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El «perfecto caballero» por C h r i s t i a n e FALIU-LACOURT (thiversité de Toulouse-Le Mirail) Al formular la expresión "perfecto caballero" se suele pensar en Rodrigo de Vivar o en Amadís de Gaula. Sin embargo, a modo de contestación a la irrisión de don Quijote (1), aparece, a fines del reinado de Felipe III, un dechado de jóvenes nobles, que ostenta, a veces paradójicamente entrelazadas, las caracte- rísticas del caballero español en los tiempos gloriosos de la caballería y las del cortesano del siglo XVI al estilo del ConXz- gj,a.no de B. Castiglione, traducido por Juan Boscán (2) e imitado (1) Ch. Faliu-Lacourt : Du chevalier de gloire au chevalier de dérision : le cas de la chevalerie espagnole, ponencia leída e n e l C.E.R.S.A., Colloque de Sorrèze, 1977, en Reconnaissance du système militaire espagnol, Toulouse, Ins- titut d'Etudes Politiques, 1979, pp. 18-35 ; y Le Cid chevalier, en Langues Néo-Latines, 198, 1971, pp. 13-28. (2) Hemos utilizado la edición del Consejo Superior de Investigaciones Cientí- ficas, Revista de Filología Española, anejo XXV, Madrid, 1942, con estudio FALIU-LACOUR1, Christiane. El "perfecto caballero". En Criticón (loulouse), 39, 198?, pp. 63-76.

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El «perfecto caballero»

por Christiane FALIU-LACOURT

(thiversité de Toulouse-Le Mirail)

Al formular la expresión "perfecto cabal lero" se suelepensar en Rodrigo de Vivar o en Amadís de Gaula. Sin embargo, amodo de contestación a la i r r i s i ó n de don Quijote (1) , aparece,a f ines del reinado de Felipe I I I , un dechado de jóvenes nobles,que ostenta , a veces paradójicamente entre lazadas , las carac te -r í s t i c a s del caballero español en los tiempos gloriosos de lacaba l l e r í a y las del cortesano del s ig lo XVI al e s t i l o del ConXz-gj,a.no de B. Cast igl ione, traducido por Juan Boscán (2) e imitado

(1) Ch. Faliu-Lacourt : Du chevalier de gloire au chevalier de dérision : lecas de la chevalerie espagnole, p o n e n c i a l e í d a en e l C . E . R . S . A . , C o l l o q u e deSorrèze, 1977, en Reconnaissance du système militaire espagnol, Toulouse, Ins-t i tu t d'Etudes Politiques, 1979, pp. 18-35 ; y Le Cid chevalier, en LanguesNéo-Latines, 198, 1971, pp. 13-28.

(2) Hemos utilizado la edición del Consejo Superior de Investigaciones Cientí-ficas, Revista de Filología Española, anejo XXV, Madrid, 1942, con estudio

FALIU-LACOUR1, Christiane. El "perfecto caballero". En Criticón (loulouse), 39, 198?, pp. 63-76.

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por L. Milá'n (3). Como en estas obras, el calificativo "perfecto"y el adverbio "perfectamente" caracterizan de modo sorprendente-mente recurrente a este caballero.

En 1618, entre las doce comedias de la Piujnzn.a. pasute. de lasobras de Guillen de Castro, figura Et pzAtficXo cabatteAo (4). En 1620,

preliminar de Menéndez y Pelayo. Ya en el prologo, el autor afirma (ob. cit.p. 23) "Así que, señor, vos me mandáis que yo escriba cuál sea (a mi parecer)la forma de cortesanía más convenible a un gentil cortesano que ande en unacorte para que pueda y sepa perfetamente servir a un príncipe ... y que, enfin, merezca ser llamado perfeto cortesano". Y también, en la p. 24 : "...esco-ger la mas perfeta forma y casi la flor de esta cortesanía". 0 bien, p. 39 :"Sea nuestro juego escoger a alguno de compañía, el cual tome cargo de formarun perfeto cortesano". El capitulo II relata "como fue nombrado el conde Ludo-vico de Canosa para que tomase el cargo de formar un perfeto cortesano".

(3) L. Milá'n, El cortesano, analizado por H. Mérimée en SI arte dramático enValencia, 2nda. edición (la edición francesa, Paris, Privât, es de 1913), Ins-titució Alfons el Magnànim, Institucio' Valenciana d'Estudis i Investigado,Valencia, 1985.

