El Plan de Himmler - Mario Escobar

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Mario Escobar

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  • Himmler, el hombre ms terrible deAlemania, quiere que suscolaboradores viajen al Centro de laTierra. La Ahnenerbe preparar unamisin secreta, con la esperanzaque la mtica tierra de los arios seadescubierta.

    Klaus y Han descubren la entradasecreta a la Tierra Hueca, peroArthur y Agatha tendrn que pedirayuda a los profesores J. R. R.Tolkien y C. S. Lewis para descubrirel origen de la puerta que les puedellevar a la tierra descrita por JulioVerne en su gran libro Viaje al centro

  • de la Tierra. Gracias a unas runas,Agatha identificar la puerta alShambhala.

    Las sorpresas que les esperan en elCentro de la Tierra soninimaginables.

    Mientras Arthur y Agatha acuden apedir ayuda a J. R. R. Tolkien, queha investigado durante aos lasleyendas islandesas. J. R. R. Tolkieny C. S. Lewis ayudarn a susamigos ingleses a descubrir lapuerta a la Tierra Hueca.

    Preparado para el viaje msalucinante de tu vida?

  • Mario Escobar

    El plan deHimmlerMisin Verne - 2

    ePub r1.0XcUiDi 24.02.15

  • Ttulo original: El plan de HimmlerMario Escobar, 2013

    Editor digital: XcUiDiePub base r1.2

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  • Cuando todos nos hubimostranquilizado, nos pusimos amirar la nave que se alejaba,hasta que se perdi de vista. Eltiempo empeoraba y soplaba unligero viento. En el precisomomento en que el buquedesapareci en el horizonte,Parker se volvi hacia m conuna expresin en la cara que medio escalofros. Tena un aire deseguridad y entereza que nuncale haba observado. Antes de que

  • despegara los labios, yo tena elplpito de lo que iba a decirme.En una palabra, insinu que unode nosotros deba morir con elfin de salvar a los dems.

    La narracin de ArthurGordon Pym, Edward Allan

    Poe

    La emocin ms antigua y msintensa de la humanidad es elmiedo, y el ms antiguo y msintenso de los miedos es elmiedo a lo desconocido.

    H. P Lovercraft

  • Los ms Ancianos, una razainmensamente inteligente ycientficamente avanzada, haelegido estructurar su propioambiente bajo la superficie delplaneta y fabricar all todas susnecesidades. Los ms Ancianosson homnidos, extremadamentelongevos y antecesores del homosapiens por ms de un milln deaos. Los ms Ancianospermanecen generalmente adistancia del mundo superficial,pero de vez en cuando se han

  • sabido ofrecer para aportarcrtica constructiva.

    El hueco de la tierra, mito orealidad, Brad Steiger

  • PRLOGO

    Himmler se coloc las lentes redondassobre la frente y observ el tubocilndrico de color dorado. Estabahermticamente cerrado, pero en supulida figura podan observarse doscosas. La primera era una inscripcincon las siglas J y V, de Jules Verne.Arriba se encontraba lo que pareca unaespecie de pestaa, pero por ms que laaccionaba, Himmler era incapaz de abrirel tubo.

    Maldita sea! Cmo se abre esteartilugio del demonio? preguntHimmler enfurecido.

  • Klaus Berg y Hans le miraron algoasustados. El Reichsfhrer solamostrarse calmado, pero todos losmiembros de las SS teman sus estadosexaltados de furia. Desde el comienzode la guerra, Himmler haba perdido enparte sus formas cordiales y cada vezpareca un lder ms distante eimprevisible. Klaus saba gracias aHans, que el todopoderoso jefe de lasSS haba aplazado muchos de susproyectos por el esfuerzo militar, lo quele mantena en un alterable estado denimo.

    Me permite, Reichsfhrer? pregunt Klaus con total tranquilidad. Sialgo haba aprendido en los ltimos

  • aos era que los tipos como l no tenannada que temer, porque haca tiempo queya lo haban perdido todo.

    Himmler clav sus pequeos ojosazules en los de Klaus y despus con unaleve sonrisa le cedi el cilindro.

    Este artilugio recuerda a losfamosos libros de Julio Verne.

    Klaus observ el cilindro. Era dealuminio, pero tena un gran sello en elque se podan apreciar las iniciales JV,apret las dos letras a la vez y el escudose abri por la mitad, tir del tubo y elmanuscrito asom por la parte superior.

    Himmler y Hans se aproximaronhasta la mesa y observaron el taco depapeles amarillentos que Klaus se

  • esforzaba por alisar sobre la mesa. En laportada se vea claramente el nombredel autor: Arne Saknussemm.

    Imagino que conocen la historiade Arne Saknussemm dijo Klausmirando a los dos hombres.

    Yo pensaba que el manuscrito erade Snorri Sturluson, el famoso escritorde las sagas islandesas del siglo XII dijo Himmler.

    Han mir a su compaerosorprendido. Haba sido su alumno en laUniversidad de Hamburgo, pero nuncale haba odo mencionar a aquel hombre,a no ser que fuera de pasada.

    El pergamino con el texto cifradoes la clave del libro de Viaje al centro

  • de la Tierra, aunque no es casualidadque estuviera dentro del libro de SnorriSturluson coment Klaus.

    Nos tiene en ascuas, Her profesordijo Himmler.

    Permtanme que les cuente unavieja leyenda dijo Klaus, mientraslos otros dos hombres no dejaban deobservarle totalmente atentos a suspalabras.

  • CAPTULO 1

    LEYENDAS Y CERTEZAS

    En el subsuelo de Londres la reuninpareca estancada cuando Mark Preston,el oficial encargado de la Misin Vernelevant la vista del mapa y se dirigi alprofesor Arthur Macfarland:

    Han perdido el manuscrito deArne Saknussemm, la Gestapo y las SSsaben que estamos detrs del mismoobjetivo y varios miembros delcomando murieron al intentar escapar.

  • Me temo que la misin ha sido unverdadero desastre.

    Visto de esa manera, sin duda,pero hemos descubierto lo que estabanbuscando los alemanes dijo Arthur.

    Realmente piensa que los nazisestn intentando encontrar un paso alcentro de la Tierra? Eso es absurdo,todo el mundo sabe que el centro de laTierra est a temperaturas altsimas yque no puede haber vida en su interiorcoment el oficial Preston.

    Puede que est en lo cierto, perohay miles de leyendas dijo Arthur,antes de que el oficial volviera ainterrumpirle.

    Los servicios britnicos no se

  • crearon para investigar leyendas,nosotros no somos unos lunticos comolos hombres de Himmler y su famosaAhnenerbe dijo el oficial.

    Agatha que hasta ese momento sehaba limitado a escuchar, se inclinsobre el mapa y sealando Islandiacoment:

    Todas las predicciones de JulioVerne se han cumplido. Desde el inventodel submarino hasta la vuelta al mundoen un tiempo record, Julio Verne se basen las teoras de Charles Lyell y su libroEvidencias geolgicas de la antigedaddel hombre.

    Lyell no habl de un mundosubterrneo, simplemente dat el origen

  • de la raza humana y describi cmo estadebi haber sobrevivido en los primerossiglos dijo el oficial muy serio. l eraun nefito en algunos temas, pero habaestudiado historia en Cambridge.

    De acuerdo, pero Lyell defendique el ser humano apareci en la ltimaera glacial, por eso viva en cuevas.Puede que realmente no viviera encuevas? Una posibilidad hubiera sidoque el hombre viniera del centro de laTierra, que no estaba helado como lasuperficie del planeta? dijo Agatha.

    Arthur cruz los brazos y aspir lapipa que haba encendido unos minutosantes. Despus intent recordar losnombres de los autores que haban

  • hablado de la intratierra.El expedicionario norteamericano

    del rtico Richard Evelun Byrd haafirmado que en uno de sus viajesencontr una posible entrada a un mundosubterrneo, peo no es el nico. A lolargo de la historia numerosas leyendase importante hombres de ciencia hanhablado de esta posibilidad. Desde laBiblia, que siempre ha explicado laexistencia de un mundo subterrneo en elque habitaran seres demoniacos, perotambin lo creyeron los griegos. Perotambin estn los mitos orientales deAgharta y del Shambhala, que hablan delRey de los mundos coment Arthur.

    Leyendas, tradiciones religiosas y

  • supercheras pueden valer a losseudocientficos de las SS y laAhnenerbe, pero no a nosotros,caballeros dijo el oficial muy serio.

    Pero qu dice de cientficoscomo Edmon Halley a finales del siglo XVII, Leonhard Euler o Sir JohnLeslie? Todos ellos afirmaron laexistencia de un mundo hueco en el quese habran conservado especiesprimitivas coment Agatha.

    En el siglo XIX John ClevesSymmes sugiri que la tierra era uncascarn vaco, hasta el presidente delos Estados Unidos John Quincy Adamsprepar una expedicin para investigarlas ideas de Cleves, aunque al no ser

  • reelegido no llev la misin a cabo.Hace apenas treinta aos, William Reedo William Fairfield Warren hablaron delorigen subterrneo de la raza humana dijo Klaus.

    El oficial Preston se qued algosorprendido, aquello no le haca dudarsobre las teoras ms recientes queparecan demostrar la deriva decontinentes, el ncleo incandescente delplaneta y el frgil equilibro que suponala gravedad, el magnetismo de la tierra yrelacin con el sol, pero no dudaba queesos nazis fanticos pudieran creen todaesa sarta de fantasas.

    En el caso que existiera unaentrada al centro de la tierra, dnde se

  • encontrara? Si supiramos eso,podramos adelantarnos a los alemanesaun sin tener el manuscrito coment eloficial.

    Eso es lo ms difcil de averiguar,pero si Arne Saknussemm tena algo quever, la respuesta podra estar en lassagas islandesas. Conozco a alguien quepuede ayudarnos a descifrar estemisterio dijo Arthur sonriente.

    A quin? pregunt el oficial.El profesor J. R. R. Tolkien

    contest Arthur.

  • CAPTULO 2

    LA HISTORIA DE SNORRISTURLUSON

    Klaus haba estudiado todo aquelloalgunos aos antes, cuando an eraprofesor de literatura francesa enHamburgo. En las ltimas semanas habarecuperado algo del prestigio perdido aloponerse a la quema de libros el 10 demayo de 1933. Por eso el profesorobserv el rostro severo de Himmler

  • con seguridad. Aquel fantico y asesinodirigente nazi estaba a sus pies,admirando sus conocimientos sobreliteratura francesa y su especialidad enJulio Verne.

    Si recuerda, hablamos de l en elprimer encuentro que tuvimos. SnorriSturluson fue un hombre muy polmico,pero lo que ms nos importa son algunosde sus libros y las sagas que reuni. Suobra ms importante es la Edda Menor.Se ha conservado un cdice del 1300,gracias a l sabemos de qu trata ellibro dijo Klaus.

    Ese es el libro al que hacereferencia el profesor Lidenbrock en lanovela de Julio Verne? pregunt

  • Himmler intrigado.Sin duda. El manuscrito narra la

    mitologa escandinava, sobre todo eldilogo entre el rey Gylfi y tres dioses,pero Snorri muri y el libro quedinconcluso coment Klaus.

    Himmler se puso en pie y sin mediarpalabra se dirigi hasta la inmensaestantera de caoba que ocupaba una delas paredes del inmenso despacho. Traspasar unos minutos ojeando los estantesregres con un gran volumen en lasmanos.

    Camaradas, les presento elfacsmil del libro de Snorri, lo he tenidotodo el tiempo en mi biblioteca, pero nosaba que era obra suya, el nombre del

  • libro es el Codex Regius, aqu est laSnorri Edda dijo Himmler dejando elpesado volumen sobre la mesa.

