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SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD AJUSCO
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA
ENFOQUE DIME APLICADO EN EL “JARDIN DE NIÑOS SAN LORENZO
TEZONCO”, UNA EXPERIENCIA DE TEXTOS LITERARIOS.
PROPUESTA PEDAGÓGICA
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN PEDAGOGÍA
PRESENTA:
ANGÉLICA MARÍA VARGAS NIETO.
ASESORA:
MTRA. MARÍA DE JESÚS LÓPEZ CERVANTES.
CIUDAD DE MÉXICO, MARZO 2018.
Agradecimientos
A mi madre.
Por escucharme cada vez que le hablaba de este proyecto y de muchas cosas más.
Admiro su paciencia y su tono siempre calmado, su sonrisa amable y su tímida dulzura
que esconde. Gracias por cuidarme y estar conmigo siempre.
A mi padre.
Por su esfuerzo y apoyo que me brinda. Admiro su capacidad de improvisación y
sentido del humor. ¡Puro talento! Gracias a tus consejos he aprendido muchas cosas y
me llevo muchos valores.
A mis hermanos.
Humberto. Siempre cuidándome y explicándome si algo no entendía en la escuela, más
si se trataba de matemáticas. He aprendido mucho de él y admiro su nobleza, su
bondad y su calidad humana. Súper divertido y muy inteligente. Con un tremendo
sentido del humor.
César. Por cada momento compartido desde nuestra infancia, cuando me cuidabas y
defendías de niños más grandes que yo. Me enseñaste a ser fuerte.
La verdad que me tocó la lotería con mis familia ¡y eso no tiene precio! Gracias por su
apoyo, amor y comprensión en cada momento de mi vida.
A mi asesora.
Gracias por su esfuerzo, dedicación y apoyo que me brindó durante este proceso tan
importante que me permite realizar este bonito sueño. Mi admiración y respeto hacia
usted.
ÍNDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN…………………..……………………………………….……….….…...1
CAPÍTULO I AUTOBIOGRAFÍA DE MI ACERCAMIENTO A LA LECTURA.……...5
CAPÍTULO II. CONTEXTUALIZACIÓN DE LA INSTITUCIÓN EN LA QUE SE
LLEVÓ A CABO LA EXPERIENCIA DE LECTURA BASADA EN EL ENFOQUE
“DIME”………………………………………………………………………….……………26
2.1 Entorno social que rodea la escuela……………………………………………….…26
2.2 El CENDI “Jardín De Niños San Lorenzo Tezonco” y su
conformación……………………………………………………………………..…..….….27
2.3 Servicios públicos con los que cuenta la escuela…………………………………..28
2.4 Nivel socioeconómico de los estudiantes…………………………………......….. ..28
2.5 Cantidad de instalaciones y personal de la institución……………………..………29
2.6 Cómo funciona la escuela………………………………………………………….….30
2.7 En el aula…………………………………….………………………………………….33
2.8 Características de los niños…………………………………………………………...34
2.9 La biblioteca de la escuela…………………………………………………………….36
2.10 Plan de estudios con el que se trabaja……………………………………………..37
2.11 Actividades que se realizan con base en la literatura…………………………….40
CAPÍTULO III ¿QUÉ ES EL ENFOQUE “DIME”?……………………………...…......42
3.1 Propuesta: el álbum de imágenes y el audio-cuento como recursos de la literatura
infantil ………………………………………………………………………………………..51
3.2 Elección de los textos literarios………………………………………………….……54
3.3 Planeación de las sesiones……………………………………………………………55
CAPÍTULO IV APLICACIÓN DE LA PROPUESTA………………….………………...56
Sesión 1, Lectura: “Gansa tonta”………………………………………………………….56
Sesión 2, Lectura: “Un lobo así de grande” – cuento de suspenso…………………..58
Sesión 3, Lectura: “El increíble niño come libros”…………………………………..…..61
Sesión 4, Lectura: “El misterioso caso del oso”…………………………………………66
Sesión 5, Lectura: “Un Globo tan bonito como la luna”- novela infantil………………70
Sesión 6, Lectura: “El sastrecillo valiente”- cuento de fantasía………………..……...73
Sesión 7, Lectura: “El rey mocho”………………………………………….…….……….77
Sesión 8, Lectura: “Secreto de familia” – historia cotidiana……………….…………...79
Sesión 9, Lectura: “Los cocodrilos copiones” – fábula..............................................85
Sesión 10, Lectura: “El tigre y el ratón” – fábula………………………………………...87
Sesión 11, Lectura: “El oso ronca sin parar” – cuento en forma de rima…….……...91
Sesión 12, Lectura: “El ratoncito sale a comer algo” – pensamiento
matemático…………………………………………………………………………………..95
Sesión 13, Lectura de canción “caminito de la escuela” y creación de su cuento de
imágenes………………………………………………………………………………….....97
Observaciones finales de la intervención “DIME”……………………………………….99
CONCLUSIONES………………………………………………………………………….102
BIBLIOGRAFÍA…………………….. …………………………………………………….105
1
INTRODUCCIÓN
En la actualidad la literatura, que es un arte de la expresión escrita o hablada, se ha
trabajado de una manera poco efectiva en el ámbito educativo a nivel básico. Es por
eso que surgió el interés en esta propuesta que trata de fomentar esta habilidad a
través de las diferentes estrategias didácticas que emplea el enfoque “DIME”. La
preocupación pedagógica de esta propuesta fue dar la importancia a los textos
literarios y su comprensión, ya que muchas veces la comprensión lectora se trabaja
poco y superficialmente.
El beneficio de esta propuesta no sólo se limita a la comprensión del contenido de los
textos literarios, también se extiende hacia la comprensión del mundo, del hombre,
de los pares y de sí mismo. Este tipo de textos son significativos para un ser humano
en los primeros años de aprendizaje, en este caso para los niños de preescolar.
Este enfoque nos menciona que a través de una conversación literaria se puede
comprender mejor porque los niños a partir de los textos leídos pueden expresar lo
que piensan y sienten.
Los objetivos generales de esta propuesta con base en el enfoque “DIME” son:
Acceder a la comprensión de los textos, del mundo que los rodea, de sí mismos y
de sus pares a través de la propuesta didáctica que ofrece el enfoque “DIME”.
Construir significados a través de una conversación literaria que propone el
enfoque “DIME”, teniendo como base la lectura e interpretación de textos
literarios.
Ayudar a los alumnos a ser críticos constructivos de textos literarios.
Contribuir al gusto por la lectura.
De ahí la importancia de esta propuesta para ayudar a los alumnos(as) a desarrollar
sus capacidades en la adquisición de vocabulario, interpretación, comprensión de
2
lecturas y por supuesto la expresión de sentimientos y pensamientos que enriquecen
el desarrollo y aprendizaje del participante. Para lograrlo el enfoque nos recomendó
que durante la conversación literaria no debía utilizarse la pregunta ¿por qué?, ya
que ésta suele inhibir la conversación que se pretende, “DIME” es la palabra correcta
para iniciar una buena conversación. Ejemplo: “dime… ¿Cuál fue tu parte favorita del
cuento?, dime ¿Qué fue lo que te llamó la atención?”
Se trata de “una forma de investigación que hace posible hablar de lo que no se
suele hablar, expresar lo que no se suele decir, hacer visible lo sutil pero sustancial
de lo que sostiene la relación educativa, de lo que nos permite encontrar nuestro
lugar en los espacios y relaciones educativas, de lo que permite reconocer del otro o
de la otra; pero también, abrirnos a lo que nos cuestiona, explorar lo que no es
fácilmente explorable”(Contreras y Pérez, 2010, Pp. 17).
Este trabajo se construyó con base en una metodología cualitativa en la que la
experiencia es primordial. Considerar la experiencia en la docencia es un acto en el
que los maestros se forman a través de la interpretación y vivencias con los alumnos
y colegas. Se considera experiencia pedagógica cuando el docente suele valorar lo
que hizo con un grupo de alumnos, confía en ese modo de hacer su trabajo y lo
actualiza en una nueva situación de aula.
“si alguien enseña, decir que `tiene experiencia´ significa que ya ha enseñado. Por lo
tanto, sabe enseñar, sabe hacerlo mejor que quien no lo ha hecho antes. ¿Es así
verdaderamente? Quizás: sólo si se sabe valorar su propia experiencia. Porque la
experiencia puede ser también una trampa: a veces se termina por estar encerrado
en una repetición”(Jedloowski, 2001, Pp.1)
Retomando la cita anterior nos remite al valor de la experiencia como un proceso de
renovación que puede mejorar nuestro trabajo en cada práctica, en este caso a
través de la narración de la experiencia en la vida profesional es donde nos damos
3
cuenta que suelen surgir situaciones en lo personal e institucional que exigen que el
docente vuelva sobre lo actuado para pensar lo que hizo antes. Este proceso no se
reduce a los logros obtenidos en el pasado. Se trata de la reflexión de la experiencia
pedagógica que nos forma para ser mejores docentes y así logremos renovar lo que
ya hemos vivido.
Para lograr el objetivo del enfoque fue primordial empezar por mi propia experiencia,
al participar en el taller sobre el enfoque “DIME”, que se realizó durante el 7°
semestre en el cual tuvimos un primer acercamiento a la lectura de novelas y
cuentos desde este enfoque con el propósito de apropiarnos de dicha metodología. A
partir de éste no se pretende llegar a generalizaciones, más bien ofrecer una forma
diferente de acceder al conocimiento, haciendo que quienes participaron en esta
experiencia vivenciaran la lectura de textos literarios a partir del diálogo y la
conversación literaria.
En el primer capítulo menciono cómo la literatura ha sido parte de mi desarrollo
personal y educativo. Escribir este primer capítulo ha sido volver a vivir esos
momentos que me hicieron ser una lectora por gusto y preocupada por el fomento a
la lectura. Es fácil escribir lo que otros han dicho, pero escribir nuestra propia historia
es un proceso conmovedor, porque reviven recuerdos de las experiencias vividas. Y
en este caso la literatura ha sido una fiel compañera en cada uno de estos
momentos. Escribí mis experiencias cercanas a la literatura y cómo ha influido en
cada etapa de mi vida.
En el segundo capítulo me refiero al contexto en el que se desarrollan los
participantes y los medios de lectura con los que cuentan. Se habla del desarrollo de
los participantes dentro de la institución y sus actividades que regularmente realizan
en torno a la lectura y la escritura. Además se hace referencia al programa educativo
que se maneja en la institución y cómo éste se relaciona con el enfoque “DIME”.
4
También se describen las características de los alumnos y sus prácticas lectoras
fuera y dentro del aula.
En el tercer capítulo se explica qué es el enfoque “DIME”, cómo se desarrolla y
cuáles son los medios didácticos para utilizarse en esta propuesta. Se explica qué es
lo que pretendemos con aplicar el enfoque “DIME” y cómo, a partir de él, los
pequeños lectores toman gusto por la lectura. También se relata cómo fueron
planeadas las sesiones y cómo fue la selección para los textos literarios que se
utilizaron.
En el cuarto capítulo se describe la intervención pedagógica que se hizo frente al
grupo de preescolar, cuáles fueron las situaciones que se presentaron dentro del
aula, cuáles fueron las reacciones y emociones de los participantes al momento de
realizar y comentar una lectura, cómo en cada sesión se observó lo inesperado y el
avance de los participantes en la comprensión lectora y a partir de ello cómo lo
relacionaban con sus experiencias propias y lo comunicaban con el fin de expresar y
ser escuchados.
No se hizo de lado todo lo que se percibió dentro del aula y las vivencias de cada
uno de los participantes. A partir de ello las situaciones que se presentaron. En esta
etapa escolar la mayoría no sabe leer textos escritos, pero sí saben interpretar
imágenes y audios, lo cual también forma parte de una lectura y fue con lo que se
trabajó.
Finalmente se presenta un apartado de conclusiones.
5
CAPÍTULO I. AUTOBIOGRAFIA DE MI ACERCAMIENTO A LA LECTURA
Mi nombre es Angélica María Vargas Nieto, nací en la Ciudad de México el 23 de
abril de 1994. Actualmente vivo con mis padres (Miguel Vargas y María Nieto) y mis
dos hermanos (Humberto y César), yo soy la menor de ellos. Mi historia es contada
desde lo que puedo recordar. En mis primeros años de vida fui una niña común como
todos, con los cuidados necesarios. Mi familia siempre ha sido una de las fuentes de
aprendizaje y más en mis primeros años de vida; de ellos he aprendido muchas
cosas.
Asumiendo ser la menor de mis hermanos siempre me entusiasmó la idea de seguir
los pasos de ellos, quería aprender los juegos que ellos sabían, también leer,
escribir, dibujar, contar números, y muchas cosas más que ellos hacían en su
escuela. Más allá de estas razones era una niña muy curiosa que quería saber y
conocer lo que había a mi alrededor, es por eso que solía preguntar mucho.
Cada vez que yo iba con mi mamá a la escuela de mis hermanos por juntas
escolares, bailables o algún asunto, veía los salones y todo lo que había alrededor.
Si había algún letrero que me llamaba la atención yo inmediatamente le preguntaba a
mi mamá o hermanos qué era lo que decía. Y a veces sólo preguntaba para
confirmar lo que había pensado, ya que observaba detenidamente e interpretaba las
ilustraciones con las que contaba el anuncio.
Es así como me doy cuenta de la importancia que tienen las ilustraciones en el
impacto de los lectores y más de los niños. A veces, aunque no sepamos leer con
palabras, logramos hacerlo a través del entendimiento de las imágenes. Y es así
como comienza mi entusiasmo por conocer el mundo que me rodeaba a través de
las palabras, sus significados, hasta llegar a una comprensión y entendimiento.
Mi acercamiento a la lectura comenzó a la edad de cuatro años en casa, cuando veía
los libros escolares que utilizaban mis hermanos. Y en ocasiones ellos me leían. Me
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gustaba ver cada imagen, pues a pesar de que no sabía leer, podía darme una idea
de lo que decía el texto a través de la interpretación que le daba a los dibujos. Fue
entonces como comencé a ver los libros y sus imágenes.
“Es importante recordar aquel primer contacto con los libros porque esta primera
experiencia ha dejado huella de deseo en nosotros, huella que nos esmeramos en
repetir cada vez que nos enfrentamos nuevamente a un texto”(Suárez,2002, Pp.24).
Posteriormente, a mis cinco años comencé a ir al jardín de niños. Mi primer día en la
escuela me entusiasmaba mucho porque me hacía sentir como mis hermanos
mayores, que ya iban a la escuela. Yo tenía muchas ganas de entrar al kínder para
tener muchas amigas de mi edad, ya que casi no convivía con niñas. El primer día de
kínder me llevaron mi mamá y mis hermanos.
Con toda la ilusión entré al kínder y vi a varios niños llorando, y yo me preguntaba
¿qué les pasará, por qué lloran? Yo no lloraba porque mis hermanos y mis papás me
habían explicado lo que era la escuela y que jugaría mucho con mis nuevos
amiguitos. Entonces vi una niña que no lloraba y me sonrió, entonces fuimos amigas.
Ese día para mí fue un logro, ya que había conseguido la mi primer amiga, aunque
más adelante tuve más.
En el kínder aprendí las primeras letras (vocales y consonantes), a nombrar los
colores, los números, a dibujar, colorear y hacer manualidades, etc.
Lamentablemente en esta etapa de mi vida no fomentaron en mí la lectura. Aprendí
una buena caligrafía, a identificar las letras, a convivir con niños (as) de mi edad,
entre otras cosas.
Después del kínder, a mis seis años estuve un tiempo hospitalizada por una cirugía
de apendicitis, fue ahí donde una de mis tías, al visitarme, me llevó un libro infantil
que contenía varias textos agradables para mi edad y cada vez que me visitaba ella
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me leía uno. Cuando ella me leía me parecía algo fabuloso e interesante, pues
lograba estimular mi imaginación y mi deseo de aprender a leer. También recibí
cartas de sobrinos y hermanos mientras estaba ahí, yo las quería leer pero no sabía,
así que mi mamá me leyó y supe lo que decía.
Cada vez que me leían me daba una gran ilusión y ánimo para recuperarme, quería
salir, aprender a leer y estudiar todos los libros que pudiera, aunque no sabía
realmente leer con palabras. También recuerdo que el hospital contaba con una sala
de juegos donde se ubicaban algunos libros de cuentos infantiles, los cuales me
gustaba ver y despertaban mi imaginación para dibujar, ese era mi pasatiempo
favorito.
Recuerdo varios de los cuentos que contenían esos libros y cómo me gustaba ver las
imágenes que traía. Entre los cuentos que puedo recordar y los cuales se
convirtieron en mis favoritos son: “EL SOLDADITO DE PLOMO”, “LA GALLINA DE
LOS HUEVOS DE ORO”, “LA CENICIENTA”, “ALI BABÁ Y LOS 40 LADRONES”,
“BAMBI”, ENTRE OTROS. Hoy en día recuerdo esos textos que me hacen recordar
esa época de mi vida. Algunos de ellos los hicieron películas y cada vez que las veo
recuerdo que primero las leí.
Después de salir del hospital mi tía me regaló el libro que ya he mencionado, el cual
recuerdo con cariño ya que fue mi primer libro. Después de algunos meses comencé
mis estudios en la primaria “México – Japón” en octubre del año 2000, ¿por qué en
octubre? Bueno es que aún seguía en recuperación. No fui los meses de agosto,
septiembre y parte de octubre, pero recuerdo que mi mamá trataba de enseñarme lo
que estaban viendo mis compañeros, pues no quería que me atrasara.
Cuando por fin pude entrar formalmente a la escuela, se me hizo algo complicado.
Sentía que mis compañeros iban más avanzados que yo, sabía cuáles eran las
vocales y el abecedario pero no sabía qué era un dictado, lo que me provocó
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confusión en los primeros días, pero con el tiempo pude ponerme al corriente.
Recuerdo que la maestra Lupita, quien nos impartió los primeros dos años de
primaria, nos leía, mientras, tratábamos de seguir la lectura y así pudimos aprender a
leer.
Durante la primaria, sin duda el libro más inolvidable es el de primer año El libro de
lecturas donde vienen interesantes textos para la edad adecuada, aún puedo
recordar la primer lectura “Paco el chato” entre otras que me gustaron (“El lobo y los
tres corderos”, “Ricitos de oro y los 3 osos”, “Saltan y saltan”, “Los changuitos”, etc.).
Ha sido uno de mis libros favoritos. Es el libro que más releí en mi infancia.
También en estos dos años fue cuando aprendí a escribir lo básico, empecé con las
sílabas básicas y después a juntarlas (sistema silábico). Al mismo tiempo que fui
aprendiendo a leer poco a poco. Recuerdo que nos apoyábamos en algunos
cuadernillos de frases con las sílabas que íbamos viendo donde practicábamos
caligrafía, lectura y escritura.
Conforme iba aprendiendo las sílabas y a combinarlas, me gustaba formar palabras,
a veces formaba palabras que ni existían y yo tenía que preguntarle a mi mamá si
tenían o no algún significado y ella me explicaba. Cada vez que salía con mi mamá a
algún lugar me gustaba ver los letreros que se cruzaban en mi camino, eran
anuncios de las tiendas, la publicidad en paredes, los indicadores de paradas de
transporte, etc. Todo con el fin de leer y saber qué quería decir cada uno.
Había veces que pasábamos tan rápido en el transporte que no alcanzaba a leer
todo lo que decía el anuncio que me había llamado la atención, entonces yo misma
me proponía y me retaba a leer más rápido para la próxima ocasión y así saber qué
decía; aunque la mayoría de veces terminaba preguntándole a mi mamá, a mis
hermanos o a quien me pudiera contestar. Siempre me gustaba preguntar para
después utilizar dichas frases o al menos saber lo que significaba.
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En el párrafo anterior me doy cuenta de la apropiación del lenguaje y de los
significados que se adquieren a través de la lectura e interpretaciones para
desarrollar un vocabulario más extenso. Es importante mencionar la Influencia que
hay de los adultos hacia los pequeños para dar significado a las palabras y más en el
momento de leer, ya que los niños siempre preguntarán significados del lenguaje y
sin duda los mayores contestarán de acuerdo a sus conocimientos y sus propios
significados. Estos ayudan a crear nuevos significados en los niños.
Continuando con mi historia lectora, cuando ya sabía leer mejor (nueve o diez años)
recuerdo que leí distintos libros, pero uno de mis libros favoritos era de cuentos y se
llamaba Eres único de Ludwin Askenazy. ¡Este libro me encantaba! Por su forma
narrativa y también por sus imágenes, me emocionaba tanto que después de leerlo
yo, se lo leía a mis hermanos, a pesar de que ellos ya eran más grandes que yo.
Ellos veían en mí el entusiasmo por leerles y en varias ocasiones se los transmitía.
La lectura para mí era una forma de entretenimiento y de convivencia con mis
hermanos. Además pienso que me ayudó a desarrollar mi imaginación y creatividad,
me gustaba mucho dibujar lo que veía. Cada lectura siempre tiene algo que
comunicarnos. Cada lectura me proporcionaba algo nuevo para aprender, incluyendo
palabras que no lograba comprender y tenía que preguntarle a mis hermanos, mamá,
papá o consultar el diccionario.
Regresando al contexto de la escuela, recuerdo que algunas veces nos hacían leer
en voz alta para el grupo. Cada uno leía un enunciado, aunque a mí y a casi todos
mis compañeros nos daban muchos nervios al leer para los demás. Pero hoy pienso
que es la mejor manera para aprender a leer, y no sólo eso, sino que además al
practicar la lectura en voz alta nos permite escucharnos a nosotros mismos, conocer
nuestras voces y tener confianza en nosotros.
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En la primaria generalmente leía los libros escolares, incluso los leía en mi casa en
voz alta para practicar y prepararme cuando tuviera que leer para el grupo. Cada vez
que tenía la oportunidad de leerle a alguien de mi familia lo hacía, porque me
encantaba la idea de que a través de la lectura supieran lo mismo que yo estaba
aprendiendo. Además al leer, me sentía como mis maestras (“grande e importante”)
y creo que desde ahí comenzaba mi vocación por la docencia.
Fui una niña muy dedicada al estudio, con el apoyo de mi familia era más fácil que yo
lograra comprender las diferentes materias (matemáticas, español, historia, ciencias
naturales, etc.). Las lecturas académicas me parecían interesantes, porque me
permitan conocer lo que no sabía. Hoy pienso que la lectura aplicada a diversas
materias es una manera de abrir la mente al conocimiento de los diferentes tiempos,
personas y cómo funciona el “mundo” a nuestro alrededor.
