Elviajedelalma. - Internet Archive

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El viaje del alma. ¡Grande es el misterio de la muerte y no sabemos claramente aún que es realmente y a dónde nos lleva esta parte final de nuestra vida. La Sagrada Escritura, especialmente la parábola del pobre Lázaro y el rico, nos descubre enseñanzas insuperables en este sentido. Todas estas enseñanzas y tradiciones que están aquí y allá y no siempre son completamente claras pero una vez reunidos, juntos y bien ordenados, ofrecen la imagen clara sobre la enseñanza cristiana en este sentido. Debería ser algo indebido revelarlo en toda su magnitud y detalle esta presentación? Deberíamos no profundizar y guardar silencio? No rotundamente. De esta manera entendemos que deberíamos creer incluso aquellos que no vemos con nuestros ojos, porque es necesario prepararse para la muerte y el mundo de más allá. Sin saber qué es y cómo será, es trabajo duro mientras estemos en cuerpo viviendo aquí en la tierra, ya que la otra vida será totalmente diferente y por lo tanto hay que tener fe para asumir y entender la importancia que tiene. . El cristianismo exige de las personas que tengan una fe infinita más profunda y más espiritualizada, que no necesita ser respaldada por milagros y signos. Pero los que piden signos a veces lo recibe para ser atraídos en la fe, o fortalecidos en ella. En esta obra, presentamos este tema de la tradición cristiana ortodoxa que en algunos puntos es muy diferente al católico o protestante. También queremos descubrir a los católicos y protestantes las enseñanzas de la Iglesia que posiblemente han ignorado o que se han salido de la esfera de su fe, pero aún pertenece al rico tesoro de la antigua tradición cristiana que, en principio, debería pertenecer de todos. Antes de entrar en nuestro tema, creemos que necesitamos hacer la última aclaración. Para retratar el mundo de más allá, los padres usan un lenguaje simbólico dado que es una realidad existencial imposible de ser experimentada en la era actual y por lo tanto imposible de relatar como tal. Así, según los principios del simbolismo, lo que no se ve tanto como lo espiritual que no se ve, se imagina por lo que se conoce en este mundo. Especialmente cuando escuchamos sobre el lugar y la duración, no tenemos que tomar a pie de la letra, sino pensamos espiritualmente, porque de nuevo, son estados que no conocen ni el tiempo ni el lugar. Mejor dicho cosas que pertenecen a un reino y un flujo de tiempo aún sin comprender para nuestra naturaleza humana. Causa principal de la muerte es el pecado ancestral y que no es de Dios. "Dios no ha creado la muerte ni disfruta con la destrucción de los vivos porque Hizo todas las cosas para que vivieran, las y se salven. "El hombre por su linaje es mortal, como uno que ha sido hecho de cosas que son efímeras. Su naturaleza tiene un anhelo continuo por la divina eternidad" Todos los Santos Padres están de acuerdo en que la degradación y la inmortalidad del primer hombre solo se debían a la gracia de Dios que sopló sobre él un aliento de vida,

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El viaje del alma.

¡Grande es el misterio de la muerte y no sabemos claramente aún que es realmente y adónde nos lleva esta parte final de nuestra vida. La Sagrada Escritura, especialmente laparábola del pobre Lázaro y el rico, nos descubre enseñanzas insuperables en estesentido.

Todas estas enseñanzas y tradiciones que están aquí y allá y no siempre soncompletamente claras pero una vez reunidos, juntos y bien ordenados, ofrecen la imagenclara sobre la enseñanza cristiana en este sentido. Debería ser algo indebido revelarlo entoda su magnitud y detalle esta presentación? Deberíamos no profundizar y guardarsilencio?No rotundamente. De esta manera entendemos que deberíamos creer incluso aquellosque no vemos con nuestros ojos, porque es necesario prepararse para la muerte y elmundo de más allá. Sin saber qué es y cómo será, es trabajo duro mientras estemos encuerpo viviendo aquí en la tierra, ya que la otra vida será totalmente diferente y por lotanto hay que tener fe para asumir y entender la importancia que tiene.

. El cristianismo exige de las personas que tengan una fe infinita más profunda y másespiritualizada, que no necesita ser respaldada por milagros y signos. Pero los que pidensignos a veces lo recibe para ser atraídos en la fe, o fortalecidos en ella.

En esta obra, presentamos este tema de la tradición cristiana ortodoxa que en algunospuntos es muy diferente al católico o protestante. También queremos descubrir a loscatólicos y protestantes las enseñanzas de la Iglesia que posiblemente han ignorado oque se han salido de la esfera de su fe, pero aún pertenece al rico tesoro de la antiguatradición cristiana que, en principio, debería pertenecer de todos.Antes de entrar en nuestro tema, creemos que necesitamos hacer la última aclaración.Para retratar el mundo de más allá, los padres usan un lenguaje simbólico dado que esuna realidad existencial imposible de ser experimentada en la era actual y por lo tantoimposible de relatar como tal.

Así, según los principios del simbolismo, lo que no se ve tanto como lo espiritual queno se ve, se imagina por lo que se conoce en este mundo. Especialmente cuandoescuchamos sobre el lugar y la duración, no tenemos que tomar a pie de la letra, sinopensamos espiritualmente, porque de nuevo, son estados que no conocen ni el tiemponi el lugar. Mejor dicho cosas que pertenecen a un reino y un flujo de tiempo aún sincomprender para nuestra naturaleza humana.

Causa principal de la muerte es el pecado ancestral y que no es de Dios. "Dios no hacreado la muerte ni disfruta con la destrucción de los vivos porque Hizo todas las cosaspara que vivieran, las y se salven."El hombre por su linaje es mortal, como uno que ha sido hecho de cosas que sonefímeras. Su naturaleza tiene un anhelo continuo por la divina eternidad"

Todos los Santos Padres están de acuerdo en que la degradación y la inmortalidad delprimer hombre solo se debían a la gracia de Dios que sopló sobre él un aliento de vida,

y se hizo el hombre en el alma viviente.Este aliento es considerado como el alma del hombre y el Espíritu divino donde elSeñor remataba, con la riqueza de sus bendiciones, las faltas de nuestra naturaleza.El hombre vivió "verdaderamente una vida inmortal," teniendo "la gracia de Aquel quela dio por su propio poder de La palabra que estaba con nuestros padres Adán y Eva,"por cuyo bien" la muerte no los habría abordado. Pero debido a que el hombre fuecreado libremente, estaba en su voluntad de preservar la gracia recibida y asípermanecer en el estado de perfección e inmortalidad recibida de Dios o, por elcontrario, rechazándolo, caer fuera de este estado. Entonces cuando los santos padresdicen que el hombre fue creado en perfección e inmortalidad, no significa que le seaimposible conocer la corrupción y la muerte, pero que podría, a través de la gracia deDios y por su libre elección, que no hubiera tomado parte de ello. Para que laincorruptibilidad y la inmortalidad se convirtieran en atributos propios, era necesarioque el hombre guarde la gracia divina, perseverando en la unidad con Dios yobedeciéndole el mandamiento que se le dio precisamente para este propósito. "Si elhombre hubiera obedecido su orden al principio, perseverando en la gracia que Dios leshabía dado, hubieran disfrutado una unión tan perfecta con Dios, y se habría convertidoeternamente en algo así como Dios, vestidos de inmortalidad". Por lo tanto lanaturaleza, del hombre no era ni mortal ni inmortal. Si Dios lo hubiera hecho ante todoinmortal les habría hechos Dioses; y por otra parte si lo hubiera hecho mortales,hubiera pensado que Dios es la causa de su muerte. Así que, fue creado capaz de las dosposibilidades. Sabiendo que la libertad de elección de los hombres puede inclinar amboslados, Dios ha estado dispuesto a ofrecerle la gracia dada de antemano por ley porque alponerlos en Su paraíso, les dio Su ley.Si el hombre se inclina hacia la inmortalidad, cumpliendo con el mandamiento, recibiríade Dios como recompensa la inmortalidad, siendo como dios; y otra vez, si él sedirigió a las obras de la muerte, desobedeciendo a Dios, él mismo sería la causa de sumuerte, porque Dios hizo libre al hombre, con discernimiento y libre albedrío. Elmandamiento fue dado al hombre justo para poder evitar la corrupción y la muerte,manteniendo la libertad de elegir. La muerte es la consecuencia natural del pecado;cuando te alejas de Dios, el que es la vida misma, te estás acercando a la muerte, porquela muerte es la falta de vida. Debido a la desobediencia, el hombre al final fuearrebatado por la muerte. Por desobediencia a la voluntad divina y la trasgresión delmandato de Dios provienen todas las debilidades, enfermedades y otros males de losque nos viene la muerte, la oscuridad, la falta de virtud, la maldad; En definitiva, todalas formas del bien ha sido por contrario reemplazadas por males".Por eso hemos sido trasladados a este mundo inestable y transitorio y condenados a unavida de muchos males y desgracias y enfermedades donde el pecado ancestral haempujado a toda la raza humana por un camino desagradable cuyo final es la muerte.La trasgresión del mandamiento les devolvió el estado natural de su ser, es decir depolvo del cual fueron amasados así como Dios le ha prometido a Adán: regresarás a latierra de donde te sacaron; porque polvo eres y al polvo volverás! Separados de todo elbien, han dejado el mal para impregnar en la naturaleza humana; mejor dichoseparándose de La vida, agonizaba su muerte. Después de que él se fue despidiendo delBien, el hombre se hundió en lo más profundo de los males. De ahora en adelante, ladistancia de la vida trajo la muerte, la oscuridad, la falta de virtud, la maldad; Endefinitiva, toda la forma del bien ha sido por contrario reemplazada por males. De unamanera perversa, el enemigo arrojó la maldad en el alma del hombre, logrando asíextinguir y debilitar el poder de bendición y la gracia divina, donde en su lugar, resideinmediatamente lo contrario de la vida que es muerte y con razón Adán cayó de la vida

de Dios y adquirió otro linaje que es mortal.

La muerte primero cayó sobre el alma del hombre que, separado de Dios y privado de lavida divina, se vuelve opaco, corrupto y pernicioso. Entonces, el alma sufre un cambioal igual que el cuerpo. La muerte en el alma por la desobediencia, no solo arruinó elalma, sino que también trajo al cuerpo tribulación y sufrimiento, convirtiéndole en unesclavo de la muerte.

Porque Adán era realmente un arquetipo, el principio y la raíz de toda la raza humanaque abarcaba el todo en sí mismo, la muerte en primer lugar, se extienden a todos losdescendientes de Adán y la transmisión de estos males es a través de los nacimientos dela carne y en consecuencia son inevitables. Por lo tanto, todos los hombres nacenpestilentes corruptos y mortales, y nadie puede escapar de este destino. En conclusión,través del hombre, el pecado entró en el mundo, y por el pecado se alcanzo la muerte.La muerte la hereda todos los seres humanos en el sentido de que todos pecaron.

La muerte es totalmente mala; ella no tiene nada de bueno en si. Pero la muerte corporaltiene algunos beneficios para el estado establecido por la caída en el pecado ancestral.De hecho, si el hombre no hubiera muerto con su cuerpo, habría tenido grandes einnumerables penas. En primer lugar, el hábito de su condición pecadora le habríadejado al margen de preocuparse por su salvación, mientras que, amenazado por lamuerte, y sin saber cuando llegara su hora, comienza a pensar en la limitación deltiempo que le queda y se prepara para la vida de más allá, con un sentimiento espiritualvivo y arrepentido pero de otra forma su inmortalidad lo habría impulsado en lasoberbia, y en la promesa engañoso pensamiento que "¡Serás como Dios! Pero viéndoseobligado a volver a la tierra de donde fue tomado, conoce la debilidad y la nada a la quepertenece la criatura que carece de la gracia de Dios, y es cuando realmente conoce lahumildad. Si no fuera por la muerte, sería increíble de amados los cuerpos y la mayoríade las personas no les importaría nada más que preservar su integridad y habría sido lacaída definitiva del hombre. Dios no ha impedido la muerte para que nosotros nopermanezcamos impotentes y débiles para siempre. No tenemos que lamentar que elcuerpo se pudra, pero deberíamos llorar, si el cuerpo permanecería para siempre en esteestado miserable de ahora. Pero la muerte no solo destruye el cuerpo, sino también sumaldad, "La muerte esto significa" la destrucción para siempre de la corrupción",Permitiendo la muerte, Dios prepara la restauración. a través de Cristo al estado originale incluso a un estado superior, en el que el hombre será inocente y puro, porque, segúnla palabra del Señor, el grano debe morir para producir fruto.Pero la muerte del cuerpo también es útil para el alma porque la muerte ha impedidoque "el mal sea inmortal".El hombre caído en la muerte esta en una forma de liberación providencial quecontribuye a su preservación como ser humano. De lo contrario, "el poder del alma sehabría movido eternamente en lo que no solo significaría el mayor mal, y la aparentepérdida de la gratitud del hombre, pero también la clara negación de la bondad divina.”Dios ha permitido la muerte, considerando que no es correcto que el hombre,aumentado su libre voluntad tenga un hilo inmortal.El fin de esta vida de aquí creo que no es correcto llamarla muerte, sino la liberación dela muerte y la separación de lo corrupto y liberación de la esclavitud, la detención de lasguerras la destrucción de la oscuridad y el descanso del trabajo la calma de las pasionesy la destrucción del pecado, en definitiva, el fin de todos los males. Dios le da alhombre que viva tanto como sea necesario para caminar el camino hacia Él y tiene en

cuenta la libertad del hombre, con todas sus miserables consecuencias, respetando sulibertad, sin embargo la muerte solo Dios en su providencia decide cuando será elmomento preciso y el hombre muere cuando es el momento más aceptable para susalvación, según la omnipotencia de Dios.

Así podemos entender por qué algunos mueren de la nada, mientras que otros sufren deenfermedades graves a pesar de ser amenazado de grandes peligros y aún así se escapancon vida. No debemos sentirnos tristes ni siquiera por la muerte de los "malvadossujetos a las pasiones" porque ella corta la línea de sus pecados, tampoco del "bueno yvirtuoso", porque es "quitado " antes de que el mal destruya su alma y se mueva al lugardonde la virtud está protegida y en el que ya no teme ningún cambio hacia el mal.Para los justos, "la muerte es una caridad" porque acceden a una vida mucho mejor yesto es especialmente cierto después de la encarnación salvadora de Jesucristo.

Con toda esta excelente interpretación del sentido de la muerte Los santos padres creenque la muerte ha sido un enorme mal hasta que Cristo vino a derrocarlo. La muerte esuna mala inclinación nacida del pecado, que a su vez, da a luz el pecado. Después deque el primer hombre haya pecado, tan pronto como llega la muerte, desde aquelmomento el entraba bajo el dominio del diablo. Al pecar, Adán llega ser mortal por elpecado, donde la muerte y el pecado entraron en la raza humana y se extendieron atodas las personas, determinándoles a todos a pecar.

Alcanzando el atributo de mortales, hemos ganado una mayor inclinación hacia elpecado, donde la muerte y el pecado entraron en la raza humana y se extendieron atodas las personas, determinándoles a todos a pecar. El cumplimiento de las necesidadesdel cuerpo lo llevó al hombre que quería preservar su vida temporal a toda costa, apasiones impredecibles. El miedo a la muerte tiraniza tanto al hombre que haríacualquier cosa para deshacerse de la muerte si fuera posible. . El temor natural de lamuerte se vuelve agudo, y aquí el miedo, la ansiedad, la melancolía, el disgusto de estavida que termina con la muerte, la desesperación y lo peor de todo, el odio hacia Dios, yla rebelión contra él.

A través de su obra salvadora, Cristo salvó al hombre de la muerte y nos dio la vidaeterna porque, para esto fue encarnado. Quien conoce las enseñanzas cristianas másprofundas, podría decir que el nacimiento de Cristo no ha sido la causa de Su muerte,sino por lo contrario, Dios por causa de Su propia muerte nació en el mundo. No por esoEl Hijo del Hombre obedeció nacer en cuerpo el que es Dios eterno ni porque él queríavivir entre nosotros, sino porque él quería llamarnos desde la muerte a la vida.

El Uno nacido en virginidad, y no por descendencia masculina, a través del pecadoancestral como cualquier hombre, Cristo voluntariamente recibe la muerte peropermanece intocable de la corrupción, porque El es la Palabra de Dios El Verbo. JesúsCristo resucita y resucitando nos rescata de la muerte eterna y de la corrupción tambiéna nosotros y nos da el poder de elevarnos a nosotros mismos al final de los tiempos,cuando nuestros cuerpos, renovados serán exaltados a la vida feliz, donde no haysufrimiento ni fin del tiempo.

Teniendo la misma naturaleza al igual que todos los hombres pero sin pecado, Sucuerpo resucitado e glorificado salva de la corrupción y hace resucitar todo el cuerpohumano. La muerte de Cristo es "la muerte de la muerte" y su resurrección, victoria y

dominio de la vida eterna para siempre. Si Cristo no habría resucitado, nuestra fe seriaen vano! La victoria de Cristo es, por supuesto, también un logro espiritual. Por sumuerte, Cristo destruyó el pecado borrando los pecados de todos los hombres.Jesucristo Ha resucitado de entre los muertos, pisando la muerte con la muerte y a losque descansan en las tumbas dándoles vida." La victoria de Cristo sobre la muerte esuna realidad física, no solo una espiritual. Cristo de modo real y objetivo, destruyó lamuerte y resucitó con su propia humanidad en beneficio del conjunto de toda lahumanidad; Cristo derrota el poder del demonio, de gobernar sobre los hombres a travésdel temor a la muerte, incluso antes de morir. Durante Sus sagradas pasiones, en la cruz,cuando su muerte estaba frente a él mientras el diablo trataba de tentarle por el dolor, esdecir, para inculcar el miedo a la muerte, llevarlo a la desesperación, hacerle rechazar lavoluntad de Dios, es decir, determinarle abandonar y rebelarse contra Dios.

Ninguna de las flechas del diablo toca a Cristo, que anulando su voluntad humana dejapor delante la voluntad divina y su victoria se convierte en la ganancia de aquellos quese unen con Él y comparten Su gracia-Los sufrimientos de Cristo en el Jardín de Ghetsemaní, cuando él estaba preocupado yafligido con el espíritu, son el punto culminante de la lucha de la muerte, con la que Élnos ha salvado. En Su oración con el sudor de sangre revela el camino a seguir en el enmomentos cruciales .La tentación de caer presa al miedo, que él confiesa, diciendo: "MiPadre, si es posible, ¡Aleja de Mí este cáliz! ", lo rechaza sometiendo Su voluntadhumana a la voluntad del divino Padre: "Pero no como yo deseo, sino como Túquieres".Superando el momento crucial para nosotros, Cristo nos da también el poderde vencer y unirnos con Él. Como su voluntad humana fue apoyada y fortalecida por sunaturaleza divina, con la cual la naturaleza humana se unió en ÉL, nuestra debilidadhumana ganó apoyo y fuerza en la unión nuestra con Cristo, al compartir la gracia delEspíritu Santo que Él nos ha dado. La victoria de Cristo sobre la muerte es, por lo tanto,una victoria contra la muerte y la maldad como fenómenos físicos; al mismo tiempo,también es una victoria contra el pecado y las pasiones que da origen y aumenta elespectro de la muerte. Su poder no se manifestará solo al final de los siglos, en laresurrección de toda la humanidad también así como en la era presente, no es solo elfundamento de nuestra esperanza y fe, pero verdaderamente irradia en nuestras vidas,sacándonos de la esclavitud de los demonios y del pecado y la muerte. Por elsacramento del bautismo, el cristiano muere y se levanta espiritualmente con Cristo, esdecir, muere el hombre viejo, nacido del pecado, y nace el hombre nuevo, bajo la gracia.

La victoria de la muerte de Cristo como una victoria sobre el pecado no solo porque lamuerte es el fruto y el sello del pecado, sino también porque es una fuente eterna delpecado, caña con la cual el diablo maneja al hombre para pecar, cadena con la que lesostiene en la esclavitud del pecado. Cristo ha tomado parte de la naturaleza humana"para derrocar al diablo a través de su muerte y librar a todos que, el temor de la muerte,los mantuvo en cautiverio toda la vida. Así Cristo venció al demonio que, a través de suastucia, hizo que la muerte entre en la naturaleza humana y haciendo uso de elladeterminaba el hombre a pecar. La muerte fue permitida por Dios solo por la causa delmal y el estado del pecado del hombre para que la maldad no perpetuara sin fin. Cristodestruye la muerte, para que el estado mortal del hombre no sea infinito, ni su muerteque no sea eterna. No era el pensamiento de Dios que el que fuera creado por Elperecer, y que la maldad de la serpiente sea más fuerte que Su divina voluntad. A travésde la obra salvadora de Cristo, el castigo de la muerte eterna fue destituida. Todosesperamos que nos levanten de la muerte, a través de la resurrección de todos, que

Dios, mostrará a su debido tiempo El mismo Dios quién se ha sacrificado por nosotros.Todavía habrá muerte hasta la resurrección de toda la humanidad, al fin de los siglos,pero no reinara sobre aquellos unidos con Cristo a través de los Santos Misterios ysacramentos e cumplimiento de sus mandamientos divinos. La muerte ya no tiene podersobre lasa almas, no los controla, ya no los teme, arrojándolos al pecado sino elcristiano, de aquí y desde ahora incluso desde este mundo es libre de la muerte. Con laresurrección de Cristo se desprecie la muerte. Cristo ha derrocado el propósito de lamuerte y nos hizo inmortales. ¿Dónde está el anhelote la muerte? ¿Dónde está tuvictoria? Conociendo su antiguo poder y viendo ahora su debilidad, es para agradecerlea Cristo que lo destruyera. Qué maravilloso cambio no ha traído Dios! Cristo ha hechode la muerte "el comienzo de la transformación hacia la incorruptibilidad.

Simplemente con pasar su umbral entraremos al mundo de más allá donde tendremoscuerpo y alma, de otro tipo fuera de la estrechez que conocemos aquí. A través de laobra salvadora de Cristo, ya no descendemos a lo más bajo de la tierra, donde las almasparecen estar condenadas para la eternidad pero teniendo la posibilidad, si somosdignos, ascender a la vida celestial entrando en el reino de los cielos, donde habrá todala bondad divina. La muerte ya no es una cosa sin sentido, que nos arroja a la nada peroun solemne y maravilloso comienzo de la vida plenaria y real y mucho mejor. El diablotrajo la muerte para nuestra pérdida, volvernos en la Tierra, cortando cualquieresperanza de salvación, pero al venir Jesucristo y asumiendo el sacrificio de la muerteen la cruz, Lo cambió por completo. Para el cristiano, la muerte significa vivir conCristo a la diestra del Padre y es mejor morir en Jesús Cristo que reinar sobre toda latierra. Busca aquel que murió por nosotros y El que resucito por nosotros. Ese es El quequiero, eso es lo que quiero. Tu nos salvaste de la maldición y del pecado nos abristeuna nueva forma de resurrección, y al reventar las puertas del infierno, has vencido alque tiene el poder de la muerte, has vencido el diablo!Es un peligro muy grande morir sin estar preparado para la muerte; Pero saber cuandoes tu tiempo de la muerte es un don de Dios, concebido solo para los santos por lo cualdebemos orar toda la vida, pidiéndole que nos dé tiempo de preparación antes de moriry presentarnos delante de Dios.

La muerte es verdaderamente una gran prueba, porque el hombre siente el dolor de laseparación y miedo a lo desconocido. Al acercarse el momento de la muerte, el hombresiente que ha llegado el tiempo de abandonar este mundo y será separado de sus seresqueridos, de toda su pertenencia y de todo lo que era familiar. Luego está el miedo a lodesconocido: todo es nuevo y extraño; él nunca vivió así y no sabe qué le pasará. Através de la obra salvadora de Cristo, no descendemos a lo más bajo de la tierra, dondelas almas parecen estar condenadas para la eternidad pero, si somos dignos, ascendemosa la vida celestial y entramos en el reino de los cielos, donde habrá toda la bondaddivina. Delante de él se abre un mundo oscuro que se le presenta para tragarle. Eldesorden y la ansiedad le cubren el alma.

Conoce por la fe que está viviendo otra vida, pero cómo lo hará, no lo sabe. Que tipo devida puede ser aquello sin el cuerpo? Dónde descansará su alma, y cual será su destino?En un lugar de felicidad antes fue" sometido a tal intento, teme el peso del camino y elcambio al nuevo lugar; le agarra una tristeza por la pérdida de la riqueza y de los bienesque haya disfrutado antes y también por los seres queridos… Sufre por la separacióndel cuerpo con el que ha estado acostumbrado a vivir y por la salida del entornomundano donde se encontraba a gusto., o tal vez en un lugar de castigo? ¿En un lugar de

felicidad, o tal vez en un lugar de castigo? En definitiva, sufre "porque nunca antes fuesometido a tal intento, teme el cambio a un nuevo lugar; le agarra una tristeza por lapérdida de la riqueza y de los bienes que haya disfrutado antes y también por los seresqueridos… Sufre por la separación del cuerpo con el que ha estado acostumbrado a viviry por la salida del entorno mundano donde se encontraba a gusto. El temor al momentooscuro me atormenta cuando seré echado fuera de la presencia de Dios, y no será nadiequien me oirá, y no tendré parte de descanso. Tengo tres veces miedo cuando mi almasaldrá de la carne cuando me encuentre con Dios y cuando esté dada la sentencia en micontra".

En este tiempo de ansiedad y miedo, el hombre necesita ser fortalecido y consolado dequienes nos rodean, especialmente hoy, cuando tanta gente está sola, lejos de la familia,terminando su vida a menudo en una habitación extraña y fría del hospital. Cuanto másayudará nuestra oración! Todos los hermanos unidos en la fe están llamados a exaltarlas oraciones para el que está en el umbral de la muerte. Uno de los fenómenos másconocidos que ocurre poco antes de la muerte es la visión repentina de toda la vida, contodos sus momentos.Según los testimonios, los recuerdos están recordados a una velocidad deslumbrante enorden cronológico; después de todo, los recuerdos aparecen todos a la vez y pueden sercontenidos de un vistazo. Pero todos los testigos dicen al igual que todos estosrecuerdos son extremadamente vívidos, reales y muy claros sin importar lo rápido quesuceden o cuán grande pueda ser su multitud... cada una de los recuerdos es muy claropercibido e identificado. Algunos dicen que sólo se dio cuenta de los hechosimportantes de su vida; otros, que han visto todo desde lo más insignificante, hasta loque les marcaron en particular. Ahora el hombre tiene que enfrentar otro desafío: por unlado sufre, mirando con tristeza los momentos de alegría de los cual se separadefinitivamente, por el otro lado, está aterrorizado al ver toda la multitud de suspecados. Cuando el alma del hombre está a punto de abandonar el cuerpo, él recuerdatodos sus pecados que hizo y entonces alcanza un estado terrible que se le desgarra elcorazón de tanto dolor. Desde un punto de vista espiritual, este último acto esbeneficioso; es la ultima ocasión del arrepentimiento del alma, que juzga su propiavida para presentarse ante Dios, es una retrospectiva de toda la vida, una encuesta de laconciencia y recapitulación de su entera existencia en lo cual se ilumina un significadohasta entonces misterioso. Esta retrospectiva es un tipo de juicio del hombre quetodavía tiene un ultimo momento para dar una buena respuesta, arrepintiéndose de lasmalas acciones y agradeciendo por todo lo que Dios le dio, a través de una oraciónmuda, porque no hay más tiempo para palabras, ni siquiera hay tiempo para unpensamiento, sino una entrega total en la mano de Dios.

A veces, a la hora de la muerte, suceden cosas extrañas, por encima de lo natural, quesólo los moribundos, pueden percibir ya que ahora adquieren un sentido y unconocimiento inmaterial acerca del otro mundo. De hecho, el hombre sabe todo lo quesucede a su alrededor incluso desde cuando ya no siente nada y haya perdido elconocimiento "El pobre alma, impotente, ve cómo los que están alrededor, familiares yamigos, lloran en vano e inútil. El escucha sus murmullos y llantos en lágrimas, pero nopuede decir ninguna palabra pero es completamente sensible a las reacciones deaquellos que están a su alrededor, quienes le puede hacer bien o mal, o le consuelan y lefortalecen, o, por el contrario, le asusta y desanima. Por lo tanto, aquellos que están a lacabeza de un moribundo deben portarse con una delicadeza enorme. Ocurre a menudoque el alma, antes incluso de abandonar el cuerpo, reconozca a aquellos con quienes

será enviado en el mismo lugar, compartiendo la misma culpa o la misma recompensa.Pero las apariencias de ángeles y demonios son muy comunes y los experimentan todoslos moribundos. Tan pronto como el alma comienza a separarse del cuerpo, "comienzaa verse el mundo espiritual, que el cuerpo hasta entonces le impide ver. Cuando elhombre muere, lo primero que conoce es el mundo de los seres espirituales que lerodean; los ángeles y los demonios. Hay personas que, a través de la misericordia y lagracia de Dios, son dignos de conocer aún en el tiempo de su vida tal visión espiritual.Tan pronto como el alma se separa del cuerpo, los ángeles vienen alrededor al hombrepara coger el alma y llevarlo al otro mundo, pero también vienen los demonios queintenta secuestrarlo.Un ejemplo conocido es el de San Macario de Alejandría que estaba a punto de dar suespíritu y un ángel vino acompañado por una multitud de ángeles celestes y le dijo: Dateprisa para salir. Todo el mundo está sentado y esperando por ti! Entonces el ancianocontesto: "Señor, Señor Jesús, el amado por mi alma recibe mi espíritu! "Y se quedódormido en el nombre del Señor".

En el momento de la muerte, dos ángeles nunca faltan.Uno es el ángel que acompaña y guía al alma a través del camino sin sendero. El otro esel ángel de la guarda cual se encuentra más cerca de nosotros en la hora de la muertepara llevarse el alma. Tan pronto como el alma sale del cuerpo, el ángel nuestroguardián es lo primero que vemos y conocemos. Sus caras son brillantes, sus ojosllenos de amor, cabellos blancos como la nieve, brillando como el oro, sus ropas comorayos que lleva atada en forma de cruz una venda dorada. Los demonios tambiénllegan a la cabeza de quien está a punto de morir. Sus caras falsas eran tan negras comoel hollín, sus ojos, como llamas de fuego, y su apariencia era tan fea como el fuego delinfierno todos saltando contra mí, sacando sus dientes, queriendo tragarme. Esosespíritus malignos y abominables estaban preparándose y esperando que venga algúnjuez. Así, padeciendo por esos males, aunque la amargura de la muerte no fuerasuficiente para mí, esa terrible visión de esas criaturas y demonios era como habíamuerto, otra vez pero era aún más terrible todavía. Recordé una oración: A la derechade mi alma perversa verte de pie, luminoso y amable, tú, mi ayudante y mi bienhechorángel de la guarda, cuando mi alma saldrá de mí con dificultad, ayudarme paraexpulsar a los enemigos amargos que buscan apoderarse de mí.”¡Entonces mi almahumilde, cúbrela con tus alas luminosas y sagradas.

El alma está más aterrorizada con cuán más profundo es el pecado. Y no solo tienenmiedo a los demonios feroces, sino el alma pecadora también se conmueve de losángeles y se lamenta en vano entonces, entendiendo que han venido para tomarlo yarrancarlo del cuerpo y del mundo, gruñe y tiembla ante los terribles e insoportablesángeles. Pero los ángeles no solo vienen para tomar el alma, sino también para apoyar yfortalecer al hombre en la hora de su muerte.Entonces el hombre está "absolutamente asombrado". Su venida está llena de horror,porque es una señal de que serán llevados para ser juzgados ante Cristo: "Nos tocaráseguramente este miedo, cuando nos sacarán fuera de este mundo. Porque el prisionerosufre más cuando es sacado de la cárcel y llevado al juicio; entonces el miedofulminante es cuando está cerca del tribunal, más que cuando debe dar cuenta de sushechos. Tanto los ángeles como los demonios vienen y le presenta al hombre todos sushechos, buenos o malos, cometidos en la vida, lo que todo hombre ve a la hora de lamuerte "Si estamos asustados por la vista de algunas personas, como será el miedo quenos abarca a la vista de los ángeles y los poderes celestiales amenazando, sin ninguna

compasión hacia nosotros cuando se acerca para sacarnos del cuerpo y de esta vida? Elalma será sometida durante el paso por las veinte aduanas del aire. Tanto los ángelescomo los demonios vienen y le presenta al hombre todos sus hechos, buenos o malos,cometidos en la vida, lo que todo hombre ve a la hora de la muerte como se ha dichoantes. "Un poco antes", cuenta uno de los que ha regresado de las puertas de lamuerte, entraron dos jóvenes muy agradables en casa que se sentaron a mi lado, uno ala cabeza, y otro a los pies. Uno de ellos me ha ofrecido un hermoso libro para leerlo.Había allí apuntados todas las cosas buenas que había hecho en mi vida pero eran muypocos e imperfectos. Tomaron su libro y se quedaron a mi lado sin decir ni una palabramás. Entonces, de repente, apareció un grupo de espíritus malignos con caras negras yespantosas; rodearon la casa y muchos de ellos entraron, sentándose y llenando el lugar.Entonces, uno de ellos, el más negro, que estaba en frente y parecía ser su líder, leordenó a una bestia, entregarme un libro, sucio grueso, muy pesado y difícil de usar. Enla medida que yo leía, vi con horror que todos los males que he cometido ya sea porhecho o por palabra, y solo con el pensamiento, incluso el más pequeño y el másinsignificante fueron apuntados con las letras gruesas y oscuras. El capitán entoncesdijo a los dos hombres blancos brillantes, vestidos de blanco: "¿Por qué siguen quedarseaquí? ¡Usted ve bien que es nuestro ahora! "Y ellos respondieron:" ¡Así es!"Entonceslos ángeles se marcharon y me dejaron con los demonios.

Muchas cosas inusuales le suceden al hombre en el momento de la muerte. Hay ruidosextraños, que suena y que a veces se escucha incluso de los que les rodean la por laaparición repentina de ángeles y santos forman un rumor como una multitud. Cuandolas almas de los justos elegidos salen del cuerpo solía cantar canciones de gloria.Y se escuchan cómo resuenan los elogios en el cielo. También sucede que losmoribundos ven una luz maravillosa. La luz brillante muestra a Jesús, a su Madre, a losapóstoles y los santos; los Ángeles que entran al que está a punto de morir y tambiénson deslumbrantes.. Pero a veces está sucediendo que la llegada de los demonios es acompañada por la luzsegún confiesan los santos, los diablos pueden "convertirse en ángeles de luz" paraengañar al hombre. Todas estas visiones y voces inusuales también pueden ser unengaño. Hay, por un lado, imágenes falsas creadas por delirio o alucinaciones delmoribundo, causadas por enfermedad, o tal vez proyecciones de sus deseos y temores.Por otro lado, alguien, no sabe "dividir los espíritus" y da creencia a cualquier espíritusin saber que esto sea o no de Dios. Los ángeles son siempre presente a las personas dela misma manera así como son y no cambia de apariencia pero los diablos, por elcontrario, cambian la cara y toma todo tipo de otras apariencias para engañar alhombre, especialmente en el umbral de la muerte, cuando aún le queda un momento serdueño de su destino haciéndole pensar de manera falsa que es destinado al cielo, y queno hay que temer al juicio de Dios con el propósito de quitarle al hombre la últimaoportunidad de arrepentirse.

Sin embargo hay experiencias al límite que fueron experimentadas por personasdeclaradas clínicamente muertas y que fueron resucitados posteriormente, quienes, araíz de accidentes, lesiones graves o enfermedades estaban en un estado muy cercano ala muerte, y luego han contado lo que les había sucedido en esos momentos.Las personas consideradas clínicamente fallecidas significan que en realidad no estabanmuertos y sus historias realmente no se pueden consideradas como testimonios de unaexperiencia de muerte y tampoco tienen un valor absoluto como testimonios deexperiencias cercanas a la muerte.

Primero, el moribundo comienza a escuchar un ruido desagradable y se sientearrastrado con mucha velocidad a través de un túnel oscuro, al final del cual alcanza sinel cuerpo físico sin dejar el lugar donde se encontraba en el momento de la muerte y vesu propio cuerpo y las personas que están de pie a su alrededor, desde la distancia,presenciando todo lo sucedido como espectador. Entonces se le muestra una entidadespiritual "totalmente desconocida", un espíritu de gran ternura, vibrando de amorcomo una criatura de luz lo que le impulsa a recapitular su vida entera.

