Elle Armando - El Kata de La Voluntad

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El Kata de la VoluntadEstrategias para adquirir una fuerza devoluntad de acero Armando Elle IntroduccinDentro de las artes marciales, el kata se refere a una serie de movimientospre-ordenados y codifcados que representan tcnicas de combate. El estudiante deartes marciales los repite cientos de veces para convertirlos en algo automtico yser capaz de aplicar las diversas tcnicas en una manera instintiva. Puedeejecutarse contra un oponente imaginario o contra uno de verdad, y en este caso sellaman Kata Bunkai.En la pelcula Karate Kid se nos da una representacin pintoresca del Katatal vez poco real, pero extremamente efcaz desde un punto de vista conceptual.Cualquier personaque haya visto la pelcula seguramente aun recuerda qusucede: el maestro Miyagi hace pasar el da a Daniel encerando y puliendo autos.Al fnal del da, Daniel no slo esta cansado, est muy decepcionado. l no haaprendido nada de karate, y el maestro Miyagi lo hizo trabajar gratis. Pero cuandoel maestro pretende atacarlo, Daniel es capaz de protegerse de los golpes aplicandoautomticamente los movimientos que harepetido hasta el cansancio durante elda. Me encanta esta pelcula, y no hablo de ella solo porque fue un mito durantemi juventud, sino porque transmite una idea.Al inicio del estudio de un Kata, el profesor realiza los movimientos enfrente de los estudiantes, mientras lo estn mirando. A continuacin, explica yensea los movimientos que componen el Kata uno tras otro, hasta que losalumnos tienen la plena comprensin y son capaces de hacerlo por s mismos. Por esta razn, este libro comienza desde el fnal. Esto es lo que veremos juntos en este libro. Esto es el Kata de la Voluntad:- Refexiona sobre cmo y por qu haces lo que haces.- Ten en cuenta tus acciones como consecuencia de dos motivos: los instintosy la inteligencia / voluntad - Aprende a conocer tus instintos, con sus ventajas y sus desventajas. - Disfruta de la motivacin cuando llega, pero no te confes demasiado. - Reconoce las presiones que te rodean: aprenders a defenderte. - Reconoce el cambio como lo que es: un proceso y no un evento. - Ten en cuenta la fuerza de voluntad como lo que es: un instinto tico quecaracteriza al hombre, y como resultado de la inteligencia.- Usa la voluntad de acuerdo con la Regla nmero 1: No levantar demasiadopeso en una sola vez. - Usar la voluntad de acuerdo con la Regla nmero 2: No levantesdemasiados pesos al mismo tiempo. - Date objetivos intermedios, mdelos y celebra cada vez que logras uno.- Haz pequeos actos de voluntad en tus hbitos diarios.- Crea y fortalece tus hbitos utilizando siempre la trada estmulo - accin recompensa. - Repite desde el inicio.Buena lectura!Cap 1 Una noche en Mxico. Mxico, 24 agosto, 3 de la maana. Me cas hace apenas unas horas y acabo de subir con mi esposa a nuestrahabitacin en la planta superior de un edifcio colonial donde celebramos la boda.Es una noche clida, y mientras ella se cambia, yo voy a la terraza a fumar.Me siento feliz.de ella, del da que hemos vivido, de todos los amigos quevinieron a la festa desde Italia, del rumbo que esta tomando mi vida. Pero tambinsiento una extraa inquietud y un gran cansancio.Han sido meses agotadores y estresantes.La organizacin del matrimonio, mis continuos viajes, las cenas fuera decasa, los 30 cigarros al da, fnalmente me han agotado. Me veo refejado en laventana con la luz de la luna, y veo a un hombre de aspecto cansado de 37 aos,ojeras profundas y al menos 5 kilos de ms.Tal vez me siento repentinamente mayor porque me cas? Pero no deberaser as. Mi esposa es joven y hermosa, estamos felices y lleno de proyectos.De hecho, hace meses que quiero cambiar algunas cosas en mi vida: quierohacer ejercicio, dejar de fumar, escribir un libro, y desarrollar nuevas ideas detrabajo en las que pienso desde hace tiempo. Un programa ambicioso, que acariciode vez en cuando desde hace aos; y que por muchas razones no he podido lograr,de hecho, creo que ni siquiera he empezado. Pero el hecho de contraer matrimonio,con el gran cambio que trae consigo, me hizo creer en los ltimos meses que estavez sera diferente.Y mientras refexiono, entiendo de dnde viene la inquietud. Me doy cuentaque nada es diferente. Durante los meses anteriores a la boda, como siempre, no heescrito una lnea del libro, no he hecho ejercicio, no he dejado de fumar, ni hecambiado las cosas en el trabajo que quera.All en el balcn, mientras fumo y veo mi refejo en la ventana, tambin veola distancia que existe entre la persona que soy y aquella que quiero ser, y pareceuna distancia enorme e imposible de recorrer.Y en lo profundo, como una condena, creo saber que ser as por siempre. Apesar de mi deseo de cambiar, s que siempre he sido demasiado dbil para llegaral fnal de tantos propsitos que he tenido en mi vida. Soy un hombre que tiene unsecreto que lo avergenza, y frente al cual no encuentra una solucin: el secreto esque a pesar de mi capacidad y un "xito" aparente, soy un hombre dbil, un hombreque no tiene lasufciente fuerza de voluntad para lograr sus deseos.Pero de repente, veo a alguien caminando en el jardn. Lo reconozco deinmediato, es el padre de mi esposa. Quise a mi suegro desde el primer momento, cuando lo conoc hace cuatroaos. Es un buen hombre, curioso, activsimo a pesar de sus casi 74 aos de edad.Exterior e interiormente es un verdadero mexicano, orgulloso de su familia y de sucabello negro que meticulosamente peina hacia atrs todas las maanas.Antes de la presentacin formal con la familia, mi esposa me habaanticipado que su padre tena algunas peculiaridades, y me he divertido duranteestos aos descubriendo una tras otra.Entre ellas, la que encuentro ms divertida es su paseo nocturno. Todas lasnoches, despus de la cena y antes de ir a dormir, camina dentro de su casa sus4,000 pasos. Desde el lado izquierdo de la cocina, se acerca a la puerta del pasillo, va al extremo derecho de la sala, se da la vuelta y regresa hacia a la cocina paracomenzar de nuevo. Esto se repite hasta que ha contado 4.000 pasos. Y es muyriguroso en este aspecto: los pasos deben ser 4,000, no 3,999 o 4,001; de hecho, nodebemos molestarlo mientras camina o pierde la cuenta.Lo sorprendente es que he pasado con l Navidad, Ao Nuevo y festasfamiliares con 40 invitados. Sin embargo, no hay nada que lo detenga: al terminarde comer platica un poco y despus pide permiso y comienza a caminar 4,000pasos. Sus familiares ya no le hacen caso, y es normal que continen a hablar obailar mientras mi suegro se mueve hacia atrs y delante frente a ellos.Por supuesto, cuando por alguna razn no est en su casa, de algunamanera se las arregla, va y viene donde se encuentre: durante su visita a Italia hizosus 4,000 pasos en Plaza delle Erbe en Verona; frente a la Cmara de Diputados enRoma (y cranme que la polica lo miraba en una manera muy extraa), bajo losgrandes arcos de las calles de Turn ...Esto lo haca todas las noches durante su viaje, despus de cada cena. As que cuando lo vi esa noche a las 3 de la maana paseando por el jardndel hotel, con las manos entrelazadas detrs de la espalda y moviendo sus labiosimperceptiblemente, no tena ninguna duda de lo que mi suegro estaba haciendo,contaba los 4,000 pasos. Haba sido el da de la boda de su hija y despus de almenos 15 horas de festa, de haber bailado, bebido y cantado durante todo el da,mi suegro sali a caminar. Y mientras lo observaba, por primera vez en lugar de hacerme sonrersimplemente sent que lo envidiaba. Cada vez que haba decidido hacer ejercicio,dejar de fumar o ponerme a dieta, nunca fui capaz de continuar por ms de un parde semanas. Siemprehaba encontrado razones para romper mis propsitos: unacena de cumpleaos, un da agotador en el trabajo, un momento de tristeza o deaburrimiento.Siempre haba encontrado una excusa para romper mis propsitos y para mantenertodos mis malos hbitos.Mientras l caminaba 4,000 pasos cada noche desde hace casi 40 aos, sinque nada pudiera distraerlo de su propsito. Y esta fuerza de voluntad parecaacompaarlo no slo en sus paseos nocturnos, sino en todos los aspectos de suvida. Tena que existir algn secreto .... En ese momento mi esposa sali al balcn y me tom de la mano. Al voltear,la atraje hacia m y la bes. Y mientras la besaba llevndola hacia la habitacin,sent que haba encontrado el destello de una idea, una idea an incompleta, perotan cercana que sent que poda tocarla con las manos. ...Esa noche en Mxico, al ver la extraordinaria fuerza de voluntad de misuegro, decid que iba a enfrentar la falta de voluntad por lo que realmente es: unaenfermedad. Y es una enfermedad grave, ya que determina una serie de efectosmuy negativos en nuestra vida, tanto desde el punto de vista fsico como desde unpunto de vista psicolgico. De hecho, mientras que una fuerte voluntad puede permitirnos alcanzar casicualquier meta, una dbil es como una carga en nuestras vidas que nos conviertecada vez en personas ms obesas, menos ricas, ms enfermas, menos activas,menos felices. Y sobre todo, menos orgullosas de nosotros mismos.Una voluntad dbil es una enfermedad que nos hace obtener siempre MENOS de lascosas que queremos, y siempre MS de las cosas que no queremos. Por lo cual, No es una de las peores enfermedades que podemos tener?Siendo mdico, me aproximo a los problemas desde un punto de vistacientfco pero tambin pragmtico. Defnitivamente me interesa ms que elrazonamiento por s mismo, analizar los problemas y buscar las causas de losfenmenos con el objetivo de encontrar una solucin y una cura. As, durante los meses sucesivos a mi regreso de Mxico, consult libros yartculos cientfcos (y hay muchos!), Entrevist gente, observ el comportamientode losfenmenos sociales, hice pequeos experimentos con los dems y conmigomismo, todo con el objetivo de comprender los mecanismos de la voluntad y deencontrar "la cura" para mi debilidad. Y he descubierto muchsimas cosas.Algunas tan intuitivas que me sorprenden por no haberlas pensado antes;otras en cambio son ms sutiles o estn ocultas, tanto que me hacen pensar quetodava hay mucho por entender sobre los mecanismos que rigen nuestrasdecisiones.He resumido los resultados de mi investigacin en este libro que estaorganizado como un camino en el cual no debes omitir ningn paso (aqu esta unprimer pequeo esfuerzo de voluntad!): Cada captulo requiere ser ledo,entendido y internalizado.Exactamente igual que los movimientos en un arte marcial.Este libro funciona; funcion para m y para muchos otros. Y espero quefuncione tambin para ti. Cap 2 El modelo del comportamiento humano. Primero que nada, quiero tratar de defnir y enmarcar el modelo decomportamiento humano, del cual la voluntad es slo una manifestacin, y aspoder responder a algunas preguntas fundamentales: Cmo y por qu hacemos lo que hacemos? Cmo es que muchas veces no hacemos lo que decimos que queremos hacer? Qu signifca querer algo?Dado que esto no es un tratado de psicologa o de etologa humana, resumsiglos de investigacin cientfca de fsiologa y psicologa, con sus infnitastonalidades en un patrn que es tan simple como es posible, y que da una buenaidea de cmo funcionamos. El hombre interacta con el medio ambiente de una manera que es simple ycomplicado al mismo tiempo.Simple porque