EN EL FLUIRDE LA VIDA

por Eric Butterworth

ÍndicePrefacio de la edición de 1994Introducción

Vivir de adentro hacia afueraLa corriente sanadoraLa realidad de la afluenciaLa efusión de luzEl arte de llevarse bien con los demásEl manantial del darLa vida viene para irseEnvejecer o seguir creciendoVida, muerte y renacer

NotasAcerca del autor

Prefacio de la edición de 1994

Hace como veinte años una palabra estuvo en boga en los tratados científicos,publicaciones sicológicas y en las conversaciones de la gente en la calle. La palabraera fluir. Fue utilizada en muchos contextos, desde la idea más esotérica de ununiverso en el “fluir”, hasta el comentario personal de la condición humana “¡Estoyverdaderamente en el fluir!” Esta palabra alcanzó el punto más alto de extravaganciaen una caricatura de The New Yorker , que mostraba dos damas paradas ante unretrato de tamaño natural de un “caballero distinguido”. El comentario decía: “Y ledije a mi marido: ‘¡Sigue el fluir! y se fue”.

Mas la comprensión del “fluir de la vida” no es cosa de risa. Es una explicación yuna articulación de un proceso muy básico de la vida en el universo.

No tengo manera de saber si el tema de este libro tan leído (publicado por primeravez {en inglés} en 1975) contribuyó a esta “fiebre” o si mi pensamiento fueinfluenciado por ella. Lo que sí sé es que este concepto del fluir de la vida y deexpresiones tales como “ve con el fluir” ha sido un tema constante en mis enseñanzaspor más de medio siglo. De cualquier manera que haya surgido la idea, es undescubrimiento importante en la búsqueda por la comprensión de la Verdad.

Me encanta añadir este prefacio a la nueva edición de En el fluir de la vidaaunque sea solamente para expresar de nuevo mi gran entusiasmo por el estudio delbásico “fluir del universo”. Presta atención al tema del filósofo griego Plotino quiendice que “si fluyes como la vida fluye, no necesitas otro poder”. Cualquier cosa quebloquea el fluir de la acción creativa es maligna y todo lo que fluye con el universoes saludable. Te convendrá trabajar con este tema en tu práctica de la Verdad.Podría ser la influencia más importante en tu vida.

Con la objetividad que el paso del tiempo permite, he experimentado el libro denuevo, esta vez como estudiante —lo cual ciertamente soy. Encuentro que el mensajees útil y extremadamente relevante para la vida en el mundo de hoy. Al aplicar losprincipios del “fluir de la vida” está haciendo grandes cosas para mí. Y sientosinceramente que hará maravillas para ti también.

En nuestro trabajo en el salón de clase con este tema, hemos utilizado enmeditación un canto que es como un mantra: “Estoy en el fluir de la vida, estoy,estoy, estoy; estoy en el fluir de la vida”. Después de repetir esto varias veces, lohacemos más personalmente significativo cantando: “Yo soy el fluir de la vida, yosoy el fluir de la vida, yo soy, yo soy, yo soy; yo soy; yo soy el fluir de la vida”.

Que tengas muchos días buenos en tu aventura en la Verdad … y sigue en el fluir.

Eric ButterworthNew York City, New YorkJunio de 1993

Introducción

Para alentar al lector a leer más que la primera página, se supone que un librodebe prometer que contiene información útil. ¿Para qué escribir y publicar un librosi no para informar? Puede haber muchas razones. Por ejemplo, este libro no fueescrito para informar sino para “exformar”. Con esto quiero decir que no me interesaponer ideas en tu mente sino despertar tu conciencia del superconciente donde yacetodo el conocimiento.

La información es conocimiento recibido mediante la intuición. “Exformación” essabiduría desarrollada mediante la intuición y que fluye a tu cuerpo y asuntos paramanifestarse. Espero avivar tu mente con algunas ideas innovadoras y útiles. Sinembargo, dichas ideas son como el alimento que ingieres. Para que se convierta enenergía, el alimento tiene que ser transformado por el proceso metabólico. No nosconvertimos en el alimento que comemos; éste se convierte en nosotros.

Mi objetivo no es transferir las “perlas de sabiduría” de estas páginas a tu mente.Las ideas innovadoras que comparto, y que creo útiles, deben ser transmutadas paraedificar una conciencia del fluir del proceso creativo. Uno puede memorizar cadapalabra de este libro y repetirlo de memoria, párrafo por párrafo y, a la final, lo quese logra es una mente sobrecargada y, posiblemente, como lo sugirió CharlesFillmore, cofundador de Unity, una experiencia desagradable de “indigestiónmetafísica”.

Buscar información mediante la cual arreglar las cosas es una motivación común.Sin embargo, las personas no están en el mundo para corregirlo, sino para verlocorrectamente. Jesús dijo: “El reino de los cielos se ha acercado” (Mt. 3:2), peroverlo correctamente es la clave para experimentarlo. De hecho, el verlocorrectamente le da forma en lo externo.

Un consejo: No leas este libro como que si fuera una novela, aunque su enfoquenuevo te invite a seguir leyendo. La información contenida aquí puede sercomprendida fácilmente en una leída. Pero la manifestación en tu vida, que es lo quese supone que lleve a cabo, puede tomar toda la vida. Haz pausas frecuentementepara reflexionar y meditar, para digerir espiritualmente.

No estoy lidiando con la religión en un sentido teológico, sino que brego con latrascendencia de la vida. De aquí que no tenga deseo de que te conviertas. Pablodice: “No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovaciónde vuestro entendimiento” (Ro. 12:2). Con sólo entrar en el fluir del universo en ti,disfrutarás claridad mental y sentirás lo cercano de la presencia de Dios. Esto es loque Jesús tenía en mente cuando dijo: “Dichosos los de corazón limpio, porqueverán a Dios” (Mt. 5:8).

La palabra ojo proviene de una raíz del sánscrito que significa “fuente”. Éste es unbello significado, porque cuando tu mente es transformada desde adentro, estás ensincronía con el fluir omnipresente de Dios, el cual fluye del acto mismo de ver. Ves

desde la conciencia de Dios. De aquí que proyectas realmente esta conciencia haciacualquier cosa que tu ojo mira.

Debes convertirte en lo que ves;en Dios si ves a Dios, en polvo si ves polvo.

—Padre AngelusTe conviertes en lo que ves a causa del proceso formador de la mente. Así que

quizás puedas comprender por qué no estoy interesado en informarte simplementeacerca de la Verdad, sino en despertar en ti una conciencia del fluir dinámico de lavida, para que puedas experimentar un proceso de formación externa de este fluir demaneras creativas y dinámicas en cada fase de tu vida.

CAPÍTULO 1

VIVIR DE ADENTRO HACIA AFUERA

Estás a punto de comenzar una aventura hacia el mundo interno de la mente y elEspíritu. Podría ser el viaje más importante en la conciencia que hayas hecho. Ha deser edificante. Se supone que sea un reto. También, puedes encontrarlo inquietante.

Si tienes una creencia fija acerca de la realidad de la vida, un conjunto deconvicciones hecho “a la medida”, quizás quieras regresarte porque todo punto devista que tengas será cuestionado. Tu mundo será convulsionado en todo sentido.Mas al final, si continúas hasta que te pongas al día, obtendrás una nueva perspectivaacerca de la vida que te guiará a una nueva experiencia en el vivir.

Se ha dicho que el inicio de la comprensión espiritual es una comprensióncorrecta del Uno designado como Todopoderoso. Pero en un mundo de tan ampliadiversidad, ¿cómo podemos entender la unidad? ¿Cómo podemos descubrir al Unosin caer en una dualidad que implica dos?

Hay muchas definiciones de Dios, pero ninguna es tan profunda como ésta: Dioses una esfera cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna . Noes una imagen que pueda dibujarse. De hecho, debes evitar la tendencia de visualizarun ser antropomórfico.

¿Una esfera cuyo centro está en todas partes? ¡Imposible! Pero espera: si el centroestá en todas partes, debe estar donde yo estoy. ¿Podría esto ser el significado de laomnipresencia? ¿Un punto de vida y luz presente en todas partes como cadaexpresión individualizada? Si esto es verdad, entonces yo soy el centro de Dios. Esun pensamiento audaz con un tono sacrílego. Y sin embargo: ¿puede un centrogeográfico estar situado en un universo dinámico y en expansión? Cada punto en estaesfera, la cual es Dios, es, consecuentemente, el avance del fluir infinito de la vida.

¿Qué es el Uno a quien llamamos Dios? No es Alguien allá en alguna parte,rigiendo el universo como un propietario ausente. Es el Uno, el todo de las cosas, latotalidad de lo cual y en lo cual soy único. No importa lo que pueda pensar que soy,ultimadamente soy expresión del fluir del Uno.

Soy único y diferente en la superficie. No puede haber otro ser como yo. Sinembargo, no tengo existencia fuera del todo. Mi singularidad no puede ser separadadel todo que Dios es. Los griegos decían: “Conócete a ti mismo”. Puedo conocer alUno cuando me conozco a mí mismo como el vivir del Uno. Mas sólo puedoconocerme realmente a mí mismo cuando sé que estoy “en el fluir de la vida”.

Examinemos las actitudes que prevalecen acerca de esto que llamamos vida. Haydos puntos de vista básicos: (1) Venimos al mundo como criaturas vacías que

avanzan en la vida para ser llenados. Para nosotros la vida en cualquier momento esla suma de lo que nos ha sucedido y de lo que hemos podido acumular en sabiduría,experiencia o cosas. (2) Venimos al mundo como almas vivientes con un potencialinfinito para ser descubierto y liberado, porque la vida se vive de lo interno a loexterno.

El primer punto de vista ha predominado a través del tiempo. Cada persona hasentido en algún grado su condicionamiento, porque es “la sabiduría del mundo”. Demanera sutil, pero cierta, hemos sido entrenados a pensar que la vida es una“obtención” de experiencia. Como los monjes budistas, se nos da el equivalente alrecipiente de limosna con el cual ir por el mundo para buscar los “regalos de Dios”de parte de nuestros padres, de nuestras escuelas, de nuestra religión y de nuestrotrabajo. No importa lo que anhelemos o deseemos, invariablemente mendigamos“allá afuera” por satisfacción. Pablo parecía saber un poco más. En 2 Timoteo 1:6,él escribe: “Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti”.

Søren Kierkegaard, fundador del existencialismo, fue influenciado fuertemente porsu visión del “fluir” interno. Él habla de un árabe en el desierto que de repentedescubre un manantial en su tienda, el cual proveía un fluir de agua abundante yconstante. Y él dice que nosotros tenemos los mismos sentimientos de seguridad ybienestar cuando, después de años de vivir desde lo externo pensando que lafelicidad proviene de allá afuera, finalmente nos dirigimos a lo interno ydescubrimos la fuente interna. Probablemente es cierto que la mayoría de laspersonas tratan de vivir de lo externo a lo interno. Para ellas la vida estádeterminada casi totalmente por lo que les sucede o lo que sucede a su alrededor.Pregúntales: “¿Cómo estás?”, y dudarán en responderte antes de consultar lasnoticias del día, la actividad bursátil, la predicción del tiempo o chequear de quéhumor están sus familiares o sus compañeros de trabajo. Sus vidas están, casitotalmente, dirigidas hacia lo externo. Y se encuentran en el dilema de adaptarse almundo externo o de pasar la vida oponiéndole resistencia.

La gran Verdad enseñada por los místicos de todos los tiempos es: La vida se vivede lo interno a lo externo. Esto significa que todo el universo está concentrado en elpunto donde estás. Todavía más —eres el universo expresándote como tú. Eres suempresa viviente y te respalda por siempre con todos sus recursos. Mas, la plenitudde este apoyo universal surge por medio de ti y no solamente a ti. El conocimientomás profundo que puedas obtener es que toda tu existencia fluye inexorablementedesde un proceso universal, el cual siempre es de lo interno a lo externo. Cuándifundida y asentada es la creencia de que estamos siempre en competencia con laspersonas y en conflicto con el mundo a nuestro alrededor. Nuestros temores, nuestroresentimiento, nuestra ira y hasta nuestro dolor suceden, porque sentimos que lainestabilidad de la vida en el mundo es una amenaza para nuestra existencia. Jesúsdio la respuesta: “El reino de Dios está entre vosotros” (Lc. 17:21). Éste es unconcepto absolutamente sorprendente. Desafortunadamente, pocos han comprendidosu implicación, viéndolo como un pago diferido en el recipiente de las limosnas.

¿Qué es este reino místico? Es el foco del universo sobre la humanidad y el fluir

del universo en la humanidad. Esto es aclarado inequívocamente cuando Jesús dijo:“A vuestro Padre le ha placido daros el Reino” (Lc. 12:32). En otras palabras, hayun anhelo en el corazón del universo que fluye en todo lo creado y lo perfecciona.Ésta es la base de toda curación, éxito y logro. El reino interno es el plano de la todapotencialidad, toda sustancia, toda vida, todo amor y toda paz. Jesús dijo: “No osangustiéis por vuestra vida, … buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, ytodas estas cosas os serán añadidas” (Mt. 6:25, 33). En otras palabras, ve con elfluir y recibirás todo lo que deseas o necesitas.

Éste no es un concepto nuevo en lo absoluto. No era nuevo en el tiempo de Jesús.En el siglo quinto A.C., Heráclito, un filósofo griego, enseñaba que “todo fluye, nadapermanece”.1 Y un siglo antes, en la China antigua, Lao-Tse enseñaba que el espírituhumano tiene su fuente en el manantial divino, al cual debe permitírsele fluirlibremente por medio del ser humano. Él creía que cualquiera que fluyera “como lavida fluye” ha resuelto el enigma de la existencia humana y no necesita otro poder.Él sentía que cualquier que bloquee el fluir de la acción creativa es malo y todo loque fluye con el universo es saludable.

Este concepto del “fluir” es el que destaca a Emerson como el ensayista de másinfluencia en Estados Unidos. Los académicos nunca supieron qué hacer con él. AEmerson no puede tildársele de “religionista” ni “filósofo”, así que se le denominatranscendentalista. Pero como quiera que se le califique, no puede ser ignorado. Acontinuación una buena razón:

Existe un principio que es la base de las cosas, el cual toda lengua desea decir,y toda acción llevar a cabo, una presencia sencilla, callada, no descrita eindescriptible, que mora pacíficamente en nosotros, nuestro señor legítimo: notenemos que hacer, sino permitir que haga; ni trabajar sino que se trabaje ennosotros; y para este homenaje hay un consentimiento de todos los sereshumanos considerados y justos de todas las edades y condiciones. A estesentimiento pertenecen aumentos de poder grandes y súbitos … Un día debemostratar con el ser real —esencias con esencias.2

Emerson no pudo entender por qué hacemos de la vida un problema frustrando elfluir del bien. Él dijo: “Nuestra vida podría ser mucho más fácil y sencilla de lo quela hacemos; el mundo podría ser un lugar más feliz del que es; no hay necesidad deluchas ni desesperación, ni del llanto ni del crujir de dientes. Creamos nuestrospropios demonios. Interferimos con la naturaleza”.

En mi libro Unity of All Life, cuento la historia de un hombre que se sentó en suescritorio deprimido una noche después de recibir una nota de cesantía de lacompañía para la que había trabajado más de veinte años.3 Él reflexionaba condesesperación sobre la dificultad de conseguir otro trabajo a su edad, la tareaimposible de vivir con su salario y la impresión de sentir que no era necesario, queno era útil, que estaba acabado.

Él notó una araña en el escritorio y la apartó inconscientemente. De repente,miraba con asombro cómo la criatura diminuta tejió automáticamente un hilo parasoportar su peso y se balanceó con gracia hasta el piso. Él comenzó a pensar: Si estacriatura diminuta puede estar en el fluir de un recurso misterioso y tratar de maneratan creativa con su crisis, entonces ¿por qué no podía él hacer lo mismo? Larespuesta vino de manera dramática: Él debió haberse salido de su fluir natural, deotra manera, no hubiera tenido que enfrentar esta situación. El hecho de que estabatan perturbado probaba que eso era cierto. El sincronizarse en conciencia con elfluir, comprendiendo que su bien no viene a él sino por medio de él, no le devolvióel trabajo, mas lo hizo avanzar inexorablemente hacia algo mejor.

Con una nueva conciencia del fluir y con los procesos de la mente y el cuerposincronizados con el fluir, el hombre experimentó seguridad y creatividad nuevas.Siempre había anhelado la oportunidad de escribir. Ahora tenía esa oportunidad ¡yasí lo hizo! No se convirtió en un Hemingway, pero escribió y vendió mucho de loque escribió. Y junto con el ingreso monetario de su retiro, se las arregló para logaruna seguridad económica que nunca había tenido. Todo gracias a que ahora estabaconsconsciente y gozosamente en el fluir.

Esta idea del fluir de la vida desde lo interno no es fácil de comprender, ya que lamayoría de nuestra sabiduría y experiencia, reflejos del mundo a nuestro alrededor,parecería contradecirla. Emerson dice que debemos olvidar la sabiduría del mundo,permanecer en los circuitos divinos y, al hacerlo, abrir la puerta por la cual laafluencia del cielo y la tierra fluyan en nosotros. Él no sugiere que sacrifiquemos lasabiduría acumulativa de la ciencia. Él se refiere a esos factores limitativos.

David Sarnoff, en el comienzo de los años 50, llamó a sus investigadores y lesordenó que produjeran un proceso de cinta de video en blanco y negro y colorcompatible. Los hombres estaban estupefactos con la audacia de tal tarea imposible.Al salir del salón, se oyó decir a uno de ellos en voz baja: “Debe ser maravillosotener una imaginación no restringida por el conocimiento de los hechos”. Sinembargo, ellos pusieron a un lado su gran sabiduría y la televisión que ves hoy endía ha evolucionado gracias a su creatividad.

Hemos sido engañados a creer que acumular la sabiduría del mundo nos hacesabios, cuando realmente quizás sólo nos llene de prejuicios. Por eso Jesús dijo:“Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn. 8:32). Libres del pensamientode vivir a merced del mundo externo, libres para “permitir que Dios sea Dios” ennosotros, y libres para estar en el fluir de vida, luz y sustancia del universo.

Es importante notar que Jesús no dijo: “Conocerán acerca de la Verdad”. Elconocimiento acerca de la Verdad puede ser simplemente más sabiduría mundana.Él, dijo específicamente: “Conoceréis la Verdad”. Con el peligro de parecerarrogante, puedo decir que sé mucho acerca de la Verdad y tengo una gran bibliotecay muchos archiveros llenos de notas para probarlo. Sin embargo, cuando enfrento unreto, todo eso se vuelve exceso de equipaje. Al estar cara a cara con la vida y soloconmigo mismo, lo único que me queda es lo que sé. Esto no es un repertorio de

palabras o frases que puedo traer rápidamente a la mente, sino una fe sencilla que meguía a aquietarme y saber que estoy en el fluir.

Un punto que hay que tener claro al comenzar cualquier estudio de la Verdad eséste: La Verdad no es palabras, afirmaciones, libros o enseñanzas. La Verdad es unfluir universal que sólo puede ser atrapado vagamente en la red de la concienciahumana. La teología, bien sea tradicional o metafísica, tiende a cristalizar la Verdady, así, obstruye el fluir. Es como pensar que un puño vacío contiene algo y que undedo que señala es el objeto al cual apunta. Si señalamos a la luna, hemos perdido laidea. Las “palabras de Verdad”, aún las grandes expresiones de eruditos,simplemente señalan a la realidad del universo. Un universo que sólo puede serexperimentado de manera personal como un fluir dentro de nosotros.

La verdad está en nosotros; no se elevade las cosas externas, sin importar lo que creas.Hay un centro íntimo en todos nosotros,donde la verdad mora en plenitud; y a su alrededor,pared a pared, la carne torpe la encierra,esta percepción perfecta, clara —que es la verdad.Una red carnal desconcertante y corruptorala encierra y convierte todo en error: y, SABER,consiste más bien en abrir una salidapor la cual el esplendor aprisionado pueda escapar,que en abrir una entrada para que entre unaluz que se supone está afuera.4

—Robert Browning

El estudiante de la “nueva comprensión de la Verdad” a menudo usa la cita deEmmet Fox: “La vida es conciencia”. Es un buen concepto que ha ayudado a muchaspersonas a cambiar su manera de pensar y de vivir. Sin embargo, dicha frasecontiene mucho más de lo que normalmente se discierne de ella. “Conciencia” no essolamente lo que pensamos conscientemente. También es la acumulación depensamientos profundos en la mente subconsciente. Y tiene que ver con la relaciónque tenemos con la totalidad de la Mente Divina y con el grado con el que la hemosreclamado.

“Conciencia” no es sólo lo que hemos metido en nuestras mentes. También es elgrado en que hemos descubierto y liberado nuestro “esplendor aprisionado” paraestar en el fluir. Esta distinción sutil se vuelve dramática cuando nos damos cuentade que, no importa el nivel de conciencia en el que nos encontremos en un momentodado, siempre hay más en el interior; la totalidad de Dios está en el interior.Podemos estar en la conciencia de la enfermedad o de la escasez, de la falta dearmonía o de la injusticia y, sin embargo, aquí mismo donde estamos, podemosaquietarnos y reconocer la unidad con el proceso creativo y “de su interior brotaránríos de agua viva” (Jn. 7:38). Estamos tan cerca de este fluir sanador como nuestro

“consentimiento” a permitir que este se desarrolle. Si seguimos la “verdad a medias”de que somos lo que hemos puesto en nuestras mentes, seremos engañados yconsideraremos la educación partiendo de la base de un “recipiente de limosna” —llenando la mente de aprendizaje. Antes, solíamos decir, en broma pero conconvicción: “Llénalas y amontónalas, las cabezas de los niños están vacías”. Laeducación, llevada a cabo fuera de la conciencia del fluir, es una perversión delproceso creativo.

Sócrates se refirió a la educación como extraer la sabiduría de la mente del niñopara colocarla donde él pudiera examinarla y utilizarla, ya que era suya desde elprincipio. Y Carlyle se refiere al genio como la expresión externa del alma inspiradade un ser humano. Él insiste en que esta alma inspirada existe potencialmente en cadapersona, que es comparativamente independiente de la educación o el entrenamientoy que aguarda la inspiración que llamamos genio. En la actualidad, es trágico nopresentarle al niño la idea y el proceso de la mente superconsciente para guiarlo aexperimentar el fluir de la fuerza universal interna. La nueva era que casi está aquínecesita personas que hayan estado preparadas adecuadamente en el “entrenamientodel alma”. Permitir que el fluir del poder universal dirija la mente consciente esimperativo si queremos desarrollar plenamente la capacidad de nuestro potencial.

La misma “verdad a medias” de que somos lo que hemos puesto en nuestra mente,lleva a muchas personas a utilizar la técnica popular de “programar la mente” conpatrones mentales de salud y éxito. Ahora, es cierto que: “Tú guardarás en completapaz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera” (Is. 26:3). Pero esto no quiere decirque tenemos paz solamente al poner pensamientos de paz en la mente. Laprogramación de la mente tiende a asumir que sólo podemos ser saludables sialimentamos pensamientos de salud. Ésta es una negación de la fuerza sanadoranatural de la vida. Podría llevar hacia la suposición, sin base, de la responsabilidaddel bienestar del cuerpo. “Trabajar” constantemente y ansiosamente por el bienestardel corazón, el estómago, los ojos, etc., puede hacer que nos convirtamos en“metafísicos hipocondríacos”. Es mucho mejor tener presente, como dijo Lao-Tsé,que: todo lo que fluye con el universo es saludable. Ante cualquier tipo dedesorden, lo que necesitamos es estar en el fluir, soltar el “esplendor aprisionado”de la Verdad interna, en vez de tratar de “hacer una entrada para una luz que sesupone que esté afuera”.

Se le da mucho énfasis al “arte de la demostración”. Esto es bueno, porque graciasal conocimiento de cómo trabaja la ley espiritual, podemos alcanzar un nuevo nivelde salud y éxito. Sin embargo, si no edificamos la conciencia de nuestra fuente en elfluir universal de la vida, meramente estamos tratando de forzar la ley para lograr elbien que deseamos. En realidad, no hay manera de que podamos hacer que la leydivina trabaje para nosotros ni para nadie. ¿Podemos influenciar la gravedad paraque trabaje para nosotros, o para que el sol brille para nosotros? Todo lo quenecesitamos hacer es tener una buena relación con ellos.

La llamada “ley de la curación” es simplemente el fluir eterno de la vida presenteen el todo, hasta en la enfermedad. La “ley del éxito” es simplemente el fluir de

ideas y creatividad que pueden convertir el fracaso en productividad y la escasez enabundancia. No hacemos que la ley funcione por medio de la oración o tratamiento.La ley divina funciona siempre, aun cuando podamos frustrar su fluir con nuestrasactitudes y acciones.

Por medio de lo que Teilhard de Chardin llama: “La impugnable totalidad deluniverso”, dondequiera que estés y cualquiera que pueda ser la necesidad, Dios estácontigo. Todo el universo te respalda a un grado igual a la dimensión de lanecesidad. Todos los poderes del cielo y de la tierra están contigo, trabajando de tulado, en el lado de la salud, de la justicia, del logro. Ella Wheeler Wilcox capta estagran idea en sus líneas:

Aquello que el espíritu en ascenso puede lograr, lo conocen todas las fuerzasgrandiosas y creativas; ellas ayudarán y fortalecerán como la luz eleva labellota a la altura del olmo. No tienes sino que proponértelo y ¡presto! Latotalidad del gran universo de Dios fortificará tu alma.5

No necesitas hacer una demostración y, de hecho, no puedes. No tiene objetotratar de hacer que la ley divina funcione para ti, porque la ley es un fluir inexorable.Siempre estás en este fluir —de la misma manera como estás siempre en la fuerza degravedad y ella en ti. Puedes, y lo haces a menudo, apartarte de la conciencia delfluir. Mas lo que se necesita hacer es eliminar aquello que interfiera con el fluirnatural del bien desde tu interior. Aparta tus pensamientos de la tensión y el esfuerzo.Deja ir y permite que el fluir de la vida se desarrolle.

En uno de los aforismos de Patanjali, encontramos revelada esta gran verdad:

Así como el remover de la tierra por parte de un granjero que abre una zanjaabre un canal para que al agua fluya a sus cosechas,así el remover obstáculos por parte del estudiante abreun canal para que la energía cósmica fluya a su ser.

Esto no niega la idea del pensamiento positivo. Somos criaturas pensantes y estoes tan cierto hoy en día como cuando Salomón lo dijo: “Porque cuales son suspensamientos íntimos, tal es él” (Pr. 23:7).

Sin embargo, necesitamos una comprensión más clara del papel que desempeña elpensamiento en la conciencia. El pensamiento en sí mismo no crea. Lo que hace es, ocolocarnos conscientemente en el fluir universal o frustrar su fluir. Si pensamos en laenfermedad o la escasez, no las manufacturamos. Cuando el pensamiento no estásincronizado con el fluir de la vida, entonces, tal como todo lo que se separa de sufuente, “surge la necesidad”.

En el mismo sentido, si pensamos en la salud y la abundancia, no las estamoscreando. No hay manera de que el ser humano pueda crear salud. Es un fluir o“florecimiento” de la vida divina. Cuando la mente permanece en el pensamientodivino de salud perfecta, estamos sincronizados con el fluir de la vida. Cuando

pensamos en la abundancia, estamos sincronizados con su fluir. Ni creamos, nicomenzamos, ni detenemos el fluir. Simplemente lo aceptamos, dando nuestro“consentimiento” a su fluir natural. Esto es lo que la presencia de Dios es realmente—la vida de Dios presente en nosotros como un fluir inexorable.

Y es, también, lo que es la oración —el tipo de pensamiento que está sincronizadocon el fluir. Normalmente se piensa que la oración es algo que dices o haces a Dios,o que es el proceso de decir afirmaciones o mantener frases de la Verdad en lamente. Es mucho más. La oración es como levantar los ojos por encima de laslimitaciones que resultan de la obstrucción del fluir, a una conciencia de la presenciasempiterna del fluir trascendente.

Cuando la bandera señala hacia el norte, no es que esté haciendo que el vientosople hacia el norte. Sencillamente informa que el viento está soplando hacia elnorte. De la misma manera, cuando hablamos palabras de Verdad en oración, nocambiamos a Dios ni despertamos la ley divina. La oración no es poner las cosas enla mente sino liberar poder que yace en la mente. Es la experiencia más elevada devivir de lo interno a lo externo.

Jesús instó a que, en oración, entráramos a la habitación y cerráramos la puerta.Aquí no hay nadie a quien impresionar con oraciones elaboradas; porque, como Éldice, Dios sabe lo que tenemos en mente aún antes de que lo expresemos enpalabras. De aquí que no hay necesidad de la “repetición vana” ni de afirmaciones nifrases de oración. Una afirmación de Verdad no está destinada a hacer que algo seacierto. Es un medio efectivo de sincronizar nuestra conciencia con el fluir de la vida.Al saber esto, no hay necesidad ni de fervor ni de voluntad humana. Pronunciamos lafrase de Verdad como una pluma que la brisa se lleva. Porque es simplementenuestro consentimiento, nuestra manera de decir “sí” al fluir, lo cual es el placer delPadre en nosotros y para nosotros.

