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EL VINO ESP^NOL, E9 L,^ ENCRUCIJADA PROMOCI061 C^WDaD . U61CaS S,aLID^S P^R^ RECUPER^R 11ERC ,IDOS EI descenso en el consumo de vino foca fondo y todos los planes de futuro pasan por mejorar las es>`rategias de markefing y los canales de distribución. ^ MELCHOR ENRIQUE I sector vitivinícola español se encuentra, pasados seis años desde la adhesión de España a la Comunidad Europea y a un año justo del Mercado Unico, en una de las encrucijadas más apasionantes de los últimos tiempos. EI descenso constante en el consumo de vino que se registra desde hace años, en España y en el resto del mundo, im- pulsado por el acelerado cambio de há- bitos sociológicos y por una confusa campaña antialcohólica, no permite es- perar tiempos esplendorosos. Sin em- bargo, el sector se muestra vivo y proli- feran en él los proyectos de mejora, las alianzas y las tomas de posiciones para afianzarse en un mercado cada vez más competitivo y marcado, además, por unos elevados "stocks" y por pre- cios que más bien tienden a la baja. En definitiva, si el optimismo des- medido parece fuera de lugar, a pesar de la aproximación hacia los precios institucionales de la CE y de las ayudas directas que Ilegan de Bruselas, tampo- co son tan sombrías las perspectivas como en ocasiones han anunciado los inevitables agoreros. De ser ciertas las tesis de éstos, la atracción de las sus- tanciosas primas por abandono del vi- ñedo -de 300.000 a 700.000 pesetas por hectárea, según zonas-, hubiera lo- grado resultados más brillantes entre los viticultores españoles. Y no estaría tan a la orden del día la inversión, a menudo cuantiosa, en nuevos equipos con los que mejorar la elaboración y el tratamiento del vino. Foto cedida por ANFEVI ^ 54 ^óii Ĉ úbu^idn ^o ^

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EL VINO ESP^NOL, E9 L,^ ENCRUCIJADAPROMOCI061 C^WDaD . U61CaS

S,aLID^S P^R^ RECUPER^R 11ERC ,IDOSEI descenso en el consumo de vino foca fondo y todos los planes de futuro pasan por mejorar las es>`rategias de markefing

y los canales de distribución.^ MELCHOR ENRIQUE

I sector vitivinícola español seencuentra, pasados seis añosdesde la adhesión de España ala Comunidad Europea y a unaño justo del Mercado Unico,en una de las encrucijadas más

apasionantes de los últimos tiempos. EIdescenso constante en el consumo devino que se registra desde hace años,en España y en el resto del mundo, im-pulsado por el acelerado cambio de há-bitos sociológicos y por una confusacampaña antialcohólica, no permite es-perar tiempos esplendorosos. Sin em-bargo, el sector se muestra vivo y proli-feran en él los proyectos de mejora, lasalianzas y las tomas de posiciones paraafianzarse en un mercado cada vezmás competitivo y marcado, además,por unos elevados "stocks" y por pre-cios que más bien tienden a la baja.

En definitiva, si el optimismo des-medido parece fuera de lugar, a pesarde la aproximación hacia los preciosinstitucionales de la CE y de las ayudasdirectas que Ilegan de Bruselas, tampo-co son tan sombrías las perspectivascomo en ocasiones han anunciado losinevitables agoreros. De ser ciertas lastesis de éstos, la atracción de las sus-tanciosas primas por abandono del vi-ñedo -de 300.000 a 700.000 pesetaspor hectárea, según zonas-, hubiera lo-grado resultados más brillantes entrelos viticultores españoles. Y no estaríatan a la orden del día la inversión, amenudo cuantiosa, en nuevos equiposcon los que mejorar la elaboración y eltratamiento del vino.

Foto cedida por ANFEVI ^

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENCRUCIJADA

PRODUCCION DE VINO

PRODUCC ION (Mill. Hectólitros) TASA DE CRECIMIENTO (%)

1988 1995 2000 1985-87 1985-87(previsión) 1995 2000

España 40.22 36.67 37.95 0.72 0.71

Italia 75.12 66.94 65.59 -0.40 •0.40Francia 68.28 70.66 I 71.73 0.30 0.30Alemania 9.71 10.11 10.93 1.77 1.70

Portugal 11.05 9.16 8.99 0.37 0.10Grecia 4.57 5.15 I 5.28 1.00 082Bélgica-Luxemburgo 0.14 0.11 0.11 -2.64 -1.71

TOTAL COMUNIDAD EUROPEA 209.09 198.80 ^ 200.58 0.22 0.21EUROPA OCCIDENTAL 10.31 10.58 11.01 1.59 1.31EUROPA DEL ESTE 37.58 43.84 52.00 2.49 2.84

ESTADOS UNIDOS 16.90 20.10 I 21.24 1.20 1.17

TOTAL MUNDIAL 320.79 ^ 323.79 338.07 0.82 0.84

Fuente: FAO

España, con 1,5 millones de hectá-reas de viñedo, es, y seguirá en esepuesto por mucho tiempo, el país quecuenta con mayor superficie de terre-no dedicada a este cultivo. Tampocotiene rival en cuanto al número de ex-plotaciones vitícolas, unas 800.000 se-gún datos oficiales, aunque esta seauna cifra que en nada favorece lacompetitividad.

Los últimos documentos elabora-dos por la FAO y la Oiicina Interna-cional de la Viña y el Vino constatan

una reducción de apenas 55.000 hec-táreas de viñedo en España, en el perí-odo de 10 años comprendido entre1977 y 1987. En ese mismo tiempo, lasuperficie mundial se redujo en másde 730.000 hectáreas, equivalentes auna caída del 9%, al pasar de 8,1 mi-Ilones a algo menos de 7,3. Paralela-mente, Francia e Italia, nuestros dosgrandes rivales en el mundo vitiviníco-la, eliminaban 220.600 y 254.000hectáreas de vides, respectivamente.Pero esta rebaja de superficies en nada

ha afectado a la produc-ción mundial, que hapermanecido casi fija, alcabo de esos 10 años,en torno a los 321 millo-nes de hectólitros, conun avance de la produc-tividad de 400 a 411 ki-los de uva por hectárea.

En el caso de Espa-ña, la ligera rebaja de su-perficie, que sigue sien-do escasa incluso conta-bilizando el recorte deotras tantas hectáreasque se ha producido, co-mo veremos, desde

1987, tampoco ha afectado sensible-mente a la producción, cuyas oscilacio-nes obedecen fundamentalmente a ra-zones de tipo climático. Actualmente,la producción, aunque con altibajos in-teranuales, parece estabilizada en tornoa una media de 30/35 millones de hec-tólitros, frente a los más de 70 de Italiay los 68/70 de Francia, nuestros dosgrandes socios y competidores en laComunidad Europea.