    Hans y Klaus se miraronsorprendidos. Nunca haban visto consus ojos el volumen original ni unfacsmil, a ellos les haba tocadotrabajar con textos extrados de losoriginales y editados en el siglo XIX.

    Klaus abri el voluminoso cdice ycomenz a repasarlo con avidez. No leimportaba el prestigio, la fama o riquezaque le pudiera dar el rgimen nazi, lonico que deseaba era sumergirse enaquellos misteriosos manuscritos yrevivir la historia que ocultaban.

    Es increble, la Edda habla de que

  • los antiguos dioses escandinavos eranhumanos reales, algunos de ellosescaparon de Troya justo despus de sudestruccin. Al llegar al norte deEuropa, fueron tratados como hroes ydioses por su gran sabidura dijoKlaus fascinado. Sus ojos recorran laspginas del libro sin apenas poder parar,para explicarle a sus compaeros questaba descubriendo.

    Klaus, por Dios, puedes decirnosque pone? coment Hansdesesperado.

    Habla de la leyenda del rey Gylfiy como, tras ser engaado por la diosaEsir, intenta llegar a Asgard, pero esengaado y llega a un misterioso palacio

  • en el que estn tres hombres llamadosHr, Jafnhar y riji. El rey tiene queresponder a varias preguntas que lehacen esos misteriosos hombres. Fjenseen lo que dice el primer hombre queencuentra el rey Gylfi a la puerta delpalacio:

    Todos los umbrales, antes deavanzar,

    deben vigilarse:pues nunca se sabe qu

    enemigosse sientan en los bancos.

    Las palabras del poema

  • impresionaron a los otros dos hombres.Hablaba de una puerta peligrosa, quellevaba a ese mundo misterioso.

    Segn narra la historia, loshombres fundaron sgard, que tambinse llam Troya. Despus narra muchascosas sobre la creacin del mundo, perolo ms interesante es lo que dice delValhalla coment Klaus.

    El Valhalla es el inframundo dijo Himmler emocionado.

    Aqu habla de las puertas delValhalla:

    Entonces dijo Gangleri:Asombroso es lo que me cuentas;

    enorme debe ser la casa del Valhalla.Gran aglomeracin debe formarse ante

  • las puertas.Entonces responde Hr:Por qu no preguntas cuntas

    puertas hay en el Valhalla, o de qutamao? Si lo oyes dirs que seraasombroso que no pudiera entrar y salirquien quisiera. Y en verdad hay quedecir que no es tan estrecha que se laocupe al entrar en ella.

    Cuando Klaus termin de leer sehizo un largo silencio.

    Segn describe el texto, laspuertas del inframundo no deben serpequeas. Lo que reafirma la idea deJulio Verne en su libro. Se debe tratar dela entrada a una gran cueva.Posiblemente en Islandia dijo Hans.

  • Discrepo, querido amigo coment Klaus.

    Por qu? pregunt Hans con elceo fruncido. No le gustaba laimportancia que estaba tomando suprofesor en el proyecto. Esperaba queKlaus no olvidara, que era l, el que lehaba recomendado para su puesto.

    Miren esta ltima parte:Surgir la tierra de los mares y ser

    entonces verde y bella: crecern loscampos sin sembrarlos. Vivirn Vdar yVli, y no les daarn las heridas ni elfuego de Surt, y vivirn en Idavellir,donde antes estuvo sgard, y allvendrn los hijos de Thor, Mdi yMagni, y tendrn a Mjllnir. Vendrn

  • entonces Baldr y Hdr desde el infierno,se sentarn todos juntos y hablarn yrecordarn sus runas, y conversarnsobre lo que haba sucedido, sobre laserpiente del Midgard y el lobo Fenrir.Entonces encontrarn en la yerba losescaques de oro que haban pertenecidoa los Aesir.

    Y en el lugar llamado bosque deHoddmmir se habrn escondido delfuego de Surt que se llaman as: Lf yLeifthrasir, y comern roco. Y de estoshombres vendr la gran descendenciaque habitar todos los mundos.

    Y te parecer extrao que Sol hayatenido una hija no menos bella que ellamisma, y seguir los pasos de su

  • madre.No entiendo lo que quiere decir el

    poema. A qu tierra se refiere? pregunt Himmler.

    Est hablando del mundosubterrneo, al parecer su entrada estaren una isla que surgir del mar y serverde coment Klaus.

    Islandia sin duda coment denuevo Hans.

    No creo que sea Islandia. Hayseis supuestas puertas al infierno oinframundo: Masaya en Nicaragua,Xibalb en Mxico, Tartarus en Grecia,el monte Hkla en Islandia, el purgatoriode San Patricio en Irlanda y el Erta Aleen Etiopa coment Klaus.

  • Cul piensa que es la verdaderapuerta al inframundo? preguntHimmler impaciente.

    La clave est aqu, en el libro deArne Saknussemm. Djenme esta nochepara leerlo y maana podr responder aesa pregunta contest Klaus.

    Tiene esta noche para averiguarlo.La expedicin seguir preparndose;antes de dos das tendrn que viajar a suobjetivo. No olviden que los inglesesestn tras nuestra pista dijo Himmler.

    Esos britnicos no saben nada, sinel libro nunca encontrarn la entrada alinframundo coment Hans con unaamplia sonrisa.

    Klaus prefiri callarse su opinin,

  • se limit a tomar el manuscrito, volver aintroducirlo en el tubo metlico ydirigirse a sus habitaciones en eltenebroso castillo de Wewelsburg,donde el Reichsfhrer quera construirla capital de su tenebroso imperio de lastinieblas.

  • CAPTULO 3

    LA TIERRA MEDIA

    El viaje de Londres a Oxford fue muyagradable. Aquella tarde fue una de laspocas luminosas de aquella primaveragris y desapacible. Arthur estabasentado junto a Agatha, mientras que eloficial Preston se encontraba junto alconductor.

    Arthur mir el rostro de Agatha, laspecas destacaban en su piel blanquecina,pero lo que converta aquella cara en

  • una verdadera obra de arte eran susgrandes ojos verdes y sus rosadoslabios.

    Gracias por el apoyo comentArthur a la mujer.

    Ella se limit a sonrer mostrandosus perfectos dientes blancos. l pensen el libro del Cantar de los cantares yel elogio del esposo a la hermosaesposa que le espera ansiosarecorriendo la ciudad. Arthur nuncahaba sentido nada igual por nadie. Suvida de ermitao haba dejado de tenersentido tras conocerla a ella.

    La hermosa ciudad de Oxfordcomenz a reflejarse en el cristal delpequeo Datsun de tres puertas. Arthur

  • se haba despedido de aquellas adustasfachadas unos das antes, con el temorde no sobrevivir a un salto enparacadas sobre Francia en plenanoche. Ahora estaba de nuevo en lo quel consideraba el corazn de laCivilizacin Occidental.

    Ser mejor que nos dirijamosdirectamente a la residencia de losTolkien, el profesor debe estar en casaantes de dirigirse a su tertulia en el TheEagle and Child Pub indic Arthur alconductor.

    Diez minutos ms tarde, el cochepar frente a la modesta casa de losTolkien. La hiedra cubra la mayor partede la fachada principal y la desgastada

  • valla de madera sin pintar, indicaba queel mundo interior del genial profesor delengua y literatura impeda a Tolkiendedicarse a los quehaceres naturales deun buen ingls: cuidar su jardn.

    Cuando los tres uniformadospersonajes se pararon frente a la puertadel profesor, Arthur no pudo evitarpensar en la inoportuna visita deGandalf, el mago que Tolkien habainventado para su libro El Hobbit, aBilbo Bolsn y que le llevara a laprimera aventura de Bilbo fuera de latranquila y apacible Comarca o TierraMedia.

    La seora Tolkien abri la puerta ymir sorprendida a Arthur, al que nunca

  • le haba visto con uniforme.Estimada Edith, lamento

    importunarla en plena hora del t, peronecesitamos hablar urgentemente con suesposo dijo Arthur.

    Edith mir de arriba abajo a Agatha,todos conocan la relacin de esta conArthur, aunque disimulaban con suestereotipada discrecin inglesa.

    John est escribiendo en sudespacho. No le gusta que nadie leinterrumpa. Ser mejor que le vean en sudespacho maana por la maana, creoque tiene una hora libre a las diez de lamaana coment Edith, que saba delos estrictos horarios por los que serega su esposo.

  • Seora Tolkien, es un caso deseguridad nacional coment Preston.

    A Agatha le pareci divertido elcomentario del oficial. No pareca quelas fantasas megalmanas de Himmlerpudieran suponer un asunto de seguridadnacional, pero sin duda era un argumentode peso para romper con la rutina delprofesor.

    Por favor, pasen dijo la mujerde Tolkien invitndoles a una pequeasala de estar.

    Cinco minutos ms tarde, Tolkienapareci. En contra de lo que habaimaginado Agatha, que apenas le habavisto en los jardines de Oxford o enalguna ponencia de la universidad, el

  • profesor era un hombre afable, deamigable sonrisa y siempre dispuesto acharlar. Tena el pelo cano, peinadohacia un lado, las cejas pobladas y unaperenne pipa encendida en los labios.

    En qu puedo ayudarles? pregunt el profesor sin mostrar el msmnimo atisbo de inquietud.

    Necesitamos que nos diga dndeest la entrada del infierno preguntPreston sin atender a preliminares.

    Me temo que en este momento elinfierno se ha desprendido por mediaEuropa y amenaza a nuestro amadoReino Unido, pero si desean saber algode este viejo profesor, estar dispuesto air con ustedes hasta las mismas puertas

  • del Averno dijo Tolkien con su vozronca, pero dulce. Despus, el cielovolvi a ensombrecerse sobre Inglaterray todos se dejaron sumir por laspalabras del viejo profesor.

  • CAPTULO 4

    DESDE LA TORRE

    Mientras la noche se impona al da,Klaus devoraba sin cesar el libro que lehaba costado tantos desvelos en lasltimas semanas. Disfrutaba de cadapgina de aquellas misteriosas leyendasde las sagas islandesas, como siestuviera destilando el verdadero nctarde los ancestrales dioses arios. l seconsideraba una persona escptica.Haber vivido durante dos guerras

  • mundiales y una gran depresin, pona lafe de cualquiera a prueba. Su ciudadnatal no haba sufrido los vaivenes de laguerra, pero su padre haba muerto en elfrente un aos antes del armisticio y sumadre, pianista profesional, habatocado en antros de mala muerte paracostearle los estudios universitarios.Klaus siempre se haba refugiado en loslibros, como si fueran el nicosalvavidas que le quedaba antes dehundirse definitivamente en las oscurasaguas del Rhin.

    El Valhalla era una construccinparecida al purgatorio cristiano, un lugarde espera en el que se reuniran todoslos guerreros germanos hasta la lucha

  • final. El Valhalla como un inmenso salnde muertos, se encontraba en el palaciode la ciudad de Asgard, gobernada porOdn.

    Klaus comenz la lectura de delSkldskaparml en el que se narraban laformacin de los poetas de las sagas,pero al final lo apart y se centr en elmanuscrito encontrado en la tumba deVerne.

    Delante de sus ojos tena elmanuscrito en el que se haba inspiradoel propio Julio Verne para escribir sumagnfico Viaje al centro de la Tierra.

    La lectura enseguida le transport ala vida del alquimista ArneSaknussemm, que en el siglo XVI fue

  • condenado por la inquisicin y quemadoen Roma. Arne, estudioso y qumico,haba estudiado las sagas islandesas y sehaba obsesionado desde muy joven porla supuesta entrada al purgatorio oValhalla. El libro describa que trasdiferentes averiguaciones descubri pordonde se poda entrar al inframundo yllegar hasta el centro de la tierra.

