EL SENTIMENTAL DE LE SENNE

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Huraño, melancólico, cenestésico, vulnerable, misoneísta, asceta, introvertido, escrupuloso, resignado, tímido, misántropo, indeciso, aferrado a su diario íntimo para sentirse vivir: el sentimental. El sentimental de Le Senne A PUNTES DE CARACTEROLOGÍA : Traité de caractérologie - René Le Senne Olga Hernández - Grafoanalista por la UAB 12–2014 Maximilien Robespierre, 1758-1794. Abogado, escritor, orador y político francés apodado el Incorruptible. Líder de la Revolución Francesa que gobernó Francia durante el periodo revolucionario conocido como el Terror

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Por Olga Hernández en la Revista ICG nº 15, AÑO 2015, Festividad de Reyes - 1ª Parte www.grafoanalisis.com

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Huraño, melancólico, cenestésico, vulnerable, misoneísta, asceta,

introvertido, escrupuloso, resignado, tímido, misántropo, indeciso,

aferrado a su diario íntimo para sentirse vivir: el sentimental.

El sentimental de Le Senne

APUNTES DE CARACTEROLOGÍA: Traité de caractérologie - René Le SenneOlga Hernández - Grafoanalista por la UAB 12–2014

Maximilien Robespierre, 1758-1794. Abogado, escritor, orador y político francés apodado el Incorruptible. Líder de la Revolución Francesa que gobernó Francia durante el periodo revolucionario conocido como el Terror

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Este texto no pretende ser la traducción del Traité de caracté-rologie de Le Senne, sino unos apuntes útiles para conocer sucontenido.

Los datos que figuran introducidos por expresiones deltipo"q.1.1º" son epígrafes de la encuesta que realizó a princi-pios del siglo XX la Universidad de Groninga y se correspon-den con un rasgo del carácter.

Los distintos caracteres están abreviados del siguiente modo:Apasionado (A), Colérico (C), Nervioso (N), Sentimental (Se),Sanguíneo (S), Flemático (F), Apático (Ap) y Amorfo (Am).Cuando encarnan los valores máximos, medios o mínimos dela encuesta, llevan asociadas las abreviaturas máx., med. ymín., respectivamente. También podemos encontrar gruposen lugar de caracteres: Emotivo Secundario (ES), no ActivoSecundario (nAS), Emotivo no Activo (EnA).

El número que encabeza algunos párrafos se ha conservadopara localizar los apartados con facilidad en el texto original,disponible online y en diferentes formatos por gentileza de laUniversité du Québec à Chicoutimi en: http://classiques.uqac.ca/classiques/le_senne_rene/traite_de_caracterologie /traite_caracterologie.html

El texto va acompañado de algunas notas biográficas. Tam-bién se adjuntan documentos manuscritos de sentimentalesilustres.

La redacción se sujeta a la nueva gramática de la lengua. Almargen de la escasa simpatía que despierten las novedadesintroducidas por la RAE en 2010, no dejan de ser una conven-ción, una norma que proviene de la autoridad de la lengua y que se respeta o no.

Olga Hernández

Gerardus Heymans(1857-1930)

Filósofo y psicólogo holandés, profesor enla Universidad de Groninga. Junto aD.Wiersma, psiquiatra, fue el autor de laprimera investigación científica europeasobre las dimensiones de la personalidad.Realizaron una encuesta estadística pormedio de un cuestionario enviado a 3000médicos holandeses y alemanes, guiandodeterminadas observaciones. Lograronmás de 2.500 fichas individuales. Paralela-mente, estudiaron más de 100 biografías depersonajes célebres. Sin embargo, las con-clusiones se publicaron solo en forma dis-persa.

René Le Senne(1882-1945)

Profesor de filosofía en La Sorbona. Fuequien sistematizó la doctrina y publicó unaobra unitaria. Con él surge la escuela.

Portada: Robespierre figura entre los sentimentales doctrinarios,de una secundariedad fuerte asociada a la estrechez del campo deconciencia. Su honestidad le ganó el sobrenombre de el Incorrupti-ble. El ascetismo de su vida, su apego a la virtud, su admiración porRousseau, su indecisión, su esfuerzo por instituir la religión del SerSupremo, son otros tantos síntomas de su sentimentalidad.

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Los nerviosos coinciden con los coléricos (EP) y con los senti-mentales (EnA), pero el parecido con estos es mayor por la tras-cendencia que tiene la ausencia de la actividad.

El sentimental en la estadística

Jean-Jacques Rousseau (Gine-bra 1712-Ermenonville 1778). Filó-sofo y ciudadano de Ginebra,escribió principalmente sobre lapolítica, pero también publicó va-rias obras de teatro, algunos rela-tos, un célebre tratado sobre laeducación -Émile- y hasta obrassobre música, así como un Diccio-nario de botánica. Pero su mayorcelebridad la debe, sin duda, a sugran obra política, el Contrato so-cial (1762), que constituye una delas cimas del pensamiento mo-derno universal. Además del Con-trato social y del Discurso sobre elorigen y los fundamentos de ladesigualdad entre los hombres,entre los principales escritos polí-ticos de Rousseau destacan el Dis-curso sobre la Economía política,el Proyecto de Constitución paraCórcega y las Consideracionessobre el gobierno de Polonia.

Información extraída de la página:http://ocio.elcorteingles.es/li-bros/autores/jean-jacques-rous-seau

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1. Sensibilidad a los sucesos exteriores

q.7.1º impulsividadSe: 45,1 N: 78,2 Med.: 43,6 F: 12,8

q.10.1º violenciaSe: 61,9 N: 75,9 Med.: 45,9 F: 16,9

Es como si el sentimental llevase en su interior a un flemáticoque le va corrigiendo. En sentimientos se sitúa cerca de N:q.11.1º excitable

Se: 65,5 N: 68,4 (máx.) Med.: 52,1q.15.3º humor variable

Se: 64,6 Med.: 36.7

2. Hurañía

q.71.3º gusto por la soledadSe: 15,9 Ap: 19,1 (máx.) Med.: 10,4

La cercanía con los apáticos sugiere que el gusto por la soledadestá esencialmente condicionado por el grupo nAS.

q.16.1º meditativo, reflexivo, preocupadoSe: 54,9 (máx.) Med.: 30,7

q.61.2º cerradoSe: 38,9 S: 38,9 Ap: 53,2 Med.: 35,5

Los Se son cerrados porque la secundariedad forma un muro de-trás del cual fermenta la emotividad. Los S, por falta de emotivi-dad. La identidad entre ambos es aparente.

q.60.2º forzadoSe: 31,9 (máx.) Med.: 21,1

Forzado en el sentido de afectado. Aquí domina el grupo EnA.q.18.2º enfurruñado, gruñón

Se: 47,8 (máx.) Med.: 31,8Manifiesta la influencia de la inactividad, e indirectamente de lasecundariedad, sobre la emotividad.q.75 rumiar

Se: 24,8 (máx.) Med.: 16,2

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René Le Senne, Traité de caractérologie/4

René François Armand Sully-Prudhomme (París 1839-Châte-nay-Malabry 1907). Prudhomme,estudió en el Liceo Bonaparte deParís. Inició estudios de ingenieríaque no concluyó por problemas enla vista. Trabajó en varias fábricasy como ayudante de un notario.Publicó sus primeros poemas en1865, dentro de la corriente parna-siana y escribió para la Revue desDeux Mondes. Abandonó la poesíapor la estética y la filosofía. Fuecreador de la Sociedad de los poe-tas franceses, nombrado miembrode la Legión de Honor y en 1901,recibió el Premio Nobel de Litera-tura, siendo la primera persona enconseguirlo.

