En la mesa con eduardo arcos

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18 GATOPARDO www.gatopardo.com AGENDA PÚBLICA En la mesa con Eduardo Arcos Fundador de Hipertextual, la red de blogs más importante de Latinoamérica, y editor general de Alt1040 —una referencia obligada en el mundo geek—, este guayaquileño es uno de los principales defensores de la cultura libre en el continente. Radicado en Madrid, logramos ubicarlo por medio de su cuenta en Twitter, @earcos. por jorge sánchez de n. ¿Es cierto que tú fuiste el creador del hashtag #30S para comentar en Twitter la revuelta policial del 30 de septiem- bre de 2010? No tiene sentido decir que se “creó” un hashtag, en tal caso lo propuse. Tres letras por sí mismas no tienen valor alguno, y #30S se hizo algo importante cuando miles de personas empeza- ron a usarlo para agrupar noticias relacionadas con los hechos vi- vidos aquel día. Horas más tarde inclusive el gobierno ecuatoriano lo usaba. Me da gusto que se haya adoptado de forma tan extensi- va, pero el crédito no es mío; es de todas aquellas personas que lo usaron y siguen usándolo. ¿Qué hashtag utilizarías para des- cribir las próximas elecciones presidenciales en Ecuador? #17F funcionaría muy bien. De- mocracia…, ¿qué poder tie- nen hoy las redes sociales? Hay un poder inherente en el uso de internet que coincide con mu- chos de los valores fundamenta- les de la democracia. Va mucho más allá de las redes sociales; tal vez hoy son el vehículo más habi- tual para opinar, pero durante años los chats de irc, foros de discusión, blogs y medios digita- les también han funcionado como vehículos para que la opi- nión libre de cualquier persona pueda llegar a una masa crítica. Se supone que en democracia rei- nan el libre pensamiento y la li- bre expresión. Internet, de cierta forma, amplifica esos conceptos. ¿Crees que Twitter puede ser un predictor fidedigno del voto electoral? No. Las redes sociales, en la mayoría de los paí- ses, son una caja de truenos. No representan, ni de lejos, la opinión o la tendencia electoral de la región. En un futuro eso podría cam- biar, pero por el momento, mientras la penetración de internet y el uso del Twitter en nuestros países sea bajo, seguirá siendo eso, una simple caja de truenos. ¿Eres de los que piensan que los me- dios digitales desplazarán al papel? Sí. Y entiendo que es duro para aquellos que creen en el papel como soporte de contenidos, pero los tiempos cambian, y hay una corriente que ninguna revis- ta, ningún periódico, ninguna carrera de comunicación y ningún imperio mediático puede parar: el poder del novato. Personas como yo, que no tenemos las virtudes o los vicios de un periodista, que no estudiamos Comunicación ni hemos ejercido como repor- teros, que no hemos trabajado en una redacción “tradicional”, que no tuvimos la experiencia de ser parte de un medio de comunica- ción “de toda la vida” y que estamos usando el internet para expre- sarnos, para construir nuevas formas de comunicar y de informar. En 140 caracteres, ¿cuál es tu definición de “cultura libre”? Movimiento que promueve la libertad de distribución y modifica- ción de obras basadas en el prin- cipio de contenido libre usando internet. ¿Condenarías a los “piratas cibernéticos”? Es complicado. Por un lado, creo que la “piratería” —que, además, es un término errado— es producto de los abusos continuos de la in- dustria audiovisual con respecto a los precios y las dificultades para adquirir contenidos. Si has- ta hace unos años era imposible comprar un disco en internet por los métodos legales, ¿con qué cara podemos culpar a quienes lo ha- cen disponible en unos pocos clics? Casos de éxito como el iTu- nes Store o Spotify demuestran que, siempre que sea fácil com- prar, a un precio justo y con res- peto al cliente, los consumidores responden. ¿Qué opinión te merece Anonymous? Su méto- do me parece justo y acertado considerando los tiempos en los que vivimos, los abusos que se cometen en nombre de los dere- chos de autor o de justificaciones políticas cuestionables, aunque no siempre estoy de acuerdo con las acciones. Pero hay que entender cómo funcionan: es un grupo distribuido de personas sin un centro o una cúpula. No siempre estaremos de acuerdo con sus acciones, pero creo que su presencia es necesaria. ¿Eres un “indignado”? Comulgaba con el movi- miento inicial de los “indignados”. Una vez que se manchó de tin- tes partidistas, manipulaciones y extremismos, me decepcioné. Aun así, estoy indignado, y mucho. De todas formas creo que ideo- lógicamente soy más cercano al movimiento de #nolesvotes.