A pesar de las sorprendentes similitudes entre los diversos testimonios en los que sebasa, nunca encontraron dos que serían absolutos idénticas y tampoco encontraronninguna confesión que abarcara todos los detalles presentando un "retrato robot" deestas experiencias. El hombre puede experimentar esta separación del cuerpo no solo enrelación con la muerte sino también en otras ocasiones, por ejemplo en el éxtasismístico. La literatura cristiana raramente se menciona esto, porque se presta másatención a las etapas de la vida después de la muerte, y especialmente al destino delalma en la eternidad. El segundo paso involucra elementos que hemos mencionadoanteriormente, basados en algunos testimonios cristianos: visión unilateral de toda lavida y la aparición de algunas personas muertas al mismo tiempo o antes. Pero son soloexpresiones genéricas que intentan agruparse en una sola realidad de nombres común depersonas presentadas por testigos de diversas maneras, que a menudo no pueden seridentificados entre sí; dan la falsa impresión de que es una realidad única, idéntica entodos los casos, mientras que de hecho somos unos seres tan diferentes. En estoconsiste el peligro del engaño y la confusión. La mayoría de los testigos no parecentener el discernimiento necesario para conocer la verdadera naturaleza de aquellos aquienes han visto. El hecho de que la "criatura luminosa" siempre se manifestarse conternura y amor no es suficiente para creer que realmente tenemos presencia de un serbueno: ángel, santo o incluso el mismo Señor Jesucristo. El silencio que respira esta"criatura de la luz" no es garantía de su bondad, porque el diablo mismo puede engañaral moribundo al retratar el otro mundo como una tierra de luz, para quitarle el temor deDios y el arrepentimiento salvador. Pero si la criatura que ve al morirse le prepara parasentarse ante Dios y le despierta el sentimiento para el arrepentimiento y se les permitea los santos ser reconocidos por el moribundo entonces puede ser considerada como deDios. Además, la práctica tradicional de la vigilia conocida en la espiritualidad orientalno deja lugar a errores de imaginación y no recibe con facilidad las visiones de la horade la muerte como verdaderas. Los santos pertenecientes a diferentes sociedades yépocas han tenido esta experiencias similares y muchos de los hechos descritos,especialmente las visiones y las maravillosas voces que se refuerzan con el testimoniode quienes han estado presentes alrededor de ellos en la hora de la muerte de cuales lossantos padres han sido dignos por el esfuerzo total desde el tiempo de su vida.

La muerte es la separación del alma del cuerpo como un fenómeno en sí, por la salidadel alma que se separó de la carne pero continúa viviendo siendo inmortal.Porque el alma es el principio vital del cuerpo, él que le estructura, le mueve y lemantenga vivo pero el cuerpo del cual salió el alma se convierte en inerte, deja de ser unorganismo vivo y los elementos a partir de los cuales se había constituido pierden suunidad y conexión y entra en descomposición. La muerte como un hecho cumplido essolo la muerte del cuerpo, porque el alma separada de la carne está privada solo de esasfacultades que pertenecen a la vida y de su conexión con el cuerpo.Más bien cuando el trabajo de estas facultades cesa, quedando como potenciales simples

después de la concepción y configuración en el estado de embrión y del feto, cuando elalma está completamente presente en el cuerpo, con todo sus poderes, pero el cuerpo noestá aún lo suficientemente desarrollado para permitir ejercerloLa separación del alma es natural para el linaje caído y difícil de entender, por razonesque van más allá de nuestra comprensión de la naturaleza espiritual. El alma, cargada depasiones y muy unido al cuerpo, no puede tomar con facilidad este "despegue. Por elcontrario, el hombre lleno de virtudes, vacío de pasiones, que amaba con ardor a losseres espirituales que están arriba, se inclinan hacia ellos y asciende fácilmente hacialos que adoraba continuamente durante su vida. La guerra entre los ángeles y losespíritus malignos que, en el momento de la muerte, están luchando por el alma, es muydura.Los ángeles quieren secuestrar el alma y llevársela con ellos al cielo y las demonios, porel contrario, mantenerla en las garras del cuerpo y del mundo, y con cuanto más terrenalesta acostumbrado el alma, más difícil se sale del cuerpo. “Muchas historias dicen queen los primeros días después de la muerte, los muertos se muestran a los demás, ya seaen estado de vigilia, o en un sueño. Dos días después de la muerte, el alma disfruta decierta libertad y puede ir a ver los lugares que le han sido más queridos en la tierra. Eltercer día, es un día lleno de significado cuando el alma finalmente se separa del cuerpoy pasa a una nueva etapa de su vida después de la muerte. En un vínculo simbólico conla resurrección de Cristo, que ocurrió el tercer día, ahora el alma sube al cielo. No esmenos cierto que el límite del regreso a la vida después de la muerte clínica, de acuerdocon el nivel actual de conocimiento médico es de unas horas o incluso unos minutoscuando no se ha proporcionado asistencia respiratoria lo que evita el daño cerebralgrave y definitivo. Sin embargo, esto no invalida las historias de maravillosasresurrecciones pasadas después de mucho tiempo, porque el milagro acaba de suceder yesto es lo que significa: la superación de las leyes de la naturaleza de una maneraincreíble. Durante tres días no se puede hablar de un resultado completo y definitivo dela separación definitiva del alma porque el alma no abandona completamente el cuerpoen el momento inmediato de la muerte y es como un proceso que se lleva a cabo en tresdías desde el fallecimiento. Por lo tanto en la extracción de órganos, que nuestrasociedad quisiera practicar, sin ninguna reserva, demostrando que mientras la extracciónde un órgano debe ser realizada inmediatamente después de la muerte clínica, parautilizarlo con éxito, de hecho puede ser una intervención brutal e impactante de unproceso en curso en una persona que ya esta soporta los sufrimientos de la separacióndel alma del cuerpo.El alma que se separa del cuerpo llena de confianzas se desnuda del cuerpo como de unabrigo, y experimenta un gozo de alegría indescriptible y se desprende del cuerpo sinninguna pena. Pero el hombre común que ha vivido en pecado, solo el pensamiento dela muerte le asusta y padece de verdad un gran sufrimiento y temblor. Ay, cuántotormento percibe el alma cuando se separa del cuerpo!" ¡Gran llanto y luto, gran suspiroy angustia es la separación del alma. El sufrimiento y la angustia por la salida del almadel cuerpo no solo son un signo de la pasión del amor propio, "por el cuerpo" yel sufrimiento natural producido por la ruptura de la vida, que se desintegra en lamateria de cual fue hecha que es por lo tanto antinatural y odioso.El apoyo espiritual del hombre en el lecho de muerte que consiste en las oraciones delos familiares y de la Iglesia es realmente la única ayuda y consoló del difunto. Latradición de la Iglesia exige la vigilia de los muertos donde se hace una oracióncontinua leyendo salmos una y rezando por el descanso eterno.

Consolado con las buenas obras y las oraciones de la Iglesia, aliviado el alma asciende

al cielo con esperanza de adquirir la vida feliz para ser salvado. La Iglesia pide a Diosel perdón de sus pecados conocidos y desconocidos, cometidos por su voluntad o sinquerer, y limpieza de toda la contaminación de sus pasiones. Pero las pasiones del almano desaparecen con la muerteLa alma pecadora, aún en cuerpo, propaga su podredumbre de las malas acciones, perodespués de la muerte lo propaga aún más. Las pasiones unen el alma a este mundo y, lohacen más pesado que le impide volar al cielo. Los que viven en la carne debenrenunciar las pasiones del cuerpo, especialmente a través de una vida virtuosa, para quedespués de la muerte ya no tenga necesidad de otra muerte para liberarlo del cuerpo. Unhombre así, incluso después de dejar el cuerpo, aún no renuncia a estas pasionescorporales porque está completamente subyugado a ellas y por esta causa aumenta susufrimiento, porque su alma está aún más enredada con estas pasiones mundanas. Por elcontrario, el alma limpiado de pasiones, aliviado de carga de la carne y no sostenidopor los vicios del mundo, se separa fácilmente de la carne y asciende a los lugarescelestiales.El alma se lleva consigo todo lo que ha acumulado en el tiempo de vida sea buena omala, y persevera en aquellos en los que se encontraba en el momento de la muerte. Susobras le acompañan para siempre e irán al mundo de mas allá con todos suspensamientos y sentimientos, con virtudes y pasiones, con los buenos y los malos, contodo su comportamiento moral. Desde ahora en adelante es imposible cambiar deninguna manera dado que el alma conserva el estado espiritual en el que se haencontrado el momento de la muerte. El alma carece de carne y de las oportunidadesque ha tenido en la vida terrenal y no puede vivir como antes ni vivir de otro modo aúnque quisiera cambiar y comenzar una nueva vida totalmente diferente de la que vivió enla tierra, él no puede hacer eso porque le falta su cuerpo, sin el cual el hombre no eshumano y no puede decidir o actuar libremente. También le faltan las compañías y loslugares terrenales, quien le dio la oportunidad de buenas obras para su salvación. Enotras palabras, el alma ya no puede arrepentirse, porque en el mundo de más allá secosecha lo que has sembrado en la vida terrenal. Es cierto que el cuerpo se descomponelentamente, pero no se destruye por completo, porque la destrucción es el paso a lainexistencia, mientras que la desintegración es solo una dispersión, es decir, un retornodel cuerpo a los orígenes terrenales de las cual fue tomado, en otras palabras la muertedestruye lo que está corrompido en nosotros, pero no el cuerpo. La muerte, es verdadque saca al alma de su entorno con el cuerpo, pero la conexión natural entre si seconservan de cierta forma y, en cualquier caso, en una conexión hipostática.

El alma reconoce los elementos de su cuerpo incluso después de la dispersión, al igualque un pintor tiene en cuenta los colores que ha mezclado para obtener un cierto matiz,el pastor reconoce a sus ovejas incluso cuando están en campo juntos a otras, igual queuna persona que haya roto muchos vasos pero sabe muy bien que trozos le pertenece yson suyos. . Incluso en la muerte, el alma no solo recuerda al cuerpo entero, sinotambién a cada parte de él, permanece de cierta manera, presente en cada uno de ellos,por muy descompuesto que sea. "el alma reconoce los atributos naturales de loselementos corporales en los que vivió incluso después de la separación a uno de otro. Elalma está sostenida, a través del poder de conocimiento, en los elementos corporalesque son suyos, se expresa en ellos hasta "La unión" de esos elementos dispersos que sehará de nuevo para renovar los cuerpos descompuestos. Y esto es lo que llamamos laresurrección". Igual de cierto es que el cuerpo también permanece ligado de ciertamanera al alma hasta la resurrección.

Es cierto que a lo largo de la vida terrenal, el cuerpo experimenta varios cambioscausados por lesiones, enfermedad, envejecimiento, que culmina con la hora de lamuerte, cuando se despliega en las cosas de las cuales fue hecho y se descompone; perotiene una forma que no cambia, y esta forma se mantiene en el alma como un sello quela misma muerte tampoco puede borrarla.

La forma del cuerpo permanece en el alma, tal como es un sello incrustado en la cerablanda, de mismo modo los materiales que han servido para formar la imagen en elsello permanecerán en el alma hasta el momento de la resurrección, cuando el almarecibe nuevamente toda la huella impresa con la forma del cuerpo de antes. Este cuerposerá resucitado de ahora en adelante, será renovado y recibirá una nueva vida.En la resurrección el hombre encontrará su propio cuerpo (no el cuerpo de otro,tampoco ningún otro cuerpo cualquiera), pero con otro tipo de vida incluso si partes delos cuales está hecho el cuerpo están dispersos o descompuestos. Si no volviera renacerexactamente la misma composición, y solo se mezclaría con elementos similares enlugar de aquellos propios suyos, es como reconstruir a otro hombre en su lugar,entonces no podría ser llamado Resurrección, sino la creación de otro hombre.El tercer día después de la muerte tiene un gran significado, como umbral y la transicióna un nuevo estado de alma. El alma permanece en los primeros tres días después de lamuerte en la tierra pero el tercer día, es elevado al cielo por los ángeles, acompañándoloahora y apoyándolo en el camino al cielo, siguiendo del mismo modo el levantamientode entre los muertos en el tercer día de Jesucristo, el Dios de todos.

Solo el alma de los santos no permanece tres días en la tierra, que por la gracia de Dios,es raptado al cielo tan pronto como abandona el cuerpo, porque su separación perfectade vida mundana y por el celo ferviente de ser inmediatamente junto con el amadoCristo.En el momento de su ascensión al cielo, el alma está asediada por demonios que quierenarrancarlo de la mano de los ángeles que le acompaña y arrojarlo a los profundos delinfierno. Por el pobre alma están peleando grupos iguales de ángeles y demonios, porun lado, el ejército de Ángeles celestiales y por el otro, los poderes de las tinieblas.Según su conducta, el alma ahora es secuestrada ya sea por ángeles o por demonios. Siha acumulado riqueza de virtudes, entra bajo la protección de los poderes celestiales; sies cargado de pasiones, es tomado por los poderes del mal; A quienes eligió pasar eltiempo de la vida, con ellos pasarán de ahora en adelante la eternidad. El alma del justose desprende del cuerpo sin lamentarlo, dirigiéndose con una enorme paz hacia el ángelluminoso y alegre que viene de lo alto del cielo para cruzar sin impedimentos el aire,ilesos por los espíritus malignos, pero con audacia e infinita gratitud a Dios.Si el alma deja entrar en ella el poder oscuro de las pasiones y la maldad de los espíritusmalignos que siempre incitan al pecado, si le influye los caminos y pensamientos paraobrar dichas pasiones, y se hace partidario de ellos durante la vida, cuando se sienta alsepararse de la carne, los espíritus del pecado y los principiantes de toda la maldad, letoma en su poder y se lo guarda para ellos. Con razón a los demonios pertenecen,porque a ellos obedecieron y cumplió con ellos mientras estuvo en vida.

El alma acompañado por la belleza de la bondad por ser dignos de la luz del Espíritudivino, el alma que recibió y habitó la gracia de Cristo, el alma quienes aún aquí en latierra adoraban la santificación del corazón y la morada de Cristo en sus pensamientos,cuando sale del cuerpo, recibe a los espíritus santos e iluminados. El rey de la paz,Jesucristo, cuya alegría son las almas perfectas, Él mismo recibe esta alma y lo pone

junto a él como a una novia y como a un amigo cercano, porque nunca ha trabajado ennada fuera de su voluntad.Que puede ser más terrible para el alma que se haya separado de Dios para siempre?Pero si ha pasado su vida terrenal en piedad y pureza, cumpliendo todo el bien y losmandamientos de Dios, se asentara al lugar donde reside la gloria de Dios. Las moradasde la gloria de Dios son los poderes superiores y las asambleas angélicas. Entonces, deacuerdo con los dones que se merece recibir del Espíritu Santo, el alma descubre lasmuchas moradas de la casa del Padre y este es el camino por donde el alma después dela muerte encuentra un lugar de descanso, en las moradas de la gloria de Dios. Cuandoestas almas salen del cuerpo, brillan como el sol, por la justicia, la sabiduría y la purezade sus obras. Aquellas almas se las llevan los ángeles como a unos amigos y los guía ala Suprema Luz, por encima de nuestra compresión, que no es material, de los cualesaún los ángeles también se maravillan.

Otras almas son oscuras y totalmente negras debido a la maldad de sus obras, suspalabras y pensamientos, por sus malas costumbres, ocupaciones y lujurias; estas sonlas almas de los pecadores que, sacados del cuerpo, esparcieron un gran hedor y dejaronmucho tormento y sufrimiento en el cuerpo desamparado. Estas almas, totalmenteoscuros, llenos de pestilencia e inmundicia, con terrible temor y tormento, sonarrastrados por los oscuros ángeles castigadores en el abismo del infierno y seestablecen en un lugar oscuro donde no hay consuelo; son entregados en manos deespíritus inmundos y malignos, que guarda el lugar donde el mismo príncipe de lastinieblas ha de ser encadenado, para soportar el fuego eterno, junto con todos losángeles de las tinieblas.Y se les entregan a ellos para juntos eternamente, porque los han mantenido comoamigos en la vida, por todo lo que han hecho, dicho, porque escucharon de ellos parala su propia destrucción y la de otros.Porque no solo hay santos en el mundo, tampoco hombres que están totalmenteesclavizados por el mal, sino en aquellos que el bien y el mal se mezclan, y estos ahorase pesan en una bascula, donde los ángeles y los espíritus malvados están luchando paratomarla parte que le pertenece. Se acerca un ejército del poder oscuro, los maestros de laoscuridad, los maestros del engaño, y los principiantes, y los gobernantes, los espíritusde iniquidad, tal como en un juicio, se aferran al alma, trayendo todos sus pecados sobreél cometidos con conocimiento o en la ignorancia, desde la juventud hasta la edad enque se murió. Qué tipo de tormento crees que tiene el alma en esa hora, hasta que sehaga el juicio, y se dará la sentencia? Esta es la hora del suplicio más angustioso hastaque vea cual será el final. Una vez más, los poderes divinos están dando la caraluchando en contra los demonios y pesando los buenos actos. Pero el alma, sentada en elmedio con mucho temor asista hasta que su juicio sea juzgado por el Justo Juez.Toda la obra de los demonios es revelar cualquier maldad y pasión encontrada en vidadel el hombre para evitar que se vaya al cielo. Vendrá la terrible hora de la muerte sobrenosotros, y evitarlo no es posible. Puede que el maestro de este mundo y del aire,entrando para encontrar nuestras transgresiones, que encuentre pocas e insignificantespara que sus acusación no sean ciertas. Los espíritus malignos examinan las obras delalma que se ha separado del cuerpo y retrata los pecados a los que se ha inclinadodurante su vida, para atormentarlo porque se le ha hecho partícipe y aplican este trato alalma pecadora, como también a los justos para ver si encuentran algo malo en ellos, sindarse por vencidos, para que el alma no se le escape de algún modo.Al momento último de su vida de repente se cierra la lengua, sus ojos cambian, su bocase cierra, su voz se detiene y los terribles poderes hostiles descienden. Los siervos

divinos piden que el alma salga del cuerpo y los demonios nos piden que vayamos aljuicio. Entonces los ángeles, tomando el alma, van por el aire, donde están losprincipiantes, los gobernantes y los capitanes de los poderes de las tinieblas que sonnuestros amargos acusadores, los terribles recaudadores del aire y aquellos que nospiden cuenta de todos los hechos sacando a la luz los pecados del hombre escritosdesde su juventud hasta su vejez, aquellos por obras incluso por pensamientos.

En la historia de santa Teodora, muestra cómo los ángeles defienden al alma de lasacusaciones que traen los demonios, exponiendo sus buenas obras: "Cuando mi almasalió de la carne, entonces los ángeles portadores de la luz lo tomaron en sus manos.Mientras los ángeles, devotos de Dios y amantes de salvación de las almas humanas memantuvo en sus manos, muchos dragones oscuros me rodearon despiadadamente,gritando: "Esta alma tiene muchos pecados, así que tienes que responder por ellos!"Entonces, gritando, mostraron mis pecados. Los ángeles entonces buscaron en suslibros, las buenas obras que yo había hecho con la ayuda de Dios durante mi vida. Porejemplo: una vez he dado limosna a los pobres, he alimentado a los hambrientos, heofrecido un vaso de agua al que tenia sed, he vestido el desnudo, alojé a las personas sinhogar, y a los extraños les he descansando, sirviendo a los santos, visitado a losenfermos y encarcelados, he ido con celo y piedad a la santa iglesia, rezando a Dios conhumildad y con lágrimas por el perdón de los pecados. He participado a los servicios dela Santa Iglesia con mucha atención, he traído velas, aceite, incienso, pan y vino paralos servicios litúrgicos recordando los vivos y los difuntos. He honrado a la Santa Cruz,a los iconos y a todos los santos con piedad, he ayunado según la ordenanza de laIglesia, he obrado el bien y he rechazado la maldad, he guardado mi boca cerrada parano hablar de mal evitando la vanidad, para no burlarme de nadie, para no hablarperversiones, travesuras, blasfemias, mentiras, intentando tener paciencia , tratando dehacer el bien, por la gloria de Dios y al beneficio de mi vecino, volviendo mis ojos delas vanidades mundanas y cualquier otra buena acción estaba escrito en sus libros,llevando el equilibrio contra mis pecados ".A veces vemos que el hombre mismo estállamado a responder a las acusaciones presentadas por los espíritus malignos, y muchasde las acusaciones son falsas. Por la confrontación de semejantes astucias de losdemonios llenos de maldad que hacen aún más difícil el paso del alma, hay una grannecesidad de ayuda por parte de los ángeles celestiales.

Cuando el alma sale de la carne, el enemigo se lanza sobre él, luchando contra él yculpándolo con audacia, y convirtiéndose en un acusador feroz por todos los pecadossuyos y por cada uno de sus errores. Pero entonces uno puede ver cómo el alma amantea Dios, incluso si antes haya tenido pecados, no teme las invasiones y las amenazas deaquél, pero se fortalece aún más en el Señor, y lleno de alegría, alentados por losPoderes sagrados que lo guían, y encerrados como un muro con las luces de la fe,también afronta al diablo astuto.¿Qué es usted y nosotros, alejados de Dios? No tenéispoder sobre nosotros, porque solo Cristo, el Hijo de Dios, domina sobre nosotros ysobre todos! He pecado contra él, a El y no a vosotros, pero para Dios existe tambiénmisericordia. Le responderemos con la promesa de su misericordia para nosotros paranuestra salvación vía Su sacrificio de la cruz!Una tradición ortodoxa, que se remonta al siglo IV, conservada hasta nuestros días serefiere a las "aduanas celestiales" o "las costumbres del aire", mostrando en detallecuáles son y cómo el alma pasa por el filtro de cada una de ellos. El paso del alma porestos filtros y costumbres según muchos textos, entre el tercer y noveno día después dela muerte. Las costumbres corresponden, cada una, a una cierta pasión, a una cierta

clase de malos actos y pecados, que un cierto demonio es la causa de la tentación y llevala misma imagen como el pecado. Esta creencia relaciona la identificación de laspasiones con los espíritus malignos que los inculcan. Qué miedo y temblor, cuántanecesidad y dolor sufre el alma cuando se desprende del cuerpo inmediatamente de laseparación!Cada demonio como un "juez" detiene el alma y pregunta por los pecados de su"jurisdicción". Como los aduaneros corruptos que piden más de lo que es correcto, losdemonios a menudo culpan al hombre por los actos que no ha cometido. Después denuestra muerte, cuando se hace cambio de vida aquí, en las fronteras del mundocelestial, hay como aduaneros, que investigue con el mayor cuidado si hay algo que lespertenecen a ellos en nosotros.. El gobernante del mundo parece ser un recaudador deimpuestos como San pablo dice: Pagad a todos lo que debáis; al que impuesto,impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que honor, honor. Por la formaen que el alma paga el paso a través de estas costumbres, hay muchas interpretaciones.El alma paga por la parte que tiene corrupto de las pasiones a los espíritus malignos, esarrancada y desgarrada "en la medida de los males conocidos que ha adquirido través dela intercesión de algunas pasiones. Si el alma es totalmente malvada eventualmente seconvierte en la presa del diablo.Sin embargo en la mayoría de los casos, vemos que el alma paga "las aduanas" con lasbuenas acciones cometidas durante su vida en la tierra, pero si superan los males de losque se les acusa, y tienen suficientes virtudes, entonces se le permite pasar. Defensa yapoyo reciben el alma ahora de los santos ángeles pero también de parte de quienes loacompañan en las oraciones y el ministerio que se hacen por él, de lo cual sabiamenteordenó la Iglesia en este intervalo. . Así que vamos a saber que estamos en gran peligrode no tener con que pagar las aduanas .Porque seremos condenados por la deuda, comoes el caso de los deudores de este mundo, encarcelados y condenados hasta pagar a losmaestros todo lo que se les deben. El miedo enorme está ahí, como un gran tormentopara el pobre alma, indescriptible angustia padece entonces causada por la multitud demillones de enemigos, siendo sostenido por ellos, golpeado y empujado, detenido parano morar en la luz, ni para entrar en comunión de los santos. Pero el alma es guiada porlos santos ángeles. Entonces, a los justos se les lleva los ángeles sin impedimentos, paraadorar delante de Dios.

El que está en peligro de muerte, sabiendo que Uno es Él que salva, Uno es Él quelibera entonces ruega al Señor: Dios mío, sálvame de todos los que me persiguen y melibera de ellos, no sea que secuestren mi alma como un león. En ti he esperado, sálvamede la debilidad, y libérame del cautiverio! Pero el alma que se regocija en el amor deDios en la hora de su separación del cuerpo entonces junto a los ángeles de paz se alzasobre los ejércitos oscuros con audacia.La fe en Jesucristo, la obediencia en sus mandamientos y el amor por todos, es el sellorequerido del alma cuando sale del cuerpo; según como mandó a sus discípulos,diciendo: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos alos otros". Pero, ¿quiénes son los que dicen que sabrán, si no los poderes que estarán enla altura? Derecha e izquierda, es decir, ángeles y demonios. Porque el enemigo verá elsigno del amor unido con el alma, se apartará de él con temor y entonces todos lospoderes santos se regocijarán." Una vez más, hablando del santo, dice que "los queestán en el cielo testificarán de él como que ha pasado por encima de los "gobernantes"de la izquierda. Entonces su asentamiento será con los poderes del cielo. "¿Cuántoalegría, tendrá el alma que ha comenzado a servir a Dios y que haya perseverado haciaperfección? Porque cuando salga de este mundo, lo hará ir delante de él, todo el

esfuerzo y los ángeles se alegrarán cuando lo vean escapar de los dominios del mundoporque cuando el alma salga del cuerpo, los ángeles irán con ella, y todos vendrán aencontrarla. Los poderes de la oscuridad, dispuestos a tomar posesión sobre el si tendránalgo propio en él trataran de impedirlo. Pero entonces no los ángeles lucharán por él,pero las buenas obras que ha hecho a largo de su vida. Lo rodearán y lo protegerán deesos poderes, para que no le toque. De vencer sus obras, los ángeles cantarán delante deél, hasta que vengan a Dios en alegría. En esa hora todo de este mundo será olvidadocon todo su empeño.

Así que pongamos toda nuestra fuerza, trabajando bien en breve y por ahora, paradeshacernos de nuestras cosas malas, para que podamos ser salvados de las manos delos gobernantes que buscan llevarnos con ellos! Porque son astutos y despiadados. Felizes, entonces, uno quién no será partidario en ninguna obra de los adversarios, porque laalegría, su descanso y su galardón será mucho en el cieloDerramar lágrimas ante Dios y puede que en Su bondad se misericordia de nosotrosenviándonos poder hasta que lo superemos con la ayuda del Señor, a los ministros de lamaldad que vendrán a por nosotros. Cuidemos de nuestro corazón, adquiramos el deseode amar sobre todas las cosas a Dios, quien nos salvará de las manos del Malignocuando se presentara para recibirnos, amemos a todos nuestros hermanos, no teniendoodio hacia nadie, recompensando el mal con el bien, para que estemos protegidos detoda envidia cuando se interpondrán en nuestro camino. Amemos el pensamientohumilde en todas las cosas, tolerar al prójimo, cuándo nos atacará, y cuándo noscondenará. Despreciamos las cosas buenas del mundo evitando sobre todo los elogios,vivir una vida decente, para salvarnos de la lujuria, mentira, soberbia e toda injusticiapara que seamos salvados en la hora tan terrible de conocer a los despiadadospublícanos.La justicia y la oración que domine nuestra mente, para mantenernos al margen de laignorancia. Limpiemos nuestros corazones y cuerpos de deseos, para salvarnos de laimpureza cuando nos dará la bienvenida! Porque si no todas estas pasiones dominaránuestra alma cuando salga del cuerpo. Solo las virtudes nos ayudarán si logramostenerlos durante la vida. Será suficiente para nuestra salvación que el hombre vayapensando constantemente en la muerte e ir cuidando su fin, porque los publícanos notiene ni la mínima misericordia, sino solo sus obras irán con él y le ayudara. Como serála angustia y la necesidad del alma que no no se preocupa hasta su muerte, ignorandotoda su vida el buen camino en cuanto los ángeles vendrán a tomar su alma?.¿Cómo nova a suspirar y como no va pedir que le dejara vivir por un poco mas de tiempo?Entonces se le dirá: "¿Usaste tu tiempo de la vida, ahora es el tiempo de tu juicio!Amarga es la hora, cuando nos encontraremos con esos crueles y despiadados oficialesde aduanas, a quienes no se que les vamos a decir.

Lo primero nos pregunta sobre las mentiras y el chismorreo; de cual no se hayaarrepentido y es detenido por los demonios. Nuevamente, los demonios se encuentrancon el alma y le preguntan acerca de la lujuria y la vanidad, pero si se ha arrepentido,es librado de ellos. Y hay muchos obstáculos y preguntas que los demonios impiden alalma, con ganas de ir al cielo. Los siguientes son los demonios de la ira y la envidia y eldel hablar mal, de la indolencia, del orgullo, de la vergüenza, de la desobediencia, amora la plata, embriaguez, envidia, chismes, avaricia, el odio hacia los hermanos, matanzas,robos, desapiadad y crueldad. Cuando el alma infame asciende desde la tierra al cielo,los santos ángeles no está cerca de el, ni le ayuda, sino solo el alma da respuesta por símismo por si hubo arrepentimiento y buenas obras.

La esposa de un hombre que se murió pidió a los sacerdotes que fueran a su casa parallevarse el cuerpo del muerto y darle sepultura en la iglesia. Así que lo enterraron en latercera hora de la tarde. Sobre las nueve horas, hubo un grito saliendo de la tumba,diciendo: "¡Tengan piedad por favor! Y al acercarse a la tumba, y oyendo la voz delsepultado, le sacaron encontrándole con vida y quedaron asombrados por el miedo.Entonces le preguntaron, queriendo saber qué estaba pasando y como ha resucitado.Pero al no poder hablar con tanto llanto y lamento, estaba implorando que lo llevaran alobispo, y todos se fueran allí. El obispo tres días le obligó a decirle lo que vio en el otromundo, pero solo en el cuarto día pudo contarlo. Entonces, con muchas lágrimas en losojos, dijo: Cuando me estaba muriendo, vi delante algunos demonios cuya mirada eramuy aterradora. Y al verlos, mi alma se aturdió. Entonces vi. a dos jóvenes muyhermosos, y mi alma saltó en sus brazos. Y de inmediato, estábamos volando desde elsuelo a la altura, y nos encontramos con las costumbres donde vigilan y detienen a todaslas almas humanas. Cada costumbre, por cada pecado: una, por la mentira, otra, porpelear, otra para el orgullo. Todo el pecado tiene sus inquisidores en el aire. Luego viuna pequeña maleta donde los ángeles, guardaban todas mis cosas buenas, y pagabancon ellas los males, y así pasamos las costumbres.Y cuando nos acercamos a las puertas celestes, llegué a la aduana del adúlterio; allí medetuvieron a mí y a mis vigilantes, y nos mostraron todos mis pecados relacionados conla lujuria desde mi juventud hasta ahora. Y los ángeles dijeron que: "Todos los pecadoscorporales que hizo en la ciudad fueron perdonados de Dios porque confeso y searrepintió de ellos” ”. Pero mis adversarios respondieron y dijeron:" Después de salir dela ciudad, en el pueblo donde iba, se ha acostado con la esposa de un granjero. "Al oíresto, los ángeles no encontraron nada bueno para redimirme de ese pecado ydejándome, se fueron. Entonces, agarrado por los espíritus malignos, me golpearon y,me bajaron por una boca de la tierra, llevándome por algunas entradas estrechas y poralgunas grietas estrechas y pestilentes a las mazmorras más bajas del infierno, dondeestán las almas de los pecadores encerradas en la eterna oscuridad. Y yo estabaencerrado con ellos en esos lugares oscuros y estrechos donde me metieron, llorarondocon amargura, desde la tercera hora hasta la novena. Luego, vi el resplandor de los dosángeles que habían venido allí, y comencé a pedirles que me sacaran de ese peligro paraarrepentirme delante de Dios pero los ángeles me dijeron: "En vano oras, porque nadieviene aquí antes de la resurrección de todos.Yo,mucho pidiendo y orando e prometiendo que haré arrepentimiento, un ángel lehabló al otro: "Pones una promesa por él, que él se arrepentirá como esta prometido detodo su corazón? "Y el otro dijo:" ¡Estoy de acuerdo!

Entonces vi como me dio la mano, agarrándome, me sacaron de aquel infierno y memetieron en la tumba, cerca de mi cuerpo. Y me dijeron: "¡Entra ahora en tu cuerpo dedonde te has separado!" pero mi alma brillaba como una perla, y el cuerpo muerto eracomo una peste insoportable negro y me negaba para entrar en el. Los ángeles medijeron: "No podrás arrepentirte de otra forma, sino solo con el cuerpo que haspecado!"Y recé por no entrar en mi cuerpo. Así que los ángeles me hablaron: "Entra,porque si no lo haces, te llevaremos allí de nuevo de donde te sacamos!"Entonces entréy me levanté y comencé a llorar:" Tengan misericordia por favor! Esto nos han contadounos padres dignos de fe para conocer la verdad que nos serviría de enseñanza ysalvación para muchos.Las costumbres del aire se representan muy claramente en la historia de Santa Teodoraque va a continuación. Con gran rapidez subiendo de la tierra a las alturas del cielo, al

principio nos encontramos con los espíritus malignos del aire en primera aduana en laque se preguntaba acerca de los pecados del alma por palabras vanas, bromas, palabrasinútiles, palabras sucias, burlas y otros de este tipo. Había una gran reunión de lasgrandes bestias y negras como el carbón donde el que estaba al mando de ellos era elpeor. Al ser detenidos allí, trajeron ante mí muchos libros. Allí vi anotadas todas lasvanas palabras que hable desde mi infancia e juventud, palabras sin responsabilidad nivergüenza, todas las palabras locas e inmundas, todas las canciones mundanas, risas, através de las cuales he ofendido muchas almas, chistes obscenos, tontos y palabrasvanas, como es la costumbre de mucha gente. Esos inquisidores terribles me mostraron,uno por uno, todos esos males y pecados, pero al mostrarme todos, uno tras otro, meculparon por cada uno de ellos. Me mostraron con detalle el tiempo, los lugares, lagente, cuándo, dónde y con quién me entregué a esas vanas palabras, risas y otrasformas en que enojamos a Dios.

Sin saber que son pecados, ni siquiera los confesé a mi padre espiritual, ni me arrepentíde ellos, ni siquiera llegué a comienzo de arrepentimiento por ellos. Al ver el reprochetan terrible de esos oficiales infernales, estaba asombrada, silenciosa como una muda,no teniendo respuesta a esos espíritus malignos, porque todo lo que dijeron era verdad.Temblando de miedo, callaba y me avergonzaba aterrorizada de ver qué harían y quéserá de mí. Luego los santos ángeles que me acompañaron han puesto en contra deestos pecados algunas de mis buenas obras que he hecho pero insuficientes para cubrirtodo...Pero cumplió los dones de Mi Padre, Basilio así que redimí en todo y nossubimos más allá

Una vez más hemos subido a la segunda aduana, alcanzado las costumbres de lasmentiras. Aquí las costumbres preguntan acerca de las falsas palabras, incumplimientode los votos, la denigración del nombre de Dios, los falsos testimonios y falsasconfesiones. Los señores de esas costumbres, negros, rápidos y salvajes, con carashorripilantes y sucias, me preguntaban y me culpaban con gran dureza por mis pecados.Investigándome con detalles me encontré con dos pecados: primero, pequeñas cosas,que me determinaron mentir, ignorando su mínima importancia que luego no losconfesé ante el sacerdote, y otro que me avergonzaba por ellos y escondía algunos datosantes mi confesor. Pero los votos de trasgresión, falso testimonios, calumnias, y otrospor estilo no me encontraron gracias a Dios. Los santos ángeles, también depositaronalgunas de mis buenas obras allí más bien de las oraciones de mi santo padre Basiliodedicadas para mi, así como se explica en el siguiente texto: "Esos inquisidores al verlos buenos obras que venían de parte de padre Basilio, crujían los dientes, queriendosecuestrarme de las manos de los santos ángeles y arrojarme al fondo del infierno. Peronuestro santo Padre Basilio ha sido revelado [...] sosteniendo en sus manos algomaravilloso, una especie de ataúd con dones espirituales en forma de monedas de oro,"Nuestro Padre Basilio se los dio a los ángeles diciendo: "¡Aquí tienen, mi señor! Estaalma me ha servido de buena fe, descansando mi vejez".Entonces yo rogué a Dios por elalma de ella, y Él me lo Ha concedió. Cuando pasas por las costumbres del aire y losespíritus astutos se interpondrán en camino de esta alma, para redimirla usar estasoraciones mías para pagar toda las deudas.La Tercera Aduana.De esas costumbres, una vez liberados nos marchamos y llegamos a las costumbres delchismorreo .el comadreo con maldad, la mala conversación, la condena y el juzgado delprójimo. Allí nos paramos y vi lo difícil que es calumniar y condenar a alguien, difamar,

burlarse y reír de los pecados de otro. Algunos de ellos están examinándoos de esosterribles pecados como si fueran anticristos que, al quitar el honor y el juicio de nuestroSeñor Jesucristo, se han hecho ellos mismos jueces y perdedores de los suyos. En mí,sin embargo, con el don de Dios, no los hayas encontrado, porque todos mis días heguardado aposta para no culpar a nadie, ni para condenar o reír de nadie. A veces es porcasualidad, escuchar a otros condenando y juzgando al prójimo o reírse de alguien,compartiendo con ellos, agrego una palabra e opinión aprobando de alguna manera.Pero tan pronto como me di cuenta, me reprendí. Aun así, los inquisidores me las hanpuesto como pecado de condenación y difamación. Pero los santos ángeles,redimiéndome de esta costumbre con los bienes del sacerdote me, fui para arriba.