También recuerdo que cuando tenía que hacer alguna exposición, para prepararme
tenía que leer para después explicarlo, pero algunas veces sólo me aprendía la
información de memoria, pues al leer no lograba comprenderla del todo, ya que
había palabras y oraciones de los que no sabía su significado o qué sentido darle.
Para lograr comprenderlo me tenían que explicar mis papás o hermanos con algunos
ejemplos y en ocasiones con apoyo de imágenes.
Pienso que leer no sólo es percibir las palabras, sino que es comprender lo que ahí
se dice y cómo lo dicen, además de darle sentido a partir de nuestros conocimientos
previos. De esta manera podemos incorporar las nuevas lecturas en nuestros
conocimientos y poder comunicarlo si es que así lo deseamos. Prosiguiendo con mi
historia, en mi memoria están los últimos años de primaria. Por parte del gobierno
nos regalaron libros que también hicieron que me acercara a la lectura.
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Al parecer se preocupaban por la literatura en los niños. Los libros que nos llegaron a
regalar se llamaban:
Juárez el republicano de Josefina Zoraida Vázquez.
El Periquillo Sarmiento de José Joaquín Fernández de Lizardi
Aura de Carlos Fuentes
Estos libros no los leí en la escuela, los leí aparte aunque se me hicieron un poco
difíciles. Me estaban dando la “libertad” de decidir si quería o no leerlos por mí
misma. El libro de Aura se me hizo algo complicado y lo tuve que releer varias veces.
Además de estos libros, mi maestra del último año de la primaria nos pidió leer un
libro el cual se llamaba El caballero de la armadura oxidada de Robert Fisher y nos
pidió que al finalizarlo escribiéramos lo que pensábamos de él y qué habíamos
aprendido.
Me pareció interesante esta dinámica aunque no sabía realmente que poner en el
escrito que nos pidió. Yo tenía una idea equivocada, pues pensaba que leer una obra
literaria y después opinar de ella era sólo halagar la lectura, ahora sé que pueden ser
expresados los fragmentos de la lectura que me parecieron agradables y los
fragmentos que no me agradaron, siempre y cuando lo haga con respeto al autor sin
criticar de manera irresponsable su trabajo.
La maestra de 6to año llamada Laura la recuerdo con mucho aprecio, pues durante
ese año ella se esforzaba para que lográramos mejorar nuestra lectura, desde leer
en voz alta, o para nosotros mismos. Además aprendimos a respetar los signos de
puntuación para leer mejor, comprender mejor los textos que leíamos y poder
expresarnos con relación a ellos.
Al recordar esto noté que en la lectura es muy importante la ortografía, porque si no
escribimos correctamente y con los signos de puntuación adecuada, podemos
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modificar lo que queremos expresar. Es por eso que así como se lee, también se
escriba correctamente para que se pueda comprender los textos y podamos
comunicarnos a través de la escritura.
Concluí mi primaria en agosto del año 2006 a la edad de 12 años. En esta etapa de
mi vida fue muy agradable para mí tanto lo escolar como lo familiar y personal. El
apoyo de mi familia, mis maestras y mis amistades, de las cuales aún conservo
algunas con mucho aprecio, me motivaban para continuar con mi formación escolar.
Hasta aquí mis recuerdos de la primaria (2000- 2006), ahora continuare con la
secundaria.
Ingresé a la escuela secundaria Diurna N° 249 “México – Tenochtitlán”, donde para
ingresar, tuve que presentar un examen. Ahí fue que me di cuenta de lo importante
que es leer y reflexionar acerca del sentido de cada pregunta en el que te están
cuestionando. Finalmente el resultado fue favorable. Al entrar a la secundaria
experimenté un cambio radical, porque no solo se trataba de un solo maestro o una
sola materia. Fue una época de cambios, personales, físicos y escolares.
En esta etapa de mi vida fui una chica muy tranquila y a la vez un poco tímida. Tenía
muy pocos amigos; en esta etapa los gustos en moda, música, forma de expresarse,
etc., eran muy diferentes y yo no lograba acoplarme a algún grupo de amigos.
Aunque tenían pocos amigos y amigas, me gustaba saber que podía contar con
ellos, incluso a través de ellos llegué a conocer libros de moda que estaban hechos
especialmente para adolescentes.
El entusiasmo de mis amigos por comentar lo mucho que les habían gustado los
libros que leyeron me motivaba a comprarlos y después compraba libros parecidos.
Enfocarme en la lectura en esta etapa me ayudó a desenvolverme más socialmente;
de los libros aprendí a interactuar con los demás y ampliar mi vocabulario y de esta
forma sostener una plática. Leer era una experiencia agradable para mí.
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En lo académico, durante el primer año de secundaria, la lectura fue fomentada por
diferentes estrategias de los maestros de español. En primer grado, el maestro que
impartía la clase nos inculcó la lectura de los textos literarios a través de leyendas,
cuentos, relatos, mitos y creencias, ya que cada clase tenía tiempo para contarnos o
leernos alguna y platicar de lo que escuchamos. Y en algunas ocasiones nos
animaba para inventar una propia.
“las lecturas que nos conmueven construyen en nosotros un deseo de escribir, no un
deseo de escribir como tal o cual autor, sino de conseguir el deseo que el autor tenía
cuando escribió su obra”(Suárez, 2002, Pp. 24)
Me gustaba mucho este tipo de literatura y más cómo la manejaba el profesor, pues
en esa clase mis compañeros y yo no sólo éramos receptores de los textos sino que
también podíamos crear una nueva historia, aprendíamos cómo se estructuraba una
leyenda, un mito, un cuento o según fuera el caso y a partir de esto podíamos
intentar escribir uno. El maestro, que era el mediador, fue quien nos inspiró a ser
creativos a partir de la lectura.
En segundo de secundaria la maestra que impartía la misma asignatura de español
estaba más enfocada en la escritura (ortografía, gramática, etc.) pero no hacía de
lado la lectura, entonces fue ahí donde conocí libros de Horacio Quiroga, ella los
pedía para leer en clase. Algunos que puedo mencionar son “Cuentos de la selva”,
“La gallina degollada”, “Las medias de los flamencos”, “La tortuga gigante”, entre
otros que leí en clase.
En tercero de secundaria la maestra encargada de la misma materia nos guió a la
literatura por medio de una antología, la cual consistía en buscar poemas o
reflexiones de libre elección de escritores mexicanos famosos y así cada quien
conformar su antología; además leímos “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de
Cervantes Saavedra, el cual no comprendí en su momento, y no me llamaba la
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atención, aunque después de años y con más experiencia lectora logré comprenderlo
y me llegó a agradar.
En todas la demás materias académicas impartidas en la secundaria la única
práctica lectora que hacíamos era cuando teníamos que hacer algún resumen,
cuadro sinóptico o comparativo, mapa mental, exposiciones o alguna actividad
parecida. Sobre todo en la materia de historia. Pero de alguna manera estaba
presente la lectura. Este ha sido el acercamiento de mis lecturas en la secundaria
tanto en lo académico como en lo personal.
En el año 2009 en el mes de julio terminé mi secundaria. Después Ingresé en el mes
agosto al Centro de Estudios Tecnológicos Industriales y de Servicio N°50 (CETIS
50). En esta época de mi vida me sentí muy contenta, conocí muchas personas y viví
muchas experiencias agradables. Todos los semestres fueron buenos y de gran
aprendizaje, logré socializar, ser un poco más autónoma y poner empeño en las
materias para obtener buenas calificaciones y nuevos conocimientos.
En el plantel donde estudié el bachillerato también cursé la carrera técnica en
informática. La mayoría de las lecturas realizadas durante los tres años que estudié
ahí fueron enfocadas a la carrera. Por el mismo motivo, en esta etapa escolar la
literatura no fue fomentada. La concentración estaba en los textos propios del
programa educativo.
En algún semestre del bachillerato tuve un maestro, el cual sólo nos enseñaba la
estructuración de la literatura pero no a hablar de ella. Nos hablaba de la
comunicación, pero realmente no la practicaba en grupo. Pienso que es importante
conocer la estructura de los textos, pero es más importante comprender y realizar
una lectura crítica y reflexiva.
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En las demás clases impartidas estaba presente la lectura para realizar algún trabajo
requerido. A partir de los trabajos realizados algunos eran tratados en clase y cuando
era así teníamos que comentar qué entendimos, en otras ocasiones sólo era
entregar el trabajo sin oportunidad de aclarar dudas y a veces no había nada que
expresar porque las lecturas eran sólo manuales o textos que no causaban algún
sentimiento o impresión en nosotros.
Haciendo una reflexión con base en el párrafo anterior, noto que los textos literarios
son una lectura que interactúa con el mismo lector. Provoca sentimientos,
emociones, inquietudes y cierto interés por descubrir más de lo que sabemos,
creando significados propios a partir de la lectura. La mayoría de los textos se
relacionan con experiencias que tiene cada uno como lector.
El acercamiento a la lectura por parte de la escuela fue muy poco. A través de un
curso de literatura con duración de dos semanas. Un maestro intentó fomentar la
literatura con textos cortos y la mayoría de autores conocidos. En este curso lo que
aprendí fue cómo leer para los demás. Leíamos en voz alta y cada párrafo lo
analizábamos; el maestro era el que nos imponía su percepción de los textos y no
escuchaba lo que para nosotros significaban.
En el último semestre, una maestra que impartía la materia de Lenguaje y expresión
oral nos pidió un libro que era especialmente de lectura y escritura. Esta maestra fue
más acertada en el momento de trasmitirnos la literatura. Cada lectura que estaba en
ese libro era parte de un tema diferente: ficción, cuentos, leyendas, fábulas,
investigaciones, novelas cortas, narraciones, entre otras. Incluso hubo algunas
lecturas que se convirtieron en mis favoritas.
En cada una de las lecturas realizadas hacíamos una actividad diferente, como los
cuestionarios, dibujos, la creación de un cuento, llevar una leyenda que nos gustara,
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comentar en clase, etc. Todo con base en el libro. Sólo a estos tres maestros son los
que recuerdo con el propósito de algún acercamiento a la literatura y su expresión.
Puesto que los intentos por parte de la escuela fueron pocos para fomentar en mí y
mis compañeros la literatura, yo tuve que buscar por mi parte qué leer. Se me
dificultó elegir un libro, porque no sabía cómo hacer una elección literaria, tenía
tiempo que no leía algo de mi gusto. Entonces uno de mis compañeros que le
gustaba mucho la lectura me ayudó a hacer alguna elección de libros y él empezó a
prestarme algunos suyos.
Después de haber cursado mi bachillerato quería seguir estudiando, pero aún no
sabía qué carrera elegir; entonces decidí dejar pasar ese año y pensar qué carrera
me gustaría. Ese año también lo aproveché para leer, ya que tenía tiempo y me
agradaba, haciéndome pasar un rato más ameno. Algunas obras que leí fueron
novelas, historias de terror, leyendas, entre otras. De los cuales puedo mencionar
que me gustaron las siguientes:
La tregua es una novela escrita por Mario Benedetti
Canciones del que no canta es poesía escrito por Mario Benedetti
El túnel es una novela policiaca Ernesto Sábato
La danza de la muerte es un diálogo en verso de Stephen King
Resplandor es historia de terror psicológico escrita por Stephen King
La penumbra leyendas e historias de terror de Lovecraft
La sombra sobre Innsmouth, novela de Lovecraft
Mitologías griegas
Al leer este tipo de libros me di cuenta de las diferencias que hay en cada texto
literario. Aprendí que puedo encontrar diferentes tipos de novelas como son las de
amor, alegóricas, góticas, surrealistas, policiacas, realistas críticas, psicológicas,
entre otras. Sin duda, me gustaron las románticas y de terror, porque atrapaban por
17
completo mi atención. Las disfrutaba mucho porque en varias ocasiones el texto se
conectaba con mis emociones.
“Hay que elegir de acuerdo al propio gusto (dice Pierre Bourdieu, descubrir una cosa
de acuerdo con el propio gusto, en tanto en principio de las elecciones –en este caso
de las lecturas sucesivas, elegidas-, es descubrirse a sí mismo)”(Suárez,2002,Pp.29)
En esta etapa de mi vida también me interesaba muchísimo la poesía, pues era una
enamorada sin causa. Entonces fue cuando empecé a investigar poemas de
escritores reconocidos y los leía con mucho entusiasmo, aunque algunos me
parecían muy complejos. Mario Benedetti que se convirtió en uno de mis autores
favoritos en cuanto a poemas. Incluso siento que al identificarme con sus poemas de
alguna manera ha marcado mi vida.
Durante el tiempo que no estudié también di clases de regularización de primaria en
un centro comunitario donde estuve trabajando en un grupo multigrado. Ahí noté los
problemas de aprendizaje que podían tener los alumnos y más si se trataba de la
lectura y la escritura, también la dificultad que existe en los niños para expresarse.
Era un grupo pequeño de 10 integrantes (de seis a diez años), pero todos con
problemas de aprendizaje.
Aunque en ese tiempo no tenía los conocimientos para enseñar, traté de poner
mucha dedicación en mis alumnos. En esta época de mi vida conocí a una
Pedagoga, quien me dio tips de qué medios utilizar para que mis alumnos pudieran
aprender de manera eficiente. Me recomendó libros didácticos para ellos y algunos
ejercicios grupales.
En ese tiempo logré que los niños pequeños avanzaran en su lectura y escritura a
través de dibujos que se relacionaban con cada silaba. Además trataba de leerles un
cuento o historia al final de cada clase para que empezaran a tomar gusto por la
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lectura. Y en muchos de los casos les ayudaba a hacer su tarea y a comprenderla,
más si se trataba de historia, ya que eran textos que necesitaban ser explicados.
Me retiré del centro comunitario con muchas ganas de ser docente para poder
ayudar a las personas en su educación. Fue ahí cuando tomé la decisión de estudiar
Pedagogía. Además uno de mis hermanos ya estaba inscrito en la Universidad
Pedagógica Nacional estudiando Administración Educativa y me llamaba la atención
los temas que me llegaba a comentar en casa. El me ayudó a inscribirme y
prepararme para mi examen.
Afortunadamente aprobé el examen y comencé a estudiar la universidad en agosto
del 2013. En esta etapa de mi vida he conocido buenos compañeros, buenos
maestros, he hecho buenas amigas, he tenido la oportunidad de crecer tanto
personal como profesionalmente. Incluso mi manera de pensar y ser ha sido
modificada totalmente. Aunque en esta etapa me enfoqué más a las lecturas
académicas.
Al iniciar mi carrera universitaria en la UPN se me complicó un poco el primer
semestre porque no estaba acostumbrada a leer todos los días lecturas de diferentes
materias. Recuerdo que en primer semestre nos pedían leer diferentes lecturas de
las materias introducción a la psicología, introducción a la pedagogía, historia y
filosofía. Los maestros nos decían que leyéramos de una clase a otra, porque de eso
trataba cada clase.
Como ya mencioné se me hizo algo complejo, ya que eran lecturas impuestas y yo
no tenía ese ritmo de lectura continua tratando diversos textos. Yo sabía que era
importante leerlas para poder aprender y participar en las clases. Pero a veces no
lograba terminar de leerlas o no las leía por falta de tiempo. Además las lecturas
tenían un vocabulario que no entendía, pero con el tiempo fui comprendiendo.
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Las lecturas que más se me complicaban eran las de filosofía, antes no había tenido
conocimiento previo de esta asignatura. Yo no estaba acostumbrada al tipo de
lenguaje de esta lectura y noté que a mis compañeros también les dificultaba, por lo
cual el maestro trató de cambiar la lectura por una más sencilla. Con la que fuimos
avanzando poco a poco. Me di cuenta que tan importante es la selección de lecturas
para cada tipo de personas y así es como lo hizo el profesor.
Además uno de los primeros libros en marcar mi formación profesional sin duda fue
La pedagogía del oprimido de Paulo Freire, lo que cambió mi visión de la educación,
yo tenía una idea de educación tradicionalista; pero al leer este libro me hizo
reflexionar que no debe ser así y que todos podemos contribuir a un aprendizaje. Es
uno de los libros que ha marcado mi forma de pensar.
En cuanto a las otras materias impartidas eran un poco más fáciles de comprender.
En historia ya tenía conocimientos previos, en psicología, aunque las lecturas eran
nuevas para mí, lograba entenderlas bien, y en introducción a la pedagogía fue un
poco complicado, ya que eran lecturas muy extensas que no lograba terminar y no
sólo yo, de igual forma mis compañeros se encontraban en esa situación.
En este último caso, el profesor, al ver que no lográbamos el ritmo de lectura que él
esperaba, decidió ya no darnos clase y nos dejó sin guía. Al principio tratamos de
juntarnos como grupo para poder leer y comentar las lecturas, pero no funcionó, era
el primer semestre y nadie lograba entender con precisión lo que cada lectura nos
quería dar a conocer.
Al recordar esta situación, pienso en lo importante que es un mediador que pueda
aclarar dudas sobre la lectura. Cuando me refiero a un mediador, quiero decir alguien
con más experiencia en el tema que nos haga reflexionar, aclarar ideas a través de
un aprendizaje cooperativo en el cual todos expresen lo que entendieron o no y así
formar un criterio propio.
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Al término del primer semestre, el cual aprobé satisfactoriamente, empezaba a tomar
gusto por las lecturas académicas y en segundo semestre (de enero a junio del
2014) los textos que nos dieron a leer fueron lecturas más organizadas en cada
materia. Varios de mis profesores, conforme el grupo iba leyendo, nos dejaban hacer
trabajos que pudieran demostrar que comprendíamos lo que leíamos.
Entre los textos que leímos en este semestre puedo recordar los siguientes, ya que
fueron los que más me llamaron la atención, entre otros:
Los grandes pedagogos de Jean Chateu
Historia de la Pedagogía de Abbagnano
Pedagogía de la esperanza de Freire
Las actividades que realizábamos para la comprensión fueron desde exposiciones,
resúmenes, cuadros comparativos, cuadros sinópticos, ensayos, entre otros. Hay un
modo muy particular que me gustó para entender mejor lo leído y fue en la materia
de Desarrollo y aprendizaje, donde después del texto leído el profesor se encargaba
de mostrarnos un video donde estaba aplicado lo escrito en la lectura.
También en clase el profesor nos hacía formar grupos pequeños para comentar la
lectura y al término de clase cada grupo aportaba su opinión a la clase. Puedo decir
que es una de las materias en la que más he aprendido; el profesor me pareció un
buen mediador tanto de las lecturas como del aprendizaje, donde todos podíamos
aprender de cada opinión en clase.
Existe otro maestro que también considero uno de los mejores en su forma de
enseñar y transmitir sus conocimientos, quien impartía la materia de
“Institucionalización, Desarrollo Económico y Educación”; él a través de exposiciones
y del diálogo en clase, nos preguntaba qué sabíamos u opinábamos respecto al tema
expuesto para clarificar ideas del tema.
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Pasando a tercer semestre (de agosto a noviembre del 2014), las dinámicas
parecían ser las mismas en todas las materias. Es decir, hacer exposiciones,
trabajos, tareas y comentar lecturas en clase. Recuerdo que en la materia de
Psicología Social: Grupos y Aprendizaje, después de haber leído todas las lecturas
del curso, como proyecto final tuvimos que ejemplificar lo que decía la lectura a
través de una práctica.
La práctica consistía en identificar un grupo social mencionado en las lecturas y
hacer un video con ese grupo dando las características del mismo y aplicando en
este video la información de las lecturas. Concluimos el semestre con este trabajo y
como un extra, el maestro nos pidió un libro que nos gustara mucho para
intercambiarlo con los compañeros y de esta manera conocer una nueva lectura.
Me parece que la lectura también puede ser mejor comprendida a partir de ejemplos
o poniendo en práctica cada lectura; al comprenderla creo que podemos expresarnos
acerca de ella. Cuando digo “expresarnos”, me refiero a dialogar con alguna otra
persona la información incorporada a nuestros esquemas cognitivos que se
modifican a través de la comprensión del texto.
En cuarto semestre (de enero a junio del 2015), con apoyo del libro de Zarzar
Charur, en la materia de Planeación y desarrollo aprendimos a realizar secuencias
didácticas y algunas prácticas de observación. Además en esta misma materia
recuerdo que realicé una de mis mejores exposiciones, porque logré comprenderla y
comunicar la lectura a través de ejemplos, con lo que capté la atención de mis
compañeros y varios de ellos lograron entender.
En este semestre también aprendí de las diferentes materias impartidas, en muchos
de los casos se relacionaban unas con otras y como siempre dejaban lecturas y
trabajos, pero esta vez con más tiempo para realizarlos y yo con más práctica en la
22
lectura. Este semestre para mí fue muy relajado, aunque trabajábamos no había
tanta presión como en otros semestres. Además los maestros que tuve nos dejaban
hacer equipos para trabajar, lo cual facilitaba más el aprendizaje.
En quinto semestre (de agosto a noviembre del 2015) fue uno de los mejores, ya que
los maestros con los que cursé las diferentes materias eran muy buenos, puesto que
dejaban lecturas y la mayoría las comentábamos en clase. Especialmente recuerdo
al maestro de Orientación Educativa, su forma de enseñar era muy didáctica y de
forma colaborativa.
Además este maestro fomentaba la convivencia del grupo; él conformaba los grupos
de trabajo para que entre compañeros nos conociéramos mejor. Por cada clase el
profesor dejaba como tarea una lectura y un trabajo. Cada clase un grupo encargaba
de la lectura del día y aplicaba una dinámica con base en el texto leído; al término de
cada clase se comentaba dicha lectura, en la cual el maestro siempre nos daba la
oportunidad de dar nuestra opinión.
En otras materias también nos dejaban lecturas, esta vez ya tenía más práctica
lectora. Debo de admitir que me gusta leer a solas cuando no hay interrupciones,
porque de esta manera logro concentrarme mejor y comprender más rápido. Pienso
que la importancia de la lectura a solas es muy valiosa, lo es más aún con alguien
con quien se pueda comentar lo que está ocurriendo en la mente cuando se lee.