Información extraída de la página:http://www.lecturalia.com/autor/1883/sully-prudhomme

3. Torpeza para la acción (nA)

q.8.2º indeciso, vacilanteSe: 53,1 (máx.) Med.: 36,5

q.29.1º espíritu práctico, inventivoSe: 47,8 (mín.) S: 81,1 (máx.) Med.: 59,5

La oposición caracterológica entre Se y S viene dada por el espí-ritu práctico del S.q.70.1º valor

Se: 28,3 (mín.) Med.: 43,42º pusilanimidad, timidezSe: 46,9 (máx.) Med.: 34,5

q.6.1º fácilmente desalentadoSe: 52,2 (c.máx.) Med.: 30,8

4. Influencia del pasado (secundariedad)

q.17.2º mucho tiempo bajo la impresiónSe: 32,7 A: 47,4 Med.: 19,7

q.20.1º viejos recuerdosSe: 77,0 (c.máx.) A: 83,8 Med.: 46,8

q.22.2º hombre de hábitosSe: 66,4 (c.máx.) F: 63,1 Med.: 38,1

La fidelidad a los hábitos acerca a Se y F. Si los Se superen a losAp (60,6) en habitualidad es porque la emotividad secundariarefuerza los hábitos ya formados. En consecuencia:q.22.1º deseoso de cambios

Se: 15,1 (c.mín.) F: 14,4 Med.: 43,1q.57.3º conservador en lo político

Ap: 17 Se: 16,8 F: 13,2 A: 12,1 Med.: 10,3

5. Discolismo

Dos máximas muy importantes para la etología del sentimental:q.15.2º melancólico y sombrío

Se: 9,7 (máx.) Ap: 9,6 Med.: 5,2q.47.2º descontento de sí

Se: 51,3 (máx.) A: 44,7 Med.: 32,4

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El sentimental de Le Senne/5

Henry David Thoreau (Con-cord, EE UU, 1817-1862). En 1845abandonó su casa familiar y fue avivir a una cabaña construida porél junto a la laguna de Walden. Du-rante dos años, escribió Walden,un experimento literario sin prece-dentes, escrito contra toda servi-dumbre y prejuicio, a favor de lafelicidad como única riqueza. En1846, concluida su vida en el pan-tano, Thoreau se negó a pagar losimpuestos como protesta contra laesclavitud en América y fue encar-celado. En 1849 escribe Desobe-diencia civil, donde establece ladoctrina de la resistencia pasivaque influyó más tarde en Gandhi yMartin Luther King.Hoy su vida tiene una versión encómic.

Información extraída de la página:http://ocio.elcorteingles.es/libros/autores/henry-david-thoreau

6. Seriedad

q.48.2º concede poca importancia a su aparienciaSe: 54,9 (c.máx.) F: 64,7 Med.: 47,6

q.26.1º acuerdo entre las acciones y las palabrasSe: 68,1 Med.: 57,0

La inactividad es un principio de incoherencia, por eso el má-ximo pertenece a los AS: F y A, 86,3 y 83,8, respectivamente. q.86.1º expresión digna y mesurada

Se: 14,2 Med.: 10,4

7. Sentimientos morales

La moral del corazón es la emotividad, la moral de los principioses la secundariedad. La moralidad añade la actividad a la moralq.62.1º se comporta honorablemente

Se: 73,5 (c.máx.) A: 81,4 Med.: 66,9La moralidad del discurso es la veracidad:q.63.1º veraz

Se: 61,1 Med.: 57,3La veracidad media es inferior a la de los flemáticos (85) por in-fluencia del grupo EnA. Esta debilidad relativa de honorabilidadverbal se corrige en lo tocante al dinero:q.64.1º completamente digno de confianza con el dinero

Se: 87,6 F: 90,9 A: 91,8 Med.: 77,3q.59 patriotismo ardiente

Se: 31,9 Med.: 27,7El carácter que mejor se integra en un entusiasmo nacional esA. que detenta el máx. de 40,7.q.54.1º bueno con los inferiores

Se: 83,2 Med.: 77,7Este valor es como el de los flemáticos, algo más débil que el delos A (88,8).

79. El método estadístico es menos útil con el sentimental(EnAS), el tipo con más vida interior. Según predomine E o S, elespíritu se plasmará más en sus actos, pero los principales he-chos seguirán ocultos. La interpretación biográfica importa másy se usará más en este que en los otros casos.

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Søren Kierkegaard (1813-1855,Copenhague). Figura entre losgrandes de la historia del pensa-miento. Su personalidad y su obrahan sido calificadas de 'tumultuo-sas, desbordantes e incontenibles'.Arrinconado al principio por suenfrentamiento con la cristiandadestablecida, fue rescatado porotros pensadores, como Heideg-ger. A España llegó temprana-mente a través de Unamuno, quele llamaba 'el hermano Kierke-gaard', pero cayó pronto en el ol-vido. Recientemente se harecuperado el interés por su mag-nífica obra y por su inquietantepersonalidad.Información extraída y adaptada de:http://ocio.elcorteingles.es/libros/autores/soren-kierkegaard.

Fue un caso evidente de sentimental muy inac-tivo, muy secundario ymuy analítico. Sumal inalienable fue su inactividad.

Mediante la composición de un diario íntimo el sentimental sa-tisface su gusto por la soledad, su necesidad de meditaciónmoral, la curiosidad por sí mismo, el apego a su pasado, su pru-dencia, su preocupación por lo ideal. Todas esas tendencias secombinan en su introversión.Hay una larga lista de sentimentales y sus diarios. Rousseau ylas Confessions y las Rêveries du promeneur solitaire. Sénan-cour y sus Cartas que publica bajo el nombre de Oberman. Noson cartas a la manera de Madame de Sevigne y de Voltaire -

dos sanguíneos- escritas paraser leídas por su destinatario yfrecuentemente por otros más;las cartas del sentimental cons-tituyen una meditación máspara él que para sus lectores.Amiel, en su diario, produce suobra maestra, la única de quefue capaz. Maine de Biran, enel suyo, satisfacía su curiosidadpor los movimientos de su ce-nestesia; Thoreau redacta,entre 1837 y 1860, 39 volúme-nes manuscritos; Vigny debe asu calidad de sentimental elhaber comenzado su Journaldu Poete; Kierkegaard agregalas páginas de su diario perso-nal a sus obras de filosofía reli-giosa; von Baader escribe unodel que solo tenemos fragmen-tos y los hermanos Maurice y

Eugénie de Guérin se unen en la costumbre de escribir paraellos mismos las variaciones de sus sentimientos íntimos. Gracias al diario la introversión adquiere su característica prin-cipal: se convierte en el goce de la subjetividad por el sujeto.Este goce, mezcla de análisis e intuición, concilia la inclinacióna la abstracción, favorecida por la secundariedad y el deseo de

emociones protegidas. Las vicisitudes de la sensi-bilidad son seguidas por el sentimental con

El diario del sentimental

Fragmento de escritura, en el MuséeJean-Jacques Rousseau: http://muse-ejjrousseau.montmorency.fr/fr/res-source/dossiers-rousseauistes/citations-rousseau

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Henri Frédéric Amiel (Ginebra1821-1881). Escritor suizo cono-cido por su diario, una obra maes-tra de autoanálisis. A pesar de suéxito como profesor de estética yfilosofía en Ginebra, se sintió unfracaso. Vivió en su diario, escritodesde 1847 hasta su muerte y pu-blicado postumamente en 1883.Empezó a escribirlo atormentado"por la eterna desproporción entrela vida soñada y la vida real" y ar-mado de un bisturí crítico despia-dado, que ejerció con la obsesiónde conocerse a sí mismo hasta elmasoquismo. El erudito GregorioMarañón publicó un libro en 1932:Amiel, Un tratado sobre la timi-dez.Información extraída de la página:http://es.wikipedia.org/wiki/Henri-Fr%C3%A9d%C3%A9ric_Amiel

EL DIARIO DEL SENTIMENTAL

una fiebre a cuyo lado palidecen los demás intereses. El senti-mental deja de vivir para sentirse vivir. En la introspección, conla conciencia misma, encuentra la existencia que para él es másreal no cuando la vive sino cuando la saborea. La esencia pura del diario íntimo tal como lo realiza un perfectosentimental se degrada cuando pasamos a diarios de nerviososcomo Stendhal o paraapasionados como Eugénie de Guérin.Todas las propiedades de cualquier carácter son susceptiblesde gradación. El diario íntimo tiene al sentimental puro comocentro de difusión caracterológica. "Solo las personas enfermizas se sienten existir", afirma Mainede Biran, expresando la desventura y la reivindicación de laconciencia sentimental que compra con emociones más dolo-rosas y profundas que los otros caracteres el derecho de defen-der en la humanidad la realidad del yo como sujeto.