PROYECCIONES DE LA FAOLa única guía, más o menos fiable,

respecto a lo que puede ocurrir en lospróximos años en el sector vitivinícolamundial la aporta la misma FAO en suproyección de producciones y consu-mos mundiales para 1995 y el año2000. En ese documento se estima quela producción mundial de vino se situa-rá en torno a los 338 millones de hec-tólitros al final de este siglo, lo que re-presenta un incremento del 12,35`%respecto a los 300 millones registrados,como media, en el período 1985/87. Enel caso de España, el aumento previstoes justamente la mitad , apenas del6,20%, al alcanzar los 38 millones dehectólitros frente a los 34,38 obtenidos

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENCRUCIJADA

CONSUMO DE VINO

CONSUMO TOTAL (Mill. Hectólitros) CONSUMO TOTAL POR HABITANTE ( litroslaño)

TASA DE CRECIMIENTO (^) TASA DE CRECIMIENTO ('

1988 1995 2000 1985-e7 1985-87 1988 1995 2000 1985-87 1985^7(previsión) 1995 2000 (previsión) 1995 2000

España 18.5 15.9 14.5 •1.73 •1.76 47.40 39.74 35.58 -2.09 •2.12Italia 41.5 34.6 31.8 •0.75 •1.06 72.27 59.99 54.99 -0.82 •1.14Francia 41.9 36.5 32.1 -1.96 -2.16 75.01 63.74 55.14 •2.30 -2.50Alemania 15.9 15.8 16.0 0.45 0.37 25.95 26.25 26.10 0.62 0.52Portugal 6.5 7.0 6.9 0.05 -0.06 63.05 66.74 64.60 -0.19 •0.33Reino Unido 5.9 7.7 8.9 3.94 3.58 10.37 13.40 15.42 3.83 3.48Grecia 3.0 3.6 3.9 1.57 1.58 30.14 35.56 3826 1.38 1.41Holanda 2.0 2.6 3.0 2.68 2.76 13.76 17.32 19.073 2.34 2.44Bélgica•Luxemburgo 2.1 2.2 2.4 1.47 1.57 20.38 21.36 23.07 1.34 1.45TOTAL COMUNIDAD EUROPEA 138.5 127.0 120.8 -0.67 •0.79 42.62 3879 36.60 •0.81 -0.94EUROPA OCCIDENTAL 11.3 13.6 14.4 1.37 1.28 20.17 23.88 24.94 1.10 1.02EUROPA DEL ESTE 33.5 46.7 53.7 1.36 1.89 8.32 11.20 12.53 0.77 1.30ESTADOS UNIDOS 21.0 28.9 29.0 3.01 1.95 8.53 11.19 10.89 2.25 1.25

TOTAL MUNDIAL 243.9 266.5 274.2 0.65 0.62 a.n a.s2 4.39 -1.06 -1.06

Fuente: FAO

como media en el período menciona-do. En ese mismo período -1985/87 al2000-, la producción italiana habrá ba-jado el 5,5% y la francesa aumentaráun 4,33%, situándose, respectivamenteen 65,5 y 71,7 millones de hectólitros.

Esta evolución resulta en principiológica, dado el enorme diferencial deproductividad que separa actualmenteal viñedo español, con sus 35 hectóli-tros por hectárea, de media, frente a losmás de 70 que se alcanzan en Italia yen parte de Francia. Aunque la pluvio-metría y la bondad de las tierras segui-rán jugando a favor de italianos y galos,que junto con los españoles forman lagran trilogía del vino a nivel mundial,las mejoras en el cultivo, las reconver-siones varietales y el abandono de lasvides de peor calidad influirán, estáninfluyendo de hecho ya, en una mejorade la productividad en nuestro país.

LA INCOGNITA DEL CONSUMOLa faceta de la productividad no es,

no obstante, la más preocupante. Lagran amenaza que pesa sobre el sectorvitivinícola procede, sin duda, del ladodel consumo. Las últimas estimacionesindican, en lo referente a España, quese ha tocado suelo en la caída sistemá-tica registrada desde hace más de 10

años y que han Ilevado el consumo devino por español y año a los 37,4 litros,según los datos recogidos en el Panelde Consumo del Ministerio de Agricul-tura, Pesca y Alimentación correspon-diente a 1990, uno de los termómetrosmás fiables para medir esta variable.

La FAO maneja, en lo referente anuestro país, ci-fras más genero-sas -47,40 litrosde consumo percápita en 1988-,tal vez porque in-cluye el consumototal de vino o de-rivados del mismoy no sólo el referi-do a consumo di-recto, en los hoga-res o la restaura-ción. Diseña, noobstante, un futuronada halagiáeño,ya que estima queel consumo seguirácayendo en España hasta situarse en35,58 litros por habitante y año en el2000. Un consumo que apenas sería li-geramente inferior al registrado comomedia en la CE, que bajaría también,desde 42,62 a 36,60 litros per cápita en

el mismo período. La demanda total devino en el año 2000 sería, en el caso deEspaña, inferior en unos 5 millones dehectólitros a la producción antes men-cionada de 38 millones de hectólitros.

Lo que parece fuera de toda duda, yasí lo refleja el informe de la FAO, esque el futuro no va a ser igual para to-

dos los vinos, en España y fuera de ella.Con una demanda mundial sólo ligera-mente inferior a la producción -334 mi-Ilones de hectólitros frente a 338- "laproducción, la demanda, el comercio ylos precios de los vinos de calidad y de

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENCRUCIJADA

los vinos de mesa seguirán evolucio-nando de forma muy diferente", se afir-ma textualmente en el mencionado in-forme. Los perjudicados serán, con to-da seguridad, los segundos, yaque su producción seguirá sien-do superior a la demanda delmercado y sus precios, comomáximo, permanecerán esta-bles hasta el 2000.

Hay opiniones coincidentessobre las causas del descensogeneral en el consumo de vino,especialmente, en los paísesmás genuinamente productoresy con un cierto nivel de desa-rrollo, entre los que se encuen-tra España. Por una parte, el in-flujo de las campañas antialco-hólicas, que han cargado sobreel vino el "san benito" de bebi-da peligrosa, aunque está archidemos-trado que tomado con moderación y enlas comidas, tal como se consume lamayor parte, resulta más que beneficio-so para la salud. En segundo lugar, elcambio de hábitos sociológicos, quehan Ilevado a huir de los productos ri-cos en azúcares, mucho menos necesa-rios para el tipo de trabajo sedentarioque predomina en la sociedad actual yque no precisa de tanta calorías como

el esfuerzo físico corriente en el pasa-do. Un tercer factor, nada despreciable,ha sido la presión de productos compe-tidores, principalmente los refrescos y

la calidad, como una de las vías funda-mentales para conquistar de nuevo elfavor de los consumidores y borrar laimagen creada años atrás por esos vi-

nos peleones vendidos a granelo, como mucho, en botella deestrellas y tapón de plástico, es-tá empezando a rendir, aunquemuy lentamente, sus frutos.

EI esfuerzo se hace en todoslos frentes. Por una parte, se haido produciendo una reconver-sión varietal hacia las vides másaptas para elaborar tintos y ro-sados y ajustarse de ese modo ala demanda, que viene a repre-sentar dos tercios de estos poruno de los blancos. Sin salir delámbito de la producción, se hapasado de una recolección, quehasta los años 80 se hacía en

®

la cerveza, que han ido ganando posi-ciones con cierta facilidad por su ade-cuación a un clima tan caluroso comoel español. La moda del consumo de lo"light" y"sin" como signo de distinciónha venido a rematar al herido.

