EL VALOR DE LA VIDA HUMANA - … · Tan grande es, pues, la dignidad del ser humano, tan grande la...

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ALVARO GARCÍA DE MOVELLÁN HERNAINZ (Sabiduría 11,26) EL VALOR DE LA VIDA HUMANA CUADERNOS DE FORMACIÓN SERIE “VIDA HUMANA” Nº 1

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ALVAROGARCÍADEMOVELLÁNHERNAINZ

(Sabiduría 11,26)ELVALORDELAVIDAHUMANACUADERNOSDEFORMACIÓN SERIE“VIDAHUMANA”Nº1

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PRIMERAPARTEVALORDELAVIDAHUMANA

Capítulo1LAVIDAHUMANAESSAGRADA

Dios nos ha dicho que toda vida humana es sagrada, sin excepción, sea cual sea su raza o su edad. Los motivos más importantes para creer esto son los siguientes:

1º.- Cada alma humana es creada directamente por Dios por amor

El ser humano se compone de dos elementos distintos: uno material, que es el cuerpo, y otro espiritual, que es el alma. La unión sustancial de estos dos elementos es lo que configura a una persona humana de tal forma que el ser humano no es solo alma o solo cuerpo sino la unión profunda de lo material y lo espiritual.

El cuerpo nos lo dan nuestros padres. Ellos nos trasmiten en herencia sus genes. Nuestra genética propia, que nos configura físicamente, es el fruto de la unión de los cromosomas de nuestro padre y de nuestra madre. Tenemos los rasgos que tenemos porque somos hijos de nuestros padres. Si fuéramos hijos de padres distintos a los nuestros tendríamos rasgos y genes diferentes.

El alma en cambio es espiritual y por lo mismo no puede ser producida por la materia ni por la biología. Nuestros padres, por mucho que nos quieran, no han podido crear nuestra alma ni dárnosla. Solo Uno es capaz de crear almas: Dios. Dios es el creador directo de cada alma humana. Él es quien crea, personalmente, cada alma humana para infundirla en ese conjunto genético que con tanto amor han preparado nuestros padres, fruto de su unión. La madre de los macabeos, en la Sagrada Escritura, recordaba esta verdad a sus hijos diciéndoles: Yo no sé cómo habéis aparecido en mi seno, pues no he sido yo la que os ha dado el aliento vital… fue Dios, Creador del universo, que hizo el género humano y ha creado todo lo que existe (2 Mac 7, 22-23). Esta afirmación es una verdad de fe para los creyentes, como dijo claramente el Papa Pío XII: “La fe católica nos obliga a mantener la inmediata creación de las almas por Dios” Nota 1 . La Biblia lo expresa de forma gráfica cuando dice que Dios hizo al hombre con polvo de la tierra (símbolo del cuerpo) y sopló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo (Gn 2, 7). Ese “aliento de vida” es el alma que Dios infunde personalmente en el ser humano. La Palabra de Dios nos revela algo todavía más hermoso y sorprendente: Dios crea cada alma por amor. Él ama cada alma humana que sale de sus manos. Tú, seas quien seas, has sido pensado, amado y creado por Dios. Para Él cada uno de nosotros es único, fruto de su amor, de su acción creadora, de su bondad. No existen para Dios seres que sobren, vidas humanas inútiles... Porque cada alma ha sido creada para participar en el maravilloso plan de Dios Padre, Dios Creador, Dios Amor.

¡Maravillosa realidad! No estás aquí por puro azar, para rellenar un número. Tu existencia no ha sido un accidente (aunque quizás tus padres no querían tenerte). Dios, pudiendo crear otra alma (pues hay infinidad de almas distintas posibles) ha querido crear en concreto la tuya e infundirla en los genes que tus padres te han dado. Tu existencia es debida a un acto directo, personal y lleno de amor de Dios, Creador de todo lo que existe, lo visible y lo invisible. Y cuando te creó lo hizo lleno de amor: te amó antes que nadie. Surgiste de la nada, de la manos creadoras de Dios, rodeada de su amor y de su misericordia. Eres fruto del amor de Dios.

Cada alma, pues, tiene su origen en un acto creador del Señor. Cada alma ha sido llamada a la existencia por el amor y el poder de Dios. Cada alma es una obra única e irrepetible del Señor. En cada alma Dios pone algo distinto, una personalidad única. Debemos afirmar que cada ser humano es único e irrepetible pues Dios no se repite jamás: Él ha dotado a cada alma humana de cualidades, dones, sentimientos, potencialidades distintas. Realmente cada persona es única y no existirá nadie como ella: Dios la creó con sus propios dones y su propia misión.

Por eso la vida humana es sagrada: desde su inicio es fruto de la acción amorosa y creadora de Dios.

2º.- Cada alma está hecha a imagen de Dios

No sólo hemos sido creados, en cuanto al alma, directamente por Dios. Hay algo mucho más bonito e impresionante: Dios, al crearnos, ha querido hacernos a su imagen y semejanza, parecidos a Él. Creó Dios al ser humano a su imagen: a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó (Gn 1, 27). Tanto el hombre como la mujer tienen un alma hecha por Dios a su imagen y semejanza.

El Señor creó el universo de la nada, haciendo posibles todas las cosas que existen: Al principio creó Dios el cielo y la tierra (Gn 1, 1). Todo ha salido de sus manos creadoras: las estrellas, los planetas, el cosmos con todos sus misterios… Dentro de la creación el Señor hizo la vida: las bacterias, los microorganismos, las plantas, los animales… Pero a la hora de crear la vida humana quiso hacerlo de una manera especial, como si fuera el culmen de toda su obra creadora. Por eso nos presenta la Sagrada Escritura a Dios, al final de la creación, diciendo con toda solemnidad: Hagamos a los hombres a nuestra imagen, según nuestra semejanza (Gn 1, 26). Tan grande es, pues, la dignidad del ser humano, tan grande la diferencia que existe entre él solo y todo el resto del universo, que para formarlo el Señor pensó no debía tomar otro modelo que su propio ser divino. Cada alma es como un aliento del ser supremo, como un retrato o fotografía de Dios. Cada alma es espiritual como lo es Dios; inmortal como lo es Dios (pues el cuerpo puede morir, pero el alma no); dotada de inteligencia, libertad, voluntad y capacidad de amar, como Dios. ¡Qué dignidad! ¡Qué grandeza! A Santa Catalina de Siena le mostró Dios en cierta ocasión durante una visión un alma humana. No el alma de un santo o de una persona especialmente buena sino simplemente un alma humana. La Santa dijo que era tan bella que no existían palabras para poder describirlo. Más adelante dijo a un sacerdote: “Padre mío, si viera usted el encanto de un alma racional, no dudo en absoluto que daría cien veces la vida por la salud de esa alma, pues en este mundo no hay nada que pueda igualar tanta belleza” Nota 2 .