    Klaus no pudo dejar de leer en todala noche. El autor ocultaba en todomomento donde se encontraba la entradaal inframundo, por lo que Klaus supusoque Verne nunca lleg a descubrirlo,aunque daba una pista final:

    Me levanto hoy

  • Por medio de poderosafuerza, la invocacin de laTrinidad,

    Por medio de creer en susTres Personas,

    Por medio de confesar laUnidad,

    Del Creador de laCreacin.

    Klaus dej el libro sobre la cama yse dirigi a la habitacin de sucompaero.

    Hans ya s dnde est la famosaentrada del inframundo comentKlaus.

    Hans lo mir sorprendido y le

  • pregunt impaciente:Dnde se encuentra la entrada?En el sitio ms insospechado

    dijo a su compaero mientras entraba enla habitacin para explicarle lo quehaba descubierto.

  • CAPTULO 5

    INCREBLESDESCUBRIMIENTOS

    Tolkien volvi a aspirar su pipa y unaatmsfera cargada se extendi por supequeo despacho repleto de libros. Elviejo profesor acumulaba todo tipo devolmenes por las estanteras, el suelo yla mesa de color marrn oscuro. Encuanto los inesperados visitantes lecomunicaron la razn de su visita, el

  • profesor comenz a rebuscar entres suslibros. Tard algo ms de diez minutosen reunir media docena de volmenes ycolocarlos en la nica parte de la mesaque se hallaba despejada.

    Las puertas del infierno son untema fascinante. A lo largo de la historiadel hombre, muchos se han afanado pordescubrirlas o simplementerepresentarlas coment el profesor.

    Cree que podremos descubrir enqu lugar del mundo se encuentran? pregunt Agatha algo impaciente.

    El profesor la mir con ojoscomprensivos, saba que la juventudsiempre tena un mpetu difcil dedominar, pero estaba acostumbrado a

  • tratar con jvenes todos los das.Miren dijo Tolkien enseando

    las lminas de uno de los libros.Qu simboliza? pregunt

    Arthur.La porte de lEnfer una obra del

    artista francs Auguste Rodin, seencuentran en el museo de ArtesDecorativas de Pars. Son bellsimas,no les parece? Como vern todas lasculturas han estado interesadas endescubrir su ubicacin, hasta en losEvangelios y el libro de Apocalipsis sehabla de este tema. El inframundo hasido llamado de muchas maneras:Helheim para los nrdicos, Averno porlos griegos, Gehena como purgatorio

  • Judo, infierno para los cristianos oXibalb para los mayas comentTolkien.

    Por qu ese fascinacin por laspuertas del infierno? pregunt Arthur.

    Desde la famosa leyenda de Orfeoy la bsqueda de su esposa Eurcide enla cultura clsica, el hombre ha temido ysentido atraccin por el infierno. Losjudos crean que la entrada del infiernoestaba en el valle del hijo de Hinom,cerca de Jerusaln. Los romanos creanque su entrada estaba en un crter cercade Cumas en Campania, al sur de Italia.Los griegos, sin embargo, pensaban quela puerta estaba cerca de la ciudad deHierpolis, en la actual Turqua. Los

  • griegos pensaban que en la entrada habaun fiero perro llamada cerberos, queimpeda la salida del infierno o laentrada de extraos coment Tolkien.

    Todos parecan fascinados ante lasexplicaciones del profesor.

    Pero hay muchas ms posiblesentradas, como el Monasterio delEscorial en Madrid, o la gruta maya enBelice de Xibalb continu Tolkien.

    Hemos encontrado un manuscritoque parece probar que Julio Verne sebas en datos reales para describir suViaje al Centro de la Tierra. Al parecerel alquimista Arne Saknussemm existirealmente y dej escrito un libro en elque explicaba su viaje coment el

  • oficial Preston.Increble dijo Tolkien alzando

    las cejas.Sabe si en Islandia u otro lugar

    hay una posible entrada al inframundo?pregunt Agatha.

    No tienen el manuscrito? pregunt Tolkien.

    Desafortunadamente nos lorobaron los alemanes dijo Arthur.

    El profesor se qued pensativo unossegundos y despus tom otro de losvolmenes del montn. Se puso las gafasy lo oje por unos momentos. Despuslevant la vista y muy serio les coment:

    Creo que hay un lugar que puedeencajar con el lugar que buscan

  • coment el profesor.Est en Islandia? le pregunt

    Agatha.No, hay una leyenda que habla de

    un sitio as, siempre he pensado que setrataba simplemente de ello, pero ahoracreo que puede que ser una vez ms, quelas leyendas escondan una verdad dijo el profesor Tolkien.

    De qu leyenda se trata? pregunt Arthur.

    Les estoy hablando de la leyendade San Patriciodijo Tolkien mientrascerraba el volumen, dejaba las lentes enel bolsillo superior de su chaqueta y seapoyaba cmodamente en el respaldo.

  • CAPTULO 6

    EL PURGATORIO DE SANPATRICIO

    La voz del profesor Tolkien transport atodos al lejano siglo IV, cuando la islade Irlanda era un territorio salvaje en elque apenas haba llegado laromanizacin. Arthur y el oficial Prestonparecan disfrutar de la narracin, peroAgatha se mostraba inquieta, como sitodo aquello fuera una verdadera

  • prdida de tiempo.San Patricio fue secuestrado a la

    edad de diecisis aos y llevado comoesclavo a Irlanda, tras unos aosprisionero logr escapar y regresar a sucasa en Escocia, donde se ordensacerdote y regresar aos ms tarde denuevo a Irlanda para evangelizar la isla.En Irlanda tuvo que enfrentarse a losdruidas, que controlaban los clanes de laisla coment Tolkien.

    Lo que no entiendo es qu tienetodo eso que ver con las puertas delinfierno le interrumpi Agatha.

    El profesor Tolkien mir a la joven yla sonri.

    Lo ms curioso es que durante su

  • predicacin a los irlandeses SanPatricio pidi a Dios que le diera unaseal, para que los duros irlandesescreyeran. Al parecer, Dios mostr a SanPatricio un horrible hoyo en una islacercana, en el que se ubicaba elPurgatorio. Los irlandeses temierontener que vivir en tan horrible lugar y seconvirtieron en masa dijo Tolkien.

    Entonces ese es el lugar, est enIrlanda y no en Islandia como creamoshasta ahora dijo el oficial Preston.

    Efectivamente, en una pequeaislita en Lough Derg, condado deDonegal, en Irlanda se encuentra elllamado Purgatorio de San Patricio. Enla isla hay un monasterio que data del

  • siglo XII, fundado por una orden deagustinos. En el monasterio hay unhospital para peregrinos y desde all losfieles podan visitar la entrada alpurgatorio coment Tolkien.

    Escucharon como alguien llamaba ala puerta y todos se sobresaltaron. Luegose oyeron unas voces y unos pasos quese dirigan hasta el despacho. Llamarona la puerta y entraron sin llamar.

    Disculpen la molestia, insist aEdith que volvera en otro momento,pero pens que a lo mejor podaayudarles dijo el hombre.

    Pase profesor Lewis, usted esirlands y medievalista. Nadie conocemejor que usted la historia de San

  • Patricio dijo Arthur.Arthur, que sorpresa. Creamos

    que no volveramos a verle en una largatemporada coment Lewis.

    Hemos tenido un contratiempo, yale he comentado al profesor Tolkien quebuscbamos la puerta del infierno ycoment Arthur.

    No me lo diga, estn hablando delpurgatorio de San Patricio. Un lugarsingular sin duda dijo C. S. Lewis.

    Qu puede contarnos de eselugar? pregunt Agatha ms animada.Apreciaba al profesor Lewis, menosmoralista que el resto de suscompaeros de la universidad.

    Imagino que el profesor Tolkien

  • les ha hablado del Tractus dePurgatario Sacti Patricii dijo Lewis.

    No me ha dado tiempo sedisculp Tolkien.

    El libro es del siglo XII escritopor un monje cisterciense llamadoHenry. En l se narra el viaje de uncaballero irlands llamado Owien, queadentrndose por la cueva delpurgatorio viaja hasta el parasoterrenal. Siempre pens que el bueno deJules Verne se inspir en este libro paraescribir su famosa novela Viaje alcentro de la Tierra dijo Lewis.

    Increble! exclam el oficialPreston. Aquello era mucho ms de loque esperaban.

  • El texto est dedicado al abadHugo de Sartris. El manuscrito tiene seispartes. En la primera se narra la historiade San Patricio y como Dios le muestrala entrada del Purgatorio para ayudarle.En la segunda. Owein narra cmo alentrar en la cueva, despus lleg a ungran campo en el que haba una sala quepareca un claustro. All le recibieronquince monjes de ropas blancas. Estoshombres aconsejaron a Owein comodeba continuar su viaje sin temor aperecer. Unos demonios intentaronatrapar al caballero mientras seintroduca en las profundidades. Oweinatraves varias llanuras, en las que lasalmas sufran por causa de sus pecados,

  • torturados por demonios. Ms tardelleg a un gran ro de fuego

    Deba tratarse de lava leinterrumpi Agatha.

    Al parecer, debajo del ro estabala entrada al infierno, pero Oweinencontr un puente estrecho con el queatravesar el ro. Al otro lado del puente,el peregrino encuentra el parasoterrenal. All dos arzobispos le llevan atravs de una tierra repleta de flores ytodo tipo de rboles hermosos. Los dosarzobispos llevan al peregrino hasta lapuerta del cielo. Owein se queda denuevo solo y se siente agotado, pero unman del cielo le alimenta. Al finalregresa de nuevo a la superficie

  • coment Lewis.Todos permanecieron unos segundos

    en silencio y despus Arthur se puso enpie y totalmente entusiasmado dijo:

    Ya sabemos dnde est la entradaa la Tierra Hueca o Inframundo y lomejor de todo es que se encuentra enterritorio britnico. Llegaremos antesque los nazis.

    No ser tan sencillo, la isla esten territorio de Irlanda, no en Irlanda delNorte. El condado de Donegal no esterritorio britnico. Nuestra misintendr que ser secreta dijo el oficialPreston.

    No olviden, que hay algunoselementos del gobierno irlands

  • cercanos al rgimen nazi, piensan que deesa manera, podrn recuperar el norte dela isla dijo Tolkien.

    Pues tendremos que ponernos enmarcha esta misma noche coment eloficial. Les pido la mximadiscrecin. No les cuenten a nadienuestra conversacin.

    No lo dude, seremos una tumba contest Lewis.

    Muchas gracias por sucolaboracin dijo Arthur.

    Ser mejor que tomen ante de irsealgn ejemplar del libro que les hecomentado. Me temo, que en contra delo que hemos credo durante siglos, eseviaje se realiz dijo Lewis.

  • Lo haremos coment Agatha.Mientras Arthur y sus compaeros

    abandonaban la residencia de losTolkien, a miles de kilmetros de all,los hombres de Himmler se preparabanpara enviar un avin a Dubln. Losservicios de inteligencia de las SS ya sehaban puesto en contacto con lasautoridades irlandesas y pedido supermiso para una expedicinarqueolgica al norte de la isla. Eltiempo corra en contra de los ingleses.El plan de Himmler pareca estar apunto de volverse realidad.

  • CAPTULO 7

    EL TRBOL DE LASUERTE

    Cuando el avin aterriz en elaerdromo de Dubln, dos oficiales delejrcito de Irlanda pidieron ladocumentacin a los pasajeros. Elequipo de la Ahnenerbe estabacompuesto por diez personas. Ademsde Klaus y Hans, que eran los directoresde la operacin cientfica, estaban el

  • oficial de las SS Dietmar Rudel, elcientfico Lukas Peitz y la paleontlogaBrbara Sigfried y cinco soldados rasosde las SS.