APUESTA POR LA CALIDADLos vitivinicultores no se han que-

dado, ni mucho menos, parados con-templando la catástrofe. Su apuesta por

PREVISION DE LA DEMANDA DE VINO

DEMANDA TOTAL DEMANDA TOTAL POR HABITANTE

TASA DE CRECIMIENTO (°k) TASA DE CRECIMIENTO I

1988 1995 2000 1985-87 1985-87 1988 1995 2000 1985-87 1985^7(previsión) 1995 2000 (previsión) 1995 2000

España 35.6 31.1 32.9 0.85 0.95 91.16 77.63 80.61 0.58 -2.12Italia 61.6 51.8 49.8 -0.90 -0.87 107.24 90.00 86.00 -0.94 -1.14Franáa 60.6 62.1 61.8 0.20 0.09 108.46 108.66 106.21 -0.26 -2.50Alemania 16.2 15.7 15.9 0.44 0.37 26.38 26.06 26.53 0.52 0.52Portugal 9.5 7.5 7.4 0.16 0.00 92.72 71.63 69.52 -0.27 -0.33Reina Unido 6.6 7.7 8.9 2.61 2.74 11.53 13.38 15.42 2.64 3.48Grecia 3.8 3.9 4.3 065 1.12 38.05 38.52 42.19 0.95 1.41Holanda 2.2 2.6 3.0 1.98 2.31 14.91 17.32 19.73 1.99 2.44Bélgica-Luxemburgo 2.3 2.3 2.2 0.20 -0.19 22.43 2222 21.15 -0.31 1.45TOTAL COMUNIDAD EUROPEA 199.6 1 B6.0 187.4 0.13 0.14 61.41 56.81 56.79 •0.02 -0.94EUROPA OCCIDENTAL 13.1 13.2 13.9 1.01 1.05 2334 23.12 24.16 0.79 1.02EUROPA DEL ESTE 37.4 41.0 47.9 1.26 1.94 9.31 9.84 11.18 1.35 1.30ESTADOS UNIDOS 19,3 25.7 25.0 1.85 0.98 7.84 9.95 9.39 0.29 1.25

TOTAL MUNDIAL 317.7 320.26 334.1 0.70 0.76 6.21 5.55 5.35 -0.92 •1.06

Fuente: FAO

fecha fija, por hábito y tradición, a unadelanto generalizado de la vendimia,en el momento indicado por los técni-cos, con el fin de recoger la uva en lasazón precisa para lograr el equilibrioentre madurez y frescura que facilite laposterior elaboración de esos vinos jó-venes, frescos y afrutados que se ajus-tan al gusto del consumidor actual. Lareducción de superficies, aunque no hasido Ilamativa -en numerosas zonas es-

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pañolas es prácticamente imposible en-contrar alternativa válida al cultivo dela vid-, está redundando, asimismo, enun mayor mimo y cuidado hacia los vi-ñedos con vocación de futuro. En loque no se está avanzando tanto es en lamecanización del laboreo y, sobre to-

do, de la recolección, tal vez porque eldescenso del consumo, el aumento delos excedentes y la consiguiente caídade precios en el caso de los vinos máscorrientes no son el mejor incentivo pa-ra abordar el sobrecoste que implica lautilización de maquinaría.

En lo tocante a la elaboración, loscambios han sido, están siendo, másespectaculares, incluso. Se han intro-ducido equipos que tratan la uva consuma delicadeza en el momento delprensado, con la fuerza ajustada al ti-po de vino que se pretende conse-guir; se ha sustituido progresivamenteel hierro o el hormigón por depósitosde acero inoxidable, que evitan eltrasvase al vino de óxidos que degra-dan las cualidades organolépticas delvino; el mosto se filtra y fermenta atemperatura controlada, generalmenteentre 20 y 25 grados, con lo que semantienen los aromas naturales de lauva y se logra una mayor estabilidady resistencia de los caldos; incluso seutilizan levaduras criadas ex-profesopara cada tipo de mosto, en pleno vi-gor y desarrollo, controlando su acti-vidad para dar al vino el toque finalque se desea para cada variedad, zo-na o denominación de origen.RECONVERSION CONAPOYO OFICIAL

Ni los viticultores ni los viniculto-res han estado solos en este ingenteesfuerzo por ponerse al día. Desde1986, y al amparo de los planes y sub-venciones de la Comunidad Europea,se han sometido a reestructuración, enel marco de operaciones colectivas,más de 32.000 hectáreas de viñedo,con una financiación total que superalos 26.000 millones de pesetas y unassubvenciones a fondo perdido de12.321 millones.

Junto a estas operaciones, cuyo ob-jetivo va desde la concentración de ex-plotaciones y su adecuación a laboresde mecanización hasta la sustitución deviñas híbridas por otras acordes con lascaracterísticas exigidas para una zonadeterminada, la Comunidad ha apoya-do el abandono de viñedos, como me-dio de reducir los fuertes excedentes dealcohol. Pese a sus esfuerzos, el objeti-vo de lograr que entre 1988 y 1997 de-saparezcan 700.000 hectáreas de viñe-do en toda la CE parece lejos de cum-plirse. Los últimos datos, recogidos enuna análisis económico y coyunturaldifundido por la FAO a principios delpasado mes de diciembre, indican que

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7' Edición • En coincidencia con el "XXCongreso Mundial de la Viña y el Vino"y la "72 Asamblea General de la O.LV."Madrid, del 20 a 24 de Mayo 1992.Parque Ferial ]uan Carlos I IFEMA.

EntidadColaboradora:

C^. Tel. 722 50 00Fax. 722 57 91 - A.C. 6706728080 Madrid

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENGRUCIJADA

desde la campaña1988/89 hasta laque acaba de con-cluir (1990/91) sehan integrado en elprograma de arran-ques un total de215.000 hectáreas,que no son, ade-más, pérdidas netas,puesto yue hay quetener en cuenta lasnuevas plantacionesautorizadas en de-terminadas zonascon denominaciónde origen o deVCPRD (Vinos deCalidad Producidosen Región Determi-nada), en la termi-nología comunitaria.

Aunque la auto-rización de nuevasplantaciones, paracualquier tipo de vi-no, están congeladas en la CE hasta elaño 1966, sigue vigente el derecho a re-plantear, en el plazo de siete años, lamisma superficie que, eventualmente sehubiera levantado, y en la misma parce-la en que anteriormente se cultivaba elviñedo. Incluso existe la posibilidad le-gal de la venta de ese derecho a terce-ros, en aquellas zonas en las que existaun desequilibrio entre la oferta y la de-manda. En todo caso, el futuro va clara-mente por un desarrollo cualitativo y nocuantitativo del viñedo y por la búsque-da de la mejor relación posible entre lacalidad y el precio de lo producido.

En lo que se refiere a España, desde1986 hasta la campaña 1990/91, hansido más de 53.000 las hectáreas acogi-das a las ayudas oficiales por el arran-que de viñas, cuyo montante total su-pera ampliamente los 24.000 millonesde pesetas. En cualquier caso, no cabeesperar, ni es tampoco deseable encualquier caso, un avance más rápidoen la destrucción de viñedos, ya quepor las especiales características edafo-lógicas y climáticas de nuestro país, enmuchas zonas constituye un cultivo sinalternativa económica válida.

SUPERAR LAS DEFICIENCIASEN LA INDUSTRIA

Si importante es el camino recorri-do en cuanto a reducción y mejora delos viñedos, más lo son, tal vez, los es-fuerzos efectuados por los vinicultorespara poner al día sus instalaciones detratamiento y conservación de los vi-nos, que han contado y cuentan tam-bién con importantes apoyos, tanto dela Administración española como de lacomunitaria.