Fragmento de diario de Kierkegaard, en la Biblioteca Nacional de Copenhaguehttp://wayback-01.kb.dk/wayback/20101108105128/http://www2.kb.dk/kultur/expo/sk-mss/28.htm

"Nada se parece tanto al orgullo como el desánimo"Henri-Frederic Amiel

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René Le Senne, Traité de caractérologie/8

El grupo Emotivo no Activo, EnA80

En una primera aproximación, el sentimentales como una interacción de nervioso y de fle-mático, donde el primero está oculto, recha-zado por el segundo, pero atrincherado en lavida íntima del sentimental que experimentaa la vez irritación y simpatía por él. En una segunda aproximación, el sentimental setrifurca en función de los grupos que lo consti-tuyen: en nervioso, por el grupo EnA; en apático,por el grupo nAS y en apasionado, por la con-fluencia ES. Rousseau es un sentimental quetiende a nervioso, Malebranche está entre el sen-timental y el apasionado y, por último, un senti-mental muy rutinario es casi un apático.

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Vulnerabilidad y misoneísmoLos sucesos agitan violentamente a nerviosos ysentimentales, ambos se ven entregados a esaconmoción por su falta de actividad. Pero mien-tras N tiene una reacción irreflexiva, como anteun pinchazo vivo, Se queda inhibido y autoge-nera una lesión que se prolonga en el tiempo. El Se siente las excitaciones de origen exteriorcomo negativas, hirientes. Es inactivo, torpe, mi-soneísta. Por la influencia secreta y constante desu inactividad -y la secundariedad que impide laespontaneidad- su emotividad se vuelve haciasu fracaso y le entristece. La secundariedad acen-túa la tristeza. Por todo ello, siente las emociones

como sufrimientos, los sucesos como agresioneso lo nuevo como hostil. De N decimos que es ex-citable; de Se, que es vulnerable. Un ejemplo de esta vulnerabilidad en ciertas fa-milias de sentimentales es la extrema sensibili-dad a las variaciones meteorológicas de laatmósfera. La soledad y la desconfianza son es-trategias de protección subjetiva.

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Emotividad especializadaSi un suceso se refiere a sus intereses invetera-dos, se volverá como un niño, débil, excitable,como un N; pero ante un suceso grave que no esdel resorte de su emotividad especializada, apa-recerá como insensible. La especialización de laemotividad está facilitada y agravada cuando elsentimental es de campo de conciencia muy es-trecho: hombres atados a temas y manías. Cuando pasamos de los sentimentales anchos ysubsecundarios a sentimentales estrechos y muysecundarios, la relación de la E y la S se invierte.En Rousseau y en todos los sentimentales soña-dores, tiernos, inquietos, la emotividad prevalecesobre la secundariedad. Ganan una vida ricaaunque flotante; al contrario, en Robespierre lasecundariedad es fuerte y la conciencia estrecha:tiene todo lo necesario para conseguir la rigidezde un doctrinario. Si avanzamos más en elmismo sentido, llegaremos a los avaros, cuyotipo extremo está proporcionado por los mendi-

RETRATO PSICOLÓGICO DEL SENTIMENTAL

Molière y la Comédie-FrançaiseJean-Baptiste Poquelin, llamado Molière, nace en París en 1622. Dramaturgoy actor, fundó al finalizar sus estudios de derecho una compañía de teatrodonde comenzó a desarrollar su talento como actor, director y escritor. Suobras cultivaron una sátira mordaz que provocó gran malestar en estamentospoderosos como la Iglesia y concitó apoyos muy importantes, entre los quese encontraba el rey de Francia.

Todo cuanto hay de melancolía esparcida en el teatro de Molière sugiere quefue un EAS inclinado hacia los EnAS, es decir, de actividad subordinada. Dichahipótesis se apoya en que los caracteres que pintó más frecuentemente, con unaespecie de complacencia y cuidado privilegiado, son sentimentales.

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gos atesoradores. La emotividad es muy vivapero está endurecida bajo la forma de una des-confianza concentrada: el miedo a ser robado.Extrema sensibilidad en la dirección interesada-el dinero- y extrema insensibilidad consigomismo y con los demás en todo cuanto no con-cierne a su pasión única.

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Relación con la naturalezaPor lo general son los hombres quienes crean lanaturaleza, el idealismo es caracterológico: el Nla concibe como un espectáculo abigarrado yemocionante; el extravertido frío, como leyes autilizar; el F, como un sistema. ¿Cómo es perci-bida por el sentimental? El Se, por la cenestesia,experimenta sobre todo las variaciones de la na-turaleza. A los sentimentales menos secundarios,más anchos y emotivos -los soñadores comoRousseau, Guérin, Sénancour- el medio naturalse les ofrece como el refugio de su esquizoidíaentre los hombres. A más secundariedad y másestrechez de conciencia, más pesimismo. Una se-cundariedad excesiva acarrea el desecamiento dela sensibilidad en contacto con lo natural.

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Interés por la meditaciónLa del Se es una meditación donde dominan laafectividad, el sentimento del yo y las preocupa-ciones morales.

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IntroversiónLa introversión se explica perfectamente en elsentimental (emotivo no activo secundario,EnAS): la inactividad provoca la reversión de laemotividad en conciencia de sí y la secundarie-dad favorece la reflexión sobre las emocionespasadas. La extraversión la atribuimos al carác-ter opuesto al sentimental, el nEAP, es decir, elsanguíneo (S). El sentimental es emotivo pero su inactividadhace que no convierta inmediatamente su afec-tividad en acciones prácticas. Inactividad y se-cundariedad prolongan las emociones quefrecuentemente son dolorosas y negativas.¿Cómo podría escapar a la necesidad de la in-trospección?En el nervioso comienza todo como en el senti-mental, pero es primario, es muy posible quereaccione inmediatamente. Nunca será intro-vertido más que por poco tiempo. Los sanguí-neos no pueden encontrar en su pobreafectividad la razón de un retorno sobre sí mis-mos. Los apasionados comprenden la vida in-terior pero con frecuencia harán de la materiade su vida íntima la condición de una acciónque una vez más se vuelve hacia el exterior.La cualidad de sujeto -entendiendo por ello elsujeto humano mental, individual, capaz degozar y sufrir- es a la vez el privilegio y even-tualmente la carga del sentimental.

El sentimental de Le Senne/9

EL GRUPO EMOTIVO NO ACTIVO, ENA

“Harpagon (es) un sentimental muy secundario endurecido por la avaricia”. R. Le SenneJunto a estas líneas versión de El avaro de Molière de Estudio 1, en 1972:http://www.rtve.es/alacarta/videos/estudio-1/estudio-1-avaro/867619/A la izquierda, el actor Grand-Ménil en el papel de Harpagon, en 1790:http://es.wikipedia.org/wiki/El_avaro#mediaviewer/File:Avarebnf.jpeg

EL AVARO

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René Le Senne, Traité de caractérologie/10

RETRATO PSICOLÓGICO DEL SENTIMENTAL

El diario del sentimental está redactado enla forma más estrictamente subjetiva. Lo escribepara sí mismo y lo que le interesa es la maneracomo los sucesos le afectan. No los analiza, seanaliza en ellos. Es un superemotivo, está comocargado de un potencial cuya tensión se tornapenosa. Le es preciso encontrar un exutorio. Laconciencia deja caer sobre el papel los artículoscotidianos del diario íntimo, como concienciaabstracta y al mismo tiempo como sublimaciónde las emociones subjetivas, secretas, del yo. Ahíel sujeto encuentra el medio de ser dos perma-neciendo solo. Habla mientras piensa sin quenadie pueda escucharlo. El sentimental deja devivir para sentirse vivir.

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Gusto por la soledadLos sentimentales incurren en una contradic-ción: van y vienen entre la soledad y la sociedad.Primero se aíslan. Luego el aburrimiento losamenaza y fermenta en ellos la ambición que lesinspira la emotividad secundaria. Vuelven haciael mundo y sufren por no obtener el reconoci-miento que creen que merecen. Les hieren pala-bras a las que atribuyen con frecuencia unahostilidad inexistente. Y vuelta a la soledad.

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EsquizotimiaEl aspecto esquizotímico del sentimental es elrevés de la introversión. La atención a sí impide

la atención a la vida. El espíritu como el cuerpotiene una cara y una espalda. Si uno da la caraa los demás se vuelve la espalda a sí mismo, sida la cara a sí mismo los demás no conocen sinosu espalda.

