrayar su encumbrada talla teolgica y su trascendental importancia

    para la piedad cristiana. Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, Historia y Exgesis, 3. Cp. Santos

    Sabugal,El Padrenuestro en la interpretacin catequtica antigua y moderna, Salamanca, 1982.2 Santos Sabugal,AbbaLa oracin del Seor, Historia y Exgesis, p. 86. Este comentario lo realiz en elcontexto de su magnfico tratado sobre la oracin, obra escrita en respuesta a dificultades sobre la esencia ynecesidad de la oracin planteada por dos cristianos amigos suyos. Peri Euchs, Origenes Werke II (GCS)297-403, en Santos Sabugal,AbbaLa oracin del Seor, p. 86.3 Cipriano, La unidad de la Iglesia; El Padrenuestro; A Donato, Trad. Joaqun Pascual Torr, Madrid,Editorial Ciudad Nueva, 2001, p. 81.4 Efectivamente, Agustn abord siete veces la explicacin del Pater Noster: Los hizo en cuatro Homilascatequticas [Serm. 56-59] para los componentes [a. 410-412] de su iglesia, pronunciada cada una de ellasel da de la Traditio Orationis Dominicae [5to Domingo de Cuaresma], a raz de una explicacin del texto

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    Interpretacin medieval-renacentista del Pater Noster

    En cuanto a la interpretacin medieval y renacentista, la exgesis y la teologa de este periodoprolongaron en muchos aspectos la interpretacin patrstica agustiniana principalmente- delPadrenuestro, explicndolo reiteradamente tanto en el contexto de comentarios a los evangelios de

    Mateo y Lucas como en tratados teolgicos y en amplias exposiciones de ndole homiltica ycatequtica. En estas investigaciones se subray la importancia del Pater Nostercomo la oracin decarcter ms espiritual, siendo la sntesis de qu y cmo se debe orar. En este periodo tambin secomienza a dilucidar el problema literario planteado por la diversidad de las dos redaccionesevanglicas, aunque no se recibi ninguna solucin homognea.5

    Interpretacin moderna del Pater Noster

    En la interpretacin moderna del Pater Noster la clebre designacin tertuliana del Padrenuestrocomo Breviarum totuis evangelii encontr resonante eco en la exgesis moderna, unnimes enreconocer la importancia de la oracin del Seor, que es su sustancial compendio, as como elncleo del mismo y, a la vez, la clave de su predicacin y el eje de su pensamiento, por expresarseen aquella oracin todos los temas centrales de aquel mensaje. Esta oracin enseada por Jess asus discpulos constituy en la exgesis moderna la oracin por excelencia, as como la plegariaparadigmtica de la iglesia.6

    La crtica textual de este periodo se ocup de asegurar el texto de las dos redacciones evanglicas.La crtica literaria abord reiteradamente el problema planteado por la divergencia entre una fuentey otra. En este periodo subsisti el problema sobre el origen y la antigedad de los textos de Mateoy Lucas. Dependen ambas redacciones de una fuente literaria (postulada como la Fuente de losDichos)? As lo afirmaron varios autores. Con ello quedaba planteado entonces el grado defidelidad de Mt y de Lc. En cuanto a la crtica histrica, se investig sobre el origen de la Oracindel Seor, llegando a la conclusin de que el Padrenuestro no fue una creacin literaria de latradicin pospascual.7

    En este periodo, se intent interpretar la Oracin del Seor a la luz de su trasfondoveterotestamentario y judaico, mostrando sus afinidades con las oraciones del judasmo. 8

    mateano [Mt. 6:9-13], con el fin de introducirles en los secretos de esa oracin, que tras haberla aprendido dememoria, ocho das despus [6

    to Domingo de Cuaresma] tenan que recitar pblicamente [RedditioOrationis Dominicae], para, tras su regeneracin bautismal, rezarla por primera vez con los fieles durante laEucarista de la Santsima Vigilia Pascual. Por lo dems, Agustn haba explicado ya el Padrenuestro en elcontexto de su Comentario del Sermn de la Montaa [ca. 393-394], reanudando su exposicin en esemagnfico tratado sobre la oracin cristiana que es su Epstola a Proba [ca. 411-412], para comentarlonuevamente, hacia el ocaso de su vida, en el magnfico tratado de madurez teolgica que, en controversia anti

    pelagiana, escribi Sobre el don de la perseverancia [ca. 428-429]. Agustn, De Oratione Dominica adcompetentes, serm. 56-59, PL 38, 377-402; Trad. esp: Obras de San Agustn, VII, Madrid, 1950; San Agustn,

    De Sermone Domini in monte II 4,15-9,35, CChr XXXV 104-26; ambos textos en Santos Sabugal, AbbaLa oracin del Seor, Historia y Exgesis: 97.San Agustn es el que ha distinguido en el Pater Noster una introduccin o Captatio benevolentiae(Benevolentia concilianda, benevolentoa conciliari), como l la llama en su obra De sermone Domini inmonte. Cf. Manuel de Tuya, Mateo, Biblia Comentada, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1964, p.133.5 Santos Sabugal,AbbaLa oracin del Seor, Historia y Exgesis, p. 117.6Ibd., p.125.7 G. Friedlander, The Jewish Sources of the Sermon of the Mount, Londres, 1932, p. 132.8Manuel de Tuya, Mateo,Biblia Comentada, p. 138.

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    Estructura literaria del Pater Noster

    La oracin del Seor ha sido transmitida por medio de tres variantes: la versin lucana, que constade slo cinco peticiones [Lc 11:2-4]; y dos versiones amplias estrechamente afines entre s deMateo y la Didaj [Mt 6:9-13 y la Didaj 8:2-3].9 A continuacin, se presenta una comparacin de

    la redaccin literaria del Pater Noster segn las tres variantes mencionadas anteriormente.

