El Valor de Los Derechos Humanos

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El Valor De Los Derechos Humanos Indudablemente, el movimiento hacia la identificación y la proclamación de los derechos del hombre es uno de los esfuerzos más relevantes para responder eficazmente a las exigencias imprescindibles de la dignidad humana. El Magisterio de la Iglesia no ha dejado de evaluar positivamente la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, proclamada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, que Juan Pablo II definió como «una piedra miliar en el camino del progreso moral de la humanidad». La raíz de los derechos del hombre se debe buscar en la dignidad que pertenece a todo ser humano. Esta dignidad, connatural a la vida humana e igual en toda persona, se descubre y se comprende, ante todo, con la razón. El fundamento natural de los derechos aparece aún más sólido si, a la luz de la fe, se considera que la dignidad humana, después de haber sido otorgada por Dios y herida profundamente por el pecado, fue asumida y redimida por Jesucristo mediante su encarnación, muerte y resurrección, como recordó Juan XXIII en su famosa encíclica “Pacem in terris”, afirmando también que la fuente última de los derechos humanos no se encuentra en la mera voluntad de los seres humanos, en la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador.

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ElValor De Los Derechos HumanosIndudablemente, el movimiento hacia la identifcacin y laproclamacin de los derechos del hombre es uno de los esfuerzosms relevantes para responder efcazmente a las exigenciasimprescindibles de la dignidad humana. El Magisterio de la Iglesiano ha dejado de evaluar positivamente la Declaracin Universalde los Derechos del Hombre, proclamada por las NacionesUnidas el 10 de diciembre de 1948, que Juan Pablo II defnicomo una piedra miliar en el camino del progreso moral dela humanidad.La raz de los derechos del hombre se debe buscar en la dignidadque pertenece a todo ser humano. Esta dignidad, connatural a lavida humana e igual en toda persona, se descubre y secomprende, ante todo, con la razn. El fundamento natural de losderechos aparece an ms slido si, a la luz de la fe, seconsidera que la dignidad humana, despus de haber sidootorgada por Dios y herida profundamente por el pecado, fueasumida y redimida por Jesucristo mediante su encarnacin,muerte y resurreccin, como record Juan XXIII en su famosaencclica Pacem in terris, afrmando tambin que la fuente ltimade los derechos humanos no se encuentra en la mera voluntad delos seres humanos, en la realidad del Estado o en los poderespblicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador. Estos derechos -dir Juan pablo II- son universales e inviolablesy no pueden renunciarse por ningn concepto. Universales,porque estn presentes en todos los seres humanos, sinexcepcin alguna de tiempo, de lugar o de sujeto. Inviolables, encuanto inherentes a la persona humana y a su dignidad y porquesera vano proclamar los derechos, si al mismo tiempo no serealizase todo esfuerzo para que sea debidamente asegurado surespeto por parte de todos, en todas partes y con referencia aquien sea. Inalienables, porque nadie puede privar legtimamentede estos derechos a uno slo de sus semejantes, sea quien sea,porqueserair contrasupropianaturaleza.Los derechos del hombre exigen ser tutelados no slosingularmente, sino en su conjunto: una proteccin parcial de ellosequivaldra a una especie de falta de reconocimiento. Estosderechos corresponden a las exigencias de la dignidad humana ycomportan, en primer lugar, la satisfaccin de las necesidadesesenciales materiales y espirituales de la persona: Talesderechos se referen a todas las fases de la vida y en cualquiercontexto poltico, social, econmico o cultural. Son un conjuntounitario, orientado decididamente a la promocin de cada uno delos aspectos del bien de la persona y de la sociedad... Lapromocin integral de todas las categoras de los derechoshumanos es la verdadera garanta del pleno respeto por cada unode los derechos (Juan pablo II).