(4) Para las citas, remitimos a la edición de la R.A.E., por E. Julia" MartínezObras de Guillen de Castro y Bellvis, tomo II, Madrid, 1926. Resumen de lacomedia : Miguel de Centellas y su padre Jaime, herido éste por unos monterosdel Rey de Ñapóles, son socorridos por Ludovico, primo de la Reina. Miguel seenamora de Diana, hermana de Ludovico, y recíprocamente. Pero el Rey, desde-ñando a la Reina, va persiguiendo a Diana para gozarla. Ludovico, quien desdesu niñez quiere a la Reina, odia al Rey porque es cruel con la mujer amada,pero también porque dicho Rey procede de un usurpador. Éste obligó' al destierroal abuelo de la Reina, siendo el Papa quien dio una solución pacífica al con-flicto al casar a la heredera legítima del trono con el hijo del usurpador.

La Reina se lamenta por no tener descendencia, ya que la rechaza suesposo. Quisiera casar a Diana con Miguel para alejarla de]. Rey. Pero el Reypide a don Miguel de Centellas que le sirva de tercero y le ayude a raptar asu amada y a matar a Ludovico. A pesar de su desgarramiento, Miguel decideobedecer al Rey.

Jaime de Centellas sugiere a la Reina que use de la estratagema de laReina de Aragón, estratagema que le permitió' dar a luz a Jaime el Conquistador ;urden los dos el fatal quid pro quo del acto III.

A consecuencia de varios errores en la transmisión de billetes, Miguelcree que Diana va a unirse al Rey, mientras que lo proyectado es que atraigaal Rey hacia su habitación pero que éste se acueste con la Reina. Finalmente,es Ludovico quién se encuentra, por maña, con la Reina. Esta, a pesar de suamor, quiere rechazarlo. Se desmaya. Mientras la socorre Ludovico, llevándolaen sus brazos, topa con el Rey que acudía a la falsa cita de Diana. El Rey

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s e p u b l i c a l a n o v e l a d e S a l a s B a r b a d i l l o : B¿ cabatteAO pZA{jLc£o ( 5 ) .El t í t u l o exacto de e s t a obra es Bl cabatleJio peAfacto en tuyoi huchoiy dichat, ÍZ pfiopom. a ¿OÍ OJOÍ un e.je,mp¿o maiat y potLtico , digna imitaciónde. ¿04 noblte y ntCíicuUa pajia ¿a perfección de. iiU, coitumbie¿ . Esta co inc i -dencia de tema y de t í t u l o nos llevó a plantearnos varias pregun-ta s . ¿Existió' o no un modelo real ?, y s i ex i s t id , ¿quién era?.¿ Qué definición se puede dar de este perfecto caballero ? ¿ Qué

sentido tiene su presencia en la l i t e r a t u r a española del primercuarto del siglo XVII ?

El héroe de Guillen de Castro se llama Miguel de Centellas,hijo de Jaime de Centel las. La acción se ver i f ica en Ñapóles,pero los Centellas son españoles oriundos de Valencia. Es precisoañadir que desempeñan un papel notable un Jaime de Centellas,valenciano, en Van Lope, de. Cosido na de Lope de Vega (1611) y tambiénuna valenciana, doña Hipólita de Centellas, en QueAeA ¿a pKOpia des-dicha, igualmente atr ibuida al Fénix de los Ingenios y escr i ta en1620 (6) . Por otra par te , en B¿ amol médico de Tirso de Molina,Jaime de Centellas, caballero de Valencia, actúa como r ival deGaspar de Benavides, de Toledo (7) . En La Fingida knoadia (8), delmismo Tirso, comedia compuesta en el verano de 1622, FelipeCentellas enlaza su destino con el de la heroína, unión apadrinada

lucha con Ludovico, que lo hiere mortalmente y Miguel no puede defenderlo yaque el Rey le quito' su espada.

La reina recobra el trono de su abuelo, proyectando casarse con Ludo-vido. Miguel rinde homenaje a la Reina, decidido a obedecerle como obedecióal Rey asesinado a despecho de su honor.

(5) E. Arnaud, La vie et l'oeuvre de Alonso Jerónimo de Salas Bavdadillo,Toulouse, 1979. (Tesis doctoral).

