El Yo, El Otro y El Tercero

download El Yo, El Otro y El Tercero

of 16

Transcript of El Yo, El Otro y El Tercero

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    1/16

    325

    Acta Poetica 27 (1)PRIMAVERA

    2006

    Elyo, elotro y eltercero: el legado de Bajtn en Todorov

    Karine Zbinden

    Este artculo estudia la influencia del pensador ruso M. Bajtn en los trabajos delterico francs Tzvetan Todorov, uno de los promotores intelectuales ms impor-tantes del primero. Confrontando la inferencia de los conceptos delyo, el otro y eltercero, as como la exotopa, en la definicin de las ciencias humanas que hacenambos tericos, la autora llega a la conclusin de que, a pesar de superar ciertas li-mitaciones del pensamiento bajtiniano, Todorov no siempre logra librar otros calle-jones sin salida y dificultades, como la transicin de la multiplicidad de identidadesy el yo construido con una identidad multifactica, a la gran variedad de otros queTodorov maneja en contraste con Bajtn. Aun as, las ideas de Todorov constituyenun paso adelante en el desarrollo de las ideas de Bajtn.

    This article analyzes the influence of the Russian thinker Mikhail Bakhtin onthe Tzvetan Todorov, who was one of the most significant propagandists of theBakhtins ideas. Contrasting the inference of the concepts as Self, Other, the Third,and exotopy in the definition of human sciences made by both theorists, the au-thor concludes that in spite of the fact that he surmounts certain limitations ofbakhtinian thinking, Todorov sometimes doesnt manage to avoid certain dead-locks and difficulties, such as the transition from multiplicity of identities and aconstructed self with multi-faceted identity, to the multiplicity of others im-plied in Todorovs capacious category of otherness. Nevertheless, Todorovs in-sights constitute an important development of the bakhtinian ideas.

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    2/16

    326

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    3/16

    327

    Acta Poetica 27 (1)PRIMAVERA

    2006

    Karine ZbindenBakhtin Centre, University of Sheffieldand Oxford Brookes University, G. B.

    Elyo, elotro y eltercero: el legado de Bajtn en Todorov

    Si bien un estudio de la influencia bajtiniana en Todorov pue-de considerarse bienvenido en la medida en que explore unrea que permaneci por largo tiempo desatendida (con la ex-cepcin del trabajo de Daphna Erdinast-Vulcan), puede pare-

    cer un poco sorpresivo centrarse en un tpico tan especficode la obra de Todorov, porque l tiene, despus de todo, relati-vamente poco escrito sobre Bajtn en el curso de su extrema-damente prolfica carrera: slo un breve libro introductorio,que introduce citas abundantes de los textos primarios, en par-ticular aquellos que no eran accesibles en francs en el mo-mento de la publicacin de su Mikhal Bakhtine: Le principedialogique, y un par de captulos de Critique de la critique,

    intitulados Lo humano y lo interhumano y El criticismodialgico. A esto hay que aadir cerca de media docena deartculos. Sin embargo, esto no es representativo de la signifi-cacin del pensamiento de Bajtn percibida por Todorov mis-mo: l lo describe en las pginas iniciales (p. IX) del Principiodialgico, quizs un poco demasiado enfticamente, comoel ms importante pensador sovitico en ciencias humanas yel ms grande terico de la literatura del siglo XX. Este relati-vamente breve compromiso en lo que a la obra impresa se re-

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    4/16

    328

    fiere, en su mayor parte concentrado en los pocos aos de losprincipios de los ochenta, contrasta tambin con el tan cercano

    contacto que Todorov ha mantenido con los escritos de Bajtndurante cuatro dcadas, desde el redescubrimiento de Bajtn aprincipios de los sesenta y las subsecuentes publicaciones yrepublicaciones.1 Pero, ms significativamente, esto no reflejala importancia del pensamiento de Bajtn para nuestra com-prensin de Todorov por otra razn: voy a sealar que el cam-bio de Todorov del estructuralismo al postestructuralismopuede ser localizado justamente enMikhal Bakhtine: Le prin-cipe dialogique, y que este cambio gradual de la perspectivaes responsable de algunos problemas e inconsistencias del li-bro. Pero el punto focal de este artculo estar en el otro as-pecto del legado de Bajtn en Todorov. Primero observar ladefinicin bajtiniana de las ciencias humanas en oposicin a lasciencias naturales y la manera como Todorov la retoma y luegola modifica. Lo cual proveer un trasfondo necesario para anali-

