EMIL KRAEPELIN Paranoia-Delirio de Querulancia Cuadro

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EMIL KRAEPELIN – DELIRIO DE QUERULANCIA CAUSAS Probablemente deban buscarse las verdaderas causas del delirio de querulancia en la existencia de una predisposición mórbida, en general hereditaria. CARACTERISTICAS Representa una forma evolutiva bien particular de los delirios sistematizados. Es una variedad ligeramente diferente de la paranoia. La afección comienza comúnmente promediando la edad media de la vida, cuando el sujeto viene a ser víctima de una injusticia imaginaria o a veces efectiva. Es en torno de esta que se desarrolla todo el conjunto complejo y confuso de representaciones mentales y de actos delirantes. En el inicio, en una observación superficial, los primeros signos de delirio de querulancia pueden aparecen como la simple exageración de un sentimiento de justicia muy vivaz; luego, el curso patológico del pensamiento se hace evidente. El postulado de base en este cuadro: la convicción de un perjuicio real y de la necesidad imperiosa, para el enfermo, de pelear hasta el fin, por la reparación de esta injusticia, que está persuadido de haber sufrido. Esta convicción se injerta sobre una desventaja cualquiera de la que el enfermo fue víctima de muy buena fe, en el curso de un proceso. Es esta ocasión resulta incapaz de reconocer sus errores, como así también lo es para evaluar la situación objetivamente, de tener el punto de vista opuesto, y busca, únicamente, que se tome en consideración sus concepciones y sus deseos personales de manera total. La resistencia que encuentra, y las desventajas materiales que recaen sobre él, lo refuerzan en su idea de que una injusticia le fue hecha y que debe defenderse por todos los medios contra ella. Si bien se puede pensar que es normal tratar de hacer reconocer sus propios derechos, lo que caracteriza al querulante es su incapacidad de comprender la verdadera justicia, por un lado, y el acento que pone sobre sus propios intereses, a expensas de los puntos de vista de la protección judicial general. Punto de partida del delirio: una concepción errónea que arranca en el momento en que tiene lugar el juicio, que es siempre insuficiente. FACULTADES MENTALES Su inteligencia y memoria aparecen al comienzo intactas; su examen profundo permite, sin embargo, con frecuencia, mostrar que el enfermo no comprende completamente el sentido de sus exposiciones, que deforma frases simples, dejando escuchar, a veces, aun lo contrario de lo que quería decir. Además se reconocen errores groseros cuando ellos alegan y es entonces difícil decir si son la consecuencia de una mala comprensión primaria o de desfallecimientos ulteriores de su memoria. A veces se tiene la ocasión de observar directamente hasta qué punto su relato se deforma en el sentido de su delirio cada vez que lo repite. Si por una observación superficial los primeros signos de un delirio de querulancia pueden aparecer, en un primer abordaje, como la simple exageración de un sentimiento de justicia muy vivaz, sin embargo, la naturaleza patológica del curso de pensamiento deviene evidente poco a

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EMIL KRAEPELIN – DELIRIO DE QUERULANCIA

CAUSASProbablemente deban buscarse las verdaderas causas del delirio de querulancia en la existencia de una predisposición mórbida, en general hereditaria.

CARACTERISTICAS

Representa una forma evolutiva bien particular de los delirios sistematizados. Es una variedad ligeramente diferente de la paranoia.La afección comienza comúnmente promediando la edad media de la vida, cuando el sujeto viene a ser víctima de una injusticia imaginaria o a veces efectiva. Es en torno de esta que se desarrolla todo el conjunto complejo y confuso de representaciones mentales y de actos delirantes.En el inicio, en una observación superficial, los primeros signos de delirio de querulancia pueden aparecen como la simple exageración de un sentimiento de justicia muy vivaz; luego, el curso patológico del pensamiento se hace evidente.El postulado de base en este cuadro: la convicción de un perjuicio real y de la necesidad imperiosa, para el enfermo, de pelear hasta el fin, por la reparación de esta injusticia, que está persuadido de haber sufrido. Esta convicción se injerta sobre una desventaja cualquiera de la que el enfermo fue víctima de muy buena fe, en el curso de un proceso. Es esta ocasión resulta incapaz de reconocer sus errores, como así también lo es para evaluar la situación objetivamente, de tener el punto de vista opuesto, y busca, únicamente, que se tome en consideración sus concepciones y sus deseos personales de manera total.La resistencia que encuentra, y las desventajas materiales que recaen sobre él, lo refuerzan en su idea de que una injusticia le fue hecha y que debe defenderse por todos los medios contra ella.Si bien se puede pensar que es normal tratar de hacer reconocer sus propios derechos, lo que caracteriza al querulante es su incapacidad de comprender la verdadera justicia, por un lado, y el acento que pone sobre sus propios intereses, a expensas de los puntos de vista de la protección judicial general. Punto de partida del delirio: una concepción errónea que arranca en el momento en que tiene lugar el juicio, que es siempre insuficiente.