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Restablecimiento del pasado.La conciencia sentimental prefiere el recuerdo-convenientemente elaborado al cabo deltiempo- de un suceso al suceso mismo, pueseste le sacude por su brusquedad y le exigeuna decisión inmediata. La meditación, el diario íntimo, le sirven al sen-timental de medios para vivir en retardo. Asísurgen los sentimientos retrospectivos, carac-terísticos de la emotividad secundaria, perosobre todo de la inactividad. Todo ocurre comosi el pasado estallara en el alma de quien lo me-dita como una bomba de espoleta retardada: elsujeto advierte que aquella palabra escuchadahace tiempo, en el pasado, es injuriosa, pero elautor ya está lejos. Resulta de ello una explo-sión interior que es un modo original de impul-sividad retardada y secreta.

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La rumiación mentalAl introducir en la rumiación el restableci-miento del pasado y de su significación, el re-sultado será diferente según sea la inactividad(nA) o la emotividad (E) la que se imponga a

“Argan es un discolista sentimental del insinto deconservación”. R. Le Senne

Junto a estas líneas versión de El enfermo imaginario de Molière de Estudio 1, en 1979:http://www.rtve.es/alacarta/videos/estudio-1/estudio-1-enfermo-imaginario/867679/

EL ENFERMO IMAGINARIO

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EL GRUPO EMOTIVO NO ACTIVO, ENA

la secundariedad (S). Si nA> S, la determina-ción que se produce es la repetición, forma in-telectual del empecinamiento, endurecimientode una representación que la inactividad dejaconsolidar sin adaptarla a nuevas condicionesexteriores como lo permitiría la primariedad.

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El escrúpuloDe los modos de la rumiación mental que laemotividad mueve, el más fácil de localizar esel escrúpulo. Primero los sentimentales tienenfuertes sentimientos morales, formales a causade la secundariedad, afectivos a causa de laemotividad. Pero en virtud de la adhesión alpasado dichos sentimientos con frecuenciahabrán de referirse más a lo que suscitaronque a lo que deben inspirar. Puede producirseasí un remordimiento retrospectivo que secondensa en un escrúpulo más o menos per-sistente. La forma más atenuada y más corriente del es-crúpulo es el complejo de inferioridad. Ante unhostigamiento, impulsado por el sentimientode sí mismo, el sentimental buscará su propiaculpabilidad. El sujeto se conmueve negativa-mente por un acto propio y al juzgarlo malo,se censura; luego, su inactividad lo deja invá-lido ante sus representaciones, su secundarie-dad las prolonga y su emotividad negativa lasrecalienta. Se convierte en el mártir de su con-ciencia moral.

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MelancolíaEn tanto que en los nerviosos la melancolía seadhiere más a los sucesos, en los sentimentalesimpregna el tejido mismo del yo. Ese yo está de-primido, su vulnerabilidad se ha amasado en unsufrimiento de vivir más o menos acentuado Ala melancolía sentimental se añaden los otrosconstituyentes típicos del carácter sentimental.No es una cólera, no recrimina sino abstracta-mente: el sentimental no se queja de su suerte,se queja de la condición humana. Su melancolíano es vil: evita la degradación de muchos ner-viosos. El caso más interesante sería el del pen-sador Kierkegaard.

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El sentimiento de síExiste en el sentimental una necesidad que loconduce hacia el centro permanente de símismo. La conciencia sentimental es, más queninguna otra, una conciencia desgarrada, pro-blemática. El nervioso se abandona y vuelve a encon-trarse, el extravertido se aliena en la objetivi-dad, el activo se unifica provisional odefinitivamente mediante la empresa a la cualse consagra. Solo el sentimental une, a un sen-timiento violento e ininterrumpido de su per-sona, la impotencia para llegar a sí mismo. Susuerte es la inquietud y no puede sentirse másque en su seno.

“Crisalia y Orgon (son) sentimentales gruñones”.R. Le Senne

Junto al texto, grabado: Orgon se esconde bajo la mesa, a pesar decreer que es imposible que Tartufo esté intentando seducir a su mujer:http://pt.wikipedia.org/wiki/Tartufo#mediaviewer/File:Tartuffe_Moli%C3%A8re_02.jpgA la izquierda, el cartel del Tartufo de Murnau, de 1925

TARTUFO

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Resignación presuntivaEste estadio es un descubrimiento de Heymans,de la caracterología. La resignación es naturalcuando el suceso es necesario, es filosóficacuando el suceso molesto forma parte de una to-talidad y es religiosa cuando lo creemos mani-festación de la bondad divina. Es presuntivacuando los sujetos se resignan por adelantado.Se encuentra en el origen de un tipo clasificadode suicida, el de los hombres que no solo sematan sino que arrastran a la muerte a su mujery sus hijos para evitarles la miseria. ¿Por qué lossentimentales? Porque presentan emotividad ensegundo grado: la emotividad se separa del su-ceso que la provocó y se convierte en otro sucesoque debe ser considerado en sí mismo como uncentro de fermentación íntima. Al cabo de algúntiempo de esta fiebre oculta, el sufrimiento acu-mulado alrededor de dicho centro se torna máspenoso que el que pudiera producir el suceso te-mido y el sujeto se libera realizando él mismo elsuceso, de manera que ponga fin a su tormentointerior. Así, si teme la miseria para él y lossuyos, mata a todo el mundo como si todas esasvidas formasen un todo indivisible.

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La timidezSe hace patente el parentesco entre la timidezy la resignación presuntiva. Temiendo la mi-seria para los suyos, el resignado prefiere ne-

garles la experiencia; temiendo responder maly hablar inexactamente, el tímido se calla. La crispación deportiva, también vinculadacon la resignación presuntiva, es una especiede inhibición de los movimientos que permiti-rían al sentimental dominar la disciplina de-portiva de la que se trate: el sujeto quedaparalizado.

95

MisantropíaLa timidez podría definirse como una misan-tropía momentánea y la misantropía como unatimidez permanente. Es un rasgo que distin-gue al sentimental, un efecto de la oposiciónES (emotividad secundaria) y nA (inactivi-dad): por la emotividad secundaria el senti-mental concibe un ideal elevado del hombre.La inactividad le hace sentir frecuentementeimpotencia: el ideal estará cada vez más alto.La moral a que es arrastrado sirve en la vidapara condenar más que para alabar. El movi-miento hacia la soledad, característico de lossentimentales, terminará por confundirse conuna apología de esta soledad que, facilitadapor la crítica de la naturaleza humana, no sedistingue ya de la misantropía.

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Amor por los animalesEl Se manifiesta con mayor frecuencia amorpor los animales que por los niños, pues estos

RETRATO PSICOLÓGICO DEL SENTIMENTAL

“Alcestes (reúne) todos los rasgos caracterológicos dela conciencia sentimental, la honradez, las bruscas explosiones, el ir y venir, cómico en este caso, de la sociedad a la soledad, la torpeza y, por encima de todo,el deseo conmovedor y ridículo de hacer coincidir suidea moral con la imagen de Celimena.” R. Le SenneEn la imagen, El misántropo, en el espacio Teatro de siempre, en 1970:http://www.rtve.es/alacarta/videos/teatro-en-el-archivo-de-rtve/teatro-siempre-misantropo-1970/1965088/

EL MISÁNTROPO

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El sentimental de Le Senne/13

tienen ya en algunos casos las pasiones delhombre, aunque ignoren aún el mal que hacen.Es coherente que prefieran a los animales sindejar de tratar a los niños como gruñones be-nevolentes.

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Poesía filosóficaUne la emotividad indispensable a toda poesíacon una reflexión que supone la secundarie-dad. El sentimiento intelectualizado de la na-turaleza asociado al amor por la soledad y elpesimismo lo encontramos en Mme Acker-mann, Guyau y Sully-Prudhomme. Falta, paraque la poesía filosófica sea filosofía, el podersuficiente de análisis sin el cual no hay pensa-miento especulativo.

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Sentimiento y objetividadUno de los rasgos más característicos de laconciencia sentimental es la disociación de laafectividad y de la objetividad en la vida reli-giosa, que suele asumir la forma del anticleri-calismo: la religión es opuesta a los sacerdotes,que por ser hombres deben mezclar en ella lasdebilidades humanas que el sentimental nocesa de denunciar. Donde la secundariedad,acentuada por la conciencia estrecha, cambiaa los Se parapasionales en doctrinarios, la aso-ciación del sentimiento religioso y del indivi-dualismo produce reformadores religiosos.

