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Luis Cortorreal

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Cada creyente en uno u otro momento de su vida pasa por momentos de afliccin. Es en esos momentos

cuando los pensamientos ms decrpitos vienen a nuestra mente; incluso, vienen pensamientos que suelen

ser pecaminosos ya que nos hacen dudar de muchas de las promesas de Dios. Debemos tener presente que

en toda la historia del pueblo de Dios, todos sus hijos han pasado por tiempos donde sienten estar solos,

momentos de tristeza, momentos en los que algunos han deseado hasta la muerte (Nm. 11:15).

Esto nos recuerda que somos humanos dbiles y an estamos en nuestro cuerpo de carne. Pero mi objetivo

en este artculo es demostrar como Dios usa la debilidad y momentos amargos para mostrar su poder y de

igual manera ensearte una leccin. Para esto analizaremos algunos pasajes bblicos al respecto.

Elas fue un profeta que Dios us grandemente para enviar Su mensaje al pueblo de Israel y mostrarles que

l era el Dios verdadero. Si analizamos la vida de Elas y vemos todo lo que hizo y como la providencia de

Dios para l era visible nos preguntaramos, cmo lleg a deprimirse este profeta?

Elas fue el hombre que fue sustentado milagrosamente por un cuervo, multiplic el aceite de una viuda

pobre, resucit a un muerto, hizo caer lluvia, derrot a los profetas de Baal y de Asera, hizo caer fuego del

cielo, pero, ahora, desanimado desea morirse?

l anduvo por el desierto un da de camino, y vino y se sent bajo un enebro; pidi morirse y dijo: Basta ya,

Seor, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres. (1 Reyes 19:4).

Este hombre haba desafiado a los reyes de su poca, Acab y Jezabel, basado en su fe en Jehov. Pero

Jezabel se atrevi a amenazarlo expresndole que lo matara. Dice la Biblia (vers. 3) que l tuvo miedo y

huy de delante de ella. Despus de huir estaba triste y asustado, pens que haba llegado su fin. Pero,

qu hizo Dios en estos momentos donde Elas, su siervo, estaba en tal agravante situacin? Veamos las

Escrituras:

Y acostndose bajo el enebro, se durmi; y he aqu, un ngel lo toc y le dijo: Levntate, come. Y el ngel

del Seor volvi por segunda vez, lo toc y le dijo: Levntate, come, porque es muy largo el camino para ti.

[Hubo] un terremoto, un fuego; pero el Seor no estaba en el fuego. Y despus del fuego, el susurro de una

brisa apacible. Y sucedi que cuando Elas lo oy, se cubri el rostro con su manto, y sali y se puso a la

entrada de la cueva. (1 Reyes 19:5,7,12,13)

Qu vemos en todo esto? Vemos que despus de la depresin de Elas Dios se preocupa y decide hablar

con l. Jehov le dice que le faltaba mucho camino por recorrer, y que no deba estar as. En medio de su

debilidad depresiva Dios se manifest e incluso le mostr que haban siete mil profetas ms en Israel, que

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l no estaba solo (1 Reyes 19:18). Luego de esto Elas recibi las fuerzas que deba recibir y sus enemigos

que le causaban mal fueron destruidos. (2 Reyes 9).

Elas aprendi a no desconfiar de la compaa de Dios. A pesar de lo que pudiera sentir, sus sentimientos

nunca dictaran la realidad. La realidad no es la que est dentro de ti. La realidad es la que est fuera de ti

y dentro de lo que Dios ha dicho. Luego de aqu Elas sali fortalecido. Dios us esto para hacerle ver que si

Dios lo eligi para ser su siervo, no lo abandonara a mitad del trayecto. Si Dios empez contigo, ten por

seguro que lo vers terminar contigo.

Pablo fue el apstol que ms escribi en las Escrituras. Todos conocemos el trayecto de vida que llev este

gran hombre de Dios. Sin embargo, este hombre tena algo; tena una debilidad fsica, un aguijn que no le

permita gloriarse ni evanecerse. Era algo que a pesar de todo le causaba mal.

[...] me fue dado un aguijn en mi carne, un mensajero de Satans que me abofetee, para que no me

enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Seor, que lo quite de m. (2 Cor. 12:7,8)

A veces pensamos que porque somos hijos de Dios el mal no puede venir a nosotros. Pero quiero decir que:

simplemente estamos equivocados. La Biblia nos ensea a lo largo de sus pginas, que todos los siervos de

Dios han pasado momentos psimos, momentos los cuales nadie le deseara a los dems; Pablo en verdad

quera que Dios le quitara esto por lo que estaba siendo atormentando; haba orado tres veces que se lo

quitara, pero miremos cuan esplndida respuesta le da Dios:

Y me ha dicho: Bstate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana

me gloriar ms bien en mis debilidades, para que repose sobre m el poder de Cristo. (2 Cor. 12:9)

Tan solo digo: Wow! Que maravillosa respuesta! En vez de quitarle el problema, Dios le dio la gracia y la

fortaleza en l y a travs de l, declarndole que Su gracia sera suficiente. Dios le dice a Pablo: no pidas

que tu problema sea quitado, ms bien mira que a travs de ese problema muestro mi poder en ti. Ese es

el punto querido hermano, fjate que en medio de tus aflicciones Dios est ah. Despus de ellas, Dios sigue

ah. l prometi estar con nosotros siempre, y ese siempre simplemente significa siempre.