    Didaj 8:2 Mateo 6:9-13 Lucas 11:2-4

    Padre nuestro que ests enel cielo;

    Padre nuestro que ests enlos cielos;

    Padre:Santificado sea tu nombre; Santificado sea tu nombre; Santificado sea tu nombre;

    Venga tu reinado; Venga tu reinado Venga tu reinado;

    Hgase tu voluntad comoen el cielo tambin sobre la

    tierra;

    Hgase tu voluntad comoen el cielo tambin sobre la

    tierra;El pan nuestro cotidianodnoslo hoy;

    El pan nuestro cotidianodnoslo hoy;

    El pan nuestro cotidianodnoslo hoy;

    Y perdnanos nuestradeuda como tambinnosotros perdonamos anuestros deudores;

    Y perdnanos nuestrasdeudas, como tambinnosotros hemos perdonadoa nuestros deudores.

    Y perdnanos nuestrospecados, pues tambinnosotros mismosperdonamos a todo deudornuestro;

    Y haz que no entremos enla tentacin, sino lbranosdel mal.

    Y haz que no entremos enla tentacin, sino lbranosdel maligno.

    Y haz que no entremos enla tentacin.

    Porque tuyo es el poder y lagloria por los siglos.

    La forma textual de la Didaj es ms extensa que las otras dos redacciones evanglicas. Sinembargo, se asemeja cuantitativa y cualitativamente a la respectiva de Mateo, excedindola en ladoxologa final. La forma textual de Lucas es la ms corta. A la brevedad de la invocacin inicial sesuma la ausencia de la tercera splica as como la de la ltima parte de la sexta peticin,

    9 Ulrich Luz,El Evangelio segn San Mateo, Salamanca, Ediciones Sgueme, 1993, p. 465. D. A. Carson dice

    que: El Padrenuestro, como se le llama comnmente, no es en s la oracin de Jess (Jn. 17 s lo es), sino elmodelo que entreg a sus discpulos. Mucha de la literatura se ha enfocado en el complejo de la relacin entreMt 6:9-13 y Lucas 11:2-4. Las versiones ms recientes, como la NVI, revelan las muchas diferencias. LaRVR no muestra tan claramente las diferencias porque preserva las numerosas asimilaciones de Mateo en losltimos manuscritos [mss.] de Lucas, D. A. Carson, Comentario bblico del Expositor, Mateo, trad. RicardoAcosta, Miami, Editorial Vida, 2004, p. 188. Manuel de Tuya dice: La oracin del Pater Noster se encuentraen este puesto que le consigna Mateo. Sin embargo, no quiere decirse que esta oracin, por estar citada en estemomento del sermn de la Montaa, est localizada en su propio contexto histrico. Al contrario, todo hacesuponer que no sea ste su propio lugar sino que est aqu agrupada por Mateo conforme a su procedimientousual, en un contexto solamente lgico, Manuel de Tuya, Mateo,Biblia Comentada, p. 138.

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    divergiendo asimismo respecto de las otras dos en algunos vocablos.10 Varias teoras intentanexplicar estas diferencias.11

    Ahora bien, para Ulrich Luz:

    Lo ms sencillo es dividir el Padrenuestro de Mateo en dos partes principales: las trespeticiones en segunda persona del singular (v. 9c-10) y las tres peticiones en primera

    persona del plural, algo ms extensas (v. 11-13). Las tres peticiones en segunda personadel singular comienzan con un imperativo aoristo en tercera persona y muestran an engriego huellas de una rima final (3x sou). Las peticiones en primera persona de plural secaracterizan por el pronombre personal correspondiente (7x). Todas ellas tienen dospartes, a diferencia de las peticiones en segunda persona del singular, donde solo laltima es bimembre. Desde v. 11 cambia la estructura de la frase; despus del finalarmonioso del v. 10c, la peticin de pan aparece como una novedad. Sobre toda laoracin planea la invocacin, que en la versin mateana es tan extensa como las dosprimeras peticiones en segunda persona de singular y posee, por tanto, un gran peso.12

    En sntesis, en cuanto a la pregunta acerca de la relacin entre Mateo y Lucas se debe decir que nose tiene mucha evidencia. Es imposible averiguar cul forma era ms original. Las enseanzas deJess fueron repetidas varias veces. No se debe pensar que los dos encontraron la oracin en laFuente de los Dichos y que Mateo la cambi ms que Lucas. Esa fuente no era un documento nico

    10 Santos Sabugal,AbbaLa oracin del Seor, p. 139.11 En cuanto a las teoras literarias de la composicin de Mateo, Carson dice que:[1] Algunos sostenan que el estilo de Mateo es el original, y Lucas es una versin simplificada. Este parecerya no es popular, debido a lo difcil de creer que Lucas, a quien le interesaba mucho la vida de oracin deJess omitiera palabras y clusulas.[2] Otros han sostenido que el relato de Lucas es original y que Mateo le hizo aadiduras segn su propiateologa y hbito lingstico (Jeremias, Prayer). Algunas razones de esta teora se deben a que: (a) Todo elcontenido de Lucas se encuentra en Mateo 6:9-13. Pero esto se podra tomar lo mismo como unacondensacin de Lucas que como una expansin de Mateo. (b) La formulacin ms rtmica y litrgica deMateo podra reflejar el deseo de construir un equivalente eclesistico, para cristianos judos, de la oracin

    principal de la sinagoga. Sin embargo, estas correspondencias se han exagerado enormemente. (c) Hillsostiene que la introduccin a Mateo (v. 9) sugiere que la oracin es una forma litrgica estandarizada. Pero eltexto reza ustedes deben orar asy no ustedes deben orar esto. El nfasis est en un modelo no en una formalitrgica. Este mismo autor afirma que el enftico ustedes da realce a la nueva comunidad cristiana de lasinagoga. Sin embargo esto no solo es un anacronismo, sino pasar por un lado el constante nfasis quedesigna a los discpulos como la comunidad mesinica exclusiva en tiempos de Jess.[3] Ernst Lohmeyer sostiene que las dos oraciones no provienen de un mismo origen (Q?), sino de dostradiciones aisladas. Pero nada de esto es evidente, si los patrones litrgicos establecidos aun no habanincluido ninguna forma del Padrenuestro en el tiempo en que escribieron los evangelistas, tampoco una fuentecomn explica las diferencias entre ellos.[4] Estas complejidades han generado varias teoras conciliatorias. Marshall sugiere que Lucas o adopt de Qsu forma de la oracin, o de una revisin de Q diferente a la de Mateo, mientras que Mateo adopt unatradicin separada y la sustituy por lo que encontr en Q, o de alguna otra revisin separada. Sin embargo,

