EN L’HOSPITALET DEL LLOBREGAT
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EL BARRIO DE LA FLORIDA
EN L’HOSPITALET DEL LLOBREGAT
Aproximación al mapeo y al análisis psico-ambiental
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EL BARRIO DE LA FLORIDA EN L’HOSPITALET DEL LLOBREGAT
Aproximación al mapeo y al análisis psico-ambiental
Veronica Manfredini
Tutor: Jordi Ros Ballesteros
Trabajo final de grado
Barcelona, Septiembre 2020
Grado en estudios de Arquitectura (Plan 2014)
Escuela Técnica Superior de Arquitectura
3
Resumen
El conocimiento del espacio por parte de un individuo no depende exclusivamente del contacto con su
materialidad física, de la vista o de la experiencia racional. Existen múltiples factores que influyen en la
determinación de un lugar: cada persona con su experiencia personal vuelca en el espacio los significados,
los valores, los deberes, las intenciones resultantes de la vivencia que en ello se ha tenido. Como el
individuo influye en la determinación del espacio (personalizándolo, aprovechando algunos recorridos e
ignorando otros, siguiendo o transgrediendo ciertas prescripciones), el espacio urbano (ya definido,
construido, proyectado) influencia la percepción que el hombre tiene del mismo e incide en sus decisiones
en el proceso de determinación del lugar. Por este motivo resulta de particular interés, para disciplinas
como la arquitectura y el urbanismo, devolver la atención a las percepciones subjetivas de los habitantes e
investigar más profundamente, con la ayuda de las herramientas aportadas por la psicología ambiental, los
fenómenos comportamentales ligados a los espacios urbanos.
Transformar un barrio significa apropiarse de sus espacios, cuidar de él, protegerlo y tutelarlo. Pero antes
de emprender un proyecto que anhele mejorar la calidad de vida de sus usuarios es necesario conocer las
debilidades y fortalezas del territorio. Este estudio, que intenta favorecer un intercambio de saberes y
experiencias individuales, propone a través de una actividad de mapeo colectivo descubrir la imagen del
barrio de La Florida en L’Hospitalet del Llobregat desde el punto de vista de sus habitantes.
Palabras clave: Identidad, calidad de vida, mapeo, psicología ambiental, imagen de la ciudad.
4
Prefacio Motivación personal, justificación, ámbito y pregunta de investigación
¿De qué depende la calidad de vida de una ciudad? ¿Cuánto influyen las características del entorno en el
bienestar de la ciudadanía? Como arquitectos/as tenemos la responsabilidad de aportar cambios para
mejorar la vida de los individuos y de las comunidades, pero un buen diseño y una estructura bien calculada
no hacen de un proyecto un éxito. Las necesidades de los usuarios, las dinámicas sociales, las características
del entorno, necesitan ser investigadas a fondo antes de empezar a dibujar. En el diagnóstico de una
realidad urbana, donde territorio, tejido, cultura, historia, economía, etc, se solapan mostrando o
escondiendo factores determinantes, parece ser la mirada de la arquitectura insuficiente para obtener un
cuadro completo. Con el objetivo de realizar un análisis urbanístico centrado en la percepción de la ciudad
por parte de los ciudadanos y poder investigar razones y causas de las circunstancias críticas, toma valor
la necesidad de estructurar el marco teórico de esta investigación sobre las teorías de la psicología
ambiental.
La Florida1 en L’Hospitalet del Llobregat es un barrio caracterizado por poseer una gran riqueza cultural
y una alta densidad poblacional; aunque su potencialidad sea enorme, parece no estar totalmente
aprovechada. El distrito IV, del cual hacen parte los barrios de La Florida y de Les Planes, padece, en
mayor medida respecto a los otros distritos cercanos de: inseguridad, incivismo, problemas de convivencia,
vandalismo y droga. Otro indicador importante es la ausencia, según los moradores, de espacios o lugares
emblemáticos. Siendo La Florida el área urbana con mayor densidad del municipio y considerada el barrio
más densamente poblado de Europa, suena peculiar que la gente no tenga un lugar con el cual identificarse.
El estudio se colocaría idealmente en la etapa previa al diseño de un proyecto, la fase de diagnosis del
territorio donde la investigación etnográfica se mezcla con el análisis urbanístico para intentar detectar las
dinámicas sociales generadoras de fenómenos comportamentales urbanos. No se pretende responder a
preguntas si no plantearlas, crear una base de discusión crítica que ayude a realizar un cuadro de
perspectivas múltiples teniendo en consideración los pequeños matices que ordenan y equilibran las
dinámicas urbanas de un área vulnerable.
“Como todo estudio piloto en pequeño, la finalidad era no demostrar hechos en forma definitiva y
terminante, sino desarrollar ideas y métodos.” 2
1 Aunque el ámbito de estudio incluya todo el distrito IV (constituido por los barrios de La Florida y de Les Planes), en el presente texto se ha decidido utilizar únicamente “La Florida” como sinónimo de los dos barrios, porque más representativo en el imaginario colectivo de los habitantes de la zona y por ellos más utilizado para referirse al mismo distrito IV. 2 (Lynch 1960)
5
Ilustración 1: El Proyecto como proceso. Fuente: Elaboración propia
La tesis se desarrolla en tres partes: en el primer capítulo se define el marco teórico de la investigación, un
glosario de conceptos que ligan las disciplinas de la psicología ambiental y de la arquitectura con el tema
de la ciudad o, mejor dicho, de las personas que viven y usan la ciudad; el segundo capítulo es un breve
análisis territorial, histórico y social del ámbito de estudio elegido y finalmente el último capítulo, “La
acción”, es la investigación de campo realizada con el apoyo de la asociación de vecinos/as (AVIV), la
biblioteca municipal y la participación de los habitantes de la zona en la actividad de mapeo del barrio
“Mapeamos la Florida”. Se ha decidido utilizar en la tercera parte de la investigación un método cualitativo,
lo que ha permitido acceder, en la medida de lo posible, a la imagen configurada por quien vive
directamente la ciudad, punto de vista muy distinto al del observador externo que hace un análisis del
espacio urbano.
“Lo que hace cualitativa a una investigación no es la técnica ni la ausencia de números, sino la
presencia del punto de vista de los sujetos y su interpretación” 3
3 (Ayala Macías 2018)
6
Sumario
Resumen .............................................................................................................................................................. 3
Prefacio ................................................................................................................................................................ 4
Listado de figuras ................................................................................................................................................ 7
1 Marco teórico ............................................................................................................................................. 8
1.1 El espacio simbólico, la identidad y el lugar. ................................................................................ 10
1.2 Orden y desorden. .......................................................................................................................... 12
2 Ámbito de estudio .................................................................................................................................... 14
2.1 Breve historia del barrio ................................................................................................................. 16
2.2 Opinión publica .............................................................................................................................. 21
3 La acción ................................................................................................................................................... 24
3.1 Resultados ....................................................................................................................................... 28
Conclusiones ..................................................................................................................................................... 31
4 Bibliografia ................................................................................................................................................ 34
Anexo 1 .............................................................................................................................................................. 37
Anexo 2 .............................................................................................................................................................. 40
7
Listado de figuras
Ilustración 1: El Proyecto como proceso.......................................................................................................... 5
Ilustración 2: La Calidad de vida: relaciones entre el individuo, la comunidad y el medio ambiente. ....... 11
Ilustración 3: El distrito IV en L’Hospitalet del Llobregat............................................................................ 15
Ilustración 4: Ortofotos históricos del Distrito IV. ....................................................................................... 16
Ilustración 5: Protesta vecinal 1980. ................................................................................................................ 18
Ilustración 6: Pintada reivindicativa para exigir una zona verde, 1978. ........................................................ 18
Ilustración 7: Cartel reivindicativo de la coordinadora de La Florida-Las Planas, 1979. ............................ 19
Ilustración 8: Grafico temporal demográfico del Distrito IV. ...................................................................... 20
Ilustración 9: Varios artículos de diarios nacionales sobre La Florida.. ....................................................... 21
Ilustración 10: Introducción a la actividad de mapeo propuesta a la comunidad. ...................................... 26
Ilustración 11: Instrucciones para realizar la actividad de mapeo. ................................................................ 26
Ilustración 12: Preguntas/pautas para realizar la actividad de mapeo. ......................................................... 27
Ilustración 13: Hoja para la actividad de mapeo. ........................................................................................... 27
Ilustración 14: Imagen pública del barrio ....................................................................................................... 29
Ilustración 15: Negativo de la imagen pública del barrio. ............................................................................. 30
Ilustración 16: Plaça de Granada, barrio de Les Planes en L’Hospitalet del Llobregat. ............................. 37
Ilustración 17: Avenida Catalunya, borde del barrio de La Florida con Les Planes. ................................... 38
Ilustración 18: Pasaje sin nombre, barrio de La Florida, L’Hospitalet del Llobregat.................................. 39
8
1 Marco teórico La psicología ambiental y la arquitectura
“Parece que toda arte y toda investigación, e igualmente toda actividad y
elección, tienden a un determinado bien; de ahí que algunos hayan manifestado
con razón que el bien es aquello a lo que todas las cosas aspiran.” […] “Ya
que todo conocimiento y elección tienden a un bien, expongamos (¿) qué es
aquello a lo que decimos que tiende la Política y cuál es el más elevado de todos
los bienes que se alcanzan mediante la acción (?). Pues bien, sobre el nombre
hay prácticamente acuerdo por parte de la mayoría: tanto la gente como los
hombres cultivados le dan el nombre de «felicidad» y consideran que «bien vivir»
y «bien-estar» es idéntico a «ser feliz»”
ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco. S.IV a.C.