    Los soldados irlandeses llevaron alos diez miembros del equipo a uno delos hangares cercano, all les esperabael comandante Aidan Kelly. La salaestaba en penumbra excepto la mesaalumbraba por una pequea lmpara demesa.

    Bienvenidos a Irlanda, espero quesu estancia entre nosotros sea de suagrado dijo el comandante Kelly.

    Gracias, comandante. Nuestramisin es pacfica y apenas durar unpar de semanas. La paleontloga

  • Brbara Sigdrid tiene la intencin deanalizar algunos fsiles en la isla deStation coment el teniente Rudel.

    Me sorprende que haya algnyacimiento de dinosaurios en esa zona.En cuanto he hablado del caso convarios especialistas se han mostradointeresados en participar en suexpedicin. Naturalmente les he dichoque no. Mi gobierno espera su ayudacuando nuestra amada Inglaterrasucumba dijo sarcsticamente elcomodante Kelly.

    Gracias de nuevo, comandante contest Rudel.

    Lo nico que s les pedir es quelleven a dos soldados. Ellos pueden

  • ayudarles con los monjes de la isla y esmi salvaguarda si alguien me preguntapor ustedes dijo el comandante Kelly.

    Klaus frunci el ceo. Conocasuficiente ingls para entender laspalabras del irlands.

    Ser un placer llevarlos connosotros dijo Rudel.

    Bueno, pueden despegar. Ya leshan llenado los tanques de combustible yalimentos. Espero que disfruten de laisla dijo el comandante saludando aloficial de las SS.

    El grupo se dirigi de nuevo alavin. Klaus senta que perda el controlde la misin, pero apenas haba podidocompartir sus inquietudes con Hans.

  • Aunque a l tambin le vea distantedesde su regreso a Alemania. Himmlerle haba ascendido y concedido elmrito del manuscrito de Julio Verne,pero de alguna manera tena que volvera acercarse a Hans.

    Cuando estuvieron de nuevo en elaparato, Klaus se aproxim al asiento desu amigo y le dijo:

    Tenemos que hablar.Uno de los soldados se les qued

    mirando, Klaus se percat y se sent enla parte trasera, junto a la mujer.Brbara era una mujer hermosa, con elpelo rubio y unos grandes ojos azules.

    Es un privilegio ir con ustedes eneste viaje. Si logramos descubrir fsiles

  • de dinosaurios ah abajo daremos unpaso de gigante en las cienciaspaleontolgicas, aunque lo realmentemaravilloso sera descubrir alguno vivo.Cree que puede haber un microcosmosbajo la superficie terrestre? preguntBrbara.

    Klaus tena la cabeza en otras cosas,pero intent apartar las ideas negativasde su mente y responder a la mujer.

    Si lo que relata Julio Verne en sulibro es cierto, estamos ante el mayordescubrimiento cientfico de la historia.Aunque lo que yo busco realmente esdemostrar que el genial escritor francs,una vez ms estaba en lo cierto.

    Entiendo su fascinacin por

  • Verne. Yo nunca haba ledo una de susobras, pero ya he empezado a hacerlo coment la mujer sacando de uno de losbolsillos de su uniforme un pequeoejemplar de la edicin alemana de Viajeal centro de la Tierra.

    Es mi obra favorita, espero quedisfrute de la lectura. Debajo de tierratendremos poco tiempo, pero anquedan dos horas para aterrizar en algnpunto cerca del lago de Derg comentKlaus, mientras se colocaba la mantacolor caqui y se recostaba en el asientodel avin.

    Mientras el aparato surcaba en mitadde la noche las bellas praderas deIrlanda, en Inglaterra el equipo de

  • Arthur Macfarland se dispona a cargarsus equipos en el transporte que lesllevara hasta Irlanda del Norte.

  • CAPTULO 8

    STATION ISLAND

    El avin aterriz en Castlederg, en zonabritnica. La misteriosa isla en la que seencontraba el Purgatorio de San Patricioestaba a unas pocas millas del territoriobritnico. Los caminos no solan estarvigilados, por lo que llegar hasta ella nodeba suponerles una gran complicacin.

    El equipo estaba compuesto porMark Covey, paleontlogo de launiversidad de Cambridge, Robert Lee,

  • oficial del ejrcito y espelelogoprofesional y otros cuatros soldados quehaban sido mineros antes de la guerra.El oficial Lee estaba al mando, aunqueArthur y Agatha dirigan la parte tcnicade la expedicin.

    En Castlederg les esperaban tresvehculos que les llevaran hasta lafrontera, aproximadamente a un par demillas del embarcadero que llevaba a laisla, aunque ellos tenan previsto cruzaren lanchas neumticas, por si losalemanes haban llegado antes que ellos.

    Cuando los soldados comenzaron amontar las balsas para cruzar el lago,Arthur se entretuvo mirando la isla consus prismticos.

  • Cmo es la isla? preguntAgatha.

    No te lo creers, pero esttotalmente edificada. Hay variascapillas, una especie de fortaleza y unatorre octogonal. Ser difcil pasardesapercibidos dijo Arthur.

    Iremos de noche coment elteniente Lee.

    De noche? No ser peligrosocruzar el lago sin luz? preguntArthur, que a su temor a los aviones,aada su fobia al agua.

    No se preocupe, en menos de unahora estaremos en la isla dijo elteniente Lee.

    Alguien ha entrado alguna vez en

  • esos tneles? pregunt Agatha.Mark Covey se acerc al grupo y

    coment:La Iglesia Catlica ha prohibido

    la apertura de la entrada que lleva alPurgatorio de San Francisco desde hacems de doscientos aos. No sabemos loque nos vamos a encontrar. Aunque loque es seguro es que sern cuevassimilares a las que se encuentran en elotro lago. Mi duda es hasta donde seextienden los tneles. No olvidemos quela mayor parte del tiempo estaremosbajo un lago y que si los tneles son muylargos, podramos encontrarnos debajodel ocano durante la mayor parte delviaje.

  • Las palabras de Covey pusieronfrancamente nerviosa a Agatha, perointent hacerse la fuerte. Al menospodra ver las viejas inscripciones de laiglesia y la entrada al Purgatorio. Sialguien haba pasado antes por esostneles, tambin podra descubriralgunas inscripciones interesantes. Apesar de los peligros aquel viaje nodejaba de ser apasionante. Por nada delmundo se lo habra perdido. Arthur lamir de reojo, segua profundamenteenamorado de ella, no se alejara deAgatha, aunque tuviera que llegar almismo infierno para estar a su lado.

  • CAPTULO 9

    LA BOCA DEL INFIERNO

    Klaus se qued impresionado cuando elbarco a motor atrac en el pequeoembarcadero: el famoso santuario deDonegal. Adems de los edificiosmedievales del antiguo monasterio, en elsiglo XVIII se haba aadido una graniglesia y un hospicio.

    En las ltimas horas, Klaus habaledo algunas cosas sobre la isla y laleyenda de San Patricio. Entre esos

  • documentos haba encontrado la leyendade Owein que le haba fascinado por suparecido al relato de Julio Verne,aunque algo le inquietaba. Segn elrelato de Owein a los treinta das de susalida del purgatorio murimisteriosamente. Otro de los escritosque haba ledo era un misterioso relatoen italiano de un piamonts llamadoGiordano da Vicopisano. El relato delitaliano hablaba de un caballero llamadoNocols que en tiempos del rey Estebanpidi permiso para entrar en la cueva.El relato es muy parecido al de Owein,en l Klaus ley sobre unas misteriosasagujas con la que se torturaba a loshombres, tambin describa inmensas

  • ruedas de largos radios. El relatotambin hablaba de lagos de fuego ylagos de agua fra.

    Qu piensas? Aydanos a bajarel equipo antes de que se haga de nochecoment Hans, sacando a Klaus desus pensamientos.

    Acercaron el equipo a la entrada dela iglesia. Un grupo de monjes sali delmonasterio asustado al ver a lossoldados, pero al observar que eranalemanes, empezaron a correr de nuevoal monasterio. Los soldados irlandesesles tranquilizaron, pero les pidieron queno salieran del edificio.

    Malditas ratas religiosas dijoHans, que como la mayora de los nazis

  • abominaba de los religiosos.Centrmonos en nuestra misin

    coment el oficial Rudel. Yo soy elexperto espelelogo y quiero queescuchen unas instrucciones bsicas.Estos son los cascos, es importante quelos lleven en todo momento, si hubieracualquier desprendimiento protegernsus cabezas. La linterna del casco seenciende moviendo la palanca, tenemosrecargas suficientes para veinte das,tambin llevamos linternas de mano y unpar de petrleo, por si el viaje es mslargo de lo esperado. Aunque pude queencontremos aguas subterrneas, sermejor que racionemos el agua lo msposible. Tambin los alimentos,

  • nicamente tomaremos muestras derocas o fsiles imprescindibles.Tenemos que ir ligeros de peso.Podemos tomar fotos, todas las quenecesitemos. Nadie ir solo a ningnsitio, ni siquiera a orinar. Nadie seadelantar ni quedar atrs. Si unoresulta herido, tendremos que dejarlo enlos tneles. Han entendido lasinstrucciones?

    Todos asintieron con las cabezas.Qu haremos con los soldados

    irlandeses? pregunt uno de lossoldados aprovechando que estabanlejos.

    No desharemos de ellos cuandollevemos diez horas de camino, si nos

  • preguntan diremos que fueron aplastadosen un derrumbamiento dijo Rudel.

    Los soldados irlandeses abrieron lapuerta y entraron en el santuario, sedirigieron a una cripta debajo del altarmayor y juntos descendieron por unasescaleras de piedra hasta la sala en laque se encontraban los restos de variosabades.

    Hay un pozo en el exterior, peroesta entrada es mucho ms grande. Porlos informes que me han dado, debetratarse de la chimenea de algn volcnque lleva inactivo ms de 1500 aos. Eldescenso por las paredes de la chimeneapuede ser de 1000 o 2000 metros.Primero bajar uno de mis hombres y

  • nos avisar de la profundidad coment Rudel.

    Espero que los tneles de ahabajo sean muy anchos brome Klaus.

    Rudel le mir de reojo y con ungesto hosco pidi a sus hombres queabrieran el inmenso portn de madera.Cuando las dos inmensas hojas fueronremovidas observaron algo parecido aun lago negro, su permetro era de msde cinco metros cuadrados y tena formaovalada. Uno de los soldados lanz unabengala y su luz ilumin el inmensofoso. Despus la lanz al vaco yobservaron cmo caa por el abismo,tard un par de minutos en golpearcontra el suelo. Todos se miraron

  • sorprendidos, no estaban seguros de queall abajo se encontrara el purgatorio,pero ahora no dudaban de que estaban apunto de meterse en la misma boca delinfierno.

  • CAPTULO 10

    A CINCO HORAS DECAMINO

    Esperaron cuatro horas desde que lasluces de los alemanes se vieron en laisla hasta que tomaron las lanchasinflables y atravesaron el lago. Aquellanoche era de intensa luna llena y cielodespejado. El reflejo de la luz en lasaguas les hizo pensar que aquel lugar enmedio de la nada era realmente mgico.

  • Arthur se acord de su padre y susinterminables das de pesca. De aquellassalidas nocturnas vena su fobia al aguay los lugares cerrados. Una maana quesalieron a pescar al mar, la barca de supadre se encall y los dos cayeron alagua. Arthur intent sacar a su padreinconsciente del agua pero no pudo conl. Nad con todas su fuerzas para nomorir ahogado y lleg a una zonaescarpada, se refugi en una cueva, perola subida de la marea comenz aarrinconarle, tuvo que introducirse en lacueva, pero el agua lleg a cubrir casihasta el techo de la misma, pasando doshoras con la nariz en el nico hueco quehaba dejado libre la marea.