el modelo es en general siempre ms o menos el mismo: unoo ms estmulos son registrados a travs de nuestros rganos de los sentidos;nuestro sistema nervioso analiza e integra estos estmulos; de esta integracin yanlisis segenera una respuesta en forma de pensamiento, emocin o accin (o noaccin).Complicado porque esta pequea cadena de acontecimientos puede conteneruna serie de estmulos, integraciones y respuestas que es inmensa en trminoscualitativos, y extremamente variable en funcin del tiempo en el que se expresan.Te dar un ejemplo. Cuando tocas una superfcie caliente, la reaccin en cadena es realmentemuy simple: los receptores en las yemas de los dedos registran un estmulo nocivo(exceso de calor); un circuito elctrico transmite este estmulo a un grupo deneuronas localizadas en la columna vertebral; estas neuronas estimulan losmsculos del brazo y de la mano, que reaccionan retirando el dedo de la superfciecaliente. Es una reaccin simple, predecible, sin ambigedades, y comn a todosaquellos que tienen un sistema nervioso perifrico intacto.Todo se produce en mucho menos de un segundo. De hecho, cuando digo "simple" no estoy hablando desde el punto de vistabiolgico: ya que estos refejos innatos presuponen una complejidad que esresultado de millones de aos de evolucin. Quiero decir simple desde el punto devista "conceptual".Veamos ahora otro ejemplo: un nio de 6 aos de edad recibe una bofetada.Tambin en este caso habr un refejo fsico de alejarse debido al dolor, que estintegrado a nivel de las neuronas de la columna vertebral. Pero ocurren tambinmuchas otras cosas. En algunos centros neuronales situados en niveles altos, elnio sentir tal vez ira, miedo, vergenza o culpa. En otros centros an superiores,el cerebro compara esta experiencia negativa con otras anteriores para encontrarsemejanzas y diferencias. En otros centros an, estar analizando la situacin paraexplicarla desde el plano cognitivo y establecer estrategias de reaccin. Y todo estetrabajo no se acabar probablemente en el momento de la bofetada, durar en eltiempo dependiendo de las caractersticas ambientales y de cada individuo; dandolugar a "respuestas" complejas y poco predecibles.Esta compleja relacin de respuestas al ambiente externo depende de laestructura de nuestro sistema nervioso, y refeja una jerarqua de interaccin quepodemos dividir esquemticamente en tres niveles:Un nivel bsico, el de los refejos. Un nivel intermedio, al cual pertenecen los instintos, impulsos y hbitos (porrazones prcticas, los mantenemos juntos, aunque si no son exactamente la mismacosa)Un nivel superior, que es el de la inteligencia y voluntad. Es en este nivelsuperior que se encuentra la fuerza de voluntad.Mientras que los dos primeros niveles estn presentes en todos los seresvivos, el tercero es caracterstico solo de la especie humana. Cada uno de estos niveles es ms complejo que el anterior, y no es casualque se hayadesarrollado ms tarde durante la evolucin. Nota que en estedesarrollo, cada nivel no ha eliminado o sustituido al anterior, se ha posicionadosobre l. Esto ha creado una situacin en la que cada nivel incorpora al anterior,pero al mismo tiempo est condicionado; y de hecho tambin anatmicamentecada nivel no est controlado por estructuras cerebrales separadas eindependientes, sino a partir de unidades conectadas entre ellas, y entre las cualesexiste un intercambio continuo e intenso de informacin en ambas direcciones.Para entendernos mejor, pensemos por ejemplo en el instinto deconservacin: nos lleva a evitar peligros, es innata, y de hecho ya existe en niosmuy pequeos. Pero lo que el nio no es capaz de identifcar es "qu cosa"constituye un peligro. Para ello, su instinto de conservacinse puede alimentardesde la parte inferior, por ejemplo del refejo de dolor cuando toca el fuego; perotambin desde arriba, es decir de las estructuras cognitivas que analizan ydescodifcan las rdenes y prohibiciones de los padres. En esta simple estructura ya se puede reconocer la conexin entre los nivelesde interaccin con el medio ambiente y el mecanismo de cmo se condicionanentre s.Ahora, no quiero absolutamente disminuir la importancia de los refejos y elpapel que han jugado dentro de la evolucin, y que an ahora mantiene en elmodelo de interaccin humana con el medio ambiente. Sin embargo, como sereshumanos que toman decisiones todos los das, estamos infuenciadosprincipalmente por los otros dos niveles: el de los instintos/impulso/hbitos, y elde la inteligencia/voluntad.Entender la diferencia entre los dos signifca sobretodo explicar lo quequeremos decir cuando expresamos frase como "Yo quiero", "yo deseo", "megustara". Detrs de estas expresiones, que utilizamos indistintamente para expresaruna preferencia, se esconden dos signifcados profundamente distintos entre s. Para explicarte lo que quiero decir, es conveniente hacer un salto de regresoa la Ciudad de Mxico, y juntos hacer un pequeo experimento.Cap 3 Quiero, Deseo, Me gustaraEn Mxico y en algunos pases de Amrica del Sur existe una tradicin paraatraer la buena suerte en Ao Nuevo: la noche del 31 de diciembre cada personaescribe 12 deseos en un pedazo de papel. Y cuando suenan las doce campanadas a medianoche, se comen 12 uvas para que sus deseos se hagan realidad en losprximos 12 meses.Este ao, como en los anteriores, pas la noche del 31 de diciembre enMxico, con quien yo llamo "mi familia mexicana." Anunci que iba a hacer unexperimento, y como soy mdico no se impresionaron tanto. As que recog, con elpermiso de los autores, muchas de estas hojas, y le lo que queran para el AoNuevo. Algunos deseos eran muy concretos, entre ellos por ejemplo estaba elnacimiento de un hijo o la recuperacin de una enfermedad. Pero la mayora,alrededor del 90%, entraba ms o menos en una de las siguientes afrmaciones:Quiero dejar de fumar; quiero bajar de peso; quiero hacer ms ejercicio;quiero levantarme temprano cada maana; quiero estudiar ms; quiero leer ms;quiero pasar ms tiempo con mi esposa; quiero que mi matrimonio funcione;quiero bajar mi nivel de colesterol; quiero ahorrar; quiero llevar una vida ms sana.Te reconoces en cualquiera de estos deseos?Ped a esas mismas personas esa noche a las 3 de la maana que me dijeransin pensar tanto, en lo que queran en ese preciso momento. Prcticamente todaslas respuestas cayeron en uno de los siguientes 4 tipos: ir a dormir; fumar uncigarro; comer otro pedazo de pastel o en algunos casos tacos; y beber una cerveza. Supongo que te reconoces en estos deseos.Entonces, Qu queremos decir cuando decimos frases como "yo quiero","yo deseo", "me gustara"? De la misma manera en que existen dos estructuras cerebrales vinculadasentre s, hay dos tipos de voluntades unidas entre s: una que se podra llamar "acorto plazo" encargada de conseguir placer /objetos / sensaciones aqu y ahora,regida por instintos / impulsos / hbitos (quiero ir a dormir, quiero un cigarro); yel otro que podemos defnir "a largo plazo" que se encarga de lograr latransformacin ms o menos profunda y lograr objetivos personales mscomplejos, regida por la razn (Quiero dejar de fumar, quiero estudiar ms).Cuando decimos "quiero", entonces, puede ser cualquiera de las dosestructuras que habla, y ser el resultado de cualquiera de las dos voluntades queprevalece.El problema es que las dos voluntades, incluso si estn conectados y soninterdependientes, a menudo entran en conficto entre s.Lgicamente, puesto que la voluntad racional y a largo plazo pertenece a unnivel de desarrollo "superior", debera prevalecer fcilmente sobre la voluntadinstintiva. Sin embargo, de hecho, sucede casi siempre lo contrario.Por qu?Cap 4 Instintos e impulsos: nuestros seores y padrones.Los instintos y los impulsos son "movimientos" inconscientes e innatos queafectan el comportamiento humano."Innatos", porque son comportamientos seleccionados a travs de millonesde aos de evolucin que han benefciado a la especie humana, y por lo tanto sonparte de nuestra herencia gentica."Inconscientes" porque tienen un alto grado de automatismo, es decir, noson provocados por el yo racional.Ahora, est claro que son propio estas dos caractersticas a hacernos tanpoderosos: los tenemos en nuestro cdigo gentico y se activan automticamentecuando se enfrentan a ciertos estmulos.A diferencia de los refejos, en los cuales la activacin no puede serbloqueada en ninguna forma, los instintos pueden ser bloqueados, modulados,modifcados y gobernados por la voluntad racional.Pero si la evolucin ha seleccionado ciertos comportamientos tan benfcos,por qu deberamos tratar de inhibirlos o cambiarlos? No es una contradiccin?Si el instinto ha permitido que nuestra raza sobreviva a travs de millones de aos,no es ms inteligente seguirlo?Esto sera cierto si el instinto fuera el mecanismo de supervivencia msimportante que se ha seleccionado. Pero el hombre, slo por instinto, no habrasido capaz de sobrevivir; y as la evolucin ha seleccionado tambin la inteligenciay la voluntad en los humanos. Los Neandertales se extinguieron millones de aosatrs. Nosotros por el momento todava estamos aqu.Por lo tanto, los instintos e impulsos, aunque seguramente han sidoseleccionados debido a que nos dan una ventaja evolutiva, no siempre sonventajosos.Y de hecho, tienden a tendernos trampas.Cuando yo era nio y mi madre trataba de convencerme para que comieraverduras, pensaba lo injusto que era que el chocolate hiciera "mal" y las zanahorias"bien".Nunca te has preguntado por qu las cosas que nos gustan estn llenas decaloras y hacen mal? Podras pensar que es una coincidencia irnica. Pero no loes. Porqu un rbano tiene poco sabor, mientras que el tocino es tan bueno? Porqu nunca se te ha hecho agua la boca deseando una colifor? Cmo es quedespus de comer espinaca cruda no tienes la misma sensacin de satisfaccin quesientes despus de un trozo de chocolate con leche?La razn se encuentra justamente en los mecanismos de evolucin: hacemillones de aos, la comida era relativamente escasa y difcil de encontrar; secoma de vez en cuando; se careca de una proteccin efcaz contra el fro. Estaclaro que preferir alimentos muy calricos era un mecanismo evolutivo ventajoso,capaz de dar abundantes reservas de energa a quienes los consuman. Endefnitiva, la gente a la que le gustaban las verduras mora ms fcilmente. Laesperanza de vida, como consecuencia de las enfermedades y los desastresnaturales, era muy bajo; por lo que los efectos secundarios de grasas y azcares,como el colesterol alto o la diabetes defnitivamente no interesaban a la granmquina de la evolucin.Pero este mecanismo evolutivo, tan precioso y til hace millones de aos, enla civilizacin actual nos lleva a consecuencias desastrosas para la salud: obesidad,diabetes, enfermedades cardiovasculares.Afortunadamente, la evolucin NO ha seleccionado al instinto como elnico mecanismo de supervivencia. En realidad el hombre, a diferencia de otrosanimales, no puede sobrevivir solo con el instinto. De hecho como animalinstintivo, el hombre es tan inefcaz que la evolucin en algn momento comenz apreferir a los individuos con lbulos frontales ms desarrollados, es decir, con unamayor capacidad intelectual, el pulgar adicional rotado hacia adentro con el fn deconstruir herramientas, y con una tendencia a caminar erguido, con el fn de teneruna visin del medio