La aportación de la psicología ambiental (así como de la sociología y de la antropología) a la arquitectura
ha sido particularmente importante a partir de los años sesenta del S.XX en Europa como en los Estados
Unidos cuando estas disciplinas empiezan a poner particular énfasis en las condiciones de vida en el
entorno urbano4. En 1969, subrayando el carácter complementario que las dos disciplinas tienen, Canter
escribe que “El psicólogo ambiental estudia la satisfacción de la persona con el entorno a la vez que ayuda
el arquitecto a producir edificios que faciliten la vida a las personas”, y como sostendrá Proshansky (citado
por Pol5), las características físicas condicionan la calidad de un ambiente pero son los determinantes
psicológicos y sociales que subyacen a las actividades y las relaciones sociales vinculadas a ese ambiente,
los que definen la calidad. Como pez que se muerde la cola, las relaciones de ayuda mutua resultan
fundamentales para aumentar el bienestar subjetivo, y el bienestar subjetivo produce relaciones sociales
de mayor calidad. Se deduce, por lo tanto, que no podemos desarrollar con total eficacia una intervención
arquitectónica o urbanística que tenga como objetivo mejorar la calidad de vida de la ciudadanía si no
existe previamente (o no se planifica fomentar) una vida comunitaria, cohesión social, empoderamiento y
participación de la comunidad.
La labor del arquitecto tiene una grande responsabilidad: trabajar para mejorar la calidad de vida de los
usuarios; para esta finalidad es fundamental preocuparse de entender las connotaciones de este objetivo.
La calidad de vida es un concepto que se refiere al conjunto de condiciones que contribuyen al bienestar
de los individuos; la importancia de este bienestar ha sido reconocida por la Organización mundial de la
salud (OMS) en 1948 con la definición de salud como un estado caracterizado por un completo bienestar
físico, mental y social. Ésta definición revolucionó el concepto de salud, ya no solo considerada como una
ausencia de enfermedades, llevando a dedicar una mayor atención a la subjetividad y experiencias del
paciente en los aspectos de la vida social, emotiva, laboral y de su relación con el entorno.
Según la psicología ambiental: “la calidad de vida no solo depende de la calidad física y social del entorno,
sino también es una consecuencia de la forma en que las personas interactúan con ese entorno”; para E.
4 (Pol, Castrechini y Carrus, Calidad de vida y sostenibilidad: El fin de la calidad a cualquier precio 2017) 5 Ibíd.
9
Pol, siguiendo las teorías de Uzzel y Moser, “se puede alcanzar una calidad de vida sostenible solo si las
personas interactúan con el medio ambiente de una manera respetuosa, y a su vez ese entorno no impide
o amenaza lo que el individuo considera como su calidad de vida”6; ésto significa que el entorno es capaz
de facilitar las dinámicas sociales positivas, la confianza en la realización personal, la visión de los
resultados positivos y tangibles de las acciones y la apropiación del espacio, todos elementos que ayudan
a construir un equilibrio social, percepción de seguridad y buenas expectativas7 y que en consecuencia
mejoran la calidad de vida del individuo.
El concepto de apropiación se ha explicado como el sentimiento de poseer y gestionar un espacio, por
uso habitual o por identificación8, una particular forma de relación que genera significados y vínculos entre
persona y entorno. La acción de apropiación se desarrolla a través de dos componentes principales: la
acción-trasformación y la identificación simbólica9. A través de la acción-trasformación el individuo o el
grupo deja una huella cargando de significado el espacio transformándolo en lugar, podríamos asociar esta
acción, por ejemplo, al instinto característico de un animal de marcar el territorio con lo cual advierte a
otros animales de su misma especie y, al mismo tiempo, se asegura que otros depredadores se mantengan
a distancia. Mediante la identificación simbólica en cambio el individuo se reconoce en el lugar que ha
creado, consigue identificarse con él y tiende a preservarlo resistiéndose a su transformación por parte de
otros actores.
En circunstancias ideales, este vínculo que se crea con el lugar, siendo de normal tendencia respetar y
cuidar lo que se considera como algo propio, facilita comportamientos ecológicamente responsables y la
implicación y participación en el propio entorno. Además una ciudad apropiada por el individuo, es una
ciudad a imagen del ciudadano, una ciudad que refleja el carácter de la ciudadanía.
“Sin la apropiación puede haber crecimiento económico y técnico, pero el desarrollo social propiamente dicho se
mantiene nulo”. 10
Con el proceso de apropiación se atribuye, por lo tanto, un significado al espacio, pero ¿en que momento
un espacio deviene lugar? y ¿Cómo la presencia de éstos en un tejido urbano colabora a tener un grado
más alto de satisfacción con el entorno y por tanto una mayor probabilidad de conseguir bienestar,
felicidad y calidad de vida en sus pobladores?
6 (Pol, Castrechini y Carrus, Calidad de vida y sostenibilidad: El fin de la calidad a cualquier precio 2017) 7 Ibid. 8 (Korosec-Serfaty 1976) 9 (Pol, El modelo dual de la apropiación del espacio 2002) 10 (Lefebvre 1970)
10
1.1 El espacio simbólico, la identidad y el lugar.
El espacio llega a tener una fuerte importancia para su usuario y se convierte en la expresión de su
identidad11; consideremos, por ejemplo, un lugar paradigmático, representativo para un grupo que se
reconozca como comunidad barrial y que les permita, como individuos, percibirse iguales entre ellos
porque se identifican con ese lugar, a éste se le llama espacio simbólico.
Una característica del espacio simbólico es su capacidad de expresar claramente sus posibilidades de uso,
concepto que J. J. Gibson, uno de los más importantes psicólogos del siglo XX, profundiza en su teoría
del affordance que, contextualizado en un entorno urbano, se traduce como un punto de referencia para los
usuarios debido a su posición respecto a otros elementos y a las posibilidades de interacción con el mismo
que ofrece. La ciudad es capaz de “lanzar mensajes simbólicos que las personas decodifican y aplican de
una determinada manera sobre esos mismos espacios”, comenta María Isabel Barrau explicando como de
la percepción que se tiene de un espacio dependan las prácticas que se llevarán a cabo en dichos espacios.12
Al mismo tiempo, la significación de un lugar puede derivar de las actividades históricas que allí se han
desarrollado en el tiempo y que forman parte de una memoria colectiva o personal y de las actividades
cotidianas, sobre todo las más reiteradas, que hacen del uso y de la experiencia elementos fundamentales
para transformar un espacio físico en lugar.13
En su texto más importante, Lynch14 describe las características indispensables para que un elemento o
un espacio urbano se conviertan en símbolo para la colectividad: la identidad, junto a la estructura y el
significado, es uno de los elementos que constituye la imagen ambiental. Ésta representa la capacidad que
tiene un objeto de ser fácilmente identificable como objeto único y diferente de otros. Cada individuo
tiene una percepción personal de la imagen ambiental, pero entre miembros de un mismo grupo existe
una correspondencia entre estos elementos que acaban creando la imagen pública de la ciudad.15 Esta viene a
ser fundamental para que el individuo llegue a cooperar con la comunidad y respetar las normas de
comportamiento dentro del medio ambiente, en otras palabras, fomenta la responsabilidad hacia el
entorno. Gracias a los estudios de Pol y Domínguez realizados sobre la calidad de vida en el territorio de
Barcelona, cuyos resultados han sido analizados por Pol en Symbolism a priori-symbolism a posteriori16,
sabemos que el nivel de satisfacción de los ciudadanos tiende a ser mayor si existe identificación con la
ciudad. La identificación con el lugar depende, la mayoría de veces, de la continuidad temporal que un
determinado grupo vive en un entorno; a lo largo del tiempo el grupo va compartiendo una misma historia
que les hace diferentes de otros grupos.17 La identidad del lugar se manifiesta a través de los recuerdos y
sentimientos que el individuo vive en determinados lugares. Hablamos de espacios que son parte muchas
veces de su cotidianidad y hacia los cuales establecerá vínculos emocionales y de pertenencia. Según el
estudio de Carmen Hidalgo propuesto por Pol en 200518 sobre el apego al lugar: “la característica más
destacada de este vínculo es la tendencia a lograr y mantener cierto grado de proximidad hacia lo que se
siente apego”. Según Gerson, Stueve y Fisher (1977) el apego es la relación afectiva que las personas
establecen con un lugar determinado donde tienden a permanecer y que les permite sentirse cómodos y
seguros.