    zar en Bajtn la articulacin de tres elementos del dialogismo: elyo, el otro y el tercero, y cmo ellos recorren los tres mximosconceptos que Todorov desarrolla en respuesta a su compromi-so con Bajtn: dialogismo, exotopa y heterologa. Voy a argu-mentar que estos tres conceptos influenciaron significativamen-te el desarrollo del pensamiento de Todorov en la vuelta de losochenta. Una atencin particular debe ser dedicada a la exoto-pa, al mostrar cmo, aunque la exotopa es la traduccin pro-

    puesta por Todorov por la vnenajodimost bajtiniana, el tercerode Bajtn se transforma y es asumido por este concepto, hacien-do de la exotopa una nocin distinta de la extraposicin (outsi-deness; vnenajodimost) del propio Bajtn. En breve, estos desa-rrollos bajtinianos en el pensamiento de Todorov deben seratribuidos a su impacto en la visin todoroviana del mundo se-gn el la expresa enLa conquista deAmrica y en nuestra lec-

    tura de esta obra.1 Entrevista con el autor, Pars, 14 de junio de 2002.

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    5/16

    329

    Los tres conceptos expresan en diferente grado las caracters-ticas fundamentales que oponen las ciencias humanas a las

    ciencias naturales. La separacin entre las ciencias humanas ylas naturales viene del neokantismo y, ms especficamente, delpensamiento de Wilhelm Dilthey (1833-1911). Bajtn y, a suvez, Todorov, retoman esta distincin y la hacen piedra angularde su propio pensamiento. As, Bajtn considera que el dialogis-mo es el mtodo de las ciencias humanas, mientras que el mo-nologismo es la caracterstica de las ciencias naturales; msadelante l reitera que la comprensin, que requiere de la in-

    teraccin de dos conciencias, se opone a la metodologa fonol-gica de las ciencias duras encarnadas en la explanacin, don-de el sujeto discute al objeto. El yo y el otro aparecen comocentrales en esta divisin, y ambos, Bajtn y Todorov, insistenfuertemente en la naturaleza intersubjetiva de las ciencias hu-manas. El sentido es creado en la interaccin de dos concien-cias, lo que explica el significado contextual, pero esto tambin

    abre el problema de la inconmesurabilidad del sentido. Cual-quier contexto nuevo llevar a la renovacin del sentido. Perotambin la introduccin de la segunda conciencia abre el actode la cognicin al infinito. Cmo expresa Bajtn esto?

    Escribe, con el estilo telegrfico de sus textos tardos:

    El problema de la segunda conciencia en las ciencias huma-nas. [] Carcter inagotable de la segunda conciencia, esto

    es, de la conciencia que comprende y contesta: en ella existeuna potencial infinitud de respuestas, lenguas, cdigos. Infini-tud contra infinitud (1982, 358).

    Esta nota contribuye un giro interesante a la cuestin. Enrealidad, no slo la segunda conciencia no es aprehensible ensu totalidad, sino tampoco la primera. Este hecho no muchasveces es destacado por Bajtn, al menos no despus de su tem-

    prano ensayo Autor y hroe en la actividad esttica. Pero la

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    6/16

    330

    presencia de la segunda conciencia tambin, por supuesto, esla piedra angular de su definicin de las ciencias humanas:

    agotar el sentido parece ser simplemente imposible.Es importante observar que en uno de sus textos tardos,The Moral History, Todorov minimiza esta oposicin y buscasimilaridades entre las dos aproximaciones. Aunque todavasostiene el punto de vista de que las ciencias humanas estnformadas por la humanidad compartida del sujeto y objeto dela investigacin, l ya no considera las ciencias naturales y lashumanas como algo muy drsticamente distinto, porque am-

    bas ponen por objetivo la bsqueda de la verdad y rechazan eldogmatismo. Tambin puntualiza que las ciencias duras re-quieren la consideracin de la dimensin moral y poltica enlas decisiones tomadas necesariamente por los hallazgos in-vestigativos. En cuanto a las ciencias humanas, Todorov insis-te en la importancia de mantener la distincin entre las cien-cias humanas y su relevancia moral y poltica. Someter la

    investigacin a los ideales morales o polticos puede poner enriesgo la validez de la investigacin, primero condicionandolos hallazgos, luego transformando las ciencias en una puratcnica de manipulacin (xix).

