El resurgimiento del antisemitismo · carta de “Los Príncipes de la Sinagoga de...

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Año 70 | # 997 | Marzo/Abril 2019 $ 100,00.- ATENTADO A LA AMIA: 297 MESES SIN JUSTICIA Periodismo judeoargentino con compromiso Fundado en 1948 Aportes de Beatriz Gurevich, Yoel Schvartz, Leonardo Senkman, Ariel Kanievsky, Yerahmiel Barylka y Langer ¿Otra vez Bibi? Israel tras las elecciones Escriben Moshe Rozen y Damián Svalb | Pag. 13 y 28 “El fuego allí. Isaac Bashevis Singer o la memoria de un pueblo” Por María Gabriela Mizraje | Pag. 22 Alejandro Dujovne: “No tenemos que legitimarnos todo el tiempo como judíos” Entrevista Leonardo Naidorf | Pag. 20 El resurgimiento del antisemitismo Edición de Pesaj

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Año 70 | # 997 | Marzo/Abril 2019 $ 100,00.- ATENTADO A LA AMIA: 297 MESES SIN JUSTICIA

Periodismo judeoargentino con compromisoFundado en 1948

Aportes de Beatriz Gurevich, Yoel Schvartz, Leonardo Senkman, Ariel Kanievsky, Yerahmiel Barylka y Langer

¿Otra vez Bibi? Israel tras las eleccionesEscriben Moshe Rozen y Damián Svalb | Pag. 13 y 28

“El fuego allí. Isaac Bashevis Singer o la memoria de un pueblo”Por María Gabriela Mizraje | Pag. 22

Alejandro Dujovne: “No tenemos que legitimarnostodo el tiempo como judíos”

Entrevista Leonardo Naidorf | Pag. 20

El resurgimientodel antisemitismo

Edición

de Pesaj

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Humor/Staff2 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Colaboradores:En Argentina:Alejandro Dujovne, Alejandro Kaufman, AliciaToker, Ariel Abramovich, Ariel Benasayag, BeatrizGurevich, Bernardo Blejmar, Bruno Kusevitzky,Carlos Gabeta, Carlos Segalis, Carolina Herz,Daniel Muchnik, Dany Goldman, Damian Szvalb,Daniel Feierstein, 4. Daniel Llovich, DaríoBrenman, Darío Sztajnszrajber, Diana Sperling,Diego Niemetz, Emilce Rosemberg, EmmanuelKahan, Emmanuel Taub, Enrique Grinberg,Enrique Herszkowich, Erick Haimovich, EugeniaBekeris, Fabián Bosoer, Gerardo Scherlis,Guillermo Levy, Hernán Camarero, HoracioLutzky, Ariel David Gueiser, João Koatz Miragaya,Jonatan Lipsky, Jonathan Karszenbaum, JuliánBlejmar, Julián Datri, Julio Toker, Kevin AryLevin, Langer, Laura Haimovichi, Laura Schenquer, Leonardo Naidorf, Liliana Mayer,Maia Czarny, María Inés Tato, MarceloDimentstein, Marcelo Polakoff, María GabrielaMizraje, Mariano Szkolnik, Maximiliano Borches,Miriam Christen, Moshe Korin, Nadia Rogovsky,Natalia Weis, Natan Sonis, Naum Kliksberg,Nerina Visacovsky, Osvaldo Cipolloni, PabloDreizik, Pablo Gorodneff, Pablo Hupert, RicardoAronskind, Ricardo Feierstein, RicardoSchkolnik, Ricardo Forster, Roberto Bobrow,Roberto Faur, Roberto Modalvsky, Rudy, SilvinaChemen, Tamara Rajczyk, Yaacov Rubel,

En Uruguay: Rafael Porzecanskiy

En Israel:Aaron Barnea, Adrián Krupnik, Afro Remenik,Alberto Mazor, Andrés Lacko, Andy Faur, AriehDayan, Ariel Kanievsky, Daniel Alaluf, Daniel Filc,Daniel Galay, Darío Teiltelbaum, Edy Kaufman,Efraim Davidi, Efraim Zadoff, Ester Diner, Ethel

Periodismo judeoargentino con compromiso

STAFF / HOMENAJE 2EDITORIAL 3ABORDAJES 4 | 12

FESTIVIDADES 14 | 15PÁGINA JOVEN 16 | 17

Sumario

ISRAEL 13

CULTURA 19 | 27REFLEXIONES 28

ARGENTINA 18

Staff

StaffDirector:Gustavo Efron

Mesa de RedacciónAriel Abramovich, Darío Brenman, Damián Szvalb, Enrique Grinberg,Julián Blejmar, Laura Haimovichi, Laura Kitzis, Leonardo Naidorf, María Gabriela Mizraje, Mariano Szkolnik, Pablo Gorodneff, Ricardo Aronskind, Roberto Faur, Rudy, Susana Gelber, Tamara Rajczyk.

Katz de Barylka, Gabriel Bacalor, Heriberto Winter,Leonardo Cohen, Leonardo Senkman, MarceloKisilevski, Mario Schejtman, Mario Sznajder, MarkiLevy, Meir Margalit, Miki Kratzman, Miki Tsur, MoshéRozen, Ofer Laszewicki Rubin, Pablo Arcuschin, SandraKochmann, Shlomo Slutzky, Yerahmiel Barylka, YoelSchvartz.

En EE.UU.: Jonathan Wheeler, SebastiánSclofsky,Victoria Wigodzky.

En Alemania: Guillermo Atlas

En México: Moisés Salinas Fleitman, Salvador Lobatón

En Hungría: Pedro Lerman

En Australia: Inés Dunstan

Editor Responsable:Tzavta (juntos) Asociación Civil -Tte. Gral. J. D. Perón 3638 (C1198AAR), Cdad. de Bs. As.

Comercialización y Suscripciones:[email protected]

Diseño: [email protected]

Registro de la Propiedad Intelectual Nro. 1763Impreso en Argentina / Printed in Argentina. Los editores no seresponsabilizan ni necesariamente comparten las opiniones delos artículos firmados.

Redacción y Administración:Tte. Gral. J. D. Perón 3638 (C1198AAR), Cdad. de Bs.As., Argentina. Tel: [+54 11] 4865-2804 / 2823E-mail: [email protected]

Impresión: Imprenta Génesis. Manuel Belzu 5162.Munro. Buenos Aires. Argentina

Fecha de cierre: 11 de Abril de 2019 / Fecha de salida: 17 de Abril de 2019

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Editorial Marzo/Abril 2019 | NUEVA SION #997 3

EDITORIALEstimados lectores:

Al cierre de esta edición de Pesaj se producían las elecciones en Israel,en la que se dirimía no tanto la problemática histórica de la paz, laseguridad o la economía, sino la misma naturaleza del sistema demo-crático: enfrentados, de un lado, un modelo de democracia liberal quecaracterizó al Estado en sus 70 años, y del otro, un modelo nacionalis-ta, etnicista y de raigambre religioso. Hasta el momento de envío aimpresión, todo hace pensar que será Bibi Netanyahu quien podrá for-mar nuevamente gobierno, lo cual –pese a la fuerte oposición que hatenido esta vez, la mayor en varios años- reafirma una tendencia queno sólo se vislumbra en Israel sino que domina el escenario ideológi-co en los distintos continentes: la “vuelta a las fuentes”, a las seguri-dades propias de los integrismos particularistas como respuesta a lafragmentación y dilución de las identidades generales provocadas porla globalización de la cultura. En esta edición, presentamos dos abor-dajes producidos al calor de las noticias, a pocas horas de conocidoslos resultados: uno de raíz más filosófico/antropológico, otro de aná-lisis específicamente político.

El tema eje de este número es el resurgimiento del antisemitismo. A lolargo de la historia, se han hecho distinciones entre un antisemitismotradicional (que reproduce los estereotipos clásicos del judío) y otromoderno, surgido con la constitución de los estados nacionales y laIlustración. También, históricamente se ha podido distinguir un anti-semitismo religioso, principalmente cristiano; otro político (que seoponía a otorgar a los judíos igualdad de derechos civiles) y otro decarácter racial, que basa su odio en la existencia misma del judío y quederivó en el nazismo. En los últimos años hemos visto crecer este fenó-meno retomando sus diferentes modalidades y en distintas dimensio-nes, y por eso hemos pensado que debe ser un objeto de abordaje yalerta en la esfera periodística cultural. El antisemitismo ha tenido un

resurgimiento preocupante en Europa y Estados Unidos, así comoexpresiones en América latina y distintas latitudes del globo. En estenúmero, planteamos una mirada diversa, con distintos enfoques nonecesariamente coincidentes, en los que también proponemos undebate sobre las relacionesentre el antisemitismo y el antisionismo.

Por tratarse del número de Pesaj, presentamos dos propuestas deacercamiento a la festividad, desde sus valores y sus significados en el“aquí y ahora”, en la contemporaneidad, y también en sus manifesta-ciones en la literatura, que nos hablan de cómo vivimos y revivimossus sentidos. Redoblamos la apuesta por la “Página Joven”, destacan-do la publicación de un libro sobre las mujeres en el Hashomer Hatzair,por parte de una javerá (compañera) brasileña, y damos lugar al testi-monio de jóvenes del movimiento en Argentina en su compromiso conlos derechos humanos, puesto de manifiesto en su participación en laMarcha del 24 de Marzo.

En nuestro análisis específico de la Argentina, planteamos una miradaque atraviesa la economía para desplazarse al estudio de la subjetivi-dad de la clase media, y a los niveles de conciencia abordados frenteal ciclo neoconservador que atraviesa nuestro país. Y finalmente, en

la tradicional sección Cultura, abordamos la historia de los judíos deItalia a través de sus sinagogas, y presentamos distintas propuestasen torno a libros, series, escritores e intelectuales que nos hablan denuestros sentires, de nuestras luchas y reivindicaciones, de nuestrasalegrías, pasiones y melancolías, de los modos en que procesamos yreinventamos nuestra cultura y nuestras raíces… O no…

Jag Pesaj Sameaj, y hasta el próximo número.

Gustavo EfronDirector de Nueva Sion

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes4 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Antisemitismo: un mito movilizadorallende los tiempos

Una mirada desde la complejidad que atiende a las raíces del antisemitismo, sus diferentes modalidades yanclajes históricos y actuales, sus transformaciones y sus inserciones en los distintos contextos.

Por Beatriz Gurevich *

Contrario a lo que pensaron muchos al decli-nar el siglo XIX, los primeros decenios delsiglo XX revelaron al ser humano en su costa-do más siniestro. Mientras se hablaba delcarácter liberador y equitativo de la repúbli-ca, gobiernos surgidos de elecciones genera-les democráticas hacían trizas la ilusión dealcanzar el bienestar que permitiría el avancetecno-científico. Fue entonces que confronta-ciones bélicas de magnitudes nunca vistasenterraban sueños en los yermos campos debatalla.Los signos más extremos de estos acontece-res surgieron durante el Tercer Reich.Concluido el interludio democrático de laRepública de Weimar, la crisis civilizatoria sematerializó y extendió a la Europa ocupada.Prendió sobre la base de tradiciones cultura-les fuertemente arraigadas, que incluían lavariable antisemita. El trans-histórico mitomovilizador fue central para la propaganda dela Alemania nazi-fascista, construida a partirde los once puntos concebidos por Goebbelscon el propósito de manipular la subjetividad

de tal manera quepermita uniformizar el“sentido común” ycrezca la insensibili-dad. Como señalaJean Pierre Faye, eneste proceso fue cen-tral la sustitución de“La palabra negativa´ a n t i s e m i t i s c h ´[característica de lospartidos antisemitasde la década de 1880]por el “… vocablopositivo ´völkisch´,esencial en el lengua-je del nacionalsocia-lismo.”El horror descerrajado por los regímenes fas-cistas y la envergadura alcanzada por el“espíritu del sufrimiento” quedaron magis-tralmente simbolizados en el bombardeoaéreo a Guernica, la pequeña localidad delPaís Vasco (1937) que inspiró a PabloPicasso, anticipando lo que sobrevendría enla siguiente década.

Las raíces y sudesarrollo

Desde queConstantino publicóel Edicto de Milánreconociendo al cris-tianismo como reli-gión oficial en 313E.C., a caballo de ladenuncia de “deici-dio” se gestó, profun-dizó y expandió elfenómeno que milquinientos años mástarde, en 1873,Wilhelm Marr nom-braría antisemitismo.El mito movilizadormás persistente y tra-vestido de la Historiade Occidente.En los períodos de

persecución y devas-tación como ocurrióen el reino deNavarra con la llega-da de la cruzada delos pastorcillos en1321, o durante elasalto a las juderíasde Barcelona y otraslocalidades deCataluña y de lapenínsula ibérica -autorizadas por laautoridad-, los judíoseran percibidos y tra-tados como extranje-ros. Un claro ejemplo

tuvo lugar durante la epidemia de pestenegra en 1384. So pretexto de evitar el conta-gio, aun cuando nativos del lugar en quehabitaban fueron sometidos al ostracismo asemejanza de los extranjeros. No obstante,accedieron a destacadas posiciones políticasy económicas, incluyendo al mundo financie-ro.Los éxitos servían para alimentar el mito de

la supuesta “conspiración judía” cuya géne-sis pareciera encontrarse en la Carta de losjudíos de Constantinopla, una falsificacióndel arzobispo de Toledo, J.M. Silíceo, presen-tada como “prueba” para que el cabildo de laCatedral de Toledo aprobara el Estatuto delimpieza de sangre. Fue divulgada como unacarta de “Los Príncipes de la Sinagoga deConstantinopla” dirigida a los rabinos deZaragoza preguntándoles su opinión sobre laactitud que deberían tomar ante el decretode expulsión de los judíos de España en 1492.

Cien años después, en La Isla de losMonopantos, Francisco de Quevedo aportabala “estructura narrativa” del mito dela conspiración judía. Ya en el umbral delsiglo XX, entre 1894 y 1906, el caso Dreyfusen Paris contribuía a la elaboración definitivadel panfleto antijudío más famoso: Los proto-colos de los sabios de Sión, publicado en SanPetersburgo en 1905. Le siguen laConspiración Judeo-Masónico-Comunista-Internacional y tantas otras elaboraciones delestilo que dan cuenta que el sujeto judío erauna alteridad “tolerada”, no permitida.Hacia fines del siglo XIX, las mentalidades

habían evolucionado acompañando los avan-ces. Fue entonces que el antisemitismo sevistió de científico. Definidos los judíos comouna misteriosa “raza” de origen oriental, lapersecución se justificaba por la “imposibili-dad” de asimilarlos al orden nacional. Estoocurrió especialmente en los países de pobla-ción aria. Auto-percibiéndose de raza supe-riores proponían la segregación que evitara elmestizaje para evitar la “degeneración”. Ello“justificó” la legalización de la violenciaextendida.

La concepción de segregar a grupos

El resurgimientoEl resurgimiento

del antisemitismodel antisemitismoEl resurgimiento

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes Marzo/Abril 2019 | NUEVA SION #997 5

de dhimmis es antiquísima. En 717 E.C. el cali-fa Omar II obligó a los judíos al uso de insig-nias amarillas y a los cristianos les impusoestrellas azules. En esta tradición se instalala estrella pintada de amarillo que los nazisimpusieron a los judíos en Alemania y enFrancia en siglos posteriores.

La dimensión política del antisemitismoLuego de la derrota y descubierta la inmensi-dad del genocidio judío en Europa, al interiorde las recién creadas Naciones Unidas (UN)surgió un movimiento a favor de la creaciónde un Estado Judío. Por la Resolución de NU181(II) del 29 de noviembre de 1947 se reco-mienda un plan para resolver el conflictoentre judíos y árabes en la región dePalestina mediante la creación de dosEstados. Sin entrar a discutir la legitimidad ylos derechos de las partes, uno de los emer-gentes a partir de la creación del Estado deIsrael es que el antisemitismo incorpora a susignificado histórico la dimensión política.Desgastada la acusación de deicidio y desa-creditado el concepto de raza, en el contextode la actual globalización y de la consiguien-te proliferación de nuevas diásporas, la per-cepción del judío como extraño extranjeroperdió peso. No obstante, el prejuicio y la vio-lencia anti judía persistieron incluyendo nue-vos rostros justificadores, y repetidamenteproyectada sobre Israel.Ante ello, a comienzos del siglo XXI comenzóa instalarse la concepción que sostiene queantisemitismo y anti-sionismo son asimila-bles. Quienes postulan el criterio consideranque las posiciones críticas hacia el Estado deIsrael son formas inexorables de antisemitis-mo. Quienes se oponen argumentan que la

crítica a políticas de Israel no puedeser asimilada con antisemitismo amenos que la intención concreta seadeslegitimar la existencia del únicoEstado judío, proyectando mitosatemporales como el de la ´conspira-ción judeo-sionista y atributos nega-tivos de reciente creación como war-mongers, es decir impulsores y bene-ficiarios de la guerra.

Un ejemplo del dilema es la inter-pretación de la contenciosa ley quedeclara a Israel “Estado- Nación delpueblo judío” impulsada por elPrimer Ministro Netanyahu aun cuan-do contradiciendo la concepción de padresfundadores del Estado.

Criticada acerbamente por el PresidenteRivlin y resistida por la oposición, y pormiembros del Parlamento pertenecientes a lacoalición gobernante que se abstuvieron devotarla, desde sectores ideológicos de extre-ma derecha y también de extrema izquierdasurgió un discurso que homologa al Estadode Israel con el Tercer Reich. Poco importó laconcreta vigencia del sistema democráticoque permite el disenso a diferencia de losregímenes fascistas. Inentendible acusaciónsi se desatiende la fuerza del nexo que facili-ta la coincidencia: el atemporal y compartidomito anti judío internalizado a lo largo demilenios.Hace veinticinco años, la voladura de AMIA(1994) volvió a ratificar la patológica perma-nencia del antisemitismo como polimórficofenómeno de violencia étnica extendida.AMIA fue elegida por los terroristas comoblanco por tratarse de una organizaciónjudía. Nada importó que fuera una organiza-

ción centenaria, cuya obra trasciende lasfronteras de la colectividad judía. Ello noexplica por qué Argentina fue elegida en 1992y en 1994 como primer objetivo del terrorismoislamista en las américas, precediendo al ata-que al World Trade Center, en Nueva York el11 de septiembre de 2001.Como advertía el exiliado anti fascista GinoGermani en la década de 1960: el antisemitis-mo permanece oculto en el imaginario socialhasta que hechos y grupos ideológico-políti-co lo activan.El abordaje del complejísimo fenómeno antijudío requiere un análisis multifactorial y untratamiento multidisciplinario, especialmen-te en el actual contexto nacional e internacio-nal de exacerbación de antagonismos y ten-siones. Cuando el discurso denunciante se dasin fundamento cierto profundiza y consolidael prejuicio.

* Directora Instituto Elie Wiesel. Advisor AcademicCommittee HBI, Brandeis University

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes6 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Asedio a la memoria: entre laidentidad y la realpolitik

Acaso el mayor “éxito” de la política exterior de Israel en los últimos años sea el haber encontrado un lenguajecomún con una gran cantidad de líderes y organizaciones políticas a nivel mundial que en el pasado hubieransido vistos con sospecha por la sociedad israelí y por los judíos. Pero este “suceso” encierra una paradoja: ¿Sepuede ser velada o abiertamente antisemita al mismo tiempo que admirador de Israel y socio de su gobierno?

Por Yoel Schvartz *

Las primeras declaraciones del Presidente deBrasil, Jair Bolsonaro, al concluir su visita pro-tocolar al Museo y Memorial del Holocausto“Yad Vashem” en Jerusalén, fueron de apoyopara su canciller Ernesto Araújo. Este habíadeclarado días antes en varios medios y enforma reiterada en su blog, que “el Nazismo fueun movimiento de Izquierda”. Bolsonaro, con-sultado, respondió que “por supuesto, ¿acasono llevaba el partido Nazi la palabra Socialismoen su nombre?”. Más allá de la anécdota, quedio lugar a infinidad de sarcasmos en las redessociales, podrían causar asombro la oportuni-dad y la locación escogidas. En definitiva, lasdecenas de años de investigación recogidos enel museo de Yad Vashem (que Bolsonaro aca-baba de visitar hacía minutos) apuntan enforma inequívoca en un sentido contrario: lacombinación única de una teoría seudocientífi-ca de las jerarquías raciales con el más descar-nado darwinismo social que caracterizan elrégimen nacional-socialista son, sin muchasvueltas, las marcas de la ultraderecha.Sostener lo contrario es casi una forma, no muysofisticada, de negacionismo. Sostenerlo enuna visita oficial en Israel (la primera delPresidente brasileño fuera de América Latina) yen el marco de un clima de apoyo mutuo inédi-to entre los líderes de los dos países, puede

parecer paradójico.