11 (Valera 1997) 12 (Barrau 2014) 13 (Sabato 2014) 14 (Lynch 1960) 15 Ibid. 16 (Pol, Symbolism a priori-symbolism a posteriori 1997) 17 (Valera 1997) 18 (Pol, La apropiación del espacio: una propuesta teórica para comprender la vinculación entre las personas y los lugares 2005)
11
En otras palabras, la identidad de un lugar incluye tres categorías de contenidos: la cognitiva (que conozco,
percibo, recuerdo); los comportamientos (las prácticas de uso de los lugares); y finalmente la componente
afectiva que provoca el sentimiento de apego a un lugar (la nostalgia, el deseo de volver a ese lugar o de
seguir viviendo allí). Éste último concepto procede de la teoría según la cual el apego se desarrolla
anteriormente entre niños y padres, sucesivamente entre adultos y, además, entre persona y lugar.19
En resumen, la calidad de vida de un individuo en un entorno urbano depende de: el bienestar individual
(físico y mental), el bienestar social y el bienestar en el medio ambiente. La relación del individuo con el
entorno favorece las dinámicas sociales que, a su vez, facilitan la acción de apropiación del espacio. Ésta
genera significados y vínculos con el entorno que, acaban creando apego individual al lugar y una identidad
social compartida con los otros miembros activos de la comunidad. Éste equilibrio produce implicación y
comportamientos responsables hacia el entorno que, aumenta así su calidad y va a afectar positivamente
en la calidad de vida del individuo. [Ilustración 2]
Ilustración 2: La Calidad de vida: relaciones entre el individuo, la comunidad y el medio ambiente. Fuente: Elaboración propia
19 (Sabato 2014)
12
1.2 Orden y desorden.
En La Florida, ámbito territorial sobre el cual se centra el presente estudio, la participación activa de la
ciudadanía parece estar en crisis. Las razones de dicha crisis no son inmediatamente visibles y necesitan
ser analizadas en profundidad desde una perspectiva multidisciplinar que tenga en cuenta las discrepancias
entre el presente y el pasado del barrio, sobre todo en consideración de las luchas para conseguir servicios,
comunicaciones y equipamientos que han sido llevadas a cabo por parte de los mismos vecinos, en un
entorno construido sin planificación urbanística. Lo que fue un tiempo compromiso cívico contrasta con
la realidad actual en que parece escasear el sentido de comunidad necesario a mantener el orden y el
cuidado en las calles.
Un territorio urbano ordenado tiende a poseer lo que K. Lynch llama Imaginabilidad, singularidad de un
entorno (o elemento del entorno) que tiene una fuerte identidad y el poder de atraer fácilmente la atención
del observador haciendo que este mismo se identifique con él. Este elemento bien “legible” logra
organizar eficazmente las actividades de los ciudadanos trasmitiendo seguridad y tranquilidad. Esta
característica puede pero llevar a consecuencias no propiamente positivas e indeseadas si consideramos
que un entorno ordenado y detallado puede ser percibido como algo acabado, cerrado, sin posibilidad de
cambio, ahuyentando así la aparición espontanea de nuevas actividades. Como ya explicado anteriormente,
la acción en el territorio por parte de la ciudadanía resulta ser fundamental para crear un vínculo entre
ambiente e individuo, pero ¿es el orden capaz de intimidar una posible transformación?
Es interesante la observación de Pol20, sobre los estudios anteriores de Rotter, que trata la relación entre
el decaimiento del sentido de comunidad y el surgir del sentimiento de incapacidad de control/impotencia
hacia el territorio. Ésto se hace particularmente comprensible en un territorio caracterizado por una alta
rotación poblacional que entorpece la natural formación de grupos con sentido de pertenencia e identidad,
proceso que a su vez necesita mayor tiempo e implicación teniendo en cuenta el factor de la
heterogeneidad cultural presente en esos mismos territorios.
Estas circunstancias representan solo un agravante a las problemáticas que se instauran en la sociedad
contemporánea donde la relación entre personas y lugares se hace menos estable, puesto que las
tecnologías de la información y comunicación en particular, tienden a hacer irrelevante el contexto local
provocando su consiguiente falta de sentido. Las relaciones “tradicionales” se vuelven de esta manera más
complicadas; el modelo social actual ha ocultado las calles y las plazas como centro de decisión y ha
aumentado así la desconfianza hacia el vecino.
Cabe decir que en esta relación de causa-efecto inciden otras variables: el miedo a un empeoramiento del
nivel de vida o, por ejemplo, las experiencias negativas de la vida social (experiencias económicas y
laborales, formas urbanas individualizantes), actúan como narcóticos de la cohesión, de la capacidad de
oponerse y de decidir 21 ; en otras palabras dichas experiencias van diluyendo la capacidad de
empoderamiento del individuo, creando una sociedad aislada que no enlaza redes asociativas espontaneas
y parece quedar sumergida en el mundo, en el no-lugar de las redes sociales virtuales, situación que
favorece el desarrollo de una sociedad formada por individuos más vulnerables.
20 (Pol, Castrechini y Carrus, Calidad de vida y sostenibilidad: El fin de la calidad a cualquier precio 2017) 21 Ibid.
13
El sujeto inhibido se distancia de cualquier forma de gestión del entorno y puede llegar a sustituir el
proceso de trasformación en cuanto a mejora, comunicando su malestar a través de reacciones
contrastantes como la trasformación destructiva22, la alienación o la indiferencia.
Según la teoría de los defensible space de Newman23, las áreas urbanas que carecen de territorialismo, es decir,
espacios no defendidos por la comunidad a través de marcadores físicos y simbólicos, porque no
considerados como propios, son más susceptibles de desarrollar fenómenos de desviación social que
incrementan así la percepción de inseguridad de los residentes frente a ciertos ámbitos. Por el contrario,
la presencia de un territorialismo “fuerte” implica una mayor interacción social y un sentido de comunidad
más sólido, lo que hace disminuir el miedo a la criminalidad.
En las problemáticas del territorio bajo análisis, influyen también factores demográficos como por ejemplo
la alta densidad poblacional; según las teorías elaboradas por Sommer 24 , un aumento poblacional
descontrolado tiene consecuencias en el tejido urbano, lo que derrumba el orden espacial existente y la
organización espacial anterior. Esto puede llegar a provocar al principio desorden, en un segundo
momento reacciones de agresividad y consecuentemente, como por un mecanismo de autodefensa por
parte del individuo, un auto aislamiento.25 A la luz de esta teoría se pueden evidenciar los factores
comportamentales que generan el fenómeno urbano de la abstracción como mecanismo de adaptación al
hacinamiento. Además, cuando la densidad de un área aumenta parece bajar el sentido de compromiso
individual, lo que genera lo que podríamos llamar apatía de la ciudad.26
No obstante, existen sobre este frente de discusión teorías contrastantes. Jane Jacobs por ejemplo, en su
libro “vida y muerte de las grandes ciudades”, sostiene la gran eficacia que tienen los barrios con una alta
densidad poblacional sobre el control urbano, siendo la densidad una de las variables fundamentales para
que se genere vida urbana: “El distrito ha de tener una concentración de personas suficientemente densa,
sea cual fuera el motivo que les impulsa a las diferentes personas a ocuparlo. Naturalmente incluimos en
este concepto los residentes de manera regular en el mismo”.27 En el territorio de La Florida, es justamente
la presencia de un recambio constante de la población residente, como veremos en el próximo capítulo,
lo que dificulta las relaciones de convivencia en el entorno urbano.