    muchos sospechan que Q no es solo un documento, y hablar por tanto, de revisiones de Q cuando nuestroconocimiento de Q es tan incierto hace que uno se pregunte cmo distinguir metodolgicamente entrerevisiones del Q y explicaciones completamente separadas de dos ocasiones histricas dentro del ministeriode Jess. Resolver lo desconocido apelando a lo ms desconocido es de mrito dudoso.[5] Aunque la evidencia de dos tradiciones es firme, igual importancia tiene el hecho de que hay dosambientes histricos de la oracin completamente distintos. La explicacin razonable es que Jess enseaba amenudo esta clase de oracin durante su ministerio itinerante, y que Mateo registra una ocasin y Lucas otra.Cf. Carson, Comentario bblico del Expositor, Mateo, p. 188-190; Ulrich Luz,El Evangelio segn San Mateo,

    p. 466-470; Isidro Goma Civit,El Evangelio de Mateo, Madrid, Ediciones Morava, 1966, p. 322-324.12 Ulrich Luz,El Evangelio segn San Mateo, p. 466.

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    sino acaso varias fuentes escritas y orales. Aqu se tiene una oracin que es fcil memorizar en suspuntos mayores, pero escrita con algunas variaciones en los detalles por los dos autores.

    Exgesis de Mateo 6:9-13

    La oracin que comnmente es llamada Padrenuestro13 consiste en dos partes: una invocacin[Padre nuestro que ests en los cielos] y seis peticiones; o tres partes si la conclusin [porque tuyoes el reino y el poder, etc.] se considera parte de ella, con un total de aproximadamente setentapalabras.14 Las primeras tres peticiones tienen referencia al nombre, al reino y a la voluntad delPadre. Las necesidades humanas, pan, perdn de los pecados y victoria sobre el malo, toman elsegundo lugar, quedando la estructura literaria del Padrenuestro en Mateo de la siguiente manera:

    Dios

    A Tu nombre [agiasqh,tw to. o;noma, sou\] v. 9b

    B Tu reino [evlqe,tw h` basilei,a sou\] v. 10a

    C Tu voluntad [genhqh,tw to. qe,lhma, sou] v. 10bEl hombre

    C Nuestro pan [to.n a;rton hmw/n] v. 11

    B Nuestras deudas [ta. ovfeilh,mata hmw/n] v. 12

    A Nuestro adversario [ru/sai hma/j avpo. tou/ ponhrou/] v. 1315

    Juan Mateos y Fernando Camacho concuerdan en: Que el Padrenuestro se divide en dos secciones.En la primera parte la comunidad pide por la extensin del reino a la humanidad entera. En lasegunda lo hace por s misma.16

    Anlisis y exposicin de Mateo 6:9-13

    El v. 9 comienza con la frase Vosotros, pues, orad de esta manera [gr. ou[twj ou=n proseu,cesqeumei/j\]. El texto inicia con un presente medio imperativo [gr. proseu,cesqe]17 cuyo uso del

    13 La oracin del Seor, en su redaccin mateana, se inserta en el contexto literario de esa vasta seccincomnmente designada el Sermn de la Montaa [5:1-7:29]. La unidad literaria de esa percopa mateanaest garantizada por las inclusiones globales de la enseanza [cf. 5:2; 7:28-29] que Jess, sobre el montedirige a la muchedumbre de sus oyentes, Santos Sabugal,AbbaLa oracin del Seor, p. 153.14 William Hendriksen, El Evangelio segn San Mateo, trad. Humberto Casanova, Grand Rapids, LibrosDesafos, 2003, p. 340.15 Muchos favorecen esta divisin, expresando que no son siete peticiones, ya que y no nos metas en tentacinms lbranos del malo debe considerarse una sola peticin. En relacin a esto, D. A. Carson comenta: Loseruditos discuten si la versin de Mateo presenta seis peticiones [Crisstomo, Calvino y telogos reformistas]o siete, al interpretar el v. 13 como dos [Agustn, Lutero y la mayora de telogos luteranos]. El asunto afectael significado, aunque poco. Ms importante an, como Bengel observa, es la divisin de las peticiones. Lasprimera tres se emiten en trminos de la gloria de Dios [tu tu tu], los otros trminos son para nuestro

    bien [nuestras nosotros nuestros], D. A. Carson, Comentario bblico del Expositor, Mateo, p. 190.Cf. Santos Sabugal,AbbaLa oracin del Seor, p. 153-17216 Juan Mateos y Fernando Camacho, El evangelio de Mateo. Lectura comentada, Madrid, EdicionesCristiandad, 1981, p. 67.

