El partido Acción Nacional y la democracia cristiana ...
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INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY ESCUELA DE GRADUADOS EN ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y POLÍTICA PÚBLICA, CAMPUS CIUDAD DE MÉXICO El Partido Acción Nacional y la Democracia Cristiana Europea: hacia una comparación histórica Fernando Núñez de la Garza Evia Proyecto de Investigación Aplicada Maestría en Estudios Internacionales Asesor Dr. Gustavo López Montiel TECNOl.ÓQco DE MONTERREY Julio de 2010 Biblioteca Campus Cft~ de Mllhb,
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INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY
ESCUELA DE GRADUADOS EN ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y POLÍTICA PÚBLICA, CAMPUS CIUDAD DE MÉXICO
El Partido Acción Nacional y la Democracia Cristiana Europea:
hacia una comparación histórica
Fernando Núñez de la Garza Evia
Proyecto de Investigación Aplicada
Maestría en Estudios Internacionales
Asesor Dr. Gustavo López Montiel TECNOl.ÓQco DE MONTERREY
Julio de 2010
Biblioteca Campus Cft~ de Mllhb,
Índice
Resumen .................................................................................................. 4
Introducción ............................................................................................. 5
Marco teórico ............................................................................................ 8
Marco metodológico .................................................................................... 9
Capítulo I
Historia del Partido Acción Nacional (PAN)
Antecedentes del Partido Acción Nacional (PAN) ....................................... I O
El Partido Acción Nacional en la oposición ............................................... I 5
Los primeros años bajo su fundador (1939 - 1949) .............................. 15
Años en el anonimato (1959- 1962) .............................................. 20
Años de cambio decisorios (1962 - 1982) ....................................... 24
Los primeros éxitos (I 982 - 2000) ................................................ 36
El encuentro definitivo del Partido Acción Nacional con el poder 2000 -
?) ................................................................................................ 45
Capítulo 11
Historia de la Democracia Cristiana Europea
Antecedentes y nacimiento de la Democracia Cristiana Europea ( 1820 - I 880) .... 50
Modernización de la Democracia Cristiana Europea (1880- 1950) .................. 54
La Democracia Cristiana Europea en algunos países de Europa occidental.. ........ 59
Ale1nania .......................................... ,- .................................... 59
Francia ................................................................................. 61
Holanda ................................................................................ 63
Capítulo 111
Similitudes y diferencias entre el Partido Acción Nacional y la Democracia Cristiana
Europea ................................................................................................. 64
2
Conclusiones ........................................................................................... 73
Bibliografía ............................................................................................. 79
3
Resumen
El Partido Acción Nacional se funda en el año de 1939 como consecuencia de una serie de
acontecimientos que sucedieron en la vida del país en aquellos años. La búsqueda de
respuestas al problema agrario, la educación, las libertades políticas, la institucionalización
de la vida nacional y la democratización del país son algunos de los temas que finalmente
impulsan la creación de Acción Nacional.
En las primeras décadas de vida partidista se hicieron patentes dos corrientes antagónicas:
aquellos que veían al partido como una plataforma para la conquista del poder, más
liberales y seculares y temiendo una imposición de la doctrina sobre la manera práctica de
resolver los grandes problemas nacionales (llamados participacionistas y representados por
la figura de Manuel Gómez Morín); y aquellos que se identificaban con la doctrina social
de la Iglesia católica, desconfiaban del poder y veían al partido como una plataforma para
educar a la población en las doctrinas sociales católicas (también llamados abstencionistas
y representados por la figura de Efraín González Luna).
En la década de los ochentas la coyuntura nacional existente favorece al partido y éste
comienza a transformarse en un actor político de relevancia nacional. Especialmente, la
llegada de los neopanistas a las filas del partido es uno de los factores más relevantes en la
vida partidista de aquellos tiempos.
La llegada del PAN al poder ejecutivo en el año 2000 ha hecho que se ponga de manifiesto
la dificil relación de éste con la presidencia de la República. Igualmente, los grandes
ánimos que se tenían entre la población por la llegada del "cambio" se han visto traducidos
en importantes descontentos.
La democracia cristiana en Europa surge durante la segunda mitad del siglo XIX como una
reacción a las políticas liberales, la democratización y los ataques anticlericales. A pesar de
que en sus etapas iniciales el movimiento fue instigado por la Iglesia católica, éste se sale
de sus manos para institucionalizarse en partidos políticos. La historia de cada partido
pol_ítico demócrata - cristiano dependerá de las circunstancias específicas de cada país
europeo.
Por último, las similitudes y diferencias entre Acción Nacional y sus pares demócrata -
cristianos europeos son diversas, a pesar de la diferencia en los tiempos de fundación de los
respectivos partidos y las diferencias culturales.
4
Introducción
El tema del presente trabajo es la historia del Partido Acción Nacional (PAN), de la
democracia cristiana europea y una comparación entre ambas, es decir, la búsqueda de
posibles similitudes y diferencias entre ellas. Esto debido a que Acción Nacional pertenece
a la misma familia a la cual perteneces diversos partidos políticos europeos de gran
relevancia: la democracia cristiana.
Los fundación del PAN y de los partidos demócrata - cristianos europeos surgen con varias
décadas de diferencia. El primero de ellos a mediados del siglo XX, mientras que los
segundos a partir de la segunda mitad del siglo XIX. De la misma manera, en sus orígenes
el PAN no fue concebido como un partido confesional, es decir, ligado a los intereses de la
Iglesia católica y de la comunidad católica en general; asimismo, su entrada a la
democracia cristiana internacional se da hasta finales del siglo XX. Por el contrario, los
partidos demócrata - cristianos europeos surgen como partidos políticos confesionales y su
pertenencia a la Internacional Demócrata de Centro (antes de 1999 se llamaba Internacional
Demócrata Cristiana) tiene ya varias décadas. Por esto, se podría pensar que el partido
político mexicano y los partidos demócrata - cristianos europeos poco o nada tienen en
común en términos históricos. Sin embargo, la historia de ambos, a pesar de encontrarse
décadas de tiempo separadas, tiene importantes similitudes y no muchas diferencias -lo
mismo con su ideología, aunque ese tema no se tratará en el presente trabajo-. El factor
católico que prontamente empezó a envolver al partido político mexicano de manera lenta
pero segura y por diversas circunstancias, a pesar de ir en contra de los deseos de su
fundador, hace que la historia de Acción Nacional empiece a calcarse, en alguna medida
importante, a aquella ya trazada por los partidos políticos demócrata - cristianos europeos.
Por ello no resulta raro ni incongruente, tomando en cuenta su historia e ideología, que el
Partido Acción Nacional haya arribado a su encuentro inevitable: su filiación y afiliación
con la Internacional Demócrata de Centro.
En el primer capítulo _se analizará la historia de Acción Nacional. En el primer apartado se
hablará de los antecedentes que llevaron a la fundación del partido, específicamente de
aquellos relacionados con su fundador, Manuel Gómez Morín. El segundo apartado, el que
se encuentra mayormente desglosado, tratará acerca de la vida del partido durante lo que
fueron los más duros años para éste. El éxito que había tenido el Partido Revolucionario
5
Institucional (PRI) y lo cerrado del sistema político mexicano -prop10 de un sistema
autoritario- hicieron que el partido se debatiera entre qué camino tomar: la activa oposición
o el adormecimiento. Es hasta mediados de los sesenta y, más aún mediados de los ochenta,
cuando por una mezcla de factores internos y externos al partido comienza finalmente la
marcha decisiva por la conquista del poder. En el tercer apartado se hablará de lo que ha
representado para Acción Nacional su llegada definitiva al poder, es decir, la conquista de
la silla presidencial. Aún así, factores como la incapacidad del partido por darle rumbo al
país, los enormes problemas con los que se venían arrastrando desde décadas atrás, aunado
a el lento proceso en la toma de decisiones que muchas veces representa la democracia, ha
provocado entre la población una decepción importante con la vida política nacional y
específicamente con el partido que la representa con mayor claridad debido a su cargo en el
poder ejecutivo federal, es decir, el Partido Acción Nacional.
En el segundo capítulo, se tratará la historia de la democracia cristiana europea, aunque con
mayor brevedad que aquella de Acción Nacional. En el primer apartado, se hablará de los
antecedentes que hicieron que surgiera este movimiento de amplias proporciones. Las
políticas liberales puestas en acción, al igual que los ataques anticlericales, hicieron que la
Iglesia católica optara por una estrategia muy bien pensada para movilizar a amplios
sectores de la población -los católicos- para defender los intereses de ésta. Aún así, se verá
que la intención del Vaticano nunca fue que dichos movimientos se formalizaran en
partidos políticos, lo cual tendría serias repercusiones tanto para la política como para la
Iglesia católica. En el segundo apartado se verá cómo es que los movimientos demócrata -
cristianos, ya institucionalizados en partidos políticos, se modernizaron en términos
políticos e ideológicos, ya que la dificil relación con el poder de la Iglesia católica, aunado
a su imagen de lo que efectivamente habían sido y muchas veces seguían siendo, partidos
confesionales, traía consigo un apoyo, aunque un rechazo también, seguro. En el tercer
apartado, se analizará concretamente la historia de la democracia cristiana en tres países
europeos. La selección de éstos se hizo _en base a que los tres ejemplos representan diversas
circunstancias y caminos tomados por este movimiento. Alemania, un país donde el
movimiento ha tenido peculiar éxito; Holanda, una nación con una mayoría calvinista; y
Francia, un país donde hasta el presente no se encuentra ningún partido político importante
representativo de este movimiento.
6
Por último, y a la luz del conocimiento de la historia del Partido Acción Nacional y de la
democracia cristiana europea, el tercer capítulo contiene la comparación entre ambos
movimientos. Primeramente se analizarán las similitudes entre éstos y posteriormente sus
diferencias. Es importante notar que la comparación se hará con la democracia cristiana
europea en términos generales, y no con algún partido político europeo de esta índole en
especial.
Con el presente estudio se tiene como objetivo entender meJor aún la historia y las
dinámicas políticas internas que se han suscitado a lo largo de las más de siete décadas de
vida del Partido Acción Nacional, esto a la luz de una comparación histórica con sus
similares europeos. Entender que el partido político mexicano no es único en términos
históricos e ideológicos; comprender que muchos de sus errores en el pasado también
fueron cometidos por sus pares europeos; y por lo tanto, saber que existen serias
posibilidades de que este fundamental actor político de la vida nacional aprenda de sus
errores y de aquellos cometidos con anterioridad por sus similares europeos, es el objetivo
fundamental de este trabajo, siempre teniendo en cuenta la intención de beneficiar a
México, fin mismo por el cual fue creado el Partido Acción Nacional.
7
Marco Teórico
El estado pasado y presente de la derecha política mexicana sería dificil de comprender sin
la comparación de ésta con una de sus similares en alguna parte del mundo. Es por ello que
se ha requerido a lo que en las ciencias sociales se ha llamado "estudios comparativos". De
manera general, el objetivo principal de orientación comparativista ha sido el de establecer
regularidades en los acontecimientos políticos de la humanidad y elaborar proposiciones
teóricas empíricamente refutables capaces de relacionar y explicar esas regularidades1•
Debido a la naturaleza del presente trabajo de analizar ciertos fenómenos políticos en un
relativo corto tiempo, se ha requerido del sub - tipo de orientación comparativista
denominado "estudio de desarrollo de caso" o "developmental -- case - study". Este tipo de
orientación comparativista tiene un especial énfasis en una única unidad y en una
dimensión temporal de alcance medio. 2 Así, tenemos que nuestra única unidad de análisis
serán los partidos políticos. En cuanto a la dimensión temporal de alcance medio, se ha
mantenido que esta requiere de "una perspectiva temporal no más amplia que un arco de
vida de alrededor de 60 años" (Thrupp 1970, 346)3, con lo que tenemos que el análisis tanto
del Partido Acción Nacional como de la democracia cristiana europea se encuentra en esos
parámetros de tiempo.
Por ello, el análisis comparativo entre el Partido Acción Nacional (PAN) y la democracia
cristiana europea se ha hecho en base a los estudios comparativos de las ciencias sociales y,
más específicamente, conforme al estudio de desarrollo de caso, debido a que las
características del trabajo cumplen con los requisitos demandados por este tipo y sub - tipo
de marcos teóricos.
1 Bartolini (2002, p. 114). 2 Ibid. (p.117). 3 lbid.
8
Marco Metodológico
La investigación llevada a cabo se basa principalmente en dos fuentes: aquellas principales,
entre las que se pueden contar cartas, memorias y discursos hechos por las propias personas
de las cuales habla el trabajo; y aquellas secundarias, como trabajos de investigación
altamente documentados.
Las fuentes del partido Acción Nacional no son abundantes. Debido a que se ha convertido
hasta en tiempos recientes en un actor importante en la vida nacional, es hasta estos años
que los académicos y periodistas han volcado su mirada hacia el PAN. Aún así, ya se
cuenta en la actualidad con diversas fuentes de información acerca del partido. Diversos
investigadores mexicanos de alto renombre han dedicado una parte importante de su tiempo
a indagar acerca del partido político mexicano. Igualmente, encontrar información acerca
de la democracia cristiana europea no fue fácil. A pesar de que se pudiese pensar que las
fuentes de información se encuentran al alcance de todos en estos tiempos de globalización,
no fue el caso con los partidos demócrata - cristianos europeos. La investigación mexicana
y latinoamericana se ha concentrado en la democracia cristiana latinoamericana, como era
de esperarse, y muchos de los libros de investigadores europeos se encuentran en sus
respectivos idiomas nacionales y no en inglés.
En el presente trabajo se hablará primeramente de la historia del Partido Acción Nacional.
Posteriormente se pasará a analizar la historia de la democracia cristiana europea para
finalmente embarcarnos, una vez que el lector tengo las nociones de lo que es la historia de
ambos movimientos, hacia el fin último de la investigación: una comparación de la historia
de ambos movimientos a través de una división en similitudes y diferencias.
9
Capítulo I
Historia del Partido Acción Nacional (PAN)
Antecedentes del Partido Acción Nacional
El Partido Acción Nacional se funda en el año de 1939. Aún así, para comprender su
llegada a la vida política mexicana es importante remontarnos, al menos, algunos años atrás
para poder analizar las coyunturas nacionales e internacionales que se suscitaron y que
traerían consigo la decisión por parte de un pequeño grupo de ciudadanos de fundar un
partido político nacional. Especialmente, es importante examinar lo sucedido con el hombre
considerado por Acción Nacional como su principal fundador: Manuel Gómez Morín.
Los años anteriores a la fundación del partido fueron años muy turbulentos para el país. La
Revolución Mexicana, iniciada a finales de 191 O, trajo consigo cambios bruscos para la
sociedad mexicana que iban desde la caída de la dictadura del general Porfirio Díaz,
pasando por un intento de democratización en el país, hasta el conflicto entre una variedad
de grupos armados que dejaría un saldo de entre un millón y millón y medio de muertos
hacia finales de 1920, muchos de ellos víctimas de hambre y sed como consecuencia del
conflicto armado. Con ello, vemos el surgimiento de una generación de mexicanos de
carácter duro y agresivo, generalmente representada por los militares que habían combatido
en los campos de batalla de la revolución, muchos de ellos tomados políticos; pero también
vemos el surgimiento de una generación de hombres altamente cultos e inteligentes, con
ideas nuevas para poner en práctica en la rural sociedad mexicana. Estos hombres estarían
representados por el llamado "grupo de los siete sabios" -llamado así debido a que
recordaban al grupo de los siete sabios de la antigua Grecia- conformado por Teófilo Olea y
Leyva, Vicente Lombardo Toledano, Antonio Castro Leal, Alfonso Caso, Jesús Moreno
Baca, Alberto Vázquez del Mercado y Manuel Gómez Morín.
Manuel Gómez Morín nació en Batopilas, Chihuahua, en 1897 en una familia mexicana de
clase media. En 1913 se estableció en la ciudad de México, donde ingresó a la Escuela
Nacional Preparatoria y en 1915 a la Escuela de Jurisprudencia para estudiar la carrera de
derecho. En el afio de 1919 ingresó al servicio público como secretario particular del
ministro de Hacienda, Salvador Alvarado, durante el gobierno de Venustiano Carranza.
Llegaría a ser oficial mayor y subsecretario de esa misma secretaría, así como director de la
Escuela Nacional de Jurisprudencia. Formó parte de la comisión que elaboró la ley
10
constitutiva y los estatutos del Banco de México.4 Al llegar Calles al poder en el año de
1924, Gómez Morín colaboró con el secretario de Hacienda, Alb{:rto Pani, en la elaboración
de varias leyes, entre las que destacan la Ley General de Instituciones de Crédito y
Establecimientos Bancarios, la que creó el Banco Nacional de Crédito Agrícola y, sobre
todo, la del Banco de México, siendo nombrado primer presidente del Consejo de
Administración.5 Como podemos ver, el ascenso del futuro fundador de Acción Nacional se
dio por medio de puestos en el gobierno federal en los que se requerían un alto grado de
preparación y especialización. Aún así, Gómez Morín no pudo evitar enfrentarse con los
enormes problemas que vivía el país y con mucha de la gente que la revolución mexicana
había engendrado. Muchos de sus deseos y frustraciones los plasmo en un libro escrito por
él en el año de 1927 titulado 1915, en el que, por una parte, hace la loa de los ideales de la
Revolución, aunque por la otra expone la necesidad de acudir a la "Técnica" para, sobre
bases empíricas, organizar la actividad gubernamental. 6
En el libro, Gómez Morín se refirió a la "obscuridad intelectual y desorientación política"
que reinaban en el gobierno, al igual que al "terrible desenfreno y la grave corrupción
moral", debido a que se consideraba reaccionario todo intento de lógica y racionalización.
Así, escribía, había que "organizar una ideología de la vida mexicana y de sus problemas,
pero sin mitificaciones de oratoria y que resuelva en la acción, no en la literatura, las graves
contradicciones que se están viviendo".7 Con esto, vemos a través de los años a un Gómez
Morín pujante, formando parte en la cimentación de las nuevas instituciones nacionales a
través de importantes cargos en diversas administraciones federales y participando en la
creación de serias leyes, a un Gómez Morín que empezaba a ver la consolidación en el
poder de un pequeño grupo de hombres -todos militares- como una desviación de muchos
de los principios por los cuales se había iniciado la revolución mexicana.
En 1929 se realizan elecciones presidenciales, donde por el Partido Nacional
Revolucionario (PNR) participa Pascual Ortiz Rubio. La candidatura de la oposición la
representó José Vasconcelos, quien ya se había hecho de una importante y prestigiosa
reputación a nivel nacional como rector de la UNAM entre 1920 y 1921, así como
4 Pérez (2007, p. 148 - 150). 5 Arriola (2008, p. 20). 6 Íbid. 7 lbid. (p. 21 ).
11
secretario de educación pública de 1921 a 1924, siendo uno de los muchos hombres que se
habían decepcionado de los rumbos que había tomado la política nacional. Su candidatura
fue una meramente ciudadana y, por ello, sin el respaldo de partido político alguno. Gómez
Morín apoyó la candidatura de Vasconcelos, quien era su amigo y tutor, aunque lo hizo con
poco entusiasmo y con cierta crítica. Dicha crítica iba en el sentido de que lo que necesitaba
el país era salir de la etapa de caudillaje, de los llamados "hombres fuertes", y pasar a ser
un país de instituciones y leyes. Para ello, había que fundar un partido político que les diera
a los candidatos a elección popular una base institucional; la única manera de unificar y dar
continuidad a los esfuerzos de su generación. 8 Vemos aquí la clara inquietud de Gómez
Morín por formar un partido político en el país, una institución, lo cual haría diez años
después.