22 Es una práctica vista negativamente por la sociedad pero en el sujeto que cumple el acto resulta ser terapéutico. 23 (Newman 1973) 24 (Sommer 1974) 25 Hay que contextualizar estas teorías al ámbito de investigación del cual se han interpretado: estos comportamientos han sido revelados en experimentos de laboratorio donde se provocaba un fuerte aumento de la densidad de población en colonias de ratas. 26 (Canter 1978) 27 (Jacobs 2009)
14
2 Ámbito de estudio El barrio de La Florida
“–Y sin embargo he construido en mi mente un modelo de ciudad del cual se
pueden deducir todas las ciudades posibles –dijo Kublai–. Encierra todo lo que
responde a la norma. Como las ciudades existentes se alejan en diferente grado
de la norma, me basta prever las excepciones y calcular las combinaciones más
probables. –También yo he pensado en un modelo de ciudad del cual deduzco
todas las otras –respondió Marco–. Es una ciudad hecha sólo de excepciones,
exclusiones, contradicciones, incongruencias, contrasentidos. Si una ciudad así
es absolutamente improbable, disminuyendo el número de los elementos
anormales aumentan las posibilidades de que la ciudad verdaderamente exista.
Por lo tanto basta que yo sustraiga excepciones a mi modelo, y de cualquier
manera que proceda llegaré a encontrarme delante de una de las ciudades que,
si bien siempre a modo de excepción, existen. Pero no puedo llevar mi operación
más allá de ciertos límites: obtendría ciudades demasiado verosímiles para ser
verdaderas.”
ITALO CALVINO, Las ciudades invisibles, 1972
L’Hospitalet del Llobregat, municipio del Área Metropolitana de Barcelona, se sitúa entre el margen
izquierdo del rio Llobregat y Barcelona. Se subdivide en 6 distritos que a su vez conforman 13 barrios,
entre ellos los barrios de La Florida y de Les Planes, que en el imaginario colectivo, se unifican bajo el
nombre de La Florida.
Por características geográficas, el municipio se subdivide en dos llanos (al norte el Samontá y al sur la
Marina), separados por un importante desnivel que, sigue hoy en día, dificultando las comunicaciones
entre las dos partes de la ciudad.
La Florida y Les Planes conforman el distrito IV, situado en la zona norte de la ciudad. Éste ocupa una
superficie de 0,80 km² y es el más pequeño de todo el municipio. Es delimitado por la via del tren de
Vilafranca al sur que lo separa del barrio de Sant Josep, la avenida Isabel la Católica al oeste que hace de
límite con el barrio de Can Serra y Pubilla cases y la avenida torrente Gornal que la separa del barrio de la
Torrassa a este.
Aunque el distrito IV esté subdividido en dos barrios, como ya he anticipado, en el imaginario colectivo
La Florida es sinónimo del entero distrito28. Ésto se da por diferentes razones: geográficamente el barrio
de Les planes, estando confinado por la morfología del territorio y las infraestructuras, tiene comunicación
y acceso directo solamente con el barrio de La Florida; diferentes elementos urbanos del barrio de Les
Planes llevan el nombre de La Florida (los bloques de La Florida, la asociación de vecinos/as de La Florida,
etc.); el crecimiento urbano y poblacional de los dos barrios ha ido siempre de la mano y ahora ha resultado
una unión por vínculo emocional.
28 (Ayuntamiento de L'Hospitalet del Llobregat, Coneixement compartit. Barri Les Planes-Blocs Florida 2019)
15
Según J.Jacobs, no acostumbramos a identificarnos o dar mucha importancia a lo que son los límites
abstractos de un barrio; solemos identificarnos en las porciones de ciudad que utilizamos y que conocemos
más profundamente, las que caminamos con nuestras piernas.29
Ilustración 3: El distrito IV en L’Hospitalet del Llobregat. Fuente Elaboración propia
29 (Jacobs 2009)
16
2.1 Breve historia del barrio
Ilustración 4: Ortofotos históricos del Distrito IV. Fuente: Geoportal.l-h.cat
El primer núcleo del actual municipio de L’Hospitalet, llamado en ese momento Provençana, aparece
durante el siglo X. El asentamiento se estructuraba alrededor de la iglesia de Santa Eulalia de Provençana
(actual barrio de Santa Eulalia), y a lo largo del camino que unía Barcelona con Cornellá, donde vivía una
pequeña comunidad de agricultores. En el siglo XII, al lado de la iglesia de Santa Eulalia, se construyó el
Hospital de la torre blanca (actual barrio del Centre) que servía de hostal para los peregrinos directos a
Barcelona. Es este edificio emblemático el que dará nuevo nombre a la ciudad. 30
A partir del siglo XVIII se introdujeron en el territorio las fábricas textiles que junto con la agricultura
representaron el motor productivo de la zona hasta el siglo XX,31 incrementando así la llegada de nuevos
habitantes a la ciudad. En 1854 se construyó el “Ferrocarril del Poble” (actual línea Vilafranca R4) largo
la línea de desnivel que separa los dos llanos de la ciudad. Ésta, conjuntamente con las obras de
infraestructuras que se realizarán, creó unas heridas en el territorio que siguen hoy en día dificultando las
comunicaciones entre barrios. 32
Los barrios de La Florida y de Les Planes, siendo alejados y aislados del núcleo primitivo de la ciudad a
causa de las características geográficas del territorio, empezaron su desarrollo tardíamente. La primera
construcción publica en la zona data 1852 con la realización del primer cementerio del barrio; a su
alrededor el territorio estaba caracterizado por la presencia de viñedos, cultivo de flores y pequeñas
barriadas.33
En respuesta a la construcción del ferrocarril y a las obras relacionadas a la exposición internacional de
Barcelona, a partir del año 1920, L’Hospitalet se transforma en ciudad acogedora de los trabajadores que
emigraban del resto de España.34 L’Hospitalet triplica su población en solo 10 años y en 1925 recibe el
título de ciudad. Se diseña la zona norte como futura ciudad jardín obrera pero el plan no se llevó nunca
30 (Ayuntamiento de L'Hospitalet del Llobregat, Coneixement compartit. Barri Les Planes-Blocs Florida 2019) 31 (Barcelona 2019) 32 (Camós i Cabeceran 1997) 33 (L'Hospitalet s.f.) 34 (Ayuntamiento de L'Hospitalet del Llobregat, Enquesta sobre els barris de L'Hospitalet de Llobregat 2017)
17
a cabo puesto que L’Hospitalet se encontraba en la zona de influencia de Barcelona y parte de su territorio
se iba a incorporar a esta mediante el plan Comarcal de 1953 y la ley del suelo de 1956.
Durante los años 50 en Les Planes se realojó parte de la población que hasta entonces vivía en
asentamientos de barracas alrededor del área metropolitana (en particular del Somorrostro), situados en
los actuales distritos de Sant Martí, Ciutat Vella, Montjuic y Barceloneta. En 1954, durante la dictadura
franquista, se promovió el plan sindical de la vivienda que preveía la construcción de polígonos en
Barcelona y en L’Hospitalet. En este periodo se edifican los primeros bloques en el barrio, entre estos los
más famosos los actuales Blocs Florida, en un terreno caracterizado por la falta de planificación
urbanística, aislado, sin servicios, comercios, comunicaciones o equipamientos. Los pisos de entre 25 y 40
m² fueron construidos muy rápidamente y con materiales de mala calidad, lo que llevo solamente 20 años
después, a causa de graves problemas constructivos, a proponer su derribo.