En quinto semestre varios de mis maestros me motivaban en su forma de enseñar e
impartir su clase, al parecer todos ellos integraban al grupo para llevar a cabo un
aprendizaje cooperativo. Es por eso que ha sido uno de los periodos donde más le
he echado ganas, aunque también ha sido el semestre con más trabajos, tareas,
prácticas, exposiciones, dinámicas, etc. Pero a fin de cuentas uno de los mejores
semestres con mayor aprendizaje.
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En sexto semestre (de enero a junio del 2016), fue uno de los periodos donde se
trabajó de la misma manera que los primeros cinco semestres. Este semestre me
pareció bueno conforme a la manera de trabajar en cada asignatura, aunque también
algo relajado, por lo cual me dio oportunidad de re-descubrir la lectura porque ya
hacía tiempo de que no leía algo de mi elección. Llegué a leer algunas novelas en
mis tiempos libres.
De los profesores que puedo recordar de este semestre son especialmente dos
maestras, las cuales me dejaron una buena enseñanza. Una de ellas en la materia
de Investigación, aunque dejaba mucho lectura y trabajos, me pareció que con ello
nos inculcaba el valor de la responsabilidad, a ser constantes, disciplinados y a
esforzarnos por lo que queremos, para llegar al éxito.
Mientras, la maestra que impartía la clase de Programación y evaluación didácticas
nos inculcaba la importancia de la humanidad y más en el ámbito educativo. Desde
cómo tratar a alumnos discapacitados y qué programas didácticos podemos realizar
para una inclusión educativa. Además esta maestra por clase nos llevaba una lectura
breve pero muy entendible, la cual comentábamos en grupos pequeños y después
en toda la clase.
Esta etapa fue de decisiones, tenía que elegir un campo para mi formación en la
carrera. La docencia, como lo he comentado en mi historia, es algo que siempre me
llamó la atención, esta vez debía tomar en cuenta qué pre-especialización quería
para mi formación. Al principio dudé entre tres campos, los cuales eran Inclusión
educativa, Innovación docente y La lectura y la escritura en educación básica.
Me decidí por el campo de Lectura y Escritura en educación Básica; a pesar de que
esta decisión me separó de algunas amistades. La decisión la tomé porque noté que
conforme va avanzando la tecnología se va perdiendo el interés por la lectura de los
libros y no sólo eso, sino que también se está perdiendo el valor de la escritura y
24
ortografía correcta. Es común que hoy en día veamos a más personas pasando el
tiempo en los aparatos tecnológicos (celulares, tabletas, computadoras, laptops,
etc.).
No niego que a través de la tecnología es más fácil conseguir información y leerla,
pero “en la actualidad se lee (…) porque hay una gran proliferación de mensajes
escritos. Se lee en internet desde la pantalla, se escriben e-mails, se leen canciones,
se leen los subtítulos de películas, se leen revistas y diarios. Lo que no se lee son
libros. Y sin embargo, el libro sigue siendo la herramienta más interactiva que existe:
activa la mente, la imaginación y el corazón de la creatividad”(Suárez,2002, Pp.32)
Me di cuenta de la importancia que tiene leer, pues estas personas que no tienen el
interés por leer en la mayoría de los casos cierran sus mentes a nuevos horizontes.
Y algunas veces se les dificulta expresarse. Es por eso que elegí este campo que me
ayudará a fomentar la lectura a través de textos literarios en una temprana edad de
las personas. De esta manera será más fácil que estas personas más adelante se
interesen por la lectura y puedan comunicarse fácilmente con los demás.
Pienso que los libros no pueden ser remplazados por la nueva tecnología, es más
cómodo tener un libro en físico que nos dé placer de tocarlo, leerlo, imaginar, y
hasta crear nuevos universos en nuestras mentes. A través de la literatura se puede
lograr una mejor manera de expresarnos, empezando por expresar lo que
comprendemos y conocemos y cómo lo relacionamos con la lectura.
“El hábito de la lectura es como una compra a crédito. Lleva tiempo, pero a la larga,
leyendo uno consigue tener más palabras, más frases, más argumentos, más
matices, más dudas, más curiosidad: uno consigue expresar mejor y resolver mejor
sus propios conflictos; una persona que lee apasionadamente por lo general será
una persona comprensiva, flexible”(Suárez, 2002, Pp.31)
25
Así como a mí me apasiona leer en mis tiempos libres, me gustaría que las personas
puedan disfrutar de la literatura al igual que yo lo hago. Generalmente los espacios
de lectura y nuestra concentración nos invitan a crear o escenificar lo que leemos y
es más fácil cuando los textos incluyen imágenes. Disfrutar la literatura y después
conversar con alguien acerca de lo que me gustó o no de la lectura; me parece la
forma más enriquecedora de disfrutar la literatura.
Sin duda mi formación universitaria me ha dejado varios aprendizajes y experiencias
lectoras, las cuales aplico cada vez que es posible. En esta ocasión presenté mi
propuesta de textos literarios que fueron trabajados con pequeños de cinco-seis años
y qué mejor que empezar desde una edad temprana a tomar gusto por la literatura y
hablar de ella.
Para realizar y aplicar la propuesta utilizando el método “DIME”, mis compañeros de
campo y yo la aplicamos lo que ofrece este enfoque, entre nosotros mismos, para
apropiarnos de él y ponerlo en práctica. La propuesta pedagógica ha sido un reto
para mí utilizando este método, ya que no lo domino en su totalidad, pero tengo la
certeza que los apoyos didácticos, al momento de aplicar la propuesta y conforme
pase el tiempo, ayudarán a apropiarme del enfoque.
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CAPÍTULO II. CONTEXTUALIZACIÓN DE LA INSTITUCIÓN EN LA QUE SE
LLEVÓ A CABO LA EXPERIENCIA DE LECTURA BASADA EN EL
ENFOQUE “DIME”
2.1 Entorno social que rodea la escuela
San Lorenzo Tezonco es el lugar donde se ubica la escuela en la que llevé a cabo la
Intervención Pedagógica, es en un CENDI (Centro de Desarrollo Infantil) llamado
“Jardín de niños San Lorenzo Tezonco”. El nombre de la institución corresponde al
nombre del pueblo en el que se ubica el kínder, está en una de las áreas más
transitadas del lugar.
San Lorenzo Tezonco es uno de los dieciséis pueblos originarios de la delegación de
Iztapalapa, en el sureste del Distrito Federal. El nombre de San Lorenzo es un
compuesto que se debe a san Lorenzo Mártir, patrono de la comunidad católica de la
localidad y Tezonco es de origen náhuatl que se traduce como “en el lugar
del tezontle”. San Lorenzo Tezonco cuenta con una población de 43.039
habitantes (INEGI, 2011).
Actualmente se conforma como una zona urbana que aún es llamada Pueblo de
san Lorenzo, donde comúnmente se celebran carnavales, bailes y eventos
sociales en la explanada del pueblo; dichos eventos son organizados por la
delegación Iztapalapa y otras ocasiones por los pobladores del lugar.
El comercio es una de las principales actividades de la zona en la que se ubica la
escuela, pues hay tiendas de abarrotes, papelería, internet, puestos de comida
rápida, puestos de dulces y revistas (este último tipo de puesto invita a los niños a
leer, ya que tienen revistas de aprendizaje y entretenimiento para su edad).
27
El lugar donde se encuentra la escuela es muy transitado, está ubicado en una zona
escolar en medio de dos escuelas primarias públicas. Cercano al kínder está una
base de transporte público (combis), cerca también está la estación del metro
Tezonco, línea 12, en el mismo perímetro se localiza el hospital de especialidades
Belisario Domínguez. Como se puede ver es una zona bien comunicada y cuenta
con diversos servicios, entre ellos los de salud.
Debido a que la zona es muy transitada, se observa gran número de carteles de
propaganda que anuncian eventos sociales y públicos, éstos invitan a los niños a
observar a la leer imágenes e identificar las letras y palabras. Además aprenden a
darle significación a diversas señales entre ellas las de tránsito que diariamente
tienen que ver en el camino a la institución.
Servicios públicos fuera de la escuela:
pavimentación
transporte público cercano (metro, combis, peseros, taxis)
alumbrado público
2.2 El CENDI “Jardín De Niños San Lorenzo Tezonco” y su conformación
El Kínder cuenta con aproximadamente 80 alumnos(as). Son instituciones que
otorgan servicios educativos y asistenciales a niñas y niños de 3 a 6 años. Las
actividades que se realizan dentro de los centros son esencialmente formativas. En
ellas los niños y niñas adquieren aprendizajes acerca de cómo es el mundo y qué
cosas tienen que hacer para integrarse mejor al núcleo social y cultural donde viven,
aprender a desenvolverse en aspectos personales, sociales, de conocimiento y de
adaptación y cuidado al medio ambiente.
El CENDI es Escuela Pública, Preescolar con Clave 09NDI0613G y es
administrada por la delegación política Iztapalapa. La modalidad de los CENDIS es
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escolarizada y de tiempo completo. Cuenta con comedor, biblioteca y áreas de
desarrollo psicomotriz (gymboree). El gymboree es un método de estimulación, son
instalaciones con material didáctico que permiten el desarrollo cognitivo y psicomotriz
a través de la interacción con los instrumentos de la sala.
2.3 Servicios públicos con los que cuenta la escuela
La escuela cuenta con los siguientes servicios:
Drenaje (sanitarios)
Agua potable con servicio de
cisterna
Energía eléctrica
Teléfono
Internet
Alarmas sísmicas en cada
salón
2.4 Nivel socioeconómico de los estudiantes
Al estar ubicada en una zona de clase media, y al considerar que el gasto por
estudiante al mes es de $205 pesos de colegiatura más un aproximado de $150
pesos en alimentación a la semana y sin necesidad de gastar en transporte en la
mayoría de los casos, puedo definir a los estudiantes con un nivel socioeconómico
medio. En algunos casos los padres de familia tienen más de un hijo en la escuela.
Para asistir a la escuela su uniforme para los niños consta de ropa deportiva azul
marino y bata de cuadros azul marino con rojo. El uniforme se consigue
independientemente y cuesta alrededor de $ 250 pesos.
Cabe destacar que este tipo de instituciones fueron creadas con el objetivo de cuidar
y proteger a los hijos de las madres trabajadoras durante su jornada laboral. El
Jardín de Niños San Lorenzo Tezonco, al estar ubicado en una zona de oficinas y
escuelas de gobierno, es solicitado generalmente por las maestras y oficinistas que
trabajan cerca de la institución para que les brinden el servicio a sus pequeños.
Muchos de los niños solo asisten al kínder ahí, pero viven en otro lugar.
29
2.5 Cantidad de instalaciones y personal de la institución
La escuela está construida de ladrillo, tiene piso firme y techo de concreto. El CENDI
se ubica justamente en una esquina y cuenta con dos accesos de salida/entrada, una
trasera y otra frontal. Las instalaciones del CENDI están compuestas por:
2 patios
2 edificios
2 accesos de entrada/salida (la entrada frontal donde ingresan los alumnos
y la otra puerta para la salida)
Uno de los edificios se sitúa en la parte trasera de la institución, es de un piso y ahí
sólo se encuentran los baños y lavabos para las niñas y niños. Frente a él hay un
pequeño patio, con un jardín de plantas.
El segundo edificio se ubica frente al primero, éste es en forma de “T” cuenta con dos
niveles y tres entradas, dos de las cuales son para pasar al patio de atrás y otra para
salir al patio general que se encuentra en la parte de enfrente del edificio es ahí por
donde los alumnos ingresan a la institución. En el mismo edificio se sitúan las
siguientes instalaciones:
En la parte superior
Un comedor
Una cocina
Una bodega de materiales de limpieza
Dos salones de clases
En la parte inferior
Tres salones de clase
Una sala de desarrollo psicomotriz
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Una pequeña biblioteca
Un baño para el personal de la institución
En este mismo edificio se encuentran las oficinas de administración y gestión:
En la parte superior se ubica la Dirección
Se cuenta también con una oficina de orientación educativa en la parte
inferior del edificio, que es atendida por una pedagoga, una trabajadora
social, una psicóloga, una dentista, un médico y a veces un optometrista,
que visitan el CENDI una vez por semana, todos en diferente día
Personal de la institución. Se cuenta con:
5 docentes encargadas de un
grupo cada una.
2 encargadas de limpieza.
1 directora
1 secretaria administrativa
1 psicóloga
1 pedagoga
1 trabajadora social
1 médico
1 dentista
1 optometrista
Cabe mencionar que las últimas seis personas sólo visitan la institución una vez a la
semana. Mientras que los otros dan servicio de lunes a viernes. La formación de tres
maestras es de licenciatura en educación preescolar y dos en la licenciatura de
pedagogía, mientras que la directora es licenciada en educación preescolar y lleva
laborando 7 años de maestra y 3 de directora en el mismo CENDI.
2.6 Cómo funciona la escuela
La jornada es de tiempo completo de 8:30 de la mañana a las 2:00 de la tarde con
servicio de alimentación. Aunque las maestras entran desde las 8:00 de la mañana
con el fin de organizarse con sus compañeras para las actividades que se realizarán
31
en general y para tener preparado el material o el mobiliario acomodado que
utilizarán en cada aula.
La escuela tiene tiempos establecidos para las diferentes actividades del día. La
entrada es de 8:45 a 9:00 de la mañana. En la entrada se lleva a cabo una revisión
de alumnos para checar que no lleven ningún objeto extra que pueda desviar su
atención en clase. Además se revisa que lleven los alimentos del día para el
desayuno (cada día es diferente alimento), puesto que el comedor sólo brinda el
servicio para calentar los alimentos, ofrece un garrafón de agua a cada salón de
clases y da servicios de cubiertos y platos necesarios para los alimentos.
Después del filtro de entrada las actividades se distribuyen de la siguiente manera:
Se reúne en el patio a los niños antes de entrar al salón de clases para
hacer una rutina de activación, donde las maestras hacen que los niños
lleven a cabo un canto y un baile (cada semana es uno diferente) para
desarrollar en los niños su socialización, su motricidad y lenguaje.
Durante la rutina de activación también se les enseña una nueva canción,
trabalenguas, adivinanza o frases con rimas para apoyar su retención y
desarrollo cognitivo. (Vinculándolo con el enfoque “Dime”, estas frases se
comentan en clase, cada uno da la opinión de lo que entendió, es una
conversación informal para comenzar el día.)
Los niños entran a sus salones con sus respectivas maestras. Al entrar al
aula la maestra sienta a los niños (as) estratégicamente de acuerdo a sus
necesidades educativas y en momentos de lecturas todos se reúnen en el
fondo del salón, que es espacioso; para sentarse en media luna y poder
poner atención a los cuentos.
32
Cuando cada uno ya tiene asignado un lugar, las actividades empiezan con
el desayuno y antes tienen una pequeña conversación informal de la rutina
o un tema libre. Después del desayuno cada grupo lleva a cabo las
actividades que cada profesora tiene preparadas.
El recreo lo llevan a cabo los grupos en diferentes horarios, debido a la
diferencia de edades y para evitar incidentes que pongan en riesgo a los
niños. Los primeros en salir son los del grupo de preescolar 1, niños de
tres años de edad. Los siguientes son los niños que corresponden a los
dos grupos de preescolar 2, niños de 4 años. Los últimos en salir al receso
son los de 3er grado (primero un grupo y después el otro) que son niños de
5 años de edad.
Después del receso, es la hora de la comida, justamente a las 12:15 pm,
todos los grupos de la escuela suben al comedor para ingerir sus
alimentos, donde comen y conviven maestras y alumnos.
Después de terminar el horario de comida, a las 12:45 pm de la tarde
pasan todos a sus salones para continuar con sus actividades
pedagógicas.
Los alumnos se retiran a las 2:00 pm de la tarde, por la puerta trasera,
cada uno sale cuando su nombre es anunciado por la bocina que tiene
cada salón.
Finalmente, las maestras y personal de la escuela se retiran a las 3:00 pm
de la tarde.
33
2.7 En el aula
Los salones de clase están pintados de color verde y amarillo, con cortinas
decoradas en las ventanas, adornados con figuras de las diferentes temporadas,
conmemoraciones históricas o cívicas (primavera, mes patrio, día de muertos,
navidad, etc.). Además, cada aula cuenta con canastas que contienen diferentes
materiales didácticos (dados, bloques, palitos de madera, tijeras, pintura, plastilina,
pegamento, crayolas, pinceles, etc.). También cuentan con un espejo por salón y
área de material higiénico (papel, jabón, gel antibacterial, etc.).
Cada salón cuenta con mesas y sillas pequeñas (5 mesas por salón con 4 sillas por
mesa), en donde cada alumno tiene un lugar asignado. Cada una de las maestras, al
inicio del día, coloca estratégicamente a los alumnos en las diferentes mesas, de
acuerdo a las necesidades educativas de los niños (as). Los alumnos que requieren
mayor atención son quienes están sentados frente al pizarrón, junto al pizarrón se
observan las letras del abecedario y los números para un mejor aprendizaje. Además
cuentan con un perchero escolar para dejar sus mochilas.
Cada grupo consta de 18 a 20 alumnos entre niños y niñas. Todos los grupos son
diferentes y cada uno tiene su diversidad de alumnos pero siempre se les brinda la
atención necesaria de acuerdo a sus edades y a su desenvolvimiento escolar. Cada
grupo cuenta con una pequeña repisa de libros para leer en tiempos libres, son
aproximadamente de 10 a 20 libros por salón.
Las maestras cada día tienen actividades diferentes de acuerdo a los campos
formativos que permiten un aprendizaje significativo en los alumnos(as). Si el
docente planea actividades que llamen la atención de los niños y que ellos puedan
asociarlas con la vida cotidiana, la atención de los pequeños es mayor. Y sin duda, a
esta edad (de cinco a seis años), la expresión artística es una de las mejores formas
34
para que ellos manifiesten sus inquietudes, pensamientos y sentimientos y de esa
forma desarrollen su imaginación.
2.8 Características de los niños
Hay una gran diversidad de alumnos, tanto en conducta, rendimiento escolar,
desarrollo psicomotriz y desarrollo cognitivo. Los alumnos(as) son niños y niñas de 3
a 6 años. La mayoría de ellos ya tienen el control de esfínteres y un buen desarrollo
psicomotor. En esta propuesta se trabajó con los pequeños de cinco a seis años.
El PEP considera que los niños entre los cinco y seis años “se expresan de una
manera comprensible y tienen un vocabulario que les permite comunicarse, pero
también hay pequeños que en sus formas de expresión evidencian no sólo un
vocabulario reducido, sino timidez e inhibición para expresarse y relacionarse con los
demás. Estas diferencias no sólo se deben a problemas de aprendizaje, porque la
mayor parte de las veces son resultado de la falta de un ambiente estimulante para el
desarrollo de la capacidad de expresión” (SEP, 2011, Pp.42)
Mientras que Gesell, menciona que los niños entre cinco y seis años pueden tener
características particulares para comportarse, las cuales fueron tomadas en cuenta
para la aplicación de esta propuesta. Algunas de las características son las
siguientes:
Le agrada hablar y conversar con cualquier persona. Son grandes
conversadores.
Se interesa por el uso de palabras nuevas y largas; interés por el significado.
Su empleo de la gramática es fundamentalmente correcta.
Le gusta escuchar leer a otra persona.
Sabe definir palabras sencillas.
35
Entre los cinco años y medio y seis crece la capacidad para diferenciar entre
la realidad y la fantasía.
Puede enumerar las diferencias entre dos objetos sencillos.
Le gusta utilizar palabras altisonantes.
Plantea numerosas preguntas.
Reconoce frases, palabras y quizá oraciones. Encuentra palabras
relacionadas con la ilustración o el cuento.
Puede “leer figuras de un libro”.
Puede mirar el texto al igual que las ilustraciones cuando escucha una lectura.
Le agrada escuchar relatos de niños en acción y animales que actúen como
seres humanos.
Tiene bien manejada la psicomotricidad.
Empieza a desarrollar sus relaciones interpersonales
Está en el estadio preoperatorio (estadios según Piaget, donde menciona que
empiezan a ganar la capacidad de ponerse en el lugar de los demás,
actuar y jugar siguiendo roles ficticios y utilizar objetos de carácter
simbólico). (Gesell, 1985, Pp. 835-836)
Notar las características que cada alumno tiene para expresarse fue un punto
importante para desarrollar el enfoque “Dime” y dar seguimiento a ello. El
rendimiento académico es variado debido al apoyo en casa. Algunos ya saben leer lo
más básico, otros apenas identifican algunas palabras, números, letras y en algunos
otros casos sólo reconocen su nombre.
Existen alumnos con menor/mayor capacidad de aprendizaje y psicomotricidad, lo
cual resulta ser un inconveniente para ir al mismo ritmo de aprendizaje que todos.
Debido a esta situación, las maestras identifican a cada alumno con su necesidad
educativa para crear estrategias de inclusión, aprendizaje, convivencia y valores,
entre otras. A partir de lo dicho hago la siguiente reflexión de los grupos escolares en
general:
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Pienso que cada grupo de cualquier nivel escolar siempre será heterogéneo de
acuerdo a la diversidad de los alumnos y de las habilidades que cada uno tiene.
Como docentes estamos comprometidos a ayudar a desarrollar el potencial de cada
uno de los alumnos; aunque no en todos se logran los mismos resultados, debido a
que todos tienen diferentes necesidades educativas y habilidades. En la escuela los
docentes o mediadores debemos estar preparados para mirar la diferencia.
No es conveniente decirle a un alumno que no lo hizo bien por el hecho de que no
vaya al mismo ritmo que los demás o que está mal porque no haya respondido como
hubiéramos querido, sino que, como docentes, es necesario buscar las estrategias y
estímulos más convenientes para que el alumno pueda aprender y expresarse. Esto
lo relaciono con el enfoque “DIME” porque en él se menciona que no hay respuestas
malas, al contrario, se motiva a los alumnos a expresarse sin miedo a la
equivocación.
2.9 La biblioteca de la escuela
La biblioteca de la escuela está conformada por libros donados por los padres de
familia, otros financiados por la SEP y algunos otros proporcionados por las
maestras. La biblioteca sólo cuenta con un estante de tres niveles en el cual se
encuentran libros de acuerdo a la formación que requieren los niños, esto es:
desarrollo personal y social, comunicación y lenguaje, exploración y conocimiento del
mundo. Aproximadamente existen 80 o 100 libros en la biblioteca.