(6) G. Morley y R. W. Tyler : Los nombres de personajes en las comedias deLope de Vega3 Estudios de onomatologia, Castalia, Biblioteca de erudición ycrít ica, 1961.

(7) El amor médico se escribió, según colige el profesor A. Nougué de sus es-tudios actuales sobre el vocabulario de Tirso, por los años 1620.

(8) La fingida Arcadia, de Tirso de Molina, edición, estudio y notas porFiorigio Minelli, Revista "Estudios", Madrid, 1980.

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por don Jerónimo Pimentel, conde de Benavente. Años después, losCentellas seguirán con un protagonismo seríalado en algunas obrasde Calderón de la Barca (9).

La familia de Centellas ( ! qué apellido más significativopara dechados de caballería !) existió realmente y, según parece,los dramaturgos aluden a su fama. Los Centellas, emparentados,en la Historia, con los Benavente, entre los cuales sobresale unode los protectores de Guillen de Castro, proceden de Francia. Lagenealogía presentada en E¿ peA^zcXo ca.bai.teAo precisa que Miguel deCentellas desciende de los Cardona, los Vique y los Moneada. LosCardona proceden de la Casa Real de Francia. Pertenecen a la no-bleza catalana, tienen una rama valenciana y probaron repetidasveces su nobleza en todas las Ordenes militares. Los Vique, cata-lanes con rama valenciana también, lucen tres caballeros de Mon-tesa con pruebas de Caballería en 1572, 1579, 1616. Entre losMoneada, citaremos a don Juan de Moneada y Tolfo, nombrado condede Aytona en 1536, y a don Francisco de Moneada y Folch de Cardo-na, quien recibió' un marquesado en 1585 (10).

Este Francisco de Moneada y Folch de Cardona fue virreydel reino de Valencia. Falleció" en 1594, dejando dos hijos :Gastón de Moneada y Gralla, segundo marqués de Aytona, MaestreRacional de Cataluña y de los Consejos de Estado y Guerra deFelipe III, casado con doña Catalina de Moneada, señora de lasBaronías de Callosa y Taverna, en Valencia ; y Francisco de Mon-eada, casado con doria Margarita de Castro y Alagón.

En la comedia de Castro, Merenciana, la criada, presentaasí a Miguel de Centellas :

Et Rey [de. Nápotu],

(9) Gutierre Centellas, Primero soy yo, 1638 ; Diego de Centellas, No siemprelo peor es cierto, 1640-1641* ; Magdalena Centellas, El gran duque de Gandía,1671.

(10) Según García Carrafa, en su Enciclopedia Heráldica y Genealógica Hispano-americana, el señor de Aytona (Lérida) era un Bellvís y un Francisco de Bellvís(s. XIV) contrajo matrimonio con Aldonza Centellas (tomo 26 ; las páginas 26a31 se refieren a los Centellas). Véanse Archivos de la Corona de Aragón, Catá-logo de documentos del antiguo reino de Valencia, por Ernesto Martínez Ferran-do, Madrid, 193t ; Catálogo alfabético de los documentos referentes a títulosy grandesas de España conservados en la sección de consejos suprimidos, Madrid(1951-1952-1953), Patronato nacional de archivos histéricos ; Julio Atienza,Nobiliario espariol, Madrid, Aguilar, 1948.

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ióto et 6eA >iej¿ tLo.ni>. má& ,poique, en iangie., eZ eipaíbtte. ¿guata, i-L no te. pena -,tai ce.nte¿ta* dz ¿u ca&a•ion como /tayoi dzt &ot,efe iu. tinaje. cabezaet g/ian conde, dz OtLva. (7/)

Y es verdad que, en la rama valenciana de la familia Cen-tellas, Pedro de Centellas, heredero del mayorazgo fundado porsu padre, uni(5 su dominio de Nules con el de Oliva por matrimoniocon doña Ramoneta Riusech, señora de la baronía de Oliva (12).

Se ha podido pensar que en la comedia Et peA¿t¿cXO cabatteAQse aludía a don Miguel de Centellas que "de Montesa la gran Cruzmantiene", tío de Cristóbal de Centellas, célebre por sus joyas,celebrados los dos en las F¿eó-tO4 nupCÁjoJlte de Gaspar Aguilar (13),en honor de la boda de Felipe III con Margarita de Austria. Tam-bién en el Panegy/Uco de. ta poesía (14), atribuido a Fernando de Veray Mendoza, se alude a Cristóbal de Centellas, quien "en ser galánpretende ser la prima / pues salió con mil joyas ricas bellas /tales quel nombre del salía délias" (15). Miguel Centellas seriasobrino de un don Jaime Centellas e hijo de don Onofre Centellas.