En 1957 se aprueba el plan urbanístico parcial de Les Planes para establecer los servicios básicos y
responder a la necesidad de alojamiento ocasionada por una de las primeras olas migratorias que llegan al
barrio. Antes de 1950 no constaban más de 30 personas viviendo en el barrio, en 1960 se calcula que
vivían más de 27.000 habitantes.35 No obstante seguían faltando viviendas por la clase trabajadora razón
por la cual se empezó a subalquilar, para permitir así que familias enteras viviesen en una única habitación.
De la alta demanda de alojamiento beneficiaron algunas empresas, las cuales promovieron la construcción
de viviendas para sus empleados. Uno de los casos más emblemáticos es el de los bloques FECSA de la
avenida Primavera en el barrio de la Florida. FECSA financió también el Centro Social La Florida, “una
de las primeras entidades en el barrio y en el estado español, creada en un contexto en que el
asociacionismo estaba aún prohibido”36. La misma iniciativa tuvo éxito y fue un motor social capaz de
reunir, en los siguientes años, los vecinos dispuestos a seguir luchando frente a la situación precaria que,
no obstante, aún permanecía en la zona. A partir de ese momento se da inicio a un periodo de intensa
actividad edilicia, en que se producen grandes inversiones públicas puesto que la demanda de vivienda
seguía siendo alta y estable.
A pesar del proceso de edificación, en el área seguían faltando colegios, equipamientos y servicios, lo cual
provocó protestas que culminaron con la formación de la Asociación de Vecinos/as de la Florida, que
representaba las personas de los dos barrios del distrito IV, y que en la actualidad sigue operando en el
territorio como punto de referencia de los habitantes tanto de Les Planes como de La Florida. La
asociación nació vinculada con el Centro Social La Florida y con la parroquia de la Mare de Déu de la
Llum. El papel que ha desempañado ésta última en un momento histórico tan delicado, como veremos
en los resultados de los Mapeos, le ha conferido un significado importante para la comunidad, que sigue
hoy en día individuándola como lugar emblemático y que podríamos definir como lugar simbólico del barrio.
35 (Ayuntamiento de L'Hospitalet del Llobregat, Coneixement compartit. Barri Les Planes-Blocs Florida 2019) 36 Ibíd.
18
Ilustración 5: Protesta vecinal 1980. Fuente: Exposición: Ciutat i lluita, Esteve Lucerón
Ilustración 6: Pintada reivindicativa para exigir una zona verde, 1978. Fuente: Exposición: Ciutat i lluita, Esteve Lucerón
19
Ilustración 7: Cartel reivindicativo de la coordinadora de La Florida-Las Planas, 1979. Fuente: Exposición: Ciutat i lluita, Esteve Lucerón
Las primeras y significativas transformaciones urbanísticas no llegaron hasta los años 80 con la
pavimentación de las calles, construcción de escuelas, parques, mercados, centros culturales,
polideportivos, etc. Se construye en estos años, junto con las primeras paradas del metro: Torrassa y
Florida, el parque de Les Planes, el más extenso de la ciudad. Su posición marginal y aislada del resto del
barrio, sin embargo, dificulta su utilizo. Esta problemática puede llegar a explicar las pocas menciones
recibidas (solamente 2 personas sobre 18 han dibujado el parque), por parte de los encuestados en la
actividad de mapeo.
El distrito IV vive una importante transformación a partir del 1997, cuando empiezan a llegar a la ciudad
personas procedentes de otros países y en particular de afuera de la unión europea. Es importante subrayar
que La Florida es uno de los barrios de L’Hospitalet donde ha habido más renovación poblacional. Si los
años 90 han sido caracterizados, por un lado, por la pérdida de población debida al desplazamiento o
vuelta al pueblo de los primeros inmigrantes, por otro, este fenómeno ha sido contrarrestado con la llegada
masiva de inmigrantes extranjeros.37
A la crisis de 2008 se sumó la fuerte ola migratoria acentuando la precariedad y la vulnerabilidad social de
los dos barrios,38 traduciéndose en malestar social por parte de los habitantes y favoreciendo crecientes
tensiones en la convivencia entre culturas diferentes, entre autóctonos e inmigrantes. La crisis ha
intensificado los fenómenos de segregación urbana provocados por un aumento de las diferencias de
rentas entre los territorios. Por efecto del aumento de precios en el mercado inmobiliario, las personas
con rentas menores acaban así ubicándose en los territorios con peores condiciones residenciales, teniendo
además que enfrentarse, como consecuencia principal, con las condiciones derivadas de la precaria calidad
urbana del entorno.
37 (Ayuntamiento de L'Hospitalet del Llobregat, Pre-diagnosi, Pla integral de Les Planes-Blocs Florida 2017) 38 Ibid.
20
Ilustración 8: Grafico temporal demográfico del Distrito IV. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el Ayuntamiento de L’Hospitalet del Llobregat.
21
2.2 Opinión publica
Ilustración 9: Varios artículos de diarios nacionales sobre La Florida. En alto: 2016. A la izquierda: 2016. A la derecha: 2018. Abajo: 2019. Fuente: lavanguardia.com, elpais.com
En L’Hospitalet viven actualmente 274.739 habitantes con una densidad poblacional de 21.053
habitantes/km², mientras que el distrito IV cuenta con 58.787 hab/km² en un territorio inferior a 1 km².
El dato inherente a la población relativa es el más elevado de la ciudad y en 2016 se ha clasificado como
el área con mayor densidad de España y Europa.39
Según la organización mundial de la salud (OMS), las ciudades han de disponer, como mínimo, de entre
10 y 15 m² de área verde por habitante, sin embargo en el municipio de L’Hospitalet se llegan a contabilizar
solamente 4 m² de superficie verde por habitante40; la problemática en el distrito IV es enfatizada por la
baja calidad de los espacios, debido a su propia degradación y a los conflictos que se generan entre los
colectivos para su utilizo. Según los diagnósticos realizados por las asociaciones del barrio, los pocos
espacios públicos disponibles favorecen fenómenos negativos como segregación y competencia entre
colectivos y comunidades. La poca disponibilidad de espacio que permita, a personas de diversos
colectivos, y entre ellos desconocidos, convivir sobre una base de civismo, impide el fomento de la
tolerancia, característica fundamental en las dinámicas de integración social.
39 (Eurostat Statistics Explained_ Urban Europe statistics on cities, town and suburbs. 2016) 40 (Plataforma ciudadana L'hospitalet verd 2020)
22
Es emblemático notar que los parques y zonas verdes presentes en el barrio, pocas veces han sido
mencionados por parte de los encuestados, evidencia que contrasta con la realidad observada durante el
estudio (no obstante el aforo haya sido regulado conforme a la necesidad de distanciamiento social y los
flujos restringidos por las autoridades), ya que éstos resultan ser frecuentados habitualmente por los
habitantes del barrio.
En contraste con el hacinamiento de algunos de los espacios públicos, estallan visualmente unos cuantos
ámbitos abandonados, recordados por los residentes que han vivido el proceso de evolución del barrio,
como lugares de vida cotidiana que han sido olvidados cuando los comercios alojados en sus perímetros
han sido cerrados permanentemente. Estas plazas, esquinas, callejones, son actualmente tierra fértil para
actividades ilegales y objetos fáciles de vandalismo; la falta de control comunitario sobre estos espacios
produce sensación de inseguridad sobre los transeúntes que prefieren evitar utilizarlos y pasar por ellos.
Conseguir que una calle funcione como espacio social de convivencia es, según M. Puigjaner, la manera
más eficaz para evitar su deterioro41. La calle misma se puede convertir en lugar si, apropiándonos del
espacio, se actúa sobre ella como una extensión de la casa. “El orden público en las calles y en las aceras
no depende principalmente del control policial si no de las complejas y casi inconscientes redes de control
espontaneas y de normas aceptadas y respetadas por los mismos habitantes”42. La problemática surge
cuando esta red cesa su función por la ausencia de una parte suficientemente consistente de población de
residencia fija43 que represente un organismo estable. En estos casos se suele trasladar enteramente la
responsabilidad de control a las guardias urbanas. La confianza, nos explica Jacobs44, es la sensación que
regula todo tipo de orden urbano y, para que se genere, necesita de tiempo; el tiempo de construir esos
pequeños contactos desarrollados en público, la mayoría de las veces en las aceras, entre comerciantes y
residentes, personas locales y visitantes, niños y adultos, etc…
Durante el diagnostico de campo de este estudio se ha registrado la percepción de decepción general
frente a las transformaciones, percibidas como negativas, que ha vivido el barrio. La mayoría de las
personas entrevistadas creen que la situación general del barrio ha ido empeorando, y tiene la sensación
de que las cosas no puedan mejorar. Es muy común que se indiquen como culpables a la administración
por cómo, según los entrevistados, ha ido gestionando las problemáticas, a la guardia urbana por
ausencia de control eficaz y sobre todo a la inmigración (por ejemplo los habitantes autóctonos hablan
de inmigración en general, mientras que la actitud de ciertos grupos étnicos es de indicar a otro/s
grupo/s étnico/s como responsables del desorden y del degrado). Efectivamente el distrito se
caracteriza por una gran diversidad cultural considerando que la población con nacionalidad extranjera
representa según fuentes oficiales el 34,7 % 45.