La tercera aduana de las costumbres del chismorreo el comadreo con maldad, la malaconversación, la condena y el juzgado del prójimo. Allí nos paramos de ver lo difícilque es calumniar y condenar a alguien, difamar, burlarse y reír de los pecados de otro.Algunos de ellos están examinándoos de esos terribles pecados como si fuerananticristos que, al quitar el honor y el juicio de nuestro Señor Jesucristo, se han hechoellos mismos jueces y perdedores de los suyos. En mí, sin embargo, con el don de Dios,no los hayas encontrado, porque todos mis días he guardado aposta para no culpar anadie, ni para condenar o reír de nadie. A veces es por casualidad, escuchar a otroscondenando y juzgando al prójimo o reírse de alguien, compartiendo con ellos, agregouna palabra e opinión aprobando de alguna manera. Pero tan pronto como me dicuenta, me reprendí. Aun así, los inquisidores me las han puesto como pecado decondenación y difamación. Pero los santos ángeles, redimiéndome de esta costumbrecon los bienes del sacerdote me, fui para arriba.

Al subir cada vez más alto, hemos llegado a las aduana lo que se llama gula, es decir lacodicia del vientre. Cuando llegaron allí, esos espíritus salvajes, saltaron sobre mídisfrutando de mi llegada a ellos como si yo fuera su presa gorda. Los rostros de esosespíritus imaginaron a los borrachos y glotones. Las bestias de esta aduana nosdetuvieron rodeándonos como perros.

Inmediatamente trajeron ante mí todos mis pecados, es decir, cuando he comido ensecreto, sin medida, sin necesidad, o temprano en la mañana, o comimos sin oración ysin hacer el signo de la santa cruz. Luego me pusieron delante el número de veces quecomí en los santos ayunos o antes del final del santo ministerio. Asimismo, todas lasborracheras me mostraron a su vez, poniéndome delante todos los vasos y la cantidad devino que bebí, luchando por mí diciéndome: "He aquí, tantos vasos te has bebido entanto tiempo, tantos en esto y con ese hombre, y con esta mujer tanto en un lugar así,tanto en esta fiesta. Todos los pecados y estos placeres del vientre que habíaconsumado, pusieron ante mí esos oficiales de aduanas, disfrutando como si mehubieran arrojado ya en el fondo del infierno, donde me querían tirar. Siendoreprendidos por esos pecados míos, estaba temblando de miedo, no teniendo nada queresponder en mi defensa. Sin embargo, los santos ángeles, sacando de los dones delsacerdote, salimos redimidos de esa aduana. . Los demonios, viendo mi redención,estaban muy perturbados gritado.¡Oh, amargamente hemos perdido todo nuestro trabajo!"Dijeron, lanzando al aire loslibros en que fueron escritos mis pecados. Yo, viendo esto, me he alegrado mucho y derepente vuelvo a subir sin angustia. Los santos ángeles, se hablaron entre si, diciendo:"De hecho, es una gran ayuda que se ha ganado esta alma por placer a Dios de susiervo Basilio! Si no habría ayudado él con sus labores y oraciones, muchos peligros se

habrían enfrentado y habrían soportado pasando por estas tentaciones, investigaciones yjuicios del aire! "Entonces yo, tomando un poco audacia les dije: "Mis señores, meparece que ninguno de los que viven en la tierra no sabe qué está pasando aquí y qué leespera al alma pecadora después de dejar el cuerpo! Los santos ángeles me contestaron:"No da testimonio las Escrituras divinas, que siempre se leen en las santas iglesias y sonpredicadas por los santos sacerdotes y siervos de Dios? Pero aquellos que se hanasentado en las vanas pasiones mundanas no toman nota de ellas. Piensan que la gula yla embriaguez de todos los días es una delicia. Y así, comiendo siempre sin medida ysin temor de Dios, teniendo su barriga en lugar de Dios, ellos no piensan en la vidafutura, porque la ignora. Las Escrituras divinas, que dicen: "¡Ay de ustedes que estánhartos ahora que tendréis hambre! Sólo los ricos con buen corazón, como Abraham,que son misericordiosos, y hacen justicia y buenas obras, aman a los pobres y lesayudan a los que están en necesidades y peligros, ganan favorablemente de Dios elperdón de sus pecados y pasan a través de las aduanas del aire sin angustia, por Sumisericordia. Esta verdad La Escritura, lo menciona así: "La misericordia rescata de lamuerte y cubre una multitud de pecados" Aquellos que no se esfuerzan por sus pecadosrecibir misericordia, aquellos que no lo hacen ,no se libraran de estas preguntas, porqueesos maestros de los mundos oscuros los están secuestrando y atormentandoterriblemente, luego descienden con ellos a las mazmorras del infierno. Allí losmantendrán encerados con ellos hasta el Juicio de Jesucristo. Comprueba que tu nohubieras podido pasar estas costumbres si no fuera por la redención a través de losregalos del sacerdote Basilio!

Hablando así, llegamos a la quinta aduana de las costumbres de pereza y mentira,donde se registra todos los días y las horas pasadas en vano, sin el trabajo de la buenaacción. Allí están detenidos todos los perezosos o adormecidos que, como los ladrones,están deseando comer de los trabajos ajenos, en lugar de trabajar y ganar su existenciacon el sudor de sus frentes. Es la aduana de aquellos que son pagados pero no trabajandespués del acuerdo. También los que no se preocupan por alabar a Dios por serperezosos en los días festivos de domingo y no celebran yendo la santa misa, a laLiturgia Divina y otros alabanzas de Dios. La pereza y la negligencia de cada uno seinvestigan en esa aduana sea cristiano o clero, a quien no le importaba su alma o lasalmas confiadas a ellos. Allí, todos los pecados brotaron de la pereza, y muchos sedetuvieron en esta aduana cayendo al abismo del infierno. Allí, me preguntaba, si nohabría sido posible escapar de la deuda de este pecado, si mi deficiencia no habríacumplido con el don del Santo Basilio, por el cual me redimí y me sacó del peligro queme amenazaba con descender abajo en el infierno.A la sexta aduanas de estas costumbre prueban las almas de los diversos tipos depecados de robos, secuestros estafas, ocultas o por la cara. En estas costumbres, aunquetropezamos un poco, porque no robado nunca, excepto unos cuantos en la infancia,pocos, e insignificantes, la pasamos sin “pagar” mucho a cambio.

Luego llegamos a la séptima costumbre de la avaricia y el amor de la plata. Elmisericordioso Dios, sin embargo, cubriéndome en mi vida, no cuidé mucha la riqueza,ni fui amante de la plata y la fortuna agonizante. Vivo en mi vida con lo que me dio elSeñor, siempre agradecida por con poco. No fui codiciosa ni avaro. Pero, lo poco quetenía, compartía con generosidad y alegría a los pobres y necesitados. Por esto paséfácil y rápidamente por estas costumbres.

Dejamos a los oficiales de estas aduanas atrás, viajando de esa manera desconocida másarriba en el aire, hasta la oscura y terrible aduana que se llama costumbres de laganancia por intereses. Allí están buscando a todos aquellos que entregan su plataagonizando su impuro interés, la codicia, y aquellos que guardan en sus casas cosas queno les pertenecen...Pero sin nada de que qué culparme, crujían los dientes y measustaron. Pero hemos subido más allá, agradeciendo a Dios.

La siguiente costumbre es aduana de la injusticia que se mostró ante nosotros. Allí sedetienen los jueces injustos, que sosiegan los culpables, y condenan a los inocentes.También se busca a los que dejan de pagar a los trabajadores, a aquellos que vendenespeculando el precio justo y todos los que, de una u otra manera, fueron injustos ehicieron injusticias. Pero nosotros nos fuimos más allá de allí, sin deber nada a esascostumbres.

La décima aduana investiga la envidia y todo relacionado con ella. Allí, todos los quese han acercado son examinados, en detalle por la hostilidad, el odio a los hermanos yvecinos, a las diversas formas originadas por la maldad, todos estos pecados quedestruyen almas. Pasamos estas costumbres sin dar nada, porque no hice nada de eso.No tengo a nadie que haya envidiado en mi vida. Allí preguntaban los odiosos oficialessobre el desprecio y el rencor hacia el prójimo, pero con la misericordia de nuestroSeñor Jesucristo, Dios, en todas esas preguntas no me encontraron culpable. Pero hevisto la ira de estos demonios espantosos con sus rostros horripilantes, rascándose losdientes, corriendo hacia mí con ira con ganas de tragarme entera. Pero, al no tener nadasuyo de que preocuparnos, nos hemos subido más arriba.

Viajando así, a grandes distancias, cada vez más alto en el aire he llegado la aduana delal orgullo y todo derivado de ella: la vana gloria, alabanza el amor propio, la presuncióny la ascensión con la mente. Allí, los demonios de esa pasión, muy orgullosos de ellosmismos, buscan a todos los pecadores en detalle por los pecados antes mencionados, porejemplo, si no obedeció a los padres maternos o espirituales, confiar en ellos mismosmás que en Dios, si despreciaban a sus semejantes o se enorgullecían por haberdestacado en alguna fachada de la vida, en la ciencia, el gobierno, por la ropa o por lariqueza. Pero yo una pobre criada sin tener orgullo en algo como los pecadosmencionados mas arriba, pasé por aquellos dragones , porque siempre me sentí humildey he honrado a mis padres biológicos e espirituales, escuchándolos en todo lo buenopara mi salvación así como me enseñaron.

Subiendo más arriba, por los peldaños del desconocido hemos llegado a la ira la faltade indulgencia y de misericordia. Esas bestias me estaban investigando ásperamente conatención sobre los diversos lados del pecado de ira e indolencia. Había una multitud allímuchos demonios muy salvajes y feroces, cuyo líder era un pequeño príncipe queestaba de pie en un trono como de un ídolo, terriblemente aterrador, también muyenojado dictando con dureza a los que le rodeaban. Pero no le entendí por aquellasfieras , llenas de ira y odio que en su maldad, se estaba mordiéndose como bestiassalvajes unos a los otros, gritando terriblemente, asustando todo a su alrededor. Metidosen medio de esa maldad, fueron corriendo sobre nosotros con sus rostrosensangrentados y con una maldad demoníaca, sacando todos mis pecados cometidos enmi vida anterior... ¿Cuántas veces he estado enojada, frustrada, perturbada y cuantasveces me he dirigido a alguien con un mal pensamiento o una mala mirada? Inclusopara aquellos que, por amor santo, quería corregirles pero actué con la ira o le golpeé, o

empecé contra alguien con enojo y rencor o maldad, me lo reprochaba y me acusaba portodos y cada uno de ellos. Todos eso pecados me los mostraron a su vez cuando ydonde ocurrió. Pero no consiguieron lo que querían de nosotros porque los santosángeles que me acompañaron tomaron parte por mi, gracias al Señor, cubrí mi almapecadora con las oraciones de Mi Santo Padre Basilio!

Luego llegamos a las decimotercera costumbres de recordar el mal y mantenerlo en lamente. Allí, con terrible crueldad, se investiga a todos los que tienen en sus corazonesel recuerdo del mal, aquellos que pagan con mal por el mal cometido o que se peleancon otros. Pero la misericordia del Altísimo Señor también me ha cubierto allí, porqueno he guardado nunca el mal en mi corazón hacia nadie, tampoco recordaba el malhecho por otros, y no tenía ninguna satisfacción sobre los que me hicieron daño. No mevengué de nadie, y hasta donde pude, mostré amor hacia ellos, recompensando el malcon el bien, y por eso no he debido nada a esas costumbres. Al ver que no tienenninguna razón para detenerme allí, se lamentaron terriblemente, de no haber caído ensus garras. Entonces partimos de allí, regocijándonos en el Señor. Así que ascendemosen el aire, tomé audacia para preguntar a los santos ángeles que me acompañaban;Señores, por favor, decirme de dónde saben estos terribles poderes del aire de todas lasmalas acciones de las personas que viven en la tierra en todo el mundo.

Aquí, veo que no solo los hechos a la vista, sino también los ocultos los conocen y lospresentan. Los santos ángeles me respondieron diciendo: "Todo el cristiano, en el santobautismo, recibe de parte de Dios su ángel de la guardia, quien, invisible, le cuida día ynoche, guiándolo a toda la buena obra en el camino de su vida hacia la salvación, hastala hora de su muerte. Escribe en su libro todas las palabras, movimientos y cosasbuenas hechas por el hombre en su vida. Del mismo modo, la cabeza del reino de lasoscuridades y las tinieblas del infierno, que quiere arrastrar a toda la raza humana a sudestrucción, al lado de cada hombre que es concebido y nace en el mundo, emplea unode los malos espíritus suyos. Ese, camina cerca del hombre y detrás de él, observa decerca y con atención todas las miradas, los movimientos, las palabras y todo lo que hacea lo largo de su vida, y le incita constantemente para obrar la maldad, es decir, a pecaren cualquier forma. Tan pronto como ve al hombre inclinado hacia mal y el pecado, esediablo escribe todos los pecados en su catastro, que luego los presenta a los costumbres,con todos los pecados del hombre escritos por él. Esto es lo que saben los oficiales deaduanas registrar todos los pecados de todos los hombres en el mundo terrenal.Entonces, después de que el alma se ha ido y se separa del cuerpo. Cuando se esfuerzapor ascender a lo celestial, a su Creador, como puedes ver, estos espíritus de lascostumbres del aire les detienen allí, mostrándolos todos sus pecados El alma que tienemás buenas obras que pecados no puede ser detenida de aquellos oficiales de aduanas.Pero si encuentran más pecados que buenas obras, lo detendrán por un tiempo losencierran en las mazmorras del infierno, donde les atormentan durante tanto tiempocomo la justicia divina les permite. Allí sufre mucho y aflige a esa alma hasta que,otras buenas obras hechas en su nombre por su familiares como por ejemplo ayuno,oraciones, misericordia, santas liturgias, caridad a los pobres y otras buenas obrashechas en lugares santos, para recibir el perdón por sus pecados. Los que son fieles yadora a la Santísima Trinidad, y con frecuencia recibe la santa Comunión, el cuerpo yLa sangre de nuestro Señor Jesucristo, ascienden al cielo, defendidos por los ángeles ylas oraciones de los santos de Dios, que rezan por su salvación. Los que no han obradonada para su salvación en toda su vida, no tienen ayuda, y los santos ángeles no puedenllevarles una palabra para su defensa. Pero si un alma apareciera tan pecaminosa, fea y

enemigo de Dios para que ya no tenga ninguna esperanza de la salvación, estandocompletamente excomulgada en la condenación eterna, entonces los demonios laderriban en el acto a las profundidades del infierno donde le prepara un lugar, deatormento eterno. Allí los sostengan hasta la resurrección de todos los seres humanos enla segunda venida del Señor. Después del juicio final, junto con el cuerpo en el que hanvivido, será arrojado en las mazmorras del infierno y el fuego eterno. Aún así hay algomás para saber: en este camino va a la investigación solo aquellas almas que estániluminadas con el santo bautismo y la fe cristiana. Pero los gentiles, los incrédulos, losherejes y todos los alienados de Dios no los harán llegar por este camino hacia el truenode la Divinidad, porque incluso de vivos, en la vida terrenal estaban enterrados en elinfierno con sus almas.

En fin, por este camino, llegamos a las costumbres del homicidio. Allí está estudiandolas almas cristianas por los pecados del asesinato: los diversos asesinatos de hombres,suicidios e incluso pensamientos demoníacos y asesoramiento para cometer este terriblepecado. Nosotros pasamos mas allá, dando muy poco, porque no solo que no golpeé anadie, pero no quise ni reprender a otros así que me escapé fácilmente.

Salir de los esos terribles publícanos ascendiendo más arriba hacia decimoquintaaduana, ayudada por los ángeles, hasta que hemos llegado a los hechiceros y brujeríasde todo tipo, conjeturas, hechizos, envenenadores, y devotos de los demonios del diablo.Esos odiosos dragones eran como fieras de cuatro patas y enredaderas comoserpientes e víboras. La vista de ellos era muy fea con estos aspectos espantosos deescorpiones y ranas. Con el don de Dios, los oficiales de aduanas no encontraron nadaescrito en sus catastros, así que nos fuimos de inmediato, sin deber nada .Alejándonosmás y más alto, les pregunté a los santos ángeles que me estaban llevando: "Misseñores, por favor, dígame, ¿todos los cristianos están pasando por estas costumbres?No ¿es posible que alguno de ellos pase al otro lado, no siendo por aquí? ¿No es posiblepor cualquier medio hacer este viaje sin las preguntas y los temores que enfrentamoscuando pasamos a través de estas espantosas costumbres? "Los santos ángelesrespondieron: No hay otra manera para las almas cristianas que ascienden al cielo.Todos andan por aquí, pero no todos están siendo investigados como tú. Pero soloaquellos que son pecadores como usted, todos aquellos que no han hecho la confesiónperfecta de sus pecados, avergonzándose y ocultando ante sus confesores sus actosvergonzosos o algunos sus pecados. Si el cristiano realmente confiesa sus pecados, lasmalas acciones, pero lo siente, se arrepiente de haberlo hecho, cumple su propio canon ydeja sus pecados, haciendo florecer los frutos del arrepentimiento, entonces esospecados se borran de manera invisible por la misericordia divina. Cuando un alma asípasa, los interrogadores en el aire, abren sus catastros, pero no hay nada escrito en ellos,ni pueden alterar ni horrorizar dichosa alma; entonces pasa suavemente hacia los cielosal trono de la Divinidad para adorar a Dios y ser recompensado con felicidad eterna enel Reino celestial. Así que tú también si hubieras hecho una perfecta confesión de todostus pecados, y después de la confesión del confesor, has hecho un verdaderoarrepentimiento, no habrías sufrido una investigación tan terrible como esta en lasaduanas del aire! Los diablos, después de ver que el alma clemente, por verdaderaconfesión, el abandono de los pecados, el cumplimiento del canon y los frutos delarrepentimiento por los pecados son eliminados, de sus catastros otra vez, peor queantes, se esfuerzan tirarlo en otros pecados y anotarlo nuevamente en sus listas.¡Verdaderamente, la confesión es la fuente de salvación para el hombre! De muchosproblemas y desgracias escapa el hombre, haciéndose pasar por los oficiales de aduanas

y ascender libremente hacia Dios. Muchos no confiesa sus pecados, algunos creen quetienen tiempo suficiente para tener arrepentimiento y conseguir el perdón, y otros seavergüenzan de la presencia del confesor, y por esto será buscado duramente por el pasoa través de los gobernantes del aire. Otros dicen a un confesor unos pecados, y a orto losdemás, pero también encontrarán su castigo y al no ser impuros de sus pecados, notendrán la manera libre, limpia y fácil de pasar las costumbres. Pero a ti te fue de granayuda que hace mucho tiempo has dejado el pecado de la muerte y por buenas obrashas pasado los otros años de vida. De tu vida, y especialmente por las oraciones delsanto padre Basilio, cuyo le hayas servido con devoción.

Continuando, llegamos a las costumbres de la fornicación. Allí esta investigado todotipo de pecado relacionado con la fornicación también sea con la mente o delpensamiento en ese pecado, el acuerdo con toques apasionados y picantes, la caída en lalujuria, mostrando en detalle la gente, el tiempo y el lugar donde se cometió el pecado,incluso en los sueños inmundos. El maestro de esa aduana estaba sentado en su silla,vestido con un abrigo hollín rojo, empapado de sangre, sucio y muy deprimente para lavista. Presumía como si fuera vestido de brillante con una prenda real. Una multitud dedragones estaba allí delante de él. Aquellos enemigos al verme llegar allí, seasombraron de cómo habría conseguido llegar hasta ellos. Y se asombraron, averiguarcómo podría pasar por tantas costumbres. Luego, mirando su registros sacaron todo lomió que estaba escrito en sus catastros, y me culpó duramente, mostrándome laspersonas con las que había pecado en mi juventud, el momento en que me equivoqué, eldía, la noche y el lugar donde hice el pecado con alguien Y no tenía nada que contestar,solo temblaba de miedo y me llené de vergüenza. Y no solo me dijeron los verdaderos,sino también añadieron muchas mentiras de cual me acusaba. Entonces corrieron haciamí con garras para secuestrarme y caer en sus manos separándome de los ángeles yarrojarme a lo profundo del infierno. Pero los santos ángeles, se han opuestos a ellos,desciendo: "Esta alma ha abandonado el pecado de fornicación desde hace muchosaños, y desde entonces ha pasado en pureza. Pero los demonios gritaron: "Tambiénsabemos que ha abandonado este pecado por mucho tiempo pero los pecados de latentación lo tenían en ella, porque ella realmente no confesaba sinceramente antes susacerdote y el no le dio el canon apropiado para hacer el arrepentimiento hasta quefueran eliminados. Déjanosla a nosotros e iros sin ella; sino la redimimos con buenasobras. Cuando los escuché, me llené de horror y me estremecí. Entonces los ángeles deDios, a cambio, de mis cosas buenas, y especialmente de los dones del mi santo padreBasilio, acabamos de deshacernos de ese terrible peligro y nos hemos salido de allí.

Llegamos a la decimoséptima aduana de as costumbres del adulterio. Allí se investigalos pecados de los casados que no mantienen su fe en el voto hecho en la boda, es decir,no mantienen la cama limpia. Aquí se examinan quienes hacen que las mujeres o lasniñas forniquen con otros. También aquí están los rostros de la iglesia presentados aDios, quienes, después de haber prometido castidad o pureza para Cristo no le impidiócaer en adulterio. Las bestias de fuego buscaban en mi pasado con gran detalle y congran diligencia. En esas costumbres vi que debía mucho. Espíritus inmundos y eruditosdespiadados, sabiendo que yo había engañado a mi legítimo esposo, corrieron hacia mícon sus garras para secuestrarme de las manos de los ángeles y arrojarme al fondo delinfierno. Pero los ángeles que me protegían lucharon mucho en contra de losdiabólicos y reuniendo todas mis labores que había hecho, llevándolos al medio, apenasme redimieron, poniendo en equilibrio las oraciones del Santo Basilio. Y así de difícil

he logrado escapar y fuimos más allá.

A medida que ascendemos en vuelo, llegamos a la decimoctava aduana de las perversasuniones masculinas y femeninas, nominadas como sodomías. Allí se investiga estospecados no naturales y otros pecados inmundos, hechos en secreto, de los cuales esvergüenza solo mencionarlos. El maestro de ese torbellino era muy feroz, con un rostromás abominable que todos los demonios de las costumbres anteriores que había pasado.Había un montón de hedor insoportable a su alrededor. Estaba al mando de una multitudde demonios muy horribles, salvajes y malvados, Con su ira y la terrible rapidezsalieron antes nosotros, e inmediatamente nos rodearon, para buscar algo de queacusarme. Porque no pudieron encontrarlos, se quedaron avergonzados. Nosotros,regocijándonos, salimos cómodamente, porque nos hemos liberado de su abominación,maldad y de su poder. Avanzando, los santos ángeles me dijeron:"¿Has visto, Theodora,las terribles costumbres del aire? Sepa que no hay un alma que pase sin molestia,porque casi todos son amantes en la tentación del cuerpo del deleite y la desolación.Solo pocos temen la impureza de la fornicación y mata sus apetitos corporales. Pocosson los que pasan las costumbres con libertad. La mayoría que llegan hasta el final, caeny perecen inmediatamente, porque estos terribles investigadores de los pecados se llevansus almas y las arrastran al fondo del infierno, presumiendo que solo ellos, más quetodos los demás en todas las costumbres, llenan la prisión del infierno con almaspecaminosas. Gracias a Dios, Teodora, has tenido la suerte de pasar esas durasinvestigaciones con las oraciones del sacerdote Basilio, tu padre espiritual ¡De ahora enadelante no pasarás mas miedo!

Llegamos luego a las costumbres de las herejías, de los pensamientos mentirosos sobrela verdadera religión ortodoxa, la negación de la confesión ortodoxa correcta, lasinjurias y blasfemias. Allí se cuestiona los pensamientos imprudentes sobre la fecristiana, alejamiento de la confesión fiel de fe verdadera, el incumplimiento de laspromesas y los deberes cristianos, desconfianza sobre la fe, blasfemia contra la santidad,y similares. Estas costumbres la pasé sin investigar, porque toda mi vida estuvemanteniendo la fe correcta y no fui culpable. Y así nos fuimos de allí acercándose a laspuertas del cielo.

La ultima aduana corresponde a las costumbres de la crueldad y endurecimiento delcorazón donde los inquisidores de esas costumbres eran amargamente crueles con sumaestro demonio feroz, que soplaba con crueldad y rapidez algo parecido a las llamas.Este maestro todavía era muy delgado, como si hubiera sufrido una larga y granenfermedad, quejándose de su propia maldad y lamentándose como un hombre enfermo.Incluso si hay alguien cometiendo muchas vigilias, oraciones, incluso guardando suvirginidad o pureza, si hubiera derrotado a su cuerpo en ayunos, habría matado a susmalos deseos, pero si no estaba predispuesto ayudar el desfavorecido y fue despiadado,cerrando su corazón contra su prójimo de diferentes maneras sufrimientos o similares,desde la presente aduana cae al infierno, donde estará encerrado para siempre siencontrar piedad. Pero nosotros, con la ayuda y el don de Dios, hemos pasado ilesosesas costumbres aportando también todas las oraciones del Santo Padre Basilio.Librándome por fin de esas terribles costumbres del aire, con buen corazón, con alegríay gozo espiritual hemos ascendido en ese camino más alto, sobre todos esos valles,llegando las puertas del cielo, con la misericordia de Dios, quien ayudó a mi alma pasarde la terrible angustia y liberado de los amargos, ardientes y oscuros demonios de esascostumbres.

Para la responsabilidad de las almas que cruzan el aire, los poderes de las tinieblas hanpuesto en su camino varias sillas y vigilantes del corte de juzgado, de una manera dignade admiración, en todo el aire, desde la tierra hasta el cielo, que pertenecen a laslegiones de los espíritus caídos donde cada uno de ellos examina el alma que pasa anteellos por el tipo de pecado que les concierne. A los "sabios" de esta edad les puedenparecer una simple historia, pero la hora de la muerte nunca podrá pasarlos por alto.Pero que esta buscando estos "recaudadores de impuestos" en las almas que salieron delcuerpo cuando ascienden al cielo, si no lo que es suyo? ¿Y qué es de ellos, si no laspasiones? Por lo tanto, el corazón puro sin estar tocado por las pasiones no encontraránada para culpar. Al contrario, en el sediento apasionado de pecados, como unatragedia, caerán como un rayo. Mientras el alma aún tenga cualquiera pasión, no selibrará de la vergüenza de pasar por estos valles. Y la mayor vergüenza aquí es de serarrojado con el alma al infierno donde la última vergüenza será en el Juicio Final,cuando estemos ante el Rostro del Altísimo que todo ve y todo Lo conoce.

La enseñanza sobre las costumbres no solo se encuentra en el Oriente cristiano, sinotambién en los Padres latinos antiguos.El Occidente, sin embargo, parece haber olvidado esta enseñanza de las costumbrescelestiales, que muchos autores conocidos ortodoxos de nuestro tiempo da testimonio demantener una tradición muy antigua en el seno de la Iglesia ortodoxa. Sobre este tema,podemos encontrar muchos testimonios en la Santa Tradición. También nosencontramos con muchos otros autores ortodoxos contemporáneos de diferentesnacionalidades que escribieron sobre la muerte desde la perspectiva de la tradiciónortodoxa.

Cuándo se separará mi alma de mí y los miembros del cuerpo, entonces, Señora Nuestray Madre de Dios sitúate a mi lado y dispersa los terribles enemigos espirituales; aplastalas mandíbulas de aquellos que buscan tragarme sin piedad para que pase de losgobernantes de las tinieblas que están en el aire! Líbranos, por lo tanto Virgen Santa, delos demonios que nos cuestiona en la terrible hora de la prueba, para que no seamosavergonzados nosotros, tus sirvientes. No dejes que el astuto artesano que está tratandode atraparme y me protejas de su furia. Y ahora, Maestro, deja que tu mano me cubra ytu misericordia venga sobre mí, que mi alma está turbada y me duele salir de esteinfame cuerpo. Para que una vez, el astuto adversario de encontrarse con mi alma deno impedirle en la oscuridad, por los pecados cometidos por ignorancia o ciencia en estavida. Misericordioso sea conmigo, Maestro, y no permitas que mi alma vea el rostrooscuro de los astutos demonios, sino que sea llevado de tus brillantes ángeles! La gloriaa tu santo nombre, y con tu poder levántame a tu juicio divino. Cuando me juzgues, nodejes que la mano del gobernante de este mundo caiga sobre mí el pecador, paraecharme, al fondo del infierno; pero siéntate a mi lado y ¡Sé salvador de mi alma!Señor, mi querida alma, tocada de las pasiones de la vida, purifícalo conarrepentimiento y confesión, para que Tú seas bendecido ahora y para siempre. ¡Amén!La enseñanza sobre las costumbres del aire ha dado lugar recientemente a muchascríticas, pero que son limitadas e infundados porque, como hemos visto, estáabundantemente atestiguado desde principio del cristianismo hasta nuestros días, enuna gran variedad de textos patrísticos, hagiográficos y litúrgicos. Una primeraacusación es que los textos patrísticos en los que se basa esta enseñanza son apócrifos yvienen desde Egipto Esta acusación sin embargo no resiste, porque como hemos visto,los testimonios patrísticos y las características hagiográficas pertenecen a diferentes

épocas y territorios. Una segunda acusación es que la doctrina de las aduanas tiene supropio origen en la religión de los antiguos egipcios y creencias gnósticas. Hay, sinduda, una analogía, pero la enseñanza sobre las costumbres se aplica a muchas otrascreencias cristianas, sin que esto nos permita cuestionar su carácter cristiano. Las doscreencias están relacionadas con contextos teológicos y espirituales completamentediferentes e irreconciliables. Una tercera acusación es que el alma y el cuerpo soninseparables, y por lo tanto el alma no puede tener una vida independiente del cuerpo.El alma, según los protestantes, se duerme en la expectativa de la resurrección de lacomunidad, pero los Santos Padres enseñan con certeza, la separación del alma delcuerpo y la resurrección, el alma y el cuerpo se encuentran en diferentes estados, peroconservando una cierta conexión. Así es como sucedieron las cosas con Cristo durantelos tres días de la muerte y su resurrección: con el alma descendió al infierno, y con elcuerpo permaneció en la tumba. "Nuestra guerra no es contra la carne y la sangre. Estascríticas, sin embargo, son alarmas para subrayar que se puede alcanzar en lacomprensión y el uso de esta enseñanza por lo tanto nos sentimos obligados haceralgunas aclaraciones

Primero, esta enseñanza no es un artículo de fe y nunca ha sido sujeto a una definicióndogmática por parte de la Iglesia. Ella es más bien una parte de la catequesis. Por lotanto, el creyente puede, sin ningún peligro, para su alma que lo ignore, perseverandocon humildad en el pensamiento de que más allá de la vida sigue siendo un misteriopara lo hombres de la tierra. Tal vez puede también pasar por alto todo lo que sucedeentre el intervalo de la muerte y la hora en que hará comparecer ante Cristo en el juiciofinal. Porque la Iglesia no tiene en este sentido sola una tradición, sino más tradiciones,diferentes pero no irreconciliables, que pueden aceptarse siempre y cuando no resistanlas enseñanzas dogmáticamente definidas sobre la vida del alma después de la muerte.Entonces, como otros también han demostrado que son dignos de creer, la enseñanzaacerca de las costumbres del aire no debe considerarse una carta del evangelio y serrecibida como tal, pero que indudablemente presenta cosas que realmente estánsucediendo, pero no exactamente como se les dice, porque son misteriosos, espiritualesy difíciles de penetrar, se presentan para el entendimiento del hombre que vive en lacarne, en una forma material pero puramente simbólica. Por lo tanto, al leerlos,debemos ir más allá de los detalles, apuntando al simbolismo, y especialmente a susignificado espiritual. En esencia, la enseñanza de aduanas y oficiales de aduanas en elaire muestra que después de la muerte cada hombre dará cuenta de todos los pecadoscometidos en su vida y de todas las pasiones que lleva encerradas en él, no reprimidaspor el arrepentimiento. Antes de estar delante de Cristo hasta el Juicio particular de cadauno, será investigado por los espíritus malignos y los ángeles donde algunos lesacusaran y otros les apoyaran como defensores. Así, la enseñanza sobre las costumbresen el aire tiene un punto pedagógico: el primero, Hace que el hombre entienda quecualquier acción tiene precio y significado no solo en esta vida terrenal, pero también enla vide de más allá; y el segundo, exhortarlo a arrepentirse Esta enseñanza no debeconfundirse, como a veces ha sucedido con la doctrina católica sobre el purgatorio;Pasar por los valles no significa una limpieza gradual de una alma a través del tormento.En la historia de Santa Teodora, las costumbres se llaman a menudo, " un alboroto ytormento, pero solo porque la pobre alma es acosada por los demonios. Del mismomodo, no debe confundirse con la enseñanza latina de mérito meritorio a través de quéel hombre puede adquirir el cielo, pagando con ello la entrada allí. Es cierto que entodas las historias se habla del gran uso que el hombre tiene gracias a sus virtudes. Perono solo por las virtudes se escapa de la mano de los enemigas del aire que tratan de

impedir que se levante al cielo pero, además de ellos, no se puede faltar la misericordia,la gracia y la ayuda de Cristo.Saint Symeon el nuevo teólogo dice al respecto en uno de sus himnos: "Incluso si meofreces todo, y me llenas de todas las cosas buenas, Dios mío, ninguna de estas cosas nome sirve de nada si no me ayudas pasar sin ser avergonzando en las puertas de lamuerte! Cuando el maestro de las tinieblas vendrá y no verá Tu gloria estando junto ami pero no se avergonzará completamente viendo el signo de Tu sello ni el ni los demáspoderes que va con él ¿ cual será entonces el beneficio de todo lo que me has dado? Dehecho, muchas de las historias anteriores muestran claramente que los demonios notienen ningún poder sobre los justos, y los pecadores caen en sus manos como algunosque se han comprometido voluntariamente y se les han entregado con devoción,obteniendo así una estrecha relación con ellos, y no se arrepintieron por sus malos actos.Todas estas historias son, sin duda edificadoras para el alma; que enseñan al Cristianoser consciente de todas sus obras, buenas o malas, y que todo lo que hizo en la tierra sedecide la vida de mas allá para siempre. Quien conoce que hay castigo por los pecadosy lo que ha amado aquí, tendrá parte también en otro mundo, entonces cuidará mejorel camino de su vida. Todo lo mencionada hasta ahora se molesta en mostrar elsignificado del arrepentimiento, lo que aleja al hombre de la maldad y sus pasiones docuales se lavará. La gran verdad es que Cristo tiene el poder de borrar todo el pecado delque se arrepiente incluso en la última hora se su vida, como él ha perdonado al buenladrón de la cruz. Realmente el arrepentimiento puede borrar los errores de toda la vidapor un momento, pero eso no le da derecho al hombre a vivir sin cuidado, esperandolocamente que Cristo le perdone en la hora de su muerte. La enseñanza sobre lasaduanas nos impulsa una vez más de estar preparados para el momento del juicio quetambién será para decidir nuestra vida de más allá de la muerte y para purificarnos através de las austeridades del ascetismo, porque los dichos labores se venden a unprecio eterno. Hacer todo lo posible para luchar contra la pasiones, esforzarse paracortarlos completamente con la ayuda de la gracia del espíritu santo, arrepentirnos delos males que hemos hecho y permanecer justos y puros delante de Dios, entonces elenemigo no habrá nada de sí mismo en nosotros. Escuchando la exclamación delapóstol Pablo: "Ponte toda la armadura de Dios, para que pueda resistir el día malo, yhabiendo acabado todo, estar firmes. Porque nuestra lucha no es contra la carne y lasangre, pero contra los principados y potestades contra los gobernantes de la oscuridadde esta era, contra los espíritus de la maldad, esparcidos por el aire celeste para quetomes todo el ejército de Dios y puedas resistir en el día malo, y habiendo acabado todo,estar firmes. Pensemos que no solo en la lucha espiritual de aquí necesitamos talarmamento, pero también cuando el alma encontrará con estos crueles acusadoresdespués de la muerte. De muchas oraciones y mucha ayuda, muchas buenas acciones yuna gran intercesión de los santos ángeles necesitan el alma al momento de suaproximación al cielo. ¡Que no se debilites vuestra alma a la salida del cuerpo paraclamar continuamente al Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, día y noche! Y el lo hará Surápida liberación, de acuerdo con Su inminente promesa, de la que habló sobre losinjustos espíritus malos, tanto en la vida presente, y después de que el alma abandona elcuerpo.