Un esfuerzo que no ha hecho másque empezar, al menos si tomamos porbueno el análisis presentado por la Di-rección General de Industrias Agrariasen su Plan Sectorial. Según ésta, la es-tructura industrial respecto a la elabora-ción y comercialización del vino "estámuy atomizada y presenta graves defi-ciencias cualitativas, con predominiode depósitos de hormigón sin revestir yde otros materiales inadecuados, el usode maquinaria de hierro que al mismotierrlpo produce fuertes presiones, co-mo prensas continuas y otros sistemasmuy arcaicos, como las prensas de "hu-sillo"."También es de destacar -prosi-gue el informe- el escaso número de

bodegas que efec-túan el estabiliza-do por frío y la fer-mentación contro-lada, técnica muyimportante en losclimas calurosos,donde la recep-ción de la vendi-mia se efectúa contemperaturas demás de 30 gradosy las fermentacio-nes superan los35, con paraliza-ciones del procesoy deterioro de losvinos. Tampoco esde uso corriente laseparación de lavendimia en la re-cepción, según va-riedades de la uva,destino o estadosanitario".

Respecto a lacomercialización, la capacidad de enva-sado está sobredimensionada y, además,desigualmente repartida y con predomi-nio de envasadoras manuales, semime-cánicas o automáticas de hierro "con es-casos medios para el control de la cali-dad y la presentación del producto".

En cuanto a la atomización secto-rial, en los informes oficiales del Minis-terio de Agricultura se reconoce que esdifícil precisar el número de industriasrelacionadas con el vino que existen enEspaña. La cifra que se maneja en elmencionado Plan Sectorial presentadoa la CE es de 47.690, aunque en esenúmero están incluidas las 31.549 cen-sadas en Galicia, la mayor parte de lascuales no Ilega a procesar ni 100 hec-tólitros de vino. Si el tope se fija en estacapacidad, el número de bodegas se re-duce drásticamente, a unas 16.465,con capacidad para tratar 68,6 millonesde hectólitros. En uno de los últimoscensos, el de locales, efectuado por elInstituto Nacional de Estadística en1980, la cifra de establecimientos desti-nados fundamentalmente a la actividadvinícola se reduce a 5.298, una ciframucho más cercana a la realidad, aun-

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que todavía excesiva. Másde la mitad de estos estable-cimientos están, según elmencionado censo, en Cas-tilla-La Mancha y Andalucíay nada menos que 4.323tienen apenas de 1 a 4 em-pleados.

PASADO Y FUTUROPara paliar toda esta im-

portante serie de defectos,numerosas industrias haniniciado en los últimos añosimportantes planes de me-jora de sus instalaciones, alamparo de las ayudas co-munitarias, especialmentelas previstas en el Regla-mento 355/77.

Según los datos inclui-dos en el Plan Sectorial pa-ra la mejora de las condi-ciones de transformación ycomercialización de los productos viti-vinícolas, entre 1987 y 1989 se hanpuesto en marcha un total de casi 500proyectos de mejora, con una inver-sión conjunta de 45.000 millones depesetas. La mayor parte de la inversión-casi 29.000 millones de pesetas-cuenta con apoyos procedentes delFEOGA Orientación, mientras queotros 279 proyectos, con una inversiónconjunta de algo menos de 16.000 mi-Ilones, se efectuaron sin ayuda directadel FEOGA.

EI resultado de todos estos proyec-tos ha sido un aumento de la capaci-dad, en barricas nuevas para crianza devinos, de 273.446 hectólitros. Para de-pósitos y almacenamiento, se ha acon-dicionado una capacidad de 1,481 mi-Ilones de hectólitros. Todo ello sin con-tar otros proyectos de menor cuantíaglobal destinados al tratamiento demostos y zumos de uva.

Ante el futuro inmediato, y paramantener al menos el ritmo de la puestaal día, la Administración española cifraen 46.000 millones la inversión necesa-ria para los años 1991 al 93 en el sectorvitivinícola, en el apartado referido es-trictamente a los vinos. Para mostos yzumos de uva la inversión prevista en el

mismo período es de 3.700 millones.EI objetivo de estas inversiones, que

deberían contar con una financiacióncomunitaria de 12.679 millones, másotros 2.500 de la Administración nacio-nal -la inversión netamente empresarialtotal sería, pues, de casi 35.000 millo-nes de pesetas- sería el de lograr insta-lar una capacidad para crianza de400.000 hectólitros y añadir a los ac-tuales unos depósitos de almacena-miento nuevos con capacidad para 2,5millones de hectólitros.

COOPERATIVISMO EINTERMEDIARIOS

En los planes oficiales, que esperancontar con apoyo financiero de Bruse-las, figura como un elemento u objetivodestacado la reducción de excedentes,ya que, en todos los casos, los proyec-tos que recibirían apoyo oficial seríanlos destinados a la producción de losvinos de calidad que cada vez más de-manda el mercado y al desvío de partede la producción hacia otros artículos,también con demanda creciente, distin-tos del vino, como los zumos y mostosde uva.

EI fomento de las cooperativas debase en la comercialización, en compe-

tencia directa con los mayoristas tradi-cionales, también figura entre los objeti-vos oficiales. Se trataría, de este modo,de superar el escaso papel que jueganlas entidades asociativas en este campo,ya que, aunque controlan en torno al65% de la producción vitivinícola (otro10% estaría en poder de viticultores ais-lados y el resto en manos de bodegas,industrias o cosecheros elaboradores,con viñedos propios, sobre todo en laszonas de Jerez y Rioja), su participaciónen la comercialización de productos en-vasados apenas Ilega al 7%.

En la actualidad, el circuito comer-cial del vino está claramente dominadopor la figura del mayorista, que segúnel predominio de una u otra de susmúltiples actividades -compraventa, al-macenamiento, envasado, transporte,distribución a los puntos de venta...- sesubdivide en diversos tipos (granelista,envasador, mayorista distribuidor, etc).Junto con esta figura y la del minorista,raramente especializado exclusivamen-te en la venta de vinos, coexiste la delexportador, generalmente desligado delmercado interior, aunque cada vez sonmás las industrias elaboradas que ex-tienden su actividad de modo directohacia el exterior.

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENCRU^IJADA ^

Por el contrario, son muy pocas lasindustrias que, además de concentrar laoferta de vino en origen, efectúa la dis-tribución de sus productos por canalescomerciales propios.

Pero, curiosamente y en contra delo que sucede en otros sectores, no hayuna opinión unánime en cuanto a quela eliminación o reducción de estos in-termediarios vaya a resultar necesaria-mente beneficiosa, ni para el productorni para el consumidor, al menos en elmomento actual.

ESTRATEGIAS PARARECUPERAR EL MERCADO

Junto con el esfuerzo para po-ner al día las instalaciones indus-triales, el otro gran frente de ac-tuación del sector vitivinícola estáclaramente situado en el campodel consumo. Aunque hay divi-sión de opiniones respecto a laevolución de éste en el futuro, alo largo de 1991 parece confir-marse que los 37,4 litros de con-sumo per cápita registrados en1990 suponen el fondo del des-censo, ya que la pérdida en vinosde mesa se está viendo compen-sada con una expansión de los demayor calidad. La confirmación ono de esta apreciación, bastantegeneralizada en el sector, la da-rán, con toda seguridad, los datosregistrados en los Paneles de Con-sumo del Ministerio de Agricultu-ra correspondientes al año queacaba de concluir.

