En Viznar, la Luna espera - 08 de Agosto de 2015

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En Viznar, la Luna espera Alan García (*) En Viznar de Granada, no lejos de poder ser hallada, está la flauta de España en los huesos de Lorca. Es un jirón del último cielo visto, ido en sus ojos y hundido en la tierra. Vaca herida, niño Stanton, lo guardan dos banderilleros, con él fusilados. Hizo el paseo de Antonio el Camborio, lejos del Guadalquivir, y él, que no quiso ver la sangre de Ignacio sobre la arena, está acompañado por la del Gandali y del Cabezas. Paradojal coincidencia a la que llaman destino, pues escribiendo “acuérdate de la virgen porque te vas a morir” supo tal vez que, en Peña Colorada, también él diría: “Creo en la virgen”, como sus asesinos, mofándose, contaron. Pero está allí, Principito descarnado, picado por el odio serpentino con un agujero en la frente por el que huyeron Mariana Pineda y una parte de “er mundo”. Esta allí, clavado a la tierra con las astillas de luna que unen para siempre a los amantes de la sangrienta boda en la iglesia abandonada. Está allí, sin sus cejas, ni sus ojos profundos, ni su pelo engominado, calavera triste a la espera de la luz. Y si un día, con algo de amor y más monedas, se le encuentra, la profunda herida de la vaca del mundo, piel de España siempre divisada por mil nombres y argumentos, podrá, es un decir, y solo en parte, cerrar. Vamos todos a buscarlo, arrepentidos de su muerte, a golpear con sus versos los ataúdes, mi hijo, mi hijo, mi hijo. Quienes lo leyeron y no lo protegieron, los que lo entregaron, los que lo plagiaron, los que lo amaron y no lo buscaron, y aun, y aun, los del gris y el tricornio. No tuvo, mi niño, ni una lona dura y siente el frío de los musgos. Federico es luna, es pena en la niebla, tamborcito batiente que la tierra ahoga. Hallarlo y ponerlo en nuestros corazones llenará este vacío que vuelve al alma siempre con su gitana pena, pena limpia y pena sola.

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En Viznar, la Luna esperaAlan Garca (*)En Viznar de Granada, no lejos de poder ser hallada, est la fauta de Espaa enlos huesos de Lorca. Es un jirn del ltimo cielo visto, ido en sus ojos y hundido enla tierra. Vaca herida, nio Stanton, lo guardan dos banderilleros, con l fusilados.Hizo el paseo de Antonio el Camborio, lejos del Guadalquivir, y l, que no quisover la sangre de Ignacio sobre la arena, est acompaado por la del Gandali y delCabezas. Paradojal coincidencia a la que llaman destino, pues escribiendoacurdate de la virgen porque te vas a morir supo tal vez que, en Pea Colorada,tambin l dira: Creo en la virgen, como sus asesinos, mofndose, contaron. Pero est all, Principito descarnado, picado por el odio serpentino con un agujeroen la frente por el que huyeron Mariana Pineda y una parte de er mundo. Estaall, clavado a la tierra con las astillas de luna que unen para siempre a losamantes de la sangrienta boda en la iglesia abandonada. Est all, sin sus cejas,ni sus ojos profundos, ni su pelo engominado, calavera triste a la espera de la luz.Y si un da, con algo de amor y ms monedas, se le encuentra, la profunda heridade la vaca del mundo, piel de Espaa siempre divisada por mil nombres yargumentos, podr, es un decir, y solo en parte, cerrar. Vamos todos a buscarlo, arrepentidos de su muerte, a golpear con sus versos losatades, mi hijo, mi hijo, mi hijo. Quienes lo leyeron y no lo protegieron, los que loentregaron, los que lo plagiaron, los que lo amaron y no lo buscaron, y aun, y aun,los del gris y el tricornio. No tuvo, mi nio, ni una lona dura y siente el fro de losmusgos. Federico es luna, es pena en la niebla, tamborcito batiente que la tierraahoga. Hallarlo y ponerlo en nuestros corazones llenar este vaco que vuelve alalma siempre con su gitana pena, pena limpia y pena sola. Paradjica burla de Dios. Quienes le mataron, Benavides, el Chato y el Salvaorillo,despus de apuntillarlo con balas, cobraron al padre dos mil pesetas por su vida.Hoy, al cambio de este tiempo sin dulzura, vale menos dinero encontrarle paraenterrar la pena. Vamos pues todos, a Viznar, hasta el ltimo cantar. All est lafauta de Espaa, e ignorarla no puede. Y con ello, cuanto cielo, cuanta luna,cuanto amor sin barreras, cuanta libertad. Porque si son sus huesos, arrancados ala muerte y al secreto, el verde ser ms verde y dir el mundo Viva la vida!, porLorca, porque era su hijo, que no era ms que suyo porque era su hijo. (*) Expresidente de la Repblica