  • Cuando llegaron a la isla sedirigieron directamente a la capilla sinencontrarse a nadie por el camino.Bajaron a la cripta y vieron las puertasabiertas del Purgatorio de San Patricio.Una cuerda sujetada en una argolla dehierro oxidado era el nico resto quehaban dejado los alemanes de su pasopor el pozo.

    Parece muy profundo comentel oficial Lee.

    Espero que podamos salir de eseagujero coment Arthur.

    Los soldados comprobaron lascuerdas, parecan seguras. Despusdescendi el primer soldado despus deencender la linterna de su casco. Poco a

  • poco fueron bajando todos loscomponentes del comando hasta eloficial Lee, que fue el ltimo.

    El pozo caa hasta unos dos milmetros, una gran altura, en la base habauna nica galera muy ancha que parecadescender de manera moderada ydespus ms intensa. Caminaron durantecuatro horas por la galera. Se podarespirar bien, no haba ni rastro de losalemanes y al ser la nica galera, nohaba posibilidades de perderse. Esotranquiliz en parte a Arthur, quecomenz a respirar con calma yconcentrarse en el camino.

    Vamos en direccin suroeste indic Lee.

  • Entonces no caminaremos debajodel ocano coment Arthur.

    Bueno, me temo que eso es difcilde determinar dijo Mark Covey.

    Sin duda, pero apenas llevamosunas horas de camino. El tneldesciende e imagino que al menostardaremos un par de das o tres enllegar a alguna parte, si es que hay algoaqu abajo coment Lee.

    Mientras seguan el sendero, Arthurintent pensar en cmo se habransentido los viajeros que les habanprecedido. Ellos llevaban un equipoavanzado, comida y medicamentos, perolos viajeros que les haban precedidodebieron hacerlo en situaciones mucho

  • ms desfavorables.Espero que encontremos ese

    mundo maravilloso le dijo Agatha alponerse a su altura.

    Nunca pens que vivira unaaventura parecida a la que describaVerne en su libro contest Arthur.

    Te imaginas un viaje a la Luna?le pregunt Agatha.

    Eso es mucho ms difcil, hemosconseguido surcar los cielos, pero salirdel planeta parece casi imposible lecontest.

    Lamento lo que pas todos estosmeses dijo Agatha.

    Yo tambin, no me he portado muybien contigo. El mundo acadmico es

  • demasiado cerrado y todo el mundochismorrea. No merecas ser lacomidilla de todo Oxford dijo Arthur.

    Creo que tambin hablaron de tibrome Agatha.

    S, pero en este mundo la gente esmucho ms dura con una mujer. Quieroque sepas que sigo querindote.Entiendo que no quieras saber nada msde m, pero no puedo dejar de amarte.Eres lo mejor que ha pasado en mi vidadijo Arthur intentado disimular laangustia que le invada.

    Podemos ser amigos de nuevo.Ests de acuerdo? El tiempo dir quesucede. Mientras dure esta guerra, lavida de todos nosotros depende de un

  • hilo dijo Agatha.Nos concentraremos en salir con

    vida, pero luego te pedir la mano. Nodeseo vivir la vida si no es a tu lado coment Arthur.

    El reflejo de los ojos de Agatha bajoel potente foco del casco, pareci brillarcon ms intensidad. Arthur observaquellas dos esmeraldas que le mirabany supo que luchara con todas susfuerzas por salir con vida de all. Unavez haba escapado de la Franciaocupada; sera capaz de sacarla de lasmismas entraas de la tierra ydevolverla a la superficie, aunquetuviera que morir en el empeo.

  • CAPTULO 11

    UN DA EN LASTINIEBLAS

    A medida que las horas pasabanmontonas en las entraas de la tierra,Arthur pensaba en cmo el cuerpocomenzaba a acostumbrarse al ritmo dedescenso y al tenebroso paisaje detneles que se sucedaninterminablemente. Lee era el queindicaba los tiempos de descanso, las

  • comidas y las raciones de agua quedeban comer. La mayora de ellos yahaban perdido sus ritmos biolgicoshabituales, pero continuaban comiendo ydurmiendo por inercia.

    Los tneles se estrechaban a medidaque descendan y el calor comenzaba sermolesto, pero eso no pareca preocupara Lee ni a sus hombres. Los minerosestaban acostumbrados a esascondiciones extremas.

    Cuando se sentaron a comer, Agathaaprovech para hacerle algunaspreguntas al oficial.

    Aumentar la temperatura amedida que sigamos descendiendo? pregunt la mujer.

  • Hay diferentes teoras al respecto,una conocida como la gradientegeomtrica defiende que a medida quenos acercamos al ncleo, la temperaturasigue creciendo. Segn esta teora elcentro de la tierra puede superar 6700pc coment Lee.

    Es increble, eso significa que sicontinuamos el descenso terminaremosen un verdadero horno dijo Agatha.

    Estamos hablando de miles dekilmetros de profundidad, el radio dela tierra tiene 3500 km. Todava nosencontramos en la corteza y no creo quelleguemos al Manto superior. Sibajramos del Manto superior es cuandopodramos tener problemas coment

  • Lee.Cmo sabemos en qu parte

    estamos? pregunt de nuevo Agatha.Para su tranquilidad le dir que

    primero deberamos pasar la Litosfera,despus la Corteza. Para que se haga unaidea, el descenso debera de ser de entre30 y 70 Km en la corteza terrestre, eneste da puede que hayamos descendido2 3 km coment Lee.

    Nos queda una larga distancia,pero tengo entendido que la cortezaocenica es ms fina, apenas de unos 6 a12 km coment Arthur, que hasta esemomento haba estado en silencio.

    Lee se qued un momento ensilencio. Le molestaban las preguntas de

  • los dos civiles. l era el responsabledel descenso y saba perfectamente loque haca.

    Es difcil determinar lo quepodemos encontrarnos. Ya iremosactuando segn las circunstancias dijoCovey, cuya experiencia en cuevas eraamplia por su trabajo comopaleontlogo.

    De todas maneras, nuestrasprovisiones no dan para ms de cuatrodas de descenso dijo Lee, alcuarto da, si no hemos encontrado nada,volveremos sobre nuestros pasos. Elascenso siempre es ms duro que eldescenso.

    Ser mejor que aprovechemos el

  • tiempo coment Covey.Descendieron durante dos horas

    antes de dormir. Aquel primer da habasido duro y todos se quedaron dormidoscasi al instante.

  • CAPTULO 12

    PRIMERAINCERTIDUMBRE

    Una de las dudas que asaltaron a Klaustras dos das de descenso fue laposibilidad de que se quedaran sinoxgeno. Esa duda comenz a asaltarle ya veces senta como si le faltara el aire.Tras dos das bajo tierra sin ver la luzdel sol, pareca que nunca ms saldrande ese lugar apartado y oscuro del

  • mundo.Hans pareca algo ms tranquilo que

    su compaero, aunque al ser un hombrede letras como su profesor, no dejaba depensar en los peligros a los que seenfrentaban. Una cosa era leerplcidamente en el saln de tu casa unanovela de aventuras y otra muy distintameterse dentro de ella.

    Dietmar Rudel, Lukas Peitz y lapaleontloga Brbara Sigfried, parecantotalmente inmunes al temor y laangustia. Apenas hablaban, no sequejaban e incluso parecan disfrutar delviaje.

    Klaus lo haba pasado muy mal elda anterior. Tras retrasar el asesinato

  • de los soldados irlandeses, Rudelmand a dos de sus hombres que losentretuvieran en el fondo del tnel y allmismo los degollaran. Klaus no habavisto cmo los mataban, pero habaescuchado sus gritos desesperados.Aquello le recordaba que seguaperteneciendo al club del mal y eso nole gustaba. No se consideraba un santo;en su poca de estudiante, justo alfinalizar la Gran Guerra, habapertenecido a grupo de extremaizquierda que haba cometido todo tipode atropellos en Hamburgo, pero nuncale gust hacer dao a nadie y abominabade aquella etapa fantica de su vida.

    Profesor Klaus, segn el libro de

  • Julio Verne, cuntos das de descensopasaron hasta llegar al centro de laTierra? pregunt Brbara, ponindosea su altura.

    Klaus se enrojeci, pero la luz delas linternas le protegi del ridculo msespantoso. Tras su expulsin de launiversidad haba procurado hacer unavida de ermitao. Sin trabajo ni futuro,no se atreva a pedir a una mujer quecompartiera el resto de su vida con l.

    No nos servir mucho lareferencia. S es cierto que el viejoalquimista que describe Verne entr porlas cumbres de Sneffels, que estaban aunos 5000 metros de altura; nosotroshemos entrado casi al nivel del mal

  • dijo Klaus.Eso es cierto coment Peitz,

    el tiempo se puede reducir en casi un dade descenso.

    Peitz pareca el tpico cientficocallado, en cierto sentido era el msparecido a Klaus, l estaba en el viajepor estrictas razones cientficas, no tenaningn inters en medrar en el rgimennazi, aunque Hitler y su lugartenienteHimmler, eran conscientes de cmomanipular a ese tipo de personas.

    Lo cierto es que Verne habla dediez das de descenso coment Hansunindose a la conversacin.

    Maldicin! Nuestras provisionesson para cinco o seis das de descenso

  • dijo Peitz. Todos se quedaronsorprendidos por su reaccin.

    No se preocupen, el agua es loque ms escasea, pero tenemos comidapara diez das de descenso si esnecesario. Seguro que encontramosalguna fuente subterrnea dijo Rudel.

    Las palabras de Rudel notranquilizaron a Klaus. Si conseguanagua para descender durante diez das,eso no aseguraba que consiguieran aguapara ascender. Tena cuarenta aos, unavida miserable y nadie le echara demenos si muriera, pero l continuabaaferrado a la vida. Klaus era del tipo dehombre que pensaba, que al final lascosas terminaran arreglndose y no le

  • faltaba del todo razn.

  • CAPTULO 13

    DESCENSO PELIGROSO

    Haca tres das que haban hallado loscuerpos de dos soldados irlandeses.Aquel triste descubrimiento les habaconfirmado que iban en la buenadireccin, pero tambin el tipo deenemigos a los que se enfrentaban. Quharan cuando se encontraran con elloscara a cara? Pens al instante Arthur. Dealguna manera, a tantos metros debajode tierra a todos se les olvidaba que

  • estaban en guerra y que competan poralgo ms que por un descubrimientocientfico. Despus de enterrar loscuerpos con piedras y hacer una breveoracin, continuaron el viaje sin hacercomentarios sobre lo sucedido.

    La monotona de cada danicamente se rompa en las livianascomidas y las horas de descanso. Nadiese quejaba, tampoco parecan asustados,aunque Arthur cada vez senta msclaustrofobia. Intentaba quitarse de lacabeza cualquier idea que le hicierapensar que encima de l haba cientos demiles de litros de agua o roca.

    Al comienzo del cuarto da, cuandocomenzaban a tener dudas de continuar

  • con el descenso, algo sucedi.Caminaban por un tnel algo estrecho,muy empinado y en el que corra unligero hilo de agua negra. El sueloestaba algo resbaladizo y por ellointentaban ir despacio. En un punto, lacuesta era tan empinada, que les costabano deslizarse como en un tobogn.

    En un punto, Agatha perdi elequilibro y comenz a descender a todavelocidad. La mujer intent aferrarse alas paredes del tnel, pero lo nico queconsigui fue desgarrarse las palmas delas manos. La joven gritaba mientras sucuerpo tomaba velocidad, justo en unpunto, el tnel se divida en dos, Agathavio que se iba a chocar justo en el centro

  • e hizo un esfuerzo por girar el cuerpo,que sigui deslizndose por el tnelderecho, hasta desaparecer.