Este argumento (el Nazismo era de Izquierda)es uno de los axiomas repetidos en los círculosde la “Nueva” Derecha, en especial en EstadosUnidos y en Europa, junto con teorías conspira-tivas como el “Deep State” (el “Estado dentrodel Estado” que maneja los hilos por detrás delos acontecimientos públicos, independiente-mente de la voluntad popular), un despreciocreciente y agresivo hacia el rol de los mediosmasivos tradicionales de comunicación (acusa-dos de crear falsas realidades, “fake news”, yocultar la verdad), una hostilidad crecientehacia todo lo extranjero y en especial los movi-mientos migratorios, y un intento permanentede socavar el modelo representativo de lademocracia liberal y la separación de los pode-res, a partir de una dinámica permanente de lasospecha y la introducción de un discurso de la“fidelidad” nacional. Hay más que un tufilloantisemita en el accionar de esta “nueva dere-cha” pos-democrática, por ejemplo en la cons-tante referencia al millonario judío de origenhúngaro George Soros, al que se acusa definanciar cuanta causa “progresista” hay en elmundo, en un intento de socavar las identida-des nacionales. El lector desavisado o que,como un contemporáneo Rip Van Winkle,hubiera dormido ochenta años y se despertarahoy, no se sentiría extrañado, ya que en apa-

riencia nada de nuevo tienen estas ideas, quese asemejan a las que dominaron la políticaeuropea de los años treinta y tuvieron fuertepresencia también en el continente americano.Pero pasaron ochenta años y no se pueden sos-tener estas ideas abiertamente sin una inter-pretación de la historia contemporánea queexplique el Nazismo, cuya memoria aparececomo un límite último que no puede ser traspa-sado, un absoluto Otro frente el que todosdeben posicionarse. Esa memoria entonces,necesita ser atacada y minada sistemáticamen-te y acomodada a beneficio de aquellos paralos que la misma no se ajusta a su proyectopolítico. La gran sorpresa del lector desavisadosería descubrir que, entre los que militan esadeformación de la memoria histórica seencuentra una buena parte de la actual admi-nistración israelí. 1

La internacional pos-democrática

En estos primeros años del siglo veintiuno unfantasma recorre el mundo. El gobierno deBolsonaro acaso sea la última y más pintoresca(aunque no por eso menos letal) manifestaciónde una auténtica internacional pos-democráti-ca que agrupa a los militantes de la organiza-ción “Alt-Right” en Estados Unidos y al ex-estratega de la administración Trump, SteveBannon (quien define su proyecto político como

la mancomunión de todoslos partidos conservadoresnacional-populistas delmundo)2, a los líderes delgrupo Visegrad (Hungría,Polonia, Eslovaquia,República Checa) y su estra-tegia de “euroescepticismono-liberal” como la describeel Premier Húngaro ViktorUrban, a diversas iglesiasevangélicas y a organizacio-nes libertarias que predicanel fin del Estado benefactor(inclusive en países donde elEstado benefactor ha despa-recido hace décadas o nuncaha existido). En casi todoslos casos no es necesarioraspar demasiado la cortezaexterna del partido paraencontrar personajes o ideasque comulgan abierta oembozadamente con el anti-semitismo tradicional o conalguna de las versiones másaggiornadas de la conspira-ción judía para dominar elmundo. Ideas parecidas sepueden escuchar en los már-genes de la administraciónTrump y entre muchos de los

El resurgimientoEl resurgimiento

del antisemitismodel antisemitismoEl resurgimiento

del antisemitismo

Netanyahu y Victor Orban

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes Marzo/Abril 2019 | NUEVA SION #997 7

admiradores del presidente Putin, verdaderohéroe de la “mano dura” que estaría haciendofalta, sostienen, para manejar al mundo.

Y en paralelo, es posible encontrar en todos losejemplos citados una actitud positiva hacia elEstado de Israel, y en especial hacia el lideraz-go de Benjamín Netanyahu. Acaso el mayor“éxito” de la política exterior de Israel en losúltimos años sea el haber encontrado un len-guaje común con una gran cantidad de líderes yorganizaciones políticas a nivel mundial que enel pasado hubieran sido vistos con sospechapor la sociedad israelí y por los judíos.

Pero este “suceso” encierra una paradoja: ¿Sepuede ser velada o abiertamente antisemita almismo tiempo que admirador de Israel y sociode su gobierno? Se argumentará que si bienexisten personajes que coquetean con el anti-semitismo militando esta internacional parda,sus liderazgos son afines a Israel y sus políti-cas y no son antisemitas. ¿Se habría entoncesquebrado el círculo mágico que había hecho deIsrael, en el pasado, el “judío de los países” (aldecir de los divulgadores de la derecha judía)?

Una posible línea de interpretación para enten-der esta paradoja, sería vincular las afinidadeselectivas entre el actual gobierno israelí y losidearios políticos de esta Internacional de laderecha. En definitiva, Israel y en especial en ladécada de Netanyahu puede considerarse unejemplo exitoso de un régimen que combinademocracia (dentro de las fronteras de la líneaverde) y ocupación militar (fuera de ellas), per-misivismo sexual, libertad de prensa y un siste-ma judicial autónomo con represión militar ydetenciones “administrativas” por tiempoindeterminado, capitalismo salvaje combinado

con generosos beneficios estatales a los “fie-les”, todo eso parece el sueño dorado de losUrban y compañía. Esta interpretación estaríaen sintonía con aquello que marca EnzoTraverso en “El Fin de la Modernidad Judía”:hoy en día el antisemitismo ya no sería un ele-mento aglutinador de las sociedades naciona-les occidentales (más preocupadas por elIslam) y los judíos, como grupo, dejamos de serel semillero de una intelectualidad crítica paraser parte de un establishment conservador. Enese “giro” el rol del Estado de Israel sería cru-cial, al establecer una relación inédita entre losjudíos y el Poder político, con lo que estaríarevirtiendo la “anomalía judía”, ese estar y noestar, pertenecer y no pertenecer a un tiempo alas sociedades de Occidente, esa “trampa de laambivalencia” como acertadamente la llamabael finado Zygmunt Bauman.

La estrategia de dormir con el enemigo

Más allá de las diferencias de interpretacióncon Traverso, creo que esta paradoja encierratambién una verdad más prosaica: el antisemi-tismo sigue siendo parte de la matriz culturalde Occidente. Sus imágenes, sus símbolos, susempiterna sospecha, su lógica conspirativa,florecen en las redes sociales. El negacionismoy la banalización del Holocausto nunca tuvieronmás difusión. En paralelo, las políticas de Israely el encono que despierta entre las fuerzaspolíticas “progresistas” y de izquierda, sumadoa campañas de desprestigio como el BDS, fuer-zan a los gobiernos de Israel a buscar aliadosinternacionales en lugares antes impensables.Así, la buena relación con el gobierno israelí esla coartada perfecta de gobiernos y organiza-ciones que se saben tocados por el antisemitis-mo. Así, por ejemplo, puede el gobierno polaco

legislar cuál es la “verdad” sobre la participa-ción polaca en los crímenes del Holocausto, ycontar con el respaldo “histórico” del gobiernoisraelí, en un autentico pacto de canallas queha sido calificado por ilustres historiadoresisraelíes como una traición de su gobierno a lamemoria de las víctimas.

En su monumental novela ucrónica “La Conjuracontra América”, Phillip Roth describe la llega-da a la presidencia de los EE.UU. de CharlesLindberg, el aviador simpatizante de Hitler yfervoroso defensor del “aislacionismo” ameri-cano en la Segunda Guerra. Uno de los perso-najes de la novela es el tío Monty, uno de los“judíos de Lindbergh”, aquellos activistascomunitarios que se acercan para hacer carreraal nuevo régimen, que los recibe con los brazosabiertos porque le permiten minimizar sus con-tornos antisemitas y el terror que provocanentre la comunidad judía. La política de alian-zas del gobierno de Netanyahu parece colocar aIsrael en el rol del tío Monty, el “judío de lospaíses” que se codea con los antisemitas delmundo. No es menos paradójico que justamen-te los defensores del orgullo nacional judíoencuentren sus mejores interlocutores entrequienes pueden convivir con neo-nazis, nega-cionistas, supremacistas blancos, y conspicuoscazadores de conspiraciones de banqueros,intelectuales e izquierdistas.

* Docente de historia y sociólogo. Conferencista en elInstituto Yad Vashem de Enseñanza del Holocausto.

1 Esta nota se escribe el 5.4.19, tres días antes de las eleccionesen Israel, con la esperanza de que la actual administración deBenjamin Netanyahu encuentre la vía de salida y se encuentre consu destino judicial hasta que el lector llegue a estas líneas.2 “Steve Bannon Is Done Wrecking the American Establishment.Now He Wants to Destroy Europe’s”. New York Times. March 9,2018.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes8 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Antisionismo y filo sionismoantisemita, ¿la cuadratura del círculo?

Es amenazador el vertiginoso ascenso de grupos de extrema derecha extraparlamentaria en laEuropa democrática liberal, así como la ofensiva contra instituciones liberales desde el interior de las esferas

pública en países de Europa Central, en la gran democracia de EE.UU., y también en republicaslatinoamericanas. Una vez más, las minorías judías vuelven a quedar expuestas y desprotegidas en escenariosde peligrosa politización y transnacionalización del antisemitismo, la hispanofobia y xenofobia. La novedad,

los antisemitas pro israelíes..

Por Leonardo Senkman (desde Jerusalén) *

En mayo de 2016, la Alianza Internacional para elRecuerdo del Holocausto (IHRA) adoptó sunueva definición operativa sobre antisemitismo,que legalmente no es vinculante. En esta decla-ración, las manifestaciones del odio anti judíoson caracterizadas de “retóricas y físicas, dirigi-das a individuos judíos o no judíos y / o sus pro-piedades, a instituciones comunitarias judíasinstalaciones religiosas”. (NGO Monitor, 12,1.2017).Ahora bien: del análisis de la declaración de laIHRA, surgen ausencias significativas. No apare-cen 1) la equiparación de anti-sionismo necesa-riamente como sinónimo de antisemitismo; 2)afortunadamente, tampoco aparece tipificadacomo delito de odio la crítica a políticas de segu-ridad y a otras canalladas de gobiernos deIsrael en los territorios ocupados, salvo si sonhomologadas con las políticas nazis; 3) feliz-mente no aparece la tipificación de antisemitasa ciertas críticas de prácticas discriminatorias(tipo apartheid) del estado de Israel, a menosque se afirme que la existencia del estado judíoes una empresa racista.Varios países europeos aceptaron lo enunciadosde la IHRA propiamente vinculados al delito deodio hacia los judíos, pero rechazaron las deri-vas referentes a Israel. A nivel continental, laUnión Europea recién adoptó la nueva definiciónde IHRA a fines del 2018, alarmada por el verti-ginoso aumento del antisemitismo, especial-mente en Francia. Y un caso de repulsa a la defi-nición fue el dividido Partido Laborista opositorbritánico, liderado por el líder sindicalistaJeremy Corbyn, quien la adoptó oficialmente enseptiembre 2018, pero con una declaración deprotección a la libertad de expresión.Hay otra ausencia muy significativa, imposibleser incluida en esta “hoja de ruta” de IHRA sobreantisemitismo. Es la falaz caracterización delsionismo e Israel en clave post colonial de cier-

tos historiadores como Ilan Pape. Pero se trata,apresurémonos a decirlo, de falacias históricasanti sionistas, no de infundios antisemitas.Sí, en cambio, fue infundio internacional la san-ción de la ONU que caracteriza “el sionismocomo una forma de racismo y discriminaciónracial”, el 10 de noviembre de 1975 en plena gue-rra fría; que recién a fin de la era bipolar fuerevocado. Desde los 90s resultó –asimismo- pro-caz y ramplón equiparar el racismo del apartheidsudafricano con el discriminatorio doble están-dar legal y socio económico de la ocupación civilmilitar israelí en los territorios ocupados deCisjordania y Gaza.Menos procaz, aunque igualmente falaz, esseguir equiparando la “limpieza étnica” deSerbia en Kosovo con la guerra impuesta a Israelpor la Liga Árabe y el nacionalismo palestino en1948. Tal como Benny Morris demuestra en su

polémica con Gideón Levy eIlan Pape, el éxodo de losrefugiados palestinos no fueel resultado de una “limpiezaétnica” sionista, similar a ladeportación forzada enKosovo, o a otras guerrasposcoloniales. En los 90s, latraducción ethnic cleansing elserbio al inglés denotabadepuración étnica, emigra-ción forzada, intercambio depoblación, y, a menudo, encu-bría deportación y genocidio.En cambio, Morris ha proba-do que los judíos en 1948“eligieron no dejarse masa-crar: aquí no hubo depura-

ción étnica, semejante a las acciones delibera-das de los serbios en Bosnia … Lo que ocurrió fueuna lucha entre dos pueblos que se disputabanel derecho a un mismo territorio. (Benny Morris,Haaretz, 18/1/2-10)La hoja de ruta aprobada por la ComunidadEuropea revela seriedad al omitir taxativamenteejemplos de anti-sionismo como equivalentes aantisemitismo. No hay dudas del carácter obvia-mente anti judío de determinados incisos; sinembargo, conceptualmente hubiera enfrentadodificultades de ensayar una definición de anti-sionismo. Obviamente, la ausencia de marcoteórico le imposibilita a la IHRA comprender porqué, por ejemplo, para cerriles anti sionistas,Israel y sus líderes, constituirían una especie designificante principal -en el mejor de los casos-pero totalmente vacío de significado positivo, siusamos la categoría analítica master signifier(significante maestro) de i ek,1996 y Lacau,2007. Por el contrario, para esos críticos antisio-nistas poscoloniales, la figura mediática deNelson Mandela y la Sudáfrica post-apartheidoperarían como un “master signifier” al que lolegitiman cargándole significados positivos,destinados a restablecer la sociedad negra frac-turada y racialmente polarizada, y así imaginaruna nación multi-étnica post-apartheid libre.Inversamente, esa teoría post colonial catalogaa los líderes israelíes –sean de izquierda o dere-cha- como significantes vacíos a los cuales se losllena de incriminaciones destinadas a vaciar delegitimidad a la nación hebrea, condición nece-saria para que puedan fantasear la construcciónde una nación palestina en la era post sionista.Una era en que, definitivamente, Israel dejaríade fungir como estado nación judío, y, además,

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del antisemitismodel antisemitismoEl resurgimiento

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su significante vaciado dejaría de existir comoentidad “sionista.” Sería la ansiada era en lacual Israel cesara de ser una “entidad contu-maz”, porque finalmente le liquidarían “la con-tumacia criminal sionista”, como incrimina aIsrael el periodista chileno Pablo Jofré Leal(Hispantv, 26.8.2018).Historiadores fabuladores antisionistas comoIlan Pape -pero no comparable a antisemitasencubiertos - han conseguido etiquetar a Israelcomo un elusivo sujeto colectivo: el estado judíonunca podría haber devenido una nación desco-lonizada, condenada siempre a ser “la entidadsionista” colonial. En términos lacanianos, esaentidad funcionaria para esos antisionistascomo un “master signifier”: Su existencia colec-tiva jamás puede ser definida por atributos posi-tivos nacionales propios. De por vida, el sionis-mo culpable tiene que mostrar el estigma deaquello que le sería añadido por el campo desentido simbólico del sujeto palestino.Creo que la eficacia de Pape al incriminar a laentidad “sionista’ de practicar limpieza étnicaradicaría menos en su demostración históricaque en haber logrado cargar de sentidos negati-vos a ese elusivo sujeto colectivo reducido apenar ser un “master signifier” vacío. Papepareciera saber muy bien que las teorías poscoloniales son eficientes en la operación transfe-rencial del Otro, al marcar con el oprobio de lalimpieza étnica al “master signifier” israelí. Peroaquí es donde se detiene su antisionismo, por-que muy bien sabe el historiador que la gentesabe que ese “master signifier” israelí estápoblado por “judíos”. Pape no quiere avanzarmás allá. Sospecha que si se metiera a conjetu-rar qué hacen en la “entidad contumaz” sus ubi-cuos parientes judíos, correría el riesgo de enre-darse en el prejuicio del “complot judío”. Y doyfe de que el antisionista Pape rechaza categóri-camente el antisemitismo.

Perfil ideológico de los nuevos amigos europeosde los judíos y de Israel¿Cuál es el perfil ideológico de Sebastián Kurz,canciller de Austria, flamante presidente deturno del Consejo Europeo y nuevo amigo de losjudíos desde que logró que los jefes de estadoeuropeos acepten un “enfoque de seguridadcomún para proteger mejor a las comunidadesjudías en Europa”, como reza una cláusula delIHRA? ¿Y quiénes son sus socios en la coalicióngubernamental que aceptaron la propuesta pro-judía del canciller? En 2017, Kurz decidió formarsu gobierno de coalición con el populista deextrema derecha Partido de la Libertad, fundadopor neo-nazis, uno de cuyos líderes en la décadade 1990 defendió a veteranos de las SS naziscomo “hombres de carácter”, y elogió a AdolfHitler por sus políticas laborales “ordenadas”.La coalición de Kurz ayudó a esos neo-nazis ainstalarse en el mainstream político de Austria,blanqueando a algunas de las figuras más odio-sas de la derecha europea. Florian Klenk, influ-yente editor austriaco, denunció en una entre-vista que el pacto del ‘Trump alpino’ “habríaabierto ya las puertas a los bárbaros de Austria.(…). A Kurz le gusta llamarse a sí mismo un‘constructor de puentes. ¿Pero un puente haciaqué? ¿Necesitamos un puente para los neofas-cistas? No estoy muy seguro.” (Time,10.12.2018)En contraposición, las organizaciones judíasinternacionales como el Congreso Judío Mundialy el gobierno israelí no dudan de la necesidad deese puente, siempre y cuando Kurz lograse quela Unión Europea adopte la IHRA para combatirel antisemitismo. Por el contrario, ellos repu-dian al secretario general del laborismo británi-co Corbyn, acusado de antisemita, al resistírse aaceptar la definición IHRA debido a su apoyo a la

causa palestina . Siete diputados abandonaronel partido laborista, arguyendo la ambigüedadde Corbyn a la hora de intentar forzar un segun-do referéndum sobre el Brexit. Los reprochespolíticos iban seguidos de criticas a su indulgen-cia en sancionar a casi 700 informes de expre-siones antisemitas en diez meses. (PatriciaTubella, El País, 19/2/2019; The Guardian25/2/2019)Pero mientras pululaban acusaciones de antise-mitismo contra el líder del partido laborista opo-sitor al gobierno conservador, las organizacio-nes judías se hacían las distraídas subestiman-do el peligro que supone la violencia de extremaderecha, atizada por la inestabilidad y peligrosapolarización a causa del debate divisivo sobre elB r e x i t .Anthony Julius, un reconocido abogado británi-co, advirtió de su preocupación por la amenazadel actual descontento social y xenófobo, cuyos“adeptos a las redes sociales ya están apren-diendo de la derecha populista en Hungría,Polonia y también en los Estados Unidos”. Lostemores de Julius, autor de una historia del anti-semitismo en Inglaterra, fueron respaldados porel Jewish Chronicle (Robert Philpot , IsraelToday, 31.1.2019)También Nick Ryan, del Hope Not Hate, advierte:“El antisemitismo es parte del adhesivo ideoló-gico central que aglutina a muchos en la extremaderecha”, (Nick Ryan, Nick’s Posts, 1/8/2018)

Los nuevos “amigos” de Israel entre la extremaderecha británica y centro europea.Ahora bien: un atenuante impensable en déca-das anteriores pare-ce tranquilizar aalgunos líderes judí-os británicos: elapoyo a Israel deextremistas deextrema derecha. Enefecto, algunos deellos han rechazadoexplícitamente elantisemitismo y sepresentan comoamigos de Israel.Entrevistado por elJewish Chronicle en2015, TommyRobinson, líder de laderechista Liga deDefensa Inglesa antiMusulmana, intentódisipar el temor deque, después de ata-car a los musulma-nes, inevitablemen-te pasará a violentarjudíos. No solo dio fede filosemita:Robinson se mues-tra como un sionistaconvencido: “SiIsrael cae, todoscaeremos en estabatalla por la liber-tad, la libertad y lademocracia”.El Prof. MatthewFilman cree quealgunos elementosde la extrema dere-cha están intentan-do deshacerse de suasociación con elantisemitismo, acer-cándose a Israel:“Muchos activistasde la derecha radical

en Gran Bretaña hoy en día, especialmenteaquellos que no adhieren al neo nazismo u otrasformas de racismo eugenésico o fascismo abier-to asociado con la derecha radical antes del finalde la Segunda Guerra Mundial, probablementeabrazarán a los judíos y / o Israel como unaexpresión de prejuicio anti-musulmán” (RobertPhilpot, Israel Today, 31.1.2019). Asimismo, elprofesor Matthew Goodwin, comparte esta inter-pretación de “matrimonio de conveniencia quese apropia del apoyo a Israel y / o la diásporajudía como forma de expresar hostilidad hacialos musulmanes en Europa”. (StephenOryszczuk , Jewish News, 16.1. 2017)Poco más de 18 meses después de haber partici-pado en la cumbre de líderes del Grupo Visegraden Europa Central (julio 2017), el primer ministroNetanyahu programó recibir en Jerusalén a loslíderes de Hungría, Polonia, la República Checa yEslovaquia en un evento multilateral muy publi-citado. La cumbre en febrero 2019 iba ser unpaso importante en su alianza política congobiernos pro Israel de la autoritaria y antilibe-ral Europa Central, a fin de contrarrestar las críti-cas de Europa Occidental. El interés electoralistadel primer ministro israelí de convocar a lídereseuropeos, sospechosos de judeofobia, prevale-ció sobre la indignación de algunos israelíes querecuerdan el pedigree antisemita de varios deellos. Yair Lapid exigió a Netanyahu anular lacumbre y frenar su “lujuria” por las fotografíasde la campaña electoral. Al primer ministro pola-co Mateos Morawiecki le imputaba impulsarleyes que degradan a las víctimas delHolocausto; además, reprochaba al primer

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ministro húngaro, Viktor Orban, por permitir íco-nos antisemitas durante la campaña publicita-ria de su partido Fidesz. Una campaña que fuecondenada por organizaciones judías deHungría. Pero, tal como razona Aquiva Eldar,“ninguna mancha de antisemitismo puede resis-tir el efecto blanqueador de una ceremonia foto-grafiada de ofrenda floral en el Memorial de YadVashem”. Por su parte, la ex embajadoraColette Avital, presidenta de la organización desobrevivientes del Holocausto, acusó aNetanyahu de proporcionar un “sello de “kash-rut” a los líderes y regímenes con inclinacionesneo-nazis, lastimando a los sobrevivientes delHolocausto; (…) motivado por estrechos intere-ses, el primer ministro está ayudando a los quere-escriben la historia: aquellos que aman aIsrael pero odian a los judíos” (Akiva Eldar, “AlMonitor, 5.2.2019, subrayado del autor)

Finalmente, el cónclave Visegrad fue suspendi-do porque el primer ministro polaco boicoteó laprevista cumbre en represalia a declaracionesintempestivas del ministro interino Israel Katz,de que los polacos “colaboraron con los nazis” yque habrían “amamantado el antisemitismo enla leche materna”. La controversia entre histo-riadores israelíes y polacos sobre el intento delprimer ministro Mateos Morawiecki de blan-quear indulgentemente a la nación polaca, des-plazó la discusión sobre el perfil nacionalista dederecha y católico del gobierno polaco lideradopor el partido Ley y Justicia. (Daniel Blatman,Haaretz, febrero 22, 2019)

Los nuevos amigos norteamericanos de losjudíos: ¿alianza israelí con “sionistas antise-mitas“?El politólogo Yossi Shain advertía lúcidamentea fines de noviembre 2017 sobre la peligrosatendencia en la derecha judía norteamericana:“el abrazo israelí a los ‘antisemitas sionistas’”.El profesor de la Universidad de Tel Avivdenunciaba sin pelos en la lengua: “La derechajudía en América y en Israel ya no teme al“viejo antisemitismo”, y los judíos progresis-tas son caracterizados por ella “como cómpli-ces de los que odian a Israel”. (Yossi Shain,Yentes 27.11.17, 23:42

El desencadenante de la crítica de Shaim fue larecepción que la Organización Sionista deAmérica (ZOA) ofreció a Stephen Bannon, ase-sor principal del presidente Trump. La invita-ción cayo muy mal entre muchos judíos esta-dounidenses que ven a Bannon como un ideó-logo radical de derecha y antisemita. En cam-bio, para el presidente de la ZOA, Bannon es“un gran amigo de Israel y de los judíos”, talcomo le aseguró el embajador de Israel enWashington.Desde hace muchos años, el Israel oficial yjudíos liberales estadounidenses han entradoen colisión sobre decisivas cuestiones referi-das a estado y religión, la calidad de la demo-cracia israelí y la ocupación civil militar en losterritorios. A esa querella se suma ahora laalianza de judíos con la derecha local y laestigmatización como anti Israelí de judíosliberales y progresistas críticos que apoyan ala ONG israelí B’Tselem. El ex presidenteBarack Obama, percibido como representantede la postura liberal judía, sostenía que en labatalla contra el antisemitismo “todos somosjudíos”. Pero esta declaración hoy no agrada ala derecha judía norteamericana, tampoco algobierno israelí: ambos procuran borrar ellegado de Obama y su defensa de los derechoshumanos.Cuando en la década de 1980 fue forjada laalianza entre la derecha judía estadounidense

y los cristianos evangélicos pro-israelíes, los judíos liberalesfruncieron las cejas: siemprehabían pensado que los evangé-licos eran peligrosos, ya queconfiaban convertir a los judíosdespués de la segunda llegaday la “resurrección de Jesús”.Pero la derecha judía hoy ya noteme a ese “antiguo: antisemi-tismo tradicional”. El profesorShein fue sorprendido cuandoAbraham Foxman, ex líder de laLiga Anti-difamación, le replicódurante la segunda Intifada:”Tenemos una alianza con loscristianos evangélicos, y reciéncuando llegue Jesús, el Mesías,discutiremos con ellos la con-versión religiosa “.Afortunadamente muchos judí-os, incluidos algunos políticamente conserva-dores, condenan duramente lo que ven comouna suerte de “alianza israelí con “antisemitassionistas”. El columnista ganador del PremioPulitzer Bret Stephens escribió en el New YorkTimes que la alianza entre la derecha judía yBannon era una desgracia en perspectiva his-tórica.