Jesús dijo: “En el mundo tendréis aflicción, pero … yo he vencido al mundo” (Jn.16:33). En el mundo de la experiencia humana, nos alejamos fácilmente del fluir delEspíritu. Alguien se nos atraviesa en la carretera y ¡cuán natural es enojarnos! Untaxi sin pasajeros pasa de largo, ignorando nuestras señas frenéticas desde la acera ynos ponemos furiosos. Es perfectamente comprensible, porque de esto se trata lavida “allá afuera”. O, por lo menos, eso es lo que decimos. Pero no hay unarespuesta automática a las condiciones. El temor, la preocupación y la ira sonreflejos que resultan de un estímulo externo. Cuando sabemos realmente que la vidase vive de adentro hacia fuera, entonces no importa lo que nos suceda o lo quesuceda a nuestro alrededor, siempre podemos entrar al fluir trascendente en nuestrointerior. Y esto es “vencer al mundo”.

Jesús dijo: “Amad a vuestros enemigos … y orad por los que os … persiguen,para que seáis hijos de vuestro Padre” (Mt. 5:44-45). Pero ¿cómo podemos hacereso después de lo que han hecho? Ciertamente no merecen amor. Eso puede ser biencierto, pero es irrelevante. El punto es que al entregarnos a la enemistad, sinimportar la provocación, perdemos nuestra conciencia del fluir. Entonces, la

necesidad es reestablecernos en la conciencia de este fluir de la vida de lo interno alo externo. Esto es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “Para que seáis hijos devuestro Padre”. ¿Por qué destruirnos a causa de lo que otro ha hecho o dejado dehacer? Esto es precisamente lo que hacemos cuando frustramos el poder creativo delamor. Jesús estaba diciendo: “¡Deja ir —y deja fluir!”

¿Sería posible que la palabra fluir haya dado lugar a la palabra flor, un símbolohermoso del fluir sin obstrucción de la vida? Alguien dijo: “Puedes confiar en ununiverso que crea flores”. Ahora puedes darte cuenta del por qué Jesús dijo:“Considerad los lirios, cómo crecen: no trabajan ni hilan, pero os digo que ni aunSalomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos” (Lc. 12:27). Toma tiempode vez en cuando para meditar en una flor, identifícate con el fluir sin obstrucciónque expresa tal fragancia, belleza y simetría. Así es como la vida debe expresarsepara ti —la manera en la que con más certeza se expresará cuando estésconscientemente en el fluir.

Así que éste es el comienzo de nuestra aventura. Medita acerca del concepto deque la vida se vive de lo interno a lo externo. Que eres un centro dinámico del fluircreativo que Dios es y que tienes la capacidad innata para la salud y el éxito. Puedesser más, puedes hacer más y puedes tener más en la vida porque estás vinculadoinexorablemente al fluir trascendente de la vida.

De los pensadores de la antigüedad, ninguno da evidencia de un concepto másclaro acerca del fluir que Plotino. Él sugiere una disciplina mental que bien pudierallegar a convertirse en la asignación final para este capítulo. En unos momentos demeditación, reflexiona en esta paráfrasis:

Permite que tu mente y tu corazón suelten todo lo que te perturbe. Que tucuerpo se aquiete, que libere toda molestia y todo lo que lo rodee; deja que latierra, el mar, el aire y hasta el mismo cielo se aquieten; entonces piensa enEspíritu como una corriente y vertiente precipitación y brillantez en ti, por mediode ti y surgiendo de ti en todas las direcciones, mientras tú permaneces sentado enla quietud.

CAPÍTULO 2

LA CORRIENTE SANADORA

“¡Algunas personas son muy afortunadas!” ¡Cuán a menudo este clamor esescuchado por parte de quienes sienten lástima por sí mismos o por parte de loscompasivos! Y, pareciera cierto. Ha sido comprobado que ciertas personas son“propensas a los accidentes”, mientras que otras disfrutan de todo lo bueno, desdetrabajos emocionantes hasta sitios de vacaciones interesantes. Los egipcios tienenuna frase para describir dichas personas: “Se caen en el río y salen con un pez en laboca”.

En realidad, pareciera que algunas personas siempre se están enfermas, mientrasque otras siempre disfrutan de buena salud. Algunas personas son víctimas de todaenfermedad contagiosa, mientras que otras no son afectadas, y se refieren a símismas como “desagradablemente sanas”.

Es como que si algunas personas están en el lado correcto de la vida y otras en elincorrecto. Pero, ¿tiene la vida un lado correcto y otro incorrecto? ¿Están algunaspersonas condenadas a una vida de dolor y sufrimiento porque no nacieron del ladocorrecto? Richard Rumbold, comentando acerca del aspecto político de la cuestión,una vez exclamó: “Nunca pude creer que la Providencia había enviado a unos pocosseres humanos ya con las botas y las espuelas puestas, listos para cabalgar, ymillones con la silla puesta esperando que los monten”.1

A través de los tiempos, y se podría decir hasta recientemente, cuando laenfermedad aparecía en la carne, se pensaba que la causa, casi sin excepción, estabaen la carne. Era simplemente mala suerte, la voluntad de Dios o “así son las cosas”.Así que la persona no hacía el intento de ser más de lo que pensaba que era y,tristemente, la enfermedad era parte de lo que ella creía ser. Han pasado más de3000 años desde que Salomón dijo: “Porque cuales son sus pensamientos íntimos, tales él” (Pr. 23:7). Mas se ha necesitado mucho más tiempo para lograr que la personaentienda que la “mala suerte” es sencillamente “un mal hábito mental”.

El campo de la medicina ha sido lento en aceptar la influencia de las actitudes yemociones en las funciones del cuerpo. Sin embargo, el peso de mucha investigaciónválida en el campo de las causas sicosomáticas de la enfermedad no puede sernegado. Hoy en día los médicos están comenzando a aceptar como un hecho laevidencia de que muchas enfermedades son inducidas emocionalmente o, por lomenos, influenciadas. Hay quienes creen que el 50 por ciento de toda enfermedad esEIE (enfermedad inducida emocionalmente). Otros dicen que es como el 90 porciento. Sin embargo, cada vez más médicos están aceptando que el secreto para la

curación de cualquier tipo, es corregir las condiciones que impiden el fluir naturalde la vida transformando los estados de conciencia.

En Juan 21:1-6, hay un episodio en el cual Jesús enseña usando una “parábolaviviente”. Los discípulos, quienes en su mayoría eran pescadores, estaban pescandoen el mar de Galilea. Después de toda una noche de esfuerzo, no habían pescadonada. Al amanecer regresaron a tierra, cansados y desilusionados. Vinieron a Jesús,quien les sugirió que intentaran de nuevo, pero les dijo: “Echad la red a la derechade la barca”. ¡Imagínate la reacción de los discípulos! Después de todo, ellos eranpescadores experimentados. ¿Qué podía saber un carpintero? Sin embargo, despuésde todo lo que habían visto, ¿cómo podían cuestionar Su sabiduría? Así que echaronsu red como Jesús lo había sugerido y no podían recoger tal cantidad de peces.

La historia simboliza dramáticamente el lado correcto y el incorrecto de la vida.Como Shakespeare dijo: “¡La culpa … no es de nuestras estrellas, sino de nosotrosmismos, al consentir ser inferiores!” Es un asunto de conciencia y no la voluntad deDios ni del dedo veleidoso del destino, y la conciencia puede ser cambiada. Losdiscípulos, en conciencia, estaban fuera del fluir de la vida. Con sólo echar la reddel otro lado de la barca, ellos cambiaron toda su experiencia. Esto significa que porel hecho de cambiar el pensamiento de negativo a positivo, sentimientos deinsuficiencia a actitudes de confianza, podemos alterar nuestra experiencia delfracaso al éxito. “En el lado correcto” de la vida estás a tono con el fluir inexorabledel bien.

Muchas personas han sufrido enfermedades dolorosas que han retado todo procesode curación. Como los discípulos, ellas, figurativamente, después de “toda una nochede esfuerzo” en su búsqueda por la curación, posiblemente hicieron uso detratamiento médico, de oración o de ambos, pero sin resultado. La historia pareceindicar que no importa la experiencia ni las técnicas involucradas ni el fervor deldeseo, si estás en el “lado incorrecto” (estado negativo de conciencia) no hay ayudaposible. Uno ha de cambiarse al “lado correcto”, meterse en el fluir de la corrientesanadora.

Indaguemos acerca de esta corriente sanadora, de este fluir universal de bienestary salud. En el capítulo anterior, nos referimos al mandato de Jesús: “Considerad loslirios del campo, cómo crecen”. Ciertamente, una flor demuestra bellamente el fluirsin obstrucción del universo. Y, en el mismo sentido, aunque no estemos conscientesde ello, cada uno de nosotros es un retoño del proceso creativo universal. Somossanos dondequiera que estemos y cualesquiera que sean las condiciones de la menteo el cuerpo, gracias a lo que Teilhard de Chardin llama: “La perfección impecabledel universo”.

Tú eres un hijo del universo. No andas solo por el camino de la vida. El universocompleto camina contigo. Está involucrado dinámicamente en ti. Su fluir dinámicosiempre se expresa como tú. De aquí que la salud no es algo que puedes “obtener”físicamente, de píldoras ni pociones, o metafísicamente, en oraciones o tratamientos.La salud es la realidad de la vida, la condición normal del ser humano.

La paradoja de la ciencia médica es que al estudiar la “vida”, por mucho tiempo,lo han hecho estudiando cadáveres en laboratorios. ¿Cómo podemos conocer ladinámica de la vida estudiando algo muerto? No es entonces de extrañar que lamedicina tradicional haya insistido que la muerte es el destino final y que laenfermedad es su preludio inevitable, al cual debemos resignarnos.

Afortunadamente, hay algunas señales de esperanza. Por ejemplo, hace unos años,la escuela de medicina de la Universidad de Cornell decidió investigar “qué hacesana a la gente que es saludable”. Esto apartó a los científicos de la “norma” dedeterioro y muerte y los llevó a estudiar la “salud mental” como la clave obvia de lasalud corporal. Los científicos descubrieron que las personas más saludables sonaquellas que tienen actitudes y hábitoes que las hacen impenetrables a las situacionessociales y a sus alrededores. Quizás ha llegado el momento en que todos losprofesionales del campo de la salud necesiten ponerse de acuerdo en que la salud yla vida continua son la condición normal de la humanidad, en vez de la enfermedad yla muerte. También sería refrescante ver una aplicación moderna de la prácticaantigua china en la cual el paciente paga al médico para que lo mantenga sano y dejade pagarle cuando se enferma. ¡Ciertamente esto cambiaría la perspectiva delmédico y del paciente!

Una vez que te apropias de la idea de que eres una criatura sana, un hijo deluniverso, expresión viviente de una corriente universal de vida, no te sentirássatisfecho hasta que encuentres mejoría en tu salud. La cofundadora de Unity, MyrtleFillmore, era una maestra que había sido criada en la iglesia metodista, ella enfrentólo que en ese tiempo era un caso mortal de tuberculosis. Los médicos estaban deacuerdo en que sólo tenía unos meses de vida. Era una condición “de familia” y deaquí que la prognosis fuera aceptada con resignación. Sin embargo, ella emprendióuna aventura espiritual en búsqueda de la verdad acerca de la vida. Un día ella tuvouna gran revelación que cambió su vida y gracias a la influencia de Myrtle, la demiles de personas. Ella afirmó: Soy una hija de Dios y por lo tanto no heredoenfermedad. Comenzó “a echar la red en el lado correcto de la barca”. A pesar delveredicto médico, ella entró en el fluir de la vida sanadora y vivió una vida plenacuarenta y cinco años después de su diagnóstico.

Esto no quiere decir que la herencia no tenga influencia en las condiciones otendencias del cuerpo. Pero sí quiere decir que no importa el tipo de cuerpo físicoque la herencia te ha dado o las condiciones de conciencia que tus padres te hayanimpuesto, todo esto es incidental para tu experiencia de vida. Sin embargo, la verdadfundamental es que eres un hijo del universo. Estás en el fluir incesante de la vidatrascendente. Jesús dijo esto muy claramente: “No es la voluntad de vuestro Padre… que se pierda uno de estos pequeños” (Mt. 18:14). Él también dijo: “Venid,benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundacióndel mundo” (Mt. 25:34). Este reino en ti es el fluir del universo enfocado en ti. Laherencia es tuya, porque eres el agente viviente del proceso creativo. Pero debesreclamarla, saber que te corresponde la plenitud de la vida y entrar en el fluir.

Dios es un círculo que tiene su centro en ti. Todos los atributos del Infinito están

en ti, fluyendo por medio de ti. Tú estás en ese fluir. Tú eres ese fluir justo dondeestás. De aquí que eres un hijo del universo, un hijo de Dios. Medita en estacomprensión maravillosa. Has sido creado a la imagen y semejanza de una ideainfinita. Tú eres el unigénito de Dios desde el punto de vista de que, no importa lasmarcas que las influencias externas puedan haber dejado en ti, existe aquello en tique es encarnado sólo de Dios, que por siempre es y será la “flor” del fluir divino.Ésta es la Verdad fundamental. Todo lo demás es incidental.

El predicador de Eclesiastés, dice: “He aquí, solamente esto he hallado: que Dioshizo al hombre recto, pero él se buscó muchas perversiones” (Ec. 7:29). Lahumanidad es creada en y de un plan perfecto de vida. Y, en el lado correcto de labarca o estado correcto de conciencia, la humanidad fluye con este manantial decuración natural. Pero, como dijo Pablo: “Hay muchos enfermos y debilitados entrevosotros, y muchos han muerto” (1 Co. 11:30). Al pescar del lado incorrecto de labarca, adoptar estados mentales que nos limitan, restringimos el fluir.

Al reevaluar la historia de la pesca, no darnos cuenta de que los peces habíanestado allí todo el tiempo. El cambio, de una escasez descorazonadora a unasatisfacción gozosa, no fue producto de un cambio en los hábitos de los peces, sinoen la actitud de los pescadores. La corriente sanadora es una realidad eterna. Existetotal e inmutablemente, aún en la enfermedad. Todo el universo está contigo y su fluires siempre la realidad de salud que es la clave de la constancia de un proceso decuración y renovación en el cuerpo —aún cuando no hagas nada ni sepas nada de él.

Hace algunos años hubo una noticia publicada ampliamente que hablaba de lasconclusiones a las que había llegado un antiguo profesor de la escuela de medicinade la Universidad de Harvard. Él señalaba que la mayoría de las enfermedades sonsanadas sin que las víctimas supieran que las habían tenido. Él citó muchos ejemplosen los cuales las autopsias revelaron huellas incuestionables de enfermedades de lascuales la persona había sanado sin saberlo. Él insistía que el cuerpo tiene una súpersabiduría que está a favor de la vida en vez de a favor de la muerte, la cual es muchomás poderosa que cualquier medicina. Él identificó este poder sanador como“Dios”. Y entonces hizo el llamado a que los profesionales de la medicinainformaran a los pacientes de esta gran fuerza que trabaja en ellos. Él dijo: “Evitar lapalabra Dios no hace a la profesión médica ningún bien. ¿Por qué no enseñar a lagente la Verdad?”

Sí, necesitamos saber la Verdad básica que todo sicólogo acepta sin cuestionar,que en toda vida existe un fluir inexorable hacia la salud. Generalmente, es llamadovismedicatrix naturae, que significa simplemente “el poder sanador de lanaturaleza”. Existe una tendencia natural hacer que todo vuelva a la normalidadcuando equilibrio de la vida ha sido alterado. Hiere a un árbol con un hacha yregresa después de un tiempo y encontrarás que la naturaleza ha sanado la herida. O,si te cortas un dedo pelando papas, puedes vendar la herida y, a los dos o tres días,la herida habrá sanado. Los médicos, con todas sus destrezas, no pueden alterar esteproceso y, si comprenden el fluir trascendente de la vida, dirán: “Yo vendo laherida, pero Dios la sana”.

Esto nos lleva a una observación importante en cuanto al proceso de curación. Losprofesionales de cualquier rama de la salud son, después de todo, humanos. De aquíque a veces la necesidad de satisfacer el ego los lleve a adjudicarse el crédito porresultados aparentemente milagrosos. Sin embargo, un médico no es un sanador, nitampoco lo es el “sanador por fe” ni el practicante de metafísica. La corrientesanadora de la vida es la realidad detrás de toda apariencia. Bien sea que el métodoempleado sea la medicina o la meditación, solamente podemos cooperar abriendo lamente o los procesos corporales al fluir incesante de la corriente sanadora.

La corriente sanadora como fluir básico de la vida fue demostrada dramáticamenteen un experimento biológico que buscaba probar “el campo de la teoría de la vida”.Se seleccionó el moho arbóreo por ser la forma menos compleja de estructuraviviente. Una porción de él fue colocada bajo un microscopio poderoso donde elcientífico podía observar un cordoncillo de pequeños riachuelos con forma decapilares flotando con un tipo de fluido subcelular. Se descubrió que el fluircontinuaba por exactamente cincuenta y ocho segundos y que todos los canales fluíanen la misma dirección. Entonces, el fluir se detenía abruptamente y comenzaba a fluiren la dirección contraria por cincuenta y ocho segundos. No existe una explicaciónconocida para este fenómeno, pero la secuencia continúa: cincuenta y ocho segundosen un sentido y cincuenta y ocho segundos en el sentido contrario. Una y otra vez.Quizás éste es el ritmo del universo.

Un metrónomo fue desarrollado y sincronizado cuidadosamente con la fluctuación.Entonces, con el metrónomo manteniendo el ritmo original, el moho fue anestesiado,deteniendo completamente el fluir. Hubo inactividad total de la sustancia, mientras elmetrónomo continuaba su latir. Gradualmente, la anestesia se disipó y el fluir de lasustancia comenzó de nuevo, con su ritmo inicial como lo indicaba el metrónomo.Esto demostró de manera dramática que el fluir estaba siendo dirigido por unacorriente de vida que trasciende la vida del moho arbóreo, el cual había estado “sinsentido”.

Esto tendería indicar que el latido del corazón, el fluir del torrente sanguíneo y laregulación de los fluidos del cuerpo bien pueden seguir el ritmo de un directortrascendental. El Dr. Donald Hatch Andrews lo llama “la sinfonía de la vida”.

Lo importante de este experimento es darnos cuenta de que existe un fluir activo,inclusive cuando la sustancia ha sido anestesiada. Éste es el gran milagro de la vida—la clave de toda curación. Por medio de este proceso y principio fundamentales,puede decirse con confianza de cualquier persona, sin importar la condición “puedesanar”. Los medios empleados pueden ser muchos y variados, mas la razón de lacuración es una: la perfección impecable del universo. ¡Puedes sanar porque eressano! Los hechos incidentales pueden limitar tu juicio y tu fe, pero la Verdadfundamental permanece: Eres un hijo del universo y, espiritualmente, nunca puedesestar separado de la corriente de vida.

Un axioma de la medicina moderna es que la única enfermedad es la “congestión”y que todos los demás males no son sino una intensificación de esa congestión, la

cual inhibe el fluir natural de la corriente sanadora. Toda congestión surge primeroen la mente. Jesús llamó a esta congestión resistencia. Los investigadores modernosla llaman estrés.

Algo fundamental en electrónica es la ley de Ohm, que dice: La corrienteeléctrica es directamente proporcional al voltaje e inversamente proporcional a laresistencia eléctrica. Hasta los mejores conductores de electricidad ofrecen algunaresistencia y no puedes enviar corriente sin un conductor de algún tipo. Piensa en unaunidad eléctrica para cocinar o producir calor. La corriente fluye por medio decables (generalmente de cobre porque son buenos conductores de electricidad conpoca resistencia) a una bobina central, hecha de una aleación especial que tienecomo propósito resistir la electricidad. ¿El resultado? La resistencia al fluireléctrico convierte a la corriente en calor. Un bombillo tiene el mismo proceso,excepto que el filamento incandescente se calienta “tornándose blanco” yconvirtiendo la corriente en luz.

Ahora, relaciona esto con el cuerpo físico, como el canal por medio del cual lacorriente sanadora (o corriente de vida) fluye. La resistencia comienza en la mente,donde las actitudes autolimitantes se convierten en malos conductores para el fluir.Entonces, las células del cuerpo, siguiendo las indicaciones del estado mental,comienzan a experimentar resistencia y congestión. Resultado: La corriente sanadorade vida es convertida en fiebre, dolor y deterioro progresivo. Por supuesto, ésta esuna simplificación extrema, mas indica cómo la limitación de la conciencia produceestrés, el cual a su vez se convierte en todos los males que el cuerpo físicoexperimenta.

Una queja común relativa a la enfermedad es la falta de energía —el sentimientode estar cansado todo el tiempo. La fatiga es un hecho que es incidental a laexperiencia de la vida. Pero la Verdad fundamental es que nunca hay escasez deenergía, aun cuando estás cansado. El sistema físico es sorprendente en su habilidadde movilizar energía cuando permite que la corriente sanadora fluya. Observa a losatletas exhaustos momentáneamente después de una competencia extrema. Ellosprontamente regresan a la competencia con fortaleza renovada.

Esto nos recuerda el gran pensamiento de Isaías 40:31(Versión Popular): “Los queconfían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas;podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse”. La palabra esperar viene delhebreo cava (kawvaw), que significa literalmente, “unir”. Es esencialmente el mismosignificado que la raíz de la palabra religión, vincula o une al ser humano con Dios.Entonces, esperar en el Señor, significa estar a tono, aunarse, estar en el fluir. Puedeser resumido en la afirmación: Estad quietos y conoced que … estoy en el fluir.

Nueve décimas de toda la fatiga (en las personas saludables) se debe a factoressicológicos y no fisiológicos: preocupaciones financieras, condiciones de trabajo nosatisfactorias, una vida sin significado, problemas emocionales, etc. La energía, unverdadero Niágara de ella, está en ti constantemente, represada por fuerzas de lascuales puede que no estés consciente. Puedes saber la Verdad y “esperar en Jehová”;

derribando las barreras, metiéndote en el fluir y liberando tal cantidad de energíaque te sorprenderás.

Obviamente hay mucho qué decir acerca de la alimentación y del ejercicionecesarios para crear y sostener un balance saludable en el cuerpo. Sin embargo,vale la pena resaltar que Jesús dijo: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de todapalabra que sale de la boca de Dios” (Mt. 4:4). Esta palabra viviente de Dios es la“corriente sanadora” que fluye en y por medio de cada persona. El cuerpo tiene unahabilidad sorprendente de tomar sustancias alimenticias para sus necesidades yefectuar transmutaciones por el simple acto de la fe.

Tu cuerpo es el templo del Dios viviente. Alimentado, vitalizado y sostenido porla corriente sanadora y renovadora de la vida. Si te mantienes en el fluirconscientemente, serás guiado a comer lo que el cuerpo requiere. Tus gustoscambiarán y comenzarás a desear lo que tu cuerpo necesita, y no solamente aquelloque te atrae. También encontrarás que tus hábitos alimenticios naturales siguen unadieta de motivación espiritual. “En el lado correcto de la barca”, tu peso seránormalizado, los alimentos serán digeridos, asimilados y eliminados con facilidad ytendrás la experiencia liberadora de comer para vivir en vez de vivir para comer.

Jesús dijo que lo que sale de la boca es más importante que lo que entra en ella.Quizás estaba siendo humorista. En un lenguaje más contemporáneo, Él hubieradicho: “Antes de que tomes la primera taza de café en la mañana, toma tiempo paraestablecerte conscientemente en el fluir de la vida”. Durante el sueño nocturno,puede que hayas tenido una restauración de energía y una perspectiva para el nuevodía. Pero pronto enfrentarás los retos del trabajo. Necesitarás saber conscientementeque estás en el fluir.

Toma unos momentos antes de levantarte para “esperar en el Señor” o entrar en elfluir. La corriente de vida está en ti, siempre lo ha estado. Mas necesitas mantenertus pensamientos conscientemente del lado correcto. Puedes afirmar algo como esto:Estoy en el fluir de la vida y me muevo fácilmente con el fluir. Estoy vivo, radiantey con entusiasmo. Estoy libre de tensión, estrés y agobio, y avanzo en el fluir de lavida —sin apuro ni preocupación.

Entonces, decide que sólo vas a pescar desde el lado correcto de la barca.Mantente libre de las reacciones negativas y de la competencia agobiante. Tu vida espara que la vivas de lo interno a lo externo. Las cosas que te suceden o suceden a tualrededor pueden tener poca influencia en tu bienestar físico. Lo que cuenta son lascosas que pasan en ti. En el oriente, dicen: “Tal vez no puedas evitar que los pájarosvuelen sobre tu cabeza, pero puedes impedir que hagan nido en tu pelo”. Cuandoestás en la conciencia correcta, “ninguna de estas cosas te afectarán”. Estarásconscientemente en el fluir.

La primera crisis del día sucederá cuando alguien te pregunte: “¿Cómo estás?” o“¿Cómo te sientes?”. Ahora puedes elegir: (1) “Incidentalmente, me siento muy mal;me duele la espalda, tengo el estómago revuelto, fiebre, etc. etc.” (2)“Fundamentalmente, estoy en el fluir de la vida; me siento de maravilla”. La

respuesta negativa, no importa cuán cierta, tenderá a perpetuar ese estado deconciencia y hará surgir actitudes que producen estrés, con la correspondientecongestión física, dolor y deterioro.

Emerson dice que nos ciñamos con afirmaciones incesantes. La razón es fácil dever. De esta manera, elevas tu atención del vacío a la plenitud, te diriges hacia elotro lado de la barca y tiendes realmente a alterar tu nivel de conciencia. Y no estássiendo infiel, porque siempre estás en el fluir y siempre estás lleno de maravillagracias a “la perfección impecable del universo”.

En el momento en que comienzas a trabajar desde el lado correcto, te das cuentade que tu salud está “aquí y ahora”. Puedes decir con confianza: Disfruto de vida ysalud. Es paso más corto desde “no sé adónde” a “sé que es aquí” es la pausa quehacemos para estar quietos y conocer que … estoy en el fluir. El factor másimportante para la curación es salir de la conciencia que no está “en ninguna parte”.En este nivel, el esfuerzo de curación está motivado por el temor y frustrado por latensión del esfuerzo ansioso de encontrar salud. El primer paso debe ser siempreestar en el fluir. La vida es perfecta y tú nunca puedes ser menos que perfecto en turealidad. Pablo dice: “En parte conocemos … pero cuando venga lo perfecto,entonces lo que es en parte se acabará” (1 Co. 13:9-10). Establece esta idea en tuconciencia. Afirma: Soy un hijo del universo, establecido eternamente en lacorriente sanadora. Soy fortalecido, renovado, restaurado y sanado en todosentido.

Ten presente que la corriente sanadora es constante —no presente solamentecuando afirmas que funciona. Estás en esta corriente constantemente, aun cuandohayas estado pescando desde el lado incorrecto de la barca y no hayas manifestadouna experiencia de bienestar. La necesidad no es vencer la enfermedad, sinosimplemente entrar en el fluir. Cualquier intento de “vencer” el problema físicopuede causar aún más tensión y estrés, lo cual creará condiciones que podríanneutralizar tus buenos esfuerzos o hasta empeorarte.

Existe una corriente sanadora. Es una de las grandes realidades de la vida.Dondequiera que exista aún el indicio más imperceptible de vida, esa corriente esuna realidad, un potencial para el bienestar y la curación. La pregunta puede ser:“¿Es posible sanar esta condición?” ¿Quién puede responder? Debido a que lacondición es una fijación en la conciencia de la persona, hagamos otra pregunta:“¿Es posible que una estructura de gran peso se mantenga fija en la tierra por la leyde gravedad? Por supuesto que es posible —es inevitable— porque la gravedad esuna fuerza inexorable.

No hay enfermedad incurable —sólo personas incurables quienes pueden estarencerradas en ciertos estados de conciencia negativos. Mas la conciencia puede sercambiada. No debemos simplificar demasiado el proceso ni asumir que con unaspocas afirmaciones o unos tratamientos metafísicos sucederá fácilmente un milagrode renovación. Sin embargo, es necesario que sepas la Verdad: Puedes ser sanado;puedes abrir el camino hacia la corriente eterna de la vida.

Fluye, fluye, río de curación,bendición mayor que la riqueza.Fluye, fluye, limpiando, revelandoel regalo de Dios, la salud en la libertad.

—Tomado de un himno religioso antiguo

CAPÍTULO 3

LA REALIDAD DE LA AFLUENCIA

En una época cuando el mundo enfrenta el espectro lúgubre de la escasez, hay unagran necesidad de comprender la omnipresencia de la sustancia divina. Existe pocaduda de que las personas pueden fallar y hasta pasar hambre en su experiencia devida. Pero la gran verdad de “la realidad de la afluencia” es que existe unaabundancia legítima para cada persona, la cual debemos reclamar, y que la escasezde cualquier tipo en la experiencia humana es resultado de algún tipo de obstrucciónen el libre fluir del proceso creativo.

Lao-Tsé enseñó este concepto del fluir hace más de 3000 años. Él declaró que elespíritu humano tiene su fuente en un fluir cósmico, así como los ríos tienen su fuenteen alguna montaña lejana. Encontrar nuestra fuente, dijo él, es aprender el secreto delcielo y la tierra. La vida sólo te pide que fluyas con ella, que no opongas resistenciaa su avance inexorable, que no te arrastres a rincones oscuros de insuficiencia nierijas barreras. De aquí que el secreto de la prosperidad y del éxito es que éstosvienen a ti por medio de ti y no solamente a ti.