Cada mes la SEP presta libros al CENDI “Jardín de niños San Lorenzo Tezonco”. Y
estos se van rolando por grupos para su lectura. Cada vez que un grupo va a la
biblioteca con su maestra es para que les lean un cuento o para que cada uno de los
pequeños elija un libro para llevárselo a casa. La biblioteca también cuenta con
títeres de mano para utilizarlos como recurso didáctico para acompañar la lectura,
aunque en la mayoría de casos no son utilizados.
37
2.10 Plan de estudios con el que se trabaja
El CENDI “Jardín de Niños San Lorenzo Tezonco” es administrado desde la
Delegación Iztapalapa. Se guía por los planes educativos de la SEP (Secretaría de
Educación Pública), en este caso El Programa de Educación Preescolar (PEP). Es
un programa de educación básica que se maneja desde el 2011 en los planteles
preescolares. Está enfocado en aprendizaje por competencias.
“El programa se enfoca al desarrollo de competencias de las niñas y niños que
asisten a los centros de educación preescolar (…) Centrar el trabajo en las
competencias implica que la educadora haga que las niñas y los niños aprendan más
de lo que saben acerca del mundo y sean personas cada vez más seguras,
autónomas, creativas y participativas”(SEP,2011,Pp.14)
En este CENDI las profesoras llevan su práctica con base en el programa de la SEP.
Cada semana las profesoras hacen su planeación didáctica por competencia y en
ella establecen los temas, el tiempo determinado para las actividades y la
apropiación del conocimiento de los aprendizajes esperados. Esta planeación es
revisada por la directora y la pedagoga de la institución.
El programa de preescolar también se divide en 6 campos formativos, los cuales son:
Lenguaje y comunicación
Pensamiento matemático
Exploración y conocimiento del mundo
Desarrollo físico y salud
Desarrollo personal y social
Expresión y apreciación artísticas
38
En esta institución, en lo que respecta a la lectura, se apoyan en el Programa
Nacional de Lectura y Escritura, éste se basa en las competencias (aprender a leer y
escribir). El programa menciona que “por medio de la exploración de textos con
diferentes características (libros, periódicos e instructivos, entre otros) Construyen el
significado de la escritura y su utilidad para comunicar. Comienzan a aprender el
trazo de letras hasta lograr escribir su nombre”(SEP, 2011, pp. 27)
El Programa de Educación Preescolar cuenta con estándares por materia para
determinar los aprendizajes esperados en cada campo formativo. En el caso de los
estándares de la materia de español integran los elementos que permiten usar con
eficacia el lenguaje como herramienta de comunicación y para seguir aprendiendo.
Son los siguientes:
Procesos de lectura e interpretación de textos.
Producción de textos escritos.
Producción de textos orales y participación en eventos comunicativos.
Conocimiento de las características, de la función y del uso del lenguaje.
Actitudes hacia el lenguaje (desarrollar interés en aprender y expresarlo
mediante el planteamiento de preguntas y al escuchar y observar.)
Los avances en la materia de español se evalúan de acuerdo a la capacidad de
selección de textos de acurdo con sus propios intereses, interpretación de lectura,
comparación de un texto con sus experiencias, su desarrollo de lenguaje e
imaginación, la capacidad de retención y comprensión del cuento o texto leído, lo
cual se vincula con la propuesta a trabajada, en este caso el enfoque “DIME”, que
propicia la capacidad de expresar lo que se siente y se piensa a partir de leer un
texto, aunque en el caso del enfoque “DIME” se concentra en los textos literarios.
Este Programa al igual que el enfoque “DIME” tienen en cuenta el lenguaje y la
comunicación como medios de compresión para nuevos conocimientos, sin embargo,
39
en la institución no se trabaja tal como lo indica el programa. Las prácticas lectoras
son diferentes. Lo que menciona el programa PEP 2011 es lo siguiente:
La comunicación y el lenguaje es “una actividad cognitiva y reflexiva para integrarse
y acceder al conocimiento de otras culturas, interactuar en sociedad y aprender; se
usa para establecer relaciones interpersonales, expresar sensaciones, emociones,
sentimientos y deseos; intercambiar, confrontar, defender y proponer ideas y
opiniones, y valorar las de otros; obtener y dar información diversa, y tratar de
convencer a otros” (SEP, 2011, Pp.14)
Desde el enfoque “DIME”, se entiende que la comunicación es un aspecto relevante
para poder entablar un diálogo que permita que los alumnos interactúen entre sí con
sus compañeros y maestras, compartiendo opiniones, estados de ánimo, emociones
y vivencias mediante el lenguaje oral. El programa PEP 2011 y el enfoque “DIME” se
relacionan especialmente con dos de los campos formativos, lenguaje y
comunicación y desarrollo personal y social. Sin embargo, la comprensión en la
práctica de la institución es diferente a lo que mencionan ambos programas.
El lenguaje y la comunicación son aspectos que se tienen presentes en el PEP,
porque menciona que el niño “desarrolla competencias comunicativas y de lectura en
los estudiantes a partir del trabajo con diversos usos sociales del lenguaje, en la
práctica comunicativa de los diferente textos” (SEP, 2011, Pp.41), esto quiere decir
que sin duda alguna los textos son considerados como parte del desarrollo
comunicativo y social de los alumnos.
El PEP también toma en consideración los ambientes de aprendizaje y la función que
tiene el maestro en ello. Haciendo la relación y comparación con el enfoque “DIME”,
tiene similitudes al tomar en cuenta el aprendizaje colaborativo que crea un ambiente
de confianza para los alumnos y así facilitar la comunicación entre unos y otros.
40
Además el maestro en ambos casos es visto como el mediador de la clase que
puede integrarse al grupo dando su punto de vista como los demás participantes.
2.11 Actividades que se realizan con base en la literatura
Las actividades que se realizan son frecuentes en el CENDI y lo hacen para un mejor
desarrollo de lenguaje y comunicación, desarrollo personal y social. Al contar con
una pequeña biblioteca donde se encuentran libros de acuerdo a la edad y con los
temas más relevantes para el aprendizaje de cada nivel escolar, las profesoras
hacen uso de este acervo.
Cada profesora está encargada de leerle a los niños de su grupo por lo menos una
vez a la semana. Cada una cuenta con una metodología diferente para hacerlo. En
algunas ocasiones las profesoras mandan llamar a alguna de las mamás de los niños
para que ellas se encargue de leerles el cuento de la semana. En otras ocasiones las
maestras inventan cuentos con materiales didácticos (especialmente visuales) que
permitan el desarrollo de los niños.
Cada uno de los alumnos cuenta con su “tarjeta de lectura”. La tarjeta de lectura
consiste en apuntar el nombre del libro y la fecha, cada vez que el niño se lleve algún
cuento prestado de la biblioteca, éste es autorizado por la maestra de la clase. Los
niños deben llevarse al menos un libro a la semana, pero no se puede saber si lo
leyeron o no, ya que observé que en la experiencia de la maestra sólo pregunta si le
gustó el cuento o no y al recibir la contestación esperada “SÍ”, siguen con sus
actividades.
Observe que en la experiencia de la profesora no existen evidencias suficientes para
fomentar la comprensión lectora desde la concepción que se plantea en el enfoque
“DIME”. Se entiende por comprensión la forma de dialogar lo entendido de cada texto
literario que no sólo se limita al contenido, sino que se enfoca en crear vínculos con
41
las vivencias de cada uno de los lectores, expresar emociones u opiniones y de esta
manera ir creando significados propios de su entorno social y cultural. Además por
medio del lenguaje oral permite una mejor comunicación con los demás. Esta
manera de trabajar la comprensión lectora permite generar nuevos conocimientos y
cuestionar ciertas situaciones que nos provoca la lectura.
Observando a los niños y su relación con la lectura en las prácticas que se
desarrollan en el salón de clases, noté que a los pequeños sí les interesa explorar los
libros. Cada vez que ellos tienen un libro en la mano echan a volar su imaginación y
ellos explican de lo que trata el libro sólo con ver la portada. Cuando se les lee algún
libro su atención es mayor y por ende su comprensión y retención suele ser buena.
En clase, conforme van terminando de hacer las actividades planeadas por su
maestra, tienen la opción de tomar un libro de cuentos o para colorear. La mayoría
elige su libro para colorear, pero quienes elijen libro de texto para leer me di cuenta
que son personitas con gran imaginación, y con gran interés por aprender a leer. En
el caso de los pequeños de 3 y 4 años, les gustan los cuentos pero su atención es
mínima. En estos casos deben ser leídos libros cortos y de fácil comprensión. Miré
que estos niños retienen sólo cuentos cortos y los asocian con la vida cotidiana.
Es por eso que para mi propuesta elegí trabajar con los pequeños de 3° grado de
preescolar (niños entre cinco y seis años), porque ellos tienen un mayor interés en la
lectura y sobre todo en comentarla para después preguntar lo que observaron o lo
que alcanzaron a comprender.
42
CAPÍTULO III. ¿QUÉ ES EL ENFOQUE “DIME”?
El enfoque llamado “DIME”, tiene como propósito primordial que los lectores puedan
expresar todo lo que piensan o sienten a partir de la lectura visual o escucha de los
textos literarios; esto nos lleva a desarrollar el enfoque en grupos para que los
participantes puedan incrementar sus capacidades de comunicación, expresión y
aprendan a emitir sus opiniones en diversos temas y de esa forma se vayan
constituyendo como seres críticos.
“El punto principal del enfoque ´DIME´ es que nosotros realmente queremos
escuchar la experiencia del lector: gozo o su falta, pensamientos, sentimientos,
recuerdos y lo que sea que el lector quiera comunicar”(Chambers, 2007, Pp.61)
El recurso de este enfoque son los textos literarios como material didáctico de uso,
es a partir de los textos literarios que los participantes tienen la oportunidad de emitir
su opinión. La elección puede estar basada en el título, la portada, porque alguien la
sugirió, o por algo que llame nuestra atención sin siquiera haber revisado su
contenido; ésta es una de las primeras formas de expresión acerca de un libro.
La literatura es una forma de expresión comunicativa y de conocimiento para
aquellos que la practican. La literatura nos permite comprender situaciones,
contextos, épocas, etc., a través del lenguaje que conocemos. La forma en que estén
escritos los textos literarios nos acercan a los diferentes tipos de lenguajes que
podemos comprender.
“Leer (…) es un encuentro con la experiencia de hombres y mujeres, de aquí o de
otras partes, de nuestra época o de tiempos pasados, transcrita en palabras que
pueden enseñarnos mucho sobre nosotros mismos” (Petit, 1999, Pp.98)
43
¿Por qué leer textos literarios y no otro tipo de textos? Se eligen textos literarios, ya
que a través de la literatura se narran historias de ficción que nos muestran
realidades ocurridas en contexto y épocas que permiten identificarnos en nuestra
condición humana; es por eso que quienes las leemos construimos significados que
nos orientan en la comprensión del mundo, de los otros y de nosotros mismos.
“Hablar sobre literatura es (…) una manera de dar forma a los pensamientos y
emociones excitados por el libro y por los significados que construimos juntos a partir
del texto”(Chambers, 2007, Pp.27)
Los textos literarios nos conducen a despertar nuestra imaginación y curiosidad por
el mundo y diversas situaciones. Existen otros textos con finalidades muy específicas
como realizar observaciones, seguir indicaciones, aprender conceptos, resolver
problemas, etc. Dichos textos podrían ser: libros científicos, recetarios de cocina,
manuales, etc. Estos textos no son considerados para este enfoque.
Es por eso que a partir de los textos literarios “la lectura nos ayuda a construir, a
imaginar otros mundos posibles, a soñar, a encontrar un sentido, a encontrar una
movilidad en el tablero de la sociedad (…) y a pensar” (Petit, 1999, Pp.17 y 18)
El enfoque “DIME” trabaja los textos literarios, que además de ayudar a los
participantes a hablar bien de los libros, ayuda a tener una experiencia
enriquecedora de la lectura. Es decir, es un encuentro con la experiencia de otras
personas propiciado por la lectura de textos desde los cuales se conversa sobre
personajes de otros lugares y épocas. De esta forma podemos decir que este
ejercicio de lectura se convierte en una vivencia que nos lleva a una comprensión en
colaboración con otros.
En este enfoque se pretende que a través de una conversación literaria, el grupo
pueda expresar lo que piensa acerca de los textos literarios y cómo los liga a su
44
propia experiencia. “El enfoque DIME parte de este modo conversacional básico,
extendiendo el número de participantes de uno a uno, niño y adulto, a un adulto
facilitador con una comunidad de lectores cuyo interés está concentrado en un texto
compartido” (Chambers, 2007, Pp. 29 y 30)
Compartir en una plática lo que ocurre en un texto o lo que pensamos de él es una
experiencia interesante y emocionante. Para iniciar la conversación el enfoque
“DIME” sugiere algunas preguntas y toma en cuenta la participación de un mediador.
El adulto facilitador puede utilizar de guía preguntas que provoquen la conversación.
Es importante mencionar que la pregunta ¿por qué? No es utilizada ya que suele
inhibir la conversación, cuando alguien suele hacerla las respuestas son
frecuentemente un suspiro, una mirada apenada, un encogimiento de hombros o
ceños fruncidos: ciertamente una visible pérdida de entusiasmo.
“¿Cuál es el problema con ´porque´? Con frecuencia suena agresivo, amenazante,
conteniente, examinador (…) es una pregunta que abarca todo, demasiado extensa
para contestarla de una vez. Nadie puede explicar en un par de oraciones lo que les
gusto o no de un libro. Este es el motivo por el que los niños utilizan frases cortas y
abarcadoras para contestar: fue excitante, fue divertido, fue aburrido, fue
tedioso”(Chambers, 2007, Pp. 65)
Las preguntas que pueden dar punto de partida a la conversación son las siguientes:
Preguntas principales
¿Qué gustó del texto?
¿Qué no gustó?
¿Qué desconcertó?
¿Hubo algo que te pareciera extraño?
¿Cuáles fueron los patrones? En este caso que se trabaja con niños de preescolar
será ¿de qué trató el cuento?
45
Después de las preguntas principales se podrán hacer preguntas generales como
por ejemplo:
¿Has leído otra historia parecida?
¿Qué piensas de este libro?
¿Hay algo en el libro que te haya pasado a ti?
¿Te gustaría volver a leerlo?
Y finalmente pueden ser preguntas especiales como por ejemplo:
¿En cuánto tiempo transcurrió la historia?
¿En qué orden ocurrieron los eventos?
¿En dónde sucedió la historia?
¿Qué personajes te parecieron más interesantes?
¿Quién estaba narrando la historia?
No se trata de dar una lista de preguntas a los alumnos y que las respondan por
escrito u oralmente. Estas preguntas serán una guía para el maestro(a) que será el
mediador de la conversación literaria. “la maestra debe formular el tipo de preguntas
que ayude a los lectores a descubrir y a compartir su comprensión de los fragmentos
que le parecen claros” (Chambers, 2007, Pp.69)
Cuando se lleva a cabo una Conversación cooperativa entre la maestra con los
alumnos y entre los propios alumnos, el ambiente de aprendizaje es más efectivo, ya
que de este diálogo que se establece entre todos se logra una mejor comprensión y
expresión de los textos literarios y así mismo permite conocer las experiencias y
conocimientos de los demás, que en gran medida podemos incorporar a nuestras
vidas.
46
“El tipo de conversación que bosqueja ´DIME´ es individual y al mismo tiempo
comunitaria y cooperativa, pues cada participante debe escuchar lo que tienen que
decir los otros y tomar en cuenta lo que piensan los demás del libro” (Chambers,
2007, Pp.30)
La conversación debe ser manejada de manera informal, es decir, sin presiones al
momento de preguntar algo o haciendo referencia de que está mal o bien lo que
opinan los demás. Para que los participantes puedan expresar lo que quieran, deben
tener confianza y ésta será propiciada por el mediador, así ellos podrán participar sin
miedo a equivocarse.
“La conversación literaria ´DIME´ sólo funciona bien cuando está acompañada por
conversaciones menos formales y pláticas informales entre los propios niños y entre
los niños y las maestras, dentro y fuera de clase”(Chambers, 2007, Pp.83). El
ambiente de aprendizaje creado por el mediador será relevante porque de esta
manera se logrará una mejor conversación en la que los alumnos sentirán la libertad
de expresar lo que gusten.
La interpretación de cada alumno, en cuanto al texto, será valiosa. Cada comentario
estará vinculado con sus experiencias, observaciones y conocimientos. Por lo
general, los niños en preescolar son pequeños a los que les gusta expresar todo lo
que conocen, en este caso, al ver las imágenes del libro les dará paso a ampliar su
imaginación.
“La significación de cualquier texto cambia de acuerdo al contexto de la vida de los
lectores y sus necesidades en un momento determinado” (Chambers, 2007, Pp.23)
En ocasiones, los participantes vincularán su vida cotidiana con las narraciones que
leen, harán comparaciones si éstas les resultan significativas y si no es el caso sólo
descubrirán nuevos significados que puede utilizar en la vida real. La Asociación del
47
texto con el mundo será importante para cada alumno y a partir de cada
interpretación se conformará un nuevo conocimiento.
“Al llevar nuestro propio mundo al mundo del texto y compararlos, descubrimos
significados en uno u otro, o en ambos” (Chambers, 2007, Pp.26)
Cada participante al oír cada historia, cuento, narración o el texto que se lea, dará
lugar al pensamiento y dará una interpretación que deberá ser expresada tomando
en cuenta qué pensó o sintió al escuchar la historia. Es importante que sea
expresado lo que pensamos, aunque a veces sea complicado decirlo y más en la
edades tempranas, para hacerles saber que ellos son tomados en cuenta a partir de
sus opiniones.
“La lectura (…) nos hace pensar y nos ofrece un medio para crear la esencia misma
de nuestras vidas individuales y colectivas” (Chambers, 2007, Pp.35) El enfoque
“DIME” se preocupa porque la lectura nos haga pensar más allá del contenido de los
textos literarios pero también destaca nuestra comunicación, es decir, hablar sobre
lo que pensamos y cómo lo expresamos.
En ocasiones es importante hablar para sí mismo porque eso significa que estamos
pensado y organizando nuestras ideas, pero a veces sólo se queda en nosotros, por
lo que considero que debemos expresarlo y realmente escucharnos porque “no
sabemos lo que pensamos hasta que nos oímos diciéndolo”(Chambers, 2007, Pp.30)
Decir lo que se piensa de los textos literarios va a hacer que nos conozcamos a
nosotros mismos y saber lo que nos provoca tal cuento, historia o lo que hayamos
leído. Reconocer las sensaciones que nos provoca la lectura favorece a la expresión
verbal con el fin de decirlo para los demás, de esta manera logramos afirmar lo que
pensamos y sentimos. En la mayoría de casos se esperará una respuesta por parte
48
de las personas que nos escucharon, lo cual implicará una conversación a través del
diálogo.
Entendemos por diálogo “la forma de interacción de uno con otros,
un diálogo consiste en una conversación entre dos o más individuos, que exponen
sus ideas o afectos de modo alternativo para intercambiar posturas. En ese sentido,
un diálogo es también una discusión o contacto que surge con el propósito de lograr
un acuerdo” (Pérez y Merino, 2012)
El lenguaje y el diálogo siempre serán una parte esencial para comunicarnos con los
demás. La literatura como parte del lenguaje escrito nos transmite diferentes formas
de conocimientos, sentimientos, expresiones que se conectan con nuestras
experiencias. “Esta propuesta pedagógica considera a todos los participantes como
seres humanos, lo importante de la literatura tiene que ver con uno de los pocos
atributos que nos hacen humanos: el lenguaje” (Chambers, 2008, Pp.15)
Entablar una conversación con alguien más, será de utilidad para expresarnos
mediante el lenguaje y poder aclarar dudas e ideas que se tienen, esperando una
respuesta de acuerdo a la percepción e interpretación del receptor. Hablar a otros
nos ayuda “ya sea que hablemos para aclarar nuestros pensamientos o para
comunicárselos a otra persona (…) decir lo que pensamos significa que un oyente
debe interpretar lo que hemos dicho”(Chambers, 2007, Pp.31)
A partir de una conversación comunitaria podemos ir desarrollando nuestro espíritu
crítico. Cuando hablo de ser crítico me refiero a dar la opinión de diversos temas o
emociones que nos hayan causado los textos literarios. Ser crítico va más allá de
opinar. Ser crítico consiste en comparar, analizar, reconstruir, reorganizar ideas
acerca de lo que quiso dar a conocer el autor.
49
“La crítica tiene que ver con el significado en los textos, con hacer que tengan
sentido: estableciéndolo, encontrándolo, coincidiendo o no sobre él. La interpretación
es parte de la crítica. También lo son las consideraciones como se construye el
significado: por medio del lenguaje, formas narrativas, las convenciones e ideologías,
así como qué hace el lector con el texto y qué le hace el texto al lector” (Chambers,
2007, Pp.40)
Es verdad que a través de un texto leído nuestra forma de ser o pensar puede
cambiar. Como lo dice la cita anterior, hay ocasiones en las que el texto nos modifica
a nosotros. A través de la apropiación de los textos la lectura nos construye, influye
en un nuevo conocimiento y formas de expresarse. Además se conoce vocabulario
que amplía nuestras formas de expresarnos.
La lectura nos permite pensar y ser críticos de los textos literarios. Para ser un buen
crítico Chambers (2008, Pp. 42) nos menciona los siguientes pasos:
1. Presentarme obras u autores que yo desconocía.
2. Convencerme de que una lectura descuidada me ha hecho subestimar una
obra o un autor.
3. Mostrarme relaciones entre obras de diferentes épocas históricas y culturales,
relaciones que mis escasos conocimientos no me permitieron ni me permitirán
ver por mi cuenta.
4. Presentar una lectura que ahonde mi comprensión de la obra.
Pero… ¿los niños son críticos? Por lo general cuando esta pregunta suele ser
formulada, la contestación es no, ya que muchos consideran la crítica como una
actividad adulta especializada y no natural. Este es un error, ya que los niños tienen
una facultad innata por la crítica. Ellos instintivamente cuestionan, comparan y
juzgan. Si uno los deja, formulan sus opiniones y sentimientos llanamente y se
interesan en las opiniones y sentimientos de sus amigos.
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“Si existe un interés profundo en un tema, y se proporcionan facilidades necesarias
para que se expresen, los niños son críticos naturales desde edades muy tempranas
(ciertamente cuando comienzan la escuela, a los cinco años)” (Chambers, 2008, Pp.
