El Traductor Como Microprocesador

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Traducción de Marcelo Expósito 06 2014 El traductor como microprocesador An Anonymous Iranian Collective 1. Hechos Cooperación afectiva A, B, C… Manhattan (Amir Naderi, 1997) narra la historia de la vida cotidiana de tres chicas que hacen ente a varias situaciones afectivas. Son mujeres comunes cooperando en el intento de entender qué les sucede en la relación con su entorno: algo imperceptible, un elemento que refuerza el afecto y la amistad entre ellas y libera una línea de fuga que surge de lo más hondo de sus composiciones y descomposiciones psicológicas. Al nal, la película conecta con la fuerza anticapitalista de Manhattan by Numbers (Naderi, 1993) que se visibiliza en Occupy Wall Street (OWS). Como inmigrante, Naderi siente la represión multicapa en la sociedad y en sus relaciones cotidianas, y al mismo tiempo da voz en su película a las poblaciones oprimidas estadounidenses, que se maniestan quince años después a través de OWS, con su clima cooperativo y afectivo que podríamos denominar con Kleist un clima de guerra. [1] Con estas dos películas sobre Manhattan, Naderi prácticamente presagia OWS planteando un problema afectivo situado en los márgenes de la sociedad, traduciendo los afectos de las fuerzas productivas reales y el modo en que se procesan. También Marx entiende que la cooperación es la base tanto de la clase como de la lucha de clases. Según la noción marxiana de cooperación, ésta se constituye a través del encuentro físico de los trabajadores alrededor de las máquinas, pero este encuentro produce en última instancia un nuevo afecto político: el de los comuneros, mujeres y hombres comunes. En este sentido, la precondición de la lucha de clases es la producción de nuevos afectos políticos o la construcción de un suelo común entre fuerzas singulares, y no la mera reproducción de las relaciones sociales ya existentes. Es el ámbito de las nociones comunes, el segundo género de conocimiento según Spinoza: la creación de un espacio constructivista. Es así como nos desplazamos de Marx a Spinoza y, por medio de Deleuze, de Spinoza a Nietzsche: una cuestión vital reverbera en nuestros oídos, la que se reere a la distinción entre ética y moral, a los regímenes de deseo y a los valores. Esa cuestión empequeñece cualquier otro problema de índole menor, haciéndonos reconsiderar la Vida como tal, la lucha y la clase, la organización, el pensamiento y la amistad. ¿Cómo unimos nuestras fuerzas de manera que nuestra comunidad no se convierta en un encuentro de esclavos ni produzca un espacio homogeneizador, jerárquico y asxiante, es decir, un grupo subyugado; sino que en vez de eso constituya un espacio común, singular, uido y autocrítico para espíritus libres, es decir, un grupo-sujeto? Klossowski nos allanó el camino: lo singular no se opone a lo universal sino a lo gregario. [2] Lo singular y lo gregario no son solo conceptos teóricos ni meras palabras impresas o surgidas de mentes sabias. Se reeren más bien a una intensa realidad sentida en carne propia: es la cooperación basada en el afecto y la amistad, que constituye un espacio común que se mantiene abierto a procesos de singularización y a la producción de subjetividad, así como a la autocrítica, es decir, a la necesidad de reconstituir relaciones y redenir situaciones. Es

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arte traducción, Irán

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  • Traduccin de Marcelo Expsito

