Emp. Historias Asombrosas de Empresarios. Promotores

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Seis emprendedores cuen tan s u s anécdotas y experiencias más sorprendentes H i s t o r i a s a s om bro s a s M uchos son los que se han hecho ricos con negocios relacionados con la cons- trucción. Unos gracias a la compra venta de inmuebles, otros a la edificación, otros a las reformas... Pero, que sepamos, sólo uno lo ha conseguido gracias a un agujero. Historia de un solar Este empresario, hábil donde los haya, decidió hace algunos años invertir en un terreno no urbanizable situado en una localidad madrileña. Al principio no sabía muy bien qué hacer con él, pero cuando surgió el boom de la construc- ción tomó la decisión de vender la tierra a empresas constructoras para obtener algo de rentabilidad. Al cabo de unos meses su solar era un gran agujero y su bolsillo estaba un poco más lleno. Entonces inventó una nueva forma para sacar beneficios a aquel hueco y empezó a ofrecerlo como verte- dero de escombros a las mismas empre- sas constructoras. Tras unos años, aquel agujero estaba tan cubierto como el bol- sillo de nuestro empresario. Y, encima, resultó que, para entonces, la zona donde se encontraba aquel solar se declaró urbanizable y nuestro amigo consiguió hacerse aún más rico ven- diéndolo a otra constructora. Éste es sólo un ejemplo de cómo, para triunfar en los negocios, el único camino no es la línea recta. Y es que la aventura de emprender tiene muchas caras y no siempre se llega a ser empresario siendo hijo de, habiendo realizado cuatro mas- ters o comenzando a trabajar como bo- tones en un banco. Las historias de los seis empresarios que te contamos en este reportaje así lo demuestran. Maribel González EN PRIMERA PERSONA w w w . e m p r e n d e d o re s . e s 0 0 0 0 0 0 w w w . e m p r e n d ed or e s . e s No todas las vidas de los empresarios de éxito comienzan en las aulas de una importante universidad. Ni todos son hombres hechos a sí mismos que empezaron sin nada. Hay muchas historias asombrosas y ésta es sólo una muestra. Ram Bhavnani sigue acudiendo cada día a trabajar al bazar Casa Kishoo, que regenta junto con varios miembros de su familia. no queda ahí. Tras la venta del ban- co a Barclays, ha reinvertido sus ga- nancias en Bankinter y hoy es el ter- cer accionista de la entidad. Padre de cuatro hijos, vegetariano y practicante de la religión hindú, Bhavnani asegura que ha ido culti- vando su olfato para la Bolsa a tra- vés de la lectura: “no tengo estudios pero los libros de economía, los periódicos y mi experiencia de vidas pasadas han sido mi escuela”. A sus 60 años, quiere seguir invirtiendo en Bolsa pero afirma que por muchas alegrías que le den los parqués, su vida no va a cambiar: “para poder triunfar, hay que ser honrado, no permitir que el dinero se suba a la cabeza y saber guardar lo que tienes la suerte de ganar”. En definitiva, lo asombroso de Bhavnani es que, a pesar de tener un patrimonio supe- rior a 250 millones de euros, es un tipo corriente que no se parece en nada a los banqueros engominados de tiempos no tan lejanos. C ada mañana sobre las 8:15 me dirijo a la tienda. Voy andando y tardo unos 15 minutos en llegar. Siempre como en casa y por la tarde regreso al bazar donde estoy, como mucho, hasta las 19:30 horas”, expli- ca Ram Bhavnani. Así de normal es un día en la vida de uno de los inver- sores más famosos de nuestro país. Y es que, gracias a su acierto para mover las ganancias de la próspera empresa familiar, Bhavnani consi- guió ocupar un sillón del Consejo de Administración del Banco Zaragoza- no y ser su segundo accionista, sólo por detrás de los Albertos. Y la cosa Ram Bhavnani: el comerciante que se sentó en el consejo de administración de un banco Llegó a España para trabajar en el bazar del que después sería su suegro. Hoy, este indio afincado en Tenerife, es millonario gracias a su tino para mover su dinero en Bolsa.