    EnMikhal Bakhtin:Le principe dialogique, Todorov dedi-ca el captulo 7 a la antropologa filosfica de Bajtn. Con-tiene ideas que, nos dice Todorov, l aprecia ms. Las definede la siguiente manera: estas ideas tienen que ver con la otre-

    dad (94). En la pgina siguiente, reelabora la concepcin ba-jtiniana delyo y el otro:

    Bajtn empieza por la cuestin ms simple: nosotros nuncanos vemos a nosotros mismos como un todo; el otro es nece-sario para lograr, aunque sea provisionalmente, la percepcindelyo, que el individuo puede alcanzar slo parcialmente conrespecto a s mismo. Las objeciones posibles se plantean en

    seguida: acaso en el espejo no se encuentra la visin comple-

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    7/16

    331

    ta del yo? O, en el caso de un pintor, en un autorretrato? Enlos dos casos, la respuesta es: no (95).

    Los dos ejemplos son extrados de un texto que Bajtn es-cribi a mediados de los aos veinte: Autor y hroe en la ac-tividad esttica, en el cual l propone un hbrido entre la con-cepcin neokantiana y fenomenolgica de la subjetividad, laconciencia y la esttica. Hay que sealar que los trminos au-tor y hroe tienen un matiz fuertemente metafrico y remi-ten ampliamente al sujeto y objeto y a su interrelacin en

    el arte pero tambin en la constitucin de la autoconciencia.Bajtn empieza trazando la principal diferencia entre vida yarte, o sea, la zavershennost (en ingls, consumatedness), laconclusividad, o la capacidad de percibir al otro (el hroe)como un todo en arte, en oposicin al carcter abierto, incon-cluso del otro en la vida. Bajtn escribe:

    En la vida real no nos interesa la totalidad de la persona sinoactos aislados suyos, que de una u otra manera nos importanen la vida y en los cuales de una u otra manera estamos inte-resados. Como veremos ms adelante, uno mismo es la perso-na menos indicada para percibir en s mismo la totalidad indi-vidual (13).

    No es el caso de una obra de arte, donde el autor reacciona alhroe como a un todo. En realidad Bajtn considera que lo quedefine el acto como esttico es precisamente el hecho de que no-sotros reaccionamos a la totalidad del hroe en cuanto ser hu-mano (13). La relacin entre el autor y el hroe, el acto es-ttico es, por definicin, asimtrica. Esto entra en un agudocontraste con lo que nosotros podemos ser por nosotros mis-mos, como tales: yo tengo un exceso de la visin o un exce-dente de la visin sobre el otro y, de una manera semejante, l

    o ella disfrutan de lo mismo sobre mi persona:

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    8/16

    332

    Cuando observo a un hombre ntegro, que se encuentra afueray frente a mi persona, nuestros horizontes concretos y real-

    mente vividos no coinciden. Es que en cada momento dado,por ms cerca que se ubique frente a m el otro, que es con-templado por m, siempre voy a ver y a saber algo que l, des-de su lugar frente a m, no puede ver: las partes de su cuerpoinaccesibles a su propia mirada (cabeza, cara y su expresin,el mundo tras sus espaldas, toda una serie de objetos y rela-ciones que me son accesibles a m e inaccesibles a l). Cuan-do nos estamos mirando, dos mundos diferentes se reflejan ennuestras pupilas. Para reducir al mnimo esta diferencia de ho-rizontes, se puede adoptar una postura ms adecuada, peropara eliminar la diferencia es necesario que los dos se fundanen uno, que se vuelvan una misma persona (28).

    En otras palabras, mientras ambos sujetos mantienen sus po-siciones, habr una discrepancia entre sus visiones del mundo,pero no se trata de un hecho que Bajtn deplore. Por el contra-rio, a partir de las perspectivas irreconciliables, se da la realiza-cin de la propia humanidad de uno en cuanto es percibida porel otro y la posibilidad de la creacin y consumacin artstica.

    En los aos treinta Bajtn revisa radicalmente su cosmovi-sin filosfica incorporando la concepcin neohegeliana deldesarrollo histrico de la cultura. La transicin no es comenta-da por Bajtn pero es evidente en una serie de ensayos gene-ralmente designados como ensayos sobre la novela y compila-

    dos a principios de los ochenta bajo el ttulo The DialogicImagination2 (Brandist, 105-132). Aunque en esta fase l escon mucho el historiador de la cultura que aprehende la cultu-ra mediante la literatura y el lenguaje, desarrolla una teora deldiscurso basada en la intersubjetividad percibida como proce-so dinmico: el dialogismo.