215)
Pero ¿Cómo empezar a ser un crítico?, sin duda se necesita una situación de la cual
hablar y qué mejor que iniciar con la lectura de textos literarios, siendo la adecuada
para comenzar a constituirnos como lectores críticos. Además se necesitará el apoyo
de un mediador que nos haga reflexionar acerca de la situación que se quiera
dialogar. El enfoque “DIME” también nos sugiere un intermediario que nos ayude a ir
analizando la situación y en forma colaborativa aportar ideas.
De tal manera que al comprender cada lectura, permitirá a los niños entender a sus
pares, entender el mundo que los rodea y a sí mismos. A partir de la lectura de los
textos, permitirá crear nuevos significados, para lo cual es necesario que el
mediador colabore con los participantes para generar significados de manera que
ellos puedan construir los suyos propios.
El trabajo de los maestros como mediadores en la lectura consiste en “ayudar a que
los niños participen en el drama de la lectura, ayudarlos a convertirse en
dramaturgos (reescritores del texto), directores (interpretes del texto), actores
(representantes el texto), público (receptores activos y sensibles del texto), incluso
críticos (comentadores, explicadores y estudiosos del texto), es lo que considero
nuestro trabajo como maestros de lectura” (Chambers, 2007, Pp.16)
El enfoque “DIME” es una propuesta que permite que los maestros interactúen con
los alumnos y a partir de este momento formarse como seres seguros de expresarse
en cualquier situación y mejorar sus relaciones interpersonales con las personas de
cualquier edad. Este enfoque, al practicarlo, permite crear un ambiente de confianza
en el aula.
51
Resumo con los siguientes puntos qué es lo que pretende el enfoque “DIME”:
Acceder a la comprensión de los textos, del mundo que los rodea, de sí mismos y
de sus pares a través de la propuesta didáctica que ofrece el enfoque “DIME”.
Construir significados a través de una conversación literaria que propone el
enfoque “DIME”, teniendo como base la lectura e interpretación de textos
literarios.
Ayudar a los alumnos a ser críticos constructivos de textos literarios.
Contribuir al gusto por la lectura.
3.1 Propuesta: el álbum de imágenes y el audio-cuento como recursos de la
literatura infantil
El álbum de imágenes y audio-cuento son considerados como recursos didácticos
auxiliares en proyectos de literatura. En esta propuesta de intervención fueron
utilizados para el trabajo que se llevó a cabo con los pequeños de cinco y seis años
debido a que la mayoría de ellos aún no saben leer convencionalmente textos
escritos, pero sí logran interpretar imágenes y escuchar audios. Interpretar imágenes
es una forma de lectura, también lo es escuchar literatura.
Álbum ilustrado. Según Nodelman dice que “los álbumes ilustrados son medios
importantes a través de los cuales integramos a los niños y niñas pequeños a la
ideología de nuestra cultura (…) en otras palabras, es ver y comprender los sucesos
y a las personas de la manera en que el narrador nos invita a verlos”(Nodelman,
1996, Pp.116)
A través de las imágenes se pueden mostrar a los pequeños diversos sucesos que
puedan explicar con facilidad diferentes situaciones. Los pequeños no sólo observan
detenidamente las imágenes, pues conforme las miran también van descubriendo
52
diferentes entornos y los van conectando en ocasiones con experiencias personales.
Y por consiguiente, a algunos les gusta expresar lo que piensan de las imágenes.
“Ya sea que comencemos con lo verbal o lo visual, cada uno crea una expectativa
del otro, lo que a su vez nos aporta nuevas experiencias y nuevas expectativas. El
lector pasa de lo verbal a lo visual y a la inversa, en una continua expansión del
entendimiento” (Nikolajera y Scott, 2000, Pp.2)
Es importante el lenguaje visual – verbal y su táctica, en varios casos el sujeto como
receptor de ello emplea la observación detenida e inmediatamente empieza a crear
significados y a eso le llamamos interpretar y desde luego querrá expresar lo que ha
visto. El primer acercamiento a la literatura e interpretación de imágenes puede ser la
elección de un libro, después leerlo e interpretarlo se podría comenzar una
conversación literaria, donde cada quien tendrá la oportunidad de expresar lo que
percibió de las imágenes del texto literario leído.
El poder de las imágenes en el texto es una manera más agradable de leer, no será
una lectura “apresurada”, más bien cada quien se detendrá a hacer observaciones
de las imágenes y les dará su propio sentido. “El texto verbal nos lleva a leer en
forma lineal, mientras las imágenes nos seducen para que nos detengamos a
observar” (Sipe, 1998, Pp.101)
En los álbumes ilustrados “hablamos de libros compuestos de imágenes y palabras
cuya interacción íntima crea niveles de significados abiertos a interpretaciones
diferentes y con el potencial de sembrar en sus lectores una reflexión sobre el mismo
acto de leer”(Arizpe y Styles, 2004, Pp.48)
El álbum ilustrado es un buen medio para apoyar la lectura porque cada participante
al interpretar imágenes, tendrán diferentes resultados. Esto se debe a que cada
persona tiene diferentes formas de pensar y darle significado a éstas. Al tener cada
53
quien ideas diferentes se pueden compartir y dialogar con los demás para crear
alguna idea general.
Compartir una lectura permite tener una empatía con los demás que han leído la
misma lectura, porque ambos saben de qué trata y lo que se piensa de ella, se
puede expresar. Compartir una lectura también es contagiar el entusiasmo de sí
mismo como lectores a las demás personas que aún no han leído la misma obra que
nosotros y de esta manera invitar a que la lean.
Con el álbum de imágenes compartimos no sólo interpretaciones, sino vivencias.
Esto provoca darle sentido y expresarlo a través de las conversaciones que
construyen las relaciones necesarias para que los niños se sientan emocionalmente
seguros y predispuestos al aprendizaje. Comprender y construir significados a partir
de la experiencia propia, de lo individual a lo colectivo, es una forma de aprendizaje
colaborativo.
Audio-cuento. En esta propuesta el audio-cuento es otro medio para apoyar las
experiencias de la lectura de textos literarios. Hay quienes dicen que el audio-cuento
no es válido como la lectura visual porque no conocen los grandes beneficios de esta
práctica. A continuación sus beneficios:
Introduce al alumno en libros por encima de su nivel de lectura.
Educa la escucha activa y atenta.
Genera un buen modelo para la lectura interpretativa.
Enseña a practicar la escucha crítica.
Resalta el humor en los libros.
Introduce nuevos géneros que los estudiantes podrían no considerar de otra
manera.
Introduce nuevo vocabulario, ofrece nombres o lugares nuevos para la
experiencia de los lectores.
54
Proporciona un modelo de lectura en voz alta.
Proporciona un puente a temas importantes de discusión.
“Nadie discute la importancia de la enseñanza del proceso de lecto-escritura, pero la
comprensión del mensaje, el pensamiento crítico sobre el contenido, usando la
imaginación, y hacer las conexiones está en el corazón de lo que significa ser un
lector y en él porque los niños aprenden a amar los libros”(Cuentos para crecer,
2006.)
Ser lector es la habilidad que tenemos para interpretar de diferentes formas la
literatura. El audio-cuento es una manera de interpretar y crear significados, porque
propicia en el lector el desarrollo de la imaginación y amplía su vocabulario. Existen
audio-cuentos narrados por voz real humana, voz digital y audios dramatizados,
narrados por diferentes narradores. Todos con el fin de adentrar al lector a la
literatura, incluso si el lector tuviera que hacer otra actividad al mismo tiempo.
En esta propuesta, el audio-cuento utilizado es el audio dramatizado, que se
caracteriza por añadir efectos de sonido. Algunos audios tienen versiones
completamente dramatizadas del libro impreso, a veces con un grupo de actores,
música, y efectos de sonido. Son audios especialmente empleados en cuentos para
niños. Este tipo de audio dramatizado permite darle énfasis a la lectura y que los
participantes se interesen al oírlo.
3.2 Elección de los textos literarios
La elección de los textos literarios se hizo de acuerdo a la revisión previa del material
de la biblioteca escolar. En la revisión de los textos se cuidó que fuera apropiado
para la edad de los niños, con gran cantidad de imágenes o expresiones que
llamaran la atención de los alumnos (en el caso del audio cuento se utilizó una
memoria USB y una bocina. Cabe mencionar que se cuenta con este recurso en la
55
escuela). También se buscó que no sobrepasaran un tiempo prolongado, ya que el
tiempo era limitado en cada sesión y la atención de los niños en edad preescolar
suele ser por períodos de tiempo muy corto.
Los textos literarios fueron variados, entre los que podemos encontrar:
Cuento de
suspenso
Cuento de
fantasía
Fábulas
Novelas breves
Historias
Cuentos en
forma de rima
Canciones
3.3 Planeación de las sesiones
Las sesiones fueron planeadas de acuerdo a una secuencia didáctica. Cada sesión
tuvo una planeación de acuerdo al libro que se trabajó. Cada sesión se planificó con
el tiempo aproximado para la aplicación del enfoque “DIME”, se trató de que el
tiempo fuera de acuerdo a la atención de los alumnos sin que éstos perdieran el
interés en cada sesión. El siguiente cuadro es el modelo de cada planeación.
Objetivos Secuencia didáctica Tiempo determinado Actividades de
aprendizaje
Aprender a elegir un
texto (los alumnos)
Elección del cuento 5-10 minutos Votación y
aceptación del cuento
a leer
Observar la atención
de los pequeños en el
texto
Narración del cuento
o Audio-cuento
10-15 minutos Aprender a escuchar
y concentrarse en la
lectura
Aprender a
comunicar y expresar
ideas o sentimientos
Aprender a escuchar
Conversación
literaria
Indeterminado Preguntas básicas,
generales y
especificas de la
lectura
Reafirmar el gusto o
no por la lectura
trabajada
En caso de que haya
tiempo, se hará una
actividad final
10 minutos Aprender a expresar
la lectura a través de
las actividades
(dibujo, expresión
mímica, etc)
56
CAPÍTULO IV. APLICACIÓN DE LA PROPUESTA
En cada sesión se trató de seguir la planeación, haciendo actividades acerca de la
lectura y propiciando una conversación que promoviera el enfoque “DIME”. En las
sesiones la mayoría de veces estaba acompañada por la maestra titular del grupo,
quien me ayudaba a poner orden en el grupo. En otras ocasiones me dejaron
trabajar con el grupo por determinado tiempo, sin ninguna supervisión. A
continuación narro lo que sucedió en cada sesión.
Sesión 1
Lectura: “Gansa tonta”.
Un miércoles por la tarde, después de haber pasado al comedor y estando en el
salón correspondiente, ya sentados cada quien en su lugar, la maestra titular me dió
la oportunidad de aplicar mi primera sesión. Ella tenía que pasar evaluaciones y me
dijó: “No tardo, son todos tuyos, cualquier cosa voy estar en la dirección”. La maestra
antes de irse da la indicación al grupo: “Ahorita regreso, por favor háganle caso a la
maestra Angélica, regresando voy a preguntar cómo se portaron ¿eh?”
Entonces me quedé sola con los pequeños y todas las miradas se dirigieron hacia
mí, entonces les pregunté: “¿Les gustaría que leyéramos un libro?” y ellos
respondieron que sí. Mostré a mi grupo tres libros que sugerí para leer, ellos
observaron las portadas y sin que pudiera leerles el título de cada uno, ellos ya
habían elegido con tan sólo mirarlos.
Ellos eligieron el libro llamado “Gansa Tonta”, yo leí sin que ellos supieran el título del
libro. La forma de narrarles fue verbal, cambiando mi tono de voz para cada uno de
los personajes y mostrándoles a los pequeños cada imagen conforme iba avanzando
la lectura. Noté que la atención de los pequeños en la lectura era buena, ellos ponían
mucha atención y les gustaba ver las imágenes.
57
Mientras leía observé que los niños, al ver una imagen que les llamaba la atención,
comentaban a sus compañeros lo que pensaban. Yo preguntaba si querían
comentarlo en voz alta, pero ellos decían que “no”; al parecer les daba pena expresar
para todos lo que habían dicho. No quise obligarlos a participar y continúe leyendo
hasta terminar.
Al término de la lectura pregunté si les había gustado lo que habíamos leído, ellos
muy contentos respondieron “sí”. Después pregunté: “¿Cómo creen que se llamó el
cuento que leímos?” Algunos de ellos contestaron: “El ratón y el pato”, “El pollo
gigante”, “El ratón”, “El pollo y el zorro”. (Todos hablando al mismo tiempo)
Aunque todos hablaban al mismo tiempo, pude percibir sus comentarios y aclaré:
“Muy bien chicos esos también hubieran sido buenos títulos, pero en realidad éste se
llama, Gansa Tonta” –continúe preguntando- “¿alguien se lo hubiera imaginado?”
Ellos, con caras de asombro, dijeron: “Ese título no me gusta” “Le queda mejor la
gansa y el ratón”. Respeté sus comentarios y pregunté si algo no les había gustado
de la lectura y algunos de ellos comentaron en cuanto a los personajes diciendo lo
siguiente: “El pato no me gustó”, “Yo prefiero al ratón”, “a mí no me gustan los patos”.
Sin ningún otro comentario, pasé a la siguiente pregunta: “¿Qué fue lo que más les
gustó o sorprendió del cuento?” Varios de ellos expresaron la parte del cuento donde
el zorro cae al estanque y el ratón salva a su amiga la gansa. Después de esta última
pregunta los pequeños empezaron a perder la atención y se empezaba a perder el
control del grupo, por lo que tuve que dar por terminada esta sesión.
Observaciones
Eligieron el libro por portada y sólo señalándolo (varios de los alumnos, no
todos)
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Su atención y retención con respecto a la lectura fue buena, pero no se pudo
lograr una conversación extensa entre todos los participantes, ya que no
estaban acostumbrados a hablar acerca de los textos
Quienes participaron en la dinámica fueron 5 niños de 18 que habían asistido
Varios pequeños tenían temor a expresar lo que pensaban
Todos los que querían participar hablaban al mismo tiempo
Se perdió con facilidad la atención, ya que no estaban habituados a este tipo
de ejercicios
Sesión 2
Lectura: “Un lobo así de grande” – cuento de suspenso.
Viernes, parecía un día muy tranquilo, era antes de medio día, los pequeños se
encontraban con mucha energía. De nuevo me dejaron el grupo, sugerí leer un
cuento, ellos emocionados contestaron que sí. Doy tres opciones a elegir, les
muestro carátulas y les leo los títulos. Ellos muy atentos, en cuanto vieron y oyeron
de qué se trataba el cuento que les llamó la atención dijeron: “ése” (señalándolo).
Para estar segura de su elección hice “votaciones”. Mostré libro por libro y les pedí
que levantaran su mano si querían que se leyera el libro que iba mostrando.
Reafirmé su decisión por el libro “Un lobo así de grande”. Al parecer este libro les
llamó la atención por su carátula y su título. Antes de leerlo pregunté “¿Qué piensan
que va ocurrir en este cuento?”
Algunos respondieron: “El lobo se va a comer al niño”, “el
niño está con su mamá y ella lo va a defender”, “¡no sé!
Mejor ya léenoslo”. Ellos muy ansiosos por esta lectura y
yo con toda la disposición de leerles, comencé. Al
comenzar el libro nadie esperaba que el texto fuera de
suspenso, pues el libro contenía una pequeña extensión por cada página (la cortina).
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La historia la narré de acuerdo a lo que decía el cuento y haciendo énfasis en las
voces de acuerdo a los personajes. La historia se narraba en la habitación del
pequeño protagonista donde había una cortina, esta cortina sin duda fue la que más
emoción causó en los pequeños, pues detrás de ella se encontraba el “lobo” y el
protagonista del cuento daba detalle de cómo era. Los niños escuchaban la
descripción y temerosos al ver al lobo detrás de la cortina se impacientaban.
En un momento los niños se ponían nerviosos, con miedo, con ansias, con emoción
y decían: “por favor, abre la cortina”. Entonces yo abría la cortina y varios de los
chicos gritaban de emoción y miedo, pero en cuanto veían la imagen se
tranquilizaban, pues veían cada detalle de la imagen y me pedían verla más cerca.
Algunos al verla más cerca les daba miedo, a otros los impresionaba y observaban
sin decir nada, a varios les daba valentía, tanto que comentaban hacia el libro:
“Lobo malo”, “feo lobo, vete”, “deja al niño en paz” y en dos ocasiones le dieron una
palmada al lobo del libro diciendo “lobo malo”. Otros comentaban, “no se ve tan malo
como el niño decía”, “no tiene las garras tan afiladas”, “woow sí tiene los ojos rojos”,
“mira sus dientes”. Cada página que pasaba era de observación y escuchar
comentarios similares.
Al terminar de leerlo pregunté si les había gustado y la mayoría contestó que sí.
Algunos pidieron que se leyera de nuevo pero también hubo quienes dijeron que ya
no querían escucharlo ni verlo. Así que hice una votación para saber si querían que
se volviera a leer y la mayoría dijo que no, lo que me desconcertó, porque se supone
que les había gustado.
Después de esto traté de iniciar la conversación basada en el enfoque “DIME” y
pregunté: “¿El lobo era de verdad o que es lo que estaba pasando?” Algunos
contestaron que sí era verdad y otros dijeron que no. A una de las pequeñas que dijo
60
que no era verdad, le pregunté: “¿cómo lo sabes?” Ella muy segura contestó: “Es de
fantasía (con tono y cara de obviedad)”
Contesté: “Ah y ¿cómo sabes que es de fantasía?” Ella contestó: “Porque un lobo no
puede estar en el cuarto del niño, los lobos viven en los bosques”. Muy bien, continué
preguntando: “¿Alguien ha visto un lobo alguna vez?” Ellos se quedaron pensando y
algunos dijeron que si y otros que no. Yo pregunté: “¿en donde los han visto?” Un
niño respondió “pues en los cuentos” y otro dijo “en videos”. (Ellos hablaban casi al
mismo tiempo)
Después de estas preguntas el grupo se empezó a descontrolar ya que ellos no
tenían el interés de escuchar a sus compañeros y quienes ya se habían expresado
empezaban a perder el interés. Decidí dar por terminada esta sesión y pasar a otra
actividad. Al terminar la sesión hubo pequeños que se acercaron a mí para que les
prestara el libro, ya que les había llamado mucho la atención y eran quienes querían
que se hiciera una relectura, así que se los presté.
Eran cinco niños, cuatro de ellos decidieron leerlo en parejas y una pequeña prefirió
leerlo sola. Mientras se los presté, observé que los niños miraban detenidamente y
por mucho tiempo las imágenes de cada página y aunque no sabían leer las letras
ellos iban narrando la historia conforme se acordaban de lo que se había leído y de
acuerdo a la interpretación que cada uno le iba dando. Noté que les gustaba leer en
voz alta.
Observaciones de sesión
Había patrones repetitivos en el texto que los niños leían junto conmigo sin
que yo se los pidiera. Ejemplo: la lectura en un inicio mencionaba la frase “Un
lobo así de grande”, lo cual repetían los pequeños
El libro provocó emociones (miedo, valentía, suspenso, ansiedad, etc)
61
La mayoría de participantes no quiso expresar lo que pensaban del texto; los
alumnos que comentaron, son los que regularmente participan más
Se perdió la atención y la conversación fue corta
No ponían atención al compañero, no sabían escuchar
Una relectura en los participantes que lo pidieron fue interesante, ya que ellos
le daban una segunda interpretación de acuerdo a su propia percepción
lectora
Se notó el gusto que tomaron por la lectura individual, de esta manera se
observó el interés de los niños por la lectura
Sesión 3
Lectura: “El increíble niño come libros”.
Era un día soleado, los niños tenían mucha energía y estaban ansiosos porque ya
iba a llegar el receso. La maestra titular del grupo esta vez nos acompañaba y me
recomendó que les leyera algo. En esta ocasión quise hacer uso de los libros que
tenían en el salón; quise hacerlo de esta forma ya que los participantes en esta
sesión fueron sólo 13, le pedí a cada niño que tomara un libro y que cada uno dijera
qué era lo que les había llamado la atención de ese libro.
Recibí comentarios como: decían que el color del libro les había gustado, por los
dibujos de la portada, porque traía princesas que conocían, por el tamaño del libro,
por las pocas páginas que tenía, pero uno en particular llamó la atención de todos,
era el libro de color café con una grande mordida en la esquina
inferior (diseño del libro).
Todos se preguntaban “¿Qué era eso?”, algunos comentaron:
“¿Quién lo mordió?” Sin aún decirles el título, ellos ya habían
hecho la elección y pidieron que se leyera ese libro. Antes de
comenzar les pregunté: “¿De qué creen que se trata el libro?” Y
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ellos con sólo ver la portada, algunos comentaron: “de libros” “de un niño” “un niño
que come mucho”. Después de sus comentarios les dije el nombre del libro. Se llama
¡El increíble niño come libros!
Al escuchar el nombre del libro se sorprendieron y entre tantos murmullos escuché
que alguien dijo: “¿Cómo puede un niño comer libros? Le va a hacer daño”. Entonces
comencé la lectura y conforme iba avanzando ellos muy atentos a la historia, pero
sobre todo a las imágenes que contenía el libro. Cada página leída era para ellos
una imagen más que interpretar y comentarlo al compañero de al lado.
La historia narraba cómo un niño por equivocación se comió la página de un libro. El
personaje descubrió cómo al comer páginas de libros le causaba en su mente más
conocimientos y por eso el decidía comer libros enteros. En medio de la historia el
personaje aparece huyendo de un libro. Y es cuando les pregunté: “¿Qué creen que
esté pasando aquí?”
Y ellos al ver la imagen y con mi pregunta empezaron un breve diálogo, comentando
lo siguiente:
Lemuel: El libro se lo va a comer porque él se comió a sus
hijitos.
Ximena: No, sólo lo está persiguiendo.
Iker: No, el niño está teniendo pesadillas.
Yo: es verdad Iker, ¿cómo lo supiste?
Iker: Porque ahí se ve que es de noche y está su cama.
(Expresión de obviedad)
Yo: Muy bien, Iker -continúe leyendo-
Esta lectura fue muy detenida, ya que a los niños cada vez que una imagen de la
historia les llamaba la atención, ellos de inmediato empezaban a entablar una
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conversación breve. A continuación la interpretación que algunos alumnos le dieron a
las imágenes que más les llamaron la atención y la conversación entablada con base
en éstas.
Escena del teatro (el niño al tener la habilidad de comer libros, se presenta en un
teatro para demostrarlo a las personas):
Alina: ¡El niño está en el circo! (Señalando y con
expresión de sorprendida).