Por eso la vida humana es sagrada: porque está hecha a imagen de Dios y en cada ser humano hay un reflejo de la divinidad. Con razón decía San Juan Pablo II: “Al hombre se le ha dado una altísima dignidad, que tiene sus raíces en el vínculo íntimo que lo une a su Creador:

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en el hombre se refleja la realidad misma de Dios” Nota 3 . Atentar contra la vida humana es atentar contra Dios, contra la imagen divina que cada ser humano encierra en sí mismo. 3º.- Todo ser humano ha sido salvado por Jesús No solo hemos sido creados por Dios a su imagen y semejanza. También hemos sido salvados por el mismo Dios que se ha hecho hombre por nosotros y ha derramado toda su sangre para librarnos del pecado. Pronto el ser humano se apartó del Señor y pecó, desobedeciéndole y alejándose de sus caminos. El alma, creada a imagen de Dios, quedó manchada, desfigura y afeada por el pecado. La humanidad entera quedó atrapada por el mal. Necesitábamos un Salvador, alguien que nos limpiara de nuestros pecados y nos reconciliara nuevamente con Dios. Más: ¿quién era capaz de conseguirlo si no había absolutamente nadie limpio de pecado? ¿Quién iba a ser capaz de pagar por los pecados de toda la humanidad? Viendo Dios nuestra imposibilidad, movido por el gran amor que nos tiene, decidió enviar a su propio hijo a la tierra para salvarnos: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que crea en Él no perezca (Jn 3, 16). Ese Hijo de Dios venido a la tierra para salvarnos es Jesús. Jesucristo es Dios mismo hecho hombre, que entregó toda su vida y toda su sangre para librarnos del pecado y salvar nuestras almas. Él es víctima de propiciación no sólo por nuestros pecados sino por los del mundo entero (1 Jn 2,2). Y todo esto lo hizo por el inmenso y extraordinario amor que nos tiene: Nos amó y se entrego a sí mismo por nosotros (Ef 5,2). ¿Quieres, pues, saber cuánto vale un alma? Tiene un precio infinito, un precio inimaginable. Pues para salvarla Dios mismo en persona se ha hecho hombre y ha querido pasar por todos los dolores de la Pasión. Cada alma le ha costado a Dios azotes, burlas, golpes, corona de espinas, crucifixión y terrible muerte. Ese es el precio que ha querido entregar Jesús por cada alma. No ha dado oro, plata o cualquier otra cosa valiosa: ha dado su propia sangre, la sangre de todo un Dios. No habéis sido liberados con bienes caducos -el oro a la plata- sino con la sangre preciosa de Cristo, cordero sin mancha ni tacha (1Pedro 1, 18-19). ¡He aquí la maravilla que nos revela nuestra fe! No hay nada más valioso que Jesucristo, pues es el mismísimo Dios hecho hombre. Y ese Dios derramó su preciosa sangre para salvarnos, por nosotros, por cada persona (¡también por ti, que lees esto!). Tu valor, y el de cada ser humano, es infinito. ¡Vales el precio de la sangre de Dios hecho hombre! Por eso cada vida humana es sagrada. Despreciar la vida humana es despreciar la sangre de Cristo, su sacrificio en la cruz y sobre todo el amor infinito que Dios nos tiene, hasta el punto de que ha deseado morir por nosotros para salvarnos.

4º.-Todo ser humano está llamado a participar en la Gloria eterna Finalmente toda vida humana está llamada a participar de la Gloria celestial, del Cielo eterno. La vida de las personas no es como la de los animales, que termina con la muerte. La vida humana no se vive únicamente en la tierra. Después de la muerte está destinada por toda la eternidad al Cielo, si ha seguido a Dios y cumplido su voluntad. Todos somos llamados a una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible, reservada en el cielo (1 Pedro 1, 4).

La vida humana es, pues, sagrada, porque tiene como fin último y objetivo supremo participar para siempre, por toda la eternidad, de la dicha del Cielo, donde verá a Dios tal cual es (1 Jn 3,2) cara a cara (1 Cor 13, 12), quedando unida a Él para siempre en una estrecha alianza de amor. Dios llama a cada ser humano a esta profunda unión con su amor, unión que será eterna y que supondrá la paz y la felicidad plena.

He aquí los principales motivos por los cuales toda vida humana es sagrada y debe ser respetada y cuidada Nota 4 .

EJEMPLO El amor del Papa Juan Pablo II por cada persona Uno de los santos modernos que más ha luchado por el reconocimiento de la dignidad

de cada persona ha sido el Papa Juan Pablo II. Él conoció por propia experiencia los atentados contra la dignidad de la vida humana de las dos ideologías políticas más dañosas para la humanidad en el siglo XX, tanto el nazismo como el comunismo, pues Polonia, su patria, tuvo que sufrir ambas. Dedicó gran parte de su labor como sacerdote y Obispo a trabajar por el bien de toda vida humana. Cuando fue elegido Papa en el año 1978 hizo enormes esfuerzos para que toda la Iglesia Católica se volcara en proteger la dignidad de cada persona humana. El 25 de Marzo del año 1995, tras una consulta de varios años con los Obispos del mundo entero, escribió un valiosísimo documento llamado “Evangelium vitae” para impulsar el Evangelio de la vida en el mundo y en la Iglesia. Es muy recomendable la lectura completa de dicho documento.

En ese escrito podemos leer estas impresionantes palabras: “El mandamiento de Dios para salvaguardar la vida del hombre tiene su aspecto más profundo en la exigencia de veneración y amor hacia cada persona y su vida” Nota 5. “Exigencia de veneración y amor hacia cada persona y su vida”... ¡magnífica descripción de la actitud que todo creyente debe tener en su mente y en su corazón hacia cada ser humano!. Todos debemos, no solo amar, sino de alguna manera hasta venerar a cada persona humana. Porque toda persona humana es imagen de Dios, creada por Él, salvada y redimida por la sangre preciosa de Cristo.

Pero el Papa no se limitó a escribir estas palabras bonitas. Con la ayuda de Dios las puso en práctica. Y su ejemplo fue, y es, iluminador para todos nosotros. Nos haríamos larguísimos y necesitaríamos un libro entero para contar de forma pormenorizada todas las iniciativas que el Papa Juan Pablo II hizo, creó o apoyó para respetar, defender, promover y servir a cada vida humana. Tan solo nos detenemos en dos pequeños detalles porque todos podemos imitarle en esto: *Cuando iba de viaje a algún lugar del mundo (prácticamente estuvo en casi todo el planeta) los encargados del protocolo temían el momento en el que el Papa visitaba un hospital... ¡les rompía todos los horarios y los esquemas! El Papa se paraba uno a uno, personalmente, con cada enfermo, dedicándole el tiempo que fuera necesario. Para él cada persona, especialmente la más necesitada e inválida, era preciosa a los ojos de Dios. Disfrutaba realmente acompañando y amando a los seres más indefensos. *Lo impresionante es el testimonio de tantísimas personas que lo conocieron y que experimentaron lo mismo: cuando hablabas con él percibías que te quería con todo su corazón, como si tú fueses la única persona que existiera en ese momento en el universo. Era el Papa de Roma: tenía que supervisar ni más ni menos que a toda la Iglesia Católica. Estaba hasta arriba

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de preocupaciones, asuntos, documentos, informes... Y sin embargo cuando recibía a alguien, fuera quien fuera, desde el presidente de un país hasta un sencillo trabajador, lo trataba de una manera totalmente coherente con su creencia en la dignidad única y exclusiva de cada ser humano. He aquí, entre miles y miles, el testimonio de una mujer que tuvo una audiencia con él: “(El Papa) me miró y me sonrió. Su mirada estaba llena de cordialidad y de amor... pronto me sentí muy a gusto en su presencia. Habló con tanto amor que podría haber hablado con él durante horas... nunca olvidaré el amor que irradiaba el Santo Padre”. He aquí la característica propia de las personas que viven con profundidad la fe: el amor absoluto y singular hacia cada ser humano que encuentran en su camino. Capítulo2DIOSPIDERESPETOALAVIDA:“NOMATARÁS” Precisamente por el carácter sagrado que tiene la vida humana Dios pidió a todos los seres humanos que la respetaran y la protegieran. Entre los diez mandamientos de la Ley de Dios leemos: No matarás (Ex 20, 13). El mismo Señor dijo a toda la humanidad: A cada uno pediré cuentas de la vida de su hermano… porque Dios hizo al hombre a su propia imagen (Gn 9, 5-6).

Gravedad del homicidio El homicidio consiste en producir la muerte a una persona. Es un pecado muy grave por no respetar la dignidad y el valor sagrado de la vida humana.

Dios creó al ser humano por amor y para el amor. Las relaciones humanas, en el plan del Creador, debían basarse en el respeto, cariño, comprensión, entrega y deseo del bien ajeno... en una palabra: debían basarse en el amor. No era otro el plan divino y mientras los hombres lo llevaron a cabo vivieron en paz y felicidad.