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18 GATOPARDO www.gatopardo.com

AGENDA PÚBLICA — En la mesa con

Eduardo ArcosFundador de Hipertextual, la red de blogs más importante de Latinoamérica, y editor general

de Alt1040 —una referencia obligada en el mundo geek—, este guayaquileño es uno de los principales defensores de la cultura libre en el continente. Radicado en Madrid, logramos

ubicarlo por medio de su cuenta en Twitter, @earcos. — por jorge sánchez de n.

¿Es cierto que tú fuiste el creador del hashtag #30S para comentar en Twitter la revuelta policial del 30 de septiem-bre de 2010? No tiene sentido decir que se “creó” un hashtag, en tal caso lo propuse. Tres letras por sí mismas no tienen valor alguno, y #30S se hizo algo importante cuando miles de personas empeza-ron a usarlo para agrupar noticias relacionadas con los hechos vi-vidos aquel día. Horas más tarde inclusive el gobierno ecuatoriano lo usaba. Me da gusto que se haya adoptado de forma tan extensi-va, pero el crédito no es mío; es de todas aquellas personas que lo usaron y siguen usándolo. ¿Qué hashtag utilizarías para des-cribir las próximas elecciones presidenciales en Ecuador? #17F funcionaría muy bien. De-mocracia…, ¿qué poder tie-nen hoy las redes sociales? Hay un poder inherente en el uso de internet que coincide con mu-chos de los valores fundamenta-les de la democracia. Va mucho más allá de las redes sociales; tal vez hoy son el vehículo más habi-tual para opinar, pero durante años los chats de irc, foros de discusión, blogs y medios digita-les también han funcionado como vehículos para que la opi-nión libre de cualquier persona pueda llegar a una masa crítica. Se supone que en democracia rei-nan el libre pensamiento y la li-bre expresión. Internet, de cierta forma, amplifica esos conceptos. ¿Crees que Twitter puede ser un predictor fidedigno del voto electoral? No. Las redes sociales, en la mayoría de los paí-ses, son una caja de truenos. No representan, ni de lejos, la opinión o la tendencia electoral de la región. En un futuro eso podría cam-biar, pero por el momento, mientras la penetración de internet y el uso del Twitter en nuestros países sea bajo, seguirá siendo eso, una simple caja de truenos. ¿Eres de los que piensan que los me-dios digitales desplazarán al papel? Sí. Y entiendo que es duro para aquellos que creen en el papel como soporte de contenidos, pero los tiempos cambian, y hay una corriente que ninguna revis-ta, ningún periódico, ninguna carrera de comunicación y ningún

imperio mediático puede parar: el poder del novato. Personas como yo, que no tenemos las virtudes o los vicios de un periodista, que no estudiamos Comunicación ni hemos ejercido como repor-teros, que no hemos trabajado en una redacción “tradicional”, que no tuvimos la experiencia de ser parte de un medio de comunica-ción “de toda la vida” y que estamos usando el internet para expre-sarnos, para construir nuevas formas de comunicar y de informar. En 140 caracteres, ¿cuál es tu definición de “cultura libre”? Movimiento que promueve la libertad de distribución y modifica-

ción de obras basadas en el prin-cipio de contenido libre usando internet. ¿Condenarías a los “piratas cibernéticos”? Es complicado. Por un lado, creo que la “piratería” —que, además, es un término errado— es producto de los abusos continuos de la in-dustria audiovisual con respecto a los precios y las dificultades para adquirir contenidos. Si has-ta hace unos años era imposible comprar un disco en internet por los métodos legales, ¿con qué cara podemos culpar a quienes lo ha-cen disponible en unos pocos clics? Casos de éxito como el iTu-nes Store o Spotify demuestran que, siempre que sea fácil com-prar, a un precio justo y con res-peto al cliente, los consumidores responden. ¿Qué opinión te merece Anonymous? Su méto-do me parece justo y acertado considerando los tiempos en los que vivimos, los abusos que se cometen en nombre de los dere-chos de autor o de justificaciones

políticas cuestionables, aunque no siempre estoy de acuerdo con las acciones. Pero hay que entender cómo funcionan: es un grupo distribuido de personas sin un centro o una cúpula. No siempre estaremos de acuerdo con sus acciones, pero creo que su presencia es necesaria. ¿Eres un “indignado”? Comulgaba con el movi-miento inicial de los “indignados”. Una vez que se manchó de tin-tes partidistas, manipulaciones y extremismos, me decepcioné. Aun así, estoy indignado, y mucho. De todas formas creo que ideo-lógicamente soy más cercano al movimiento de #nolesvotes.