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¡EL TIEMPO QUE

CAMBIARÁ TUHISTORIA!

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NOMBRE:

FECHA QUE RECIBÍ A CRISTO:

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¡EL TIEMPO QUE CAMBIARÁ TU HISTORIA!

4 TEMAS QUE TE AYUDARÁN A INICIAR LARELACIÓN MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA.

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Texto: Daniel ValenciaFotografías ShutterStock

Diseño: DG. Ernesto Martínez© 2016 Global Outreach Media

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¡EL TIEMPO QUE CAMBIARÁ TU HISTORIA!

4 TEMAS QUE TE AYUDARÁN A INICIAR LARELACIÓN MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA.

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La decisión que has tomado de recibir a Jesu-cristo como tu salvador es la decisión más im-portante en toda tu vida. Es más importante que saber con quién te vas a casar, qué vas a estu-diar, y a qué te dedicarás el resto de tu vida aquí en la tierra.

La vida de Jesucristo es la mejor historia de amor de todos los tiempos y no es una novela, es una historia real. Así que, recibirle como tu salvador personal, ha sido una noticia maravillosa.

Ahora todos tus pecados han sido per-donados. Alguien dijo una vez: “La salva-ción es gratuita, pero no barata”. El amor

de Jesucristo por ti le llevó a ofrecer su vida para sufrir y morir en la cruz para que tú no tuvieras que enfrentar ese castigo. Simple y sencillamente, Él tomó tu lugar. La Biblia dice al referirse a Jesu-cristo: “Quién llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, es-tando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados (1 Pedro 2:24).

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La salvación que Dios te acaba de regalar es por gracia. La palabra gracia significa que Dios

nos ha perdonado y salvado porque no teníamos nada con qué pagar el castigo por nuestros pecados y además no lo mere-cíamos. Por eso Dios tomó la iniciativa y

mandó a su Hijo a tomar nuestro lugar. ¿Crees que pueda existir un amor más grande? La Biblia dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no es de vosotros pues es don de Dios. No por obras para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

Ahora ya eres hijo o hija de Dios, dis-fruta esta nueva realidad en tu vida. Todos los seres humanos somos creaturas

de Dios. Él nos ha creado a cada uno de noso-tros, y en un principio vemos que todo lo que Dios hizo era bueno. La Biblia dice: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:36). Pero cuando entró el peca-do al mundo, todos los seres humanos quedamos infectados por las consecuencias del pecado. Por

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eso, cuando Jesucristo perdonó nuestros peca-dos, el logró que además de ser creación de Él, también lleguemos a ser hijos de Dios. El libro de Juan, uno de los libros de la Biblia, dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Ahora que tú le has recibido, has llegado a ser hijo o hija de Dios.

Ahora también tienes vida eterna. Al recibir a Jesucristo como salvador, Dios también te regaló la vida eterna, la entra-

da a cielo. Nuestros pecados nos condenaban a ir al infierno, pero al morir en la cruz y resucitar de entre los muertos, Jesucristo ahora nos regala la entrada al cielo. La Biblia dice: “Porque de tal ma-nera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

El amor de Dios no tiene límites. El perdona cual-quier pecado. El perdona a una prostituta, a una persona adultera, a un asesino, a un traficante de drogas, etc. Dios te ama a ti y a mí, no importa lo que hayas hecho, dicho o pensado. ¿Hay algo por lo que sientes vergüenza en tu pasado. No te preocupes, si te has arrepentido y lo has confesado a Jesucristo, Él lo ha perdonado y te da la entrada a su reino.

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Al confesar tus pecados a Jesucristo e invitarle a entrar en tu corazón, tu vida ha tenido un nuevo comienzo, eres una nueva criatura para Dios. La Biblia dice: “De modo que si alguno está en Cris-to, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron: he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Ahora Dios te ve como una persona totalmente limpia, sin ningún defecto en tu expediente. ¿No te parece que es algo maravilloso?

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¿Te has puesto a pensar si un día pronto alguien podrá inventar algún aparato que nos permita comunicarnos simplemente con el pensamien-to? Bueno, ¿qué crees? Ahora que ya eres hijo o hija de Dios, Él nos da la oportunidad de man-tener una comunicación con Él, incluso, con el solo pensamiento. Esto se logra mediante la ora-ción. Orar simplemente significa hablar con Dios y se puede hacer con palabras audibles o con el pensamiento. ¿No es increíble? Además, con Dios podemos hablar a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Al principio te puede parecer algo extraño, pero tú ya has orado a Jesucristo cuando le pediste perdón por tus pecados y le invitaste a entrar en tu corazón.