Savonarola, Calvino y Robespierre procuranviolentamente conducir a la religión en el sen-tido de su propio ideal.

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Rupturas de taciturnidad, impulsividaderuptiva y extravaganciasHablamos de impulsividad eruptiva cuando seda una acumulación de pequeños traumatis-mos, sin reacción -por efecto de la inactividad-pero se conserva la huella de la excitación quevirtualmente la ha provocado, por la secunda-riedad. Los traumatismos se suceden, hastaque la suma produce su efecto: el individuo es-talla y sorprende a todos por la desproporciónentre el último suceso y la violencia de la reac-ción. Cuando esta erupción reviste el carácterde una ruptura entre la conducta ordinaria delsujeto y una nueva manera de comportarse, es-tamos ante una extravagancia. El sujeto des-miente por esa vez y no sin remordimiento susprincipios y sus hábitos. La emotividad de-rrumba el muro construido por la secundarie-dad. En el apasionado, un fenómeno paraleloes la conversión. En la ruptura de la taciturnidad el sentimen-tal, tras permanecer callado largo rato en unambiente poco propicio, se volcará en cuantoaparezca una circunstancia alentadora. Es latimidez al revés, la energía que bloqueaba laconciencia se derramará en sus manifestacio-nes verbales.

EL GRUPO EMOTIVO NO ACTIVO, ENA

Seis personajes de Molière cubren casi todo el campo de la sentimentalidad: Harpagon deEl avaro, Argan de El enfermo imaginario, Orgon de Tartufo, Crisalia de Las mujeres sa-bias, Arnolfo de La escuela de las mujeres y Alcestes de El misántropo.

En el último caso, Molière, consciente de las debilidades del sentimental -pero expresandola estima que le tiene, porque él mismo es uno o poco menos, o al menos llega a ser uno deellos cuando sufre- ha querido conciliar lo que debía a la verdad con lo que le sugería supropio sentimiento de la virtud sentimental y lo ha hecho en el retrato dramático de Alcestesvertiendo todo este contenido en el Misanthrope.

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René Le Senne, Traité de caractérologie/14

El grupo no Activo Secundario, nAS

RETRATO PSICOLÓGICO DEL SENTIMENTAL

El grupo nAS (no activo secun-dario) es menos interesanteque el grupo EnA (emotivo noactivo) y que el grupo ES(emotivo secundario) porquepor importante que sea en elcarácter de la persona enquien se inscribe, no despliegaen él más que una influencianegativa. El motivo es que lasecundariedad, que constituyeuna fuerza del yo pues le per-mite apoyarse sobre su pa-sado, contribuye a agravaraquí la inactividad a la cual seañade. En primer lugar la se-cundariedad inhibe las reac-ciones paralizando a uncarácter que, al contrario, de-bería vencer la inactividadpara hacer saltar el freno. Ade-más, al permitir la interven-ción acrecentada del pasado yde la reflexión, aumenta la di-ficultad de actuar agregándolela vacilación de la indecisión.

100

IndecisiónEl mismo grupo EnA, que unido a la primarie-dad produce el capricho en el nervioso (N),acompañado por la secundariedad produce laindecisión del sentimental (Se). Tanto N comoSe, en función de la emotividad, están conmo-vidos por los sucesos, ambos -excepción hechade la secundariedad-, son impulsivos. El su-jeto nervioso ejecuta un acto, luego otro si-guiendo la causalidad extrínseca. No seestablece entre esos actos una relación pen-sada, si fuesen contradictorios no sería unasunto a considerar por el autor. El sentimen-tal haría igual, pero interviene la secundarie-

dad. La ejecución de los actos resulta cortadainmediatamente después de su comienzo: per-manece veleidoso, incoativo, virtual.

101

Carencia de impulsoLa indecisión esté ligada en la psicografía delsentimental a la falta de iniciativa o carencia deimpulso. El sentimental, en la Historia, más queprocurar su propio éxito, sirve al de los demás.Sus mismas cualidades morales se lo impiden.La propensión al escrúpulo vuelve a encontraraquí su parentesco con un sentimiento muy

Manuscrito del soneto L’Ombre, de Sully-Prudhomme, de Écritures de poètes, Graphologie et poésie, de Jean-Charles Gille-Maisani

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El sentimental de Le Senne/15

EL GRUPO NO ACTIVO SECUNDARIO, NAS

fuerte de responsabilidad. Elpoder se toma legalmente ono; no hay que esperar a re-cibirlo, nadie vendrá a bus-carnos para entregárnoslo.Por lo común sucede que unsentimental, antes de tomarun poder, pasa el tiempo pre-guntándose cómo lo ejercerá.Si lo recibiese, sería de temerque su indecisión desalentasea quienes le siguiesen. Elpoder no le interesa sinoimaginativamente, como elreconocimiento de su mérito,pero no le gusta su ejercicioque fatiga a su inactividad. La falta de confianza en síconstituye con frecuencia ladebilidad profunda del senti-mental. Los datos de la en-cuesta estadística de Groninganos lo muestran como pusilá-nime al máximo. También esel que más descontento está desí mismo y el que más incli-nado está a menospreciarse.Tenemos confianza en el por-venir cuando esperamos quelas cosas se adelanten por sí mismas a nues-tros deseos o cuando contamos con nosotrosmismos para forzarlas a ello. El primer caso nopuede ser el del sentimental: en general los he-chos lo hieren, es melancólico, discolista, supensamiento se adhiere más a la negatividadque a la positividad, al menos si no corrige porsu propio sentimiento moral esa inclinación aldesaliento. No pueden presumir el acuerdoentre el universo y sus necesidades porquesienten los desacuerdos muy frecuente y muydolorosamente. Tampoco cuentan con ellosmismos por su inactividad. La inactividad di-

recta o indirectamente es responsable de quelos sentimentales carezcan de confianza en elporvenir y, por consiguiente, de impulso.

102

Torpeza y ausencia de sentido prácticoLa proximidad al mínimo de sentido prácticodel sentimental se opone al máximo del sanguí-neo (S). Menos sentido práctico que el senti-mental, solo la encontramos en el nervioso.Actitud mediocre para encontrar soluciones rá-pidas, lentitud de la reacción, embarazo en elmanejo de las cosas, poco interés por las máqui-

Manuscrito de Stépahne Mallarmé, de Écritures de poètes, Graphologie et poésie, de Jean-Charles Gille-Maisani

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René Le Senne, Traité de caractérologie/ 16

RETRATO PSICOLÓGICO DEL SENTIMENTAL

nas, son alguna de sus manifestaciones. La opo-sición de los emotivos inactivos (EnA) y los ac-tivos no emotivos (AnE) corresponde, a grandesrasgos, a la del interés cualitativo por el hombrey el interés científico por la naturaleza.

103

MisoneísmoTodas esas propiedades se combinan en el mi-soneísmo. Aquí es neta la oposición entre losactivos primarios (AP) -coléricos y sanguíneos-

y los inactivos secundarios(nAS) sentimentales. Los colé-ricos se lanzan hacia el porvenircomo hacia una tierra prome-tida, jamás dudan del valor delo que emprenden. Los sanguí-neos profesan una doctrina delprogreso tanto más caracterís-tica cuanto que su circunspec-ción hacia los hombres esgrande. Veremos a los senti-mentales procurando instalarsesobre condiciones objetivastales como una estructura ad-ministrativa, una via prudente,una renta pequeña pero lo mássegura posible. El avaro, senti-mental muy secundario, es unode esos desconfiados del porve-nir que en vez de basar su ga-nancia en el éxito de susinversiones las basa en la re-ducción de sus gastos. Encon-traremos a un gran número desentimentales en las funcionesde Estado y las administracio-nes. La rutina eventual de suvida no les disgusta.La aprensión por el porvenir semanifiesta en el temor a lo fu-turo. El sanguíneo es frecuen-temente avanzado, liberal,progresista; el colérico, revolu-cionario. En oposición, el senti-mental es prudente, miso-neísta. Casi tan adherido comoel pasional a los viejos recuer-dos, vive poco deseoso de im-

Manuscrito de Alfred Víctor Vigny,http://www.ciao.fr/opinion_images_view.php/OpinionId/982355/Img/31340423

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El sentimental de Le Senne/17

EL GRUPO NO ACTIVO SECUNDARIO, NAS

presiones nuevas. Quieta non movere es unadivisa del sentimental, como Wait and see loes del flemático. En el misoneísmo del senti-mental convergen su timidez, su apego, tristeo feliz al pasado, la aprensión por las emocio-nes que habrán de traerle la incertidumbre ola novedad y también la prueba del tiempo.