Al final de su viaje a través del aire bajo el cielo, el alma penetra en el otro mundo ycualquiera que fuera su estado, y cualquiera que fuera su respuesta a la pregunta de los"gobernadores de impuestos", se lo llevó a ver tanto el paraíso celestial como lasmazmorras del infierno. Hasta las almas de los santos cruzan el "lugar oscuro" deinfierno, para penetrar en el increíble misterio de la divina sabiduría, es decir, el

descenso de Cristo al infierno, entendiendo así la magnitud abrumadora de Su victoriasobre el infierno y sobre la muertes. En el tercer día, el alma es llevada por los ángelesal cielo. En el noveno, termina el paso por las costumbres. En el cuadragésimo día, elalma es llevada al trono divino.En el tercer día, todo el alma cristiana sube al cielo para adorar a Dios e imitar laresurrección de Jesucristo de entre los muertos - el tercer día -, el Dios de todos. Por esoes bueno que la Iglesia haga el sacrificio de la liturgia al tercer día y ore por el alma delfallecido. Después de adorar a Dios, se le revela, a su orden, los maravillosostabernáculos de los santos y la belleza del cielo. Todo esto conoce el alma durante seisdías, cuando se maravilla y alaba a Dios, el que es creador de todo. Viendo todo esto, elalma cambia y olvida todos los problemas mientras estuvo en el cuerpo. Pero si él esresponsable de muchos pecados, al ver los gozos de los santos, comienza a llorar,culpándose: Ay de mí, cómo viví locamente en el mundo, cumpliendo con malosdeseos y pasiones! La mayor parte de mi vida la pasé en descuido, y no he servido aDios según corresponda, para que yo también pudiera estar agradecido por esta gracia yesta gloria! ¡Ay de mí, el desgraciado, por mis preocupaciones y las dificultades queaún luchaba en el mundo! ¿Cuáles son mis viñedos y los jardines que planté? A que mesirve el campo que he adquirido? ¿Para qué me sirvió el oro... Para que las riqueza queme estaba amontonando? ¿De qué me sirve cualquier bien que haya disfrutado en lavida del mundo anterior? Ay de mí, ahora veo que me he esforzado en vano! ¡Ay, de míque he vivido como un necio sin mente! Por desgracia, me encantó la gloria por uncorto tiempo pero ahora he adquirido la pobreza eterna! ¡Ay de mí, qué me pasó! Ay demí, ¿cómo estaba de oscura mi mente? ¡Nadie podrá ahora ayudarme, regocijar en lagloria del Señor! "Después de seis días del gozo de ver los justos, es conducidonuevamente por los ángeles para adorar a Dios. Así que es bueno cuando se hacenuevamente la misa y el sacrificio por el difunto. Después de la segunda adoración, pororden del Señor para toda el alma, es llevada al infierno y se le muestran los lugares deltormento de allí: las mazmorras del infierno, y los diversos castigos de los impíos; loslugares donde las almas de los pecadores están constantemente llorando y rechinan susdientes. A través de estos lugares del castigo se lleva el alma durante treinta días,temblando por si fuera alcanzar un lugar aquí. A los cuarenta días vuelve a adorar alSeñor. Después de ser llevados a ver el infierno, dice Santa Teodora, solo entonces,habían pasado cuarenta días desde que el alma había dejado el cuerpo, sin mencionarnada sobre el tiempo de viaje a través de las costumbres del aire o el momento en queadoró a Dios, ni cuando fue llevada a ver el cielo y el infierno. No estamos en undominio de dogmas definido precisamente por la Iglesia universal, pero la teología, quepuede ser diversa sin ser contradictoria. Por lo tanto, con respecto a este tema, en laIglesia, hubo desde el principio muchas tradiciones y no una única Tradición. La formaen que se presentan el Cielo y el infierno en estos textos parece ser, a menudo, ingenua.No debe ser entendido por la letra a rajatabla sino en un modo simbólico. Suconocimiento es, ante todo, hacernos comprender que más allá hay un mundocompletamente diferente y una vida completamente nueva. Las descripciones de estashistorias se parecen a la imagen ingenua y fantasiosa de los lugares ilustrados enalgunos iconos que nos muestran claramente que estamos tratando con otro linaje.Luego nos dicen que el hombre justo encuentra descanso en el cielo, alegría y paz, peroel pecador tiene parte en el infierno de tormento y castigo. Las pasiones del cuerposerán recompensados aquí con los sufrimientos del alma. No los hechos como tales sonesenciales aquí, ya que vivir de el otro reino no se parece para nada con el de aquí, yseguimos sin saberlo con claridad, pero las enseñanzas espirituales que resulta de ellos;Porque este es su propósito: preparar al alma para el viaje al otro mundo y por la vida

que le espera allí.

El día del juicio particular, según una vieja tradición, en el cuadragésimo día después dela muerte, el alma tiene el supuesto "Juicio privado". Es el juicio que se emite a todohombre cuarenta días después su muerte, distinta del Juicio final o del común, quetendrá lugar al final de los siglos a la segunda venida de Cristo, cuando se levante todoel cuerpo, y todos los hombres se levanten delante de Su rostro. Inmediatamentedespués de la muerte el alma es premiada o castigada, pero no para siempre. En elcuadragésimo día después de la muerte, el alma es tomada y llevada antes el tronodivino y allí se decide el lugar donde morará hasta la resurrección de común de todoslos hombres. El alma va a adorar delante de Dios y recibe su lugar dependiendo de suvida en la tierra, hasta la segunda venida del Señor Jesucristo. Vale la pena recordar aquíla importancia del cuadragésimo día, junto con el tercero y noveno día, en el servicioconmemorativo de los muertos, es bueno que la Iglesia recuerde la memoria de quienesse han mudado al otro mundo. De acuerdo con las enseñanzas de la Santa Tradición, eljuicio final del mundo será hecho por Jesucristo, porque Él es el Salvador del mundo y,como está escrito en la Sagrada Escritura, Dios, Padre dio todo el juicio Al Hijo. Estejuicio del mundo será hecho por Jesucristo a Su segunda venida, pues entonces vendrá ajuzgar a los vivos ya los muertos. Esto será "Juicio del final".Pero antes de eso, el Señorjuzga a cada hombre tan pronto como su alma muere y sale del cuerpo Este es el juicioprivado. En juicio privado, el Señor dará a las almas santas una felicidad temporal perono perfecta de todo, sin embargo, las almas pecaminosas, tormentos temporales peroincompletos. A este juicio, señor mirará el estado del alma en el momento de la muerte:como era el alma en el momento cuando ha entrado en el otro mundo. Lo importanteentonces es la actitud del hombre en el tiempo de la vida terrenal hacia Dios y la santaTrinidad, la obra salvadora de Cristo y de su cuerpo divino-humano, que es la iglesia. Elapóstol Pablo el que ardía con el anhelo de Cristo, el que era digno de las visionescelestiales, todavía en la carne fue secuestrado a las terceras moradas del cielo, pararevelarle los secretos del mundo de más allá: Él mismo nos enseña claro eincondicionalmente sobre el juicio privado, diciendo que los hombres deben unamuerte y luego serán juzgados. Investigar esto es sumergirse en la profundidad delinfinito océano de secretos divinos. Solo una parte nos ha sido descubierto por Dios, através de los santos apóstoles y los santos padres, que han pasado una vida santa y deagrado a Dios, y que se hicieron amigos y familiares de Él.

Cada alma se presentara ante Cristo y recibirá la sentencia sobre su destino. Pero lamayoría de los autores cristianos dicen que el juicio del alma tiene lugar justo en eltiempo de paso por las costumbres; entonces el alma se da cuenta por sus obras al igualque ante un tribunal teniendo los demonios como acusadores, y los Ángeles comodefensores. Al final de esta investigación, dos sentencias puede recibir las almas: lospecaminosos se colapsan en el abismo del infierno y los justos ascienden al cielo, dondeadoran ante el trono de Cristo. . Con alegría y audacia y acción de gracias siguen elcamino hasta llegar a adorar al Creador, y desde allí recibir la determinación desituarse con otros y de la misma virtud que el, hasta la resurrección de todos Sólo losjustos serán dignos de recibir del mismo Jesucristo la determinación del lugar demorada. Cristo solo hace sellar el feliz estado de quienes han salido ilesos por los vallesde mismo modo como el destino de los pecadores esta determinado por la falta de buenarespuesta en el momento de la investigación. Esto significa de hecho que después de lamuerte el juicio privado esta en realidad en la mano de los ángeles y de los demonios.

A primera vista, esta enseñanza puede ser astuta, porque parece que le quita a Dios elderecho de juez y, además, los espíritus malignos son lo que pueda decidir el destino delas almas, pero se debe entender en un contexto determinado. Por un lado, los queafirman que los ángeles, ya sean malos o buenos, son los que juzgan el alma delhombre, se entiende que esto se hace con el permiso de Dios y que Dios es quien juzgaa través de la intercesión de ellos, siendo el único Juez. Uno es el juez, "Dios, el juez detodos el designado por Dios para ser juez de vivos y muertos.El juicio particular se basa en la libre elección del hombre. Las cosas tienen un final, yante nosotros solo hay dos opciones: la muerte y la vida; y cada uno "irá al lugar que semerece" Como dos monedas, una de Dios y otra de las suyas de este mundo y cada unatiene su propia distinción, también los ateos tienen la huella de este mundo, y los fielestienen, en el amor de Dios Padre como propia huella. Todos los hombres puedenguardar y hacer el bien, como puedan tanto como tiene la libertad de no hacerlo; por lotanto, es justo que algunos sean alabados y recibidos porque eligieron el bien yperseveraron en el y otros fueron condenados y castigados sufriendo correctamente,porque han rechazado el bien. El hombre dominado de las pasiones carece de las cosasbuenas espirituales de la nueva vida venidera porque ha elegido para esta vida solo elplacer, no quiere curar su insensatez a través de arrepentimiento y rechaza el lugar delbien de la próxima generación inalcanzable para él, cavando para sí mismo un abismoimposible de eludir, por culpa de las pasiones corporales. Así como el reino del diabloes adquirido por la acumulación de los pecados, también lo es el reino de Dios, que seadquiere a través de la obra de las virtudes, la pureza del corazón y del discernimientoespiritual porque las almas son recompensadas de acuerdo con la naturaleza de loshechos de su vida donde cada uno será el juez de sus errores. El abismo significa ladistancia y la diferencia entre el justo y el pecador. Que como sus deseos eranespeciales, así que los lugares del mundo venidero serán muy lejos, porque cada unorecibe una recompensa que encaja con la voluntad de su vida anterior.

El que nos juzga después de la muerte no le hace falta ni acusadores, ni testigos, nievidencia alguna, sino solo revela ante ellos todos los pecadores las palabras, todas susobras y pensamientos. “Sobre tal juicio como reprimenda de su propia concienciasiempre recordará los pecados cometidos en la tierra y llevará con él para siempre lacarga de sus pecados. ¿Por qué el alma necesitaría abogados que nos defienda? cuandoAquel que nos pide que rindamos cuentas por nuestras obras, nos llama todos los díasdiciéndonos que el infierno y el paraíso esta listo para recibirnos? Pensando en todoesto, no dudemos que después de que nos vayamos de aquí estemos ante el terriblejuicio, donde por todo lo que hemos hecho aquí, tendremos que rendir cuentas yseremos castigados si seguimos igual permaneciendo en pecado, pero si queremoscambiar nuestras vidas , disfrutaremos de la bondades celestes. Dios aparece dos vecescomo juez: a la hora de nuestra muerte y la hora de la resurrección. Se observaclaramente la distinción entre el juicio público y el privado. Todos los días tengandelante de los ojos de la muerte y piensa en cómo saldrás de tu cuerpo y cómo superaráslos poderes de la oscuridad con que te encontrarás en el aire y cómo te enfrentarás aellos para presentarte firme ante Dios. Porque todos estarán vacíos y descubiertos antelos ojos de Aquel, frente a quien todos desde Adán y Eva hasta el último rendiremoscuenta.

Una vez juzgado, hasta la resurrección de la comunidad (cuando se reunirá el alma conel cuerpo renovado) y hasta en el juicio posterior, el alma mora temporalmente enParaíso a menudo llamado por los Padres" El seno de Abraham" o "el seno de los

Patriarcas" donde están los justos y los santos o al infierno llamado Hades donde searrojan las almas de los pecadores que es el lugar de morada de todos los muertos.Este era un lugar de oscuridad, de dolor, tormento y la corrupción, bajo el dominio deSatanás. Allí las almas incluso las almas de los justos, tales como los profetas opatriarcas, estaban sufriendo consolados en la esperanza de la venida de Jesucristo,mientras que las almas de los pecadores fueron privadas de todo la consolación.Bajando al infierno, Cristo, cuya alma humana estaba hipostáticamente unida con sudivinidad, "destruyó al fuerte" y rompió el poder de Satanás, levantó los pecados queesperaban con fe y liberó las almas que se encontraban en ese lugar comenzando conAdán. El infierno, fue vencido y conquistado por Jesucristo pero no pereció…el infiernopermanece el lugar donde esta sufriendo todos los que no se arrepienten de sus pecados.A los justos Jesucristo abrió la entrada en el paraíso. Que el alma del hombre va despuésde la muerte o en el cielo, o en el infierno, se nos ha revelado el mismo Jesucristodiciéndole al buen ladrón : "De cierto te digo, hoy estarás conmigo en el cielo."El ejemplo del pobre Lázaro y el epulón rico, muestra a ambos lados: "Y el pobreLázaro murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió,y fue enterrado. Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó losojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. Entonces gritó: “¡PadreAbraham, ten lástima de mí! Envié a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua yvenga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.” PeroAbraham le contestó: “Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, yLázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. Aparte de esto,hay un gran abismo entre nosotros y vosotros; de modo que los que quieren pasar deaquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí.” El rico dijo: “Te suplicoentonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, donde tengocinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a estelugar de tormento. Cristo nos enseña que el cielo, llamado aquí "el seno de Abraham",es un lugar de frialdad, reposo, y consuelo, y el infierno el lugar de tormento, donde elalma sufre la quema en el fuego, sin consolación ninguna. El apóstol y el evangelistaJuan se encontraron en este lugar a los justos que estaban al lado de Cristo; El vio nosolo los veinticuatro ancianos alrededor del trono, sentados en las sillas, vestidos conropa blanca y con coronas de oro encima de sus cabezas, pero también a los mártires y"la gran multitud, que nadie podría contarlo de todas las naciones las tribus y pueblosde diferentes lenguas ", sentados ante el trono de Cristo y glorificándolo a Señor. Aquívemos que el cielo es brillante y el infierno oscuro, como dice Jesucristo llamándolo"la oscuridad de más allá y el apóstol Pedro,"Las cadenas de las tinieblas.Todas las almas buenas y amorosas, cuando salen del cuerpo, inmediatamente sienten ymira el Bien que le espera, se regocija y disfruta de un deleite delicioso y camina alegrehacia su Maestro. De ahora en adelante disfruta de la felicidad que ha sido preparadapara él ".Los pecadores también son castigados tan pronto como murieron y arde en elfuego eterno del infierno. Algunas almas son condenadas en cuartos muy oscuros delInfierno, como se ha dicho; en la prisión, donde soportan tormento y sufrimientolamentándose y derramando lágrimas. Porque tienen con ellos el recuerdo incesante desus malas obras malvados, tal como hicieron en esta vida. Espíritus terribles, lesvigilaran con ojos de fuego, sacando llamas por la boca, rechinando los dientes yaterrorizándolos con castigos. Y no hay otro consuelo para ellos que las oraciones delos familiares hechas por ellos, hacia Dios el misericordioso y la caridad a los pobrespracticada en su nombre. Así pasará el tiempo en la espera, de la terrible sentencia delJuez, atormentados, asustados por el terror, pensando en la, palabra que lesdirá:”Apartaos de mí, malditos, en el fuego eterno que está preparado para el diablo y

sus ángeles. Los amigos de Dios y de los ángeles, con alegría van a morar en lasiglesias iluminadas, junto con los otros poderes celestiales, siempre teniendo con ellosla conmemoración de los actos buenos y justos cometidos durante sus vidas yrecompensados por ellos con indecible alegría. Están sentados al lado en la Luz, de laSanta Trinidad y de los ángeles, los arcángeles y la innumerable multitud de poderesangélicos, en el glorioso acompañamiento de alabanza a Dios donde algunos canto deAleluya, y para otros el canto Santo es el Señor, Dios de Universo. Estas almas conalegría espera escuchar la suave voz, que les llamará diciendo:"Venid, benditos de miPadre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

En este momento los justos y los pecadores están en el lugar que le corresponde. Losprimeros en el cielo, descansando con los ángeles ante Dios. Los últimos estánencerrados en el infierno “en el hoyo más bajo, en la oscuridad y en la sombra de lamuerte", según dice el santo rey David, "en la tierra de oscuridad e inusual, donde la luzes lo mismo que la oscuridad. Algunos están encantados de esperar con alegría laentrada al reino y el perfecto sabor de la bondad prometida. Y los otros se quedanencerados en sufrimiento sin consuelo esperando el castigo y se ven a sí mismoseternamente condenados. El cielo y el infierno no son lugares que puedan estar ubicadosen algún sitio, porque el alma está por su naturaleza inmaterial, no se puede decidir y noes propio designarle cualquier lugar para ubicarlo. Así, por el cielo y el infierno sellaman realidades inmateriales e invisibles. Al salir de la carne", el alma no pierde nadade las pasiones acumuladas en este mundo; El alma de los justos se lleva las virtudescon él, y el alma apasionada "permanece en soledad con sus pasiones y siempre estaráatormentada por ellos por los malos hábitos, por el amargo recuerdo y el doloroso tratocon las pasiones, que siempre le calienta y le quema". Pero el hombre caído, mientras élvive en la tierra, las pasiones son un placer no ve el mal escondido en ellos y no conocesus heridas. En la vida de más allá, todo esto se manifiesta a la luz del Juicio del Bien yde lo verdadero luego las pasiones y el recuerdo de su maldad se convierten en unafuente de sufrimiento que oprime el pobre alma. Cuanto más maldad hay en cada uno,un tanto más es el dolor. Aquellos que han llegado a la última etapa de la maldad ycometen todo tipo de atrocidades no recibe el mismo castigo que a los que hancometido poco y pequeños errores; pero esa llama del tormento arderá más o menos, enfunción de la materia que lo alimenta y lo enciende. El alma apasionada de pecadosfortalece la llama y la mantiene viva y donde hay menos pecados, la llama se hace másdébil y menos dolorosa.

Esta morada de los pecadores en el infierno, y los justos en el cielo essolo temporal, y en este período de los justos disfruta solo "en parte" yen ausencia de la felicidad celestial, igual que los pecadores no soportan todos lostormentos del infierno. Las almas de los piadosos permanecen en un lugar mejor, y losinjustos y malvados en una morada peor, todos esperando el momento del juicio.

Los justos ahora están recibiendo una poca parte de la gloria donde entrarán despuésdel Juicio Final, cuando sus cuerpos también resucitarán. Su gozo y gloria seráninmensurablemente grandes. Por supuesto, ahora están viviendo en el cielo, disfrutandode la presencia del Creador pero solo a la resurrección de todos recibirán todo el pagoque se merecen donde incluso los justos esperan con santo temor en el Juicio final quedecidirá el destino eterno. Ellos no tocaran la perfección hasta el día del Juicio final,recibiendo solo la víspera de la vida eterna. También almas de los pecadores, que estánen el infierno y en otros lugares oscuros llenos de dolor, atormentados por demonios y

por su maldad aún no se les ha dado todo el castigo que les espera. Pero allí no siente niplena felicidad ni pleno sufrimiento, toda la felicidad o el tormento recibirá cada unodespués de la resurrección común, cuando el alma junto con el cuerpo con el que havivido en el mundo, haya hecho el bien o el mal.Según las divinas Revelaciones, el alma después de la muerte vive en felicidad o entormento incompletamente de ser perfecta felicidad o absoluto tormento y no puede sercompleto ante el Juicio Final; En ausencia del cuerpo, el alma es simplemente alma, noun hombre lleno. En el juicio que se hace de cada hombre, las almas se dividen en dosgrandes categorías: en almas justas y almas pecaminosas. Es por eso que solo hay dosestados en el mundo de más allá que corresponden a cada línea, felicidad o sufrimiento,teniendo cada uno innumerables pasos, pero solo dos lugares: el cielo o el infierno. Estetiempo no es la eternidad, por eso los santos dicen que después de la muerte entrara enEl Paraíso y después de la resurrección entrarán en el reino de los cielos, como lospecadores van después de la muerte en infierno, y después de la resurrección seránarrojados al fuego eterno. Por mencionar que debemos creer que el ladrón fiel entró alparaíso pero que no es lo mismo con el reino de los cielos. Porque Dios ha designadopara nosotros algo mejor, para que ellos (los justos) no pueda faltar la perfección", éldice que" no habría sido apropiado para todos los que Han complacido a Dios parasiempre, que sea el mismo ladrón para ascender a la mayor felicidad antes del tiempodecidido para las recompensas eternas, ni se debía entrar en la gloria no acompañadopor las multitudes de santos, como enseña el divino el apóstol Pablo que distingue elcielo prometido al ladrón fiel del reino de los cielos ", que es el gozo de las cosasbuenas de lo eterno, que el ojo no ha visto, el oído nunca haya escuchado, el corazón delhombre nunca ha subido. Porque, como el gran apóstol Pablo enseña, ninguno de losjustos aún no ha recibido las promesas pero solo al final, cuando será la resurrección detodos la recompensa, de los santos que heredarán el reino de los cielos. Pero no creamosque el reino es totalmente ajeno al cielo y el hades extraño al infierno sin tener ningúnparentesco. De hecho el cielo como el infierno, es temporal, y solo después del JuicioFinal serán definitivos y eternos. Una vez más, el cielo es solo un pórtico y unapretensión del reino, como el infierno es el preámbulo y la premonición de las tinieblas.La diferencia entre el cielo y el reino de los cielos muestra que lo segundo es laperfección y conquista de lo primero. Los condenados no están en los palacios reales,sino en la prisión, están encerrados para el castigo que se les aplica a ellos; pero los dehonor y en los palacios reales entran, donde pasaran el tiempo a pesar de que aún no hanadquirido la alegría total, pero ahora están en estos lugares reales, luminosos y de buenolor hasta que se cumplirá plenamente todas estas promesas. Sin embargo, al finalrecibirán la recompensa perfecta. "La temporalidad y la falta de cumplimiento de esteperíodo tienen varias razones. En primer lugar, la hermandad entre las personas, quetodos esperan las ceremonias prometidas. Dios realmente quiere la salvación y ladeificación de cada hombre. Quien tiene todo el poder en Su mano, sabía que Adán,cayendo, comenzaría a nacer sus hijos, ha visto y estimado el número al cual debíacrecer toda la raza humana de todas partes de la tierra ". El proceso de cumplimiento dela naturaleza humana había sido previsto por la omnisciencia de Dios, como Quién guíay restringe todas las cosas y ha ordenado antes [...] una vez con la venida al mundo delas almas, la duración de cada uno, hasta que se interrumpa todo el paso del tiempo."Por lo tanto, el tiempo cesa para siempre "cuando él" ya no sea útil para losnacimientos de la nación humana, pero su predilección abarca a toda la raza humana. lahumanidad cambiará, pasando de un estado perecedero y terrenal a un eterno eirreversible, cuando el cumplimiento de la naturaleza humana estará al final de lamisma, de acuerdo con la medida que se le haya ordenado, para que ningún alma falte

en el número de almas destinado a multiplicarse. Con la terminación de este tipo denacimiento, la humanidad cambiará, pasando de un estado perecedero y terrenal a uneterno e irreversible, cuando el cumplimiento de la naturaleza humana estará al final dela misma, de acuerdo con la medida que se le haya ordenado, para que ningún almafalte en el número de almas destinado a multiplicarse ".En el nombre de estehermandad y amor, el último regalo de la bondad celestial se retrasa hasta que todos lovan a disfrutar. Por eso el salmista dice: "Los justos me esperan hasta que Tu merecompensaras. Dios lo ha decidió cuando todos estemos juntos en la misma gloriadonde están ellos ahora esperándonos, como hermanos. Porque desde que todos juntossomos un solo cuerpo, mayor es la alegría si recibimos lo prometido juntos, que cadauno por partes y en particular. "Dios es injusto dejando los santos esperar su corona quese les deben por sus propios meritos y virtudes? Por supuesto que no! Ellos mismosquieren adquirir lo prometido al mismo tiempo con sus hermanos, porque somos uncuerpo, y la alegría del todas las partes del cuerpo en conjunto será más grande cuandolos miembros del cuerpo de serán encordonados. Dios es un padre del Amor queesperan volver a casa a los muchos hijos que tiene. La felicidad o el tormento de lasalmas inmediatamente después de la muerte es temporal porque tienen que esperar elGran Juicio, que se hará en la segunda venida del Señor. Entonces su destino serásellado para siempre. Para los justos, el Juicio significará el establecimiento de supresente placer del bien celestial y perfecta felicidad. Y para aquellos condenados alinfierno, todavía hay esperanza de fingir el destino de su condena a uno mejor a travésde las oraciones de la Iglesia y los que oraron para ellos aquí en la tierra. El alma, delhombre ahora están en un estado antinatural, porque, según la naturaleza del hombre escuerpo y alma, la disolución de la conexión entre las cosas no puede durarindefinidamente; A lo largo de este tiempo, solo el alma del hombre se regocija o tal vezestá atormentando, según su dignidad, y su cuerpo yace en el suelo, inconsciente. Peroaun los cuerpos colocados en el hoyo pueden distinguirse entre sí, como lo muestra laverdad: los de los santos no han sido tocados por la corrupción, y los de los pecadoresse pudren y cambian a polvo; pero esto no es una ley por norma general, y el sacrificiode los santos siempre se considera como una obra milagrosa, con un propósitoedificador, pero, hay que decirlo de nuevo, no una ley natural gracias a su estado deperfección. Desde que el Señor mismo fue primero" en medio de la muerte " dondemoraban las almas de los que murieron antes, y luego, levantándose con el cuerpo, alcielo, nos confirma que también será lo mismo con los que le siguen, porque todo loque el Señor ha hecho, para nosotros lo hizo. Así que las almas van al lugar designadopor Dios, y no puede ser visto con los ojos corporales, donde esperara allí laresurrección de todos cuando el alma nuevamente junto al cuerpo; igual como el Señorse ha levantado, lo mismo lo harán todos ante Dios y para dar cuenta de sus obras anteCristo, el Juez insobornable. Porque algunos dicen que las almas van a recibir el pagoinmediatamente después de la muerte - la adoración justa de la visión de Dios y de lafelicidad celestial y los pecadores para soportar los tormentos del infierno, y otros dicenque la recompensa se lo dará al fin de los siglos pero los dos llevan razón, porque tantoen la felicidad como en el tormento son medidas y medidas, como suelen decir. Por lotanto podemos recibir como verdaderas y bien emparejado con el buen juicio, laadquisición de la felicidad a tiempo, pero en parte, también la expectativa de felicidadeterna y perfecta, o el tormento en el instante o solo por un tiempo - con un respiro altormento grande e interminable que le espera por venir.

Es cierto que los padres a veces llaman sueño, y la Iglesia ortodoxa dice acerca de laMadre de Dios y los santos que su salir de este mundo es como "dormir un sueño", y no

es muerte. Estamos tratando aquí con una expresión simbólica mediante la cual el"sueño de la muerte" se opone el "despertar" de la resurrección, o por el cual pareceríaque el alma está ahora en reposo, pero no como si fuera muerta, pero descansando desus obras mundanas y no está más allá libre de cualquier otro trabajo. El alma mantieneen el mundo más allá sus capacidades y energías. El alma de los muertos no estámuerta, sino que esta muy despierta porque de lo contrario si la muerte llevaría decamino a la nada, sería una ventaja para aquellos que han hecho mal en su vida. Lasalmas de los muertos no solo descansa sin ninguna sensación, pero tienen sentimientos:esperanza y tristeza, alegría y miedo. Los poderes de la parte racional del alma son eljuicio, el conocimiento de los seres, el pensamiento, sentimiento de intuición intelectualde la mente los significados de lo inteligible, e virtudes importantes como de pensar, deelegir y de recordar todo. En cuanto a la imaginación y los sentimientos corporales,están en el lado irracional cuando el alma sale del cuerpo y de esta vida conservandoconsigo algunos de estos poderes, pero dejando a los demás. Yendo de camino a Dios,todavía tiene su conocimiento y el pensamiento, sentimiento intelectual, los significadosde lo razonable y sobre todo la memoria y el recuerdo; Por otro lado sus otras obrascesan, como también cesa el trabajo del cuerpo". Sin embargo, el alma guardaperfectamente la memoria de los hechos mientras que era vivo con su cuerpo y paracontinuar plenamente con la vida en el mundo de más allá, las almas tienen toda supersonalidad y autoconciencia; pueden sentir, saber, concebir, discernir y en general,ejercitar todas sus actividades psíquicas. Cristo al descender al infierno también predicóa los espíritus encarcelados a las almas de los muertos, lo que demuestra que sonconscientes, capaces de razonar, libres y capaces de recibir Su predicación o rechazarla.Por un lado, parece que el alma separada del cuerpo pierde sus capacidades que hayatenido en la unión con el cuerpo. Por otro lado, sin embargo, ahora está emergiendo auna comprensión más fina y más completa, en el infinito del mundo de más allá que leda posibilidades ilimitadas de una rica e inigualable manifestación.

El Señor enseñó completamente que las almas (después de la muerte) no pasan a otroscuerpos; Es mucho más, ellas mantienen vivo el sello del cuerpo en el que han vivido, ylos recuerdos de los hechos cometidos juntos aquí en la tierra.

La teoría falsa de metempsicosis que afirma que el alma del hombre después de lamuerte, viste en cuerpo de animales o incluso de plantas y confunde la naturaleza dediferentes criaturas y mezcla sus características específicas es rechazada por completode la iglesia cristiana. Eso significaría absurdamente, que el alma cambia la naturalezade acuerdo con los cuerpos en los que se viste, siendo racional una vez, luegoirrazonable o incluso caer en una insensibilidad completa. Esto significaría "creer quetodos son iguales y que en todo eso hay un solo ser humano por general, ya queninguna propiedad separa las obras entre sí " Quienes tienen tal fe pierden el sentido dela jerarquía de las criaturas y considerando que los animales, las plantas y las personastienen el mismo valor con las personas, mostrarán el mismo respeto yaprecio a los animales y las plantas , algo totalmente equivocado, que determina uncomportamiento cruel con la gente, sin hacer diferencia de otros seres.Las teorías de la metempsicosis, especialmente la que pone el mal como el comienzo dela vida en cuerpo - a menudo implica la predestinación, por la cual se rompe la libertaddel hombre. Tal concepción socava la moral y transforma la vida espiritual en unalocura inaceptable. Esto seria especialmente cierto si el alma pasara a un animal,dominado de los instintos animalices donde no hay posibilidad de elegir el bien dadoque en los animales no existe la cuestión de elección o virtud. ¿Cómo podría entonces el

alma? pasar a un mejor estado o cómo podría incluso dejar de colapsar a peor – desde elanimal a planta y finalmente a la no existencia? El hombre "elige, a través de lafacultad del libre albedrío, lo que él quiera, para que pueda elegir el bien, y crecer envirtudes. El principio fundamental de de la antropología cristiana, es la existenciasimultánea del alma y el cuerpo como vínculo indisoluble entre si, que la muerte nopuede romper. Decir que el hombre puede cambiar su cuerpo es lo mismo con lanegación de la conexión constante entre el alma y el cuerpo; entonces el tamañohipostático del cuerpo, que no solo pertenece a cierta persona sino que en sí mismo unelemento, una dimensión de esa persona; también la identidad de esa persona puede sersucesivamente, a través de la intercesión de diferentes cuerpos, no solo uno, sino máspersonas, o una vez hombre, otra vez animal y tal vez una planta. En otras palabras, lametempsicosis niega tanto a la persona como a la naturaleza humana que el cristianismotiene como su fundamento en Dios, quien lo construyó al hombre a su imagen ysemejanza. El alma y el cuerpo cobran vida simultáneamente y están en estrecharelación con la hipóstasis humana a la que pertenecen de un modo inalienable, cuyovínculo tampoco puede separarse incluso después de la muerte.

Para la iglesia ortodoxa no hay Purgatorio sino tan solo dos estados del alma esperandola resurrección y el juicio final: el cielo y el infierno. La Iglesia ortodoxa excluye laposibilidad de un tercer estado intermedio, del cual enseña a la Iglesia Católica Romana,llamada Purgatorio, y vista como un lugar especial en el que el alma está sometida porun tiempo a un "fuego de limpieza". Si los que verdaderamente se arrepienten y muerenen el amor de Dios, antes de que él haya tenido su penitencia a través delarrepentimiento por los errores cometidos por trabajo, o por no-trabajar el bien, susalmas son purificadas después de la muerte por tormentos expiatorios en el purgatorio".El Sínodo de Florencia se celebró para la reunión de la Iglesia latina con La Ortodoxapero su confesión de fe fue rechazada por lo último. La redacción de esta confesiónanterior es el resultado de discusiones divergentes y presenta de forma acaramelada laposición latina. La doctrina del Purgatorio no encuentra un terreno de prueba ni en laSagrada Escritura, ni en los escritos de los antiguos padres. Las numerosas referenciasbíblicas y patrísticas reunidas más tarde por los teólogos católicos para justificarlo, porun lado, puede demostrar que La Escritura y los Padres consideran en gran medida y deutilidad las oraciones hechas por parte de la Iglesia para los muertos e cual siempre esadmitida por la Iglesia ortodoxa pero irrelevante para la existencia del Purgatorio. Ladoctrina del purgatorio en realidad nació en la segunda mitad del siglo doce y es unafamosa "innovación". Pero es un hecho admitido hoy por la mayoría de los historiadoresy magistral demostrado por el famoso historiador católico Jacques Le Goffquien quiencompiló un vasto archivo, titulado de manera significativa: La Naissance du Purgatoir,la palabra purgatorio, como sustantivo, no existe! "Un purgatorio" simplemente noexiste! El purgatorio es adoptado por la teología occidental, que encaja con la idea de unfuego purificador creado material, mientras que la concepción oriental de las energíasdivinas no creadas no permite tal idea. De hecho, para la teología ortodoxa, la energíadivina, que puede ser vista como luz o fuego, es una sola y no creada, pero de acuerdo asus efectos recibe diferentes calificaciones; por eso se llama "limpiadora" cuando limpiaal hombre, "brillante" cuando lo ilumina, deificadora cuando le santifica. Por lo tanto nohay luz para los justos, ni un fuego para los pecadores, pero una y la misma energíadivina no creada que actúan sobre ellos de manera diferente, porque lo perciben demanera diferente, que se ajusta a su condición espiritual. Esta concepción, que tiene susraíces en el pensamiento de los padres como San Basilio el Grande, San Gregorio deNyssa, Dionisio el Areopagita, San Máximo El confesor, San Juan de Damasco y, por

supuesto, San Gregorio Palamas es la base de la posición de San Marcos Eugenioscuando rechaza la teoría latina de la purificación por el fuego del Consejo Sinodal deFlorencia.

La oración de San Basilio el Grande, hablado sobre la partida de las rodillas en el día dePentecostés, cuando dice: "Maestro, todopoderoso. ¿A quién también en esta fiestasalvadora le agradecería recibir las oraciones de interceder para aquellos que están en elinfierno, que nos da una gran esperanza de que Tu Señor envíes alivio y comodidad alos oprimidos ... En cuanto a las almas fieles y en el amor de Dios que sale de esta vidaen pecados, pequeños del cual no se han arrepentido, o grandes y pesados, de lo cualse han arrepentido, pero no han dado fruto del arrepentimiento, creemos que seránlavados por sus errores, pero no por la purificación del fuego y la condenación de estasalmas en el purgatorio, porque, como dije, no así nos han enseñado. Pero algunas almaslas lavan a la salida de su carne, incluso por el miedo de la muerte, como dice GregorioDialogo. Otros tienen que lavarse luego, esperando en el mismo lugar terrenal antes deir a adorar a Dios y puesto en el seno de sus bienaventurados; otra alternativa seriadescender al infierno por los pecados, donde se mantendrá como en una prisión, bajocustodia, pero no como los que han de permanecer atormentados para siempre. Todosellos son ayudados por las oraciones y las liturgias que se hacen para ellos, a través de laobra de la bondad divina para el amor de los hombres. Dios perdona los pecados hechospor debilidad de la naturaleza humana a los que han muerto en la verdadera fe y laesperanza de la vida eterna. Otros, sin embargo, después de un tiempo, a través de unjuicio justo, son perdonados, o puede que no donde las faltas no será borrada hasta elJuicio Final. Por esto, contamos que no hay necesidad de otra maldición o fuegodesafiante; porque algunos están asustados por el miedo, a otros les consumen laconciencia peor que el fuego; otros seguirán ser limpiados por el miedo del momentocuando se presenten ante la gloria de Dios, sin saber cuál será su destino, ya que no hayun mayor castigo que el miedo a la sentencia del juicio final.