    06 2014

    El traductor como microprocesadorAn Anonymous Iranian Collective

    1. Hechos

    Cooperacin afectiva

    A, B, C Manhattan (Amir Naderi, 1997) narra la historia de la vida cotidiana de tres chicas que hacen frente avarias situaciones afectivas. Son mujeres comunes cooperando en el intento de entender qu les sucede en larelacin con su entorno: algo imperceptible, un elemento que refuerza el afecto y la amistad entre ellas y liberauna lnea de fuga que surge de lo ms hondo de sus composiciones y descomposiciones psicolgicas. Al final, lapelcula conecta con la fuerza anticapitalista de Manhattan by Numbers (Naderi, 1993) que se visibiliza en OccupyWall Street (OWS). Como inmigrante, Naderi siente la represin multicapa en la sociedad y en sus relacionescotidianas, y al mismo tiempo da voz en su pelcula a las poblaciones oprimidas estadounidenses, que semanifiestan quince aos despus a travs de OWS, con su clima cooperativo y afectivo que podramos denominarcon Kleist un clima de guerra.[1] Con estas dos pelculas sobre Manhattan, Naderi prcticamente presagia OWSplanteando un problema afectivo situado en los mrgenes de la sociedad, traduciendo los afectos de las fuerzasproductivas reales y el modo en que se procesan. Tambin Marx entiende que la cooperacin es la base tanto de laclase como de la lucha de clases. Segn la nocin marxiana de cooperacin, sta se constituye a travs delencuentro fsico de los trabajadores alrededor de las mquinas, pero este encuentro produce en ltima instanciaun nuevo afecto poltico: el de los comuneros, mujeres y hombres comunes. En este sentido, la precondicin de lalucha de clases es la produccin de nuevos afectos polticos o la construccin de un suelo comn entre fuerzassingulares, y no la mera reproduccin de las relaciones sociales ya existentes. Es el mbito de las nocionescomunes, el segundo gnero de conocimiento segn Spinoza: la creacin de un espacio constructivista. Es ascomo nos desplazamos de Marx a Spinoza y, por medio de Deleuze, de Spinoza a Nietzsche: una cuestin vitalreverbera en nuestros odos, la que se refiere a la distincin entre tica y moral, a los regmenes de deseo y a losvalores. Esa cuestin empequeece cualquier otro problema de ndole menor, hacindonos reconsiderar la Vidacomo tal, la lucha y la clase, la organizacin, el pensamiento y la amistad. Cmo unimos nuestras fuerzas demanera que nuestra comunidad no se convierta en un encuentro de esclavos ni produzca un espaciohomogeneizador, jerrquico y asfixiante, es decir, un grupo subyugado; sino que en vez de eso constituya unespacio comn, singular, fluido y autocrtico para espritus libres, es decir, un grupo-sujeto?

    Klossowski nos allan el camino: lo singular no se opone a lo universal sino a lo gregario.[2] Lo singular y logregario no son solo conceptos tericos ni meras palabras impresas o surgidas de mentes sabias. Se refieren msbien a una intensa realidad sentida en carne propia: es la cooperacin basada en el afecto y la amistad, queconstituye un espacio comn que se mantiene abierto a procesos de singularizacin y a la produccin desubjetividad, as como a la autocrtica, es decir, a la necesidad de reconstituir relaciones y redefinir situaciones. Es

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  • as como empezamos a traducir entre otras actividades como una experimentacin colectiva con ideas,procesando afectos e intensificando diferencias.

    Letal tierra balda

    Treinta y cinco aos de asfixia organizada junto con casi doscientos aos de opresin histrica, explotacin,capitalizacin, devastacin y decepcin poltica han convertido a Irn en una vasta tierra balda, cuya abominableinmensidad resulta incluso difcil de imaginar. Las imposiciones que han sufrido en sus mentes losmarginalizados y las opresiones que han experimentado sus cuerpos son difciles de describir. La militarizacin delos espacios y la intimidacin, el encarcelamiento generalizado, el aumento de los presupuestos militares, laextendida privatizacin al servicio de las fuerzas de Estado, el control creciente ejercido sobre las zonas urbanas yrurales segn criterios religiosos institucionalizados, el reforzamiento de la familia nuclear, el abandono de lasescuelas en manos de las instituciones clericales, la constriccin de las universidades, la extendida violenciasistmica durante las primeras dos dcadas posteriores a la revolucin de 1979, la supresin violenta de la fuerzasde izquierda (especialmente de las guerrillas), la prdida de todo espacio crtico, la represin organizada de la clasetrabajadora, el alineamiento en aos recientes del nacionalismo con un islamismo institucionalizado estamoshablando de una invasin de los afectos tristes y de las fuerzas reactivas no solo a nivel molar sino tambinmolecular. No son solo problemas asociados a un leviatn hecho de una extraa composicin de capital, religin,poder militar y democracia representativa, que ejerce el mando a travs de sus tecnologas y tcnicasgubernamentales; se trata tambin de micropresiones que proceden de las subjetividades producidas en esteterritorio. Despus de todo, el arte de la gubernamentalidad no solo produce sus sujetos y objetos, sino tambinel mundo en el que estos sujetos y objetos residen.[3] La composicin de fuerzas en esta tierra balda llevaasociados procedimientos que han hecho surgir subjetividades daadas y enfermas, impotentes, castradas ycastradoras, que de hecho desean el reforzamiento de las relaciones establecidas que oprimen el florecimientode alternativas de base surgidas de la inteligencia de las personas, sometindose a sus gobernantes, al falsosistema de representacin. Esta subjetividad es bsicamente fascista; y por fascismo queremos decir "el fascismoque est en todos nosotros, en nuestra mente y en nuestro comportamiento cotidiano, el fascismo que nos haceamar el poder, desear aquello mismo que nos domina y explota".[4]