Pero la armonía quedó rota en el momento en que los primeros seres humanos, desconfiando de Dios, le desobedecieron y cometieron el primer pecado de la historia de la humanidad, el pecado original. En ese momento toda la maravillosa armonía con la que había sido creada la naturaleza humana se vio trastocada y desequilibrada. En nuestra relación con los demás apareció el egoísmo, la envidia, el deseo de dominar, el abuso, la pelea, el odio.... No es de extrañar que la Biblia nos hable del asesinato como uno de los primeros pecados que empezó a extenderse por el mundo. Caín decide matar a Abel, ¡y eso que era su propio hermano!: Cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató (Gn 4, 8). Y cuando Dios dice a Caín: “¿Dónde está Abel, tu hermano?”, éste responde: “No sé; ¿soy yo el guardián de mi hermano?” (Gn 4, 9) lo cual equivale a decir: “A mi que me importa. Yo cuido lo mío... mi hermano no me importa”. Desde ese momento la humanidad decidió seguir el camino del egoísmo frente al camino del amor. Cuando estudiamos la historia de las civilizaciones nos damos cuenta hasta que punto las guerras provocadas por el odio, la envidia, el deseo de poder, etc... han marcado todas las épocas de la humanidad. Cuanta muerte, cuanto sufrimiento, cuanto dolor nos hemos causado los unos a los otros... Dios no dejó impune el homicidio de Abel. Inmediatamente pidió cuentas del mismo a Caín: ¿Qué es lo que has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo (Gn 4, 10). Con esta pregunta le hacía caer en la cuenta de la gravedad de su acción. Asimismo le recordaba que la sangre inocente de Abel clamaba justicia por lo que había sucedido. Caín,

reconociendo su culpabilidad, no pudo menos que decir: Mi culpa es demasiado grande para soportarla… tengo que ocultarme de tu vista (Gn 4, 13-14). En efecto: matar es un pecado grave y rompe la comunión con Dios en aquel que lo comete.

Hay distintos tipos de homicidio: cuando se realiza con insidia se llama asesinato; cuando se trata de niños se habla de infanticidio; si son hermanos se habla de fratricidio; si se trata de padres se llama parricidio; si se mata uno a si mismo se habla de suicidio.

Todos, sin excepción, son pecado grave. Ciertas circunstancias (crueldad, lazos familiares, etc...) pueden hacerlo extremadamente grave.

¿Por qué el homicidio es un pecado grave? Sobre todo por atentar contra Dios, que es el único Señor de la vida: Yo doy la muerte

y doy la vida (Dt 32, 39). También por atentar contra la vida humana que es sagrada ya que ha sido creada por

Dios a su imagen, salvada por Jesucristo y está llamada a participar de la vida eterna. Por otra parte es una tremenda injusticia hacia el prójimo, ya que se le priva del

derecho a la vida, base y fundamento de todos sus derechos. Podríamos finalmente añadir que es un delito contra la sociedad, al privarle

injustamente de uno de sus miembros. La legítima defensa Dice Dios con claridad: No quites la vida al inocente y justo (Ex 23, 7). Esto es una norma válida para todos los hombres, de todos los tiempos, de todas las culturas y de todas las épocas: nadie puede eliminar la vida de un inocente, bajo ninguna circunstancia ni excepción, aunque con ello se pretendieran fines muy buenos. ¿Qué ocurre cuando alguien me ataca de forma injusta poniendo en peligro mi vida, la de mi familia o un bien muy valioso y para defenderme no me queda más remedio que procurarle la muerte?. En esos casos esa persona deja de ser inocente y se convierte en un agresor injusto. Se le podría causar la muerte a dicha persona si no hay otra manera de evitar su agresión. Esto es lo que se llama “legítima defensa”. No obstante el principio general que nos obliga a todos los seres humanos es a respetar toda vida humana, incluso la de aquellos que nos atacan. Los casos de legítima defensa verdaderos son muy raros (pues, normalmente, hay otros medios para defenderse sin causar la muerte) y que aún en ellos lo que se intenta directamente no es matar al agresor sino defenderse (aunque dicha defensa le cause la muerte).

De hecho solo se puede recurrir a la legítima defensa si concurren todos estos supuestos:

*Que me ataquen injustamente. Por eso alguien que está cometiendo una maldad (robo, tráfico de drogas, violación, etc..) jamás podrá invocar la legítima defensa para matar a alguien que le ataca a fin de impedir tal maldad.

*Que el ataque suponga un riesgo para mi vida, la de mi familia o la pérdida de un bien de grandísimo valor (ej: una chica que va a ser violada). No puede invocarse la legítima defensa para matar a alguien que sólo estaba robando en nuestra casa.

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*Qué no haya otra forma posible de repeler a mi agresor. Si tengo otros medios para reducir al injusto agresor respetando su vida (ej: disparándole a los pies para inmovilizarlo) estoy obligado a usarlos.

Si se dan todas estas condiciones la legítima defensa está permitida por Dios a todo el mundo, en cualquier lugar. Este principio es válido de modo especial a las personas que por justicia y propio deber están obligadas a defender al prójimo atacado injustamente (guardias, policía y demás cuerpos de seguridad)…

Por este mismo principio un pueblo o un país podría defenderse usando armas si fuera atacado injustamente y con violencia por otro pueblo o país Nota 6.

La muerte de los animales ¿Está permitido a los ojos de Dios matar al resto de seres vivientes (animales, plantas)?. Contestamos: nadie hace algo malo si se sirve de una cosa para el fin a que está destinada. Dado que los animales y las plantas están puestos al servicio del hombre puede éste servirse de ellos para alimentarse y para todo cuanto pueda serle de utilidad (ej: investigación científica) aunque ello conlleve su muerte Nota 7. Sin embargo dicha muerte no debe ser procurada con crueldad y sin una causa razonada. Las causas por las que puede matarse a otros seres vivos que no sean humanos son:

*Para alimentarse. *Para investigación científica en asuntos que puedan mejorar la vida humana. *Para defenderse (si dichos seres nos atacan a nosotros, nuestros alimentos o el hogar

donde vivimos). Matar a un ser vivo sin ninguno de estos motivos ofende a Dios. No es lícito,

asimismo, maltratar a los seres vivos, sean los que sean, ya que es un atentado a la naturaleza -que es obra de Dios- y a los propios sentimientos del ser humano, que debería dejarse llevar por la mansedumbre y la delicadeza Nota 8. Capítulo3LOSCRISTIANOSAFAVORDELAVIDA Jesucristo nos enseñó el amor absoluto a la vida humana Jesús no nos pide simplemente cumplir el mandamiento: “no matarás”. Nos pide respetar cada vida humana en todos nuestros actos y palabras: Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”… pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la gehenna del fuego (Mt 5, 21-22).

Todavía más: no basta respetar al prójimo con nuestras palabras y actos. Hay que amarlo con nuestro corazón, desde nuestro interior: Os doy un mandamiento nuevo: amaos los unos a los otros (Jn 13, 34). Y amarlo como Él nos amó: Como yo os he amado, así también amaos los unos a los otros (Jn 13, 34). Y ya sabemos como nos amó Jesús: hasta entregarse por nosotros.

Llegados a este punto Jesús nos enseña algo inaudito, algo que nadie jamás se había atrevido a predicar: el amor y el perdón a los propios enemigos. A vosotros que me escucháis os

digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian… Tratad a los demás como queréis que ellos os traten a vosotros (Lc 6, 27-28. 31). También nuestro enemigo sigue siendo un ser humano creado por Dios a su imagen y semejanza. También por él Jesús se ha sacrificado en la cruz. También él puede ir al Cielo si se convierte de sus males y se arrepiente sinceramente. Jesús quiere que aprendamos a desear para nuestros enemigos el gran bien de su propia conversión. Quiere que pensemos en su salvación. Él sabe que el rencor, el resentimiento, la ira y el odio no nos da paz ni felicidad. Cuando perdonamos y amamos incluso a nuestros enemigos nosotros somos los primeros beneficiados, pues el amor y el perdón liberan el corazón de una persona y la llenan de gozo y paz interior.