Por supuesto, esto contradice a la “sabiduría del mundo”, que pregunta: ¿Deseasganar dinero, llevar una buena vida, lograr seguridad y obtener fama y fortuna?Puedes lograrlo “allá afuera” en el mercado. Por supuesto, pronto aprendes quemuchas otras personas están buscando frenéticamente allá afuera por las mismascosas. Hasta puedes llegar a sentir la presión de la competencia y de la visiónlimitada de que el éxito de otro es tu fracaso, y que la ganancia de otro es tu pérdida.

Por eso es que Emerson insiste en que debes “olvidar la sabiduría del mundo”,porque ésta trata con lo que es aparente, no con lo real. “No juzguéis según lasapariencias, sino juzgad con justo juicio” (Jn. 7:24). Pareciera que la prosperidad essimplemente un asunto de tener dinero. Pero la Verdad es que es estar en el fluir dela sustancia.

¿Qué es el dinero? Los pedazos de papel y las monedas de oro no tienen valor ensí mismas. Su valor es simbólico de una actividad de fe. Cuando las personas uorganizaciones tienen fe unas en las otras, dan valor a varios métodos deintercambio. Los problemas surgen cuando ellas confunden lo simbólico con lo real.Por eso es que Pablo dice: “Raíz de todos los males es el amor al dinero” (1 Ti.6:10). No es que haya intrínsecamente nada de malo con el dinero, sino que damos aldinero vibraciones negativas cuando trabajamos por el símbolo en vez de trabajarpor el fluir de Dios o de la sustancia universal.

La prosperidad no es simplemente tener mucho dinero. Es tener una conciencia delfluir de la sustancia. La verdadera “conciencia de prosperidad” está abierta

consistentemente al fluir, atrae oportunidades tanto de dar como de recibir, dirigecon sabiduría el uso de la sustancia y permanece libre de su carga. Un recordatorioimportante: Si te preocupa tener o no tener dinero, no estás en el fluir.

¿Qué es el éxito? Desafortunadamente hemos lo hemos igualado con cargos en eltrabajo y con acumulaciones. Hemos pensado que el éxito está en un peldañoparticular en la escalera corporativa o en la admiración del mundo. Ésta es unailusión errónea. El éxito no es solamente “llegar allí”. Es ganarse el derecho deestar allí. Es permanecer en el fluir del proceso creativo.

El impulso para el éxito es fundamental en el sueño americano. En nuestroidealismo adorado, creemos que cualquiera puede llegar a la cima.Desafortunadamente, esto ha dado lugar al sentimiento de que todo el mundo ha dequerer hacerlo, y al juicio de que cualquier cosa aparte del “éxito” es un fracaso. Laparadoja es que en una cultura que está orientada casi totalmente hacia el éxito,existe una conciencia latente de fracaso. Porque, ¿cuánto espacio hay en la cima?Esto es lo que podemos llamar “el síndrome del éxito”.

Por ejemplo, quienes desean llevar una vida de creatividad y significado sesienten casi avergonzados de admitir que han estado en el mismo trabajo por veinteaños. Las personas piensan y a veces dicen: “¿Todavía tienes el mismo trabajo?¿Qué pasa contigo?” Es verdad, puede que les falte ambición. Mas también podríaser que están donde están porque les gusta lo que hacen. Tal vez tomaron la decisiónconsciente de resistir las presiones de buscar el “Santo grial” o éxito material, dandoprioridad a la calidad de trabajo que hacen y a la clase de vida que tienen con susfamilias.

Impulsadas por el “síndrome del éxito”, muchas personas fijan su vista en hacermucho dinero. Existen solamente dos maneras de “hacer dinero”: (1) Trabajar en lacasa de la moneda o (2) convertirse en falsificador. La urgencia de hacer dinero esuna respuesta humana al instinto adquisitivo, pero es también una manera segura desalirse del fluir de la sustancia universal. Podemos tener éxito atando nuestraautoimagen a una opulencia ilusoria y edificar nuestra vida alrededor de la piscinade aguas estancadas del materialismo, mas en términos de plenitud en la vida,estamos fuera del fluir. Por eso puede ser que Salomón dijo: “Sobre todo lo queposees, ¡adquiere inteligencia!” (Pr. 4:7).

Uno de los grandes fundamentos del “fluir de la vida” es la realidad de laafluencia. La palabra afluencia es utilizada normalmente en un contexto relativo acosas: casas, automóviles, dinero —materialidad en general. En realidad, ésta es unacorrupción del verdadero significado de la palabra. Él significado es “afluir”. Lamisma corrupción se encuentra en el uso de la palabra dinero o circulante. Loutilizamos en referencia al dinero en cantidad o el dinero en cuentas bancarias. Peroel dinero o circulante, implica fluir. Ciertamente el dinero no tiene poder sino en suuso.

Cuando entras a la conciencia del fluir del proceso creativo en ti, tu vida gozaráde una constante guía interna, la cual te conducirá a un sentido profundo de

significado y, de manera incidental, a medida que ésta fluye, te llevará a losautomóviles, las casas y el dinero que son parte de este significado —pero sin queninguno de ellos se convierta en la meta de tu vida, sino en una experiencia gozosadel libre fluir.

Las enseñanzas de Jesús engloban este mensaje, aunque éste ha sido oscurecidopor la falta de comprensión en el proceso de lo interno a lo externo. Él dijo: “Buscadprimeramente el reino de Dios … y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt. 6:33).Él no habla de un sitio físico, sino de una profundidad de conciencia. El reino deDios es el fluir universal en ti. Es la única gran realidad detrás de toda apariencia.

Colócate en medio de la corriente, dice Emerson, y serás impelido sin esfuerzo auna “satisfacción correcta y perfecta”. Esta corriente de vida es la única realidad.Saber que estás en el fluir de esta corriente es la base de la fe y la clave para elúnico tipo de seguridad que puedas conocer. Esta corriente que fluye en ti no tieneotra intención sino fluir por medio de ti y como tú. Por eso Jesús dijo que al Padre leplace daros el reino.

No hay cabida en esta nueva comprensión para la antigua creencia de que lavoluntad de Dios es escasez y limitación, o que es una bendición ser pobre. Labienaventuranza dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es elreino de los cielos” (Mt. 5:3). La implicación que se la ha dado es que la gente esbendecida en su pobreza, porque tendrán su recompensa en una experiencia futura enun lugar lejano con calles de oro. Esto es totalmente inconsistente con la dinámica delas enseñanzas de Jesús.

“Pobres de espíritu” quiere decir “pobres en orgullo” o ricos en una actitud dehumildad. Significa dejar ir el ego y la determinación voluntariosa de tener algo sinprimero ser algo. Ser pobres de espíritu significa estar receptivos al fluir de bien delo interno a lo externo. Y la promesa es: “Porque de ellos es el reino de los cielos”.Darás a luz a la posibilidad no nacida de la sustancia ilimitada que siempre está enti.

“La práctica de la presencia de Dios” es una comprensión que ha inspirado amuchos. Sin embargo, su verdadero significado raramente es comprendido oenseñado. La presencia de Dios es la actividad divina presente en ti y como tú. Deaquí que practicar la Presencia signifique cultivar pensar que estás rodeado por unaPresencia divina que te desea bien porque expresas Su vida. El fluir de la vida es lanaturaleza misma de Dios y la experiencia natural de la humanidad. En el últimocapítulo, tratamos con la idea de que la salud es la expresión natural de vida y queno es natural estar enfermo de ninguna manera. De la misma forma, la afluencia o elfluir libre de la sustancia, es el estado natural de tus asuntos. Para ti no es naturalexperimentar escasez ni limitación de ninguna manera ni en ningún momento. CharlesFillmore lo dijo abiertamenteo: “Es un pecado ser pobre”.

Es un círculo completo desde la “bendición de la pobreza” hasta esta nuevacomprensión de que la escasez es un pecado. Fillmore no implicó un juicio delsegmento de la sociedad que vive por debajo del “nivel de pobreza”. La palabra

pecado debe ser vista en el contexto del pensamiento de Lao-Tsé que “cualquiercosa que bloquea el fluir de la acción creativa es mala, y todo lo que fluye con eluniverso es saludable”. El pecado es más que simples actos o experiencias delimitación. La frustración del proceso divino les da cabida. Dondequiera que hayaescasez de cualquier tipo, es porque hay un bloqueo en el fluir de la abundancia.Hasta que esto sea comprendido y se apliquen las medidas correctivas, todos losprogramas para erradicar la pobreza en el mundo no cambiarán realmente las cosasen la sociedad.

No has sido creado separado del universo. Eres una parte integral de él, un centrodinámico dentro de él. La totalidad de la sustancia universal está siempre enmovimiento en y por medio de la “singularidad” que tú eres. Este fluir creativo te haproducido, perteneces a él y estás en él en un sentido más vital de sentir que él tepertenece. No es que simplemente lo heredas. Eres su expresión. El fluir libre de lasustancia en ti es la continuación del esfuerzo divino que te creó originalmente.

Puedes estar inclinado a juzgar las condiciones de tu vida según la bolsa devalores, la inflación o las posibilidades de empleo. Esta tendencia y todos los“hechos” que surgen de ella, deben ser olvidados. Debes aprender a juzgar “conjusto juicio” para lograr la percepción trascendente de la vida en un universodinámico. Un hombre dijo sabiamente: “Muchas veces he estado arruinado, peronunca he sido pobre”. La economía puede fluctuar en recesiones y depresiones, perotú nunca puedes ser cortado de la sustancia todo suficiente del Espíritu. De aquí quela prosperidad es la ley del universo, y la condición del afortunado.

Pablo dice: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas”(Flp. 4:19). ¡Todo lo que os falta! ¡Es una promesa fantástica! Sin embargo, debesnotar que él no dice que Dios resolverá tu escasez. Una necesidad es un vaso paraser llenado, mientras que escasez es un estado mental, una limitación en laconciencia. Coloca un vaso bajo un chorro abierto y se llenará rápidamente. Peroeste proceso sería frustrado completamente si el vaso es colocado boca abajo debajodel chorro.

¿Podría esto ser lo que el salmista tenía en mente cuando dijo: “Mi copa estárebosando”? Quizás ésta no es sólo una frase para asentir que “las cosas van demaravilla”. Puede ser una afirmación del proceso activo, tanto en tiempos buenoscomo malos. Como “al Padre le place daros el reino”, tu copa siempre estárebosando. Siempre estás en el fluir de la afluencia, pero a veces, sin proponértelo,puedes frustrar su fluir con una mente que ha fomentado la negatividad y laautolimitación.

Éste podría muy bien ser el “pecado imperdonable”: la mente conformista. Sitienes la convicción de que tu vida está vacía, que han discriminado en tu contra, quenunca has tenido una oportunidad en el caudal de la vida, entonces “tu copa estárebosando” —desde el lado incorrecto de la barca y con el vaso boca abajo. Elpecado es imperdonable en el sentido de que nadie puede alterar la situación exceptoel que está bloqueando el fluir. Puedes orar y hacer tratamientos de prosperidad,

pero hasta que entres en el fluir de manera consciente y receptiva, no habrá cambio.Puede que justifiques tu preocupación y temor acerca de los problemas financieros

o tu resistencia y resentimiento hacia las personas o fuerzas que parecen estarreteniendo tu bien. Pero la verdad es que el libre fluir de la sustancia está siendorepresado desde lo interno y no desde lo externo. Por eso Jesús dijo: “Ponte deacuerdo pronto con tu adversario” (Mt. 5:25). El adversario no es la competencia niel enemigo personal “allá afuera”. Es tu pensamiento negativo o adverso acerca deellos. Nadie puede impedir tu bien sólo tú.

Cuando estás conscientemente en el fluir, resuelves uno de los más grandesproblemas de la vida: Experimentar la continuidad del proceso creativo que fluye eny por medio de ti, sin temor, ansiedad ni inseguridad. Recuerda, Jesús dijo que nodebíamos angustiarnos por la comida ni por el vestido, por lo que debemos trabajares por la conciencia de que estamos en el fluir, en el cual todo en provisto.Aferrarnos al temor, a la angustia o a la ansiedad por un sentimiento de insuficienciapersonal obstruye el fluir, tal como si te pararas sobre una manguera en el jardín.“Dejar ir” no implica indiferencia ni irresponsabilidad. Es la voluntad de permitirque la ley trabaje. ¡Entrega tus cargas al Señor! ¡Deja de preocuparte y comienza acreer!

Para Emerson, esta conciencia del fluir de la vida mora en cada persona como laPresencia y fluye siempre por medio de ella, siendo su fuente. Él insiste en que, sitodavía no tienes tu porción, ésta busca apresuradamente hallarte, y te sigue comouna sombra.

Una de las maneras de hacer práctico tal concepto está vinculada a tu trabajo. Siestás buscando trabajo, siente que alguien te busca. Afirma que hay un lugar correctopara ti y que eres guiado de todas las maneras para encontrarlo.

Es de importancia vital que analices cuidadosamente las actitudes que tienes haciatu trabajo. Si piensas que éste es sólo un medio para hacer dinero o cubrir tus gastos,estás fuera del fluir de la vida. Contradices el principio fundamental de que la vidase vive de adentro hacia fuera. Trabaja no para cubrir tus gastos, sino para vivir. Lamayoría de la insatisfacción surge de la tendencia de centrar nuestro enfoque en loque el trabajo hace por nosotros, en vez de hacerlo en aquello que fluye por mediode nosotros cuando trabajamos.

Emerson insiste en que no importa lo que tu trabajo sea, mas que sea tuyo. Noimporta tu ocupación, permite que lo que haces surja “orgánicamente”; que sea tuesencia. Él dice que de esta manera abres la puerta para que la afluencia del cielo yla tierra fluyan por medio de ti.

Todo trabajo te brinda la oportunidad de entrar en el fluir de la vida. No importacuál sea la naturaleza del trabajo. Lo que cuenta es la actitud con la cual lo haces. Elapoyo del universo es constante y los procesos creativos siempre buscan fluir pormedio de ti. Medita en esta Verdad al sentarte en tu escritorio (o banco o mostrador)en la mañana. Ni siquiera digas en broma “otro día, otro dólar”. Trabajas y recibesun pago por el trabajo. Pero si eso es todo lo que crees, siempre serás mal

remunerado y te sentirás insatisfecho.Cuando un relámpago ilumina el cielo y el rayo cae en un árbol, experimentas una

ilusión. Lo que el ojo no ve es el minúsculo “rayo líder” de energía que hacecontacto con el árbol. La carga masiva que ilumina el cielo es el alto voltaje de lamasa de la tierra haciendo flotar ese rayo minúsculo dentro de las nubes. No es elrelámpago proveniente del cielo lo que destruye el árbol, sino la carga inmensa quefluye del árbol mismo.

Piensa en esto en términos de tu trabajo. Pareciera que tu trabajo es el medio paraatraer el dinero del mundo. Y, por supuesto, lo es, pero hay mucho más. Tú eres unfoco de afluencia del cielo y la tierra. El trabajo es el contacto mediante el cual unfluir puede desarrollarse. Lo que necesitas es “practicar la Presencia” de este fluirinterno. Medita en el ideal de que el proceso creativo del universo está fluyendorápidamente, virtiéndose en ti desde todo ángulo mientras haces tu trabajo. Sienteesto tan fuertemente que todo tu ser vibre con entusiasmo y tus dedos cosquilleen depoder. Al trabajar en esta conciencia, estás en el fluir de la vida. Tu trabajo seráhecho con efectividad, pero sin ego. Y, como creaste un fluir verdadero al dar, habráuna demostración satisfactoria del recibir.

Si necesitas trabajo, un empleo mejor o una nueva dirección en tu carreraprofesional, “practica la Presencia” de este fluir creativo en ti. Reconoce que eres uninstrumento de potencialidad creativa que sólo busca descubrir un cauce por mediodel cual liberar el fluir. Mantén tu mente a nivel de “dar” en vez de “recibir”.Atraerás o serás atraído hacia el tipo de oportunidades de trabajo donde puedes serbendecido y ser una bendición. Y en ese tipo de contacto, siempre hay unamanifestación de prosperidad y éxito.

“¡La oportunidad se presenta una sola vez!” ¡Cuán a menudo hemos oído esta viejafrase! Es uno de los muchos axiomas de la “sabiduría del mundo” que debe serolvidado, porque es completamente falso. Un principio en la naturaleza es que hay unfluir incesante del proceso infinito en cada persona. Apocalipsis 3:20 lo expresasimbólicamente: “Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,entraré a él y cenaré con él y él conmigo”. La verdad es que la oportunidad sepresenta constantemente. Es como que si vivieras en un país donde en cualquier sitiodonde buscaras petróleo hayaras un pozo. El fluir interno del Espíritu es constante y,por eso, cualquier tipo de escasez o fracaso debe ser acreditado al bloqueo del fluiren la conciencia. ¡Y la conciencia puede ser cambiada!

Malaquías 3:10 lo expresa de la manera más clara posible: “Probadme ahora enesto … a ver si no os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotrosbendición hasta que sobreabunde”. Si leyéramos este pasaje según el conceptotradicional del cielo “allá arriba”, parecería decir que Dios llenará tu vida con“regalos” divinos. Mas obviamente, guarda un significado más profundo y relevante.

El cielo está en ti, el foco mismo del fluir de lo Infinito sobre ti. De aquí quenecesitemos revisar el significado interno de la frase en Malaquías. “Probadme”significa “entra a la corriente”. “A ver si no os abro las ventanas de los cielos”. Tú

eres las ventanas de los cielos. Eres los canales abiertos para el fluir. “Derramosobre vosotros bendición”. Te conviertes en una bendición de vida, creatividad yéxito. “Hasta que sobreabunde”. Indica que serás bendecido súbitamente con másoportunidades de las que puedas aprovechar. La vida es rica y plena, porque tienesla mente centrada conscientemente en el fluir de la vida.

A continuación una buena afirmación para practicar la Presencia: ¡La oportunidadestá dondequiera que yo esté! Estoy en el fluir, y cada día espero que nuevasexperiencias abran el camino hacia el éxito. Pongo todo mi ser en todo lo quehago y me dedico a ser una bendición adondequiera que vaya.

Es algo grandioso darse cuenta de que el fluir libre del Infinito en ti es ilimitado.Tu mente no es un simple vaso limitado de conciencia que puede ser enriquecidoocasionalmente por algún destello de inspiración divina. Hay una sola Mente y tumente es un estado de conciencia dentro de la mente divina. Las ideas son el “papelmoneda” de la mente y son convertibles, y se tornan en dinero y en las innovacionesque lo atraen. Como vives dentro de la totalidad de la mente divina, siempre estás enel fluir de la producción de ideas creativas y exitosas. No existe un límite para elfluir, sólo una creencia en la limitación que lo restringe.

Se cuenta que el músico y maestro de la improvisación en el jazz, Dave Brubeck,tuvo un enfrentamiento fugaz con el miedo. Durante años él había dado conciertospor todas partes del mundo, noche tras noche, sin partitura y sin un plan previo.Siguiendo sólo el fluir continuo de su creatividad, sus improvisaciones ymodulaciones nunca se repetían, siempre eran nuevas, diferentes y emocionantes.

Una noche, conduciendo a través de una tormenta de nieve con algunas personasde su banda, comenzó a pensar en el “fin” de la creatividad. Hubo un período breveen que se sintió helado por el miedo de que una noche de repente su inspiración seagotara y quedara sin ideas, sin melodías ni ritmos. Como éstos eran su capital, fueuna experiencia devastadora por unos momentos. El limpia parabrisas comenzó afallar según trataba de limpiar la nieve. Y allí encontró su respuesta. Recordó que lanieve había estado cayendo en distintos lugares y por mucho tiempo, sin embargo,nunca ha habido dos copos de nieve iguales. Entonces, ¿cómo podía el fluir creativo,del cual él dependía, secarse jamás? El miedo se disipó y nunca más volvió.

Sí, Dios provee para toda necesidad cuando abrimos nuestras mentes con un deseoentusiasta de dar. Las ideas, los planes y las formas vendrán fácilmente y fluiránlibremente, poniendo palabras en nuestra boca, dirigiendo nuestras manos ymoviendo nuestros pies en el camino que debemos tomar. Todo lo que necesitamoses mantenernos en le fluir, tener una mente y un corazón abiertos a los pensamientospositivos y la fe creativa, y continuar avanzando “en la dirección de nuestrossueños”.

Esto recuerda la lección de Henry David Thoreau, el filósofo y soñador, quien sefue a los bosques para experimentar lo vívido de estar en el fluir. Yo releo Walden aveces, porque tiene mucho que decir que es relevante para mi necesidad decomprenderme a mí mismo y comprender la vida. Él recopila su experiencia en

Walden al decir que si avanzamos confiadamente en la dirección de nuestros sueñosy entramos en el fluir de las leyes universales, viviremos con la “licencia de unorden más elevado de cosas”. Y quizás, sólo quizás, así fue como Jesús pudocaminar sobre el agua. Pero ciertamente, y algunos lo llamarán un milagro todavíamayor, cuando estamos conscientemente en el fluir de la vida, viviremos con lalicencia de alterar nuestras vidas.

No quiere decir que debas ser mejor que otra persona, ni siquiera losuficientemente bueno para dar la talla según algunos niveles mundanos. Esto es dardemasiado poder al mundo “allá afuera”. En la sabiduría oriental, hay un axioma quedice: No hay nada noble en ser superior a alguna otra persona. La verdaderanobleza es ser superior a tu ser antiguo. Cuando entras a la conciencia delincesante fluir de la vida, abres el camino para el crecimiento y mejoramientoscontinuos.

La afluencia, en términos del fluir libre de ideas, sustancia y creatividad, es laúnica realidad de la vida. A medida que te das más cuenta de esta Verdad y teidentificas con ella, habrá un mejoramiento constante de tu posición en el mundo. Enel fluir de la vida, estás a tono con la riqueza del universo, el cual es tuyo para quelo compartas. “Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado paravosotros desde la fundación del mundo” (Mt. 25:34).

CAPÍTULO 4

LA EFUSIÓN DE LUZ

Hoy en día vivimos en un mundo complejo y cambiante. Si hay algo quenecesitemos más que nada, es luz: luz en términos de comprensión de nosotrosmismos, guía en el camino de la vida, conocimiento de los secretos del universo y lasabiduría para utilizar la luz y no abusar de ella. Los pensadores más cabales que laraza humana ha producido han visto siempre el curso de sus vidas como unabúsqueda de luz. Se dice que Goethe, quien pasó la vida en esta búsqueda, en sulecho de muerte exclamó: “¡Más luz!”1

Sin embargo, la hemos buscado “allá afuera”. Hemos pensado acerca de la luz entérminos de ideas e innovaciones, o de las mentes que las han dado a luz. Losseguidores de Jesús lo vieron como la luz, en vez de ver a una persona que dioevidencia de que: “La luz verdadera que alumbra a todo hombre venía a este mundo”(Jn. 1:9). Es verdad que Él dijo: “Yo soy la luz del mundo”. Mas él también dijo:“Vosotros sois la luz del mundo … así alumbre vuestra luz” (Mt. 5:14, 16).

La luz es la realidad de Dios en toda la creación. Es la realidad de nuestropotencial. Toda victoria, toda curación, toda autoexpansión. Es el efecto inevitabledel amanecer de la luz interna y de su efusión en lo externo. De eso habla Isaías:“Entonces nacerá tu luz como el alba y tu sanidad se dejará ver en seguida” (Is.58:8).

La humanidad está siempre en la encrucijada de la experiencia humana, y laoscuridad del temor y de la indecisión son agobiantes. ¿Qué camino tomar? ¿Quéelegir? ¿Por quién o por qué votar? Una de las causas principales del agotamiento esvivir en la conciencia de que aún las pequeñas decisiones pueden influenciar todanuestra vida. ¿Quién de nosotros puede identificarse con Robert Frost cuando dice:

Dos caminos se dividían en un bosquey yo tomé el menos transitado,y eso estableció una gran diferencia.2

Desde los primeros tiempos, la humanidad ha anhelado ver más allá del horizontey conocer el destino de esos “dos caminos”. Los precursores de la religión son loscuranderos, los que decían la suerte, videntes y profetas que veían, o decían queveían, el futuro. La palabra misma Providencia, utilizada por mucho tiempo comosinónimo para Dios, proviene de raíces de palabras que significan “ver haciadelante”. Y algunos diccionarios definen la palabra religión como “revelacióndivina para la guía humana”.

La humanidad ha sentido instintivamente una dimensión de vida en la cual fluye,como una corriente subterránea, una fuerza directiva que corresponde siempre contoda necesidad consciente. Emerson dice lo siguiente al respecto:

Hay guía para cada uno de nosotros, yal oír lo bajito oiremos la palabra correcta.¿Por qué necesitas elegir tan dolorosamente?… Ciertamente hay un derecho posible para tique preclude la necesidad de … elección voluntaria.Para ti existe una realidad, un lugar apropiado… Colócate en medio de la corriente de podery sabiduría, la cual anima a todo lo que flotay, sin esfuerzo, eres impelido a la verdad, a lasatisfacción perfecta y correcta.3

Esta efusión de luz es uno de los misterios de la naturaleza, donde la llamamosinstinto. Un salmón, desovado en un río determinado, deja instintivamente ese río yencuentra su camino hacia el mar. Entonces, en el momento apropiado para aparearsey desovar, regresa a más de miles de millas, y sin señales, al mismo río en el quenació. Un ave es dirigida a migrar a un clima más cálido, comenzando su viaje a lahora precisa, volando en la dirección específica, encaminándose a un destino quenunca ha visto y volando inequívocamente como siguiendo el rayo de un radar.

Decimos: “¿No es maravillosa la naturaleza?” Y olvidamos el asunto.Parafraseando a Jesús: Si Dios dotó a las expresiones inferiores de vida, ¿no tedotará mucho más a ti, hombre de poca fe? Si alguien evidencia, aunque brevemente,este tipo de dirección interna, la llamamos “percepción extrasensorial” o “fenómenosíquico”. Es una degradación sutil, porque tiende a negar el fluir inherente de guía enla humanidad que es tan natural como el instinto en los animales.

Mark Twain una vez contó de una oportunidad en que necesitaba mucho unartículo que había escrito muchos años antes para una revista. Escribió a la casaeditora, pero le contestaron que la demanda para tal ejemplar había sido tan grandeque ni siquiera tenían la copia de archivo. Su único ejemplar de la revista habíadesaparecido. Así que con gran determinación, se dio a la tarea de encontrar unejemplar. Comenzó por preguntar a sus amigos, pero ninguno la tenía. Se dijo a símismo: “Sé que hay un ejemplar en alguna parte y alguien sabe que lo tiene. Algúndía, a alguna hora, me toparé con tal persona”.

Varias semanas después, mientras estaba en Nueva York en un viaje de negocios,esperaba en un semáforo en la 5a Avenida y la Calle 42. De repente, un hombredesconocido, uno de los miles que pasaban, lo abordó: “¡Oh, señor Twain! ¡Quéextraño! Iba camino a la oficina de correos para enviarle esta revista. Estabalimpiando mis archivos anoche y la encontré. Tiene un artículo que usted escribió ycomo fue publicado hace varios años, se me ocurrió que le gustaría tenerlo”. Y leentregó un sobre a Twain, desapareciendo en la multitud. El sobre contenía una

revista con el artículo que él estaba buscando.Hay quienes prefieren tratar tales sucesos con escepticismo extremo. Algunos

dirían: “¡Si en realidad sucedió, debe haber sido pura coincidencia!” Pero lasposibilidades de que tal cosa sucediera deben ser astronómicas. O es considerado un“milagro de Dios” o evidencia de comunicación síquica. ¿Por qué nos negamos aaceptar como un hecho que: “Ciertamente espíritu hay en el hombre, y el soplo delOmnipotente lo hace que entienda”? (Job 32:8).

Comúnmente se ora por guía. Es raro que la oración busque una experienciadirecta de Dios, una efusión de luz. Normalmente, se torna en un intento de extraer unmilagro de parte de un Dios no muy dispuesto. Con frecuencia, se vuelve un esfuerzopor buscar aprobación divina acerca de algo que ya hemos decidido hacer sinimportar las consecuencias. Qué fácil es “orar por guía” y luego obtener unarespuesta apoyada por una gran cantidad de racionalizaciones de por qué debemoshacer lo que queremos hacer. Es como un juego.

La guía no es un acto especial de Dios ni un fenómeno que trata con una fuerzaexterna que actúa sobre el ser humano. La guía natural es divina y la guía divina esnatural. El ser humano es una criatura de luz, de aquí que aunque la frustremos pormedio del temor, siempre estamos en el fluir de la guía. Si oramos a Dios “alláafuera” por luz y guía nuestra oración puede bloquear el fluir interno de de luz yguía. La necesidad en poner atención yace en “escuchar”, en entrar en la concienciadel fluir. La luz es una realidad omnipresente. No tenemos que alcanzarla niesforzarnos para obtenerla, sino abandonar el deseo mismo de alcanzarla. Estadquietos y conoced … Estoy en el fluir.

La luz o guía puede surgir, mas no necesariamente como una voz percibida pormedio del oído o como un fenómeno que es visto por los ojos. Por ejemplo, podemossentirnos impresionados por la historia de Pablo y su dramática experiencia en elcamino a Damasco, asumiendo que nuestra guía debe surgir de dicha maneraespectacular. Algunas personas podrían recibirla de esta manera. Sin embargo, noexiste evidencia de que vino a Jesús de esta manera.