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    imperativo es de mandato y la traduccin del verbo debe ser en forma activa, ya que es un verbodefectivo. Por la tanto, la traduccin podra serAs[o: de este modo],por tanto debis orar. DanielSteffen dice que

    La oracin es un modelo que Jess ense no para ser memorizada y repetida, sino parainformar a los discpulos acerca del contenido de las peticiones ms importantes. Laforma de las peticiones no es fijada.18

    Una vez expuesta la importancia de tomar en cuenta esta oracin, Jess comienza citando la frasePadre nuestro que ests en los cielos [gr. Pa,ter h`mw/n19 o` evn toi/j ouvranoi/j]. En cuanto altrminoPath,r, Ulrich Luz dice que

    parece que el trmino lucano originario, pa,ter, corresponde a la forma aramea de

    invocacinaB'a;. Procede del lenguaje familiar y se utilizaba como tratamiento dado pornios pequeos y adolescentes a su padre y tambin como tratamiento respetuoso apersonas mayores. En la poca posterior a Jess se impusieron plenamente las formas de

    tratamiento corrientes yb;a' [padre mo] yaB'a] [status emphaticus]. Las oracionesjudas ofrecen mltiples formas de invocacin de Dios como padre, pero no la palabra

    aB'a;. Por eso sorprende la eleccin de este tratamiento de Dios.20

    17 Algunos interpretan este presente como que tiene fuerza continuativa [debis seguir orando]; y basados enesto llegan a la conclusin de que Jess quiere que esta misma oracin siga siendo repetida continuamente.Ciertamente no est mal hacer uso frecuente de esta oracin si el que ora puede hacerlo con mente y corazn,y no por puro formalismo, William Hendriksen,El Evangelio segn San Mateo, p.339.18Daniel Steffen, El Sermn del Monte, Apuntes de la clase Exposicin y teologa de Mateo, SETECA,Guatemala, 2009, p. 38.19 Note que el nominativo aqu est en aposicin con el vocativo: Nuestro Padre, el que est en el cielo, A. T.Robertson, A Grammar of New Testament Greek, Nashville, Broadman Press, 1934, p. 459. Cf. Turner, N., AGrammar of New Testament Greek, Edimburgo, T. & T. Clark, 1963, 3:35. umei/j aparece aqu con elimperativo para dar algn grado de hincapi (en contraste con los gentiles), F. Blass y Debrunner, A GreekGrammar of the New Testament, Chicago, The University of Chicago Press, 1961, p. 277.20 Ulrich Luz,El Evangelio segn San Mateo, p. 475-476. De hecho, en relacin a este comentario J. Jeremasconsider que el tratamiento de Dios como aB'a]constituye una nota distintiva de la Ipsissima vox Iesu y unaexpresin de las relaciones peculiares de Jess con Dios, Joachim Jeremas, Abba. El mensaje central delNuevo Testamento, trad. Alfonso Ortiz, Salamanca, Ediciones Sgueme, 2005, p. 65. Cf. Tambin JoachimJeremas, Teologa del Nuevo Testamento, trad. Constantino Ruiz, Salamanca, Ediciones Sgueme, 2001, p.43.Ulrich Luz responde a J. Jeremas diciendo que aunque su tesis no es sostenible en su exclusividadjesulgica; pero que hay que preguntar si elaB'a; de Jess no es expresin de una relacin especial de Jesscon Dios, caracterizada por la idea de proximidad y de amor de Dios, aunque sea aplicable a todo ser humano.Dada la escasez de oraciones arameas del judasmo de la poca transmitidas por escrito, la ausencia de

    paralelismos judos no resulta chocante. As, la tesis de Jeremas podra ser correcta en esta forma general detratamiento arameo dado a Dios y conservado en textos neotestamentarios griegosavbba,(Rom 8, 15, Gal 4, 6,textos litrgicos, Mc 14, 36), muestra que las comunidades cristianas vieron algo especial en este tratamientode Dios por Jess. En la misma direccin apunta el uso persistente de la palabra 'abba'como tratamiento deDios en el Diatessaron y en las traducciones antiguas-siracas. En el Padrenuestro la ruptura del ritmo la

    palabra aislada aB'a; no encaja en los ritmos binarios y exige en rigor una pausa detrs de ella muestra elpeso que tiene tal tratamiento. Este encaja en la predicacin de Jess sobre el Dios cercano, con su amor a lospobres, pecadores y desclasados; concuerda tambin con las parbolas sobre el Padre, tan importantes enJess (Lc 11, 11-13, 15, 11-32), y con la certeza de la escucha, que aparece llamativamente en primer plano(Mt 6, 7s [Padre], Lc 11, 5-13 [Padre], 18, 1-8), Ulrich Luz,El Evangelio segn San Mateo, 477.

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    De cualquier forma, el trmino "Padre" es un ttulo para Dios, iniciado por Jess. Por lo estudiadohasta ahora hay poca evidencia del uso del ttulo antes de Jess. Enfatiza la relacin ntima queJess y sus discpulos tienen con Dios. 21

    Primera Peticin

    Una vez que se presenta al receptor de la oracin modelo de Jess, aparece la primera peticin delPater Noster y es que el nombre del Path,r sea santificado.22 La peticin que el nombre de Dios seasantificado [agiasqh,twaoristo pasivo imperativo 3 persona singular deagiazw] es la expresindel deseo que Dios sea considerado santo y que su nombre sea venerado. En relacin a esto,Leonardo Boff expresa que

    La peticin arranca de un convencimiento y de un deseo: En este mundo Dios-Padre noes ni objetiva ni subjetivamente santificado y glorificado. La situacin niegaobjetivamente el honor de Dios a causa de las profundas distorsiones internas que rompenla fraternidad entre los hombres. A su vez esto subjetivamente, por sus dichos y hechos,blasfema el santsimo nombre de Dios.23

    Al pensar en la santificacin, interesantemente una clsica oracin juda del tiempo de Jess, elKadish, proclamaba: Exaltado y santificado sea su nombre y venga su reino rpidamente ypronto.24

    21 Los judos generalmente se dirigan a Dios como Nuestro Padre celestial cuando oraban, aunque ttulostan ntimos como Abba [Pap] era poco frecuente, Craig Keener, Mateo, en Comentario al contextocultural de la Biblia, Nuevo Testamento, trad. Nelda Bedford, El Paso, Editorial Mundo Hispano, 2004, p. 55.Cf. D. A. Carson, Comentario bblico del Expositor, Mateo, p. 190-191.22 La reverencia es el segundo elemento de la oracin, porque el nombre de Dios debe ser santificado, es decirreverenciado, Louis Barbieri, Mateo, en El conocimiento bblico, trad. Bernardino Vzquez, Puebla,Editorial Las Amricas, 1996, p. 36.