“Los nuevos vecinos del barrio perciben el entorno como una plataforma de lanzo, no hay el
arraigo que caracterizaba a los que hace años vinieron aquí para quedarse y construir su futuro;
en ese momento tenías que comprarte la casa, la arreglabas, buscabas conocer a la comunidad
para construir una ayuda mutua.”46
La gente que vive en el barrio desde hace muchos años demuestra tener cariño y apego por su territorio,
de hecho una de las frases más comunes oídas durante las entrevistas ha sido “ojala el barrio volviese a
41 (Puigjaner 2014) 42 (Jacobs 2009) 43 En la encuesta sobre los barrios de L’Hospitalet de 2018 resulta que solamente el 11% de los ciudadanos del distrito IV trabajan en el mismo barrio donde viven. 44 (Jacobs 2009) 45 (Ayuntamiento de L'Hospitalet del Llobregat, Fitxa territorial Districte IV 2019) 46 Respuesta a una entrevista.
23
ser el que era antes”. En esas palabras es posible percibir una fuerte memoria y un sentimiento de apego
nostálgico. Tal como se ha comentado en la primera parte del capítulo, mediante la identificación simbólica
el individuo se reconoce en el lugar que ha creado y tiende a preservarlo resistiéndose a su transformación.
Ambos barrios del distrito IV, respecto a los otros barrios de L’Hospitalet, registran el índice más alto de
respuestas dispersas o de no respuestas a la pregunta “¿Cuál es el lugar más emblemático del barrio?”47.
Hasta los lugares más citados en la encuesta tienen índices bajos de menciones respecto a la media que se
registra en otros sectores de la ciudad. Ésto hace deducir que el reconocimiento de espacios simbólicos
por parte de la comunidad en el barrio es poco presente y que la imagen pública de la ciudad, en la definición
de K. Lynch48, es más confusa respecto a los otros barrios.
La satisfacción de vida de La Florida y de Les Planes, según la encuesta realizada por el ayuntamiento en
2018, resulta bastante insatisfactoria; los porcentajes de respuesta “Nada satisfecho”49 son los más altos
de toda Hospitalet. El distrito IV es considerado de los peores para vivir para más del 50% de sus
habitantes. La percepción de cómo ha evolucionado la situación en los últimos años es negativa y de cara
al futuro, casi el 50% de los ciudadanos, cree que irá a peor.
47 El 27,5 % en La Florida y el 27,1 % en Les Planes a la pregunta contesta: Nada/NS/NC. Encuesta sobre los barrios llevada por el ayuntamiento de L’Hospitalet en 2018 48 (Lynch 1960) 49 El 20,3% en La Florida y el 18,7% en Les Planes responde “nada satisfecho” a la pregunta “¿me podría decir si usted se siente muy, bastante, poco o nada satisfecho de vivir en su barrio?”. Encuesta sobre los barrios llevada por el ayuntamiento de L’Hospitalet en 2018
24
3 La acción Mapeo del barrio
– ‘Esa es otra cosa que hemos aprendido de vuestra Nación’, dijo Mein Herr, ‘el arte de hacer mapas. Pero lo hemos desarrollado mucho más que vosotros. ¿Cuál es para ti el mapa más grande que sería de verdad útil?’
– ‘Sobre seis pulgadas por milla.’
– ‘¡Solo seis pulgadas!’ exclamó Mein Herr. ‘Nosotros muy pronto superamos las seis yardas por milla. Entonces probamos con cien yardas por milla. ¡Y finalmente llegamos a la idea más fabulosa de todas! ¡Realizamos un mapa del país, con la escala de una milla por milla!’
– ‘¿Lo habéis utilizado mucho?’ pregunté.
– ‘Nunca ha sido desplegado todavía’ dijo Mein Herr, ‘los granjeros se opusieron. Ellos dijeron que cubriría completamente el país, ¡y no dejaría pasar la luz del Sol! Así que ahora utilizamos el propio país, como su propio mapa, y te aseguro que funciona casi tan bien.’
LEWIS CARROLL, Silvia y Bruno, 1889
La investigación documental realizada sobre el ámbito de estudio devuelve la imagen de un barrio con una
historia de asociacionismo destacable, una densidad poblacional elevada, la presencia de un amplio
espectro de diferentes tejidos culturales, un alto perfil migrante de la población y unas visiones negativas
sobre el estado actual y futuro del barrio. Además, es de particular interés para este estudio la aparente
falta de consenso sobre los lugares emblemáticos del barrio. En base a estos resultados se ha decidido
investigar más profundamente en cuanto a la determinación de dichos lugares y las percepciones que los
habitantes tienen de los mismos, utilizando la herramienta del mapeo.
El mapeo es “una práctica, una acción de reflexión en la cual el mapa es sólo una de las herramientas que
facilita el abordaje y la problematización de territorios sociales, subjetivos, geográficos.” 50 Esta
herramienta permite a través del dibujo, representar la imagen subjetiva que los habitantes tienen de la
ciudad en relación a los usos y a la cotidianidad que en ella se desarrollan.
“La acción de cartografiar-mapear-explorar está de forma indisoluble unida a las de analizar e
identificar las características urbanas, arquitectónicas, sociales, económicas, paisajísticas y
culturales de un tejido urbano. Por lo que es punto de partida para diagnosticar los problemas
urbanos.” 51
A diferencia del mapeo colectivo, donde los participantes dentro de una dinámica lúdica hacen uso de un
único mapa donde se van reflejando mediante el dibujo, viñetas y textos, las percepciones compartidas
con el grupo, creando un espacio de socialización y debate, el mapeo individual está estructurado en base
a la ideología y percepción del sujeto único que se va enfrentando a las informaciones espaciales que
residen en su memoria; estas informaciones son las que orientan a diario la navegación urbana del peatón
50 (Ares y Risler 2013) 51 (Asencio Juncal, Jiménez y Carrión Ramírez 2014)
25
y que conforman un mapa mental específico para cada individuo. Por lo tanto, “el mapa mental autentico
es el que se lleva y utiliza en la cabeza y para estudiarlo hay que trasladarlo al papel”52 . Preguntar a los
sujetos que dibujen lo que recuerdan sobre un determinado territorio es, para C. Aguirre, una manera para
revelar los mapas escondidos en la memoria. En el análisis del dibujo se juega con el “representado” y el
“no representado”, “los ámbitos no dibujados se consideran desconocidos o no relevantes para el usuario
porque en ellos la memoria no juega papel alguno. En los recintos de la familiaridad, en cambio, se denotan
las relaciones de los sujetos con los hitos orientativos, éstos permiten al sujeto orientarse trasmitiendo
seguridad, y la trama, la que proporciona la conexión entre un hito y otro”.53
Para realizar estos mapas mentales se ha elaborado la encuesta “Mapeamos La Florida”, una actividad
diseñada a partir de las experiencias documentadas de equipos como “Iconoclasistas” y de las teorías de
Kevin Lynch en La imagen de la Ciudad. Debido a las particulares circunstancias de confinamiento, en un
principio planeada para la difusión vía redes sociales, se ha estructurado para que su realización fuese
posible sin la necesidad de un mediador y con materiales básicos fácilmente localizables. Con el
desconfinamiento, finalmente, se ha ido transformando en una encuesta propuesta cara a cara con la
consiguiente posibilidad de generar un debate entre entrevistador y entrevistado, empatizar las emociones
y crear una red sutil entre miembros de la misma comunidad.