En su libro Talks With Great Composers, Arthur Abell cita a Brahms diciendo:

Siempre contemplo mi unidad con el Creador antes de comenzar acomponer. Inmediatamente siento vibraciones que emocionan todo mi ser… veo claramente lo que es oscuro a mi humor habitual … La idea fluyeen mí directamente … compás a compás, el producto final es revelado.4

“Ah”, decimos, “¡pero Brahms era un genio!” ¡Cómo evadimos toda noción de unadimensión divina en la humanidad! El genio no distingue a las personas en cuanto suacceso a su luz —sólo en como acepta confiadamente su efusión. A medida quesomos testigos de las hazañas de los “genios” de la música, el arte, la ciencia o losnegocios, debemos recordar la idea de Jesús: “Las obras que yo hago, él también lashará; y aun mayores hará”. Esto puede suceder —si entramos en el fluir.

Walter Russell, artista, científico y filósofo insiste en que el universo no concede

favores a los pocos a quienes busca como intérpretes. Él dice que es lo contrario —el universo da a quienes se vinculan con él, la mediocridad es autoinfligida y elgenio autoinvestido. Debemos cultivar el silencio y cuando estamos solos, eluniverso nos hablará en destellos de inspiración. El conocimiento es nuestro si lopedimos. No tenemos que aprender nada. De hecho, todo lo que necesitamosrealmente es recordar, porque ya está en nosotros como la realidad de la luz.

En la educación formal, el énfasis es colocado normalmente en la adquisición deconocimiento. De aquí que mientras mejor la memoria y más exhaustivos loscuadernos y archivos, más alta es la calificación. Sin embargo, los educadoresprogresivos están comenzando a darse cuenta, como lo hicieron los antiguos griegos,de que la verdadera educación es el proceso de despertar a la vida y liberar laefusión de luz. Si queremos obtener lo máximo de nuestro potencial humano,debemos darnos cuenta de que tiene sentido y es completamente científico y lógicopermitir que la efusión de la luz universal dirija la mente consciente. El director deinvestigaciones de una gran corporación instó a los estudiantes de ingeniería de unauniversidad a que estuvieran alerta a las corazonadas, a mantener la mente abierta.Él no propicia demasiada dependencia en la lógica e incita a los estudiantes a hacerun esfuerzo común para localizar el cofre del tesoro de ideas que yace escondido enel ser humano.

Cuando completamos nuestra educación, estamos listos como un instrumento: perohasta que aprendamos a abrir la dimensión vertical de la mente, somos solamentemedia persona, la mitad de la persona que podemos ser. El poeta-filósofo de launiversidad de Harvard, George Santayana, insiste que el sólo ser sabio y cerrar losojos al fluir interno no es sabiduría. Él dice que la sabiduría es creer con el corazóny confiar en “la conjetura invencible del alma”.

Lo que es llamado “guía divina” fluye de la Mente infinita. Es universal en elsentido de que es un principio de la acción mental y no depende de ninguna atracciónespecial. Es personal en el sentido de que es un proceso de la presencia de estaMente que “sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros lo pidáis” (Mt.6:8). Es la urgencia y la energía por medio de la cual puedes tomar la mejor decisiónen términos de tu conciencia. No es un acto especial de Dios sino unaespecialización de la omnisciencia y omniacción de la presencia de Divina.

La guía divina no tiene prejuicios. No viene porque hemos de dar un paso fijo einalterable. Es más bien una sabiduría, una luz, un fluir de apoyo que te permite verel camino ante ti con una claridad sorprendente y que utiliza tu sabiduría como nivelmás alto de expresión y desarrollo. La guía divina nunca te lleva a dar un paso queesté más allá de tu habilidad de comprensión o de su uso correcto.

Algunas personas quedan perplejas ante la pregunta: “¿Cómo puede uno distinguirentre la guía divina y la voluntad humana?” La pregunta misma implica una dualidad—una sensación de Dios “allá afuera” quien quiere o desea para ti algo contrario atus deseos personales. La guía divina no es una fuerza externa que actúa sobre ti. Esla semilla de tu divinidad (tu Cristo) buscando satisfacer su patrón según da forma a

tu vida externa. Dios nunca puede querer para ti lo que tú no quieras inherentementepara ti mismo.

Por supuesto, la intención puede ser un problema. Mas entonces, el primer paso alorar ha de ser dejar ir el ego, dar consentimiento al fluir de la “perfección impecabledel universo”. Puede que no tengas éxito cada vez en permitir que el fluir de tupatrón se salga con la suya. Por eso es que el término la práctica de la Presencia estan significativo. Pablo nos recomienda: “Procura con diligencia presentarte a Diosaprobado” (2 Ti. 2:15). Esto no significa tratar de lograr la aprobación divina.Siempre tienes la aprobación de Dios tanto como tienes la luz del sol. Tu trabajo esaveriguar cómo estás bloqueando el fluir. Entonces, abre las ventanas y sal de lasombra a la luz. Y esto puede necesitar esfuerzo y perseverancia.

“¿Cómo se llega al Monte Olimpo?” Preguntó un hombre una vez a Sócrates. Éstecontestó: “Sencillamente, que cada paso que des, vaya en esa dirección”. En tiemposmás recientes, un hombre detuvo a Heifetz en las calles de Nueva York y le preguntó:“¿Cómo se llega al Carnegie Hall?” El genio de la música respondió: “Práctica,práctica, práctica”. La clave podría ser: Sigue adelante … ¡hasta que lo logres!Estudia, trabaja y ora … hasta que la luz aparezca. Sólo entonces podrás comprenderlo que Jesús tenía en mente cuando dijo: “Conoceréis la verdad y la verdad os harálibres”.

La luz fue una realidad importante para Jesús. Quizás no podamos apreciarplenamente Sus enseñanzas, ni las grandes experiencias de Su vida, hasta queveamos la luz. Se nos dice que: “Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él” (1 Jn.1:5). Mas, ¿qué es la luz?

Es posible que nunca realmente veamos la luz. Sólo vemos el efecto que tienesobre nosotros, o más correctamente, lo que nos hace hacer. ¿Es la luz el resplandorblanco de la bombilla? ¿Es la esencia intangible que es transmitida por la energíaeléctrica a través de los cables? ¿O podría la luz ser una realidad siempre presente yno material que es simplemente despertada o liberada por estas fuerzas?

¿Ocupa espacio la luz, como lo hace el aire? Si entro a una habitación durante eldía y cubro las ventanas con cortinas oscuras, la luz no se escapa por ningún hueco,pero ya no está presente, mas el aire sí lo está. ¿De dónde viene la luz? ¿Y a dóndeva? Se nos dice que la luz llega a nosotros desde el sol después de haber viajado losnoventa y tres millones de millas en ocho minutos. Pero espera. Si un niño me golpeala cara con una piedra ¿viaja el dolor hacia mí a través del espacio? Lo que siento esel dolor. Si la piedra no me hubiera pegado sino que hubiera roto una ventana, elresultado hubiera sido muy diferente. Todo lo que sé es que una fuerza me pegó yhubo cierto efecto en mí. El sol envía fuerza, no luz ni calor.

Así que, ¿qué es la luz? Obviamente, de la manera como la Biblia habla de ella, yquizás como la ciencia habla de ella, dicha luz es algo trascendental. Quizás la luz esuna realidad siempre presente la cual a veces, como resultado de ciertascondiciones, se vuelve invisible. Las células parecen tener un brillo innato de luz.Todo el cuerpo produce un tipo de luz o “aura” la cual algunas personas y ciertos

instrumentos pueden ver. La luz, entonces, bien puede ser la única gran realidad delas cosas, más allá de las apariencias.

Por mucho tiempo los caricaturistas han representado un destello de inteligenciacon una bombilla sobre la cabeza. Cuando estás conscientemente en el fluir de lavida, hay una gran efusión de luz que se manifiesta como comprensión, guía,creatividad. Mas no es algo que Dios “allá afuera” te envía. Es, más bien, unaconciencia profunda de la “luz verdadera” de la presencia de Dios que está presenteen ti y como tú. Es un momento de unidad, un sentimiento de estar centrado en Dios yde ser el centro de Dios. De repente, hay un fluir creativo —“Hágase la luz”.

Así que cuando Jesús dijo: “Alumbre vuestra luz”, Él quiso decir permítete ser loque eres realmente, o como Eckhart lo expresa: “Permite que Dios sea Dios en ti”.Cuando estás en el fluir de la vida, te vuelves transparente en el sentido de que lohumano en ti, el ego, la personalidad y el cuerpo de carne y hueso, se convierten enun canal para dejar que la luz fluya como tu realidad.

Una pareja llevó a su hijo pequeño con ellos a Europa, donde visitaron muchas delas catedrales en el circuito turístico. Una vez que regresaron a casa, el niño estabaen la escuela dominical cuando la maestra preguntó: “¿Qué es un santo?”Recordando los muchos vitrales de las catedrales que muestran los santos cristianos,el niño dijo: “Un santo es un hombre a través del cual la luz brilla”.

Quizás Emerson tenía esto en mente cuando dijo: “Un ser humano es la fachada deun templo dentro del cual moran toda la sabiduría y todo el bien. Lo que llamamoscomúnmente ser humano: la persona que come, bebe, siembra y cuenta, de la maneracomo la conocemos, no se representa a sí misma; por el contrario, se malrepresenta”.5 Eres más que lo que piensas que eres, más de lo que aparentas ser.Eres una ventana de Dios por medio de la cual la luz puede brillar. Cuando te quitasdel medio, puedes sentir la efusión de luz que fluye como sabiduría, guía ycreatividad.

“La Tierra está llena de cielo y cada arbusto común flameando con Dios”,6 cantaElizabeth Barrett Browning. Ella se refiere a la experiencia de Moisés, quien seencontró con una zarza que parecía arder sin consumirse. A medida que se acercópara verla mejor, tuvo un destello de inspiración. Una voz desde su interior dijo:“Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es” (Ex.3:5). Ésta es una de las grandes revelaciones de todos los tiempos. El ser humanotiene la tendencia de buscar en todas partes la luz, la inspiración y la dirección.Moisés de repente se dio cuenta: “Yo soy la zarza ardiendo; yo soy la luz radiante deDios”.

La luz está donde tú estés, y es la respuesta completa a lo que necesitas, ahora ysiempre. “Quitarte el calzado” significa dejar ir las creencias falsas de la concienciay escuchar calladamente. La luz que buscas no está en otro sitio, sino donde tú estés.No pidas a Dios que te guíe ni le ruegues que tome la decisión por ti. Por elcontrario, afirma que estás en el fluir de la luz y que Dios es la luz. Tú estás en ella.Ella está en ti. Es tu realidad. No es algo que tienes que alcanzar sino una Verdad

que tienes que aceptar. Reconoce que existe algo en ti que sabe la dirección correctay perfecta para tu vida y afirma que ahora actúas bajo esa luz guiadora.

Siempre estás en el fluir de la guía. No esperes ser guiado. Se nos dice que“esperemos en “Dios”, pero la palabra esperar proviene de una raíz que significa“unir”. Esta clase de espera implica el conectarse con los circuitos divinos. No escuestión de tiempo, sino de una profundidad de conciencia. Espera ser guiado yluego ponte en movimiento. Da un paso, elige un curso de acción. Haz lo que puedashacer y ve tan lejos como puedas ir. La guía es un proceso que trabaja de maneramás efectiva cuando estás en movimiento.

Una de las causas principales del estrés en la vida —el cual hace surgir toda clasede enfermedades físicas y mentales— es tomar decisiones. El término mismo, tomaruna decisión, implica algo que debe ser resuelto personalmente en el taller de lamente. En realidad, no hay necesidad nunca de “tomar” una decisión. El esfuerzomismo de “tomar” la decisión tiende a frustrar el fluir espontáneo de la guía.

La única decisión que tienes que tomar es la decisión de comenzar. Las decisiones“qué hacer” y “qué camino tomar” no deben ser tomadas; deben ser descubiertas. Lavida es íntegra y completa y, aún cuando puedes estarla viendo en parte, siempreexiste la respuesta correcta “en esa corriente de poder y sabiduría” interna. Es esoen ti que sabe más allá de tu saber consciente. Si escuchas calladamente, percibirásla palabra correcta y la guía surgirá fácilmente. Esto no quiere decir que no tienesque hacer nada y decir, al estilo Pollyanna: “Oh, resultará —simplemente esperarépor la respuesta”. Recuerda, cuando te vinculas con una fuente de poder o accionasel interruptor de la luz, no hay demora en el fluir. Aquiétate y sabe que estás en elfluir y luego avanza con él.

El término descubrir una decisión no implica predestinación. Lo únicopredeterminado en la vida es el desarrollo de la criatura divina que eres. Mas ladirección que tomes para hacer realidad esta formación externa del Cristo morador,siempre estará determinada por tu conciencia. Sin embargo, hay una intencióncreativa obrando en ti. Es una fuerza que trasciende errores y malas elecciones yhace que todas las cosas trabajen para bien. Es como un organista que tocó una notaequivocada y causó una disonancia, y que utilizó habilidosamente la nota falsa comoguía para tocar otra tecla. Él lo hace parecer como que si toda la progresión sesuponía que fuera así, como que si fuera la única manera que podía haber sido.

En realidad, no puedes elegir equivocadamente, o tomar una mala decisión.Cualquier paso que des, a la larga, te guiará a tu bien, porque cualquier experiencianegativa que tengas producirá el desafió para superar el tipo de conciencia desde lacual la elección fue hecha. Así que una elección incorrecta es una elección correctaen ese momento en particular. Date cuenta de que estás libre del temor de las malasdecisiones. Puedes erguirte y creer que no hay una decisión que tomar, solamente unadirección por descubrir.

La próxima vez que tengas una decisión importante qué tomar, date unaoportunidad. Permite que tu mente se convierta en un instrumento en vez de pensar

que ella es la fuente. Conéctate y permite que este proceso fantástico funcione parati. Al final, no tomarás la decisión; la decisión se encargará de ti.

Tu mente es tu reino. No tiene límites. El fluir libre de ideas y creatividad es tuherencia. Es importante comenzar a actuar partiendo de la creencia de que puedesformar parte de este proceso en cualquier momento, manifestando guía y luz demaneras creativas e imaginativas más allá del conocimiento humano. Porque es unmanantial inexhaustible.

Se nos dice que: “En un momento, en un abrir y cerrar de ojos.” Él vendrá. Lostradicionalistas han insistido en que ésta es la promesa del regreso de Jesús en lacarne. Sin embargo, Jesús se vio a sí mismo no como la gran excepción, sino comoel gran ejemplo de lo que tenemos en nosotros y en lo que debemos convertirnos. Yera a lo que debemos convertirnos y no a Su regreso físico a lo que se referían susprédicas. Ésta es la “segunda venida”. Y sucederá en un destello. Y no solamenteuna vez y para todos, sino en cualquier momento que estemos necesitados de laefusión de luz. La inferencia es que no debemos tratar de tomar decisiones ni generarideas, porque esto sólo lleva a la ansiedad y el agobio. También conduce a larecopilación de información. El pensamiento nunca ha resuelto los problemas del serhumano y nunca lo hará. Quizás por eso es que Jesús dijo que este despertar (a laluz) vendrá “a la hora que no pensáis” (Mt. 24:44). Mientras más pienses en unproblema, más complejo e incierto se vuelve, a menos que la luz aparezca. Y, ¿quées la luz? Es el fluir trascendental de guía.

La luz, la guía, la inspiración y la creatividad existen siempre en ti, como recursosde la Supermente. En cualquier momento en que enfrentes una crisis, cuando menoslo pienses, surge una respuesta. No pienses en el problema, más bien permite que laefusión de luz divina moldee de nuevo tu mente desde el interior. De repente, el“problema” da lugar a la proyección de luz que conduce a la manifestación externade tu bien. “En un momento”, “en un abrir y cerrar de ojos” puedes vincularte ysentir la corriente de luz. El tiempo no es factor, porque el tiempo no existe en elEspíritu. Con la rapidez con que puedes tronar los dedos, la verdad surgirá como unplan completo y todos los medios para su cumplimiento.

Las personas creativas —escritores, poetas, artistas y compositores— a menudotienen que luchar y agobiarse arduamente para llevar a cabos algunas de sus obras.Mas cuando están en el fluir del proceso creativo, la inspiración surge como unrelámpago. Se dice que Beethoven una vez estaba sentado en su silla y en un segundooyó, como un gran acorde, toda una sinfonía. Hoy en día, tocar dicha sinfoníarequiere una hora, y a él le tomó semanas poner la música en papel. Pero él pudocaptar toda la sinfonía “en un abrir y cerrar de ojos”.

Mantén esta idea en tu conciencia. Cuando sientas presión en cuanto al tiempo quecreas necesario para lograr algo que puede requerir un fluir de inspiración,simplemente truena los dedos despreocupadamente, como un recordatorio simbólicode que en un instante la luz puede surgir con la respuesta completa que necesitas. Noquiere decir que debas esperar que te lo hagan todo. Porque nada es hecho por ti —

sino por medio de ti. Los primeros pasos son tu preparación para recavarinformación. Pero hay un momento en el que tienes que dejar ir y abrir paso a laexpresión en lo externo del fluir creativo.

No hay miles de cosas qué aprender en la vida. Sólo hay una cosa qué aprender:Conocer al Que sabe en tu interior y “reconocerlo en todos nuestros caminos” consinceridad y regularidad. Esto es comprender el nivel superconsciente de la mente,aprender a pensar verticalmente y no solamente horizontalmente; tratar con lotrascendental y no solamente con la lógica humana. Cuán descansado puedes estarcuando ves que el fluir de vida en ti es tan natural como la fuerza inexorable de lagravedad. Dondequiera que estés y cualquiera que sea la urgencia de la necesidad,puedes aquietarte y saber que estás en el fluir. Tendrás una efusión de luz en la formade ideas creativas, guía inequívoca y respuestas sin cesar.

CAPÍTULO 5

EL ARTE DE LLEVARSE BIEN CONLOS DEMÁS

La vida está definida por las relaciones humanas. Aunque los conflictos surgenentre las personas, los seres humanos son esencialmente criaturas gregarias. Llevarsebien con los demás es ciertamente un prerrequisito para la felicidad y la seguridad,ya que toda la humanidad es interdependiente. Pero, todavía más, es un anhelo delcorazón que surge de la conciencia trascendente de nuestra unidad. La gente anhela“descansar en Dios” porque saben, innatamente, que son uno en Espíritu. Y sesienten inquietos e incómodos ante el conflicto humano porque sienten que más alláde la apariencia de separación yace un vínculo de amor divino.

Lao-Tsé dijo que uno vive en proporción al número de puntos con los cualeshacemos contacto con la vida y el mundo. Infiriendo que el fluir de la vida debesurgir para crear una relación armoniosa entre las personas. Quien frustra este fluircon pensamientos de resistencia, prejuicio o animosidad vive sólo a medias. Por esoJesús enfatizó como la gran ley: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, contoda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas … y amarás a tu prójimo comoa ti mismo” (Mt. 12:30-31). No es que Dios se ofenda si no Lo amas o que tu vecino,por sus acciones, siempre merezca tu amor. Amar a Dios y a tu vecino es “establecerlos puntos” con los cuales contactas la vida y el mundo. Es entrar al fluir del amor.Encontrarás invariablemente fácil llevarte bien con las personas cuando fluyes,cuando estás en el fluir.

El orden divino no es una meta máxima que tratas de alcanzar por medio de unatécnica de oración que reclama su realidad. Es una Verdad fundamental del universo.Siempre hay un cosmos en cada caos. Siempre hay suficiente amor en todos, aún enlas personas involucradas en agrias disputas. En el fluir de la vida hay un potencialpara la paz, la comprensión y la cooperación en cada relación humana. Y como Lao-Tsé dice, quien fluye como la vida fluye, ha resuelto la ecuación humana.

El arte de llevarse bien con los demás no es una artimaña sicológica para amar loque no puede amarse y comunicar lo incomunicable. No es simplemente ajustarse ohacer lo mejor que se pueda con la perversidad humana. El “llevarse bien” serelaciona solamente de manera secundaria a la otra persona. Primordialmente, serefiere a llevarse bien con la realidad de tu Ser y con la determinación de mantenerlos canales de la conciencia libres de cualquier y toda obstrucción.

Una mujer describió una experiencia que tuvo cuando iba en el metro camino a sutrabajo una mañana. Ella abordó el tren en su estación y al ver un asiento vacío,

caminó resueltamente hacia él. Justo cuando estaba a punto de sentarse, otra mujer,que venía de otra puerta, “le quitó” el asiento. La “víctima” se volvió hacia la mujersentada con rabia. La llamó “animal” y otras cosas de las que luego se arrepintió.Todo el episodio la dejó en un torbellino de ira hacia la mujer y de culpa con ellamisma por haber perdido los estribos. Ella dijo: “Pero, ¿qué puedo hacer cuandoalguien actúa así? ¿Cómo puedo mantenerme en el espíritu de amor y armonía cuandoa todas partes donde voy me encuentro con este tipo de comportamiento? ¿Qué es loque le pasa al mundo?”

¿Puedes identificarte con esta experiencia? En vez del metro, podría ser unautobús o un conflicto con otro conductor mientras vas en tu automóvil. Podría ser unconflicto con alguien en tu familia, en tu comunidad o con un compañero de trabajo.En vez de un asiento podría ser un ascenso, un regalo o un premio deseado. Así quepensemos de esto como su fuera tu experiencia. Jesús dijo: “¿Qué a ti? Sígueme tú”(Jn. 21:22). Esto no significa estar indiferentemente ciego a lo que sucede en elmundo a tu alrededor. Pero sí significa que antes de que trates de comprender ocorregir condiciones “allá afuera”, primero necesitas establecerte conscientementeen el fluir de la vida. Es obvio que la otra persona estaba fuera del fluir del amor yla armonía. Mas ésa es su responsabilidad y tiene que vivir con ella. El incidente esciertamente externo, pero la reacción es completa e internamente tuya.

Hay un fluir de armonía y amor en todas partes, bien sea que estés consciente de élo no y que te muevas conscientemente en él o no. Esto es lo que la “omnipresencia deDios” significa. No es que dejas la presencia de Dios del fluir de la vida y el amorcuando estás negativo o te resistes a algo. Lo que dejas es la conciencia de laPresencia. Pero estás en el fluir y el fluir está en ti en todo momento y en cadaexperiencia.

Quizás no sepas exactamente cómo o por qué pierdes la conciencia y laexperiencia envolvente del fluir, pero de una cosa puedes estar seguro: si estás amerced de las circunstancias, estás fuera de él. Puede que quieras luchar o decir queno es justo. Puedes tener la certeza de que el problema está “allá afuera”, mas eldeseo de retaliación o incriminación es un estado de tu conciencia. Si dices: “es quela otra persona es un animal,” ¿qué ganas con convertirte en un animal tú también?Dos animales no fomentan la armonía ni dos errores logran algo bueno. Jesús dijo:“Amad a vuestros enemigos … para que seáis hijos de vuestro Padre” (Mt. 5:44-45).Lo cual quiere decir: Deja de resistir y comienza a amar. Regresa al fluir.

Es una lección difícil pero importante, admitir que tu ira repentina puso enevidencia que debajo de la fachada de serenidad había caos en ti. De aquí que lo quesucedió te perturbó, porque pudiste ser perturbado. Si hubieras estado un unaconciencia más amorosa, probablemente hubieras tratado la situación de una maneracompletamente diferente. Podrías haberte dicho: “Supongo que tenía la mismaintención que yo de tomar el asiento y a lo mejor no me vio. Quizás ahora se sientetan mal como yo acerca de lo que pasó”.

Una admisión todavía más difícil es que, estando fuera de la conciencia del fluir,

atrajiste dicha experiencia. Ésta puede ser la razón por la cual “a todas partes dondevoy me encuentro con este tipo de comportamiento”. Es la concienciaexpandiéndose. Como dijo Shakespeare: “El mundo está lleno de penas y tumbas,¿quién no sabe que la oscuridad está meramente en el hombre?”

Puede parecer ingenuo y poco práctico, pero en realidad, si pudieras darte cuentade la importancia de mantenerte constantemente en el fluir de la vida y del peligro desalirte de este fluir, verías el episodio del metro a la luz de lo que revela acerca deti. Si realmente supieras que tu comportamiento ante tu lucha por el asiento indicabauna luz roja previniendo una crisis de conciencia, hubieras podido inclinarte ante lapersona y decir (quizás no literalmente, sino en forma figurada en ti), “gracias,porque has sido un instrumento para revelarme que estoy fuera del fluir”. Y luego,con agradecimiento por el recordatorio, hubieras podido haber tomado un momentoen silencio para “estar quieto y saber … que estoy en el fluir”.

¿Quién si no un San Francisco, un Buda o un Jesús podría actuar de tal manera?Ciertamente no es fácil. Mas, ¿qué logro en la vida es fácil? Esta clase de noresistencia creativa bien puede ser la única manera práctica para tratar con talescosas. Cualquier otra reacción perpetuará simplemente el tipo de conciencia quepermitió que todo pasara en primer lugar y esto, con certeza, conducirá a otrassituaciones similares con la posibilidad de consecuencias mucho más serias.

En efecto, cuando Jesús dijo: “Orad por los que os ultrajan y os persiguen”, indicóla necesidad de elevar tus pensamientos acerca de ellos, porque son tuspensamientos lo que obstruyen el fluir en tu mente. Puedes sentir que ya has pensadolo suficiente en esta persona. En realidad, no has pensado en ella en lo absoluto.Simplemente has rumiado acerca de tu concepto erróneo de ella. Puedes decir:“Toda la gente es igual”. Pero las personas no son todas iguales. Son únicas eindividuales y con problemas y conflictos personales que surgen cuando se salen delfluir. La Verdad es que, si pudieras conocer realmente a esta persona y ellaconocerte realmente a ti, hubiese habido sólo amor entre ustedes. Porque ésa es larealidad de la vida, la cual tiende a ser oscurecida por las experiencias y reaccioneshumanas.

Un hombre estaba al borde con un compañero de trabajo. Por años había resentidola actitud y comportamiento de esta persona, su irritabilidad, sus modales bruscos ysu indiferencia. Entonces, un día, la historia fue revelada. La persona irritable era unviudo que tenía a su cargo el cuidado de cuatro hijos pequeños. Desempeñaba elpapel de padre y madre, y por eso estaba preocupado todo el tiempo con losproblemas de su vida familiar. Venía al trabajo cansado y molesto personalmenteavergonzado porque estaba haciendo lo que le parecía “oficios de mujer” en casa.Dudaba de su masculinidad y pensaba que sus compañeros de trabajo lo rechazaban.Al darse cuenta de lo equivocado que había estado, el asociado se hizo su amigo. Suesposa y él “adoptaron” a esta familia e hicieron muchas cosas para ayudarlos aenfrentar su crisis. Con el tiempo, llegaron a ser buenos amigos.

Esto revela una tendencia humana muy común. Tendemos, de manera poco

realista, a esperar que el mundo nos provea el tipo de paz, seguridad y amor que sólopuede provenir de nuestro interior. No aceptamos a las personas como son, sinodependiendo de si encajan o no en nuestros requerimientos y nuestras expectativas.Entonces, de una vez, los rechazamos o tratamos de cambiarlos para que estén deacuerdo con nuestro concepto de lo que deben ser. Esto da pie a la idea errónea dehacer amigos. Normalmente un amigo es una persona que está de acuerdo contigo oalguien a quien has amoldado a tus maneras, y la amistad dura siempre y cuando lapersona continúe de ese modo. En Verdad, no puedes hacer amigos, sólo puedesaceptar amigos. Y esta aceptación conlleva una forma de namaskar, la palabrasánscrita que significa “saludo a la divinidad en ti”.

En la mitología griega, existe un personaje llamado Procusto, quien era algomenos que el anfitrión perfecto. Los huéspedes que se quedaban a pasar la nochesiempre eran invitados a dormir en el “lecho de Procusto”. En un sentido pervertidode hospitalidad, él insistía que tuvieran el tamaño adecuado para la cama. Si eranmuy pequeños, los estiraba para que dieran la talla. Y si eran muy grandes,simplemente les cortaba las piernas. Éste es el origen del término procusteanismo.Significa la tendencia a insistir en que todo el mundo se adapte a tu concepto dequienes deberían ser.

No importa cómo sea la persona, acéptala. Puede que no sea como tú y quizás túno le gustes. ¡Déjala tranquila! Puede que no estés de acuerdo con la manera de viviry de trabajar de esa persona. Pero por el hecho de que sean diferentes no sonnecesariamente incorrectas. Está dispuesto a aceptar que la persona está en el fluirdel proceso creativo interno. Al hacerlo, permanecerás en la conciencia del fluirexpresada en ti y como tú.

En la situación en la cual la mayoría de nosotros vive y trabaja, siempre somoslanzados a relaciones personales con quienes tenemos poco en común. Somosatraídos a unas personas y otras son atraídas a nosotros. Éste es el proceso externode la conciencia. Sin embargo, en nuestro mundo, pocas personas son capaces dedeterminar con quienes van a trabajar. Las personas son asignadas a los trabajossegún sus habilidades y su experiencia y no por su temperamento. Ésta puede que nosea la mejor manera, pero es la manera como se hace. De aquí que las personas bienpueden pasar la mitad de las horas que permanecen despiertas trabajandoestrechamente con personas a quienes considerarían poco atractivas e interesantes osimplemente difíciles. ¿Qué se puede hacer?