Sin embargo, hay que proceder con prudencia. En efecto,este don Miguel fue acusado de luteranismo y permaneció encarce-lado entre 1567 y 1570. Tenía por aquel entonces unos treinta ycinco años, cuando apenas nacía Guillen de Castro. Puede parecerextraño que interesara tanto a los espectadores de comedias porlos años de 1615-1620. ¿ Habríase descubierto algo, verbigraciaun motivo privado, que explicara su encarcelamiento y luego suliberación, mientras que su hermano Gaspar, quien figuró entrelos gentiles hombres de la Casa Real, había muerto en la hoguera

(11) Ed. cit., I, p. 135 a.

(12) En el tomo consagrado a los Mayorazgos españoles (Madrid, 1929) de laBiblioteca histórica y genealógica se trata de la sucesión de la propiedad deNules fundada por Gilberto Centellas, el 14 de noviembre de 1365 y vacante pormuerte de Joaquín Carroz y Centellas el 15 de febrero de 1736.

(13) Fiestas Nupciales que Xa Ciudad y Reyno de Valencia... por Gaspar Aguilar,en Valencia, en casa de Pedro Patricio Mey, 1599.

(1H) Montilla, 1627 ; reedición : Cieza , El aire de la almena, 1968.

(15) Ed. cit., Canto II, estrofa XXXIX, p. 49.

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e l 17 de se t iembre de 1564 ? (16) La e x a c t i t u d nos obl iga a affa-d i r que su madre p e r t e n e c í a en la r e a l i d a d a l a fami l i a Martorel ly no a la i l u s t r e f ami l i a Cardona como l a del héroe de l a comediade Guil len de Cas t ro . Así algunos d e t a l l e s ponen en t e l a de j u i c i ol a i d e n t i f i c a c i ó n que p a r e c í a imponerse a primera v i s t a (17) .

A pesar de las diferencias entre ficción y realidad,no nosasombra el protagonismo que Castro otorga a la familia Centellas.Por una parte , era gran amigo de Gaspar Mercader, autor de Et piadodi VaZincÁa (18) y casado con doña Hipólita Centellas, hija de donJaime Centellas (ya citados los dos). Por otra parte, Guillen deCastro y Bellvís, por su madre,.estaba personalmente aliado a losCentellas, ya que en tiempos de Juan I de Aragón (siglo XIII) unabuelo suyo, Francisco de Bellvís, contrajo matrimonio con doñaAldonza Centellas, hija del señor de Nules (véase la nota 10).

No se puede leer la comedia de Castro, Et píA^ícXosin pensar en el caballero perfecto de su obra maestra : Lai mocí-dad&i dit Cid, Sugiere el dramaturgo el parangon en boca de Galindo,quien afirma hablando de don Miguel :

\leAOt, ÍU fimo, votando ,que u un Cid &t upañot. (19)

El estudioso, frente a estos dos dechados de caballería, no puededejar, pues, de compararlos. Es lo que vamos a hacer en la segun-da parte de nuestra ponencia para tratar de definir más precisa-mente al perfecto caballero. Como el Cid, Centellas es armado ca-ballero en su tierna mocedad :

V a toi vzlnte. añoi , ut díadit Santa PaXAÓn de Eipaña,dQMpu.it, do, hab&A comulgado ,tí ceñ¿ en Í U atXan. ta. upada... {20)

(16) M. Bataillon, Erasme et l'Espagne, Paris , Droz, 1937, p . 649 y p. 771.

(17) M. Delgado, Tiranía y derecho de resistencia en el teatro de Guillen deCastro, Barcelona, Puvil l , 1984, pp. 124-125.

(18) G. Mercader, El prado de Valencia, edición de H. Mérimée, Toulouse, Pr i -vât, 1907, p . XXVIII y p . XIX.

(19) Ed. c i t . , I I , 2, p . 141 b .

(20) Ed. c i t . , I I , 1, p . 139 a.