ambiente desde una perspectiva diferente que sus primoschimpancs. La evolucin comenz entonces a seleccionar individuos inteligentes ydotados de la fuerza de voluntad necesaria para ejercer su inteligencia, inclusocuando se opona al instinto.Demos un salto en la prehistoria,e imagina dos grupos de hombresprimitivos, "X" y "Y", "X" se compone de individuos inteligentes sin instinto. Cadaaccin que realizan es el resultado de una decisin consciente de la voluntad y elintelecto, y por lo tanto cada estmulo debe ser analizado en un nivel superior conel fn de organizar una respuesta. "Y" en cambio, consiste en individuos impulsivos y sanguinarios,completamente dominados por el instinto.En un cierto punto, los dos grupos se encuentran con un tigre dientes desablemientras pasean serenos por la sabana.El grupo X tiene una vaga percepcin de peligro, basado en historias yexperiencias anteriores, y as comienza a preguntarse qu hacer: Tratar desocializar con el tigre? Empezar a correr? Quedarse quieto? Rodearlo? Lasopiniones diferen, y deciden refexionar mejor sobre el tema.Pero en el grupo Y sucede algo distinto: tienen miedo y su sistema lmbico(la sede cerebral de los instintos) enva automticamente una serie de mensajes alcuerpo; las pupilas se dilatan para dejar entrar ms luz e identifcar el peligrodentro del campo visual; la frecuencia cardiaca y la respiracin se aceleran, lo quepermite que el corazn bombee ms sangre perifrica y lleve oxgeno a losmsculos para darles la energa necesaria para atacar o huir; la mente racional seapaga por completo, y despus de una decisin de solo pocas dcimas de segundoentre el instinto de atacar y el de huir, el cobarde empieza a correr en la direccinopuesta a la del tigre, y los dems losiguen inmediatamente.Ahora, cul de los dos grupos tiene una mejor oportunidad desupervivencia? La respuesta obvia est en el secreto del gran poder que tiene el instinto, consus emociones y reacciones, an ahora contiene los patrones de comportamiento dela especie humana. El instinto es capaz de organizar rpidamente respuestas alentorno; respuestas que tienen una alta probabilidad de xito.Pero ahora, reconsideremos nuestros dos grupos de homnidos en unasituacin diferente. Esta vez estn en el bosque en busca de comida y tienen unhambre tremenda. En cierto momento, encuentran enormes rboles frutales; confrutosgrandes, coloridos y jugosos. El grupo Y no pierde tiempo y empieza acomer. El grupo X en cambio, est bastante desconcertado; no sera la primeravez que una tribu seenvenena por voracidad. As que los miembros del grupo Xdeciden recoger los frutos pero no comerlos hasta que estn seguros de queninguno del grupo Y se ha enfermado por comerlos. Para ello tendr queaguantar el hambre por un poco, as como idear un sistema para transportarlos ymantenerlos intactos hasta el momento en que los vayan a comer. Ellos usarn unacombinacin de fuerza de voluntad e inteligencia.En este caso, est claro que el grupo X tiene ms posibilidades de sobrevivir.La evolucin, dndose cuenta de que en el mundo no hay ningunaesperanza de supervivencia prolongada para cualquiera de los grupos X o Y,hizo una prueba con un XY homnido hbrido, en el que las dos facultades deinstinto e inteligencia buscanun equilibrio. Aquel hombre hbrido de pruebasomos nosotros.Y as, el hombre moderno est siempre oscilando entre el instinto y la razn:"Quiero un cigarro" y "Quiero dejar de fumar" "Quiero pasar el fn de semana acostado en el sof" y "Quiero correr 5kilmetros cada noche" "Quiero una triple porcin de tiramis" y "Quiero bajar de peso"Nuestra capacidad de ser feliz depende de cunto seamos capaces degestionar este equilibrio.En teora, deberamos hacerlo relativamente fcil. Pero una serie de razoneshan convertido esta decisin en algo cada vez ms difcil....Cap 5 - La trampa nmero 1: La prevalencia de los instintos. "N" es una hermosa mujer de 33 aos; alta, rubia, y muy en forma a pesar dedos embarazos. La entrevisto en la sala de su casa, un amplio apartamento situadoen una zona cntrica de Turn. Sentado en el sof frente a ella miro a mi alrededor yme doy cuenta de la enorme cantidad de adornos, tapetes y objetos que nosrodean.N me lleva entonces a ver a su closet, en el que se acumulan decenas deplayeras, pantalones, faldas y camisas; y al menos veinte pares de zapatos. Me doycuenta de que muchas de estas cosas estn aun cerradas y nunca se han utilizado.Esta es la razn por la que vine a entrevistar a N.N es una compradora compulsiva; algunas estadsticas dicen que hay porlo menos 500, 000 mujeres como ella en Italia. Las mujeres que comprancontinuamente artculos que ellas mismas consideran un gasto innecesario y engeneral ms all de su capacidad econmica.N me dice que a menudo siente una necesidad irresistible de salir y"comprar". Ella me dice que cuando ve un objeto en una vitrina, se encuentrapensando en cmo ese objeto puede hacer que su casa sea "ms cmoda" o msbonita. Cuando ve una bolsa, un vestido o zapatos, se imagina no slo utilizandoesas cosas, pero incluso las ocasiones en las que puede utilizarlos.En cierto momento me muestra un sombrero de piel de zorro, y me dice: "Ves esto? Cuando lo compr pens que sera perfecto para ir a esquiar eninvierno". Luego aadi con una amarga sonrisa. "Un pequeo detalle: yo ni siquiera s esquiar"Cuando entra en una tienda de ropa, N se siente, y cito sus palabras,"como una nia en una tienda de muecas." Hasta ahora, en defnitiva no hay nadamalo en ello. Pero por desgracia, el nmero de compras compulsivas crea una seriede problemas, que me comparte retorcindose las manos. Despus de comprar, se siente culpable y avergonzada.A menudo, incluso antes de llegar a casa se da cuenta de que su compra nosirve para nada, y que perdi dinero en manera innecesaria. En algn punto,comienza adiscutir con su marido, porque l esta preocupado por el crecientecosto de la casa. Y as, lleg a mentir acerca de cmo utiliza el dinero, lo que le hacausado ms sufrimiento y culpabilidad. N ha prometido cambiarse a s misma, pero a pesar de sentir que haceuna enorme cantidad de trabajo, no obtiene resultados.El hecho es, me dice: "que no tengo sufciente fuerza de voluntad."La compra compulsiva, aunque todava no est clasifcada ofcialmentecomo una enfermedad, es considerada como tal por muchos psiquiatras, y puedeser indicativo de otros trastornos de personalidad. Por esta razn, al fnal de laentrevista con N, le aconsej consultar a un especialista.Pero tambin hice otra cosa.Le ped que me mostrara sus tarjetas de crdito, y una vez que las tuve en lamano, le ped que tomara unas tijeras y las cortara. As que ella tom las tijeras ylo hizo! En un primer momento, era un poco titubeante, pero al fnal las cort en dosde manera segura, y supe por su expresin que se preguntaba cmo no habapensado en eso antes.Llam a N dos semanas despus de nuestra entrevista y le pregunt quhaba pasado en ese tiempo. Durante aos, N compraba por impulso, y la breveeuforia del momento era seguida siempre por el sufrimiento y el arrepentimiento.Despus de dos semanas sin tarjetas de crdito, N me dice que ha pasadoalgo muy diferente cuando sale a comprar, todava siente el impulso de comprar;pero como no hay ninguna tarjeta de crdito se ve obligada a comprar menos cosas.Esto le da a su vez en un poco de sufrimiento, pero en la noche al llegar a su casaesta feliz por el dinero que ahorr y el no tener que pelear con su marido.Entonces, cortar las tarjetas de crdito por s solo probablemente no essufciente para curar el problema de N, pero al menos por un rato ella se sentirms segura. Y nosotros hemos obtenido un poco de informacin interesante quediscutiremos en breve.N, como dije antes, no est sola. Hay millones de hombres y mujeres que,como ella, todos los das, ceden a sus impulsos y despus se sienten oprimidos porla vergenza y la culpa.De dnde vienen estos sentimientos?El hecho es que los instintos e impulsos han sido seleccionados por laevolucin s, pero la evolucin tambin ha seleccionado las herramientas paracontrolarlos y gestionarlos. Nuestro subconsciente lo sabe perfectamente, y cuandono somos capaces de seguir las decisiones que nuestra voluntad racional quiere,sentimos una sensacin de frustracin y fracaso.Cuando, a pesar de quererlo, no podemos bajar de peso, no podemos ahorrar,no podemos ser feles, se crea una pequea fractura psicolgica entre lo que somosy lo que queremos ser, y esto nos hace sufrir.Nuestro sufrimiento en ese momento no slo depende del objetivo nocumplido, sino tambin de la opinin negativa que nos formamos de nosotrosmismos por no ser capaces de llegar a l. Me explico mejor.Si a pesar de querer ahorrar dinero, gastamos $ 300 por un objeto que nonecesitamosy consideramos intil, tenemos dos daos: un dao menor a nuestracartera, es decir, $ 300. Despus de todo, no es una gran cifra y no va a cambiarnuestra vida. El mayor dao es hacia nuestra autoestima. Este segundo dao noshace entrar en un crculo vicioso en el que disminuir nuestra autoestima hace quenuestra capacidad de enfrentar una ocasin posterior sea ms dbil. Y a estepunto,los $ 300 que gastamos pueden convertirse en $3,000 o $30,000; o inclusoms si no nos podemos detener.Decid contarte sobre el caso de N, en el fondo igual a otros miles, porqueel mundo de las compras revela en manera macroscpica un hecho muyimportante: Todo est organizado alrededor de nosotros para hacernos consumir ms de lo quedeberamos y quisiramos. Y me bast cortar las tarjetas de crdito de N para probarlo.Este mecanismo extiende sus efectos indirectamente sobre nuestracapacidad de elegir racionalmente y mantener las decisiones tomadas; en resumen,nuestra sociedad funciona a favor del instinto y el impulso, desequilibrando laecuacin instinto/voluntad.Crees que poder comprar artculos directamente desde tu celular esrealmente una gran ventaja para ti?Este mecanismo de compra benefcia mucho ms a los que venden, ya que sebasa totalmente en impulsos, sin que entre la refexin.Ahora, no tengo nada en contra de las tarjetas de crdito o telfonosinteligentes. Pero te propongo un pequeo experimento: elige al azar 10 artculosdentro de tu closet. Pregntate cuntos de ellos NO compraras de nuevo, si antesde haberlo hecho hubieras tenido tiempo para pensarlo bien.Recuerda lo que pediste la ltima vez que fuiste al restaurante y pregntate,si pudieras volver atrs y pensar un poco no renunciaras por lo menos a unaporcin de lo que comiste?Independientemente del tipo de decisin que debas tomar, la interaccin yel equilibrio entre la voluntad a corto plazo y la voluntad a largo plazo(recuerdas? "Quiero un cigarrillo" y "Este ao quiero dejar de fumar!") se basa enltima instanciaen una sola capacidad: renunciar a la gratifcacin inmediata ymomentnea por un objetivo a largo plazo que retenemos racionalmente mejor ypor lo tanto ms gratifcante.Para un hombre con sobrepeso y no en forma, sera genial encontrarse seismeses despus delgado, saludable y siendo capaz de correr 10 kilmetros cadanoche. Perder 20 kg de ms y empezar a correr es un objetivo perfectamenteracional y absolutamente gratifcante.Pero para conseguirlo debe salir a correr y renunciar a la satisfaccin derelajarse en el sof despus de comer una hamburguesa.Para un gran fumador con bronquitis, sera increble encontrarse despus de6 meses sin el deseo