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El aburrimientoEl rasgo más importante donde concurren laspropiedades más especialmente condicionadaspor el grupo nAS es la disposición al aburri-miento. Se trata de una disposición cuya esen-cia es precisamente la de excluir toda pasiónen provecho de la pura pasividad. Encontramos textos de Sénancour y Vigny quedan fe de la tendencia al aburrimiento. La en-cuesta de Groninga no contiene datos relativosa este trazo, pero en los testimonios biográfi-cos son especialmente los emotivos inactivos,ya nerviosos, ya sentimentales, los que estánmás familiarizaos con ese estado de ánimo. Puesto que la renovación afectiva anima laconciencia nerviosa, el aburrimiento no al-canza en la vida de N la densidad que recibe enla de Se, sobre todo cuando estos le proporcio-nan -como Vigny en Maine-Giraud y Sénan-cour en los bosques- el vacío exterior paraexpandirse con mayor facilidad. ¿Por qué la inactividad ha de ser la condiciónprincipal del aburrimiento? El aburrimiento esla incapacidad de dar a luz el deseo, de hacerlo

“Estoy cansado de mí hasta morir”

Alfred Victor Vigni, escritor francés (1797-1863)

pasar de la veleidad a la actividad, de tornarlode virtual en actual. No puede ser la pura ausen-cia de deseo. Quien no desea nada no se aburre.Quien tiene un deseo bastante fuerte y puedeservirlo mediante su actividad, encuentra enesta la terminación del aburrimiento, si es quellegó a dominarlo. El aburrimiento debe encon-trarse en ese intervalo. La esencia del aburri-miento es: "¡Para qué!". Vigny termina porconfesar "Estoy cansado de mí hasta morir!". Es

como si el aburrimiento limpiara el yo detodas las determinacio-nes que el deseo leadhería y quedasedesnudo y vacío.

Firma del escritor francés Étienne Pivert de Sénancour (1770-1846),tal como aparece en la edición de Obermann de la editorial Noumena Press

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René Le Senne, Traité de caractérologie/18

RETRATO PSICOLÓGICO DEL SENTIMENTAL

El grupo Emotivo Secundario, ES

En los dos grupos analizados la nA es el com-ponente y de ahí el carácter lúgubre, hastaahora. Pero por las propiedades resultantes dela emotividad -que hace ambicionar- y la secun-dariedad -que hace sistematizar- el sentimentalse emparenta con el apasionado, con el más po-tente de los caracteres pero le corrige en el sen-tido de la moderación y la reserva.

105

Ambición aspiradoraLa emotividad actúa como un multiplicador deintereses, la secundariedad los ensancha con lasistematización de los medios que pueden ser-virlo y con los mismos intereses. Apasionadosy sentimentales se identifican primero con laconcepción de grandes designios en estado na-ciente. En los A, la actividad se apodera de esosproyectos y se embarca en ellos. En los Se, la in-fluencia de la inactividad conduce a la sublima-ción, en el plano puramente mental, esperandoque por efecto del desgaste de las emociones yel triunfo de la inactividad sin contrapeso, elaburrimiento se establezca en la conciencia.Así, frente a la ambición realizadora, inherenteal carácter de los apasionados, está la ambiciónaspiradora como expresión suprema del carácterde los sentimentales. Quienes están dispuestospara luchar y obtener sus fines desprecian aquienes no hacen más que aspirar, soñador es uninsulto. Por otra parte, la ambición aspiradora

no deja de marcar la distanciaimposible de llenar entre elideal y la rea-

lización y menosprecia por tanto las obras de laambición realizadora. El ideal se convierte en larazón para condenar lo real. Cuanto más dismi-nuye la secundariedad, más prevalece la inacti-vidad; cuanto mayor es la inactividad, menosservicios puede prestar la secundariedad a la vo-luntad del sujeto. En el límite negativo toda ac-ción es menospreciada: Vigny no ve en Napoleónmás que una marioneta. La literatura -pintura concreta del espíritu- nosmuestra un carácter desdoblado en dos perso-najes que dialogan. España es pródiga en sen-timentales y Cervantes es el ejemplo con DonQuijote y Sancho. En ese estilo cada sentimen-tal puro comporta un hombre delicado, sensiblea las variaciones del clima, de su cuerpo y de sucenestesia, satisfecho del mundo tal cual es porsabiduría y un idealista que se mantiene en elreino del valor para conservar su pureza.

106

Simplicidad de vida y ascetismoEl sentimental está predispuesto al ascetismopor mediocres aptitudes para los goces sensua-les y por el gusto de la vida simple. El colérico,espontáneamente gozador y amante de labuena vida, y al sanguíneo, frecuentementeapresado por los placeres, se oponen al senti-mental que con frecuencia es huraño, sombrío,siempre serio, dispuesto a conformarse conpoco si está asegurada la satisfacción de sus ne-cesidades principales sin demasiados esfuerzosy si se evita sufrimiento. A medida que crece lasecundariedad, le vemos alejarse de las necesi-

dades de placer y de lujo de los nerviosos,afirmar sinceramente a la manera

de Rousseau el valor deuna vida simple, al-canzar la austeridadde una vida de total

meditación, como lade los últimos lustros de

Autógrafo de Jean-Jacques Rousseau

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El sentimental de Le Senne/19

EL GRUPO EMOTIVO SECUNDARIO, ES

la vida de Vigny, desembocar finalmente en ladureza consigo mismo de los avaros y en la in-sensibilidad de los mendigos atesoradores ca-paces de permanecer durante horas bajo elviento y la lluvia mendigando para retornar porla noche a una mansarda tan pobre como lacelda de un monje.

107Sentimientos moralesPara el pensamiento común ser moral es serbueno, tener sentimientos humanitarios, o bienaplicar los principios y las reglas. Tanto Vignycomo Sénancour o Leconte de Lisle miden exac-tamente en cuánto impide su apatía -inactivi-dad- el cumplimiento de su voluntad moral. Laambición aspiradora hace que la moral se des-lice insensiblemente en la vida en lugar de la ac-ción moral. Pero esta circunstancia refuerza encierto sentido el sentimiento que ellos mismosproporcionan de su moralidad porque, cono-cida su debilidad, ello añade la modestia a lanobleza de las intenciones. En general pode-mos decir que en lo que concierne a la morali-dad objetiva (veracidad, puntualidad, acuerdoentre los actos y las palabras) están solo algopor debajo de los flemáticos, a quienes casi noperturba la emotividad ni traba la inactividad.En lo que concierne a la moralidad afectiva (labondad hacia los inferiores y la fidelidad a losrecuerdos) pueden sobrepasarlos. Entre los moralistas encontramos a Luc de Cla-piers, Marqués de Vauvenargues, escritor fran-cés, sentimental ancho.

108

DignidadEs la palabra que mejor expresa el matiz apro-piado a la moralidad de los sentimentales mássecundarios, sobre todo, cuando se estrecha laconciencia. La dignidad envuelve ante todo elsentimiento de la importancia del yo. En el sen-

tido de la secundariedad es la prolongación de lasusceptibilidad bastante vanidosa de muchosnerviosos. Pero lo que hace la originalidad de ladignidad es que el yo no pretende extraerla de símismo sino recibirla de la calidad de su con-ducta. Tampoco es difícl reconocer en la digni-dad el peso de determinada inactividad. Enoposición al heroísmo y a la santidad, que son fi-guras activas de la moralidad, la dignidad es pa-siva, más o menos convencional, tiene lainmovilidad de una fuerza latente a la que bastala conciencia de sí para imponerse a los demás.Es casi una moralidad honoraria, que hace deVigny nada mas que un soldado de guarnición,de Amiel un filósofo en expectativa, de Biran unhombre de Estado de tercera categoría.