Disímiles interpretaciones sobre antisionismohan ingresado en la agenda del disenso políti-co entre los dos grandes partidos, Demócrata yRepublicano, a raíz de una oleada antisemitasin precedentes en EE.UU.Contrariamente al mantra neoconservador delarga data, según el cual los prejuicios de laizquierda representarían una mayor amenazapara los judíos que las fobias de la derecha,una encuesta nacional lanzada por laUniversidad de Quinnipiac en 2017 revela quelos demócratas son considerablemente mássensibles al antisemitismo que los republica-nos. La encuesta también muestra grandesdiferencias sobre sus respectivas percepcionessobre si “el nivel de odio y prejuicio en losEE.UU. ha aumentado” desde la elección deTrump: 84% entre los demócratas, pero sólo el42% entre los republicanos.Jim Lobe explica que gran parte del aumentodel apoyo republicano a Israel probablementerefleje la deriva hacia la derecha, por lainfluencia de los evangélicos sionistas, cuyateología, como eufemísticamente decía en1984 Irving Bristol, era pro-Israel, pero “noexactamente pro judío”. ( Jim Lobe, 14, 3.2017, https://lobelog.com/anti-semitism-republicans-vs-democrats/)Jonathan Weissman, autor del libro “Ser judíoen Estados Unidos en la Era Trump”, ha alerta-do del peligro de subvalorar el antisemitismotradicional. Conmocionado por la masacre enla sinagoga de Pittsburg, su libro advierte delos peligros del nacionalismo creciente, la into-lerancia promovida desde arriba y del odioantisemita de abajo. Sin embargo, práctica-mente en la mayoría de las audiencias dondeWeissman presentó su libro, encontró unrechazo airado a su advertencia: “Me han lla-mado judío paranoico lleno de auto-odio. Elpresidente Donald Trump trasladó la embajadaestadounidense a Jerusalén, anuló el acuerdonuclear con Irán, hizo todo lo que el primerministro Benjamín Netanyahu, le ha pedido.No, me han dicho, fanáticos dispersos en losmárgenes, no debiera ser motivo de preocupa-ción. En cambio, el movimiento de boicot, des-inversión y sanciones, BDS, es la amenaza, aligual que las voces de la izquierda contra laspolíticas y acciones israelíes hacia los palesti-nos. Ah, y el fanatismo de Louis Farrakhan líder

de la Nación del Islam” (Jonathan Weissman,Time of Israel, 30/10/2018)Ahora bien: la desmitificación de Weissmansobre el peligro del antisemitismo islámico,condensado en la figura del fundador de laorganización Afro Americana musulmana, esmucho más que una advertencia: recuerda alos judíos en el mundo, no sólo en EE.UU., queel neo fascismo pro sionista y los autoritariospopulismos que procuran aliarse al Israel deNetanyahu, son un falso y peligroso aliado quehoy nos acecha,(https://blogs.timesofisrael.com/its-time-for-jews-to-open-our-eyes-to-the-anti-semitism-building-on-the-right/)

ConclusionesA pesar que la declaración sobre antisemitismoy hoja de ruta de IHRA subestima a agentes dela judeofobia tradicional, prefiriendo motiva-ciones y agentes del “nuevo antisemitismoantisionista”, las recientes masacres perpe-tradas en la sinagoga de Pittsburg y en dosmezquitas de Nueva Zelandia muestran letal-mente que criminales neonazis y fundamenta-listas de ultraderecha son responsables de unsimilar odio antijudío y anti musulmán.En Argentina, el último Informe DAIA sobre

antisemitismo 2017, parece confirmar que elantisemitismo tradicional prevalece sobre el“nuevo antisemitismo. Así, mientras el 29% dedenuncias corresponden a la categoría “expre-sión xenófoba, el 17 % a conspira-ción/dominación del mundo y 16% a simbolo-gía nazi, solo fueron registradas 22% de expre-siones vinculadas a Medio Oriente (“nuevoantisemitismo”) frente a un total 62% de anti-semitismo tradicional.Es amenazador el vertiginoso ascenso de gru-pos de extrema derecha extraparlamentaria enla Europa democrática liberal, así como laofensiva contra instituciones liberales desdeel interior de las esferas pública en países deEuropa Central, en la gran democracia deEE.UU., y también en republicas latinoameri-canas. Una vez más, las minorías judías vuel-ven a quedar expuestas y desprotegidas enescenarios de peligrosa politización y trans-nacionalización del antisemitismo, la hispano-fobia y xenofobia..Muy deplorable, los mezquinos intereses polí-ticos y de seguridad de corto plazo del gobier-no israelí de derecha traman alianzas geopolí-ticas con gobiernos y organizaciones de dere-cha en Europa, EE. UU y América Latina,poniendo en peligro los intereses nacionalesde mediano y largo plazo de las comunidadesjudías en el mundo.

* Investigador del Instituto H. Truman, Universidad Hebreade Jerusalén, director de la revista literaria NOAJ.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes Marzo/Abril 2019 | NUEVA SION #997 11

Por Ariel Kanievsky *

Un reciente informe elaborado por la Agenciade los Derechos Fundamentales de la UniónEuropea considera que los judíos de Europanecesitan más protección que hace 5 añosdebido al crecimiento de las hostilidades, prin-cipalmente en Francia, Alemania, Bélgica,Holanda y Suecia. En este sentido, AntonioGuterres – secretario general de la ONU– en undiscurso pronunciado el pasado DíaInternacional de Conmemoración de lasVíctimas del Holocausto afirmó que "el antise-mitismo volvió y se agrava". Por desgracia, losúltimos acontecimientos le dan la razón.Algunos países del este –Polonia, Hungría,Letonia o Lituania– han comenzado a realizarun lavado de imagen para minimizar el papelde sus ciudadanos y dirigentes locales en elasesinato de millones de judíos durante laShoá. Este revisionismo histórico viene de lamano del éxito electoral que están teniendo lospartidos políticos de extrema derecha enEuropa. La ciudadanía, por su parte, colaboracon su ignorancia e indiferencia: una recienteencuesta reveló que el 40% de los jóveneseuropeos no sabe "casi nada" del horror quesignificó el Holocausto. No extraña, por tanto,que los actos antisemitas hayan regresado.En Umea, al noreste de Suecia, la comunidadjudía local tuvo el pasado año que cerrar suspuertas debido a las reiteradas amenazas reci-bidas por parte de grupos neonazis. EnAuschwitz, recientemente, un grupo vinculadoa la extrema derecha se manifestó en la afuerasdel recinto durante una ceremonia oficial enconmemoración de la Shoá e interrumpió elacto lanzando proclamas antisemitas. EnFrancia –el país de la libertad, igualdad y fra-ternidad– decenas de tumbas del cementeriojudío de Quatzenheim fueron profanadas conpintadas de simbología fascista. Del otro ladodel Atlántico, en la ciudad estadounidense dePittsburgh, un supremacista blanco de extremaderecha asesinó en el año 2018 a 11 judíosmientras rezaban un sábado en la sinagoga.Pero sería un gravísimo error limitarse al anti-semitismo vinculado a la extrema derecha y alos grupos más conservadores de la sociedad.Las hostilidades hacia los judíos han regresa-do, pero ese nuevo antisemitismo no es unifor-me. Al odio antisemita tradicional hay queagregarle, en la actualidad, el antisemitismoproveniente de la izquierda y del islam radical.Este último, en su guerra declarada contraOccidente, ve tanto a los judíos como a los cris-tianos como sus enemigos principales. EnFrancia, Bélgica o Suecia, entre otros, un por-centaje muy alto de los ataques antisemitas delos últimos años fueron perpetrados por indivi-duos de ideología yihadista.

¿EL BDS es antisemitismo?Dentro de la izquierda el caso más sonante esel del movimiento BDS (Boicot, Desinversionesy Sanciones) en contra de Israel. Esta iniciativainternacional promueve el boicot al Estadojudío y ha ganado muchos partidarios en losúltimos años. Uno de ellos es Jeremy Corbyn,actual líder del Partido Laborista Británico,quien respaldó formalmente el BDS en el año

2015. Esta política antiisraelí de ciertos secto-res de la izquierda ha forjado extrañas alianzascon movimientos de carácter islamista. El pro-pio Corbyn, por ejemplo, asistió a una ceremo-nia en honor de los terroristas responsables dela masacre en los Juegos Olímpicos de 1972 enMúnich y se reunió en varias ocasiones conmiembros de Hamás, declarada organizaciónterrorista por Estados Unidos y la UniónEuropea y en cuya carta fundacional se resca-tan las teorías conspirativas antisemitas clási-cas.Si bien la naturaleza antisemita de la extremaderecha y del islam radical es bastante eviden-te, la izquierda –y, en ocasiones, la extremaizquierda– rechaza a toda costa la etiqueta deantisemitismo. El artista británico RogerWaters, apasionado defensor del BDS, aseguróhace poco en medio de un concierto que "apo-yar los derechos de los palestinos no es antise-mitismo". En la misma línea, cuando en el año2015 el cantante de reggae Matisyahu sufrió unintento de censura en el festival RototomSunsplash que se celebra en Benidorm(España), los promotores del boicot aseguraronque "luchar contra las políticas de Israel no esantisemitismo". Obviaron un dato muy impor-tante: Matisyahu es judío pero no tiene ciuda-danía israelí, sino estadounidense.

Antisemitismo y antiisraelismo¿Se puede ser antiisraelí sin ser antisemita?¿Dónde hay que trazar exactamente esa delga-da línea que separa la crítica legítima a deter-minadas políticas de Israel y el antisemitismo?No es tarea fácil. Por un lado, el actualGobierno de Israel comete abusos por los quedebe ser criticado y condenado. Por otro, esuna realidad que en muchas de esas críticas seesconde un prejuicio antisemita. El académicoXavier Torrens, en su trabajo La Heurística delAntisemitismo Contemporáneo publicado en2016, propuso un modelo de reconocimientopara establecer qué es o no antisemitismo.Porque el antisemitismo de izquierda, a dife-rencia del antisemitismo de derecha o del isla-mista, es un antisemitismo que en muchas oca-siones está oculto. Asimismo, Natan Sharanskyformuló en 2004 el Test 3D del Antisemitismo(Deslegitimación, Doble Estándar,Demonización) que establece criterios clarosentre la crítica legítima a Israel y el antisemitis-mo. Xavier Torrens y Natan Sharansky están deacuerdo en que no toda crítica a Israel es anti-semitismo, pero los discursos que le niegan alpueblo judío su derecho a la autodetermina-ción, aplican una doble moral exigiéndole aIsrael un comportamiento que no se le exige aotros países o utilizan elementos del antisemi-tismo clásico, como la responsabilidad colecti-va, son discursos que cruzan la línea de lo legí-timo.De este modo, la crítica a Israel desde sectoresizquierdistas es utilizada en muchas ocasionescomo herramienta para vehicular el viejo anti-semitismo. Eso fue lo que ocurrió el pasadomes de febrero en Francia. Durante una mani-festación de los chalecos amarillos en París, elfilósofo y académico judío Alain Finkielkrautfue increpado e insultado al grito de "sionistade mierda" y "Francia es nuestra". En este

nuevo antisemitismo los términos "judío","sionista" e "Israel" son intercambiables y losjudíos siguen siendo vistos como extranjeros oquintacolumnistas. De igual modo sucedió enel año 2016 en Cataluña, cuando un diputadode izquierda llamado Benet Salellas calificó alpresidente de la comunidad judía de Barcelonacomo "agente exterior" y "miembro del lobbysionista" rescatando de esta manera los viejostópicos de los Protocolos de los Sabios de Sion.La antigua amenaza del antisemitismo se estápropagando nuevamente por toda Europa de lamano de la extrema derecha, el islam radical yla izquierda. Cuando finalizó la Segunda GuerraMundial y los crímenes realizados porAlemania contra los judíos europeos salieron aluz, Europa comprendió, sumida en la másabsoluta vergüenza, que el antisemitismogenerado durante siglos en el seno del conti-nente había finalmente provocado la tragediamás grande de la historia de la humanidad. Lateología cristiana del reemplazo, el mito deldeicidio, los libelos de sangre, las persecucio-nes medievales, las expulsiones, las teoríasmodernas de la conspiración y, sobre todo, laopinión popular que siempre consideró a losjudíos como extranjeros en todos los países enlos que residieron, allanaron el camino sobre elque finalmente se construyeron las vías de trencon destino a los campos de exterminio.Sabiéndose responsable de la Shoá, Europase vio obligada a reprimir su antisemitismo.Hoy, 74 años después de la liberación deAuschwitz, ese antisemitismo está regresandoal viejo continente, y los datos son bastantepreocupantes.

* Profesor de Historia Judía.

El retorno del antisemitismoLas múltiples fuentes de una amenaza que recobra vigencia

El resurgimientoEl resurgimiento

del antisemitismodel antisemitismoEl resurgimiento

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Jeremy Korbyn asistió a una ceremonia enhonor de los responsables de la masacre en losJuegos Olímpicos de 1972 en Múnich.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes12 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

De antisionismo y antisemitismoLa situación en Europa y en otras geografías, no parece asemejarse al fenómeno descrito por Peter Schäfer quecuando habla de Judeofobia –término que es usado sin mucha precisión en Sud-América- examina un espectrode comentarios sobre los judíos y su religión en los escritos griegos y romanos, centrándose en los temas quemás interesaban al mundo clásico pagano, descubriendo resentimientos étnicos profundamente arraigados. Ennuestros días, el odio a los judíos, basado en acusaciones de impiedad, xenofobia y misantropía, adquirió un

nuevo elemento: el miedo a lo que representa el Estado Judío y su sustento ideológico: el Sionismo.

Por Rabino Yerahmiel Barylka (Israel)

Me alcanzó residir cuatro años en Europa, parasentirlo en mi propia piel. No fuimos atacados nifísica ni verbalmente en la calle, como me sucedíaen Buenos Aires, allá lejos y hace tiempo, durantemi niñez y juventud. Pero era suficiente ver elpánico en los agentes de seguridad que nos exi-gieron, por cierto sin éxito, quitarnos la kipá en lacalle, y ocultar bajo alguna gorra las peot al vien-to de nuestro hijo, tal como hacían casi todos losjudíos observantes residentes en el país. Asíhicieron autoridades comunitarias mexicanas queprohibían llevar las talitot en la calle, muchosaños después que el gobierno del presidenteEcheverría, tan vinculado a la masacre deTlatelolco, decidiera el 10 de noviembre de 1975,el voto de México a favor de la Resolución 3379 dela Asamblea general de Naciones Unidas, quedefinió al sionismo como una forma de racismo,temerosas que los mantos rituales exacerben elodio contenido por algunos residentes de losbarrios en los que residen los judíos.Ni los antisemitas ni los anti-sionistas contempo-ráneos están interesados remotamente en la "crí-tica" de los judíos, ni les interesan la naturalezadel dios judío; ni las restricciones alimentarias(aunque más dirigidos para molestar a los inmi-grantes islámicos apliquen la prohibición del fae-namiento ritual de las dos religiones), ni la absti-nencia del cerdo, ni las leyes relativas al sábado;ni la práctica de la circuncisión (que tambiénintentan aplicar en algunos países).Quizás la única coincidencia con la judeofobiasean los resentimientos étnicos profundamentearraigados y las fáciles acusaciones de impiedad,xenofobia y misantropía contra israelíes y judíos.La crisis migratoria en el Mediterráneo que conta-biliza la entrada a los países del continente euro-peo en los últimos años de más de un millón depersonas, de las cuales más del 90% ha solicita-do asilo político, ha acentuado la crisis de identi-dad de los propios europeos, y ha acelerado laruptura del tabú sobre el antisemitismo clásico,que dio la ilusión errónea que había desaparecidode los corazones de las masas. Los partidos polí-ticos buscan aumentar a sus partidarios entre lanueva masa y se cuidan de adoptar medidas con-tra la prédica terrorista por temor de ser acusadosde islamofobia. Lo mismo sucede con los mediosde prensa clásicos y digitales, muchos de elloscomprados, como equipos deportivos, por capita-les que llegan de países extranjeros y por quie-nes, residiendo en ellos necesitan lavar sus dine-ros.Los nuevos antisemitas se sienten más libres endifamar y demonizar a los sionistas y deshumani-zarlos. Los fanáticos anti-sionistas se sientenlibres de difamar a Israel con impunidad comple-ta.Hay pocas sanciones legales disponibles paracontrarrestar esas campañas.Y mucho menos pueden hacer las comunidadesjudías ocupadas en cubrir sus déficits buscandoreducir sus actividades, en las que poco espacioocupa la lucha contra las jugosas campañas quelos antisionistas organizan.

Casi simultáneamente con la escritura de esteartículo se lleva a cabo en más de 200 ciudades detodo el mundo La Semana del Apartheid Israelí(IAW, por sus siglas en inglés) con una serie deeventos que busca crear conciencia sobre el régi-men del supuesto apartheid de Israel sobre elpueblo palestino y generar apoyo para el crecien-te movimiento de boicot, desinversión y sancio-nes a Israel (BDS). Si deseáramos medir su éxitoalcanza con recordar que el Partido Laborista delReino Unido, en su conferencia de septiembre de2018, aprobó una moción que condenaba el asesi-nato de los manifestantes palestinos en Israel ypidió que se congelaran las ventas de armas aIsrael y que pese a sus derrotas en los estradosjudiciales no cesan sus esfuerzos para amedren-tar a empresas para que decidan interrumpir todatransacción con Israel. El antisemitismo islámico,por supuesto, no sólo afecta a Gran Bretaña. Enalgunos círculos el antisemitismo en Alemania yde otros países europeos, también se ha converti-do cada vez más en una parte de la identidadmusulmana.Muchos liberales que se oponen a esas campa-ñas, las protegen como "libertad de expresión" obien como enunciado de un punto de vista políti-co "legítimo", sin percibir que generalmente nohay distinción en teoría o práctica entre israelíes yjudíos. Musulmanes, cristianos y "no creyentes"también han sido víctimas de la violencia islamis-ta indiscriminada infiltrada ya en la política, en lasuniversidades, y en los medios, pero su objetivoprincipal son Israel y los judíos.