    Arthur y Covey se lanzaron por eltnel a toda velocidad. Desentendieroncon mucha fuerza, a veces golpendosecon las paredes de roca. Al llegar a labifurcacin continuaron por la frontal.All el tobogn natural se converta denuevo en un tnel ms amplio de casitres metros de altura. Caminaron durantedos horas sin encontrar a la mujer.Cuando el resto del grupo se reuni conellos, las esperanzas de encontrar aAgatha parecan disminuir pormomentos.

    Debi seguir descendiendo por el

  • tnel lateral coment Lee.Eso significa que estamos a cuatro

    horas de ese punto, si ha seguidodescendiendo, la distancia de ida yvuelta podra ser de ocho horas coment Covey.

    No podemos retroceder. Nuestrasprovisiones son limitadas y el agua estcomenzando a escasear dijo Lee.

    Yo ir a por ella comentArthur.

    Usted es el especialista en Verne,no podemos perderle. Si se marcha, lashoras de distancia seguirn aumentando,ya que nosotros continuaremos elcamino coment Lee.

    Arthur se puso furioso, se levant y

  • tom su mochila. Dos soldados ledetuvieron y le obligaron a sentarse.

    En qu nos diferenciamos deesos nazis? Son capaces de dejar a unamujer posiblemente herida a su suerte?pregunt Arthur.

    Buscarla puede suponer la muertede todo el grupo dijo Lee.

    Nuestra vida no vale nada si nosomos capaces de sacrificarla por losdems contest Arthur.

    Entiendo sus sentimientos, pero lavida de Agatha tiene el mismo valorpara m que la de uno de mis hombres.Si le dejo ir, nos ponemos a todos enpeligro, si mando a uno de mis hombres,le enviar a una muerte segura dijo

  • Lee.El profesor Arthur se llev las

    manos a la cara para aguantar laslgrimas, despus se tranquiliz poco apoco. Saba que el oficial tena razn.No podan hacer nada por ella sinponerse todos en peligro.

    Las siguientes horas fueron msfatigosas de lo normal. Todos se sentandesanimados, lo nico que les mantenaconstantes era la determinacin de quela posible muerte de Agatha no hubierasido en vano.

    Al quinto da, tras casi veinticuatrohoras sin saber nada de la joven,llegaron a una inmensa cueva quebrillaba bajo la luz de las linternas.

  • Aquel gran templo subterrneo, forradode cuarzo, les hizo tener la primerasensacin de que estaban acercndose aalgo grande.

  • CAPTULO 14

    LA GRAN BVEDA

    Despus de un da entero atravesando lagran bveda de cuarzo, los alemanescomenzaron a sospechar que nollegaran a ninguna parte. Era triste, perotras seis das de viaje no habandescubierto ni un indicio de que fueranpor el camino correcto, pero lo peor detodo era que no haban encontrado agua.

    Rudel pidi a sus hombres que sesentaran sobre las rocas y comenz a

  • comunicarles sus decisiones.Caminaremos un da ms, ser el

    sptimo que pasamos bajo tierra. Nosarriesgamos a no tener suficiente aguapara la vuelta, pero debemos llegar alotro extremo de esta inmensa bveda ydescubrir si hay realmente un mundointerior. No s qu nos esperar a lasalida. Puede que la muerte, ya quetenemos rdenes de no regresar sin eldescubrimiento del inframundo. Noquiero engaarles. Si no encontramos latierra hueca estamos muertos dijoRudel muy serio.

    Las palabras del oficial nosorprendieron a Klaus. Los nazis y enespecial las SS no eran un club de

  • excursionistas. Crean que la palabraimposible no exista ni tampoco lapalabra rendicin. l intentabarelacionar aquella sala con algo descritopor Verne o el manuscrito de AmeSaknussemm.

    Caminaron aquella jornada sinmuchas esperanzas de encontrar agua oalgn resto de los anterioresexploradores. Al final de la gran sala, eltnel se volva a estrechar. Rudel estabaa punto de pedirles que dieran la vuelta,cuando Brbara grit algo:

    Agua! Miren al fondo del tnel!Se poda ver algo negro que se

    mova por el tnel, pero el sonidopareca inconfundible. Se lanzaron sobre

  • el agua que apenas cubra un par decentmetros y bebieron vidamente.Aquello aseguraba un par de das msde viaje hacia el centro de la Tierra,pero para nada confirmaba que estabanen el camino correcto o, lo que era peor,que realmente existiera aquel lugardescrito por Verne casi cien aos antes.Klaus casi lament el hallazgo del aguaya que eso supona un da ms dedescenso. Su cuerpo pareca sentirse allmite, pero la curiosidad siguimoviendo sus pasos un par de das ms.

  • CAPTULO 15

    DOS DESCUBRIMIENTOS

    Nunca pasa nada bajo tierra, eso era loque pensaba Arthur, que seguaprofundamente deprimido por ladesaparicin de Agatha. Aquella gransala le haba quitado la sensacin declaustrofobia, pero nada poda hacernada por sus sentimientos de prdida.Caminaron a paso lento durante un daentero. Aquella sala parecainterminable.

  • Covey era el primero del grupo. Elsendero pareca seguro y a Lee se levea relajado por primera vez. Coveyescuch algo parecido a un chapoteo asu izquierda.

    Permiso para salir del sendero dijo Covey.

    Cinco minutos. Soldado Laurent,acompae a Covey.

    Todos se sentaron a descansar,mientras los dos hombres iban a ver dednde provena el ruido. Habancaminado cien metros cuando vieron unagran charca de agua. Covey par alsoldado que se lanz al agua para beber.Tom un poco en la mano, despusolisqueo y la arroj de nuevo.

  • No es potable coment aldecepcionado soldado.

    Miraron al otro lado de la charca,unos chapoteos les llamaron de nuevo laatencin. Como no era muy profunda,caminaron por la charca hasta donde lasrocas parecan ocultar algo. Vieron unafigura en el agua, corrieron hacia ella ypara su asombro. Descubrieron el rostrosucio y araado de Agatha.

    La sacaron del agua rpidamente y lallevaron hasta el resto de suscompaeros. La mujer an respiraba,pero estaba completamente inconsciente.No llevaba la mochila y su ropa estabaen parte rasgada.

    Cuando Arthur les vio acercarse con

  • el cuerpo de la mujer corri hacia ellos.Tras dejarla en el suelo, Covey laexamin rpidamente.

    Denle agua dijo Arthurdesesperado.

    Acercaron un poco de agua a loslabios y ella pareci revivir pormomentos. Tosi un poco, pero despuslograron que se incorporara y tomaraunas galletas.

    Unas dos horas ms tarde, Agathapareca encontrarse algo mejor. Habarecuperado la consciencia y las fuerzas.

    Cmo me encontraron? pregunt la mujer para sorpresa detodos.

    Estaba en una charca cerca de

  • aqu le dijo Covey.No recuerdo mucho. Despus de

    descender durante casi un da por eseinterminable tobogn, llegu a un tnel,camin dos das, termin con misprovisiones y el agua. Creo que ladesorientacin y el miedo me hicieroncreer que los das eran ms cortos coment Agatha.

    Es normal en su situacin dijoLee.

    Al final camin sin rumbo hastaque hace unas horas tropec y me capor un pequeo terrapln, perdiendo elconocimiento dijo Agatha.

    Lee les orden a todos que ladejaran descansar y despus pidi a

  • Covey y Arthur que se acercaran parahablar con l.

    Tiene algo roto? pregunt eloficial.

    Afortunadamente todos sonrasguos y una mueca torcida le dijoCovey.

    Gracias a Dios. Agatha haperdido sus provisiones de agua ycomida, eso nos resta un da de viaje.Les comunic que si no encontramosagua antes de veinticuatro horasregresaremos dijo Lee.

    Lo entendemos coment Arthur.Descansaron cinco horas y

    reanudaron el viaje. Agatha no podacaminar muy deprisa, pero con la ayuda

  • de Arthur logr mantener el ritmo delresto del grupo. Justo cuando terminabala gran bveda vieron un tnel mspequeo del que flua agua. Trasanalizarla brevemente, todos pudieronsaciar su sed. Tras refrescarsecontinuaron la caminata, pero un grito deCovey les alert.

    Qu sucede? pregunt eloficial Lee tras retroceder a la altura deCovey.

    Miren lo que he encontrado dijo mientras sostena una correa rota ensus manos.

    Esto pertenece a los alemanes dijo Lee mientras revisaba la correa.

    Estn muy cerca. Tenemos que

  • tener cuidado, es mejor que nosotros lesencontremos a ellos, a que ellos nosencuentren a nosotros coment Arthur.

    Mandaremos dos exploradoresque irn dos horas por delante denosotros, para avisarnos de cualquierpeligro orden Lee.

    Desconocan si se estaban acercandoa su objetivo, pero haban casialcanzado a los alemanes y el encuentroentre ambos pareca inevitable. Debanestar preparados para cualquier cosa.

  • CAPTULO 16

    ASOMBROSO

    Una pequea luz comenz a verse alfondo del tnel. Klaus recordinmediatamente la luz que los personajesde Julio Verne vieron poco antes dellegar a la Tierra Hueca. Prefiri nodecir nada al resto del grupo, para noinfundirles falsas esperanzas, pero Hansse acerc a l y le susurr al odo:

    Creo que esa luz podra venir dela Tierra Hueca.

  • Se acerc a ellos el comandanteRudel y les pregunt si se habanpercatado de la luz que se vea tenue alfondo del tnel.

    S, seor. Puede que sea unasalida a la superficie coment Hans.

    Una salida a la superficie? Nohemos dejado de descender en 10 das.Sea lo que sea, est debajo de la tierradijo con rotundidad Rudel.

    Klaus hizo un gesto con la cabeza,pero pidi a su viejo alumno que lomantuviera en secreto. Caminaron todoel da, mientras la luz pareca hacersecada vez ms grande. Las fuerzasparecan agotarse y todos tenan lasensacin de que aunque intentaran

  • regresar en ese momento era demasiadotarde para desandar el camino.

    Al medioda de la dcima jornadadel viaje escucharon ruidos ycontemplaron como la claridad creca.Ya nadie dudaba que al fondo del tnelhubiera una gran luz. Al menos casi tanpotente como la luz del sol.

    Aceleraron el paso con la esperanzade llegar antes a la luz. Tras tantos dasen las tinieblas, todos sus corazonescomenzaron a animarse. Les quedabauna mnima esperanza de no morir solosy abandonados en mitad del centro de laTierra.

    Klaus comenz a correr en el ltimotramo. Era peligroso, ya que el suelo

  • segua empapado por el hilo del aguaque les haba acompaado desde la gransala abovedada, pero tena que ser elprimero en ver, lo que cien aos antesJulio Verne haba descrito. Cuando llegal final del tnel y sinti la brisa en lacara, cerr los ojos ante la intensa luz.Not como la claridad penetraba por susprpados y el calor en las mejillas.Abri lentamente los ojos hasta que suspupilas se quedaron extasiadas ante elespectculo que contemplaron sus ojos.Lo nico que pudo exclamar con losojos anegados en lgrimas fue.

    Dios mo, Julio Verne tena razn.

  • CAPTULO 17

    PRIMERAS HORAS EN ELPARASO

    El paisaje exuberante de la Tierra Huecales dej sin palabras. El nico que habaimaginado aquel lugar era Klaus. Suscontinuas lecturas de Julio Verne y sufamoso libro Viaje al centro de laTierra, le haban permitido hacerse unaidea de cmo sera aquel lugar, pero elpropio profesor de literatura francesa se

  • vea sobrepasado. Hasta ese momentosiempre haba pensado que el lugardescubierto por el profesor Lindenbrocky su sobrino Axel, no dejaba de ser unode esos lugares imaginarios quenicamente pueden existir en la mentedel ser humano, pero contemplarlo consus propios ojos era algo increble.