“Es necesario esperarlo todo y temerlo todo del tiempo y de los hombres”

Marqués de Vauvenargues, moralista francés (1715-1747)

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René Le Senne, Traité de caractérologie/20

109

El nervioso está enredado en las vicisitudesque le ocasiona su carácter; su yo es solidariocon la historia de su emotividad. Esas mismasvicisitudes agitan la conciencia del sentimentalpero permanece anclado en su residencia y sushábitos por una fuerza resultante de su inacti-vidad y su secundariedad. El nervioso se de-bate en su vida aventurera; el sentimental usauna estrategia en su vida meditativa. Una estrategia tiene siempre dos fines: prote-gerse del adversario y atacarlo. El sentimen-tal, muy vulnerable, debe tratar de protegerse.Una parte de su acción está expresamentevuelta hacia la defensa de su sensibilidad.

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La protección de la sensibilidadMuy pronto reconoce el sentimental su sus-ceptibilidad con respecto a los sucesos y, asícomo el gato escaldado huye del agua fría, elsentimental herido trata de preservarse de lasheridas futuras. Comienza por apartarse de lu-gares donde pudieran sacudirlo escenas dema-siado violentas para él; evita lo trágico en lavida y, eventualmente, en el arte, incluso ate-núa los términos brutales en su lenguaje.Pronto comienza a cerrar las avenidas de susensibilidad. Se defiende contra la indiscre-ción de los vecinos, elige amigos que no le cho-quen, una vida atenuada y secretamentecómplice de un pesimismo siempre latente. Elsentimental que en apariencia reacciona im-pulsivamente con un no a cualquier novedadsin haber reflexionado, no es más que un tí-

mido que manifiesta su misone-

ísmo espontáneo garantizándose contra la per-fidia de lo desconocido; pero si se procuratranquilizarlo, permitiéndole prever los efec-tos de lo que se le ofrece, aceptará de buengrado. En todo ello recurre al beneficio de susecundariedad con vistas a cuidar su sensibi-lidad.

111

La lucha contra la inactividadUna vez tomadas esas precauciones, le resta alsentimental obtener de sí mismo la forma deexplotar -ya que no puede erradicar- el obstá-culo interior de su inactividad. Recordemosque el nervioso se servía del demonio de laperversidad para procurarse cierta propulsión.La aprensión por el porvenir, el temor del abu-rrimiento, incluso la repugnancia por la indig-nidad, pueden ser explotados en elsentimental con vistas a convertirlos en fuer-zas motrices de una cierta acción más allá dela mera honestidad.Bajo su forma más corriente la acción del Se seexpresa por la indignación. No es exclusiva de lossentimentales, pero en los nerviosos la indigna-ción se degrada muy rápidamente en la injuriamientras que en los activos, en general, pasa alterreno de la fuerza. Por el contrario, en el sen-timental la indignación conserva su pureza esen-cial: la protesta individual se funda sobre unprincipio que la legitima. Frecuentemente la pro-testa no se prolonga en una acción. Lo que el sen-timental busca es otra cosa: el reforzamiento desu tono vital. La indignación moviliza su emoti-vidad, refuerza su débil actividad, la orienta en

el sentido que

Psicodialéctica de la conciencia sentimental

Autógrafo del poeta parnasiano Leconte de Lisle

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El sentimental de Le Senne/21

marca su secundariedad, en los hábitos ya esta-blecidos. Utiliza como dialéctica el ritmo de unmotor a explosión. En un sentimental extremo, como lo era Kier-kegaard, de fuerte inactividad, fuerte emotivi-dad y prolongada secundariedad, la mismafunción de estímulo mediante el mal conducemás violentamente a la aprensión del mayormal presentido, a la angustia provocada por larepresentación de la nada que sería la existen-cia sin el valor. Lo que para el nervioso puedeconvertirse en un medio de escandalizar espara el sentimental la necesidad de utilizar unmotor bastante potente para proyectarlo haciael valor.Incapaz de alcanzar, a causa de su inactividadcuando esta es grande, la tranquilidad de unafe consolidada, el sentimental procura hacer desu impotencia la condición de un oficio que lepermita obtener su sublimación estética. DeLisle y Mallarmé lo consiguieron y pueden ale-garse muchos textos para probar que tuvieronconciencia neta de la conversión que intentabanen sí mismos. Leconte de Lisle, ayudado por lossuyos, fue incapaz de acabar sus estudios jurí-dicos y alcanzar una situación que no le hubieseimpedido escribir; Mallarmé arrastró en la en-señanza una carrera condicionada por títulosmediocres que le gustaba muy poco. El primerohabla de apatía, el segundo de rutina. Enambos casos la secundariedad viene a ser comoel punto de apoyo para realzar su afectividad yobtener algunos recursos de acción.Jung ha demostrado ingeniosa y profunda-mente que el objeto del que se separa el intro-vertido termina por compensación porgravitar con un peso enorme sobre su vida y

oprimirlo.

La teoría de Jung nos ayuda a entender que enlugar de precipitarse hacia la soledad para huirde las obligaciones de la vida activa y social, elsentimental prudente se integrará en una or-ganización susceptible de sostenerlo sin aho-garlo. En el cumplimiento de una actividad útila los demás encuentra a la vez la satisfacciónmoral y una conciencia de su importancia su-ficiente para satisfacer a su fuerte sentimientode sí mismo. Todo ello recibe un apoyo capitalde su apego a los hábitos, que es uno de losrasgos característicos del sentimental.Una de las aplicaciones más útiles de la carac-terología será la antelación de los peligros quepuede recelar un carácter y de los procedi-mientos para evitarlos. El sentimental es el ca-rácter que más se puede beneficiar del estudiocaracterológico, sobre todo cuando la secun-dariedad es alta, pues su esta le permite obrarconforme a sus ideas y tiene gran predisposi-ción al autoanálisis e interés por conocer a loshombres. El psicólogo Edgar Forti ha estudiado lo que éldenomina reanudación voluntaria, un mo-mento de conciencia en que un carácter reac-ciona sobre sí. Mantiene que por efecto de lainactividad, la emotividad está condenada adegradarse y el resultado es el derrotismo in-vasor de la conciencia. Lo que se necesita esquitar al espíritu la costumbre de dejarse irpor dicha pendiente vigilando la espontanei-dad con la que su inteligencia se inclina a lacrítica y a los aspectos negativos de las cosas.Un sentimental puede dar el paso a una reanu-dación voluntaria contra los desfallecimientosde la actividad, el escrúpulo o la indecisión.

PSICODIALÉCTICA DE LA CONCIENCIA SENTIMENTAL

Autógrafo del poeta simbolista Mallarmé

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René Le Senne, Traité de caractérologie/22

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Los sentimentales se clasifican según se acer-quen más o menos a los tipos vecinos.

Sentimentales paraprimariosPróximos a los nerviosos por su baja secunda-riedad. En función de su conciencia ancha(Anc) o estrecha (nAnc):

Sentimentales afectados (nAnc). Próximos alos nerviosos altivos -rigidez casi militar, cui-dado de su vestimenta, corrección minuciosa-pero más secundarios. Muy susceptibles, conun fuerte sentimiento de sí mismos, aunquemenos vanidosos. Su vulnerabilidad sentimen-tal los vuelve tímidos y les impide ponerse enprimer plano, a pesar del sentimiento vivo desu mérito. Les atrae la estética pero no son ar-tistas.

Sentimentales soñadores (Anc). Próximos alos nerviosos anchos, aunque secundarios. Suvida depende de las influencias, sin llegar aldesorden de aquellos, y son más morales y ca-paces de amar en profundidad. Les gusta el ca-llejeo, el campo. Su piedad es sincera peroindependiente, sin reglas. Tienen un vivo ysincero sentimiento de la naturaleza, gustande la soledad y son poco mundanos. Entreestos, Maurice de Guérin, Rousseau y Sénan-cour.

Sentimentales purosDan forma al tipo Se más genuino. De menor amayor secundariedad:

Sentimentales subsecundariosSecundariedad superior a la media de los hom-bres pero inferior a la media de secundarios. Demayor a menor inactividad (nA):

Sentimentales abúlicos. Más inactivos que lamedia de los sentimentales y agravado por laconciencia muy ancha: inactividad y concien-

cia ancha dan lugar a la abulia. La acción leses tan difícil como a los nerviosos anchos másinactivos y, además, su secundariedad es pe-queña. Del grupo nAnAnc derivan la depresiónordinaria, la sensibilidad enfermiza, la enfer-medad imaginaria, la extrema indecisión. Delgrupo ES, la delicadeza moral, el interés por lareligión, el desinterés. Su pensamiento está alservicio de su emotividad en lugar de domi-narla.