Judíos contra el Estado de IsraelCuando la “Red Internacional Judía Anti-Sionista”afirma que “busca desafiar la violencia y la injus-ticia del apartheid israelí, y desafiar la idea de queel antisionismo es el antisemitismo” (en palabrasde Becca Tumposky ex activista del área de SanFrancisco y miembro de la Organización Socialistade Freedom Road), envía un mensaje coherentecon la prédica usada por los antisemitas europeosy del mundo. Michelle Goldberg, corresponsal deThe American Prospect y columnista de The DailyBeast, Slate y The New York Times, aduce sinrodeos que “la propuesta de eliminar el Estadojudío no sólo no es antisemita, sino que de algúnmodo se ajusta a los valores de los judíos de laDiáspora”..., pero, con su capacidad intelectualno puede creerse lo que afirma, aunque es verdadque muchos judíos de la Diáspora reniegan deIsrael, tema que debería ser abierto en algunaoportunidad porque además de ser muestra deasimilación pertenece a otra categoría.Sin embargo, sus seguidores menos sofisticadosno ahorran adjetivos cuando escriben que “El sio-nismo es racista. Demanda poder político, econó-mico y legal para las personas y culturas judías yeuropeas por encima de los pueblos y las culturasautóctonas. El sionismo no solo es racista sinoantisemita. Respalda la imaginería antisemitaeuropea y sexista del ‘judío diaspórico’ afemina-do y débil y contrapone a éste un ‘judío nuevo’violento y militarizado, que es un perpetrador y nouna víctima de la violencia racializada” (Fuente:International Jewish Anti-Zionist Network)

Los pensamientos citados, al provenir de pensa-dores y activistas nacidos como judíos, son partedel racional que permite justificar el antisemitis-mo más virulento cuando los ataques se dirigencontra el Sionismo e Israel. No faltan modelos deesos judíos en la historia.Coincido plenamente con el estudioso de la histo-ria del antisemitismo Robert S. Wistrich, Profesorde la Universidad Hebrea de Jerusalén, (fallecidohace cuatro años), quien dirigió el CentroInternacional Vidal Sasson para el Estudio delAntisemitismo, que escribió que la difamación deIsrael se ha convertido en nuestro tiempo, en elprincipal vehículo para expresar el antisemitismo"políticamente correcto", tanto en su inspiraciónislamista, cristiana, nacionalista, de derecha o deizquierda. Tanto el antisionismo como el antise-mitismo son esencialmente enseñanzas del odio yla negación dirigidos contra la dignidad judía, elderecho a la autodefinición colectiva y a una iden-tidad nacional judía. Ambas ideologías encarnanuna inclinación mental sobre la difusión de imá-genes de odio y percepciones distorsionadas delos judíos que los vinculan a una gama de malescontemporáneos, incluyendo racismo, militaris-mo, apartheid, etnia, fascismo, nazismo y genoci-dio. Los antisionistas y los antisemitas estánigualmente decididos a transformar a los judíos(las víctimas finales del genocidio en masa ensiglo XX) en malvados delincuentes y asesinos,exactamente como los Padres de la Iglesia hicie-ron con su fabricación del cargo de deicidio contralos judíos ( Parallel Lines: Anti-Zionism and Anti-Semitism in the 21st Century).No soy para nada optimista. La situación soloempeorará.Los esfuerzos tan tardíos y tan débiles de intentarincluir en los colegios la enseñanza de la Shoá,que es una posible solución para racionalizar elentendimiento del odio racial y poder elaborarlo,no perturbará la formación de los educandos. Eltemor de las fuerzas políticas en Europa de perderlos votos de la población que se identifica conquienes desean destruir a Israel, el trabajo misio-nero de las mezquitas que cada vez van ganandomás adeptos y que para ello hacen un excelentetrabajo social que ahorra muchos fondos a losmunicipios y los gobiernos, la debilidad de lascomunidades judías que ni siquiera se animan adenunciar atentados alegando que fueron realiza-dos por grupos marginales, pintan un panoramamustio. Universidades y equipos deportivos nece-sitados de donantes están dispuestos a aceptarabierta o solapadamente lo que perciben es unamanera de congraciarse con quienes les aportanlas sumas necesarias para subsistir.Si a todo ello sumamos una educación asionistaen muchas de las escuelas comunitarias y enalgunas agrupaciones juveniles comunitarias, y laincipiente participación de jóvenes judíos que soncapturados emocionalmente por grupos de judíosantisionistas, el panorama no puede ser peor.Quienes conocemos la historia sabemos cómoterminará todo ello algún día, pero, el precio quedeberemos pagar hasta que lo veamos, no serábreve.

El resurgimientoEl resurgimiento

del antisemitismodel antisemitismoEl resurgimiento

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel Marzo/Abril 2019 | NUEVA SION #997 13

Bibi lo hizo de nuevoEl 9 de abril Benjamín Netanyahu ganó su quinta elección y ratificó, por si quedaban dudas, que es en uno de

los políticos más decisivos de la historia de Israel. Hace 10 años consecutivos viene marcando la agenda políticade ese país a su gusto. Este último desafió electoral no era fácil ya que enfrente tenía al ex general Benny

Gantz, un hombre con un enorme prestigió público y que demostró, a la hora de diseñar su armado electoral ysu campaña, que sabe de política. Ahora a Bibi solo le preocupa la Justicia: es lo único que puede arruinarle su

“perpetuidad” en el poder.

Por Damian Szvalb *

Bibi Netanyahu lo hizo de nuevo: volvió ademostrar que políticamente nadie puede conél. Ganó las elecciones del 9 de abril y seráquien lidere una coalición de gobierno porcuarta vez consecutiva. Para eso hará lasalianzas que tenga que hacer, seguramentecon el bloque que va de la derecha a la extre-ma derecha de la política israelí que fue elque logró más votos.

Por el lado de la oposición, por primera vezdesde 2009 cuando irrumpió con fuerza elec-toral Tzipi Livni y estuvo cerca de formargobierno, el centro político israelí pudo pre-sentar una opción competitiva. Para confor-mar el partido “Azul y Blanco” se juntarontres ex generales con muy buena considera-ción pública como Benny Gantz, MoshéYaalon y Gabi Ashkenazi y un carismáticopolítico y ex presentador televisivo, YairLapid.

A pesar de alcanzar la misma representaciónparlamentaria que el Likud, a Gantz no lealcanzarán los votos para armar gobierno. Sinembargo su éxito es innegable: en solo dosmeses armó un frente político sólido y cohe-rente que logró poner bastante nervioso aBibi. No es poco, pero necesitaba ganar porun buen margen para poder a partir de esotener posibilidades de construir alianzas contodos los partidos que están del centro haciala izquierda en el arco político israelí que, detodos modos, no pueden ayudarlo para formargobierno: hicieron una de las peores eleccio-nes en su historia.

Bibi ganó y formará gobierno porque es quienmejor se adapta dentro de la política israelí alas actuales corrientes ideológicas que atra-viesan el mundo con mucha fuerza. Al mismotiempo tiene para mostrar logros en las varia-bles económicas y una política exterior exen-ta de valores pero muy eficiente en términosgeopolíticos.

Puede mostrar que se lleva bien con Trump ycon Putin al mismo tiempo y que logra acer-carse e incluso cooperar con los países árabescomo nunca antes lo hizo nadie. Tampocotiene problemas en asociarse con líderescomo Jair Bolosonaro o el húngaro VicktorOrban que representan un nacionalismoextremo y xenófobo. El brasilero le abrió laspuertas de una región lejana para Israel comosiempre lo fue Sudamérica. Y de la mano deOrban y de otros líderes ultraconservadores,Israel hizo pie como nunca en una Europageneralmente hostil con las políticas israelíeshacia los palestinos.

Frente a la aparición de un rival importantecomo Gantz, su campaña electoral buscó fide-lizar a su electorado. Lo hizo, otra vez, exa-cerbando los miedos de los israelíes: hastahoras antes de que se comenzara a votar, Bibi

advertía sobre los peligros que ace-charían sobre Israel si ganaba laizquierda que representa Gantz.También se ocupó de endulzar losoídos de sus posibles socios degobierno que no quieren saber nadacon la posibilidad de sentarse anegociar con los palestinos. Sus últi-mas declaraciones fueron claras enese sentido: "Yo no distingo entrelos bloques de asentamientos y losasentamientos aislados, porquecada asentamiento es israelí, y yo nolo entregaré a la soberanía palesti-na". También prometió que no dividi-rá Jerusalén, que no evacuará ningu-na colonia y garantizará que "Israelcontrole el territorio al oeste del (río)Jordán".

Quizás estas palabras, muy efectivasen términos electorales, lo puedancomplicar en su próximo mandato,sobre todo si el impredecible Trumpavanza con su idea de imponer unacuerdo de paz con los palestinos. Elasesor de Seguridad Nacional de laadministración Trump, John Bolton,dijo que la propuesta de paz delgobierno estadounidense será publi-cada "en un futuro muy cercano".Sea lo que fuera esa propuesta,nunca podría conformar a Bibi y a sussocios de derecha ya que se trataríade un cambio radical en la postura que vienensosteniendo desde hace 10 años: pareceinviable que alguien pudiera obligar a Bibi aque ponga fin a su política de statu quo quehace 10 años mantiene congelado el vínculocon los palestinos.

Solo si se piensa que este posible pero muyimprobable escenario pudiera llegar a darseen el corto plazo, se podría pensar que laopción más racional a la hora de conformar unnuevo gobierno no estaría en la extrema dere-cha sino en el centro, que está representadopor el Partido de los ex generales. ¿Se lo pro-pondrá el presidente Rivlin cuando lo invite aformar gobierno? A estas horas, parece impo-sible una convivencia en el poder entre Bibi yGantz.

Por eso una imagina que en estos momentosBibi solo está pensando en cómo conformarásu gobierno con sus socios de siempre. Por unlado, deberá contener las muchas condicionesque seguramente le intentarán imponer lospartidos ortodoxos como Shas y Unión por laTorá que hicieron una gran elección (8 esca-ños cada uno). Por otro lado, se sacó de enci-ma a sus ministros que fundaron el Partido dela “nueva derecha” y les fue muy mal. TantoNaftali Bennett, quien hace 4 años era señala-do como el sucesor natural de Bibi y AyeletShaked, quien hizo campaña reivindicando alfascismo, deberán aceptar el lugar que Bibi

quieras darles. Bibi sí necesitará a Unión deDerechas que consiguió 5 escaños y a Kulanudel ex Likud, Moshe Kahlon con 4.

El Laborismo (6 escaños) sigue su lento peroconstante camino hacia la insignificanciaabsoluta a la hora de posicionarse como alter-nativa de poder (su último primer ministro ter-minó su mandato en 2001) y todo lo que estáa su izquierda apenas sobrevive electoral-mente hablando. Si bien Gantz prometiódurante la campaña que buscará un acuerdocon los palestinos en el marco de una nego-ciación regional en la que se involucre elmundo árabe, hubiese sido difícil contener alos partidos árabes que hicieron una buenaelección (10 escaños entre los dos que entra-ron) y que están cada vez están más radicali-zados en relación al conflicto con los palesti-nos.

Bibi hizo una excelente elección: fue el másvotado en un contexto que parecía bastantedesfavorable para él, no solo por el desgastenatural que cualquier líder sufre después deestar en el poder durante 10 años, sino por losgravísimos casos de corrupción por los queseguramente será imputado más tempranoque tarde. La Justicia sí puede arruinarle loque la política no pudo: su continuidad en elpoder.

* Magister en Relaciones Internacionales (UTDT)

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Festividades14 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Por Laura Kitzis *

Padres, tíos, sobrinosPesaj es, de hecho, una fiesta lúdica, una fiestapara chicos: La limpieza del jametz, las pregun-tas de los cuatro hijos, la búsqueda delAfikomán, las canciones… Tal vez ese sea elrasgo que la hace funcionar tan bien –muchomejor que otras fiestas y la literatura ha toma-do nota de esto- como telón de fondo para lamelancolía. Alguna vez fuimos niños. Algunavez buscamos el Afikomán, y alguna vez, loencontramos. Luego lo perdimos y entonces talvez, sólo quede la nostalgia.Humberto “Cacho” Costantini, el escritor

argentino de origen judeoitaliano, nos lorecuerda en estos versos de singular belleza:Adonái, mi Dios, Dios de los manteles delino, y de las primicias.Dios de las hierbas amargas, del apio de lalechuga y el “ jaroset”.

Dios de los sombreros de fieltro y del “talet”,y de la” matzá”, y de los candelabros y de lafina vajilla.

Dios del primero, y del segundo,y del tercero, y del cuarto vaso de vinodurante la primera y la segunda noche dePesaj.de las palabras “jamor”, “goiá”, “ quinim”,de “Questo e il pane dell’ aflizione che man-giarono i nostri padrinella tierra d’ Egitto: chi ha fame venga emangi...”

Dios de irreprochable solvencia, burgués yculto,que mis civiles abuelos civilizaron con susbuenos modales,despojándolo de la antigua locura del desierto,de su fanatismo, de sus celos,de sus terribles caprichos, y de su plebeyovozarrón de trueno.

Adonái, Adonái, “Re dell ‘universo,creatore del fruto della vite”.

Benevolente, itálico Adonái,tío lejano, viejo pariente en fotos amarillas,te ruego me perdones la demora en contestartu amable carta,pero debo decirte: estoy en Buenos Aires, enAmérica,tengo que hacer el mundo en cinco días, notengo tiempo,pienso que podría afectarte el corazónesta enorme locura, por lo tanto es mejor quete quedes en Turín,abrigado y en paz, y que me dejesinventándolo todo desde el principio.

Te saluda, y a veces te recuerdacon pavota nostalgia:tu sobrino.

(“Eli, Eli, Lama Sabactani”; HumbertoCostantini-fragmento-)El dios de la infancia es sólo una foto gastadapor el paso de los años. Un burgués con relojde cadena, un dios que ha caído (no es un dios-padre, es un dios-tío) pero alguna vez fue locoy plebeyo, furia y vozarrón. Algo de esa locuraantigua intentará rescatar el autor de estepoema para sí. Para inventar ¿transformar?todo desde el principio. Cambiar el mundo.Humberto Costantini sufrió -como tantos escri-tores de su generación- el exilio. Como tantos,se comprometió en la lucha por una sociedadmás justa. Su decimonónico dios turinés tal vezno lo hubiera comprendido del todo, ni aproba-do sus modales. Sin embargo “…chi ha famevenga e mangi …”, “… quien tenga hambre quevenga y coma…” ¿Qué mejor frase, después detodo, para inspirar un mundo mejor? Desdecierto punto de vista, el tío y el sobrino teníanmás en común de lo que pensaban.

La hijaQué pena que se hayavisto tanto “El violinis-ta en el tejado” y por lotanto se haya leído tanpoco “Tevie el leche-ro”, y no se lea nadapero nada del resto desu obra. En estos tiem-pos de 8M, pañuelosverdes y deconstruc-ción machirula, más deune se llevaría una sor-presa con ScholemAleijem. El más femi-nista de nuestros escri-tores. Debería ser delectura obligatoria entodas las escuelasjudías. (O en todas lasescuelas).“En la tormenta” esuna novela dolorosa,

cruda. Es la historia de un grupo de jóvenesjudíos- algunos bolcheviques, otros sionistas.Una especie de “Friends” en la Rusia pre revo-lucionaria, intentando cada uno resolver supropia “cuestión judía”. Como en “Tevie…” elconflicto generacional guía el relato y (al igualque las hijas del famoso lechero) son las pibas–doblemente oprimidas en su condición dejudías y de mujeres- las que van corriendo todoel tiempo las fronteras de lo posible.Las siguientes palabras las pronuncia Tamara.A quién su madre le ha rogado que se estreneun vestido nuevo para la cena y a quién supadre le ha pedido que le formule las cuatropreguntas de la Hagadá. El capítulo se llama“El Séider”:“Por lo que puedo ver… albergamos la espe-

ranza de ser nuevamente liberados de la dis-persión en la que ahora nos hallamos… Puesbien, te pregunto padre: Primero. ¿Qué hemoshecho hasta ahora para lograr esa liberación?Segundo. Quisiera saber si todos los judíos delmundo están de acuerdo en que venga elMesías… ¿O es que hay algunos que no tienenel menor deseo de que el Mesías vaya a sacar-los de un país civilizado donde tienen hermo-sas casas y valiosas propiedades…? Tercero.Quiero que me digas, pero con toda veracidad,si no es cierto acaso que toda esa historia delMesías y de Jerusalén no es más que una viejaoración escrita hace siglos, para uso de nues-tros antepasados. Y Cuarto. Si es así, ¿quéobjeto tiene toda esta comedia? Perdóname,papá, si con mis preguntas tontas te he echadoa perder la fiesta; y si puedes, respóndelas.”(“En la Tormenta”, Scholem Aleijem)

El hijo“Las fiestas son sagradas, no nos des sorpre-sas Mario, no nos falles”. Y Mario sabe quefallar no es solamente no ir o llegar tarde, haymuchas maneras de “fallar”. Fallar es tambiénla relación que Mario sostiene con Graciela DiPaola. En esto piensa, mientras ella plancha sucamisa.“Lo único que me faltaba, dejar al niño ir así al fes-tejo de su sacrosanta Pascua cuando los padressaben a ciencia cierta que estuvo cohabitandoconmigo durante las últimas dos semanas…”

“Sabés bien que deseo llevarte a la casa delos viejos… pero no puedo caerme en medio deuna fiesta con vos y sin avisar para colmo.”

“¿Por qué, apesto? ¿No soy lo que se dice unachica presentable? ¿No tengo las cualidadesque tus sacrosantos padres esperan en unanuera como la gente? ¿O será que temen ver enmí, aquella que va a atiborrar de cruces el cue-llo de sus nietos?”

“Le tendió la camisa y lo vio vestirse en silen-cio. Sólo cuando escuchó el ruido del ascensorllevándose a Mario permitió que el sollozoestallara en su boca con gemidos casi infanti-les.” (“Donde Sopla la Nostalgia”, MauricioGoldberg)

Mario no es libre. Jamás lo será mientras no

TresdePesajA diferencia de Rosh Hashaná, Pesaj cae junto a Semana Santa, que es una fiesta de ellos… días antes, todos y todasy todes los que trabajamos o circulamos en ámbitos no judíos nos deseamos recíprocamente “¡Felices Pascuas!” -

que no es lo mismo pero es igual-. Y tenemos, por un fugaz instante, la ilusión de que somos todos hermanos y prac-ticamos alguna religión universal que nos une en un gran abrazo fraterno. Dura hasta el primer Seder, después se

pasa. Pesaj, como tantas otras fiestas, también se ganó su lugar en la literatura judía. Allá vamos.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Festividades Marzo/Abril 2019 | NUEVA SION #997 15

Por Alicia Toker *

Pesaj. La fiesta de la Libertad y de laRedención. Antes de la estipulación del calen-dario hebreo con el mes Tishrei (RoshHashaná) como el primer mes del año eraNisán, Pesaj. El año comenzaba con la liber-tad.Pesaj nos permite una reflexión personal y ala vez colectiva, nacional. El Tiempo es laesencia de la existencia judía. Nuestra histo-ria se define en el tiempo. El dominio del tiem-po es libertad. Un esclavo no tiene decisiónsobre su tiempo.La semana judía se diferencia entre lo profanoy lo santificado en Shabat. Pesaj nos invita apensar en cómo traer esa santificación a lavida y al tiempo. A través de la Redención. Labrecha entre Golá, diáspora y la Gueulá,redención, en la tierra propia. Ese es el tra-yecto que inician nuestros antepasados desdela Salida de Egipto hasta llegar a la tierra pro-metida. Es un largo proceso.Entender que la libertad personal implica ungran compromiso en la defensa de la libertadde los otros. La santificación requiere no elcielo, sino la tierra y a eso se llega solo pormedio del ser humano. Solo el ser humanopuede acercar la redención. Al hombre lecorresponde el Tikún Olám, el hacer de estemundo un mundo mejor a partir de la ética, lamoral. Nuestros actos son nuestro compromi-so.Cada año y en cada festividad debemos pen-sar el aquí y el ahora. Qué nos propone cadafecha. No solo la tradición del festejo sino elporqué ahora. Qué me dice hoy.Hay mucho que pensar acerca de los doloresdel pasado y la supuesta comodidad de nues-tro presente. Mientras haya pobres, esclavosen muchos sentidos no solo laborales, sinotambién oprimidos de todo tipo, es nuestraresponsabilidad como judíos acercar laGueulá. El Pueblo Elegido implica esa respon-sabilidad respecto al mundo.La voz de la mujerY hablemos del Seder de Pesaj. Pensando unasociedad patriarcal podríamos inferir que elrol de la mujer es el de servir la comida yhacer que todos los invitados estén a gusto.El judaísmo no plantea ese lugar. La salida deEgipto se llevó a cabo “por el mérito de lasmujeres”. Cuenta una Hagadá, que las muje-res solían visitar a sus esposos en los terri-

bles y agotadores días del trabajo esclavo.Llevaban agua, los lavaban y los untaban enaceite y hacían el amor para concebir y seguirla estirpe. Una apuesta a la vida, ese méritollevó a la liberación.Las mujeres son progenitoras que traen santi-dad a sus hogares. La sabiduría de la mujerconectada espiritualmente con las dimensio-nes internas de la Torá y de su ser. Las cuatrocopas, que es menester que la mujer beba enel Seder, corresponden a las cuatro Madres deIsrael Sará, Rivká, Rajel y Lea. “Yo os sacaréde debajo de las cargas de Egipto “(Éxodo6;67), “Os libraré de la servidumbre”. “Osredimiré con brazo extendido”. “Os llevaré ami pueblo”. Estas son las bendiciones para las4 copas.Y todos debemos relatar, hombres y mujeres.“Y le contarás a tus hijos”. Que la mujer hagaescuchar su voz. Es la madre quien ayuda alhijo que no sabe preguntar. En el Seder su vozdebe ser escuchada.Entonces, tres de los hitos más importantesdel Seder desde las normas judías, la Halajá,debe contar con la participación de la mujer.Beber las 4 copas, estudiar y relatar las fuen-tes de la festividad y reclinarse alrededor dela mesa, como status de persona libre. Ellasfueron parte del milagro de Pesaj.Esto es fundamental, pues por la Halajá, lasmujeres están exceptuadas de las normasrelacionadas con el tiempo. Su condición demadres implica que no pueden interrumpir elamamantamiento y la atención de sus hijospor las oraciones que están fijadas en el tiem-po. Pero no en Pesaj. Por el mérito de lasmujeres piadosas de esa generación Israel fueredimido. Por eso es fundamental su presen-cia y su voz.“Hogar” es mujer. Ella es imprescindible en lavivencia del Seder.El judaísmo acuña un término en las escriturasde nuestros sabios “Mujer importante”.Aludía a mujeres que gozaban de cierta inde-pendencia económica o eran figuras públicas.Ellas podían reclinarse. Hoy todas las mujeresdeben reclinarse alrededor de la mesa fami-liar pues gozan de autonomía e independen-cia.Es un largo camino aún por recorrer. Esto es loque debería ser. Por eso Pesaj en el aquí y elahora nos compromete como en el relato y lec-tura de la Hagadá, a defender las diferencias ya dialogar. Así podremos, en esta que es la

primera clase audiovisual de la historia apro-vechar la posibilidad didáctica para nuestroshijos.Debemos meditar y bregar por la eliminaciónde las brechas entre distintos sectores, a tra-vés de la tolerancia, aceptación y la repara-ción de las disidencias.Una festividad que implica la memoria, elcompromiso con las palabras y los hechos, larelación con los otros y el vínculo estrecho conlos más pequeños. La lectura de la Hagadá enel Seder se extiende para que la mujer conser-ve su lugar en la mesa, para refrescar lamemoria y para dar detalles y poder sentirnos“Como si nosotros mismos hubiéramos salidode Egipto y ahora somos libres”.Libertad que culmina en nuestra lectura dePesaj con “Leshaná habaá birushalaim”. Esaaspiración eterna al retorno de todos a nues-tra tierra. Que hoy más que nunca requiere dediálogo, compromiso con el “otro” y lograruna paz que es anhelo y es Gueulá.