Jesús no se limitó a hablarnos del amor a los demás. Nos dio ejemplo entregando su vida en un acto supremo de amor, sacrificándose en la cruz por cada uno de nosotros, perdonando a sus enemigos, amando a todos, sin excepción.

Él quiso instaurar, en un mundo violento, el amor al enemigo, el perdón de las ofensas, la fraternidad y la paz. ¿Nos debe extrañar que haya querido que la señal propia de los cristianos sea el amor mutuo: En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros (Juan 13, 34-35)? ¿Nos debe extrañar que San Pablo, el gran apóstol de la Iglesia primitiva, inspirado por Dios escribiera con toda claridad: A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley: De hecho, el “no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás”, y cualquiera de los otros mandamientos, se resume en esto: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El amor no hace mal a su prójimo; por eso la plenitud de la ley es el amor (Carta a los romanos 13, 8-10)? ¿Nos debe parecer extraño que la Iglesia haya procurado a lo largo de los siglos enseñar y practicar la caridad hacia todo ser humano y haya hecho del amor la base de toda la fe (aunque algunos miembros de la Iglesia a veces hayan dejado mucho que desear a este respecto)?.

Jesús nos enseña el amor a toda vida humana porque en el fondo Él mismo es la Vida: Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida (Jn 14,6). Él es el Hijo de Dios, la Palabra eterna del Padre, de donde brota toda vida: En Ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres (Jn 1, 4). En Él encontramos el sentido último de la dignidad y valor que tiene toda la vida humana, sea la que sea. En Él está la base de nuestra esperanza en la vida eterna: Mi Padre quiere que todos los que vean al Hijo y crean en él tengan vida eterna, y yo los resucitaré en el último día (Jn 6, 40) Nota 9 .

La cultura de la vida Los seguidores de Jesús, siguiendo las enseñanzas de su Maestro, desean crear la cultura de la vida. Ésta se caracteriza por respetar, defender, amar y servir a toda vida humana, especialmente la más pobre y necesitada. Sólo siguiendo ese camino puede haber justicia, desarrollo, libertad, paz y felicidad en el mundo. La Iglesia, desde sus comienzos, se ha dedicado a toda clase de obras de caridad y misericordia. Siempre han existido cristianos que han dedicado todas sus fuerzas a instaurar esa cultura de la vida. Por poner unos pocos ejemplos de los miles que podríamos traer: San Vicente de Paúl fundó las Hijas de la Caridad para atender a las personas necesitadas; San Juan Bosco, San José de Calasanz y San Juan Bautista de la Salle se ocuparon de los niños y jóvenes abandonados; San Juan de Dios instauró una orden para cuidar a los más enfermos; igual hizo San Camilo de Lelis; la Madre Teresa de Calcuta creó una orden religiosa para poder

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cuidar a los pobres más pobres de entre los pobres... Esto sin hablar de tantos hospitales, dispensarios y asociaciones creadas a lo largo de los siglos por la Iglesia Católica en todos los rincones de la tierra...

A la cultura de la vida se opone la cultura de la muerte en la cuál algunas vidas humanas no son respetadas, ni defendidas, ni amadas. Todavía más: la cultura de la muerte, en nombre del progreso, instaura en la sociedad civil leyes que atentan directamente contra la vida humana. Esta cultura tiene su origen en el demonio pues según revela la Sagrada Escritura Dios no ha hecho la muerte (Sb 1, 13) sino que por envidia del diablo entró la muerte en el mundo (Sb 2, 24) siendo fruto del pecado. Por eso Jesús llama a Satanás homicida desde el principio (Jn 8, 44), porque el demonio busca muerte, destrucción, violencia. Todos los que de alguna manera promueven la cultura de la muerte -bien directamente, bien con su silencio- le hacen el juego al diablo y pertenecen a él.

En nuestro mundo actual se da un hecho incomprensible: por una parte en todo el planeta hay cada vez una mayor conciencia sobre el valor de la vida humana (reflejado, por ejemplo, en la declaración de los derechos humanos). Por otro lado, sin embargo nos encontramos con gravísimos atentados contra la vida humana (guerras, explotación infantil, trata de blancas, narcotráfico, terribles injusticias sociales, maltrato doméstico, malos tratos conyugales, violencia juvenil...) y una tendencia a promover y justificar, en nombre del progreso, claros ataques a la vida humana, especialmente aquellas que son más débiles pues aún no han nacido (como es el caso del aborto) o están débiles, enfermas o ancianas (como es el caso de la eutanasia).

Es tarea principal de los cristianos no cansarse de promover con todas sus fuerzas la cultura de la vida. ¿Cómo?. Siguiendo estos puntos:

1.-Pidiendo a Dios todas las semanas que transforme y convierta nuestro corazón para poder amar a todos, sin excepción, según nos dice el Evangelio.

2.-Nunca jamás faltando al mandamiento “No matarás”, de ninguna forma. 3.-No apoyando partidos políticos o gobernantes que no defiendan toda vida humana,

en todo momento y lugar. (Es triste comprobar como en muchos países de tradición católica son elegidos por mayoría de votos políticos con claras actuaciones contrarias a la vida humana. ¿Es que los católicos han olvidado que con su voto no pueden contribuir al mal? ¿Es que los católicos nos hemos vuelto tan tibios que nos da igual nos gobiernen personas que se oponen a los mandamientos de Dios en cuestiones graves?).

4.-Creando o ayudando a todo tipo de instituciones que estén dedicadas a proteger toda vida humana.

5.-Denunciando la maldad de aquellas acciones que atentan gravemente contra la vida humana y que hoy día se consideran normales en nuestras sociedades. En algunos casos prácticamente la única voz que ha quedado para defensa de ciertas vidas es la de la Iglesia.

Entre estos últimos atentados contra la vida humana que son considerados aceptables por la mentalidad moderna tenemos los ataques contra la vida humana justo antes de nacer (el aborto), contra la vida humana enferma o anciana (la eutanasia) y contra la vida humana en su estado embrionario (la investigación científica con embriones). En la tercera parte de este cuaderno vamos a hablar de éste último. El aborto y la eutanasia, dada la importancia del tema, serán tratados cada uno en un cuaderno aparte (el nº 2 y 3 de esta colección, que os invito a leer).

¿Cuál es la cultura que tu vas a apoyar?. No hay neutralidad en este tema. O apoyas la cultura de la vida o apoyas la cultura de la muerte. Si no apoyas toda vida humana, en cualquier circunstancia, de alguna manera estás apoyando la cultura de la muerte.

SEGUNDAPARTEELCOMIENZODELAVIDAHUMANA

Capítulo1ELEMBRIÓNHUMANOPASOAPASO

Desde hace unos años, gracias a los modernos avances científicos y tecnológicos, el comienzo de la vida de cualquier ser humano ha dejado de ser un misterio para convertirse en algo que podemos ver, oír, fotografiar... Podemos observar paso a paso, casi minuto a minuto, todo lo que ocurre en el vientre de una madre.

Siempre hemos oído hablar del milagro de la vida. Ahora, con casi el total conocimiento de la evolución del feto durante los nueve meses de embarazo, podemos afirmar sin ningún tipo de dudas que la aparición de una nueva vida humana es algo mucho más asombroso e increíble de lo que hubiéramos podido imaginar. ¡Es un auténtico prodigio!

Vamos a seguir en este capítulo día a día, mes a mes, la evolución de una vida humana desde el momento de su concepción hasta que, si ningún proceso natural o provocado acaba con ella, nace meses más tarde.

Todos los datos que vamos a ofrecer están científicamente demostrados. Nos limitaremos a los datos más llamativos pues si quisiéramos analizarlo todo en profundidad necesitaríamos escribir un larguísimo libro de embriología Nota 10.

El inicio de la vida: la fecundación Todo comienza en el momento de la fecundación, cuando el espermatozoide y el óvulo

se unen. La ciencia ha descubierto algo impresionante: justo en ese mismo instante, en la mismísima fecundación, aparece un nuevo código genético que ya no es el del padre (espermatozoide) ni el de la madre (óvulo) sino uno nuevo, distinto. Ese código determina genéticamente a un nuevo individuo de la especie humana. Ese código es único: no volverá a producirse otro igual.