FACULTADES MENTALES

Su inteligencia y memoria aparecen al comienzo intactas; su examen profundo permite, sin embargo, con frecuencia, mostrar que el enfermo no comprende completamente el sentido de sus exposiciones, que deforma frases simples, dejando escuchar, a veces, aun lo contrario de lo que quería decir. Además se reconocen errores groseros cuando ellos alegan y es entonces difícil decir si son la consecuencia de una mala comprensión primaria o de desfallecimientos ulteriores de su memoria. A veces se tiene la ocasión de observar directamente hasta qué punto su relato se deforma en el sentido de su delirio cada vez que lo repite.Si por una observación superficial los primeros signos de un delirio de querulancia pueden aparecer, en un primer abordaje, como la simple exageración de un sentimiento de justicia muy vivaz, sin embargo, la naturaleza patológica del curso de pensamiento deviene evidente poco a poco. Pasado un tiempo de evolución de la enfermedad, los lazos semilógicos que existen en el interior del delirio comienzan a desmoronarse. No se trata jamás de una toma de conciencia del estado mórbido. El enfermo considera, más bien, toda refutación de sus ideas como una broma.

SOBRESTIMACION

Una muy elevada estima de si es un signo constante que acompaña al delirio de querulancia. Los enfermos se consideran excepcionalmente honestos y trabajadores. Esta sobrestimación de si va a la par de que el enfermo se cree autorizado a emplear todos los medios posibles para combatir a sus enemigos, mientras que considera censura, violencia injustificada y ciego maltrato aun las formas más atenuadas de sanción jurídica, cuando apuntan a él.

IRASCIBILIDAD Se encuentra sin excepción en los querulantes una irascibilidad netamente superior a la media, lo que explica su incapacidad para reflexionar con tranquilidad. Cuando no presentan trastornos mayores del humor, son capaces de entrar en una excitación apasionada cuando hablan de sus altercados con la justicia, inundando al interlocutor con una ola de insultos dirigidos a sus enemigos y oponiéndose a toda objeción o argumento con la misma furiosa irritación. Esta exaltación apasionada, asociada a su incapacidad para sacar lección de la experiencia, dan al comportamiento del enfermo un estilo propio. Nada puede apaciguarlo. Sordo a todo consejo, pasa su tiempo poniendo en marcha todos los dispositivos jurídicos posibles, en reclamar, en apelar, etc., no sacando así ninguna lección del fracaso y permaneciendo inconmovible. Escriben un número increíble de cartas y demandas, cuyo contenido son frases monótonas, prolijas e interminables; rodeos

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inesperados se repiten con frecuencia, siendo comprendidos a medias. El estilo revela un modo de expresión muy particular: es embrollado, alambicado. Sus frases son a menudo tomadas prestadas del lenguaje jurídico, pero contundentes.

RELACIÓN CON EL MUNDO

Todos sus actos, todo su interés por el mundo, se reducen cada vez más al deseo ardiente de obtener justicia; todo lo demás será dejado de lado, va a ser sacrificado en beneficio de este andar patológico: su vida familiar, sus ocupaciones, su fortuna. Por ello todas las relaciones se perturban: está permanentemente en un estado de tensión a causa de sus acusaciones y de sus procesos sin fin, que lo ponen en una posición cada vez más difícil frente a sus enemigos. Finalmente, evita toda relación con el aparato judicial, rehúsa presentarse a las citaciones como así también firmar cualquier acta, al punto de que se lo debe llevar por la fuerza al juicio. Entonces decide emplear la legitima defensa: se lleva lo que considera que es de su propiedad, se vuelve hacia la prensa, amenaza personalmente a sus enemigos, etc.

FASE TERMINAL

Después de un cierto tiempo de evolución de la enfermedad, se instala un constante debilitamiento psíquico. Empobrecimiento mental, primero poco notorio, que avanza lentamente; subordinación de la conducta al delirio. Los discursos y declaraciones del enfermo devienen cada vez más pobres, monótonos e incoherentes. En la mayoría de los casos el enfermo no espera más respuesta, pero continúa, por habito, escribiendo. La irascibilidad disminuye, el enfermo deviene apático, inofensivo e indiferente. A menudo incluso lacrimoso y emotivo. Su relación con los médicos es fácil, aunque en otro tiempo los haya descrito como infames mentirosos y charlatanes. Incluso en ocasiones niega sus anteriores actuaciones para evitar explicaciones. No quiere saber nada de eso, es del pasado. Pero no se trata de una toma de conciencia del carácter patológico de sus interpretaciones: no ha modificado en absoluto su posición, sino que simplemente ha perdido la fuerza para defenderse. El pronóstico es malo. La evolución final comporta un debilitamiento psíquico más o menos pronunciado así como ideas delirantes persistentes. Pueden observarse también periodos de mejoramiento notables, en el curso de los cuales los enfermos, si bien no cambian en absoluto sus puntos de vista, en todo caso los ocultan bien.