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Ï no tarda en mostrar su braveza para vengar a su padre heridoa consecuencia de una discrepancia ocurrida en un lance de caza,como pasaba en ciertos romances relativos a Rodrigo de Vivar.Pero no lucha con otro noble, sino que mata con fiereza a unosmonteros :

y paóé zl pe.ch.0 con Zita.a qtU&n tan tizno Iz tuvode. /Ugoi y dz ¿nclzmznda.TIZÍ o auLaXn.0 maté má& ,qu& la lazan tlznz $j.eAza. [21)

Muestra pues el "perfecto caballero" cierto desprecio para conlos monteros y, a pesar de su pobreza, un orgullo de su sangrearistocrática más agudo aun que la conciencia del linaje enRodrigo. Don Miguel, a decir verdad, elige las Armas por motivosmuy diferentes de los del Cid, y, aunque sale de España para com-batir, mas se le pinta en la comedia luciendo el diamante regala-do por Diana, su dama, que manejando la espada en una batallacampal.

Esta observación nos lleva a unas diferencias de comporta-miento que nos parecen capitales. La más importante estriba enel papel del caballero al lado del Rey. A don Miguel le proponesu soberano un papel de tercero o de complice en sus amores adúl-teros, propuesta que resultara incongruente en lo que toca aRodrigo. El perfecto caballero es un héroe palaciego, que sabehablar cortés y hábilmente para granjearse los favores de lasdamas y del rey. Preocupado por amores más frivolos que la des-garradora pasión de Rodrigo, le sobra, para los requiebros, eltiempo que le falta al Cid entregado a sostener, por las armas,a su rey.

En efecto, el Cid, modelo de héroe guerrero como lo fueronsu padre y su ofensor, don Gormaz, es la piedra angular del reino.Rodrigo puede poner o quitar territorios a la corona como en elduelo por Calahorra. Al revés, don Miguel proclama que el perfec-to caballero

i ola iabz adoiaA n.zyzí,,moa no dan ni qiUMDi iz¿noi. (22)

(21) Ed. cit., Il, 1, p. 132 a.

(22) Ed. cit., III, p. 167 b ; véase El Cortesano, éd. cit., p. 129 : "Quiero,pues, que el Cortesano, demás de haber ya dado y dar cada día pruebas de suvalor, se dé con todo su corazón y pensamiento a amar y casi adorar, sobre

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Después d e l héroe de l a s b a t a l l a s campales se of rece ahora comoejemplo e l v a s a l l o d e l homenaje en p a l a c i o :

S¿ a mí pa.dn.tL y a m¿ zt K$jy

como va&aJlloi mi Viata,como CAÁadoi noi horíia -,il de ÍUÍ gaj&i comemoi

y en iu a&lznto, como ie.yvQ.nzA.amoi, a UL peMona,il ZÍ nuu-Üio Kty, en efecto,y nuutn.0 amo, juzga agotail eZ no te.neZ.ie. Lo.alX.adiexLa VicJ.QA.an notonJji. (23)

; Cuan lejos estamos del Rodrigo de los romances, quien afirmabaorgullosamente : "por besar mano de rey / no me tengo por honrado; /porque la besó* mi padre / me tengo por afrentado / " ! Verdad esque, en LOA moczdad&A , el protagonista manifestaba a su soberano elmás es t r ic to respeto ; pero era una relación de hombre a hombremás que obediencia a un código. En E¿ peji{fi.zXO ca.baiA.iA.0, Miguel deCentellas contesta a Ludovico, que achaca al rey de tirano :

Sé que tú. te. ítamn i&y,y que toáoi izy tí nombKan,y <tn Eipaña bolo &¿ nombizde iíy ¿a iangií alboiota,y £a6 cabez&i kumílta,y toi calazones poiVia [14) ,

añadiendo más lejos :

con mi. n<u¿ aunque, [me.] inzLtaton agnavloi , le.a¿ le. ioy,puu no Q.onile.nto ni hallotazón, juAticÁa, ni le.yque obliguí a maXan. et n.oj¿hln iex tn.aA.doi eZ vaiatlo. (25)

toda otra humana cosa, a l principe a quien s i rviere , y su voluntad y sus cos-tumbres y sus artes todas las enderece al placer del".

(23) Ed. c i t . , pp. I t5 b - 146 a.

(24) Ed. c i t . , I l , 3, p . li*6 a.

(25) Ed. c i t . , I I I , p . 166 a.