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Seis emprendedores cuen tan s u sanécdotas y experiencias más sorprendentes

H i s t o r i a s a s om bro s a s

Muchos son los que se hanhecho ricos con negociosrelacionados con la cons-trucción. Unos gracias a la

compra venta de inmuebles, otros a laedificación, otros a las reformas... Pero,que sepamos, sólo uno lo ha conseguidogracias a un agujero.

H istoria de un solarEste empresario, hábil donde los haya,decidió hace algunos años invertir enun terreno no urbanizable situado enuna localidad madrileña. Al principio nosabía muy bien qué hacer con él, perocuando surgió el boom de la construc-ción tomó la decisión de vender la tierraa empresas constructoras para obteneralgo de rentabilidad.

Al cabo de unos meses su solar era ungran agujero y su bolsillo estaba un pocomás lleno. Entonces inventó una nueva

forma para sacar beneficios a aquelhueco y empezó a ofrecerlo como verte-dero de escombros a las mismas empre-sas constructoras. Tras unos años, aquelagujero estaba tan cubierto como el bol-sillo de nuestro empresario.

Y, encima, resultó que, para entonces,la zona donde se encontraba aquel solarse declaró urbanizable y nuestro amigoconsiguió hacerse aún más rico ven-diéndolo a otra constructora.

Éste es sólo un ejemplo de cómo, paratriunfar en los negocios, el único caminono es la línea recta. Y es que la aventurade emprender tiene muchas caras y nosiempre se llega a ser empresario siendohijo de, habiendo realizado cuatro mas-ters o comenzando a trabajar como bo-tones en un banco. Las historias de losseis empresarios que te contamos eneste reportaje así lo demuestran.

Maribel González

EN PRIMERA PERSONA

w w w . e m p r e n d ed ore s . e s0 0 0 0 0 0w w w . e m p r e n d ed ore s . e s

No todas las vidas de los empresarios de éxito comienzanen las aulas de una importante universidad. Ni todos sonhombres hechos a sí mismos que empezaron sin nada. Haymuchas historias asombrosas y ésta es sólo una muestra.

Ram Bhavnani sigueacudiendo cada día a trabajar al bazarCasa Kishoo, queregenta junto convarios miembros de su familia.

no queda ahí. Tras la venta del ban-co a Barclays, ha reinvertido sus ga-nancias en Bankinter y hoy es el ter-cer accionista de la entidad. Padre de cuatro hijos, vegetariano ypracticante de la religión hindú,Bhavnani asegura que ha ido culti-vando su olfato para la Bolsa a tra-vés de la lectura: “no tengo estudiospero los libros de economía, losperiódicos y mi experiencia de vidaspasadas han sido mi escuela”. A sus60 años, quiere seguir invirtiendo en

Bolsa pero afirma que por muchasalegrías que le den los parqués, suvida no va a cambiar: “para podertriunfar, hay que ser honrado, nopermitir que el dinero se suba a lacabeza y saber guardar lo que tienesla suerte de ganar”. En definitiva, loasombroso de Bhavnani es que, apesar de tener un patrimonio supe-rior a 250 millones de euros, es untipo corriente que no se parece ennada a los banqueros engominadosde tiempos no tan lejanos.

Cada mañana sobre las 8:15 medirijo a la tienda. Voy andando y

tardo unos 15 minutos en llegar.Siempre como en casa y por la tarderegreso al bazar donde estoy, comomucho, hasta las 19:30 horas”, expli-ca Ram Bhavnani. Así de normal esun día en la vida de uno de los inver-

sores más famosos de nuestro país.Y es que, gracias a su acierto paramover las ganancias de la prósperaempresa familiar, Bhavnani consi-guió ocupar un sillón del Consejo deAdministración del Banco Zaragoza-no y ser su segundo accionista, sólopor detrás de los Albertos. Y la cosa

Ram Bhavnani: el comerciante que se sentó en el consejo de administración de un banco

Llegó a España para trabajar en el bazar del que despuéssería su suegro. Hoy, este indio afincado en Te n e r i f e, esmillonario gracias a su tino para mover su dinero en Bolsa.

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El viaje de Alejandro Menén-dez, en el que invirtió todossus ahorros, le llevó desdeTierra de Fuego hasta Pekín.