El trabajo, como toda área importante de la experiencia de vida, es unaoportunidad maravillosa para crecer. Se habla de “trabajos sin esfuerzo” o de“trabajos interesantes”, pero éste es un enfoque no realista de la vida. En esta mismaconciencia, podríamos preguntar: “¿Cuál es el sueldo?” Esto refleja que laexpectativa de la vida y los medios para vivir provienen de afuera. En realidad, lavida fluye desde lo interno. En un sentido más amplio, un trabajo no paga. Es unaevidencia que alguien necesita un servicio y contrata a alguien para que lo preste. Eltrabajador entra en el fluir de la creatividad a medida que da o recibe. El cheque depago viene como un reembolso, pero es sólo un símbolo de un ciclo económico que

comienza en un fluir dentro del trabajador. Las actitudes de resistencia frustran elfluir y disminuyen la industria y la creatividad.

No hay “trabajo sin esfuerzo” excepto donde el trabajador está tan en paz con eltrabajo y ha expresado a tal punto el libre fluir de la creatividad que el trabajoparece que se realiza solo. No existe el trabajo interesante, excepto cuando lapersona pone interés y entusiasmo en las tareas que tiene por hacer. En todo caso, laactitud del trabajador, y no el trabajo, hace la diferencia.

La vida se vive de lo interno a lo externo. Si buscas seguridad, armonía ycooperación en lo externo, te irritas fácilmente con los compañeros de trabajo que nocooperan, con los supervisores que son muy exigentes y con los empleados que sondescuidados e indiferentes. ¿Qué puede hacerse? Entra al fluir. Sin importar lacondición, el calibre o el carácter de las personas con quienes debas trabajar, loimportante es que estás allí. Es bueno afirmar dondequiera que esté, que sea yo.Esto significa: ser un canal para el fluir del proceso creativo infinito. Si entras alfluir y permaneces en él, no permitirás que las actitudes y las payasadas de otraspersonas te metan en sus moldes; permitirás que el Espíritu en ti te sostenga con todolo que necesitas —en cuanto a amor, comprensión, ideas y creatividad— para hacertu trabajo bien y ser una persona mejor en el proceso.

¿Qué puedes hacer cuando estás rodeado de personas con quienes tienes poco encomún, personas que no dan la talla, que se resisten a tus esfuerzos de llevarte biencon ellas? Puedes dar más luz. “Es mejor encender una luz que maldecir laoscuridad”. Puedes preguntarte por qué estás allí. Lo importante es que, por elmomento, estás allí. Y dondequiera que estés, Dios está. Dondequiera que estés, hayun fluir de luz y amor.

Toma tiempo cada mañana para entrar en el fluir del amor y luego proyectaractivamente esta luz y este amor a todos tus compañeros de trabajo. Al saludar ladivinidad en cada uno y saber que no importa si la persona lo está frustrando,afirmas a dicha persona en un fluir divino y, de repente, sabes por qué estás allí. Túeres la luz del mundo —la luz de esta esquina en particular del mundo. Ese es tutrabajo. Y al hacerlo bien, habrá una recompensa rica en lo material y en lo nomaterial. Como estás en el fluir, tendrás un gran avance en el trabajo o, gracias a unanueva oportunidad, te irás del trabajo.

Una persona en un cuarto oscuro puede tropezar con obstáculos en todas partes amedida que busca el encender la luz. De repente, la persona toca el interruptor y elcuarto se inunda de luz. Nada en el cuarto ha sido alterado. Nada nuevo ha sidohecho, añadido o quitado. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, todo hacambiado. Mientras que en un momento pareció estar lleno de objetos peligrosos ytropiezos desnivelados, ahora gracias a la luz, se ha convertido en un lugar cómodo yútil. En el mismo sentido, podemos estar teniendo una experiencia horrenda conpersonas hostiles. Si podemos encender la luz o entrar en el fluir del amortrascendente, un milagro de armonía y comprensión puede surgir. Se ha dicho que “senecesitan dos para una pelea”. Mas lo que a menudo no nos damos cuenta es que sólo

se necesita una persona para remediar la solución.Philippe Vernier, un místico religioso quien fue martirizado bajo el poder Nazi

durante la Segunda Guerra Mundial, soportó un trato abominable gracias a una fesólida y una conciencia radiante. La filosofía que él desarrolló mientras estaba en su“horno de aflicción” ha sido una luz para un sin número de personas que caminabanen la oscuridad. Él insistía en que la humanidad porta la antorcha de la luz de Dios,que no debemos pasar tiempo quejándonos de lo que al mundo le falta, sinoproporcionándole lo que necesita. El instó a todas las personas a “encenderse yresplandecer; elevar muy alto el fuego de Dios”.

Esto es lo que Jesús tenía en mente cuando dijo a tal efecto: “Ni se enciende unaluz y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero para que alumbre a todoslos que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres”. Date cuentade que estás en el fluir del amor. Tus actitudes cambiarán; las personas parecerá quecambian. Por lo menos te tratarán de manera diferente, porque tú eres diferente.Nuevas personas serán atraídas hacia ti y otras se alejarán de ti. Como ocurre alencender la luz, del caos surgirá el orden y el ajuste correcto.

Puedes albergar sentimientos de injusticia y sentir la urgencia de salir de debajode las cargas de la vida, las cuales estás convencido de que “te han sido impuestas”por personas o condiciones “allá afuera”. Quizás sientas que no tendrías dificultaden llevarte bien con las personas si pudieras entrar a un medio ambiente máspropicio a la amistad y el amor. Sin embargo, la respuesta no está en encontrar a lapersona correcta sino en ser la persona correcta.

Así que cuando descubras que tienes un conflicto con alguien, como la lucha porel asiento en el metro, es importante que mantengas tu objetividad espiritual. Elconflicto sucedió sólo porque estabas fuera del fluir. De aquí que “llevarse bien” eneste caso es “formar parte” del proceso completo de lo que se está llevando a cabo.La lucha por el asiento en el metro refleja una obstrucción en el fluir del amor y laarmonía. Si te resistes a él y sientes resentimiento, aseguras la recurrencia desituaciones similares en el futuro. Si entras al fluir de la comprensión y el perdón,disolverás la obstrucción y “formarás parte” del proceso de desarrollo de la vida.

Esto no es fácil, porque el ego está muy involucrado. “Ella no tiene derecho; eseasiento es mío”. Debemos lidiar con estos pensamientos errantes. Hay un ser en tique está por encima de tales actitudes y quien debe expresar su superioridad. Puedesafirmar: Nadie puede quitarme mi bien. Para mí es más importante tener pazmental que pelear por un asiento. Es mejor estar parado en fortaleza que sentarseen debilidad, estar parado en amor que sentarse en amargura, resentimiento uodio.

Cuando despejas el bloqueo del fluir del amor producto de tu ego, liberas unacorriente radiante de perdón y compasión, puedes ver a la otra persona con unamirada que dice: “Sé que no estás realmente consciente de lo que me has hecho, nisiquiera de lo que te estás haciendo a ti misma. Te bendigo y te veo en un fluir deamor, el cual puede proveer un nuevo medio ambiente donde puedes abandonar tu

hostilidad y desbloquear tu fluir frustrado de amor”.Entonces … puedes y debes dejar ir todo. Sobre todo “¡No se lo digas a nadie!”

No pases el día diciéndole a todo el que quiera escuchar cómo esta mujer en elmetro casi te tumba para tomar el asiento. Déjalo ir. Mientras más hables de laexperiencia es más aparente que el problema no es la otra persona, sino tú.

En el conocimiento popular de las religiones orientales, hay una historia de dosmonjes budistas que viajaban a pie en el campo. Encontraron a una mujer que teníamiedo de cruzar un río crecido. Ambos monjes estaban conscientes de su votosagrado de nunca tocar a una mujer. Sin embargo, uno de ellos fue movido acompasión. Así que la cargó y la llevó al otro lado del río. Los monjes continuaronsu camino, pero milla tras milla, el segundo monje regañaba al primero por rompersu voto. Finalmente, el primer monje dijo: “Hermano, yo dejé a la damisela al otrolado del río, mas tú la has estado cargando todo este tiempo”.

Para llevarse bien con la gente uno debe estar dispuesto a ir con la corriente de lavida. Cuántas personas asumen cargas innecesarias por el comportamiento demiembros de su familia, por los ociosos de su comunidad y por el crimen o la faltade integridad de las figuras famosas que aparecen en la televisión cada día. Estascargas son peligrosas porque conducen al estrés y a todo tipo de desórdenesemocionales. Hoy en día existe evidencia científica que indica que este procesoproduce todo tipo de enfermedades corporales desde la fatiga hasta úlceras,problemas cardíacos y cáncer.

¿Debes permanecer indiferente hacia la gente o las circunstancias? En absoluto.Es tu mundo. Ciertamente, haz lo que puedas. Pero si no hay nada constructivo quepuedas hacer, entonces es una tontería que te entregues a la amargura autodestructivade la ira, la preocupación o el miedo. Para llevarte bien en el mundo o con el mundo,debes permanecer en el fluir de la vida. A veces la mejor manera de llevarse biencon las personas es llevarse bien sin ellas. Deja ir … y sigue caminando.

Una mujer estaba quejándose de todos los problemas en su vida. Una amiga,tratando de consolarla, dijo: “Pero amiga, te estás destrozando con tu angustia. ¿Porqué no dejas ir todo para que encuentres paz interna?” La mujer, inflexible, replicó:“Oh, no puedo hacer eso. Pienso que cuando el Señor me envía tribulaciones, es mideber atribularme”. Ella estaba totalmente equivocada en dos puntos. Dios no envíatribulaciones. Las dificultades en la vida o en cualquier tipo de relación humanasurgen pura y simplemente porque nos salimos de la conciencia del fluir del amor yla armonía. En segundo lugar, nuestra responsabilidad, tal y como la frase lo implica,es nuestra responsabilidad a la habilidad de Dios. Hemos estado respondiendo acosas “allá afuera”. Ahora debemos “dejar que Dios moldee nuestras mentes desdelo interno”. Responde al incesante fluir de la vida, entonces podrás pararte firmeante las “hondas y flechas de la adversidad” y afirmar: Nada de esto me afecta.

Cada mañana, antes de salir al mundo o antes de hacer el contacto con él pormedio de las noticias, es sabio prepararte con una oración o meditación para entrarconscientemente en el fluir de la vida. Es simplemente cuestión de prender las luces

antes de enfrentar cualquier oscuridad en el mundo o en el comportamiento humano.En el fluir del amor, tu tendencia será ver y responder a la divinidad en todas laspersonas. En vez de esperar que el mundo y sus habitantes te hagan el día feliz oarmonioso, te establecerás en el tipo de conciencia que deseas experimentar,permitiendo que fluya por medio de ti.

Recuerda, la vida se vive de adentro hacia fuera. Mientras creas que tu seguridado tu felicidad dependen de lo que la gente te hace o hace a tu alrededor, vigilaráspara que nadie amenace tu posición ni se meta con tus derechos, y estarás listo parabatallar con quienes lo hacen. El símbolo de esta conciencia es el puño cerrado, elcual evidencia tensión, frustración y hostilidad.

Haz un experimento por un momento. Abre las manos. Ciérralas fuertemente. Éstees un símbolo doble de frustración y fuerza. ¿Puedes sentir cómo todo tu ser está a ladefensiva, hasta listo para pelear? Si continuas en esta conciencia, es muy posibleque llegues pelear. Cuando los puños están cerrados, la mente está tensa y lospensamientos de ira, defensa y miedo surgen en tu conciencia. Acércate a la gentecon los puños cerrados y observa cómo ellas también los cierran.

Ahora abre las manos y déjalas caer a los lados o cómodamente en tu regazo.Observa cómo tu tensión se disipa y todo tu cuerpo descansa. Date cuenta como tumentalidad parece abrirse y tu resistencia se disuelve. La mano abierta no puedesostener ningún arma. Es un símbolo de buena voluntad y de paz. La mano abiertapuede dar una palmadita en la espalda, ayudar a alguien a levantarse, agarrarse lasmanos en una causa común … y escribir una carta, pintar un cuadro, sembrar unjardín y pasar las páginas de un libro.

Las manos cerradas se aferran posesivamente tanto a la gente como a lassituaciones —las manos abiertas las dejan ir. Las manos abiertas simbolizan ladisposición de aceptar el fluir. Muestra tus manos en una postura de aceptación: laspalmas hacia arriba, las manos juntas formando un receptáculo. Algunas personasprefieren orar y meditar en esta postura. No hagas de tal cosa un fetiche, pero puedeserte útil si la ves como un gesto simbólico de receptividad a recibir la plenitud delfluir de la vida.

Ahora toma unos momentos para reflexionar silenciosamente. Siéntatecómodamente en la silla, con las manos descansando en tu regazo —esta vez con laspalmas hacia arriba y las manos formando un receptáculo. Entonces, permite quealgo parecido al pensamiento siguiente surga en tu conciencia como una oraciónafirmativa:

Aquí estoy, Padre, úsame como un instrumento de Tu amor … como agente deTu paz. Estoy en el fluir de la vida y me relaciono con facilidad, amor, paciencia ycomprensión con todas las personas. Sé que no importa lo que las personas sean ohagan, lo que soy y lo que puedo hacer ciertamente me permite poder llevarmebien con ellas. Puede significar que me llevaré bien con la persona, o que ladejaré ir y estaré bien sin la persona. Mas en todo caso, sé que mi responsabilidades simplemente mantenerme en el fluir, seguir viendo con ojos de amor, estar

dispuesto a recibir y permanecer receptivo al fluir todo suficiente de la vida, elamor y la sabiduría. Avanzo con la certeza gozosa de que cualquiera que sea lapersona o situación que pueda venir a mí este día será buena, porque estaré en elfluir del bien. Y si tuviera, aunque fuera por un momento pasajero, unapreocupación, simplemente la dejo ir … y dejo fluir.

CAPÍTULO 6

EL MANANTIAL DEL DAR

Cada año, durante la temporada navideña, la gente se entrega al espíritu festivo,frenéticamente se dan regalos y envían tarjetas de Navidad. Es una demostracióninteresante de la naturaleza humana y de los valores contemporáneos. Es de esperarque el dar sea materialista, basado en estatus, motivado por la conformidad yagobiante. En un sentido, mucho del dar es en realidad defensivo: “Nos mandaronuna tarjeta, así que tenemos que mandarles una inmediatamente”. “Él me dio unabufanda de diez dólares, así que debo darle algo por lo menos de ese precio”. Escomo decir: “No puedo permitir que me pongan bajo ninguna obligación”.

Cada año hay un clamor para poner de nuevo a Cristo en la Navidad. Pero no sesabe si alguien realmente conoce lo que eso significa. Lo que más se necesita escomprender el fluir de la vida y darnos cuenta de que el verdadero acto de dar escederle el paso al fluir.

Jesús, en una de Sus Bienaventuranzas, dio una clave importante para vivirefectivamente: “Bienaventurados los mansos, porque recibirán la tierra por heredad”(Mt. 5:5). No parece ser una regla realista para los tiempos modernos. Si Él hubieradicho: heredarán el cielo, sería más aceptable. Pero, “¡heredarán la tierra!”Ciertamente, parece que son los fuertes y agresivos los que ganan los frutos de lavida, quienes reciben la tierra, y no los mansos.

La palabra griega praeis, traducida como “manso”, en realidad significa “dócil”.Es lo opuesto de salvaje e indómito. Se refiere a la persona en un arnés, en controlde sí misma, quien está asida a su centro espiritual, cuya conciencia está enfocada,quien está en el fluir de la vida.

Un dicho oriental dice: “La mansedumbre convence hasta a Dios mismo”. Dios esel proceso dinámico del fluir del universo, lo que fluye en y por medio del serhumano de lo interno a lo externo. De aquí que lo que Jesús está diciendo es:“Bienaventurados los mansos porque ceden el paso al fluir del dar eterno de Dios”.Ésta es una comprensión nueva y emocionante. El dar verdadero no es algo quehaces a alguien o por alguien, sino que es tu consentimiento para que el fluir divinofluya por medio de ti hacia la persona. Aunque el énfasis generalmente está en lo quedas a la persona, lo más importante es tu sentimiento al dar.

La palabra dar ha sido identificada tan completamente con actos piadosos defilantropía que es difícil pensar en la palabra sin relacionarla a lo comercial o a laiglesia. El énfasis ha estado en cuál es el regalo y qué recompensas regresan aldador en forma de “gracia celestial”, bendiciones sacerdotales, un nombre en elvitral o una deducción sustancial en la declaración de impuestos.

Las iglesias no han enseñado la verdad acerca del dar, principalmente porque hanestado preocupadas con su necesidad de recibir. Ahora bien, ciertamente una iglesiaes digna del apoyo de su congregación, pero es fundamental para su efectividad elayudar a las personas a comprender el principio de dar. No es suficiente animar a lagente para que dé a algo o a alguien, porque puede convertirse en rutinario ymecánico. La gente necesita saber dónde da y así ceder el paso al proceso divino.

A continuación un enigma sobre el cual reflexionar: Una taza viene al grifo poragua. El grifo se abre y permite que el agua fluya para llenar la taza. ¿El grifo hadado a la taza? ¿O ha estado el grifo envuelto en recibir de su fuente, con la tazasimplemente cooperando en el proceso? ¿Está la taza simplemente recibiendo agua?¿O en realidad está dando al ser receptiva a un proceso para que el grifo puedarecibir más? Determinar la respuesta correcta no es importante —sólo continuarhaciendo las preguntas. Podría ser utilizado como algo para ponderar en meditación,como un koan para un budista Zen.

Hay mucho más para dar que la filantropía, el servicio caritativo y el diezmar auna iglesia. Todo esto es recomendable e importante. Sin embargo, existe laposibilidad de que el dar sea “para ser vistos por los hombres”, para la satisfaccióndel ego y el reconocimiento personal. Jesús dijo que tales personas ya tienen surecompensa. Ellas querían reconocimiento humano y lo recibieron. Sin embargo, elproceso del dar verdadero, suscitando un fluir de lo interno a lo externo, puede queno haya sido cumplido en absoluto.

Khalil Gibran, en su obra clásica El profeta, marca el tono más alto acerca deldar:~ Dais muy poca cosa cuando dais de lo que poseéis.~ Cuando dais algo de vosotros mismos es cuando realmente dais …~ Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen y lo dan buscando el reconocimiento

y su deseo oculto malogra sus regalos …~ Y hay quiénes dan con dolor y ese dolor es su bautismo.~ Y hay quienes dan y no saben del dolor de dar, ni buscan la alegría de dar, ni dan

conscientes de la virtud de dar.~ Dan como, en el hondo valle, da el mirto su fragancia al espacio.~ A través de las manos de los que como esos son, Dios habla y, desde el fondo de

sus ojos, Él sonríe sobre la tierra.1

Esto sugiere dos tipos distintos de dar: (1) Un dar centrado en lo externo queagota al dador y (2) un dar centrado en lo interno, el cual reviste el regalo conaquello que trasciende su valor intrínseco; y el cual bendice tanto al dador que, talcomo el gripo que llena la taza, él o ella es inmediatamente y proporcionalmentellenado desde lo interno.

Si ves una necesidad, y das debido a un sentimiento de deber o lástima, estás

dando centrado en lo externo. Por otra parte, si cuando vez una necesidad te afianzasen la comprensión de la suficiencia total de Dios y das, no sólo estás satisfaciendo lanecesidad sino que has dado desde una conciencia de provisión divina y tu dar estácentrado en lo interno. Existe una distinción sutil, pero conocer este proceso y actuarsegún él es la comprensión más importante para vivir efectivamente.

Cuando el dar está centrado en lo externo, es algo personal y el ego está muyinvolucrado. Conlleva la necesidad de ser apreciado y, si no lo es, el dador puedesentirse herido y exclamar: “¡Cuánta ingratitud!” Pero cuando el dar está centrado enlo interno, es impersonal. El énfasis no está en el regalo en sí o en a quién se le estádando, sino en la fuente interna de amor y sustancia desde la cual es dado. El acto dedar es dar paso al fluir que brota del manantial de la toda suficiencia. Y no haysentimiento de escasez en el dar, porque el dar es también un recibir. Como el actotermina en el dar, no hay expectativa de recompensa ni aprecio. En tu cuarto, quepuede ser el término que Jesús utilizó para “en el fluir”, “tu Padre, que ve en losecreto, te recompensará” (Mt. 6:6).

Nuestro dar centrado en lo externo, muy frecuentemente es suscitado por unsentimiento de que no somos suficiente, posponemos el bien hasta que las cosas seandiferentes: “Cuando me aumenten el sueldo o las comisiones del negocio que voy ahacer, entonces voy a comenzar a diezmar y hacer esto o aquello por mi iglesia y pordiferentes obras de caridad”. Dar centrado en lo interno es un fluir espontáneo queutiliza cualquier medio y todos los medios como canales. Es dar de lo que estádisponible ahora, mas el regalo es maximizado por el amor, la alabanza y la gratitudque fluye desde lo interno.

Esto es ilustrado claramente cuando un mendigo pidió limosna a Pedro y Juan enla puerta del templo (Hechos 3:1-9). El pobre hombre era minusválido denacimiento. Podríamos decir, sin emitir juicio, que estaba fuera del fluir. Alguienquien pide de la vida, bien sea por medio de sus actitudes hacia sus supervisores ode la sociedad en general, está fuera del fluir de su manantial de apoyo interno.Recuerda, Jesús dijo: “A vuestro Padre le ha placido daros el Reino”. Quien estádormido a la comprensión de su ser verdadero, está parado en las encrucijadas de lavida como un mendigo pidiendo con una tacita en la mano.

En este relato es obvio que los apóstoles estaban en un estado elevado deconciencia. Estaban verdaderamente en el fluir. Porque si su primer pensamientohubiera sido de lástima por el “pobre mendigo”, hubieran apoyado su escasez alponer una limosna en tu tacita. Y aunque ellos pudieran haberse sentido motivados aayudar a un desafortunado, si lo hubieran hecho se hubieran salido del fluir.

Sin embargo, Pedro mantuvo una perspectiva cósmica. En vez de enfatizar lanecesidad de dar a la escasez del hombre, dirigió sus pensamientos a lo interno y diodesde la fuente de sustancia inexhaustible. Dijo al hombre: “No tengo plata ni oro,pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”(Hechos 3:6). Y el hombre fue sanado instantánea y completamente. El hombresuplicaba caridad, pero su necesidad verdadera era regresar al fluir de la vida,

convertirse en una persona que pudiera valerse por sí misma. Un regalo centrado enlo externo lo habría apoyado en su vida como mendigo. El regalo centrado en lointerno le abrió el camino para una vida nueva y libre.

Si consideramos la historia en el contexto del comportamiento moderno, nuestrarespuesta a los “necesitados” de la vida podría ser: “Tengo mucha plata y muchooro, aquí tienes mi regalo muy importante. Debes sentirte muy agradecido”. Allí faltala comprensión del principio verdadero de dar.

Cómo tratar a los necesitados no es el tema de esta discusión. Ciertamente, es unproblema en nuestro tiempo, sobre el cual las soluciones monetarias han demostradoser totalmente inadecuadas. No es que debamos ser indiferentes con las personasmenos privilegiadas a nuestro alrededor, sino que debemos darnos cuenta de loimportante que es, por su bien y el nuestro, comprender el proceso de vivir centradosen lo interno. Se necesita grandeza de corazón para dejar ir el ego, ceder el pasoverdaderamente para que el poder transformador de Dios pueda fluir. El “fluir”puede ser en forma de pan en la tacita, pero también puede ser en forma de alimentopara el alma que estará dirigido hacia los cambios internos que son verdaderos yduraderos. Por supuesto, los menos afortunados también necesitarán ceder el paso.Deben estar dispuestos a mantener la idea de que son más que mendigos y que sientran en el fluir del proceso creativo, los milagros pueden ser llevados a cabo enellos y por medio de ellos.

Hay un manantial de vida, sustancia e inteligencia infinitas en ti, y es tu privilegio,en cualquier momento, dar paso a su fluir. Bien sea en tu vida o en la vida otrapersona, si hay escasez de algún tipo, la Verdad es: algo está bloqueando el fluir. Elremedio más efectivo: “¡Dar!”. Existe un axioma antiguo: “Cuando las cosas seponen apretadas, algo tiene que ceder”. Esto no se refiere a algo que no te incumbe osobre lo cual no tienes control; se refiere a ti. Debes dar —dar paso al fluir.

Una pionera en las enseñanzas de esta “nueva comprensión de la Verdad” tenía unenfoque interesante al hacer asesoramiento espiritual. Personas de todos los nivelesy con todo tipo de necesidades personales venían a ella por tratamiento. Sin importarlo adicional que hiciera por estas personas, ella siempre insistía que, antes de quesalieran de la habitación, debían hacer el compromiso de dar de alguna manera. Ellahacía hincapié en la Verdad de que si las personas querían ayudar o sanar, tenían queabrir el canal al ceder el paso. Este dar podía ser “dar gracias” por su ayuda deoración (aunque no lo sugería). Pero podía ser la idea de hacer algo por algunapersona o regalar alguna posesión que no utilizaran frecuentemente. Su versículofavorito era, “Según des, recibirás”. El énfasis siempre estaba en la palabra según.Para esta maestra, era un asunto de principio inexorable en el cual no había ni dudani excepción. A medida que das, en la misma acción del dar, abres el camino al fluirinterno. Ella siempre decía: “Tu dar es tu recibir”.

Siempre estamos en la presencia de una energía infinita y eterna desde la cualtodas las cosas proceden. De aquí que nunca es por causa de falta de vida, sustancia,inteligencia ni amor que tenemos dificultades, sino porque no estamos en el fluir. Y

una de las maneras más efectivas de regresar al fluir es por medio del dar. Quizáshemos estado pensando en la escasez, pensando “obtener” o en la necesidad de“obtener”. Ahora debemos pensar “¡dar!”

El principio y proceso del dar tiene que ver con todo aspecto de la vida. Porejemplo, todo el mundo tiene en su corazón un deseo secreto de tener éxito en lavida, pero no todo el mundo ha descubierto la maravilla de dar. Cuán a menudo laspersonas buscan oportunidades que podrían conducir al éxito y sin embargo, evitan yhasta se resisten a las exigencias que se les hacen que no parecen relacionadas conesa búsqueda. Podrían hasta decir: “¿Qué beneficio hay para mí?” Cuandocomprendemos plenamente las implicaciones del fluir de la vida, podría ser máspropicio decir (o sentir) “¿Cuál es mi beneficio para el mundo?” Jesús dijo que elreino está en nosotros. ¿Estamos listos para dar paso al fluir?

Hace muchos años un hombre y su esposa, al no poder encontrar alojamiento parala noche, llegaron a un pequeño hotel en Filadelfia. El gerente les dio su habitaciónporque todas las demás habitaciones estaban ocupadas. No fue un gesto motivadopor el interés propio. El gerente no conocía a estas personas y quizás nadie seenteraría de este acto. Él era simplemente uno de un tipo de gerentes que creían queel servicio era el producto más importante de una empresa. En realidad, los viajeroseran el señor William Waldorf Astor y su esposa. Algunos años más tarde, cuando elHotel Waldorf Astoria fue construido en la ciudad de Nueva York, el señor Astorinsistió en que tuviera como gerente a aquél del hotel de Filadelfia. De aquí queGeorge C. Boldt se convirtió en la figura más grande en la industria hotelera. Cuandoestás en el fluir, como lo estaba él, entonces “todas las cosas trabajan para tu bien”.

Cuando el grifo da agua a la taza, en realidad está creando lugar en él para unnuevo fluir. En física, esta necesidad sería llamada un vacío. Como la naturalezadetesta un vacío, la vacante atrae a la provisión. Pablo se refiere a esto cuando dice:“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria enCristo Jesús” (Fl. 4:19). Desear algo no es suficiente. El deseo intrínsecamente debecontener dar de alguna manera, para ceder el paso al fluir mayor.

Éste es un principio que puede ser observado en todas partes en la naturaleza: Eloso polar tiene un pelaje blanco porque lo necesita para camuflaje. El pato tiene losdedos de las patas unidas por una membrana porque los necesita de ese modo. El quecava zanjas desarrolla grandes músculos para su beneficio. Un dependiente no tienemúsculos porque no los necesita. Puede desear tenerlos, mas estos no surgirán hastaque él cree una necesidad legítima al utilizar más lo que tiene. El ejercicio no lo haráfuerte. En realidad, rompe las células de los músculos. Pero el ejercicio estableceráuna necesidad legítima de fortaleza. Y una vez que la necesidad haya sidoestablecida, la fortaleza fluye a los músculos de manera natural. Es un procesouniversal de gran influencia en el asunto de dar y vivir.

Puede haber ocasiones cuando no encuentres la ayuda que necesitas, mas siempretendrás la oportunidad de dar paso al fluir interno y ser una fuente de ayuda para otrapersona. Al dar estableces una vacante legítima y, consecuentemente, abres el

camino para recibir. Harry Emerson Fosdick solía decir que cuando te dedicasformalmente a ser útil, estás en un sitio donde puedes cavar en cualquier parte ysacar agua.