Específicamente, la propuesta modernizadora de Gómez Morín tiene como antecedente
directo su paso como rector de la Universidad de México en los años 1933 - 1934. En ese
tiempo la Universidad se transformó en un fiel reflejo de las pugnas existentes entre la
derecha y la izquierda, y más particularmente entre algunas de las corrientes radicales al
interior de estas ideologías, representados por acérrimos católicos por una parte y
comunistas por la otra. Como lo llegó a afirmar Juan Landerreche, quien fue uno de los
militantes de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC), este episodio en la vida
del fundador fue el catalizador de su ruptura con el grupo en el poder, pero también le
permitió afinar las ideas que tenía acerca del sentido y significado de la militancia política y
de la importancia que tenían los valores en el sustento de este tipo de compromiso, así
como acerca de las funciones particulares de los partidos políticos.9
Entre los años de 1933 y 1934 se encuentra la disputa por la sucesión presidencial tras
haber ocupado el cargo tres personas en menos de cuatro años, esto debido en gran parte a
la figura existente del "Jefe Máximo de la Revolución", nombre dado al general y ex -
presidente de la República Plutarco Elías Calles. El general Lázaro Cárdenas fue el elegido
para traer estabilidad al país, persona que representaba las tendencias de izquierda del
nuevo régimen en el poder. Las políticas de Cárdenas, entre las que se encontraban la
rápida y extensa repartición de tierras (una de las grandes promesas de la revolución
8 Reynoso (2009, p. 15). 9 Loaeza (1999, p. 125).
12
mexicana, hecha consigna por importantes caudillos revolucionarios, especialmente
Emiliano Zapata) y la implantación de la educación socialista, habrían de ir directamente en
contra de los ideales del futuro fundador de Acción Nacional. En cuanto a la primera
política cardenista, Gómez Morín se consideraba un experto debido a su participación en el
diseño de leyes e instituciones ligadas al crédito agrícola. Su crítica a las políticas agrarias
de la presidencia de Cárdenas consistían en que para el gobierno cardenista bastaba con
repartir tierras, mientras que para Gómez Morín el problema era mucho más complejo y
exigía, entre otras cosas, créditos y capacitación adecuada para los productores. 10 Algunos
años después, diría que la aceleración del reparto de tierras había traído consigo también la
aceleración de las huelgas, debido a que Cárdenas había creído que era "indispensable eso
para hacer la Revolución, sin darse cuenta de que podía haber hecho lo mismo, bien hecho,
sin necesidad de todos esos movimientos de sacudida y destrucción". 11 Expresaría también
que Lázaro Cárdenas "tenía la concepción primaria de que el que tiene la autoridad puede
cambiar por decreto de su voluntad las cosas. Es un sentido mágico de la vida. Creo que esa
es la nota característica de la mentalidad de esas gentes: creen que porque lo declaran en la
ley, o en resoluciones gubernamentales, ya cambian la realidad". 12 Enrique Krauze, en su
libro La Presidencia Imperial: ascenso y caída del sistema político mexicano (1940 -
1996) escribe: "Pero Manuel Gómez Morín pensaba que el mal era más profundo y residía
en el concepto político del ejido. En el fondo de la tutela estaba el control. Con el objeto de
mantener controlada a la población campesina para fines de perpetuación política, el
gobierno negaba al campesino la propiedad de la tierra. En la práctica, los "derechos
ejidales" de los campesinos significaban poco: si legalmente no poseían la tierra que
trabajaban, por razón natural no se animaban a invertir en ella. Quienes en realidad
controlaban la tierra no eran los campesinos sino los comisarios ejidales: traficaban favores
a los campesinos a cambio de apoyo político para el partido en el poder. La otra pinza era el
crédito. Los bancos agrícolas y ejidal no eran bancos: utilizaban el dinero de la tesorería
federal para controlar al campesino por esa vía aunque perdieran anualmente la quinta parte
de sus operaciones. A juicio de Gómez Morín, se necesitaba nada menos que una
revolución moral en el campo mexicano, el arribo de tutores honestos y desinteresados que
10 Reynoso (2009, p. 17). 11 Wilkie ( 1978, p. 48). 12 lbid.
13
aportaran implementos, créditos y enseñanzas prácticas a los campesmos sm restarles
libertad, sin atarlos al carro del PRM."13
Igualmente, la educación socialista era un tema sumamente espmoso debido a que se
considerarían a los socialistas/comunistas como uno de los enemigos acérrimos del futuro
panismo. Este tipo de educación no inició con Lázaro Cárdenas., como muchos creen, sino
en el programa sexenal de gobierno de la presidencia de Abelardo L. Rodríguez y en el
periodo denominado "maximato". En 1933 Plutarco Elías Calles, en su famoso "Grito de
Guadalajara", proclamaba la necesidad del Estado de hacerse cargo de las conciencias
infantiles para que no fuesen "corrompidas por la burguesía" y así, a sus ojos, poder llevar a
cabo los ideales de la revolución. Las reacciones a estas declaraciones no se hicieron
esperar, y mucho del debate en torno a ello se llevó a cabo en la Universidad de México, de
la cual en aquellos tiempos era rector Manuel Gómez Morín. Se podría decir que lo
ocurrido en la Universidad podría representar en un pequeño universo lo ocurrido a lo largo
del país. Una lucha en la que por una parte se encontraba el liberalismo clásico (que
algunos consideraban reaccionario o conservador) y el marxismo. El primero representado
por Manuel Gómez Morín y el segundo por Vicente Lombardo Toledano.
Para presionar a los "liberales" el Estado dejó a la Universidad a su suerte revirtiendo el
decreto de autonomía y cediendo sus edificios mas una pequeña suma a manera de finiquito
y con ello se esperó el desenlace. Gracias a una cohesión interna entre maestros y alumnos,
una inteligente defensa de la libertad de cátedra llevada a cabo principalmente por Antonio
caso, y el liderazgo del rector fue que se lograron salvar el trance y se conquistó para la
UNAM una legitimidad histórica. Los estudiantes y sus maestros se veían a sí mismos
como los verdaderos herederos de la revolución y no a los generales, muchos de ellos
habiendo caído en la corrupción y demagogia. Al igual, se veía a la educación socialista
como una "nueva política clerical", en palabras de Jorge Cuesta14• A final de cuentas, los
estudiantes eran reformistas: podían variar sus ideas acerca de los problemas y soluciones
de! país, pero la autonomía y libertad de cátedra de la Universidad era un punto en el cual
todos convergían.
13 Krauze (1997, p. 63). 14 Krauze, E. ( 1999, agosto). Los Últimos Nihilistas: Una lectura Generacional de la Crisis Universitaria. Recuperado el 10 de febrero de 2010, de http://www.letraslibres.com/index.php?art=5918
14
La trayectoria de Gómez Morín en la administración pública federal, su participación en la
campaña presidencial de su amigo y mentor José Vasconcelos, así como las políticas
públicas puestas en marcha por los gobiernos del PNR -especialmente en lo concerniente a
temas agrícolas y educativos- fueron los principales factores que influyeron en que este
personaje se decidiera a formar un nuevo partido político en el país, un partido de "minorías
excelentes".
El PAN en la oposición
Los primeros años bajo su fundador (1939 - 1940). La pern1anencia de Manuel Gómez
Morín en la presidencia del Partido Acción Nacional ha sido la más larga en los más de
setenta años de vida del partido. Como presidente del partido fungió de diciembre de 1939
a septiembre de 1949, es decir, poco menos de diez años. Al igual, es innegable el papel
que desempeñó Gómez Morín en la supervivencia de Acción Nacional, tomando en cuenta
las difíciles y hostiles circunstancias en las cuales nació el partido, logrando esto por medio
del otorgamiento de amplias y poderosas facultades al presidente del Comité Ejecutivo
Nacional (CEN) panista plasmadas en los estatutos partidistas.
En la dificil coyuntura que vivía el país al cierre de la década de los treinta, Gómez Morín
decidió actuar y construir una nueva alternativa política a través de la fundación de un
partido político. Se podría decir que el panismo nació con tres propósitos vitales: la
formación de un ideario práctico, la construcción de una institución sólida y bien
implantada en el país y la transformación cultural de la política. 15 La falta de ciudadanos en
el país era visto por Gómez Morín como una de las principales causas de muchos de los
males que aquejaban a la sociedad mexicana, y por ello no es raro su objetivo de lograr un
partido ciudadano: " ... entonces pensamos en la necesidad de revisar todo el problema
político de México, porque en la base de ese problema está la falta de ciudadanía: no
habíamos sido formados ciudadanos; no teníamos antecedentes de ciudadanía. Primero, los
años de la Colonia, en los que nos tocaba callar y obedecer, y nada más. Después, a raíz de
la Independencia, empezaron las guerras civiles; luego, la época de la Intervención y las
15 Silva-Herzog, J. (2010, julio). Extraviado. Recuperado el 21 de julio de 2010, de http://www.refonna.com/editoriales/nacional/566/1130754/
15
guerras extranjeras. No tuvimos oportunidad de organizar nuestra democracia ... treinta
años de porfiriato que no creó, y esa fue su culpa mayor, espíritu cívico. Siguió el breve
paréntesis de Madero, como un relámpago. Y después la Revolución y los caudillos
militares. Pensamos que era indispensable reconocer esa realidad y empezar el trabajo
desde la raíz: la formación de conciencia cívica, de una organización cívica. Decidimos,
así, la organización del Partido."16 Por ello no es raro que primeramente haya puesto sus
ojos en los universitarios, los cuales por una parte y debido a su nivel académico se podía
decir que gozaban de conciencia ciudadana, y por el otro muchos de ellos se encontraban
inconformes con las políticas cardenistas y el modelo socialista que imperaba en el poder.
El potencial de estos estudiantes lo había descubierto durante sus actividades como profesor
y rector de la Universidad. Buscó el apoyo de sus antiguos colegas y maestros
universitarios, al igual que el de los profesionistas.
Por el carácter universitario de muchos de los miembros del partido, en sus m1c1os la
organización política fue vista como una de intelectuales que usaban la inteligencia frente a
un poder que todavía olía a pólvora y al que entonces se le reprochaban muchas cuestiones.
Este carácter que se le atribuía al partido era del gusto de su fundador. Para Gómez Morín
la alianza entre el Estado y las clases populares atribuía mucho poder a la masa (la
dictadura de las mayorías) y por ello se había auspiciado la expansión desorbitada del
intervencionismo estatal. 17
La calidad esencialmente elitista del proyecto gomezmonmano es un tanto raro s1 se
considera que la propuesta de formar un partido intebrrado mayoritariamente por
universitarios y profesionistas era casi imposible en un país donde en la década de los
treinta la gran parte de la población mexicana se enc:ontraba en condiciones de
analfabetismo, ni qué decir de los niveles de bachillerato y licenciatura -prácticamente
inexistentes-. Igualmente, es indudable la conformación secular y no confesional del
partido en sus albores. Esto queda de manifiesto en los escritos de Luis Calderón Vega,
quien a pesar de ser un promin~nte líder católico, escribe que durante la Asamblea
Constitutiva del Partido, "el clima de libertad de pensamiento, filosófico, moral y político
que se respiraba en el recinto del PAN quedó definitivamente expresado en la composición
16 Wilkie (1978, p. 55 - 56). 17 Loaeza(]999,p.149-150).
16
de la Comisión redactora de los Principios de Doctrina, en la que formaban los católicos
González Luna, Miguel Estrada Iturbide y Rafael Preciado Hemández, y hombres sin fe en
Dios pero con alta y honrada fe en la Patria y en el hombre, tales como el Ingeniero Agustín
Aragón, último patriarca del positivismo, y el Lic. Gustavo Molina Font". 18
El orgullo del partido, que descansaba enormemente en el hecho de haberse formado de
universitarios, se vería opacado en los años siguientes al ver reducirse en sus filas a los
"técnicos" que tan importantes eran para Gómez Morín. Al igual, el apoyo de la clase
empresarial con la que esperaba contar el fundador del partido no se vio cristalizado. Estos
dos sucesos, que marcaron la paralización e inclusive el rezagamiento del partido en los
años por venir, se deberían a la llegada de los gobiernos de Manuel Ávila Camacho ( 1940 -
1946) y Miguel Alemán Valdés (1946 - 1952). Ambos presidentes reconocieron la
importancia que tenían y deberían de tener los universitarios en la conformación del Estado
mexicano. Esto se hizo más evidente cuando los militares dejaron de ser los titulares del
ejecutivo federal, siendo los civiles quienes tomarían las riendas del poder. Las ambiciosas
metas que se habían planteado los nuevos gobiernos priistas, tales como la industrialización
del país, hacían de los profesionistas algo sumamente valorado y necesitado; asimismo, la
alianza con la clase empresarial era necesaria para llevar a cabo dichas metas. Todo esto
aunado a las perspectivas que representaban para los universitarios trabajar en el naciente
Estado mexicano, así como para los empresarios las nuevas oportunidades de negocios en
las políticas de sustitución de importaciones, en comparación con la dificil lucha que se
preveía en Acción Nacional para logar la conquista del poder,, hacían indudable el traslado
de los profesionistas a las filas del partido y gobierno oficial, así como la alianza de los
empresarios con éste.
Lo anterior traería consigo una importante consecuencia que marcaría la historia de Acción
Nacional durante las siguientes décadas: la necesaria búsqueda por parte de Gómez Morín
de adeptos entre los fervientes católicos mexicanos. Era un movimiento político pragmático
que el fundador del partido vio como necesario _si quería que su organización política
sobreviviese. Era un tanto dificil para Gómez Morín debido a que, aunque siendo éste un
católico y profundo creyente, también creía firmemente en la separación de las esferas
religiosa y política. Su relación con el grupo que provenía de la UNEC (Unión Nacional de
18 Calderón (1967, p. 30)
17
Estudiantes Católicos) fue ambivalente desde un pnnc1p10. Por un lado debido a que
muchos de estos estudiantes habían estado al lado de Gómez Morín durante la defensa de la
autonomía universitaria; por el otro lado, para los miembros de esta organización y otras de
tinte religioso/católico la defensa de la Universidad había sido vista como una ofensiva
católica contra el Estado revolucionario, aunque para el fundador del partido había sido un
verdadero esfuerzo por fortalecer el papel de esa institución y con ello producir gente capaz
que afianzara una base técnica para el desarrollo de la acción. 19 Por ello el nacimiento de
las dos principales corrientes dentro de Acción Nacional: la primera, liberal y secular,
representada por Manuel Gómez Morín; la segunda, conservadora y religiosa, representada
por Efraín González Luna. Éste último, originario de Jalisco, se podría decir que fue el
segundo fundador en importancia dentro del partido. Era un gran conocedor de las doctrinas
humanistas católicas, y fue indudable su huella en la confom1ación de la ideología y de
muchas de las políticas que se siguieron al interior del partido. El ejemplo más
representativo de las políticas que promovieron y por ende diferenciaron a ambas corrientes
se encuentran el dilema que históricamente enfrentó el partido, esto es, entre participar -
participacionistas- y no participar -abstencionistas-: los primeros perteneciendo a la
corriente de Gómez Morín y los segundos a la de González Luna.
En el año de 1940 se celebraron elecciones a la presidencia de la República y otros puestos
de elección popular. Debido a los diversos problemas con los cuales había que tenido lidiar
el general y presidente Lázaro Cárdenas al interior de su partido y con las clases medias y
acaudaladas del país como consecuencia de sus políticas públicas, nombró para su sucesor
al general Manuel Á vila Camacho, el cual era considerado como un candidato con
inclinaciones moderadas. El problema para las primeras elecciones en las cuales
participaría Acción Nacional no provino, como se podría esperar, del régimen oficial, sino
de una candidatura independiente: la del general Juan Andrew Almazán. Esta figura era
altamente popular con muchos sectores de la población urbana, de clase media y
profesionista, al igual que populares y empresariales. Según Luis .Calderón Vega, al llegar
el general Almazán a la ciudad de México para el cierre de su campaña, tuvo la recepción
popular más grande de la historia política, después de Madero y hasta entonces.20 El camino
19 Loaeza (1999, p. 154 - 155). 2° Calderón (1967, p. 21).
18
que tomó el partido fue la de aliarse de forma condicionada con el general Almazán para
que la oposición del país llegase unida a las elecciones. El carácter de realismo político que
Gómez Morín le quería imprimir a su partido desde el principio, por medio de su alianza
con el general Almazán, queda plasmado al afirmar que " ... muchos proponían que el
Partido no tomara en esos momentos ninguna decisión sobre candidato; pero entonces no
habría sido un partido; habría nacido como una academia más, c:omo un centro de estudios
sociales y políticos; una cosa que no era lo que nosotros queríamos. Nosotros
considerábamos esencial crear un partido político actuante."21 La gran popularidad de
Almazán sería tomada como un repudio a las políticas cardenistas de la época. Finalmente
ganaría el candidato del partido oficial, el general Manuel Ávila Camacho, aunque una
fuerte cantidad de fuentes de la época y presentes afirman que hubo fraude electoral.
Como se había comentado al principio, Gómez Morín gozó de un amplio poder al interior
del partido no solamente por su calidad de fundador y el prestigio que habían adquirido
durante los años previos de servicio al Estado mexicano, sino también por las amplias
facultades que le otorgaba y otorga el reglamento del partido al presidente de éste. En los
estatutos, el capítulo noveno está dedicado exclusivamente al presidente de Acción
Nacional. Simplemente el primer artículo dice que "el Presidente de Acción Nacional lo
será también del Comité Ejecutivo Nacional, de la Asamblea Nacional, de la Convención
Nacional y del Consejo Nacional, con las siguientes atribuciones y deberes ... ". Entre estas
atribuciones y deberes se encuentran ser miembro ex oficio de todas las comisiones que
nombre el Consejo Nacional o el Comité Ejecutivo Nacional; proponer al Comité Ejecutivo
Nacional los reglamentos del Partido; contratar, designar o remover libremente a los
mandatarios para pleitos y cobranzas, funcionarios administrativos y empleados del Comité
Ejecutivo Nacional y de los órganos que dependan de éste, entre otros. Con esto podemos
ver que Gómez Morín tuvo, sin lugar a duda, el manejo de los rumbos que el partido habría
de tomar en sus primeros y esenciales diez años, y no sólo eso, sino que su influencia al
interior de éste siempre estaría presente hasta su fallecimiento en el año de 1972.
El legado más importante de Gómez Morín durante su presidencia al frente de Acción
Nacional fue la consolidación misma del partido. A pesar de haber ganado el panismo su
primera diputación federal en 1946, diputación local en 194 7 y presidencia municipal en el
21 Wilkie ( 1978, p. 57).
19
mismo año durante su mandato ( curiosamente todas ellas en el estado de Michoacán, tierra
del general Lázaro Cárdenas), el haber consolidado al paitido como un movimiento
institucional de oposición al régimen oficial sin movimientos armados y levantamientos
sociales -todo esto en medio de constantes fraudes electorales y hostigamiento por parte del
gobierno- fue la contribución más importante de Manuel Gómez Morín al partido y, muy
probablemente, al país.
Años en el anonimato (1950 - 1962). La primera década de vida del Partido Acción
Nacional, bajo la presidencia de Manuel Gómez Morín, fue muy dificil debido a los pocos
resultados electorales y a las bajas perspectivas de crecimiento del partido, todo esto en un
ambiente de autoritarismo político. Aún así, es bajo la presidencia de Gómez Morín cuando
el partido se gana una reputación de partido de "minorías excelentes", debido a que muchos
de los fundadores y miembros del partido eran universitarios y profesionistas. Gómez
Morín pugna por ganar la confianza de las clases medias y empresariales del país para
poder lograr un electorado estable con el cual el partido pudiese ganar elecciones y con ello
poder, especialmente en algunas de las zonas del norte y b::úío mexicano. Aún así y por
diversos factores coyunturales en la vida política del país mencionadas anteriormente, con
la salida de Gómez Morín de la presidencia de Acción Nacional es cuando se logran
apoderar del partido miembros que estaban estrechamente vinculados con el catolicismo y,
con ello, con corrientes que desconocían la naturaleza y manera de la política. Las políticas
de "atracción" de las clases empresariales y de profesionistas que estaba realizando el
gobierno en el poder dejó al fundador del partido sin más remedio que hacer un llamado a
las bases católicas del país para unirse al partido y por ende lograr la supervivencia de este.
Aunque se logra esto último, también trae al partido un aisla.miento importante y hace que
la autora Soledad Loaeza denomine al partido de esas fechas como el ghettopartei (partido
marginal).
Como dicho anteriormente, un factor que influyó de manera decisiva en el porvenir de
Acción Nacional fue la llegada de Manuel Ávila Cama.cho al poder y su sucesión con
Miguel Alemán Valdés. Ambos presidentes tenían tendencias más moderadas que las
expuestas por el general Cárdenas, y por ende lograron acercar más a los empresarios,
clases profesionistas e Iglesia católica, precisamente algunos de los actores sociales que
20
Gómez Morín pretendía atraer a su favor para fortalecer a su partido y a la oposición en
México. Igualmente, el abanderamiento que había tomado el partido como anticomunista
había dejado de ser una estrategia eficaz como medio para ganar notoriedad y bases
populares debido a que las políticas de los nuevos gobiernos priistas podían ser culpables
de muchas cosas excepto de comunistas. Soledad Loaeza afinna que "después de 1945 las
bases originales de la oposición panista a los gobiernos revolucionarios habían
desaparecido: el radicalismo cardenista había sido liquidado; se había suprimido la
educación socialista; el Estado y la Iglesia habían hecho las paces, y tanto el presidente
Ávila Camacho como el presidente Alemán habían reconocido que el desarrollo del país
exigía la participación de los técnicos, es decir, de los universitarios, que empezaron a
integrarse a las tareas de gobierno. Pero muchas de estas mismas decisiones contribuyeron
al mismo tiempo a afianzar el carácter de Acción Nacional como oposición parlamentaria.
A partir de 1941 las razones de existir del PAN serían, por un lado, el proyecto de largo
plazo de la democracia mexicana -irónicamente tal y como lo proponía Efraín González
Luna-, y, por el otro, la defensa del municipio libre".22 Ese proyecto de largo plazo de la
democracia mexicana era considerado fundamental por Acción Nacional debido a que sin
ello sería imposible para el partido ingresar a la vida pública del país; el problema radicaría
en el camino para lograrlo: participación o abstención.
La primera tendencia tiene su apoyo en algunos de los miembros más antiguos del partido.
Son fieles a la tradición de su fundador y ven en la actividad un canal que ha sido capaz de
dirigir el repudio hacia el gobierno, aunque de manera parcial. Se niegan a aceptar la
ineficacia de la lucha y afirman que se han podido realizar ciertos cambios con la
participación de los diputados panistas en el Congreso -argumento que se verá reforzado
aún más con la introducción de los diputados de partido en 1963-. El problema con ello es
que gran parte de sus proposiciones ante el Congreso han s:ido rechazadas en una primera
instancia para después ser de nuevo presentadas por el Poder Ejecutivo como propias.