    2 En espaol le corresponde el libro Teora y esttica de la novela, Taurus,1989. [N. de la T.]

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    9/16

    333

    Al fin de su carrera, desde principios de los sesenta hasta sumuerte en 1975, Bajtn escribe notas e ideas en forma telegr-

    fica en toda una serie de libretas de apuntes que fueron dividi-das y compiladas como ensayos, ms tarde traducidos al in-gls y publicados en el volumen intitulado Speech Genres andOther Late Essays.3 En estos textos expone la idea del terce-ro o supradestinatario. Lo interesante de esta nocin con-siste en que es inyectada al pensamiento de Todorov y juegaun papel muy significativo, como parece, en particular en suexamen de la comprensin pero, es interesante, no se atreve

    a pronunciar su nombre. Realmente, parece estar subordinado auna nocin diferente que tambin encontramos en Bajtn y a lacual Todorov le da una prominencia especial: la exotopa, out-sideness.4 Aunque el concepto de tercero es tambin implcitoen una menor medida en las nociones de dialogismo y hetero-loga,5 la discusin va a referirse aqu a la exotopa. En la des-cripcin que hace Todorov de las cuatro fases de la compren-

    sin, hay un leve cambio de lo que para Bajtn es extraposicin(outsideness), que fue esencialmente una herramienta metodo-lgica, a la cual ahora se la hace parte de exotopa, o la capa-cidad de ponerse fuera de la posicin hermenutica de unomismo con el fin de aprehender el problema desde un puntode vista distanciado. Para recordarlo, la primera fase consisteen la asimilacin del otro al yo; la segunda fase contempla elmovimiento opuesto, con el recorte del yo para el beneficio

    del otro, mientras que la tercera fase resulta en la renovacin dela identidad de uno despus de haber logrado el conocimientodel relativismo cultural, del prejuicio de sus propias categoras,etc., es decir, lo que Todorov designa como exotopa:

    3 Estos ensayos aparecen en espaol en el volumen Esttica de la creacinverbal, 1982. [N. de la T.]

    4 En la versin espaola, extraposicin [N. de la T.]

    5 Pluralidad discursiva y heteroglosia, en las versiones espaolas. [N. dela T.]

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    10/16

    334

    Durante la cuarta fase de la cognicin, yo abandono a mmismo otra vez, pero de una manera totalmente diferente. Ya

    no deseo, ni soy capaz, de identificarme con el otro; no obs-tante, tampoco puedo identificarme conmigo mismo. El pro-ceso puede ser descrito en los siguientes trminos: el conoci-miento de otros depende de mi propia identidad. Pero esteconocimiento del otro a su vez determina mi conocimiento dem mismo. Desde que el conocimiento de uno mismo transfor-ma la identidad de este yo, el proceso completo empieza otravez: el nuevo conocimiento del otro, el nuevo conocimientode s mismo, y as hasta el infinito. Pero es esta infinitud in-descriptible? Incluso si el movimiento nunca llega a su fin,tiene una direccin especial, lleva hacia un ideal []. Al in-teractuar con el otro, mis categoras llegaron a transformarsede tal manera que hablan por nosotros dos y por quno? por las terceras partes tambin. La universalidad, que yocrea perdida, se redescubre por doquier: no en el objeto, peros en el proyecto (1995, 15).

    Este movimiento hacia la infinitud lleva cierta semejanza conlo que Bajtn describe como el tercero o el supradestinatario:

    El autor del enunciado, con una mayor o menor concientiza-cin presupone la existencia de un supradestinatario (terce-ro), cuya comprensin recproca, absolutamente justa, seplantea o en una lejana metafsica, o en un tiempo histricoremoto (el destinatario de escapatoria) (1982, 305).