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Plantea Castro aquí el problema de la mala conducta de un reyusurpador, pero lo resuelve de modo muy diferente del de Loa mocz-dadu, II. Lo mas relevante es que, al cambiar el cetro de manos,el perfecto caballero se arrima sin vacilar, y a pesar del asesi-nato del rey, a la reina destinada a unirse con su amante Ludovi-co, el tiranicida. Hablando de Ludovico, subrayaremos el papelde la amistad, tan frecuente en las obras de Castro y de nuevorecalcado en esta comedia (26). Al fuerte individualismo deRodrigo de Vivar se opone el intento de parte de la nobleza de"cerrar sus filas", segdn la acertada expresión de J. A. Maravall(27), para asentar el triunfo político y social de la aristocra-cia.

La primera virtud, pues, de este perfecto caballero es suconformidad : conformidad con la legalidad, con un código socialque parece ser la brújula de todas sus conductas. De Rodrigo, alrevés, pudiéramos decir que su concepto de una justicia cristiana,patente en el encuentro con el gafo, explica y determina sus ac-ciones. El caballero hombre de guerra logra la victoria con laayuda del cielo, merced a la mediación del gafo y de Santiago.No se puede comprender al Cid si se prescinde de esta dimensióncristiana, que Corneille borró" en su obra, cambiando del todo elsignificado de su protagonista, más cercano a don Miguel que aRodrigo, por ser hombre de su siglo y no heredero de una antiguacaballería.

Con esto llegamos a otra faceta de don Miguel de Centellas,que patentiza que el perfecto caballero es el heredero de otromodelo, el "cortegiano", de Castiglione, españolizado por Boscány Mila'n. Las actitudes, los discursos del perfecto caballero sonel resultado obligado de una educación particular, típica de uncortesano. No se olvida el autor de incluir la religión en laeducación del nuevo caballero (28). Pero insiste más en la doc-trina y las manifestaciones exteriores (29) que en la fe y la

(26) Notemos, de paso, que El caballero perfecto de Salas de Barbadillo tambiéntraba amistad con un tal Ludovico y en H Cortesano se lee : "Cómo fue nombrado...el conde Ludovico de Canosa para que tomase el cargo de formar un perfectocortesano" (p. 40).

(27) J. A. Maravall, Poder, honor y élites en el siglo XVII, Madrid, Siglo XXIde España, 1979, p. 216.

(28) Ed. cit., Il, 1, p. 138 a-b : "Con la competente edad / nuestra DoctrinaCristiana. / ya se entiende que ha de ser / deste edificio la base".

(29) Ed. cit., Il, 1, p. 138 b.

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esperanza en Dios . La i g u a l d a d fundamental e n t r e l o s s e r e s huma-nos, t an d i r e c t a m e n t e e x p r e s a d a por Rodrigo ( 3 0 ) , d e s a p a r e c e conel desarrollo de un concepto aristocrático exacerbado, fundándosela educación en lo que distingue a un noble de los demás :

(Xiótz iu piapía. ma.dn.iL,tzmizndo zt vzn. qae en tai ama*a VZCZÍ ¿a mata tzchza ¿a bazna iangiz gaita. [SI]

Hasta se preocupa el padre por la alimentación del niño para fo-mentar la templanza. Pero lo más importante es el papel dedicadoa la instrucción :

ízzn. iupo y zicKibúi

con baitantz onXoQH.a.(íLa.Fue. a tai ZÍ cuztai mayoiziy dzipaú de. OÍA. giamátíca,a iota iu Inctinadónnz.du.iz ÍUA ZipeAanzai . ( 32)

No se ins i s te tanto en las artes como en Castiglione y Boscan,en cuyas obras se daba lugar al estudio del dibujo, de la música,de la danza. En cambio se pone de realce la libertad de una edu-cación que no se impone por la fuerza y rechaza todos los cas t i -gos corporales. Al lado de la doctrina crist iana y de las letras,se ins i s t e en los deportes dignos de un caballero, que debe mos-trarse hábil en duelos, jus tas , lanzas y torneos. Con prudenciael padre quiere evitar a su hijo los vicios que amenazan al jovennoble en una vida algo ociosa : el juego y el trato con las muje-res de mala vida. Por fin, esta educación proporciona unas reglassociales (decoro, deber, honor, fama, respeto), con las que uncaballero debe conformarse. La. guerra se vuelve mera hipdtesis :

S¿ at izy iihvzi zn ta guzsvia,obzds.cz a quÁzn tz manda.