    Nuestros delirios nos dicen que el espacio psicosocial de este territorio, especialmente en aos recientes tras lossucesos de 2009 con todos sus errores y miedos, se ha convertido en un espacio estrictamente controladopolicialmente: no en el sentido de que la gente sea golpeada con porras o colabore con la polica, sino en elsentido de que conlleva una serie de procedimientos, defiende una serie de valores y produce una serie derelaciones que en counto solo sirven para reforzar el gobierno, prolongando el actual estado de cosas yreproduciendo la catstrofe. En su dilogo con Parnet, Deleuze muestra un modo de superar esta tierra balda:"Es un poco como eso que Nietzsche expres tan bien, alguien lanza una flecha [] o un colectivo lanza unaflecha que cae, y entonces alguien viene a recogerla y la lanza de nuevo en otra direccin; as es como la creacinocurre, como la literatura ocurre, atravesando periodos desrticos".[5] Resulta interesante que Omar Jayam

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  • tradujese algunos textos rabes y griegos al persa en los siglos XXI-XXII, a pesar de todos los ataques yacusaciones que se le arrojaron, acusaciones de atesmo, de desconsideracin hacia la tradicin y las creencias, dedebilitamiento de la religin y la teologa. Se dice que en 1979, el ao de la revolucin, se public informalmenteun nmero enorme de libros y panfletos, la mayora de los cuales eran traducciones de textos crticos.Mohammad Mokhtari y Mohammad Jafar Pouyandeh, dos investigadores, crticos y traductores radicales detextos de sociologa y marxismo, fueron violentamente asesinados en invierno de 199 Hemos visto a nuestrasespaldas una historia de luchas cuyo estruendo an reverbera y nos estimula: libros sin traduccin reconocida,libros blancos del periodo de la revolucin, panfletos, afectos y monumentos. Aun as, muchas cosas hancambiado durante el vuelo de esta flecha.

    Estar-juntos

    Consideramos que textos como los de Blanchot son mundo,[6] y consideramos al mundo como un taller colectivolibre para la autoformacin, el juego, la risa y la experiencia. Si el texto es el mundo, un laboratorio deinvestigacin sin telos,[7] y si la cooperacin facilita la produccin de nuevos afectos polticos, entonces soloqueda organizar nuestras (anti)pedagogas, aumentar nuestra inteligencia colectiva, forjar conceptos y emplearlos.Hemos aprendido de Nietzsche que quien es radicalmente maestro no toma ninguna cosa en serio ms que enrelacin a sus discpulos, ni siquiera a s mismo,[8] y en este sentido hemos intentado aprender a comprender elacto de organizar como la puesta en relacin de multiplicidades, entre singularidades, en una nueva composicinmenor: un maestro solo tiene sentido en relacin con la multiplicidad de estudiantes, junto a ellos, alrededor deellos y no ms all de ellos como un superior, de la misma manera que el titiritero del teatro de marionetas deKleist solo tiene sentido en relacin con las marionetas, al lado de ellas y junto a su multiplicidad.[9] De estaforma, no queramos tan solo traducir textos al persa (la traduccin como una ejecucin real), sino emplearlos enlos procesos de nuestro estar-juntos con el fin de traducir los afectos mismos en una nueva organizacin basadaen la cooperacin (la traduccin como una ejecucin virtual); es decir, el proceso de traduccin como lareconstruccin de una vida concreta, reconsiderando la situacin singular y local, y al mismo tiempo traduciendolos afectos: una traduccin afectiva. Se pueden mencionar aqu dos ejemplos de esta actividad. Primero, laadaptacin de esos textos en la produccin de emisiones online de radio experimental: recomponiendofragmentos de texto heterogneos en un nuevo ensamblaje sonoro con el objetivo de refinarlos y presentar unacomprensin pragmtica de la teora. Y segundo, la adaptacin de esos textos a la produccin de un pensamiento-imagen: la experimentacin con conceptos, imgenes, intensidades, acontecimientos, humores, expresando unaprctica terica aplicada a la construccin de algn tipo de pelculas experimentales de bajo coste. Plegando as eltexto en el mundo: de la subjetividad al pensamiento a la vida.