La segunda tendencia cree que el pueblo busca y ha emprendido nuevas formas de lucha
política debido al crecimiento económico experimentado, y que el partido debe encabezar
estas nuevas formas de lucha debido a que los constantes fraudes sufridos obligan al partido
a moverse a otro nivel que no sea únicamente el electoral. Es decir, se trata de capitalizar el
22 Loaeza (1999, p. 198).
21
descontento no únicamente por medio del voto y con ello expresar una oposición más
radical ante el sistema político. El problema con este argumento es que ello podría acarrear
la desaparición misma del partido o su desmembramiento para posteriormente ser
reemplazado por un partido más dócil y de acuerdo a los intereses oficiales; por ejemplo, la
no participación de un partido en comicios electorales era susceptible de sanciones tales
como el retiro del registro.23
Carlos Arriola afirma que" ... el hecho es que al fundador del PAN no le quedó otro camino
político que convertirse en el líder de la oposición y por consiguiente tuvo que dar prioridad
a sus vínculos con el grupo católico."24 Un ejemplo importante de ello fue lo sucedido con
el panista Aquiles Elorduy, uno de los cuatro diputados elegidos en 1946. En junio de 1947
declaró a la prensa que la Iglesia católica había violado la ley en el estado de Durango al
celebrar actos de culto externo por lo que se había hecho acreedora a las sanciones que
marcaba la propia ley. La respuesta de la dirigencia del partido (en esos tiempos presidida
por Gómez Morín) fue rápida y declaró que el diputado Elorduy se "había colocado fuera
de partido", porque sus palabras estaban "en desacuerdo con los principios y contrarias a la
unidad de Acción Nacional". La expulsión de Elorduy también traía consigo la pérdida de
uno de sus miembros más notorios y liberales, así como de un diputado federal de Acción
Nacional.25
A pesar de que el partido nunca optó por una forma radical de abstencionismo, son
innegables los fuertes debates que se suscitaron al interior del partido, inclusive hasta la
década de los setenta. Esto trajo consigo importantes crisis al interior del partido que
culminarían con la renuncia de algunos de sus miembros más prestigiados (algunos
regresarían al partido después). Pero es precisamente en estas fechas donde las corrientes
católicas toman el control del partido. Esto se puede ver con los tres dirigentes nacionales
de Acción Nacional que llegaron a la presidencia del partido a la salida de Gómez Morín.
El primero de ellos fue Juan Gutiérrez Lascuráin, quien dirigió al partido de 1949 a 1956.
Estudió ingeniería en la UNAM y fue miembro de las Juventudes de Acción Católica,
aunque nada indica que haya militado por mucho tiempo ni que haya alcanzado puestos
importantes. Por eso mismo no es raro que haya sido un hombre cercano a Manuel Gómez
23 lbid. (p. 81 - 82). 24 Arriola (2008, p. 34 ). 25 Loaeza ( 1999, p. 232).
22
Morín y, muy probablemente, este último tuvo una influencia decisiva para que Gutiérrez
Lascuráin lo sucediera en el cargo. Fue uno de los primeros cuatro diputados federales
electos en los años de 1946 - 1949.
El segundo de ellos fue Alfonso Ituarte Servín, quien fue dirigente del partido de 1956 a
1959. Fue acejotaemero (nombre que se les designa a los integrantes de la Asociación
Católica de la Juventud Mexicana, ACJM) y después presidió la Unión de Católicos
Mexicanos (UCM), la cual era la unión de adultos varones de Acción Católica.
El tercer presidente del partido fue José González Torres, quien dirigió de 1959 a 1962. Fue
presidente de la ACJM y posteriormente de Acción Católica en la década de los cuarenta.
Calderón Vega trata con cuidado a esta última figura, al decir que "José González Torres,
eminente líder de las organizaciones católicas quien, llegado al Partido [ en l 952] con
criterios de corte clerical, se ha convertido en un político de línea independiente de todo
grupo y ha alcanzado el respeto de todos. No puede decirse lo mismo de otros católicos de
su grupo... Conservan sus criterios integristas, llenos de simplismos, incapaces de
flexibilidad práctica que sin abandono de principios, hagan eficaces y oportunos éstos.
Alrededor de ellos, después de Gutiérrez Lascuráin, se ha integrado un grupo que viene
luchando, con miopía, por una política radical y combativa, pero angelista; leal, pero
inoperante; llena de patriotismo, pero alejada de la realidad de México".26
La confesionalización del partido trajo consigo el predominio de la doctrina, lo que trajo a
su vez la sobreideologización y condujo al partido a un aislamiento que nutría una
intransigencia que rechazaba la negociación y el compromiso. Esta estrategia se prolongó
aunque no produjo resultados. Todo ello aunado a la mínima participación parlamentaria
por parte de Acción Nacional en el Congreso traía la autoexclusión y marginación del
partido.27
Aún así, cualquiera pudiese pensar que el partido gozaba de una cercanía importante con la
Iglesia católica, lo cual no resultó ser así. A lo más que llegó esta relación fue concerniente
a dos aspectos: en primer lugar, que el partido tomaba de las organizaciones católicas
mencionadas anteriormente a muchos de sus miembros; en segundo lugar que, debido a que
los dirigentes no impulsaron la institucionalización del partido, en gran parte las actividades
26 Lujambio, A. (2009, septiembre). Gómez Morín, el PAN y la Religión Católica. Recuperado el 6 de abril de 201 O, de http://www.nexos.corn.mx/?P=leerarticulo&Article=789 27 Loaeza (1999, p. 229).
23
del partido, tales como campañas políticas, se daban con las estructuras propias de estas
organizaciones. La Iglesia católica había normalizado sus relaciones con el gobierno y,
aunque a pesar de ello las legislaciones nacionales iban en contra de los intereses de la
Iglesia, este vio como un mejor camino el cooperar con el sistema autoritario priista que
oponérsele.
Sin duda, los católicos en Acción Nacional dejaron una importante marca. Aunque desde
sus principios el partido había tomado prestadas muchas de las ideas sociales de la Iglesia
católica, siempre había mantenido un carácter secular y laico, sin deber ninguna obediencia
ni sumisión a las autoridades eclesiásticas. Con la salida de Gómez Morín de la presidencia
del partido en 1949, vemos cómo es que las corrientes religiosas y conservadoras al interior
del partido se hicieron cargo de su rumbo. Anteriormente su función había estado ligada de
una manera importante en función de la doctrina del partido, y ahora habían tomado el
poder de las frágiles estructuras partidistas, lo que trajo consigo el excesivo
adoctrinamiento y la falta de una visión realista de las necesidades y soluciones que el país
necesitaba; el abstencionismo, reflejado en los candidatos que puso a elección Acción
Nacional, los cuales disminuyeron en forma importante, lo mismo que el voto por el
partido; el proyecto de educar a la sociedad a través de las ideas del partido; y por último, el
aislamiento del partido. Todo esto trajo la imagen de un partido confesional a los ojos de la
sociedad mexicana: más una asociación civil que un partido político.
Años de cambios decisorios (1962 - 1982). El año de 1962 es uno bien conocido en la vida
del Partido Acción Nacional. Después de varias décadas de encontrarse el partido en
constante estado de aislamiento, dominado por las corrientes católicas que se habían
aferrado fuertemente al interior del partido, llegaría un personaje con nuevas ideas, más
pragmático y liberal que sus antecesores, dispuesto a negociar con la estructura priista en el
poder: Adolfo Christlieb lbarrola. Las nuevas ideas al interior del partido impulsadas por
este reformador traería necesariamente consigo el fortalecimiento de la corriente secular al
interior del PAN y provocaría, a su vez, el aglutinamiento de las corrientes más
conservadoras del partido. Todo esto terminaría, en el transcurso de algunos años, con una
de las crisis más severas al interior de Acción Nacional. El resultado de esta crisis sería el
triunfo de las corrientes pragmáticas -aunque de corte empresarial- al interior del partido
24
durante la década de los ochentas, trayendo consigo estos mismos empresarios-vueltos
políticos nuevas técnicas para ganar adeptos y con esto mayores índices de popularidad
partidista entre la población mexicana, especialmente en el norte del país.
Adolfo Christlieb lbarrola asumió la presidencia del Partido Acción Nacional en noviembre
de 1962. Como explicado en páginas anteriores, recibió a un partido que se encontraba muy
aislado de la política nacional, sin rumbo concreto y con una fuerte crisis de identidad.
Todo esto se reflejó en su desempeño electoral de 1961: ese año el PAN participó en nueve
estados menos que en la elección anterior; el grupo de candidatos panistas disminuyó de
139 a 95 (a pesar de que el número de los distritos electorales había aumentado de 162 a
178), y perdió más de la cuarta parte de los votos que había rc:!cibido en todo el país en la
elección anterior. 28 Aunque se debe de tener en cuenta que la elección de 1961 era una
elección intermedia y no una presidencial -en las elecciones presidenciales los votantes
acuden en mayores número- y por ende había un menor número de candidatos panistas en
las elecciones intermedias -debido a lo limitado de los recursos partidistas-, aún así no
había manera de justificar los magros resultados, especialmente con la caída del voto
panista en más de la mitad. A todo esto se le podría agregar que, como regla general, la
oposición siempre recibe una mayor cantidad de votos que el partido en el poder en las
elecciones intermedias, lo cual no fue el caso de Acción Nacional.
Christlieb lbarrola compartía con la mayoría de la dirigencia panista de aquella época una
formación en la militancia católica y por ende, como jefe nacional impulsó un proyecto
político inspirado en la doctrina social cristiana aunque siguiendo los pasos de los partidos
demócrata - cristianos europeos, los cuales no eran partidos confesionales, sino que estaban
insertos en el régimen institucional.29 Por ello no es dificil conjeturar el apoyo de Manuel
Gómez Morín al nuevo presidente del partido, debido a que estas ideas se asemejaban
mucho al pensamiento del fundador.
Dos importantes sucesos dieron forma y apoyaron el liderazgo de Christlieb lbarrola en su
presidencia _al frente de Acción Nacional: la reforma electoral de 1963 y el Concilio
Vaticano 11. En cuanto a la primera, el aspecto más importante es que por primera vez el
sistema político mexicano acepta los diputados de partido, es decir, diputados
28 lbid. (p. 264). 29 lbid. (p. 272 - 273).
25
plurinominales o de representación proporcional ( cuya figura sigue establecida en el
presente sistema de partidos mexicano). Con ello se le abría una importante puerta a las
minorías en el país representadas a través de los partidos políticos minoritarios, en aquel
entonces el PAN, PPS, PARM y PNM, debido a que anteriormente apenas se encontraban
representados en el congreso debido a la mayoría aplastante de votos en dirección del
Partido Revolucionario Institucional. Con esta reforma se pretendía darle una mayor
representación a las minorías a través de los partidos políticos, los cuales habían sido
largamente tolerados por el régimen oficial debido a que se les veía como un escape por el
cual las minorías pudiesen sentir que tenían cierta relevancia y así no tuviesen que acudir a
otros medios, como por ejemplo, las guerrillas u otros movimientos sociales de carácter
violento. También cabe recordar que entre los años de 1956 - 1962 hubo una amplia ola de
descontento generalizado en el país, que abarcaban desde grupos sindicales hasta
organizaciones religiosas y estudiantiles; esto aunado a el triunfo de la revolución cubana
de índole marxista en 1959, justo a las puertas de México, hicieron que el régimen oficial
llevase a cabo este cambio.
Los resultados de tal reforma se vieron inmediatamente en las mismas elecciones de 1963:
en relación con la elecciones de 1961 los votos del PAN pasaron de alrededor de 700,000
votos a un millón (un incremento de 25%). Con ello, 20 panistas ingresaron a la Cámara de
Diputados en 1964. 30
En cuanto al segundo punto a comentar, el Concilio Vaticano 11, éste contribuyó a resolver
las ambigüedades del PAN en temas como la relación entre política y religión, debido a que
el documento reconciliaba a la Iglesia católica con las instituciones de la democracia
liberal. También aceptaba el pluralismo político y el hecho de que los creyentes pudieran
seguir perteneciendo a la iglesia aún cuando tuviesen opiniones políticas distintas a ésta.31
Esto trajo consigo la secularización definitiva del partido. Adolfo Christlieb lbarrola
siempre supo separar las convicciones políticas de las religiosas, y no veía con buenos ojos
la unión de las dos. No se c~nsaba de subrayar la necesidad de respetar las opiniones
temporales discrepantes y criticaba a quienes confundían las obligaciones del cristiano con
la adhesión a un programa político. Al igual, creía que los partidos demócrata-cristianos en
30 lbid. (p. 285) 31 lbid. (p. 274).
26
América Latina cometían un grave error al querer agrupar a los cristianos sobre las bases
pasajeras de una plataforma partidista.32 Por ello no es raro que a las personas que no
distinguían la actividad religiosa de la política o que, más bien, supeditaban la segunda a la
primera buscando la salvación del alma, Christlieb Ibarrola los llamara "el grupo de
piadosos" o "meadores de agua bendita".33 Así, se inicia el lento abandono de la actitud
anti-sistema de las corrientes católicas para asumir la de un partido político de oposición,
con la clara intención de llegar al poder. Los gestos más relevantes de estas posiciones
fueron la insólita aceptación de los resultados electorales en la elección presidencial de
1964 y la visita de los 20 diputados del PAN al presidente Díaz Ordaz, en la que le
entregaron un documento con sus puntos de vista acerca de los problemas nacionales.
También, por primera vez, el candidato del PAN a la elección presidencial, José González
Torres, reconoció públicamente que no había ganado la elección.
En 1968 Adolfo Christlieb se retiró de la presidencia del partido debido a problemas de
cáncer, falleciendo en 1969. El actual secretario de educación pública y estudioso del PAN,
Alonso Lujambio Irazábal, lo considera la figura de mayor importancia en las filas del
partido después de Manuel Gómez Morín. Igualmente, escribe acerca de los logros de
Christlieb Ibarrola durante su gestión al frente del partido en cuanto a que "el primer sello
unécico de su política supone un giro radical: quiere y exige diálogo con el gobierno
revolucionario. Tiene una lectura posibilista del cambio político y ello lo lleva a buscar
interlocutores; encabeza al interior de su partido el rechazo a sumarlo a la Internacional
Demócrata Cristiana; apoya decididamente la introducción dt~ un sistema de representación
proporcional en la Cámara de Diputados e impulsa su ampliación a todas las cámaras
legislativas mexicanas, en las legislaturas de los estados y en el Senado, para llevar el
pluralismo y la convivencia entre diversos a todos los espacios del debate legislativo; logra
que el PAN por primera vez presente candidatos en casi la totalidad de los distritos
electorales en las elecciones a la Cámara de Diputados; impulsa desde el liderazgo de su
bancada en la Cámara de Diputados, y nueva:n:iente en la lógica gomezmoriniana de la
propuesta cuidadosamente "técnica", un aumento significativo de propuestas legislativas: el
PAN introdujo en la 46 Legislatura (1964 - 1967) 36 iniciativas, en abierto contraste con la
32 Loaeza (2010, p. 120). 33 Krauze (1997, p. 198).
27
década acejotaernera que presenta un puñado de iniciativas, y logra que 19 de ellas sean
dictaminadas y llevadas al pleno, con lo que por pmnera vez en la historia
posrevolucionaria mexicana el Congreso exploraba en seno la práctica del debate
parlamentario bajo dinámicas pluralistas.
Christlieb logra el reconocimiento más numeroso de triunfos municipales en la historia del
PAN, incluidas por primera vez dos capitales estatales (Hermosillo y Mérida), que suponían
la posibilidad de contar por primera ocasión con dos candidatos a gobernador realmente
competitivos; publica cotidianamente sus ideas en Excélsior; impulsa cambios en los
principios de doctrina del PAN para introducir las nociones de diálogo y pluralismo.
Christlieb es un ideólogo y un político unécico de los pies a la cabeza".34 A su muerte le
siguieron las presidencias de Ignacio Limón Maurer ( 1968 -- 1 969) y Manuel González
Hinojosa (1969 - l 972). Las presidencias que sucedieron a continuación de estos dos
personajes son muy conocidas debido a que fueron las que provocaron la mayor crisis
acontecida al interior de Acción Nacional, corno comentado anteriormente.
El primero de ellos fue José Ángel Conchello Dávila (1972 - 1975), seguido por la
presidencia de Efraín González Morfin (9 de marzo a 10 de diciembre de 1975), la cual
duró menos de un año. La importancia de ambas presidencias, a pesar de la poca duración
de la segunda, radica en que estos dos hombres habrían de liderar las dos corrientes que en
casi una década se disputaron el control del partido. Ambas visiones eran por completo
antagónicas y la tensión entre ambas condujo a la crisis de 1976, en la cual el partido no
lanzó a ningún candidato a la presidencia de la República y terminó con la salida del
partido de muchos de los seguidores de González Morfin,35 (actualmente es secretario
general del partido y senador de la República).
José Ángel Conchello nació en Monterrey, Nuevo León. Estudió derecho en la UNAM y
prestó sus servicios en diversas empresas y organismos de la iniciativa privada.
Precisamente en esos años el gobierno federal se encontraba en disputa con la clase
empresarial del país debido a desacuerdos en materia económic_a y redistribución del
ingreso, por lo que su presidencia contó con el apoyo de Górnez Morín, el cual observó en
34 Lujambio, A. (2009, septiembre). Gómez Morín, el PAN y la Religión Católica. Recuperado el 6 de abril de 201 O, de http://www.nexos.corn.mx/?P=leerarticulo&Artic1e=789. El autor se refiere como unécico a aquellos que militaron en la UNEC (Unión Nacional de Estudiantes Católicos). 35 Loaeza ( 1999, p. 299).
28
las disputas entre el gobierno federal y los empresarios una oportunidad para obtener el
apoyo de éstos últimos, y cuyo apoyo mucha falta le hacía a el partido.
Conchello pudo favorecer de manera relativamente rápido su consolidación en el liderazgo
del partido: la muerte de Gómez Morín, ocurrida meses después de su elección; el giro
populista del entonces presidente Luis Echeverría, lo cual trajo consigo el enfrentamiento
con la clase empresarial del país, y especialmente con el Grupo Monterrey al ocurrir la
muerte del reconocido empresario Eugenio Garza Sada; y las reformas electorales
realizadas entre 1971 - 1973 que favorecieron al PAN en las elecciones intermedias, debido
a que disminuyeron la edad para votar -de 21 a 18 años- y abrieron las puertas de la radio y
la televisión a los partidos políticos. Una de los objetivos que tenía el grupo que giraba en
tomo a Conchello era terminar con las ideas del solidarismo propuestas por Efraín
González Morfin, las cuales se habían incluido en las plataformas de 1967 y 1970 y habían
dado inicio a la confrontación entre ambas corrientes.36
Por la otra parte, Efraín González Morfin era hijo de uno de los principales fundadores de
Acción Nacional, Efraín González Luna. Se encontraba identificado con la corriente de los
doctrinarios, es decir, de aquellos que veían como esencial el apego de los miembros del
partido a la doctrina de la organización como fundamento de su identidad y su diferencia
respecto al resto de los partidos políticos mexicanos. Aunque se podría decir que
continuaba con la línea de Christlieb lbarrola en cuanto a términos ideológicos -ideas muy
apegadas al centro del espectro ideológico-, también se podría argumentar que mientras que
este último "se esforzó por integrar al PAN a un esquema ideal de democracia liberal que
derivara su fuerza de la capacidad para contribuir a la creación de ese modelo, González
Morfin concentró sus esfuerzos en la elaboración y difusión de una doctrina política que
fuera la piedra de toque de la identidad del partido: el solidarisrno. Su empeño se acogió
fielmente a una de las corrientes a que dio curso el Concilio Vaticano II entre los católicos
latinoamericanos: la Iglesia de los pobres. Bajo su liderazgo, el PAN asumió posiciones
radicales que entraban en contradicción con algunos de los presupuestos originale.s del
partido, sobre todo, en lo que se refiere al orden social y a la relación entre el capital y el
trabajo. La corriente efrainista dentro de Acción Nacional reprodujo fielmente los dilemas
36 Arriola (2008, p. 63).
29
del catolicismo latinoamericano de la época".37 La posición del solidarismo pugnado por
González Morfin tenía muchos rasgos que se podrían asumir como propios de corrientes de
izquierda, y más aún en los tiempos de la guerra fría. Al igual, este personaje le otorgaba a
la política un contenido altamente moral y poco realista y pragmático, reflejándose esto en
una política de no negociación con el régimen, lo cual lo diforenciaba mucho de las ideas
de Gómez Morín y Christlieb lbarrola. Por ello, no es raro que esta personalidad no haya
contado con el visto bueno de Gómez Morín.
Al término del primer mandato de Conchello, este trató de reelegirse. Su principal
contendiente fue Efraín González Morfin, con lo cual se ponía en entero de manifiesto la
pugna entre las dos corrientes partidarias. Por primera vez se violaría la institucionalidad
del partido en una regla no escrita que había sido respetada desde la fundación de Acción
Nacional. Dicha regla consistía en que para ganar la elección de presidente nacional se
requería una mayoría calificada de 65%. Si ningún candidato obtenía esa mayoría, la
elección debía repetirse entre los candidatos con mayor votación (una especie de segunda
vuelta). La regla no escrita dictaba que, una vez que quedaran sólo los dos candidatos, si
alguno de ellos no obtenía la mayoría calificada requerida, el que obtuviese el menor
porcentaje se retiraría para darle la victoria al que habría obtenido la mayor votación. En la
segunda ronda de votación quedaron estos dos candidatos, y a partir de allí ambos se
tuvieron que ir a cinco rondas más a pesar de que en todas González Morfin había
ganado;38 es decir, Conchello no respetó la regla no escrita de darle la victoria a quien
obtuviese la mayoría simple en la elección, y en cambio simplemente se retiró de la sexta
ronda para que ganase González Morfin. Lo anterior daría como resultado una guerra de
desgaste entre ambas corrientes. A pesar de haber perdido la presidencia de Acción
Nacional, Conchello siguió al frente de su corriente y empezó a implementar una estrategia
de debilitación que finalmente deteriorarían al partido y que vendría a verse reflejado en las
precandidaturas de Acción Nacional para la elección a la presidencia de la República en
1976.