(30) Las mocedades, II, vv. 2247-2248.A rm ¿ qué me debe Diosmas que a ti ?

(31) Ed. c i t . , I l , 1, p . 138 a. Recordemos que en los romances el rey Fernandolamentaba que Urraca haya mamado la leche de su ama cerno solía hacerse poraquellos tiempos.

(32)Ed. c i t . , I, 1, p . 138 b .

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?<¿e u vatot en ia oau-iónel na kUZla ni buAcalla. (33)

Asi, este ideal educativo casi aparece a nuestros ojos como unideal de rnídiocAAXca. Es preciso ahora buscar el significado de talpreocupación e insertarla en su contexto histórico-social. Si porlos años 1620 este nuevo caballero invade los escenarios, ¿ cómose le presenta a los espectadores ? Responderemos que el enfoquedifiere mucho de aquel que se percibe en Lili moczdadíi dit Cid, enque el tono alabatorio no admite discusión.

Al escuchar a Felipe Centellas, en La {^.nQ-ida AAcarfúi deTirso, nos percatamos en el acto del tono burlón, propio de laparodia. Peáro al leer los discursos amatorios y las decisionespolíticas de Miguel de Centellas, en Et peA^ícto cabattgAo, vacilamosen calificar el tono del retrato. Castro, protegido por los Bena-vente, ligado por lazos familiares con los Centellas, parece te-ner un propósito laudatorio. Pudiera hacer suya la dedicatoriade ít cabatieAO peAfilcXo de Salas Barbadillo : "habiendo yo determi-nado formar la idea de un caballero perfecto para proponer enella un ejemplo imitable, si no en todo, en la mayor parte, a lanoble juventud de estos reinos...". Quiza estas palabras expliquenel camino que media de Rodrigo al "cortegiano" y del "cortegiano"al "perfecto caballero". Han pasado ya los tiempos gloriosos dela Reconquista, se esfuminan los triunfos de la España Imperial.Se reconoce ahora más un itatui que un mérito. El protagonista,Centellas, no es brazo militar- del rey y tampoco hombre de Estado,sino aristócrata que vive en un ámbito palaciego, cuyas leyesreferentes al deber, al honor, a la justicia parecen diferir delas que rigen a los demás subditos. Miguel de Centellas, el per-fecto caballero, quiere cumplir con su deber, es decir obedecera estas leyes, sin percatarse de que los que las edictan le con-vierten en instrumento de su abusivo poder. Proclama su ideal deperfección (34), y sucesivamente Galindo (35), Diana (36), don

(33) Ed. cit., I, 1, p. 139 b.

(34) Ed. cit ., II, p. 140 b :

Pero en todo pienso hacerlo que debe a su famaun perfeto caballero,y lo demás Dios lo haga.

(35) Ed. cit., Il, 1, p. 134 a :

¿ Su hijo ? St, y ha salidoun perfeto caballero.

(36) Ed. cit., II, 1, p. 135 b :

Perfeto, en fin le crionaturaleza.

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Jaime (37), Ludovico (38) y el Rey (39) reconocen esta perfección,pero la utilizan en vez de imitarla. De los deseos incompatiblesde aquellos a quienes el perfecto caballero quiere satisfacer,nacen sin cesar conflictos y dilemas que plantean el problema dela justificación — o de la no justificación— de la búsqueda deuna perfección heroica pero infructuosa. Por lo tanto, se 'des-prende de la obra cierta ambigüedad. Verdad es que Castro quieregranjearse la benevolencia de sus protectores y de los especta-dores. Pero, como lo escribid anos antes Luis Milán, en su adap-tación del CoiXCg-Oino, " ¿ no es el propósito último de un cortesanoque la persona a la que se escarnece quede satisfecha de quienla escarnece ?" (40) Es difícil juzgar a una distancia de variossiglos el verdadero proyecto de un escritor.