Se habla mucho de “pensar positivamente”. Pero, normalmente, es consideradopuramente en un contexto centrado en lo externo. Pensar positivamente para hacerque las cosas pasen “allá afuera”. En cierto sentido, no existe tal cosa como pensar“positivamente” ni “negativamente” —sólo el uso que elijamos hacer del podercreativo del pensamiento. El pensamiento siempre es creativo. El poder queutilizamos para enfermarnos es el mismo poder que utilizamos para sanarnos. Ladinámica del universo fluye en una corriente positiva. Así que, cuando hablamos opensamos negativamente, frustramos el fluir de esta corriente. Decidir pensarpositivamente nos sostiene en la corriente; es nuestra disposición de “ceder el paso”al fluir interno.

Mucho del “pensar positivamente” es tenso y voluntarioso porque está centrado enel ego, motivado por el instinto adquisitivo. En otras palabras, piensa en ¡obtén! Lavacante piensa en ¡da!, cede el paso al fluir interno. Nos envolvemos tanto en“querer” que sacrificamos el poder de “permitir”. Jesús dijo: “Vuestro Padre sabede qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis” (Mt. 6:8). Une a esto Supromesa de que a nuestro Padre le place darnos el reino, y te darás cuenta de que larespuesta siempre yace internamente.

Pensar positivamente es sincronizar el pensamiento con el fluir de la vida.Entonces, tal como en el proceso del grifo que deja fluir el agua hacia la taza, cuandoel pensamiento está en el fluir, se convierte energía mental misma. Ésta es laconciencia que Jesús implicó cuando dijo: “La palabra que habéis oído no es mía,sino del Padre que me envió” (Jn. 14:24). El pensamiento positivo no debe ser unintento de que algo suceda por el poder de nuestras palabras, la cuales son dirigidaspor el ego. Más bien, debe ser la voluntad de contemplar pensamientos de Dios y“permitir” que Su reino sea establecido, que se haga Su voluntad “así en la tierracomo en el cielo”.

Cuando pensemos ¡da!, nuestro pensamiento no sólo estará en el fluir del poderespiritual, el cual investirá nuestras palabras con poder creativo, sino que tambiénnos convertirá en canales listos y dispuestos para dar a la vida, lo cual, a su vez,atraerá mayor bien hacia nosotros. Es un ciclo continuo que siempre está enevidencia en la persona mentalmente sana.

Un hombre estaba extremadamente abatido con respecto a su vida. Lo habíandespedido de un puesto importante en una gran corporación. Era un caso típico deser “demasiado joven para retirarse y demasiado viejo para buscar trabajo”. Estabasentado en el banco de un parque, reflexionando acerca de su situación, la cualparecía no tener mucha esperanza. Comenzó a darse cuenta del sonido de un llanto.Primero lo ignoró, porque tenía sus propios problemas por los cuales llorar. Amedida que el llanto continuó, miró a su alrededor y descubrió a una joven. Alcomienzo, enojado por haber sido interrumpido de su sesión de miseria, pensó ¿por

qué no se calla? Finalmente, siguiendo su instinto humano, se acercó a la joven ytrató de consolarla. En un momento se ganó su confianza y ella le relató su historia.Estaba desempleada y sola en la ciudad. Era demasiado orgullosa para regresar acasa y admitir que había fallado en su intento de tener una carrera. Su situación sehabía vuelto tan desesperada que estaba contemplando el suicidio. El hombre,olvidándose de sí mismo, le habló como si fuera su hija. Le dio ánimo, la ayudó aencontrar una nueva actitud y le sugirió algunos contactos que podrían ayudarla.Pronto, la joven se fue sonriendo y con nueva esperanza en los ojos.

El hombre se sentó, incrédulo, tratando de comprender lo que había sucedidoporque ahora, por alguna razón extraña, su esperanza se había restaurado. En estecorto intercambio con la joven, su vida había cobrado nuevo significado. Se diocuenta de que, mientras había estado escudriñando sus necesidades, estabafrustrando aún más el fluir de su bien. Cuando comenzó a pensar da, se produjo undejar ir, un ceder el paso. En su compasión por la joven desamparada se habíaolvidado de sí mismo. El fluir frustrado fue liberado, él recobró su perspectiva y “enun abrir y cerrar de ojos” estaba de nuevo en el fluir de la vida y sintiéndose bien.

Esa misma noche, él recibió una llamada telefónica para invitarlo a trabajar en unproyecto importante, lo que significó un nuevo comienzo en su vida. Y, demostrandoel fluir de manera tangible, la tarde siguiente recibió un cheque inesperado porcorreo. Le pagaron un préstamo que él hacía mucho tiempo que había dado porperdido. Todo esto sencillamente porque “cedió el paso” al fluir.

Existe una gran cantidad de energía y creatividad encerrada en cada persona. Esmuy raro, que una persona desarrolle su potencial pleno. Como dice el poeta, lamayoría de las personas mueren con su música en ellas. Por eso es que, en momentosde gran estrés o emergencia, uno puede liberar repentinamente un poderdesconocido. Sin la presión de los compromisos de la vida centrados en lo externo,libre del dominio del ego, la persona pasa de preocuparse a dejar ir, de querer quese haga su voluntad a ser flexible, de obtener a dar. De repente, ¡esta persona está enel fluir de un poder increíble!

Hace unos años, la revista Time publicó la historia de una minusválida en unazona rural del estado de la Florida en Estados Unidos. Recuperándose de una largaenfermedad, estaba sentada en su silla de ruedas en el porche del frente de su casa.Su hijo estaba en el jardín, bajo su automóvil, al cual le había quitado las ruedas y lohabía colocado sobre cuatro bloques. De repente, el carro le cayó encima al joven,con la amenaza de aplastarlo y quitarle la vida. A los gritos de la mujer, el esposovino corriendo, trató desesperadamente de levantar el automóvil para sacar a su hijo,pero no pudo. Así que corriendo se montó en su automóvil para ir a buscar ayuda. Amedida que los quejidos se hacían menos audibles, la madre sabía que tenía queayudar, pero ¿cómo? Ella no había caminado en meses. Mas instantáneamente se diocuenta de que era una situación de vida o muerte y ella era la única que podía ayudara su hijo. Se levantó temblorosamente de su silla de ruedas y caminó con pasosinciertos hacia el automóvil. Preparándose para el esfuerzo, levantó el automóvilunas pulgadas, justo lo suficiente para que el joven pudiera salir. Luego ella cayó al

piso. Llamaron al médico, quien no encontró en el joven más que unos músculosadoloridos. Incrédulo acerca de lo que parecía haber sucedido, el médico dijo: “Mepregunto cuán alto hubiera podido levantar el automóvil si ella hubiera estado bien yfuerte”.

¿Cómo pudo suceder tal cosa? No es suficiente decir “¡fue un milagro!” Talconclusión niega el fluir creativo de la vida y nuestra relación con ella. Esta mujersiempre había sido un centro radiante de la luz de Dios, como todas las personas loson. Pero, como todas las personas, ella vivía en una conciencia muy por debajo delo mejor de sí. Ahora, por medio de un deseo sincero de dar, cedió el pasoverdaderamente, dejó ir sus ideas preconcebidas acerca de sí misma y permitió quela energía del universo fluyera en ella y por medio de ella.

¡Una inválida frágil levantó un automóvil! Tan sorprendentes como estos sucesosparezcan ser, necesitamos verlos como evidencia del proceso de apoyo por parte deluniverso que está presente en cada persona como una Presencia. No importa logrande ni lo desesperado de la necesidad, en cada persona existe un manantial devida —sólo tenemos que cederle el paso.

La vida es una experiencia que fluye, y en cada persona hay una entrada que puedeconvertirse en una salida para todo lo que hay en Dios. Y existe un apremio divinode fluir como vida, sustancia, amor e inteligencia. Lo único que se necesita es que lecedamos el paso, que lo dejemos ser, permitir que Dios sea Dios en nosotros. Piensa¡da! Porque la vida se vive de adentro hacia fuera.

San Francisco de Asís lo dijo de la siguiente manera:

Que no busque yo tantoSer consolado como consolar.Ser comprendido como comprender.Ser amado como amar.Porque dando se recibe.

CAPÍTULO 7

LA VIDA VIENE PARA IRSE

Hay un relato, que viene del pasado legendario, que cuenta acerca de un monarcaoriental que estaba plagado de preocupaciones y hostigado incesantemente. Él llamóa sus consejeros y sabios para pedirles que formularan una frase, unas cuantaspalabras mágicas, que lo ayudaran en momentos de reto o peligro. Debían ser losuficientemente breves para que pudieran ser grabadas en un anillo y poderlas tenersiempre ante sus ojos. Debían ser palabras aptas para toda situación, útiles tanto enla prosperidad como en la adversidad. Tenía que ser un lema sabio, cierto y eterno,palabras por medio de las cuales la persona pudiera ser guiada toda la vida.

Los consejeros y sabios debatieron, razonaron y oraron. Finalmente, regresaron almonarca con las palabras mágicas, palabras para cada cambio o riesgo, palabras queestaban de acuerdo a cualquier situación, palabras para aliviar el corazón y la menteen toda circunstancia. Las palabras que fueron grabadas en el anillo fueron: Estotambién pasará.

La vida es una experiencia que fluye y la única certeza es el cambio. En el temor yen la avaricia, en el gozo y en la tristeza, existe la tendencia humana de aferrarse.Cuando la vida es medida por medio de cosas, relaciones personales o momentos desatisfacción, la amenaza de perder o cambiar es insoportable. De aquí que eldescubrimiento del fluir de la vida es el despertar más grande de la conciencia quepodamos lograr.

Una niñita le tenía mucho miedo a los túneles. Cada vez que iba en automóvil o enun tren con sus padres, se escondía colocando su cara en el regazo de su madrecuando iban a entrar en un túnel. A medida que los años pasaron, ella descubrió quelos túneles no eran tan aterradores como ella había creído. A la larga, dijo que legustaban los túneles porque: “Tenían luz en ambos extremos”. Esto es algo muysignificativo para recordar. ¡Al pasar por los túneles oscuros de la vida, tengamospresente que hay luz en ambos extremos!

El salmista dice: “Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligroalguno” (S. 23:4 Versión Popular). Necesitamos hacer énfasis especialmente en lapalabra pase. A veces parece que moramos en el valle. Pero el salmista dice“Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno”. Él sabeque el valle está abierto en ambos extremos, que la vida es una experiencia que fluyey que el valle, aunque oscuro, a la larga dará paso a la luz de un nuevo día y a unanueva experiencia.

A menudo pensamos que la muerte es una realidad suprema, o por lo menos algocierto. Mas la muerte es solamente un túnel por medio del cual pasamos de la luz del

sol a la luz del sol. El sufrimiento derivado de la muerte también es un túnel, con luza ambos lados —algo por lo que atravesamos. Es la experiencia más difícil. Perodebemos saber que “esto también pasará”, y permitir que la ley divina del ajuste nosguíe a través del valle a una luz y una comprensión nuevas. La vida continúa ypodemos encontrar nuevas oportunidades para el amor y la felicidad si fluimos conella. El “fluir de la vida” es un concepto extremadamente importante en la relacióncon la muerte y con todo lo que le concierne. Luego dedicaremos un capítulo entero ala discusión.

Lo que diferencia a las personas y a las circunstancias que enfrentan es cómoalgunas personas permiten que la experiencia del túnel sea estática, y claman que “nohay justicia”, “éste es el fin”, “mi vida se acabó”. Sin embargo, otras personascontinúan avanzando y encuentran que crecen y mejoran con cada experiencia.

Los impedimentos físicos han hecho que muchas personas se conviertan encobardes y enclenques. Grandes pesares e infortunios han hecho que muchas serindan, que se alojen en el valle del infortunio y, a la final, se ahoguen en laautocompasión, la amargura y la desilusión. Mas hay otras personas, comoBeethoven, Stevenson, Milton, Steinmetz y Helen Keller, quienes, al pasar por lostúneles de la adversidad, han sido motivados hacia un nuevo logro. La actitud con lacual enfrentamos la dificultad marca la pauta.

Si enfrentas un reto, niégate a sentir pánico. Tu vida no ha terminado. La vidacontinúa fluyendo. Declara: Acepto la realidad de esta situación, mas no supermanencia. Ciertamente, no tiene objeto esconder la cabeza en la arena. Laexperiencia está allí para ser enfrentada. Decide que la vas a enfrentar, pero segúntus términos. No permitas que el acontecimiento externo te aprisione en su baúl.Abre tu mente al fluir de la sabiduría, el amor y el buen juicio, gracias a los cualespuedes lidiar maravillosamente con él. Párate con valor y afirma: Enfrento estacircunstancia con la completa confianza de que Él, que está en mí, es mayor que elque está en el mundo. No niego la realidad de la circunstancia, mas niego supermanencia. ¡Sé que esto también pasará!

Una vez, cuando pasaba por una situación perturbadora, la cual llevaba como unpeso en los hombros, me puse a hojear la Biblia, de repente, mis ojos se enfocaronen las palabras “pasó el tiempo” (Gn. 4:3 Versión Popular). Esta es una frase que serepite en la Biblia y no tiene mayor significado por sí sola. Mas de repente, esaspalabras cobraron un significado especial para mí: “Este reto no vino paraquedarse”. No importa cuán real o sustancial parezca ser, pasará, al igual queocurrió con toda situación indeseable que ahora es parte del pasado. Vino aofrecerme algo para mi crecimiento personal. Mas ahora pasará al olvido.

En el momento en que este destello de luz vino, el peso se elevó instantáneamentede mis hombros. Y, al dejar ir mi preocupación por el problema, una soluciónsorprendente surgió. Era como que si mi ansiedad había estado impidiendo lasolución —tal como si sostuvieras la aguja de una brújula para luego verla moversefácilmente hacia el norte magnético una vez que la sueltas.

No importa lo real o intimidante que pueda parecer una situación, es algotransitorio. Sólo el bien es real y duradero. Mira a tu vida en retrospectiva yrecuerda aquellos momentos cuando estuviste perturbado por una crisis; cuando uninfortunio parecía ser el fin de todo y te deprimiste. ¿Dónde está ese reto ahora?¿Dónde están las personas que impedían tu bien? ¿Dónde están las circunstancias queparecían tenerte aprisionado? ¿Dónde están esas cargas que parecían insoportables?

Francois Villon clamó: “¿Dónde están las nieves del ayer?” Obviamente, lasnieves del ayer se han convertido en parte de los árboles, las plantas, los ríos y losocéanos de hoy. Todas han sido transformadas, transmutadas en vida y formasnuevas. En cualquier estación del año, uno puede entrar en la conciencia del fluiruniversal simplemente con meditar en el movimiento inexorable de los procesos dela naturaleza. Desde la llegada del invierno hasta la manifestación de la primavera,desde la riqueza del verano hasta la cosecha del otoño. Nada permanece; todo escambio; todo viene para irse.

¿Por qué los niños van a la escuela? Para enfrentar retos que estimularán sucrecimiento como personas. Ciertamente no van a la escuela para fracasar; van parapasar. Si evocas los primeros años de tu vida, recordarás experiencias que tuviste entercer grado o en sexto. Quizás recuerdes a los profesores, los amigos, lasexperiencias. Todo esto fue de importancia real y vital para ti en ese momento. Perotodo lo que puedes decir acerca de ello es que “vinieron para irse”.

Las experiencias de hoy en día son simplemente niveles de “grados de estudio” enel continuo de la vida. No estamos aquí para fallar; estamos aquí para pasar. Noimporta lo feliz o satisfactoria que la experiencia presente pueda ser, no puedesmantenerla como es, del mismo modo como no puedes controlar las mareas delocéano. Tal como el maná del cielo, con el cual los israelitas fueron bendecidosdurante su experiencia en el desierto, el bien de hoy es para hoy, para ser utilizado ysoltado hoy. Éste es el proceso continuo del fluir de la vida.

Un hombre fue sentenciado a cinco años en la penitenciaría. Cuando las puertas dela prisión se cerraron detrás de él, se llenó de miedo, luego de lástima por sí mismoy después de hostilidad. Él sabía que había cometido un crimen por el cual tenía quepagar. Pero no podía relacionarse con el tipo de gente que estaba allí, ni con elambiente general de la prisión. Resentía el lugar; resentía y odiaba a los prisioneros,a los guardias, al custodio. Comenzó a sentir que el mundo entero estaba en sucontra. Algunos de los prisioneros trataron de ser cordiales, pero él se negaba arelacionarse con ellos. Los maldecía y maldecía a todas las personas que tenían quever con la institución. Está de más decir que él era terriblemente infeliz.

Un día conoció a un prisionero que lo hizo cambiar de actitud. Este prisionero,poco usual, lo ayudó a ver las posibilidades imprevistas en su experiencia en estaprisión. Él fue brutalmente franco y le dijo: “Mira, si comienzas a hacer algo quevalga la pena, estos cinco años pasarán sin que te des cuenta. ¿Por qué no utilizas eltiempo preparándote para cuando salgas de aquí? Con tu actitud sólo te estáshaciendo daño. Es tan tonto como golpearte la cabeza contra la pared de tu celda.

¿Por qué no dejas de pelear y comienzas a ser amigable? Con el tiempo, encontrarásque puedes beneficiarte del tiempo que pases en este lugar. Si aprovechas lasoportunidades que se te ofrecen, tu estadía aquí puede ser tan útil para ti como unaeducación universitaria”.

Estas palabras resonaron en la mente del prisionero y él reflexionó acerca de ellaspor varios días. Tenían sentido. Así que él comenzó a cambiar su actitud. Está demás decir que pronto comenzó a llevarse bien con los demás prisioneros. Se le diola oportunidad de que se inscribiera en una clase para reparar radios. La encontrótan interesante que apenas podía esperar ir a clase cada día. Le fue tan bien, quecuando el curso concluyó el superintendente hizo arreglos para que tomara cursosavanzados de radio y electrónica.

El tiempo pasó tan rápidamente, que al final del cuarto año, cuando lo dejaronsalir por buena conducta, estaba reacio a irse. Sentía que todavía no había terminadosu educación. Cuando salió de la prisión, llevó una vida honrada. Durante laSegunda Guerra Mundial prestó un servicio invaluable al gobierno y, hoy en día, esun especialista respetado en el campo de la electrónica. Su experiencia comoprisionero había “venido para irse”.

Puede haber muchas experiencias en tu vida que han sido como “estar prisionero”.Mas, en cada caso, la actitud es la que cuenta —la manera cómo percibes laexperiencia. Es importante mantener el pensamiento: No importa cuál sea el reto, havenido para irse, no para quedarse.

Como lo hemos discutido previamente, la enfermedad no es el fin de la vida nitampoco es la voluntad de Dios. Es el resultado de algún “intento” de la naturaleza.La enfermedad es simplemente alguna limitación de mente o cuerpo tratando desuperarse a sí misma. Las causas mentales y físicas de la enfermedad pueden haberestado presentes por mucho tiempo. Pero ahora “ha venido para irse”, de aquí quevaya de salida. No inviertas mucha energía pensando en la condición, el resfriado,dolor de cabeza, la artritis o úlcera. Mantén el pensamiento de que en este momentodicha condición está pasando, yéndose de tu mente y de tu cuerpo —siendo disipadaa la nada que es. Debes dejar ir conscientemente. Como muchas de las enfermedadesson producto de la mente, tal vez la experiencia en sí, imperceptiblemente, estéproduciendo cierta satisfacción. Por eso, ser honesto contigo es vital. Alguien dijo:“Cuando te hartes de estar enfermo, sanarás”. Esto es porque llegas a un puntocuando dejas ir, cuando comprendes que vino para irse, no para quedarse.

Hace unos años, a causa de una falla del carburador, mi automóvil se quedóparado en medio del tráfico en la estación de peaje de un puente importante, ¡y justoen la hora de más tráfico! Las bocinas comenzaron a sonar, los ánimos a caldearse yel automóvil nada que arrancaba. Finalmente, después de tanto tratar, la batería sedescargó. En momentos como éste uno olvida fácilmente las ideas espirituales y pasapor una gama de frustración, enojo y lástima por sí mismo. Allí estaba yo, con elautomóvil accidentado en un tráfico increíble. ¿Qué hacer? ¿Cómo iba a salir de esteaprieto?

Recuerdo que vino a mi mente un pensamiento aparentemente irrelevante:“Mañana por la noche, a esta misma hora, estaré sentado en casa descansado y feliz,y todo esto será cosa del pasado. Me reí de mí mismo al pensar que, aún durante estaexperiencia, mantenía mi sentido de humor. Entonces, pude captar todo el impactodel pensamiento. Éste no era simplemente un pensamiento gracioso, sino una granrevelación. Porque gracias a ese destello de comprensión, entré en el fluir de lavida. No fue un análisis intelectual del problema ni de cómo resolverlo, sino unaseguridad de que “esto también pasará”.

¿Qué sucedió? La respuesta vino tan rápidamente que pareció ser un milagro.Ciertamente, una persona escép-tica encontraría lugar para el debate y el ridículo.¿Qué poder puede un cambio de actitud tener en un carburador defectuoso y unabatería descargada? ¿Puede la ansiedad y la tensión por parte del conductor tenerinfluencia en el funcionamiento de un automóvil? ¿Pueden la fe y la oración afectarhasta las cosas inanimadas? Existe investigación válida que apunta hacia un “sí”rotundo. No sé realmente lo que sucedió en esa oportunidad. Sólo sé que me sentíguiado a tratar de prender el automóvil de nuevo. El motor funcionó y, prontamente,me encontré atravesando el puente camino a casa. La noche siguiente, sentadocómodamente en la sala de mi casa, pensé en la experiencia con gratitud porque mimomento de crisis había “venido para irse”.

Cuando te encuentras en una situación aparentemente sin esperanza, es sabio evitarla tendencia de enfatizar la oscuridad del túnel en vez del hecho de que éste tiene luzen ambos extremos. Cuando moras en la oscuridad y futilidad de una situación,pronto estarás atascado en el pantano del desaliento. Mantén en la conciencia delfluir de la vida: “Esto también pasará”.

Cada experiencia en la vida viene para irse porque la vida es cambio. Esto escierto no sólo para las experiencias infelices, las tragedias y las dificultades, sinotambién para las experiencias felices. Es cierto para todos los logros que valen lapena. Cuando logras algo bueno, una victoria o una meta, tampoco es sabio morardemasiado en el éxito ni tratar infinitamente de sacarle placer. Ha venido para irse.El logro es una experiencia de crecimiento espiritual. Te acerca más al grandesarrollo de tu potencial innato. La ley de la vida es “crece o vete”. No importa sidespués de una actuación tienes el mundo a tus pies; esto también pasará. Mañana esotro día. Trae nuevas oportunidades y nuevas exigencias. Puedes edificar sobre unéxito pasado, pero no puedes hacer tu morada en él.

Un hombre lucía una insignia grande que decía: “Yo asistí al Siglo de progreso”.Eso fue veinte años después de la feria de Chicago, pero él lucía esta “medalla”como su señal de importancia en la vida. Muchos tenemos la tendencia similar delucir “medallas” como evidencia de logros pasados, los cuales mantenemos a mano:recortes de periódico, trofeos, fotos en la pared, etc. Ciertamente, nos fascina tenerconstancia de aquello que vino para irse. La historia nos da muestra de ello. Mas lahistoria simplemente debe llevar un récord; no glorificar los hechos. Los “díasbuenos” no son los días dorados de tu juventud ni la cima de tu éxito. Son lasoportunidades que se encuentran mañana, mañana y mañana.

Es bueno mirar en retrospectiva y apreciar las bendiciones que han venido a tuvida. Un poco de nostalgia nunca le ha hecho daño a nadie. El peligro es que tepuede gustar tanto pasear en el “vagón de observación” que nunca veas dónde vas,sino solamente donde has estado.

Hay personas que podrían aceptar el pensamiento de que “esto también pasará”con desánimo. Creyendo que las cosas buenas de la vida son pasajeras y que sólopodemos apreciarlas en retrospectiva. Sin embargo, si realmente comprendemos elsignificado del “fluir de la vida”, nos damos cuenta de que éste se logra según vamosen pos de la meta y que no es un destino en sí.

Grande es la ilusión falsa de que “cuando … pase, seré feliz”. No hay felicidadverdadera en el logro, sólo un momento fugaz de regocijo. La vida es cambio. Laventa se hace y se cobra la comisión. El libro es escrito, el juego ganado. Mañanahemos de encontrar la visión para darle la cara a un nuevo día. Hay otras ventas quéhacer, otros libros qué escribir y otros juegos qué jugar. La felicidad viene cuandouno sabe que está en el fluir de la vida y que tiene la guía necesaria para vivirlaplenamente y bien.

Grandes son los retos que enfrenta una pareja joven para criar una familia. Pormucho que nos cueste aceptar, los niños vienen a nuestras vidas para irse. Vienenpara crecer y marcharse. Es muy natural que la madre diga: “Me gustaría que fueranbebés toda la vida”. Y, por supuesto, este es un sueño vano y sumamente negativo.La vida es crecimiento, la vida es cambio. Quizás uno quiera que los niños tengansiempre nueve años, que sean las personitas precoces que no podemos imaginarconvirtiéndose en “adolescentes problemáticos”. Mas luego comienzan a lucir uncorte de pelo extravagante, a oír música estruendosa y a no respetar los horarios queles fijamos. Cuando menos lo pensamos, se van a la universidad, se casan,comienzan a trabajar y son independientes. Los padres entonces comienzan a sentirque los han dejado fuera de las nuevas familias establecidas. Sienten que algo se haido de sus vidas. Pero se ha “ido” porque han estado posponiendo la felicidad y lasatisfacción que trae cada experiencia. Ha venido para irse.

Es triste ver las vidas vacías de padres y madres que nunca han aprendido a dejarir a sus hijos, aún después de muchos años de separación. La misma tragedia puedeobservarse en el esposo o la esposa separados por la muerte sin haber aprendido queuna experiencia o una relación personal tiene una bendición de enriquecimientomomentánea. Debemos aceptar la bendición, mas hemos de avanzar con la vida.

Cuando alguien a quien amamos pasa a una nueva conciencia, a una nuevaexperiencia o de este plano de vida a otro, debe ser considerado algo positivo.Siempre hay un movimiento constante de bien. “Esto también pasará” —tanto eldolor como el gozo. La única manera de encontrar un sentimiento continuo de paz ysatisfacción es tener un espíritu aventurero, acoger cada día consciente de que “éstees un nuevo día y aceptaré sus bendiciones y sus retos; lo disfrutaré y encontrarésatisfacción en él, aunque sé que también pasará”.

Si enfrentas un reto físico, puedes tener esperanza y fortaleza al saber que “esto

también pasará”. Pero cuando pase, y salgas del túnel a la luz, una cosa no puede serignorada: ¡No serás el mismo! Resiste la tentación de regresar a la manera como lascosas eran. Recuerda que en la manera en que las cosas eran había una pequeñatormenta formándose en ti que finalmente se expresó como tu enfermedad. No mireshacia atrás. Mira hacia delante a nuevas experiencias. El deseo de “regresar a lonormal” no es realista. Los exámenes del sexto grado deben ser más difíciles (y conrazón) que los de los grados previos, pero no ganas nada al tratar de regresar altercer grado, donde los exámenes eran más fáciles. (En realidad solamente parecenser más fáciles, porque ahora los ves desde la perspectiva del sexto grado).

Cada día de tu vida viene para irse. Cada día es una experiencia continua decrecimiento. Como Shakespeare dijo: “Sea lo que haya de ser, corren tiempo y horaen el día más cruel”.1 Puede que haya sido un día miserable, pero vino para irse. Teha provisto con el reto de alcanzar un nivel más alto de conciencia. A su debidotiempo, el sol se oculta y trae el descanso y la paz nocturna, y mañana es otro día. Nohay necesidad de recrear este día difícil, ensayar su historia, sentir lástima por timismo a causa de él. Vino para irse.

Aunque haya sido el mejor día que has tenido, da gracias por él y espera másoportunidades para crecer espiritualmente. No puedes aferrarte a este gran día, aligual que no puedes detener el progreso del sol a través del firmamento. Tienes quecomenzar de nuevo. Éste es el gran nivelador de la vida, una evidencia de la graciadivina que está constantemente involucrada en los asuntos del ser humano. Nopuedes mirar hacia atrás ni te puedes aferrar a hoy. La vida se vive en una serie deprogresiones, lo bueno guiando hacia lo mejor y lo mejor guiando hacia lo óptimo.

Cuando echas un leño al fuego, el leño (al igual que la bellota y la encina) debedejar de ser para traer el calor y la luz del fuego. Hay una línea hermosa en lasEscrituras: “Dios restaura lo pasado” (Ec. 3:15). La leña tiene que perder suidentidad en el fuego. Si el día de hoy debe ser vivido con entusiasmo, con la luz y elcalor de la acción creativa, el pasado tiene que ser consumido. Tenemos que dejar irlo viejo y enfrentar el “ahora” en desarrollo de mañana y mañana, sabiendo que“esto también pasará”.

