«EL QUE NO ESTÁ CONMIGO, ESTÁ CONTRA MÍ, Y EL QUE NO RECOGE CONMIGO, DESPARRAMA. (Lc 11,23)

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«EL QUE NO ESTÁ CONMIGO, ESTÁ CONTRA MÍ, Y EL QUE NO RECOGE CONMIGO, DESPARRAMA. (Lc 11,23) Por Mario Manuel León P. Queridísimos hermanos y hermanas. Nos hemos reunido hoy en el Nombre de la Beatísima y Augusta Trinidad, nos unimos a María Santísima en la misión de proclamar que el Reino de Dios esta cerca y que el hombre debe ahora mas que nunca revisar sus formas de vivir y realizar un cambio autentico y verdadero. En este tiempo en que la iglesia nos invita a reflexionar en torno al misterio de la anunciación-encarnación, es importante preguntarnos de que maneras deshumanizamos nuestra humanidad. Al nacer el Niño del pesebre, el cielo y la tierra se unieron, se descorrió el velo de la Divinidad comunicando al hombre la posibilidad de salvarse y santificarse en Dios. No obstante y pese a las infinitas muestras de amor que Dios nos da a diario, los hombres nos obstinamos en nuestra ruina invocando una mal concebida libertad. ¡Egoísmo! ¡Libertinaje! ¡Promiscuidad! ¡Animadversión! Cualquiera de estos términos define la vertiginosa carrera que el hombre ha emprendido para aniquilarse a sí mismo menos libertad. La libertad no consiste en otra cosa que no sea en la efectiva realización del bien con un objetivo de alcanzar la santidad. Por tanto es una estupidez absoluta decir que en nombre de la libertad se busca echar a andar iniciativas que no solo atentan contra la honra de Dios sino que además aleja al hombre de la santidad que consiste en obtener la felicidad, la plenitud. Una libertad que no permanece postrada ante la Omnisapiencia Divina, corre el riesgo de llevar al hombre por sendas oscuras que solo le ofrecen la posibilidad de dejar de existir. Dios que es en sí mismo el ser de todo lo que es, que es el ser que se desborda y posibilita que todo sea; ha puesto en todo lo que es no solo la naturaleza que encarna su ser sino además la gracia para posibilitar que este ser trascienda al permanecer en estrecha y eterna unión con Él. Esto que nos une de manera eterna e indisoluble es la caridad: “Et nos, qui credidimus, novimus caritatem, quam habet Deus in nobis. Deus caritas est; et, qui manet in caritate, in Deo manet, et Deus in eo manet.”(1Jn 4,16). Es el amor precisamente el que debe movernos a permanecer fieles a la verdad, fieles a todo aquello que Dios por amor ha distribuido y ordenado perfectamente. En momentos de crisis siempre surge algún hijo de satanás que

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«EL QUE NO ESTÁ CONMIGO, ESTÁ CONTRA MÍ, Y EL QUE NO

RECOGE CONMIGO, DESPARRAMA. (Lc 11,23)

Por Mario Manuel León P.

“Queridísimos hermanos y hermanas”.

Nos hemos reunido hoy en el Nombre de

la Beatísima y Augusta Trinidad, nos unimos a

María Santísima en la misión de proclamar que

el Reino de Dios esta cerca y que el hombre

debe ahora mas que nunca revisar sus formas

de vivir y realizar un cambio autentico y

verdadero.

En este tiempo en que la iglesia nos

invita a reflexionar en torno al misterio de la

anunciación-encarnación, es importante

preguntarnos de que maneras deshumanizamos

nuestra humanidad.

Al nacer el Niño del pesebre, el cielo y

la tierra se unieron, se descorrió el velo de la

Divinidad comunicando al hombre la

posibilidad de salvarse y santificarse en Dios.

No obstante y pese a las infinitas muestras de

amor que Dios nos da a diario, los hombres

nos obstinamos en nuestra ruina invocando una mal concebida libertad.