La incógnita de" que pasara con ellos?" es el sufrimiento y el trabajo más duro quecualquier atormento. Por eso oramos a Dios con la creencia que Él es quien librará a losque se han salido del tormento eterno, y no otro tormento o fuego, excepto lo que sedenomina eterno. Todavía creemos que las oraciones pueden liberar almas que seencuentran en el infierno como en prisión y no solo a ellos sino a muchos otros.. : "Laslágrimas y los suspiros del infierno libera los sirvientes Tuyos, Oh Salvador!" Oremostodos a Cristo, haciendo hoy el recuerdo de los muertos de los siglos para liberar delfuego eterno a los que se han dormido en la fe y la esperanza de la vida eterna.¿Habéisoído? Dice "lágrimas y suspiros" pero tampoco menciona ningún otro castigo comofuego temporal y limpiador. Y cuando recuerda el fuego en estas oraciones, no es unfuego temporal, que puede limpiar, pero el fuego eterno y el castigo infinito. Impulsadopor el amor de los hombres y la misericordia de los hermanos, se atreven y esperan a losque están en impotencia de hacer nada por si mismos, los santos oran por la salvaciónde todos los que descansan en la fe verdadera. Del fuego ardiente, y de la oscuridad noluminada, del rechinar de los dientes, y del angustioso gusano que constantementecastiga y de toda nuestra pena, Salvador nuestro, libéralos y sácalos a todos aquellosque se han dormido en la fe. "¿Dónde está el fuego purificador aquí? Que realmente es,cual es el lugar correcto donde puede encontrar él santo un mejor sitio para hablar de él?No es nuestro saber. Si Dios oye estas oraciones de los santos. Pero ellos lo sabían,habiéndolos vivido en El Espíritu Santo, Él que sabe todo y que tiene el poder de hablary escribir en pleno conocimiento. Ella sabe que El Señor, que nos ordenó orar por

nuestros enemigos, siendo Él mismo que oró por aquellos que le crucificó, y quieniluminó al primer mártir Esteban para hacer lo mismo mientras fue apedreado y matado.Si nadie puede decir que su oración ha sido escuchada, deberíamos hacer todo lo quepodamos e permanecer en la oración. Vea los santos que han orado no solo por loscreyentes, pero también a los paganos, y fueron escuchados, liberándolos del tormentoeterno. La primera mujer mártir Tecla salvó a Falcónida, y el divino y gran Gregoriorezo por el emperador Trajano, como él mismo escribe en sus Diálogos.

La posición católica.Después de la muerte, las almas tienen un juicio particular. Las almas de los justos,aquellos que después del bautismo no se contaminaron con ningún pecado; se colocanen el cielo, mientras que las almas de aquellos que no han sido bautizados y que llevanel pecado ancestral, o aquellos que han sido culpables de los pecados de muerte,desciende al infierno. Las almas de aquellos que no son perfectos, ni buenos ni malos, yque se han hecho culpables de los pecados "veniales" (pequeños y ligeros) que no hanrecibido el perdón por estos pecados antes de la muerte, o quienes fueron soltados porellos, pero no tuvieron tiempo de "satisfacer" La justicia divina a través del acto dearrepentimiento, es decir, según los latinos, no cumplieron el castigo para satisfacer lajusticia de Dios por estos pecados, se colocan en un lugar particular entre cielo y elinfierno, llamado Purgatorio, donde son limpiados de estos pecados y liberados porfuego; Este fuego material, de limpieza e castigo y al mismo tiempo la limpieza y laexpiación, es temporal, pero se extinguirá en el Juicio Final. Los tormentos de estasalmas pueden ser aliviados a través de las oraciones de los vivos y el sacrificio del altar,así como la buena voluntad del Papa, que concede "Indulgencias" - las indulgencias"plenarias" capaces de liberarcompletamente las almas atormentadas, ya sea un alma determinada, o una categoría dealmas. Las oraciones y el sacrificio en el altar no son de ningún beneficio para los justosen el cielo tampoco a los condenados en el infierno, porque ambos han tocado el estadode la plenitud de su estado después del Juicio final - la adquisición de la felicidad de lavista de Dios para los justos , y para los condenados el tormento del fuego que ardepara siempre en el infierno. La única diferencia es que después del Juicio final, esteestado de ellos lo vivirá en la carne. Después de todo serán condenados por el castigo,limpiando a través del sufrimiento sus pecados, donde las almas que están en elPurgatorio serán colocadas con los justos.

La posición OrtodoxaSolo hay dos lugares o estados en los que están presentes las almas de los muertos hastael Juicio Final: el cielo y el infierno. Las almas de los justos moran en el cielo; las almasde los pecadores, en el infierno Estos dos estados son temporales y no plenamenteconcedidos. Así, los justos disfrutan de una felicidad aún incompleta, y los pecadoresno soportan todo el tormento, hasta en el día del Gran Juicio cuando su destino sedeterminará para siempre, y solo así se completará y comenzará suestado definitivo. Ni las Escrituras ni los santos Padres no mencionan un tercer lugar oun tercero estado, como el llamado por los latinos "purgatorio"Las almas de losculpables de pecados pequeños "veniales", como dice el latín, que se hayan arrepentidoantes de la muerte, y quienes han sido perdonados, son limpios y ni siquiera necesitanser limpiados mucho mas o castigados de cualquier otra manera. Así habitarán juntoscon los justos en el cielo, donde hay muchos lugares, según la santidad y la justicia decada uno. Allí disfrutarán de salvación y reposo, de la vista de Dios, según su pureza.

Las almas corruptas por los errores pequeños y ligeros, que no han confesado y que nohan sido perdonados por el confesor, se envían juntas con los pecadores en el infierno.Pero también en el infierno hay "muchos lugares", aquellos con grandes pecados, de loscuales no se han arrepentido, están en lo más hondo del infierno; y los que tienenpequeños pecados están por encima de ellos. Los tormentos allí son losencarcelamientos en lugares de tristeza y suspiros, miedo al juicio final que decidirá sudestino, remordimientos de conciencia. Pero estos tormentos son en relación de comosea la culpa de cada uno. Ellos no son tormentos destinados a satisfacer la justiciadivina ofendida por el pecado - nociones extrañas por la iglesia ortodoxa - ni sontormentos purificadores. Tampoco debemos perder de vista el carácter simbólico de losnombres dados a estos tormentos: el fuego no apagado, el gusano incesante,rechinamiento de los dientes y todo lo demás. El fuego es la energía no creada de Dios,que arde para aquellos que se han alienado de EL por sus transgresiones, pero es luz yfuente de alegría para los justos en el cielo. Los muertos no pueden hacer nada por susalvación; ni para arrepentirse, tampoco pueden. Pero las oraciones de los vivos y elsacrificio sin sangre de las santas liturgias que se les brindan en los santos altares de lasiglesias le son de utilidad. Este oficio se hace para toda el alma muerta en la fe, que estaen el infierno por los pecados no revelados en el misterio de la confesión, ya seapequeños o grandes. También beneficia a los otros del infierno, aunque no todos puedensalvarse, sin embargo, reciben un poco de consuelo y alivio. Cuantos más ayuda recibelas almas que no tuvieron grandes pecados a través de los intermediarios de sushermanos vivos, adquiriéndose incluso a sí mismos un lugar en la presencia de losjustos, porque no es imposible salir del infierno e ir al cielo, incluso antes del JuicioFinal. En cuanto a los santos, también se benefician de las oraciones de la Iglesia,porque todavía no entró nadie en plenitud de la alegría perfecta. Pero siempre la ayudaprocede de Dios, cuya misericordia y amor por los hombres pedimos continuamente ennuestras oraciones.

La Iglesia condena los lazos "ocultos" con los muertos; siempre ha demostrado lo vanoy peligroso que son las prácticas que afirma ser capaces de comunicarse física omentalmente con las almas de los muertos, especialmente por el hecho que estasprácticas (como el espiritismo, la nigromancia) están relacionadas más a menudo conalucinaciones supersticiones, y especialmente la magia, invocando a los demonios, cuyamala acción puede producir malestar físico, mental, psíquico y espiritual para quienesparticipan en ellos.

La Iglesia siempre ha sentido como un deber las oraciones dedicadas a los muertos.No fue en vano lo que los apóstoles designaron para que cometieran durante el terriblemisterio de la eucaristía el recuerdo los que se mudaron al mundo eterno. Sabían que lostraen mucho beneficio y es obra de caridad llevada en nombre de los muertos. Cuandotodos lo que participan en la misa más la plenitud sacerdotal, con sus manos levantadas,delante el sacrificio temeroso se levantan, le obliga a Dios conceder el perdón a losfallecidos. Qué puede ser más útil para los muertos que se les haga una misa? Cuánpiadosa y maravillosa es la fe de los cristianos de que sus muertos no mueren, pero queviven con el Señor! ¿Qué homilía más hermosa que esto, por lo que recibimos buenaesperanza de rezar por nuestros hermanos que se fueron de aquí, como para aquellosque viajarán en una tierra lejana? Las intercesiones para los muertos, tradicionalmente,tienen tres formas principales: la oración en la comunidad de la iglesia o personal, elsanto sacrificio y la misericordia. la iglesia desde los primeros siglos el Ministerioortodoxo para los muertos, no solo en el día del entierro, sino también al tercero, al

noveno y en el cuarenta día, luego a los tres, seis y nueve meses después y en cada añocuando conmemoramos su muerte. También santificación del trigo, pan y vino, que amenudo se realiza al final de la liturgia a petición de los familiares o en el que la Iglesiahace el recuerdo de todos los muertos, como veremos más adelante. Las tortas estánhechas de trigo hervido, endulzado con miel y aromatizado con todo tipo de especias;tener la forma de una pequeña amontonada y adornada con la Santa Cruz. . Hoy en día,se divide al fin del ministerio de la iglesia como un signo del deseo de compartir juntosla ofrenda ofrecida, pero también con un mayor significado espiritual, de unir a todoslos cristianos en la oración que se hace por los muertos y en solidaridad con aquellosque recuerdan a los familiares que descansan en el Señor. El sábado de cada semana sededica a la conmemoración de los muertos, con oración y servicio en la iglesia. Por otrolado, encontramos varios días del año litúrgico dedicados al recuerdo de los muertos:sábado antes de la Gran Cuaresma. Un lugar importante para el recuerdo de los muertoses la liturgia apropiada. Muchos padres piden que se ofrezca el Santo Sacrificio a losque descansan en la eternidad. Al final de la liturgia de los catecúmenos, el sacerdoterecuerda a los muertos por los cuales fueron dada la misericordia o por la que él mismodesea orar (siervos, feligreses, hijos espirituales) Todavía oramos por el descanso de lasalmas de los siervos de Dios - por su nombre bautismal - y que todos sus pecadoshechos con la voluntad o sin querer, pueden ser perdonados. Para que el Señor, Diosasiente sus almas donde los justos descansan. La misericordia de Dios, el reino de loscielos y el perdón de sus pecados, por parte de Cristo, nuestro Dios. Tú que ruinaste aldiablo y has dado la vida a tu mundo, quebrantando la muerte oh Señor, descansa lasalmas de tus siervos para que descansen en un lugar iluminado, en lugar de verde, enlugar de gozo, donde todo el dolor, la tristeza y el suspiro huyeron. Y todo lo quehicieron mal con la palabra, con la obra, o con el pensamiento, como un buen y amorosoDios, perdónales! Que no es un hombre vivo que no cometa errores solo Tú eres sinpecado, tu justicia es justa para siempre, y tu palabra la verdad [...] Que eres laresurrección y la vida y el descanso de tus esclavos que están dormidos (siguen susnombre)... A ti Señor Jesucristo, nuestro Dios, te glorifícanos, juntos Al padre y elespíritu santo para siempre! Amen. Todavía traemos a Ti este ministerio espiritual atodos los que duermen en la fe: ancestros, padres, patriarcas, profetas, apóstoles,predicadores, evangelistas, mártires, confesores, ermitaños y por toda el alma justa queha perecido en la fe". Poco después, vuelve a rezar: "Recuerda a todos los que estándormidos con esperanza de la resurrección, y la vida eterna, -se nombra a todos denuevo-, y descánsales a ellos, donde brilla la luz de tu rostro Señor Dios Nuestro. Estaoración también está en la liturgia de San Basilio, donde el sacerdote conmemora a"todos los hermanos en Cristo, que murieron en la esperanza de la resurrección y de lavida eterna, y la comunión de los santos. Remueve para ellos, con una punta quesimboliza la lanza que atravesó su costilla y añadiendo partículas de pan para losnombres que han recibido "liturgia" acompañados de las migas de los panecillosrecibidos de los fieles, el sacerdote coloca todas estas partes en el santo cáliz, rezandopara que Dios limpie los pecados de aquellos que se mencionan en el Altar Sagrado"con Su Sangre Honesta" a través de Su Santo Sacrificio, por las oraciones de Tussantos.Además de las oraciones de la Iglesia, también encontramos oraciones personales de loscristianos por los difuntos tan temprano como por la mañana o por la noche, o los quese hacen en otras circunstancias. El amor cristiano no fluye solo a los familiares yamigos, sino a todas las personas. Es por eso que los cristianos piadosos oran no solopor sus hermanos que han muerto en la fe en fe. Ellos recuerdan muchos amigos yconocidos y les mencionan los nombres en una lista que se le entrega al sacerdote y a su

vez el sacerdote reza con fervor para todos, viendo una gran dedicación y amor por laspersonas. Muchos de los sacerdotes son conocidos como grandes invocadores por lamultitud de muertos mencionados en la Divina Liturgia

Teólogos ortodoxos y espirituales aconsejan que además de las oraciones para losmuertos, ayudar a los pobres, lo cual seria de gran utilidad para los difuntos queridos.Se trata de una vieja costumbre, que todavía recuerdo las Constituciones apostólicas:"Por el recuerdo de los muertos, compartir con los pobres de sus posesiones”. San JuanCrisóstomo muestra claramente que hacer en nombre de los muertos un hecho de amor -es una virtud cristiana específica – en lo cual el difunto no ninguna posibilidad más dehacerlo, y por la cual Dios, es el quien premia todas las cosas buenas, dándole sugracia. En la Iglesia ortodoxa, antes de la liturgia, los cristianos encienden velas losvivíos y por los muertos, acompañados de oración por ellos. La vela que arde durante laliturgia simboliza su oración incesante y su interrelación con la oración en común detoda la Iglesia. También existe la costumbre de presentar oblaciones y ofrendas, ennombre de los difuntos para de la iglesia. De este modo, se hacen donaciones para laconstrucción o mantenimiento de la iglesia, en su memorial, o simplemente llevanpanecillos al altar, para que el sacerdote, mencionándolas cada uno en su nombre,sacando de ella partículas, como hemos mostrado. Las oraciones por los muertos en lamisa, según el ritual, vemos que son para "aquellos que descansan en la fe verdadera, opara toda el alma cristiana dormida, para los cristianos justos, para aquellos que estándormidos en la esperanza de la resurrección, por todo el alma justa que se ha hecho en lafe y por los siervos de Dios, en la mayoría de las oraciones hace esta declaración.

Algunos dicen que seria correctamente, que la Iglesia solo por ellos debería rezar, losimpíos y los incrédulos se quedan al cuidado de las oraciones y la piedad de laspersonas creyentes. La Iglesia, sin embargo, en la liturgia, reza innegablemente por la"salvación de todos" las personas al hacer el Santo Sacrificio de Cristo, que murió portoda la raza humana, sería irrazonable rezar solo por algunos. Si tenemos en cuenta lasoraciones litúrgicas, vemos que la Iglesia primero ora por los justos. Así, en una de lasoraciones por los muertos son nombrados "ancestros, padres, patriarcas, profetas,apóstoles, predicadores, evangelistas, mártires, confesores, ermitaños y todas las almasjustas que se han entregado en la fe. Esto puede parecer paradójico. Por qué esta bienorar por los justos morando en el cielo? Dios, a través de oraciones e intercesiones pararecibir nuestras peticiones, mencionando a los justos, mostramos de esta manera que elmayor honor es dado a nuestro Señor Jesucristo y solo a Él, el único que tiene derecho arecibirlo, y que no se debe a ningún mortal, no importa cuán grande sea la santidad a laque haya llegado. Los justos son honrados cantando alabanza cada año, en su día derecuerdo, después de la palabra santa palabra que dice: "La alabanza justa se les deben aellos. Para el recuerdo eterno estará el justo". Y así les glorificamos, trayendo incienso yluz (velas) a Dios y a los santos, para que nos recuerda e interceda por el mundo. Porquelos santos están verdaderamente cerca del trono Divino, en alegría y confianza,recibiendo nuestras oraciones de acción de gracias ofrecidas a Dios en su fiesta, y lasmisericordias hechas a los pobres en su honor.Los justos también necesitan las oraciones de los vivos, ya que aún no han llegado a laperfección, incluso si viven en el cielo porque que ni los que moran en el cielo ni los delinfierno antes del juicio final no alcanzarán la plenitud de su condición. Pero la iglesiatambién ora por los pecadores. La letanía de los muertos en la misa habla acerca de ellospidiéndole a Dios, como de algunos que necesitan "que se les perdone los pecados yasea cometidos por palabra, por hecho o por pensamiento porque "no hay hombre vivo y

que no hubiera pecada" solo Dios es sin pecado. También estamos conmemorandoanteriormente patriarcas, profetas, apóstoles, mártires, para que Dios, a través de susoraciones e intercesiones reciba nuestra petición; entonces oramos para los santospadres y obispos previamente dormidos, que todos sean recordados. Creemos que lasalmas por las que rezamos se beneficiarán más y oramos al sacrificio santo y aterradorque se presenta delante del altar. La oración por los pecadores también incluye aaquellos que han cometido grandes pecados. Esta es también la práctica de la Iglesiaque, el día del sábado antes del comienzo de la Pascua - llamado el sábado de losmuertos - también reza por aquellos que, según sus obras, sufrirían los tormentos delinfierno, pidiendo así: "Desde el eterno fuego, la oscuridad apagada, el crujir de losdientes y el gusano incesante, líbrales Señor a todos aquellos que sufren sin consuelo.

No es nuestro para investigar si Dios escucha tales oraciones de los santos. Esto solo losaben ellos, y el Espíritu que permanece en ellos El cual, se movió, habló y escribió,teniendo esta confianza. El mismo Señor, nos manda a orar por nuestros enemigossiendo Él mismo orando por los que le crucificaron, iluminado también por él.

Esteban, el primer mártir, oró por los perseguidores mientras fue apedreado. Aúncuando nadie nos puede decir que estamos escuchados cuando oramos por uno denuestros semejantes, debemos hacer todo lo que podemos por ayudarles. Como ejemploa seguir, tenemos a los santos que han orado no solo por los cristianos fieles sinotambién para los paganos, han sido escuchados, y aquellos por quienes hayan orado sehan liberado del tormento eterno. De nuevo recordamos el primer mártir, Santa Tecla,salvó a Falconila y el divino Gregorio el Grande, salvo al emperador Trajano, como élmismo escribe en sus diálogos. Posteriormente, esta visión fue tomada por otrosteólogos, que declaran que desde el infierno solo aquellos que blasfeman contra elEspíritu Santo y aquellos que rechazó de buena gana y ferozmente la gracia redentorano pueden salir. Las Constituciones apostólicas, afirman que los incrédulos no tienenninguno beneficio del uso de las oraciones de los vivos, porque aquí los "incrédulos"son llamados los enemigos de Dios. Animamos a que se haga (las misericordias y losdemás oraciones para los muertos) de los fieles solo para los que han muerto en la feporque a los incrédulos no les servirán de nada aún que entregan a los pobres todos susbienes. Porque como enfureció el poder divino de la manera como vivió, está claro quetampoco esto cambiará después de la muerte.

No es en vano traer oblaciones a la Iglesia para ellos; ni las oraciones ni lasmisericordias son vanas. El Espíritu Santo mandó hacerlo para ayudarnos unos a otros.En cuanto a aquellos que tienen en la fe son innegablemente ayudados por la DivinaLiturgia, las oraciones y la las misericordias que se hacen por ellos, según unacostumbre que ha existido desde tiempos antiguos.Por un lado, los devotos pueden obtener de Dios el perdón de sus pecados, comorespuesta a las oraciones de los vivos. Esta es una verdad para la Iglesia, que rezando aDios se les perdonará los pecados a los muertos "hechos con intención o sin intención".Pero la pregunta es si todos los pecados pueden ser perdonados de esta manera. Estáclaro que aquellos que han experimentado vívidamente una fe con devoción, lospecados pequeños son fácilmente perdonados en el momento de la muerte por lamultitud de buenas acciones que superaron el número de errores. Los pecados menoresen el mundo de más allá no se consideran pecados, que por la misericordia de Dios sonpeonados en la hora de la muerte; y si no fuera así, nadie vendría al paraíso con laesperanza de salvación porque, como se dice en la Divina Liturgia, "no hay hombre que

esté vivo y que no tanga alguna falta.Por otro lado teólogos ortodoxos están de acuerdo con la palabra del Salvador, que lablasfemia contra el Espíritu Santo, no puede ser perdonado en este mundo ni en el otromundo. En cuanto a los otros pecados graves, todos piensan que pueden ser perdonadospor Dios, como la respuesta a las mediaciones de los vivos. Su fe se basa sobre todo enesta palabra de Dios El Salvador: "O toda blasfemia será perdonada, pero la injuriacontra el Espíritu Santo no será perdonado. Al que habla una palabra contra el Hijo delHombre, le será perdonado; pero al uno quien dirá en contra del Espíritu Santo, no leserá perdonado ni en esta edad ni en la venidera, palabras del Señor que sugiere que hayotros pecados que si pueden ser perdonados en el otro mundo.El poder de perdonar los pecados es de Dios: "Temed a todo el que, después de matar,arroja al infierno, pero dice: El poder de tirar en el infierno. Porque no es verdad quetodos los que mueren se arrojan en el infierno, sino El poder de Dios es este, que Elpuede también perdonar. Y eso es lo que digo por los sacrificios y las misas - y por losrecuerdos que se hacen para aquellos que murieron en graves pecados. Los pecadosleves se borran a la hora de la muerte. El sentido de lo que está haciendo la Iglesia esprecisamente el de perdonar los pecados graves. Las almas de los culpables de pecadosseveros tienen alivio y pueden ser salvadas del infierno por las oraciones que se hacenpara ellos; mientras la sentencia definitiva no haya sido pronunciada antes del juiciofinal, todavía hay algo por hacer para las almas condenadas. Después de eso, sinembargo cualquier esperanza de su salvación es de todo imposible.No debemos dudar del poder de las buenas obras realizadas en los nombres de los quehan partido en la fe, cada uno con sus pecados. La fundación de los santos discípulos yapóstoles de Cristo, han establecido que los muertos sean recordados en el tercero, elnoveno y a los cuarenta días después de la muerte, así como todos los años, en elmomento de su muerte. No podemos decir ya que en el nombre de todos los muertosrecordados se invoca la misericordia de Dios y todos ellos serán salvados. Para rechazaresta hipótesis, he aquí, expongo la opinión del gran Dionisio que nos explica cuál de lospecadores puede ser perdonado y quién no alcanzara el perdón.

Las gracias pedidas por el divino sacerdote - de acuerdo con la regla santa - se dará contoda la seguridad a aquellos que han terminado la vida en la fe y a pesar de que se ora dela misma manera por aquellos que han muerto en pecados no es igual recibida laoración, como por las oraciones de los justos en esta vida, y especialmente después de lamuerte que solo es efectiva para aquellos dignos de las oraciones piadosas. San Marcopiensa que si los pecados de menor importancia serán borrados en la hora de la muerte,con respecto a los pecados graves, algunos serán perdonados a través de las oracionesde los que quedan vivos o por la misericordia de Dios, pero otros no se perdonarándespués de un tiempo, a través de un juicio justo, serán perdonados, o no seránborrados de su deber ni perdonados, hasta el Juicio Final.

Algunos padres ortodoxos y teólogos no tienen miedo de afirmar que las almas en elinfierno son purificadas y ver su destino cambiado para mejor por las oraciones de laIglesia pero, al mismo tiempo rechaza la idea de la auto-purificación, de todos,adquirido a través de los tormentos que los muertos soportan después de la muerte, cualnos lleva a la apostasía y la idea, relacionada con la teología del purgatorio, que estalimpieza se haría en un lugar determinado, llamado el Purgatorio, a través de unincendio material, también creado temporalmente, o por el tormento creado de estefuego. También dicen que las almas en las que no falta deseo de bien, (porque él nopuede ser imputado) pueden adquirir el perdón de los pecados y la conversión de su

destino por la misericordia de Dios, y por las oraciones de los que quedan vivos, porqueellos por si solos no pueden hacer nada por su salvación. Es verdad que no puedenhacer nada pero esto no significa que son insensibles porque a través de la oración, porsupuesto, el perdón de los pecados se exige a nuestro Creador, obligando el alma darfruto de poder recibir la comunión en la gracia del perdón. Los padres y teólogosorientales creen que las ofrendas en nombre de los muertos; el mas fuerte obtener elperdón de Dios y la eliminación de sus pecados es a través del Santo Sacrificio. Elsacerdote, en el Santo Sacrificio, con las partículas sacadas de los panecillos ofrecidosal altar, las oblaciones para preparar el santo cáliz acompañados del nombre de cadaalma recordada, santificadas con el don del Espiritu Santo y pidiéndole a Dios que lavelos pecados por la santa sangre de Cristo. Por otro lado, por las oraciones de la Iglesia,los que están en el infierno pueden recibir, hasta cierto punto mayor o menor consuelo yalivio de sus tormentos. En cualquier hora serás misericordioso con los que estánatormentados, y rezas para ellos se reconfortan un poco.San Juan Crisóstomo habla en innumerables veces sobre esto, y con frecuencia nosrepite cuánto consuelo traen nuestras oraciones para las almas condenadas

Para ayudarles (a los difuntos), no debes llorar por ellos; sino haz por el oraciones ypeticiones, misericordiosas ofrendas...Porque no se conmemoran en vano los SantosMisterios para quienes hayan muerto, sino por ellos nos acercamos al altar sagrado,orando al Cordero de Dios quien levantó el pecado del mundo, para que seanconsolados cuando se hacen los terribles Misterios pidiendo para todos los que duermenen Cristo y por los que les conmemoran. Así es como lloraremos por nuestros muertos,ayudándoles con todo que tenemos en nuestro poder. Démosles un poco de consuelo,pequeño, pero verdadero y útil. ¿Cómo? Por el mismo medio que oremos por nosotrosmismos, pedimos que se haga oraciones por ellos y constantemente dar limosnas a lospobres. Nos esforzaremos por sacarlo del peligro en el que se encuentra para aliviarle elsufrimiento. Oremos continuamente por él, hagamos limosnas en su nombre. Si él no esdigno, Dios nos escuchará a nosotros. Si El no mira a quien ya no está, pero Dios miraráa quien da limosna por el alma de aquél. Muchos de ellos agraciaron las bondadeshechas para ellos. E incluso si no se deshicieron completamente de los tormentos, por lomenos un poco de consuelo ha recibido a través de las oraciones por los pecadores,especialmente a través de lo que están conmemorados en el momento del sacrificio delaltar, y es posible hasta obtener de Jesucristo la liberación del tormento. Ponemosdelante el sacrificio de Cristo crucificado delante de Dios padre que tengamisericordia, tanto para ellos como para nosotros. Pedimos perdón para aquellos que sehan ido con pecados, dejándonos nuestras rodillas ante Dios para ser aliviados detormento, para que Señor les haga brillar un rayo de la bondad Suya a los hombres,adquiriendo compasión por parte de Tu gran misericordia. Para ello, siguiendo latradición apostólica, se les recuerda que es mejor recibido aportando limosnas para lospobres, con peticiones y oraciones durante toda la noche y sacrificios en el altar. Porqueestamos convencidos de que realmente les hacen un ligero descanso en lasabominaciones que los rodean, según cómo piensan los apóstoles del Salvador, y comomuchos padres nos han revelado. Las oraciones de los vivos, y especialmente de lossantos, pueden obtener de Dios un poco más, es decir, puede ser que los pecadores cuyavida no fue del todo mala, para borrar todos sus pecados y ser salvos del tormento, yasea después del Juicio librarse del infierno, o de salir del "lugar de tortura" ahora e irseen lugar con los justos. Cristo, con su alma todopoderosa, ha derrocado el infierno y haroto sus puertas, desde entonces bajo su mandamiento el infierno ya no esta cerrado.Aún están abiertas las puertas del infierno, solamente cerraran para siempre después del

Juicio Final. Por las oraciones, los ministerios sagrados de la Iglesia y las misericordiashechas a los pobres para los muertos a partir desde aquel momento muchas almas sesalvan de los tormentos que cada uno soporta de acuerdo con el peso de sus pecados. Seafirma que, en general, los que murieron sin arrepentirse de sus pecados no se salva através de las intercesiones de los vivos. Sin embargo, un gran número de teólogos dicenque la mayoría y muchos de los grandes pecadores no pueden escapar del infierno y nisiquiera pueden ser salvados de los dolores pero tienen parte de un pequeño consuelo yalivio a través de las oraciones de los cristianos. Tenemos que creer, que incluso lasalmas que se encuentra en el infierno, y han recibido tormento eterno por el destino queles espera, todavía pueden recibir poca ayuda, incluso si no se libra de los tormentosahora, ni pueden esperar que se perdonara al final. En conclusión, en cualquier caso, "laoración para aquellos que están muertos es útil, incluso si no se le concede todo lo quepedimos.

El alma conserva esos poderes propios que no están relacionados con la carne y la vidaterrenal, y su obra no cesa, pero el hombre no puede hacer nada espiritual, ni para susalvación ni para su pérdida; ya no puede ni siquiera pecar, pero tampoco puede corregirsus errores ni deshacerse de los pecados con los cuales salio de la vida y los llevaconsigo. Después de la muerte, los padres dicen claramente, que no es posible elarrepentimiento. Aquellos que no se hayan arrepentido en el buen momento serán comolas vírgenes necias, en la cuales la venida del novio les encontrara sin aceite en laslámparas y sin la posibilidad de adquirirlo. Los padres espirituales llaman a todos loshombres fieles al arrepentimiento por sus pecados, no sea que su muerte le sorprenda yno disponga de más tiempo para hacerlo. "Mientras estemos aquí en Tierra, haciendomiles de pecados, podemos borrarlos todos si nos arrepentimos por habernosequivocado. Pero cuando nos lleven allí, no tendremos ninguna posibilidad, inclusomostrando el arrepentimiento, todo se vuelca contra nosotros. A partir de ahora, solo losque quedaron vivos puede trabajar por el momento, pidiéndole a Dios el perdón de lospecados y la liberación de las almas, y cambiar su destino a uno mejor.San Juan Crisóstomo establece este deber en la conexión entre los miembros de uno y elmismo cuerpo de Cristo, y la ayuda que, según la palabra de san Pablo el Apóstol debedarle los miembros más duros a los más débiles; y los fuertes somos nosotros, los quequedamos vivos, orando por los muertos y los santos a los cuales les tenemos comointercesores al Señor: "Dios está acostumbrado a dar la gracia a aquellos para quienesoramos, y san Pablo nos mostró esto diciendo: "Si colaboráis también vosotros con laoración en favor nuestro, para que la gracia obtenida por intervención de muchos seapor muchos agradecida en nuestro nombre. Ayudemos a aquellos que han fallecido, a supropio bien pidiendo oraciones por ellos, oramos por todo el mundo y por eso nosunimos para orar pidiendo a los mártires, los confesores, los sacerdotes, cuyo miembrostodos somos, incluso si algunos miembros fueran más brillantes que otros; y es posibleobtener de todas las partes el perdón a través de las oraciones, a través de las oblacionesque les traemos Al Señor y también por la ayuda de quienes les llaman por ellos.Dan Juan Crisóstomo testifica que, muchos pecadores escaparon de la ira de Dios através de oraciones y las buenas obras de los justos: "Escuchen a Dios, él que dice:" Voya perdonar a esta ciudad, por mi santo nombre, y por mi siervo David! Si la memoria deun solo justo tenía este poder, ¿cuánto más usará las buenas obras hechas para losmuertos?No se pueden hacer oraciones e intercesiones por los muertos si esto fuera en contra desu voluntad. En la antropología y teología ortodoxa, la libertad de la persona ocupa ellugar del honor. Dios mismo no hace nada contra la voluntad del hombre, ni siquiera lo

que le sería útil. A los muertos no les sirve las intercesiones de los vivos, o másprecisamente por la gracia obtenida de Dios a través de las intercesiones, excepto en lamedida en que no los rechacen y que realmente que lo desee de manera más profunda.Las oraciones no son útiles para aquellos que han cometido el pecado de nocomprometerse a sí mismos durante toda la vida, negando a Dios y su misericordia.Pero los que han recibido la muerte antes de dar fruto digno de arrepentimiento, perocon un corazón quebrantado e humilde, que ellos deseaban las gracias divinas ypreparadas para ellos durante su vida, en la medida de lo posible, tienenaprovechamiento de estas intercesiones. Pero los que han recibido la muerte antes de darfruto digno de arrepentimiento, pero con un corazón quebrantado e humilde, que ellosdeseaban las gracias divinas y preparadas para ellos durante su vida, en la medida de loposible, tienen aprovechamiento de estas intercesiones y el descanso que él mismo sehaya "construido" en su vida de aquí, en Tierra, es decir "la justa recompensa según suvida". Las oraciones de los justos, en esta vida, y especialmente después de la muerte,solo serán útiles para aquellos dignos de oraciones piadosas, así enseña las sagradasescrituras. ¿que beneficio tuvo Saul de Samuel? ¿Qué ganaron los judíos con lasoraciones de los profetas?

Al igual como las personas que se ciegan por si solas, y luego les gustaría disfrutar de laluz del sol, que solo puede ser vista por ojos ilesos estarían totalmente locos, porque seaferran ya a algo imposible, pues de mismo modo la esperanza de quien quiera lasoraciones de los santos, pero que, ignorando los mandamientos y los dones divinos sehace imposible el poder de interceder por ellos por parte de los justos. Pero yo digo,siguiendo la Sagrada Escritura, que las oraciones de los santos, en esta vida, son útilespara el difunto de la siguiente manera: si alguien que es celoso de los santosmandamientos y tiene una inclinación santa a recibirlos se dirige - sabiendo suindignidad - a un hombre santo y rogándole que le ayude, juntos en la oración, entoncesuno como este obtendrá grandes ganancias y provecho de ello. Él hará posible adquirirlas gracias y la bondad divina que desea. Él Señor abrirá sus brazos, al ver su humildady el bueno de su alma, la reverencia de los santos, el temor de Dios, el celo en pedir lascosas buenas para la vida después, según la voluntad de Dios. En cuanto a la oraciónmencionada anteriormente del divino jerarca para el difunto, debe ser interpretada deacuerdo con la enseñanza de nuestros maestros padres divinos. El santo jerarca es,según la palabra de la Escritura, el intérprete de los juicios divinos; Es el mediator deDios Todopoderoso aquí en la tierra que se ha aprendido de las Escrituras de Diosinsudadas de que aquellos que han traído una vida santa y son otorgados por la justiciadivina, con la recompensa de una vida eterna en presencia de Dios, porque el Señor notiene en cuenta los lamentos naturales de la debilidad humana, según la bondad divina ySu amor por la gente porque nadie es justo ante Dios así como dicen en las Escrituras.El santo jerarca sabe que estas promesas son respaldadas por las Escrituras; entonces élora para que se hagan cumplir y que la recompensa sea otorgada a aquellos que hanvivido en la fe y la santidad.El olvido del mundo, pero no de los que quedan vivos. En cualquier estado serían lasalmas de los muertos, la memoria del mundo se apaga casi por completo; no siendo massometido a las leyes de la existencia en el cuerpo, están vinculados de una maneratotalmente nueva en otra orden del tiempo y espacio, ajeno completamente de las cosasy obras de este mundo. En cambio el poder de conocerlo no la perderá porque adquierenun nuevo conocimiento, mas "claro y profundo", de los que viven, o al menos los queestán cerca de ellos, o que entran en contacto con ellos a través de la oración.Los muertos no conocen como pasamos la vida terrenal todos los días, pero conocemos

nuestro estado, sentimientos y necesidades no materiales es decir, espirituales.Este conocimiento, por así decirlo, que es constante e incluso creciente, es por lo tantonatural por el hecho de que los muertos saben bien lo que les espera a sus semejantesque han quedado en la vida. Esto es así incluso con las almas en el infierno. Cristomismo nos descubre a través de la parábola sobre el pobre Lázaro, donde vemos que elhombre rico está preocupado por el destino de sus cinco hermanos que permanecenvivos y le pregunta a Abraham si quisiera enviar a Lázaro "para decirles las penuriasque esta pasando, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento. Si las almasdel infierno, que lo pasan llorando y aborreciendo, todavía se preocupan de los vivos,no sea que tengan parte de este miserable destino, cuánto más los justos en el cielodesean y cuidan por la salvación de todos los hombres en la tierra! Supongo que lasalmas santas de los que descansan para siempre, se acuerdan de nosotros, noscomprenden y se preocupan por nuestro destino".Las revelaciones de los santos a los vivos muestran el cuidado que tienen. Orígeneshabla de una conexión entre los miembros del cuerpo de Cristo y el cuidado de lossantos para aquellos en el mundo: "Después de obedecer La palabra de Dios, la virtudmás importante es el amor al prójimo. Porque no solo aquí en la tierra es verdadera lapalabra concerniente al amor de los hermanos:"Si un miembro sufre, todos losmiembros sufren juntos, y si un miembro es honesto, todos los miembros se regocijanjuntos. Lo que me mantiene preocupado todos los días es el cuidado para toda la iglesia.¿Quién es débil para que yo no sea débil?. ¿No dice el mismo Cristo que todo cristianoquien sufre alguna enfermedad, Él mismo esta sufriendo junto, El también es preso, Esvacío, ajeno, hambriento y sediento? Déjanos pensar unos en otros, uniendo nuestrasalmas y corazones; orar unos por otros en problemas, para ayudarnos con el amorfraternal, y cuando a uno de nosotros se lo lleva Dios, antes Él dejemos que nuestraamistad permanezca delante del Señor y pida continuamente en oración al Padrecelestial para ser misericordioso con nuestros hermanos y hermanas!