Para disponer de datos pro-pios y aquilatados al máximo,la Confederación Española delVino, que integra desde bode-gas cooperativas a la federa-ción de embotelladores, pasan-do por la federación de criado-res y exportadores de vinos, es-tá efectuando una amplia en-cuesta. En este estudio, quecuenta con respaldo económi-co del Ministerio de Agricultu-ra, se pretende obtener una ra-diografía de la situación y, so-bre todo, de las tendencias yperspectivas del mercado, es-

pecialmente en relación con los gran-des competidores, como la cerveza,los refrescos o las denominadas bebi-das largas, de consumo masivo porparte de los jóvenes. Una vez conoci-do el resultado de esta encuestas, loque ocurrirá este mes de febrero, sepondrá en marcha una campaña depromoción genérica, similar a lasefectuadas para otros productos en laactuación de Alimentos de España o ala que se ha hecho para potenciar losvinos gallegos, con apoyo económicode la Xunta.

EI gran objetivo de todas las entida-des interesadas en el sector es contra-

rrestar la mala imagen creada hacia elvino por las campañas antialcohólicas-fuentes de las bodegas cooperativasaseguran que el aumento de personasalcohólicas va paralelo en muchospaíses al descenso en el consumo devino- para lo que se hará hincapié,sobre todo, en sus virtudes gastronó-micas y dietéticas. Existe el convenci-miento de que, si se logra frenar eldescenso del consumo, el futuro parael vino puede ser tranquilo e inclusooptimista en cuanto entre en vigor elMercado Unico.

NECESIDAD DE JUGARSELOS CUARTOS

En cualquier actividad económica,para recoger frutos es preciso invertir, ycon fuerza, primero. Esta es una lec-ción que el sector vitivinícola no pare-ce tener asimilada, sobre todo en lo re-ferente a la inversión relacionada conel marketing y las ventas.

Salvo excepciones muy notorias -Rioja, Jerez, Cava...- es difícil rechazarla acusación de falta de agresividad co-mercial que se lanza frecuentementesobre este sector, en el que los esfuer-zos se han centrado, hasta ahora, másen el ámbito de la producción que enel de la comercialización. A la mayoría

de los viticultores españolespuede parecerles suicida lainversión media -unos ochofrancos por botella, es decir,alrededor de 150 pesetas-que vienen realizando des-de hace años los producto-res del Beaujolais francés,sólo en promocionarlo. Perogracias a ese "derroche", es-te vino, que no es precisa-mente una maravilla enoló-gica, se vende en todo elmundo. Y a un precio alta-mente remunerador, ade-más. Otro ejemplo, inclusomás cercano, lo proporcio-nan los fabricantes de cer-veza, cuyas inversiones mi-Ilonarias en publicidad, es-pecialmente en los mediosde difusión masiva, como latelevisión, les han permitido

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENCRUCIJADA

ganar importantes cuotas de consumoen nuestro país, hasta situarlo en los67,36 litros por habitante, 30 por enci-ma del de vino y con una ganancia decasi tres litros desde 1987.

Invertir en comercialización quieredecir, también, tener y mantener un efi-caz servicio post-venta, que cuide alcliente, sobre todo a los minoristas, pa-ra evitar que la venta de un productomal conservado o deteriorado por elpaso del tiempo, pueda arruinar unaimagen de calidad que cuesta años yesfuerzos poner en pie. Resulta, asimis-mo, imprescindible, un cierto apoyo in-formativo dirigido hacia el consumidor,frecuentemente confuso y perdido antela multitud de conceptos -cosechas,añadas, crianza, reserva, bouquet ...etc,etc,- de cuya comprensión parece de-pender la autoestima de quien pretendepasar del vino corriente a la ingestiónde un producto de mayor calidad yprestigio.

Esta última circunstancia es espe-cialmente importante en un país comoEspaña en el que, si bien existe una in-negable cultura vinícola basada en si-glos de historia, a nivel general no sevalora suficientemente el vino al tratar-se de un producto casi tan habitual co-mo el agua en el día a día.

Resulta sintomático, en este senti-do, que el consumo sólo esté aumen-tando claramente en los países no pro-ductores, como EEUU, Gran Bretaña olos países nórdicos. Otra característicaespañola es la demanda más bien esca-sa -al menos bastante menor que enotros países vitivinícolas, como Franciao Italia- de vinos de calidad intermedia,a caballo entre los de mesa y los delas denominaciones de origen pun-teras en calidad y precio.

EL IMPERIO DELA DISTRIBUCION

En el mercado del vino, tanto 0más que en el resto del sector agro-alimentario, la distribución está im-poniendo, día a día, su ley. Las ca-denas comerciales y las grandes su-perficies disponen de fuerza sufi-ciente para dictar condiciones, yuna buena prueba de ello es la evo-

lución de los tipos de envases que seutilizan.

EI cartón, por el que casi nadieapostaba en el momento de su intro-ducción masiva, hace seis o siete años,puede haber cerrado el año 91 con unvolumen comercializado que ronde los250 millones de litros, frente a los 70

que escogían este tipo de envase en1984. Los datos recogidos por la em-presa Nielsen en su estudio habitual demercados indican una progresión delcartón o brik desde el 41,5% del totalde las ventas de vinos de mesa que co-paba en 1989 al 50,3% apenas un añodespués, lo que supone un aumentoporcentual del 28,3%>. Paralelamente,

la utilización de envase de vidrio no re-tornable apenas progresaba el 1,5% yel de las botellas de tres cuartos, carac-terística distintiva del vino de calidad,avanzaba el 10,6% al pasar del 19,8%del mercado al 20,7%.

EI sector, que sigue abominando deun envase que impide apreciar

características fundamentales del vino,como el color y los innumerables to-nos cromáticos propios de cada varie-dad o zona, está convencido, no obs-tante, de que el cartón no tardará encopar del 70 al 80% de las ventas to-tales de vino de mesa en España. Y noconviene olvidar que, pese al avancede los caldos de mayor calidad y con

Denominación de Origen, todavíaaquél representa en torno al 61 %de (as ventas totales.

Este evolución, junto con la casitotal desaparición de las antes omni-presentes botellas de vidrio retorna-ble de seis estrellas y la imposicióndel vidrio no retornable para ciertostipos de vino de mesa, son unaprueba no tanto de los nuevos gus-tos del consumidor, sino de las con-veniencias de las grandes cadenascomerciales. La resistencia y facili-dad de manejo del cartón se une, en

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENCRUCIJADA

CONSUMO DE VINOS, LICORES, CERVEZAS, REFRESCOSY OTRAS BEBIDAS EN ESPAÑA

CANTIDAD COMPRADA/LITROS VALOR TOTAL (Mill. Pts.)

Total Total per % en % en hos. % en

Mill. cápita hogares y restaur. instituc. Total Hogares Restaurac. Instituc.

VINOS 1.470,107 37,4 46,0 53,0 1,0 232.538,0 66.971,9 163.868,7 1.697,4

CERVEZAS 2.649,886 67,4 17,8 81,9 0,3 299.558,7 57.944,7 240.823,6 790,4

OTRAS BEB.ALCOH 328,119 8,3 19,6 80,2 0,2 252.265,0 40.485,4 211.530,6 249,0

ZUMOS 481,384 12,2 67,6 29,7 2,8 59.673,9 37.681,0 20.471,6 1.521,3

AGUAS MINERALES 1.203,759 30,6 67,2 31,3 1,6 43.547,5 19.562,9 23.116,9 867,7

GASEOSAS Y REFRESCOS 2.115,470 53,8 43,2 56,3 0,5 259.445,8 72.190,6 186.308,4 946,8

Datos correspondientes a 1990.