* Prof. Nacional en Ciencias Bíblicas y Talmúdicas

pueda hacer coincidir las partes fragmentadasde su vida. Mientras no pueda hacer algo quelos esclavos – en Egipto o en cualquier lugar-no suelen hacer. Elegir. Sólo se elige desde lalibertad. Pero toda elección implica una pérdi-da. Ahí reside la angustia de la libertad. Mariopodría decir parafraseando a Sartre. “Soy milibertad”. “Este acto es mi libertad”, pero no lohace. Irá a la cena de Pesaj, ni libre ni redimido.

Egipto para todesYo me crié en la ortodoxia, motivo por el cual ir

a un Seder de Pesaj en donde se canta“Seminare” o cada uno recita un poema, sonexperiencias relativamente nuevas para mí.Son frecuentes las alusiones al “Egipto perso-nal”, “salgamos de nuestro Egipto personal”,“pensemos en nuestro Egipto personal”,“todos tenemos un Egipto personal”. No es así.No en Pesaj. La salida de Egipto fue un proyec-to colectivo. El proyecto de un pueblo. Nadie serealiza en una comunidad que no se realiza.Nadie sale de Egipto solo.En tiempos de exclusión económica y social, en

tiempos de racismo y xenofobia, la Hagadá dePesaj nos dice: “En cada generación debe elhombre verse a sí mismo como si él hubierasalido de Egipto”. Y también: “Amarás alextranjero porque extranjero fuiste en la tierrade Egipto”. De Egipto nos liberamos todos,todas, todes; o no se libera nadie.Pesaj Casher Vesameaj.

* Psicoanalista (UBA)

Pesaj

Digoldenekeit - La cadenadeoroEl calendario hebreo es memoria. A través de las fechas festivas, nos unimos a esos eslabones de la gran cadena denuestra pertenencia. En esos días somos uno en sentimientos y lenguaje no importa en el lugar donde estemos.

Esos tiempos conforman y nos incluyen en los eslabones. Pesaj en el “aquí y ahora” y el lugar de la mujer.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Página Joven16 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Por Mariana Temido

Mi nombre es Mariana Temido.Actualmente trabajo como PehilaMekomit (Activista local) en el movi-miento Hashomer Hatzair Río deJaneiro. Formé parte de la tnuá(movimiento) desde mis 8 años.Hice Shnat Hajshará (Seminario deEducación no Formal en Israel) en2014, fui Rosh Jinuj (Responsable deEducación) bogueret (egresada) yMazkirá (Secretaria General)Latinoamericana de la Tnuá en misaños post shnat (seminario enIsrael).

En 2017 tuve la oportunidad dehacer parte de la Veida Olami(Asamblea Mundial) de HashomerHatzair, momento en el cual conocí muchasmujeres inspiradoras, y tuve el tiempo de sen-tarme y aprender más de generaciones diferen-tes de Hashomer Hatzair. A partir de esa posi-bilidad, en 2017 empecé una investigaciónsobre el protagonismo femenino en mi tnua.Esa investigación ahora es un libro, que en esteexacto momento que les escribo está siendotraducido al inglés, y espero que un día tam-bién en español. Para contarles un poco dellibro, decidí compartirles parte de la introduc-ción que escribí:

El objetivo de este libro es mostrar tanto parashomrot/im (integrantes de Hashomer) comopara personas de afuera del movimiento juvenilque leen sobre nuestra historia, que las muje-res de Hashomer Hatzair existen, existieron ysiempre fueron protagonistas de luchas ennuestra tnuá. Por mucho tiempo busqué en losarchivos de kenim (las sedes que el movimien-to tiene en cada localidad) y en bancos dedatos virtuales, nombres de mujeres, con elobjetivo de traer a los janijim/ot (compañe-ros/as) un conocimiento que exceda a las figu-ras masculinas. Luego descubrí que esos nom-bres, por lo menos en las reducidas fuentes deLatinoamérica, poco existían, pero, al mismotiempo, yo sabía que esas mujeres con toda lacerteza tuvieron un rol importante en nuestramisión como Hashomer Hatzair. Después demucho reflexionar, llegué a la conclusión deque, como siempre, las mujeres debemos bus-car lo que queremos por nosotras mismas. Asífue durante todo nuestro proceso histórico deluchas y de conquistas de derechos, y, quizás,sea así para siempre. De esa forma, tuve unacerteza: si yo no encuentro documentos deesas mujeres o referencias a ellas, nadie logra-rá acceder a ese material, cada vez más esaspersonas y sus historias se tornan más anti-guas y olvidadas. Es necesario empezar hoy acompilar todos esos nombres. Basta de hablar

sobre feminismo y seguir utilizando apenasfuentes e ejemplos de hombres para explicarnuestra historia. Es por esas cuestiones queestoy acá, intentando expresar los hechos detodas las mujeres fuertes, inteligentes, maravi-llosas y tan admiradas, los ejemplos que esaspersonas son y todavía serán para nosotros. Yyo les garantizo: nuestros días de silenciamien-to terminan hoy.1

A partir de esa parte de la introducción dellibro, creo que queda más que clara mi idea yobjetivo con esa investigación, que es traer a lacomunidad judía el tema del protagonismofemenino, pero no simplemente cuando sehace una charla sobre el tema, sino comoherramienta educativa. El libro en su primeraparte es la historia de Hashomer Hatzair conta-da a partir de nombres femeninos. Se cuenta elmarco general del movimiento, pero a través dehistorias personales de mujeres que estabanen esos momentos. La segunda parte son rela-tos de mujeres en todos los países dondeHashomer tiene kenim (sedes), contando quées y cómo se desarrolla el feminismo en su ken.Interesante decir que esa parte cuenta con rela-tos de mujeres de 20 años, pero también depost bogrot (egresadas) de 80 años, inclusopersonas que fundaron kenim, como TamarCampos, fundadora de Hashomer HatzairVenezuela. La idea de estructurar la investiga-ción así surgió porque, para mí, así como noso-tros usamos jaguim (fiestas judías) y marcossionistas para educar temas diversos, es posi-ble e importante que pasemos a usar textos ehistorias de mujeres para explicar temas comu-nes, del a día a día. Permitir y ayudar que cadavez más mujeres ocupen espacios de liderazgoy que sean conocidas no pasa solamente porhacer charlas sobre esas personalidades, sinotambién por valorar y divulgar sus trabajos ehistoria cuando se habla de cualquier temasobre el cual alguna mujer haya escrito. Paramí, el desafío actualmente no es que conozcan

el feminismo, sino que nuestro pro-tagonismo femenino se realicenaturalmente, por ejemplo, utilizan-do nombres de mujeres que escri-ben sobre shoá, para contar nuestrahistoria en la shoá. Eso es usar elfeminismo como eje educativo, y nosolamente como un fin educativo.

Mi cuestionamiento acá pasa poralgo más profundo que discutir lateoría feminista, porque exige deleducador la búsqueda por otros tex-tos, que muchas veces desconoce.Entender que aún falta demasiadalucha por el protagonismo femeni-no, pasa por la comprensión de quela mayor parte de nuestro día a díaes masculinizada y protagonizadapor hombres, y, es más: que ese

fenómeno no es siquiera percibido. A partir deeso, pregunto: en proporción, ¿cuantos colum-nistas o periodistas mujeres lees? ¿Y hombres?El mundo es escrito por las lentes del hombre,y eso no sería problemático si tuviéramos lasmismas proporciones de lecturas del mundohechas por mujeres. Por eso mucho de lo quese proyecta y planifica actualmente es pensadopara un hombre medio, y no para especificida-des de minorías, como mujeres. Ni la ilumina-ción de una ciudad ni los baños públicos sonplaneados para mujeres, porque la verdad esque no fue pensando en mujeres cuando fueplanificada la ocupación del espacio público,las caminatas solitarias por las calles, el cuida-do de su nene y otros millones de particulari-dades que pasan por el ser mujer, o que son engeneral asignadas a mujeres.A partir de esa breve experiencia de investiga-ción, resumida en un todavía más breve textoen este espacio, te pido intentar buscar las his-torias de mujeres cercanas a vos que todavíano conoces. El empoderamiento femenino quetanto buscamos no es hacer que ninguna mujersea perfecta, sino que -con lo que tenga- esapersona se sienta perfecta, se valore, crea en símisma y en su capacidad. Por eso, escuchar,documentar, contar y educar a partir de relatosde mujeres es tan importante. La identificaciónde chicas con historias de mujeres que logra-ron algo es común y obvio, pero con hombrescomo sujetos. Con esa práctica educativa, lesgarantizo: estaremos permitiendo crecer a chi-cas mucho más confiadas en sí mismas, queocuparán espacios importantes en la tnuá, ennuestra comunidad y en la sociedad, y así esta-remos caminando un paso más por nuestra tanesperada igualdad.

1Nós, mulheres do Hashomer Hatzair. Mariana Temido, Letras eVersos, 2018, Rio de Janeiro. Traducción libre del portugués.

Una investigación sobre el protagonismo femenino en la historia del movimiento juvenil judeo sionista

“Nosotras,mujeresdeHashomerHatzair”

Un día, la joven brasileña Mariana Temido percibió que había una historia que aún no había sido relatada, y que eranecesario testimoniar: la del protagonismo de las mujeres en la historia de su propio movimiento. Así, comenzó unvasto trabajo de indagación que culminó en la publicación del libro “Nós, mulheres do Hashomer Hatzair”, editadoen portugués y de próxima edición en inglés. Presentamos aquí su testimonio en primera persona, en el que cuenta

sobre sus motivaciones, sus fundamentos, y convoca al empoderamiento femenino en los pequeñosy grandes espacios.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Página Joven Marzo/Abril 2019 | NUEVA SION #997 17

Por Nadia Rogovsky *

Al igual que cada 24 de Marzo, desde elMovimiento Juvenil Hashomer Hatzair nos pro-pusimos marchar para reclamar Memoria,Verdad y Justicia. Luego de una capacitaciónsobre el ser judíe dentro del contexto de la dic-tadura cívico-militar, decidimos marchar conimágenes de judíes detenides-desaparecides.“Alerta, alerta, alerta que están vivos, todos losideales de les desaparecides” así cantaba aviva voz la multitud; mientras tanto, yo piensoen nuestres javerim*ot desaparecides o enaquelles que tomaron la decisión de hacer aliá(ir a vivir a Israel) en esta época, y paso a pre-guntarme, ¿están realmente vivos sus ideales?Viendo cómo el clima de las elecciones presi-denciales ya está más que presente, comienzaa resurgir el, en mi opinión tristemente fami-liar, planteo dentro de los grupos más progre-sistas y de izquierda si votarán a un partido querealmente les representa o a uno que sea másestratégico como contra a la derecha que hoydomina. Curiosamente, la política argentina noes el primer contexto en el que me toca escu-char este dilema.Dada la aparición del partido de Kajol Lavan(Azul y Blanco) liderado por Benny Gantz y YairLapid en el espectro político israelí como unafuerza mayoritaria que viene a sacudir el tronode Bibi Netanyahu, muches israelíes se vieronconflicutades al tener que elegir entre el votoestratégico o el voto ideológico.

Por lo tanto, vuelvo ami pregunta inicial,¿siguen vivos los ide-ales de detenides-d e s a p a r e c i d e s ?¿Hubiesen ellesentregado su militan-cia política con tal deque gane “lo mejordentro de lo peor”?Lo mismo va paranuestres javerim*ot(compañeres) quehicieron aliá con elfin de construir unestado que les repre-sente, ¿qué pensarí-an del paso hacia elcentro de muchesvotantes de izquier-da?Con esas preguntasdando vueltas, doyun paso más: ¿cuál es el ejemplo que le esta-mos dejando a las generaciones por venir -nuestres janijim*ot (educandos) en el caso dela Tnua-, al dejar nuestros ideales de lado? ¿Esel voto estratégico tal por un jaque a la dere-cha, o es en verdad un jaque a la izquierda porparte de partidos pseudo-centrales que termi-nan siendo un neoliberalismo enmascarado?A corto plazo el voto estratégico puede pareceruna solución viable y hasta razonable si se

quiere, pero cuando lo miramos en perspectiva,¿no estamos generando un lento suicidio de lospartidos de izquierda?Nuevamente parada en la marcha del 24 deMarzo, tomo fuerte de la mano a mis compañe-res, hoy nuestra estrategia sigue siendo lucharpor lo que nos representa.

* Javerá (integrante) del movimiento juvenil HashomerHatzair Argentina

Reivindicandonuestras conviccionesTestimonio y reflexiones de jóvenes judíos de Hashomer Hatzair comprometidos con los derechos humanos y la

defensa de los ideales, tanto en el contexto argentino como israelí.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Argentina18 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

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El Stop and Go de la subjetividadde la clase media

Subjetividad y conciencia de clase se diferencian, fundamentalmente, en su carácter político. Evaluar la comple-ja realidad social, los hechos que afectan nuestra vida cotidiana y plantear la defensa cerrada de los derechosde nuestro colectivo de pertenencia no es tarea sencilla. Pero la ausencia de tales coordenadas de acción dejalibradas a las personas a una suerte que no controlan, y sobre la cual todo lo ignoran. Los ciclos de la economía

conspiran contra la constitución de una conciencia social que exorcice las fantasías neoliberales,tan dulces como destructivas.

Por Mariano Szkolnik *

Mucho se ha estudiado el comportamiento dela economía argentina durante el modelo deindustrialización por sustitución de importa-ciones, periodo comprendido entre la crisisdel ’30 y mediados de los ’70 del siglo pasa-do. El stop and go suponía etapas de creci-miento y recesiones pulsantes, acompañadasde tensiones sociales de las cuales el siste-ma político era reflejo. La sucesión de gobier-nos civiles de “democracia restringida” (conla fuerza política mayoritaria proscripta) ydictaduras militares represivas, coincidíaprácticamente con las ciclos de expansión ycontracción de la economía. A pesar de estastensiones, la tendencia de la economía era alcrecimiento, al desarrollo de nuevas indus-trias cada vez más complejas, y a la plenaocupación de la mano de obra.Si bien acuñado en el campo de la economíapolítica, el concepto stop and go puede utili-zarse para analizar el comportamiento recu-rrente de las corrientes de opinión, los senti-mientos, y la autopercepción del lugar quelos sectores medios ocupan en la sociedad.Claro que caracterizar la subjetividad de eseamplio sector de población es, por lo menos,metodológicamente complejo. Supone elriesgo de describir a un conjunto muy hetero-géneo de personas como si actuara, sintiera ypensara de modo homogéneo. Hay una colec-ción de sentencias que pueden ser tomadascomo expresión de ese cambiante estado deánimo: del “piquete y cacerola, la lucha esuna sola” al “harto de mantener vagos conmis impuestos”, la oscilación es amplia.Valga un ejemplo puntual y cercano más en eltiempo para ilustrar esta afirmación.

De la economía a la psicología socialLa empatía con el actual presidente, rubrica-da en las elecciones de noviembre de 2015, yluego en la percepción de la “imagen positi-va” recogida en las encuestas de opinión, leotorgó sustento al “¡sí, se puede!”, y otrasarengas que daban cuenta del grado de espe-ranza depositada en la novel gestión guber-namental en general, y en la persona del pre-sidente en particular. Difícil era la tarea paraquien, en aquel momento, quería señalar crí-

ticas, en el contextode una algarabíarelativamente gene-ralizada. Los secto-res medios, benefi-ciarios inmediatosde la expansión pre-cedente del mercadointerno, apoyaronmayoritariamente alcandidato que pro-metía acelerar esecrecimiento, en unmarco de “republi-canismo y reglasclaras”.Después de tresaños de una política económica que, lejos deprivilegiar los intereses de la base electoraldel Gobierno la han herido en el bolsillo y elcorazón, el apoyo a la coalición política en elpoder muestra señales de desgaste. Redessociales, columnas de opinión, comentarioscasuales dejan traslucir un extendido des-contento, cuyo impacto electoral es aúnincierto. La idea de que, para alcanzar el des-tino prometido era necesario asumir unaética del sacrificio (manifestada en la expre-sión “hay que aguantar”), se va enmohecien-do a medida que el salario ya no garantiza lacobertura de las necesidades básicas. Elethos del arrepentimiento (“no lo volvería avotar”) y el de la resignación (“a éste país nolo arregla nadie”) comienzan a permear ellenguaje cotidiano. Y el ciclo de la subjetivi-dad de la clase media parece haber entradoen su etapa descendente, sugiriendo queaquello que enamoraba en 2015 (la acertadanoción prefabricada del “cambio”, el escapede una “tiranía fantaseada”, o la antisocialdoctrina de la meritocracia), hoy es puesto encuestión. Sólo la recuperación del poder decompra del salario y del nivel de actividad yempleo -fruto de un viraje radical en las polí-ticas económicas- podría revertir la tendenciaen el ánimo general.

La destrucción de la conscienciaCada ascenso y caída en el ciclo de la subjeti-vidad de la clase media, lejos de producir unresultado de suma cero, destruye la posibili-

dad de constitución de un necesario sujetopolítico, consciente de sus intereses, de susderechos, y de su participación en sistema detoma de decisiones. El sujeto/a medio declase media pareciera no poder comprendercabalmente que su circunstancial bonanza odesgracia, más que resultado de sus méritosprofesionales y/o comerciales (o de losincognoscibles designios de dios) se ligan alos ciclos de la economía y la política. Estedesanclaje redunda en apatía hacia la políti-ca como arena para dirimir el conflicto colec-tivo, y en el sentimiento de soledad frente aun sistema que no responde a las demandasparticulares. Y es en ese río revuelto de laantipolítica en donde la derecha partidaria ycorporativa mejor sabe nadar, elaborandodiagnósticos frente a la crisis, imponiendo“soluciones” taxativas e inapelables, y cons-truyendo el sentido común de las clasessubalternas.Un célebre filósofo del siglo XIX afirmaba queera el Ser el que determina la Conciencia. Larealidad actual es mucho más intrincada, y enla era de la concentración de los medios decomunicación, las riquezas y del sentido enpocas empresas, la conciencia languidece,perdida en un desierto sin brújula ni oasis ala vista. Sólo puede refugiarse en la propiaexperiencia, descreída de los grandes relatoso de la identificación colectiva. Ignorante desu ser, la conciencia es solo subjetividadplástica, arcilla en manos ajenas.* Sociólogo. Docente de la UBA

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura Marzo/Abril 2019 | NUEVA SION #997 19

Por Pablo Gorodneff *

Aunque me fuercen yo nunca voy a decirque todo tiempo por pasado fue mejor.Mañana es mejor

Luis Alberto Spinetta, “Cantata de puentes ama-rillos”, Artaud, 1973

En 1989, más precisamente en noviembre, caíael Muro de Berlín, fecha que el historiador EricHosbawn definió como “el fin del siglo XX” ymarco el punto culminante del fracaso no solode los gobiernos comunistas de Europa del Este,sino que puso en cuestión la idea de la viabilidadde un mundo más justo y más solidario. En defi-nitiva, se cerró el circulo utópico iniciado en1917: las mismas revoluciones que prometíanliberar al mundo de la opresión habían derivadoen burocracias pesadas y totalitarias. Podríamospensar que este hecho es el punto de partida deMelancolía de Izquierda, el último trabajo delhistoriador Enzo Traverso (Travi, 1957) quienasegura que en aquel momento “quedamos a laintemperie” y en lugar de celebrar la caída deregímenes autoritarios, y de la burocracia quehabía aplastado con su propio peso cualquiersueño de justicia universal, el episodio fue resig-nificado como el fin de los ideales de igualdady de la intervención del estado en favor de losmás desprotegidos. Se reinterpreto “la libertad”como la posibilidad de competir en todos loscampos sin ningún tipo de ataduras.Transitando la segunda década del siglo XXI, elsueño europeo de un futuro integrado y demo-crático se convierte en pesadilla: los inglesesvotan a favor del Brexit, las derechas sacan arelucir lo peor del catálogo de la vieja Europa ycon apelaciones xenófobas y racistas aumentansu caudal de votantes. En Austria, Hungría yPolonia gobierna (¿vuelve?) la extrema derecha,mientras que en varios países espera su turno.Parecía que la islamofobia reemplazaría al anti-semitismo en la agenda del odio, pero ahí estándisputando cabeza a cabeza quien tiene másadeptos entre los neofascistas Si bien el terre-moto tuvo su epicentro en Europa, las réplicasllegaron a todos los rincones del mundo. Es fren-te a este escenario y a estos actores, que laizquierda se convierte en el espectador melan-cólico, que padece la obra, pero no logra reac-cionar. No proyecta: recuerda.

De este lado de la pantalla...Traverso describe al campo de la izquierda como“los movimientos que lucharon por cambiar elmundo con el principio de igualdad en el centrode su programa”, definición que incluye a los lla-mados “populismos” que gobernaronLatinoamérica: el kirchnerismo en nuestro país,las experiencias de Brasil con Lula, de Boliviacon Evo y de Correa en Ecuador quedan por den-tro del cuadro. Es importante señalar que, en suanterior libro, “Las nuevas caras de la derecha,Traverso también señaló que el termino populis-mo define más a quien lo usa que al campo quepretende definir.Delimitado el campo político, queda definir la

“melancolía”. Aquí, el autor amplia el campo de

batalla: la melancolía no es solamente el senti-miento de culpa y remordimiento por el paraísoperdido, sino que puede ser a la vez un lugar dereflexión donde poder buscar las nuevas ideasque vuelvan a insuflar confianza para izar nueva-mente las banderas de la solidaridad, idea quequeda expresada en el siguiente párrafo: “Lamelancolía de izquierda no significa la idea delabandono del socialismo o la esperanza de unfuturo mejor, significa repensar el socialismo enun tiempo en que su memoria está perdida ocul-ta y olvidada y necesita ser redimida”.