¡Egoísmo! ¡Libertinaje! ¡Promiscuidad! ¡Animadversión! Cualquiera de estos

términos define la vertiginosa carrera que el hombre ha emprendido para aniquilarse

a sí mismo menos libertad.

La libertad no consiste en otra cosa que no sea en la efectiva realización del

bien con un objetivo de alcanzar la santidad. Por tanto es una estupidez absoluta decir

que en nombre de la libertad se busca echar a andar iniciativas que no solo atentan

contra la honra de Dios sino que además aleja al hombre de la santidad que consiste

en obtener la felicidad, la plenitud.

Una libertad que no permanece postrada ante la Omnisapiencia Divina, corre el

riesgo de llevar al hombre por sendas oscuras que solo le ofrecen la posibilidad de

dejar de existir.

Dios que es en sí mismo el ser de todo lo que es, que es el ser que se desborda

y posibilita que todo sea; ha puesto en todo lo que es no solo la naturaleza que

encarna su ser sino además la gracia para posibilitar que este ser trascienda al

permanecer en estrecha y eterna unión con Él. Esto que nos une de manera eterna e

indisoluble es la caridad: “Et nos, qui credidimus, novimus caritatem, quam habet

Deus in nobis. Deus caritas est; et, qui manet in caritate, in Deo manet, et Deus in eo

manet.”(1Jn 4,16). Es el amor precisamente el que debe movernos a permanecer

fieles a la verdad, fieles a todo aquello que Dios por amor ha distribuido y ordenado

perfectamente. En momentos de crisis siempre surge algún hijo de satanás que

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propone alternativas e innovaciones que no solo no cumplen lo que prometen sino

que acaban por terminar de hundir al hombre en la inmundicia de sus errores. Dios

propone una senda segura y clara pero los hombres en nuestra obstinación vamos en

busca de atajos y de peligros innecesarios.

Hoy denunciamos públicamente a todos aquellos “padres de la Patria”

representantes, senadores, congresistas, concejales y todos aquellos “representantes

de nuestros intereses” : infelices hipócritas, malditas víboras, como padres

contradicen a Cristo que conoce la verdad en el corazón del hombre, Él mismo dijo

que aun en medio de nuestra maldad somos capaces de dar a nuestros hijos cosas

buenas, pero ustedes le ofrecen a estos, sus hijos, un veneno que inoculara a cientos

de generaciones y que nos llevará inevitablemente a la extinción.

Salgan y pongan la cara ante estos sus hijos, queremos mirarlos a los ojos y

preguntarles ¿como son capaces de abrir nuestros vientres y revolcarse en nuestras

entrañas? ¿Como son capaces de alimentarse de la carroña resultante de todas las

muertes que propician? Acaso ¿no es su humanidad lo que nos hace iguales, entonces

porque actúan como bestias? Salgan y enfréntense al malestar que genera su propia

miseria, su propia decadencia.

Estamos hoy acompañados por nuestra Madre, que se impone como aurora

naciente, bella como la luna, brillante como el sol, y terrible como un ejercito

formado para la batalla, que viene a defender a sus hijos con la fuerza que la

Maternidad Divina le ha dado.

Parir la volvió invencible porque pario por amor, y eso la hizo invencible

como el amor mismo es invencible. Hoy venimos con Nuestra Señora la

Bienaventurada y siempre Virgen María, Madre de Dios, Madre del Hombre, Reina

de los Ángeles, para reclamar por los derechos que ustedes le han querido arrebatar a

Dios de las Manos. ¿Por qué lo hacemos? Porque nuestra patria fue creada con

ideales de grandeza de esa grandeza que solo ambicionan los que tienen temor de

Dios. Nuestra patria fue amarrada a las enaguas de nuestra Señora de Chiquinquirá,

nuestra patria fue consagrada al corazón de Jesús, nuestra patria vive y respira por

Dios así ustedes quieran negar y destruir esa realidad.