de un cigarro y con 50% de probabilidades menos de morir decncer. Pero para ello debe dejar de encender un cigarro despus de otro,renunciando al efecto de que le resulta agradable.En los aos 60, en un kinder en California realizaron un experimento que hapasado a la historia dentro de las ciencias sociales.Seleccionaron a un grupo de nios de diferentes edades, los reunieron enuna habitacin, y pusieron frente a cada uno de ellos un malvavisco. Tengamos encuenta que el malvavisco es el dulce ms rico y suave que se ha producido poraos, y es un poco "el Santo Grial de todos los nios de Amrica.Se les dijo a los nios que cada uno de ellos poda comer el malvavisco enese momento, pero los que resistieran durante media hora tendran entoncesderecho a dos como premio. En su simplicidad, el experimento imitaba a la perfeccin los mecanismosque regulan los impulsos y voluntad racional: si el nio renunciaba a lagratifcacin instantnea,habra tenido una mayor (exactamente dos veces!) tansolo media hora ms tarde.Dejaron solos a los nios y los investigadores observaron sucomportamiento durante la siguiente media hora a travs de un cristal.Algunos nios, a pesar de la aparente irracionalidad de la decisin, nopudieron resistir y comieron el malvavisco antes de la media hora. Pero otrosnios, resistieron y tuvieron su recompensa.Durante el experimento, los investigadores observaron algunos hechos muyimportantes: En primer lugar, como es de esperar, los nios mayores tenanestadsticamente mayor capacidad que los ms pequeos para resistir a comer elmalvavisco. Esto confrm la hiptesis de que la fuerza de voluntad estestrechamente vinculada a las reas del cerebro asociadas con la racionalidad, laautoconciencia y la madurez del individuo.En segundo lugar, se observ que los que haban cedido al impulso decomer el malvavisco lo haba hecho casi de inmediato.Los que resistieron, inicialmente haban observado el malvavisco con graninsistencia, para llegar casi a perder el inters despus de unos minutos.Esto demostr que el impulso desarrolla su mximo potencial al inicio delcontacto con el objeto deseado, y que este poder se desvanece muy rpidamente.La consecuencia obvia de esta observacin es que a una tentacin o se cedede inmediato o es relativamente fcil de resistir.Entonces, existe un momentocrucial cuando aplicas la fuerza de voluntad, que es muy breve y donde lavoluntad debe estar al mximo, tras el cual el esfuerzo para resistir llega a serrelativamente bajo. (Nota: Estamos hablando aqu de una sola exposicin alestmulo y no la exposicin repetida. Es decir, por ejemplo, si tenemos media horapara comer un trozo de chocolate, y resistimos los primeros minutos, es fcil llegara la expiracin de la media hora. Esto no tiene nada que ver con lo que va asuceder, sin embargo, si al da siguiente nos muestran de nuevo el chocolate).Los nios que participaron en el experimento tuvieron despus unseguimiento hasta la adolescencia, comparando por grupos homogneos de edadalgunos parmetros como el ndice de masa corporal o el rendimiento escolar: enpromedio, los nios que fueron capaces de resistir a la pequea gratifcacininmediata con el fn de obtener una mayor, dieron un resultado mejor que los quehaban seguido el impulso.Esto demostraba que un mayor autocontrol y una mayor fuerza de voluntadse correlacionan con mejores resultados a largo plazo, al menos para losparmetros medidos por el experimento.Y demostraba que la fuerza de voluntad y el autocontrol, as como latendencia a ceder ante los impulsos, afectan la vidas de las personas impactando enreas muy distintasentre ellas. Los datos de seguimiento mostraron que aquellosque ese da haban resistido a comer el malvavisco era ms capaces de esforzarse enel estudio y en el deporte. La mayor fuerza de voluntad demostrada en elexperimento del malvavisco, surgi tambin en otros aspectos no relacionados.Por esta misma razn, la presin social que acta a favor de los instintos nose limita a hacernos comprar una pieza ms de ropa, o comer un poco "mscaloras de las que necesitamos. Generalmente tiene un efecto ms profundo ypenetrante, desequilibrando el balance entre voluntad e instinto, e dejndonos a lamerced de este ltimo.Cuando pienses que eres dbil y sin fuerza de voluntad, refexiona sobre el hecho deque todo lo que esta a tu alrededor presiona para que las cosas sean as.Cap 6 - La trampa Nmero 2: Amor, eres demasiado racional!En el captulo anterior vimos cmo nuestra parte instintiva / impulsivaviene continuamente estimulada desde el exterior para hacerla hipertrfca.Pero esto es slo uno de las dos partes de la ecuacin.Te propongo un pequeo experimento: ve con tu pareja, mralo o mralafjamente a los ojos y dile: "Amor, eres demasiado racional."Es probable que comenzar una pelea. Instinto, es una buena palabra. Nos recuerda la naturaleza, las emociones,el misterio de saber que algo est bien sin saber por qu.La racionalidad en cambio, es una palabra fea. Nos hace pensar en lafrialdad, la falta de emociones y pasiones, en tomar decisiones mecnicas ypredecibles.Y de hecho, si quieres mortifcar a una persona, dile que es demasiadoracional. Se sentir culpable, inadecuada, y bajo acusa. Dir a s misma: "es cierto,todos viven felices guiados por su instinto, mientras yo vivo como un robot; soyfro y austero, totalmente inadecuado en la vida social. Por esto no soy una personafeliz". Y no estoy adivinando, sino simplemente te digo lo que me han dicho endocenas de entrevistas!El signifcado que atribuimos a la palabra "instinto" y "racionalidad" no escasual y es quizs la mayor trampa jams ideada en aos de evolucin.El propsito de la trampa es, de nuevo, desequilibrar nuestro balance aldecidir a favor de los instintos e impulsos. Los constructores de la trampa somos nosotros, es decir, la sociedadoccidental orientada al consumo.Incluso las vctimas de la trampa somos nosotros. Las consecuencias son mltiples, pero todas dependen de un efectoprimario: la trampa nos hace ser dbiles y tomar malas decisiones.Volviendo entonces al signifcado que atribuimos a las palabras "instinto" y"racionalidad", es evidente que nuestra sociedad no slo se ha limitado a subrayaruna forma distorsionada del concepto de instinto; tambin ha tratado de degradarla racionalidad atribuyndole connotaciones negativas a las personas refexivas,que evalan antes de elegir, y tratan de desarrollarse para imponer en el mundo, yen primer lugar a s mismos un mnimo de auto-control. Todo esto se hizo de unamanera tan sutil y progresiva que ni siquiera nos hemos dado cuenta.Pero regresemos por un momento a las hojas que me dieron durante la cenade Ao Nuevo en Mxico y el "yo quiero" que contenan: Quiero bajar de peso;Quiero ser ms saludable; Quiero amar a mi esposa; Quiero estudiar ms. Se tratade deseos racionales, orientados a los programas a largo plazo orientados atransformaciones positivas. Todos aquellos "yo quiero" dicen bsicamente lomismo:Quiero ser una mejor personaAhora tratar de redefnir esta racionalidad del deseo que da tanto miedo:llammoslo "instinto de mejorarse". Tal vez entonces te gustar ms porquecontiene la palabra instinto.Porque se trata de esto. Adems de alimentarte de alimentos calricos yrelacionarte ms o menos al azar, cosa que cualquier chimpanc puede hacer, elhombre primitivo tena el deseo de mejorar. Y es esto lo que nos ha llevado adesarrollar todo lo que somos ahora. Y no pienses en el smog, el trfco, el estrs, oen los tres o cuatro ltimos gobiernos. Piensa en la literatura, el arte, elvoluntariado, la flosofa, la ciencia. El instinto de mejorar es hijo de la razn, ytiene necesidad de un tipo especial de voluntad, que es, normalmente, aquella a laque nos referimos cuando hablamos de "fuerza de voluntad".Me gusta llamar a este tipo particular de voluntad: "voluntad tica." No seopone a la otra, la hednica. La una y la otra corresponden respectivamente, a larazn y el instinto, y como el instinto y la razn se complementan entre s. Laevolucin nos ha dado ambas, por lo cual en cada cabeza estn las dos; el hombresabio debe aprender a hacerlas coexistir.Tener ms fuerza de voluntad entonces tambin signifca ser capaz dereconocer la propia racionalidad, el propio instinto de mejorarse, y hacerloprotagonista de nuestras elecciones oponindose a los instintos / impulsos.Cap 7 - La trampa nmero 3: La motivacin.Muchas personas piensan e incluso ensean en sesiones de coaching que lamotivacin es indispensable para tener fuerza de voluntad y lograr nuestrosobjetivos. Este aspecto es particularmente enfatizado ms adelante en el estudio yen el trabajo. "Haz algo que ames" es un mantra que pocos cuestionan.Pero, es realmente as?Como con el instinto, tambin la motivacin es en parte sobrestimada y enparte mal interpretada. Me explico, no tengo nada en contra de la motivacin.Simplemente, en mi experiencia la motivacin no es algo ni duradero ni constante,por lo que no es una buena estrategia para el medio / largo plazo.Hagamos un ejemplo: te pones tu traje de bao y lo que ves en el espejo note gusta. No te gusta tanto que de repente desarrollas una enorme motivacin parabajar de peso: a continuacin, elijes ir a correr todas las noches y comenzar unadieta estricta.Y efectivamente, esa misma noche vas a correr, despus de la carrera ponesen tu plato slo una pechuga de pollo con verduras. Y as continuas con uno, dos yhasta tres das. Luego llega una noche en la cual ests muy cansado por el trabajo; ovas a una cena con amigos; o tuviste un mal da, y tu cuerpo solo quiere acostarseen el sof y una taza de chocolate caliente.La sensacin negativa que sentiste hace apenas unos pocos das mirndoteen el espejo, y que te motiv a correr y hacer dieta, se encuentra justamente a dasde distancia; y es bastante borrosa. Mientras que el sof y el chocolate estn ahesperndote. Alguna vez te has encontrado en esta situacin?Pero veamos otro ejemplo. Despus de unas vacaciones en Cuba, hasdecidido que el espaol te gusta y quieres aprenderlo. Los bailes caribeos, laalegra de la gente, el mar y el sol te dej emocionado y motivado; gastas $1,000entre libros de gramtica, vocabulario y pelculas en su idioma original. Ese fn desemana estudias espaol casi todo el tiempo. Decides que tambin tomars clases,te inscribes en un chat en espaol, y slo lees libros en el idioma original. Perodespus de un mes, en el que has hecho algunas sesiones de full immersion demedia hora, seguramente habrs abandonado el espaol completamente.Un tercer ejemplo: vas a una convencin. La persona que da la conferenciaes excepcional y te llena de energa; al fnal, junto con todos tus compaeros, ttambin haces una pequea carrera sobre brasas ardientes gritando cuanto eresmaravilloso (quien ha estado en estos eventos sabe lo que estoy hablando ...) y salesconvencido no slo de que has entendido todo de la vida, sino tambin de que apartir de ese momento todo ser diferente. Vas a dormir feliz, motivado eiluminado. Despus de una semana tu vida es exactamente la misma de antes.Te suena familiar? La motivacin es uno de los sentimientos ms estudiados, porque lasorganizaciones siempre buscan el sistema mgico para activarlo y obtener ms delos individuos que la componen. Los diferentes tipos de motivacin pueden representarse con el siguienteesquema: intrnseca, extrnseca, positiva, negativa.PositivaNegativaIntrnsecaI/PI/NExtrnsecaE/PE/NCon