    La farmacologa del socius nos mostr que nuestro mbito social en su counto est en realidad inmerso enprocedimientos que solo pueden abrirse a la interiorizacin ms reaccionaria, y que excluye al otro y a sunaturaleza diferenciada, en beneficio de la construccin de una identidad falsa o de un solipsismo fascista. As quetuvimos que ser selectivos en lo que se refiere a los textos (afectos) para constituir un continuo de nuestras

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  • actividades: un movimiento suave fluyendo en la corriente spinoziana-nietzscheana que ilumin nuestras vidas,anim nuestros afectos y experiencias y nos situ juntos; planteando los problemas de la comunidad y la necesidadde requerir al otro; investigando los conceptos de amor y amistad, invirtindolos activamente en el cuerpo crticode la sociedad; examinando si es posible una sociabilidad y construyendo un plan comn; surgiendo de todoello la (im)posibilidad de pensar: puesto que el filsofo es antes que nada un amigo o un amante, ya que solo elamigo/amante escribe, solo el amigo/amante piensa, solo la philia-sophia permite al pensamiento dividirse en smismo y entre amigos;[10] los filsofos, esos revolucionarios afectivos. En este sentido, el pensamiento sucede solo enla la construccin de un espacio comn y autnomo, produciendo un espacio de lucha. Es por este motivoprimordial que los filsofos franceses postnietzscheanos (Bataille, Blanchot, Klossowski), quienes adoptaron elproblema de la comunidad en todos sus amplios aspectos, son de una gran importancia para nosotros y puedentener una influencia vital en la esfera intelectual de Irn. Aparece aqu una nueva funcin del concepto decooperacin: no es solo la cooperacin de un cuerpo real con otro cuerpo real, sino tambin la cooperacinvirtual dentro del pensamiento. La traduccin es, de esta forma, un proceso de singularizacin e individuacin,as como de dramatizacin, puesto que puede implicarse en la creacin de nuevos afectos polticos entresingularidades, haciendo cooperar y produciendo espacios colectivos para vivir, luchar y lanzar mltiples procesoscon capacidad de emancipar la vida: procesamiento de traduccin, el traductor como microprocesador.

    2. Datos

    Contexto: breve historia de la creacin de un caoide

    Alrededor de tres millones de personas en la calle, se convirti en el titular de muchas agencias de noticias enla noche del lunes 15 de junio de 200 Pero no se trataba de una mera noticia, sino ms bien de unacontecimiento que marc un antes y un despus en nuestras vidas. Unas elecciones fraudulentas tuvieron comoresultado una poltica en la calle de millones de personas, y presenciamos una vez ms cmo los discursostradicionales de la izquierda fueron de nuevo cuestionados y sus binarismos discursivos tales comoreformismo/revolucin vieron sus demarcaciones borradas. Nos adentramos en un caos en el que los flujossemiticos de la sociedad se enfrentaron sbitamente al abismo absurdo en el que haban sido anteriormentefijados, un abismo surgido tras la desaparicin del significante de un Estado idneo. Habiendo sido desenraizadasdel territorio del orden representativo, las cadenas semiticas empezaron a fluir en todas las direcciones y empeza bullir la experimentacin social. En mitad de estos procesos de experimentacin, nos encontramos unos a otros.Por medio de diferentes conexiones entre individuos desubicados, surgi el agenciamiento maqunico de unfuncionamiento caoide en el dominio de nuestra vida colectiva. Empero, si un caoide es un agenciamientomaqunico que puede atravesar el caos y crear una composicin arquitectnica, un organizador provisional delcaos,[11] cul era entonces realmente el caos?