Conchello venía pugnando por la candidatura de uno di;~ sus allegados, Pablo Emilio
Madero (quien era originario de Coahuila e igualmente había trabajado para diversas
37 Loaeza (1999, p. 300). 38 Reynoso (2009, p. 38).
30
empresas del Gmpo Monterrey), qumce meses antes de celebrarse las elecciones
presidenciales, acto que fue censurado por el CEN de Acción Nacional. En la XXV
Convención Nacional, realizada en octubre de 1975 fue donde se eligió al candidato del
partido a la presidencia de la República. Los principales precandidatos fueron Pablo Emilio
Madero, del lado conchellista, y Salvador Rosas Magallón, afín al gmpo de González
Morfin. Para que algún candidato fuese elegido se requería la. mayoría calificada de 80%,
cantidad que da muestra de cómo se pensaba en el PAN como un partido con la capacidad
de obtener altos niveles de consenso. En la primera ronda fue eliminado el candidato David
Alarcón Zaragoza, con lo cual quedaron los dos candidatos con los mayores márgenes de
votación. Se siguieron dos rondas más donde las ganó el candidato conchellista, aunque sin
alcanzar la mayoría del voto requerido y sin que se retirara Rosas Magallón, como indicaba
la tradición de la misma manera que para elegir presidente del partido. Por ello, González
Morfin decidió aplazar la votación en una Convención Extraordinaria. En esa misma
Convención se aprobó el documento que serviría como plataforma electoral para la elección
presidencial de 1976. De nuevo y por primera vez en la historia del partido se hizo una
crítica clara y contundente al documento aprobado. La difer,~ncia doctrinaria tan clara era
algo nuevo en el panismo.
El que González Morfin hayase sido elegido presidente del partido, que su documento se
haya aprobado pero que a la vez haya habido una mayoría a favor de Pablo Emilio Madero
como candidato presidencial del partido es sólo un reflejo de cómo los diversos órganos al
interior del partido se encontraban divididos. Antes de que se celebrase la Convención
Extraordinaria, González Morfin había renunciado como presidente del partido debido a
que denunciaba que en el interior del mismo había un panismo paralelo, con su propio
financiamiento, ideología, organización y lealtades (haciendo clara referencia al Gmpo
Monterrey). El Consejo Nacional, en una reunión extraordinaria, eligió a Manuel González
Hinojosa como nuevo presidente de Acción Nacional, cumpliendo un segundo término
(había sido presidente en 1969 - 1972). En la Convención Nacional Extraordinaria,
nuevamente se celebraron las votaciones para elegir al candidato del partido a la
presidencia de la República. De nuevo fue elegido Pablo Emilio Madero como el candidato
del partido, rondando sus porcentajes de votación en un 65%, y nuevamente no se retiró el
31
candidato de la corriente de González Morfin. Esto trajo consigo la única vez que Acción
Nacional no presenta candidato alguno a la presidencia de la República.39
Soledad Loaeza resume las diferencias entre Conchello y González Morfin diciendo que
"González Morfin encabezaba una corriente minoritaria que mantenía el enfoque que había
propuesto su padre, la idea de que para ser panista primero era necesario ser educado para
ello en la doctrina del partido, y que el cumplimiento de este requisito garantizaba la
homogeneidad de la organización. Conchello, en cambio, criticaba lo que consideraba una
visión elitista y anticuada de lo que debía ser Acción Nacional. Se empeñaba en sostener
que el futuro de la organización estaba comprometido porque la dirigencia nacional no
tenía en cuenta a los organismos directivos de los estados, así como porque diferenciaba a
los "intelectuales" de los "prácticos", y a "los jóvenes de los viejos". Pero es posible que la
acusación que más mella haya hecho sobre los efrainistas haya sido la de que en realidad el
PAN estaba en manos de una "casta divina", de una "familia real" antipopular que
rechazaba la idea de un partido plebeyo como el que Conchello había lanzado. Estas
acusaciones encontraban fundamento en las respuestas del propio González Morfin, quien
por su parte reprochaba a su adversario querer establecer "un elitismo a la inversa, que
glorifica las carencias intelectuales y morales y propugna la masificación del Partido"".4º La siempre presente pelea entre aquellos que pugnaban por una mayor apertura del partido
y aquellos que dudaban de la "masificación" del mismo habrá de proseguir e intensificarse
en la década de los ochenta con el aumento de la popularidad del partido y con ello de sus
probabilidades de ser usado como instrumento para alcanzar puestos en el poder. Lo
anterior no es propio del panismo y ni siquiera de los partidos políticos considerados de
derecha. Sucede en organizaciones con un alto grado de estructuración y organización
jerárquica y más aún en periodos de crisis.41 El dilema se centra entre introducir a las filas
partidistas a una gran cantidad de gente -lo que traería la v-ictoria en elecciones aunque la
pérdida de control- y. por el contrario, mantener a un grupo reducido de personas en el
partido -trayendo como consecuencia el mantenimiento de la cohesión interna y los puestos
de poder de una minoría, aunque reduciendo los niveles de popularidad del mismo-.
Inclusive los partidos comunistas se vieron enfrentados a este problema, donde eran
39 Reynoso (2009, p. 39 - 40). 40 Loaeza (1999, p. 311 -312). 41 Kalyvas (1996, p.35).
32
renuentes a incrementar su membresía "porque sería dificil incorporar a un gran número de
miembros sin debilitar la disciplina del partido y diluir la ideología" (Godson y Haseler
1978:28).42
Aunque José Ángel Conchello no podría ser considerado un neopanista, debido a que su
trayectoria partidista databa desde 1947, contaba con amplios 1!studios universitarios, había
publicado diversos libros y era un columnista asiduo de diversos periódicos nacionales de
importancia, lo mismo que se le otorgó de manera póstuma la prestigiosa medalla Belisario
Domínguez por el Senado de la República (en contraste, los futuros neopanistas tendrán
una corta duración partidaria, derivada del oportunismo político, así como estudios e ideas
mínimas). Aún así, tres cosas tendrá en común este político panista con los futuros
neopanistas: su nacimiento en el norte del país; su lenguaje claro y sencillo, lo cual traerá
consigo una identificación de la gente común y corriente hacia los candidatos panistas (algo
que estudió y adoptó el panismo de la política norteamericana; es común ver a los políticos
norteamericanos hablando entre la gente, como si fuesen uno más entre ellos, con palabras
sencillas y entendibles ); y el resentimiento hacia la capital de la República por la excesiva
centralización de la política nacional y partidista, con la subsecuente falta de poder por
parte de los gobiernos estatales y comités ejecutivos estatales del PAN (una clara violación
del tan históricamente anhelado federalismo en el país).
Posteriormente y como dicho anteriormente, en 1978 un grupo destacado de panistas
renunciaron al partido producto de las disputas internas. El prestigioso académico y político
mexicano, Jesús Reyes Heroles, comentaría que los González Luna, padre e hijo, eran
sólidos intelectuales católicos pero meros "parapolíticos", debido a que en sus propósitos
vitales, la conquista del poder estaba excluida.43
La crisis interna del PAN en la elección presidencial de 1976 traería consigo dos
importantes consecuencias: la primera sería la introducción de los neopanistas, aunque el
proceso sería lento y tomaría tiempo; la segunda sería las reformas electorales de 1977,
debido a que el candidato del PRI a la presidencia, José López Portillo, fue el único en
postularse. Aunque de manera oficial existían diversos partidos políticos de oposición, el
PAN era el único partido político que gozaba de plena autonomía; el resto de los partidos
42 lbid. (p. 37). 43 Arriola (2008, p. 66).
33
políticos de oposición eran meras creaciones del régimen oficial, con niveles de votación
mínimos o nulos y los cuales se adherían en coalición con el PRI en muchas elecciones. La
existencia de estos partidos servían como propósito para que se creyese que en México
existía un verdadero pluripartidismo y, por ende, una democracia. Esto hizo que el Partido
Revolucionario Institucional se diese cuenta que no podía depender de un solo partido
político de oposición para que le diese una imagen democrática al país y de legitimidad al
partido oficial.
La reforma electoral de 1977 consistió principalmente en lo siguiente: se reconoció a los
partidos políticos como entidades de interés público cuyas funciones eran promover la
participación democrática y contribuir a la formación de la representación nacional; acceso
permanente a los medios de comunicación (antes era solamente en tiempos de elecciones) y
subsidios cuyos montos estarían determinados por la cantidad de votos recibidos;
introducción de un sistema mixto de representación (300 curules por mayoría relativa y 100
por representación proporcional) en la cual se podrían presentar listas regionales siempre y
cuando el partido tuviera candidatos en al menos un tercio de las circunscripciones
uninominales y no hubiera obtenido más de sesenta curules por mayoría ni menos de 1.5%
de los sufragios en las circunscripciones plurinominales; un monto mínimo de 1.5% para
que el partido mantuviera su registro, entre otros puntos.44
El propósito de la ley era fomentar la organización de los partidos políticos y su
permanencia. Al igual, significaba un fuerte apoyo para la corriente participacionista al
interior de Acción Nacional, debido a que la ley estipulaba qui;: el que un partido político no
participase en una elección traería necesariamente el retiro del registro. También se
solucionaba el tema de la financiación partidista. Durante décadas el PAN había logrado
sobrevivir gracias a aportaciones personales, las cuales no eran ni abundantes ni regulares.
Con la nueva ley, el que el partido decidiera no recibir los subsidios del gobierno podría
traer como consecuencia que se viera a éste como un partido de millonarios; aún así, el
PAN veía como sospecha e incluso tentado a rechazar el dinero público debido a la larga
tradición panista de no recibir nada del régimen oficial por temor a ver su autonomía
coartada. Las corrientes abstencionistas se negaban a aceptar la nueva ley electoral, algo
44 Cámara de Diputados, Honorable Congreso de la Unión. (s.f.). Nuestro Siglo - La Reforma Política de 1977. Obtenido en marzo 26, 201 O, de http://www.cddhcu.gob.mx/museo/s _ nues 11.htm
34
que se resolvió en la Asamblea y Convención nacionales en en,ero de 1978, cuando también
se eligió al nuevo presidente del partido, Abe] Vicencio Tovar. Este nuevo presidente
pugnaba por aceptar la nueva ley electoral, siguiendo la tradición de Gómez Morín y
Christlieb lbarrola, aunque estaba consciente de los problemas internos que esta decisión
pudiese acarrear. Por ello, siguió una doble política: por una parte fue contundente en que
el partido era un instrumento y que por ende debía ser utilizado para conquistar el poder y
poner en marcha los ideales del partido, aunque por la otra parte pugnó por la unidad del
partido. Esta fue, precisamente, la gota que derramó el vaso y que trajo como consecuencia
la renuncia de distinguidos miembros panistas en el año de 1978. Los resultados que obtuvo
el PAN en las elecciones legislativas de 1979 contrariaron completamente las profecías de
González Morfin. El partido se consolidó como la segunda fuerza política de un total de
nueve partidos, debido a que fue el único que conquistó diputaciones de mayoría -cuatro- y
a las que se sumaron 39 de representación proporcional. Y no sólo esto, sino que la mayor
cantidad de votos provinieron de los estados del norte del país: urbanos, más ricos y donde
había un fuerte sentido de rechazo a la centralización y falso federalismo que se vivía en el
país.45 Con los resultados electorales quedaba claro que el partido gozaba de una reputación
de autonomía a los ojos de la sociedad mexicana, muy probablemente siendo considerado
como el único partido de auténtica oposición en el país.
El año de 1982 es considerado por muchos como el año catalítico que finalmente llevaría a
Acción Nacional a tomar un papel como un actor político relevante en el sistema político
mexicano, para terminar con la conquista del poder ejecutivo en el año 2000. La
nacionalización de la banca por parte del presidente López Portillo -siempre culpando a la
clase banquera y empresarial de todos los males que aquejaban al país- como consecuencia
de terribles previsiones y manejos hechos por el gobierno federal, representaría el parte
aguas entre una sociedad que resentía y desaprobaba muchas de las decisiones que tomaba
el gobierno, aunque callaba, a una sociedad que había llegado a su límite y estaba dispuesta
a ser escuc~ada y actuar en consecuencia. El PAN fue el vehículo escogido por gran parte
de esa sociedad mexicana disgustada debido a que el partido era el único que gozaba de una
amplia reputación de autonomía frente al gobierno y porque sus bases habían ya echado
raíces en el sistema político mexicano.
45 Loaeza (1999, p. 319 - 325).
35
Los primeros éxitos (1982 - 2000). Como dicho anteriormente, el año de 1982 fue de suma
importancia debido a que fue cuando se decretó la nacionalización de la banca y esto trajo
consigo un amplio descontento entre la sociedad mexicana, especialmente entre las clases
medias y altas. Por ello, Acción Nacional se convirtió en el vehículo de la creciente
oposición política en el país. A partir de este año se puede observar el alza en la
popularidad del partido, esto traduciéndose en elevados números de votos y por
consiguiente en la llegada de miembros del partido a puestos de elección popular,
especialmente en los estados del norte del país. Esto se conjugaría con otros tres
importantes eventos que impulsarían aún más el apoyo por Acción Nacional para la
conquista final del poder ejecutivo en el año 2000: la llegada de los neopanistas, lo cual se
traduce en una política de enfrentamiento con los gobiernos priistas pero también de
captura del voto de oposición; la llegada al poder dentro del partido de un grupo de
doctrinarios panistas los cuales estaban dispuestos a negociar con el régimen oficial, algo
poco inusual o nunca antes visto al interior de Acción Nacional; y por último, la crisis de
legitimidad que provocó la elección presidencial de 1988, la cual trajo consigo una
importante oportunidad para el PAN de negociar concesiones con el régimen oficial, tales
como las diversas reformas en materia electoral que se suscitaron a lo largo del sexenio de
Carlos Salinas de Gortari.
La presidencia de Carlos Salinas de Gortari recibió una economía desastrosa que se
remontaba a la presidencia de Luis Echeverría Álvarez. Éste último había recibido una
economía robusta, con una creciente clase media y una baja deuda externa, aunque
igualmente había asumido la presidencia con una enorme crisis de legitimidad debido a los
sucesos ocurridos en la plaza de Tlatelolco en 1968. Así, el gobierno echeverrista se
propuso cooptar a los diversos grupos políticos de oposición, especialmente los grupos de
izquierda. Esto lo haría mediante la apertura de espacios de trabajo en el Estado mexicano,
trayendo consigo un ensanchamiento del aparato burocrático y el aumento del gasto
corriente. Por el otro lado, ~I gobierno de López Portillo tenía como sustento de sus
políticas económicas los grandes yacimientos de petróleo encontrados en el sureste
mexicano. Aún así, la historia ya es bien conocida: las políticas económicas impulsadas por
ambos presidentes fueron catastróficas, lo cual puso en duda aún más la seriedad y eficacia
del régimen para aumentar y repartir bienestar entre la población. Al asumir Miguel de la
36
Madrid la presidencia del país para el periodo 1982 - 1988, las circunstancias políticas,
económicas y sociales eran trágicas. El modelo de sustitución de importación aplicado por
los anteriores gobiernos priistas había caducado hacía ya varios años, el gobierno seguía
empeñado en acceder al poder en muchas de las regiones del país a través del fraude, y el
descontento general aumentaba. El presidente en turno nevó a cabo, en términos
económicos, una política de liberalización, y en términos político observó como su única
alternativa para amainar el enojo generalizado un ideal largamente olvidado desde tiempos
de Francisco l. Madero: la democracia.46 El pluripartidismo y la democracia fueron
impulsadas de manera directa e indirecta especialmente en la década de los ochentas, y por
el presidente de la Madrid. De manera directa debido a los reconocimientos de las victorias
panistas en algunos municipios del país y a su creciente número de diputados. De manera
indirecta debido a las recientes políticas económicas que se estaban poniendo en marcha, de
corte neo/ibera!, como el achicamiento y retraimiento del Estado. Ese vacío dejado por
parte del Estado mexicano fue llenado, entre otros actores, por la naciente oposición
partidista, lo que a su vez trajo una mayor competencia y lucha por mantener y ganar los
cargos de elección popular entre la oposición y el régimen oficial. Las elecciones en el
estado de Chihuahua serían representativas de estos acontecimientos.
El mes de febrero de 1984 Pablo Emilio Madero accedió a la presidencia de Acción
Nacional. Con ello se podría decir que da inicio el neopanismo, que como recordamos, es el
término que se empezó a utilizar para designar la hegemonía de una corriente formada por
nuevos militantes provenientes de organizaciones empresariales. Su pragmatismo político,
su indiferencia por la doctrina del partido y sus métodos de lucha fueron algunos de sus
principales atributos.
El estado natal de Manuel Gómez Morín, Chihuahua, sería de manera coincidente donde la
oposición haría sus mayores esfuerzos por combatir el fraude. El personaje que lideraría
esta oposición sería Luis H. Álvarez, originario de aquél estado y presidente de Acción
Nacional entre los años 1987 - 1993 (sirvió ~os periodos). Luis H. Álvarez dirigió la
Cámara de Comercio y la Asociación Cívica de Ciudad Juárez a mediados de los cincuenta,
había sido candidato a gobernador de su estado por el PAN en 1956 y, en 1958, fue
candidato de su partido a la presidencia de la República. En 1983 se convirtió en el primer
46 Krauze (1997, p. 399).
37
presidente municipal de oposición en el municipio de Chihuahua.47 En ese mismo año, otro
hombre emblemático del momento, Francisco Barrio, resultaría elegido como presidente
municipal de Ciudad Juárez, Chihuahua.
El año de 1986 sería de suma importancia, no solo para Acción Nacional, sino para el país , ~~~r ·~-....... lll··~·-~
en general debido a que las elecciones para candidato á gobernador por el estado de
Chihuahua se convertirían en emblemáticas e internacionalmente conocidas por representar
la lucha entre una naciente y efectiva oposición política en el país y el régimen priista que
había gobernado el país de manera ininterrumpida por más de cincuenta años. Al igual,
pondría en entredicho el compromiso del gobierno federal con la democratización del país,
al verse claramente reflejado el fraude en las elecciones.
Francisco Barrio fue candidato a la gubernatura del estado por Acción Nacional. En
Chihuahua y Ciudad Juárez, dos ciudades bajo gobiernos panistas, se concentraba una
porción importante del electorado chihuahuense, y la capacidad de convocatoria del
panismo se hacía claro en los mítines concurridos y la participación política en general. El
discurso se centraba en aprovechar la tendencia natural -histór:ica- de los estados norteños
hacia la autonomía, los cuales desde antaño imputaban gran parte de los males de sus
estados y del país a la excesiva centralización del poder. La participación de la Iglesia
católica fue activa y a favor de los candidatos de la oposición, algo no visto desde tiempos
de la Cristiada. En estas tácticas de ataque y cuestionamiento, aunadas a una falta de
programa, se podrán ver muchas de las campañas de los neopanistas para competir a
puestos de elección popular, algo nunca antes visto en el partido. Terminada la elección,
llegó la noticia: el PRI había ganado y el PAN había sido derrntado. El gobierno había
echado a andar la máquina de la "alquimia electoral" en Chihuahua48, por lo que el
compromiso del presidente de la Madrid con la democracia en el país había quedado en
entredicho.
Lo sucedido fue ampliamente difundido en los medios nacionales e inclusive
internacionales, especialmente en Estados Unidos; la Iglesia catól~ca no celebró misa en
ciertos días como señal de protesta por lo ocurrido; los dirigentes empresariales de la
Canacintra, Concanaco y Coparmex locales invitaron a la ciudadanía en general a retirar los
47 Íbid. (p. 403). 48 lbid. (p. 409 - 41 O)
38
fondos de los bancos durante 48 horas; grupos de intelectuales mexicanos publicaron en la
prensa desplegados que solicitaban la anulación de los comicios. Inclusive algunos
congresistas estadounidense hablaron públicamente acerca de las elecciones, calificándolas
de fraudulentas (el senador Jesse Helms, del partido republicano, abogó por la renuncia del
presidente mexicano, debido a que consideraba que las elecciones presidenciales de 1982
habían sido, igualmente, fraudulentas), y presentaron un proyecto de resolución para que el
Senado solicitara al presidente de la Madrid la anulación de los resultados. Y aquí no se
detuvo la movilización panista: los activistas tomaron bancos, puentes y garitas
internacionales, carreteras, vías de ferrocarril y edificios públicos. Luis H. Álvarez y
algunos compañeros suyos se declararon en huelga de hambre. Aunque no se llegaron a
anular los resultados electorales, lo importante de la experiencia chihuahuense fue que se
logró "nacionalizar" el problema.49
Otro movimiento de gran envergadura que vino a representar la creciente pluralidad política
del país fue la elección presidencial de 1988. Lo sorprendente de esta elección es que el
fuerte de la oposición provino, no del PAN, sino de un movimiento recientemente formado
denominado Frente Democrático Nacional (FDN), el cual surgiría de una escisión de las
filas de izquierda del PRI y terminaría aglutinando a todas las corrientes de izquierda del
país bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del impulsor del nacionalismo
revolucionario y antiguo contrincante del panismo, Lázaro Cárdenas.
Cuauhtémoc Cárdenas, junto con algunos distinguidos seguidores, entre ellos Porfirio
Muñoz Ledo (antiguo secretario del Trabajo y de Educación, así como presidente del PRI),
salieron del partido en 1988, justamente el año en que se celebrarían elecciones a la
presidencia de la República. Esto se debió principalmente a que la corriente neo/ibera! al
interior del priismo había llegado al partido oficial para quedarse, esto datando desde la
presidencia de López Portillo, por lo que muchos de sus miembros -de corte más
izquierdista y convencidos herederos del antiguo nacionalismo revolucionario de Cárdenas
optaron por salirse de las filas priistas.
La escisión dentro del partido provocó que el PAN perdiera su marca como el partido de la
oposición en el país, lo que traía consigo la pérdida del monopolio del voto de protesta;
ahora tendría que competir con su antiguo enemigo histórico vuelto a nacer: el cardenismo.