El judaísmo, otra vez en el centroComienzos, finales y retornos: deslizamientoscentrales en la obra de Traverso, sensible a loscambiantes itinerarios de los temas que ocupansu interés: judaísmo, marxismo, y totalitarismos,sumado a la relación de los intelectuales conestos procesosGran parte de su obra está dedicada a la trayec-toria de los judíos en Europa, desde laEmancipación hasta el Holocausto. “Los marxis-tas y la cuestión judía. Historia de un debate”,“Cosmopolis: figuras del exilio judeo-aleman”, yprincipalmente en “El final de la modernidadjudía” .Y si bien “Melancolía...” no deberíasumarse a este conjunto, el pensamiento judíoestá presente en sus páginas, más allá del ori-gen de Marx y Trotsky, en las constantes citas aWalter Benjamin y sobre todo en el capítulofinal dedicado al ensayo que Daniel Bensaid -unjudío francés dirigente de la izquierda radicalfrancesa y uno de los líderes de la revuelta deMayo de 1968-, elaboro sobre filosofo judeo-ale-man y el especial énfasis que este pone enfusionar la idea marxista de la revolución con elmesianismo judío.Incluso la propia idea de melancolía está ligadaa esta cultura: desde historiadores que afirmanque en el Renacimiento se sostenía que la

melancolía era una “enfermedad judía”hasta lospoetas que se expresaban en idish, quienes ,dice el autor , “escribían en la lengua de unmundo desaparecido”En el capítulo “Marxismo y memoria”, el relatode Pesaj se hace presente de manera peculiar enla iconografía rusa de Lenin, a quien se muestraa menudo con el brazo extendido señalando elporvenir, de la misma manera que se muestra aMoisés apuntando al cielo con su brazo extendi-do en su descenso del monte Sinaí, mientras conel otro brazo sostiene las tablas de la ley.En la misma lÍnea Traverso rescata las palabrasdel representante del Bund en Londres, ShmuelZygielbojm, quien se suicidó en mayo de 1943 enprotesta por la indiferencia de mundo ante elexterminio de los judíos polacos: “Quiero que elpuñado de judíos que subsisten de los variosmillones que había en Polonia puedan vivir paraver la liberación de un nuevo mundo de libertaddonde reine la justicia del verdadero socialismo.Creo que ha de surgir una Polonia así y que ha dellegar un mundo como ese” . Dificil es leer hoyestas palabras, cuando el padre del actual presi-dente polaco asegura que “los judíos fueron alGhetto por voluntad propia”.“Melancolía de izquierda” puede resultar unaguía interesante y completa para todos aquellosque no se han resignado a colocar sus ideas enun estante junto al lobo marino que cambia decolor con el tiempo y el samovar de la bobe. Espara aquellos que más que respuestas, estánbuscando elaborar las preguntas necesarias ytambién, para una vez más revalorar el aportedel judaísmo europeo al campo de las ideas ypreguntarnos qué futuro podemos pensar recre-ando este legado

* Diplomado en Organizaciones de la Sociedad Civil(FLACSO).

Salir de la melancolía (de izquierdas)A propósito del último libro de Enzo Traverso

“Melancolía de izquierda” puede resultar una guía interesante y completa para todos aquellos que no se hanresignado a colocar sus ideas en un estante junto al lobo marino que cambia de color con el tiempo

y el samovar de la bobe

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura20 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Por Leonardo Naidorf

NS: ¿Cómo arrancase tu vínculo, tu interésacadémico por lo judío?AD: Arranca en Córdoba. Yo terminé la universi-dad de Ciencias Políticas y venía leyendo, no demanera sistemática, cuestiones ligadas a lojudío, historia judía. Mi primer laburo cuandoterminé la carrera fue en la Casa de la CulturaJudía de Córdoba -paralelo a mi inicio de lamaestría de antropología en la UniversidadNacional de Córdoba- un espacio organizadopor el Centro Unión Israelita, Macabi y el clubsefaradí. Organizamos una serie de activida-des, charlas, cultura en general pero con miingreso cada vez se pusieron un poquito másacadémicas.Entonces armamos un programa que coordina-ba Ricardo Forster, yo era el secretario enCórdoba de eso. Se reunió bajo en ese ciclodesde Santiago Kovadloff, pasando porAlejandro Kaufman, (Héctor) Schmucler, DiegoTatián, trajimos gente de Brasil, MarilenaChauí, que trabajó sobre Spinoza, trajimos unpar de personas de España a hablar sobreShoá, pensadores. Se armó básicamente unprograma muy interesante sobre pensamientojudío moderno, pensando en la modernidad sise quiere de Spinoza, en todo caso empezandoun poquito antes. Yo participé de eso, trabajéen la edición de algún libro; y a partir de eseespacio vino Roger Calles y se armó un proyec-to editorial. Nació de desgravaciones, ideasque trajeron del programa de estudios judíosde Córdoba. Entonces ya un poco imbuido enesa clase de problemáticas, de los problemasdel judaísmo moderno, cuando tuve que decidirqué tesis hacer, sobre qué trabajar como inves-tigación en la Maestría, me metí de lleno en loque para mí era un problema para pensar eljudaísmo en toda su complejidad, que era elICUF. Cómo aquellos que apostaron por el Idishy perdieron la batalla, apostaron por el no sio-nismo, y perdieron la batalla, apostaron por laUnión Soviética y perdieron. Esa instituciónque había ido perdiendo un poco sus centrosidentitarios, pese a eso, seguía construyendouna idea de lo judío muy ligada a algo quehabía empezado en la modernidad judía, eracomo una última línea...tratar de pensar eso enCórdoba, en el club judío de Córdoba que se lla-maba ACIC, Asociación Cultural Israelita deCórdoba, que es la pata local del ICUF.Entonces fue una especie de Maestría muylocalizada, pero para entender los sentidos,como funciona una noción de lo judío dondenadie esperaba que hubiese algo judío. Esdecir, a mí no me interesa pensar lo judío enabstracto, lo leo y todo, pero no como investi-

gación. Me parece que si lo hacemos de esemodo nos quedamos repitiendo ideas de otros,o nos quedamos con tres o cuatro pensadoresque a todo el mundo le encantan, pero sinembargo hay algo en realidad de lo argentino,es que hay una singularidad que se pierde siseguimos repitiendo mecánicamente fórmulasde pensadores europeos. El ICUF me permitíaradicalizar eso, y dejar algunas preguntas plan-teadas. Y al estudiar el ICUF, me topé con unproblema para mi muy interesante: como lalengua había configurado, no solamente desdeun lugar nostálgico o romántico (el hebreo, elidish, el arameo, el ladino) universos políticosde sentidos muy fuertes y cómo la palabraimpresa había sido parte central de la expe-riencia judía en Argentina. Entonces, palabraimpresa y lengua funcionaban como dos ejesque yo imaginaba que si entraba por ese ladopodía pensar de manera creativa, por un ángu-lo distinto y ver algunos procesos históricosdesde otro lugar, desde otros actores, verlosdesde otras preguntas, entender algunas cosasque por ahí pasan inadvertidas porque siemprelo político está en primer plano, y no está malque así sea, pero nos perdemos otro universo

que es la dimensión cultural, que tiene efectomucho más duradero que los partidos políticos.

NS: Vos mencionas en el origen de todo esto,un círculo de gente que se arma, que no dejade llamar la atención que sea Córdoba ellugar donde tenga efervescencia. ¿Cómo reci-bió el ámbito académico general el desarrolloun núcleo de estudios judaicos?AD: Lo de Córdoba teníamos la esperanza deque lograra hacer converger a dos universos deestudiantes, o de académicos o intelectualesinteresados en eso. Esta era la idea, el horizon-te: el público comunitario que no había encon-trado hasta ahí un lugar de contención, discu-sión; y, por otro lado, estudiantes de doctora-dos, posgrados y algunos de grado también dela Facultad de Filosofía y Humanidades deCórdoba que estaban especialmente interesa-dos en figuras judías. La tradición spinozianaen argentina es cordobesa y a través de la figu-ra de Diego Tatián, que es el principal referen-te en la figura de Spinoza, se había armado ungrupo grande de estudiantes y en un lugar bieninteresante, porque no era desde la filosofíaanalítica/academicista, sino desde un lugarbastante libre, innovador, donde el ensayotiene más lugar que la rigidez del paper acadé-mico. Por eso, por un lado, hay una forma dereflexionar en filosofía, y por otro lado ciertosautores. Pero por otro lado también habíagente que seguía leyendo mucho Levinas,gente que estaba haciendo el doctorado sobreHannah Arendt, entonces de repente teníamosuna masa crítica preexistente. Y la presencia deRicardo Forster, catalizó el estudio de la escue-la de Frankfurt, o sea que podemos encontrarmuchas tesis doctorales que se hicieron enCórdoba y carreras académicas de hoy investi-gadores del CONICET ligadas a temas más omenos judíos, a partir de esa experiencia quetuvimos esos 3 o 4 años. Para mí fue importan-te porque generamos una dinámica donde lojudío está presente, pero tuvo mucho másimpacto en el mundo no judío que en el judío,porque teníamos esa esperanza de que fuerana cursar y finalmente fueron muy pocos judíosno académicos los interesados.

NS: Hiciste también referencia al vínculo detu generación de investigadores con unageneración anterior, mencionaste a RicardoForster, a Kovadloff, a Tatián y a algunas figu-ras más. ¿Consideras que ellos pertenecían aalguna ggeenneerraacciióónn ddoorraaddaa del pensamientojudío? Si esa ggeenneerraacciióónn ddoorraaddaa fue en otrostiempos o si nunca existió tal cosa.AD: Yo creo que hay que abrir el problema, por

“No tenemos que legitimarnos todo eltiempo como judíos, esa es una visiónendeble del vínculo con la sociedad”

Alejandro Dujovne es cordobés, pero reside en Buenos Aires. Desde “la docta” trajo su pasión por el estudioacadémico y el debate de lo judío. Es Doctor en Ciencias Sociales de la UNSAM, presidió el Instituto de EstudiosSociales (IDES-CONICET) y acaba de recibir el Premio Nacional en Ciencias y Letras, de la Secretaría de Culturade la Nación por su libro “Una historia del libro judío” (Siglo Veintiuno Editores). Nueva Sion lo convocó para

hablar de ese premio y hacer un panorama del estado de la cultura judía en Argentina.

Entrevista a Alejandro Dujovne

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ahí uno termina valorando a partir de lo quetiene y lo que ve y se pierde de vista el procesomás general. Están los estudios judíos amplios:hay una parte más filosófica o ensayística o depensadores -algunos que trabajan más sobreletras como María Gabriela Mizraje- y despuéstenés un grupo entre historiadores y sociólo-gos. Es interesante porque en términos deensayismo filosófico tenemos una pequeñamasa crítica, que creo que se ha reproducido, yhay gente que sigue reflexionando sobre eso,pero sin embargo tenemos un gran vacío en his-toriadores y sociólogos generacionales. En lageneración inmediatamente anterior a la míahay algunos referentes interesantes, pero engeneral hay un vacío. No es que no existieron,es que están en otro lado. En la UniversidadHebrea, o en otras universidades israelíes o enEstados Unidos tenemos muy buenos historia-dores argentinos o gente de letras, que piensanlo judío argentino muy bien, y las principalespublicaciones con las cuales nosotros nosnutrimos son producidas por argentinos enotros lados. Ahí tenemos un problema: nues-tros interlocutores no están necesariamente enel país. Ahí habría que preguntarse más quécondiciones impidieron o dificultaron el desa-rrollo del estudio judío en Argentina. ¿Qué con-diciones permitieron que en Brasil haya uncampo un poco más extendido que acá? Que enChile haya un programa reducido en una uni-versidad, que en México haya, y por supuestoen Estados Unidos. Es decir, todo país que tieneuna comunidad judía medianamente grande haproducido intelectuales, académicos, y éstoshan tenido algún arraigo en espacios universi-tarios, centros, núcleos, programas de investi-gación y en Argentina tenemos un vacío. Hubouna experiencia con Alejandro Kaufman, JavierPelacoff, Fernando Fischman, etc., no durómucho. Después aparecimos nosotros con elnúcleo de estudio judíos en el IDES lo creamosen el 2005, Emmanuel Kahan, MarceloDimentstein, Ariel Schvartz y mucha otra gente.Lo cierto es que nosotros tuvimos que crear unpoco de la nada porque en Argentina no tenía-mos ese espacio preexistente. Uno podríadecir: es parte por la dictadura, pero eso no lodice todo, es parte porque mucho de quienesinvestigaron los temas venían de una tradiciónfuertemente sionista y eso hizo que en algúnmomento sus carreras optaron por desarrollarsus estudios es Israel, y las universidadeshebreas fueron muy receptivas de eso. Tambiénporque la Universidad Argentina no estaba muyabierta a estudios de corte étnico, nacional, esdecir, yo como judío investigando lo judío eracomo traer un sesgo a un espacio que se supo-ne neutral, libre, yo tenía que dejar el ropaje

judío afuera. Hoy en día eso no existe, no hayproblema en investigarlo pero yo creo que unpar de décadas atrás eso era más difícil, esaclase de reivindicación de la particularidad, yencima siendo estudiada. Cuando conEmmanuel armamos el grupo tuvimos una críti-ca en ese sentido ¿por qué judíos investigandolo judío?

NS: Tu objeto de investigación, que te llevó aeste premio, aborda la historia de la industriaeditorial judía; y en todo caso también sudecadencia, en un paralelismo con la historiade nuestra editorial general. Vos haces focoen tus intervenciones en las políticas que sehacen o se dejan de hacer. En la industria edi-torial, que es fundamental para la circulaciónde ideas, para que generen efervescencia,adhesiones o polémicas, la necesidad de quealgo esté impreso y circule. ¿Cómo analizasel contexto actual de la circulación de lasideas sobre lo judío en Argentina en relacióna esta crisis del mercado editorial hoy?AD: Dos cosas. Por un lado, habría que pensar-lo de manera más sistemática, pero lo cierto esque hay avidez por la vida letrada: por ejemplo,en ciertos talleres o cursos que se dan, o círcu-los de estudios de cine, teatro, o espacios aca-démicos, vemos una presencia muy significati-va de judíos. O sea, que, solamente por esedato estadístico de representación, uno podríadecir hay una tendencia o disposición mayorhacia un mundo intelectual de lo judío. Sinembargo, donde yo creo que se rompió ese vín-culo es en los espacios más comunitarios, quehan dejado de ser lugares de afirmación de lavida cultural. No es que los judíos hayan deja-do de serlo, por el contrario, yo creo que esosigue funcionando, pero no en los ámbitoscomunitarios. Entonces, hay una disociación,un divorcio en algo que antes era bastanteunido. No es que era el único motor la vidacomunitaria, pero era uno de los tantos moto-res de este vínculo entre lo judío y lo intelec-tual.

NS: Vos en un momento hiciste una distinciónentre aquellos intelectuales judíos quemayoritariamente se inclinaron por análisismás filosóficos y los poquísimos que fueronquedando que se volcaron al análisis de lavida cotidiana judía, la vida actual. Y te pre-gunto si vos ves ahí una explicación de laescisión entre los intelectuales y el liderazgocomunitario. Si la falta de reflexión sobreproblemas concretos sobre la vida judíaargentina pudo haber generado un distancia-miento ¿O tiene que ver también con simpledesinterés?

AD: Es una buena pregun-ta y no tengo respuestas,tengo hipótesis. No hayuna sola causa sino varias.Por supuesto, creo quehay algo de lo que decísvos, de que no hubo infor-mación concreta, reflexio-nes concretas que pudie-sen ser apropiadas por lavida judía, pero lo ciertoes que tampoco habíarecursos para eso, paragenerar eso. Entonces ahítenemos otro problema, laUniversidad no lo genera-ba, CONICET es una expe-riencia de mi generación;existía antes, pero real-mente masivo es justa-mente a partir de que yoentro como becario en el

2005 (hasta llegar a investigador, hacer carre-ra, etc.). Entonces ahí tenés un militante real,es decir, vos te podés dedicar de manera siste-mática a algo en tanto tenés un apoyo. Lacomunidad no lo generaba (lo genero antes, enalgún momento hubo algún apoyo). Hoy, hayesa posibilidad pero vía el Estado, toda micarrera estuvo apoyada por el Estado. Tambiénhay que ver un cambio en la dirigencia comuni-taria. Yo creo que en realidad antes podía haberalgún interés, algún apoyo (durante 30 añoshubo un mes del libro judío en AMIA), dondeestaban subsidiados los libros, es decir AMIAponía guita para los libros fueran más baratos.Eso es una política cultural activa donde el librotiene centralidad. Si eso desaparece, no essolamente por cuestiones económicas, haydecisiones de sentido, de valor del libro, etc.Si vemos una sociología de prosopografía (quees un análisis generacional de los dirigentescomunitarios) vemos esos cambios, vemoscómo cambia la composición de los dirigentes,como pasan de carreras humanísticas o ligadasal derecho a ser comerciantes, empresarios,etc., donde el vínculo con la cultura letrada esdistinta y por lo tanto la sensibilidad ante esemundo; pueden valorarla en términos de unobjeto medio sagrado distante, pero no tienenuna relación cotidiana y de comprensión decómo funcionan los procesos de produccióncultural, de lectura, que lo puede eventualmen-te tener alguien que venga de la Universidad,sea la carrera que sea.

NS: ¿Es posible que la comunidad no hayasabido capitalizar el envión de apoyos a lainvestigación que hubo en la década pasada?AD: Cuando uno habla de cultura o de mundointelectual o académico, no es solamente unlibro, porque eso sería justamente caer en losmismos modos de comprensión que tienen dela cultura los dirigentes actuales. Quiero decir,como un mero adorno, la cultura como “ah, yaparte tenemos una actividad cultural o apartetenemos intelectuales o aparte tenemos inves-tigación en la comunidad, ciencia”. Lo quequiero decir es que cuando vos tenés tipos for-mados, la vida cambia. Si vos tenés tipos quepuedan razonar sofisticadamente modos deinsertarnos en la sociedad, cambian esosmodos y los modos de relacionarnos con elEstado. Entonces, lo que hemos visto con estatransformación en la dirigencia es un empobre-cimiento de los vínculos con la sociedad y conel Estado.Es un empobrecimiento que puede ser muchomás rimbombante porque usa más megáfonosahora, se preocupan mucho más por apareceren los medios, pero sin embargo los modos derelacionarse, los términos en que se relacionanson mucho más pobres que antes, pobreza enel modo en que piensan el vínculo y, por lotanto, el modo en actúan. Entonces, el primerefecto negativo de esta ausencia de una vidacultural, de debate, es empobrecimiento. Y loque resta, son esas migajas de un pasadoheroico donde queremos intercambiar dentro lacomunidad, cambiar favores o demandas con elEstado, a través de una retórica del aporte:nosotros contribuimos a la grandeza de laNación. Las comunidades cada vez lo hacenmenos, y aunque lo hicieran eso no tendría queser así, es como esta especie de tenemos quelegitimarnos todo el tiempo porque somos máspapistas que el Papa, nadie nos demanda nada,pero tenemos que mostrar todo el tiempo quesomos legítimos. Esa es una visión chiquita,endeble, frágil, del modo de vincularnos con lasociedad argentina, es producto de la falta dereflexión.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura22 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Por María Gabriela Mizraje *

Los papeles y las zanjasCon viejas palabras nuevas, como ocurre con

todos los grandes, viene Isaac Bashevis Singer(1902-1991) a nuestro encuentro, porque de losarchivos, las cajas con manuscritos dormidos,los antiguos periódicos de limitada tirada salenpapeles y saltan como lava desde el fondo deltiempo, para encender conciencias o iluminar lanoche.De este escritor polaco, de lengua idisch, que

emigra a New York en plena era de los fascismos(abandona a tiempo Europa, en 1935) y alcanzael Premio Nobel de Literatura en 1978, aparecie-ron durante 2018 cuentos en revistas estadouni-denses de alto impacto: The New Yorker presen-tó “The Boarder” (traducido al inglés por suautor y publicado en el número del 7/5/2018) yel número impreso del Quaterly Journal de LARB(Los Ángeles Review of Books, “Genius Issue”,nº 18, mayo de 2018) presentó “In theBeginning”.A estos verdaderos acontecimientos literarios

se sumó la aparición del volumen de Cuentosreunidos en castellano, con cuidada traducciónde Rhoda Henelde y Jacob Abecasis, que publi-cara la editorial Lumen. Alcanzan las 1024 pági-

nas y no son completos, sino los 47 relatos quehabía seleccionado el mismo Singer, entre tan-tos otros, y que no incluyen los que acabamos demencionar. La edición se basa en la previa deRBA de 2011 y parte de The Collected Stories(1981). Forzado a elegir, Singer había afirmadoen aquel momento: “los quiero a todos”. Contar con esa panorámica detallada y colosal,

que cifra la memoria de un pueblo, es una fiestapara el lector de lengua española, que así puedeasomarse a su universo de forma abarcadora,apreciando, en la variedad, su carácter serio y suhumor, su ironía, su tristeza y su belleza. A ello se suma el hecho de los méritos de la tra-

ducción. Pues, así como Henri Meschonnic deci-diera oportunamente rehebraizar la Biblia al ver-tirla al francés, es decir, devolverle algo de suluz primigenia, con independencia de los sende-ros de latinización posterior que el devenir lehabía impreso, el matrimonio de esos traducto-res excepcionales —Abecasis y Henelde—podríamos decir que reidishiza la narrativa deSinger, al volcarla al castellano, más allá de lasversiones inglesas que el propio Singer defen-día.Es tal el peso de esta obra que sólo la aplas-

tante realidad que padecemos puede explicar,en parte, que no haya alcanzado por estas cos-

tas la repercusión que merece.Cara para ser comprada y gratapara ser leída, cabe desear que,cuando menos, ingrese a todaslas bibliotecas, públicas y pri-vadas, de las institucionesargentinas y los organismoscomunitarios.Por fuera de lo que podemos

gozar ampliamene en castella-no, nos detendremos entoncesahora en los últimos textos,sólo disponibles en inglés.1