Christopher: Es verdad, la gente lo está viendo.
Ximena: sí, es que ven cómo se come los libros.
Yo: ¿Cómo saben que es un circo?
Lemuel: Porque cuando fui con mis papás al circo
así estaba como ahí (señalando el escenario) y las
personas hacían cosas sorprendentes, como el niño.
En ese momento noté la relación que los pequeños hicieron entre lo que ellos
conocían con la imagen de la lectura. Les dije que estaba bien y continuamos con la
lectura, diciéndoles lo que se narraba en esta parte de la historia. La siguiente
imagen que también llamó la atención de los pequeños, la relacionaron con su vida
cotidiana y la conversación que se creó fue la siguiente.
Yo: ¿Díganme qué piensan de esta imagen, qué
creen que está pasando?
Ximena: ¡El niño ya no sabe! (Preocupada).
Diana: Al niño le duele su cabeza.
David: Está contestando mal.
Lemuel: No sabe qué contestar.
Bruno: Ya le dio pena, a veces me pasa así.
Mía: Al niño se le revolvió el cerebro (haciendo muecas y señalándose su cabeza).
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Continuamos con la lectura.
Imagen en la que el niño se enferma:
Yo: ¿Díganme qué piensan de esta imagen? Esta vez me dirigí a las personas que
faltaban por participar.
Mía: El niño ya se enfermó.
Ximena: Va a vomitar (expresión de asco).
Christopher: El niño se siente mal, le duele
la panza (expresión de preocupación).
Yerik: Lo van a llevar al doctor.
José: Se le van a salir los libros.
Yo: ¡Ok chicos! Continuemos para ver qué
más pasa.
Los pequeños estaban en lo cierto. El personaje de la historia había enfermado y lo
llevaron al hospital, donde se le prohibió comer más libros. La historia concluye en
que el personaje de la historia hace caso a no comer más libros y ahora sólo los lee
para tener los mismos conocimientos, pero sin que le hagan daño. En la última
página del libro se observa la figura de un brócoli; a los que los niños comentan.
Ximena: Qué bueno que ya no come libros.
Christopher: Ahora come frutas y verduras, como dice mi mami.
Diana: Sí, come puro brócoli, a mí no me gusta.
Ximena: Este es el último libro que se comió (señalando el libro que leímos).
-Todos rieron y se mostraron en un ambiente de confianza y relajación-
Entonces pregunté: ¿Cuál fue su parte favorita de esta historia?
Evelyn: Cuando el niño está en el circo.
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Iker: Cuando el niño ya no está enfermo.
Ximena: Cuando él sabe mucho.
Yo: ¿Alguien más quiere comentar?
-nadie-
Yo: ¿Hay alguna parte de la historia que no les haya gustado?
Bruno: Sí, cuando el niño se equivocó (escena de la escuela).
Mía: Cuando quería vomitar.
Yo: Ok chicos, ¿alguien más quiere decir algo? ¿Algo que les haya sorprendido?
-no-
¿Entonces, qué nos quiso enseñar esta historia?
Ximena: Que el niño no comiera libros.
Mía: Sí porque si no se enferma.
Christopher: Sí, que coma brócoli.
Bruno: Que ahora sólo lea los libros.
Yo: Muy bien Bruno, ¿cómo lo supiste?
El pequeño Bruno sólo rió y encogió los hombros sin decir más. Noté que
empezaban a distraerse y a perder el interés por hablar del libro. Así que finalicé esta
sesión.
Observaciones de sesión
Relacionaron imágenes con situaciones similares en las que han estado en su
vida cotidiana
Los alumnos tenían mucha energía, estaban de buen humor y con la mejor
disposición para la lectura, para después entablar una conversación en la que
se promovió escuchar y ser escuchados
La participación de los alumnos fue más aunque había pequeños que les
costaba participar por iniciativa propia
Cada imagen la contemplaban por largo tiempo y la querían ver de cerca
Empezaban a escuchar a sus compañeros
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Sesión 4
Lectura: “El misterioso caso del oso”.
Esta sesión comenzó después de haber ido a recreo. Quise iniciar con una actividad
que reflejara cómo se sentían en ese momento. La actividad consistía en caminar por
el salón y con expresión facial o corporal expresaran lo que sentían en ese momento,
sueño, felicidad, hambre, enojo, tristeza, o alguna otra emoción que sintieran. Ellos
caminaron y noté en varios de ellos cansancio.
Así que terminé la actividad y continué preguntando si querían que leyéramos un
libro, ellos prefirieron leer antes de hacer alguna actividad. Esta vez nos acompañó la
maestra titular y estaba de acuerdo en que les leyera un texto para que se relajaran.
Para la elección del texto literario mostré cuatro libros diferentes. Les mostré la
carátula y leí el titulo.
Entonces de todos los libros mencionados les llamó la atención “El misterioso caso
del oso”, a lo que yo pregunté: “¿Díganme qué les llamó la atención de este cuento?,
¿están seguros de leerlo?” Algunos dudaron y otros dijeron con firmeza que ése era
el cuento que querían. Esta vez les llamó la atención el título, por ser de un oso. Un
niño preguntó qué era ser misterioso y contesté diciéndole que era algo que no se
podía descubrir, algo secreto y le di un ejemplo.
Después de la explicación, el niño y sus compañeros quisieron, aún más, leer ese
libro. Aquí noté que aprendieron todos un nuevo concepto a partir de la pregunta que
generó un sólo alumno. Ya que todos estaban de acuerdo en ese libro, comencé. El
libro contenía sucesos extraños que pasaban en el bosque, pero que nadie sabía
que sucedía. Los árboles cada vez tenían menos hojas y es que el oso era quien las
robaba para participar en una competencia de aviones de papel.
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En la narración del cuento los niños estaban atentos y veían en cada imagen que les
mostraba, qué era lo que sucedía. En una de las imágenes se visualiza cómo el oso
deja huellas en la nieve y en ese momento un niño mencionó “…y ¡¿por qué no se
dan cuenta que es el oso?! Su pie del oso en la nieve”. Pocos ponen atención a su
comentario y le contesté: “Muy buena observación, Gael” “¿alguien puede contestar
a su compañero?” –Nadie- continué con la lectura.
Llega a su final la fábula y se descubre por fin al oso, los animalitos del bosque se
enojan mucho con él, pero al ver que el oso se pone triste, deciden perdonarlo
diciéndoles que reutilice las mismas hojas que usó antes y así finaliza la fábula.
Dejando el aprendizaje de no talar árboles ni arrancar hojas de ellos y que cada hoja
de papel que obtienen de los árboles debe ser bien utilizada.
Finalicé y pregunté: “¿Cuál fue la parte favorita del cuento?”
Todos querían hablar al mismo tiempo. Entonces pedí que guarden silencio y les
mencioné que cada uno iba a tener tiempo de expresar su opinión, pero necesitaba
que levantaran la mano para que les pudiera dar la palabra. Algunos entendían,
aunque otros aún gritaban: “¡Yo!” “¡Yo!” “¡Yo!” con insistencia. Unos esperaron a que
les diera la palabra, cuando por fin di la palabra, respondieron de la siguiente
manera:
Gael: A mí me gustó cuando el oso está compitiendo con los aviones.
Matías: A mí me gustó todo.
Ximena: A mí me gustó cuando estaban en el bosque.
Yaretzi: A mí me gustó que perdonaran al oso.
Yo: ¡Muy bien! ¿Alguien más quiere comentar qué les gustó? –nadie-. Esta vez se
incluyó a la profesora titular: “¿Maestra, cuál fue su parte favorita?” -todos muy
atentos para ver qué contestaba la maestra-
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Maestra: A mí me gustó cuando el oso acepta que ya no
arrancará más hojas de los árboles y sus amigos del bosque
lo perdonan y lo animan para la competencia de los aviones
de hojas de papel.
Yo: Ok. A ver, chicos, ahora díganme ¿hay algo que no les
haya gustado del cuento?
Gael: Cuando el oso se puso triste.
Yo: oh ¿Cómo supiste que el oso se puso triste?
Gael: Él quería llorar y recordó su trofeo.
Yo: ¿Alguna vez les ha pasado algo parecido a lo de oso?
Yaretzi: Creo que no, pero oso estuvo mal en robar hojas.
Ximena: Eso no se hace.
Dominic: Mi mamá dice que no debo desperdiciar ni una hoja de mi cuaderno.
Yo: Ok y saben por qué no se deben desperdiciar las hojas como lo hacía el oso o
cómo dice su mamá de Dominic.
Todos; “¡Nooo!”
Entonces di una breve explicación del proceso que pasan los árboles para
convertirse en hojas de papel y después cuadernos. Los pequeños lo relacionaron
con la siguiente imagen del texto.
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Dominic: ¡Ya entendí por qué el oso estaba mal! (Con gran asombro).
Yaretzi: ¡Sí!! Por eso los demás se enojaron.
Ximena: Pobre oso, qué bueno que lo perdonaron.
Gael: ¡sí!
Entonces a consecuencia de esto ellos empezaron a comentar sus experiencias de
cuando alguien se enoja con ellos y cómo lo solucionan.
Dominic: Si yo fuera el oso, diría que no lo vuelvo a hacer y que sean mis amigos.
Gael: ¡Sí! Yo cuando hago travesuras en mi casa le digo así a mi mamá.
Yaretzi: Cuando no quieren ser mis amigos, yo me siento triste como el oso.
Ximena: Yo soy tu amiga Yaretzi (sonríen).
Alan: Cuando me enojo con mis hermanos, mis papás dicen que nos disculpemos.
Yo: Muy bien, chicos, me gustó escucharlos y saber lo que piensan. Vamos a hacer
una última actividad.
Finalmente propuse de nuevo hacer la misma actividad de un principio para saber si
el cuento y el ambiente del salón les había ayudado a relajarse. Los resultados eran
buenos, pues muchos ya estaban más tranquilos, menos cansados y otros felices
pero con hambre. Así que di por terminada esta sesión.
Observaciones
Elección por título
Creando nuevos significados
Los mismos alumnos frecuentes en participación
La atención del cuento era buena, aunque se distraían con facilidad por lo que
tenía que leer dos veces la misma página
Los alumnos estaban cansados y con poco ánimo
Relacionaron el texto con su experiencia
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Sesión 5
Lectura: “Un Globo tan bonito como la luna”.
Era un día soleado con mucha euforia. Esta vez los pequeños estaban muy
descontrolados, brincaban de aquí para allá, corrían, jugaban mientras la maestra
calificaba. La profesora me pidió apoyo en el manejo del grupo mientras ella revisaba
trabajos. Así que decidí comenzar un juego de inicio para que los pequeños fueran
canalizando su energía. Este juego se llama “Adivina quién soy”. Es un juego de
mímica y expresión, en el cual se pueden emitir sonidos pero no palabras.
Mientras los pequeños se organizaban en sus mesas, pedí a cinco participantes para
la actividad. A cada uno de los participantes le dije cuál sería su papel (nombres de
animalitos de granja), para que sus compañeros adivinaran qué animalito era. Cada
uno participó debidamente y notaba que con esta actividad los alumnos iban
concentrándose, aprendían a expresarse corporalmente, todos querían participar
pero no respetaban turnos.
Concluí la actividad y empecé con la sesión “DIME”. Debido a que en la actividad que
habíamos hecho no existía el hábito de escuchar y ser escuchado, propuse algunos
acuerdos antes de la elección del texto literario para que después se pusieran en
práctica en la conversación literaria. Los acuerdos que se hicieron los aceptaron los
pequeños y fueron los siguientes:
1. Se debe levantar la mano cada vez que alguien quiera hablar y esperar a que
se le dé la palabra: esto es respetar turnos.
2. Mientras él o la compañera habla, los demás guardamos silencio y
escuchamos: Con todo respeto.
3. Todos podemos expresarnos siempre y cuando respetemos a nuestros
compañeros y maestras.
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4. Nadie puede burlarse de lo que opine un compañero (todos oímos y
respetamos. Todo lo que se diga es digno de ser escuchado)
En esta ocasión un día antes ya se había hecho la elección del texto literario en esta
ocasión fue una novela breve, lo eligieron a partir de cinco libros. Los niños eligieron
“Un globo tan bonito como la luna”. Esta elección la hicieron a partir de la portada,
creo que se sintieron identificados. Así que les dije el título y lo leímos en esta sesión
número cinco.
Al momento de leerlo estaban ansiosos por saber de qué trataba el texto literario. Los
niños ponían mucha atención y si alguna imagen les gustaba, hacían muecas de
felicidad o de sorpresa o señalaban a sus demás compañeros la imagen. Mientras
relataba esta pequeña novela, ellos se sentían parte de las
emociones del personaje principal “Akiko”.
La novela relataba cómo al pequeño Akiko le habían regalado un
globo muy bonito y desde entonces lo acompañaba a todos lados.
Este globo era muy especial para Akiko. Un día salió de casa Akiko,
su globo por el viento se voló y se atoró en el árbol que estaba afuera de su casa.
Akiko se puso muy triste, era de noche y aunque intentaron bajar su globo fue algo
imposible.
Akiko, desde su ventana, podía ver su globo que era grande y amarillo, tan bonito
como la luna que lo acompañaba esa noche. Entonces él se quedó más tranquilo
sabiendo que al día siguiente el globo estaría ahí cuidándolo como la luna. –Terminó
la lectura-
Al término de la lectura todos habían quedado satisfechos de oír la novela. Así que
pregunté: “¿Les gustó?” – Respondieron con un “sí”- continúe preguntando: “¿Cuál
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fue su parte favorita?” Esta vez en orden y por turnos se expresaron con las
indicaciones iniciales, respondieron lo siguiente:
Alan: ¡La luna! ¡me gusta! (Con expresión de felicidad).
Christopher. A mí también me gustó esa parte de la luna y el globo.
Yaretzi: Me gustó cuando el niño comparte su casa con el globo.
Dominic: Cuando el señor le regaló el globo.
Bruno: Me gustó que su mamá le amarró su globo a la cuchara. -para que no se
volara el globo-
Dominic: También cuando el niño era feliz con su globo.
Yo: Muy bien ¿hay alguna parte del cuento que no les haya gustado?
Ximena: ¡Sí! Cuando se voló el globo de Akiko.
Mía: Sí, porque el niño se puso triste.
Yo: Muy bien. Y ¿cómo sabes que Akiko estaba triste?
Mía: Porque él extrañaba a su globo.
Gael: Sí, porque le gustaba mucho su globo.
Dominic: A mí me gustan los globos.
Yo: ¡Muy bien, chicos! ¿Quién más quiere opinar? –nadie- Bueno. A alguien le ha
pasado algo parecido a lo que le pasó a Akiko?
Emily: A mí me pasó el día de Reyes Magos, compré mi globo y se voló
Yo: ¿Y cómo te sentiste cuando se voló?
Emily: Triste, pero me compraron otro.
Dominic: Yo vi un globo atorado en el cable pero no lo alcanzaba.
Iker: A mí también me compran globo el día de Reyes.
Christopher: Igual a mí, y los mandamos hasta el cielo.
Ximena: Sí, yo creo que llegan hasta la luna.
Lemuel: Maestra, ¿Tú también envías globo el día de Reyes?
Christopher: ¡Sí! ¡dinos!
Yo: Antes sí lo hacía (sonriendo).
Ximena: Entonces no te gustan los globos.
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Yo: Sí me gustan, pero ahora ya estoy grande y las personas grandes ya no envían
globos. (Con amabilidad) Bueno, sigamos. ¿Alguien más quiere comentar algo que
le haya pasado?
Todos dijeron que no, ya que se acercaba la hora de ir al comedor. Recibí
comentarios como: “Ya estoy cansada”, “ya vámonos a comer”, “ya hasta ahí
maestra”, “tengo hambre”, “ya no queremos hablar”, “mejor después”. Al parecer los
pequeños estaban agotados después de todo, así que di por terminada esta sesión.
Observaciones
La elección se hizo un día antes para poder preparar la sesión
Hicieron interpretación de las imágenes, identificando sentimientos
Fue un texto muy visual y con casi nada de texto
Siguieron acuerdos
Relacionaron el texto con su experiencia
Les gustó la novela pero el agotamiento no les permitió continuar con la
conversación
Sesión 6
Lectura: “El sastrecillo valiente” cuento de fantasía.
Era un día nublado, estaba de apoyo en el grupo. De pronto la maestra titular me
dijo: ¿“Les puedes leer un cuento antes de que salgan a recreo”?: Yo acepté y de los
mismos libros que estaban en la repisa del salón les di a elegir a los pequeños entre
cinco libros. Al proponerlos ellos me dijeron que tres de esos libros ya los habían
leído y no deseaban leerlos de nuevo, así que sólo quedaban dos opciones y
entonces eligieron “El sastrecillo valiente”.
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Los niños, sin decir más, quedaron atentos a la espera de la lectura, así que
comencé. En la lectura los pequeños pedían ver las imágenes de cerca e incluso
tocarlas. Cada vez que alguna parte del libro les provocaba una emoción se les
podía notar en los gestos que hacían (muecas de enojo, felicidad, preocupación,
asombro, miedo, risa, satisfacción).
La historia era de un sastrecillo que mató 4 moscas y por un mal entendido pensaron
que habían sido 4 gigantes. Este rumor llegó a los oídos del rey y decidió mandarlo a
capturar un gigante; si así lo hacía, el sastrecillo podría casarse con la hija del rey. El
sastrecillo estaba enamorado desde hacía tiempo de la princesa. El sastrecillo muy
astuto creó un plan para emborrachar al gigante y llevarlo con el rey. Al cumplir, el
rey aceptó el matrimonio de su hija y el sastrecillo, vivieron felices para siempre.
Terminé la lectura y como siempre para iniciar la conversación literaria pregunté:
“¿Les gustó el cuento?” Todos se voltearon a verse entre sí y soltaron la carcajada,
me quedé sorprendida, pues no entendía que es lo que estaba pasando. Así que les
pregunté: “¿…Y ahora, chicos, a qué se debe tanta risa, díganme?”, Algunos
continuaban riendo y una niña me contestó: “Maestra es que ese cuento ya lo
habíamos leído pero nos gusta mucho”. Vaya sorpresa que me llevé.
Entonces dije: “Está bien chicos, y ¿por qué no me lo dijeron al inicio?”
Hassany: Es que pensamos que no nos lo leerías.
Bruno: A mí me gusta mucho ese cuento.
Ximena: Es nuestro favorito.
Yo: ¿Cuántas veces han leído este cuento?
Ximena: Yo 3.
Yaretzi: Yo 2.
David: Yo 3.
Hassany: Yo también 3.
Iker: Yo apenas lo leí hoy.
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La mayoría lo había leído 3 veces y para algunos era la primera vez. A los que ya lo
habían leído les pregunté cuál era su parte favorita y qué era lo que más les llamaba
la atención de este cuento. La mayoría respondió que el final en donde la princesa y
el sastrecillo se casan, era su parte favorita. Después pregunté a los que apenas era
la primera vez cuál fue su parte preferida del cuento. Ellos respondieron que les
gustaba cuando emborracharon al gigante y les dio mucha risa.
Después decidí preguntar uno por uno: “¿Hay algo que no te haya gustado del
cuento?” Unos comentaron que les gustó todo, otros dijeron que no les gustó que
amarraran al gigante, pero una niña dijo:
Hassany: No me gustó que por culpa de las señoras chismosas mandaron al
sastrecillo a pelear con el gigante.
Yo: Muy buena observación, Hassany. ¿Qué piensan los demás acerca de lo que
dijo Hassany?
César: Que es verdad, porque el sastrecillo tenía miedo de ir con el gigante.
Yo: ¿Cómo supiste que el sastrecillo tenía miedo?
César: Es que estaba piense y piense qué iba hacer con el gigante.
Mauricio: Sí, además el sastrecillo había matado 4 moscas, no cuatro gigantes.
Fernanda: Las señoras mintieron y eso está mal.
Cielo: Sí, eso dice mi mamá, que no debo mentir.
Algunos otros: A mí también.
Yo: Muy bien, ¿alguna vez les ha pasado algo parecido?
Cielo: Sí, una vez mi prima me acusó de algo que no había hecho y me regañaron
porque ella mintió.
Yo: ¿Cómo le hiciste para solucionarlo?
Cielo: Le dije a mi mamá que yo no lo había hecho y que ella había mentido.
Yo: ¡ok! ¿Alguien más quiere contar algo?
-nadie, silencio-
Yo: ¿Qué piensan de esta historia, creen que un día pueda pasar algo así?
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Ellos pensaban pero no decían nada y mejor decidí preguntar uno por uno. Muchos
comentaron que sí era posible y otros dijeron que no. A ambos les pregunté cómo
sabían que sí o no pasaría algo similar y ellos respondieron de la siguiente manera:
Hassany: No porque los gigantes no existen
Mauricio: Es sólo de fantasía
Yo: ¿Cómo de fantasía?
Mauricio: Pues que es de mentiritas
Dominic: Sí, además aquí no hay rey o yo no lo conozco
Hassany: Además las princesas son de cuentos de hadas
Yo: ¿Cómo lo sabes?
Hassany: Mi mamá me lo dijo y tengo un cuento en casa de puras princesas y
cuentos de hadas
Yo: Muy bien, ¿alguien más quiere comentar algo?
Nadie quiso comentar nada más y como faltaba poco tiempo para salir a receso, les
pedí que me dibujaran en una hoja su personaje favorito de la historia o que
dibujaran la escena que más les gustó de la historia. A ellos les pareció una gran
idea y en muchos casos dibujaron la escena del sastrecillo y la princesa casándose,
otros dibujaron al rey y otros cuantos al gigante.
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Sus dibujos demuestran su gran imaginación y sobre todo la parte de la historia que
más les gustó. Dibujar también es una manera de expresión para decir qué es lo que
nos gusta. Al terminar esta actividad cada niño quedó muy satisfecho con su trabajo,
así que se los entregué para que lo llevaran a casa y en ese momento salimos todos
al receso muy contentos y yo muy satisfecha con esta sesión.
Observaciones
En la elección del libro se hizo presente la relectura (quisieron leer una vez
más su libro favorito)
Identificaron parte del cuento que los hizo reflexionar (la escena de las
señoras diciendo mentiras)
Aunque muchos ya sabían la historia, les gustaba oír atentamente
Hicieron comparaciones con libros que ya tenían
Diferenciaban la fantasía y la realidad de un cuento
A través del dibujo reflejaron lo que fue significativo para ellos
El final del cuento es algo que a todos les gustó y se reflejó en sus
comentarios
Sesión 7 (audio-cuento)
Lectura: “El rey mocho”.