1COMUNICACION

CON DIOS

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Ahora como hijo de Dios, lo más natural es mantener una comunicación fresca con Él. Hablar con Dios es un privilegio exclusivo de sus hijos. Al orar, le confesamos nuestros pecados y le solicitamos su perdón como sus hijos. La Bi-blia dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

1. Al orar, le agradecemos a Dios por todo lo que nos da. ¿Te has puesto a pensar que las cosas más costosas de la vida Dios nos las ha dado gratis? Lo menos que podemos hacer es agradecerle por la lluvia, el oxíge-no, el sol, y también por la ropa, la vivien-da, el transporte, etc. La ingratitud es uno de los errores más comunes de los hijos de Dios, por eso te animamos a ser agradecido con Dios todos los días.

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2. Al orar, también adoramos y alabamos a Dios. Adorar es reconocer lo que Dios es. Al estudiar la Biblia conocerás más acerca de quién es Dios, pero comienza reconociéndo-le por ser tu salvador, tu creador, tu cuidador, etc. Agradécele por enviar a Jesucristo a morir y resucitar por ti. Agradécele por todo lo que tú quieras.

3. También, al orar le pedimos a Dios por lo que nos hace falta. A Dios le gusta que sus hijos ten-gan la confianza de pedirle por sus necesidades. A Él puedes pedirle que no falte el pan en tu casa, que te dé paz y seguridad, incluso puedes pedirle por las cosas que parecen más insignifi-cantes de la vida como un par de zapatos, au-mento de salario, salud de alguna enfermedad, etc. La Biblia dice: “Echando toda vuestra ansie-dad sobre él, porque él tiene cuidado de voso-tros” (1 Pedro 5:7). ¡Qué bueno es creer en Dios!

Dios siempre responde nuestras oraciones, algunas veces la respuesta es diferente a lo que nos gustaría recibir como contestación, pero Él sabe qué es me-jor para nosotros, por eso sus respuestas pueden ser sí, no o que esperemos porque no es el momento oportuno para recibir la respuesta a nuestra oración.

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¡Dichosos más bien quienes

escuchan lo que Dios dice, y lo

obedecen!Lucas 11:28

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Ahora que eres hijo o hija de Dios, además de poder comunicarte con Dios por medio de la oración, también puedes dejar que Dios te ha-ble al descubrir lo valioso que es leer, estudiar, meditar y aplicar su Palabra, la Biblia, a tu vida.

La Biblia es una colección de 66 libros. Cada uno de ellos ha sido inspirado por Dios, y leer la Bi-blia cada día será como traer alimento para tu espíritu. De hecho, Jesucristo mismo nos pide que estudiemos su Palabra cuando dijo: “Escu-driñad las Escrituras; porque a vosotros os pare-ce que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39).

2LA

PALABRADE DIOS

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Cada libro, cada pasaje y cada verso de la Biblia nos revela quién es Jesucristo, así que al intro-ducirte en el conocimiento de la Biblia, conoce-rás mejor a Dios, a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo. Por medio de la Biblia, Dios revelará su voluntad para tu vida.

Para iniciar tu estudio de la Biblia te aconseja-mos comenzar con un método muy sencillo que se basa en hacer preguntas al pasaje. Estas pre-guntas son de tres tipos, de observación, para entender qué dice el pasaje; de interpretación, para saber que significa y de aplicación, para sa-ber qué debemos obedecer para agradar a Dios.

A continuación escribimos un versículo de la Bi-blia que nos servirá de ejemplo para saber cómo puedes hacer este tipo de estudio.

“Dios no envió a su Hijo al mundo para conde-nar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios” (Juan 3:17-18 NVI).

1. Observación: ¿Por qué envió Dios al mundo y para qué? Respuesta: Para salvar al mundo.

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2. Interpretación: ¿A qué se refiere la palabra mundo? Respuesta: El mundo es la gente que vive en la tierra,

3. Aplicación: ¿Qué necesito hacer para no ser condenado? Respuesta: Creer en Jesucristo.

Ahora te dejamos tres textos más para que reali-ces tu propio estudio en los siguientes tres días, uno cada día.

“El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericor-dia” (Proverbios 28:13).