    Manuel de Tuya dice: Santificado sea tu nombre (v. 9c; Lc. 11:2). La primera peticin es comn a Mt y Lc.El texto griego usa porsantificarun verbo (agia,zw) que, como los terminados enazo, es causativo e indicauna cierta santificacin. sta es una de las expresiones del Pater Nosterque est formulada con una acusadaterminologa del AT y tambin con las frmulas rabnicas de la piedad juda.El Nombre de Dios es un circunloquio que remite a su persona. Es efecto del respeto y escrpulo judo parano pronunciar el nombre divino. Para ello buscaron otras frmulas que indirectamente lo representasen. Y unade ellas es precisamente la palabra Nombre (Dt 12:4v). Estando as unido Dios a su pueblo, este Nombre

    puede ser profanado, sea porque el pueblo obra contra la ley de YHVH, desobedecindole (Jer 34:16),entregndose a idolatras (Lev 19:21) o de otras maneras. Pero tambin hay otra forma por la cual puede ser

    profanado este nombre, y es que, ligado a este pueblo, participa en alguna manera de la suerte del mismo.Humillado o vejado ste, queda tambin humillado o vejado el Nombre de YHVH, que est en l. No castigoa mi pueblo por m, por m lo hago, puesto que, de lo contrario, sera profanado (mi nombre) (Is 48:9.11; Ez

    20:9, etc.). En contraposicin a esta profanacin de su Nombre est el que ste puede ser santificado.

    Naturalmente no se refiere a ninguna santificacin esencial de Dios, sino a una santificacin extrnseca,Manuel de Tuya, Mateo,Biblia Comentada, p. 137. Cf. Louis Monloubou,Leer y predicar el Evangelio deMateo, Santander, Sal Terrae, 1981, p. 137. Un estudio bastante completo en cuanto al significado teolgico-exegtico de santificar el nombre de Dios puede verse en el comentario de William Hendriksen, El Evangeliosegn San Mateo, p. 342-34523 Leonardo Boff,El Padrenuestro, p. 59. Este autor agrega tambin que la peticin Santificado sea tu nombreentraa adems un elemento escatolgico. El hombre constata histricamente que se le escapa la construccinde un mundo santo, perfecto, justo y puro. Lo que ms deseamos es justicia, paz y amor; pero estas cualidadesno acaban de establecerse en la tierra.24Craig Keener, Mateo, en Comentario al contexto cultural de la Biblia, Nuevo Testamento , p. 55.

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    Segunda Peticin

    La segunda peticin expresada en el Pater Noster aparece igualmente en Mateo y Lucas:evlqe,tw25h` basilei,a26 sou\ Venga tu reino. Con relacin a esta frase, Daniel Steffen dice:

    25

    El aoristo de imperativoevlqe,twsignifica: contine viniendo (el reino ya est presente como un grano desemilla), N. Turner,A Grammar of New Testament Greek, p. 75.

    26 Este trmino se refiere al ser o a la naturaleza o al estado de un rey, y secundariamente la expresin serefiere al territorio que le rige. Este segundo significado acenta el aspecto especial de basilei,a, pues ladignidad de un rey se manifiesta en el terreno en el que l impera o manda. Segn eso, basilei,a adquiere elsignificado de reino o imperio, y designa por tanto la extensin del territorio en la que manda un rey, K. L.Schmidt, basilei,a, en Diccionario Teolgico del Nuevo Testamento, eds. Gerhard Kittel, GerhardFriedrich, Geoffrey Bromiley, trad. Carlos A. Vargas, Grand Rapids, Libros Desafo, 2002, p. 104. Cf. B.Klappert, Reino, en Diccionario Teolgico del Nuevo Testamento , eds. Lothar Coenen, Erich Beyreuther,Hans Bietenhard, Salamanca, Ediciones Sgueme, 1987, 4:70.En el griego clsico, el trmino era utilizado para referirse a una reina o princesa [Od., Aesch.], o parareferirse a reino, dominio y monarqua hereditaria. La forma basilei,a se encuentra atestiguada antes por

    primera vez en Herodoto [I, 11 en la forma jnica de basilhih]. Este concepto se traduca por lo general en el

    griego clsico como dignidad real o soberana real [Jenfanes, Mem. IV. 6, 12; Aristteles Pol. III], TheAbridged Liddell-Scott, basilei,a, en Greek-English Lexicon, Via Bible Works 7.0 Programming, TiedDirectly to and Accessible from the LXX and Greek NT Texts and Morphologies. Cf. B. Klappert, Reino,enDiccionario Teolgico del Nuevo Testamento, p. 70.El uso que se le da al trmino basilei,a en la LXX es reino, dominio, reinar[Gn 10:10],posicin de reina[Ester 1:13]; oi` evpi. th/j basilei,aj sou Todo el que preside sobre su reinado DnTh 6:8; 1 Cro 4:23evn th|/basilei,a| auvtou/En su reino; wtklmb para TM wtkalmb para su trabajo, en su servicio; Lust-Eynyiel-Hauspie, basilei,a, enA Greek-English Lexicon of the Septuagint[LEH], Via Bible Works 7.0.El reino es vinculado con la sabidura (Sab 10:10) o transformado a un concepto tico (4 Mac. 2:23). EnFiln, basilei,asignifica realeza oseoro, pero labasilei,aconstituye un captulo en su enseanza moral[el verdadero rey es la persona saba] y no es una entidad escatolgica. Josefo nunca se refiere al reino deDios, y menciona basilei,aen conexin con Dios slo enAntigedades 6.60. En general, l prefiere el grupodehgemw,n al de basileu,j, p. ej., la hegemona del emperador romano, K. L. Schmidt, basilei,a, enDiccionario Teolgico del Nuevo Testamento, p. 103.En el NT, el trmino se refiere a las reglas de un rey, con la implicacin de autoridad completa y la

    posibilidad de la existencia de poder. El trmino implica regla, ser rey, regir, gobernar, reinado, reino.avkou,saj de. o[ti VArce,laoj basileu,ei th/j VIoudai,aj... evfobh,qh evkei/ avpelqei/n Pero oyendo queArquelao reinaba en Judea tuvo temor de irall [Mt 2,22]. th/j basilei,aj ouvk auvtou/ e;stai te,lojsureino nunca tendr fin, Lc 1,33. En general, es un grave error al traducir la fraseh` basilei,a tou/ qeou/como el reino de Dios, como refirindose a una zona en la que Dios norma. El significado de esta frase en el