Esta vez los pequeños parecían muy tranquilos y yo decidida a cambiar un poco su
ritmo de lectura visual a una lectura auditiva. Un día antes de esta sesión elegimos
visualmente el libro por votación. Esta vez la lectura fue el audio-cuento
acompañado de sonidos especiales que ambientaron el cuento. Ningún pequeño se
lo imaginaba y yo sólo pensaba en cuál sería el resultado de esta sesión.
Al fin llegó el momento en el que me indicó la maestra del grupo que podría empezar
con mi actividad y yo tenía ansias por saber qué pasaría. Les comenté a los chicos
que esta vez no sería yo la que leyera, ellos preguntaron: “¿entonces quién?
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¡¿Nuestra maestra?!” Yo les contesté que no, que esta vez sería un audio-cuento.
Ellos preguntaron: “¿Qué es eso?” Les doy una explicación y comenzamos.
Esta vez me apoyé en dos bocinas para reproducir el cuento y los sonidos especiales
para que los pequeños, al oír el cuento, junto con los sonidos pudieran imaginar lo
que ocurría sin tenerlo visualmente. Comenzó el cuento y al principio ellos estaban
atentos, pero conforme fue pasando el tiempo la sesión se fue complicando,
empezaron a perder el interés al escuchar el cuento.
Durante el audio-cuento algunos ponían atención y otros platicaban con sus
compañeros de al lado o se paraban a platicar como si no estuviesen oyendo el
cuento, en este momento se perdía el interés y trataba de poner orden en el grupo
con ayuda de la maestra. Fue complicado terminar de oír el cuento. No estaban
acostumbrados a escuchar con atención.
Cuando terminó el cuento, traté de hacer la conversación literaria a través de las
preguntas básicas, pregunté a uno por uno, pero esta vez la falta de atención, tanto
en el cuento como al momento de iniciar la plática no resultó, esta vez no querían
participar. Comentaron que no querían opinar nada y que preferían pasar a otra
actividad. No quise forzar la plática así que respeté su decisión y sólo tres alumnos
que si querían participar comentaron:
Aldo: A mí sí me gustó.
Mauricio: A mí me gustó cuando el señor grito su secreto del rey.
Aldo: A mí me gustó cómo las flautas cantaban su secreto.
Hassany: A mí también me gustó, pero lo que no me gustó fue que contaran su
secreto.
Después de estos comentarios pensé que alguien más podría expresarse, así que
les pregunté que si alguien más quería comentar algo, pero algunos dijeron que no,
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otros mencionaron lo mismo que sus tres compañeros y otros dijeron que estaban
aburridos y que mejor querían hacer otra actividad. Entonces di por terminada esta
sesión que no fue lo que esperaba.
Observaciones
Falta de atención y aburrimiento (no estaban acostumbrados a escuchar
audio-cuentos, preferían la lectura visualmente)
Preguntaban quién era el que estaba narrando
Preguntaron algunos por qué le decían el rey mocho. Di explicación de la
palabra “mocho” y ellos crearon su propio significado
La planeación fue totalmente diferente a la aplicación de la sesión, los
resultados no fueron los esperados
Sesión 8
Lectura: “Secreto de familia” - historia cotidiana.
Apenas habíamos entrado a clases, hicimos la rutina diaria y la maestra me propuso
que iniciara con las actividades del día. Parecía ser un buen día en el que los niños
iban dispuestos a participar y yo con la mejor actitud para aplicar mi propuesta. Así
que decidí ir a la biblioteca, elegir cuatro libros previamente revisados y llevarlos al
grupo para ponerlos a votación y se hiciera la elección del libro.
Presenté los cuatro libros y los niños no tardaron en decirme que dos de ellos ya los
habían leído muchas veces y que ya se los sabían hasta de memoria y para
comprobarlo me contaron de qué se trataban estos textos. Así que quedaron dos
opciones “Vaya rabieta” y “Secreto de familia”. Ellos eligieron éste último. Les llamó
la atención el título al saber que se trataba de un secreto.
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Comencé preguntando: “¿Alguien me puede decir qué es un secreto?” Y entre tantos
una pequeña me contestó: “sí, es cuando alguien te dice que guardes un secreto”.
Aunque me dejó con la misma duda dijé: “¿Alguien más puede explicar lo que dijo su
compañera?” Un niño respondió: “Es cuando no puedes contarle a los demás”,
afirmé lo que dijo el pequeño y así ellos reafirmaron un conocimiento más en
aprendizaje cooperativo. Les mencioné que nuestra lectura trataría un poco de esta
palabra.
Comenzamos la lectura y veía en sus caritas confusión por la lectura. No sabían
cómo interpretarla. Porque la lectura en la narración decía una cosa, pero las
imágenes eran distintas. Varios lograron asociar las imágenes y comprender lo que
sucedía, pero otros aún estaban muy desconcertados tratando de entender. La forma
en la que estaba escrita la historia era en forma de metáfora comprensible para esta
edad.
La historia narraba un suceso cotidiano que nos pasa a todos al despertar. La
protagonista es una niña llamada Isol, quien al despertar en su casa, se da cuenta
que su mamá se ve diferente, se ve como un puerco espín. La imaginación de la
pequeña es tanta que empieza a preocuparse por su aspecto de cada mañana y
piensa si ella se verá igual que su mamá.
La pequeña Isol, al querer despejarse de estos pensamientos, decide quedarse en
una pijamada en la casa de su amiga. Duerme esa noche ahí y al despertar descubre
que la mamá de su amiga también luce diferente, luce como un oso; ella, espantada
decide regresar a casa y ahora sabe que cada familia tiene un secreto en su familia.
Finaliza la lectura aceptando a su familia y a ella misma al despertar. En la última
página nos muestra la comparación de familias con su parecido.
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Ya que el cuento no deja en claro el por qué de los
pensamientos y sentimientos de la protagonista Isol, se
presta a la reflexión e interpretación de cada lector.
Conjugando la narración con cada una de las imágenes
vistas en la historia, inicio la conversación literaria
preguntando: “¿Alguien sabe si su mamá de Isol era un
puerco espín de verdad?” La carita de los pequeños es de
asombro y de pensamiento, nadie sabe qué contestar, así
que decido preguntar uno por uno.
Entre sus repuestas encontré varios chicos que pensaban que en realidad sí era un
puerco espín. Mientras preguntaba, unos me respondían lo mismo que el compañero
de al lado y otros sin pensarlo decían que sí, otros lo dudaban y me contestaban: “No
sé”; mientras otros seguían pensando qué decir. Así que pregunté a quienes habían
dicho que sí: “¿Cómo saben que es un puerco espín? ¿Están seguros?”
Mauricio: Es que se parece a un puerco espín.
Yo: ¡Ah! Entonces ¿se parece o es un puerco espín?
Mauricio: Parece (sonriendo).
Hassany: Solo se parece, porque ella es su mamá de verdad.
Yo: ¡Muy bien! ¿Cómo lo supiste?
Hassany: Porque es su mamá, aunque esté con los pelos parados (con su mano
simula cómo está el cabello).
Yo: ¡Ok! …Y ¿alguien más sabe qué pasa con las familias que muestra el libro?
Muestro la página donde se encuentran las familias y ellos observan muy
atentamente mientras yo menciono el nombre de la familia, algunos no saben a qué
me refiero, otros observan para encontrar algo fuera de lo normal en la imagen, así
que entre tanto ver el libro dos niños se percatan e interpretan a su manera de la
siguiente forma.
Familia Espinoza. (Puerco
espín)
Mamá de Isol.
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Mauricio: La familia Osorio parece oso (se rie).
Christopher: ¡La familia de los leones! –Habla de la familia Leonardi- (señala la
imagen).
Mauricio: La familia Aguilar son águilas (con cara de asombro).
Yo: ¡Muy bien chicos! Entonces ¿cómo supieron que cada familia tenía que ver con
un animalito?
Mauricio: Por cómo están peinados.
Christopher: Porque se parecen y su nombre lo dice.
Yo: Así es chicos. ¿Los demás entienden lo que dicen sus compañeros?
Hassany: Sí, como se llaman es el animal que son.
Yo: Así es, nena. ¿Si yo dijera la familia Cabral, a que animalito se parecería?
Varios: ¡Á una cabra! (con voz de obviedad).
Yo: ¡Muy bien! A ver chicos, cuando despiertan ¿qué es lo primero que hacen?
Hassany: Ir al baño.
Mauricio: Comer.
Christopher: Mi mamá me baña.
Yo: Bueno. ¿Alguno se ha visto al espejo cuando se acaban de levantar?
Yaretzi: Yo sí.
Yo: Y ¿qué has notado cuando te miras al espejo yare?
Yare: Que estoy en pijama.
Yo: sí, ¿qué más?
Dominic: ¡Qué está despeinada! (intervención en voz alta).
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Yo: Así es, chicos, cuando despertamos lo hacemos despeinados y en pijama. Pero
así no venimos a la escuela ¿verdad? ¿Qué piensan de esto?
Emily: Que nos tenemos que peinar.
Yaretzi: Que en la mañana somos otros.
Mauricio: Que somos igual que las familias del libro (expresión de asustado).
Yo: Así es, algo muy parecido a lo del libro ¿O qué piensan ustedes?
Ximena: Sí nos pasa como a los del libro.
Yo: Muy bien. ¿Alguien más quiere expresar lo que piensa de la lectura? -Nadie-
Bueno, ¿cómo les pareció la historia? ¿Les gustó o disgustó alguna parte de la
lectura?
Ximena: A mí me gustó todo.
Dominic: A mí me recordó cuando mi mamá me trae a la escuela.
Lemuel: A mí me gustó cuando la niña se espantó de ver a su mamá.
Ángeles: La niña no quería ser como su mamá: un puerco espín.
Aldo: Pero su mamá no era un puerco espín, sólo parecía (expresión con las manos)
Yo: Así es, alguien le puede recordar a su compañera porqué parecía un puerco
espín.
Mauricio: Porque su nombre era igual.
Fernanda: Porque tenía los pelos parados! (con su mano simula el cabello).
Yo: Así es chicos, ¿alguien más quiere comentar algo de la historia o algo parecido
que les haya pasado?
Ximena: A mí me recordó cuando fui a una pijamada en la casa de mi prima.
Yo: ¡Muy bien! ¿Alguien más quiere comentar?
Como noté que varios estaban poco participativos y las intervenciones sólo eran de
los chicos más frecuentes, decidí preguntar a quienes no habían dado aun su
opinión, directamente pregunté para saber lo que pensaban. A algunos les costó
trabajo expresarse, pero lo hicieron. Pregunté qué era lo que más les había
interesado de la lectura. La mayoría fueron repetitivos y dijeron que la comparación
entre las familias y los animales.
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Otros pequeños mencionaron que sintieron el mismo temor que la protagonista al
descubrir a la mamá de ésta. Algunos otros comentaron que se emocionaron mucho
al no saber qué iba a pasar en la historia, si de verdad su mamá era un puerco espín,
si la familia de su amiga también tenía un secreto o qué era lo que pasaba al
despertar en cada familia.
Sin ningún otro comentario, di por finalizada la conversación y proseguí con una
actividad sugerida por el libro. La actividad consistió en dibujar a la familia de cada
niño, teniendo en cuenta las características de cuando se despiertan. Así lo hicieron
los pequeños y me llevé grandes sorpresas al ver sus dibujos, pues la mayoría de
éstos eran de acuerdo a la interpretación y percepción de cada niño por la mañana.
Y así es como finalizó esta sesión.
Observaciones
Se hizo una reflexión de la lectura
Lo compararon con sus experiencias
La asociación entre apellidos y nombres de animales les ayudó a comprender
mejor la lectura.
Tuve que preguntar a cada uno para que pudieran expresarse todos
En sus dibujos expresaron lo que veían cuando despertaban. Algunos
dibujaron su cama y ellos despertando, otros a sus papás comiendo, también
se dibujaron a ellos mismos solitos y otros dibujaron algunos juguetes que
tienen en su casa. Hay uno en especial que me llamó la atención, porque
dibujó un dinosaurio y le pregunté si era su juguete y su contestación fue “no,
este es un t-rex y es muy poderoso, así me siento cuando despierto”; reflejó
esa energía que tiene al despertar.
85
Sesión 9
Lectura: “Los cocodrilos copiones” – fábula.
En esta ocasión quise intentarlo de nuevo con el audio-cuento. Un día previo hicimos
la elección de la lectura. Mostré tres opciones y ellos eligieron “Los cocodrilos
copiones” tal vez por el título, pues esta vez no supe si fue la portada o el título lo
que más los atrajo. Se eligió un día antes para tener preparado el material con el que
me apoyaría.
El día de la sesión era todo un reto, ya que la primera vez el uso de audio-cuento no
había salido nada bien. Estaba nerviosa, pues no sabía si iba a funcionar esta vez,
los pequeños se mostraban como todos los días, muy inciertos y cambiantes de
ánimo. Comencé esta sesión recordando los acuerdos que teníamos, esta vez pedí
que todos se sentaran en el piso, en media luna en la parte trasera del salón para
que pudieran escuchar mejor y en seguida puse el audio.
El cuento relataba cómo un cocodrilo, al tener tanta creatividad, no podía estar un
momento solo porque sus compañeros lo seguían a todas partes para hacer lo que él
hacía. Esta vez no hubo interrupciones, sólo vi en la cara de los pequeños cómo se
lo iban imaginando. Al término del audio pregunté si les había gustado el cuento,
ellos respondieron que sí, pero que lo preferían visualmente. Después pregunté qué
era lo que más les había gustado de esta lectura, a lo que ellos respondieron de la
siguiente manera:
Axel: Cuando los cocodrilos se colgaron de la cuerda.
Aldo: A mí me gustó cuando fueron hasta lo más alto de la montaña (hace expresión
con su mano “lo más alto”).
Ximena: A mí me gustó cuando persiguen al cocodrilo.
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Yo: ¡Muy bien chicos! Quién más quiere comentar lo que les gustó –nadie- bueno,
ahora díganme ¿hay algo que no les haya gustado o algo que les parezca
asombroso?
Hassany: No me gustó que el cocodrilo no quisiera compartir sus juegos.
Aldo: Sí pero eso era al principio (diciéndole a su compañera).
Ximena: A mí me gustó cuando ya todos eran amigos.
Yo: ¿Cómo lograron ser amigos todos?
Hassany: Porque cocodrilo al final ya quería tener amigos.
Ximena: Él tenía frío.
Axel: ¡Sí! Y con sus amigos ya casi no le daba frío.
Christopher: Cocodrilo quería estar solo a veces.
Lemuel: El cocodrilo ya compartió sus juegos con sus amigos.
Yo: ¿Alguna vez les ha pasado algo parecido a lo de cocodrilo?
Fernanda: Mi mamá dice que comparta con mis amigas.
Christopher: La maestra dice que en el recreo debemos compartir los juguetes.
Fernanda: ¡Sí! Para que todos podamos ser amigos.
Christopher: A veces me pasa igual, mi hermanito me sigue a todos lados.
Después de estos comentarios pregunté a las personas que faltaban por participar.
Sus respuestas fueron similares, acabó la conversación literaria y noté que sí habían
puesto atención en el audio-libro pero algunos alumnos estaban insatisfechos por no
visualizarlo.
Yo tenía el libro y decidí mostrar las imágenes para aquellos que necesitaban verlo.
Pregunté: ¿Alguien se imaginó a los cocodrilos de esta forma? Varios asombrados
miraban y dijeron que se los habían imaginado totalmente diferentes y algunos
cuantos dijeron que sí lo habían imaginado parecido al libro.
87
Observaciones
Algunos pidieron el cuento para la relectura. Ellos recordaban cómo iba el
cuento y lo iban relacionando con las imágenes del libro. Al hacer la relectura
recibí comentarios como: “Maestra, aquí es cuando van a la montaña”,
“maestra, aquí es cuando van al agua”, “maestra, aquí es cuando se cuelga de
la cuerda y le copian”.
Preguntaron qué era un estanque porque ellos lo conocían como mar, agua o
río. Así que les expliqué para que lo incorporaron a sus significados.
Sesión 10
Lectura: “El tigre y el ratón” – fábula.
Igual que en la sesión anterior, la elección, la hicimos un día antes. Mostré los libros
físicamente, pero les dije que la lectura sería a través del audio y pregunté si estaban
de acuerdo. Ellos comentaron que sí y escuché varios comentarios en los que pedían
que se hiciera después de ir a comedor, ya que en ese momento era cuando más
capaces se sentían para poner atención al audio. Respeté su decisión y así fue la
sesión, después de asistir al comedor.
Entre las opciones que les mostré eligieron “El tigre y el ratón”. Cuando por fin llegó
la hora de escuchar el audio, a petición del grupo pidieron que se apagaran las luces
Recibí comentarios como: “No pensé que
los cocodrilos fueran rosas”, “Pensé que
cocodrilo se veía más malo”, “La montaña
sí me la imaginé así, pero no verde”.
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mientras ellos sentados en su mesa podían escuchar el audio. Algunos muy atentos
recargados sobre sus manos y otros recostando su cabeza en la mesa trataban de
poner la atención que se requería. Esta vez ellos tenían más disposición y al parecer
les había hecho bien pasar antes al comedor.
La atención de los pequeños fue capturada totalmente, ellos estaban de lo más
cómodos escuchando y pienso que tal vez imaginando también. El audio-cuento
trataba de dos amigos y cómo debían comportarse para no perder su amistad, ya
que uno de los dos no era justo al momento de compartir y jugar con su amigo. Al
terminar el cuento pregunté si les había gustado oírlo, las respuestas fueron “sí”, “sí y
hasta me los imaginé”, “yo estaba pensando cómo podían ser”, “me gustaron las
voces de los dos”.
Mauricio comentó cómo se había imaginado al tigre y al ratón y de inmediato y sin
hacerles preguntas ellos empezaron a expresar lo que habían imaginado, cómo
habían imaginado a los personajes, hasta una pequeña discusión por defender sus
ideas se realizó. Los comentarios que pude percibir, fueron los siguientes:
-“El tigre era grande”.
-“¡Y de colores!”.
-“El ratón era de colores también”.
-“No, el tigre era amarillo”.
-“El tigre era malo con el ratoncito”.
-“Ratoncito estaba chiquito”.
-“Tigre era muy grande”.
-“El ratón era muy chistoso y pequeño”.
-“El ratón era de color café con gris, yo una vez vi uno así”.
-“El tigre era feroz y fuerte”.
-“El tigre de seguro tenia garras afiladas”.
-“El ratón era muy chiquito y con su cola larga”.
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Yo: ¡Muy bien, chicos! Entonces ya cada quien dijo cómo imaginó que es el tigre y el
ratón y está bien como cada quien lo imaginó, ¡sale! Quién puede decirme ¿cuál fue
su parte favorita?
Diego: ¡Yo! Cuando el tigre y el ratón jugaban a los vaqueros (me dio gusto
escucharlo, ya que era de los pocos participativos).
Yo: ¡Muy bien, Diego!
Yaretzi: A mí me gustó cuando ratoncito construyó su castillo grande.
Ximena: A mí también me gustó eso pero lo malo es que tigre se lo destruyó.
Mía: A mí me gustó todo lo que hizo tigre para que lo perdonaran.
Hassany: A mí también me gustó eso, pero tigre fue muy malo con ratoncito, me hizo
enojar.
Aldo: A mí también no me gustó cómo lo trató a ratoncito, pero me gustó más que se
reconciliaron.
Christopher: A mí me gustó cuando tigre le pidió perdón.
Mauricio: A mí me gustaron las voces que hacían cuando jugaban.
Fernanda: A mí me gustó todo pero más cuando tigre le construye de nuevo su
castillo.
Después de estos comentarios empecé a preguntar a quién no había participado
aún.
Yo: Dime Bruno, ¿cuál fue la parte que menos te gustó del cuento?
Bruno: Mmm… no sé. Tal vez cuando tigre se portó mal con ratoncito.
Yo: ¿Y a ti Ángeles?
Ángeles: A mí no me gustó cuando ratoncito se puso triste porque le destruyeron su
castillo.
Cielo: A mí no me gustó que llegara un nuevo amigo (haciendo cara de desagrado).
Yo: ¿Dime qué fue lo que te desagradó del nuevo amigo?
Cielo: Es que ahora él les va a quitar la comida.
Yo: ¿Y cómo sabes eso?
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Cielo: No sé.
Yo: ¿Alguien opina igual que Cielo?
-nadie-
Omar: Es que tigre siempre quería todo para él, eso me molestó.
Iker: Ratoncito tenía miedo de tigre y de que le diera un punta pie ¿Qué es un punta
pie?
Yo: Es un golpe, como una patada.
Iker: ¡Oh! Pobrecito de ratoncito si le pegaba lo iba a mandar hasta por allá
(asombrado y con expresión corporal simulando la patada).
Omar: Sí, pero él no le quería pegar, sólo quería volver a ser su amigo.
Hassany: ¡Y si fueron amigos de nuevo!
Yo: Así es, ¿alguien ha tenido un amigo como tigre?
Hassany: ¡Sí! Por eso ya no me junto con ellas (nombró algunas compañeras de
clase mirándolas).
Yo: Bueno, pero recuerden que aquí todos somos amigos, aunque a veces nos
enojemos podemos ser amigos de nuevo como tigre y ratoncito, ¿verdad?
Hassany: Sí, maestra.
Yo: Bueno, ¿alguien más quiere comentar algo que les haya recordado esta historia?
Christopher: Casi se parece a la historia del cocodrilo.
Yo: ¿Es parecida? ¿Podrías explicarme?
Christopher: Sí, cuando cocodrilo no quería compartir con sus amigos igual que este
tigre.
Fernanda: ¡Sí! Y se estaba quedando sin sus amigos cocodrilo.
Yo: Tienen razón, es parecido, entonces ¿qué será lo que nos quieren enseñar estos
cuentos?
Diana: Que cuides a tus amigos.
Hassany: Que les prestes tus cosas.
Axel: Que juegues con ellos y compartas.
Christopher: Que no les pegues a tus amigos.
Iker: Que seas bueno con tus amigos.