    El caos es un grado de complejidad que est ms all de la capacidad de comprensin humana.[12] Aparte de ladesaparicin del significado trascendente de un orden representativo legtimo, el caso del que estamos hablando

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  • surgi por la enrgica aparicin de lo nuevo en el contexto de la poltica iran posterior a la revolucin de 1979:un rechazo masivo de la regla gubernamental en los mrgenes y en el underground, y un intento de hacer audiblela voz desatendida de los no-representados. Este caos, que vino tras lo nuevo, fue una desterritorializacin colectivaejecutada por una subjetividad colectiva temporal; fue un grado de complejidad ms all de la inteligenciacolectiva establecida de la sociedad iran previamente existente, y solo poda indicar que una nueva intelectualidadde masas est por llegar. Por consiguiente, nuestro grupo era parte de este caos, pero decidi organizarse y crear uncaoide, de manera que pudiera atravesar este caos, empezar a desnudarse con el fin de experimentar relacionesalternativas. Esto nos condujo a una serie de nuevas formas de militancia. La militancia de la produccin deconocimiento fue nuestro campo de activismo principal. Tradujimos ensayos y artculos de ciertas tradiciones depensamiento, tales como obras de Bataille, Blanchot, Artaud, Ginsberg, Kerouac y Burroughs, hasta ensayos deFoucault, Guattari, Negri, Hardt y otros. Escribimos ensayos sobre poltica, economa, arte y cine, y tomamos enprstamo o nos reapropiamos de esta variedad de autores para desarrollar nuestra propia perspectiva. Despus deun breve lapso de tiempo, empezamos a colaborar con otros activistas en un proyecto de produccin alternativade conocimiento. Se llam Academia paralela y se ocupaba de los discursos negados por la academia iran o quehaban sido convertidos en conocimiento subyugado, al servicio de reproducir los objetivos del aparato deEstado. En ese mismo periodo empezamos a experimentar con la forma de la radio como una nueva herramientade mediacin, inspirados por una parte por Radio Alice y otras radios libres de las dcadas de 1960-1970, y porotra parte por los escritos tericos de Allen S. Weiss sobre radiofona y esquizofona, as como por la radioexperimental de Christof Migone y Gregory Whitehead.

    Cuando la represin molar se hizo ms fuerte, nos vimos obligados a interrumpir nuestras actividades.Desarrollamos as una forma de produccin de conocimiento online, bajo el formato de proyectos de publicacin.Los proyectos estaban diseados especficamente para intervenir de manera activa en los discursos existentes, bienpara atacarlos con el fin de liberar el pensamiento en ellos subyugado, bien para introducir un discurso alternativocomo un medio para conceptualizar y tratar temas problemticos.

    Experimentos con formas de organizacin

    Tenamos frente a nosotros varias formas de organizacin grupal. La mayora de los grupos implicados en lasactividades de la izquierda revitalizada en la dcada de 2000, incluyendo a los activistas estudiantiles, ejercanpolticas partidistas o polticas de identidad mediante formas de organizacin jerrquicas. Muchos de los activistastodava crean en un tipo de esquema vanguardista, de acuerdo con el cual los intelectuales deben conducir yeducar al proletariado en las luchas para que tenga lugar una revolucin. Naturalmente, la revolucin seimaginaba como un acontecimiento espectacular, condicionado en ltima instancia, como una revolucin molarcon la intencin de tomar el poder y ejercerlo en inters de las masas. Haba tambin ciertos grupos de izquierdamarginales o incluso automarginados, familiarizados con teoras polticas y formas de lucha contemporneas. Perofetichizaban su relato particular de Mayo del 68 y de las contraculturas en el marco de formas organizativas muycerradas, convirtindose as gradualmente en sectas o cultos. Tenan sitios web y revistas, y publicaban sus

  • traducciones y ensayos libremente fuera del mercado editorial, pero sufran de un enclaustramiento autoimpuesto.