    NT no consiste en un determinado lugaroperodo especial de tiempo, sino en el hecho de la sentencia. Unaexpresin como entrar en el reino de Dios, por lo tanto, no se refiere a "ir al cielo", sino que debe entendersecomo la aceptacin de la regla de Dios o de bienvenida Dios para gobernar.En sntesis, el trmino basilei,a se utiliza con el sentido de reino, reinar, gobernar, regir, dominar,territorio gobernado por un rey, Louw-Nida, Greek-English Lexicon of the New Testament Based on

    Semantic Domains, Edit. J. P. Louw and E. A. Nida, Nueva York, The United Bible Societies, 1988; ViaBible Works 7.0. Cf. tambin Friberg, basilei,a en Analytical Greek Lexicon, Via Bible Works 7.0;Barclay-Newman, basilei,a, en Greek-English Dictionary, Via Bible Works 7.0; Thayer, basilei,a, enGreek-English Lexicon of the New Testament, Via Bible Works 7.0; Bauer-Arndt-Gingrich-Danker,basilei,a, en Greek NT Lexicon, Via Bible Works 7.0.La llegada del Reino de Dios es un elemento esencial en el NT. Las expresiones reino de Dios que seencuentran en Marcos y Lucas y reino de los cielos [basilei,a tw/n ouvranw/n] que aparece en Mateo aunque la primera expresin se encuentra cuatro veces tambin en Mateose utilizan ochenta y siete veces enlos Evangelios. Su importancia se pone de relieve, no slo por la frecuencia con que aparecen sino tambin

    por su presencia en pasajes claves como las Bienaventuranzas, el Padrenuestro, la ltima cena y en parbolas

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    Venga tu reino es un deseo que la salvacin que va a ser cumplida en el futuro sea laverdad ahora en las vidas personales de los discpulos. Es una peticin que el reino futurosea la verdad ahora adentro de la experiencia de los discpulos quienes son sometidos aldominio de Dios en sus vidas.27

    Por otro lado, Ulrich Luz agrega interesantemente que la peticin del Padrenuestro originario formael ncleo de la interpretacin escatolgica del Pater Noster. Esta interpretacin es indiscutible en lapeticin Venga tu Reino. De hecho, en las oraciones judas se implora a menudo la venida del reinode Dios e incluso sorprende la frecuencia con que ese reino futuro es objeto de peticin en losrabinos, que suelen considerar ms la dimensin presente del reinado de Dios. 28 Carson resume laidea de Venga tu reino diciendo que

    Orar Venga tu reino es, por tanto, pedir simultneamente que el gobierno real ysalvador de Dios se extienda ahora mientras el pueblo se doblega ante l en su misin ysaborea desde ahora la bendicin escatolgica de la salvacin, y clamar por laconsumacin del Reino.29

    de importancia trascendental, K. L. Schmidt, basilei,a, enDiccionario Teolgico del Nuevo Testamento,p. 104. Ladd agrega que reino de los cielos es una expresin semtica en la que el cielo sustituye el nombredivino. Este trmino aparece treinta y cuatro veces en Mateo, George Eldon Ladd, El Reino de los cielos, enTeologa del Nuevo Testamento, Barcelona, Editorial CLIE, 2002, p. 95. Cf. Robert H. Stein, Una nueva era:El reino ha llegado, en Jess, el Mesas. Un estudio de la vida de Cristo, trad. Pedro Gmez, Barcelona,Editorial CLIE, 2006, p. 151. Segn Klappert, el concepto de Reino de Dios es un concepto central slodentro de la tradicin sinptica, Klappert, Reino, enDiccionario Teolgico del Nuevo Testamento, p. 75.27Daniel Steffen, El Sermn del Monte, p. 38.28 Ulrich Luz,El Evangelio segn San Mateo: 476. El paralelismo ms importante respecto al Padrenuestro esla oracin aramea del Qaddish, que se recitaba al final de la alocucin en el culto de la sinagoga. No consta supoca de origen, pero muchos investigadores lo sitan antes del ao 70 d.C. por la afinidad con la liturgia deltemplo y la falta de cualquier referencia a la destruccin del templo. Su comienzo es paralelo a las dos

    primeras peticiones del Padrenuestro. Sea enaltecido, engrandecido y santificado su gran nombre en elmundo, que l cre conforme a su voluntad El haga domar su realeza en vuestra Vida y en vuestros das y en

    la Vida de toda la casa de Israel, pronto y prximamente . Cf. D. A. Carson, Comentario bblico delExpositor, Mateo, p. 170.El Evangelio no es otra cosa que el establecimiento del reino esperado. El preludio lo tiene el Bautista:Arrepentos, porque el reino de los cielos lleg ose acerca (Mt 3:2). Pero en el hay dos grupos de textossobre el tiempo en que se establecer este reino. Unos lo ponen como un hecho ya presente: El reino de Diosest en medio de vosotros (Lc 17:20.21; 11:20); otros, como una realidadfutura (Mt 4:17; 10:7; Lc 22.18; Mc9:1; 11:10). Esta divergencia tiene una armonizacin perfecta en la persona de Jesucristo. En diversos

    pasajes evanglicos se identifica el reino con la persona misma de Jesucristo. En la entrada mesinica enJerusaln las multitudes le aclaman con un paralelismo, en el relato de Mc, manifiestamente sinnimo:Bendito el que viene en el nombre del Seor! Bendito el reino que viene de David, nuestro padre! (Mc11:9.10). Otros pasajes, en cambio, aunque vienen a identificar el reinado con la persona o la presencia de lamisma en determinados acontecimientos, le dan una proyeccin ms distante por buscar, en realidad, unaEpifana que haga ver la realidad del reino instaurado, aunque no sea ella el momento mismo constitutivo.