El primer incidente se pro-dujo en 1992. Joaquín

Ruibérriz, un emprendedorcon una capacidad especialpara detectar oportunidadesempresariales, descubre enun viaje a Nueva York un ne-gocio llamado Planet Holly-wood. “Y, ni corto ni perezo-

so, cuando llego a Españallevo el logotipo al Registrode Patentes y Marcas dondeme admiten la concesión”.Pero, durante el plazo fijadopara que pueda darse unaoposición, aparece en liza,nada más y nada menos, queel gabinete jurídico en Espa-

ña de Bruce Willis, SylvesterStallone y Arnold Schwarze-negger, entre otros. “Me cita-ron una mañana de invierno,gris y lluviosa, en un lujosodespacho. Luego me hicieronesperar en una enorme salahasta que en el otro extremoapareció una señora ofre-

ciéndome un documento pa-ra renunciar a mis derechossobre la marca”. Ruibérrizcuenta que en ese momentose imaginó la paliza que leiban a dar aquellos forzudosdel celuloide si no firmaba, ydecidió hacerlo. Hoy, lascosas han cambiado y Ruibé-rriz se siente con fuerza paraplantar cara a quién sea... Ypor eso, se haya inmerso en

un proceso judicial con Ste-ven Spielberg para defenderel nombre de su empresa deproduct placement ( D r e a m-Works Entertainmet) que,curiosamente, se parece bas-tante al de la productoradonde el famoso directorparticipa (DreamWorks SKG).“Me adelanté de nuevo yesta vez no voy a renunciartan fácilmente”, desafía.

Joaquín Ruibérriz: el hombre que se enfrentó por dos veces a la industria de Hollywood

Los problemas de este emprendedor con varias estrellas americanas se han debido a su capacidad para ‘pisarles’ sus negocios en España.

multiemprendedor con vocación de Willy Fog

Dueño de una empresa detransporte de mercancías

en Huelva, empresario de laconstrucción en Mallorca, taxis-ta en Madrid, profesor de gim-nasia, cámara de la vuelta ci-clista a España, periodista delmotor... Éste es el perfil empre-sarial y laboral de AlejandroMenéndez aunque parece sa-cado de esa canción de JoaquínSabina que hablaba de un piratacojo. “Soy un empresario bas-tante atípico”, reconoceMenéndez. Se define como unromántico de la vida que nuncaha podido mantenerse muchotiempo en el mismo trabajo por-que “cuando algo deja de ilusio-narme busco otra cosa”. Ade-más, admite que tiene otracaracterística que no es muyrecomendable en un empresa-

rio: “no he nacido para acumu-lar dinero sino para gastarlo ycreo que esto no encaja con loque debe hacer el dueño deuna empresa”. Sin embargo,también destaca en él tres cua-lidades que, en su opinión, de-be tener todo emprendedor:“por un lado, cuando trabajo,me entrego al cien por cien. Ypor otro, no me asusta el riesgoy me apasiona lo desconocido”. Seguramente por ser así seatrevió hace un año a cumpliruno de sus sueños. Recorrer asus 48 años Chile y Argentinaen moto. Y posiblemente poreso decidió después apretar elacelerador y seguir viajandohasta dar la vuelta al mundo. Supresupuesto se acabó en Chinapero no su ilusión y piensa ter-minar el viaje en cuanto pueda.

La vida de este empresario está marcada por dos máximas: trabajar para vivir y hacerlo sólo en actividades que le resulten ilusionantes.

Alejandro Menéndez:

Tiene 27 años, está termi-nando su diplomatura en

Ciencias Empresariales ydesde hace dos años dirige,junto a sus hermanos, unaempresa envasadora de hor-talizas frescas en Ayamonte.Lo de presentarse al progra-ma Generación XXI, c r e a d opor la productora Lua Multi-media, de Manuel Campo Vi-dal, fue una casualidad: “ha-bía tenido experiencias untanto desmotivadoras enotros concursos para proyec-tos empresariales y no meapetecía pasar por lo mismo”,asegura Manuel Silveira. Sinembargo, al final aceptó eldesafío y acabó ganando elconcurso. Al más puro estiloOperación Triunfo, este s h o wbusiness pretendía ayudar a

los emprendedores a poneren marcha su negocio o darleel empujón necesario parasalir adelante. Y, según reco-noce Silveira, “la experienciaha sido muy positiva sobretodo por la publicidad que elprograma ha dado a la em-presa”. Y también por los pre-mios: productos informáticos,un crédito libre de intereses,la gestión del certificado decalidad y una furgoneta. “Laanécdota es que hemos teni-do que vender este regalo,que nos venía muy bien, peroque resultó demasiado pe-queña”. Silveira tiene claroque una empresa no vive deun concurso pero sabe que laayuda económica y promo-cional “va a ayudarnos a cum-plir antes nuestros objetivos”.