49 Loaeza ( 1999, p. 394 - 395).
39
Las posiciones de los panistas quedaron bajo la amenaza de una movilización cardenista
que le restaba potencial de crecimiento entre las clases populares, que habían permanecido
de alguna manera fuera del mensaje de Acción Nacional, a pes.ar de los esfuerzos que se
habían hecho para atender las causas de los más pobres.50
Acción Nacional siempre había visto a los partidos minoritarios de izquierda-PFCRN, PPS
y PARM- como simples agentes del gobierno. Su apoyo a la candidatura de Cuauhtémoc
Cárdenas en tomo al FDN era, según sus ojos, otra prueba de que el movimiento de este
candidato era una operación gubernamental que servía diversos propósitos: debilitar a la
izquierda de inspiración marxista, restar votos de protesta al partido y crear un espacio
fuera del PRI para antiguos funcionarios y políticos descontentos, algo que se había hecho
con regularidad en el pasado. Creían también que sería utilizado como arma de negociación
con los Estados Unidos para justificar su regreso, en palabras de Luis H. Álvarez, "cuando
le sea necesario y conveniente, a su vieja política socializante y populista, a la manera del
general Cárdenas del Río". 51
Manuel J. Clouthier fue el candidato panista a la presidencia de la República, habiéndose
impuesto este candidato neopanista a uno que antiguamente había militado en el partido y
se había probado como convencido de los ideales de éste, Jesús González Schmal.
Clouthier era la representación de un neopanista de cepa: exitoso agricultor del noroeste del
país (Sinaloa), presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, presidente de
la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, presidente de la
Coparmex y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Al igual, había sido un miembro
distinguido del Movimiento Familiar Cristiano. También había sido candidato del PAN a la
gubematura de su estado en 1986. Como muchos agricultores en el noroeste del país, se
había visto afectado por las expropiaciones de tierras promulgadas por el presidente
Echeverría, lo que lo llevó a participar activamente en la política.52
La campaña panista de Clouthier se distinguió por su estilo festivo e irreverente. Hablaba
de manera fuerte y directa y decía tener sólo principios básicos; impuso a los panistas una
campaña de nuevo estilo en la que movilizaba grandes recursos y hacía uso de tácticas
ajenas al partido, como grandes marchas, concentraciones multitudinarias y caravanas
50 Íbid. (p. 428). 51 Íbid. (p. 429). 52 lbid. (p. 441 ).
40
automovilísticas. Todo esto era nuevo para el partido, el cual siempre se había considerado
como un partido de cuadros y extraño a las masas. Aún con la fascinación del partido por su
candidato Clouthier, debido a que veía en él una posibilidad factible de llegar a la
presidencia de la República, no se hicieron esperar los choques entre el candidato y el
partido: la dirigencia del partido había renunciado a la denuncia anticipada del fraude, a lo
que el candidato clamaba repetidamente durante su campaña que el gobierno estaba
fraguando un gran engaño. En varias ocasiones Clouthier expresó su incomodidad con las
ataduras o compromisos que podían derivarse del vínculo natural con el partido. Por otra
parte, el surgimiento del FDN radicalizó al candidato panista, al ver en ese movimiento una
competencia para convertirse en el polo de atracción de la oposición ciudadana. El PAN
quedó cada vez más relegado de las decisiones de campaña del candidato a la presidencia,
el cual se estaba apoyando en organizaciones como la Ancifüm (Asociación Nacional
Cívica Femenina) y DHIAC (Desarrollo Humano Integral A.C.), conocidas organizaciones
de corte católico.53
Las elecciones presidenciales fueron muy importantes y controversiales, esto
principalmente por tres factores: el primero fue la falta de legitimidad con la que llegó el
candidato priista a la presidencia de la República debido a diversas irregularidades
presentadas a lo largo de la elección, siendo la más representativa cuando el entonces
secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral (CFE), Manuel
Bartlett Díaz, hizo referencia a problemas en el sistema de cómputo de las boletas
electorales, que el sistema se "calló"; el segundo fue la gran cantidad de apoyo popular que
tuvo el movimiento del Frente Democrático Nacional, encabezado por Cuauhtémoc
Cárdenas, el cual se convirtió en el movimiento de oposición más grande del país y le quitó
el monopolio de la oposición a Acción Nacional, la cual la había ostentado desde su
fundación en 1939; el tercer factor de importancia fue la posición en la que se vio Acción
Nacional como "fiel de la balanza" entre los dos movimiento antagónicos, el PRI y el
futuro PRO. Esto le dio un enorme poder al panismo y una oportunidad histórica de ser un
partido de importancia en el nuevo gobierno.
El candidato panista a la presidencia nunca aceptó su derrota y empezó a emplear las
técnicas de resistencia civil utilizadas en las anteriores elecciones de Chihuahua y en
53 Íbid. (p. 445 - 44 7).
41
diversos estados norteños de la República Mexicana. Inclusive se contrataron especialistas
en técnicas de resistencia civil, especialmente de países en donde se habían desarrollado
fuertes movimientos de oposición a regímenes autoritarios. Todo esto no fue bien visto por
el partido, y el distanciamiento entre éste y su candidato fue cada vez mayor. La
oportunidad de negociación y de acceso al poder que se encontraba en manos del partido
era única, y su dirigencia, encabezada en ese entonces por Luis H. Álvarez, no la dejaría
pasar.
El camino tomado por Acción Nacional en cuanto a qué posición adoptar y por ende qué
hacer con la controvertida elección presidencial fue muy astuto. Su posición final fue
establecida el 16 de noviembre del mismo año, en un documento titulado "Compromiso
nacional para la legitimidad y la democracia", el cual conten:ía las condiciones que el
partido había puesto al nuevo gobierno. En este reiteraba la ilegitimidad de origen del
presidente de la República, pero le ofrecía una salida al hablar de la legitimidad secundaria
que podía conquistar si, desde el primer día de sus funciones, "actúa como gobierno de
transición y acata el mandato popular de democratización, pluralismo, justicia social y
soberanía nacional". Esta posición colocó al partido en el terreno del pragmatismo puro y
duro: opuso una política altamente realista que justificó con el argumento de que Carlos
Salinas iba, de todos modos, a tomar posesión del cargo. 54
El papel que tomaría Acción Nacional desde 1988 hasta el año 1994, es decir, en el sexenio
de Carlos Salinas de Gortari, sería uno de constante negociación. Esto fue posible debido a
que en ese momento el partido contaba con la dirección de dos de sus más prestigiosos
líderes: Luis H. Álvarez y Carlos Castillo Peraza.
Carlos Castillo Peraza ha sido uno de los más afamados pensadores de Acción Nacional.
Originario de Yucatán, realizó amplios estudios en filosofia e historia en universidades
europeas, lo mismo que escribió numerosos libros y artículos en las más conocidas
publicaciones nacionales, así como en diversas publicaciones internacionales. Militó en el
partido desde 1967, fue presidente del mismo entre 1993 - 1996 y fue quien elaboró la tesis
para legitimar el viraje que Luis H. Álvarez imprimió al partido. La centralidad de ésta
giraba en tomo a abandonar la actitud anti-sistema del ala católica y tomar el camino de una
54 lbid. (p. 475).
42
oposición política que aceptara el régimen diseñado desde el general Calles. Esta idea fue
asumida por un buen número de cuadros dentro del partido. 55
Desde aquel entonces el Partido de la Revolución Democrática (PRD) vio en aquella etapa
del PAN y su relación con el presidente Salinas como una "concertacesión", es decir, la
venta del partido a cambio de poder político. Lo que fue cierto 1~s que en varias cuestiones
la agenda del presidente y del PAN coincidían: restablecimiento de la banca mixta, cambios
al artículo 27 constitucional referente a la tenencia de la tierra, y cambios al artículo 130
constitucional referente al estatus jurídico de las iglesias. Aún así, el alcance de la
influencia de Acción Nacional en las políticas de gobierno es únicamente cierta en
cuestiones electorales56, debido a que como dicho anteriormente, los cambios hechos por el
presidente de la República eran mera coincidencia con las plataformas de Acción Nacional
y no producto de presiones por parte del partido al presidente de la República. A pesar de
que se podría pensar que el partido podría haber perdido un número considerable de votos
de protesta por haber negociado con la presidencia salinista, esto resultó incorrecto.
Prontamente fueron reconocidos algunos de los triunfos del partido como producto de su
acercamiento con el régimen priista: se les reconoció la victoria en las elecciones al
gobierno estatal de Baja California en 1989 (la primera vez que un partido de oposición
llegaba a un gobierno estatal), Guanajuato en 1991 y Chihuahua. en 1992.
La influencia del partido se pudo constatar en las diversas reformas en materia electoral
realizadas a lo largo del sexenio de Carlos Salinas: 1989, 1990, 1993 y 1994. Con estas
reformas el partido quería asegurar que no hubiese retroceso en el creciente pluripartidismo
que se veía en la sociedad y política mexicana. Especialmente importante fue la reforma del
año 1989, debido a que por ella es que se expide el Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales (COFIPE), el cual dio lugar a la creación del Instituto Federal
Electoral (IFE), como un organismo con personalidad jurídica y patrimonio propios y en el
cual se deposita la autoridad electoral. 57
La reelección de Luis H. Álvarez en el año de 1990 y lo que ello esencialmente
representaba, es decir, la negociación del PAN con Los Pinos, trajo consigo un segundo
55 Arriola (2008, p. 89). 56 Loaeza (1999, p. 482). 57 Instituto Federal Electoral. (s.f.). Historia del Instituto Federal Electoral. Obtenido en abril 16, 2010, de http ://www.ife.org.mx/portal/site/ifev2/menuitem.cdd85 8023 b3 2d5b 778 7 e69 l 0d08600a0/
43
importante rompimiento en Acción Nacional. A partir de dicha reelección se conformó un
grupo al interior del partido denominado "Foro Democrático y Doctrinario de Acción
Nacional", el cual estaba en contra de la figura de Luis H. Álvarez. Para el año de 1992,
cuando el grupo se dio cuenta que representaban una minoría en los órganos partidistas y
que sus propuestas no prosperaban, decidieron salir del partido. Muchas de las
personalidades que renunciaron eran antiguos militantes e inclusive candidatos a la
presidencia de la República por el partido -José González Torres y Pablo Emilio Madero
además de dos ex-secretarios nacionales -Bernardo Bátiz y Jesús González Schmall-. Lo
paradójico de esta situación es que la renuncia de Pablo Emilio Madero como de Bernardo
Bátiz se debía a que no estaban de acuerdo con la creciente burocratización del partido y el
acercamiento con el gobierno federal priista, precisamente las mismas imputaciones que se
les hacían a ellos en la década de los ochenta como parte del grupo conchellista. 58
La campaña presidencial de 1994 fue un importante triunfo para el país en términos de
estabilidad política y un éxito para el panismo por los altos porcentajes de votos recibidos.
En ese año sucedieron acontecimientos que pusieron en duda el funcionamiento del sistema
político mexicano: el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
en el sureste mexicano, el asesinato del candidato priista a la presidencia de la República,
Luis Donaldo Colosio, y el también asesinato del secretario general del mismo partido, José
Francisco Ruiz Massieu. A pesar de estos sucesos, las elecciones se pudieron llevar a cabo
de manera regular y el compromiso del PAN la vía democrática y electoral fue total. Por la
otra parte, la campaña llevada a cabo por Acción Nacional sería altamente exitosa. Su
candidato, Diego Fernández de Cevallos, había sido un antiguo militante del partido y
convencido de los ideales del mismo. A diferencia de sus principales contendientes,
Cárdenas y Zedillo, los cuales recurrían a los antiguos mítines multitudinarios para
movilizar a los electores a su favor, el candidato panista se enfocó en promover su imagen
y plataforma política a través de los medios masivos de comunicación, por medio de los
cuales el mensaje del candidato se transmite de manera personal y directa al ciudadano.
Esta técnica traería importantes resultados para el partido. A diferencia de lo que sería la
58 Reynoso (2009, p. 52 - 53).
44
futura campaña de Vicente Fox Quesada en el año 2000, Fernández de Cevallos siempre
insistió en presentarse como un hombre de partido. 59
Un importante fenómeno que sucedería en la vida del partido a finales de la década de los
noventa sería el ascenso de algunos líderes del Bajío y el occidente del país al interior de
Acción Nacional, lo cual traería una apertura de los canales para la movilización de los
grupos de ultraderecha. La elección de Luis Felipe Bravo Mena como dirigente nacional de
Acción Nacional para el periodo 1999 - 2002 y su reelección para 2002 - 2005 allanaría el
camino a personajes que mantenían un importante vínculo con la derecha católica
ultraconservadora, algunos de los cuales incluso habían militado en el Yunque
(organización secreta de extrema derecha, con fuertes raíces católicas y uno de cuyos fines
es la conquista del poder). Esta hegemonía se extendería hasta la presidencia en el partido
de Manuel Espino Barrientos (2005 - 2008), cuyo activismo sumaría a su partido en un
permanente estado de conflicto interno y externo.60
La realpolitik de Acción Nacional aplicada en una sene de coyunturas que fueron
favorables para el partido le trajeron resultados tangibles, los cuales fueron causa de la
llegada del partido al poder en el año 2000. Las reformas en materia electoral, los diversos
reconocimientos por parte del gobierno salinista a sus triunfos electorales, las políticas
seguidas por el gobierno federal que hacían consonancia con ideas largamente enarboladas
por el partido, así como el haberse vuelto a convertir en la segunda fuerza opositora en el
país, fueron algunos de los resultados de la política aplicada por el partido durante la
presidencia de Carlos Salinas de Gortari. La creciente democratización y pluripartidismo
del país fueron bien aprovechados por el PAN, tanto que lo catapultaron a la presidencia de
la República en el año 2000, pero esto sin exentarse de algunos males, tales como la
colación de grupos de ultraderecha al interior del partido.
El encuentro definitivo del Partido Acción Nacional con el poder (2000 - ?)
El Pai:tido Acción Nacional conquistó la presidencia de la República con motivo de la
victoria en las elecciones del 2 de julio de 2000, a lo cual se sumó una nueva conquista del
poder ejecutivo en el año 2006. Los resultados de la llegada del partido al poder ejecutivo
59 Loaeza (2010, p. 162 - 163). 60 Hemández (2009, p. 200 - 201).
45
federal, después de décadas de lucha para lograrlo -aunque a veces la historia del panismo
pareciese ser lo contrario- trajo consigo también la creación de grandes expectativas entre
la población por el "cambio". Esta idea parecía significar un nuevo camino para el país y la
respuesta definitiva para todos los dificiles problemas nacionales. Sin embargo esto no fue
así. No sólo el partido se enfrentó a los problemas que trae consigo la conquista del poder,
sino que todo el sistema político mexicano fue sacudido por la alternancia. No sólo el PAN
no supo manejarse como un actor responsable en la conducción de los asuntos nacionales,
sino que la oposición tampoco supo manejarse como una igualmente responsable. Esto trajo
y ha traído una seria parálisis en la vida contemporánea de México.
Vicente Fox Quesada nació en el 2 de julio de 1942 en León, Guanajuato, en la cuna del
sinarquismo mexicano -grupo de extrema derecha, muy apegado a la religión y clero
católico y generalmente compuesto de gente de clase rural-. Estudió la licenciatura en
administración de empresas en la Universidad Iberoamericana (UIA), graduándose en 1999.
Fue ejecutivo de diversos cargos en el Grupo Coca Cola de México entre 1964 y 1979,
hasta convertirse en presidente de la compañía para México entre 1974 y 1979.
Posteriormente se dedicó a la agricultura y a la fabricación de calzado. Fue presidente del
Patronato Loyola que edificó la Universidad Iberoamericana en León, Guanajuato. En 1987
se convertiría en miembro activo del partido; diputado federal 1988 - 1991; consejero
nacional 1991 - 2007; candidato a gobernador de Guanajuato en 1991; miembro del
Comité Ejecutivo Nacional 1993 - 1996; gobernador de Guanajuato 1995 - 1999, entre
otro cargos.61 Vicente Fox no fue la excepción en términos religiosos al haber nacido en la
ciudad que vio nacer el sinarquismo mexicano, debido a que en varias ocasiones a lo largo
su carrera política hizo ostentación de su identidad católica: al haber sido declarado
ganador de las elecciones presidenciales, ondeó un estandarte con la imagen de la virgen de
Guadalupe; antes de tomar protesta como presidente de la República, hizo una parada en la
Basílica de Guadalupe; ambos actos en contra del Estado laico que tanto trabajo y tiempo le
han llevado al país constr_uir. Fox Quesada era la viva representación del neopanista, con un
pasado empresarial, poca experiencia en la esfera de la política y con un lenguaje sencillo e
informal que lo hicieron muy popular. El camino que siguió Fox Quesada hacia la
61 Pérez (2007, p. 129 - 130).
46
presidencia de la República está marcado por diversos acontecimientos que valdría la pena
remarcar.
Su primera candidatura a la gubernatura de Guanajuato en el año de 1991 llegó a un
desenlace inesperado. Tras haberse declarado ganador el candidato priista a la gubernatura
de Guanajuato, el candidato panista llevó a cabo manifestaciones que, de nuevo y siguiendo
la "tradición" de los empresarios vueltos políticos, fueron llevadas a cabo sin comunicación
ni consentimiento de su partido. Tras unas horas de haber tomado protesta el candidato
priista como gobernador del estado, este renunciaría a la gubernatura y Carlos Medina
Plascencia, un distinguido panista, se convertiría en gobernador interino. Esto provocó el
enojo y desconfianza de Fox hacia su partido, debido a que el movimiento político que
había sucedido en Guanajuato no era mera coincidencia, sino producto de las negociaciones
entre el partido y Los Pinos.
La campaña a la presidencia de la República del año 2000 empezó para el entonces
gobernador de Guanajuato desde el año de 1998, en el cual empezó a movilizar a sus
simpatizantes al interior del partido y fuera de él. En el año de 1999 hubo elecciones para
presidente del partido. Por una parte se encontraban los doctrinarios, representados por
Ricardo García Cervantes (actual senador de la república por el PAN), y por la otra el
candidato del grupo PAN-2000, representado por Luis Felipe Bravo Mena. Este último,
mediante el apoyo de la gente cercana a Fox y el grupo mencionado anteriormente (creado
dentro del partido para catapultar la candidatura de Fox a la presidencia), obtuvo el triunfo
en las elecciones, con lo cual no quedó duda del apoyo que brindaría el partido para lanzar
a Fox a la presidencia en el año siguiente. Aún así, la desconfianza y falta de compromiso
de Fox con el partido y sus principios hicieron que este conformara el conocido grupo
"Amigos de Fox", el cual estaba formado por gente ajena al partido y cuyo objetivo era
llevar a cabo una campaña de marketing político efectiva, posicionar a Vicente Fox y, con
ello, presionar al partido para que lo nombrara su candidato oficial. Esto trajo como
necesaria respuesta la marcada división al in!erior de Acción Nacional, donde por una parte
se encontraban aquellos que se oponían a que un grupo externo presionase al partido, se
metiese en su vida interna y llevase a cabo una campaña paralela a éste, y en la otra
aquellos que veían con buenos ojos la intromisión de estas personas para presionar al
partido y catapultar la posición de Fox. Esta división se acrecentaría y haría más visible
47
cuando Fox tomase posesión del ejecutivo federal y muchos de los altos puestos políticos
fuesen tomados por gente que se encontraba dentro de este grupo paralelo, "Amigos de
Fox".
El desdeño de Fox hacia el partido y sus doctrinas, así como a la idea expresada por
Castillo Peraza de que sería fundamental, una vez llegado el partido al poder, gobernar con
las diversas fuerzas políticas del país y especialmente con el PRI para poder llevar a cabo
las reformas necesarias y no perder estabilidad política, hicieron de la presidencia de Fox
una muy inestable. Fox y su grupo cercano contaban con que llegarían a la presidencia de la
República con una mayoría absoluta en el Congreso de la Unión y que, por lo tanto,
tendrían un amplio margen de maniobra para proponer y aprobar lo que ellos considerasen
necesario. Esta mayoría parlamentaria no sucedió, por lo que el siguiente paso fue tratar de
gobernar mediante una presidencia "plebiscitaria", es decir, pasando por alto a los partidos
políticos y presionando al Congreso para que aprobase las l,~gislaciones propuestas por el
ejecutivo federal mediante la presión popular. Esto último tampoco sucedió, sino que solo
ayudó a polarizar a las fuerzas políticas. Al acontecer el obvio parálisis político entre el
presidente y el poder legislativo, provocado en una medida importante por el desdeño del
presidente al Congreso y a los partidos políticos -tanto al suyo como a los de oposición-,
las grandes expectativas de la gente con la alternancia política en Los Pinos se vieron
defraudadas.
En los últimos años de la presidencia foxista, el intento de meter a la cárcel por
oportunismo político al popular y populista líder del Partido de la Revolución Democrática,
Andrés Manuel López Obrador, sólo provocaron mayor polarización, ya no sólo entre los
partidos políticos sino entre toda la sociedad mexicana. El Partido Acción Nacional no
quedó exento de los manipuleos del presidente con respecto a su partido debido a que
impulsó la candidatura del secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, para las
elecciones presidenciales de 2006. Esto iba en contra de los ideales largamente pregonados
por el partido, en los cuales la autonomía partidista siempre debía ser respetada y el
presidente no debía interferir en el proceso interno de elección de candidatos. Por ello, no
es raro que el principal contendiente del candidato Creel Miranda haya sido un panista
considerado como doctrinario y que entonces fungía como secretario de Energía, Felipe
Calderón Hinojosa. Antes de que se celebrasen las elecciones para elegir al candidato del
48
partido para la presidencia de la República, el grupo de Calderón Hinojosa ya se había
movido al interior del partido para aprobar una regla que constaba en que sólo los
miembros activos y adherentes del partido podían votar para elegir a sus candidatos, con lo
cual se aseguraba la victoria de Felipe Calderón debido a que tenía una larga trayectoria
partidista que databa desde su padre, a diferencia de Santiago Creel.
La llegada a la presidencia de la República de Calderón Hinojosa trajo consigo una
dinámica muy distinta con el partido que la que había imperado con su predecesor. A
diferencia de Fox Quesada, el cual deseaba gobernar sin el partido y mantenerlo alejado de
él, e] nuevo presidente ha cercenado la autonomía del partido. Tanto así, que los dos
últimos presidentes de Acción Nacional han sido gente cercana a Felipe Calderón. Lo que
en antaño había sido una crítica fundamental de Acción Nacional hacia el Partido
Revolucionario Institucional -su falta de autonomía con el presidente de la República y la
designación de los candidatos del partido por parte del jefe dcJ ejecutivo- se está llevando a
cabo en las mismas filas de] panismo.