Entre los críticos que han tratado de dar un interpretaciónde este PiA{¡Z¡lto cabatteA.0 existen discrepancias. J. C. Weiger ve enla comedia de Castro una justificación del tiranicidio (41). SegúnL. García Lorenzo, Castro "aconsejarla acercarse a Centellas concierta ironía no exenta de leve sorna" (42). M. Delgado presentaal protagonista como una consecuencia negativa de la no resisten-cia al poder abusivo de los reyes, por lo tanto más que perfectocaballero, instrumento perfecto para que los tiranos puedan lle-var a cabo sus acciones (43) . J. Crapotta insiste en la ambiva-

(37) Ed. cit., Il, 1, p. 139 b :

Y con esto, don Miguel,no dudes que Dios te hagaun perfeto caballero.

(38) Ed. cit., Il, 2, p. 146 a :

TÚ hiciste que te conozcapor perfeto caballero.

(39) Ed. cit., Il, 3, p. 161 a :

Cuidado de perfeto caballeroy de leal vasallo ha sido el tuyo.

(40) L. Milán, El Cortesano, p. 266 ; citado por H. Mérimée, ob. cit., p. 84.

(41) J. G. Weiger, Hacia la comedia : de los Valencianos a Lope, Madrid, CupsaEditorial, 1978, p. 226.

(42) L. García Lorenzo, El teatro de Guillen de Castro, Barcelona, Planeta, „1976, p. 64.

(43) M. Delgado, ob. cit., p. 135

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lencia del personaje que, a pesar del t í t u l o , a la vez i lus t ray pone en te la de juicio la virtud de sumisión a la autoridadreal (44).

Hoy día, en el escenario, se pudiera representar la come-dia Eí peA^&ato cabatíeM-O a modo de parodia ; pero a principios dels. XVII, la "perfección" de Centellas era, ante todo, un excelenterecurso dramático en una de las comedias técnicamente más acerta-das de Castro, como lo sugerían ya E. Jul ia Martínez en el estudiopreliminar de su imprescindible edición del tea t ro completo deGuillen de Castro (45) y F. Ruiz Ramón en su HUtC/sUa <kJL t&nüio e¿-puñat (46). A nuestro parecer, lo que propone Castro en su comediaEt peAfecto ca.balZín.0, en la España de la Tregua y del Rey Santo, esel re t ra to de un personaje célebre en Valencia, en tono a la vezhalagüeño y empapado de un humor autorizado, para lograr a la vezla adhesión al código pol í t ico-social de la nobleza del reinadode Felipe I I I y la enmienda de unas costumbres relajadas. Mascercano al héroe de Milán que al "cortegiano" de Castiglione yBoscán (por supuesto de categoría superior) , era Miguel de Cen-te l las un modelo asequible, representativo de una nobleza valen-ciana domesticada por el centralismo de la Casa de Austria, y noun "imposible" prometido a la inmortalidad como lo fue Rodrigode Vivar.

FAL1U-LACOURI, Christiane. El "perfecto caballero". En Criticón (Toulouse), 39, 198?, pp. 63-76.

Resumen. Recurrencia, a principios del siglo XVII, del tema del "perfecto caballero" en obras detítulo parecido firmadas por Guillen de Castro y Salas Barbadillo. Investigación sobre la exis-tencia de un modelo real (la familia Centellas). Valores que informan ese modelo del "perfectocaballero" : las diferencias con el héroe de Las mocedades del Cid permiten definir los límitesy significacio'n de este nuevo modelo.

Resume. Récurrence, au début du XVIIème siècle du thème du "parfait chevalier" dans des oeuvresportant un t i t re identique et signées de Guillen de Castro et de Salas Barbadillo. Recherche del'existence d'un modèle réel ( la famille Centellas). Valeurs qui informent ce modèle du "parfaitchevalier" : les différences qui le séparent du héros des Mocedades del Cid font voir les limiteset la signification de ce nouveau modèle.

(44) J. Crapotta, Kingship and tiranny in the theater of Guillen de Castro,London, Tamesis Books,1984, p . 146.

(45) E. Julia" Martínez, ob . c i t . , pp . 26-27.

(46) F. Ruiz Ramón, Historia del teatro español desde sus orígenes hasta 1900,Madrid, Alianza Editorial, 1967, p. 225.

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Sumary. Renewed interest at the beginning of the XVII th. century for the thème of the "perfectkníght", exemplified by works having this very title and signed by G. de C. and S.B. Searcti forthe différences with the hero of the Mocedades del Cid point to the limits and meaning of thisnew ideal.

Palabras clave. Guillen de Castro. Salas Barbadillo. Tirso. Tiranicidio. Cortesano.