respecto a la extrnseca, es decir, la que es dada desde el exterior, setrata enesencia de los llamados sistemas de recompensa / castigo que han sidodurante siglos la base de la educacin bsica de los nios o de la gestin en lasempresas.Si haces la tarea, te compro un regalo. (extrnseca, positivo o E / P) Si no haces la tarea, no puedes salir con tus amigos. (extrnseca, negativo o E/ N)Si trabajas ms, te dar un aumento. (extrnseca, positiva o E / P) Si no trabajas, te corro. (extrnseca, negativo o E / N)Pero por lo que yo oigo y veo, los nios continan no estudiando. A pesarde siglos de experiencia y de decenas de estudios cientfcos que hayan demostradola poca utilidad de estas estrategias de motivacin basadas en un sistema depremio / castigo, muchos se obstinan en considerarlos vlidos, y buscan manejarsu familia o su vida a travs de este sistema de premios y castigos .Incluso la publicidad en los paquetes de cigarros sigue la misma estrategia:si fumas, tendrs cncer en el pulmn, te dar un infarto, o sers impotente.Sin embargo, los fumadores siguen fumando.El fracaso del sistema de motivacin extrnseca es tan evidente que no valela pena seguir hablando de l. El simple hecho de que se quiera estimular lavoluntad propia o de otra persona estableciendo un sistema de premios y castigos,solo puede fallar en el intento.Se merece ms atencin la motivacin intrnseca, la que viene desde dentro.Deriva de los gustos, ideas, pasiones, preferencias, y depende de la libre conviccindel individuo; por esta razn es ms poderosa.Si me gusta esquiar, va a ser ms fcil levantarme temprano por la maanapara ir a las pistas. (Intrnseco positivo o I / P)Si me gusta la flosofa, va a ser ms fcil estudiar hasta tarde para el examende Platn. (intrnseco positivo o I / P)Si quiero hacer feliz a mi esposa, tratar de no fumar. (intrnseco negativo o I/ N)En cada curso de coaching en el mundo, recomiendan "hacer algo que tegusta, y el xito vendr por s mismo." Lo siento, pero no estoy de acuerdo. Algoque "nos gusta" no es en s mismo una garanta de que somos capaces de hacerlobien. Adems no es un hecho que "nos guste" por siempre.Mira, para mi la motivacin es como el comienzo de un amor. Todo esemocionante y nuevo; no puedes ver los defectos del otro, estar juntos es siemprefcil y agradable, se tienen relaciones sexuales todos los das, siempre tienes algoque decir. Hermoso, pero no es duradero. No se construyen 40 aos de matrimonioy una familia gracias al fechazo de un da.Como no se escribe un libro porque nos gusta escribir y un da se tuvo unaidea fulminante y se escribieron un par de pginas de corrido.El hecho de que algo nos entusiasma por un tiempo ms o menos largo, nogarantiza ningn resultado por s mismo.Cualquiera que sea el objetivo, confar demasiado en la motivacin eserrneo.En 2009, Rafael Nadal sorprendi al mundo del tenis declarando que nosaba si quera seguir jugando. Tena en ese momento 23 aos y era el nmero unodel mundo en el ranking de la ATP, y probablemente el nmero uno de todos lostiempos sobre arcilla. Muchos de los que creen en la motivacin extrnseca positivase preguntaban cmo era posible que el xito y el dinero que an poda ganar, nofueran capaces de convencerlo a seguir jugando. Pero como hemos visto, quien creesolamente en la motivacin extrnseca es realmente ingenuo.Es mucho ms interesante la cuestin de la motivacin intrnseca de RafaNadal. En YouTube esta disponible una entrevista de Rafa de hace muchos aos,cuando era an un nio (prodigio, pero siempre un nio) y el dinero y el xitoestaban an muy lejos. El entrevistador le pregunta qu otro deporte le atraeadems del tennis. El pequeo Rafa dice que tambin le gusta jugar ftbol, perodice que "no es como el tenis, el ftbol para m es slo una diversin." A los doceaos, Rafa dice que cuando quiere divertirse juega ftbol, y al mismo tiempo,implcitamente nos dice que para l el tennis NO ES una diversin. Seguramente lcomenz a jugar tennis porque le gustaba, pero despus de un tiempo, aprendi apasar 6 horas al da todos los das con una raqueta en la mano, le gustara o no.Nosotros vemos ahora las imgenes de sus golpes, su correr desesperadodetrs de la pelota, todos sus partidos jugando al mximo. Y olvidamos que detrsde la determinacin con la que domina a sus oponentes no slo existe gran talento,sino tambin seis horas diarias de entrenamiento duro. Crees que despus de 15aos golpeando la pelota, el entusiasmo y motivacin son los mismas que cuandoera un nio que an tena que despegar?Crees que la motivacin por s sola puede hacer este tipo de magia? O nohay detrs de este tipo de resultados tambin y sobre todo, una voluntad de aceroque depende muy poco de la motivacin?Si al elegir un trabajo, una pareja, una dieta, un idioma que aprender, undeporte, te basas slo en la motivacin o el entusiasmo del inicio, debes saber quehabrn das de lluvia, cansancio, compromisos, y que la motivacin y elentusiasmo se desvanecern hasta casi desaparecer. Entonces, solo tu voluntad sercapaz de salvarte de darte por vencido. Y no slo eso: esa misma voluntad podrayudarte a mantener con vida al menos un poco del entusiasmo y la motivacininicial para hacerlas explotar de nuevo al menos de vez en cuando, como si fuera elprimer da.Cap 8 - La trampa nmero 4: El encanto del evento.Hay un ltimo obstculo importante en el camino que nos separa de teneruna fuerza de voluntad de acero.Recuerdas los deseos que los mexicanos expresan al comer sus uvas el 31de diciembre? Esos son deseos para el ao nuevo.Esto sugiere implcitamente un aspecto importante: las transformacionesque deseamos y que debemos alcanzar gracias a nuestra fuerza de voluntadrequieren detiempo.A menudo, un largo tiempo.Pero nosotros amamos los eventos. Son cosas grandiosas y a vecesinesperadas que pasanen un perodo breve. En este caso, ms que un patrimoniobio-evolutivo, es slo un hecho cultural. Nuestra civilizacin tiene sus races en lacultura griega. Una cultura hecha de tragedias y hroes, y cuya historia se mueve atravs de grandes empresas,grandes crisis y grandes soluciones.Una fgura tpica en el teatro griego era el deus ex machina, bsicamentefuncionaba as: llegaba un punto en la historia cuando las cosas estaban tanenredadas y complicadas que pareca que no haba solucin. En ese momento,desde arriba del teln bajaba la "machina", un actor que interpretaba a uno de losdioses mitolgicos. El dios resolva la situacin rpidamente, todos aplaudan yluego el teln bajaba.A travs de los siglos, las cosas no han cambiado mucho: el deus o elantiguo hroe se ha sustituido en nuestra imaginacin con caballeros, pistoleros,navegantes y otrostipos de hroes.Recientemente, ha regresado de moda una versin moderna y escueta de lanovela de formacin tpica del siglo XIX y de la cual cualquier curso de guiones deHollywood ensea las bases: el protagonista se encuentra en una situacin inicialque en algn momento viene oscurecida por un problema; el protagonista est encrisis y todo parece perdido; el protagonista tiene un momento de revelacin en elque entiende toda sobre la vida, se encuentra a si mismo y resuelve la situacin atravs de una serie de actos extraordinarios. Lo curioso es que el patrn es ms omenos el mismo sea que sehable de amor, de guerra, o de cualquier otra cosa.Ahora, considera la analoga con la siguiente trama: el protagonista es joven,delgado y lleno de esperanza (la situacin de partida); luego abusa de la comida ydel sof durante muchos aos, hasta que de repente se ve en el espejo y se dacuenta de que ha engrasado (problema); la visin de s mismo en el espejo le causaun minuto de profunda crisis existencial (momento de la revelacin) y luego,fnalmente motivado empieza la dieta y a correr 10km cada noche; pierde 20 kg yconquista la seguridad en si mismo y a la mujer de sus sueos (resolucin).Tan simple como una pelcula.Como ya he dicho, nosotros occidentales amamos los eventos: el campenque mete la pelota en la portera, el hroe que conquista a la chica de sus sueos, eltipo normal y hasta un poco nerd que inventa una red social y se convierte enmillonario.Estos eventosnos vienen mostrados y descritos en cualquier tipo de mediopara entretenernos, educarnos o motivarnos. Pero muy raramente nos esrepresentado el proceso que llev a que se cumpliera al evento, y as lo olvidamos.Se nos olvida que detrs de un espectacular gol de Leo Messi, hay un sinfn de dasde entrenamientos, dieta estricta y aos de medicinas para el tratamiento de untrastorno hormonal que lo aqueja desde nio; o que detrs de Facebook hay unhombre que ha dedicado aos a estudiar con el fn de llegar a Harvard, una de lasuniversidades ms prestigiosas del mundo, y que en Harvard, mientras sus amigosiban a festas, l escriba los cdigos en html y buscaba fnanciamientos para susideas. O incluso si no lo olvidamos, no siempre somos capaces de sentir realmenteel esfuerzo que est detrs de un resultado. Podemos imaginar, por ejemplo, queMessi se entrena tanto, pero realmente no sentimos el olor de su sudor, laincertidumbre de cuando aun no era un campen, el dolor y el miedo a unaccidente o una lesin, el deseo de llevar una vida normal.Nuestra fascinacin por los acontecimientos nos hace concebir el cambiocomo una ruptura entre el antes y el despus, en el que un evento es un punto deinfexin entre el viejo y el nuevo ser.Pero esto pasa justo slo en las pelculas.Ahora, yo no niego que ocasionalmente puedan nacer de la nadaacontecimientos extraordinarios, pero tenemos que considerarlos como unaexcepcin y no la regla en la cual basar nuestras vidas. El cambio es normalmente el resultado de pequeas y lentastransformaciones diarias, que a su vez dan pequeos resultados, a menudoimperceptibles, que se suman uno sobre otro hasta obtener un efecto.No se crea el amor con una mirada o una frase bien pensada, como no seaprende un idioma en un da. Y te digo ms. La misma decisin de hacer una cosa,y la fuerza para llevarla a cabo, no son el resultado de un solo irresistible acto devoluntad. Es necesario una larga secuencia de pequeas decisiones, una capacidady voluntad para escoger cada da. As, por ejemplo, la capacidad de aprender unalengua no depende de una decisin importante en un da en el cual uno estamotivado; esto slo puede conducir a unos pocos das de ejercicios intensosseguidos por el abandono del propsito. Si realmente quieres aprender un idiomadebes dedicarle al menos una hora al da todos los das, durante un perodorazonablemente largo.Esto, por supuesto, plantea un problema. De hecho, sin duda estamos msdispuestos por la naturaleza heroica de nuestra concepcin del ser, a tomar grandesdecisiones individuales. Nos emocionan, nos motivan, nos hacen sentir el resultadocerca.En cambio, el pequeo acto cotidiano de voluntad es bastante difcil, ya queno est vinculado a un momento particular, slo se repite todos los das; y tambinpuede ser desalentador, porque nos recuerda lo lejos que esta el resultado quequeremos. Nos recuerda que el cambio no es slo un evento nico concentrado enpoco tiempo,es un proceso largo y lleno de obstculos. Y as, por ejemplo, quien decide seguir una dieta, se imagina ya delgado enel momento en el cual toma la gran decisin. Pero en las pequeas decisionescotidianas, con un plato de ensalada delante y la perspectiva de ir a correr