    Lo primero que sintieron al llegar alfinal del tnel fue una brisa hmeda ycalurosa, muy parecida a la de un pastropical. La luz era ntida, clara ybrillante. Al principio les costadaptarse a la luminosidad despus decasi diez das viviendo en las tinieblas.La segunda sensacin queexperimentaron fue el aroma a flores.

  • Aunque lo que conquist totalmente sucorazn fue la inmensa selva que crecaa sus pies.

    La temperatura rondaba los 25grados, el cielo no era azul, tena untono rosado como el crepsculo de unda caluroso, haba una niebla baja, queformaba nubes de colores azulados, quedescargaban de manera torrencial. Elrelieve pareca acusado, con pequeasmontaas que terminaban en vallesfrondosos. No se vean animales aexcepcin de algunas aves de vivoscolores que se parecan a los periquitos,los agapornis y las cotorras, pero de untamao mucho mayor.

    Descendemos? pregunt

  • Rudel, sacando a todos de suensimismamiento.

    Hans mir el abismo, estaban a unosdoscientos metros de altura. Lossoldados prepararon las cuerdas ycomenz el descenso. Cuando pisarontierra firme les sorprendi que la selvanublada opacara la luz en gran medida.

    La expedicin se adentr por laselva. Dos soldados abran el caminocon sus machetes, mientras el resto nodejaba de fotografiar y observar lo quetenan a su alrededor.

    El cientfico Lukas Peitz y lapaleontloga Brbara Sigfried parecantotalmente extasiados.

    En qu etapa o edad cree que

  • est esta selva? pregunt Peitz aBrbara.

    Es difcil saberlo todava, peropor algunas especies parece de lafamilia de las cycadophyta y lasbennettitales. Mire esos rboles, songinkgos, estn casi extinguidos en laactualidad, nicamente se dan en algunaspartes de China coment la mujer.

    Qu tipo de animales podemosencontrar? Verne habla en su libro deinsectos gigantes, un rebao demastodontes, incluso de hombresgigantes coment Klaus.

    Lo cierto es que en el Jursico losanimales ms comunes son loscocodrilos, varios reptiles arcosaurios,

  • pero tambin diplodocus, brachiosaurus,aunque los peligrosos puede ser losallosaurus coment Brbara.

    Cmo de peligrosos? preguntHans.

    Son carnvoros, de un grantamao, unos nueve metros de altura.Son bpedos, alcanzan gran velocidad ysus garras y dientes son temibles coment Brbara.

    No haba terminado de hablarcuando un archaeopteryx pas sobre suscabezas. Brbara intent fotografiarle,pero no le dio tiempo.

    Que animal ms feo, es un pjarocon dientes coment Rudel.

    No son peligrosos a pesar de ser

  • tan feos dijo Brbara.El grupo lleg a un claro de la selva

    y pudieron observar un espectculoincreble. En una laguna cercana habapastando y bebiendo todo tipo dedinosaurios. Desde una manada depequeos y juguetones compsognathus alos inmensos braquiosaurios ybrontosaurios.

    Brbara y Peitz aprovecharon parahacer fotografas de las manadas yobservarles de lejos. Klaus no dejaba demirar a aquellos increbles animalesdesaparecidos haca miles de aos. Anno eran conscientes de los peligros queles acechaban.

  • CAPTULO 18

    LA LLEGADA A LATIERRA HUECA

    El paso entre los mundos fue ms rpidode lo que hubieran esperado. La TierraHueca conservaba todo la belleza delpasado, pero tambin algunos de sustemibles peligros. Arthur y Agathaparecan extasiados ante el espectculo,mientras que Covey no paraba deobservar con los prismticos aquel

  • increble inframundo.Exista en realidad coment

    Arthur.Lo dudaste? pregunt Agatha

    en broma. En las ltimas horas habarecuperado parte de sus fuerzas y ahoraque sala de nuevo al aire libre se sentamucho mejor.

    Las plantas proporcionan eloxgeno, pero de dnde viene la luz? pregunt Lee intrigado.

    Algunas teoras hablan de quepodra ser del propio ncleo de latierra, otras en cambio piensan que setrata de un techo de rocas transparentesque dejan pasar la luz del sol a travsdel ocano, aunque esto es imposible

  • dada la profundidad a la que nosencontramos coment Covey.

    Entonces, eso significa que hayda y noche como en la superficie? pregunt Agatha.

    Si eso fuera verdad, s habra day noche, pero yo me inclino a pensar enotra de las teoras coment Covey.

    Qu teora? pregunt Arthur,imaginando que se parecera a la queJulio Verne describi en su libro.

    Algunos cientficos hancomentado que ese sol interior podaestar formado por una especie de granbobina de luz electromagntica, queatrae todas las partculas luminosas ofotones que vienen del sol. La luz es de

  • color dijo Covey.Ser mejor que avancemos

    coment el oficial Lee, no quieroquedarme en mitad de esa selva si sehace de noche.

    El grupo descendi hasta la selva y acada paso que daban, las sorpresas eranan mayores. Despus de un par dehoras de viaje, los exploradoresbritnicos haban observado msespecies nuevas que en los ltimoscuarenta aos de investigaciones. Coveypareca extasiado mientras avesprehistricas, dinosaurios y grandesinsectos se cruzaban en su camino, lamayora de veces ignorando supresencia.

  • No puede tomar muchas muestrasle advirti Lee a Covey cuando estese par a coger algunas semillas yhuevos.

    El paleontlogo frunci el ceo,pero obedeci las rdenes. An quedabaun duro regreso a la superficie y nopodan viajar muy cargados, ya tendranla oportunidad de regresar ms adelante.

    Las teoras que hablaban de un solinterior eran ciertas. No se hizo denoche, aunque se atenu un poco la luz.Aquel mundo viva 24 horas sindescanso, pero ellos se sentanexhaustos. Lograron llegar a un pequeoclaro de la selva y montar all sucampamento. Era la primera vez que

  • dorman en tiendas. Pudieron lavarse enuna charca cercana y disfrutar del viaje.

    Mientras uno de los soldadospreparaba la cena, el resto se sentalrededor de una hoguera.

    Es tal y como lo describi JulioVerne dijo Arthur sin poder dejar deobservar la exuberante belleza que lerodeaba.

    Sin duda aqu se conserva buenaparte de la vegetacin y la fauna que seperdi tras el Jursico. Creen quepuede haber entradas ms grandes alinframundo? pregunt Covey.

    Algunas teoras de la TierraHueca hablan de dos posibles grandesentradas en los polos coment Arthur.

  • En los polos? pregunt Lee.S, all habra dos grandes

    entradas dijo Arthur.Pero, si hubiera ese tipo de

    entradas. No podran escapar estosanimales a la superficie? preguntLee.

    Escucharon un fuerte crujido, comosi uno de aquellos gigantescos rbolesse hubiera partido por la mitad y sepusieron en guardia. Cuatro Allosaurusaparecieron entres los rboles. Sutamao era colosal, medan unos 12metros de altura. Los Allosaurus lesobservaron con sus pequeos ojos rojosy abrieron sus enormes fauces en sealde ataque.

  • Lee tom su fusil y apunt a losdinosaurios, Covey empuj el armahacia abajo y grit al oficial:

    No, quieto!Pero fue demasiado tarde, la bala se

    incrust en el suelo, pero el estruendodel disparo enfureci a los dinosauriosque se lanzaron a por ellos.

  • CAPTULO 19

    ATAQUE

    El sonido de la bala se escuch a varioskilmetros a la redonda. Aquellainmensa cpula que imitaba alfirmamento no dejaba de ser ungigantesco amplificador de sonidos.Klaus se despert sobresaltado como elresto de sus compaeros.

    Han escuchado el disparo? pregunt Hans.

    S, aunque lo que no entiendo es

  • quin lo hizo dijo Rudel. Mirando atodos sus hombres.

    Dnde est nuestro guarda? pregunt Klaus.

    Estoy aqu, seor dijo elsoldado al que le haba tocado el primerturno de vigilancia.

    Eso solo puede significar unacosa. Los ingleses han encontrado laentrada y nos han seguido comentKlaus.

    Ser mejor que unos pocos sequeden aqu y yo vaya con cincohombres para ver qu sucede dijoRudel.

    Oficial Rudel, usted es un expertoespelelogo, pero yo soy el responsable

  • de la expedicin cientfica comentKlaus, prefiero que no nosdispersemos.

    Est bien, pero ponemos enpeligro el material coment Rudelmolesto.

    Que dos hombres y la seoritaBrbara se queden en el campamento dijo Hans.

    Yo voy con ustedes dijoBrbara.

    El cabo Adolf y el soldado rasoHerman se quedarn en el campamento,el resto sganme por favor dijo Klaustomando su rifle.

    Despus de los disparos seescucharon algunos ruidos y ms

  • disparos. No era fcil orientarse enmedio de la selva, pero el sonido de losfusiles les guio hasta que llegaron a unclaro. La luz les ceg unos momentos,pero cuando lograron adaptar sus ojos ala claridad, el espectculo queobservaron les dej estupefactos.

    Una decena de hombres corran ydisparaban a cuatro inmensosAllosaurus. Uno de aquellos dinosaurioscarnvoros tena entre sus fauces a unsoldado britnico, mientras que otromonstruo desgarraba con sus garras a unsegundo soldado. Las balas parecanapenas daar la dura piel de losdinosaurios.

    Klaus tom una de sus granadas y las

  • lanz a uno de aquellos monstruos. Eldinosaurio qued destrozado tras laexplosin, con las piernas separadas deltronco, pero el resto de sus compaerosno huyeron, como esperaba el profesoralemn. Al revs, se volvieron haciaellos y comenzaron a atacarles. Antes deque les diera tiempo a reaccionar, unode los Allosaurus ya haba atrapadoentre sus dientes a un soldado alemn.

    El ms grande de los dinosaurios sedirigi hacia Klaus y cerr sus fauces aescasos milmetros de su costado. Elprofesor se lanz a un lado, pero su ropahaba quedado enganchada en losgrandes colmillos y el dinosaurio lozarande en el aire como si fuera un

  • mueco de trapo. Unos segundos mstarde, sali despedido hacia el forrajeque rodeaba al campamento, perdiendoel conocimiento.

  • CAPTULO 20

    UNIN

    Los Alosauros lucharon ferozmentehasta el ltimo aliento. El oficial Leelogr derrumbar al segundo dinosauriodisparando a las patas y despus leintrodujo una granada de mano por laboca. El tercer monstruo fue abatido abase de machetazos y disparos y elltimo escap herido. Cuando termin lalucha, sobre el suelo arcilloso delcampamento haba diez cuerpos, seis de

  • los soldados britnicos y cuatroalemanes.

    Entre los britnicos haban cado loscinco soldados y el paleontlogo Covey.En el bando alemn, las bajas lascomponan tres soldados y elespecialista Lukas Peitz.

    Rudel apunt a los soldadosbritnicos y les pidi que dejaran lasarmas. Entre los supervivientes estabaun soldado raso gravemente herido,Arthur y Agatha que estabancompletamente ilesos y Lee, que tenavarias heridas en la cabeza. Losalemanes tambin tenan varios heridos,el propio Klaus que tena variascostillas rotas, Hans haba perdido un

  • ojo y un soldado alemn con las dospiernas fracturadas.

    Ahora son mis prisioneros. Nopodemos llevarnos a los heridos gravescoment Rudel, mirando a los dossoldados tendidos en el suelo.

    No puede dejarlos aqu coment Klaus, que a pesar de susheridas poda caminar.

    Lo lamento, pero es mi deber. Nose preocupe, no les dejaremos a mercedde las alimaas dijo el oficial Rudel,despus saco su Luger y dispar a lacabeza del soldado alemn y despusdel britnico.