Si Pablo hubiera desconfiado de Dios y se hubiera rendido, crees que hubiera llegado a ser el gran apstol

Pablo? Simplemente no. Pablo lleg a ser lo que fue por la gracia de Dios reflejada en su obediencia,

sumisin y confianza en aquel que le apareci en su camino a Damasco.

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Job fue un hombre encontrado justo delante de los ojos de Dios (Job 1:1). Eso nos muestra que sus

aflicciones no vinieron por su infidelidad. Ms bien, era muy fiel a Dios. Pero, qu vemos en su vida y en

todo el libro sobre Job? Vemos como Job pasa por una terrible afliccin. Una afliccin realmente espantosa.

A pesar de su fidelidad, Dios le quiso mostrar a Satans que Job poda ser fiel en medio de esa afliccin. Job

era alguien que haba sido bendecido. Tena de todo lo que se pudiera presumir en ese tiempo (Job 1:3).

Satans crea que Job le serva a Dios por sus pertenencias o por inters. La prueba de Job fue terrible,

perdi todo. La Biblia registra que cuando Dios le permiti a Satans destruir todas sus pertenencias, todo

comenz a pasar repetidamente, mientras pasaba una cosa, tambin pasaba la otra, todo fue de un golpe,

todo fue instantneo (Job 1:13-19). En realidad pocas personas reciben golpes tan grandes como los que

cayeron sobre Job. En el espacio de pocas horas perdi bienes y familia, excepto su esposa. Pero, qu hizo

Job al saber que haba perdido todo su ganado y riquezas e incluso sus hijos?

Job se levant, rasg su manto, se rasur la cabeza, y postrndose en tierra, ador, y dijo: Desnudo sal

del vientre de mi madre y desnudo volver all. El Seor dio y el Seor quit; bendito sea el nombre del

Seor. (Job 1:20,21)

Viste eso querido lector? (Lelo una vez ms). En vez de Job maldecir hizo algo grandioso e increble: ador

a Dios. Esa es la actitud que debemos tener ante las aflicciones. Una actitud de humildad, una actitud de

inclinacin ante Dios quien permite todas las cosas. Mientras Job pas su afliccin senta la providencia de

su Dios, alguien a quien deba fidelidad, alguien que le haba dado todo y tena el poder para devolverle no

solo lo que le haba quitado sino hasta ms, incluso si no le devolva nada se sentira conforme. Job lo

expres de la siguiente manera:

Yo s que mi Redentor vive, y al final se levantar sobre el polvo. Y despus de deshecha mi piel, aun en mi

carne ver a Dios. (Job 19:25,26).

Que confianza! A pesar de todos los consejos que le dio su esposa para que maldijera a Dios, l no lo hizo.

Job tena unas llagas terribles en su piel, era tanto as que tena que rascarse con objetos (Job 2:7,8). Por

eso dijo que aunque su piel se deshiciere vera a Dios.

Querido lector, Dios nunca abandon a Job en su afliccin, Dios siempre supo que Job sera fiel, ahora bien,

podra Dios decir lo mismo de ti? Podra Dios ponerte a prueba de esa manera y t no fallarle?

Job fue fiel y al final pas lo mejor. Todo le fue multiplicado. Es posible que no pase de igual forma contigo.

Lo importante no es si el problema es resuelto o no, lo importante es que an en el problema o fuera de l

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podamos depositar nuestra confianza en aquel que nos llam y a quien servimos: este es nuestro Dios

todopoderoso.

Dios siempre trabaja en medio del dolor y las aflicciones. Dios siempre usar el mal para tu bien. Recuerda

que a los que aman a Dios (los que de acuerdo a sus propsitos son llamados), todas las cosas nos ayudan

a bien.

Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el Seor. (Salmos 34:19)

Cuando somos probados en aflicciones tendemos a culpar al diablo, pero, no lo hagas, Dios es el autor

directo de nuestras aflicciones, pero te preguntars Quiere Dios que yo sufra? Y te digo que esa no es la

pregunta correcta, ms bien pregntate: Qu quiere Dios que yo aprenda de todo esto? No importa cun

profundo puedas ser herido, no olvides las bellas palabras de Pablo:

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera

que en nosotros ha de manifestarse. (Romanos 8:18)

Absolutamente nada podr compararse con la gloria venidera para nosotros. Siempre ten presente eso en

tus aflicciones. Nunca esperes que se haga tu voluntad que lo ms probable es querer que tu afliccin sea

quitada. Mejor espera la voluntad de Dios que puede ser lo que tu pides o no pero s te aseguro que siempre

ser lo mejor para ti. Confiemos en Su soberana y compaa!