¿Te das cuenta de lo que esto significa?. Nuestro código genético -el que biológicamente nos distingue del resto de seres humanos y nos hace ser únicos- fue configurado en el instante de la fecundación. Desde ese momento se mantiene idéntico durante toda nuestra vida. Seas quien seas el que lees estas líneas, y cualquiera que sea tu edad, si te hicieras ahora

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mismo una prueba para identificar tu código genético sería idéntico al que apareció en el mismo instante de tu fecundación. Esto no es una bella teoría: es un hecho científico, genéticamente demostrado. Nuestro código genético personal apareció en el momento de la fecundación. Desde ese momento, pues, hay una vida humana distinta a la del padre y la de la madre, un nuevo código genético que ya no es el de los padres. Un nuevo ser humano ha sido creado.

Primera semana

Día 1: Tras la fecundación comienza inmediatamente el desarrollo celular. A este primer estado del embrión se le llama “cigoto”. Ya posee los 46 cromosomas del código genético que programan y dirigen el desarrollo de la nueva vida humana.

Día 2: El embrión se ha divido en 4 células. Día 3: Está dividido en 8 células. Día 4: El embrión es una bola formada por entre 10 a 30 células idénticas, en forma de

mora. A esta etapa del embrión se le llama “morula”. Las células comienzan a diferenciarse, comunicándose entre ellas. Esto quiere decir que las células se activan y se especializan para convertirse en las diferentes partes del cuerpo, como el hígado, los músculos, los pulmones, etc.... Mientras esto ocurre viaja por la trompa de Falopio camino del útero.

Día 7: La nueva vida se implanta en el útero. Está ya compuesta por cientos de células y ha desarrollado una hormona protectora. Dos y tres semanas El embrión comienza a tomar forma de cuerpo (hasta ahora su aspecto era el de una bola). Como el sistema nervioso coordina la mayoría de los otros sistemas del cuerpo es el primero en formarse. Día 17: La nueva vida ha desarrollado sus propias células sanguíneas. Cuenta pues con su propia provisión de sangre. Todos los órganos se están formando: cerebro, riñones, huesos...

Día 19: Comienza el desarrollo de los ojos. Día 20: Aparece la base completa del sistema nervioso. Día 21: Su corazón empieza a latir.

Un mes Siguen formándose los pulmones, el estómago, los intestinos... La sangre fluye con regularidad por el sistema vascular. Comienza a ser visible el desarrollo de la oreja y la nariz. Un mes y una semana En sus ojos se distingue la retina, el cristalino y los párpados.

Día 40: La energía del corazón alcanza casi el 20% de la de un adulto. Se le podría hacer un electrocardiograma. Al embrión se le empieza a llamar “feto”

Mes y medio Se completa el esqueleto y aparecen los reflejos. En las manos y los pies empiezan a distinguirse los dedos. Su cerebro da señales de actividad eléctrica, siendo posible registrar sus ondas cerebrales en un electroencefalograma.

Día 46: los labios se entreabren, hace muecas y de vez en cuando saca la lengua. Si le hicieran cosquillas las sentiría. El cerebro está completo. Las huellas dactilares han quedado fijadas para siempre. Se le pueden distinguir perfectamente orejas y nariz. Dos meses Puede formar un puño, tener hipo, chuparse el pulgar... todos los sistema del cuerpo están funcionando. Mide 4 centímetros y pesa 4 gramos. Su desarrollo va a consistir, prácticamente, en aumentar de tamaño y perfeccionar sus órganos, lo cual hace a un ritmo increíblemente rápido. Dos meses y una semana Músculos y nervios van sincronizados. Mueve los brazos y las piernas. Da volteretas y nada en el líquido amniótico. Si le pinchan siente dolor. Oye ruidos y los recuerda. Dos meses y tres semanas Al término del primer trimestre (tres primeros meses de embarazo) todos los elementos del cuerpo humano ya se han formado y están allí, en su sitio correcto. En miniatura, pero ya están todos (corazón, cerebro, estómago, hígado, pulmones....).

Tres meses y tres semanas

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Comienzan a perfilarse los rasgos faciales. Gira la cabeza. Los brazos son lo suficientemente largos para que las manos puedan asirse la una a la otra. Cuatro meses y una semana Aparece el pelo en su cabeza.

Solo le falta seguir creciendo para llegar al noveno mes y.....

¡NACER! Capítulo2ACLARANDOLOSDATOS

A pesar de los datos tan claros y patentes sobre el inicio de la vida humana que la ciencia nos ofrece es increíble comprobar como la gran mayoría de las personas desconoce las evidencias científicas sobre el embrión humano. Por eso, para que todo quede más claro, ofrecemos a continuación algunas preguntas con su correspondientes respuestas que pueden servir para fijar mejor los conceptos.

¿Podemos decir que el embrión es un ser humano desde el momento de la

fecundación? Hay gente que dice que eso es solo una opinión. No es una opinión. Afirmar esto no es cuestión de gustos o de ideas. Ni siquiera es cuestión de fe. Es una realidad biológica, científicamente demostrada. El patrimonio genético de esa persona, que la diferenciará biológicamente del resto, se determina en ese preciso instante. Si el ser humano no comienza en el momento de la fecundación, ¿cuándo comienza?. Su información genética, la que decidirá todo, es recibida en ese instante. Si entonces no es un ser humano, ¿cuándo podríamos considerarlo como tal?. ¿Qué es el código genético?. Nos extenderíamos muchísimo si explicáramos con profundidad todo lo que a día de hoy se sabe sobre el código genético humano. No obstante daremos una breve pincelada: El cuerpo humano tiene alrededor de 100 trillones de células (100.000.000.000.000). Todas proceden de una sola célula: el óvulo fecundado. Esta increíble transformación la dirige nuestro código genético. Él es como una serie de instrucciones que dirigen a la célula resultante de la unión entre el espermatozoide y el óvulo para que se convierta en una persona humana en lugar de una mosca o una flor. Ese código genético -que es único en cada ser humano- es el que determina nuestra apariencia. Desde el momento de la fecundación ya están prefijadas todas las características únicas e irrepetibles de esa persona humana aunque todavía falten meses de desarrollo para poder aparecer y ser apreciadas.

Es maravilloso lo que vamos descubriendo de la complejidad de todo este proceso y al mismo tiempo de la aparente sencillez y naturalidad con la que todo ocurre. Los genes son las unidades de la herencia. Llevan escrito, en un código químico, los caracteres morfológicos, fisiológicos e incluso etiológicos de los que dispondrá el nuevo ser. Por ejemplo, el color de la

piel, de los ojos, la capacidad de formar proteínas o glucógeno a partir de los alimentos, los instintos propios de la especie... e infinitas cosas más. Disponemos de unos 25.000 genes distintos casi todos en dos versiones: una materna y otra paterna. Y todo ello encerrado en una célula de 120 micras de diámetro (pequeñísima, pues una micra equivale a la milésima parte de un milímetro.). Los genes están escritos en larguísimas y finísimas moléculas en forma de hilo llamado ADN. Éste está fuertemente enrollado. Atención a este dato: si pudiéramos empalmar todos esos hilos procedentes de una sola persona humana formaríamos una soga tan larga que llegaría de la Tierra a la Luna. ¡Qué maravillas esconde el cuerpo humano!

Pero el embrión no se parece físicamente a un ser humano, ni tiene aún sus cualidades o habilidades.

Un ser humano no lo es por sus cualidades, aspecto o habilidades sino en razón de su naturaleza, es decir: cuando de hecho pertenece a la especie humana. Y el embrión, desde el primer momento, como hemos visto, pertenece a dicha especie. Es pues, un ser humano Nota 11.

He oído que el embrión, al principio, es solo un montón de células. ¿Puede considerarse eso un ser humano?