    Todos le miraron sorprendidos, peronadie se movi. El oficial orden al

  • grupo que tomara todo el materialaprovechable y que comenzara acaminar hacia el otro campamento.

    En el camino, aprovechando laespesura de la selva, el oficial Leecorri entre los rboles.

    Se escapa! grit uno de lossoldados.

    Los soldados dispararon susametralladoras, pero el oficial britnicoconsigui huir.

    Djenlo. No creo que sobrevivamucho tiempo herido y en medio de estaselva dijo Rudel.

    Me parece inconcebible lo que hahecho con los heridos coment Klaus.

    Quiere que haga lo mismo con

  • usted? Ser un estorbo en el viaje deregreso, pero tengo rdenes de Himmlerde llevarlo con vida dijo el oficial,aunque a veces no se pueden cumplir lasrdenes.

    El grupo lleg hasta el campamentoalemn. Los dos soldados y la mujer lesesperaban impacientes. Al verlos llegar,Brbara se acerc a Klaus y le ayud asentarse.

    No tenemos mucho tiempo. Estelugar es muy peligroso. Tienen que usarsus brillantes cerebros y decirnos cmosalir de aqu dijo Rudel mientrasextenda un mapa de Europa.

    Se hizo un silencio largo eincmodo, despus Klaus, Arthur y

  • Agatha se inclinaron sobre el mapa ycomenzaron a planear una manera deregresar a la superficie sanos y salvos.

  • CAPTULO 21

    PLAN DE FUGA

    Arthur intentaba poner su mente lo msatenta posible. Tenan dos problemasque resolver. El primero era escapar delinframundo y regresar a la superficie. Yasaban lo que haba bajo tierra. Si elgobierno britnico quera, podanregresar en una expedicin posterior yexaminar en detalle aquel mundomisterioso. El segundo problema eracmo liberarse de sus captores. Aquel

  • oficial de las SS pareca capaz decualquier cosa. No durara en matar atodos cuando ya no le fueran necesarios.El otro oficial herido, el profesor Klaus,con el que haba tenido un encontronazoen Francia, pareca ms razonable.

    Segn la novela de Verne,atravesaron una especie de mar interioren una balsa y llegaron a otra orilla,desde all ascendieron por un tnelgracias a una erupcin hasta las tierrasitalianas de Estrmboli, una pequeaisla cerca de Sicilia coment Klaus.

    Pero, si no me fallan las cuentas,hay unos 3500 kilmetros de Irlanda aSicilia. No creo que en estos dashayamos caminado ms de 40 kilmetros

  • diarios, unos 400 kilmetros en total coment Hans.

    Es cierto, pero a eso hay quesumar otros 10 km por la selva y sinavegamos, podramos hacer 3000kilmetros en aproximadamente unas 55horas, si conseguimos una velocidad de30 nudos coment Rudel.

    Todos le miraron sorprendidos. Nocrean que tuviera experiencia martima.

    El viento es constante en estaTierra Hueca, por eso no creo queencontremos problemas para hacer latravesa. Lo difcil es hacer una balsaresistente en la que entremos todos y unavela dijo Brbara, que hasta esemomento haba permanecido callada.

  • Maana caminaremos en busca deese mar. Despus resolveremos elproblema de la balsa. Ahora ser mejorque descansen coment Rudel.

    Arthur no pudo dormir. Su cabezapareca una olla a punto de explotar.Senta haber llevado a Agatha aquellasituacin y no encontraba una salida.Qu sucedera si el mar interior era unasimple fantasa de Verne? Cuntotiempo podran resistir en aquel mundobajo tierra? Arthur se acord de laspalabras de su buen amigo el profesorTolkien: Solo atravesando la noche sellega a la maana.

  • CAPTULO 22

    LAS OLAS

    Mientras todos dorman menos los dossoldados alemanes que custodiaban elcampamento, Arthur se acerc despacioa Agatha. Los dos estaban tumbados allado, con una pequea manta de lana y lamochila por almohada.

    Agatha, ests despierta? susurr Arthur.

    S contest la mujer.Tengo un plan para escapar. El

  • oficial Lee est en algn punto, pero esintil buscarle. Los clculos que hemoshecho son errneos. No creo que lasalida est en esa isla cerca de Sicilia.Verne false la puerta de entrada alinframundo, por qu iba a poner ellugar real de salida del inframundo? dijo Arthur.

    Entonces?Creo que el mar interior es ms

    pequeo de lo que calculamos. Enmenos de un da estaremos en la otraorilla. Como ellos no lo saben, nostiraremos al mar cuando queden dos otres kilmetros coment Arthur.

    Qu suceder si te equivocas?No dejar de ser una simple teora

  • seal Agatha.Ese nazi nos matar de todas

    maneras, prefiero morir ahogado que amanos de ese sdico contest Arthur.

    Los alemanes comenzaron alevantarse y el hombre se apart de lamujer poco a poco. Despus tomaron undesayuno muy ligero y continuaroncamino. Cuatro horas ms tardeescucharon un fuerte sonido y pensaronque estaban cerca de la costa.

    Caminaron sin descanso quinceminutos ms, hasta que vieron a lo lejoslo que pareca un mar de color verdoso.Rudel se adelant con uno de sushombres para examinar el lugar. Eloficial camin confiado entre los

  • gigantescos helechos sin sospechar, quehaban llegado a lo que pareca unaltsimo acantilado. Estuvo a punto decaer al vaco, pero logr aferrarse a unarama y volver a tierra firme.

    Cuando el resto del grupo lleg alborde del acantilado, Rudel y suayudante ya haban preparado unassogas para bajar el material y al resto delos soldados.

    Dos horas ms tarde, estaban todosfrente a un inmenso mar, las olas rugancon potencia en la orilla. La playa seextenda varios kilmetros por cadalado hasta perderse la vista. La nicavegetacin prxima al agua eran unasinmensas palmeras.

  • Fabricaremos una gran balsa ycon las lonas de las tiendas haremos lasvelas. El barco tiene que estar listo paramaana orden Rudel.

    Estamos agotados, no podremoshacerlo en un da se quej Arthur.

    Ese no es mi problema. Si maanano est terminada, matar a uno deustedes le amenaz el oficial alemn.

    Dos soldados se quedaron deguardia, mientras el resto de britnicos yalemanes intentaban construir la balsa.Klaus diseo un modelo bastanteliviano, pero que pareca resistente,mientras Brbara y Agatha seencargaban de fabricar las velas. Altima hora de la tarde, la balsa estaba

  • terminada.Ahora carguen todo en la nave

    orden Rudel.Nadie se quej, se limitaron a cargar

    todo en la balsa y cuando terminaron,Rudel orden que desplegaran las velas.La balsa comenz a moverse lentamente,cuando se escuch un disparo. Todos segiraron y vieron al oficial Leedisparando desde una palmera cercana.Varios soldados respondieron al ataque,pero el oficial les detuvo.

    No desperdicien ms balas. Nopuede alcanzarnos, ya darn buenacuenta de l las alimaas que hay en estagigantesca cueva.

    Arthur vio como la figura de Lee se

  • haca cada vez ms pequea en elhorizonte, hasta que la propia playadesapareci y se adentraron maradentro.

    Mientras descansaban en la partedelantera, Arthur le cont su plan alnico soldado ingls que habasobrevivido. Despus mir su reloj ehizo un clculo de la velocidad delbarco, navegan a unos 30 nudos. Laverdadera distancia de la otra orilla nopoda estar mucho ms lejos de 30 horasde navegacin. Ahora solo caba esperara llegar a la distancia suficiente.

  • CAPTULO 23

    A DOCE HORAS DE LALIBERTAD

    Agatha se senta muy inquieta. Era unagran nadadora, pero tema el tipo demonstruos que podan albergar aquellasaguas y sobre todo, no poder mantenersedos horas a flote. Estaban agotados, susalimentacin era muy frugal y llevabacasi un ao sin nadar. Intent respirarhondo y concentrarse en la orden que

  • tena que darles Arthur, aunque pensabaque en el ltimo momento, no seracapaz de seguirle.

    El amor es algo extrao, como unaespecie de enfermedad que comienzainfectndote y termina por dominar cadaparte de tu cuerpo. No poda negar queamaba a Arthur, aunque eso le llenabams de inquietud que de tranquilidad.

    Arthur mir a la mujer y le hizo laseal indicada, llevaban 28 horassentados en la misma postura, sin comery con el fro metido en el cuerpo. Agathaintent moverse, pero sus piernasestaban dormidas. Cmo se iba a lanzarpor la borda y nadar dos horas con laspiernas en ese estado? Se pregunt.

  • El soldado se puso en pie y se lanzal agua, despus se levant Arthur y lamir. Ella hizo amago de levantarse,pero estaba paralizada por el miedo. lla agarr de la mano, Agatha se puso enpie, pero el chapoteo del primernadador haba puesto en guardia a lossoldados alemanes y Rudel atrap eltobillo de la mujer antes de que saltaseal agua. Arthur solt a Agatha y peguna patada en el brazo del alemn quesolt su presa. Despus empuj a lamujer y, antes de lanzarse l mismo alagua, agarr una de las mochilas y selanz al agua.

    Maldita sea! grit el oficialalemn.

  • Klaus mir a los ingleses y en ciertosentido se alegr por ellos, Rudel no erael tipo de hombres que haciaprisioneros.

    Por qu se han lanzado? Estnlocos? grit Brbara, que estaba allado de Klaus.

    Eso solo puede significar unacosa. Estamos ms cerca de la costa delo que pensbamos. No tardaremosmucho en llegar coment Klaus.

    Rudel le mir sorprendido. Noentenda cmo haban hecho tan mal losclculos entre las dos orillas.

    La explicacin est en el libro.Verne no puso la verdadera salida delinframundo, al igual que nos minti con

  • la entrada. Estamos a una o dos horas dela orilla y no creo que a ms de diez dela salida a la superficie dijo Klausadivinando los pensamientos del oficial.

    Por dnde saldremos? pregunt Hans, que desde la prdida desu ojo pareca muy apesadumbrado.

    Si no me fallan los clculosestamos a unos 1400 kilmetros de laentrada. El radio de volcanes activos noes muy grande, pero no creo que estnmuy lejos. Tal vez en Francia o inclusoen Alemania coment Klaus.

    En ese momento la balsa sufri unasacudida y todos tuvieron que aferrarseal mstil y la carga atada para no caer alagua. Cuando Klaus levant la vista se

  • qued petrificado. Del agua emerga unmonstruo marino de dientes afilados.Brbara grit mientras miraba fascinadaal dinosaurio:

    Es un Pliosaurus!Qu demonios es eso?

    pregunt Rudel.Es el reptil marino ms grande del

    Jursico, tiene ms de 18 metros delargo y pesa 50 toneladas, puedehundirnos con un simple coletazo ypartir la balsa en dos con susmandbulas dijo Brbara con los ojosmuy abiertos, como si intentara pensarque estaba teniendo una pesadilla.

    Los soldados comenzaron a dispararcon sus ametralladoras, pero eso

  • enfureci ms al monstruo, que se lanza por la balsa. El Pliosaurus golpe conla cola la endeble embarcacin y laparti por la mitad. Todos cayeron alagua, a excepcin de Brbara, Hans yKlaus que se aferraron a una de laspartes de la balsa, que tras unossegundos sumergida volvi a salir aflote.

    Klaus mir atnito como el monstruotragaba de un solo bocado a uno de lossoldados y despus descuartizaba a otro.Despus se gir y fue directamente a porellos, la balsa se volc y los tresquedaron por debajo de los largostroncos de madera.

  • CAPTULO 24

    NADANDO

    Escucharon a sus espaldas los bufidosde algn inmenso pez, pero no semolestaron en girarse. Fuera lo quefuera lo que tenan detrs, era mejoralejarse lo ms rpido de l. Arthur ysus dos compaeros nadaron con