La historia del Partido Acción Nacional es una de larga lucha por lograr una identidad
partidista, escoger ]os caminos más aptos para llegar al poder y, finalmente, alcanzar la
plena democracia en el país. La democratización del país fue: de manera correcta -siempre
institucional- alcanzada por Acción Nacional pero, sobre todo, por la sociedad mexicana.
Ahora pareciese que el camino del partido, como el camino de todo partido político, radica
en contemplar las ideas y lograr los acuerdos que mayor bienestar puedan ofrecerle a
México.
49
Capítulo 11
Historia de la Democracia Cristiana Europea
Antecedentes y nacimiento de la Democracia Cristiana Europea (1820 - 1880)
La democracia cristiana europea nace a lo largo del siglo XIX como una reacción a las
políticas liberales que tendrían su mayor auge, precisamente, en este mismo siglo. Es a
finales del siglo XVIII cuando surgen dos movimientos liberales que traerían como
resultado el enfrentamiento entre liberales y conservadores a lo largo del siglo antepasado
(México no siendo una excepción de ello): la revolución americana de 1776 y la revolución
francesa de 1789. Ambos movimientos traerían consigo ideas nuevas que repercutirían
seriamente en la vida pública y privada de las personas y las cuales se esparcirían y serían
implantadas en el mundo occidental a lo largo del siglo XIX y parte del XX. Entre estas
ideas, el tema religioso era uno clave: la libertad de religión y la separación de las
competencias del Estado y la Iglesia -cuya conjugación daría nacimiento al moderno
Estado laico-.
Así y como era de esperarse, a estos movimientos e ideas habrían de hacérseles frente
mediante otras movilizaciones sociales, uno de cuyos movimientos más conocidos por su
amplitud, resonancia y perduración hasta el presente serían los movimientos demócrata -
cristianos. El nacimiento de la democracia cristiana en Europa tendría como punto
fundamental la defensa de la influencia e intereses de las iglesias cristianas -~n _Europa -
específicamente de la Iglesia católica-, tratando de seguir con el referente cristiano/católico
como uno fundamental en la vida pública y privada de las personas.
El catolicismo político da vida a la democracia cristiana europea. Se podría decir que dicho
"catolicismo político" es el "atentado por parte de católicos de obtener mayor libertad
religiosa y política dentro del estado constitucional moderno o, más generalmente, de
obtener influencia por medio de sus números ( con tales instrumentos formales del
liberalismo como la libertad de prensa, asociación o religión)... es un atentado de
asertividad por medios políticos, motivado por la posición política débil de la Iglesia que
resultó de la revolución y secularización y de la disolución de la unidad religión - Iglesia
que había existido en principios absolutistas".62
62 Maier (1965, p. 16 - 17).
50
El liberalismo encontraría nuevo impulso en las revoluciones liberales europeas de 1848,
las cuales surgieron en diversos países europeos como producto del poder que sustentaban
las monarquías europeas y en las cuales la población exigía, básicamente, mayor libertad
política. Es a partir de esta mitad de siglo donde, al igual, los movimientos cristianos toman
su mayor fuerza e ingresan a la vida política de las diversas naciones de Europa occidental,
aunque su evolución de simples movimientos callejeros a partidos políticos modernos es
algo que tomará tiempo, como sucedido con los movimientos liberales. Es importante notar
el papel fundamental de la Iglesia católica para darle vida a estos movimientos sociales
cristianos. Es precisamente la Iglesia católica la que comienza a ver amenazados sus
intereses con las reformas liberales propuestas, lo que funciona como catalizador para que
pusiese en marcha dichos movimientos cristianos con relativa facilidad debido a que es una
institución altamente jerarquizada, organizada y centralizada, con iglesias extendidas a lo
largo de toda Europa que servirán como puestos de movilización social.
La evolución del movimiento demócrata - cristiano a lo largo de la Europa occidental ha
sido correctamente estructurado por el profesor de ciencia política de la universidad de
Nueva York, Stathis N. Kalyvas: organización, participación, éxito electoral y creación de
partidos políticos confesionales. Un punto de gran interés en esta evolución fue que la
Iglesia católica impulsó dicho proceso hasta la etapa de paiticipación, y esto después de
grandes reservas al respecto, ya que nunca tuvo contemplado crear partidos políticos debido
a diversos factores, entre los que se encuentran: la fuente de poder y legitimación de los
activistas católicos cambiaría de la iglesia a los votantes; cambiarían las tradicionales
relaciones dentro de la iglesia, ya que un líder de un partido político tratará diferente a las
autoridades religiosas católicas como tal que como un católico común; el control por parte
de la iglesia se pierde cuando el peso de ganar elecciones se torna más importante que los
asuntos religiosos a defender; debilita la posición de la Iglesia católica para negociar e
influir en los altos círculos del poder ya que su representación y poder se ve opacada por
los partidos políticos confesionales; finalmente, era una paradoja que la Iglesia católica
apoyase la creación de un partido político debido a su abien:a oposición a la democracia y
sus instrumentos de participación.63 Así, la Iglesia católica usa los ya existentes pero
débiles partidos políticos conservadores para apoyar su agenda. A continuación,
63 Kalyvas ( 1996, p. 44 - 48)
51
analizaremos con más detalle la evolución de la estrategia eclesiástica para ponerle un alto
a las ideas liberales y los ataques anti - clericales:
1. Organización: cuando la Iglesia católica se da cuenta que la negociación con las
élites políticas no daría resultado para frenar la ola d.e ataques anticlericales -esto
debido a la llegada de la democracia representativa y, con ella, la disminución de
poder por parte de las monarquías europeas-, se opta por crear organizaciones
católicas de masas. Estas organizaciones católicas no tendrían parangón en ninguna
etapa histórica previa de la Iglesia católica y funcionarían como medios de presión
para no aprobar las reformas liberales o tratar de darles marcha atrás. Peticiones con
firmas masivas en contra de estas leyes se hicieron viables. Aún así, la iglesia aplicó
ciertos instrumentos para que dichas organizaciones no se politizaran, tal y como el
excesivo control por parte del clero y su constante lucha por mantenerlas alejadas de
la acción política y electoral. Igualmente, las autoridades eclesiásticas harían
constantemente hincapié en actividades religiosas y sociales dentro de estas
organizaciones. Aún así, fue claro el fracaso de este intento debido a que no sería
suficiente para impactar y hacer caer a los gobiernos liberales. Inclusive se
exacerbaron los ataques anticlericales ya que se veía en la creación de estas
organizaciones un abierto desafío por parte de la Iglesia católica al Estado. Así y
debido a la falta de poder de los partidos conservadores existentes, aunado a las
crecientes presiones por parte del bajo clero y de amplios sectores sociales católicos
para tomar una estrategia más agresiva, la Iglesia católica opta por escalar su
estrategia a una más riesgosa.
2. Participación: esta estrategia consistirá en aprovecharse de los instrumentos
democráticos, especialmente de las elecciones, para con ello dar marcha atrás e
impedir las diversas legislaciones liberales que atentaban contra los intereses y el
control de la Iglesia católica sobre las sociedades europeas. Así, se entraba por
primera vez a la esfera política. La estrategia de la [glesia será aliarse de manera
sistemática con los partidos conservadores -con poco poder en la época- y
ofrecerles el voto católico organizado a cambio de apoyar legislaciones que fuesen
de su interés y dar marcha atrás a aquellas que ya hubiesen sido aprobadas y que le
fuesen perjudiciales. Es importante notar que esta alianza no fue fácil para los
52
conservadores, ya que éstos era políticos profesionales altamente educados y que
respondían a una serie de intereses nacionales y de clase, aunque no de religión.
Igualmente, estaba abiertos a los vaivenes de la política, en cuyo caso de ser
necesario afectarían los intereses de las autoridades eclesiásticas. Los conservadores
y la Iglesia católica veían su alianza como algo meramente temporal, ya que los
primeros no deseaban que se les identificara con ésta y la segunda quería disolver
las organizaciones confesionales en cuanto le fuese posible. Como era de esperarse
y haciéndose cumplir el temor de la Iglesia católica, esto trajo consigo
necesariamente la politización de las organizaciones confesionales y con ello, la
pérdida de su control.
3. Éxito electoral: el tremendo éxito obtenido por los partidos conservadores gracias
al apoyo de la Iglesia católica, específicamente vía las recientemente creadas
organizaciones católicas, fue el más importante catalizador para que estas últimas
tomaran conciencia de su importancia y, con ello, dar el paso para formar partidos
políticos confesionales propiamente, independientes de los partidos conservadores.
Sin duda, el punto principal de la participación de las organizaciones católicas, bajo
el férreo control de la Iglesia católica, seguía siendo la defensa de los intereses de la
jerarquía católica. Aún así, amplias esferas de ciudadanos católicos deciden
desobedecer a esta última y formar partidos políticos confesionales. Es importante
notar que el éxito de estas organizaciones confesionales fue debido, en gran parte, a
que eran las únicas organizaciones masivas en los países europeos. Los sindicatos y
los partidos socialistas comenzaban a surgir y no contaban con el apoyo masivo de
las poblaciones europeas. Así, empezamos a ver el fin de los partidos conservadores
europeos y el surgimiento de una identidad política católica sustentada en partidos
políticos confesionales.
Los intereses de la Iglesia católica, notablemente su monopolio en la educación, fueron
conservados durante algún tiempo y su declinación sería más rápida o más lenta
dependiendo del país europeo en cuestión. Sería simplemente cuestión de tiempo para que
esta institución religiosa terminara perdiendo gran parte del poder del que gozaba en los
Estados europeos y su monopolio se diese por acabado en muchas de las esferas que hoy en
53
día son consideradas como propias del moderno Estado laico. Aún así, los partidos políticos
confesionales estarían para quedarse. Su importancia para consolidar las democracias
europeas fue fundamental, como se verá más adelante. Lo irónico de ello es que éstos
habían nacido como producto de la intolerancia y para dar marcha atrás a las instituciones
liberales recientemente creadas, aunque terminaron politizándose y con ello entraron en la
dinámica misma del debate, la negociación y el parlamentarismo representativo del cual no
se pudieron sustraer: en otra palabra, de la democracia misma.
Modernización de la Democracia Cristiana Europea (1880- 1950)
Después del largo proceso de organización y participación que se llevó a cabo para
movilizar a las grandes masas de católicos en diversos países de Europa con el fin de
ponerle un alto a las políticas liberales, es en la tercera etapa, la del éxito electoral, donde
los católicos comunes deciden finalmente institucionalizar por cuenta propia el movimiento
católico. Esto se da en medio de un contexto político y social de creciente democratización,
por lo que es por medio del vehículo de excelencia de la democracia por el que deciden los
activistas católicos seguir dando la lucha: el partido político. La estrategia anteriormente
implementada por la Iglesia católica traería consigo la realización de su peor miedo, esto es,
la independencia del movimiento católico en un partido político. Igualmente, la creación de
diversos partidos políticos confesionales a lo largo de Europa occidental traería consigo la
necesaria democratización en el interior de los mismos y con ello la impregnación de un
"espíritu democratizador" en los anteriormente reactivos y conservadores católicos,
beneficiando y fortaleciendo al final la misma democracia nacional y continental. Con
esto, tenemos que ni la poderosa Iglesia católica ni el movimiento demócrata - cristiano
pudieron liberarse de las fuerzas democratizadoras y, hasta cierto punto, liberales que
habían jurado combatir.
Es precisamente con la formación de estos partidos políticos demócrata - cristianos que
empieza, de manera gradual, la secularización de los mismos y, con ello, la modernización
de éstos. De nuevo, una idea que iba en contra de las concepciones de los movimientos
católico - cristianos. Esta secularización se da debido a que los nuevos partidos
confesionales europeos no estaban sustraídos de la dinámica de todo partido político en un
régimen democrático, esto es, ganar la mayor cantidad de votos posible para con ello
54
conquistar el poder y hacer viable la agenda política propia. Es primordialmente la increíble
adaptación de los partidos confesionales europeos a esta nueva dinámica, entre otros
factores, que hace que los antiguamente partidos conservadores pierdan un enorme poder
para prácticamente nunca ser recuperado, muchos de ellos incluso desapareciendo del
espectro político con el paso del tiempo.
Es importante señalar que los movimientos confesionales y sus partidos políticos eran
conservadores en muchos aspectos. Aún así, los políticos que militaban en dichos partidos
eran, primeramente, católicos, y luego conservadores o liberales, según la persona y el tema
de que se tratase. Es por ello que la identidad de "conservador" se llego a perder y fue
suplantada por la de "católico" o "cristiano".
La diferencia entre los partidos conservadores y los confesionales radica en varios aspectos.
El primero de ellos es que los políticos conservadores tendían a ser aristocráticos o altos
burgueses, moderados en ideología y conectados con la vieja derecha parlamentaria. Los
líderes de los partidos confesionales tendían a ser burgueses o bajos burgueses en origen,
estaban interesados en cuestiones sociales, y eran más radicales en su ideología. Surgieron
de un largo aprendizaje en las masivas organizaciones católicas y eran radicalmente
diferentes de los tradicionales notables a quienes buscaban reemplazar (Boyer 1995:47;
Yonke 1990:131; Mendershausen 1973: 29; Maier 1969:37).64 El desdén de los políticos
conservadores hacia las masas los hacía altamente ineficientes para participar en la política
electoral de un régimen democrático; por otra parte, los políticos confesionales surgirían de
movimientos de masas y sería más fácil para ellos acceder a éstas y crear políticas
eficientes de captura de voto.
El futuro de ambos partidos, conservador y confesional, sería distinto dependiendo del país
europeo en cuestión. Los "conservadores desaparecieron como una opción política
distintiva en Holanda y Bélgica. En Austria, conservadurismo se identificó gradualmente
con el nacionalismo germano. En Alemania, los partidos conservadores sobrevivieron el
advenimiento del Centro como esencialmente partidos protestantes. En ambas Italia y
Alemania los conservadores pudieron sobrevivir el advenimiento de los partidos
confesionales cuando la activación del tema nacionalista tuvo prioridad a la aparición de
partidos confesionales, una posibilidad únicamente donde surgieron movimientos de
64 lbid. (p. 226).
55
unificación nacional. Aún así, el nacionalismo eventualmente probó únicamente una barrera
temporal para el dominio del catolicismo político. El nacionalismo llevó al surgimiento de
movimientos y regímenes autoritarios, los cuales eventualmente desacreditaron el
conservadurismo. De este modo el fin de la segunda guerra mundial selló el dominio de la
democracia cristiana en el espacio no socialista en ambas Italia y Alemania".65 Con esto
tenemos el cómo de la supervivencia de los movimientos demócrata - cristianos en algunos
de los más importantes países europeos y la desaparición de los movimientos propiamente
conservadores. Así, cuando Hugo Chávez, hace algunos años declaró que la presente
canciller alemana Angela Merkel representaba la descendencia del movimiento nazi,
podemos ver con claridad que esto no es cierto ya que los movimientos confesionales se
apartaron en un grado importante de las vertientes conservadores y nacionalistas en Europa,
Alemania no siendo la excepción de esto.
Al principio, no fue fácil definir qué ruta seguir en cuanto a la identificación de la religión
con los partidos políticos. Por una parte era la religión católica la que identificaba a estos
partidos y a su electorado, y perder dicha identidad traería consigo el riesgo de perder al
electorado y a hacer uso del aparato de la Iglesia católica para ganar votos. Por otra parte,
los partidos políticos confesionales veían su independencia del Vaticano como algo
necesario para ganar autonomía frente a ésta. Lo que se decidió fue una maniobra
inteligente: preservar su identidad confesional y con ello preservar su unidad, el apoyo del
voto católico y la posición tolerante de la Iglesia católica; y transformar los partidos en
organizaciones independientes, con prioridades también seculares, relajando con esto su
dependencia de la iglesia. Igualmente, crearon sus propias estructuras de organización y
reinterpretaron el significado de la religión para la política y la sociedad.66
La creación de estructuras propias con fines de organización es bastante entendible, ya que
estos partidos no querían depender, como dicho anteriormente, de la estructura de la Iglesia
católica para subsistir. Diversas organizaciones de carácter católico, en las cuales inclusive
en su nombre se acentua~a la palabra "católico", fueron creadas por los partidos políticos,
las cuales dependían y eran leales a éstos. Pero la parte de rcinterpretar la relación entre el
catolicismo y la política fue algo verdaderamente sorprendente y de mucha iniciativa.
65 lbid. (p. 226). 66 Ibid. (p. 242).
56
Anteriormente, la Iglesia católica había pronunciado diversas encíclicas ( carta solemne que
dirige el Sumo Pontífice a todos los obispos y fieles del orbe católico )67 pronunciándose en
contra de las recién nacidas democracias liberales europeas. Tales son los casos de la
encíclica Quanta Cura (1864) en donde se critica la libertad de culto y la aconfesionalidad
de los Estados, y la Rerum Novarum ( 1891 ), la cual, a pesar de haber servido como base a
los movimientos demócrata - cristianos debido a que en este documento se trata de tomar
un tercer camino entre el socialismo y el liberalismo, también se critica la decristianización
de las masas de trabajadores. Estos dos ejemplos son importantes ya que a través de ellos
podemos ver que la democracia cristiana hace caso omiso d1;: las constantes críticas de las
autoridades eclesiásticas a la democracia liberal (y vaya que fueron constantes), aunque
toma de ella ciertos documentos que van en interés del movimiento y lo ayudarán a
definirlo.
En el "proceso de apropiación simbólica, líderes de los partidos confesionales
reinterpretaron el catolicismo cada vez más como un concepto moral general y abstracto,
controlado y mediado por ellos en vez de la iglesia".68 Por esto se empieza a hablar más de
los valores cristianos, los cuales también se encuentran implícitamente entendidos como
occidentales, y no tanto de conceptos más exclusivos de la Iglesia católica. La "moral",
"ética", "dignidad humana", "humanismo", son palabras que se empiezan a utilizar con este
fin.
En la era inicial de la política de masas, producto de la lenta democratización de Europa,
los partidos confesionales europeos prefirieron luchar dentro del sistema político que fuera
de él. Es decir, prefirieron luchar a través de la vía institucional -con partidos políticos- que
por la vía violenta -movimientos armados-. Una vez inmersos en la dinámica propia de los
sistemas democráticos y con el paso de tiempo se vieron en la necesidad de ampliar su base
social lo más posible para obtener la mayor cantidad de votos posibles. Por ello, la cuestión
religiosa, que anteriormente había sido el tema esencial que dio fundación a los partidos
confesionales, necesariamente tuvo que s~r relegado con el paso del tiempo para dar
prioridad a otros asuntos nacionales de mayor relevancia. Si a esto aunamos el lento pero
seguro deterioro del tema religioso en la vida de las personas, es decir, la secularización de
67 Real Academia Española. Recuperado el 3 de julio de 2010, de http://buscon.rae.es/drael/SrvltGUIBusUsual 68 Kalyvas ( 1996, p. 244 ).
57
las vidas personales, tenemos con todo esto un coctel perfecto para empujar a los partidos
confesionales europeos a secularizarse. Aún así, este proceso fue uno paulatino y en el que
tuvieron que pasar diversas generaciones para que la secularización se asentara de manera
formal y determinante en los anteriores partidos confesionales europeos.
La unificación de los católicos y protestantes bajo un solo partido político "cristiano" sería
lo que fundamentalmente diferenciaría a la democracia cristiana anterior a la segunda
guerra mundial y aquella posterior al conflicto bélico, si es que se pudiese hablar de una
"democracia cristiana" como tal anterior a la posguerra debido al fuerte y excluyente
ingrediente católico. Antes de 1945 -año que marca el fin de la segunda guerra mundial-, la
democracia cristiana se encontraba, en su gran mayoría, representada por partidos
eminentemente católicos. Hoy en día, los partidos políticos hacen referencia a lo "cristiano"
a diferencia de lo "católico" o "protestante" y sus bases de apoyo provienen de la población
en general. Sería difícil hablar del éxito de partidos propiamente católicos o protestantes en
Alemania u Holanda cuando sus poblaciones tienen fuertt::s representaciones de ambas
religiones.
La causa por la cual los protestantes no se politizaron con tanta fuerza como los católicos
anteriormente a la segunda guerra mundial es fundamentalmente una. A partir de la
Reforma: en el siglo XVI se crea la Iglesia protestante estatal, la cual, como bien lo indica
su nombre, hacía referencia al carácter eminentemente estatal de la religión protestante en
muchos países europeos69 -a diferencia de la religión católica, la cual se encuentra
fuertemente centralizada en la Iglesia católica, y más aún, en un Estado, el Vaticano-. Esto
trajo que la población protestante no se sintiese amenazada por los ataques anticlericales -
dirigidos en gran parte contra la Iglesia católica- y por lo tanto no se politizara. Los
segmentos de protestantes que efectivamente se politizaron, tal es el caso de Holanda, será
porque veían a los valores del cristianismo como eminentemente en peligro, idea que
tendrían en común con sus pares católicos. La amenaza sentida o no por los protestantes
tendrá que ver muy específicamente con la forma en que las re~ormas liberales se llevaron a
cabo en cada país europeo.
69 Coakley (2008, p. 2).
58
La Democracia Cristiana Europea en algunos países de Europa occidental
Alemania. El caso del partido demócrata - cristiano alemán, la Unión Demócrata Cristiana
de Alemania o Christlich - Demokratische Union Deutschlands (CDU) es importante de
saber ya que es el partido de su tipo más grande y poderoso en Europa y probablemente del
mundo, si tomamos en cuenta que es el partido que más tiempo ha permanecido en el poder
en Alemania desde el fin de la segunda guerra mundial ( 1945) y el que gobierna la
economía más grande del continente europeo. Actualmente, se encuentra en el poder bajo el
liderazgo de la canciller alemana Angela Merkel.