bajo lalluvia, se da cuenta de lo lejana que esta la meta.Como analoga, me parece que la fuerza de voluntad para darnos resultadossea ms similar a un corredor de maratn que un velocista: es decir, debe ser capazde ejercer un poco de fuerza durante varias veces, en lugar de quemar todo en unasola vez. Pero an hay ms.Tratar de usar nuestra fuerza de voluntad toda junta concibiendo ybuscando lograr actos grandiosos, no slo es probablemente intil, sino tambinperjudicial. Una vez ms, como analoga, es como si antes de correr un maratn sediera todo durante cien metros despus de los cuales estaremos cansados y yallenos de cido lctico.La buena noticia es que este problema se puede resolver.Cap 9 - Cmo equivocarse en todo.Uno de mis profesores de la universidad amaba decir que para aprendercmo hacer algo, primero debemos aprender cmo NO hacerlo.As que ahora te voy a hablar un poco de m.Yo me entusiasmo fcilmente. Para que tengas una idea de cunto, cito enorden aleatorio algunas cosas que he hecho:He jugado hockey, baloncesto, ftbol, ping pong, voleibol, bdminton, tenis,he esquiado, he hecho snowboard, he escalado, he hecho natacin, he probadowindsurfng, he levantado pesas y he hecho ciclismo de montaa. Para cada uno deestos deportes compr equipos, tom cursos y dediqu una cantidad considerablede mi tiempo.He tocado el piano, la guitarra y el saxofn.He experimentado con la escritura, la pintura, el teatro, y la danza.He estudiado ingls, espaol, chino, rabe y francs. Asist a 3 universidades.Segu la dieta Zona, la dieta Atkinson, la dieta de la sopa, la dietavegetariana, la dieta caverncola, la dieta macrobitica.He dejado de fumar ms de 30 veces.Ahora, algunos podran pensar que yo he tenido una vida extraordinaria, yhe desarrollado una capacidad enorme; no es as.De toda la lista anterior, que entre otras cosas incluye slo una pequeaparte de las muchas actividades que me han entusiasmado al menos brevemente,no he terminado casi nada.Si analizo las actividades una por una, o mejor, si analizo el modo en que meacerqu a cada una de estas actividades, puedo reconocer un patrn decomportamiento tpico:Flechazo, con su carga de entusiasmo y motivacin.Dedicacin absoluta.Placer por los primeros resultados obtenidos.Primeras seales de desmotivacin.Desmotivacin evidente con espordicos intentos para empezar otra vez.Abandono total.Si me has seguido en los captulos anteriores, puedes ver claramente cmoyo tengo demasiada confanza en la motivacin, y caigo frente al gran encanto delos eventos.Claro que he obtenido algo dentro de este caos; adems de italiano hablobien otros tres idiomas (recomiendo aprender con tcnicas de memoria); megradu y obtuve un master; soy bastante bueno en un par de deportes; no soy unapersona obesa a pesar de mi golosidad patolgica.Aun as, mi tasa de fracaso, considerando la cantidad de cosas que heempezado, el tiempo, la energa y el dinero invertido para hacerlo, es realmentemuy alta.Durante algunos aos no le he dado importancia, y hasta podra decir queen el fondo me he divertido; pero a partir de un cierto punto en mi vida comenc asufrir. En primer lugar, ya me haba construido dentro de mi familia y entre misamigos una reputacin como inconstante y por la cual ya no era tomado en seriocon mis iniciativas. Entonces, empec yo mismo a sentirme un poco frustrado por todas lascosas que yo no era capaz de terminar.Y junto a la frustracin crecan las dudas sobre m mismo. Estabaempezando a pensar que realmente soy una persona inconstante, y que esto tenaraces en una debilidad inherente e incurable de mi carcter. Como les dije al principio de este libro, el da de mi boda yo estaba en unbalcn de Mxico sintindome incompleto. Cuando volv a Italia, me mud con mi esposa en una nueva casa.La nueva casa nos gustaba mucho; entre otras cosas, tiene una pequeaescalera de caracol frente a la cocina que conduce a un tico. Mi esposa no sabacmo usarlo, porque ya tenan sufciente espacio en la planta baja. As que decidhacer un pequeo gimnasio. Yo hara lo que hace mi suegro: todas las maanas sinimportar cmo me senta, lo que deba hacer o la poca del ao, yo hara una horade ejercicio. De esta manera podra conseguir los resultados que quera. Y siendoun entusiasta, yo no quera hacer slo 4,000 pasos cada noche. Yo ya tena unavisin de mi mismo trabajando ms duro cada da en la caminadora y con laspesas, adquiriendo habilidades sobrehumanas.Durante las dos semanas siguientes, escog, compr e instal los aparatos,sin embargo, no hice ejercicio ni una sola vez. Cuando el pequeo gimnasio estabafnalmente listo yo estaba muy motivado y listo para entrenar. A la maana siguiente empec.Inform a mis familiares y amigos sobre mi intencin, y por supuesto meencontr rodeado por el escepticismo habitual. Mi madre dijo a mi esposa quedentro de un mespodra utilizar la caminadora para colgar ropa. Pero yo sent queesta vez sera diferente.Comenc mis ejercicios un lunes (porque siempre se comienza el lunes??);yo haba hecho una rutina sin duda ambiciosa, pero muy factible, que mepermitiera regresar rpidamente de nuevo en forma.Recuerdo que el lunes fue agotador, porque no estaba acostumbrado a forzarmi cuerpo de esa manera. Pero termin mi hora de ejercicios con gran satisfaccin,y ese da en el trabajo les cont a todos sobre mi nueva vida. De cmo me sentalleno de energa, del gusto de tomar un bao por la maana despus del ejercicio, yde cmo en pocas semanas se habra visto los resultados.Un colega objet que seguramente vendra una maana en la que yo notendra ganas de hacer ejercicio; a lo que yo respond que era slo una cuestin defuerza de voluntad; esas pocas maanas cuando no me sentira con ganas de hacerejercicio, habra utilizado la fuerza de voluntad.Un mes despus la caminadora se haba convertido en perchero. Estaba tan frustrado que cuando comamos en la cocina, me sentaba enforma tal que no pudiera ver la escalera de caracol que va al tico. Mi esposa mehaba tomado un poco el pelo, pero despus se apiad de m y no habamencionado el gimnasio del tico, el dinero que haba gastado en l o lospropsitos que no cumpl. Este hecho me haca sufrir an ms: mi esposa meamaba y me admiraba, y yo tema que mi fracaso pusiera al descubierto mi secreto,el carcter dbil que yo estaba seguro de tener. Cada noche me prometa hacer misejercicios la maana siguiente, pero casi invariablemente cada maana no tenaganas, lo cual me pareca una buena razn para no hacerlo, dejando todo para lamaana sucesiva.Dos meses despus de la construccin del gimnasio (durante los cuales tuveun par de recadas de dos/tres das, en los cuales me haba agotado por hacerejercicio), vinieron devisita mis suegros.Era la primera vez que hacan un viaje tan largo, y no siendo tan jvenesllegaron cansadsimos despus de 14 horas de vuelo, y con la diferencia de horariode 8 horas en la cabeza. Cenamos, e increblemente despus de la cena mi suegrocamin sus 4,000 pasos en nuestro pasillo antes de ir a dormir. Me hizo venir una desesperacin tremenda. A la maana siguiente, domingo, durante el desayuno mientras mi esposaestaba fuera con su madre, habl con mi suegro. Yo estaba muy intrigado,envidiaba su fuerza de voluntad y tena ganas de escuchar su opinin al respecto.Entonces lo felicit, dicindole que se necesitaba una gran fuerza devoluntad para decidir caminar tantos pasos cada noche durante 40 aos. Lepregunt cmo tom y cmo mantena una decisin tan empeativa.Para mi sorpresa, l respondi que no la haba tomado. Cuando por primeravez comenz a caminar, no pens que caminara por cuarenta aos: simplementehaba decidido que quera estirar un poco las piernas.Y como l no tena ganas (me sorprendi mucho el or que el tampoco tenaganas) de ir al parque cercano, bromeando con su esposa empez a ir y venirdentro de la casa. Lo cual le gust, as que empez a repetirlo. Al principio nocontaba los pasos; pero estaba seguro de que durante mucho tiempo no eran msde 8-900, porque recordaba que caminaba slo por unos minutos. l no estaba enforma ya que pasaba gran parte del da en el trabajo, as que por la noche secansaba fcilmente.Sin embargo, despus de poco tiempo se haba acostumbrado, y as cada daaumentaba los pasos; me dijo que probablemente haba llegado a hacer por lomenos 10 mil, porque incluso pasaba una hora y media caminando.De hecho se senta en gran forma, y estaba pensando que tal vez eramomento de salir de casa y empezar a correr.Pero una noche su esposa, que por lo general esperaba a que terminara decaminar para platicar juntos, se qued dormida frente a la televisin. Y la cosaempez a repetirse ms a menudo. Mi suegro siempre haba estado feliz con esamedia hora de conversacin con su esposa, y lo consideraba importante para unmatrimonio exitoso. Ella lo actualizaba sobre los hijos, los vecinos o las pequeasreparaciones que la casa necesitaba. l le hablaba de su trabajo y luego discutan unpoco de poltica. Pienso que tambin hacan otras cosas, teniendo en cuenta quetienen tres hijos, pero mi suegro no lo mencion.Adems, l tambin se haba dado cuenta de que, aunque desde que eranio sola leer antes de ir a dormir, durante algn tiempo no haba iniciado un libronuevo, como si el deseo de leer antes de ir a dormir se hubiera ido.As que comenz a hacer algunas pruebas empricas para determinar lacantidad de pasos que debera hacer para mantener el tiempo para platicar con suesposa y el deseo de leer unas cuantas pginas de un libro.Y as haba llegado a los famosos 4,000 pasos.Mientras me hablaba, yo me daba cuenta de algunas cosas. La excepcional condicin fsica de mi suegro y los 4,000 pasos que lo habavisto hacer tantas veces por la noche sin poner realmente atencin, y sobre loscuales me haba enfocado de pronto la noche de mi boda, no eran mas que eventos.Lo que me estaba contando mi suegro, era el proceso que le haba permitidolograrlo.De hecho mi suegro no decidi caminar durante 40 aos todas las noches.Cuarenta aos de caminar cada noche es una decisin demasiado grande paratomarla en una sola vez. Una noche haba decidido solo estirar las piernas.Y ni siquiera haba decidido sobre si seran 4,000 pasos. Se dio cuenta de quesu tiempo y su voluntad eran limitados, as que haba hecho una serie de pruebaspara distribuirlos al mximo. Si hubiera hecho ms de 4,000 pasos no habra tenidoni el tiempo ni la voluntad de hacer otras cosas importantes en la noche. Si hubierahecho menos, no estara en forma.Escuchando a mi suegro empec a ver que tal vez mi falta de fuerza devoluntad era sobre todo una falta de estrategia en utilizarla.Y empec a pensar en la fuerza de voluntad en trminos de lo que realmentees: un msculo.Cap 10 - El msculo de la voluntad. En 1996, en la Case Western University, un grupo de psiclogos llev a cabouna serie de experimentos para medir los efectos de las emociones positivas ynegativas sobre la fuerza de voluntad.En uno de ellos, reclutaron un grupo de alrededor de setenta alumnos,diciendo que tenan que participar en una prueba sobre la memoria gustativa (!).Cada estudiante tena delante dos platos, uno lleno de galletas de chocolate y elotro lleno de races comestibles pero muy amargas. Los estudiantes, de acuerdocon instrucciones dadas un da antes de la prueba, estaban en ayunas. Y paracolmo, las galletas de chocolate estaban recin hechas, y el aire del saln se llencon su buen olor.Aunque cada estudiante tena de