El cuidado de los justos para los que quedan vivos y su salvación se siente como unaayuda espiritual recibida de ellos por inspiración de pensamientos y buenas obras através de una protección contra el mal o por su oración e intercesión a nuestro SeñorJesucristo, además de su Santa Madre la Virgen Maria, o los santos en cuya compañíaestán. Solo el Señor es y se le llama Mediador, "por lo tanto los santos que descansan enEl Señor no son llamados intercesores, sino los ayudantes en oraciones a Dios paranosotros. De hecho, en la fiesta de los santos después de la muerte hay una oraciónincesante y una ayuda continua al mundo. Es por eso que los cristianos oranespecialmente a los santos en el cielo, pidiéndoles que intercedan con oraciones paraellos al buen Señor. Estamos haciendo el recuerdo de los justos,"Para recordarnos anosotros mismos cuando mediamos para el mundo, como aquellos que están delante deltrono de Dios con gozo y fidelidad de lo mas alto, dignos de recibir la gratitud denuestra oración. "Sucede que a veces los justos que han pasado al Señor, especialmentelos santos, se muestran a los vivos. Pero estas son cosas totalmente maravillosas, comose muestra en la parábola sobre el pobre Lázaro y el despiadado rico, son logradas consabiduría por Dios; San Juan Crisóstomo dice que en tales visiones existe un granpeligro de engaño; por lo general, porque la presencia y el trabajo amoroso de los santosen el mundo siguen siendo misterioso e invisible. Su poder esta presente y se ve en losmilagros hechos por sus santas reliquias e íconos; por ser los elegidos de las graciasdivinas, que les comparten sin rencor a todos a quienes les piden con fe, como mismodones de Dios. "La muerte del cuerpo y la separación del alma "no elimina al hombre desu conexión con la Iglesia, no lo aleja de su condición fiel y de su lugar que amo, ni de

sus hermanos cristianos. "La iglesia está compuesta tanto de los vivos como de aquellosque han pasado al Señor, que son todos miembros del misterioso cuerpo de Cristo. Entreellos hay comunión, como hay comunión entre los vivos y también hay comunión entrelos que están en el cielo. Es particularmente evidente a través de la oración de algunospor otros. Los muertos en la fe comparten de la manera invisible y misteriosa a quienesviven en el Santo Sacrificio. El sacrificio divino y santo se santifica de dos modos.El sacrificio divino y santo se santifica de dos modos: por la intercesión, porque lasoblaciones traídos a Dios se santifica a través de los que los han traído, así como paraaquellos para quienes fueron traídos, atrayendo la misericordia de Dios sobre ellos.La segunda manera, compartiendo, ya que son para nosotros verdaderos alimentos ybebidas, según la palabra del Señor. De las dos formas de santificación, la primera escomún, para los vivos y para los muertos, porque el sacrificio se hace tanto para loshombres como para los demás; el otro en cambio es posible solo para los vivos, porquelos muertos ya no pueden comer ni beber. Que resulta de aquí?¿No son los muertos también parte de la santificación que se adquiere a través de lacomunión o pueden ser inferiores a los vivos en este sentido? Por supuesto que no!Cristo también comparte con ellos, las oblaciones de una manera que Él mismo sabe. Ypara probar esto, veamos lo que son las condiciones de la santificación, y si las almas delos muertos lo comparten al igual que los vivos. De hecho, ¿cuáles son las condicionesde la santificación? ¿Tener un cuerpo? Usar tus pies como para ir a la santa misa?¿Recibes los sacramentos en tus manos y lo llevas tu mismo a la boca? Por supuestoque no! Para muchos de los que cumplen solo estas condiciones y se han acercado solocon el cuerpo de los santos sacramentos, no les ha servido de nada, sino que por elcontrario tienen aún más pecado que antes por su audacia.Pero ¿cuáles son entonces las causas de la santificación, para aquellos que de hansantificado? ¿Y cuáles son las condiciones que Cristo exige de nosotros? - Limpiar elalma, amor de Dios, la fe, el deseo de los Santos Misterios, el celo por compartir con lossacramentos, el celo ardiente de Cristo ¡Aquí están las virtudes que nos traen lasantidad! Con estos deben acercarse los que quieren ser partícipes de Cristo; ¡Porque sinellos es imposible! ! Pero todo estos no son rasgos corporales, sino que pertenecen delalma; por lo tanto, nada impide las almas de los muertos también que tengan estasvirtudes, así como los vivos. Si estas almas se preparan como sea apropiado para larecibir los Misterios, si El Cristo, el que consiente y el que cumple al mismo tiempo elSacrificio, siempre desea que se santifique en cualquier momento, entregarse a simismo para todos, entonces, ¿qué podría impedir que se comparta su sacrificio contodos vivos y muertos? ¡Absolutamente nada! Pero quizás alguien pregunte: si algunode los vivos, tiene el alma dominada con estas virtudes mencionadas, pero sin acercarsea los Santos Misterios, adquiere así la misma santificación? ¡No todos! Pero solo losque se encuentra, al igual como las almas de los muertos, en imposibilidad de acercarsepara tomar el cuerpo y la sangre de Cristo. Por ejemplo, como aquellos que estánaislados en el desierto o los que viven en las montañas y cuevas, sin tener un altar niun sacerdote cerca. Algunos como estos les santificaron Cristo mismo, de modoinvisible. ¿Y dónde lo vemos? De que tenían vida en sí mismos; si no hubieracompartido con los Santos Misterios, no hubiera podido vivir en tan austerascondiciones, porque Cristo mismo dijo: "Si no comerás el Cuerpo del Hijo del Hombrey no beberás Su Sangre, no tendrás vida en ti". ". Solo para mostrarles esto a muchos deellos, Dios ha enviado ángeles para traerles los Dones Consagrados. Pero si alguientiene la capacidad de acercarse a la Santa Misa, pero no se acerca, será imposible lasantificación de los Santos Dones; y eso no es porque no se acercó, sino por que fuecapaz de hacerlo y no lo hizo, de donde está claro que su alma carece de virtudes

necesarias para recibir de los Santos Misterios. Que deseo y que celo por la Santa Mesatiene uno quién podría correr sin impedimento hacia ella, pero no quiere? Que fe enDios puede tener alguien que no teme la amenaza de las palabras del Señor con respectoa los que no creen en la Cena donde es invitado, Y cómo creer que ama a los SantosMisterios el que, teniendo la capacidad de recibir, los sacramentos no se molesta enrecibirlos? Por lo tanto, no es de extrañar que Cristo disponga parte de los sacramentospara las almas liberadas de los cuerpos, a quienes Él no tiene que considerar tal culpa.Más que una sorpresa es cuando la carne del hombre, sometida a la corrupción, toma elCuerpo de Cristo incorruptible; pero el alma, que es una sustancia inmortal, comparte loque es inmortal, no tiene porque sorprender. Entonces, a través del amor insuperablehacia los hombres y en infinita Sabiduría, Dios ha descubierto cómo compartir esa cosamaravillosa con los vivos porqué no pensar en que Dios puede hacer lo que es naturalde mismo modo con los muertos. Las almas sin cuerpo tienen algo más favorable parala santificación que lo que aún vive en el cuerpo. De hecho, a través de las oraciones delos sacerdotes y por la intercesión de los Santos Dones, son verdaderamentepurificadoras y reciben la remisión de los pecados de los difuntos así como de losvivos. Pero además, ellos no reinciden en pecando y no añaden nuevas culpas a lasantiguas, como es el caso de la mayor parte de los vivos o bien son puros de culpa, o almenos exentos para siempre de volver a pecar de nuevo. Por lo tanto, son máspreparados y dignos de la comunión con el cuerpo y la sangre de Jesucristo más que sise hubieran encontrado en propio su cuerpo con vida. Y precisamente el hecho de queson liberados del cuerpo los hace mucho más capaces de compartir con los SantosMisterios, que si estuvieran unidos con el cuerpo. Porque en los cielos hay muchos ydiversos lugares, de modo que cada paso puede ser honrado de virtud, y que nada quedasin la merecida recompensa del Justo Juez y amante de los hombres. Así, el apóstolPablo y otros como él, quienes, como perfectos, se han ganado el orgullo de las másgrandes galardones y han heredado la felicidad más completa después de que fueronseparados del cuerpo, disfrutando mucho más que en esta vida; así también aquellasalmas que están ordenados en un estado medio de tal descanso, una vez que se fueron deaquí, era natural que disfruten e un estado mejor que cuando vivían en el cuerpo. Peroesta demostrado que el resto de las almas y todas las recompensas de la virtud de cadapaso no es nada más que este pan y este cáliz, que se comparte según lo merecido decada uno, es decir, a los vivos y a los muertos. Por eso El Señor llama "cena" al gozo delos santos en la edad venidera, para mostrar que no hay nada más valioso que esta Cena.Es por esto que el Sacrificio Divino de la Eucaristía es llevado a los muertos también aligual que a los vivos y como los vivos son santificados de dos maneras, como hemosdicho, nada menos son santificados los difuntos siendo incluso mejor ofrecida a ellosque a los vivos.

En la parábola sobre el pobre Lázaro y el rico vemos que este último, sufriendo en elinfierno, ve a Lázaro morar en el seno de Abraham, e incluso le habla al patriarca ¿Esesto algo totalmente inusual, dicen algunos, descubierto para edificarnos, como dicenotros, son las cosas tan comunes en el mundo más allá? Sin lugar a dudas, los enlaces dequienes se van de aquí difieren en su condición. San Macario se le revelo pordescubriendo un alma pecadora, encerrada en la mazmorra del infierno, donde las almasallí están como en una celda, donde no se conocen y no se ven la cara unos a otros. Ysolo las oraciones que se están haciendo por ellos por un momento alivian el tormento,y luego pueden verse uno al otro "En cuanto de lejos esta los cielos de la tierra, así es elfuego debajo de nosotros, porque desde los pies a la cabeza estamos en medio del fuego

Y no es posible ver a otro cara a cara, porque cada rostro está pegado a la espalda deotro. Tan solo cuando rezas por nosotros, alguien ve la cara del otro. Esto es la únicacomodidad que hay"Es por eso que no pueden ser vistos, porque durante la vida hancerrado sus corazones y fueron insensibles a los hermanos, fueron amantes del propioego, desnudos del amor al prójimo. Y esto es el sufrimiento: una visión de su maldadque resisten en contra del amor ordenado por Señor, que les han separado de lavoluntad de Dios. En el cielo, por el contrario, está reinando el amor de unos a otros, através de lo cual los justos se han hecho partícipes de las gracias de Dios y esta es lafuente de su felicidad donde el amor esta acompañado de un profundo conocimiento, ysobre todo, la luz divina que se los da el Señor. El Santo Simeón el nuevo teólogointerpreta sutilmente la imagen de este conocimiento, basado en una conexión entre elPadre y el Hijo, delatando como mentirosos a los que dicen, que una vez exaltados a lavista de Dios y secuestrados en éxtasis, los santos se olvidan de todo y de todos.Dirigiéndose a los que dicen que los santos no se ven, no se conocen, pero solo ve aCristo, estando unido con todos sus sentidos con Él por completo. Él mismo Jesucristoles dice ¿Me has recibido en ti? ¿Has aprendido por experiencia las obras de Mi EspírituSanto? ¿No es así? Y ellos, piensan, pero no se atreverán a decir ¡Sí, Maestro!Porque si dicen esto, Él les contestará: ¿Cómo, entonces, si habéis vivido estaexperiencia y decís que los que me tomaron no pueden conocerse unos a otros?Yo Soy un dios infinito, e un Dios verdadero y santo, que morara en los santos.¿Y cómo vivo en ellos? Como he dicho que estoy en el Padre y el Padre esta en mí, asíson los santos en mí y yo en ellos, así habitaré en todos los santos y todos los santosmorarán en mí”. Y además, dirá estas cosas: "Así que si yo Estoy en mis santos, y missantos están en mí, si Yo estoy en mi Padre y mi padre esta en mí, como el Padre meconoce también yo conozco al Padre, es obvio que los santos también me conocen yNosotros conocemos a los santos, y por eso los santos tienen que conocerse unos a losotros. Entonces, si los santos son como Dios y conocerán a Dios como el Padre conoceal Hijo y el Hijo el Padre, así los santos debe verse y conocerse, incluso aquellos queno se han visto nunca en este mundo, unos a otros, después de la carne, deben conocerseunos a otros. ¿Entonces cómo podéis hablar, preguntar y aprender lo que no sabéis,como unos que se haya enriquecido con conocimiento por encima de nosotros [...]Porque como el Padre no será nunca privado del conocimiento del Hijo o Hijo delPadre, ni así los santos, hechos dioses a través de la adopción, al tener en sí mismos aDios, nunca serán desprovistos de conocerse mutuamente, pero verán su gloria y cadauno de ellos conocerá la suya así como el Hijo ve al del Padre y el Padre ve al Hijo. [...]Entonces, los que dicen que los santos que han llegado a la vista de Dios, no se ven y nose conocen, realmente caminan en la oscuridad y no vinieron a la comunión o la vista yel conocimiento de Dios, pero hablan y confiesa lo que no saben y nunca han visto"

En el Credo confesamos nuestra fe en que Cristo vendrá de nuevo con gloria al final delos siglos, resucitando a los muertos y juzgando a todos los hombres, estableciendo unreino que no terminará, en el cual todos los hombres vivirán para siempre en la moradaque él es digno de heredar. La resurrección fue proclamada por los profetas, comoIsaías, Daniel y Ezequiel, cuya tremenda profecía se lee en las iglesias ortodoxas en elsábado de la semana santa. Fue proclamado incluso por Jesucristo mismo y susapóstoles. Cristo fue "El primero resucitado entre los muertos y el comienzo de laresurrección de los que descansaban " haciéndolo así fuente y promesa de laresurrección de todos. Los milagros hechos por El Salvador, luego por los Apóstoles ylo santos, hechos en su nombre y gracia, es el pretexto y la sabiduría de la resurrección.Para aquellos que resucitaron maravillosamente, finalmente murieron de nuevo,

mientras que al final de los siglos nadie nunca morirá de segunda. La muerte serádestruida por Cristo para siempre.¿Cuándo será la resurrección de todos y que es la resurrección de los muertos?La resurrección de los muertos tendrá lugar en la segunda venida de Cristo en el día y lahora que solo el Padre conoce y solo Dios los decide Dios restaurará la vida de losmuertos a través de Cristo, y por el poder del espíritu santo. Cómo será la resurrecciónde los muertos, permanece siendo un misterio. Todo esto es maravilloso y no losabemos cómo sucederá, pero para el Creador está claro que es una cosa fácil de hacer.En la profecía de Ezequiel, la resurrección se representa de una manera metafórica ysimbólica, pero la resurrección no es para nada simbólica. Respondiendo a las críticasde los seguidores de otras religiones, los apologistas de los primeros siglos handemostrado que para el cristianismo, la resurrección es una realidad, no una metáfora;es verdaderamente una resurrección con el cuerpo, no una resurrección solamente enespíritu. Ante ellos, el apóstol Pablo declaró claramente que, sin la resurrección, nuestrafe y la vida es vana. Los argumentos patrísticos siguen siendo válidos en lo que a ellosrespeta la confrontación de las corrientes escépticas que cruzaron el cristianismooccidental en el siglo XX, y más cuenta de los intentos de los teólogos católicos yprotestantes para distorsionar el verdadero sentido de la resurrección, ya que, enesencia, la crítica moderna es la misma traída por los enemigos del cristianismo en losprimeros siglos. Aquellos que dicen que es imposible levantar el cuerpo, que en lamuerte se corrompe que se haya podrido y esparcido en polvo como si nunca hubieraexistido. Pero los santos padres responden que Dios Todopoderoso es todo lo es posible:No será posible que aquel que ha construido el mundo entero de la nada para reconstruiry rehacer la criatura que alguna vez ha disfrutado del don de la vida? "Pero Dios hizotodas las cosas de la nada", dice Tertuliano, y entonces podrá traer el cuerpo de vuelta alpolvo o le creó de otra materia, y nuevamente tiene el poder de devolver el cuerpo (a lavida), sin importarle dónde haya desaparecido.

Todos los hombres serán resucitados, sean justos o pecadores. Cristo mismo nos dice:"Viene la hora en que todos los que están en las tumbas oirán la voz del Hijo delHombre y saldrán los que han hecho bien a la resurrección de la vida, y aquellos quehan hecho los malos resucitaran para el juicio " Habrá la resurrección de los muertos yde los justos y los injustos " Y la iglesia canta “Todos los que van a su madre, la tierra,otra vez nacerán para aceptar tormentos o regalos por lo que ha hecho en la vida” Losque están vivos en la hora del juicio estarán junto a los que resucitan de entre losmuertos, sus cuerpos transformándose en un cuerpo resucitado en un instante."Por creer que Jesús murió y luego ha resucitado, así creemos también que Jesucristo,traerá consigo a los santos que descansan en su gloria. Por esto les decimos, conforme ala palabra del Señor, que nosotros, que permanezcamos vivos para la segunda venidadel Señor, no lo tomaremos por delante de los que están descansando en el Señorporque Jesucristo mismo, a la voz del arcángel y de la trompeta de Dios.Él mismo descenderá del cielo y los muertos en Cristo se levantarán primero. Despuésde eso, los que aún están vivos serán secuestrados con ellos en el aire y así estaremossiempre con el Señor "No todos moriremos, pero todos cambiaremos"Todo el hombre encontrará su propio cuerpo. En la resurrección, las personasdescubrirán los cuerpos en los que han pasado su vida terrenal. El mismo cuerporesucitará, ningún otro cuerpo, sino el que se deposito en la tumba volverá a la vida".San Juan Crisóstomo, a su vez, escribe:" Un cuerpo se entierra, y orto se levanta? Pero,¿cómo sería entonces la resurrección? Porque la resurrección es del cuerpo que hamuerto. Y si un cuerpo cae y otro se levanta, entonces ¿dónde está la maravillosa

victoria contra la muerte? ¿Cómo se verá entonces que la muerte devuelve lo que se hallevado? "No sería injusto y sin sentido que el cuerpo que disfruta de la gloria del reinode Dios que sea otro que el que ha soportado tribulaciones y labores en esta tierra? Porlo tanto, el cuerpo resucitado tienen la misma naturaleza o esencia humana; ademásmantendrá la misma identidad personal y será verdaderamente el cuerpo de una personadeterminada, que por lo tanto puede ser reconocida, y no de otro. Todos permanecerán,cuerpo y alma, "en su propia naturaleza y en su propio hipóstasis. Pedro será Pedro yPablo será Pablo". Por lo tanto, no es ni metamorfosea ni reencarnación. La resurreccióndemuestra la singularidad y la supervivencia de la persona y la existencia a pesar de losestragos e inconsistencias a las que han sido sometidos, especialmente por la muerte.Solo por la resurrección el cuerpo y el alma que han coexistido se encuentran, dando ala persona su identidad, de ahora en adelante para siempre. "la valoración del alma ycuerpo necesariamente postulan la resurrección de cuerpos muertos y descompuesto, sinel cual una nueva conexión natural de los dos componentes - alma y cuerpo - no podríaser concebido. El que recibió la mente y la razón es el hombre completo, no solo el almani solo el cuerpo porque el hombre debe permanecer eternamente en la forma de amboselementos, lo cual sería impensables la resurrección sin los dos. Porque si no hubieraresurrección, tampoco el hombre como tal no podría existir [...] No puede decir que lagente renovará si las almas no regresan a los mismos cuerpos (para que podamos hablarde las mismas personas). De nuevo es imposible que el cuerpo y el alma vuelven a estarjuntos si no admitimos la resurrección".

El cuerpo resucitado será de una manera diferente que en la vida terrenal. El cuerporesucitado será el que fue, pero aún así un otro cuerpo nuevo. O, en otras palabras,tendrá su esencia y sustancia, la misma naturaleza, pero su ser será bastante diferente.Usando el vocabulario de Saint Máximo, decimos que se conservará las característicasde su naturaleza, pero en otra forma de ser. Tertuliano explica esto: "Una cosa puedecambiar pero su sustancia sigue siendo la misma; de lo contrario, todo el hombre, en elmomento presente, sigue siendo el mismo por su naturaleza, pero cambia de muchasmaneras: cambia la actitud, peso, salud, situación, edad, ocupaciones, profesiones,reglas de vida, sin llegar a ser otro hombre; no deja de ser el mismo hombre y no setransforma en otro, pero sólo cambia el modo de vida. En la resurrección, será igual asíque cambiamos sin que nuestra naturaleza cambie”. La resurrección cambia nuestroestado y no la naturaleza, dice además, Tertuliano. Isaac el Sirio dice que en laresurrección, Cristo "nos levantará en otra apariencia y nos llevará a una nuevacomposición”. La forma en que será el cuerpo resucitado, sigue siendo un misterio,apenas iluminado por la palabra de la sagrada Escritura cuando representa a Cristodespués de Su resurrección, porque Él se está levantando con un cuerpo como elnuestro para la humanidad significa que nuestro cuerpo resucitado será como Su cuerpo.Así que vemos que el cuerpo de Cristo después de la resurrección trasciende las leyes dela materia, pasando por las "puertas cerradas, donde los discípulos se reunieron orepentinamente ha desaparecido. Cristo come con los discípulos después de laresurrección, pero no por el hambre, sino para testificar que no es una imaginación delos apóstoles. "Les has revelado a los discípulos, diciéndoles que no ve un espíritu, peroal dudar ellos, en la comunión con la comida, has abierto sus mentes para que crean queeres Tú. Pero todo esto todavía está sucediendo en este mundo, en el que el Cristoresucitado permanece hasta Su ascensión al cielo; mientras que el mundo de más allá esun misterio, y otro será nuestro vivir en la carne renovada; Saberlo no es posiblemientras estemos todavía en este cuerpo de arcilla. Hay cuerpos celestes, y cuerposcarnales; pero otra es la gloria de lo celestial y otra es la gloria terrenal. Otro es el brillo

del sol y otro es el brillo de la luna y la otra la gloria de las estrellas. La estrella sediferencia en el brillo de otra estrella. Así es la resurrección de los muertos: es como elcuerpo que se siembra en la corrupción y se levanta en la incorrupción; se siembra en ladesgracia, se eleva en gloria; se siembra en la debilidad, se eleva en el poder; Sesiembra al cuerpo natural, resucita al cuerpo espiritual. Si es un cuerpo natural, tambiénes un cuerpo espiritual. El primer hombre es de tierra, terrenal el segundo hombre es delcielo, inmaterial. Todos nos convertiremos repentinamente en un instante, ante la últimatrompeta de los arcángeles. Porque la trompeta sonará, y los muertos resucitaránincorruptibles, y vamos a cambiar. Este cuerpo corruptible hay que vestirlo deincorruptibilidad y el cuerpo mortal con la inmortalidad” De todo lo anterior, seentiende que el cuerpo resucitado es un cuerpo espiritual, que no se somete a las leyesque ahora gobiernan la materia: espacio y tiempo pero será un cuerpo que posee unpoder, incomprensible e inmortal. Los Santos Padres, según las palabras de la Escritura,retratan la resurrección como correcta "Restauración de todo el hombre" cuando el almavolverá a estar acompañada por el cuerpo, esta vez la carne renovada es elrestablecimiento del hombre en su condición inicial en el tiempo que estaba en el cielo:"La resurrección no es más que restauración de nuestra carne a su estado desde elprincipio. Dios, a través de la resurrección, restaurará la carne de la humanidad a suprimer estado- El cuerpo resucitado, liberado de sus enfermedades y grietas heredadaspor la caída del hombre, encontrará su perfección original; y "la perfección restauradano se puede estropear de cualquier manera una vez que se devuelve todo lo que se haperdido". Su vida ya no será terrenal, sujeta al estrechamiento, y a las limitaciones deeste mundo. Se convertirá en "eterno y perfecto, y ya no se verá como un cuerpomaterial", Entonces "se hará al igual que el alma, "pero no será solo el alma , sino unconjunto espiritual e incomprensible sin necesidad de comida ni sueño, no sabrá de laenfermedad, del dolor o del desamparo, y nada podrá dañarle a sí mismo. Debido a queCristo ha destruido completamente la muerte, el cuerpo ahora será inmortal.El hombre no recibe la inmortalidad como mera honestidad o recompensa, pero parapoder tomar su nueva vida, que no conocerá cambio ni fin ya sean bienaventuradas odignos de llorar. En la resurrección, el cuerpo se unirá con el alma, en la luz de lasgracias divinas.

La resurrección no solo significa renovar y cambiar el cuerpo; ella mueve al hombre enuna nueva vida totalmente diferente en la que, liberada de las necesidades materiales, yano le hará falta el aire o la comida, para que no se apague. Por eso, con razón los SantosPadres se preguntaban si el cuerpo resucitaría con todo lo suyo, de lo cual muchas deellas no servirán de nada, si serán verdaderamente restaurados en su plenitud de sunaturaleza. Los santos padres dicen que el cuerpo conservará todos sus órganos, perosus funciones cesarán; También muestra, y en esta vida "es posible no hacer uso de lacomida y seguir viviendo. Padres de Capadocia, san Máximo el confesor y JoanDamasceno más los que le siguieron dijeron que el cuerpo conservaría sus poderes (ofacultades), pero que no serían activos. Incluso Tertuliano viene y dice que los poderesdel cuerpo no pueden permanecer porque nada es sin utilidad para Dios. Con razóndecimos que los cuerpos que se volvieron espirituales y celestiales también setransfiguran, y así sus obras serian transfiguradas, ya que nos permiten observar laSagrada Escritura y la experiencia mística cuando se habla de sentimientos espiritualeso usándola en la Espiritualidad como miembros del cuerpo.La nueva vida también significa cambiar las conexiones entre las personas: la carne,entre hombre y mujer, y los de parentesco perecerán, sin perder unión, cercanía y amor,con todo espiritualizado. "Cuando se levantaran de los muertos, no se casaran, pero

vivirán como ángeles en el cielo ", dice el Salvador Cristo.

El significado y el propósito espiritual de la resurrección.En primer lugar, a través de la resurrección, el hombre alcanza todo lo que era antes,con cuerpo y alma, según su naturaleza; la separación del alma del cuerpo durante estetiempo entre la muerte y la resurrección común de todos no solo es antinatural, está encontra de la naturaleza. Pero el hombre es eterno, dice Atenagora, entonces él tambiénnecesita un cuerpo, no solo el alma, como uno que consiste en ellos dos. "El hombredebe sostenerse eternamente en la forma de ambos elementos", por lo tanto sinresurrección, la nueva conexión natural de los dos componentes - alma y cuerpo - nopuede ser concebida” Entonces, "si no hubiera resurrección, entonces el hombre nopodría existir como tal" luego la resurrección es para un juicio: "Por lo tanto, seremosresucitados. Las almas se unirán con Los cuerpos. Y así nos acercaremos al terribletribunal de Cristo. El alma y el cuerpo que han estado viviendo juntos se darán cuentade lo que han hecho a largo de su vida, bien o mal porque todo el hombre estácompuesto por el conjunto de los dos elementos, y es por eso que antes del Juicio habráque estar uno y otro, la criatura debe ser juzgada en su totalidad, porque sin duda nopuede vivir más allá por separado. Entonces, como el hombre vivió, así será juzgado,porque se juzga el camino de su vida. Y porque la vida misma comparece ante lasentencia, debe ser investigada en relación con los dos elementos tal como sucedió, encuerpo y alma. "Debe someterse a una resurrección. porque" una vez que fueronseparados, cada hombre pueda recibir su recompensa legítima por lo que ha hecho,bueno o malo a través de los actos cometidos en vida y por cada una de las obras debeser investigado, siendo responsable también con el cuerpo , y no tan solo con el alma ".No casualmente, el hombre resucitará con el cuerpo, sino como si estuviera completo,entrando en el lado en el que se decidirá poner por Jesucristo. Porque hasta entoncessolo el alma disfruta de libertad y el gozo del cielo; y solo el alma sufre los tormentos,y los castigos del infierno. Después de eso, sin embargo, sentirán el deleite o elsufrimiento en el cuerpo. Todos debemos comparecer ante el juicio de Cristo para tomarcada uno según de lo que haya hecho a través de la carne, bueno o malo”. Cuando setrata de hechos corporales, el cuerpo tiene que pagar, porque los ha hecho. El alma sola,como dice San Juan Crisóstomo, no puede saborear perfectamente las cosas eternas delreino; ni el castigo del infierno sería completo: "Que permanezca el alma miles de vecesinmortal, tal como es, pero sin cuerpo no será posible que sienta plenamente surecompensa" Si el cuerpo no resucitara, entonces el alma permanecería aparte de lafelicidad del cielo pero también sin el cuerpo el alma no podría recibir su castigo.

El Juicio Final.1. ¿Quién es el que juzga?Una vez resucitados, las personas serán juzgadas. Y el propio Cristo hará el juicio,quién vendrá en Su gloria como confesamos en el Credo: "Y otra vez vendrá con gloriapara juzgar a los vivos y a los muertos". De hecho, como dice el Santo Apóstol Pedro:"Él es el designado por Dios para ser el juez de los vivos y de los muertos". Él juzgaráen el nombre del Padre, porque "el Padre no juzga a nadie sino todo el juicio se le da alHijo ", sentado en el trono, como un símbolo de Su gloria y Su Señor perfecto yTodopoderoso, rodeado por todos los santos ángeles, por los apóstoles y todos lossantos.2. Todos los hombres serán juzgados.Entonces todas las personas de todos los tiempos serán juzgadas por Jesucristo. "Sereunirán ante él todas las naciones ", simbolizada por las doce tribus de Israel. Y nadie

escapará al juicio, porque "todos debemos presentarnos antes el juicio de Jesucristo ",como dice el apóstol san Pablo. "Se Juzgara a toda la raza humana.¿Quien entrenosotros puede escapar de su mano omnipotente? ¿Qué mundo recibirá uno de los quequiere escapar de él? Donde puedas, correr y dónde puedes escapar de Aquel que losabarca a todos?

3. Toda la vida del hombre será juzgada.El hombre será juzgado por toda su vida terrenal, desde el nacimiento hasta el últimoaliento y por todo lo que hizo durante su vida."El Hijo del Hombre vendrá en gloria deSu Padre, y sus ángeles, y luego rendirá a cada uno según sus obras en la segundavenida eterna, cuando serán investigados los hechos de los hombres".Y no solo todoslos hechos, sino todos los pensamientos y palabras, sean buenos o malos, cómopequeños e insignificantes, todos serán revisados y pesados de acuerdo con la palabradel Salvador:"Les digo la verdad que por cada palabra en vano que dirán, la gente sehará cargo en el día del Juicio, incluso lo que estaba oculto aparecería entonces,para ese día porque "Dios juzgará a través de Jesucristo las cosas ocultas de loshombres". San Juan Crisóstomo muestra que entonces "todo estará vacío y desnudosincluso los pensamientos más ocultos”. Entonces se revelará la verdadera profecía deÓsea, que dice: "Ahora tienen su propio consejo; vinieron ante mi cara ".Que toda estamultitud inconmensurable de hechos, pensamientos y palabras se reúne paraexaminarse, nos lo muestran los "libros" que se abrirán ante el Señor: " Luego vi ungran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él. El cielo y la tierra huyeron de supresencia sin dejar rastro. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante deltrono; luego se han abiertos unos libros, y luego se abrió otro libro, que es el libro dela vida; y los muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros, y conforme a susobras. Pero en aquel terrible día se tomara en cuenta las intercesiones hechas de losvivos, para que se les perdone los pecados.