Nada de lo que sucede es un final. ¿No es ésa una Verdad maravillosa? Puedesmirarte objetivamente a ti mismo y decir: “Bueno, he vivido a través de muchos retosy he llegado a conocer ciertas limitaciones que tengo que reconocer. Me conozcobastante bien después de todos estos años”. Pero lo que dices verdaderamente es:“Lo que soy es fijo y definitivo, y mejor me ajusto a ello. Ésta es la manera comosiempre seré”. Mas esto, sencillamente, no es verdad —a menos que éste sea el nivelen el cual deseas continuar aceptando la vida y a ti mismo. Ésta no es la maneracomo eres realmente; es la manera que crees que eres. Si deseas permanecer en elsegundo grado toda tu vida, lo puedes hacer. Pero tendrás muchas dificultades,porque a la larga, serás más grande que los otros niños y el pupitre te resultarápequeño.

Puedes hacer una pausa al final del día, la víspera del año nuevo, en tu graduación

o en el día de tu retiro y mirar en retrospectiva todo lo que has hecho. Acepta lo queves como los hechos de tu experiencia, pero ellos no son definitivos. No estás“listo” todavía. Todavía tienes en ti un potencial dinámico para el crecimiento y éstedebe venir para irse.

La vida puede tratar de ponerte una etiqueta y tipificarte. Un boletín decalificaciones o un estado de cuenta financiero pueden parecer decir: “Esto es lo queeres”. Puede haber quienes te midan por tus calificaciones, medallas y certificados.Pero todo eso no dice nada de lo que tú eres. Estas cosas generalmente indicandónde estás en conciencia y en tu desarrollo espiritual. Pero todavía eres parte delcamino de esta gran experiencia eterna de vida. Viniste no a vivir en el valle, sino apasar por él, y hay luz en ambos extremos.

Así que dondequiera que estés, cualesquiera que puedan ser los retos del pasado ysin importar lo que enfrentes hoy, ¡sigue adelante! En el fluir de la vida no puedehaber situación sin esperanza, enfermedad incurable ni “último recurso”.

En el análisis final, sólo lo intangible, al que llamamos Dios, permaneceinmutable en y por medio de todas las cosas. Todo lo demás es transitorio,cambiante, está creciendo, progresando. Todo lo demás viene para irse a medida quecontinuamos nuestro camino en espiral ascendente hacia la comprensión de nuestropotencial divino.

CAPÍTULO 8

ENVEJECER O SEGUIR CRECIENDO

Joseph McDonald, de más de ochenta años de edad, ha mantenido negocios con ungran número de personas a través de los años. Mas nadie nunca se ha referido élcomo “papá”, “tío Joe” ni “el viejo McDonald”. El ha sido una de esas personasinolvidables que nunca asociarás con la idea de la edad. Un día estaba almorzandocon un joven asociado que estaba muy impresionado con el vigor, la jovialidad y loalerta del octogenario. El joven sabía que Joseph trabajaba días completos yavergonzaba a muchos jóvenes con sus logros. Más aún, el joven estabaimpresionado por el aspecto de su amigo y sus planes trazados cuidadosamente parael futuro.

Finalmente, el joven preguntó: “Señor McDonald, perdone la pregunta, pero ¿quéedad tiene?” Joseph fijó sus ojos alegres en el joven y con una mirada fingida dereproche, le contestó: “Hijo mío, mi edad no es de mi incumbencia”.

He allí la clave para su vigor y jovialidad. Mientras la mayoría de las personasplanean para su retiro y hacen planes para su vejez, temiendo cada cumpleaños ypensando, hablando y actuando “según su edad”, Joseph McDonald estabademasiado ocupado viviendo y disfrutando de la vida para perder tiempopreocupándose por su edad. Él estaría de acuerdo con André Maurois que envejecerno es más que un mal hábito, el cual la persona que está ocupada no tiene tiempo decrear.

Nuestra cultura nos ha condicionado a pensar que la vida comienza con elnacimiento y avanza inexorablemente hacia la muerte. Los clérigos han predicado:“Desde el día que nacemos comenzamos a morir”. Ésta es la “gran mentira” quedebemos borrar de nuestra conciencia. La vida no envejece. La vida no se deteriora.La vida no muere. La vida es un proceso eterno, dinámico y fluyente.

Es verdad que para cada uno de nosotros la vida es conciencia y somos tan viejoso tan jóvenes como creamos que somos. Esto significa que la edad es básicamentesicológica en vez de fisiológica. “Dios da y Dios quita”, se dice en los funerales.Esto ha llevado a comentarios racionalistas tales como “Dios ha llevado a mi serquerido a casa”. Este tipo de tontería ha quitado la vitalidad y la credibilidad a lareligión.

La vida es un proceso que fluye y cada persona es un canal especializado para esefluir. El propósito de la vida es vivir, no morir. Mientras muchos hablan deldeterioro y la muerte como la voluntad de Dios, Jesús expresó claramente: “No es lavoluntad de vuestro Padre … que se pierda uno de estos pequeños.” ¿Dónde está la“casa” a la cual Dios se ha llevado a tu ser querido? Jesús localizó claramente el

reino de los cielos en ti, no en un lugar lejano en el cielo. La casa es el “cuartointerno” donde estás por siempre en el fluir de la vida.

La vida no está orientada hacia la edad y el deterioro. En realidad, la vida es unproceso dramático de renovación y regeneración. Los investigadores médicos nosdicen que no hay razón física para que envejezcamos y nos deterioremos, ya que lascélulas son renovadas constantemente y el cuerpo nunca tiene más de un año. De aquíque no exista una ley de deterioro y muerte en Dios. Dios, dador de vida, no puede almismo tiempo, dar muerte.

Hay un párrafo interesante que se encuentra en los libros Apócrifos, en el librollamado Sabiduría, también conocido como “Sabiduría de Salomón” 1:12-16:

“No busquen la muerte con una vida extraviada, ni por sus accionesatraigan sobre ustedes la perdición. Pues Dios no hizo la muerte ni sealegra destruyendo a los seres vivientes. Todo lo creó para que existiera;lo que el mundo produce es saludable, y en ello no hay veneno mortal; lamuerte no reina en la tierra, porque la justicia es inmortal. Los malosllaman a la muerte con gestos y gritos; pensando que es su amiga, la buscancon afán, y con ella han hecho un pacto, pues merecen pertenecerle.”

¿Qué estamos diciendo? ¿Que uno debe vivir para siempre? Nadie conocerealmente el potencial del período de vida de la humanidad. Hoy en día hayinvestigadores que sugieren que, por lo menos en teoría, los seres humanos puedenvivir por siempre. Pero eso no es relevante para esta discusión. La cantidad de añosno es importante. La calidad de la vida es lo que cuenta. En lo profundo de nuestroser está aquello que susurra, si sólo prestáramos atención: “Yo soy, siempre fui,siempre seré”.

Lo importante es mantenernos vivaces mientras vivamos. Es un compromiso deseguir creciendo en vez de simplemente envejecer. Cuando le preguntaron que cómose las arreglaba para envejecer con tanta gracia, una doctora del medio oesterespondió: “No envejeces. Cuando dejas de crecer, eres viejo”.

Muchas personas comienzan a pensar en la edad cuando apenas han adquirido lahabilidad de vivir plenamente. Son acosadas por el “síndrome de la mediana edad”con sus implicaciones de que el resto de la vida irá cuesta abajo. La mediana edadno es el comienzo del fin, sino el fin del comienzo. Anne Morrow Lindberg dice quedebería haber un período para perder las caparazones —la caparazón de laambición, la de la acumulación material y las posesiones y la del ego. Es un tiempode comenzar a dejar ir —y de seguir adelante.

Contrario a la creencia humana común, no comenzamos a ser más lentos porquenos estamos volviendo viejos. Las células de nuestros cuerpos son como el agua deun río. El movimiento las ayuda a mantenerse en el fluir y, por ende, a purificarse.Existen literalmente miles de personas abatidas que podrían renovar su fortaleza y sujuventud, con sólo dejar de hablar de dolores y malestares, sacudirse un poquito enmente y cuerpo, y entrar conscientemente en el fluir y en la corriente de actividades.

La sabiduría del mundo nos ha condicionado para “actuar según nuestra edad”.Ahora debemos comenzar a actuar según nuestra juventud —a actuar según nuestraexperiencia en el fluir de la vida.

Una de las maneras más obvias mediante la cual nos salimos del fluir de la vida,es nuestra esclavitud sutil al “culto de la juventud”. En realidad, hay unapreocupación excesiva acerca de la edad y un intento desesperado de disfrazarla.Cuando pensamos y hablamos constantemente para parecer jóvenes, estamos fueradel fluir de la vida. No hay nada de malo con la ayuda de la cirugía plástica a lajuventud si ésta es empleada con el propósito de darnos algo para lo cual vivir y noalgo que esconder. Los cosméticos no pueden proporcionarnos un espíritu renovado.

Un cirujano plástico muy conocido, quien ha hecho cirugías faciales a miles demujeres, expresó recientemente sus dudas acerca de tales operaciones. Él dice que loentristece ver rostros a los cuales se le han quitado todas las arrugas alrededor deojos que han visto y experimentado momentos dolorosos. Él dice que el rostro seconvierte en una “máscara sin vida” por medio de la cual los ojos tristes están encontradicción con todo lo que la persona busca expresar en su rostro. Mientras másnos esforcemos por alcanzar la mascarada de la jovialidad, más nos salimos de laconciencia del fluir, la cual es el secreto de la jovialidad.

Las personas más notables que vemos a nuestro alrededor no son las que escondensu edad de manera más efectiva, sino quienes “no tienen edad”, a quienes noconsideramos ni jóvenes ni viejas. Simplemente disfrutamos de su compañía porquetienen el encanto de la liberación espiritual. Qué triste es ver los esfuerzosdesesperados de quienes crean una fachada de “juventud” detrás de la cual tratan deesconderse por temor de que la gente descubra su edad, como que si ésta fuera uncrimen. Debido al estrés que esto involucra, sus esfuerzos son en realidad,contraproducentes. Por ejemplo, estas personas podrían verse mucho más jóvenes yatractivas si se dejaran el pelo con sus canas naturales, en vez de teñírselo de negro.Lo importante es lo que sucede en el espíritu de la persona, porque el esfuerzo deparecer joven evidencia la inhabilidad de apreciar la continuidad de la vida.

La vida es un continuo, no una serie de pausas. La vejez no debe ser otro períodocomo la infancia, la adolescencia o la madurez. Idealmente, debería ser la suma deltodo, una experiencia floreciente de satisfacción. Debería incluir y representar losperíodos anteriores, pero no eliminarlos. No hay nada superior acerca de lajuventud. No es una etapa ni para adorarla ni para rechazarla. Más bien debería estarincorporada en nosotros, junto con todas las demás etapas que conforman el espectrototal de nuestra persona.

Obviamente, esto es lo que Browning tenía en mente cuando dijo: “¡Envejececonmigo! Lo mejor está por venir”.1 Él estaba diciendo: “Continúa creciendo, no teestanques en el surco de la vejez”. La vida es un fluir, no una calle sin salida.Mientras más años, más oportunidades, pero tienes la responsabilidad de utilizarlasde manera creativa. Si haces que el tratar de parecer joven sea un trabajo a tiempocompleto, en realidad estás haciendo de la edad un negocio. ¡Mas la edad no es

asunto tuyo! Tu verdadero “asunto” es convertirte en un canal creativo para el fluirde la vida.

Para cuando muchas personas comienzan a pensar que la vida va cuesta abajo, SirChristopher Wren, construyó la magnífica Catedral de San Pablo, en Londres, en elsiglo diecisiete. Después de ser profesor de astronomía en la Universidad de Oxford,él regresó a la arquitectura. En los cuarenta y un años después de su cumpleañosnúmero cuarenta y ocho, este hombre sorprendente diseñó cincuenta y tres iglesias ycatedrales, la mayoría de las cuales todavía son monumentos a su grandeza. Él fuecomo el hombre que dijo que ¡había vivido setenta años y por fin sabía cómo sehacían las cosas y podía hacerlas de nuevo!

Si fluyes con la vida, cada año es un reto fascinante lleno de aventura ydescubrimiento. Si te resistes a los cambios, cada año se convertirá en un peso quegradualmente te encorvará la espalda y te hará arrastrar los pies. En el fluir de lavida, hay un proceso constante de crecimiento. A los cuarenta, deberías estar dosveces más equipado para recibir y utilizar las bendiciones de la vida que a losveinte. A los sesenta, lo deberías estar tres veces, y a los ochenta, cuatro veces más.

Es triste que las personas permitan que la edad les haga cosas tan terribles. En elfluir de la vida, el tiempo no es una carga, sino una oportunidad de ganar estaturaespiritual y belleza como persona. En realidad, a medida que uno aumenta en edaddebería ser más lindo, más gracioso, más tierno y más sabio … y más hermoso deuna manera nueva y única.

Una reportera que viajaba por la India conoció a una hindú, obviamente de edadavanzada quien tenía cierto resplandor que hacía que uno quisiera admirarla. Lareportera al final, le dijo: “Señora, usted es absolutamente hermosa”. La mujer lerespondió: “Debo serlo, porque tengo más de setenta y cinco años”. Para esta mujer,los años de su vida significaban oportunidades adicionales de desarrollar bellezaverdadera en vez de una excusa para el deterioro y la desfiguración. Ésta es unaactitud que toda persona puede y debería tener.

En vez de una disminución en nuestros poderes, ¿por qué los años siguientes nonos hacen más fuertes, más felices y más capaces? ¿Por qué no nos dan esos años uninterés nuevo y evocan una ambición nueva compatible con nuestra madurez, comolos años de la juventud lo hicieron en nuestra adolescencia? En realidad, paracuando la mayoría de nosotros comienza a entretener la terrible falsedad acerca de lavida, acabamos de adquirir el equipo completo para vivir. Apenas estamos listospara utilizar nuestros poderes de la mejor manera. Pero en vez de avanzar a una vidaplena, rica y expansiva de utilidad, a menudo nos proponemos metódicamente abloquear el fluir con señales que proclaman corporalmente: “¡Demasiado viejo”!

Los cumpleaños están entre los retos más grandes de la vida. Cierto, uncumpleaños es una oportunidad para una nostalgia feliz y para unas pocas horas deser el centro de atención y afecto. Pero los cumpleaños también tienen connotacionesnegativas fuertes. Tienden a crear un patrón cristalizado el cual, como el énfasis estáen el punto de comienzo, hace de la vida un ciclo continuo de contar años y anticipar

el final. Es casi como que si erigiéramos una lápida y la tuviéramos grabada conanticipación con nuestro nombre y nuestra fecha de nacimiento, para que la fecha denuestro fallecimiento sea grabada cuando llegue el momento.

En el libro de Job, hay un pensamiento interesante que sugiere el concepto de“eternidad”:

Si tú dispones tu corazón,y tiendes hacia Dios las manos …

Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha,serás fuerte y nada temerás …

La vida te será más clara que el mediodía;aunque oscurezca, será como la mañana.

Tendrás confianza, porque hay esperanza;mirarás alrededor y dormirás seguro.

—Job 11:13, 15, 17-18

Al mediodía es difícil encontrar tu camino debido al sol, porque no puedes dartecuenta de la dirección de su movimiento, de dónde salió y dónde se ocultará. De aquíque “la vida … más clara que el mediodía” indicaría la vida sin la conciencia delnúmero de años, sencillamente sería una conciencia de la profundidad y la intensidaddel resplandor, del entusiasmo vibrante, el ingenio, la frescura y el vigor. En estaconciencia, serás “como la mañana. Tendrás confianza, porque hay esperanza”.

Muchas de las personas que celebran su cumpleaños no tienen mucho más quecelebrar. Como alguien dijo una vez: “Muchas personas se vanaglorian por haberllegado a los setenta o a los ochenta, quizás porque no han hecho mucho deprovecho.” Es una frase cínica, pero dice mucho. Vivir cierto número de años no esnada para vanagloriarse. Lo que importa es cómo has vivido. Pero más importanteaún, ¿qué esperas lograr ahora? Si comienzas a tener planes, éste es el mejorcumpleaños de tu vida.

Se da mucha importancia a los cumpleaños, pero una experiencia verdadera decumpleaños es cuando realmente das a luz a algo. En este sentido, en realidad es lamadre quien da a luz al niño. La fecha de nacimiento debería ser el nacimiento de lamadre, no del niño. Ella ha justificado su existencia en el proceso de nacimiento; haparticipado en el acto creativo más grande. En realidad deberíamos enviar las cartasy los regalos a la madre. ¿Por qué?, ¿qué hiciste tú en ese momento que fuera tanimportante?

Si deseas una fecha para celebrar tu cumpleaños, ¿por qué no permites que sea undía en el cual has dado a luz a algo —quizás el nacimiento de una idea brillante, lapuesta en marcha de un proyecto importante o el comienzo de una nueva y mejormanera de vivir? Esto es algo por lo cual estar orgulloso, algo por lo cual puedesaceptar de los demás la bendición de “feliz cumpleaños”.

Como hemos sido condicionados para creer que la vida debe ser experimentada

desde lo externo, nos hemos dedicado a obtener un trabajo, tener una carrera, lograrel éxito y trabajar sin descanso para tratar de llegar a la “cima”. Pocos de nosotroshemos fijado metas en la vida más allá de las asociadas con nuestro trabajo o nuestrafamilia. De aquí que somos arrastrados por las etapas progresivas fijadas por lasescalas de promoción, las edades de jubilación, el crecimiento de los niños, sugraduación, matrimonio, etc. De dejamos atrás un límite invisible porque somosarrastrados a un tiempo donde no hay más que recuerdos y posiblementeautorreproche por no haber logrado más en la vida.

Sin embargo, a lo largo del camino, es posible que uno no haya vividoverdaderamente su vida o fijado sus metas. Ellas fueron, casi con seguridad, metascorporativas o familiares. Pero ¿qué hay de tus anhelos secretos? ¿Qué es lo quequieres hacer verdaderamente con tu vida? ¿Qué es más importante para ti comopersona? ¿Cómo te gustaría pasar los próximos cinco años? No cómo los pasarás nicómo deberías pasarlos, sino ¿qué te gustaría hacer? O visto en otro contexto, ¿cómovivirías si tuvieras sólo cinco años de vida?

En otras palabras, necesitas tener metas mayores que la vida, ver el crecimientointerno y la expansión de tu alma como metas a largo plazo a las cuales dedicarlescada vez más tiempo y, cuando te “retires”, dedicarles todo tu tiempo, sin ningúnsentimiento de haber sido rechazado por la vida.

Podemos argüir que la industria no es ni sabia ni justa en cuanto a sus políticas dejubilaciones. Personas creativas son apartadas a un lado y rechazadas cuandotodavía tienen años de productividad en ellas. Y todo eso es cierto. Pero loimportante no es lo que sucede a las personas, sino lo que sucede en ellas. Siestamos en el fluir de la vida, viviremos de manera creativa bien sea trabajando oretirados. Si estamos fuera del fluir, nuestra vida será un estudio en frustración yaburrimiento, aun cuando tengamos un trabajo estable. Cualquier momento a solas lopasaremos simplemente pensando, recuperándonos o resistiéndonos a lasresponsabilidades mayores de nuestro trabajo y nuestra familia —sin tiempo para elautodescubrimiento y la búsqueda del desarrollo individual.

Cuando vivimos en la conciencia de que la vida es para vivirse desde lo externo,nuestras metas tienden a ser “adquisicionales” en vez de personales. De aquí queparece que las puertas se nos están cerrando a las oportunidades de adquirir lasglorias y aclamaciones del mundo, comenzamos a aislarnos y a encerrarnos en unacáscara. Y en la “sabiduría del mundo,” la cual es pura tontería sin Dios,comenzamos a dar énfasis a la cautela, lo conservativo y a la seguridad. Tratamostemerosamente de poseer la vida en vez de permitir que ella viva por medio denosotros y, mientras más nos aferremos a esa posesión, más bloqueamos el fluir.

Hay veces en nuestra vida —y quizás este mismo momento es una de ellas—cuando uno necesita dejar todo y seguir adelante. Rechaza la tendencia deconformarte con una definición final de tu ser. “Lo que deberías ser todavía no estámanifestado”. ¡Sigue caminando! No aceptes la idea de envejecer —simplementesigue creciendo.

La jubilación, como alguien ha dicho, es el impacto más grande que el sistemapuede soportar. Pero no hay razón ni para la jubilación ni para el impacto. Lajubilación es, relativamente, un concepto nuevo, nacido de la eficiencia en aumentode la automatización. Hay una tendencia creciente hacia semanas de trabajo máscortas y jubilaciones más tempranas. Esto está muy bien si sabemos cómomantenernos vivos mientras vivamos. Si permanecemos en el fluir de la vida,avanzaremos para vivir cada día como si fuera verdaderamente el último día denuestras vidas. A la edad de noventa y cuatro años, Charles Fillmore despertó unamañana cantando estas palabras: “Ardo con entusiasmo y avanzo con una fe y unentusiasmo poderosos para hacer las cosas que debo hacer”. Y este espíritu estuvoreflejado en su vida, durante la cual estuvo demasiado emocionado por continuarcreciendo como para envejecer.

A menudo se piensa que la jubilación es retirarse de las cosas, “salir de laopresión”, tomarlo con calma. Normalmente planificamos nuestro retiro como unaetapa en la que podemos no hacer nada. Un estudio exhaustivo hecho a personascentenarias arrojó el resultado interesante de que el mantenerse ocupados era loúnico que tenían en común. Se encontró que ni una persona retirada e inactiva yes avivir cien años. El estudio concluyó que la jubilación y el ocio forzado derrotabansus metas, y que nadie debía ser condenado al ocio, sino que todo el mundo deberíaavanzar a algún tipo de actividad nueva y emocionante. Quizás la palabra jubilaciónse ha convertido en un estigma. Quizás deberíamos utilizar palabras tales comoavance, progresión o cambio de vida. Mas de cualquier manera que la llamemos,debemos seguir creciendo y no simplemente aceptar el envejecer.

La edad, en términos de los años que han pasado de tu vida, es inevitable; massiempre puedes elegir. Puedes o envejecer o seguir creciendo. Envejecer no requiereesfuerzo y generalmente está acompañado por una actitud de resignación. Mas, elseguir creciendo sí requiere esfuerzo además de determinación y disciplina. Debesfacilitar el proceso de mantener vivo a todo el ser. Significa considerar darledesayuno tanto a tu mente como a tu cuerpo —adoptando una dieta estable de ideasedificantes, creativas, estimulantes, motivadoras y positivas.

Ahora tenemos una estructura social nueva en nuestra sociedad: las personasmayores, (sénior citizens o seniors) en inglés. Pero necesitamos dar otra ojeada a loque queremos decir con este término y cómo sus implicaciones negativas handefraudado a millones de personas de su verdadero lugar en nuestro mundo. Engeneral, la palabra senior en inglés implica logro, avance, honor. Esto es bueno.Pero cuán a menudo el término senior citizen tiende a significar un ciudadano inútil,que ya no produce. Hay quienes están trabajando por una acción política paracambiar todo esto. Sin embargo, puede que sea un asunto individual. Las personas enla categoría de “seniors” necesitarán dar más énfasis a sus actitudes y autoimagenpara seguir creciendo en vez de envejeciendo.

Dondequiera que estés en la escala de la vida medida según los años, estás vivocomo un canal dinámico para el fluir del proceso creativo divino. La sociedad puedeordenar el retiro de un trabajo en particular, pero nadie puede forzarte a retirarte

como una parte integral del universo. Nunca debes retirarte, de acuerdo con laconnotación con la que se utiliza generalmente el término. Nunca permitas que telimiten a una posición donde estás “fuera”. El sentimiento de permanecer “adentro”puede ser adquirido de muchas maneras. No importa cuál fue tu negocio, tu negocioverdadero era, es y siempre será permitir que el fluir de Dios se manifieste en ti ycomo tú. Quizás no tengas un “empleo remunerado”, pero hay mucho beneficio enhacer cosas útiles. Puedes cuidar bebés, hacer pequeños trabajos, participar en lasreuniones de la comunidad, visitar amigos enfermos, cultivar flores y orar por elmundo. Y una persona con experiencia en negocios tiene mucho qué ofrecer conrespecto a consejo y asistencia a los más jóvenes que comienzan en los negocios,particularmente a quienes tienen menos ventajas.

Un ministro muy apreciado renunció a su cargo para comenzar de nuevo en otraciudad. Una de sus seguidoras más devotas, sabiendo cuanto le gustaba a esteministro leer los artículos de un columnista local, al enterarse de que no eranpublicados en la ciudad donde el ministro iba a mudarse, decidió enviárselosregularmente. Han pasado trece años y el ministro nunca ha dejado de recibirmensualmente los artículos que esta persona le envía, cortados cuidadosamente deldiario —más de tres mil quinientos. El ministro dice que a veces se maravilla de laconstancia de esta persona, quien ya tiene una edad avanzada, y piensa que quizás nodebería permitirle hacer esto. Pero él sabe que eso sería frustrar el esfuerzohermosamente disciplinado de esta mujer de seguir creciendo en vez deenvejeciendo.

Algunas personas tienen la tendencia a capitular ante el “síndrome de lamecedora” por la creencia errónea de que la edad implica necesariamente el cesarde la actividad. El tiempo no es tóxico. No hay razón para que los años sean unveneno para el cuerpo o la mente. El tiempo es oportunidad y cuando tienes mástiempo libre, tienes la oportunidad dorada de continuar tu educación y tener el tipode experiencias de crecimiento a menudo descuidadas porque “no había tiempo”.Puedes aprender a pintar, a ser escritor, a construir, a actuar. Grandma Moses nosólo fue simplemente una genio que surgió a la luz, sino más bien un ejemplo decómo la creatividad oculta puede ser liberada por cualquier persona sin importar losaños, si hace el esfuerzo. Rétate con cambios, nuevas experiencias, nuevas personasy el encanto de lugares poco conocidos.

Un asunto de gran preocupación para la vida de los “seniors” es la planificaciónde testamentos, del patrimonio y de las cosas acumuladas en la vida. Un granenriquecimiento y una gran satisfacción son el resultado de dar, pero sólo de darahora. Más personas necesitan considerar seriamente el axioma: “Da mientrasvives”. Muchas personas están llevando una vida infeliz, solitaria y sin significado, apesar de que han planificado para hacer donativos generosos después de su muerte.¿Por qué no recibir gozo y satisfacción al hacer esos donativos ahora, entrando asíen la conciencia del fluir de la vida y la sustancia y dar un significado nuevo yemocionante a tus años de “senior”?

Permanece en el fluir de la vida sin importar lo que los años puedan decir. Si

fluyes con la vida, cada día será un reto fascinante lleno de aventura y emoción.Como dice el poeta: “Cada día puede ser una marcha fúnebre o alegre, tú decides”.Elige conscientemente y mantén el compromiso, marcha según el son de tu tambor —esa voz interna que te dice que sigas adelante —¡y que continúes avanzando! ¡Lavida es para vivirla! Walter Pitkin dice que la vida comienza a los cuarenta. ¿Porqué no a los sesenta? ¿O a los ochenta? En realidad, la vida comienza para ti cadadía. Este día es el primer día del resto de tu vida. Es tu momento de dar a luz a loinnato en ti. ¡Feliz cumpleaños!

Y recuerda, si alguien te pregunta jocosamente tu edad, no pierdas tu tiempo endecirle “¡no es problema tuyo!” En su lugar, sorprende a la persona y fortalece tuconciencia al proclamar: “Mi edad no es problema mío. Estoy y siempre he estado,en el fluir de la vida”.

CAPÍTULO 9

VIDA, MUERTE Y RENACER

Cualquiera que fluya como la vida fluye ha resuelto el enigma de la existencia.Este pensamiento adorable y rítmico de Lao-Tsé ha sido el punto de apoyo paranuestra tesis En el fluir de la vida. Hemos tratado muchas aplicaciones de esteconcepto dentro del marco de la experiencia humana. En resumen, podría decirse quela idea es tanto esperanzadora como útil. Sin embargo, todavía no hemos tocado unafase de la vida. ¿Qué hay de la muerte?

¿Es la vida una calle sin salida? ¿Está nuestra existencia limitada a ese períodoentre el nacimiento y la muerte, durante el cual hemos de comer, beber y regocijarnosporque una figura siniestra nos espera a todos el día de mañana? El concepto del“fluir” es un medio efectivo de tratar con las limitaciones de la experiencia humana,mas ¿es acaso inútil cuando se enfrenta al vacío más allá de la vida? Entonces, ¿quées la vida?

Hay muchas definiciones de vida, pero la mayoría de ella son abstraccionespoéticas con poca relevancia. La palabra vida es utilizada de muchas maneras, conuna amplia gama de implicaciones. La vida es un organismo viviente; son las páginasen blanco de una biografía personal. La vida es capricho (“¡eso es la vida para ti!”),o la vida es la existencia que termina con la muerte. Sin embargo, la razón por lacual el fallecimiento de un ser querido es una experiencia tan devastadora es porquenuestro marco de referencia es demasiado pequeño. Es como vivir en el mundoplano de los tiempos precolombinos, con un punto “allá afuera” donde los viajerosde los mares de la vida simplemente caen en el olvido.

¡Qué liberador es saber que la vida es un fluir universal! El fluir estápersonalizado en ti y como tú. Eres una parte integral del universo, donde cada partecontiene en ella todos los elementos del todo. De aquí que exista eso de ti que es másque tu cuerpo físico y el tú que trasciende el cuerpo es un paréntesis de tiempo yespacio en la dimensión universal de la eternidad. Esto es lo que afirmas al decir:Soy un ser espiritual, una criatura completa en Dios.