1. Observación: ¿Qué le pasa a la persona que encubre sus pecados?__________________

_____________________________________

2. Interpretación: ¿Qué significa encubrir?

_____________________________________.

3. Aplicación: ¿Qué vas a hacer para alcanzar misericordia en tu vida?________________

_____________________________________.

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“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7)

1. Observación: ¿Qué necesitamos echar so-bre Dios?___________________________.

2. Interpretación: ¿Cómo sabes si hay ansie-dad en tu vida? ¿Cómo es la ansiedad?

_____________________________________.

3. Aplicación: ¿Qué vas a hacer para confiar más en Dios?

_____________________________________.

“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, ben-decid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orar por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44).

1. Observación: ¿Qué debemos hacer con nuestros enemigos?__________________.

2. Interpretación: ¿Cómo se puede amar a un enemigo?___________________________.

3. Aplicación: ¿Qué voy a hacer con las per-sonas que me han tratado mal?__________

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Hay un punto muy importante que te recomen-damos tomar en cuenta. Al convertirte en hijo o hija de Dios, también has llegado a formar parte de la familia de Dios, la iglesia. La iglesia es una comunidad global de creyentes que así como tú, han puesto su confianza en Cristo Jesús como su único salvador personal.

Desde el inicio de la creación, Dios nos diseñó para vivir en sociedad, en grupos. Por eso Dios creó a la familia, y el hombre también se ha aso-ciado en tribus, pueblos, naciones, etc.

Para ser victoriosos en la vida cristiana, Dios esta-bleció a un grupo que conocemos como la igle-sia de Jesucristo, este grupo ha sido diseñado por

3COMUNIDAD GLOBAL

DE CREYENTES

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Dios para que tengamos apoyo de otros creyen-tes, por eso Dios también nos ha mandado que nos amemos unos a otros.

Muchas veces otros creyentes nos ayudarán a ver nuestros errores y nos motivarán a mejorar nuestra vida como creyentes. La Iglesia también es conocida como la familia de Dios.

La iglesia está distribuida en pequeños grupos que se conocen como iglesias o congregaciones locales, y te recomendamos mucho que bus-ques un grupo cercano al lugar en donde vives y en donde se crea en la Biblia como la Palabra de Dios, un lugar en donde se proclame a Jesucris-to como el único Salvador.

¿Sabes?, encontrar un grupo con estas carac-terísticas te ayudará a crecer mucho espiritual-mente.

En la actualidad, muchas personas encuentran un gran apoyo en el internet para conocer de Dios y de su iglesia, pero siempre que sea po-sible, procura reunirte personalmente con un grupo de personas que amen a Dios y sigan los consejos de su Palabra.

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Finalmente, ahora que has encontrado la vida eterna, descubre el gozo que produce compartir con otras personas el mensaje de amor y espe-ranza en Cristo Jesús. Probablemente no sepas mucho de teología y de la Biblia, pero será su-ficiente si compartes con tus propias palabras a tus amigos y conocidos lo que ha significado para ti creer en Cristo Jesús.

Durante sus últimos días en la tierra, Jesucristo nos dejó el encargo de compartir su historia de su salva-ción en todo el mundo al pronunciar estas palabras: “…id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). Seguramente en tu red de contactos tienes a algún familiar, amigo o algún veci-no que necesita experimentar el perdón de sus peca-dos como tú lo has experimentado ahora. Comparte con esas personas lo que ha sucedido en tu vida.

4COMPARTE ESTA

HISTORIA DE AMOR

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Una ocasión Jesús sanó a un ciego y los líderes re-ligiosos querían negar ese milagro, así que le pre-guntaron a esta persona y a sus papás acerca de la persona que le había devuelto la vista, y la respues-ta fue sencilla pero contundente: “—Si es pecador, no lo sé —respondió el hombre—. Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo” (Juan 9:25 NVI).

No importa quién eres o que hayas hecho en tu vida pasada. En la Biblia hay un ejemplo de un hombre que perseguía a los cristianos y consentía en ma-tarlos, pero cuando Jesucristo lo alcanzó, su vida cambió y se convirtió en uno de los grandes defen-sores de la fe cristiana. Ese hombre se llamó Pablo.

De la misma manera tú también puedes compartir con tus familiares y amigos lo que Cristo ha hecho en tu vida. Comparte lo que Cristo hizo en la cruz para salvarte y comparte los cambios que Dios ha producido en tu vida al aceptarle como tu salvador.

¿No es maravilloso llegar a ser hijo de Dios? Dios te bendiga en esta nueva vida con su Hijo Jesucristo.

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Es mi deseo que seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera

tu alma.

3 Juan 1

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