Siguiendo la moda de los concursos de talento, Canal Sur puso en marcha unprograma para emprendedores que ganó este joven empresario onubense.

Manuel Silveira: el vencedor de ‘Operación Empresa’

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Fermín Elizalde: el hombre que

En los últimos años,Fermín Elizalde ha

regalado más de 600 lá-pices con la siguientefrase grabada: “Nada enel mundo puede a lapersistencia”. Segúncuenta, es su lema y loque le ha permitido lle-gar donde está. “Noprocedo de una familiade empresarios ni fui elmejor de la clase. Soyun ex atleta velocistareconvertido a empresa-rio maratoniano que hasacado adelante esteproyecto con constanciay persistencia”. Esa cua-lidad debió ser la que ledio fuerzas para aguan-tar que 14 bancos ledenegaran su solicitudde préstamo. Y también

la que le dio valor para‘perseguir’ a López deArriortúa hasta que undía, cuando éste salíade misa, pudo pedirleuna oportunidad paraoptar a la concesión dela limpieza de la plantade Volkswagen en Na-

varra. Fue el primercliente de Grupo ISN,una empresa que, nue-ve años después, estápresente en España,México y Portugal y cuya facturación supera los 30 millonesde euros.

Este navarro, Premio Nacional ‘Joven Empresario 2001’,dirige una empresa que ha pasado de 4 a 2.300 empleados.

Juan Leralta: de directivo deuna multinacional informática a ganadero

Cuando llego a Letur (Albace-te) soy un chaval de 59

años, recién prejubilado, quelleva tiempo acariciando la ideade irme a vivir al campo con mimujer”, explica Juan Leralta. Laintención, según cuenta, eracambiar la ruidosa Madrid poreste pueblecito de la Sierra delSegura donde ya se habían ins-talado unos amigos de la parejavinculados a la Comunidad delArca Lanza del Vasto, basada enlos principios de la no violencia.“Queríamos comprar unos oli-vos y vivir tranquilos. Pero, derepente, un amigo me ofrecióparticipar en un negocio de ga-nadería ecológica, bastante utó-pico en un principio, y acepté”.

Cambio de planesEn principio la aportación iba aser sólo económica y tampocosuponía quemar ninguna nave:“simplemente decidí que eramejor invertir parte de mis aho-rros en el proyecto de un amigoque en comprarme un cochemás grande”. Pero las circuns-tancias hicieron que Leralta aca-bara dirigiendo la empresa alcaer enfermo su promotor. “Depronto, pasé de trabajar en una

multinacional, con una funciónmuy concreta en un departa-mento muy cuadriculado, a diri-gir una pyme donde había quehacer de todo; hasta ordeñar sialgún vaquero estaba enfermo,quitar el estiércol, dar de comera los terneros…”, cuenta Leral-ta. Entonces la empresa teníacuatro empleados y un pequeñonúmero de vacas. Hoy cuentacon 12 trabajadores directos y 8indirectos y sus quesos y yogu-res ecológicos de la marca ElCantero de Letur son distribui-dos en las principales superfi-cies comerciales.

Nuevas experienciasY los cambios en la vida deLeralta no iban a acabar ahí. En1999, deja la dirección de laempresa en manos del hijo desu fundador y acepta un nuevoreto: convertirse en alcalde delpueblo con 65 años. “Cuandoveo a compañeros que se fue-ron conmigo de IBM me dicenque soy un loco por habermeido a vivir a un pueblo. Yo siem-pre contesto que sería un locosi me hubiera quedado en Ma-drid y no hubiera vivido las ex-periencias que aquí he tenido”.

Tras 29 años entre los ordenadores de la gran IBM,Leralta decidió irse a vivir al campo donde acabódirigiendo una empresa de ganadería ecológica.

Además de ganadero ecoló-gico, Juan Leralta ha sidoalcalde de Letur, el pueblodonde reside.

‘conquistó’ a Súper López a base de persistencia