La actividad es estructurada en 3 partes: una introducción, donde se explican las motivaciones y la finalidad
del estudio y donde la figura de la entrevistadora se presenta junto a las instituciones cómplices del barrio;
la explicación práctica de la actividad desarrollada como instrucciones de un juego (quién puede participar,
qué se necesita…); y por último la actividad en si, constituida por las preguntas/pautas a realizar en el
mapeo (haciendo énfasis en las emociones, miedos, recuerdos que provoca el entorno), un pequeño
formulario de participación y una hoja blanca con un cuadradito en el centro. Se ha decidido posicionar
en el centro de la hoja el punto de referencia de la propia casa, una manera para sugerir al participante un
punto de partida para la reflexión, a fin de llevar la atención a un lugar concreto que devolviese la mirada
a un entorno familiar contorneado de acciones cotidianas.
“Y es que el miedo, junto a la alegría, la tristeza, la rabia, la vergüenza, o cualquier otra
emoción en las que el habitante de una ciudad pueda verse inmerso, participa, junto a los
habituales componentes materiales o físicos, en la producción de lo urbano.”54
Con la actividad de mapeo se ha buscado dar visibilidad, por un lado, a los conflictos que las ciudades
crean en sus habitantes y que permanecen la mayoría de las veces invisibilizados, por el otro, conocer los
lugares que crean una identidad de barrio y que tienen la capacidad de mejorar la calidad de vida. Sobre
esta línea de trabajo se han definido previamente unos indicadores para el análisis de los resultados:
Los lugares con una identidad reconocida por la comunidad
Los espacios públicos más frecuentados (qué características cumplen)
Las percepciones de inseguridad en lugares específicos del barrio (diferencia entre hombres y
mujeres)
Las fronteras físicas e imaginarias
Deducción de los espacios olvidados del barrio (porqué están mal diseñados, sean inseguros o
no atractivos)
52 (De Castro Aguirre 1999) 53 Ibid. 54 (Aubán 2019)
26
Ilustración 10: Introducción a la actividad de mapeo propuesta a la comunidad. Fuente: elaboración propia.
Ilustración 11: Instrucciones para realizar la actividad de mapeo. Fuente: Elaboración propia.
27
Ilustración 12: Preguntas/pautas para realizar la actividad de mapeo. Fuente: elaboración propia.
Ilustración 13: Hoja para la actividad de mapeo. Fuente: Elaboración propia
28
3.1 Resultados
Se han conseguido en total 18 mapeos, 13 realizados por mujeres de las cuales 2 menores de 13 años, 5
entre 21 y 46 años, 6 mayores de 50 años; y 5 realizados por hombres de los cuales 3 entre 32 y 46 años,
2 mayores de 50 años [Anexo 2].
Los mapeos obtenidos, codificados acorde a las pautas objetivas pre-establecidas, han devuelto distintos
factores comunes:
La imagen mental del barrio parece no ser del todo compartida aunque destacan sobre otros
algunos espacios públicos.
En los mapas no resaltan lugares asociados a fuentes no visuales, es decir aquellos elementos del
pasado ya no existentes (no visibles) y accesibles solamente a través de un proceso mnemónico;
cabe la duda de que la ausencia de respuestas sobre la presencia de estos lugares dependa de un
fallo en la estructura de la pregunta que se ha propuesto, visto que en la fase de recolección se ha
dado lugar a un debate entre entrevistado y encuestador en el cual el pasado del barrio y sus
elementos emblemáticos han sido mencionados y evidenciados con frecuencia.
En muy pocos casos sobresalen en el dibujo las emociones personales que se invita a relatar en
la pregunta 3; es posible que la pregunta se haya mal planteado y que cause confusión.
5 mujeres sobre 13 han declarado una percepción de inseguridad en distintas zonas del barrio y
en particular por la noche; a pesar de que la cantidad obtenida de mapeos realizados por hombres
sea solo una cuarta parte del total, y ésto no permita obtener conclusiones, se puede igualmente
confirmar la teoría de que las mujeres perciben con más intensidad eventuales peligros que el
entorno contiene. Esa percepción que, como afirma M. Barrau, “guía el movimiento de una
persona en la ciudad, es un aspecto que refuerza en la mujer la conciencia de estar más inmersa
que el hombre en lo que la rodea.” 55
Durante el proceso de difusión de la actividad se han observado las siguientes casuísticas:
La acción de dibujar es percibida para la mayoría de los adultos como un obstáculo porque es
asociada al concepto de técnica; no obstante, muchas personas se convencen de participar si se
cambia la definición de dibujo a “esquema”. Ésto, en cambio, no pasa con los niños/as que están
acostumbrados a expresarse con la herramienta comunicativa del dibujo.
La primera reacción frente a la invitación a hablar sobre el barrio es muchas veces relacionada
con el relato de las cosas negativas que ocurren en él; no obstante, ésto se refleja poco en los
mapeos que acaban centrándose en los elementos físicos del barrio que se viven cotidianamente.
En todos los casos la actividad se ha desarrollado sin la presencia del encuestador, lo que supone
cierta libertad de acción a la hora de realizar el mapa, y, por lo tanto, se supone que el resultado
sea fruto de la imagen más espontánea y cotidiana del entorno.
Considerado el tiempo limitado para el desarrollo de la investigación, el número de encuestados
a los cuales se ha podido llegar (cantidad de casos estudiados) resulta ser escaso para llegar a
extrapolar algunos indicadores que se habían establecido al principio, como por ejemplo, el
análisis de los recorridos comparados por género y edad. Sería muy interesante poder seguir la
investigación ampliando el campo de los entrevistados a instituciones como escuelas, centros de
día, etc.
55 (Barrau 2014)
29
El desarrollo de la actividad a solas puede que haya sido un obstáculo para ahondar en la
obtención de datos y en la creación de un debate, pero por otra parte esta característica ha evitado
cualquier tipo de influencia externa alrededor de las percepciones personales, fenómeno que
previsiblemente, a cambio, ocurre durante un taller de mapeo colectivo.
Las informaciones contenidas en los mapeos y resultantes de las entrevistas se han sintetizado en
dos cartografías: la que recoge los lugares emblemáticos (en menor o mayor medida compartidos)
para los encuestados [Ilustración 14], y la que resalta lo invisible, es decir, lo que no ha sido
nombrado [Ilustración 15].
Ilustración 14: Imagen pública del barrio Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados de la actividad “Mapeamos La Florida”
30
Ilustración 15: Negativo de la imagen pública del barrio. Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados de la actividad “Mapeamos La Florida”
31
Conclusiones
A través de esta investigación se ha explorado la relación entre la percepción individual del ambiente
urbano y la imagen pública 56 de la ciudad, compartida entre miembros de un mismo grupo y resultado de la
superposición de muchas imágenes individuales. Como ya se ha comentado anteriormente, la presencia
de esta imagen es imprescindible para que el individuo llegue a cooperar con la comunidad y respetar las
buenas normas de comportamiento dentro del medio ambiente.
Se ha observado que la mayoría del tejido urbano no se dibuja ni se menciona y que tendencialmente la
atención se mantiene mayoritariamente en una zona concreta del barrio. No obstante, muchos de esos
espacios olvidados en los dibujos tienen realmente vida diurna activa y acogen actividades diversas. La
porción de perfiles que se ha conseguido entrevistar es muy reducida considerada la multiplicidad de
grupos étnicos distintos que se reparten en el territorio; siendo la mayoría de los encuestados de origen
predominantemente española y en la franja de edad entre 30 y 60 años (la visión subjetiva de niños/as y
adolescentes casi no está presente) podría llegarse a justificar la definición de esa parte de ciudad que es
más utilizada por este colectivo y a fundamentar la teoría de la sectorización de los espacios por culturas
y generaciones. Resultaría particularmente interesante conseguir llegar a más perfiles distintos y comparar
los resultados para ampliar estas intuiciones. De todas formas es cierto que existen algunos espacios que
no se nombran y que, en las inspecciones realizadas personalmente, aparentemente no gozan de atractivos
para la ciudadanía. [Anexo 1] Es el caso de aparcamientos a cielo abierto, callejones sin caracterización,
calles vacías recuerdo de pequeños comercios que ahora permanecen cerrados, parques descuidados o
avenidas verdes invadidas por coches aparcados masivamente. Estos espacios tienen grandes
oportunidades de mejora y necesitarían de unos procesos de transformación. Como se ha evidenciado en
el capítulo 1 del presente estudio, no se trata de llenar cada rincón desaprovechado del barrio, siendo el
entorno híper-diseñado un obstáculo a las intervenciones espontaneas de los usuarios, si no de impulsar
la comunidad a la apropiación de esos espacios que se han quedado obsoletos y olvidados. ¿Cómo de
importante resultaría ser la apropiación de esos espacios urbanos para la vivencia cotidiana? ¿Podría la
transformación espontanea llegar a fortalecer el sentido de responsabilidad hacia el barrio y el cuidado del
ambiente?