Anterior a la unificación alemana de 1871, ya existían en Prussia -el principal estado
germano- fracciones parlamentarias con denominación "católica", esto más debido a que
los católicos representaban una minoría y no por ataques anticlericales. Asimismo, en los
altamente católicos estados del sur de Alemania, diversos pa1tidos regionales empezaron a
surgir, esta vez debido a los ataques anticlericales que empezaban a hacer eco en la
población católica. Es hasta la unificación alemana donde el Zentrum o Centro, que había
surgido en Prusia antes de la unificación, representaría con mayor fuerza los intereses de
los católicos y la defensa de la Iglesia católica -aunque esto último siempre con reservas- a
lo largo de toda Alemania, y con apoyo de partidos confesionales locales (uno de cuyos
partidos sobrevive hasta hoy en día y es un actor político fundamental en el sur bávaro de
Alemania, la Unión Social Cristiana o Christlich - Sozial Union in Bayern [CSU]).
De esta lucha surgió lo que se denominó Kulturkampf, que es la lucha por parte del Estado
alemán -representado en esos tiempos principalmente por Otto von Bismarck- de
imponerse y tomar el control de una pluralidad de temas que se encontraban en manos de la
Iglesia católica. Entre 1871 y 1874 una variedad de leyes y decretos fueron anunciados:
castigo a curas que usaran el púlpito con propósitos políticos; censuraban la publicación de
documentos de la iglesia; los inspectores de escuelas serían representantes del gobierno y
no curas, entre otros. 70
Con esta y otras medidas que se irían tomando, aunado a la rapidez y dureza de hts mismas,
la Iglesia católica no tuvo otra opción que darle su apoyo total al partido Centro. A la vez,
el partido aprovechó la situación para que el Vaticano reconociera la total independencia de
7° Kalyvas (1996, p. 213 ).
59
éste respecto de las autoridades eclesiásticas; igualmente se cr1~aron diversas organizaciones
católicas del partido, las cuales iban desde organizaciones de campesinos hasta de artistas.
El partido Centro y diversos partidos regionales alemanes nunca se unificaron con los
protestantes -al contrario de lo sucedido en Holanda- debido a una maniobra inteligente por
parte de von Bismarck. Debido a la enorme autoridad política y moral de la cual gozaba en
aquel tiempo por ser el artífice de la unificación alemana, comenzó a hablar de la "amenaza
de Roma" y del catolicismo como el responsable de la falta de respeto que se empezaba a
tener a la religión y del Papa como el enemigo del evangelio y de la salvación. Por sus
palabras, una coalición interconfesional anti - liberal fue imposible.71
Al haberse consolidado como uno de los principales partidos políticos en Alemania bajo el
liderazgo de Windthorst, después de la primera guerra mundial el Centro llegó a ser el actor
principal de una alianza entre liberales social - demócratas y cristiano - demócratas para
hacerle frente a los comunistas y a los nacionalistas. Su equivocación, y lo que permitió la
llegada al poder del nacional - socialismo, fue que después de 1929 abandonó su papel
fundamental como unificador de las diversas fuerzas políticas alemanas y éstas enfrentaron
de manera dividida al partido nazi.72
Al término de la segunda guerra mundial y como dicho anteriormente, el CDU alemán fue
fundamental para sacar a Alemania de la crisis de la posguerra. Simplemente los años de su
gobierno al frente del gobierno alemán son un reflejo de su carácter central en la creación
de un estado democrático, federal y próspero como representa hoy Alemania: Konrad
Adenauer (1949 - 1963), Ludwig Erhard (1963 - 1966), Kurt - Georg Kiesinger (1966 -
1969), Helmut Kohl ( 1982 - 1998), Angela Merkel (2005 - ?).
La actualidad del CDU alemán es de un partido "cristiano", a diferencia de uno meramente
"católico" o "protestante". Esto sucedió al término de la segunda guerra mundial y después
de mucho pensar, ya que la historia de Alemania empujaba nuevamente hacia la separación
entre católicos y protestantes. El de hoy es "un movimiento general de opinión a favor de
un partido cristiano unificado con un programa general y no meramente eclesiástico,
independizado de las ideas oficiales y obteniendo su apoyo de todas las clases y
confesiones". 73
71 lbid. (p. 214). 72 Fogarty (1964, p. 4 76). 73 lbid. (p. 490).
60
Francia. El caso francés es de gran interés, ya que pudiéndose pensar que en este país
surgió un partido confesional, lo sucedido fue lo contrario, y 1;:sto en un país compuesto en
su gran mayoría por católicos. Existieron y existen partidos conservadores, aunque no
confesionales. Como se verá, fueron diversos factores los qui;: se conjugaron para impedir
que un partido confesional surgiera en Francia.
La historia juega y jugó un papel fundamental para que no surgiera un partido confesional
en Francia. La monarquía francesa y su restauración definitiva fue un tema que el país
venía arrastrando desde la muerte de Luis XVI y María Amonieta, en 1791. Durante las
primeras décadas de la tercera república francesa (1871 - 1946) se vislumbró como una
posibilidad seria el regreso de la monarquía. Francia había vivido prácticamente toda su
vida bajo el gobierno de ésta y la primera y segunda repúblicas francesas habían tenido una
vida efimera, habiendo sido destruidas siempre por el regreso de emperadores y reyes.
Desde un principio, la formación de un partido confesional füe totalmente inaceptable para
la derecha francesa, debido a que se hubiese comprometido la restauración de la monarquía
al poner como prioridad la defensa de la Iglesia católica. Inclusive, veían el tema católico
como uno que competía con el tema monárquico; la prioridad era el regreso de la
monarquía, y después la defensa de la Iglesia católica.74
La estrategia de la Iglesia católica para contener las legisladones liberales y los ataques
anticlericales --organización y participación- nunca fueron implementadas en Francia, a
diferencia del resto de los países de Europa occidental; Francia fue el único país donde la
Iglesia católica mantuvo un bajo perfil, a pesar de los fuertes ataques anticlericales en su
contra por parte de los republicanos.
Las razones del por qué la Iglesia católica francesa no implementó su estrategia de defensa,
como hecho en el resto de los países europeos, tiene que ver principalmente con que creyó
que sería más costoso implementarla que los beneficios qui;: obtendría con ella. En esos
tiempos hablar de derecha e izquierda era igual a hablar de monarquistas y republicanos, es
decir, la principal diferencia que los separaba era el régimen político que se deseaba.
Igualmente, el tema religioso era lo único que mantenía juntos a los republicanos ya que
éstos divergían en una gran cantidad de temas. Así, si la Iglesia católica se convertía en un
actor central en la lucha religiosa, esto traería consigo aún más la unión de los republicanos
74 Kalyvas ( 1996, p. 121 ).
61
y la viabilidad de la tercera república francesa. Lo que se buscaba era un retomo al poder
por parte de los conservadores, restaurar la monarquía y darle marcha atrás a las
legislaciones liberales y los ataques en contra del Vaticano.75 A pesar de que el retomo de
los conservadores no estaba asegurado en el futuro inmediato debido a que estaban mal
organizados, la historia había demostrado que, como dicho anteriormente, las repúblicas
francesas duraban poco en el tiempo y siempre se regresaba hacia los regímenes
monárquicos.
Los regímenes monárquicos europeos habían perdido poder, más concretamente a partir de
las revoluciones europeas de 1848, por lo que no pudieron regresarle las facultades y poder
del que había gozado anteriormente la Iglesia católica en sus países. Por ello, la estrategia
de presión ideada por el Vaticano tuvo que ser llevada a cabo. En cambio, la historia de la
monarquía francesa era un tanto diferente. La masiva centralización del Estado francés, el
gran poder que desde antaño había gozado la corona francesa, y la población
mayoritariamente católica (no siendo el caso de Gran Bretafía, los estados germanos o el
Imperio Austro - Húngaro) había hecho de la monarquía francesa un aliado importante del
Vaticano. La idea del pronto regreso de la monarquía, aunado a su inclinación
conservadora, hacía que la iglesia quisiese esperar a que el tiempo se pusiese a su favor.
Esto demostró no ser así.
¿ Y qué efectos trajo consigo la falta de creación de un partido confesional francés? Como
dicho anteriormente, la creación de éstos en otros países europeos trajo consigo el empuje
democratizador en sus respectivas sociedades europeas. En Francia, el resultado fue
distinto. La falta de "una mayor estructura y organización que enfrentó la derecha al
comienzo del siglo XX, y una que fracasó en resolver, fue la integración del electorado
católico en un sistema político de una manera que convenció a la mayoría de sus miembros
de que eran efectivamente representados".76 Es decir, esto trajo consigo una mayor lentitud
en el "espíritu democratizador" de amplios sectores de católicos en Francia y con ello, una
menor participación en cuestiones públicas.
75 lbid. (p. 13 7 - 139). 76 lbid. (p. 172).
62
Holanda. A diferencia de Alemania, este es un país pequeño, donde las guerras religiosas
peleadas anteriormente entre católicos y calvinistas estaban todavía muy presentes en la
memoria colectiva pero que, aún así, lograron unir fuerzas ambas religiones desde el inicio
del movimiento liberal y no después de un siglo de comenzado, como fue el caso alemán.
El tema educativo fue el que causó el rompimiento entre liberales y católicos, anteriormente
aliados. Los gobiernos liberales trataron que en las escuelas se enseñara una educación
cristiana pero sin referirse a ninguna confesión en particular, lo que provocó el descontento
tanto de católicos como de calvinistas. Esto hizo que la Iglesia católica empezase a
implementar su estrategia de organización en los 1860's pero con independencia del
movimiento calvinista, ya que se consideraban a éstos como más peligrosos que los mismos
liberales. Aún así, y después de nuevas leyes de carácter secular en temas educativos, fue
que los católicos y calvinistas se unieron e implementasen la estrategia de participación. Es
interesante señalar que el partido calvinista se formó años antes que el partico católico
debido a la interferencia de la Iglesia católica para formar uno. 77
La creación de un partido católico y su unión con el partido calvinista, y la correcta
organización de éstos para elegir a candidatos católicos y calvinistas para la elecciones
parlamentarias de 1888 produjeron una mayoría confesional en el parlamento. Esto trajo
consigo que muchas leyes anticlericales promulgadas anteriormente se les dieran marcha
atrás. La lenta pero segura unión de las organizaciones católicas a lo largo de Holanda trajo
consigo que, en 1901, el Partido Católico fuera el más fuerte en el país. Un partido
completamente centralizado, el Partido Estatal Romano Católico o Roomsch - Katholieke
Staatspartij (RKSP), surgió en 1926.78 Actualmente existe un partido demócrata - cristiano
con una fuerte presencia en la política nacional holandesa, con nombre Llamado Demócrata
-Cristiano o Christen Democratisch Appél (CDA).
77 lbid. (p. 193). 78 Ibid. (p. 195).
63
Capítulo 111
Similitudes y diferencias entre el Partido Acción Nacional y la Democracia Cristiana
Europea
Desde sus inicios, la influencia de la democracia cristiana en el Partido Acción Nacional
fue obvia y fundamental. Esto debido a que una parte importante de su doctrina estaba y
está inspirada en autores de corte católico, al igual que en numerosos documentos -
especialmente encíclicas- promulgados por la Iglesia católica. Aún así, el fundador del
PAN, Manuel Gómez Morín, siempre dejó en claro la total autonomía del partido, no solo
en relación con el régimen oficial priista, sino también con respecto a organizaciones
internacionales demócrata-cristianas. La razones que se argumentaron para ello fue,
primeramente que todo y como dicho anteriormente, mantener la completa autonomía del
partido; no se deseaba perder cierta flexibilidad al identificarse al partido con la democracia
cristiana; por último, la filiación a estas organizaciones internacionales podría traer consigo
la pérdida del registro del partido -debido a que se podría argumentar la confesionalización
de éste, prohibido por la legislación nacional-.
No fue sino hasta octubre de 1998 que Acción Nacional ingresó a la Internacional
Demócrata Cristiana (IDC), hoy conocida como Internacional Demócrata de Centro, ya que
el partido había estado participando en reuniones internacionales de esa organización desde
1987, y en 1993 se había afiliado como observador permanente a la Organización
Demócrata Cristiana de América (ODCA).79 Aún así, existen algunas similitudes entre la
historia de los partidos demócrata - cristianos europeos, los cuales se empezaron a fundar a
partir del último cuarto del siglo XIX, y la de Acción Nacional. Dichas similitudes se
enumerarán a continuación.
1. El dilema de la participación política. Una importante disyuntiva histórica de
Acción Nacional fue aquella del participacionismo vs abstencionsimo. Por un lado
se encontraban aquellas personas que deseaban participar en elecciones políticas a
pesar de los constantes fraudes cometidos e igualmente negociar con el régimen
priista en el poder (una política realista y pragmática, se podría argumentar), siendo
la creación de las diputaciones de partido el principal argumento utilizado de los
resultados que dicha política estaba arrojando; por la otra parte se encontraban
79 Loaeza (201 O, p. 85).
64
aquellos que veían como fútil la participación del partido en elecciones debido a los
mismos fraudes electorales cometidos de manera sistemática, argumentando que la
razón de ser del partido era la de embarcarse en una misión de largo plazo
consistente en educar a la población en los ideales humanistas y que, en la
posteridad, esto traería necesariamente los cambios que se querrían en el país.
Pareciese ser que las corrientes abstencionistas olvidaban que la naturaleza misma
de un partido político es llevar a cabo los cambios pugnados por éste a través de la
conquista del poder.
Es importante notar que aquellos panistas que pugnaban por una política de
abstencionismo fueron aquellos miembros del partido que tuvieron fuertes
conexiones con y pertenecieron a organizaciones católicas. Por el contrario,
aquellos miembros que tuvieron pocos contactos o nulos con organizaciones
confesionales fueron aquellos que defendieron la política de la participación y de un
mayor realismo político, entre los que destacan Manuel Gómez Morín, Adolfo
Christlieb lbarrola, José Ángel Conchello y Luis H. Álvarez.
Esto igualmente sucedió en Europa al inicio mismo de la creación de los partidos
políticos confesionales, donde la doctrina de la Iglesia católica en la cual se
rechazaba la idea de la democracia liberal hacía difícil la participación de los
católicos en la política. Así, en Holanda como ejemplo, "muchos líderes Cristianos
tenían un miedo mortal a, e inclusive aborrecían la idea de, los partidos políticos"
(Vanden Berg 1960:71).8º Igualmente que lo sucedido en Acción Nacional, diversos
líderes políticos católicos tuvieron que recurrir a complicados argumentos
doctrinales sobre el por qué el sistema representativo no era contrario a las
enseñanzas de la iglesia y por qué el sufragio universal era necesario (Formigoni
1988:34)81• Con el paso del tiempo, muchos de estos personajes católicos aceptarían
la realidad y la importancia de participar en la política. Los católicos
"comprendieron con entusiasmo el concepto fundamental por el cual lo secular
como tal le fue otorgada una tarea a jugar en el mundo, complementaria pero no
8° Kalyvas ( 1996, p. 87). 81 Ibid. (p. 88).
65
2.
82 lbid.
esencialmente subordinada a el trabajo redentor de la iglesia en el orden espiritual"
(Molony 1977:22).82
Debemos de tener en cuenta que las coyunturas mexicanas y europeas fueron
distintas, especialmente por el factor del tiempo, por lo que los argumentos de no
participación de los católicos mexicanos y europeos fueron distintos. En Europa, la
recién llegada de la democracia y de los sistemas de representación política fue lo
que ocasionó el rechazo de los católicos a la participación pública, debido a que el
mundo católico se distingue por la creencia en las autoridades absolutas y
concentradas -como la Iglesia católica-, a diferencia de los protestantes, donde la
autonomía del individuo frente a la autoridad es altamente apreciada -el mundo
anglosajón es una fiel representación de ello-. Inclusive, a pesar de los constantes
ataques de los liberales a la Iglesia católica, los católicos no tomaron la iniciativa
por sí mismos, sino que tuvieron que esperar las instrucciones de la Iglesia católica
para actuar. Por el contrario, en México ya habían pasado varias décadas en donde
ya no se cuestionaban más las ventajas de la democracia. liberal, por lo que dicha
premisa no pudo ser utilizada como una de no participación. Por el contrario, el
argumento utilizado para la no participación fue, como dicho anteriormente, los
fraudes electorales practicados por el gobierno, aunque igualmente las personas que
más fervientemente defendieron esta posición fueron las más creyentes en términos
religiosos. Probablemente y a manera de especulación, si la Iglesia católica
mexicana no hubiese tomado el camino de aliarse con los gobiernos revolucionaros
mexicanos, y por el contrario se hubiese pronunciado en contra de estos y
organizado a la sociedad católica para actuar en consecuencia, la historia de no
participación de estos grupos confesionales hubiese sido otra, como el caso europeo.
Aún así, el punto a resaltar es lo dificil que resultó para las personas con ferviente
creencia católica, tanto en México como en Europa, el poder participar en la política
y tomar las difícile~ decisiones propias de ésta y el mundo terrenal.
El papel fundamental de las organizaciones católicas. El factor de las
organizaciones católicas siempre estuvo presente en el PAN y en los partidos
confesionales europeos.
66
En el caso de Europa, primeramente se formaron estas organizaciones confesionales
para ordenar y organizar la presión que ejercería la Iglesia católica en contra de los
gobiernos liberales. En una segunda etapa, éstas fungieron como votantes para los
partidos conservadores, y éstos a la vez como defensores de algunos de los intereses
de la Iglesia católica (pacto al cual llegaron estos dos actores y no por mera
casualidad). En tercer lugar y debido al éxito obtenido para organizar el voto
católico, se conformarían estas organizaciones en partidos políticos confesionales,
marginando a los conservadores y destruyendo el poder de coerción y control que
mantenía la Iglesia sobre dichas organizaciones.
En el caso mexicano, Acción Nacional nace como un partido secular, cuya base son
los universitarios y las clases medias y profesionistas del país. Sin embargo, y
debido al cambio en las coyunturas nacionales y a pesar de la importancia que le
otorgaba el fundador del partido a la idea de la heterogeneidad, Acción Nacional no
pudo seguir atrayendo a los universitarios y profesionistas a su partido debido a
diversas coyunturas políticas y tuvo que reemplazar a éstos con gente proveniente
de organizaciones católicas. Así, muchos de los líderes del partido serán miembros
activos de organizaciones católicas y con amplios antecedentes en estas.
Igualmente, el partido se apoyó en estas organizaciones como un medio para
obtener el voto -sobre todo en el Bajío del país- y por último para suplantar la falta
de estructura partidista.
Las organizaciones confesionales jugaron un papel fundamental en ambos casos. En
el europeo, debido a que fueron gracias a ellas por las cuales se formaron los
partidos políticos confesionales, los cuales tendrían un papel protagónico en la vida
política de diversos países del viejo continente. En México, debido a que es gracias
a ellas por las cuales el panismo se puede sostener en sus años más dificiles de
aislamiento, esto a través de la "importación" de importantes líderes católicos
pertenecientes a estas organizaciones _a sus filas partidistas, aprovechando a éstas
para suplantar la falta de estructuración del partido y, por último, para obtener,
aunque en un grado muy menor, el voto católico que será fundamental para la
supervivencia de Acción Nacional.
67
3. Su rol fundamental en la democratización de las naciones. Tanto los nuevos partidos
confesionales europeos como Acción Nacional tuvieron un papel fundamental en
apoyar la democratización y la instauración de gobiernos representativos.
En el caso de Europa se puede ver claramente un salto donde, en un comienzo la
Iglesia católica y organizaciones católicas tenían como principal objetivo dar
marcha atrás a los nuevos procesos parlamentarios, el voto universal, y la
democracia nacional. Aún así, al transformarse la dinámica de una donde se utilizan
a dichas organizaciones como organizadoras e impulsoras del voto católico a otra de
formación de partidos políticos nacionales confesionales con activa participación
política, estos terminarán viendo necesariamente a la democracia representativa
como el camino idóneo para conseguir sus fines. Así, "muchos líderes de partidos
confesionales eran inicialmente integristas religiosos, enemigos de la democracia.
El proy~cto ideológico de la organización católica era el establecimiento de "un
régimen clerico - monarquista o una dictadura clerico - militar, ambas de las cuales
auguraban una teocracia, la subordinación del poder secular a la iglesia y la
supresión de la libertad individual" (Reddick 1950:339). Sin embargo estos
activistas católicos terminaron consolidando la democracia representativa. Los
líderes de los nuevos partidos entendieron rápidamente que su propio poder yacía en
el electorado más que en la iglesia y que la única manera de asegurar su autonomía
de la iglesia era acoger el parlamentarismo y jugar por sus reglas. Por medio de la
integración de fuerzas opuestas al parlamentarismo, el proceso de formación de los
partidos confesionales se consolidó en los emergentes regímenes democráticos de
Europa".83
En el caso mexicano, el nacimiento de Acción Nacional como el primer partido de
oposición a los regímenes priistas traería consigo, después de algunas décadas de
férrea lucha, la instauración de la democracia en el país, aunque al principio
pareciese ser que el único papel que jugó el PAN en la v_ida nacional del país fue la
de darle al régimen oficial una imagen de legitimidad y al país una imagen de
democracia. Sin embargo, es innegable que Acción Nacional fue el único partido
autónomo y de oposición durante gran parte del tiempo que estuvo en el poder el
83 Ibid. (p. 112- 113).
68
Partido Revolucionario Institucional, por lo que es innegable el papel fundamental
que jugó para lograr la democratización del país. Será hasta finales de la década de
los ochenta cuando un nuevo partido político de oposición emergerá, el PRD, y
siendo éste producto de una escisión interna del PRI.