TRATAMIENTO

Se trata de una enfermedad incurable. El tratamiento tiene por único fin sustraerlos de su entorno durante un largo tiempo, cuando no es para siempre, puesto que éste los excita. La estadía en el asilo puede, transitoriamente, modificar las cosas, como una mudanza puede modificarlas de manera durable. Los enfermos soportan mal, habitualmente, una estadía muy larga en el asilo. Es deseable, también, una vez que se instaló cierto apaciguamiento, soltarlos. Siempre que no se esté obligado a tener en cuenta como a veces es el caso, sin embargo, su peligrosidad publica, y a privarlos definitivamente de su libertad, a pesar de los inconvenientes de la vida asilar.

DIAGNOSTICODIFERENCIAL

El diagnóstico del delirio de querulancia presenta dificultades al comienzo. En cierto modo se puede ver aparecer la querulancia como formando parte del cuadro clínico de diversas formas de locura, como la parálisis general y sobre todo la locura maniaco-depresiva. La constatación de signos característicos de cada una de estas enfermedades (trastornos somáticos y mnésicos en la parálisis general; fuga de ideas, distracción, hiperactividad, modificaciones del humor y evolución por accesos en la locura maniaco-depresiva).Para un diagnóstico de delirio de querulancia es preciso retener en particular: ante todo la constitución de un sistema de ideas delirantes, la total incapacidad de aprender de la experiencia, la continua extensión de las ideas de persecución que conciernen a un número cada vez mayor de personas, el desarrollo de todo un sistema delirante a partir de un punto único que permanece siempre en primer plano y que viene a intrincarse siempre con todos los actos y pensamientos del enfermo. No hay que confundir a los querulantes con los querellantes. Los querellantes quieren tener razón siempre, a cualquier precio, y viven en perpetuo conflicto con su entorno; sostienen sin cesar disputas y altercados, entablan procesos, lanzan invectivas contra todo el mundo, persiste siempre una cierta coherencia entre las diferentes etapas de la escalada de conflictos; toda esta serie de procesos y demandas se detiene, sin embargo, a partir del momento en que encuentran un obstáculo. Cuando se trata simplemente de una tendencia a la querella, esta termina siempre, aun después de una larga camorra, en una u otra ocasión, por calmar o por cansar a todos los participantes.

SINTOMAS FUNDAMENTALESSISTEMA

INQUEBRANTABLE DELIRANTE DE IDEAS

Refiere ante todo a la constitución de un sistema de ideas delirantes, desarrollado a partir de un punto único que permanece siempre en primera plano y que viene a intrincarse con todos los actos y pensamientos del enfermo.Todos los acontecimientos de la vida diaria con interpretados en el sentido del delirio; los enfermos ven el mundo entero a través de su

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delirio. En esta enfermedad se instala un sistema que es producido a la vez por un delirio o por una manera especial de interpretarlo todo por medio del delirio. Se insta de manera de ver las cosas totalmente particular, que el enfermo adapta a cada acontecimiento cuya impresión le toca vivir. En consecuencia, otra característica es la credulidad: cualquier historia escandalosa, rumor que corre, deviene para ellos una certeza inamovible, desde que el contenido de éstos tiene alguna relación con el universo de sus representaciones.

INCAPACIDAD DE APRENDER

Una total incapacidad de aprender de la experiencia. Son ineducables. Otra cuestión característica de estos enfermos en la total incorregibilidad, o su total incapacidad de extraer una lección de la experiencia. Siempre terminan por escapar a todas las exigencias lógicas, solo encuentran/admiten por respuesta a sus posiciones anteriores, o cortan en seco toda objeción con argumentos inadecuados. Aun cuando obtiene la reparación demandada, no está satisfecho. Por su Inquebrantabilidad, esta convicción absoluta de un perjuicio se revela delirante desde el inicio.

IDEAS DE PERSECUCION Una continua extensión de las ideas de persecución que conciernen a un número cada vez mayor de personas.

SINTOMAS ACCESORIOSILUSIONES

SENSORIALESTienen que ver con ilusiones sensoriales auditivas; el enfermo escucha reproches y amenazas. No tienen parte alguna en el desarrollo de su delirio.

SINTOMAS NEGATIVOSCONSERVACION DE

LAS FUNCIONES MENTALES

La inteligencia está intacta a lo largo de toda la evolución, y el orden del pensamiento esta conservado. Se descubre siempre una completa coherencia de los contenidos específicos del delirio.Mientras que la conducata esta subordinada al delirio, la memoria y la actividad psíquica se hallan muy poco modificadas.