“The Boarder” cuenta la histo-ria de la relación entre dos per-sonajes contrapuestos. El muypiadoso Reb Berish Zhichliner,ya sin familia a su lado, acogeen su departamento al refugia-do Morris Melnik, quien habíaestado en los campos, habíapasado un tiempo en la URSS ymás tarde había dado vueltaspor el mundo. “Melnik era unbromista y un incrédulo, unlibertino, una criatura contra-ria” al temperamento y natura-leza de Zhichliner, de maneraque el relato desentraña esedifícil vínculo. Sin tapujos, elrefugiado despotricará contraHitler, contra Stalin y contraDios, calificando al “Señor delUniverso” con insultos y como“terrible antisemita”, por losdesastres que supo permitir.Melnik le pregunta al rabino,

de manera retórica y desafiante: “¿Cuánto tiem-po vamos a seguir encogiéndonos ante Él y can-tando Salmos?”, para agregar: “He visto con mispropios ojos cómo arrojaron a un judío con unchal de oración y filacterias a una zanja llena demierda. Literalmente”. En esa convivencia imposible, el rabino debe

pedir: “hazme un favor y calla. Si no vas a dejar-me orar en paz, sé tan bueno como para mudar-te de la casa. No formamos un buen partido”.Melnik denuncia la carrera armamentista deEstados Unidos y Alemania, anuncia con deses-peración y temor la llegada de un segundo Hitlery sigue renegando de Dios todo lo que puede. Es un indignado, con razón, por los rumbos de

la historia del mundo, pero la fe del rabino, suentrega y su esperanza resultan inamoviblesante los argumentos devastadores del huésped. De este modo, la alianza entre dos judíos, un

religioso y uno considerado blasfemo, es unesquema que, con variantes, responde a distin-tas dicotomías planteadas por Singer a lo largode gran parte de su obra, presentando no sólo elcruce entre las comunidades judía y no judíasino fundamentalmente la escisión dentro delpropio universo judío, la diversidad dentro de launidad, la diferencia en el terreno de la conver-gencia identitaria.En este sentido, tanto el texto aparecido en TheNew Yorker como el de Los Ángeles Review ofBooks, que enseguida abordaremos, hacen coe-xistir a personajes con visiones disímiles, atra-vesados por el dolor narrado pero al mismotiempo inenarrable, que en el límite del mismoreniegan y contrastan su impotencia con lavisión de otros que aún creen en el futuro yapuestan, con mayor mansedumbre, a sobreviviren él. En tanto representaciones máximas del judaís-

mo, sea por convención, por simbología o porpertenencia, en un cuento (“The Boarder”), unpersonaje reniega de Dios, en el otro (“In theBeginning”), el personaje reniega del Estado deIsrael, y frente a sí se yerguen equilibradas y alfin triunfales las voces de los otros personajesque, al igual que ellos, no ignoran las pérdidasni el sufrimiento pero mantienen una actitudpositiva o encarnan formas distintas de luchacotidiana y pacífica en el desarrollo de sus res-pectivas tareas. Dicho triunfo es claro en “In the Beginning” y

más esquivo en el otro pero, en el cierre, lacuchara, que vence el hambre, simbólicamentese inclina hacia adentro del plato (como un fielde la balanza en la puja sostenida entre amboshombres, donde lo bueno quiere tener mayorpeso).En ambos relatos se trata de contigüidad, de

compartir el espacio, ya con dos pequeños apar-tamentos (uno frente al otro, en el cuento deLARB), ya dentro del mismo departamento (en elde The New Yorker), como en el mismo Estado deIsrael, de ahora y de entonces, y como en la diás-pora, de entonces y de ahora.Melnik –quien, entre otras características,

El fuego allí. Isaac Bashevis Singero la memoria de un pueblo

El privilegio de algunos escritos recuperados de I. B. Singer. Una descomunal nueva edición en castellano y lastraducciones del idisch al inglés, aparecidas en revistas estadounidenses, que nos revelan una vez más su

maestría y nos acarrean su primera visión de Israel.

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tiene rasgos misóginos, se refiere al mundo rusoy soviético de manera constante y admira la con-cepción de la mente propuesta por Pavlov– nopuede vivir el presente, pues todo lo remite a lasvisiones y horrores del pasado. Cada cosa lehace evocar las desgracias previas.“Everything´s rotten” (“todo está podrido”) ase-gura.Interrumpiendo sus controversiales reflexiones

y como siguiendo una sentencia del Eclesiastés,que nos alerta sobre el hecho de que quien sumaconocimiento suma dolor, el rabino sugiere a sucompañero: “Bueno, mejor come algo.Demasiado hablar solo conduce a la iniquidad”.Ante la insistencia, el contrapunto se enfatiza:

“¿Quieres callar o no? Te lo advierto por últimavez”, dirá el anfitrión y el otro va a desafiar:“¿Tienes miedo de la verdad?” Plantando en esepunto una paradoja religiosa, el escritor desplie-ga su ética pulseada.

De premios y despojosComo es posible sentir con Singer muchas

veces, todo resulta demasiado subrayado opedagógico, una especie de guión para volvercomprensible al lector sus objetivos, para expli-car a la sociedad en su conjunto, crear escrúpulosobre la Shoá, familiarizar con el judaísmo,enseñar, más allá de cualquier fenómeno litera-rio. Si pensamos en los otros tipos de experimen-

taciones que a nivel artístico estaban producién-dose en Estados Unidos y en Europa, por acotarel mapa, en la época en que Singer escribe, sirepasamos la estilización y el esteticismo delsiglo XX que dio a Joyce, a Proust y a tantos otrosnarradores, la de Singer, sin duda, es una escri-tura marcada a fuego por el acontecimiento sinparangón del nazismo y sus nefastas conse-cuencias. No se trata de un Premio Nobel que es judío: él

es un Premio Nobel Judío, descubierto quizá porculpa, premiado acaso como reparación, en unaespecie de tikun olam literario, no dictado por unhumanismo espiritualista aunque sí por unaalerta política y cultural que las academias noignoran y los comités no desdeñan, en aras delfomento o reconocimiento de los buenos princi-pios.Y con esto no estamos diciendo, desde ningún

ángulo, que Singer no merecía el Premio Nobelde Literatura, sino del todo lo contrario.Simplemente estamos tratando de interpretaralgunas de las razones que gravitaron sobre suentrega. La mala conciencia universal que quie-re lavarse una y otra vez para poder seguir exis-tiendo, halla siempre sus nichos de buena con-ducta para presentar a los ojos del mundo. Elhábito del usufructo político de algunos pre-mios, para mostrar cuán abiertos y comprensi-vos somos como sociedad, como humanidad,como jurados de un universo irremediablementedestruido de diversas formas y por doquier, estáinstalado. Ciertos grandes premios a menudoterminan funcionando como pequeños premios-consuelo para mentes inquietas o almas endesazón, recordándonos el origen que la etimo-logía compensa (praemium primero es botín).

El albergue de una lengua. Ficciones y reali-dades

Es justo decir que Estados Unidos albergó elidisch de Singer. Y entre esos corredores de sen-tido, desde hace décadas, el suplemento de“Ficción” de la revista The New Yorker dedicóespacio a difundir mediante traducciones alinglés la obra de otro modo casi inalcanzable deSinger. En el acto de poner en manos de unamplio público la obra del Nobel, un rápido reco-rrido nos permite ver, por ejemplo, “The recluse”

(21/7/1986, traducido por Deborah Menashe).Otros llegaron con la pluma de traducción del

mismo autor y, en ciertos casos, en colabora-ción: “Disguised” (22/9/86, traducido porSinger y D. Menashe), “The house friend”(1/7/85, Singer y Lester Goran) o “Burial at sea”(14/10/85, Singer). En el 2000 contamos con“He wants forgiveness from her” (21/8/2000,traducido por Curt Leviant) o más cerca en eltiempo “Inventions”, traducido del idisch porAliza Shevrin (26/1/15), en el cual el narrador semovía entre comunistas y fantasmas. La importancia que Singer otorgaba a las tra-

ducciones y los distintos tipos de relación queestableció con quienes participaron con él enese proceso llegó a ser de una envergadura talque hasta dio origen a una película y más de unaproblemática. (Puede verse el documental TheMuses of Bashevis Singer.)2 Él afirmaba que lasversiones definitivas de sus textos eran las tras-ladadas al inglés.Por otra parte, recientemente conocimos enLos Ángeles Review of Books algunas de las vívi-das imágenes que el autor trazó cuando llegó alfin a pisar la tierra de Israel-Palestina en 1955.Son párrafos autobiográficos traducidos alinglés por David Stronger, quien estudia la pro-ducción de Singer en aquella coyuntura. Con su esposa Alma, Singer recorre durante

dos meses la vida cotidiana del aún muy jovenEstado, sobre el cual no escatima oportunasadvertencias en otros textos.Ya desde el barco, llamado Chaplain –en fran-

cés quiere decir capellán–, que lo haría arribaren Tel Aviv–, analiza las relaciones con los ára-bes, las diferencias entre ashkenasíes y sefara-díes, la concentrada espiritualidad de estos últi-mos; la modernidad, el hambre junto a ciertadosis de snobismo, la nomenclatura de las callescomo íconos de un proceso de construcción. Asimismo deja rastro de su sensación de lo ale-

atorio o casi inmerecido, ya que, a pesar de lasdificultades que previamente sobrelleva hastaconcretar el arribo, Singer siente que está pisan-do el terreno y la realidad que otros, inclusosagrados, no lograron palpar, empezando porMoisés y siguiendo por Theodor Herzl. Ahora él,que antes había tenido que luchar hasta paraconseguir la visa, está allí, atravesando los sitioscon nombres familiares y queridos de la historiade la cultura judía.

El rescoldo de la esperanzaEn cuanto al rico texto titulado “In the

Beginnig”3, que puede leerse en paralelo, esuna ficción y todo lo real ahí habita. La alborota-da ciudad de Tel Aviv, pegajosa por el calor, losretratos físicos y psicológicos, los objetos típi-cos, el piano roto, los libros que exceden losestantes de la biblioteca, cierta condición som-bría del judío de Medio Oriente según la percep-ción de la protagonista, colmada de pensamien-tos estereotipados, prejuicios, frustraciones yodio. Muchas de las inquietas preguntas de esta

actriz áspera y desgarrada, que quiere negar sujudaísmo, Liza Fuchs, aún resuenan: “Is thisreally a Jewish state? How did they do it? Who?When? How long can this last?” (“¿Es este real-mente un estado judío? ¿Cómo lo hicieron?¿Quién? ¿Cuándo? ¿Cuánto tiempo puede duraresto?”)El hebreo, el polaco, el idisch, el ruso ponen en

contacto a los personajes. Cae la noche delcuento y tiene lugar el siguiente breve diálogoentre la mujer y su vecino: “–So you’ve become a Zionist?�–I myself don’t know what I’ve become. Since

the gentiles didn’t want us, we had to buildsomething of our own.�

–The Arabs don’t want us either.�–No one asked them!” (“–¿Entonces usted se ha convertido en un sio-

nista? –Yo mismo no sé en qué me he convertido.Como los gentiles no nos querían, tuvimos queconstruir algo nuestro. –Los árabes tampoco nosquieren. –¡Nadie les preguntó!”)“–I’m no Zionist.�–Well, you don’t have to be a Zionist. History

brought us here by force. Or call it God. If wehaven’t died, it means we have to live.”(“–No soy sionista. –Bueno, no tienes que ser

sionista. La historia nos trajo aquí por la fuerza.O llámalo Dios. Si no hemos muerto, significaque tenemos que vivir “.)“I’ve forgotten it all. Everything that has to do

with Jewishness. We have to start in the begin-ning.”�And the neighbor repeated, “Yes, in thebeginning...”(“Lo he olvidado todo. Todo lo que tiene que

ver con el judaísmo. Tenemos que empezar porel principio.” Y el hombre reitera: “Sí, en el prin-cipio”.)Liza al fin se decide y acepta estudiar hebreo

con su vecino, para poder integrarse, para abrir-se paso. Hay que empezar de nuevo (aunque noes desde la nada, por algo ella siente que eso yalo vivió), está en la génesis y en el génesis (enBereshit) y repite sus palabras. Y en el comienzoera el Verbo, ese milagro.

En uno de sus artículos de la época de “In theBeginning”, Singer asegura: “No, things are notall that bad. The fire is there, but is hidden”(“No, las cosas no están todas mal. El fuego estáallí pero está oculto.”) Sería luminoso pensar que aquel de Singer es

el fuego sagrado de la esperanza, que no puedeser otra más urgente y duradera que la de la paz.Una Hatikvá con mayúsculas, para un día de ale-gría sin sombras, para una felicidad con menospena.

* Crítica literaria y filóloga. Investigadora de la UNTREF.

1 Hemos realizado traducción al castellano de los mismos,de pronta aparición.2 The Muses of Bashevis Singer es un documental de loscineastas israelíes Shaul Betser y Asaf Galay, estrenado en2014.3 “In the Beginnig” es un texto de 8 páginas traducido por elmencionado D. Stronger, quien, en The New Yorker (13/8/2012), ya había presentado de Singer, “Job”, el relato delsufrido protagonista Koppel Stein.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura24 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Por Mishka Ben David **

En enero del año pasado fui al cementerio enGivat Shaul para participar del entierro delescritor Aharon AppelfeldZ”L. En la modestaceremonia no estuvo presente, ni lo despidió,ningún miembro importante de la cultura o elgobierno, fuera de la Presidenta del TribunalSuperior Ester Jaiut que contó acerca de laamistad que los unió. Para mi asombro, tampo-co identifiqué allí escritores (los pocos mediospresentes debieron contentarse con estehumilde servidor). Estuvieron el Prof. IgalSchwatrz, que investigó y editó durantemuchos años los libros de Appelfeld, y repre-sentantes de las editoriales en las que lospublicó. No identifiqué intelectuales ni otraspersonas relacionadas con la literatura.

A fin del año pasado falleció Amos Oz Z”L ylos medios están llenos de necrológicas de loslíderes nacionales más importantes, desde elPresidente Rivlin para abajo, ministros, miem-bros de la Kneset, escritores. Incluso losmedios de comunicación extranjeros acompa-ñaron el duelo. El féretro de Oz fue expuesto enTzavta y ante él desfilaron cientos de persona-jes honorables y también lectores antes de quela caravana partiera al entierro mediático en elkibutz Hulda.

A pesar de la estima que siento por Amos Ozescritor, no me conté entre ellos. Fue difícilpara mí soportar la diferencia entre el modestoentierro de Appeleld y lo que se programó paraOz a partirdel mismo momento de su muerte.

Como escritor, Appelfeld no fue menos queOz en nada. Tal vez fue al revés. Oz, ni ningúnotro escritor, logró hacer el aporte virtuoso a laLiteratura Hebrea que hizo Appelfeld: trajo aella, en su modo contenido y singular, lasvivencias de la generación de la Shoá -antes delos hechos- y de la generación de los sobrevi-vientes y sus sufrimientos durante la adapta-ción en Israel. Aun observando la estructura dela novela, el estilo y la frase aislada, no descu-briremos que Oz -o cualquier otro escritorhebreo contemporáneo- haya sido más impor-tante que Appelfeld. No me baso únicamenteen mi opinión literaria para hacer esta afirma-ción, sino en decenas de críticas sobre loslibros de ambos, una crítica que aceptó aAppelfeld pero estuvo dividida con respecto aOz y hasta fue cruel con él desde el principio desu carrera.

Me gustaron mucho algunos libros de Oz yotros menos, pero lo considero un gran escri-tor. Creo que una selección de básquet de laLiteratura Hebrea contemporánea deberíaestar integrada por Oz junto con Appelfeld,Yehoshua Kenaz, A. B. Yehoshua y por el quin-to puesto podrían competir otros excelentesescritores: Sami Mijael, David Grossman,MeirShalev, Haim Beer. Nuestra seleccióntiene un maravilloso banco de suplentes. Creoque personas no provenientes del campo lite-

rario se abstendrían de ubicara Kenaz y a Appelfeld entre loscinco titulares: ambos evitaronlas entrevistas políticas y laexpresión pública de sus opi-niones -aunque Kenaz aportósu nombre para el final de lalista de Meretz- y por ello seles negó el “valor agregado”que adquieren quienes seplantan como voceros de laizquierda y se aseguran unlugar en el proscenio públicocomo intelectuales y escritoresde avanzada.

Appelfeld y Oz llegaron a laescritura desde profundas heridas sin sanar yno es mi intención tratar de compararlas o cla-sificarlas. El primero perdió a su madre en lainfancia durante la Shoá y se vio forzado asobrevivir, abrirse camino y darle forma a suvida en una realidad sabra, extraña y alienada.El segundo perdió a su madre que se suicidócuando él era un niño y pasó su adolescenciacomo unjoven externo sensible en una socie-dad kibutziana áspera. Ambos añoraron a susmadres hasta el final de sus vidas, lo expresa-ron en sus escritos y gracias a la fuerza delinmenso talento literario que ambos tuvierontransformaron el dolor en literatura prodigiosa.Ambos obtuvieron el título de Profesor deLiteratura y dictaron clases en Israel y en elextranjero. Tuve el honor de ser alumno deAppelfeld, disfrutar del silencio vibrante que loenvolvía y de la música singular con la que leíalo escrito. También los alumnos de Oz lo des-criben como un maestro atento y sensible.

¿Por qué, entonces, la enorme diferenciaentre el silencio que acompañó la muerte deAppelfeld (con pocas y bellas expresiones enlos medios) y -sepan disculpar- el festival alre-dedor de la muerte de Amos Oz? La aparente yobvia explicación según la cual Oz era un per-sonaje público mientras que Appelfeld perma-necía oculto no concuerda con el hecho que Ozfue recordado una y otra vez después de sumuerte como uno de nuestros más grandesescritores, candidato al Premio Nobel deLiteratura y galardonado con una larga e impre-sionante lista de premios. En ambos casos lasociedad enterró a un gran escritor. El primero,en absoluto silencio; el segundo, con muchoalboroto. Esto no se entiende.

Es necesario buscar la verdadera explicaciónen la diferencia entre las dos tribus de la socie-dad israelí que representan Oz y Appelfeld: unaes la tribu blanca, sabra e ilustrada, que ente-rró a quien había coronado como su sumosacerdote. Oz no huyó de esta definición yescribió casi diez libros de ensayos que refor-zaron su status como tal. La segunda es la tribuno amalgamada de sobrevivientes de la Shoá,inmigrantes y sus hijos, cuyos miembros vivencomo seres solitarios -cada uno con sus pro-

pias pesadillas-y oscilan entre un pasado euro-peo o mediterráneo amputado y los barrios deinmigrantes en los que intentaron construiruna nueva vida y criar a una nueva generación;esta tribu de desarraigados no pudo agruparsedetrás de Appelfeld (me considero parte deesta tribu, a pesar de algunas característicasque bien podrían hacerme pertenecer a la pri-mera. En cada una de las tribus, y tambiénfuera de ellas, hay todo tipo de amantes dellibro que llegaron a los entierros por el amordispensado a estos escritores y a sus libros yno por una pertenencia tal o cual).

Una definición más amplia y precisa de latribu que Oz representaba es la que dio elsociólogo Prof. Baruj Kimerling: A.L.V.S.N.(ashkenazíes, laicos, veteranos, socialistas ynacionales). Según su definición, hay en estatribu derechistas e izquierdistas en la cuestiónpalestina-israelí y en las posturas económicas,como también religiosos y descendientes dejudíos provenientes de países árabes, si hanaceptado las concepciones y el modo de vidade los A.L.V.S.N. (ubicados socioeconómica-mente en la clase media media y media alta).Es muy posible que en la tribu encolumnadadetrás del féretro de Oz se encontraran todosestos tipos, pero me concentraré en tres carac-terísticas ya señaladas y que diferencian,según mi opinión, a los deudos de Oz de losdeudos de Appelfeld.

La tribu blanca no es tan “blanca”. Somossemitas. Pero los miembros de esta tribu sereconocen como blancos, tienen característicasculturales occidentales y su pertenencia llega aun grado tal que desconocen que los europeosy los norteamericanos “blancos” los conside-ran una raza distinta. Hablo con conocimiento,ya que viví bastante tiempo en Estados Unidosy en Europa.

Los miembros de esta tribu son sabras o due-ños de una conciencia sabra; no son comoaquellos que vinieron “de allá” o tienen con-ciencia de “segunda generación”1. Tampocoson inmigrantes o hijos de inmigrantes llega-dos de los cuatro puntos cardinales cuya con-ciencia se haya forjadopor su status. El buenmozo Amos Oz, que prestó servicio en Tzahal,encarnó para esta tribu al sabra mitológico, a

Amos Oz vivió y murió en la tribucorrecta. Aharon Appelfeld no *

La muerte de Oz fue el merecido espectáculo mediático-político para un digno hijo de la izquierda que represen-ta a los sabras ilustrados. Un año antes falleció, en un silencio insoportable, Aharon Appelfeld, uno de nuestros

grandes escritores, un outsider. Ambos fueron gigantes, pero la diferencia es estridente.

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pesar de que ni su biografía ni sus personajesliterarios se adecuaban al estereotipo. En con-traposición con los protagonistas de la genera-ción del ´48, los personajes de Oz no son com-batientes (salvo algunos pocos casos, como ensu cuento temprano “El monasterio de lossilenciosos”) y casi no se conocen detallessobre su servicio militar, como tampoco sobreel de Appelfeld.

¿Y qué hay de la cualidad de “ilustrado”? Alparecer, aquí se encuentra un común denomi-nador más amplio entre los que lloran a su guíay maestro. Los ilustrados -ante sus propiosojos- son los que se oponen a la ocupación, alos territorios, son los social-demócratas. Oz seidentificó a sí mismo con los círculos de izquier-da (al principio con el laborismo, después conMoked, Meretz, Shalom ajshav) sin abandonarsu postura sionista. Tal vez esta postura suble-vó, más de una vez, al campo de la izquierda.