Ese montón de células, como hemos visto, posee un código genético único que nunca jamás se repetirá y que configura a un ser humano como distinto de los demás biológicamente. Además esas células están perfectamente organizadas para constituirse a sí mismas y diferenciarse en los distintos sistemas del cuerpo humano. Y lo hacen de forma tan rápida, continua y eficaz que en menos de tres meses ya lo han conseguido. No son, pues, un montón de células inconexas entre sí. Son células que pertenecen a un organismo vivo perteneciente a la especie humana y que se diferenciarán perfectamente, en plena armonía unas con otras, en sus distintos órganos. Algunos dicen que el embrión no puede considerarse un ser humano hasta que no dependa plenamente de sí mismo, cosa que no ocurre en las primeras semanas del embarazo, donde depende totalmente de la madre. ¿Es esto cierto? No podemos decir que un embrión no es un ser humano porque si no tuviera a la madre moriría. Dado su estado de desarrollo y el lugar donde se encuentra (útero) necesita ser dependiente de su madre. ¿Le hace esto no ser humano? Podríamos decir entonces, siguiendo esa misma regla de tres, que un hombre desnudo en la Antártida no sería ser humano pues no puede depender plenamente de sí mismo para sobrevivir al necesitar mantas, alimento y protección. La dependencia, por profunda que sea, no modifica en nada el hecho natural de que un individuo pertenezca a la especie humana. Además: el hecho de que el embrión esté albergado y alimentado en el cuerpo de su madre no significa que sea parte de ese cuerpo. Como ya vimos en el primer capítulo el embrión tiene ya sus propias células, sus propios sistemas, su propio código genético. No es una parte de la madre sino un ser vivo que necesita a la madre para vivir. Esa circunstancia, obviamente, no le quita su naturaleza humana.

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Capítulo3¿CUÁNDOINFUNDEDIOSELALMAENELEMBRIÓN?

El ser humano tiene un elemento material (el cuerpo) y un elemento espiritual (el alma). La unión profunda de ambos elementos conforman al ser humano. El alma, como ya se explicó en la primera parte, la crea Dios directamente y la infunde en el código genético que la unión del espermatozoide y el óvulo preparan.

Hemos visto paso a paso como es el desarrollo de la parte material del ser humano, el cuerpo. Ahora bien: ¿y la parte espiritual? ¿y el alma? ¿cuando aparece? ¿cuando llega? ¿cuando es infundida por Dios? ¿en que momento del estado embrionario ocurre esta maravilla?.

La ciencia no puede responder a esta pregunta de forma absoluta pues el alma, por ser espiritual, no puede ser captada con instrumental científico. No obstante el dato cierto demostrado de que en el mismísimo momento de la fecundación aparece ya el código genético propio de esa nueva vida humana ofrece una pista muy valiosa. Pues si desde ese instante ya podemos hablar de una nueva vida humana... ¿cómo no va a tener el elemento espiritual?. No existe vida humana propiamente dicha si no hay alma, ya que el ser humano no es sólo cuerpo sino cuerpo y alma. La ciencia, pues, parece indicar que el momento en el que Dios infunde el alma en el cuerpo humano es en el mismísimo momento de la fecundación Nota 12.

La Sagrada Escritura no nos revela el momento exacto, aunque ofrece textos en los que claramente se afirma que el ser humano, mientras está gestándose, tiene ya alma (ej: Salmo 138, 13-16; Jeremías 1, 4-5...).

La Iglesia, pues, no ha definido aún de forma infalible cuando es el momento exacto en el que Dios infunde el alma humana. No obstante en su doctrina oficial siempre ha enseñado que tal presencia espiritual comienza en el primer instante de la concepción, en el momento de la fecundación. El Papa Juan Pablo II enseñó: “Más allá de los debates científicos y de las mismas afirmaciones filosóficas en las que el Magisterio (de la Iglesia) no se ha comprometido expresamente, la Iglesia siempre ha enseñado, y sigue enseñando, que al fruto de la generación humana, desde el primer momento de su existencia, se ha de garantizar el respeto incondicional que moralmente se le debe al ser humano en su totalidad y unidad corporal y espiritual. El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida” Nota 13.

TERCERAPARTEINVESTIGACIÓNYMANIPULACIÓNCONEMBRIONES

Capítulo1INVESTIGACIÓNCONEMBRIONES

Desde hace años se están usando embriones humanos para diversas investigaciones científicas. Esto implica necesariamente que dichos embriones deben ser destruidos lo cual ha encendido un gran debate ético y moral sobre si dichas investigaciones son correctas o no.

La excusa para decir que son lícitas suele ser la siguiente: “Gracias a estas investigaciones seguramente podremos encontrar la cura de muchas enfermedades. Será un gran avance para la humanidad”. Así, por medio de estas promesas, muchos laboratorios están presionando a la opinión pública para que estén a favor de dichas investigaciones. Si lo consiguen la opinión pública influirá rápidamente sobre los políticos, ya que éstos suelen hacer lo que la gente demanda. De aquí se pasará a aprobar leyes que permitan lo máximo posible este tipo de investigaciones. Serán generados embriones humanos destinados únicamente a la investigación.

Los creyentes, por supuesto, rechazamos plenamente estas prácticas. Son pecado grave. La razón es sencilla: no se puede manipular ni destruir la vida humana, ni siquiera para obtener beneficios aunque sean para el resto de la humanidad. Un embrión es una vida humana. Es sagrado. No puede ser destruido en nombre de la investigación.

No solo los creyentes se oponen a este tipo de prácticas. Son muchas las voces -científicos, filósofos, políticos, médicos...- que están totalmente en contra del uso de embriones humanos para investigación. Por dos razones fundamentales:

1.- Los embriones humanos son vidas humanas, son seres humanos, como se ha demostrado científicamente. El ser humano no puede ser usado como un medio. Destruir vidas humanas bajo el supuesto de que así se salvan otras es una idea despreciable. ¿Permitiríamos que a los niños pobres del mundo se les sacaran los órganos y se les matara para ayudar a otros niños más afortunados?. El problema es, claro está, que los embriones todavía no tienen voz para poder quejarse: su manipulación y destrucción se hace en un laboratorio. Pero son vidas humanas. ¿Nos gustaría enterarnos que para ayudarnos a estar más sanos han sido manipuladas y destruidas otras vidas humanas?.

2.- Dichas investigaciones pueden hacerse con medios alternativos para alcanzar los mismos fines. Estos medios alternativos son, sobre todo, dos: la investigación con embriones animales o el uso de las células IPs (hablaremos de ellas en el tercer capítulo).

Si pueden obtenerse los mismos resultados sin necesidad de destruir embriones humanos, ¿por qué empeñarse en hacerlo mediante la destrucción de los embriones?. La respuesta es triste: por dinero. Los embriones humanos son producidos mediante las técnicas de reproducción asistida. Estas técnicas mueven muchísimo dinero. Por eso no se quieren usar los medios alternativos: no ofrecen tantas ganancias.

Hablemos, pues, de las técnicas de reproducción asistida.

Capítulo2REPRODUCCIÓNASISTIDA

Entendemos por reproducción asistida -o fecundación artificial- el conjunto de técnicas que permiten la procreación fuera del acto sexual entre los esposos. La que nos interesa para el asunto que tratamos es la llamada “fecundación in vitro”: consiste en la unión in vitro (es decir: fuera del cuerpo de la mujer, normalmente en una probeta) de gametos masculinos y femeninos. Se recoge el semen del padre y los ovocitos de la madre. Se ponen en contacto en un tubo de ensayo. En este momento, inevitablemente, se fecundan varios embriones. Suelen generarse

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unos 10 embriones. De ellos tan sólo se transfieren al útero de la madre de 1 a 3. Los sobrantes son congelados para transferirlos más tarde al útero materno si los padres lo desean. Si no, suelen destinarse a la investigación (con su consiguiente destrucción).

La fecundación in vitro (como toda reproducción asistida) es contraria a los fines de la sexualidad tal y como Dios la ha creado. Es un pecado grave Nota 14. Más grave, todavía, por producir embriones que pueden acabar en investigaciones que los destruyen. La vida humana no puede ser manipulada ni destruida, ni siquiera en su estado de embrión.

