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ISBN: 978-84-17019-75-4

En el primer tren de la mañana llega Panda de visita. Masha y Oso lo reciben con una gran idea: ¡qué Masha y Panda asistan

juntos a la escuela de baile de Cerdo! ¡Un gran show los espera! ¿Podrán aprender a bailar a tiempo?

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Título original: Dance FeverSerie creada por: O. Kuzovkov

Director de arte: I. Trusov© 2017 versión en español por Luppa Solutions S.L.

1a edición: noviembre de 2017

Desarrollo editorial: almaceneditorial.com

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Es un nuevo día en el bosque. El sol brilla y los pájaros trinan desde

la cima de los árboles.

Masha y Oso están ansiosos porque esperan visitas, así que van a la

estación a esperar el primer tren de la mañana.

-¡El tren! ¡El tren! –grita Masha cuando lo ve llegar.

Están tan contentos: ¡ahí viene Panda!

¡Allí está! Panda y su maleta son recibidos con mucho entusiasmo.

Oso lo abraza y agradece su visita.

-¡Y yo! ¡Yo también quiero decir hola! -grita Masha corriendo

alrededor de ambos.

-¡Ya llegaste! ¡Ya llegaste! ¡Nuestro Panda! ¡Mi amigo! –dice mientras lo

hace saltar por los aires. Pero...

-¡Ups! -se lamenta Masha cuando nota que la maleta de Panda se ha

caído al piso.

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-¡Ups!. ¡Deja! ¡Te ayudo! -asegura cuando ve a Oso y a Panda mirarla

furiosos.

Panda comienza a saltar sobre la maleta para intentar cerrarla y

Masha insiste:

-¡Te ayudo! -dice-. ¡Mira allá! ¡Es genial! -agrega para distraer a

Panda y que la deje arreglar el desastre que ha hecho.

Pero, como es de esperarse, Masha arremete con otra de sus

travesuras: toma la maleta y sale corriendo hacia la casa.

Los animales los ven pasar, aunque no parece importarles mucho.

Cerdo está muy ocupado con sus propios asuntos: que le salgan

bien los pasos de baile que está estudiando.

Está tan emocionado, ¡baila a la perfección!

Entonces tiene una gran idea: hacer una escuela de baile.

¡Ahora podrá enseñar todo lo que sabe!

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Pero, ¡oh!..., todos los animales en el bosque están ocupados. La

Ardilla, Conejo, los Lobos: nadie quiere ir a tomar sus clases.

Cerdo vuelve triste a casa. ¿Cómo podrá tener una escuela de baile

si no tiene a quién enseñarle?

-¡No me vas a atrapar! ¡No te lo voy a dar! -se burla Masha mientras

Oso reniega. ¡Oso necesita ayuda! Está cansado ya de correrlos de

acá para allá.

Y entonces Oso ve el cartel de Cerdo: ¡Masha y Panda pueden

aprender a bailar!

Así se entretienen y él no tiene que estar pendiente de sus travesuras.

¡Es una idea increíble! ¡Justo lo que Oso necesitaba para poder

descansar un poco!

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Aunque hay un pequeño problema... ¡Oh, oh!

A Cerdo no le agrada mucho la idea. Ni un poquito siquiera, ¡quiere

salir corriendo! ¡De ninguna manera!

Cerdo no cree poder lograr que estos dos pequeños bailen. Sabe lo

traviesos que son y lo difícil que resulta lograr que Masha y Panda

se concentren.

Oso debe convencerlo de que les enseñe a Panda y a Masha a

bailar, ¡hasta pone cara de pobrecito!

Cerdo se conmueve, pero a cambio le pide algo espectacular: que

construya un escenario donde montar el show final.

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¡Oso, entusiasmado, acepta el desafío y se pone en marcha!

Toma maderas, telas, luces, su caja de herramientas y... ¡listo! Está

preparado para construir el mejor escenario conocido.

Todo está saliendo a la perfección. Solo falta que Panda y Masha

aprendan a bailar. Difícil tarea la que le toca ahora a Cerdo...

Al principio, las cosas no salen muy bien. Los pies de Masha parecen

algo pesados... Y Panda apenas coordina algunos movimientos.

Cerdo intenta escapar, pero Oso lo obliga a volver a clases a cumplir

su acuerdo. Masha y Panda no progresan.

Cerdo ahora está realmente preocupado.

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¡El escenario está listo! Es momento de que empiece el show como

sea. Pero ahora hay un nuevo problema: Masha y Panda descubren

que tienen pánico escénico. Les da miedo bailar frente a todos los

animales del bosque.

Cerdo se tapa los ojos. Su reputación como maestro de baile estará

arruinada si no logra que comiencen a moverse.

Panda y Masha ven la tristeza y la preocupación de Cerdo y

entonces, con un pequeño esfuerzo, suben al escenario a bailar.

Al comienzo del show se chocan, se pisan y se les caen los

sombreros. Están muy nerviosos. Pero el alegre público encabezado

por las Ardillas comienza a aplaudir, a hacerlos sentir seguros. Así

es que el baile empieza a salir cada vez mejor.

¡Qué bueno que los animales les brinden tanto apoyo!

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¡Están tan felices! ¡Todos la están pasando muy bien!

Cerdo no lo puede creer: cada paso que hacen sale de maravilla

y se alegra de sentirse un fabuloso maestro de baile.

¡Panda y Masha parecen bailarines profesionales!

El público alienta y aplaude. Lo han logrado. La noche de fiebre de

baile es lo que todos en el bosque necesitan: alegría y diversión.

El Conejo, los Lobos y las Ardillas ríen. Oso y Osa aplauden y se miran

sonrientes. Cerdo festeja desde atrás del escenario con Masha y

Panda, que ya saben coordinar los pasos de baile.

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¡Es hora de que el responsable del show se luzca!

Cerdo toma su sombrero y, con su precioso traje, baila en el escenario

junto con sus dos mejores alumnos.

Los tres se dan cuenta de que lo importante para aprender es tener

ganas. Además de buenos amigos dispuestos a alentarnos cuando

las cosas parecen no salir tan bien.

El espectáculo se hace entre todos.