4. ¿Cómo se hará el juicio?Como dicen los santos padres, todo lo que las personas han hecho desde que sus ojosvieron la luz, y hasta que entraron en la tumba, se descubrirá ante él de una maneramaravillosa. Cristo revela el estado de todos y cada uno de ellos, primero como laPalabra de Dios, el revelador de su voluntad y la fuente de sus mandamientos. Porque,como dice el apóstol Pablo "La palabra de Dios está viva y más afilada que cualquierespada de dos filos que penetra la separación entre el alma y el espíritu, entrelas muñecas y la médula, y es el Juez de sentimientos y corazones. No hay cosa ocultadelante de él, sino están todos desnudos y descubiertos para los ojos de aquel a quiendaremos cuenta " San Simeón el nuevo teólogo también dice: "Entonces no hay gloria,ni dignidades, ni las riquezas del mundo, el conocimiento profano, los hermososdiscursos, ni nada de las cosas o propiedades en la tierra te será de utilidad cuando MiDios juzgará a todos y todas las cosas. Pero la Palabra del Señor Jesucristo que fuepasada por alto, estará de frente a cada uno de nosotros y será juzgado todo aquel que noque no haya su palabra. Su mandamiento entonces mostrará al incrédulo y descubrirá alfiel, como valiente o desobediente a las palabras del Señor, y así de esta forma serádividido lo injusto de lo justo, lo desobedientes apartados de aquellos que hanobedecido en todas las cosas por medio de Cristo, y los que aman el mundo separadosde los que aman a Dios". Entonces seremos juzgados por Jesucristo, porque Él tambiénes luz. Y en el día del juicio, según la palabra de la Escritura, Él aparecerá en gloria, esdecir, en la luz no creada. Y al brillar esa luz sobre todos, se encontrarán hasta en las

profundidades antes Dios y delante de los hombres, las características de cada uno.Entonces la gente aparecerá de todo desnudos, dicen los Padres siguiendo la palabra delApóstol."Todos nuestros hechos serán revelados y aparecerá a la vista de todos. Porquehabrá juicio hasta por lo mas oculto del alma "." Bienaventurado el que en el día deljusto juicio de Dios, cuando el Señor venga para alumbrar todo lo oculto del alma y delcorazón para ser revelada, no se avergonzará de permanecer en esa luz que muestra elpecado, y no tendrá que padecer la vergüenza, debido a una conciencia contaminada demalas pasiones! " Entonces, a la venida del Señor ", escribió San Simeón el NuevoTeólogo," la luz ocultada ahora se revelará a aquellos que no quisieron salir a la luz sinoque lo odiaron, y todo lo oculto de ellos será descubierto. Y así con cada uno denosotros. Pero ahora si nos escondemos y no estamos dispuestos al arrepentimientoconfesando nuestras cosas ocultas, del mismo modo entonces lo hará visible pornosotros la luz de Dios que se mostrara ante Dios así como delante de todos los demás,nuestros hechos buenos y malos y todas las palabras y pensamientos de nuestraconciencia desde el nacimiento hasta nuestro último aliento, absolutamente todo, serevelara allí en parte por cada uno de nosotros. En definitiva todas las personas seránjuzgadas por Cristo, porque serán juzgadas a la luz de Su gloria, incluso cada uno deellos se juzgara a si mismo, por cada una de sus obras por la cuales ya sea glorificado, oavergonzado.Gregorio de Nyssa dice que la separación "ovejas" de las "cabras" será fácil, porquecada hombre "lleva los signos" de sus obras, de las virtudes y de los pecados y no habránecesidad de mucha investigación: "¿Cómo el pastor separa a las ovejas de cabras?¿Buscara un libro para diferenciar las cabras de ovejas o los separa por su apariencia?¿No conoce acaso la oveja por lana y la cabra por su pelo áspero? "Y viéndose elhombre como es, él solito se condenará a sí mismo. Cristo mismo nos dice: Él hombrejuzga y condena, porque no es buena su voluntad: "Si alguno oye mis palabras y no lasguarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar almundo. La Palabra que yo he hablado, ésa le juzgará en el último día. Pero, como diceSan Juan Crisóstomo, no olvidemos que "El que ahora nos perdona los pecados es Elque nos juzgará y El que murió por nosotros , vendrá a juzgar a toda la raza humana "No aparecerá para levantar los pecados, sino para la salvación de los que la esperan. Delas Sagradas Escrituras vemos que Cristo, sentado solo en el tribunal Su presenciarevela el pecado o la justicia de los que están delante de él."Todos debemos comparecer ante el juicio de Cristo para tomar la recompensa buena omala, por lo que hizo por medio de la carne."Así es como las personas pueden serjuzgadas de una vez, en un instante. Los Santos Padres dicen que estando de pie anteCristo, el hombre es juzgado por su propia conciencia e ningún otro acusador selevantará entonces a tu lado. Las mismas acciones, cada una en la forma en que se hacometió, en resumen, cada pecado con su propia particularidad pondrá claramente lamemoria de los hechos". "Serás juzgado por tu conciencia", porque los pensamientosentre si se abalanzan o se defienden en el día en que Dios juzgará las acciones secretasde los hombres. La cara aterradora del juez te obliga a decir la verdad; pero mejor dicho,revela la verdad aunque tú no la digas. De verdad, serás resucitado con tus pecados, ocon tus obras justas. La luz divina que revela las obras de los hombres es fuegorevelador."La obra de cada uno", dice el apóstol Pablo, "se dará a conocer; él lo verá enel día del Señor. Porque el fuego delatara y probará qué acciones tiene cada uno.Aquellos, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirán la recompensa. Peroaquél, cuya obra quede abrasada, sufrirá el daño. El, no obstante, quedará a salvo, perocomo quien pasa a través del fuego. San Pablo interpreta así: "El hecho de todos, serevelará en el día y luego será quemado por el fuego. Entonces, si el trabajo de alguien

es incorrupto, se mantendrá incorrupto en medio del fuego. Y no solo que no arderá,pero también brillara, y limpiara lo poco sucio que tenga. Pero si el trabajo de alguienserá hecho de una sustancia corrupta, entonces no es mas que un lastre atado a su cargaque arderá, consumiéndose a sí mismo, y quedara vació en medio del fuego"

5. La medida del juicio

De las cuatro parábolas del Salvador que nos muestran cómo la gente temblará en elJuicio final, separándose como ovejas de cabras, o como el trigo es separado de lacizaña o como a las vírgenes necias que no entraron a la boda junto a las vírgenessabias y como también aquellos que no llevaban vestidos de boda y fueron echados yarrojados al oscuro mas profundo, vemos que la medida del juicio es el comportamientode cada uno hacia Dios y hacia el prójimo, y del esfuerzo con que se obligó a adquirir elreino de los cielos. A la pregunta: "¿Por qué algunas son llamadas ovejas y otrascabras?", San Juan Crisóstomo responde: "Para saber que así te llaman, no por ladiferencia de la naturaleza del ser, sino por la diferencia de voluntad de cada uno". Esdecir, si han amado o no la pureza de la mente y del corazón, si han amado o no lavirtud, en una palabra, se hayan sometido o no a la voluntad de Dios, cumpliendo Susmandamientos tanto como sea posible en la mente y en los hechos, teniendo a través dela comunión lo que es de Dios por su naturaleza. Así que las ovejas imaginanpureza - a través de su lana blanca - la riqueza de las virtudes - por el gran beneficio dela lana - y la humildad - que son mansas y obedecen a los mandamientos, y no pretendeignorar al pastor. Todos darán cuenta cómo han usado las virtudes en cada lugar y enque propósito durante el tiempo de su vida. Y aquellos que los hayan cumplido serán lamedida del juicio de los demás, así cómo lo ve San Simeón de una manera maravillosa:A los patriarcas, El divino juez les pondrán delante los patriarcas , tales como san JuanCrisóstomo, Juan el Misericordioso, Gregorio el teólogo, Ignacia, Tarasie, Metodio ymuchos otros que no solo con la palabra, pero también con el hecho, se convirtió en unicono del verdadero Dios. A los metropolitanos los pondrán delante de losmetropolitanos Basilio, Gregorio, su hermano y con el mismoNombres, Ambrosio y Nicolás. Y, simplemente, cada patriarca y cada metropolitano y acada obispo Dios Les juzgará juntos a los apóstoles y santos padres, que brillaron cadauno de ellos por sus obras y les va a poner a todos delante de los demás a medida que sesuele decir: "Las ovejas a la derecha, y las cabras a la izquierda", dirán: "No es allídónde me han servido ellos? También habéis vivido vosotros y os habéis sentado en susasientos? ¿Por qué no imitabais su vida y sus obras? ¡Apartaros de mí, obreros de lainiquidad, iros! "Así que en el día terrible del Juicio, todo hombre pecador verá ante él,en la vida eterna y en esa luz a su prójimo igual como él y será juzgadopor él: padres por los padres, amigos y familiares por amigos y parientes, hermanos porhermanos, esclavos por esclavos y los libres por los libres. Entonces, ¿qué quiero decir?Mirando a alguien como él, el emperador al emperador, el noble al noble, el pobre alpobre y recordando que aquel era también un hombre como el, tenía la misma alma, lasmismas manos, los mismos ojos y, simplemente dicho, tenía todo por igual y vivía conél en esta vida simplemente era similar en todos los aspectos, dignidad, oficio, riqueza,solamente que no quería imitarlo. Entonces a todos los pecadores se les aferrará suboca y permanecerá sin poder añadir una palabra a su defensa y sin tenernada que hacer. Y cuando los reyes pecadores verán a los santos reyes, los ricos y losque están bajo el yugo de la vida verán a los que han sido santos entre los ricos y santosentre los que estaban bajo el mismo yugo de la vida, y todos los que están atormentados

verán a los suyos en El reino de los cielos, entonces se avergonzarán y no tendrán ni unapalabra en su defensa. Al igual que el rico que se encontraba en llamas y vio a Lázaroen el seno de Abraham. La mayor virtud, como el fruto del cumplimiento de losmandamientos, el más precioso, es el amor: el amor de Dios,representado por el Salvador como el primer mandamiento, y el amor al prójimo, comosegundo gran mandamiento. En efecto, los padres consideran el amor como la virtudmás alta de todas las virtudes. Por eso, ante todo, después de los hechos del amor laspersonas serán juzgadas por misericordia. "Cualquiera que realmente es desnudo de lagloria divina [...] será sacado de los cielos y del reino y echado fuera de la bodacelestial ", dice San Simeón el nuevo teólogo, porque está" desnudo y vació de virtudesy sobre todo del amor. "Incluso si él no tiene pecado, pero está exento de virtud, estádesnudo. La primera de todas las virtudes, la reina y la dama de honor, es el amor."Ellaes la cabeza, el abrigo y la gloria de todos. Las virtudes sin amor son vanas e inútiles, yel que no tiene amor está vacío de gloria de Dios aunque tenga todas las demás virtudespero al no soportar la vergüenza busca donde esconderse. Teniendo vergüenza, tienetambién castigo y escuchara la sentencia del Juez: “En verdad os digo que no osconozco. Sobre todo el amor es la medida del juicio, donde el mismo Señor Jesucristonos dice:«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos susángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todaslas naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas delos cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces diráel Rey a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reinopreparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteisde comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estabadesnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis averme.”Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y tedimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?¿Cuándo te vimos forastero, y teacogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimosa verte?”Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estoshermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.”Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eternopreparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer;tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, yno me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.” Entonces dirán tambiénéstos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermoo en la cárcel, y no te asistimos?” Y él entonces les responderá: “En verdad os digo quecuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis dehacerlo.” E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.

6. El asombroso juicio de Jesucristo

Los padres y la Iglesia llaman terrible y aterrador juicio de Cristo y lo pinta de loscolores más oscuros. Lo hacen para que nos edifiquemos, ya que lo dicen claramentepara instarnos a trabajar en esta vida "con miedo y temor" para nuestra salvación yescapar más allá del tormento eterno y del sufrimiento incesante. Pero también por laverdad y la justicia santa El juicio de Cristo es realmente asombroso. En primer lugar,por la vergüenza de esa hora, cuando estamos totalmente descubiertos de aquella luzhasta lo más profundo del alma, destapando todo el mal hecho; cuando nuestras vidasson reveladas antes los ángeles y santos, y toda la multitud de personas que han vividopor siempre presente allí antes Jesucristo. Porque entonces estaremos totalmente

privados de cualquier defensa; ya no tenemos ángeles de la guarda que nos ayude aligual como en el momento del juicio de nuestra muerte. Como dice San JuanCrisóstomo en el día terrible del Juicio el hombre tendrá ante él"el tribunal de lo más temeroso y el Juez Justo e insobornable, juzgando sus obrasdonde no hay nadie que lo ayude: ningún vecino o defensor, o algún pariente, hermano,padre, o una madre. ¡Nadie y nada le puede socorrer! "Mientras que, en el juicioparticular de cada uno, el destino del hombre no está sellado, y todavía hay esperanza deescapar por la intercesión de la iglesia y los parientes, en el Juicio Final, solo los justosno temen, pero los pecadores irán al infierno para siempre. "Ese día - escribe San JuanCrisóstomo - es deseada por aquellos que viven haciendo buenas obras, ya es aterradorapara aquellos que viven en pecados porque les trae el castigo eterno."

7. El juicio será correcto, verdadero, e inquebrantable.

El juicio de Cristo se llama "El Juicio Final" primero porque es posterior al juicio conel cual todos son juzgados a la salida de esta vida, entonces porque sucede en el final delas edades y es el ultimo acto de la humanidad, y porque no habrá otro juicio mas.Además, quién puede negar la sentencia que se dará entonces, viéndose a sí mismo en laluz divina tal como es y entendiendo claramente que el juicio se hizo por la santa¿verdad? "Incluso aquellos que serán condenados entonces" Consideran que el juicio escompletamente correcto. Siguiendo las Sagradas Escrituras, la sentencia del que es EnSi Mismo La Verdad no pueden ser nada mas que justa y verdadera. Los juicios de Diosno son como los humanos; Dios no busca el rostro del hombre y no es partidista perotodos son iguales delante de su rostro. Y su juicio es muy correcto, porque Él conoce lasprofundidades del corazón, la multitud y la magnitud de nuestros errores, sopesando loshechos con una medida de agudeza inconmensurable para cada uno de nosotros.

8. Fin del JuicioEl juicio de entonces dividirá a toda la raza humana en dos, y solo dos abismos:aquellos dignos del reino de Dios, y aquellos que están condenados para siempre a lostormentos del infierno. Cristo mismo dice que lo hará separando unos de otros, como elpastor divide las cabras de ovejas. Y pondrá las ovejas a la derecha y a las cabras a laizquierda. Entonces el rey les dirá a su derecha: Venid, las bendiciones de Mi Padre,heredar el reino que se preparó para vosotros desde la fundación del mundo! " Tambiénles dirá los de la izquierda:" Apartaros de mí, malditos, en el fuego que está preparadopara el diablo y sus ángeles e irán los malvados al castigo eterno y los justos, a la vidaeterna". Y de nuevo, así es como terminará el Juicio que dice: "Y saldrán los quehicieron el bien a la resurrección de la vida, y los que hicieron mal, a la resurrección deljuicio ".También sobre la división en dos partes después del Juicio se menciona en laparábola sobre el trigo y la cizaña; la buena semilla son los justos que han dado fruto delas virtudes, y la cizaña, los pecadores contaminados con pecados; la cosecha imagina eljuicio; el amo de la casa es Cristo, y los segadores son los ángeles que estarán al ladodel Juicio, como Él Señor mismo interpreta así: De la misma manera, pues, que serecoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombreenviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los malvados y a los obradoresde iniquidad y les arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de losdientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre.La separación en dos va también en la parábola sobre las vírgenes sabias y las vírgenesnecias; los primeros son dignos de entrar en la cámara de matrimonio - el reino de Dios,

porque han cuidado por las virtudes, es decir por el aceite de sus lámparas encendidas;los otros son echadas y condenadas a las tinieblas más lejanas. Lo mismo se representaen la parábola, donde el Emperador - Cristo -recibe como invitados a los que vistenprendas de boda, es decir virtudes, pero lo expulsan de la fiesta y del reino, a los que lesfalta esta prenda, contando con sus siervos, los ángeles:“Atadle de pies y manos, yechadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.” Porquemuchos son llamados, mas pocos escogidos.»"

LA VIDA ETERNA.El reino de los cielos y el infierno.Ni el reino de los cielos ni el infierno, como hemos dicho, no son simples lugares, otierras ubicadas en algún lugar, pero realidades espirituales, que no se ven con los ojoscorporales. Los lugares al nivel de la mente, son adecuados para ciertas situaciones,pasos y formas de vivir. En los textos bíblicos, a menudo se representan de formamaterial: el infierno, como fuego, el gusano sin cesar, llorando y rechinando los dientes.Este es también el caso en las interpretaciones de los Padres que utilizan imágenes de lomaterial cuando pintan los tormentos del infierno y los deseos del reino; El último, porejemplo, aparece como uno un jardín lleno de vegetación o una fiesta con muchas ydiversos manjares - el símbolo de la fiesta siendo realmente usado incluso por Cristo.Ellos lo describen de tal manera para construir espiritualmente al hombre para temeral infierno y tener el celo por el reino de Dios a través de lo que se puede ver, sentir,como imagen de las realidades espirituales del otro mundo, incomprensibles para ellos.En otras palabras, estamos tratando con una expresión simbólica, que no debeentenderse a pie de la letra. De hecho, incluso los Padres que usan tales imágenes de lamanera habitual llaman la atención diciendo: "Cuando escuches acerca de (algunasrealidades espirituales) [...] debes entender desde el principio y , sino en términos delsignificado propio sino el simbolismo de lo relatado. "San Gregorio de Nyssa, porejemplo, cuando habla del manjar prometido a aquellos que han vivido adecuadamenteno son capaces de expresarse con palabras como seria el exquisitez ¿Cómo podríadescribir lo que el ojo no veía, el oído no oía y en el corazón del hombre no ha subido?Del mismo modo, ni la vida atormentada de los pecadores no puede parecerse aninguno de los sufrimientos que padece por el hombre en la tierra. Les das cualquiernombre y al compararlos con los sufrimientos más dolorosos del mundo, la diferenciaentre ellos es enorme. Cuando escuchas que también habrá un fuego, sabes que no tieneel mismo atributo que puedes encontrar a un fuego material; Este ultimo no se apaga,pero para el que conoce la gente aquí se ha descubierto varios métodos para suextinción; y entre lo que puede ser extinguido y lo que no puede ser apagado de ningunamanera hay una gran diferencia. En otras palabras, eso es completamente diferente alfuego de aquí. Cuando escuche también sobre el gusano que no muere, no deje que supensamiento se vaya por la semejanza de esta pequeña criatura que vive en la tierra,porque la adición "no morir" nos hace pensar algo de una naturaleza totalmentediferente a la que conocemos de la realidad terrenal”

1. El reino de los cielos.El Reino de los cielos, que los justos heredan para siempre, también se llama "el reinode Dios," o " paraíso" en un alto sentido, " vida eterna".Como dicen los Padres y el apóstol Pablo, la vida del reino no se puede decir,porque:"Los que el ojo no ha visto, y el oído no ha oído, y en el corazón del hombre no

han subido, así lo prepara el Señor para los que Le aman." Los santos recibieron elanticipo y su percepción en algunas visiones espirituales pero la verdad sobre el reinode los cielos permanece por encima de la palabra. San Pablo, secuestrado "a la terceramorada en el cielo", escuchó grandes palabras que el hombre nopuede hablar " Oh, cielo maravilloso, es posible disfrutar de ti, pero es imposible pensarcómo eres! De la enseñanza de Cristo y de los Santos Apóstoles sobre las cosasconocidos a trabes de espíritu Santo, podemos descubrir un poco de lo que significa estereino. El reino de los cielos es la multitud de bondades hechas por Dios desde elprincipio del mundo para los que son dignos de recibirlos:"Entonces el rey les dirá a los de su mano derecha: Venid, los bendiciones de Mi Padre,heredar el reino que se preparó para vosotros desde la fundación del mundo. Las cosasbuenas en el reino a veces son relatadas por los Padres a través de la negación, como elfin de todos los males que el hombre tiene en este mundo; a veces simplemente, como laadquisición de todos los bienes de que hemos sido privados en el mundo por causa de lamaldad. En el reino, escribe el san Juan Crisóstomo, "finalmente escapé del dolor, deltormento, del gemido, ya no es sufrimiento, pena o llanto, no hay objeciones yobstáculos; angustia y ansiedad. Arriba está la vida verdadera, sin muerte y llena debondad no mezclada con el mal. No hay nada que nos moleste, sin preocupaciones, sintentaciones, solo alegría, amor y felicidad. Todas estas son imágenes pálidas, porque elbien del reino es impensable y sobre todo más bueno que todos los bienes de estemundo. "El reino de los cielos, dice San Gregorio de Nazianz es: encontrar la máximapureza y perfección". El reino de los cielos significa, ante todo, estar con Dios; entrar enel cielo con los justos y encontrarse con Cristo, el amado por ellos donde lo verán en laluz de su gloria .Ahora vemos como en un espejo, un enigma. Entonces veremos cara acara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido.Luego dice en el mismo lugar Apóstol Pablo: "Lo sabré plenamente, como me heconocido a mí mismo".Y se sentarán y eternamente pasaráncon Dios y Él será "todo en todo" y serán perfectos en Él, tendrán el Espíritu Santo, ypor el Espíritu de Cristo, se unirán con el Padre, por igual en Él y teniéndolo dentro deellos. Estarán unidos con Él para siempre " que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí yyo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me hasenviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotrossomos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundoconozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.Esta unión plena con Dios en la época venidera se representa en la oración de la liturgiaen la que se pide: "Danos, Señor, para compartir contigo, para el día que nunca oscurecede tu reino! Los Justos también brillarán de esa luz que ellos ven y en la cualcontemplan a Dios En la santa Trinidad, uniéndose con Él. "Entonces los justos brillaráncomo el sol en el reino de su Padre. Compartiendo la luz divina y adorando con Cristo,serán participantes de la gloria de Dios y la comunión de la gloria divina verdadera lesofrecerá plena libertad, a los hijos de Dios. Los santos gozarán de todas las cosasdivinas. Porque el reino de Dios es "el compartir con gracia las cosas buenas que Éltiene a través de Su santidad". Y esto da a luz al justo gozo de la indecible; Y el apóstoldice que entrarán con gozo y alegría allí "donde Jesús entró por nosotros como unprecursor". La conexión del amor trae la verdadera felicidad que supera con creces todala alegría mundana en conjunto, llamada por la Santa Tradición," felicidad divina". SanJuan Crisóstomo dice más que la belleza del cielo y que vivir sin ninguna deficiencia odolor mundano, la verdadera causa de la felicidad de los santos es "la alegría de ver elrostro de Cristo y regocijarse con Él para siempre en compañía de los Ángeles,arcángeles y poderes celestiales donde la felicidad celestial es infinita porque, de

acuerdo con la palabra del evangelista: "Su alegría nadie se lo quitará de vosotros! ".Con los coros de los ángeles y todos los santos, los justos siempre alabarán a Dios. Porhaber descubierto, en toda grandeza, su poder y su gloria, todos ellos serán una fuentede alabanza honrando y adorando a Dios.En una palabra, hipotéticamente: "Aquellos que han hecho buenas obras, junto con losángeles brillarán como el sol a la vida eterna, junto con Nuestro Señor Jesucristo. Y loverán para siempre, y serán vistos por El, y se reunirán en el gozo infinito que viene deÉl, alabándolo con el Padre y con el Espíritu Santo por siempre sin fin."La vista de Diosen la luz de su gloria sin mancha no solo los une completamente a los justos con Dios,pero les transforma de manera maravillosa y los hará semejante a Él. "Lo que seremos,no se ha mostrado hasta ahora. Pero sabemos que cuando Él aparezca, seremossemejantes a Él, porque Le veremos tal como es. Entonces será plena la semejanza conDios que recibe los justos por gracia y les hará a través del espíritu, lo que es Dios porSu naturaleza alcanzando por Él la plenitud de la vida, eterna segúnlas ordenanzas establecidas de Su omnipotencia divina desde el principio para elhombre. "Por nosotros ha hecho, que" seamos participes de su naturaleza divina y desu eternidad mostrándonos como Él por la deificación a través de la gracia, para lo cuales toda la existencia y la creación de aquellos que son como también la creación y elnacimiento de aquellos que no son.En el reino, los justos saborearán la felicidad según su medida espiritual. Él mismoSeñor Jesucristo lo muestra diciendo: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas.""Todos tomarán su pago después de su trabajo. Otro es el brillo del sol, y el brillo de laluna, y el brillo de las estrellas. Porque las estrella se distingue de otra estrella por suluz."¿Y qué quiere mostrar a través de estas palabras? ¿Que tiene en común laresurrección con las estrellas y la Luna? Porque él mencionó la resurrección, muestraque la gran distinción será entonces entre la gloria de uno, aunque la resurrección es lamisma para todos. Las estrellas están todas en el cielo, pero no todas tienen el mismobrillo. Entonces, ¿qué aprendemos de aquí? Aunque todos los justos estarán en el reinode Dios, no todos disfrutarán de la misma bendición. No todos serán dignos de lomismo galardón, ni del mismo rango, pero cada uno, cuenta con un lugar según supureza ". El Señor está "recompensando las cosas buenas"; donde "el tamaño y elcamino de la recompensa de los justos es según la habilidad y el trabajo de las virtudesde cada uno Como todo el mundo disfruta del sol en la medida de la visión de cada unojusto será iluminado por el único Sol compasivo y se regocijará en su propia medida,según su gracia, pero la gracia divina es una y la misma y todos disfruta de una mismavista de Dios solo hay una alegría".El estado espiritual de los justos en el reino de los cielos es y se llama perfecto acomparación con esta vida terrenal, y no a sí misma. Al llegar ser como Dios, unido a Ély verdaderamente deificados, todavía tienen que aumentar continuamente su parecido,en unión y en deificación. Porque Dios, siendo infinito, siempre es corto e inexplicableen Su ser y el hombre nunca podrá ser capaz de beber todo el manantial de Sus gracias,pero tendrá una sed incesante, deseando la saturación de lo que no termina nunca. Paraver a Dios de verdad es que el que mira hacia Él nunca llega al final del deseo de verlo.El deseo del Bien, atraído por la atracción hacia el, se extiende siempre junto con elcamino que lleva a lo mismo. Y esto consiste en ver realmente el Dios: nunca encontraruna saciedad del deseo de encontrarlo. Como el vidente a través de lo que él puede ver,le quema el deseo de ver aún más. De mismo modo, ningún límite podría dejar deavanzar en el ascenso hacia Dios, porque, por un lado, no hay un limite para del bien ypor otro lado, el aumento del deseo por el bien nunca se corta." Esto es lo que otrospadres están hablando. Si el amor nunca llega a su fin entonces su límite es

verdaderamente sin limites. Entrando en ello, nunca terminamos, ni ahora ni en elfuturo, siempre añadiendo más luz a la luz. Hablando de los santos recompensados conla vista de la gloria divina, Simeón el Nuevo Teólogo dice que: "corriendo hacia el bienes incesante, el comienzo de la carrera ha terminado y el final de lamisma está comenzando. La perfección es sin fin. En el reino de los cielos la alegría nocesa, no se sacia nunca. El exceso de alegría es la causa de un amor más y más grandede Dios. El abrumador conocimiento divino aumenta nuestro santo deseo deconocimiento que nunca terminara ni tampoco se debilitara". El reino de Dios noconoce ansiedad y sufrimientos del alma parecidos a los deseos terrenales. Pero laalegría de los justos es perfecta, y ellos mismos también se maravillan al ver que lafelicidad continuamente perfeccionada brota una y otra vez una nueva y crecientefelicidad. Por lo tanto, vivir en el reino de los cielos no significa el descanso de algunaobra; Las obras de los poderes naturales del hombre, abrumados por las energíasdivinas no creadas, se desborda en aquellos que fueron hechos vasos elegidos por supureza y de ahora en adelante les acompaña la gracia divina que les conquisto suvoluntad. La vida del hombre en la eternidad no es la vida mera del ser humano movidoal cielo, pero una vida divino-humana en la cual sus poderes son movidos por la energíadivina. Entonces podrá decir la verdad: "Yo no vivo, sino Cristo vive en mí! "San Gregorio de Nyssa dice proclamando al apóstol que "el cese e interrupción detodos nuestros actos ahora, incluso de aquellos mejores, pero solo al amor nunca hallegado a su fin; cuando la esperanza se cumple, solo queda la obra del amor, que nopuede ser reemplazada incluso si todo lo demás cesa. Por eso el amor es el primero delas virtudes y los mandamientos de la ley. El alma, una vez en este estado, ya nonecesita los otros sentidos, porque ha alcanzado la plenitud de la existencia. La vidacelestial es amor, porque el bien es digno del amor de los quelo conocen y el conocimiento da nacimiento a más amor, porque lo que se conoce esbueno por excelencia. Del verdadero bien nunca te sacias. Porque no hay saciedad paradetener el deseo que tenemos de amar el bien, donde se entiende que en la vida divinala obra del amor nunca se detendrá."

2. El infierno

El infierno es representado por la Sagrada Escritura y por los santos Padres como unlugar de castigo, como un estado de los pecadores, que soportan por siempre tormentosy sufrimientos, sin la posibilidad de escaparse. La primera causa del sufrimiento es,según los Padres, el fuego infinito y eterno, conforme a la palabra de Dios: "Apartaos demí, malditos, en el fuego eterno, que está preparado para el diablo y sus ángeles.Además de el fuego que no se apaga " Cristo también habla del "gusano que no muere"y de vivir para siempre con el diablo y sus ángeles, mientras que los justos tienen partede la comunión con Dios, los ángeles y la multitud de santos. El horror del sufrimientoallí se muestra en el lamento y el rechinar de los dientes, de los cuales Cristo habla. Elinfierno es también un lugar de de las tinieblas oscuras "el campo de oscuridad y lassombras de la muerte, el país de la oscuridad y la injusticia, donde la luz es lo mismocon la oscuridad ", así como dice Job. Cristo mismo lo llama la "oscuridad másprofunda".Al expresar el infierno, los Padres solo toman las palabras de las SagradasEscrituras, a veces floreciendo y aumentando los detalles, materializando lossufrimientos, para que el hombre pueda sentir y temer viendo lo que va a ser el destinode los pecadores. Pero no olvidemos que estamos tratando aquí con una expresiónsimbólica. Así, muchos padres apuntan que el fuego del infierno no es este fuegoconocido por nosotros, sino uno "como solo Dios sabe."Siempre ardiendo que nunca se

apaga pero no limpia y consume como el fuego de la tierra, porque después de laresurrección, los cuerpos de los pecadores permanecen así como los de lo justos,incorruptibles. Él no padece el sufrimiento corporal o del alma, porque después de laresurrección, los hombres no tienen dolor físico en sus cuerpos y almas. Así que lostormentos del infierno, que son tanto del alma como del cuerpo, porque el hombreresucitado sufrirá entonces un profundo cambio, son de naturaleza espiritual. Los padresdicen que el gran sufrimiento será la privación de una vida libre. Luego "Vergüenza y elcontinuo remordimiento del mal y reprensión de la conciencia". La misma vergüenzaperdurará luego en los pecadores a la vista de los santos y sagrados poderes del cielo, aligual que Adán cuando ha pecando y después se encontraba desnudo ante Dios es decir,sin los dones divinos y la gloria de Dios que compartió en un principio. El eternosentimiento del mal, imaginado en parte por "El gusano sin cesar" nace de los pecados ysus malas vidas en la tierra, cuya memoria ya no se extingue y ya no se puede arreglar."Vamos a pensar en el dolor amargo del infierno, que morará en el alma a través de laconciencia, la memoria de los males hechos por él a través del cuerpo."Quien - sepregunta san Máximo - podrá soportar la pura vergüenza por la conciencia queaparecerá ante el cuando se revelara los hechos ocultos? ¿Quién podrá medir el llanto yesas lágrimas amargas e inútiles, y el rechinar de dientes, y los dolores de aquellosabrumados por el resentimiento por su propia maldad que siempre morara en suscorazones destrozando con razón lo más profundo del alma? ¿Quién puede describir laangustia causada por la incapacidad y la poca esperanza de cambiar el estado deltormento que los presiona y regresar en final, a una vida mejor? Todos los padres, sinembargo, dicen en una voz que en el infierno el mayor tormento proviene de seralejados y separados la presencia y el rostro de Dios, la ausencia de Su presencia y labondad que brotan de él y por la ruptura de la comunión con Dios. En comparación conel sufrimiento del infierno a lo que se puede soportar aquí en la tierra, hay algo másagudo que estos tormentos. La pérdida de los bienes celestiales que les traerá a los quiensufre tal dolor, una angustia tan terrible del alma y tanta pena que si no existiera otrotormento, solo con este sería suficiente para desgarrar sus almas con tanta amargura,siendo el peor castigo de todos los demás tormentos del infierno ". "Es la ebulliciónmás fuerte que todo el sufrimiento del infierno, de ser privado de la gloria celestial.Quien será desheredado por ella, que no llore mas por otro sufrimiento del infierno,sino solo por la perdida de esta bendición que vierta las todas las lágrimas”. SanMáximo el Confesor también dice que el alma será arrojada para siempre de la gloriadivina, como un castigo temeroso de interminables siglos de alejamiento de Dios”. YSan Basilio dice que "arrojar el alma al infierno significa negar la cara de Dios" pero la"alienación y odio por parte de Dios me resulta más difícil que todos los castigos delinfierno. "Nada es más terrible imaginado, la eternidad sin Jesucristo! Mejor un infiernocon Cristo - perdonar esta palabra necia - que un paraíso sin Jesucristo. Los pecadorestienen la eternidad en el infierno, pero no tienen parte de la vida verdadera, la vida enDios. Así es como soportan para siempre una "segunda muerte" la única muerteespiritual. "Esto es realmente la muerte de segunda, la privación del alma de la graciadivina." La falta de vida también significa privar a los pecadores de las energíasdivinas, es decir, de la "gloria de Dios. Estas energías son poderes divinas que se ven ycomparten su gracia con aquellos que son dignos de recibirlos pero imposible deobtener por parte de los pecadores. San Nicodemo muestra tremendamente la magnitudy profundidad de esta pérdida: "Será solo poco de daño y un poco de dolor perder, -ohpobre pecador - al mismo Dios, que es toda la dulzura, la alegría, el deseo y la plenitudsin límites; que Todo es luz y el comienzo de la luz. ¿Sabiduría y principio de lasabiduría? Es poco el dolor de perder a Dios cuya belleza está más allá de cualquier

belleza, su sabiduría está superando cualquier sabiduría, y su dulzura supera cualquierdulzura? Si solo un rayo de Su gloria brillaría en el infierno, el infierno prontocambiaría al paraíso. En una palabra - pobre pecador - es poco dolor perder, a tu Dios,¿Cuál es el motivo más alto, el principio, medio o el final de tu ser? Cómo nosuspiraras, desde el fondo del corazón, porque has perdido tantas bendiciones y donesde parte de tu Padre celestial en cambio has heredado mucha malicia y tormento; Endefinitiva, cómo no estar de luto – pecador- por perder a tu Dios, cuando en realidadhas perdido, todo junto? ¡Oh, pérdida ilimitada! Una pérdida sin limites! Estoy seguro,hermano, si vieras esta gran pérdida que sufriste por tus pecados, usted llorarías al igualque el emperador que, en el momento de su muerte, dijo que tenía perdió todo porque,perdiendo a Dios, perdió tanto su cuerpo como su alma y la tierra, el cielo y el paraíso,la vida eterna con todo lo que tiene. La multitud de estas energías se mezcla y emana laLuz Divina, de la cual los condenados al infierno no tienen parte. Por eso se llamainfierno el lugar de la oscuridad y el reino de las sombras.Pero no es posible restringir las energías divinas que brotan del Padre a través del Hijo,en el Espíritu Santo, para no cubrir todas las partes, e hasta podemos decir sin miedoque incluso en el infierno Dios está unido a todos, siendo "¡todo en todo!" La luz divinabrilla en todas partes y siempre brillara; tocando hasta el infierno incluyendo a los queestán encarcelados allí. El amor de Dios, como energía divina, envuelve a todos porigual, ya sea infierno o reino celestial. La gloria de Dios no es impotente, paraprevalecer las puertas del infierno; los que son indignos son los impotentes de recibirloen el infierno porque cerraron el radio de gracia divina por su voluntad constantementemala. San Máximo el Confesor, nos da una visión profunda sobre estas cosas, dice que,al final de los siglos, Dios se unirá con todos, de ambos lados; y la unión con Él, de losdignos, el amor y el deseo de Su gracia, es deleite y felicidad. Por el contrario, para elindigno, que rechazó la gracia, es el dolor y sufrimiento, porque son, obligados a"soportarlo": "Sobre todo, llamamos gozo Divino y compasivo, que Dios proclama auniese en gracia con los elegidos y por el contrario es dolor indecible que nace de lafalta de ese placer y la ausencia de la gracia de los indignos.Uniéndose con todos, según la calidad del estado de cada uno, donde solo Dios conoceel sentimiento correcto para cual y según se ha preparado para recibir la divinidad, esdecir El que Se unirán con todos al final de los tiempos” Aquellos que están condenadosal infierno también ven a Dios, ven al amor y la multitud de cosas que los justos recibencon acción de gracias y cantando alabanzas, respondiendo al amar con amor, mientrasellos sufren que han sido privados de todo esto para siempre, por su culpa. El tormentoaumenta al verlos y comprender lo que han desperdiciado y cuánto han sido dañados.Gregory de Nyssa dice que el tormento del infierno es la falta de Bien que, finalmente,van a conocerlo. Pero el bien perdido, dice San Gregorio, para ellos es "la furia querabia su alma. Entonces verán como fuego Aquel quien no conocían y no creían el quecomo luz. Pero ese fuego es oscuro; Mejor dicho es lo mismo con la oscuridad previstacomo su castigo”. San Isaac Sirus todavía dice aún mas claro, mostrando que el amoren sí mismo es la fuente de sufrimiento del infierno., porque ven el gran amor que Diostiene para ellos, pero no pueden regocijarse y no pueden regresar a Él con debido amora sus pecados. Y no hay mayor tormento que este: "Digo que los que son torturados enel infierno serán azotados por el látigo del amor. Que sufrimiento más terrible y quetormento peor que el amor puede haber! Aquellos que se sienten mal por el amor sufrenallí el castigo más grande que es la tristeza del alma por el pecado de noamar, y es más agudo que cualquier tormento. Es una locura pensar que en el infiernolos pecadores son privados del amor de Dios! El amor es el origen del conocimiento dela verdad, la cual, según el testimonio del mundo, fue dado a todos. Pero el amor trabaja

a través de su poder de dos maneras: a los pecadores, al igual como sucede aquí en latierra, un amigo hace de sufrir a otro amigo pero a los que han guardado el mayor detodos los mandamientos se regocijaron. Esto es por mi juicio, mi opinión sobre el mal ode la tortura en el infierno". En una de sus epístolas, San Máximo el Confesor habla condolor sobre la oposición a la gracia divina a lo largo de la vida, por la cual los pecadorestambién se encuentran en el pecado, y en la cual, todavía perdura, a pesar de que ahoralos ven brillar en toda su gloria: "Tu juicio es correcto, oh Dios. ¡Llamándonos pero note escuchemos! Estas hablando con nosotros, pero no nos acordamos! Nos falta el poderde tu consejo, porque no recibimos tus palabras por lo tanto con razón vino sobrenosotros la destrucción, el miedo y la molestia [...] porque odiamos la sabiduría ynegamos el temor hacia Ti y no queremos tener en cuenta Tus consejos, así quecosechamos los frutos de lo que sembramos y alimentamos nuestra insensatez.La separación para siempre de Dios se debe por lo tanto a la libre elección en la cual elhombre no solo lo hace una vez sino que constantemente permanece en ella. El hombrees el culpable del tormento que sufre; no Dios castiga, sino que él mismo se condenarechazando el don de Dios y careciendo de unidad y comunión con Él: "Para aquellosque persisten en el amor con Dios les da comunión con él. Pero la comunión con Dioses vida y deleite en las cosas buenas que vienen de él. Por el contrario, aquellos quevoluntariamente eligen estar separados de Él, recibirán como castigo la separación queellos mismos hayan elegido. Y la separación de Dios es la muerte; separación de la luz,oscuridad; separación de Dios significa la pérdida de todas las cosas buenas queprovienen de él. Así, que aquellos que, a través de su apostasía, tienen perdió todo yestán carente de todo lo bueno, arrojándose a las tinieblas; Dios no les toma por delantecon el castigo, sino el castigo les viene de la ausencia de todo el bien. Y porque el biende Dios es eterno e incesante, su ausencia no puede ser sino eterna". Por San Máximo,escuchamos a los moradores del infierno confesando: "Recibimos las cosas de nuestroshechos, mejor dicho, soportamos lo que merecemos por el sentido de nuestra voluntad!En esencia, imaginando el infierno san Máximo, Gregorio de Nyssa,Isaac Sirio e Irineu tienen una y la misma forma de pensar. Sin embargo, VladimirLossky, en la teología mística de la Iglesia oriental cuenta con San Máximo, el confesorrepresentante del pensamiento ortodoxo en ese momento cuando, dice que "las criaturasserán levantadas incorruptas, para unirse con Dios convertido 'todo en todo'. Peroalgunos estarán unidos por la gracia, otros, fuera de la gracia, según San Máximo.Algunos serán deificados a través de las energías divinas que han adquirido dentro de suser; Otros permanecerán afuera, y para ellos el fuego divino del Espíritu santo será unallama del exterior e insoportable para todos aquellos cuya voluntad se opone a Dios.Entonces, según los Padres, la distinción entre el reino de los cielos y el infierno"pensando humanamente para Dios no hay ni cielo ni infierno. Aún que por supuesto,hay dos formas de vivir, pero Dios no lo hizo así. Está claro en la tradición patrísticaDios mismo es el cielo para los santos y el infierno para los pecadores". El mismo poderdivino, según como se siente y se percibe, hace que nazca el reino de los cielos oenciende el fuego del infierno. La luz divina, como la luz del sol, se siente tambiéncomo brillo o quema. Los justos reciben la iluminación y la alegría de las maravillasque se les muestran; los pecadores, como los ciegos que no pueden ver, sufrirán laquema pero la vista y el amor de dios no lo sentirán como una luz que brilla yresplandece, sino como un fuego sin brillantez que arde en la oscuridad, que noconsume y que no da luz. El mismo padre, señalando cómo los tres jóvenes arrojados alhorno se enfriaron de la furia del fuego que ha consumió todo lo demás excepto aellos."La voz del Señor cortó en dos las llamas del fuego. "Porque, según el SantoPadre, en el fuego hay dos poderes: uno que quema y otro que ilumina, y "el poder

punzante del fuego pertenece a aquellos dignos de ser quemados y el poder luminoso, através de su brillo, está otorgado a los bienaventurados. La voz del Señor, por lo tanto,corta el calor del fuego y lo divide para que el fuego sea luminoso y luz del descansopara los justos y oscuro sin brillo que arde sin consumir a los pecadores."En resumen,como dice san Gregorio de Nacianceno, el pecador" está condenado a la oscuridad,donde verá como fuego Al que no conoció como Luz en vida". Hay una oración, dondeexclama: "Oh, Santa Santísima Trinidad, será un día en el que todos te conozcan,algunos como Luz y otros como castigo! " Del mismo modo la Palabra de Dios será untormento para los indignos, y consuelo por aquellos que se han preparado en la purezade recibirlo cuando escuchara estas palabras: "Reciba la justa recompensa dada por lamano derecha y justa de Dios: luz para aquellos que tienen una conciencia iluminada,es decir, Dios mismo El que se ve y se conoce por la medida y pureza de cada uno, quees el reino celestial; y por el contrario, la oscuridad para aquellos con mentes oscuras, esdecir la distancia del rostro de Dios como su ceguera de aquí, de la tierra".San Juan también dice lo mismo: ", Al llegar el fuego sagrado y por encima de loscielos, a los pecadores los quema por la falta de pureza; y a los justos los iluminansegún la perfección que hayan adquirido. Por lo mismo se llama fuego ardiente y luz derayo ".Como se puede ver en los textos citados, los tormentos del infierno y la felicidaddel reino pueden ser más grandes o más pequeños, según el estado de cada uno. "Lostormentos también son diversos al igual que las recompensas " la cantidad y el tipo derecompensa que tendrán será después la habilidad y el trabajo de las pasiones o virtudes.Los pecadores van al infierno, pero no todos sufrirán el mismotormento ", San Juan de Crisóstomo dice que "cuanto más mal hay en cada uno, peor esel dolor pero el tamaño y el tipo de recompensa que disfrutarán será según la habilidad yel trabajo de las pasiones o las virtudes". Pero debido a que estas palabras pueden darlugar a una pregunta: "Si uno va a ser castigado mucho y otros muy poco? San Basilioel Grande responde con los siguientes argumentos:"Lo que parece ser incierto y cubiertoen algunos lugares de la Escritura de Dios están claramente explicados en otras partes.El Señor a veces dice que:"Ellos irán al castigo eterno y en otras ocasiones seránenviados al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles ", y habla del"infierno como el fuego que no se apaga donde el gusano nunca muere". Además de esto,les dijo a algunos, a través del profeta, que su gusano no morirá, y su fuego no seextinguirá. Hay muchos lugares de las Sagradas Escrituras insuflados por Dios dondese recuerda los castigos, pero muchas personas se olvidan de tantas Palabras y juiciosdel Señor, para atreverse aún más a cometer el pecado de imaginar un punto final delcastigo, Pero si el castigo eterno terminará alguna vez, ciertamente la vida eternaterminara también. Si pensamos en aceptar que hay una vida eterna, entonces quémotivo hay para pensar que el castigo no será también eterno? Porque la adición de laeternidad se refiere igualmente a ambos casos sobre todo cuando Él señor dice: "Y ellosirán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna". Entonces, es apropiado saber" quienserá castigado mucho y quien será poco" eso no muestra un final sino una diferencia desentencia para cada. Porque si Él es el juez, no sólo de los buenos, sino también de losimpíos, dando a todos de acuerdo con su obra. Tal vez uno puede ser digno del fuegoinsaciable, y quemarlo más fuerte y otro, digno del gusano que no muere que le roerásuavemente o con más crueldad, según su maldad; y otro puede ser digno de infierno,que tiene diferentes castigos: uno merece la oscuridad mas profunda, otro está solo en elvalle de las lamentaciones y el otro en el rechinar de los dientes. Para "la oscuridad másprofunda" muestra que también hay algo de oscuridad menos profunda. "En el fondo delinfierno "muestra que algunos están sin duda en el infierno, pero no tan a dentro porquesoportaran menos castigo. Esto se puede comparar con las enfermedades del

cuerpo. Uno quien sufre de resfriados pero también tiene signos de otras enfermedades;y otro sufre solo resfriados pero no es lo mismo. Un miembro del cuerpo, sufre más omenos que otro. Pero el Señor hace el uso habitual de las palabras, cuando se refiere amayor o menor castigo así como otros como estos. Porque sabemos que solemos decirde los que sufre de un simple resfriado, fiebre o enfermedad: "¡Ay, cómo sufrió!"¿Cuanto tormento? "(aunque no es realmente no es un gran sufrimiento) "Mucho" o"poco" no se refiere tampoco a la extensión del tiempo, sino a la diferencia del castigo."