Hoy día estas técnicas son muy usadas y generan muchos ingresos económicos. Como ya hemos dicho este es el motivo por el que se insiste en seguir usando los embriones humanos sobrantes de estas técnicas para investigación, aunque haya otras alternativas que no suponen problemas éticos como vamos a ver en el siguiente capítulo Nota 15. Capítulo3CÉLULASMADRE ¿Qué son?: Las células madres -llamadas científicamente células troncales- son células que aún no se han diferenciado en ningún tejido concreto del cuerpo humano y por lo mismo son capaces de generar las distintas células del organismo. Es decir: una célula madre tiene la capacidad de generar las células que se convertirán en los diferentes tejidos que configuran los distintos órganos y partes del cuerpo humano (músculos, huesos, corazón, pulmones...). Por este motivo pueden ser usadas para restaurar células dañadas de algún órgano o tejido.

Hay tres tipos de células madres: 1.-Células madres totipotentes: Son capaces de generar todos los tipos celulares del

organismo. 2.- Células madres pluripotentes: Son capaces de generar todas las células del

organismo menos la placenta (solo las totipotentes pueden también generar las células que configurarán la placenta)

3.- Células madre multipotentes: Son capaces de generar un alto número de tipos celulares, pero no todos.

Las más importantes para la investigación científica y para la llamada terapia celular son las totipotentes y las pluripotentes, pues son las que pueden generar todos los tipos celulares. La terapia celular es aquella que comprende trasplantes con células para restaurar las funciones alteradas de un órgano o tejido.

¿De dónde se obtienen las células madres?: Se obtienen de distintas fuentes. Según el origen la célula madre recibe un determinado nombre. Así pues tenemos:

*Células madre embrionarias: Se obtienen del embrión humano. -Son células madre totipotentes si se obtienen del embrión en el primer día de la

fecundación, cuando todavía no se ha divido en dos o más células. -Son células madre pluripotentes si se obtienen del embrión durante los primeros 7

días tras la fecundación. *Células madre fetales: Se obtienen del feto. Son células madre multipotentes. *Células madre del cordón umbilical: Se obtienen de la sangre del cordón umbilical.

Son células madre multipotentes.

*Células madre de líquido amniótico: Se obtienen del líquido amniónitco. Son células madre multipotentes.

*Células madre placentarias: Se obtienen de la placenta. Son células madre multipotentes.

*Células madre adultas: Se obtienen del cuerpo de un niño o una persona humana pues todos tenemos (en la piel, en la sangre, en la médula ósea, en la grasa....) este tipo de células en nuestro organismo. Son células madre multipotentes.

*Células madre IPs: Se obtienen del cuerpo adulto (ej: la piel) y se desprograman para posteriormente reprogramarse a fin de hacerlas indiferenciadas y ser capaces, así, de transformarse en muchos tipos de tejidos. Son células madre pluripotentes. Se descubrieron en el año 2006 por el profesor Yamanaka.

¿Es lícito usar las células madre para investigación o terapia celular?: Depende de cuales se usen. Y así:

1.-Las células madre embrionarias suponen tener que manipular y destruir un embrión y por lo mismo una vida humana. Por lo tanto no es moral experimentar con ellas. Hacerlo supone un pecado grave: la vida humana es sagrada. No podemos usar unas vidas humanas y destruirlas para satisfacer las necesidades de otras.

2.-Todas las demás células madres, al no tener que destruir ningún embrión humano, pueden ser usadas tanto en investigación como en terapia celular.

Pero justamente las células madre embrionarias son las más convenientes para investigar y usar en terapia celular al ser pluripotentes y poder generar todas las células del organismo: Esta objeción ya no tiene sentido desde que se han encontrado las células madre IPs. Ellas también son pluripotentes y para obtenerlas no es necesario destruir ningún embrión humano. Todavía más: dichas células tienen ventajas añadidas sobre las células madre embrionarias que las hacen mucho más aconsejables.

¿Cuáles?: Tanto las células madre embrionarias (que suponen destruir embriones humanos) como las células madre IPs (que se obtienen sin destruirlos) tienen las mismas capacidades de proliferación y diferenciación, pues ambas son pluripotentes. Ambas son interesantes para probar moléculas y generar modelos de enfermedades. Ambas tienen también un aspecto negativo: pueden generar tumores cancerosos (pues son células con un elevado potencial de crecimiento, hasta ahora incontrolado...). Ahora bien: las células madre embrionarias pueden provocar rechazo inmunológico pues no son del propio paciente sino de un embrión. Las células madre IPs no tienen este problema pues al provenir de los propios tejidos del paciente no hay tal rechazo. Además estas células generan modelos patológicos directamente a partir de las células de los pacientes. Las células madre embrionarias, en cambio, están limitadas a modelos patológicos de enfermedades genéticas. De hecho los adelantos más prometedores hasta la fecha se han realizado a partir de células madre adultas o células madre IPs.

Por todos estos motivos es claro que las células madre que deben usarse son las IPs: son pluripotentes, se obtienen del propio paciente (asegurando así que no van a ser rechazadas por la persona), no tienen que destruirse embriones humanos para obtenerlas... Este debate debería haber terminado hace tiempo. Si no lo ha hecho es porque sigue habiendo muchos intereses (especialmente económicos) en seguir produciendo embriones humanos.

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Capítulo4CLONACIÓNHUMANA Entendemos por clonación humana la manipulación dirigida a reproducir de forma no sexual un ser humano genéticamente idéntico al original. Puede intentarse por tres motivos:

1.-Para generar un ser destinado a nacer (la llamada “clonación reproductiva”). 2.-Para generar un ser destinado a la investigación. 3.-Para generar un ser con el fin de salvar a otro ser humano (la llamada “clonación

terapéutica”). Es decir: si una persona está enferma se clona, a partir de sus células, creando un embrión genéticamente idéntico para destruirlo, aprovechar sus células y sanar al enfermo. Esta clonación tiene los mismos problemas morales que ya hemos visto: no pueden manipularse ni destruirse embriones humanos, vidas humanas, ni siquiera para salvar otras. De hecho es una contradicción: ¿para salvar una vida humana tengo que crear y destruir otra?. Además, desde que se han descubierto las células madre IPs tenemos ya un camino de curación que hace innecesario usar la clonación. El primer investigador del mundo que consiguió clonar un mamífero -la famosa oveja Dolly-, Ian Wilmut, ha dicho: “Antes del descubrimiento de las células IPs intentábamos obtener células madre embrionarias a partir de embriones generados por clonación. Pero ahora las células madre IPs han demostrado que el mismo objetivo puede alcanzarse empleando directamente células somáticas del enfermo. La ventaja terapéutica de las células IPs es mayor: son genéticamente idénticas al paciente, permiten generar modelos de patologías y ensayar medicamentos para tratarlas antes de los síntomas de la enfermedad. La técnica de la clonación ha dejado de ser, pues, una técnica de actualidad” Nota 16.

Capítulo5MATERNIDADSUBROGADA Finalmente, aunque no suponga una investigación ni una manipulación de embriones, queremos terminar este libro dedicando unas últimas palabras a la llamada maternidad subrogada (o vientres de alquiler). Consiste en contratar a una mujer para que geste un hijo concebido por fecundación in vitro que después irá destinado a otras personas.