    Nuestro grupo tena ciertas crticas hacia esas formas organizativas. En el caso del izquierdismo tradicional,podamos observar en sus actividades la presencia del sexismo, del edadismo y de la burocracia jerrquica. Suincapacidad para crear nuevas formas era la principal razn del fracaso de sus proyectos igualitarios. La cura deesta enfermedad, pensbamos, consista por una parte en deshacerse de todo tipo de ilusin vanguardista, y porotra parte en comprometerse con formas exigentes de organizacin transversal, en el intento de crear e inventarnuevas formas de lucha y de colectividad, as como formas alternativas de produccin de conocimiento. En lo querespecta a las sectas marginales, frente a ellas ponamos el acento en la apertura de una organizacin reticular, yen vez de tomar en consideracin solo la economa de la distribucin del producto (en este caso nuestros textos,traducciones y obras de arte), nos concentrbamos en la economa interna de nuestro grupo: cmo no serjerrquicos, no reproducir las relaciones sociales actuales en el interior de nuestro grupo y no permitir queningn modo de relaciones de poder desigual cobre forma por medio de la diversidad de experiencia, edad,conocimiento, sexo, etctera.

    Intervenciones discursivas

    En nuestros experimentos de organizacin sentamos la necesidad de ejercer una prctica discursiva que nosfacilitara una nueva manera de conceptualizar la situacin con un enfoque de izquierda mediante la escritura.Cobr as sentido la traduccin como prctica, que quiz fue una respuesta inmediata a la urgencia de la situacinque tenamos frente a nosotros. Antes de nosotros, la ola de teora de la traduccin de izquierda radical que sehaba iniciado durante el gobierno reformista (1997-2005) adopt principalmente un impulso epistemolgico.Tras aos de prctica, los textos traducidos por esta tradicin empezaron a producir matrices de significadoautosuficientes sin puntos de referencia externos anclados en la realidad concreta. En consecuencia, la traduccincomo prctica se convirti en una manera de establecer una identidad propia, y lejos de se resultar til para elcontexto, los textos traducidos entraban en una cadena infinita y autorreferencial de significantes. Pero este erasolo un aspecto de la historia. Cuando comenzaron las protestas en 2009, muchos de estos discursos radicalesrevelaron su (im)potencia o en algunos casos su irrelevancia. Al preguntarnos qu tipo de relaciones de poderoperaban en ellos que los conducan a la poltica identitaria, la jerarquizacin o la orientacin mercantil, nosencontramos con un nuevo problema: no puede haber intervencin discursiva en el campo social que no site lostextos de manera til en nuestras vidas. Desde nuestro punto de vista, el problema no era la ausencia detraducciones adecuadas. Existan algunos textos ms o menos radicales, pero no haban sido nunca utilizados,aplicados, situados. Despus de 2009 ya no volvi a movernos ningn impulso epistemolgico, y buscamos encambio una perspectiva basada en una pragmtica de la traduccin. La cuestin principal ya no era para nosotrosqu dice exactamente tal o cual filsofo, qu significa exactamente tal o cual texto, a qu se refiere exactamentetal o cual concepto. Estas preguntas tenan si acaso solo una importancia secundaria a la hora de definir loslmites de un discurso. Lo que importaba por encima de todo era qu hacen estos textos, de qu son capaces ocul es su funcin.

  • Roland Barthes explica cul es su fantasa de cmo vivir juntos. Consiste en vivir juntas varias singularidades (unasingularidad no es un individuo ni un colectivo) que tienen, al mismo tiempo, su carcter autnomo propio quedenomina idiorritmia: Rythms = pattern de un elemento fluido forma improvisada, modificable. En ladoctrina, manera particular de fluir los tomos; configuracin sin fijeza ni necesidad natural: un 'fluimiento' []en resumen, lo contrario mismo de una cadencia tajante, implacable en su regularidad.[13] Nuestro punto devista sobre la traduccin se construy en torno a un fantasa semejante: habamos buscado esta idiorritmia en lopoltico a travs de los textos que producamos. En el curso de nuestras actividades, se fue haciendo evidente elpapel fundamental que desempearon los factores externos. Por un lado, el sistema de censura omnipresente sehaba intensificado hasta lmites nunca vistos, y de manera muy importante en el campo editorial. Por otro lado,se volvi intolerable la orientacin mercantil de las editoriales y la dificultad para entrar en el orden simblico delos intelectuales que publican con regularidad, en definitiva, las relaciones social-econmicas-morales a las quetenamos que someternos si queramos publicar nuestros libros regularmente. Por eso rechazamos estas relacionesexcluyentes y asfixiantes y empezamos a publicar algunos de nuestros libros online y en sitios de intercambio.Finalmente, a pesar de toda la intimidacin que vena de afuera, la censura, la represin y el control, descubrimosque los problemas ms importantes surgen de adentro: cmo puede un grupo-sujeto tender a su mxima fluidezy creatividad revisando, garantizando, reconstruyendo y redefiniendo sus relaciones afectivas internas, las cualesslo tienen sentido en una relacin concreta con el afuera?