Fuente: EI Consumo Alimentario en España 1990. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

este caso, a la eliminación del engorro-so proceso de la devolución de cascos,ya inexistente en la inmensa mayoríade las grandes superficies. Los produc-tores y elaboradores no tendrán más re-medio que tener presentes estas tenden-cias, máxime cuando los datos de lamencionada empresa Nielsen reflejanuna abrumadora progresión de las ven-tas del vino de mesa en hipermercados(28,2% entre 1989 y 1990), supermer-cados grandes (10,4%) y supermerca-dos pequeños (15,6%) y un retrocesoparalelo, del 14,3% en las ventas de es-tos vinos en las tiendas tradicionales.

CANALES ESPECIFICOS PARALA CALIDAD

Esta situación no es incompatible,según opinión generalizada entre losexpertos vitivinícolas, con la existenciade canales de comercialización especí-ficos para el vino de mayor calidad. Losprimeros avances de la encuesta, antesmencionada, efectuada por la Confede-ración Española del Vino en colabora-ción con el Instituto Nacional de Deno-minaciones de Origen (INDO) señalanque, si bien los vinos de alta calidadtienen una permanencia asegurada por

el producto en sí mismo -los únicoscompetidores pueden ser los vinos fran-ceses e italianos que entren al amparodel Mercado Unico, pero más por sno-bismo o novedad que por relación ca-lidad/precio -hay un importante hue-co, mal cubierto por las industrias, enel mundo de los vinos de calidad in-termedia. Para éstos productos sobretodo, y descontada la necesaria mejo-ra de la calidad, que es una condiciónbásica pero no suficiente, se necesitaapoyo publicitario, nuevos estilos depromoción para su introducción ennuevos ambientes, y una política deprecios y presentación atractivas parael consumidor.

Las nuevas figuras comerciales quehan surgido en el mundo del vino enlos últimos años -clubes de gourmets,tiendas especializadas, compras por ca-tálogo...- han sido recibidas muy positi-vamente por el sector, aunque en elmomento actual tienen más influenciapsicológica en la mejora del interés ha-cia el vino de calidad y en la extensiónde una cierta "cultura del vino" con re-percusión en las ventas. Suponen, ade-más, un cambio sintomático que debe-rá profundizarse, ya que los canales de

distribución de estos vinos están muchomás orientados hacia la restauraciónque hacia el consumo directo en loshogares. Los estudios del Ministerio deAgricultura confirman, de hecho, latendencia iniciada en 1989 respecto alincremento de las ventas de vino en larestauración en detrimento de las canti-dades compradas para el hogar. Lasventas fuera de éste han pasado de752,18 millones de litros en 1989 a779,14 en 1990, mientras que la com-pra familiar retrocedía desde 746,70millones a 676,37 en el mismo período.

Hasta la Unión de Bodegas Coope-rativas ha intentado sus pinitos en estecampo, a través de Covinex, bien escierto que con poco éxito, hasta ahora.EI plan de abrir tiendas especializadaspropias para la comercialización direc-ta de sus productos, con posibilidad deIlegar incluso a crear una cadena de es-tablecimientos en régimen de franqui-cia se ha visto frenado por toda una se-rie de circunstancias adversas, pero noestá descartado y se relanzará en un fu-turo inmediato. Una condición indis-pensable, en éstos o en cualquier otroestablecimiento similar será la de con-tar con personal especializado, capaz

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENCRUCIJADA

EL CAVAREFLEXION DESDE LA CUMBRE

Para los productores de cava, el pasadoaño marcó un hito importante, aunque no sehayan recuperado, como parecen indicarlolos datos relativos a los siete primeros me-ses, los techos de producción exportación yconsumo interno alcanzados en 1989 y perdi-dos al año siguiente. Ha sido tal la preocupa-ción suscitada por el retroceso sufrido en1990, tanto en la exportación como en el in-terior, y su prolongación en los primeros me-ses del 91, que el mero mantenimiento de lascifras de hace dos años sería recibido consuspiros de alivio.

No se puede negar que hay motivos pa-ra la preocupación. En 1990, el mercado delcava sufrió un frenazo considerable en sumarcha ascendente al situarse en 139,7 mi-Ilones de botellas, casi tres millones menosque en el año anterior, que se perdieron ca-si a partes iguales en el mercado interior(1,3 míllones menos) y en la exportación,aunque para ésta, la pérdida supuso por-centualmente mucho más. Curiosamente,las cifras de producción facilitadas por lasempresas elaboradoras en el informe Ali-market son bastante superiores, puesto quesuponen la comercialización de 168,7 millo-nes de botellas. Y eso sólo por 86 de las243 empresas inscritas en el registro oficialde productores de cava hasta mediados delpasado año.

La inquietud probablemente esté tam-bién alimentada porque al tiempo que au-mentaba el paste, lo hacía también el nú-mero de empresas que pugnan por repar-tírselo (las inscritas en el censo apenaseran 82 en 1981) y que ahora pueden te-ner mayores dificultades para hacerse conun trozo razonable.

DOLAR, GUERRAS Y ESTACIONALIDADPara un análisis reposado del sector no

puede olvidarse, no obstante, que el merca-do del cava se había beneficiado de unaprogresión envidiable en los últimos años,con un incremento medio de unos cinco mi-Ilones de botellas, hasta alcanzar el techode los 142 millones (93,8 en el mercado ex-terior y 48,1 en el interior) en 1989. AI añosiguiente, la creciente fortaleza de la pese-ta, principalmente frente al dólar, y los efec-tos económicos derivados de la guerra delGolfo Pérsico influyeron de modo decisivopara el retroceso del cava en los mercadosexteriores, cuyo mantenimiento a lo largo de

1991 todavía es una incógnita, aunque lamayor parte de los expertos se inclinan porpensar que se ha tocado fondo en la caída.

Junto a estos factores, que han provo-cado también la paralización de ciertos pro-yectos inversores en el exterior, el elevadoprecio del dinero en el mercado nacional, loque ha Ilevado a la reducción de stocks porparte de comerciantes y distribuidores, tam-bién ha influido negativamente en las cifrasde ventas de las empresas elaboradoras enel interior.

Con todo, la gran batalla que los pro-ductores quieren librar en el mercado na-cional se centra de modo especial en laestacionalidad del consumo de cava, con-centrado en un 56% en los meses de di-ciembre y enero, al amparo de las tradicio-nales fiestas navideñas. No se puede olvi-dar que, al contrario de lo que ocurre, porejemplo con los licores, el 60% del consu-mo del cava se produce en los hogares,frente al 39% de la hostelería y la restau-ración, según los datos del Ministerio deAgricultura, que reflejan un consumo glo-bal per cápita de 1,6 litros en 1990, condescenso del 1,6% respecto al año ante-rior. Un descenso que en los hogares fuemucho más acentuado, del 11%, probable-mente por efectos de la menor bonanzaeconómica y por su precio comparativa-mente mucho más elevado -572 pesetas li-tro frente a 249- respecto a la media delos vinos tranquilos con Denominación deOrigen.

Para intentar ganar la batalla de la de-sestacionalización se proyectó la campañabasada en el slogan Inventa Nuevas Fies-tas, a fin de transmitir la imagen del cavacomo producto digno de ser consumido nosólo en las grandes ocasiones sino tambiénen las menos grandes y más cotidianas.