frente las galletas de chocolate y las races,se pidi a la mitad de los estudiantes que comieran slo galletas de chocolate, y a laotra mitad slo las races.Los alumnos respetaron las instrucciones, y cada uno comi slo la opcinque se le haba asignado. El examinador le dijo a los estudiantes que la pruebahaba terminado y al da siguiente se les dara un cuestionario, con el cual mediransu memoria gustativa.Luego pidieron a los estudiantes hacer otra prueba, cuyo objetivo era mediralgunos datos sobre la resolucin de problemas. A cada uno se les dio una serie deproblemas para resolver, y les dijeron que eran libres de irse cuando quisieran.Una vez ms, para colmo, los problemas eran en realidad imposibles deresolver, por lo que el nivel de frustracin de los estudiantes era el mximo.Por supuesto, los estudiantes trataron por un tiempo de resolverlos, perodespus uno tras otro se dieron por vencidos y se fueron, hasta que 30 minutosms tarde slo haba 4 estudiantes.En ese momento, el examinador interrumpi la prueba y les pidi salir.Analizando los datos obtenidos, los psiclogos observaron que enpromedio, los que coman galletas de chocolate se fueron despus de los quehaban comido las races. De hecho, la diferencia entre un grupo y el otro fueestadsticamente enorme.La conclusin de los investigadores fue que los que se haban tenido queesforzar para comer las races, viendo que los otros coman galletas felizmente,haban consumido una parte considerable de su fuerza de voluntad, y se habandado por vencidos durante la siguiente prueba antes que el segundo grupo.La voluntad se haba "cansado" durante la primera prueba, y por lo tanto noera capaz de hacer un buen trabajo durante la segunda.Se haba comportado exactamente igual que un msculo. Otros estudios psicolgicos posteriores confrmaron esta observacin, hastallegar a asumir la llamada teora de la paradoja de la fuerza de voluntad": en laprctica, la teora sostiene, con una slida base de datos de apoyo, que quienrealiza una tarea focalizndose demasiado en la fuerza de voluntad, obtendrresultados menos satisfactorios que los que realizan la misma tarea dndole menosimportancia.Un ejemplo clsico de esta teora fue puesta a la luz por la profesora DoloresAlbarracn del departamento de psicologa de la Universidad de Illinois en unexperimento con algunos de sus estudiantes. Pidi a un grupo resolver una largaserie de anagramas mientras se repetan a s mismos "tengo que resolver todosestos anagramas"; y pidi a otro grupo resolver los anagramas repitindose a smismos "No s si quiero resolver todos, tal vez me detengo aqu" El segundo grupo de estudiantes, el que poda dudar", tuvo unrendimiento mucho mayor que el primer grupo, resolviendo no slo msanagramas, pero tambin en un tiempo menor.Esto nos dice dos cosas: En primer lugar, que los experimentos psicolgicosson a menudo muy extraos, pero esto tal vez ya lo estabas pensando por ti mismo.En segundo lugar nos dice que si al hacer algo que requiere el uso de lafuerza de voluntad utilizo demasiada de esta fuerza, tendr resultados peores quelos que lo realizan sin ejercer fuerza de voluntad. As que prcticamente para tener una fuerza de voluntad de hierro bastautilizarla lo menos posible, slo para lo estrictamente esencial. Como te he dicho,es un poco extrao, y es por eso que la teora es paradjica. Es an menos claro la razn por la cual la voluntad est sujeta a esta "fatiga".La hiptesis ms plausible es que se trata de un mecanismo de proteccinque evita que nuestro ego se sienta frustrado y deprimido por hacer cosas que noquieres hacer. Cualquiera que sea la razn es cierto que la fuerza de voluntad se "fatiga"durante su uso. Y as, como cuando un msculo est sobrecargado por una carga demasiado grandepara su capacidad y no puede fexionarse, as la voluntad difcilmente ser capaz de digerirenormes cambios todos a la vez. Si no se usa la fuerza de voluntad correctamente, la mayora de nuestrosactos de voluntad estn condenados al fracaso, ya sea porque su peso es demasiadogrande para ser cargado todo en una sola vez, o porque otros actos de voluntadagotan nuestra energa. Cuando el peso es demasiado grande o cuando los pesos son demasiados, estamosusando mal nuestra fuerza de voluntad.Cap 11 - Cuando el peso es demasiado grande."Cmo se come un elefante? Un bocado a la vez "Hemos visto que nuestra voluntad es un msculo que razona. Cuando vealgo demasiado grande para l, puede simplemente negarse a hacerlo por temor adaarse.Ahora, vale la pena detenerse en el concepto de demasiado grande, ya quees una medida subjetiva y no una objetiva, y que adems puede cambiar dentro delmismo individuo dependiendo de las circunstancias.Para algunos estudiar una hora al da una lengua extranjera es un acto devoluntad factible, mientras que tal vez resistir a un postre de chocolate esdefnitivamente difcil. Un entusiasta de los deportes puede haber sonredo con miresistencia absoluta para ejercitarme por la maana, pero tal vez no sera capaz dehacer un esfuerzo para escribir 5 pginas de word cada noche.Adems, creo que todos hemos experimentado, en diferentes periodos denuestra vida, los altibajos de nuestra fuerza de voluntad: lo que nos cuesta pocoesfuerzo a veces, puede ser casi inalcanzable en otros.Exactamente como quien ha nacido ms o menos dotado atlticamente,tambin para la voluntad cada persona tiene una "predisposicin" que lacaracteriza; a esta predisposicin se le agregan variables tales como los objetivosque uno se plantea, las preferencias, los momentos de la vida, el entrenamiento olas estrategias que se utilizan.Conocer la propia predisposicin y las otras variables que condicionan elejercicio de la voluntad es el elemento estratgico ms importante para lograrresultados.Para explicarme mejor, te cuento cmo resolv el problema de mis ejerciciosde la maana.En primer lugar, refexion sobre el hecho evidente de que tal vez me habapuesto una meta demasiado ambiciosa. Mi voluntad no era capaz de tolerar el pesode una hora de ejercicio cada maana hasta el fnal de mis das, por lo que despusdel primer da de entusiasmo simplemente se haba negado a ir ms all. Pensentonces quitar de mi programa el concepto de "para siempre", y centrar miatencin slo en el momento de ejercicio de la maana siguiente. Pero el resultadono fue satisfactorio: de hecho, todava segua sin ganas de hacer ejercicio, y ademsviva con ansiedad y fatiga por la idea de tener que subir al tico para ejercitarmedurante una hora al da siguiente. Comenc entonces a negociar un poco ms conmi psique para encontrar un compromiso mnimo con el que me sintiera cmodo.Tal vez te har rer, pero al fnal llegu a la conclusin de que la maanasucesiva habra solamente subido las escaleras hasta el tico. Pareca absurdo, peroera as; mi voluntad estaba tan agotada por la idea de ejercitarme una hora en elgimnasio que el mximo objetivo que poda alcanzar sin que sintiera el peso delesfuerzo era subir las escaleras hasta el tico.Decid, por lo tanto, alcanzar este objetivo mnimo el da siguiente.A la maana siguiente me despert y decid que me dirigira a la escalera decaracol para subir al tico. Senta mi corazn y cabeza ligeros porque en realidadeso era algo que quera hacer, y me cost un esfuerzo de voluntad mnimo. Alllegar al tico mir a mi alrededor y sonre al ver mi ropa y la de mi esposa apiladaen la caminadora. Estaba a punto de darme la vuelta y bajar cuando pens quemientras ya estaba all, al menos podra hacer un poco de abdominales. Despus detodo, todava era temprano y no tena ganas de ir a trabajar. Me acost en el suelo ydecid hacer una pequea serie de 30 abdominales. Cuando termin no me sentacansado, me senta bien, as que hice otra serie de 50. Me puse de pie para estirarun poco y me di cuenta de que todava tena mucha energa, decid hacer otra seriede 50. Cuando termin la serie pens que haba hecho sufciente trabajo abdominal,y que tal vez una docena de fexiones con el brazo antes de bajar habracompletado de manera digna el primer da de ejercicios. Con la dcima fexin misbrazos estaban an muy slidos, as que decid continuar por otros 10. En esemomento respir profundamente durante un minuto, y luego hice otras 20fexiones seguidas. Me senta con ganas de correr en la caminadora, pero por temora exagerar, me obligu a no hacerlo y volver a bajar las escaleras. Al descender porlas escaleras refexion sobre la irona del hecho que, despus de luchar conmigomismo por meses para obligarme a subir la escalera, ese da tuve que obligarme abajar!Desde ese primer da han pasado casi dos aos, y cada maana cuandoestoy en casa, sin excepcin, hago un esfuerzo mnimo para subir la escalera. Hanhabido 4 o 5 das en los cuales tena mucha prisa, as que sub la escalera, gir sobremis talones y baj corriendo a cambiarme para ir a trabajar. Sin embargo, en el 95%de los casos, me qued en el tico y no creo que haya hecho menos de veinteminutos de ejercicio, y nunca ms de una hora.Y cada maana, todo comienza con un esfuerzo muy mnimo, tan pequeoque hasta yo puedo hacer: subir las escaleras.Cap 12 - Cuando los pesos son demasiados."En este momento dejar de fumar es la cosa ms importante que puedeshacer en tu vida"Como hemos visto, nuestra voluntad tiene un mecanismo de autoproteccinque normalmente falla cuando se trata de cosas que son demasiado grandes.Tambin hay un segundo mecanismo que la protege hacindola fracasar:cuando tenemos que lidiar con demasiadas cosas a la vez.Esto es crucial para explicarte por qu los planes de cambio radical ennuestras vidas no se realizan nunca.Nos dejamos seducir por la idea de un cambio de 360 grados, de latransformacin en un da de la antigua a la nueva persona. Y sucede que una nochedecidimos, tal vez leyendo algo que nos inspir, que queremos cambiar porcompleto; y que desde el da siguiente vamos a estar a dieta, haremos ejercicio,dejaremos de fumar, dedicaremos ms tiempo a nuestros hijos, vamos a ahorrarms dinero, aprenderemos un nuevo idioma, vamos a tomar clases de cocina, y assucesivamente.Ya sea que se trate de querer empezar algo, como es el caso de comenzar aestudiar un idioma, o dejar de hacer algo, como en el caso del consumo de tabaco,se trata siempre de actos de voluntad que se toman al miso tiempo todos juntos.En un escenario como este, te encontrars al da siguiente debiendo:hacer ejercicio cuando son meses que no lo haces; renunciar a los cigarros; evitar el capuchino y el pastel de la cafetera; estudiar alemn durante la hora de la comida; renunciar a relajarte frente a la TV por jugar con los nios en la noche.Al verlo escrito, se puede notar claramente que no es factible; pero cremeque mucha gente, tal vez despus de tener un "momento de la revelacin",sinceramente considera poder lograrlo. Pero la realidad es que se encuentran al dasiguiente fracasando; y no en una de estas actividades, pero en todas ellas! Por qu?El hecho es que los actos de la voluntad consumen energa, y el cerebro esmuy ahorrador con la energa que tiene disponible; por lo que a medida que serealizan los actos de voluntad, el cerebro quita la gasolina a esa zona, digamosque la manda a dormir, para evitar que se consuma demasiado. As que realizarcada acto es ms difcil que el anterior, hasta que nuestra voluntad y nuestracapacidad para tomar decisiones efcaces esencialmente llegan a cero.Y es as que sientes