Esta practica es indigna tanto para la mujer como para el hijo. Para la mujer: Queda convertida en un recipiente. La maternidad se convierte en un mero objeto de mercancía, un asunto económico. De sobra es conocida la relación que se establece entre una madre y el hijo durante el embarazo y el intercambio de señales de todo tipo que entre ellos se lleva a cabo en esos nueve meses. ¿Como denigrar algo tan maravilloso convirtiendo la maternidad en un mero producto de consumo?. ¿Es que no tenemos ya suficientes en nuestra sociedad tan consumista y materialista?. Muchas veces los abortistas han querido defender el aborto antes que entregar a un hijo en adopción alegando que una mujer no ha de pasar por el sufrimiento de separarse de un hijo que ha llevado dentro durante nueve meses, como si abortarlo no le produjera a la madre ningún dolor. ¿No debe usarse el mismo argumento al pretender convertir a la mujer en una fábrica de hijos para otros? ¿No es una

nueva forma de denigrar la dignidad de una mujer manipular su cuerpo para fertilizarlo, embarazarlo y después sustraerle el “producto” como si la mujer fuera una mera vasija que podemos llenar y vaciar cuando queramos? ¿No vemos que muchas mujeres pobres -como ya ocurre en algunas partes del mundo- acaban aceptando ser vientres de alquiler por ganar algún dinero convirtiendo algo tan sagrado como es la maternidad en un negocio económico? ¿No vemos la presión que ejercen grupos de nuestra sociedad -como por ejemplo los homosexuales- para que sean aprobadas estas practicas pues ven en ellas la posibilidad de poder comprar niños? ¿No vemos como las empresas dedicadas a la fecundación artificial han visto en la maternidad subrogada una nueva fuente de ingresos y por eso están manipulando a la opinión pública y a los políticos para que la aprueben?. Para el hijo: Se convierte en un mero producto generado, producido, gestado y comprado por diversas personas. Esta práctica vulnera la dignidad del ser humano que tiene derecho a ser concebido con dignidad y no como fruto de una transacción económica que muchas veces pretende conseguir por estos medios lo que no ha podido ser conseguido por medios naturales (ej: una pareja homosexual que acude a estas prácticas para poder “tener” un hijo). Aprobar estas prácticas solo ocurre cuando en una sociedad se ha oscurecido el valor y la dignidad de cada ser humano y prevalecen ideas materialistas y económicas sobre la vida. ESTE CUADERNO PERTENECE A LA SERIE “VIDA HUMANA”.

OTROS TÍTULOS DE LA SERIE: Nº 1ELVALORDELAVIDAHUMANANº2ELABORTONº 3LAEUTANASIA

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Tu has creado mis entrañas,

me has tejido en el seno materno. Te doy gracias porque me has plasmado portentosamente... Cuando en lo oculto me iba formando,

y entretejiendo en lo profundo de la tierra, tus ojos veían mi ser aún informe,

todos mis días estaban escritos en tu libro (Salmo 138, 13-16)

NOTAS Nota1:PÍOXII,EncíclicaHumanigeneris(12-Agosto-1950).AAS42(1950)575-576.ElPapaPabloVItambiénquisoreafirmarconclaridadestaverdaddefe: “CreemosenunsoloDios...Creador,encadahombre,delalmaespiritualeinmortal”(PABLOVI,Solemneprofesióndefe,número8,(30-6-1968)“Nota 2: BEATORAIMUNDODE CAPUA,VidadeSantaCatalinadeSiena,Libro II, capítulo IV,número149bisy151(Estavidadelasanta,comopuedeverse,fueescritaporsupropioconfesor.Esunavidapreciosa,muyrecomendable,llenadeprofundasenseñanzas).Nota3:SANJUANPABLOII,CartaencíclicaEvangeliumvitae,número34(25-3-1995)Nota 4: Para más detalles sobre estos asuntos al lector puede venirle bien leer el cuaderno deformacióntituladoDiosteama(nº3delaserie“ElamordeDios”)Nota5:SANJUANPABLOII,CartaencíclicaEvangeliumvitae,número41(25-3-1995)Nota6:Paramásinformaciónsobrela legítimadefensaleerelnúmero55delaencíclicaEvangeliumvitae.Nota7:Diosdicealserhumano:Sedfecundosymultiplicaos,llenadlatierraysometedla;dominadlospecesdelmar, lasavesdel cielo y todos losanimalesque semueven sobre la tierra...Mirad, os entregotodas lashierbasqueengendran semilla sobre la superficiede la tierray todos losárboles frutalesqueengendransemilla:osservirándealimento(Gn1,28-29)Nota8:ParaunavisiónmáscompletadesdeelámbitodelafedelcuidadoquedebemosalacreaciónesimprescindiblelalecturadelaencíclicadelPapaFranciscoLaudatoSi(24-5-2015)Nota9:HetratadoconmásprofundidadeltemadelamoralprójimoenelcuadernodeformaciónElamoralprójimo.¿Quées?¿Cómopracticarlo?Nota10:Allectorquedeseeunainformaciónmáscompletayasequibleapersonasnoespecialistaslerecomiendoelvisionadodelfamosovídeo“Enelvientrematerno”,dondepuedeseguirsepasoapasolosnuevemesesdeembarazoconincreíblesimágenes.Nota11:SehademostradoqueelembrióntieneensugenomalassecuenciasAluquesonespecíficasdelaespeciehumana.Ningunaotraespecielasposee.Nota12:“Desdeelmomentoenqueelóvuloesfecundado,seinauguraunanuevavidaquenoesladelpadreniladelamadre,sinoladeunnuevoserhumanoquesedesarrollaporsímismo.Jamásllegaráaserhumanosinolohasidodesdeentonces.Aestaevidenciadesiempre...lagenéticamodernaotorgaunapreciosaconfirmación.Muestraquedesdeelprimerinstanteseencuentrafijadoelprogramadeloqueseráeseviviente:unapersona,un individuoconsuscaracterísticasyabiendeterminadas.Con lafecundacióninicialaaventuradeunavidahumana,cuyasprincipalescapacidadesrequierenuntiempoparadesarrollarseypoderactuar”(CONGREGACIÓNPARALADOCTRINADELAFE,Declaraciónsobreelabortoprocurado,números12-13,18-11-1974)“Aunquelapresenciadeunalmaespiritualnopuedededucirsedelaobservacióndeningúndatoexperimental,lasmismasconclusionesdelacienciasobreel embrión humano ofrecen una indicación preciosa para discernir racionalmente una presenciapersonal desde este primer surgir de la vida humana: ¿cómo un individuo humano podría no serpersonahumana?”SANJUANPABLOII,CartaencíclicaEvangeliumvitae,número60(25-3-1995)Nota13:SANJUANPABLOII,CartaencíclicaEvangeliumvitae,número60(25-3-1995)Nota14:Hetratadoconamplitudeltemadelareproducciónasistidaenelcuadernodeformación“Lasexualidad en el matrimonio” (nº 2 de la colección “Matrimonio y familia”) ya que es dondepropiamentedebehablarsedeestepecadoqueseoponealasexualidadtalycomohasidocreadaporDios.Ellectorquedeseemásdatossobreesteasuntopuedeencontrarlosallí.Nota 15: Es gravísimo el problema que supone la producción de embriones humanos -y posteriorcongelación-mediantelastécnicasdereproducciónasistida.Cualquiersoluciónquesedealdestinodedichosembrionescongelados–implantarlosenelútero,dedicarlosa investigación,dejarlosmorir-esmalaycontrariaalplandeDios.PoresolaenseñanzadelaIglesiapidequesedetengantalesprácticasy dejende producirse embriones humanos. JuanPablo II dirigió «una llamada a la conciencia de losresponsables del mundo científico, y de modo particular a los médicos para que se detenga laproducción de embriones humanos, teniendo en cuenta que no se vislumbra una salidamoralmentelícitaparaeldestinohumanodelosmilesymilesdeembriones“congelados”,quesonysiguensiendosiempre titulares de los derechos esenciales y que, por tanto, hay que tutelar jurídicamente comopersonashumanas»DiscursoalosparticipantesenelSimposiosobre“EvangeliumvitæyDerecho”yenelXIColoquiointernacionaldeDerechoCanónico(24demayode1996).Esmuyrecomendablelalectura

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deldocumentoDignitaspersonaepublicadoel8deSeptiembrede2008 por laCongregaciónpara laDoctrinadelafeyaprobadoexpresamenteporelPapaBenedictoXVI.Nota16:Genethique.org,mayo2009

NO MATARÁS

Caín mata a su hermano Abel (Génesis 4) (Paramásinformaciónentrarenwww.consagracionalavirgen.com)