    Preguntando caminamos[14]

    El discurrir de este proceso, aun cuando la colectividad concreta se dispers por la distancia entre sus cuerpos(dado que hace unos dos aos algunos de nosotros abandonamos Irn y otros pocos han tenido que quedarse),tiene un final abierto. Todava caminamos preguntando. Y caminamos a travs de nuestra geografa deintensidades; no miramos atrs, no nos lamentamos, no queremos producir un pasado al que mirar enretrospectiva. Por el contrario, nuestro caminar es selectivo, parresistico. Nunca hemos institucionalizado nuestraautocrtica ni lo haremos; sabemos cmo este trmino se ha vuelto infame en la historia como un mtodo delimpieza.

    La parresa, decir la verdad, conlleva dos direcciones simultneas: por un lado, se dirige al exterior cuestionandoel poder constituido en todas sus formas, tanto a nivel molecular como molar; por otro lado, se dirige al interior,se convierte en una afirmacin dual de la vida y, por tanto, se vuelve selectivo en un sentido nietzscheano, con elfin de dejar a un lado la cristalizacin molecular del poder en la organizacin y deshacerse en la prctica de lasfuerzas reactivas. Sea como fuere, Foucault insiste en que la parresa es una tarea peligrosa. Esto es algo quesentimos tanto bajo la sombra permanente de la persecucin por parte de un poder disciplinario como por laprecariedad de nuestro propio colectivo. El peligro de perder nuestro punto de maquinacin con la realidad,nuestro colectivo de amigos, es serio. Sin embargo, siempre nos hemos desafiado a nosotros mismos, en cadapaso, en cada proyecto. Y hubo disparidades, a veces diferencias que fueron demasiado radicales, en ocasionesmalentendidos y polmicas personalizadas intolerables. En consecuencia, hubo momentos de implosin y una

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  • prdida de lo colectivo. Errores, por supuesto; arrepentimientos, nunca.

    Por ejemplo, cuando se organizan proyectos, se puede observar cmo sedimenta una cultura insana: las jerarquasque se forman en torno al conocimiento o la experiencia, la dificultad de desafiar toda forma residual de edadismoy desigualdad de gnero, la personalizacin de asuntos ticos o polticos, y as sucesivamente. O en otrasocasiones, aun cuando ramos conscientes de que para intervenir en diferentes niveles de produccin deconocimiento debamos ser cuidadosos a la hora de seleccionar los proyectos, hubo veces en que no lo fuimos. Sibien el no implicarse en el proceso impide adquirir el conocimiento sobre qu efectos produce, siempre tenamosalgunas medidas en mente con las que evitar ciertos problemas. Con el fin de no perder los vnculos de referenciacon situaciones concretas, nos implicamos en proyectos que buscaban mediar entre la traduccin y algunassituaciones particulares. Si dedicamos o no a ello suficiente energa es una cuestin a la que tendremos quevolver.

    El hecho de haber sido muy cautelosos para no quedar atrapados en ningn tipo de poltica de identidad no obstapara que debiramos haber sido todava ms conscientes de nuestra propia situacin. Mientras afirmbamos queno hay un adentro, para que el y pudiera seguir operando, las fuerzas pasivas/reactivas externas, la seduccin delas polticas de identidad en los mrgenes, nos empujaban hacia nosotros mismos.