No estamos dispuestos a seguir callados, cuando vemos como ustedes vulgares

mercachifles toman a nuestra amada Patria y la negocian como una doncella por

desflorar, ustedes prostituyen a nuestras mujeres y a nuestros niños, enajenan a

nuestros hombres y envician a nuestros jóvenes con sus “novedades” que no son mas

que sofisticados artefactos que satanás les ha dado para destruir a esta Colombia que

hoy llora y sufre. Nosotros fuimos amamantados con leche de mamá católica,

nosotros fuimos concebidos como en mi caso en medio de la violencia de Pablo

Escobar y eso no hizo mella en nosotros, nos hizo fuertes porque uno se hace fuerte

cuando ve que ante un conflicto que habría destruido a otro país el nuestro permanece

de pie sostenido por los santos Ángeles la Virgen de Chiquinquirá y el Sagrado

Corazón.

A ustedes les decimos no van a poder destruir nuestra patria, a Alba Luz Pinilla

le decimos: lárguese con sus ideologías baratas y todos los que la apoyan a esperar el

juicio de Dios, al senador Benedetti le decimos: fuera de nuestra patria hombre de

poca monta, a Monica Roa le reafirmamos que no nos representa y a todos aquellos

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que piensan y legislan a favor del aborto, la eutanasia y las uniones homosexuales

solo podemos decirles: “es su soberbia la que los va a enfrentar al juicio de su país

cuando todos despierten y exijan la verdad, es su soberbia la que los va a condenar

ante Dios, es su soberbia la que los va a hacer revolcar en su propia inmundicia pero

serán nuestras oraciones las que les va a dar la posibilidad de hacer un alto en el

camino y comprender que quien no esta con Dios esta contra Él, y que quien no reúne

con Él, desparrama y en el día del juicio será arrojado a las llamas del infierno donde

el gusano no muere y el fuego no se apaga para ser atormentados por sus faltas pero

sobretodo al reconocer que están lejos del amor de Dios porque ustedes así lo

quisieron”.

Permanecer en el amor no es otra cosa diferente que permanecer en la verdad,

permanecer en la verdad es vivir en la verdad y solo así tendremos vida verdadera. Si

bien es cierto que Dios ama al pecador también es cierto que Dios es justo y jamás

caerá en el error que la post-modernidad propone de llamar al bien mal y al mal bien

Considero citar al profeta Isaías el cual emite una sentencia rigorosa que a la

vez nos habla de la Misericordia Divina:

“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz

tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por

amargo!

¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí

mismos!

¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar

bebida; los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!

Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la

paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo;

porque desecharon la ley del Dios de los ejércitos, y abominaron la palabra del

Santo de Israel.

Por esta causa se encendió el furor de Yahve contra su pueblo, y extendió

contra él su mano, y le hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron

arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que

todavía su mano está extendida.

Alzará pendón a naciones lejanas, y silbará al que está en el extremo de la

tierra; y he aquí que vendrá pronto y velozmente.”(Is 5,22-26)

Hermanos no permanezcamos mas en la mentira ni caminemos por sendas

tenebrosas, que solo conducen a la condenación y a la muerte. Hoy quienes legislan

lo hacen guiados por sus intereses personales, desconociendo que deben ante todo

salvaguardar lo bueno, lo sano, lo puro. Hoy somos nosotros quienes reclamamos

conciencia de su parte, mañana será la sangre de sus victimas la que clamará al cielo

pidiendo justicia será el Señor en su Gloria quien hará justicia y ante Él los sofismas

y los discursos mezquinos no tendrán valor, solo la verdad del corazón y la bondad de

las obras.

Hoy reafirmamos nuestro ruego al cielo para que el corazón de María triunfe

aplastante en medio del pecado y de la maldad que impera en nuestra patria y en el

mundo entero.

“Ho María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a vos”