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Bruno: Los amigos nos amamos y respetamos (frase que se aprenden cada semana
en rutina de activación)
Yo: ¡Muy bien, chicos! Tienen toda la razón, se trata de cuidar a nuestros amigos y
saber compartir como bien lo han dicho. ¿Alguien más recuerda si este cuento se
parece a otro que hayan leído?
Mauricio: Yo tengo uno en mi casa, pero no sé cómo se llama, pero es igual de los
amigos.
Diana: Yo también tengo un libro de cuentos y ahí viene uno que se llama “El valor
de los amigos”, me gustó leerlo.
Yo: ¡Qué bien, Dianita! Después nos lo compartes, ¿sale? ¿Alguien más? –Nadie-
entonces vi que ya no querían participar más, se veían algo impacientes, así que di
por terminada esta sesión.
Observaciones
Empezaron a desarrollar su imaginación
Ellos tomaron la iniciativa por comentar y empezar una conversación
Ya respetaban acuerdos
Empezaban a participar con confianza (todos los comentarios y opiniones
fueron dignos de escuchar)
Recolectaron significados como “punta pie”
Hicieron comparaciones con libros que ellos tenían en casa
Comprendieron el tema principal del cuento
Sesión 11
Lectura: “El oso ronca sin parar” – cuento en forma de rima.
Era un día común como todos, apenas habíamos pasado al comedor, la maestra
tenía que atender a padres de familia que había citado, así que me dejó el grupo a mi
cargo. En cuanto los niños se quedaron conmigo empezaron a hablar demasiado y
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algunos a pararse; antes de que sucediera algo más les dije: “¡A ver chicos! Vamos a
leer un cuento ¿les parece?” Algunos sólo me miraron y otros contestaron que sí.
Les pedí que todos se sentaran en el piso en la parte trasera del salón, que era el
lugar donde más había espacio, se sentaron en media luna y yo en el centro con los
libros que propondría para leer. Así que les dije: “Aquí tenemos tres libros, se los voy
a enseñar y ustedes me dicen cual quieren que leamos”. Los mostré diciendo su
título y enseñando la portada, ellos estaban indecisos entre dos opciones llamadas
“Vaya rabieta” y “El oso ronca sin parar”.
Después de una votación ganó la elección del oso; aunque algunos no estaban muy
conformes, lo aceptaron. Comencé la lectura haciendo énfasis en las voces de los
personajes, ellos muy atentos veían cada imagen. Era un texto con imágenes
grandes y muy poco texto. Los niños escuchaban atentamente cómo el oso dormía y
mientras el oso roncaba sin parar los animalitos del bosque iban entrando a su cueva
para protegerse del frío, cada vez eran más animalitos.
El cuento relata cómo fue entrando cada animalito a la cueva y una vez adentro de la
cueva y con el oso durmiendo, los animalitos cantaban, hacían fogatas y comían
palomitas. En esta parte del cuento los niños estaban en suspenso y con los nervios
de punta, pues no sabían qué iba a pasar cuando el oso despertara. Así que
pregunté ¿díganme qué creen que pase cuando el oso despierte?
Aldo: ¡Se los va a comer! (Con mucho nerviosismo).
Diana: ¡Les va a hacer grrrr! (Imitando el oso con manos y cara).
Hassany: Todos se van a echar a correr.
Dominic: Los va asustar.
Axel: ¡Los va a espantar!
Yo: Bueno, vamos a ver qué pasa, ¡¿sale?!
93
Continuamos leyendo y llegamos a la parte en la que el oso se despierta –todos
gritaron de miedo y emoción- y resulta que cuando se despertó el oso sólo observó
enojado a los animalitos y dijo que no era justo que hubieran hecho una fiesta en su
cueva sin invitarlo. Así que, después de decir esto, se ve en la imagen al oso
llorando. Esta escena enternece a los alumnos y escucho comentarios “ay pobrecito
oso”, “él quería estar en la fiesta”, “está triste”, “está llorando”,”que ya no llore”.
Continúo con la lectura, nuestro protagonista el oso se pone contento de que los
demás animalitos volverán a hacer una fiesta para que él ya no se sienta mal por no
haber asistido a la que hicieron antes. Llevan a cabo la fiesta y terminan contando
historias hasta el amanecer, pero esta vez quienes se duermen y roncan sin parar
son los nuevos amigos de oso.
Los niños terminan aplaudiendo y haciendo los siguientes comentarios entre sus
mismos compañeros: “ay, qué bonito”, “jajaja ahora sus amigos se durmieron”, “el ya
no tiene sueño, ya durmió mucho”, “ya todos son amigos”, “sí me gustó”. En la última
página del libro había una imagen en relación al tiempo en el que transcurrió el
cuento, así que les mostré a los niños y pregunté qué opinaban o que es lo que veían
en esa imagen. Ellos contestaron lo siguiente:
Iker: Es el bosque con nieve.
Aldo: Ahí está su casa del oso (señalando la cueva).
Fernanda: Hace frío ahí, hay nieve.
Omar: Los árboles están sin hojas.
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Bruno: ¡Es verano!
Yo: ¿Verano, estás seguro?
Bruno: Creo que sí.
Yo: Es algo parecido, vamos a verlo, ¿ustedes conocen las estaciones del año?
Aldo: Sí es cuando es primavera, invierno, verano.
Yo: ¡Muy bien, Aldo! Las estaciones del año son 4: primavera, verano, otoño e
invierno. En cada estación del año el clima cambia y lo podemos ver en los arbolitos.
(Apoyándome de una imagen donde mostraban las 4 estaciones del año expliqué
cada una de ellas).
Yo: Entonces díganme chicos ¿en qué estación del año está la imagen?
Aldo: ¡En invierno! Porque hace mucho frío (expresión de frío con sus brazos).
Yo: Muy bien Aldo, ahora díganme chicos ¿cuál fue su parte favorita del cuento?
Diana: Cuando hicieron fiesta en la cueva y contaron historias.
Hassany: Cuando el oso despertó, ¡me espanté mucho!
Dominic: Cuando llegó el ratoncito y dijo: “patatín patatán”.
Lemuel: Cuando hicieron palomitas, a mí me gustan las palomitas.
Mauricio: A mí me gustó cuando todos se espantaron porque despertó el oso.
Yo: Muy bien chicos, ahora díganme, ¿hay algo que no les haya gustado del cuento?
Yaretzi: Que el oso se puso triste y lloro.
Ángeles. Que el oso lloró porque no lo invitaron.
Yo: ¿Hay algo más que quieran comentar de este cuento?
Mauricio: A mí me dio risa que sus amigos al final se durmieron.
Lemuel: Me gustó cómo fue llegando cada animalito a su cueva.
Yo: ¡Muy bien chicos! ¿Alguien más? ¿o algo que les hubiera gustado que pasará?
Nadie más quiso participar así que decidí dar por terminada esta sesión. Esta vez no
hubo tiempo de hacer la actividad planeada de cierre de sesión, ya que el tiempo fue
insuficiente. Así que decidimos pasar a otra actividad que ya no estaba relacionada
con la lectura.
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Observaciones
Adquirieron significados como ¿Qué es invernar?, las estaciones del año,
dónde viven los osos (espacio y lugares)
Identifican emociones y las relacionan con sus sentimientos
Son más participativos
Respetan acuerdos
Sesión 12
Lectura: “El ratoncito sale a comer algo” – pensamiento matemático
Esta vez las opciones de lectura eran menos, ya que la mayoría de cuentos que
habíamos elegido eran de la biblioteca y varios ya habían sido leídos, los que había
eran inapropiados por el tiempo y contenían pocas imágenes. Así que di dos
opciones para elegir. Ellos eligieron “El ratoncito sale a comer algo”, a ellos les gustó
por la portada que estaba llamativa y el título.
Esta vez estaban a punto de salir de la escuela para ir a su casa, así que fue la
última actividad del día. Después de la elección nuevamente pedí que se sentaran
como en la sesión anterior. Cuando todos ya estaban acomodados, empecé a leer el
cuento. Este cuento era de pensamiento matemático, aunque contenía una historia
también incluía los números.
La historia narraba cómo un ratoncito salió a buscar comida y cuando por fin la
encontró empezó a contar los pedazos de cada alimento que se llevaría. Cuando
tiene lista la comida para llevársela a su casa, se lleva un gran susto, pues el gato lo
está esperando, el ratoncito corre sin parar y al ver que la charola es muy grande
para entrar a su casa la suelta y cae toda la comida sobre el gato. Pero finalmente
ratoncito es feliz al ver que un pedazo de queso cayó dentro de su hogar.
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Mientras contaba el cuento, los pequeños estaban muy atentos y cuando el ratón
llegó a contar la comida los pequeños también contaban junto con él; cuando los
niños vieron la imagen donde el ratón ve al gato, ellos se emocionaron y se
espantaron, no sabían qué pasaría. Muy ansiosos, se acercan para ver mejor la
imagen y escuchar lo que pasaría. Hago una pausa y pregunto: “¿Qué creen que
pase?”
Axel: El gato lo va atrapar.
Fernanda: Se lo va a comer.
Aldo: Lo va a perseguir.
Omar: El ratón ya se espantó.
Después de estos comentarios seguí leyendo y acertaron, el gato lo persiguió.
Mientras yo narraba cómo el gato perseguía al ratón, los pequeños más
emocionados estaban, incluso después de estar sentados se acercaban cada vez
más a mí para ver qué era lo que decía y cómo lo mostraba el libro. Terminó la
lectura y pregunté ¿díganme, qué les pareció el cuento?
Axel: A mí me gustó que el ratón fuera feliz.
Dominic: Sí, él estaba feliz con su queso (sonriendo).
Ximena: A mí me dio miedo cuando el gato lo cachó.
Ángeles: Ya me dio hambre con tanta comida que agarró el ratoncito (riéndose).
Yaretzi: A mí me gustó cómo se va cayendo la comida y los números (conteo
regresivo del 10 al 1).
Bruno: Me gustó que el ratón pudiera escapar del gato.
Iker: Me gustó que el ratón comiera su queso.
Mía: A mí no me gustó que al gato le cayó toda la comida sobre su cara, ¡pobrecito!
(con cara de ternura).
Dominic: Me gustó cómo cada comida tenía un número.
Yo: ¡Muy bien, chicos! ¿Quisieran comentar algo más?
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Nadie más quiso comentar y por falta de tiempo empezamos a guardar material y a
arreglar las mochilas para poder estar listos a la hora de salir de la escuela. Para la
próxima sesión prometí que ellos mismos podrían hacer su cuento propio. Así que
pedí algunos recortes para la siguiente sesión. Recortes de imágenes que les
llamaran la atención. Y es así como finaliza esta sesión.
Observaciones
Lograron comentar por voluntad propia la mayoría de alumnos
No fue necesario hacer las preguntas básicas, pues ellos ya sabían qué decir
Observé un gran desarrollo al momento de la expresión de lo que sintieron
Observé que su comprensión fue buena
Al siguiente, día aunque ya no estábamos en sesión, varios recordaban la
lectura y a partir de ello me empezaron a comentar por voluntad propia su
experiencia que tenían con los ratones y los gatos. Ahí se logró una segunda
conversación con base en la lectura.
Sesión 13
Lectura de canción “Caminito de la escuela” y creación de su álbum de
imágenes.
Esta vez quise hacer algo diferente, ya que el audio-cuento funcionó en la sesión que
lo apliqué, al igual que el álbum de imágenes, quise llevarlo a otro nivel tratando de
escuchar y ver una historia en forma de canción para saber si los niños eran capaces
de interpretarla, comprender u opinar sobre ella. Para la elección del video sólo les
leí títulos “caminito de la escuela” “Fui al mercado” “Los tres cochinitos”. Ellos se
sintieron identificados por la escuela y eligieron “Caminito de la escuela”.
Para poder mostrar este video que contenía audio e imágenes, lo hice con el apoyo
de una laptop. Como las veces pasadas, pedí que los niños se acomodaran de igual
forma para que todos pudieran estar más concentrados. El video tardó sólo dos
98
minutos y medio. Mientras esto sucedía los pequeños no sólo veían, sino también
bailaban. Cuando terminó el video, pregunté ¿les gustó? La mayoría contestó que sí.
Yo: Díganme, chicos ¿qué fue lo que les gustó del video?
Axel: Los animales.
Lemuel: La canción.
Ximena: Cómo caminan los animalitos.
Yo: ¿…Y de qué trataba la canción, alguien me puede decir?
-ellos se quedaron pensando por un tiempo, después escuché el comentario-
Iker: De que iban a la escuela.
Dominic: Sí, porque llevaban goma y cuaderno.
Hassany: A uno de ellos lo llevaba su mamá.
Yo: ¡Muy bien chicos! ¿Alguien más quiere comentar algo que les haya gustado o no
del video?
Nadie más quiso comentar y quisieron pasar a la actividad de elaborar su propio
cuento. Como se los prometí, llevé hojas en forma de cuadernillo para que ellos
crearan su propio cuento con las imágenes que habían llevado. Así que los
pequeños se acomodaron de nuevo en sus mesas y les di el material para trabajar y
crear su cuento. Una vez terminado, me lo enseñaban y me contaban de qué se
trataba.
Noté que, aunque sus creaciones no tenían texto con solo ver las imágenes se podía
percibir la creación de una historia. A algunos que no les alcanzaron los recortes,
decidieron dibujar, la mayoría de los cuentos con temas de princesas, súper héroes,
dinosaurios, familia y amigos. Esta sesión me agradó mucho, ya que los pequeños
no sólo lograban interpretar, también crearon y explicaron su propio cuento.
99
Observaciones
Los chicos pasaron de ser sólo receptores a ser productores de un álbum de
imágenes
La canción los relajó y parece que la entendieron más por las imágenes que
por la letra de la canción
Auditivamente la canción los relajó y les hizo pasar un momento agradable
Observaciones finales del proceso de la intervención “DIME”
Los momentos de aplicación de las sesiones fueron variados y observé que el
horario más conveniente era después de que los pequeños habían comido o al iniciar
las actividades del día. Esto permitía que estuvieran más atentos y con más energía
para participar. La participación de cada alumno era valiosa y digna de ser
escuchada en cada sesión. El tiempo en cada sesión fue aproximadamente de 30 a
40 minutos, los cuales se aprovecharon de la mejor manera posible.
La atención de los pequeños siempre fue buena, pero conforme pasó cada sesión
aumentó el deseo por la lectura de los cuentos y por consiguiente mayor empeño en
la participación de expresar lo que habían entendido y en ocasiones manifestaba su
Algunos sabían que
era un cuento, así
que escribían las
letras que conocían.
100
comprensión. Aunque en cada sesión había hecho una planeación, algunas no
dieron los resultados esperados, ya que las respuestas y comentarios de los
pequeños le daban otra dirección a la sesión, lo cual se me hizo muy interesante,
porque ni yo misma sabía en qué terminaría.
En contenido y actividades iba preparada, pero nunca imaginé lo importante que es
tener el control del grupo. Al no ser yo la maestra titular del grupo, en las primeras
sesiones se me dificultó trabajar con ellos. Esto me desanimó un poco, pero no
desistía del propósito con el que yo iba. En cada sesión me di cuenta que los
alumnos no siempre están con la misma energía y disposición de participar, algunas
veces no saben qué decir y mencionaban lo mismo que otros, otras veces ellos
querían ser los primeros y únicos en participar.
Después de algún tiempo, logré que todos participaran y dijeran lo que pensaran,
aunque fueran muy breves sus comentarios. Cada vez que alguien lo hacía, para mí
era un logro. Tener el control de un grupo sea cual sea el nivel educativo es
importante y todo un reto, no sólo se trata de poner actividades, sino de lograr el
interés de los alumnos, en este caso después de algunas sesiones y con ayuda de la
maestra titular lo logré.
También conseguí apropiarme del enfoque “DIME”, aunque no puedo decir que al
100%, porque para ser así se necesita más práctica. La conversación literaria en un
principio se me dificultó porque tenía que hacer las preguntas adecuadas para que el
diálogo pudiera ser más extenso y cuidando que los participantes mantuvieran el
interés. Conforme fue pasando cada sesión, fui pensando cómo guiar la
conversación.
Las situaciones que se fueron dando en cada sesión muchas de las veces me
recordaron mi niñez. Me ponía a pensar qué era lo que yo esperaba de mis maestros
para tener confianza y atreverme a participar, sin duda, era la sencillez del lenguaje y
101
la confianza brindada. Logré ganarme la confianza y cariño de muchos de los
pequeños, aunque no todos los días trabajaba con ellos, siempre que los veía
querían platicar alguna de sus experiencias o comentar algo de lectura conmigo, lo
cual refleja lo importante de este enfoque, pues no sólo se queda la participación en
el diálogo literario, sino que también aflora la esencia del participante.
Este enfoque me gustó y más adelante me gustaría aplicarlo con alumnos de otro
nivel educativo y así apropiármelo cada vez más. Fue una experiencia motivadora
para ser docente y trabajar la compresión lectora en un futuro retomando alguna de
las actividades que se realizaron en las sesiones. Con esta intervención se pueden
notar las diferentes situaciones por las que pasa un grupo de lectores al ir
incursionando en la comprensión de la lectura, que no sólo se limita al contenido del
texto.
Noté que algunos alumnos ponían más interés por la lectura conforme se fue
avanzando en la intervención, algunos otros mejoraron su capacidad para
expresarse. Muchos de los participantes después de varias sesiones ya sabían qué
decir sin necesidad de preguntarles, ya identificaban su parte favorita y no tanto de la
lectura, incluso buscaban cómo relacionarlo con sus vivencias cotidianas, esto refleja
que los pequeños si pueden ser críticos constructivos ofreciéndoles alternativas de
participación.
102
CONCLUSIONES
En este trabajo comprobamos que, conforme se iban aplicando las sesiones al leer,
conversar, comparar, analizar o hacer alguna actividad a partir de un texto literario se
propició que los niños interactuaran con sus compañeros, desarrollaran su
imaginación, compartieran opiniones, sintieran empatía con los demás y tuvieran
mayor confianza tanto es sí mismos como en sus compañeros y profesoras. Muchos
de los participantes desarrollaron sus capacidades en la adquisición de vocabulario
(creando sus propios significados), interpretación, comprensión de lecturas y, por
supuesto, la expresión de sentimientos y pensamientos.
Los resultados a través de los textos leídos se vieron reflejados en: los niños
adquirieron nuevos conocimientos y habilidades para su desarrollo tanto personal
como académico. En cada sesión aplicada se notó cómo los alumnos iban tomando
confianza para hablar de lo que les provocó cada lectura. Lograron comparar varias
de las lecturas con sus experiencias propias y en algunos casos se vivió el
aprendizaje colaborativo, porque había alumnos que tenían vivencias que los demás
aún no habían experimentado y a través de la conversación que se presentó en el
aula los otros se enteraban y querían vivir la misma experiencia.
El aprendizaje que se lleva cada uno de los participantes en esta experiencia no sólo
se trató de la adquisición de conocimientos, significados propios y el desarrollo de la
imaginación a través de los audio-cuentos, también al fomentar el respeto por medio
de un diálogo literario contribuyó a aumentar la autoestima en los niños. Escuchar y
ser escuchado por los demás impulsó a los participantes a adquirir seguridad en su
forma de comunicarse con sus pares y maestras. En cada sesión las participaciones
de los niños se hacía más fluida, esto fue muy notorio, haciendo mucho más rico el
diálogo.
103
Además se fomentó un ambiente de respeto y tolerancia, pues cada alumno debía
esperar a que se le diera la palabra para expresarse. Tanto los pequeños
participantes como la maestra titular de grupo y yo como mediadora, nos llevamos el
aprendizaje de sentirnos en un ambiente de confianza, en el cual pudimos conversar
sin ninguna imposición, tal como si fuera una plática entre amigos en la que logramos
muchas veces empatía por las vivencias similares que tuvimos la oportunidad de
compartir. Poder intercambiar con los demás nuestras emociones, vivencias y lo que
se piensa fue algo enriquecedor para todos.
Para mí ha sido una experiencia que ha cambiado mi visión acerca de los pequeños
de preescolar. En un inicio pensaba que me encontraría con pequeños que no
podrían expresarse. Mi sorpresa fue otra, porque no sólo noté que sí podían
expresarse bien, sino que también eran muy sentimentales y esta propuesta sugiere
el desarrollo de la sensibilidad. Trabajar con los niños de preescolar fue muy
agradable, porque los considero como personas honestas e inocentes con las que no
sentí ninguna presión al hacer la intervención pedagógica; al contrario me sentí muy
tranquila y me dio mucha seguridad para desenvolverme como mediadora.
Mi trabajo aporta una perspectiva diferente de trabajar la comprensión lectora a partir
del enfoque “DIME”. El enfoque “DIME” no sólo se puede llevar a cabo con niños
pequeños de preescolar, también se puede llevar a cabo en otros grados
académicos ya que parte de la sensibilización de los alumnos para expresar lo que
piensan y sienten. De esta forma se logró que los alumnos tuvieran una comprensión
significativa. También es una forma de acercamiento con los alumnos para saber
cuáles son sus necesidades educativas (quiénes eran los que más necesitaban
desarrollar sus habilidades en comunicación, lenguaje, pronunciación, etc.)
Esta propuesta contribuye el ámbito educativo para dar una visión distinta a los
profesores que trabajan la literatura y cuando lo hagan sea de una forma diferente
tomando como base didáctica el enfoque “DIME”, ya que de esta manera se crea un
104
ambiente de confianza en el aula, un vínculo entre profesor con sus alumnos y a
partir de ello se pueden buscar las estrategias didácticas más adecuadas para el
aprendizaje de los alumnos.
Para los compañeros docentes que se interesen por este enfoque les puedo decir
que es satisfactorio trabajar con él así como los resultados obtenidos. Es un enfoque
adaptable a diferentes poblaciones y momentos. Recordemos que en el nivel básico
no hay una materia específica en literatura, la comprensión lectora se trabaja poco y
de una manera menos efectiva; aplicando cuestionarios escritos que muchas veces
se basan solo en lo más sobresaliente del contenido y no en las opiniones de los
lectores o la relación que encuentran entre su experiencia y el texto.
Este enfoque puede ser una alternativa para atender este aspecto de la formación de
los niños proponiendo talleres en comunidades lectoras u ofreciéndolo a las
escuelas. Llevar a cabo esta propuesta fue un reto, se vivió una experiencia que
permitió un gocé de la lectura para todos y a los participantes les permitió
comprender mejor su entorno y lo que puede haber en él. Muchos de los objetivos de
esta propuesta fueron cumplidos.
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