    Ms que ser un verdadero participante en cualquier situa-cin comunicativa, el tercero, o el supradestinatario, es unainstancia trascendental, un ideal en la formulacin de Todo-rov, que garantiza la posibilidad de la comunicacin y de lamutua comprensin, al impedir que el dialogismo se deslicesubrepticiamente hacia el relativismo. Por eso, si la extrapo-sicin [outsideness] en Bajtn fue una mera posibilidad dedistanciarse de su propia posicin, en Todorov la exotopa

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    11/16

    335

    se convierte en un estado ms definido, una especie de cono-cimiento acerca de la especificidad cultural de sus propias cir-

    cunstancias, que conduce no slo a la percepcin de su propiaparcialidad cultural sino que abre una va para superar estoatenindose a la universalidad.

    Pero, la exotopa de Todorov ser capaz de hacer algo quela extraposicin de Bajtn no puede? Si el tercero parece estarimplcito en varios conceptos, o puede convertirse en parte devarios conceptos en Todorov, parecera fuera de discusin quela tipologa que hace Todorov del otro, tal como aparece en

    La conquista de Amrica, concibe la otredad y la intersubjeti-vidad de un modo mucho ms concreto que Bajtn. Todorovdistingue tres dimensiones como determinantes en nuestra re-lacin con los otros: una dimensin epistemolgica (o el co-nocimiento del otro), una dimensin tica, axiolgica en lostrminos de Todorov (normalmente expresada en trminos deigualdad, superioridad o inferioridad) y lo que el llama una di-

    mensin praxeolgica, que concierne a la proximidad o la dis-tancia entre el yo y el otro, la coincidencia o no coincidenciade sus visiones del mundo (1984b, 185). Estas tres dimensio-nes ni son mutuamente exclusivas ni necesariamente copre-sentes. Pueden ser combinadas de diferente manera en cir-cunstancias diferentes, lo cual presta a sus esquemas unaflexibilidad para apreciar las relaciones intersubjetivas con elfin de no simplificar demasiado las complejidades de los suce-

    sos y situaciones particulares.Lo que de diferente manera falta, o ms bien una de las co-

    sas que faltan en la lucha de los sistemas semiticos que escentral enLa conquista de Amrica en la interpretacin de To-dorov, es precisamente el tercero, o la exotopa, o la concien-cia del grado de relativismo cultural, que no debe ser equipa-rada al relativismo epistemolgico o radical. De acuerdo con

    la hiptesis de Todorov, cada parte prefiere un polo diferentede la comunicacin: los nativos se comunicaban con el mun-

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    12/16

    336

    do, mientras los conquistadores se distinguen en la comunica-cin intersubjetiva, en particular en todas las posibilidades

    que sta ofrece para la manipulacin o el engao. Las dos cul-turas tienen las concepciones del lenguaje, de la interaccin yla organizacin social y del tiempo muy diferentes, y se en-contraban en las fases muy diferentes de la evolucin tecnol-gica. Lo que explica las consecuencias desastrosas de estacontienda de las civilizaciones, al menos en trminos semiti-cos, es precisamente la imposibilidad de cualquiera de las par-tes de ponerse fuera de sus respectivas posiciones y verdade-

    ramente respetar la otra. Pero la responsabilidad tica yace deplano dentro del campo de los conquistadores: Todorov se pre-ocupa por enfatizarlo, aunque una parte es la que lleva la cargade esta falla, que resulta en el genocidio ms grande de la his-toria, la victoria es dulce y amarga para decir lo menos. Dehecho, la prdida justamente no puede ser slo en trminosticos sino tambin en trminos comunicativos: la comunica-

    cin con el mundo es reprimida en la modernidad y toda unadimensin de la vida est ausente; en otras palabras, la habili-dad de vivir en armona con su propio entorno (1984b, 251).

    Para resumir, Bajtn parece haber proporcionado el marcoo, al menos, el apoyo para las propias reflexiones de Todorovacerca de la centralidad del otro. Todorov desarrolla la inter-subjetividad en una herramienta analtica que lo capacita paraaprehender eventos tan diversos como la conquista de Amri-

    ca o la vida moral en los campos de concentracin. Pero exis-ten ah unas limitaciones, me gustara argir, que Todorov, lomismo que Bajtn, no logra superar. Bajtn, para empezar, nodesarrolla una teora del sujeto plenamente desplegada y no esclaro, por ejemplo, cmo la constitucin del yo socialmentedeterminada tiene como resultado la produccin de los indivi-duos diferenciados. O cmo el yo puede percibir su propia hu-

    manidad slo sobre la base de la humanidad del otro sin unaprevia sensacin de s mismo. En Todorov, de una manera si-

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    13/16

    337

    milar, es difcil hacer una transicin entre la multiplicidad delas identidades y el yo construido con una identidad multifa-

    ctica. Ms de cerca l se aproxima a la elaboracin de unateora del sujeto en Life in Common, donde l sita la emer-gencia del yo en interaccin con el otro en el origen biogrficodel hombre y la mujer. Pero hay ah un contexto cultural msamplio, en el que los factores externos ms extensos, porejemplo los econmicos, se dejan de lado.