la sensacin tpica de los das muy intensos yestresantes, en los cuales durante la noche solo podemos pasar el tiempo en unaactividad puramente pasiva, como ver la televisin. Seguramente te habr pasadovarias veces.Cuntas veces has escuchado o dicho a ti mismo la frase "ahora solo quieroapagar el cerebro"?Esto nos da una muy buena idea de lo que nos sucede cuando se ha pensadoy decidido demasiado.Naturalmente, porque el hombre es un ser con voluntad, un ser con instintotico, existen mecanismos para superar este bloque.Y nos resulta casi imposible cambiar tantas cosas al mismo tiempo, esdefnitivamente ms fcil cambiar muchas cosas, una tras otra, durante un perodode tiempo digamos limitado.Mucha gente inconscientemente se da cuenta de esto, y de hecho programapor ejemplo empezar la dieta o dejar de fumar, "cuando este menos estresado","cuando este de vacaciones", cuando pasar esta etapa difcil con mi esposa."Nos damos cuenta entonces, ms o menos inconscientemente, que nuestrosrecursos son limitados, y sabemos que es difcil lograr ms de una meta a la vez.Sin embargo, seguimos con la esperanza de poder lograrlo, para despus sentirnosculpables, por lo que se pierde aun ms energa que se resta a la voluntad, siendoel sentirnos culpablesla conciencia de nuestro instinto tico. As se crea un crculovicioso que probablemente tarde o temprano, la evolucin romper, oseleccionando individuos inmunes a la culpa, o como espero, individuos capacesde administrar estratgicamente su voluntad, sin consumirla tratando de hacerdemasiadas cosas al mismo tiempo y sin ser consumida por el peso de sus propiosfracasos.Cuando no podemos cambiar nos sentimos dbiles, pero tal vez sera mscorrecto si nos sintiramos estpidos por nuestra falta de estrategia. Nos centramosen el evento de cambiarnos a nosotros mismos, nos sentimos fascinados por elnuevo yo que nos imaginamos, y luego olvidamos por completo el hecho de queno es natural cambiar todo en un da; es necesario un proceso de cambioprogresivo, un paso a la vez, una cosa tras otra.He conocido a decenas de fumadores como yo; todos queran dejar defumar, pero queran esperar a un momento de la vida en la que estuvieran menosestresados, ms tranquilos, con menos problemas. La verdad es que en la mayorade los casos, ese momento nunca llega. He dejado de fumar gracias a un mtodomuy conocido, y que en realidad dice que no se basa en la fuerza de voluntad (novoy a entrar en los detalles, pero obviamente no estoy de acuerdo). Y uno de lospilares de este mtodo es que no reenviar tu ltimo cigarro, porque dejar de fumares la cosa ms importante en la vida de un fumador.No puedo estar ms de acuerdo.Si quieres hacer un cambio importante sobre algo que consideras muypesado, bueno, tienes que ser implacable: se necesita realmente un excedente defuerza de voluntad, y este excedente debes tener el valor de tomarlo de otras cosas.Esto no signifca dedicar todo de ti mismo para lo que deseas cambiar. Continuarsa hacer tambin el resto, simplemente todo lo dems vendr en un segundo plano,al menos hasta que el cambio no ser efectivo. A ese punto, podrs recuperar denuevo el excedente de fuerza de voluntad para redistribuirlo a las cosas a las que selo habas quitado.Cuando dej de fumar le dije a mi esposa que por un tiempo le habra sinduda dedicado menos energa y atencin; se lo dije con suavidad, con cario yclaramente, explicndole las razones y ella lo entendi y acept. Yo estabaconsciente de que deba reducir la carga de trabajo y no luchar conmigo mismopara no comer un helado.Saba que tena que concentrarme en un objetivo especfco y difcil, pero erala prioridad en ese momento sobre todo el resto. As que el resto tendra que estarun poco sin m, o por lo menos sin que yo estuviera a su servicio.Cada da que no fumaba se me haca ms fcil no encender un cigarro, yentonces poda llevar gradualmente parte de mi energa diaria a otras actividades.Despus de un mes de no fumar, ya se haba convertido en un hbito; quizsno tan fuerte como el de fumar, pero sigue siendo un hbito; mi exceso de energase poda destinar a sus actividades normales, o ser utilizado en un nuevo cambio.Con una gran ventaja, sin embargo: no fumar me gratifcaba y me hacasentir ms fuerte y seguro de mi mismo. Como si mi fuerza de voluntad hubieraaumentado.Esto te puede parecer contradictorio con lo que hemos dicho antes, que eluso de la voluntad consuma la voluntad misma hacindola ms dbil.Pero regresemos un momento a la analoga con el msculo: si un msculotiene que levantar un peso demasiado grande, se lastima: as como se lastima sidebe levantar un peso demasiadas veces.Pero cuando un msculo levanta un peso sensato por un nmero razonablede veces al da, entonces el msculo no slo no se hace dao, pero se entrena y sehace ms fuerte.Y as sucede es con la voluntad. Utilizada en forma incorrecta se y nosdebilita. Pero utilizada correctamente se vuelve ms fuerte, y nosotros con ella.Ya hemos visto muchas cosas sobre cmo utilizarla correctamente. En lossiguientes captulos, sin embargo, te voy a ensear un par de armas secretas.Cap 13 El arma secreta nmero 1: Los pequeos logros. Recuerdas el experimento de los estudiantes que tenan que comer ochocolate o races, y luego resolver los problemas?Un primer hallazgo importante fue la demostracin de que la voluntadacta igual que un msculo. Pero hay otra cosa realmente muy interesanterelacionada con ese experimento: el hecho de que los problemas no pudieranresolverse. Por qu no dar problemas tal vez difciles pero posibles de resolver?La razn es simple: la voluntad se alimenta de pequeos logros. Cuando se realiza un esfuerzo de voluntad para conseguir algo, se puedenobtener dos posibles resultados: conseguir el resultados o no conseguirlo.En el primer caso, se desencadena una respuesta positiva: hemos hecho unesfuerzo convencidos de que nos llevara a conseguir una cosa, y en realidad pas.Estamos satisfechos por dos razones: hemos conseguido lo que queramos y hemosdemostrado a nosotros mismos que esforzarse era la opcin correcta. Tuvimosrazn, y nuestro ego se hace un poco ms fuerte. Y tambin ms fuerte es nuestrafuerza de voluntad, que es como si hubiera recibido de este pequeo logro del EGOun poco de nueva gasolina.Por esta razn, los problemas dados a los estudiantes no tenan solucin; deotro modo, por cada problema resuelto, el estudiante recibira un pequeoexcedente de fuerza de voluntad, dada por la satisfaccin de su ego, retrasando asel momento en que saliera del saln. Y los resultados obtenidos por losinvestigadores habran sido infuenciados no slo por quien haba comidochocolate y quien races, sino tambin por la capacidad de cada estudiante pararesolver los problemas.Ahora veamos cmo se puede utilizar este descubrimiento en maneraestratgica.Est claro que la mejor manera de afrontar cualquier proyecto que requierafuerza de voluntad es dividirlo en muchos pequeos proyectos intermedios.Hemos visto que unesfuerzo demasiado grande cansa a la fuerza de voluntad: lasdimensiones del cambio y el tiempo necesario para obtenerlo nos intimidan y nosaplastan, condenndonos al fracaso. Pero si este esfuerzo se divide en pequeasetapas intermedias ms pequeas obtenemos muchas ventajas: nos asustamosmenos, somos capaces de monitorear los progresos y fnalmente, los pequeosxitos intermedios nos dan un supervit de entusiasmo y energa.Te dar un ejemplo: Para una persona obesa, ponerse la meta de perder 20kg en seis meses no esta bien. 20 kg son tantos, y 6 meses es mucho tiempo. Esmucho mejor construir un plan con objetivos intermedios, por ejemplo perder 2 kgen la primera semana. Para una persona obesa 2 kg no son muchos, y el esfuerzo sepercibe entonces como pequeo. Adems, despus de una semana ya podrconseguir el primer pequeo xito, "recargando" as la reserva de fuerza devoluntad.De hecho, muchos nutricionistas preferen trabajar de esta manera,programando breves encuentros pero frecuentemente.Hacer una dieta puede ser muy frustrante, pero si se mide cada semana y seobtiene un buen resultado pequeo, la frustracin se puede convertir enentusiasmo y se seguir con la dieta durante largos perodos.Cap 14 - El arma secreta nmero 2: Los hbitos. En mi experimento de hacer ejercicio cada maana me di cuenta de unhecho muy interesante: despus de unas semanas, subir la escalera de caracol sehaba convertido en algo casi instintivo para m. Algo que haca de manera natural,automticamente, sin que mi voluntad interfriera de alguna manera.Subir escaleras se haban convertido en un hbito.Ahora s que algunos colegas mdicos no estarn de acuerdo, pero me gustadefnir a los hbitos como instintos adquiridos.Un hbito se forma a partir de un acto de voluntad inicialmente previsto yejecutado en la parte superior del cerebro, donde slo hay estructuras "nobles" quegobiernan la inteligencia y la planifcacin; si este acto de voluntad se repite conbastante frecuencia, el cerebro transfere la ejecucin a las estructuras menos noblesy ms profundas, las mismas que el instinto.Piensa bien: cuando eras nio, haba que ensearte a cepillarte los dientes; ypor algn tiempo te llevaron cada noche frente al lavabo para hacerlo. Despus tedejaron hacerlo solo, tal vez solo se limitaron a recordrtelo o a obligarte a hacerlocuando no queras. Entonces en algn punto, ya no tuviste la necesidad de quealguien te lo recordara ni que te obligara a hacerlo; cepillarte los dientes se habaconvertido en un hbito. De hecho, desde hace aos lo haces todos los das demanera automtica, sin que te cuesta ningn tipo de esfuerzo de voluntad.Sin embargo, si en el transcurso del da alguien te dice que tienes un pedazode lechuga entre los dientes vas a ir de nuevo al bao a lavarte los dientes; en estecaso, no en modo automtico sino guiado por una decisin precisa de la voluntad.Cul es la diferencia entre las dos situaciones? Hay una manera muy fcilde explicarla. Te acuerdas de cmo, cundo y por cunto tiempo te cepillaste losdientes esta maana? Probablemente no, pero sabes que lo hiciste.Pero si vas durante el da para cepillarte los dientes y quitarte un pedazo deverdura entre los incisivos, probablemente en la noche podrs recordar cadadetalle. Este proceso de transformacin del hbito sucede en todas las acciones quese repiten constantemente bajo ciertas circunstancias: al principio es necesario uncompromiso cognitivo y volitivo para hacerlo; luego, cuando tu cerebro se dacuenta de que es una rutina, por razones de ahorro y efciencia energtica setransfere la ejecucin de la parte delantera del cerebro, es decir, la que preside lasfunciones superiores del ego (que incluye slo pensar y tomar decisiones) a la partetrasera, la animal, la del instinto. Es como si el cerebro estuviera diciendo, bueno,me doy cuenta de que esto lo hago todos los das; entonces por lo menos vamos ahacerlo sin que me cueste esfuerzo, y por lo cual lo pondr en piloto automtico.La ventaja de este mecanismo es enorme. Piensa en mis ejercicios de lamaana: al principio tuve que hacer un pequeo esfuerzo para subir la escalera,despus un poco de esfuerzo para hacer los primeros 10 abdominales, luego otropara los otros 10, y as sucesivamente. Pero a medida que estos eventos se repetantodos los das, se convirtieron en algo automtico. Est claro que conforme pasa eltiempo se incorpora ms ejercicio a la rutina, dej