En el dialogo creado a raíz de la actividad se ha observado en los encuestados como el sentido de
pertenencia y de identidad favorecido por la continuidad temporal que se ha tenido en el barrio, genera
una resistencia hacia la aceptación de cambios. Las nuevas olas migratorias se perciben como una amenaza
al equilibrio establecido, generando a su vez desconfianza y complicando los procesos de integración. Las
escasas políticas de acogida y de puesta en valor de la diversidad cultural, han obstaculizado la
comunicación entre los colectivos fomentando así la competición entre los grupos. “Lo que se percibe
como negativo en el barrio es en la realidad su principal característica, su elemento simbólico y su
oportunidad; solo espera a ser puesta en valor”57 comenta un trabajador social activo en el barrio durante
una de las entrevista realizadas. Frente a estas problemáticas, parece ser imprescindible fomentar la
valorización de la diversidad cultural, promover iniciativas que permitan a los diferentes colectivos
compartir experiencias y reconocerse juntos en el mismo territorio. ¿No debería de ser el espacio público
el protagonista de estas dinámicas? ¿La organización del espacio actual produce división y aislamiento o
fomenta las relaciones interculturales e intergeneracionales? ¿Puede la apropiación del espacio mitigar los
conflictos que nacen en la comunidad?
56 (Lynch 1960) 57 Entrevista a un trabajador social activo en el barrio.
32
“El reto que propongo a la ciudad actual es el de saber acoger en su seno a los diferentes de todo
tipo, no por un deber de hospitalidad, sino como proyecto esperanzador. El modelo de una
sociedad civil que acoge en su seno lo diferente, como hipótesis de cambio, representa, de hecho, una
cultura superior.” 58
Se ha comentado también la impresión negativa que los habitantes tienen sobre el aspecto general del
barrio debido a la percepción de degradación, inseguridad e incivismo. Estas últimas son un papel de
tornasol de los malestares de la sociedad y, por lo menos en algunos casos, podrían reconducirse a una
forma de autoafirmación de la propia personalidad sobre un tejido urbano en el cual el individuo no se
reconoce. Como ya se ha mencionado anteriormente, la apropiación del espacio puede ponerse en práctica
de diferentes maneras contrastantes incluyendo también la destrucción. El carácter plural de la ciudad y la
riqueza ínsita en la diversidad de los seres humanos, aunque desde siempre contrarios al orden que se ha
intentado conseguir en la mayoría de las prácticas urbanísticas, representan la esencia del hecho urbano59.
Es oportuno entonces preguntarse si ¿Puede el uso “incorrecto” o “diverso” del espacio llevar a una nueva
arquitectura?60
“He ahí la evidencia: lo que se da en llamar incivismo no es otra cosa que el aflorar de realidades
sociales que se niegan a esconderse, al tiempo que confirmación de que el desorden social o la
creatividad humana no han sido todavía derrotados por el virtuosismo y la «buena educación»
burguesa.”61
El barrio de La Florida desde sus orígenes ha sido caracterizado por la coexistencia y el recambio de
grupos poblacionales diversos por proveniencia y cultura. Esta tendencia probablemente seguirá
existiendo y con ella irán cambiando las necesidades de cada colectivo.
“La administración lleva un papel esencial en promover la interrelación entre colectivos, es fundamental que actué por
prevención y no por contención.”62
La arquitectura por su parte debería saber colaborar con las entidades del territorio y proyectar de manera
inclusiva y adaptable a la evolución. ¿Es la arquitectura capaz de incluir la posibilidad de cambio?
Por último y no menos importante, la intervención de la arquitectura en estos contextos, necesita ser muy
cuidadosa y paciente considerando que las dimensiones comunitarias, ingrediente fundamental para el
éxito de todo tipo de proyecto, necesitan de tiempo para construirse; concepto aprendido gracias a las
asociaciones activas en el barrio que han compartido conmigo sus experiencias. Las actuaciones tendrían
que nacer de iniciativas participativas para que no sean percibidas como una imposición externa o mejor
aún ser “proyectos que complementen, respeten y valoricen las iniciativas espontaneas que ya existen”63,
dando una continuidad natural al proceso de apropiación. A través del proyecto visto como proceso y no
como fin, se van creando vínculos entre los individuos y/con el territorio, se crean las premisas para que
esos mismos individuos acrezcan la responsabilidad y el cuidado hacia el ambiente y se estimula además
la participación en iniciativas comunitarias. Me pregunto entonces: ¿Cómo podemos proyectar las
condiciones en vez de condicionar los proyectos? 64
58 (Michelucci 1984) 59 (Cottino 2005) 60 (Tschumi 2005) 61 (Delgado s.f.) 62 Entrevista a un trabajador social activo en el barrio. 63 Ibíd. 64 (Tschumi 2005)
33
“yo sigo creyendo que acercándose a las personas, estando con ellas (sin considerarnos
diferentes de ellos), entendiéndolas, escuchándolas (no hace falta ni siquiera
preguntarles, pues nunca les cuesta hablar), se aprende mucho, a condición de
ponerse en "estado receptivo", pues se trata de entenderles y comprenderles
honestamente, y no de oir sólo lo que se quiere oír... Y si se consiguieran captar las
formas personales de habitar y se aprendiera a organizarlas respetándolas como si
se tratara de una cultura infinitamente preciosa, se encontrarían formas y
arquitecturas nuevas y auténticas. Es así como pueden llegar a realizarse proyectos
de arquitectura coherentes pero más complejos de lo que el ego del arquitecto oficial
desea. Porque la "gente" no es una masa informe, limitada de por sí, se trata más
de un movimiento que de un grupo cerrado. Reacciona de forma viva, al contrario
que los esquemas estériles y abstractos que nos vemos obligados a inventar para
darnos importancia. Utilizando como elemento de composición esta diversidad, tal
vez consigamos que lentamente se cree un verdadero tejido urbano. En caso
contrario, sólo podemos aspirar a crear aparcamientos de lujo...”
LUCIEN KROLL
34
4 Bibliografia Ares, Pablo, e Julia Risler. Manual de mapeo colectivo. Buenos Aires: Tinta limón, 2013.
Asencio Juncal, Jorge, Carlos Jiménez, e M.ª del Mar Carrión Ramírez. «Cartografias de lo efimero: El
mapping como herramienta para el factor de género en la ciudad.» In Jornadas urbanismo y género,
ciudad en construcción, 119-136. Málaga: Perséfone, 2014.
Associació de Veins de la Florida. «Pla de desenvolupament Comunitari de la Florida.» 2005.
Aubán, Mónica. «Paseos por Saturno. El miedo en la percepción y producción de espacios frágiles.» In
Espacios Frágiles en la ciudad contemporánea, di Marta Llorente, 251-292. Madrid: Abada editores,
2019.
Ayala Macías, Elvia Guadalupe. «La dimensión simbólica: una propuesta para comprender la
apropiación de asentamientos historicos.» In Apropiación del espacio: sociedad y territorio, di
Universidad de Guanajuato, 141-161. Guanajuato, Mexico, 2018.
Ayuntamiento de L'Hospitalet del Llobregat. «Coneixement compartit. Barri Les Planes-Blocs Florida.»
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Ayuntamiento de L'Hospitalet del Llobregat. «Pre-diagnosi, Pla integral de Les Planes-Blocs Florida.»
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Anexo 1 Espacios singulares
Ilustración 16: Plaça de Granada, barrio de Les Planes en L’Hospitalet del Llobregat. Fuente: Foto propia tomada el 12 julio 2020.
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Ilustración 17: Avenida Catalunya, borde del barrio de La Florida con Les Planes. Fuente: Foto propia tomada el día 12 julio 2020.
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Ilustración 18: Pasaje sin nombre, barrio de La Florida, L’Hospitalet del Llobregat. Fuente: foto propia tomada el día 18 julio 2020.
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Anexo 2 Resultados del mapeo
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