Sentimentales ásperos. Más nA que la media delos inactivos y de gran emotividad, aunqueoculta por la secundariedad. Sensibles, poco ac-tivos, poco mundanos, honestos, parapetadostras una apariencia huraña y gruñona. No todosson bienhechores y algunos pueden ser muy ego-ístas, a la manera del sentimental (defensa del sí,desconfianza en el porvenir, etc.). Si predominael alocentrismo sobre el egoísmo, tendremos alclásico áspero con corazón de oro.

Sentimentales cordiales (paracoléricos).Menos inactivos, muy emotivos. Manifiestanuna vitalidad que los emparenta con los colé-ricos, pero íntimamente su pesimismo, senti-miento de la nada y honestidad les encuadranentre los Se.

Sentimentales introvertidos. El centro de lasentimentalidad. Su principal interés es el aná-lisis de ellos mismos. Algunos están tan pren-dados de la naturaleza como los soñadores, porejemplo Thoreau; otros convierten la natura-leza en tema de reflexión, como Vigny o Mme.Ackermann. Prefieren la soledad y no se intere-san por la ciencia. Se preocupan por Dios peroesu fe es débil. Tienen tendencia a la misantro-pía y son poco gozadores, poco ávidos. Existensubfamilias, con aptitudes especiales: Analistas. Les caracteriza la reflexión sobre símismos. Amiel o Biran.Poetas-filósofos. El pensamiento sobre la natu-raleza, el sentimiento de la hostilidad de lo real,

Familias de sentimentales

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El sentimental de Le Senne/23

FAMILIAS DE SENTIMENTALES

Étienne Pivert de Sénancour(Paris 1770-Saint Cloud 1846)Literato prerromántico francés.Autor de Meditaciones sobre la na-turaleza primitiva del hombre.Sentimental soñador: paraprimario,baja secundariedad y ancho de con-ciencia.

Maine de Biran(Bergerac 1766-París 1824)Filósofo, psicólogo y político. Consi-derado filósofo de la introspección.Germen del existencialismo.Sentimental analista: introvertido,poco secundario, reflexiona sobre sí.

Henry David Thoreau (Massachusetts 1817 - 1862) Escritor, poeta y filósofo, de tenden-cia trascendentalista y origen puri-tano. Autor de Walden y Ladesobediencia civil.Sentimental introvertido: poco se-cundario, amante de la naturaleza.

Louise-Victorine Ackermann (Niza 1813-1890)Poetisa, conocida como Mme. Acker-mann. Autora de Poésies, premièrespoésies, poésies philosophiques.Sentimental introvertida: baja secun-dariedad, reflexiona sobre la natura-leza.

Leconte de LisleFrancia 1818 - 1894)Poeta, principal exponente del par-nasianismo.Sentimental poeta-filósofo: subse-cundario, introvertido, siente lo hos-til de la realidad.

Martin Heidegger (Alemania 1889-1976)Uno de los más importantes filósofosalemanes del siglo XX.Sentimental trágico: subsecundario,introvertido, desgarrado entre la in-actividad y la emotividad secundaria.

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René Le Senne, Traité de caractérologie/24

la vanidad de los afectos humanos, son susnotas distintivas: Vigny, Leconte de Lisle, Sully-Prudhomme y Mme. Ackermann. Trágicos. El desgarramiento entre nA y ES llegaa su máxima expresión. La fuerte secundariedadlos dirige a la filosofía -Kierkegaard, Heidegger-pero la emotividad lleva esta filosofía hacia lameditación sobre la existencia y la inactividad laconduce hacia el sentimiento de lo trágico.

Sentimentales supersecundariosLa secundariedad subordina a la emotividadhasta el punto de disfrazarla por completo:

Sentimentales avaros. La secundariedad acre-cienta la desconfianza. Los avaros más purosson profundamente inactivos, muy secunda-rios, llenos de aprensión frente al porvenir. Lle-van al extremo los rasgos esenciales de lossentimentales -ascetas, previsores, replegadossobre sí mismos- pero se han endurecido. Lavulnerabilidad se trueca en desconfianza; elempecinamiento, en espíritu de acumulación.Cuando la secundariedad se torna extrema, eltipo de los avaros desemboca en el de los men-digos atesoradores.

Sentimentales paraapáticosLa única manera de distinguir un sentimentalparapático de un apático consiste en percibirla emotividad -sea explosiva, sea tensional- de-trás de los actos. De menor a mayor secunda-riedad:

Sentimentales plácidos. Tren de vida regular: laemotividad se manifiesta en la ejecución exactade las olbigaciones y la inactividad mantiene lascostumbres. Están más preocupados por ha-cerse respetar que por el reconocimiento de susméritos. Más meticulosos, puntuales y reserva-dos cuanto más estrechos de conciencia.

Sentimentales mecanizados. Su vida transcurreen el cumplimiento regular de mecanismos es-

tablecidos. Todavía se siente en su actividad la presencia de la emotividad.

Sentimentales paraapasionadosEl Se se aproxima al apasionado cuando dismi-nuye su inactividad. Una determinación nega-tiva será reemplazada por una determinaciónpositiva, sólo que más pequeña. La disminuciónde la inactividad debe tornar al sentimental másamante y más amable. A falta de audacia, ad-quiere mayor confianza. Permanece apegado asus tendencias de fondo pero con mayor dul-zura y sin esas inhibiciones interiores que lovuelven taciturno, huraño o quejumbroso. Par-ticularmente la aptitud para la vida religiosa, fa-vorecida por el grupo ES, se despliega máslibremente sin la intervención de nA. A conti-nuación, de mayor a menor secundariedad:

Sentimentales afectuosos. Coincide con el em-pleo corriente de la palabra sentimental. Sonfieles, aman la naturaleza, la piedad les resultafácil. Su amor es más profundo que apasionado,son abnegados y les gusta serlo. Ejemplo: Eu-génie de Guérin.

Sentimentales piadosos. Tienen aptitud para lareligión, pero con una gran independencia delsentimiento religioso. La anchura del campo deconciencia lo favorece. Si la secundariedad essuficiente permite una elaboración filosófica.Von Baader y Berdiaeff ilustran este carácter.

Sentimentales éticos. A medida que crece la se-cundariedad, la ética del pensamiento prevalecesobre lo religioso del alma, aunque persistenbajo las normas sentimientos fuertes como enLagneau.

Sentimientales doctrinarios. La secundariedadmuy fuerte asociada a la estrechez del campo deconciencia produce reformadores religiosos opolíticos de tendencias religiosas. Robespierrey Calvino figuran en esta familia.

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El sentimental de Le Senne/25

FAMILIAS DE SENTIMENTALES

HarpagonLouis de Funès caracterizado comoHarpagon, en El avaro de Molière:"¡Mi pobre dinero, mi pobre dinero,mi querido amigo! Me han privadode ti...”Sentimental avaro: gran secundarie-dad, baja actividad.

Franz Xaver von Baader(Munich 1765-1841)Escritor, filósofo y místico. EscribeFragmenta Cognitionis. Influye enHegel y Kierkegaard.Sentimental ético: gran secundarie-dad, prima la ética sobre la religión.

Eugénie de Guérin(Francia 1805-1848)Escritora francesa, hermana de Mau-rice de Guérin. Autora de cartas ydiarios. Sentimental afectuosa: muy secun-daria, abnegada, fiel.

Nikolái Berdiáyev(Kiev 1874-Clamart, Francia, 1948)Escritor y filósofo ruso. Rechaza elzarismo y el soviet. Invierte a Descar-tes: Sum ergo cogito. Identidad entrereligión y pensamiento filosófico. Sentimental piadoso: bastante se-cundario, aptitud para la religión.

Juan Calvino(Noyon 1509-Ginebra 1564)Teólogo francés. Uno de los padresde la Reforma Protestante. Profundareligiosidad desde su juventud.Sentimental doctrinario: muy fuertesecundariedad y conciencia estrecha.

Maximilien Robespierre(Arrás 1758-París 1794)Abogado, escritor, orador y políticofrancés apodado el Incorruptible.Instauró el Régimen del Terror.Sentimental doctrinario: muy fuertesecundariedad y conciencia estrecha.