    Hay algunos que no morirn hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su reino (Mt 16:28; Mc9:1; Mt 26:64), Manuel de Tuya, Mateo, Biblia Comentada, p. 138-139. Cf. Wolfang Trilling, ElEvangelio segn San Mateo, trad. J. M. Querol, Barcelona, Editorial Herder, 1968, p. 147.29 D. A. Carson, Comentario bblico del Expositor, Mateo: 192.Solamente algn que otro autor propone la posibilidad de que tenga un sentido escatolgico final. Se pediraen ella que el Reino llegase a su plena consumacin (cf. 1 Cor 15:28). Ah se tendra por fondo la inminenciade la parusa. Pero en Mt-Lc ya se est desescatologizando esta tensin primitiva. Al pedirse la plenarealizacin del reino, se pedira implcitamente por el advenimiento progresivo del mismo en extensingeogrfica y penetracin espiritual en la fase presente. sta es la interpretacin de la mayor parte de losPadres latinos. Los Padres griegos le dan el valor, en su consignacin evanglica, de una mayor progresin

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    En la peticin Venga a nosotros tu reino uno se encuentra el corazn mismo del Padrenuestro. A lavez uno se confronta con la intencin ltima de Jess, ya que el anuncio del reinado de Diosconstituye el quicio de su mensaje y el mvil de su actuar. Para aprender bien el significado de estasplica que irrumpe desde los abismos ms profundos de la angustia y de la esperanza esnecesario que se empiece a ahondar desde lejos. Solo as se ver su radicalidad y novedad. 30 Sinduda, esta oracin era por la venida del reino futuro, pero los discpulos ya pertenecen a la salvacin

    del reino futuro en aspectos presentes. Ellos desean que el reino presente sea cumplido en toda latierra en el futuro.

    Tercera Peticin

    La tercera peticin Hgase tu voluntad plantea problemas similares. Se refiere la peticin a laaccin del hombre [hgase tu voluntad porlos hombres]? O se refiere a la accin de Dios [haz tuvoluntad en los hombres]? Un caso especial de la ltima posibilidad es la interpretacinescatolgica segn la cual Dios impondr su voluntad en el sjaton. Una vez ms, estainterpretacin escatolgica no corresponde al sentido de los paralelos judos ni se infiere del texto.La proposicin siguiente as en la tierra como en el cielo pone el nfasis en la primera parte: ascomo se cumple la voluntad de Dios en el cielo, que se cumpla tambin en la tierra. El texto de Mt6:33, donde el evangelista aade al reino de Dios el trmino dikaiosu,nh, constituye una referenciaa la idea mateana. Aspirad al reino de Dios practicando la justicia acorde con l! Ms importantean es la escena de Getseman en Mt 26:42: cuando Jess pide cmplase tu voluntad, no pide soloque Dios haga lo que l quiere, sino que pide a la vez la fuerza necesaria para avenirse activamentea esa voluntad.31

    Cuarta Peticin

    to.n a;rton hmw/n to.n evpiou,sion32 do.j33 hmi/n sh,meron\El pan nuestro de cada da, dnoslo hoy.La frase "de cada da" traduce evpiou,sion. La palabra viene de la fraseevpi. th.n ouvsan hme,ran, que

    de actualizacin en extensin y en los espritus. Esta ltima es preferible, cf. Manuel de Tuya, Mateo,Biblia Comentada, p. 140.30 Leonardo Boff,El Padrenuestro, p. 73.31 Ulrich Luz, El Evangelio segn San Mateo, p. 482. Cf. Manuel de Tuya, Mateo, Biblia Comentada, p.141; Daniel Steffen, El Sermn del Monte, p. 38; D. A. Carson, Comentario bblico del Expositor, Mateo,

    p. 192.32 La mejor explicacin deevpiou,sioj consiste en suponer que hay una sustantivacin de evpi. th.n ou=san(inserteh`me,ran); con el siguiente significado: (determinado) para cada da, cf. F. Blass y Debrunner, AGreek Grammar of the New Testament, 123.El sentido depende de la etimologa que se le asigne a la expresin. El adjetivoevpiou,sioj es traducido por laVulgata supersubstantialis en Mt y por cotidianus en Lc, y por necesario o permanente en las antiguasversiones siracas. Fuera del empleo evanglico, se conoce un ejemplo encontrado en un papiro de El Fayum

    (Egipto), en donde se da una lista de cosas pertenecientes a la comida; y otro en una inscripcin griega. Paraeste adjetivo se propone una triple etimologa. 1) El pan, alimento del da de maana, del da siguiente. Asaparece en un papiro egipcio y en una inscripcin griega. Admitida esta etimologa, el sentido de la peticinsera: El pan nuestro del (da) que sobreviene, es decir, de maana, del futuro prximo, dnoslo hoy. Es lainterpretacin de alguna versin antigua, v.gr., bohirica. San Jernimo dice que en el Evangelio segn losHebreos se lee:Dadnos hoy nuestro pan de maana. Otros le dan una mayor amplitud, v.gr., el del futuro, detodo el tiempo que yo viva (San Atanasio, San Cirilo A., Haussleiter). La etimologa es correcta. Pero en elmismo captulo 6 de Mt dice Cristo: No os inquietis, pues, por el maana (Mt 6:34). Parecera, pues, unadeshomogeneidad, por lo menos literaria, entre esta etimologa y este pasaje, cf. Manuel de Tuya, Mateo,Biblia Comentada, p. 142.