LOS GIGANTES Y LOS DEMASEn este esfuerzo participan todos los

productores, aunque muchos de ellos tenganpoco que ver entre sí en lo referente a dimen-siones, objetivos y mercados preferentes. Ac-tualmente están amparados bajo la denomina-ción de origen del cava un total de viñedosque se aproxima a las 40.000 hectáreas, con-centradas fundamentalmente en la zona delPenedés (el 99% del cava se elabora en estacomarca), pero con ramificaciones en otras re-giones con denominaciones específicas para

vinos tranquilos, como pueden ser las de Ta-rragona, Alella, Perelada, Cariñena y la propiaRioja. Una extensión que podría arrojar unaproducción de más de 260 millones de litrosanuales que podrían destinarse a la elabora-ción de cava, aunque en la realidad no se so-brepasan los 100 millones, y que explica enbuena medida la proliferación de empresaselaboradoras acogidas a la mencionada deno-minación.

De todas formas, en la elaboración delcava mandan, por tradición, tamaño y es-tructura, dos sociedades -Freixenet y Co-dorniu- que acaparan por si solas el 83%del mercado. A su lado, sólo otras 70 fir-mas elaboran más de 200.000 botellas alaño y 55 están entre 100.000 y 25.000. EIresto no Ilega ni siquiera a esta cantidad ytienen una distribución muy reducida, casi lacal, de su producción, de forma que el 75%del total de las empresas censadas apenassuponen el 6% de fa comercialización.

PERSPECTIVAS DE FUTUROA pesar de las dificultades financieras

provocadas por el retroceso del consumoy las ventas interiores y pese al retrocesoen los mercados exteriores, especialmen-te en el de Estados Unidos, hay diversosindicios que permiten esperar para el ca-va un futuro, si no halagiieño sí el menostranquilo. Por una parte, aunque los datoshasta julio de 1991 indican que se man-tiene la pérdida de terreno en el exterior,existe el convencimiento de que la segun-da parte del año ha permitido ganar algode terreno. Además, si bien el retrocesoen Estados Unidos, el principal importa-dor de cava, ha sido importante (el16,38% de caída respecto al mismo perí-odo de 1990, un año que ya fue negativo)no lo es menos el avance registrado en elconjunto de la CE, con un aumento del8,85% en volumen y del 21,40% en valorde las exportaciones.

Otros datos alentadores respecto al fu-turo lo constituyen el creciente interés deempresas extranjeras, casi todas francesasy fuertemente vinculadas con el negociodel champán, por establecerse en el mer-cado del cava y el paralelo esfuerzo de al-gunos de los grandes del sector vinícolaespañol por disponer de sus propias em-presas elaboradoras de cava. Por último, elvolumen de inversiones en marcha (casi4.000 millones de pesetas, sin contar los2.600 que Codorniu destina a una nuevabodega en California) no parece propio deun sector en crisis sino, más bien, de quiense está preparando porque confía en podermantener al menos el nivel alcanzado enlos últimos años de la pasada década.

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENCRUCIJADA

de asesorar al demandante de vinos ylo suficientemente conocedora de loque supone trabajar con un productovivo como es el vino para no cometerlas habituales aberraciones de manipu-lación y presentación -botellas de pie,exposición a la luz, temperatura varia-ble e incontrolada...- que merman in-defectiblemente la calidad del productoen su camino hasta la mesa.

Tanto por esta vía, como por la deuna mayor atención a los vinos de cali-dad intermedia, uno de los grandes ob-jetivos del sector está en la recupera-ción de los menores de 30 años, quehan desertado de modo casi absolutodel mundo del vino, para un consumohabitual y cada vez más entendido deun producto cuyas cualidades son taninnegables como ignoradas.

LA BAZA DE LOS "VCPRD"En esta lucha por recuperar parte del

terreno perdido -volver a los más de 60litros de consumo per cápita del comien-zo de los 80 es ya pura utopía- han juga-do y juegan un papel de capital impor-tancia las Denominaciones de Origen oVCPRD (Vinos de Calidad Producidos enRegión Determinada), según la nomen-clatura comunitaria. La antigiiedad deuna veintena de ellas data de 1932, peroen los últimos 30años se han idosumando otrastantas (11 deellas desde1980), hasta Ile-gar a las 39 ac-tuales, que reú-nen en su con-junto unas600.000 hectá-reas de viñedo,equivalente a al-go más de untercio de la su-perficie totalque se dedicaen España a estecultivo.

La produc-ción conjuntade VCPRD osci-la, según cam-

pañas, entre 10 y 15 millones de hectó-litros, lo que viene a suponer algo me-nos de un tercio de la producción total,si bien su valor, al tratarse de vinos demayor calidad, se aproxima al 50%. Encuanto a la presencia de las distintasdenominaciones en el mercado interiory exterior, es sumamente variable. Asímientras que Rioja colocaba 777.845hectólitros en el mercado interior en lacampaña 1989/90, 704.085 el cava,656.250 La Mancha y 552.436 Valde-peñas, el vino de otras zonas tiene unapenetración infinitamente menor. Porejemplo, de vinos de Calatayud se ven-dieron 1.632 hectólitros; 3.560 de So-montano; 4.367 de Alella y 5.135 devinos de Yecla.

La presencia de los distintosVCPRD en el mercado exterior es toda-vía más dispar. Junto al Jerez, que figu-ra como líder destacado, con 912.427hectólitros exportados en 1990, y lapresencia importante también del cava(354.196), los Rioja (260.300 hectóli-tros) y los vinos de Valencia (349.440),otro gran grupo de vinos con denomi-nación de origen apenas está presenteen los mercados internacionales. Lasexportaciones totales de VCPRD en elúltimo año, marcado por un retrocesodel general del 13,10% en volumen y

del 5,8% en valor de lo exportado, su-maron 2,776 millones de hectólitros, esdecir, casi la mitad de los 6,070 millo-nes vendidos en el interior, con unaprogresión de casi 400.000 hectólitrosrespecto a las ventas internacionales deun año antes.

AI margen de las cifras de ventas in-teriores y exportaciones, la mera exis-tencia de las VCPRD constituye todauna gran operación de marketing, degarantía de calidad, a pesar de queapenas poco más de una docena sonconocidas del gran público en España ymuchas menos fuera de nuestras fronte-ras. Queda, pues, mucho que hacer yentre los objetivos figura el de lograrcompatibilizar la política comercial delas distintas marcas presentes en cadaDenominación de Origen con la defen-sa a ultranza de las condiciones preci-sas para recibir la bendición de los res-pectivos Consejos Reguladores.

EI propio INDO ha reiterado recien-temente la recomendación a dichosConsejos para que extremen el control,especialmente en los comités de cata,para que todo vino que ellos avalen consu contraetiqueta reúna las condicionesorganolépticas sensoriales que el consu-midor espera y paga. La evidente mejoraen la formación de los técnicos catado-

res incorpora-dos a los Comi-tés no oculta,sin embargo, lacarencia de unatitulación ofi-cial y superiorpara quienesdeseen especia-lizarse en eno-logía. Esta esuna deficienciaque se hará no-tar sobre todoporque nuestrosmás directoscompetidoresen Europa, Ita-lia y Francia, síposeen esa titu-lación y esaformación denivel superior.