    As, estos problemas desde dentro nos ensearon el significado de un doble xodo. Al escribir sobre el xodobblico de Egipto, Blanchot afirma que el xodo transform a los esclavos de Egipto en un pueblo.[15] No bastacon fugarse del aparato de Estado, escapar de las relaciones sociales establecidas, desterritorializar el territoriopreviamente delimitado de tu obra; es tambin necesario instituir una relacin alternativa. Quiz compartimoscon Gini Mller una misma pregunta: cmo hacemos para convertirnos en "bastardos transversales"?[16]

    [1] Ronald Bogue, Deleuze on Literature, Nueva York y Londres, Routledge, 2003, pp. 1202

    [2] Pierre Klossowski, Nietzsche y el crculo vicioso, Buenos Aires, Altamira, 1995, pp. 24-2

    [3] Vase Maurizio Lazzarato. From Capital-Labour to Capital-Life, Ephemera: Theory of the multitude, vol. 4,n 3, agosto de 2004, http://www.ephemerajournal.org/contribution/capital-labour-capital-life.

    [4] Michel Foucault, Preface, en Gilles Deleuze y Felix Guattari, Anti-Oedipus: Capitalism and Schizophrenia,Minneapolis, University of Minnesota Press, 2000, p. xiii.

    [5] Gilles Deleuze en entrevista de Claire Parnet, LAbcdaire de Gilles Deleuze, grabada para la televisinfrancesa en 1988-1989, emitida en 1996, vase C de Cultura.

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    [6] Vase Maurice Blanchot, Nietzsche y la escritura fragmentaria, El dilogo inconcluso, Caracas, Monte vila,197

    [7] Para un desarrollo de la idea de una investigacin sin telos, vase Colectivo Situaciones, Sobre el militanteinvestigador, transversal: investigacin militante, abril de 2006(http://eipcp.net/transversal/0406/colectivosituaciones/es): La investigacin militante, tal como la desarrollamos,carece de objeto.

    [8] Friedrich Nietzsche, Ms all del bien y del mal, traduccin de Andrs Snchez Pascual, Madrid, AlianzaEditorial, 1983, Seccin Cuarta, Nmero 63, p. 9

    [9] Vase Gilles Deleuze, Dos regmenes de locos. Textos y entrevistas 1975-1995, Valencia, Pre-Textos, 2008[refirindose a Heinrich von Kleist, Sobre el teatro de marionetas (1810), Sobre el teatro de marionetas y otrosensayos de arte y filosofa, Madrid, Hiperin, 2005 (N. del T.)].

    [10] Vase Gilles Deleuze y Flix Guattari, Qu es la filosofa?, Barcelona, Anagrama, 2005, pp. 9-

    [11] Vase Franco Berardi Bifo, Flix. Narracin del encuentro con el pensamiento de Guattari, cartografavisionaria del tiempo que viene, Buenos Aires, Cctus, 20

    [12] Franco Berardi Bifo, The Soul at Work: From Alienation to Autonomy, Los Angeles, Semiotext, 2009, p.2

    [13] Roland Barthes, Cmo vivir juntos: simulaciones novelescas de algunos espacios cotidianos, traduccin de PatriciaWillson, Buenos Aires, Siglo XXI, 2002, pp. 50-5

    [14] Se trata de un lema zapatista que se cita, entre otros lugares, aqu: Notes from Nowhere (ed.), We areeverywhere. The irresistible rise of global anticapitalism, Londres, Verso, 2003, p. 50

    [15] Vase Maurice Blanchot, Ser judo, El dilogo inconcluso, op. cit.

    [16] Gini Mller, Las imgenes en movimiento del PublixTheatreCaravan, traduccin de Marcelo Expsito,transversal: hybrid?resistance, octubre de 2002, http://eipcp.net/transversal/0902/mueller/es.

    El traductor como microprocesador

    http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref6http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref7http://eipcp.net/transversal/0406/colectivosituaciones/eshttp://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref8http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref9http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref10http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref11http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref12http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref13http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref14http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref15http://transversal.at/transversal/0614/iraniancollective/es/print#_ftnref16http://eipcp.net/transversal/0902/mueller/es