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    quiere decirdeterminado para el da que est. Elpan representa las necesidades bsicas de sostenerla vida fsica.34

    Quinta Peticin

    kai. a;fej hmi/n ta. ovfeilh,mata hmw/n( wj35 kai. hmei/j36 avfh,kamen toi/j ovfeile,taij hmw/n\Yperdnanos nuestras deudas, porque tambin nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.Deudas son pecados en arameo.37 La Reina-Valera 1960 traduce como tambin nosotrosperdonamos a nuestros deudores. Pero, la palabraperdonamos no determina si la accin es presenteo pasado. El verbo esavfh,kamen, aoristo activo indicativo primera persona del plural deavfi,hmi. Lapeticin de perdn sigue despus del perdn de las deudas de otros contra la persona que ora. Hayperdn de los pecados diarios de los discpulos cuando ellos perdonan a otros. La razn es que elperdn a otros es el resultado del arrepentimiento de los propios pecados. Si entendemosverdaderamente nuestra propia situacin pecaminosa, estamos dispuestos perdonar a otros.

    Sexta peticin

    kai. mh. eivsene,gkh|j h`ma/j eivj peirasmo,n( avlla. ru/sai h`ma/j avpo. tou/ ponhrou/,38

    Y no nos metasen tentacin, mas lbranos del Malo.39 La peticin es que Dios no permita que se sea tentado porSatans. La oracin expresa confianza en Dios para librar a los discpulos de las tentaciones del mal[tou/ ponhrou/]. La formulacin griega tou/ ponhrou/ puede ser traducida del Malo en referencia aSatans (4:1-11). La palabra es un adjetivo articular genitivo; pero puede ser neutro ( el mal) omasculino (el Malo).

    33 Lucas usa el presente de imperativo di,dou (11:3), mientras que Mateo usa el aoristo do,j porque agregash,meron: danos hoy, cf. C. F. D. Moule, An Idiom Book of New Testament Greek, Nueva York, CambridgeUniversity Press, 1959, p. 135.34 Martn Lutero, en Daniel Steffen, El Sermn del Monte, p 39.

    35 wj tiene un sentido causal: como, o porque, F. Blass y Debrunner, A Greek Grammar of the NewTestament, 453. Cf. A. T. Robertson,A Grammar of New Testament Greek, p. 963.36 El pronombreh`mei/jtiene aqu un hincapi definido, N. Turner, A Grammar of New Testament Greek, p.37.37Daniel Steffen, El Sermn del Monte, p. 39.38 Solo en Mateo figura la peticin sino lbranos del mal/Malo, que sita la peticin acerca de la tentacinentre las restantes peticiones en primera persona de plural. Guarda paralelismo con la peticin anterior, laampla subrayando la realidad del poder del mal que subyace en la tentacin y pide la liberacin de l. Se hadiscutido desde antiguo si la expresin ponhrou/ debe entenderse en esta peticin final en masculino o enneutro. La mayora de los textos mateanos y neotestamentarios, el paralelismo con la peticin relativa a latentacin y las presuntas interpretaciones ms antiguas de la peticin en 2 Tim 4:18 y Did 10:5, al igual quelos paralelos judosen el judasmo la palabra el Malo no aparece como designacin de Satans, sugieren unsignificado neutro. Los textos judos sugieren a su vez experiencias cotidianas: enfermedad, tribulacin, malas

    personas, la mala pasin. La peticin final mateana incluye as una intensificacin y generalizacin de lapeticin relativa a la tentacin y redondea el Padrenuestro con un enunciado positivo, Ulrich Luz, ElEvangelio segn San Mateo, p. 490.39Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amn (v. 13) es una expresin deadoracin, o doxologa, con que termina la oracin. Las palabras vienen de 1 Cro 29:11-13, pero no estn enlos mejores manuscritos griegos de Mateo; cf. Daniel Steffen, El Sermn del Monte, p. 39; A. T. Robertson,A Grammar of New Testament Greek, p. 653; James Bartley,Mateo, El Paso, Editorial Mundo Hispano, 1993,p. 105.Por su ausencia en los manuscritos ms antiguos, la doxologa se omite en muchas de las versionesrecientes. Nuestra versin lo incluye, pero entre corchetes. Una forma abreviada de la doxologa aparecitemprano en el segundo siglo en laDidaj.

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    Sitz im Leben del Pater Noster

    La oracin del cristiano debe ser genuina y con la actitud correcta, sin repeticiones vanas ni alardepblico para recibir respuesta. Jess presenta un modelo que contiene peticin, confesin yalabanza. El Pater Noster es por excelencia la expresin ms distintiva de un modelo a seguir hoy

    para la liturgia y la mstica del reino de Dios.La oracin modelo en Mt 6:9-13 es uno de los pasajes ms conocidos y ms citados del NT. Lucasindica que Jess entreg esta oracin modelo a los discpulos cuando ellos le pidieron Seor,ensanos a orar, como tambin Juan ense a sus discpulos (Lc 11:1). Jess destaca sieteelementos necesarios en la oracin, los cuales tienen una relacin directa con el reino de Dios:confianza, reverencia, sometimiento, dependencia, perdn, humildad y adoracin. Es apropiado usaresta oracin ocasionalmente en los cultos pblicos y privados. Por otro lado, el hecho de repetirtantas veces al da el Padrenuestro, en forma mecnica, pensando que tal prctica es meritoria, esentender mal la intencin de Jess. El puso un ejemplo de cmo debemos orar. La notable sencillezde la oracin modelo est en agudo contraste con la palabrera de los incrdulos (v. 7).

    Cuando se ha tomado tiempo y nos hemos molestado en orientarnos hacia Dios y acordarnos cmo

    es Dios, nuestro Padre poderoso, amante y personal, entonces el contenido de nuestras oracionesser afectado radicalmente en dos sentidos. Primero, se le dar prioridad a los intereses de Dios....(Tu nombre, tu reino, tu voluntad). En segundo lugar, nuestras propias necesidades, aunquerelegadas a segundo plano, sern aun completamente confiadas a l (Dnoslo..., perdnanos...,lbranos). Cualquiera sabe que la oracin del Seor en estas dos partes est interesada primero enla gloria de Dios y luego en las necesidades del hombre. Por lo tanto, para Amrica Latina esta guaresulta un excelente paradigma doxolgico y teolgico en el peregrinaje de la fe.