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EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENCRUCIJADA

NO MATAR LA GALLINAEI prestigio que supone para ciertos

vinos el marchamo de pertenecer a unaDenominación de Origen altamente

atrás, que pueda alcanzar los 50 millo-nes de litros en 1996, según el resulta-do de la auditoria encargada por la Me-sa Interprofesional del Vino a la consul-

EXPORTACIONES DE VINOS ESPAÑOLESCON DENOMINACION DE ORIGEN

EMBOTELLADO(Hectólitros)

GRANELL(Hectólitros)

TOTAL(Hectólitros)

1987 1.590.518 1.422.158 3.012.676

1988 1.659.060 1.281.298 2.940.358

1989 1.481.495 906.631 2.388.126

1990 1.715.605 1.061.097 2.776.702

Fuente: INDO

cualificada puede, no obstante, inducira cometer errores de bulto. EI caso másreciente se ha dado en la Rioja, dondelas alegrías de hace tres o cuatro años,cuando el precio de la uva, y consi-guientemente, el de los vinos elabora-dos a partir de ella se disparó a unos ni-veles inaceptables para el mercado.

La consecuencia inmediata de estasalegrías fue un retroceso en el mercado,sobre todo en el exterior, y una acumu-lación de excedentes impensable años

tora Price Water-house. Entre lasrecomendacionespara superar esasituación -la pro-ducción de lacampaña 90/91se estima en unos170 millones delitros, el 30% delos cuales no sepodrá colocar enlos mercados- fi-gura la renunciaal cupo de viñe-

dos concedido por la CE para la Deno-minación de Rioja y el arranque de lasmás de 4.000 hectáreas de plantacionesilegales, que representan en torno al13% del conjunto de la denominación.

Otra de las recomendaciones se re-fiere a la imposición de una banda deprecios, para evitar posibles alegrías fu-turas que el mercado no está dispuestoa aceptar y algo que puede hacer rechi-narlos dientes a los viejos bodeguerosriojanos: la destilación de más de 10

millones de litros de vino para rebajarlos excedentes.

Los problemas de exceso de produc-ción no son privativos cle La Rioja. Enotras denominaciones, como la de Jerez,han tenido que abordar una reconver-sión draconiana, que supone la elimina-ción de más de 4.500 hectáreas de viñe-dos, hasta reducir la superficie acogida ala denominación a unas 13.000 ó14.000 hectáreas, y la reducción de losrendimientos máximos por hectárea ad-misibles. Pese a estas medidas y aunquelas exportaciones de )erez se recupera-ron en 1990, tendencia que, al parecerse ha mantenido en 1991, -en 1985 seexportaron 151 millones de litros, que seredujeron a 97 en 1989 y subieron hastalos 109 en 1990- a este vino le queda to-davía por delante una larga travesía deldesierto, al menos hasta 1996, año enque está prevista la desaparición de labendición comunitaria para el "britishSherry", su gran y desleal competidor enel mercado británico.

EL FUTURO, EN LAEXPORTACION

En el momento actual, el sector bo-deguero y comercial encuentra más mo-tivos de optimismo ante el futuro que losviticultores. Probablemente porque éstosson los que sufren en sus carnes los efec-tos de una política comunitaria obsesio-nada con reducir los excedentes -más de30 millones de hectólitros, el equivalen-te casi a toda la producción española- eincapaz de resolver problemas como elde la "chaptalización" o enriquecimien-to del grado alcohólico de ciertos vinosmediante la adición de azúcares no víni-cos, cuya eliminación rebajaría automá-ticamente dichos excedentes en más de20 millones de hectólitros.

EI influjo de esta política comunitariase pone de relieve en el hecho de que,mientras que las exportaciones totales devinos en 1990 reportaron a España unosingresos de unos 70.000 millones de pe-setas, el FEOGA comunitario pagó unos35.000 millones por los vinos destiladospara su retirada del mercado. Y aunqueen el proyecto de reforma de la PolíticaAgraria Común, actualmente en discu-sión, no está incluido el vino, los vientos

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Page 17: EL VINO ESP^NOL, E9 L,^ ENCRUCIJADA€¦ · dos por la FAO y la Oiicina Interna-cional de la Viña y el Vino constatan una reducción de apenas 55.000 hec-táreas de viñedo en España,

EL VINO ESPAÑOL, EN LA ENGRU^IJADA

que soplan en Bruselas permiten pensarque la reforma del mercado vitivinícolaseguirá un camino paralelo al proyecta-do para los cereales: reducción de losprecios institucionales y penalización dela superproducción a cambio de ayudasdirectas a los productores.

Ante este panorama, y dado que nocabe esperar recuperaciones espectacu-lares en el consumo interior, el futurodel sector vitivinícola pasa, necesaria-mente, por el mercado exterior. Desde1986, el año de nuestra entrada en laCE, se ha perdido presencia en diversosmercados tradicionales, como los de la

portaciones durante 1990 parece que seha visto compensado con un considera-ble avance en el pasado año. Los datoshasta el pasado mes de julio que manejael sector industrial y que se basan en lasestadísticas de Aduanas, revelan un in-cremento superior al exportado en todoel año 90. Ha sido especialmente signifi-cativa la progresión de los VCPRD a gra-nel, que han pasado de 475.086 hectóli-tros en enero-julio de 1990 a 1,257 mi-Ilones de hectólitros en el mismo períododel pasado año. Los vinos de este tipoembotellados apenas ganaban, por suparte, algo más de 250.000 hectólitros.

intuida por todo el sector. Pero con in-dependencia del balance final queofrezca el pasado año, lo que parececlaro es que España se encuentra magní-ficamente colocada, principalmente porsus ventajas comparativas en la relacióncalidad-precio, para cuando caigan lasúltimas barreras y empiece a ser una re-alidad el mercado único en 1993. EIúnico país que se presenta como rival decuidado en ese gran mercado abierto, ymás por su magnífico trabajo de crea-ción y difusión de una imagen de cali-dad que por superioridad intrínseca, esFrancia. Si los viticultores siguen apos-

Europa del Este y Rusia, en parte por lasdificultades económicas en que se de-baten esos países y también por la ma-yor competencia de otros países pro-ductores. Incluso en la CE, que siguesiendo el principal destino de los vinosespañoles, se ha retrocedido en cifrasabsolutas -1,9 millones de hectólitrosen 1986 frente a 1,88 en 1990- aunqueel porcentaje que supone en el conjun-to de las exportaciones ha pasado del31,42 al 43,84%, al haberse reducidolas ventas generales de más de 6 millo-nes de hectólitros a algo menos de 4,5.

EI descenso antes indicado en las ex-

La evolución del pasado año parececontradecir la tendencia reflejada en losúltimos ejercicios, en los que las expor-taciones a granel de estos vinos veníaperdiendo sistemáticamente cuota frentea los embotellados, hasta alcanzar, se-gún los datos del INDO referidos a 1990una proporción de 38,3 frente a 61,7%.

Pese a que es preciso poner ciertasordina a los avances mencionados ycorrespondientes a 1991, ya que lacomparación se efectúa respecto a unaño como 1990, que marcó un impor-tante retroceso en las ventas exteriores,parece confirmarse una recuperación ya

tando, incluso con más ahinco que has-ta ahora, por la calidad y la renovacióntecnológica y se deciden de una vez porarriesgar más en la inversión comercial -los acuerdos interprofesionales entre co-operativas y cadenas de distribución sonun paso en este camino que puede darbuenos frutos -el futuro parece asegura-do para el sector que constituye, consus más de 600.000 millones de factu-ración, incluida la de los licores, unapieza clave en el entramado agroali-mentario español.

MELCHOR ENRIQUEPeriodista q

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