3. Apocatástasis

La pregunta anterior, que el Santo Padre no quiere dejar sin resolver, nos envía a untema largo y muy debatido en la Iglesia, que es la apocatástasis. La teoría de laapocatástasis, es decir, la restauración universal del estado paradisíaco, fue apoyadaespecialmente por Orígenes y la corriente origenista. Con ambigüedad habla de ellaSan Gregorio de Nyssa, tanto lo que le permitió el poder de ser interpretado en elsentido ortodoxo por algunos autores antiguos y también por algunos autores modernosen diferentes épocas y en diferentes formas. También aparece para algunos pensadorescristianos, para quienes la idea del infierno eterno parece ser incompatible con labondad de Dios. Según esta teoría, el infierno no durará para siempre; los que están allí,incluso Satanás con sus demonios, eventualmente serán liberados y salvados. Pero estateoría sigue siendo marginal. Ella levantó mucha critica de parte de los santos padresincluso antes de ser condenada oficialmente por la Iglesia, junto con otros errores deOrigen. En el quinto Consejo Ecuménico, celebrado enConstantinopla en al año 553 a excepción de Orígenes y sus discípulos, aprendemos laslecciones de todos los demás Padres sobre el tormento eterno del infierno y el destino dequienes los soportan Contra la eternidad del infierno, surgió la palabra de lamisericordia de Dios. Pero, como dicen los Padres, el infierno no es según la voluntadde Dios, sino después de la mala voluntad de Satanás y sus ángeles, y de los hombresque los acompañaron. El infierno, así como un mal en si mismo, no existe, pero si comodefecto y falta de bien; El infierno es la privación de los pecadores de los bienes delreino de Dios, porque ellos han rechazado a Dios. Desde aquí se ve claramente que nofue hecho por Dios donde su eternidad es dada por la firme voluntad de Satanás y losdemonios pero sobre todo del hombre que eligió resistirse hasta el final de la graciaeterna e no creada de Dios. “La justicia de la condenación eterna es especialmenteevidente por el hecho de que los pecadores son tenaces en su voluntad convertida enmal, y una voluntad eternamente mala le corresponde el castigo eterno "Muchos Padres,incluyendo San Máximo el Confesor, están usando este argumento, del libre albedríodel hombre que Dios no lo fuerza de ninguna manera, respetándoles hasta el final laelección con todas las consecuencias, incluso si son malas. Sin embargo, hay dosobjeciones: primero, quién puede decir que los que están en el infierno se quedaran sinduda en el infierno para siempre, ya que, antes del Juicio Final, ¿el destino de cada unono está aún sellado? Entonces, ¿cómo podemos saber de antemano que aquellos en laoscuridad más extrema, que es el infierno. ¿Se mantienen firmes en su mala elección yno cambiaran? En cuanto a la última pregunta, recordemos que tan pronto como ellospasó el umbral de la muerte ya no puede arrepentirse o hacer otra elección; hasta eljuicio final, aunque las oraciones de la Iglesia, de los santos y de sus semejantes queestán todavía en la vida, son un hilo de esperanza para cambiar su destino. (Pero, comohemos visto, solo es posible para aquellos que tenían un buen sentimiento en ellos e unhilo de arrepentirse, antes de ser cosechado por la muerte). Es cierto que la incapacidad

de trabajar algo después de la muerte parece ser una restricción de la libertad. Pero elhombre sabe que este límite se ha establecido desde un principio y no le queda otra quepensar bien antes de hacer su elección. Ante esto, también nos insta la parábola sobre elpobre Lázaro y el rico, y las palabras de los santos Padres, que siempre se molestan endecir:"Ahora es la buena noticia, ahora es el día de la salvación; ¡Esta es la edad delarrepentimiento. La primera objeción es fácilmente rechazada por la palabracontundente de Jesucristo, que dijo que el castigo será eterno; y Dios mismo siendo,sabe el principio y conoce también el final. La enseñanza de la apocatástasis no ha sidobien recibida por la Iglesia, porque la Iglesia ha continuado junto con los creyentes orarpor la salvación de todos los hombres. Porque una cosa es decir como verdadero, lasalvación de la gente en común porque Dios es misericordioso y otra cosa es desear ypedir con esperanza a Dios que la salvación sea posible para todo el mundo.. Y mientrasen la edad que estamos, el destino de los que están en el infierno aún no está sellado,son totalmente justificadas nuestras esperanzas, y oraciones.

La preparación para la vida de mas allá.

1. El sentido de conocer que nos espera en el mundo más allá. Todo lo que se ha dichohasta ahora demuestra una opinión generalizada de que el cristianismo permanece ensilencio cuando se trata de la vida después de la muerte. Pero es una afirmación falsa.La investigación de las sagradas escrituras y la tradición patrística nos lleva a unarepresentación exhaustiva y clara sobre la muerte y lo que está sucediendo después,incluso sobre el destino del hombre en la eternidad. Pero ni en las Escrituras ni en lasobras de los santos Padres no encontraremos una descripción detallada de la vida de Elmundo de más allá sino solo simbólicamente. Está claro que Dios no ha permitido quelos muertos descubran a los vivos, como exactamente es el otro mundo. En el ejemplodel pobres Lázaro y el rico, la implacable contestación de Abraham: " Tienen a Moisésy los profetas;¡Escúchenlos! ". Pero él insistió y dijo:" No, padre Abraham, si uno de losmuertos irá a decírselo, ¡se arrepentirán! ", pero se le contesta sin rodeos:" Si ellos noobedecen a Moisés y a los profetas, ni siquiera creerán si alguno de los muertos deberíaresucitar”. De manera similar, San Juan Crisóstomo que a menudo retrata el tormentodel infierno y el gozo del reino, cuando se le pregunta: "¿Dónde está el lugar, delinfierno entonces?", El santo les responde muy directo: "¿Qué te importa? [...]No esnuestro el trabajo de investigar dónde está, sino cómo deshacernos de él.” Ambos, tantolas Escrituras como los Santos Padres, enseñan una y la misma cosa: el conocimientode lo que sucede después de la muerte y qué forma de vida hay en el mundo más allá noson de gran utilidad para saberlo el hombre; solo es bueno prepararse de por ahora porlo que esta por venir. A la hora de la muerte, toda nuestra ciencia es necia, y soloseremos beneficiados del arrepentimiento, de haber sido puros y llenos de toda virtud,amantes de Dios y del prójimo, participes de las oraciones de la Iglesia, de los santos yhaber tenido parte de un final cristiano, sin dolor, sin miedo, en paz", hasta al final delos siglos, para dar "Una buena respuesta al terrible juicio de Cristo", como se suelepedir en la Divina Liturgia. Pero incluso cuando los Padres rompen el silencio, tambiénlo hacen para nuestra construcción, mostrándonos que estaremos investigados hasta queentremos en la eternidad, que tomaremos nota de todo lo que hemos hecho, que nuestrodestino depende de cómo estaremos en la hora de la muerte, y entonces es imposibleque podamos cambiar de alguna manera Este es el uso de las palabras de los padres,para hacernos preparar por ahora de la muerte para ser dignos de estar a la derecha yescapar del lado izquierdo. El propósito es despertar en nosotros el celo por la salvacióny el horror por el infierno y nuestra perdición. "Recuerda el reino de los cielos, como

deseo de atraerte un poco hacia el cada día. Recuerda que hay un infierno para odiar loshechos que te llevan a el. "Recuerda todos los días antes de hacer cualquier acción ysiempre piensa dónde estás y adónde iras cuando tu alma partirá de la carne, y nodesperdiciaras ningún día. Toma en cuenta la recompensa que recibieron todos lossantos por su celo para que seas atraído poco a poco hacia una vida virtuosa. Perotambién piensa en las condenas que han tomado los pecadores, y manténgase alejado delmal. La mayoría de las veces, los padres nos instan a mantenernos alejadosdel infierno, sabiendo que el hombre natural está inclinado más fácilmente por el miedoal sufrimiento, no por el anhelo del reino, de Dios que parece mas difícil de imaginar, ymuy distante. "De esta (segunda) muerte, del castigo eterno, huyamos a todo poder.Cortemos, neguemos y no recibamos nada de aquellos que nos bajan y se apartan deDios y traen tal muerte Porque el que teme al pecado no temerá la hora de su muerte."Recordar siempre y tener ante los ojos el fuego y el tormento eterno, a los que soncondenados y torturados, considerándote a ti mismo como uno de los que estánsufriendo allí y no uno de los vivos! " y así no pecaras. Porque las personas no recibencon gusto estas exhortaciones y por lo tanto los santos padres justifican su palabra,diciendo: "Sé que les estoy enojando y lo siento por estas palabras. Pero, ¿qué debohacer? ¡No me gustaría decir eso! Me sentiré feliz yo personalmente y a todos ustedesque les gustara la delicia de la virtud. Pero como la mayoría de nosotros vivimos enpecado, quisiera que alguien me diera tanto poder realmente para indignarles de verdady tocar el alma de todos los oyentes. Entonces si dejaría de hablar sobre infierno. Deverdad nada debería ser más agradable que hablar sobre el sufrimiento del infierno,porque no hay nada más desagradable y amargo que sus tormentos que tanto molesta,pero en apariencia nos quita el infierno porque, estas palabras al entrar en las almas,nos conmueven y nos cambian todo el comportamiento, nos hacen más dedicados arecibir los mandamientos de Dios, levanta nuestras mentes, priva nuestrospensamientos, ahuyenta el mal ataque de la lujuria, estas palabras son un verdaderodoctor ; Representando las terribles pruebas que le espera al alma pecadora,es útil que un hombre los conozca de antemano para corregir el modo de pasar la vida:"Si este es el caso, ¿qué clase de personas debemos ser en la vida de buena fe? ¿Quétipo de amor debemos agonizar? ¿Qué tipo de vida? ¿De qué manera? ¿Qué tipo derecuerdo¿ Qué clase de oración? ¿Qué forma de cuidado? "Esperando estas cosas,digamos, ser listos para estar en paz con Él, y ser perdonados "para que podamosescucharlo, al Señor diciendo: «Vengan, los bendecidos de mi Padre para heredar elreino que se preparó para vosotros desde la fundación del mundo! San Juan Crisóstomomuestra que es útil hablar con la gente sobre la vida de más allá, porque es peligrosopermanecer en la ignorancia: "¿Quién no vive en la espera de la resurrección no tienemiedo al juicio que hay nada mas que pasar el umbral de otro mundo y dar cuenta desus hechos pero piensa que todo se termina con esta vida, entonces no cuidará la virtud;¿y para que cuidar mientras no espera una recompensa por su labores? Él no huye delpecado, porque no cree que se condenará a sí mismo por su iniquidad, pero se dejarállevar por el anhelo de su deseo y hará todo el pecado posible. Por el contrario, el quepiensa que habrá un tribunal, tiene los ojos abiertos al terrible juicio que le esperaevitando una sentencia sin posibilidad de recurrirla cuya decisión firme caerá sobre el,todo esto le conduce a una vida mas virtuosa, huyendo de la fornicación, del orgullo ycualquier otro pecado”. Por lo tanto, cada uno de nosotros tendrá que rendir cuentas porsí mismo ante Dios. Y no solo está la adoración la que todos debemos al Señor, peromuestra que él hará a todos dar cuenta de sus hechos. Por lo tanto, amar unos a losotros, vigilar y preparase para luchar en una guerra espiritual, porque he aquí Él Señorque está sentado en el tribunal!

2. Recordando la muerte.Los Padres siempre exhortan el recuerdo incesante de la muerte - sabiendo queciertamente algún día moriremos- que al adquirir el buen asentamiento de nuestrasalmas, superemos la gran prueba de esta vida, para ser dignos de entrar en el reino delos cielos. Para dar buen fruto, el esfuerzo debe ser incesante. "Debemos vivir más en laedad venidera y hacer de esta vida meditación sobre la muerte!" Recuerda siempre lahora de tu partida, y mantén tu muerte para siempre ante tus ojos! ""¡El recuerdo demorir que duerma contigo y se despierte contigo como un buen maestro del alma y delcuerpo ". A través de este profesor, el hombre puede verdaderamente negarse a símismo al mundo y a los deseos de la carne y hacer que el alma salga del cuerpo másfácil. Ella protege al hombre contra el pecado, va en contra de las pasiones y une alhombre con Dios a través de su voluntad mediante el cumplimiento de losmandamientos. El recuerdo de la muerte junto con el arrepentimiento lleva al "cuidadode toda la virtud". Por lo tanto, el recuerdo de la muerte en sí mismo provoca elarrepentimiento, y el que lo ha adquirido la penitencia cruzara ileso por las puertas dela muerte. Es bueno recordar que a la salida del cuerpo está el miedo a la muerte, pero eltemor bueno a la muerte de los que teme el juicio de Dios y su juicio justo. El hombredebe tener tal temor de encontrarse con Dios como su propio aliento" es decir,incesante. San Basilio el Grande escribe: "Bendita es el alma que no tiene otropensamiento en su mente día y noche, que saber responder sin miedo de la conducta desu vida en el gran día, cuando todas comparecerán ante el juez para rendir cuentas desus hechos”. Los santos Padres dicen que cada día debe ser vivido como si fuera elúltimo."Sin duda, la muerte de todas las pasiones es pensar todos los días que hay quedejar este mundo y vivir como si fuera hoy el ultimo día de ti vida y no pecarás mascontra Dios! "Porque el que tiene la muerte casi en su expectativa, no peca mucho. Peroel que espera la muerte venir después de mucho años se enredará en muchos pecadospor su desgracia. Dios cuida de limpiar el camino del que se prepara para rendirse peroel que lo desprecia, y dice: "Todavía estoy allí hasta que llegue la hora de mi muerte"vive en pecados" San Antonio transmite las dos exhortaciones, diciendo: "Nocaigamos en la ignorancia, es mejor pensar en lo que dice el apóstol: "Cada día muero".Si también viviéramos como aquellos que esperan morir todos los días, no pecaríamos.Tenemos que entenderlo así: levantándonos, todos los días para pensar que no nosquedaremos con vida hasta la tarde; y cuando nos acostamos debemos pensar que quizásno volveremos a levantarnos. Porque nuestra vida es la incertidumbre, y es medida porla misericordia de Dios.

3. Volver a recordar lo ultimóSan Máximo el Confesor nos insta a admitir el pensamiento de la muerte y al fin delmundo "Enfrenar, los sentimientos que se mueven y trabajan en forma desordenada; através del temor de Dios y al pensar en la amenaza de la muerte En todo y sobre todopara recordar la terrible salida del alma de la carne. Pensemos cómo se encontrarán conél en el aire los maestros y los poderes de la oscuridad, atrayéndole hacia ellosdesgarrarlo hasta el punto de la mala familiaridad que había ganado a través de laintercesión de quién sabe qué pasiones. Pensemos en el dolor amargo del infierno, ¿quéserá? morar en el alma a través de la conciencia y el recuerdo de los malos hechos por elcuerpo. Pensemos en ello el último acto de todo el mundo, cuando el fuego quemarátodo este mundo, el mar desaparecerá, y la tierra se estremecerá, y saldrá de su interior

para mostrar, los interminables billones de cuerpos humanos desde Adán. Pensemos enla terrible hora de la respuesta que hay en el terrible y temido juicio de Cristo, cuandotodo el poder de los cielos y toda la multitud de hombres, desde la fundación delmundo, se verán cara a cara, donde hasta el pensamiento más simple estará descubierto;cuando algunos los recibirán para la gloria de los hechos en la luz Brillante de LaSantísima Trinidad. Brillará claramente solo para aquellos que pueden mirar y recibirpor Él la pureza del alma; y otros, por sus malas acciones, recibirán la oscuridad masprofunda ,el desgraciado gusano y el fuego que no se apaga incluso lo más difícil desoportar, la vergüenza infinita de su conciencia. Recordemos todo esto, intentamos deser dignos de lo primero, y de los otros no ser condenados a soportarlas. Hagámonos-mejor decir- ser todos de Dios y con Él en su totalidad, no tener nada terrenal ennosotros para que podamos acercarnos a Él y hacernos dioses por gracia, tomando deDios la gracia de ser dioses. Porque así se honran los dones de Dios, y la alegría serecibe con alegría y el gozo de Dios. "En la primera de sus cartas, el Santo Padrepersiste en tales pensamientos, como alguien que repudia los pecados y haciéndonoscompañeros para movernos a negar todo el mal mientras estamos al tiempo; porque paraentonces no habrá manera de volver: "¡Correcto es el juicio de Dios! No dejaremos dedecirlo entonces. Nosotros también fuimos llamados pero no hemos hecho caso. Meaconsejaron y no me acordé. Nos enseñaron todos los días los castigos que nos esperany despreciamos lo que nos ha dicho. De lo contrario, no estaríamos tristes ahora. Nosparecieron tonterías, pero ahora nuestras vidas son amargas. Nos decían a menudo.¡Oh,astutos comerciantes! Oh, el milagro de la decisión justa de Dios acerca de nosotros¡mirarnos ahora! como nos recompensó con el tormento por nuestros pecados! Hemossido correctamente juzgados como parte de la aterrador destino nos merecemos elinfierno. Hemos sido condenados a vivir en esta oscuridad, porque amaba todas lasmalas opiniones, mentiras y las palabras feas, apreciaba las pasiones mundanas muchomás que todas las cosas buenas y divinas. Es por eso que, con razón, nos lo perdimosahora la Luz, porque no hemos visto la luz de la gloria de Dios en nuestra vida temporalpero nuestros ojos, nuestros oídos y a través de la lengua precisamente, hemos roto entodos los puntos de vista, los mandamientos divinos. Con la envidia y nuestra maldadnos hemos contaminado nuestro ser hecho semejante a la imagen de Dios. Nosarrojaran al infierno y nos clavarán en todo su abismo. En lugar de pensarhumildemente en los altos y divinos mandamientos de Dios, elegimos el orgullo yrechazamos la fuerza del poder de la virtud para deleitarnos en la lujuria y los deseoscorporales.¿Dónde está ahora nuestro orgullo y nuestra actitud orgullosa, el placer del cuerpo, y elmucho deleite? ¡Oh alma privada del buen consejo! En lugar de las risas y las palabrasvanas sin ninguna necesidad, ahora tenemos este rechinar de los dientes. Nosotros, losque no hemos deseado recibir la las divinas y salvadoras enseñanzas, ignorando laspalabras y La alabanza de Dios, a cambio hemos elegido las pasiones y la embriaguez.Ahora estamos atormentándoos de una manera terrible con una sed dolorosa.Cosecharemos como fruto de nuestro odio hacia nuestros hermanos por nuestra astuciae hipocresía, de donde proviene todo los males, el asesinato, el engaño, el recuerdopermanente del mal y de no perdonar, la mentira y la burla. Por todo esto recibimoscomo recompensa este gusano que roe sin cesar la profundidad de nuestras almas.Deformando el sentido correcto del amor e incrustar en nuestro corazón un movimientotorcido, hemos corrompido su pureza pervirtiendo el amor y dándole otrasconnotaciones. Así solo con nuestras maldades hemos creado nuestro gusano, que através de las mentiras han creado un sentimiento aún más torcido que ahora nos aleja dela unión con Dios, el justo y El verdadero. Porque Él mismo dijo a través del profeta

David: "¡El corazón torcido no tiene nada en Mí!" Así obtenemos, mejor dicho,recibimos lo merecido por nuestros propios sentimientos y mala voluntad elegida denosotros mismos: el fuego del infierno por el fuego del placer, la oscuridad para laoscuridad de la ignorancia y el engaño; el gusano que nunca muere por el gusano delodio y la mentira, que ha sacudido y torcido nuestros corazones; el rechinar de losdientes por decir tantas palabras sin vergüenza; el horror de arrojarnos al fondo delinfierno es por él orgullo y la vanidad; justamente y con razón somos culpables delcastigo por cada uno de nuestros pecados cometidos. ¡Oh, qué estado de llanto nosespera!¿Para nosotros, los malvados, porque no hemos extinguido el fuego del cuerpoayunando, observando y meditando las palabras divinas de los santos padres, capaces deextinguir el fuego, ahora entremos en este fuego ¿Por qué no hemos acostumbradonuestros ojos, oídos y lengua para ver, escuchar y hablar lo natural, para no entrar enesta oscuridad y este silencio tan pesado y que hubiera disfrutado con los santos de laluz, y la palabra y la sabiduría de Dios, haciéndonos participes de La gloria divina juntoa sus oyentes y cantantes? Si por el amor hubiera aplastado este gusano voluntariamentedesechando la mentira, nos hubiéramos liberado del gusano que nunca muere y de losotros castigos.¡Correcto es el juicio de Dios! Tenemos lo que busquemos. La puertadel reino de los cielos, no esta abierta porque no llamemos nunca a esa puerta de lavirtud. No conseguimos la alegría y la bondad eterna, porque no pedimos la gracia delconocimiento a través de la oración. No tenemos nada del Amor divino, ya que hemospuesto nuestras mentes en las cosas mundanas. Hemos arruinando nuestras vidas pornosotros mismos. Porque todos aquellos perecieron como el humo, al menos laspalabras acerca del juicio que les condena y que nunca pasarán. Estos lo estándescubriendo el poder de la justicia de Dios en sus vidas.para acortar la palabra - quizás, yo también estaré entre ellos. Pero, ¿qué voy a hacer, enqué acciones me apoyare, como espero escapar del castigo eterno, yo, el desertor detoda virtud y conciencia? Tengo miedo de no ser arrojado al infierno atado por mismanos y pies al abismo de la oscuridad eterna, donde no hay y no se puede ver ningunaluz, arrojado como uno que voluntariamente he esquivado mis pasos hacia el caminode la vida evangélica. Tengo miedo de la vergüenza terrible, que nunca terminará, si nocambiaré, rechazando mis muchas travesuras y tengo miedo al llanto, a las amargaslágrimas y rechinar de los dientes si no me despertaré, aún que fuera tarde, y nosacudiré el sueño de la pereza y y no me quitaré el abrigo del pecado sucio. En lugar dela luz, me esperará mi oscuridad, en lugar de alegría, el dolor, en lugar de alivio,angustia y tormento. Y lo que es peor que todo, lo que me duele incluso para decirlo, -ten piedad, Señor, y sálvame de este dolor! - Es la separación de Dios y sus santospoderes, y convivir con el diablo y los espíritus de iniquidad, que permanecerán parasiempre sin esperanza, de poder escapar del terrible castigo. Juntos a aquellos con losque elegí voluntariamente, a través de nuestros malos hábitospasar la vida anterior, con ellos estaremos condenados a convivir en contra de nuestravoluntad en el eterno futuro. Y lo que es aún más doloroso y más difícil que cualquiertormento, es estar con quienes nos odian y a quienes nosotros odiamos. Ya sin otrostormentos, pero solo la compañía de los demonios y ser separados de Aquel que nosama e nosotros también Le amamos, es el más terrible castigo de todos. Porque Dios noes odiado por aquellos que son juzgados correctamente de Él, siendo Amor absoluto porsu naturaleza; ni odia a los que correctamente El les ha juzgado porque El es libre detodas las pasiones. Creyendo, amados míos que verdaderamente todo lo relatado seráinminente, no sean descuidados Y aceptar nuestras exhortaciones, para huir con toda lafuerza, mientras estamos al tiempo, de este mundo engañoso y de su gobernante! Porque

el tiempo se pasa, y todas las cosas se marchitan. Vendrá, de hecho, el momento en quesuena una trompeta terrible, haciendo un sonido extraño; y todo lo que vemos ahora sederrumbará, cayendo de la línea que ahora conocemos. Y el mundo visto pasará, a sufinal. Cuando la trompeta que invocará la orden divina levantara de la muerteinnumerables millones de cuerpos humanos, de repente, como en un sueño, en uninstante se presentaran todos al Juicio de Jesucristo donde les dará a todos lasrecompensas justas de los hechos cometidos en la carne, ya sea buena o mala, dándolosa todos el final y la terrible sentencia.Dios quiera que todos tengamos antes los ojos siempre el temor de la salvación delinfierno y el deseo sincero de ser participes del reino de los cielos, digo “temor” porquenos detiene del costumbre de hacer el mal y “deseo”, porque nos exhorta alegremente alas buenas obras.Al regocijarnos en el fin del mundo, no desesperemos por nuestra salvación, sino por eltemor del juicio y del infierno, esperamos redimirlo con esperanza en la misericordia deDios, con el deseo de su divina bondad, y a la expectativa confiada del reino que será!Vamos a recordar esta palabra del Señor dirigida a San Siluan : “Mantén tu mente en elinfierno y no caigas en la desesperación!

4. La completa y maravillosa novedad del cristianismo.

La actitud del cristianismo difiere a la de los sabios de la antigüedad, o estoicos, paralos cuales la muerte misma fue objeto de filosofía y especulación utilizada comoantídoto del miedo. También difiere de la actitud general de nuestra civilización, por lacual la muerte es casi un tema tabú.El cristianismo enseña que no tenemos miedo a la muerte; Es solo el umbral y cambio ala otra vida, mirando con los ojos de la fe lo ven como una bendición, como una quenos salva de las maldades de nuestras vidas y nos lleva a otra vida mejor.Pero el pasaje hacia allí es pesado y lleno de trabajo; La separación del cuerpo y delmundo se hace con mucho sufrimiento especialmente para los que están anclados en laspasiones de esta vida. Al final del camino no sabemos lo que nos espera: la felicidad oel sufrimiento.Y todo cuelga de cómo estaremos en la hora de nuestra muerte. "No es malo morir; esmalo morir mal! La vida del hombre en esta tierra es corta, y se recorta aún mas concada día que pasa. En cambio la vida de más allá, no terminara nunca. De la forma quepasando el umbral de la muerte, nos espera la vida eterna. Por eso debe prepararse parala eternidad sin perder inútilmente el tiempo."En realidad hay que preocuparsesolamente para nuestra partida de este mundo y solo pensar en ella y estar preparadospara ella! "En la hora de la muerte no hay tiempo para la preparación. Esto es el trabajode una vida día tras día. Y como una lámpara no puede dar luz sin aceite, el cristiano nopuede entrar en el reino de los cielos sin las "buenas obras del bien". Por lo tanto, debevigilar que tenga siempre este aceite, para que no sea como las vírgenes necias, quienesno fueron recibidos en la sala de bodas. "Por eso tenemos que agonizar aquí en la tierra,mucho aceite, para que nos sirva más allá, cuando llegue el momento. No será aquel elmomento de reunir el aceite, sino ahora mientras estamos en vida! Más allá, se necesitamucho aceite ", dice san Juan. Es por eso que el Salvador, al interpretar la parábola enpersona, nos urge: "Miren bien y ser vigilantes porque no conocéis ni el día ni la hora!".Prepararse para la vida eterna, por lo tanto, no está en un abrir y cerrar de ojos y no serásuficiente el luto de la hora de la muerte, aunque el arrepentimiento y el regreso delhombre a Dios en la última hora también tiene su precio. Es el trabajo de cadamomento, a lo largo de nuestra vida, fundada en la fe, la esperanza y el amor. Es la

purificación de la maldad, los pecados y las pasiones, es decir de todo lo que nosmantiene pegados a la carne y al mundo; Es una lucha por la adquisición de virtudes. através de las cuales nos unimos a Dios, cumpliendo con sus mandamientos. Y así escomo vamos a estar sin culpa antes el Juicio y dignos de morar con Dios, junto a lossantos y los poderes celestiales. Para estar unidos con Cristo en el Espíritu Santo, y pormedio de Él con el Padre, compartiendo el bien y la divina Felicidad, el hombre debeunirse con Cristo e recibirle a largo de su vida a través de la comunión con el cuerpo yla sangre de Jesucristo tanto como sea posible. Porque no se puede encontrar la vidaeterna con Dios, excepto en Jesucristo y por medio de Cristo, como está escrito, "Diosnos ha dado vida eterna, y esta vida está en el Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; elque no tiene al Hijo de Dios, no tiene nada".Esta nueva vida no es solo una pobre vida humana que pudiéramos vivir ajenos de ladivinidad; pero es divino-humana y no podemos vivirlo adecuadamente, excepto através del trabajo conjunto de nuestros débiles poderes humanos y la ayuda de la graciadivina recibida en la Iglesia, por los Santos Misterios. La vida eterna predicada por elcristianismo, es la victoria en todo tipo de formas de la naturaleza caída del hombrepara vencer la separación entre el espíritu y el cuerpo, la liberación de la carne corruptay la salida del estrechamiento de la materia en el tiempo abrumador de la resurrección.Sólo el cristianismo pone tal victoria ante el hombre. Todas las demás confesionesenseñan que al morir pierde para siempre el cuerpo con el que ha vivido en la tierra yque solo su alma vive eternamente; a través de repetidas reencarnaciones, regresara aotros cuerpos, teniendo que soportar el mismo mal y las limitaciones en toda esta vidauna y otra vez. Estas religiones dañan la naturaleza del hombre, porque si pierde sucuerpo, se pierde a sí mismo y la integridad de su persona - negada por la reencarnación.Por otro lado, para las religiones del extremo-oriente la vida después de la muerte no esrealmente una vida eterna, sino un conjunto de vidas sucesivas sometidas al ciclo dereencarnaciones donde el hombre reingresa sin fin en mundos nuevos de las que nuncapodrá salir. La visión cristiana sobre la vida post mortem se basa en un conjunto Único,nuevo y maravilloso, que no encontramos en ninguna otra religión, a saber que laresurrección de Cristo nuestro Señor, El mismo Dios, tomando toda nuestra naturalezahumana sobre Él e uniéndola con su naturaleza divina les dio a todas las personas elpoder de resucitar para estar siempre uníos con Dios. Por lo tanto, los que se unen con ély viven en Él, en Su cuerpo místico, que es la Iglesia, se regocijarán para siempre con sualma y cuerpo limpio y renovado, en una nueva vida divina y eterna.Como conclusión, creemos que no puede haber nada más apropiado que junto con SanJuan Crisóstomo cantar el himno de alabanza del maravilloso triunfo de Cristo sobre lamuerte, por el cual a todos los hombres se les dio la esperanza de una vida eterna y felizen Dios, que es el himno que resuena en las iglesias ortodoxas en la brillante noche dePascua:

"Si alguien es fiel y amoroso a Dios, disfruta de esta fiesta hermosa e iluminada! Sialguien ha servido sabiamente, que entre a regocijarse, en la alegría de Su Señor ¡Sialguien ha estado sufriendo que tenga su recompensa ahora! Si alguien trabajó desde laprimera hora, que reciba hoy el pago correcto! Si alguien vino mas tarde, dando lasgracias, que se alegre! Si alguien ha llegado después de la sexta hora, no se aflige,porque nada será perdido! Si alguien ha llegado en la última, hora que no se preocupepor el retraso, pues sinceramente el Maestro, le recibe tanto en la última hora como en laprimera, descansa al último llegado así como el que trabajó desde la primera hora. Losúltimos tendrán misericordia, y los primeros consuelos. Por esto entrar todos en el gozode nuestro Señor: tanto el primero como el segundo, recibir vuestra paga! ¡Los ricos y

los pobres juntos disfrutan! Los que han trabajado más con los perezosos. Los queayunaron y los que no ayunaron, se regocijaran hoy! La mesa está llena; Hay regalopara todos! Hay mucho becerro; Que nadie pase hambre!¡Compartir toda la riqueza de la bondad! Que nadie se queje que falta algo porque Elreino de Dios es de todos vosotros! Que nadie esté de luto por los pecados, porque hansido los pecados han sido perdonados desde la tumba.l! Que nadie tema la muerte, porque nos salvo de la muerte el Salvador. ¡Los queestaban encerrados en el infierno fueron liberados cuando Cristo descendió y destruyosus puertas "Los Demonios, estaban amargados por ser burlados; el infierno se lleno deamargura a recibirle a Jesucristo porque ha sido derrocado; fue dolido, porque fuequebrantado. ¿Dónde está la victoria de la muerte? Cristo Ha resucitado y el infiernofue destruido! Cuando el Señor se levanto de la muerte, los demonios cayeron y losángeles se regocijaron. Cristo ha vencido la muerte y a los muertos les ha concedido lavida eterna. De El es Su gloria y dominio por los siglos de los siglos! Amén! "