    Otra dificultad en el pensamiento de Todorov consiste en lamultiplicidad de los otros implicado en la categora abarca-

    dora de la otredad que Todorov elabora. Es posible colocar alotro intrnseco, la circunlocucin que designa el yo en loque es inaprensible y contradictorio incluso para una percep-cin consciente, realmente en un mismo nivel que el otroexterno? Y en el caso del otro externo, ser el trmino otrosuficiente para designar a la vez al otro en una misma cultura(sean mujeres si reconocemos que la cultura est dominada

    por los varones, o alguna minora perteneciente al trasfondotnico, la religin, la orientacin sexual, etc.), y el otro de ladiferente cultura, con la cual no podemos compartir el mismolenguaje, prcticas simblicas y la visin del mundo de unaforma mucho ms radical? Probablemente no. Pero, al mismotiempo, podemos ver el caso de una asimilacin de todosestos otros: la humanidad es una, a pesar de y gracias a todasu diversidad, y si ponemos todos estos variopintos otros bajo

    un mismo trmino protector destaca el hecho de que el yo esslo uno, solitario, pero que se encuentra entre una multiplici-dad, la infinidad de otros que son indispensables para su pro-pia concepcin y con quien el yo se encuentra en una interrela-cin. Ms an, el yo no es unitario sino que est hecho de unamultiplicidad de identidades que estn determinadas por la va-riedad de la vida social y cultural, cuya configuracin evolu-

    ciona permanentemente.

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    14/16

    338

    Quisiera agradecer a Inger Engvist y a todos los participantesde la conferencia sobre Todorov llevada a cabo en la Universi-

    dad de Lund, del 23 al 25 de septiembre de 2004, por las esti-mulantes discusiones, y a Craig Brandist por su crtica cons-tructiva y por sus sugerencias.

    Traduccin de Tatiana Bubnova

    Bibliografa citada

    BAKHTIN, Mikhail, The Dialogic Imagination, ed. Michael Holquist,trans. Caryl Emerson y Michael Holquist. Austin, University ofTexas Press, 1981.

    BAJTN, Mijal, Esttica de la creacin verbal, Mxico, Siglo XXI,1982.

    , Teora y esttica de la novela, Madrid, Taurus, 1989.BRANDIST, Craig, The Bakhtin Circle: Philosophy, Culture, and Po-

    litics, London and Sterling, Pluto Press, 2002.ERDINAST-VULCAN, Daphna, ,Things Pregnant with Words: What

    Todorov Learned from Bakhtin, Tzvetan Todorov 2004: An In-ternational Conference, Bakhtin Centre, University of Sheffield,24-27 June 2004.

    TODOROV, Tzvetan, Mikhail Bakhtin: The Dialogical Principle,

    trans. Wlad Godzich, en Theory and History of Literature, eds.Wlad Godzich and Jochen Schulte-Sasse, vol. 13, Minneapolisand London, University of Minnesota Press, 1984a.

    , The Conquest of America. The Question of the Other, trans. Ri-chard Howard, New York, Mayer and Row, 1984b.

    , Human and Interhuman: Mikhail Bakhtin, en Literature and Its Theorists: A Personal View of Twentieth-Century Criticism,trad. Catherine Porter, Ithaca, New York, Cornell University

    Press, 1987, pp. 70-88.

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    15/16

    339

    TODOROV, Tzvetan, A Dialogic Criticism?, en Literatura and ItsTheorists, pp. 155-168.

    , The Moral of History, trans. Alyson Waters, Minneapolis andLondon, University of Minnesota Press, 1995.ZBINDEN, Karine, Socialising with Bakhtin: Todorovs Heterology

    and the History of Ideas,Bakhtin & His Intellectual Ambience, ed.Boguslaw Zylko, Gdansk, Wydawnictwo Uniwersytetu Gdans-kiego, 2002, pp. 161-170.

  • 8/3/2019 El Yo, El Otro y El Tercero

    16/16

    340