La similitud entre los casos europeo y mexicano radica en que tanto los partidos
confesionales como Acción Nacional fueron actores políticos centrales en la
consolidación e instauración de los regímenes democráticos. En Europa los partidos
confesionales impulsaron la democratización de sus respectivos países de manera
indirecta y sin proponérselo, y sólo terminaron consolidando regímenes
democráticos ya existentes; en cambio, en México el PAN impulsó la democracia
del país de manera directa y como una de sus metas fundamentales, aunque su lucha
se daría en medio de un régimen autoritario.
Aún con las similitudes antes mencionadas, también se pueden encontrar dos importantes
diferencias que fueron determinantes para que los partidos católicos confesionales por una
parte, y Acción Nacional por la otra, tomaran caminos diferentes.
1. La unidad/desunión de los católicos europeos y mexicanos. En el caso de Europa se
podría aplicar el dicho de que la unión hace la fuerza. Los católicos europeos se
unieron de una manera sorprendente. Primero que todo en organizaciones católicas,
después en la toma de un rol más activo en términos de participación política por
medio de la promoción del voto para los partidos conservadores, y en última
instancia en la creación de partidos políticos católicos. Por último, se puede
observar claramente la unidad del mundo católico europeo en el voto sistemático
que éstos le brindaron a los partidos políticos confesionales, por lo que hicieron que
éstos últimos se convirtiesen en actores políticos fundamt:ntales a nivel nacional e,
inclusive, continental. En cambio, en México nunca hubo una unidad a nivel
nacional de parte de los católicos en el país. Esto se podría imputar a_ diversas
razones. En primer lugar, las circunstancias históricas entre la Europa de fines del
siglo XIX y el México de mediados del siglo XX es enorme. En el caso europeo
comienzan los ataques directos y constantes a la Iglesia católica por parte de grupos
liberales, terminando en la remoción de muchos de los privilegios con los que desde
69
antaño había gozado la iglesia. Por el contrario, estas circunstancias ya habían
sucedido en México, precisamente en el siglo XIX; cuando Acción Nacional nace
los cambios que se habían gestado en materia religiosa hacía alrededor de cien años
en el país ya estaban consolidados. Si hubiera habido un periodo para la
organización de los católicos en México en una fuerza política hubiese sido en la
época de las reformas impulsadas por el grupo de liberales mexicanos encabezados
por Benito Juárez.
Un segundo factor a tomar en cuenta es que los partidos políticos confesionales
europeos nacen, precisamente, como partidos confesionales, es decir, con una clara
definición religiosa y católica, lo que servirá para que e] resto del mundo católico
europeo se puedan identificar fuertemente con ellos e impulsarlos. En México, en
cambio, Acción Nacional nunca se considera y, por lo tanto, es considerado por la
gente como un partido político confesional, por lo que la identificación de los
católicos mexicanos con éste en términos religiosos no tenía razón de ser.
Así, tenemos que las diferencias de coyunturas europeas y mexicanas, aunado a la
diferencia en la esencia de los partidos políticos confesionales europeos con Acción
Nacional, fueron factores fundamentales para lograr, en el caso europeo, el
aglutinamiento y movilización de los católicos como un solo cuerpo político; en el
caso mexicano, para que nunca hubiese una organización efectiva por parte de los
católicos en el país con fines de participación política.
2. El papel de la Iglesia católica. La estrategia que siguió la Iglesia católica en Europa
y en México es distinta. Una parte importante de ello se le podría imputar, de nuevo,
a la diferencia de los tiempos históricos vividos en Europa y en México, debido a
que en el primer caso es cuando se intensifican los ataques anticlericales, y en el
segundo dichos ataques ya habían sucedido y formado parte de la historia nacional.
En Europa, la estrategia seguida por la Iglesia católica fue, en un principio, negociar
con las cúpulas políticas europeas. Debido a que con ello no se pudo evitar la
legislación anticlerical -debido a la reciente democratización europea, donde los
reyes y nobles no ejercían ya el control absoluto sobre el Estado y la población-, la
iglesia prosiguió a organizar a los católicos en organizaciones confesionales para
utilizarlas como un medio de presión. Acto seguido, y debido a la ineficacia de la
70
simple organización, se prosigue a utilizar a dichas organizaciones en términos de
participación política y para apoyar a los partidos políticos conservadores. Así, es en
este último punto y debido al éxito observado en las elecciones por diversos líderes
católicos, que la Iglesia pierde control del mundo católico y éstos prosiguen a
formar partidos políticos independientes de la Iglesia católica.
En México, a pesar de que el grueso de la afectación de los intereses de la iglesia
por parte del Estado mexicano ya había pasado hacía algunas décadas, es innegable
que muchos de los recientes gobiernos revolucionarios, como el de los generales
Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas del Río, eran abiertamente anticlericales.
La guerra cristera es una prueba contundente de ello. Sin embargo, la iglesia en el
país, bajo el cobijo del Vaticano, nunca decidió proseguir a organizar a los católicos
mexicanos en organizaciones católicas efectivas. Igualmente, consecuencia de ello
es que no nacieron partidos políticos confesionales, a excepción del vano intento del
sinarquismo mexicano. La estrategia de la Iglesia fue la de negociar con las cúpulas
revolucionarias en el poder, con lo cual se llegó a un entendimiento entre la Iglesia
católica nacional y el Estado mexicano, en donde por una parte la primera se
abstendría de involucrarse en la política nacional, y el segundo se abstendría de
atacar a la Iglesia católica ( es entendible este acuerdo por parte del Estado
mexicano, debido a que el control que la iglesia había ejercido durante largo tiempo
sobre el país había sido ya arrebatado).
La estrategia seguida por la Iglesia católica en Europa y México es distinta, y esto
obedece a las diferentes coyunturas históricas: en el primer caso la iglesia sí da una
pelea a los estados nacionales europeos por medio de la organización de los
católicos en sus respectivos países, debido a que los ataques en su contra se
encontraban en su cénit y no se podía llegar a un entendimiento con las cúpulas en
el poder por la reciente democratización y, con ello, distribución del poder; en el
segundo caso no hay una pelea por parte de la iglesia, esto debido a que el grueso de
los ataques del Estado mexicano contra ella habían ya pasado y, por ello, su
estrategia se enfocó en llegar a un entendimiento con las élites del país, con las
cuales sí se podía llegar a un acuerdo debido a el control absoluto que éstas ejercían
sobre el Estado mexicano.
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3. La diferencia confesional/no confesional al momento de nacer. En Europa, los
partidos demócrata - cristianos nacen como partidos políticos confesionales, cuyo
suceso que hará catarsis para que se formen como tales será el éxito electoral
obtenido por los partidos conservadores con el apoyo de las organizaciones de
masas confesionales, con filas compuestas en una consideración importante por el
factor católico y anti - liberal, y cuyo fin será -al menos en un inicio- destruir y dar
marcha atrás a la democracia liberal. En el caso de Acción Nacional, éste es un
partido que nace marcadamente como no confesional, cuyo suceso que hará catarsis
para que se forme como tal será la lucha ideológica llevada a cabo en las
universidades, el reparto agrario y la educación socialista y el desencuentro entre los
empresarios y el Estado revolucionario, con filas compuestas en una consideración
importante por el factor estudiantil y anti - socialista/comunista, y cuyo fin será más
amplio, es decir, parar las políticas socialistas del general Cárdenas, ostentarse
como una nueva opción política viable e impulsar un régimen democrático en el
país frente a la prácticamente única opción política que se encontraba en el
momento - el Partido de la Revolución Mexicana (PRM)-. Con esto, podemos ver
las enormes diferencias que habían al momento de nacer los partidos demócrata -
cristianos europeos y el panismo, derivadas de la diferencia de tiempos con los que
nacerán, de las coyunturas específicas que se encontraban tanto en Europa como en
México y de las personalidades propias de sus fundadores. Tendrán que pasar
muchas décadas para que ambos movimientos institucionales confluyesen en la
Internacional Demócrata de Centro (IDC).
Con lo anterior, vemos que existen importantes similitudes entre los partidos demócrata
cristianos europeos y Acción Nacional, a pesar de que sus fundaciones se dieron con una
separación de varias décadas. Esto es prueba importante de la esencia que comparte el
Partido Acción Nacional con la democracia cristiana europea, tanto así, que su integración
a la Internacional Demócrata de Centro (IDC) fue inevitable. Al igual, es importante hacer
notar las diferencias históricas que hicieron que tanto la democracia cristiana europea como
el Partido Acción Nacional tomaran rumbos distintos, aunque de forma temporal, debido a
que terminarían finalmente confluyendo.
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Conclusión
La historia del Partido Acción Nacional es una de constantes contiendas internas, aunque de
institucionalidad; de disputa entre el perfecto mundo de las ideas y la realidad nacional e
internacional; de larga lucha por lograr la democratización del país.
El PAN nace como una opción política nueva en medio de los torbellinos de la recién
concluida Revolución Mexicana. Desde sus comienzos, su doctrina estuvo inspirada en los
escritores católicos, especialmente franceses, y las encíclicas papales de la Iglesia católica.
Sin embargo, la lucha entre aquellos que pugnaban por una política partidista más acorde
con la realidad política y aquellos que pugnaban por una política que pareciese propia del
otro mundo siempre estuvo presente al interior del partido.
Las corrientes católicas y su política celestial se apoderaron del partido una vez que Manuel
Gómez Morín salió de la presidencia del mismo. Esto trajo dos consecuencias importantes
para el panismo: por una parte, gracias a ellos es que pudo sobrevivir el partido debido a
que importantes líderes católicos siempre estuvieron dispuestos a componer las filas del
panismo y sustituir a los efímeros estudiantes que pasaron por las filas partidistas; por otra
parte, el excesivo apego a las ideas y a la doctrina del partido y su poca flexibilidad y apego
a la realidad, necesarias para triunfar en la arena política d1!sde tiempos inmemoriales,
hicieron que el partido se aislara del país y el mundo.
La llegada de Adolfo Christlieb Ibarrola a la presidencia del panismo en la década de los
sesentas trajo un nuevo impulso al panismo. Una figura fundamental en las filas partidistas
hasta estos días, este personaje atacó por dos frentes, apoyado y sabiendo aprovechar
diversas circunstancias internacionales que le fueron de gran ayuda: modernizó la doctrina
del partido apoyado en el Concilio Vaticano 11, por el cual se quitaba la indefinición
existente entre el papel que deberían de jugar los católicos y la política; y comenzó una
política realista consistente en tratar de negociar lo más posible con el gobierno en el poder
para que éste le otorgase concesiones al partido, principalmente en materia electoral.
Igualmente, apoyó una política basada en la participación activa del partido en las
elecciones nacionales.
Al fallecer este importante personaje a una edad temprana, y debido a los cambios que éste
trajo al interior del panismo, se generó una reacción por parte de los grupos abstencionistas.
La pelea que sucedió a mediados de la década de los setenta, donde por una parte se
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pretendía mover al partido hacia la izquierda del espectro ideológico y que se abstuviera de
participar en elecciones electorales -con Efraín González Morfin-, y por la otra donde se
pretendía seguir con los mismos ideales partidistas y la política de participación -con José
Ángel Conchello- traerá consigo una de las crisis más importantes generadas la interior del
PAN y que culminaría con la retirada del partido de importantes personajes.
La década de los ochentas trae consigo una oportunidad nunca antes vista para que Acción
Nacional ingresase como un importante actor en la política nacional. Las crisis económicas
que culminarían con el acto de nacionalizar la banca, aunado a una nueva política liberal de
retiro del Estado de importantes espacios públicos y el cansancio por parte de la población
de la excesiva centralización del país, traerá consigo el aprovechamiento del PAN para
convertirse, de manera importante, en el partido que atraería el voto de protesta de millones
de mexicanos insatisfechos con la situación política, económica y social del país. A su vez,
esto se traducirá en la introducción a las filas del partido de los neopanistas. Se les
denominará así a aquellas personas que cuentan con antecedentes importantes en el mundo
empresarial, que recientemente participan en política y que: adoptarán una actitud de
confrontación y fuera de los marcos institucionales con los gobiernos priistas. Esto traerá
nuevos choques al interior del partido, los cuales durarán hasta nuestros días, entre aquellos
que no le dan la debida importancia a la doctrina e historia partidista y que lo ven como un
vehículo para llegar a puestos gubernamentales, y entre: aquellos que ven como
fundamental el conocer la historia e ideales del partido para poder considerar a una persona
como panista. La elección presidencial de 1988 fue una oportunidad peculiar para el partido
de transformarse, de manera definitiva, en un actor político de importancia nacional. La
llegada de Carlos Salinas de Gortari al poder con amplias sospechas de ilegitimidad,
aunado a la pérdida del monopolio del PAN para captar el voto de protesta debido a la
llegada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) -conformado por antiguos priistas
identificados con corrientes de izquierda-, hará que el panismo tenga que tomar decisiones
dificiles, propias de la realidad política que se vive en cualquier país. El camino medio
emprendido por el partido constó en no otorgarle legitimidad derivada de la elección a
Salinas de Gortari, aunque se le reconocería una legitimidad secundaria si éste negociaba
con el partido, principalmente en materia electoral, para abrir de manera concluyente el
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sistema político mexicano. También, la coincidencia en los programas de Carlos Salinas y
el panismo harían más fácil la llegada a acuerdos entre ambos actores.
Con la importancia nacional que adquiere el partido, se vuelca sobre éste una importante
cuestión que había sido tema de discusión desde hacía ya algunas décadas: la
"masificación" del partido o la permanencia de éste como uno de "minorías excelentes". Si
se quería que el partido se convirtiese en un actor político relevante y con ello llevar a cabo
su programa de manera definitiva, se tenía que optar por la primera opción: algo propio de
un partido inmerso en un sistema político democrático. En cambio, permanecer en un
partido de "minorías excelentes" harían de este un actor político secundario y sin el poder e
influencia necesario para llevar a cabo los cambios por los que largamente había pugnado.
Finalmente, se optó por la primera opción, aunque sin embargo es importante destacar que
Acción Nacional es el único partido en el presente que cw~nta con dos categorías de
miembros: adherentes y activos. Igualmente, es necesario toma.r cursos de adoctrinamiento
como requisito para pertenecer de manera formal al partido.
La década de los noventas fue una espiral ascendente pa.ra el partido. La elección
presidencial de 1994 trajo importantes conquistas al panismo .. Al igual, las elecciones de
1997 para la cámara baja trajo consigo la pérdida, por primera vez en la historia, de la
mayoría absoluta con la que siempre había contado el Partido Revolucionario Institucional
(PRI). Aún así, en esta misma década una segunda e importante crisis se cernió sobre el
partido, debido a que un grupo de distinguidos personajes panistas que en la década de los
ochentas habían apoyado políticas de negociación con el régimen priista y de crecimiento
partidista, en la década de los noventas no se encontraba de acuerdo con esas mismas
políticas que ellos habían apoyado y que en el presente estaban siendo implementadas por
la presidencia de Luis H. Álvarez. Con ello, hubo una nueva fuga de importantes
personalidades panistas.
En el año 2000, el Partido Acción Nacional conquista el poder ejecutivo. El hombre que
llegaría a_ él sería un neopanista, Vicente Fox Quesada, es decir, un hombre con ideas
simples y con poco conocimiento del partido y la política nacional. Su manera de llegar al
poder por medio del partido es interesante. Creó organizaciones paralelas al partido, como
"Amigos de Fox", las cuales sirvieron para presionar e impulsar su candidatura al interior
del partido y a la presidencia de la República; simplemente usaron la legitimidad del
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partido como vehículo para llegar al poder. La poca participación del partido en el gobierno
foxista, provocada por el mismo Fox Quesada, trajo consigo nuevamente luchas internas
entre aquellos que se hacían llamar doctrinarios y los siembre broncos neopanistas.
Con la llegada al poder en el año de 2006 de un panista doctrinario, Felipe Calderón
Hinojosa, después de unas elecciones altamente competitivas y con serias sospechas de
fraude electoral, la dinámica entre el presidente de la República y el partido cambiaría.
Mientras que en el sexenio de Fox Quesada se imputaba la falta de coordinación y desdén
de parte del presidente al partido, en el nuevo sexenio del presidente Calderón se le imputa
a éste último una excesiva injerencia de la presidencia de la República en asuntos
considerados propiamente partidistas, por lo que la imagen de autonomía del PAN,
largamente ganada, se ha visto seriamente afectada. El que los últimos dos presidentes de
Acción Nacional hayan sido gente muy apegada al presidente Calderón es testimonio de
ello. Así, parece ser que el papel que debe de desempeñar el partido con respecto a un
presidente de la República emergido de sus filas, y viceversa, no ha sido resuelta.
Los resultados que se han visto, o al menos son percibidos por la población con la llegada
del PAN al poder, son altamente mixtos, si no es que negativos. Por una parte la alternancia
en el poder legislativo y ejecutivo han planteado problemas que van más allá de la
capacidad de un partido de resolver los grandes problemas nacionales que largamente
habían sido pospuestos por los gobiernos priistas. Aún así, son innegables ciertos
acontecimientos que ha provocado el panismo y que han afectado al país de manera
importante, como el desdén del presidente Fox hacia el Congreso de la Unión y su visión de
lograr una presidencia plebiscitaria, pasando por alto las instituciones del país. Igualmente,
la alianza del presidente Calderón con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE) y su lideresa, Elba Esther Gordillo, es un hecho que pone en entredicho
el compromiso y capacidad del partido para lograr los cambios que desde antaño necesita el
país.
La llegada de la democracia y alternancia en el poder es una realidad en el país. Los
cambios que necesita México ya no dependen, como anteriormente, de la voluntad de una
sola persona o un solo partido político. Así, debido a que Acción Nacional se ha convertido
en un actor de suma importancia en la política nacional, es trascendente que éste se
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convierta en un actor responsable y capaz para que aporte su importante grano de arena a la
prosperidad nacional.
En la segunda parte del trabajo, la historia de la democracia cristiana europea, se puede
observar principalmente el interesante fenómeno de su surgimiento bajo condiciones
históricas muy peculiares. La fuerza de los movimientos libera1es europeos, que se venían
acrecentando a partir del movimiento de independencia de Estados Unidos de América y la
Revolución Francesa, igualmente que con las revoluciones europeas de 1848, hizo que
surgiera el movimiento propiamente conservador que le haría frente a dicho movimiento.
Es durante la segunda mitad del siglo XIX donde comienza, por instrucción de la Iglesia
católica, la movilización de católicos a lo largo de Europa occidental.
La estrategia del Vaticano fue una muy bien pensada. Primero que todo se ideó un plan de
organización, por la cual las enormes masas de católicos entrarían a diversas
organizaciones creadas por el Vaticano que serían usadas como un instrumento de presión
para que los gobiernos europeos dieran marcha atrás o no continuasen las legislaciones
liberales que atentaban contra los intereses de la Iglesia católica. Al no ser efectiva esta
medida, se prosiguió a una estrategia de participación, por la cual se instaba a los católicos,
mediante las organizaciones previamente creadas, a votar por los partidos conservadores.
Debido al éxito de esta última estrategia, muchos prominenk~s católicos se dieron cuenta
del enorme potencial con el que contaban y decidieran formar propiamente partidos
políticos confesionales. Esto fue del desagrado de la Iglesia católica, ya que su poder y
monopolio sobre las poblaciones católicas europeas se vería, efectivamente, amenazada.
La modernización de los partidos políticos confesionales europeos se debió a una necesidad
de independencia de la Iglesia católica, al igual que a ampliar su base de votantes. Aún así,
el ingrediente de los valores cristianos se seguiría encontrando, hasta el presente, en los
partidos políticos de la democracia cristiana. Posteriormente a la segunda guerra mundial,
la identificación de "católico" desaparecería de los partidos políticos demócrata - cristianos
para unirse a sus pares protestantes. Así, de partidos políticos confesionales y católicos
surgirían partidos políticos laicos y de inspiración cristiana. El caso de Alemania, Francia y
Holanda son muy representativos del pasado y presente de dicho movimiento. En el
primero y tercero de los casos, la democracia cristiana ha sido muy exitosa, a pesar de que
dichos países cuentan con poblaciones tanto católicas como protestantes. En el segundo de
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éstos, Francia, nunca surgió un partido de esta naturaleza debido a la conjugación de
factores muy específicos en dicho país europeo.
En una tercera parte del presente trabajo, se analizó la historia del Partido Acción Nacional
a la luz de un ejercicio comparativo de éste con los antiguos partidos demócrata - cristianos
europeos. Con ello, pudimos constatar la naturaleza demócrata - cristiana de Acción
Nacional. Sus similitudes se centran en el dilema de la participación política provocada por
los fervientes católicos que han compuesto las filas de ambos partidos; el papel
fundamental que desempeñaron las organizaciones católicas para la creación y
sobrevivencia de los partidos políticos; y el importante rol que desempeñaron en el arribo y
consolidación de la democracia en sus respetivos países. Igualmente se pudieron distinguir
diferencias entre ambos partidos. Estas son igualmente tres: la unidad de los católicos
europeos para conformar sus respectivos partidos políticos confesionales, a diferencia de la
falta de unidad imperante en la comunidad católica mexicana; el papel que desempeñó la
Iglesia católica, donde en el caso europeo no pudo seguir una. política de negociación con
las élites en el poder, dando pie a la creación de organizaciones católicas, y el caso
mexicano donde dicha institución pudo llegar a un acuerdo con las élites políticas
mexicanas y no hubo necesidad de apoyar movimientos confesionales en el país; y el
distintivo confesional con el que nacen los partidos demócrata - cristianos europeos, a
diferencia de Acción Nacional, la cual nace como una opción marcadamente política y no
confesional.
Analizar la historia del Partido Acción Nacional es de suma importancia debido a que nos
permite comprender a un actor político que se ha convertido en determinante en la vida
nacional. Igualmente y debido a su naturaleza, comparar"lo con los partidos políticos
europeos pertenecientes a la democracia cristiana hace que se vislumbre aún mejor la
historia, aciertos y desaciertos del Partido Acción Nacional.
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