A pesar de ello, el culto y ensalzado Amos Ozfue para ellos una bandera digna de enarbolary de la cual es difícil despedirse, especialmen-te en estos días en los que la izquierda carecede apoyo popular y de soluciones aplicables(como tampoco tiene la derecha). ¿Qué bande-ra es posible alzar ahora? Existe una genera-ción siguiente de escritores que se posicionaenel campo de la izquierda -algunos incluso noson menos que Oz como escritores- pero lesfalta la belleza, el entusiasmo y el destelloretórico de Oz. “La tribu blanca, sabra e ilustra-da” quedó huérfana de su exquisito vocero, desu emblemático símbolo, y por eso le resultatan difícil hallar consuelo.

Una característica de Oz que no me gustaba,en parte tribal y esencialmente personal, era laforma en que expresaba sus posiciones. El esti-lo, la dicción, la pretensión de saberlo todo ytener razón me molestaban más que las postu-ras propiamente dichas. La repetida candidatu-ra de Oz al Premio Nobel es otro testimoniomás de esa pretensión, considerando que lasideas sobre su grandeza literaria están dividi-das: detrás de todo premio honorable funcionauna industria competitiva que demanda nopoca arrogancia, motivación y empuje paracumplir sus exigencias y vencerla.

Quiero aclarar que solo me encontré con Ozen algunas oportunidades. Compartimos lamisma editorial e incluso recibimos al mismo

tiempo “el libro de platino” en lasemana del libro unos años atrás.La persona no se parecía al altivopersonaje público. Lo destacarontambién algunos de los que lo des-pidieron. Pero no encontré en él lahumildad y la voz que me gustabande Appelfeld. Cada uno de ellos erael fiel representante de su tribu.

Además de estas tribus, hayotras que instituyeron eminentesescritores. Por ejemplo, “la tribuoriental”, en la que se destacanalgunos representantes que actua-ron, y lo siguen haciendo, desdeuna notable conciencia oriental(por ejemplo, Ronit Matalon Z”L,que falleció muy poco antes queAppeleld, los jóvenes del grupo ArsPoética) y otros que no.Un sinnú-mero de lectores, de variadasextracciones y tribus, se identifica-ron con la realidad “oriental” des-cripta en la maravillosa Victoria, deSami Mijael, en Viaje al fin delmilenio, de A. B. Yehoshua o enKaparot, de Eli Amir. Tambiénmuchísimos se identificaron con“los chantas” de Infiltración, la

prodigiosa novela de Yehoshua Kenaz a quienconsidero el más grande de nuestros escrito-res.Hay destacados escritores en la sociedadárabe-israelí que traen sus historias, comotambién en el seno del sionismo religioso, lasfeministas y lesbianas, entre los que seencuentran quienes representan a su grupo oquienes traspasan los límites de su tribu.

Entonces, ¿por qué un buen día la identifica-ción del lector con el texto, una acción que serealiza en el encuentro íntimo entre ambas par-tes, adopta un carácter tribal? Supongo queesto no ocurre entodos los casos enque muere un escri-tor, pero es imposi-ble dejar de pregun-tar por qué, de modotan claro en el casode Oz, la tribu seapropió de él.

Los que acompa-ñaron y despidierona Oz a su moradaeterna son los quedeberían responder-se esta pregunta.Ellos no considera-ron necesario parti-cipar del modestoentierro deAppelfeld ocurridojusto un año antes,ni tampoco de lasescuetas palabrascon las que fue des-pedido (espero queesto no haya ocurri-do por la presenciao ausencia de losmedios en el lugar).Estas personas,especialmente losescritores y hom-bres de la cultura,deberían preguntar-se qué los llevó aTzavta y a Hulda y aescribir sobre Oz enlos periódicos y porqué se abstuvieron

de brindarle un último homenaje a un escritorno menos ilustre como Aharon Appeleld. ¿Noserá la pertenencia tribal de cada uno?

Aquí surge necesariamente la pregunta sobrela sociología y la política de la “aceptación”literaria y cultural y su relación con estas tribusy con el establishment político, literario, cultu-ral y comunicacional que eleva a sus represen-tantes en vida y lo vuelven a hacer cuandomueren. Pero a la luz de los hechos, fuera deuna caricia al ego tribal, esto no tiene ningunasignificación práctica: dudo que quienes nohayan leído a Oz hasta el día de hoy vayan ahacerlo impulsados por la catarata de notassobre él.

Otro interrogante que se plantea es la dife-rencia entre la presencia oficial en el entierrode Oz y su ausencia en el de Appelfeld. Estacuestión se agudiza en el contexto de las que-jas de la familia del primero, porque el Ministrode Educación no expresó sus condolencias,frente al silencio de los familiares del segundo.Es difícil no ver en este detalle otra revelaciónde la disparidad entre la tribu de los “mecorresponde” y la tribu de los “hay que dar lasgracias por lo recibido y callarse”.

Concluiré con otra pregunta: ¿quién, fuera delos miembros de la tribu, necesita el festival de“después de la muerte”? Existe una recomen-dable medida de demostración de respetohacia el muerto, pero esta no justifica la exage-ración manifestada en este caso. La relación deAppelfeld y Oz con sus lectores fue y es unarelación personal que sucede en la intimidad.Los que amaron al difunto lo llevan en su cora-zón y el propio fallecido… ya no sabe nada ninecesita nada.

Traducción: Tamara Rajczyk

* Yedioth Ahronoth 18.01.2019** Escritor israelí nacido en 1952, Doctor en Literatura

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura26 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Por Emilce Rosenberg *

Recorrer Italia es respirar arte e historia en unsolo lugar. Cada rincón tiene algo mágico, algoque interpela a los viajeros que caminan por suscalles. Entre fuentes, palacios, museos, iglesias, ycomitivas de turistas de distintas nacionalida-des. Italia es un destino que provoca suspiros.Arquitecturas que brindan testimonios del pasode distintas civilizaciones, Indicios de una pro-longada historia. La arquitecta Mónica Roitberg en su libro “BetAm, Una casa, cinco mil años”, ha investigado lahistoria de las construcciones de las Sinagogasa lo largo del continente. En el final de siglo XV,Italia fue dividida en estados independientes, enmuchos de ellos moraron familias judías conantiguas raíces en el país, donde su presenciafue incesante durante más de 1500 años. Los pri-meros llegaban de Palestina, África del Norte.Muchos de los expulsados de España y Portugaldurante la Inquisición encontraron refugio enItalia. Los judíos italianos conformaban un grupo devariadas clases sociales, culturales. En Roma, lasituación era ambigua, contradictoria: Por unlado los médicos judíos eran ignorados, por elotro tenían la posibilidad de atender al Papa,pero no a cristianos. En palabras de Roitberg: “La Sinagoga desde sucreación fue considerada como casa del pueblo,Bet Am, lugar donde la comunidad se reúne aorar. El sitio más importante de su arquitecturaes el Arca, donde se conservan los Rollos de laTorá.” Le sigue en importancia La Bimá, conside-rado como espacio sagrado. La arquitecta observa en la introducción de sulibro como en el Talmud se especifica el proce-so de decoración de la Sinagoga: Si se examinael proceso de decoración de la Sinagoga seencuentra que el primer elemento que recibedecoración son los Rollos de la Torá. El Talmudespecifica tintas con una buena pluma por unescriba muy hábil en finas sedas. La religiosidadque incitaba este acto de embellecer los objetosrituales fue conocida con Huddur Mitzvá”, queliteralmente significa “un precepto de belleza”.Por otra parte, Jaime Barylko en su libro “Cabalápara todos” explica las características del árbolcabalístico de la vida: la sexta emanación divinaes Tiferet, que significa belleza y armonía, en elárbol de la vida, da equilibrio y proporción. Es eleje que une lo superior con lo inferior.Por lo cual queda claro la importancia de dotarde belleza a los objetos rituales, en consecuen-cia dotar de belleza las casas del pueblo. El recorrido comienza por Venecia. VVeenneecciiaaEn la ciudad famosa por sus carnavales, susmáscaras, sus canales y góndolas. Su Bienal deArte, que se celebra, desde 1895. Ciudad prota-gonista de la obra literaria: “Muerte en Venecia”de Thomas Mann. Entre fachadas antiguas y calles angostas, ubi-cada a distancia del Rialto, se encuentra laSinagoga de Venecia. Su fachada es discreta y sencilla. La planta de suarquitectura es irregular, dada su ubicación geo-gráfica caracterizada por la presencia de cana-les. Su estilo es renacentista, pero fue remode-

lada en el siglo XVII. Su interior tiene características barrocas, porejemplo el frontón del Arca se encuentra partido,esto es una característica del barroco: frontonescurvos, o frontones partidos. Hay inscripcioneshebreas incrustadas en los escalones y en elinterior de las puertas. La Bimá se realizó en forma de doble baldaqui-no de oro. El friso que corre alrededor de lasala, tiene grabado los Diez Mandamientos enletras hebreas doradas. FFlloorreenncciiaa El 15 de marzo de 1868 el caballero David Levi,presidente del Consejo de la UniversidadIsraelita expuso en su testamento que su patri-monio fuera destinado a la construcción de unTemplo en la Ciudad. El desarrollo del proyecto estuvo a cargo de losarquitectos Mariano Falcini, Marco Treves, elcual fue aprobado por la Academia Florentinade Arte y Diseño.La construcción de la Sinagoga comenzó en 1874y se inauguró en 1882. Su fachada está inspirada en la Iglesia bizanti-na de Santa Sofía de Estambul. La planta es cen-tralizada y tiene una cúpula coronada por uncampanario sobre el crucero. Se observan dostorres octogonales que contienen las escaleras.Las torres están coronadas con cúpulas bulbo-sas. Las ventanas están decoradas por GiovanniPanti, que utilizó oro. El Aron Ha Kodesh estárealizado con columnas de mármol negro, acom-pañado por una decoración de mosaicos vene-cianos dorados.La costumbre de utilizar oro para decoraciones ocomposiciones artísticas se remonta al artebizantino. Y en fines de siglo XIX, se retoma lacostumbre, un ejemplo son las pinturas deGustav Klimt, en las cuales el artistas utilizaláminas de oro, para la decoración de sus obras. La Sinagoga de Florencia en su interior tiene unaire, un perfume modernista, sobre todo en elmobiliario patrimonio David Levi. Recordemosque el estilo se desarrolla en la arquitectura, lapintura, el diseño de cartelería para cine y tea-tro, el mobiliario, incluso en lámparas. El estilose caracteriza por su planitud, es decir no hayuna búsqueda de perspectiva, son composicio-nes marcadas por el movimiento curvilíneo, for-mas curvas que imitan las olas del mar. Seobserva a sí mismo la influencia de Japón, sobretodo en las estampas japonesas. RRoommaaUbicada en el Barrio del Trastevere, y a pocosmetros del Río Tiber, se encuentra el Ghetto, elMuseo de la Shoá y la Gran Sinagoga de Roma.Franchesca y Giancarlo son directores delMuseo de la Shoá y nos recibieron y nos guiaroncontándonos como se desarrollaba la vida judía,durante el gobierno de Mussolini y luego elingreso de Hitler. El Gheto estaba constituido por construccionesde Madera. El espacio era reducido, cuando lasfamilias crecían necesitaban más espacio y loúnico que se les permitía era construir hacia arri-ba. Debido a estas condiciones, en muchas oca-siones se producían incendios. El Museo de la Shoá narra la historia de los judí-os en Italia. Brinda información, datos, curiosi-dades sobre figuras destacadas de la cultura:como el escritor Alberto Moravia, autor de la

novela “El desprecio”.Dentro de Roma a los judíos se les permitía úni-camente dedicarse a las finanzas y los tejidos:como parte del acervo del Museo de la Shoá, seobservan Torots, cubiertas por telas de seda quedenotan una delicada belleza, dispuestas envitrinas verticales. Mussolini respetaba a los judíos pero cuandoentro Hitler a Italia en ese momento empezaronlas persecuciones, muchos se escaparon y otrosfueron víctimas del Holocausto.La Gran Sinagoga de Roma representa para losjudíos el lugar de encuentro, y celebración luegode tanto sufrimiento. Es un edificio, de estiloneoclásico, con decoraciones asirio- babilóni-cas, que se observan en la decoración de loscapiteles de las columnas. En el tímpano de ingreso hay símbolos hebreoscomo las Tablas de la Ley, la Menorá, y elMaguen David. El interior tiene una pomposadecoración, la cúpula está pintada con motivosinspirados en la biblia.La característica de la arquitectura del siglo XIXes tomar un estilo, en este caso el neoclásico ygenerar variaciones: incorporar elementos deotros estilos. Generalmente el estilo neoclásicodurante el siglo XIX se utilizó como modelo paraedificios públicos, o monumentos nacionales. Dos ejemplos de estilo neoclásico son: el monu-mento a la Patria en Italia, que celebra laUnificación de Italia, y rinde homenaje a los caí-dos en las Guerras. Y nuestro Congreso. Enambas obras se observa un estilóbato que sedestaca: estilóbato escalinata, frontón recto,columnas dóricas, jónicas. Por lo general lasconstrucciones neoclásicas como modelos elPartenón de Atenas y Panteón Romano. Existenmodelos que influyeron a lo largo de la Historiade La Arquitectura.Francesca destacó que La Gran Sinagoga deRoma representa para los judíos el lugar deencuentro, y celebración luego de tanto sufri-miento, y liberación cuando los judíos no que-dan limitados a vivir en el Gheto. En tanto, lascasas del pueblo representan una celebración ala vida.

Los judíos de Italia, a pesar de sufrir persecucio-nes, matanzas, limitaciones y una infinita canti-dad de condicionamientos en cuanto a los traba-jos permitidos, su falta de libertad para mover-se, y realizar una vida activa, pudieron sobrevi-vir dignamente, enfrentar las circunstanciasadversas, y en la actualidad forman parte de lasociedad.

* Licenciada en Curaduría e Historia de Las Artes

La Italia judía…Un recorrido por las sinagogas de Italia: Venecia, Florencia y Roma

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura Marzo/Abril 2019 | NUEVA SION #997 27

Por Laura Haimovichi

Retrato íntimo y muy disfrutable de una familiacon gran arraigo en las tradiciones religiosasjudías, Shtisel es la puerta de entrada a un uni-verso invisible a los ojos de la mayoría de lostelevidentes. Sin embargo, aunque sus prota-gonistas son judíos ultraortodoxos y por lotanto muy diferentes del resto de los mortaleso de otros miembros de la comunidad, la histo-ria que cuenta esta serie no hace hincapié ensus hábitos litúrgicos y sus prácticas de la doc-trina talmúdica. No, aunque el dogma lo atra-viesa todo, Shtisel se encamina a mostrar cómosus protagonistas viven el amor, las ilusiones,los vínculos y las pérdidas. Así, la serie se con-vierte en un material cercano, entrañable y no aaños luz de la mayoría de los televidentes,como podría suponer el prejuicio más corriente.Y aunque fue estrenada en 2013 en Israel, dedonde es oriunda, desde el mes pasado pode-mos verla por Netflix.Dirigida por Alon Zingman y multipremiada ensu país de origen, con un tiempo pausado simi-lar al que deben vivir los haredi –los que temena Dios- en su vida cotidiana, lejos de la prisaque imponen las grandes ciudades del capita-lismo global, la historia transcurre en la actua-lidad en Mea Shearim, el barrio más emblemá-tico de los observantes a rajatabla de la Torá,en Jerusalén.El punto de partida es que Shúlem Shtisel (DovGlickman) el terco patriarca de la familia prota-gónica, está por conmemorar el primer aniver-sario de la muerte de su esposa. Su hija Gitti(Neta Riskin) tiene que enfrentar sola la crianzay manutención de sus cuatro hijos, ya que sumarido encuentra un trabajo como mataderokosher en Argentina y desaparece. El otro hijo

de Shúlem, Zvi Arie, espera obtener un buentrabajo en la yeshivá, la escuela talmúdicadonde estudió, pero no le será fácil por las pre-siones familiares, la falta de sueño y la obse-sión de su mujer sobre la existencia de un ratónen la casa. Finalmente, Akiva (Michael Aloni), elguapo benjamín que como potencial artistavisual adora pintar lemures en lienzos, es elúnico que permanece soltero, se rebela contrala posibilidad de un matrimonio arreglado y seenamora locamente de una mujer mayor que él,Elisheva (Ayelet Zurer).Detrás de esa alteridad que les otorga el uso deropas largas y oscuras, tirabuzones en el cabe-llo de los hombres o pelucas para las mujeres,los personajes de Shtisel tienen que enfrentarlos mismos problemas que impulsa cualquierdrama de ficción: las relaciones de pareja, laeducación de los hijos, la búsqueda de un lugarpropio, la lucha por una vida digna. Y, lejos deuna crítica o un cuestionamiento al estilo devida que impone su fe, acá se da por sentadoque ese es el marco y nadie hará nada pormodificarlo o intentar escapar. No es el propó-sito de la historia.Para que la narración resulte más auténtica, eldirector y los actores pasaron Shabats confamilias haredi en el vecindario y estudiaronidish. La serie incluye este idioma tanto comoel hebreo. Los autores, Ori Elon y YehonatanIndursky, transcurrieron sus infancias en hoga-res similares a los que se muestran en Shtisel yes evidente que esa fue su fuente porque elguión está escrito con amor y respeto.“Crees que la serie te expondrá a un mundolejano y exótico pero te encuentras inmerso enla energía del programa”, señaló Dikla Barkai,una de sus productoras.Como su hijo Akiva, con quien comparte la

vivienda, Shúlem tiene una gran fragilidademocional y hace todo lo posible por salir de lasoledad. Es torpe y algo rígido pero con buensentido del humor. Su madre, la tierna bobe,vive en un hogar para personas mayores dondedescubre la televisión y de ese modo entra encontacto con el mundo exterior.Aunque el tono general de la serie es realista,hay momentos mágicos, como el encuentro deAkiva con su madre muerta con el fondo de lanieve. Estos sueños se repetirán a lo largo de laserie. Akiva es un personaje que lucha suave-mente por preservar su singularidad frente a lacomunidad. La dimensión onírica también apa-rece en los diálogos que a menudo mantiene enla cocina de su hogar Elisheva con los dos mari-dos que tuvo y que la dejaron viuda.Bienvenido el mundo despojado y algo ingenuode los Shtisel en un presente cada vez más cíni-co. Ante una abrumadora oferta de series sobrepsicópatas y poderosos, esta tira televisiva queaborda los sentimientos sin mayores pretensio-nes y siendo fidedigna al universo ortodoxoque retrata, se destaca como una pequeña pie-dra preciosa. Y entretiene

ShtiselLa serie israelí recientemente incorporada a Netflix muestra de manera entrañable la manera en que sus prota-

gonistas, judíos ultraortodoxos de Mea Shearim, viven el amor, las ilusiones, los vínculos y las pérdidas.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Reflexiones28 NUEVA SION #997 | Marzo/Abril 2019

Se vestirá de fiesta consu mejor color

Una primera aproximación al escrutinio de los comicios israelíes nos puede remitir a las acaloradas discusiones,barriales o escolares, de nuestra infancia: la defensa discursiva -a rajatabla- de River Plate o de Atlanta se sus-

tentaban en una adhesión puramente afectiva, exenta de racionalizaciones futbolísticas.

Por Moshé Rozén *

El presidente de Israel, Rivlin, afirmó haceunos años que el país estaba social y cultu-ralmente configurado por colectivos sociales–algunos los definen como colectivos triba-les- determinados por corrientes educativas:judías y árabes, laicas y religiosas ortodoxas;concido con su relato y digo: desde niños,muchos israelies tienden, entónces, a adhe-rir al mandato escolar, a una identificaciónfamiliar y emotiva con los marcos culturales–en definitiva, políticos- próximos a su entor-no social inicial. Obviamente, el "clima de la época" impresopor Netanyahu con la "ley de la nacionali-dad", su compromiso con las aspiración deanexión definitiva de los territorios ocupadosen 1967, etc., contribuye a acentuar la fractu-ración sectorial.Es más: el primer ministro, acosado por acu-saciones de clientelismo y soborno, cohechoy malversación de fondos, se identifica a símismo como víctima de las "élites dominan-tes". O sea, él, Netanyahu, sería el gobernan-te formal , pero el poder real lo ejercen sus"perseguidores", la prensa y los jueces, laizquierda y la oposición.En su campaña electoral, el Likud se centróen atacar al "partido de los generales", larecientemente constituida lista "KajolLavan" (Azul y Blanco).El enfrentamiento electoral estuvo matizadopor el discurso autoritario de la coalicióngobernante, una violenta modalidad que–lejos de producir rechazo masivo- se asientaen el espíritu de intolerancia y discriminaciónque anida en gruesas capas ciudadanas, que

visualizan el concepto"izquierda" como sinó-nimo de "traición a lapatria". El triunfo del Likud y elpremier Netanyahu–por ahora desafiadopor un probable empatecon Azul y Blanco, elpartido de Gantz – rei-tera una constante deanteriores confronta-ciones: identidadesétnicas y religiosas,parámetros simbólicosy emocionales, simila-res a la adhesión a un cuadro deportivo, seimpusieron, coronando la alianza entre laderecha nacionalista y el bloque ortodoxo,desplazando a las márgenes al núcleo funda-cional del Estado de Israel –el sionismo labo-rista – y asentando, posiblemente, unaestructuración bipartidaria similar a los perfi-les norteamericanosde Republicanos–abiertamente simpa-tizados por Netanyahu-y Demócratas –cerca-nos a la perspectivacentrista-liberal deGantz.En este momento, alas 6 de la mañanadel 10 de abril de2019, el recuento devotos indica: 35 ban-cas para el Likud y 35para Kajol Laván.Meretz, superando laagresiva campaña"izquierda=traidores",logró 4 escaños en unespectro parlamenta-rio signado, nueva-mente, por tendenciasextremadamente pola-rizadas.La periferia ortodoxa,satélite de la derechanacionalista, prometefidelidad al Likud yaseguraría así la con-tinuidad de la actualcoalición y el bloqueodel avance opositor.Ambos contrincantes,Netanyahu y Gantz, yasalieron a la conquistade socios que facilitensu acceso al próximopoder: un desplieguede promesas, como un

canto gardeliano: cuando apoyes a mi gobier-no recibirás ministerios y presupuestos...eldía que me quieras, la rosa que engalana sevestirá de fiesta con su mejor color...

* Miembro del Kibutz Nir Itzjak, Israel

Elecciones en Israel: Netanyahu podría formar Gobierno