Lo importante es que eres una individualización única de Dios. Cualquier otracosa que la vida sea, tú estás en ella, eres su expresión viva, estás allídinámicamente. Pero ¿de dónde viniste? ¿A dónde irás cuando mueras? ¿Por quéeres como eres? ¿Por qué las personas son tan diferentes y, sin embargo, tanfundamentalmente iguales?

A menos que tengamos una visión de la vida que trascienda o incluya la muerte,habrá temor acerca de nuestras vidas y aflicción confusa al enfrentar el deceso deotra persona. Es algo desafortunado, aunque muy revelador, que muchas personas se

alejan de la religión a causa de la muerte “a destiempo” de un amigo o un serquerido. Como dijo una mujer: “He creído en Dios toda mi vida, pero con la muertede mi esposo, mi fe está destrozada”. Esto prueba la debilidad de tratar decomprender a Dios a través del problema. Necesitamos comenzar con Dios, con unaconciencia del fluir universal de la vida y luego ver el problema desde estaperspectiva trascendental.

La vida es completa; el universo es completo. Aunque podamos experimentar estatotalidad “en parte”, hay algo en nosotros que es inmutable y eterno, que estáinvolucrado integral y eternamente en el universo. Browning obviamente tenía estoen mente cuando dijo: “En la tierra el arco roto, en los cielos el círculo perfecto”.1

Algunas personas pueden pensar que hablar acerca de la muerte es terriblementenegativo; sin embargo, el temor de tratar el tema bien podría indicar una esclavitud.Podría significar que nuestra fe no incluye la totalidad de la vida que trasciende a lamuerte. Si la muerte viene, debe ser parte de esa totalidad, no una desviación de ella.Jesús dijo: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. En la conciencia de latotalidad de la vida, encontramos libertad del pensamiento de una existencia aisladay de las barreras del nacimiento y la muerte. Cuando rompemos los finales en nuestropensamiento, la vida se convierte repentinamente en una experiencia continua delfluir universal. Y la muerte pierde su efecto.

Al sentarse en un muelle que se extiende al océano, uno se impresiona con el fluirconstante de las corrientes y la formación de olas que comienzan como pequeñascrestas que se mueven con un tamaño y un poder en aumento. Finalmente, las olasrompen en la playa en una corriente tremenda de espuma. ¿Qué es una ola? ¿Es uncuerpo de agua? Observa algo flotando en el agua a medida que la ola pasa cerca deello. Si el agua se estuviera moviendo realmente, arrastraría al objeto.

Una ola es el océano expresándose como ola. Tiene forma y movimiento; tieneidentidad y es única, pero no es ni más ni menos que el océano. Ni siquiera estálimitada a un segmento particular del océano. Es un movimiento dentro del océano,una proyección de él, la cual al mismo tiempo se mueve en y a través del océano.Cuando la ola rompe en la playa, ¿dónde está el agua del océano que la formó? Allímismo en las profundidades donde siempre estuvo, como lo probó el objeto quetodavía languidece allí.

Tu vida, que parece comenzar con el nacimiento y terminar con la muerte, es comoun instante en el movimiento de la ola. En ese instante la ola es una parte enparticular del agua. En este momento, la vida para ti es tu cuerpo. Pero la vida noestá limitada a tu cuerpo. Si tu cuerpo se hiciera a un lado en la experiencia quellamamos muerte, no es tu fin ni el fin del movimiento de la vida que está siendoproyectado a través de ti y como tú. La ola avanza. De aquí que no es posiblecomprender la vida a menos que estemos dispuestos a mirarla de frente y a través deesto llamado muerte.

Gracias a la facultad maravillosa de la memoria, puedes mirar en retrospectiva atu vida y recordar fragmentos del fluir continuo de la vida. Es como que si tuvieras

una película, hecha de cuadros innumerables y luego centraras tu atención en uno odos cuadros individuales aquí y allá. Cada uno es evidencia de algo que sucedió. Nohay razón para negarlo, ni tampoco para glorificarlo. Un solo cuadro no cuenta lahistoria de tu vida, ni debe ser representativo de lo que eres. Cada uno debe ser vistoen el contexto del todo, porque la vida es un fluir.

Al juzgar la vida por apariencias, quizás enfoques tu atención en un momento detragedia, fracaso, infelicidad o injusticia, así que podrías concluir,comprensiblemente, en que la vida ha sido dura. Pero si “juzgas con recto juicio”, yves todas las cosas en el contexto de todo el fluir, te regocijarás porque la vida esbuena. A menudo, la oscuridad es el preludio a un amanecer de luz y la pérdidatrágica da cabida al crecimiento y el beneficio, ya que “todas las cosas los ayudan abien”.

Shakespeare dice que el mundo es como un escenario donde todos somos actores.Durante tu vida, has desempeñado muchos papeles y te has puesto muchos disfraces.Desafortunadamente, quizás te hayas identificado con un papel en particular. Unactor se refiere a esto como ser “tipificado”. Un ejemplo es la experiencia de BorisKarloff, el gran actor dramático, cuya carrera fue tronchada porque nadie, despuésde haber desempeñado el papel de Frankestein, pudo verlo de otra manera. Esposible que te hayas tipificado como un fracaso o un incompetente a causa de algunaexperiencia “en aquel entonces” de tu vida.

Sin embargo, hay un fluir de vida. No eres la misma persona hoy que podría servista en cuadros aislados de años pasados tomados fuera de contexto de la películade tu vida. Toma una secuencia de hace treinta años, cuando quizás aparezcas comotorpe y tímido. Éste no eres tú en lo absoluto. Es simplemente una marca que dejasteal pasar. ¿Por qué hacer de esto una calificación final? Sin embargo, ¿no es estoprecisamente lo que haces cuando dices: “Bueno, mejor acepto mis limitaciones, asísoy”? ¿Es ésa verdaderamente la manera como eres? ¿O es la frustración de lo queeres? Estas experiencias fueron parte de un fluir. Tú no eres la misma persona queeras cuando niño, adolescente o como un cónyuge joven. Ya eres muy diferente encuerpo, mente y espíritu a la persona que fuiste hace un año, un mes o hasta hace unashoras, cuando comenzaste a leer este libro.

¿Podemos asumir que este proceso del fluir de la vida está limitado al períodocorto entre el nacimiento y la muerte? ¿Hemos de creer que un producto nuevo surgede alguna fábrica de almas celestiales, el cual desempeña su papel por unos pocosaños y luego es arrastrado al olvido? La vida en este contexto podría tener muy pocosentido. Y debido a las inequidades de la experiencia individual, la vida sería muycaprichosa e injusta. Por esta razón, la religión siempre ha sido una consecuencia delintento de la humanidad de ver más allá de la muerte. La palabra mismaProvidencia, la cual a menudo ha sido utilizada como un nombre para Dios, significaliteralmente, “ver hacia delante”. De alguna manera, siempre hemos sentido demanera innata que la vida es eterna y que la muerte no es el final que parecer ser.

Schopenhauer dice que el mundo occidental está perseguido por la increíble

ilusión falsa de que la humanidad fue creada de la nada y que nuestro nacimientopresente es nuestra primera entrada a la vida. Él sugiere la idea de la reencarnación.La ilusión falsa a la que él se refiere ha surgido debido a la falta de informaciónacerca del cristianismo. Por trescientos años los cristianos primitivos siguieron lacreencia del renacer por medio de la reencarnación. A la larga, la doctrina fuecalificada de anatema por los padres de la iglesia por razones obvias. Porque, si unapersona tiene su relación eterna en el fluir de la vida, ¿qué hay de los intermediariosde la iglesia y de su sacerdocio?

Víctor Hugo escribió:

Por medio siglo he estado escribiendo mis pensamientos en prosa y verso,en historia y filosofía … Pero siento que no he dicho la milésima parte delo que hay en mí. Cuando baje a la tumba podré decir … “He terminado midía de trabajo”, pero no puedo decir “he terminado mi vida”. Mi día detrabajo comenzará de nuevo a la mañana siguiente. La tumba no es uncallejón sin salida; es un pasaje. Se cierra al atardecer y se abre alamanecer.2

En la experiencia del fluir de la vida, el cambio es una realidad constante. Encada cambio, vemos evidencia del proceso de la muerte y el renacer. Pablo dijo:“Cada día muero” (1 Co. 15:31). ¡Por supuesto! Cada día el sol se pone para marcarel fin del día. Nos acostamos y disfrutamos de un sueño reparador. El día y todas suspreocupaciones se acabaron. Pero el día da paso a la noche, la cual, a su vez, dapaso al día. En el amanecer hay un regreso de la luz y nos sumergimos en la promesade un nuevo día.

Cuando una persona va de una habitación a otra, podría decirse: “Está saliendo dela habitación” o “está entrando a la habitación”. Ambas cosas son ciertas. Podemosdarle el énfasis que queramos. En el mismo sentido, cuando un estudiante termina susestudios universitarios, podría decir “se acabó mi vida” o “voy a comenzar unanueva vida”. El énfasis que dé tendrá mucho qué ver con sus pensamientos y, a lafinal, con su experiencia de vida. Lo mismo es cierto con los cambios producidospor el matrimonio, una enfermedad, un empleo nuevo y hasta el desempleo. Hay unamuerte de lo que fue y el nacimiento de lo que es ahora.

Podría decirse que la muerte es el otro lado de la vida y la vida es el otro lado dela muerte. En el fluir de la vida eterna, la película continúa, quizás en otro rollo, enotra escena o en otro capítulo. ¿Podría ser que un Ser trascendente mira a través delos ojos de un infante y ve con la sabiduría inconsciente de una vida anterior … yque el ser amado que pasa de la luz de nuestros ojos y de nuestro contacto puedaestar en camino hacia un nuevo renacer inexorable?

Para algunas personas, esto puede parecer un concepto extraño y no estamossugiriendo que haya un estudio a fondo de este tema. Charles Fillmore nos previeneen que el estudio de la reencarnación no es beneficioso: Lo importante no es lo quehas sido, sino lo que eres. Sin embargo, él creía completamente en ella. Es algo útil

y esperanzador saber que el fluir de la vida continúa más allá de “la sombra de lamuerte”.

En su obra inmortal, El profeta, Kahlil Gibrán dice:Pero, si mi voz se hace débil en vuestros oídos y

mi amor se desvanece en vuestra memoria …Sí, he de volver con la marea.Y, aunque la muerte me esconda …Sabed, pues, que desde el silencio más grande,

volveré, …Un momento, un momento de descanso en el viento,

y otra mujer me llevará consigo.2

Lo importante es saber que eres una expresión eterna del fluir universal y que notienes ni principio ni final, de aquí que al saber que vas a vivir para siempre, puedesdejar ir tus aprehensiones y ansiedades acerca de la muerte y seguir con el negociode vivir tu vida un día a la vez.

Jesús dijo: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en loscielos es perfecto” (Mt. 5:48). Éste es un mandato claro que nos da la metaprimordial de la vida. Pero ¿cómo podemos lograr la perfección en un período desetenta y cinco o hasta de cien años, especialmente cuando todos comenzamos aniveles diferentes? ¿Qué hay de las personas que nacen ciegas, paralíticas o condaños cerebrales? ¿Ellas también deben ser hechas responsables por el grado en elcual logren el desarrollo de su Ser perfecto en un período de vida? Es injusto … einconcebible.

Parece obvio que el mandato de Jesús sugiere la meta máxima hacia la cual todosdebemos trabajar. Sin embargo, ¿cuántos logran la meta durante su vida? ¿Cuántaspersonas perfectas conoces? ¿No es más realista asumir que Jesús implicó que pormedio de los nacimientos y renaceres la meta permanece constante y que se nos datoda la eternidad para lograrla? Es un concepto sorprendente y, sin embargo, muycreíble si dejamos ir nuestros prejuicios. Es una visión que abre el camino a unsentimiento de la justicia de la vida, el orden y la continuidad del universo. Es unaactitud que nos saca de la nimiedad de los temas sin importancia y de los asuntosegoístas.

Y es una visión que ha sido mantenida por un gran número de religiosos, filósofos,científicos y poetas a través de todos los tiempos, incluyendo a: Platón, San Agustín,Plotino, Shakespeare, George Bernard Shaw, Goethe, Wagner, Schweitzer, Jung,Spinoza, Robert Frost, Gandhi, Edison y Emerson, para nombrar a unos pocos.

En el corazón de este concepto de renacer está el ideal de que existe algo de ti quees más que tu cuerpo y el tú que trasciende el cuerpo, tu alma eterna que vive porsiempre ha entretejido el cuerpo templo y es la influencia que lo sostiene. Pero si el

cuerpo no es apto para prestar más servicio y es hecho a un lado en el proceso quellamamos muerte, de ninguna manera esto es tu final. El tú que es más que tu cuerpoavanza para ser “vestido de nuevo según el propósito de Dios”.

La pregunta puede persistir: “¿Pero, adónde vamos desde aquí?” Debemosrecordar que lo que llamamos “aquí” es simplemente el estado objetificado de lo quesomos. El “aquí” es cuanto del “interior” hemos desarrollado y la “condición” en lacual lo hemos manifestado. Generalmente no vamos a ninguna parte desde aquí. Y sinembargo, en la casa del Padre hay muchos niveles de conciencia. La cuestión del“donde” se refiere a la experiencia tridimensional de tiempo y espacio. Es laexperiencia horizontal de la vida. Sin embargo, más allá del punto que llamamos“muerte”, no hay movimiento horizontal, porque el vehículo para mover es hecho aun lado. Ahora el fluir es vertical, en el plano de lo sin forma, sin tiempo y sinespacio.

Ésa es la razón por la cual todos los intentos de explicar o describir laexperiencia de la muerte, o hasta la vida después de la muerte, no tienen sentido.Porque las descripciones invariablemente son pertinentes a la experiencia horizontal.¿Adónde vamos? Lo importante es que continuamos en el fluir de la vida. El serhumano es una criatura multidimensional. En el movimiento horizontal, estamosconscientes solamente de tres dimensiones. Podemos existir en muchas más. En suobra, Lázaro reía , Eugene O’Neill trata el problema que tiene una persona, que haregresado del “otro lado”, para describir una cuarta o quinta dimensión en términoscomprensibles tridimensionalmente. Lázaro se queda mudo de asombro, ysimplemente “se ríe” de la paradoja de la preocupación y del esfuerzo frustrado delser humano habiendo tanto en el fluir.

Obviamente, todo esto no es fácil de comprender cuando estás frente al ataúd quecontiene la forma física de alguien que has amado. Pero si te perturba, es porque tucomprensión de la vida no es lo suficientemente amplia para abarcar la vida quetrasciende el nacimiento y la muerte. Estás perturbado porque estás fuera de laconciencia del fluir. Eleva tus ojos y abarca una esfera más grande. Conoce laVerdad del fluir ilimitado de la vida. Dios es vida, en quien no puede haber niprincipio ni fin. En Dios no puede haber muerte, de aquí que no pueda haber muerte,en términos de lo finito de la vida, para tu ser querido.

La traducción de Sir Edwin Arnold de las líneas de El Bhagavad-Gita sugiere lavisión de las religiones orientales:

Nunca el espíritu nació; el espírituno cesará de ser nunca;

nunca hubo un tiempo en el que no fuera; ¡El finaly el comienzo son sueños!

Sin nacimiento, sin muerte y sin cambiospermanece el espíritu por siempre;

la muerte no lo ha tocado en lo absoluto;¡la muerte, aunque parezca su casa!3

Una de las ilustraciones más bellas del fluir de la vida puede verse todos los díasen la salida y en la puesta del sol. Recuerda, si lo deseas, un tiempo en el cualhiciste una pausa al final del día para admirar el maravilloso atardecer, con maticesflameantes de rojo expandidos a través de todo el cielo. Es interesante reflexionaracerca de que el atardecer es sólo una parte de un proceso. Imagina que mientrasmiras hacia el occidente, emocionado por la vista de este atardecer, un campesino enla distante Tailandia acoge la esperanza y la promesa de un nuevo día en elamanecer. En el mismo momento en el que ves un atardecer en el occidente, él mirahacia el oriente y ve un amanecer. Y ambos están en la misma tierra mirando almismo sol.

Por supuesto, el sol en realidad no sale ni se pone en lo absoluto; sólo parece asidesde donde lo ves. Pero es un reflejo interesante de la vida —donde lasexperiencias en realidad no tienen identidad por sí mismas. Ellas se convierten en loque tú ves que son. Ninguna experiencia viene empacada con una etiqueta que dice“buena” o “mala”, “feliz” o “trágica”. Una cosa es buena o mala porque ésa es lamanera como la ves, y en eso se convierte según tu creencia.

En las enseñanzas esotéricas de la antigüedad, los términos oriente y occidentetienen un significado interesante. Mirar hacia el occidente se refiere a ver lasapariencias, tratar con la vida en la circunferencia. Mirar hacia el oriente significamirar hacia el interior, hacia Dios, tratar con la vida en su profundidad. En cadaexperiencia, la decisión es nuestra —bien sea que miremos al oriente o al occidente.El mirar hacia el occidente nos lleva a la ansiedad, el estrés y el dolor. El mirarhacia el oriente nos lleva a la fe, la comprensión y la conciencia del fluir.

Cuando un ser humano ha fallecido, hay un atardecer obvio, a medida en que la luzy el amor de tu amigo se esconden detrás del horizonte de la comunicación humana.A medida que la oscuridad llena el cielo, puedes tener sentimientos de soledad ydesesperación. Pero la oscuridad está en tu conciencia. No puede haber oscuridad enDios ni en ninguna expresión de Dios. Este ser querido “ha venido para irse”, perono pasa de la luz a la oscuridad. Es más bien un movimiento a través del “valle de lasombra de la muerte” a la luz de un nuevo nacimiento. Y la muerte es el “paso brevede una nube a través del camino por el que él viaja, a través del cual nuestro serquerido pasa de la luz del sol a la luz del sol”. Nuestro ser querido está en el fluir dela vida.

Cuando sientes la oscuridad del dolor, es una señal de que estás fuera del fluir yla oscuridad está sólo en ti. Voltea y mira hacia el oriente, que significa hacia Dios,entra en el fluir. Si estás destrozado por un sentimiento terrible de pérdida, es porquete has convertido en una persona muy dependiente del amor y el apoyo externo de esapersona, e inconscientemente te has salido del fluir. Así que ahora, está quieto ysabe … que estás en el fluir. Deja ir a la persona en el movimiento de su

experiencia eterna hacia un nuevo nacimiento. ¡Deja ir y sigue adelante! En el fluirde la vida, puedes avanzar para encontrar nuevo amor y nuevas oportunidades pararelaciones personales creativas.

La muerte no es una calle sin salida, ni para el que fallece ni para quienes quedanatrás. Que no haya despedidas. Cuánto mejor es decir a nuestro ser querido “Buenosdías —y buen viaje en tu camino”. No hay necesidad de revolcarse en el dolor. Hayquienes consideran ese dolor como una señal de respeto, casi como una obligaciónque tienes que cumplir. ¡Esto es una tontería! Por supuesto que es natural tenersentimientos de tristeza, pero la tristeza debe ser templada con el gozo de saber quetu ser querido está en el fluir de la vida y que avanza al encuentro de su bien.Cualquier prolongación del dolor, cualquier intento de aferrarse a alguien que ya hafallecido, es una mezcla de dolor y rabia, y está totalmente fuera del fluir de tu vida.Aléjate del atardecer, da la cara al oriente, al amanecer de un nuevo día ¡y sigueadelante!

Hoy en día hay mucho interés en el llamado “mundo de los espíritus”, y seresqueridos tratan de establecer contacto con sus familiares por medios síquicos. Haymucha conjetura relativa al plano de los muertos y las etapas que tienen lugar entre lamuerte y el nacer de nuevo y entre este mundo y los otros mundos. Por supuesto,tenemos mucho qué aprender en nuestra búsqueda de la Verdad. Pero puede ser quesólo debamos dar un paso a la vez y conocer un mundo a la vez, que debamostrabajar hacia el autoconocimiento y la autodisciplina al tratar con este tipo deexperiencias antes de salir a perseguir sombras en “otro mundo” nebuloso.

La pregunta frecuente es: “¿Es posible contactar el espíritu de una persona que hafallecido?” Hay poca duda en la posibilidad de la comunicación con los espíritus,aunque hay mucha charlatanería y mucho fraude en ese campo. Pero hay una preguntaseria acerca de lo aconsejable de tal práctica aun por medio de mediums válidos.Los muertos “han venido para irse”. La vida no camina hacia atrás sino haciadelante. Debe permitírseles que sigan hacia su nueva experiencia. Cualquier tipo deretención al intentar hacer contacto con ellos, lo único que puede lograr esdemorarlos en su viaje. Y el interés de los síquicos puede ciertamente mantenerteenervado y confundido, impidiéndote dar el paso siguiente en tu crecimiento.

No se trata de negar la importancia de la investigación válida del proceso de lamuerte y de la posibilidad de un nuevo nacimiento por medio de la reencarnación.Este es un campo importante de estudio. Si puedes ser objetivo, contiene muchainformación, aunque conlleva indagar a través de una cantidad abrumadora deinformación falsa. Cuando tratas de contactar a un ser querido debido a tu aprensiónacerca de la muerte o motivado por el dolor, podrás lograr poco que sea edificante,y puede que pierdas la estabilidad de tu vida. Harías bien en mantener tu atenciónfuera del cementerio y ponerla, junto con tu tiempo, en el fluir de la vida a plena luzdel sol y experimentando este plano.

¿Qué hay de los funerales? El consejo más importante es crear una filosofía quepueda llevar a la acción decisiva. A menudo la gente espera hasta que la crisis

aparezca y luego se dirigen impotentemente a un director de funerales quien hace dela experiencia un proceso tradicional, deprimente y extremadamente caro. Lascostumbres funerarias en Estados Unidos son el aspecto más pagano de nuestrasociedad, basada, como lo están, en prácticas antiguas de la adoración de losmuertos. Pero no culpes al director de funerales. Esta industria ha florecido por latendencia humana de exagerar el duelo por medio de la confusión y la culpa.

No preguntes al director de funerales qué debes hacer por tu ser querido fallecido.¿Cómo puede él ser objetivo? El valor del ataúd, el sitio para enterrarlo y las floresno tienen absolutamente nada qué ver con tu respeto ni tu obligación. Hay algunascosas que las leyes estatales requieren y hay otras cosas sobre las cuales otrosmiembros de la familia pueden insistir. Lo importante es mantener todo sencillo ydigno. La cremación se está haciendo cada vez más popular, si ésa es la palabra.Puede que sea la mejor manera de disponer del vestido de piel que se ha hecho a unlado. Puede hacerse (y debe hacerse) sin aspavientos ni morbosidad.

Lo ideal es tener algún tipo de “servicio funeral” donde los amigos puedanreunirse en un rato de oración y compañía. Es recomendable tener el ataúd presente,pero nunca debe estar abierto si está presente. Es posible, con la ayuda decosméticos, hacer que el finado se vea “tan real”, pero ¿para qué? Esto sóloproporciona otro momento de tristeza y el impulso de seguir aferrado. El serviciofuneral puede tener lugar en la funeraria, pero no necesariamente. Una vez que setoma la decisión de no tener el ataúd presente, un servicio sencillo puede hacerse encualquier parte.

A continuación un buen ejemplo de un servicio funeral que fue una fuente deinspiración y luz, en vez de tristeza y pesar. La persona fallecida había creado unhermoso jardín en el cual había pasado muchas horas de gozo cuidando flores yarbustos increíblemente bellos. Así que el servicio tuvo lugar en su jardín —untiempo breve de oración y recuerdo por medio de los frutos de su trabajo. No huboelogios ni prédicas tristes, simplemente unas palabras para ayudar a los presentes acomprender el significado del fluir de la vida que trasciende la muerte y una oraciónunida de bendición por el ser amado en la continuación de su viaje. Luego lospresentes entraron a la casa donde compartieron una comida suntuosa y un rato felizde camaradería, mostrando sus respetos por quien falleció, no con tristeza, sino pormedio de la actividad social que a él le gustaba.

Pero no esperes hasta que una experiencia de dolor venga pidiéndote respuestas.Logra una comprensión sólida de la vida, la cual incluya la muerte. Piensa mucho enla idea del fluir de la vida, el cual no puede encerrarse entre nacer y morir. Rompela barrera consciente de que al otro lado del nacimiento hay un fluir de vida quetambién “ha venido para irse”, y que del otro lado de la muerte hay un fluir de vidaque conduce a otro nacimiento. Siente que estás radiantemente vivo en unaexperiencia continua y eterna del fluir.

Entonces podrás comenzar a vivir verdaderamente un día a la vez. Puedes vivircada día como que si fuera el único día de toda la eternidad. El ayer ya no existe y el

mañana y los días futuros sencillamente surgirán del fluir continuo de la experienciaque se está desarrollando.

Y, en el fluir, puedes dedicarte a crecer y desarrollarte en una experienciacontinua de sucesos en esta vida y un ciclo continuo de reencarnación todo el tiempo,moviéndote de una imagen a otra en la película de tu eterna existencia.

Notas

1. Vivir de adentro hacia afuera1. John Bartlett, Bartlett’s Familiar Quotations, Little, Brown & Co., Boston, 15th

ed., 1980, p. 69.2. Ralph Waldo Emerson, “Worship,” The Complete Writings of Ralph Waldo

Emerson, William H. Wise & Co., New York, 1929, pp. 584-585.3. Eric Butterworth, Unity of All Life, Harper & Row, New York, 1969, p. 100.4. Robert Browning, “Paracelso,” Complete Works of Robert Browning, Thos. Y.

Crowell & Co., 1898.5. Ella Wheeler Wilcox, “Resolve,” Poems of Passion, Albert Whitman & Co.,

Chicago, n.d., p. 128.

2. La corriente sanadora1. Bartlett, p. 298.2. William Shakespeare, Julio César. Acto primero, escena segunda.

4. La efusión de luz1. Bartlett, p. 397.2. Robert Frost, “The Road Not Taken,” Complete Poems of Robert Frost, Holt,

Rinehart and Winston, New York, 1961, p. 131.3. Emerson, p. 167.4. Arthur M. Abell, Talks With Great Composers, G. E. Schroeder, Garmisch-

Partenkirchen, 1964, p. 21.5. Emerson, p. 207.6. Elizabeth Barrett Browning, “Aurora Leigh,” The Poems of Elizabeth Browning,

Houghton, Mifflin and Co., n.d., Boston, p. 372.

6. El manantial del dar1. Kahlil Gibran, El profeta, Alfred A. Knopf, New York, 1959, pp. 19-20

7. La vida viene para irse1. William Shakespeare, Macbeth, Acto primero, escena tercera, The Complete

Plays and Poems of William Shakesperare, p. 1187.

8. Envejecer o seguir creciendo1. Robert Browning, “Rabbi Ben Ezra,” The Poems of Browning, p. 383.

9. Vida, muerte y renacer1. Victor Hugo, Reincarnation in World Thought, Julian Press, New York, 1967, p.

292.2. Kahlil Gibran, pp. 83, 94-95.3. The Bhagavad-Gita or Song Celestial, in James Dalton Morrison (ed.),

Masterpieces of Religious Verse, Harper & Brothers Publishers, New York,1948, p. 603.

Acerca del autor

Eric Butterworth celebró más de cincuenta años como ministro en el movimientoUnity, un movimiento sin denominación religiosa y no sectario. Él tuvo una carreradistinguida como comunicador en un movimiento dedicado principalmente a ayudar alas personas a descubrir lo innato en ellas y a “transformar sus vidas cambiando suspensamientos”. Él descubrió tempranamente el alcance de la radio. Butterworth tuvoun programa radial diario por cuarenta y cuatro años. Su transmisión, llamada muyapropiadamente: “Eric Butterworth habla”, fue transmitida por medio de CBS radioa la mayoría de ciudades grandes en Estados Unidos. Una faceta interesante de launiversalidad de su mensaje es que fue invitado por la iglesia mormona a dar unacharla diaria en la mañana en su red mundial de radio de onda corta. Su voz abría latransmisión diaria como una bendición. Esto continuó por muchos años.

Eric Butterworth se dedicó a encontrar maneras nuevas y originales de comunicarlo que él llamaba “una nueva comprensión de la Verdad”. Por mucho tiempo fueconsiderado como uno de los mejores pensadores y escritores del movimiento Unity.

Él fue autor de catorce libros y la mayoría de ellos todavía están en circulación.Uno de esos libros Descubre tu poder interno, está considerado como un clásico enel campo del Nuevo Pensamiento. Además, publicó cientos de artículos y ensayos.Un crítico dijo que Eric Butterworth era verdaderamente un Emerson del sigloveinte.

Antes de venir a Nueva York, donde habló cada domingo en el Avery Fisher Halldel Lincoln Center, sirvió en iglesias de Unity en Detroit, Michigan; Pittsburg,Pennsylvania; Rockford, Illinois y Kansas City, Missouri, además de servir en elejército de Estados Unidos.

Primera edición electrónica 2013Primera edición en español 2010, tercera impresión 2012

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Las citas bíblicas en este libro han sido tomadas de la Santa Biblia Reina-Valera 1995, Edición de estudio, a menosque se indique de otro modo.

Diseño de la cubierta por Karen RizzoDiseño interior por The Covington Group, Kansas City, MO.

Número de control de la Biblioteca del Congreso: 2010932057e-ISBN: 978087159-720-5ISBN: 978-0-87159-348-1Canadá BN 13252 9033 RT

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